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Abuso o maltrato (Ayuda para la víctima)

Cuando llegue a darse cuenta de cualquier tipo de abuso o maltrato, póngase en contacto con su
obispo. Hay disponible una línea de ayuda para que su obispo trate el problema.

El abuso puede incluir el maltrato físico, emocional, sexual o espiritual de otras personas. La primera
responsabilidad de la Iglesia en los casos de abuso es ayudar, amable y delicadamente, a quienes hayan
sido víctimas de abuso o maltrato, y proteger a los que estén vulnerables a abusos en el futuro. Ayude al
miembro que ha sido víctima de abuso o maltrato a entender que no es responsable de la manera de
proceder del infractor y no se espera que tolere una conducta abusiva.

Pese a que algunos tipos de abuso o maltrato causen daño físico, todas las formas de abuso afectan la
mente y el espíritu. A menudo el abuso o maltrato destruye la fe y puede ocasionar confusión, duda,
descon anza, culpabilidad y temor en la víctima.

Dese cuenta que los infractores pueden ser astutos, manipuladores y embusteros, así que es posible que
su versión de los sucesos di era de la de la víctima. En todos los casos, piense que lo más importante es la
seguridad y protección de la víctima. 

No se espera que los líderes diagnostiquen o brinden tratamiento a los miembros que padecen problemas
de salud mental relacionados con abuso o maltrato, ni se les alienta a hacerlo. Si fuera necesario, inste al
miembro a pensar en buscar ayuda profesional. Los Servicios para la Familia SUD (donde estén
disponibles) pueden ofrecer consultas y brindar información a los líderes acerca de recursos en la
comunidad. 

Al leer la información siguiente, busque inspiración para adaptar estas sugerencias a las circunstancias de
la víctima, las que quizás puedan cambiar si la víctima es un cónyuge, un hijo, un padre anciano o una
persona discapacitada

Procure entender
Ayudar a la víctima a sentir que se la escucha y se la entiende puede ser tan importante como cualquier
ayuda que usted pueda darle. Con espíritu de oración, considere realizar preguntas como estas para
que le ayuden a entender mejor la situación de la víctima y a discernir sus necesidades. Permanezca
sereno y esté dispuesto a dedicar tiempo a escuchar los temores, las dudas y las preocupaciones de la
víctima.

¿Qué está pasando?


¿Qué tan seguro se siente?
¿Qué tan seguras están las personas que le rodean?
¿Con quién ha hablado acerca de esto (como la familia, los padres, los líderes de la Iglesia o
las autoridades civiles)?
¿Cuáles son sus necesidades inmediatas?
¿Hay algo más sobre esta situación de abuso o maltrato que yo deba saber?

Quizás las mujeres o los jóvenes se sientan más cómodos con su obispo si está presente con ellos un
amigo, padre o líder de la Iglesia de su con anza. Asegúrese de que la víctima sepa que él o ella pueden
tener a una persona presente para que la apoye mientras se reúne con el obispo.

Ayude a la persona
Conforme ayuda al miembro que ha sido víctima de abuso o maltrato, considere las sugerencias
siguientes:
Ayude a los miembros a comprender cómo obtener sanación mediante el Salvador y Su Expiación
(véanse Alma 7:11–12; 2 Ne 9:21; D. y C. 88:6).

Elogie a él o ella por demostrar valor para hablar sobre el abuso o maltrato.
Tranquilice a la víctima asegurándole de que no tiene la necesidad de arrepentirse por ser una
víctima de abuso o maltrato.
Anime al miembro a pedir una bendición del sacerdocio.
Esté muy consciente del proceso de sanación propio de la víctima el que puede durar un
tiempo considerable. No trate de precipitar o imponer el proceso. Permita que la víctima
maneje con éxito sus propios sentimientos y desafíos relacionados con el abuso o maltrato
antes de aconsejar al miembro que perdone al infractor.

Ayude al miembro a sentirse seguro.

Ayude al miembro a localizar lugares y personas que lo hagan sentir seguro.


Inste al miembro a formular un plan de seguridad.
Si usted cree que la seguridad de la víctima corre peligro, consulte con el obispo.
Invite al miembro a considerar alejarse a sí mismo y a otras personas, de ser necesario, de la
situación de abuso.

Ayude al miembro a actuar por sí mismo en lugar de que se actúe sobre él.

Absténgase de tomar decisiones a nombre del miembro o decirle lo que debe hacer.
Ayude al miembro a entender que puede ser guiado mediante la revelación personal para saber
cómo responder a la situación y tomar decisiones. Ayudar al miembro a establecer un sentido
de control adecuado para su edad al responder ante la situación es fundamental para su
bienestar emocional y esperanza en el futuro.

Anime al miembro a acercarse a otras personas en quienes confíe en busca de ayuda y apoyo.

Apoye a la familia
El abuso o maltrato afecta tanto a los miembros de la familia como a la persona. Determine el impacto
que ha tenido en el cónyuge o en la familia del miembro y trate esos asuntos.

Utilice recursos de la comunidad o ayuda profesional para los miembros de la familia que necesiten
asesoramiento o apoyo.

Ayude a los miembros de la familia a entender la forma en que el Salvador les puede ayudar a sanar
personalmente (véanse Alma 7:11 y Mateo 11:28-30).

Brinde apoyo continuo a la familia de la víctima.

Haga uso de los recursos del barrio y de la estaca


Si la persona que ha sufrido de abuso o maltrato le da permiso para hablar de la situación con otras
personas, trabaje bajo la dirección del obispo a n de determinar a los líderes de barrio u otras
personas de con anza que puedan proporcionen apoyo, guía y ayuda continuos.

Cómo Prevenir el Abuso o Maltrato y Cómo Responder Ante Ello 


Analice con el obispo cómo apoyar al miembro o a la familia y cómo responder de maneras positivas
ante la situación.

Comprenda que todas las partes involucradas necesitan amor, apoyo y amistad.
Evite juzgar, criticar o aislar a los miembros de cualquier lado de las acusaciones.

Ayude al miembro a encontrar y a ponerse en contacto con los recursos disponibles o con ayuda
profesional.

Entre los recursos se podrían incluir albergues, consejeros profesionales y otro tipo de apoyo.
Según la gravedad de las circunstancias y de otras consideraciones, es posible que el miembro
necesite pensar en incluir a la policía u obtener protección legal.

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