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Husserl distingue entre noesis y noema. La noesis se refiere al acto de conciencia de referirse a un objeto, mientras que el noema se refiere al modo en que dicho objeto se da a la conciencia. Por ejemplo, cuando percibimos un árbol, la noesis es el acto perceptivo y el noema es cómo se nos da el árbol en la percepción, como "cosa material", "planta" o "árbol". Husserl insiste en que la noesis y el noema son inseparables y que el aná
Husserl distingue entre noesis y noema. La noesis se refiere al acto de conciencia de referirse a un objeto, mientras que el noema se refiere al modo en que dicho objeto se da a la conciencia. Por ejemplo, cuando percibimos un árbol, la noesis es el acto perceptivo y el noema es cómo se nos da el árbol en la percepción, como "cosa material", "planta" o "árbol". Husserl insiste en que la noesis y el noema son inseparables y que el aná
Husserl distingue entre noesis y noema. La noesis se refiere al acto de conciencia de referirse a un objeto, mientras que el noema se refiere al modo en que dicho objeto se da a la conciencia. Por ejemplo, cuando percibimos un árbol, la noesis es el acto perceptivo y el noema es cómo se nos da el árbol en la percepción, como "cosa material", "planta" o "árbol". Husserl insiste en que la noesis y el noema son inseparables y que el aná
Una lectura precipitada de esta aproximación general al pensamiento
de Edmund Husserl podría concluir que estamos ante una forma de idealismo subjetivo o de solipsismo. Ahora bien, es importante recordar que lo que el autor germano sostiene en sentido propio es la necesidad de partir del hecho de que el mundo se da ante la conciencia. De ahí a sostener —como el idealismo hace— que el ser del mundo sea sólo su darse ante la conciencia hay un paso muy grande.
Sin olvidar que el terreno en el que nos movemos es el de lo dado en
la vivencia en cuanto dado y que estamos operando en actitud fenomenológica, Husserl se hace una pregunta capital en Ideas I a partir del ejemplo de la percepción: ¿qué es “lo percibido en cuanto tal”? Responder a esta pregunta es «describir la percepción en su sentido noemático», describir el noema de la percepción [Husserl, Ideas I (Hua III: § 90)]. Por consiguiente, el noema hace referencia al objeto en el cómo de su darse. Utilizando un ejemplo que se ha hecho famoso, cuando percibimos un árbol, en la percepción reducida «(en la vivencia fenomenológicamente pura) encontramos, como imborrablemente inherente a su esencia, lo percibido en cuanto tal, expresable como “cosa material”, “planta”, “árbol”, “en flor”, etc. Las comillas son patentemente importantes: expresan aquel cambio de signo, la radical modificación respectiva del significado de las palabras. El árbol pura y simplemente la cosa de la naturaleza, es todo menos esto percibido, el árbol en cuanto tal, que es inherente como sentido perceptivo a la percepción, y lo es inseparablemente. El árbol pura y simplemente puede arder, descomponerse en sus elementos químicos, etc. Pero el sentido —el sentido de esta percepción, algo necesariamente inherente a su esencia— no puede arder, no tiene elementos químicos, ni fuerzas, ni propiedades reales en sentido estricto» [Husserl, Ideas I (Hua III: § 89)]. El noema hace referencia a este cómo del darse del objeto mientras que la noesis apunta al acto mismo de la conciencia de referirse el objeto. Así el noema de un acto perceptivo y el noema de un acto de recuerdo son, según Husserl, cualitativamente diferentes. Husserl insiste en la inseparabilidad de la nóesis y del nóema y en que el análisis fenomenológico es, justamente, un análisis noético- noemático.