Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RECONECTADOS
RECONECTADOS
Isaías 64: 1 - 4
Introducción:
El contexto que nos ha tocado vivir en este tiempo de aislamiento social nos ha llevado a cortar
todo tipo de contacto físico como una forma de prevención para no ser contagiado por el
COVID19. Por ende, se ha activado el contacto virtual haciendo que las personas hagan uso de
la tecnología para poder comunicarse con sus seres querido, hacer transmisiones virtuales,
desarrollar trabajo remoto, crear aulas virtuales, conciertos virtuales, en conclusión, se viene
desarrollando un sinfín de actividades. Sin embargo, esto ha creado una saturación del uso de
las redes sociales y plataformas virtuales, provocando que la línea internet se vea afectado y no
haya una buena conectividad por la saturación estas actividades virtuales. ¿Qué ha provocado
esto? Muchas de las transmisiones en vivo se corten, muchos de los universitarios se queden a
mitad de sus clases, así como otras actividades, o lentitud del servicio de internet. Esta
situación ha hecho que muchos se desconecten de sus actividades remotas, creando clima de
frustración, angustia, ansiedad e impotencia.
En el campo espiritual sucede algo similar la saturación de actividades en nuestras vidas y la
prioridad que le damos a ellas, ha hecho que nuestra conexión con Dios se vea afectada,
perdiendo todo tipo de comunicación., haciendo que Dios guarde silencio.
Pero también hay situaciones en nuestra vida que no nos permiten conectarnos, ni
reconectarnos con Dios. Cada uno nosotros sabemos cuáles son esas situaciones.
Algo así se estaba dando en el contexto de Isaías 64, había un silencio de parte de Dios y es por
eso por lo que el profeta hace una oración tan efusiva buscando reconectarse con Dios.
La intención de esta reflexión es que tu puedas descubrir que es lo que no está permitiendo
conectarte o reconectarte con Dios.
1-2
El pueblo de Israel continuó su oración: «¡Dios nuestro, ¡cómo quisiéramos que abrieras
el cielo y bajaras, haciendo temblar las montañas con tu presencia! Así tus enemigos te
reconocerían como el único Dios.» ¡Cómo quisiéramos que bajaras como el fuego que
hace hervir el agua y quema la paja! Así las naciones temblarían ante ti. 3» Tus terribles
hechos nos dejaron sorprendidos; por eso hasta las montañas temblaron ante ti. 4» Jamás
se ha escuchado ni se ha visto que otro dios haya hecho grandes milagros a favor de los
que en él confían.
Isaías 64:1 – 3 – TLA
Vemos al profeta, que frente a este silencio, él es quien toma la iniciativa para
reconectarse con Dios, observemos] lo que en estos 3 pasajes esta iniciativa tenía 3
componentes interesantes en el sentir del profeta:
bajaras,
fuego que hace hervir el agua y quema la paja! Así las naciones temblarían ante ti.
5
A ti te agradan los que hacen el bien con alegría y se acuerdan de
obedecerte.» Tú estás enojado porque desde hace tiempo hemos pecado y
te hemos ofendido. 6 Aun nuestras mejores obras son como un trapo sucio;
hemos caído como hojas secas, y nuestros pecados nos arrastran como el
viento. 7 No hay nadie que te adore ni haga nada para apoyarse en ti. Somos
unos malvados; por eso te has escondido y nos has abandonado.
Dejar el activismo
6
Aun nuestras mejores obras son como un trapo sucio; hemos caído como
hojas secas, y nuestros pecados nos arrastran como el viento.
Dejar de confiar en ti
7
No hay nadie que te adore ni haga nada para apoyarse en ti. Somos unos
malvados; por eso te has escondido y nos has abandonado.
8»
Dios, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú eres el alfarero: ¡tú eres nuestro creador!
9
»Dios, no te enojes demasiado ni te acuerdes todo el tiempo de nuestros pecados: ¡mira que somos tu
pueblo! 10 Las ciudades de tu pueblo elegido son ahora un desierto; Jerusalén está en ruinas,
completamente destruida. 11 »Nuestro grandioso santuario, donde nuestros padres te alababan, ha sido
destruido por el fuego. ¡Todo lo que tanto queríamos ha quedado en ruinas! 12 »Y ahora, Dios nuestro, no te
quedes sin hacer nada; no te quedes callado ni nos humilles más».
Proverbios 3:6 dice: reconoce a Dios en todos tus caminos… El proverbista nos
invita a reconocer a Dios en todo nuestro camino, así mismo Isaías no lleva
reflexionar que debemos reconocer en dos aspectos:
Él es Dios
Él es nuestro padre
El es el alfarero
Él es el creador
Nosotros somo el barro