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En este seminario vamos a ver cómo se puede romper el ciclo de la violencia doméstica. (Si
escuchaste el sermón del Día de Énfasis sobre la Prevención del Abuso, escuchaste algo sobre
el trasfondo del abuso). Antes de hablar acerca de romper el ciclo del abuso, vamos a
considerar un poco de trasfondo bíblico con respecto a relaciones.
Por lo menos cuatro veces Jesús usó las mismas palabras para describir la relación que debe
existir entre sus discípulos:
Juan 13: 34: Un mandamiento nuevo os doy, que os améis unos a los otros; como yo
os he amado, que también os améis unos a otros.
Nuevamente en el versículo 35: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si
tuviereis amor los unos con los otros.
Juan 15:12: Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros como yo os he amado.
Y en el versículo 17: Esto os mando: Que os améis unos a otros.
¿Es el amor un sentimiento, o una decisión? ¿Cómo nos ayudan los textos anteriores a entender
qué es el amor?
Jesús no nos estaba simplemente sugiriendo, invitando o animando a amarnos unos a otros…
nos estaba mandando que nos amáramos unos a otros si íbamos a ser sus discípulos.
Esa es la razón por la que, cuando el abuso se lleva a cabo entre los que dicen ser sus discípulos,
es realmente desobediencia, una contradicción, una rebelión directa contra su Palabra. Y sin
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embargo, por muy triste que lo sea, el abuso ocurre aun en nuestras congregaciones. Como
discípulos de Cristo, es nuestra responsabilidad ponerle un alto al abuso entre nuestros
miembros y nuestras comunidades.
Elena G. White aconseja a cierta familia acerca de cómo debe ser una familia:
“Cuando los padres y las madres estén convertidos, habrá un cambio completo en los
principios de su gobierno. Se habrán convertido también sus pensamientos y sus lenguas...
“No se hablará en tono alto ni airado. Las palabras serán de un carácter que suavice y beneficie
al oyente.... Eliminad de la voz todas las características desagradables. “Debemos subyugar el
genio violento, y dominar nuestras palabras; así obtendremos grandes victorias. A menos que
dominemos nuestras palabras y genio, somos esclavos de Satanás, y estamos sujetos a él como
cautivos suyos. Cada palabra discordante, desagradable, impaciente o malhumorada, es una
ofrenda presentada a su majestad satánica. Y es una ofrenda costosa, más costosa que
cualquier sacrificio que podamos hacer para Dios; porque destruye la paz y felicidad de familias
enteras, destruye la salud, y puede hacernos perder finalmente una vida eterna de felicidad” i
Desafortunadamente, el abuso ocurre en todas partes del mundo, tanto en la iglesia como
fuera de ella.
“De acuerdo con el Fondo para la Prevención de la Violencia Familiar (FVPF), por sus siglas en
inglés, una de cada 3 mujeres en el mundo ha experimentado durante su vida, abuso sexual,
físico, emocional o de otro tipo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que en
cuarenta y ocho encuestas en todo el mundo, de 10 a 69 por ciento de las mujeres señalaron
que habían sido asaltadas físicamente por un compañero íntimo en algún momento de su vida.
Esta organización informó también que estudios hechos en varios países muestran que el 40 a
70 por ciento de las mujeres asesinadas habían sido víctimas de un compañero íntimo. Una
publicación de la UNICEF, de 1997, informa que entre un cuarto y una mitad de todas las
mujeres del mundo, han sufrido violencia de manos de un compañero íntimo. ii
Tipos de abusoiii
En una relación abusiva, casi siempre el problema tiene que ver con poder o control. Aunque no
sean víctimas típicas de violencia doméstica, las relaciones abusivas comparten las mismas
características. En todos los casos el abusador busca ejercer poder y control sobre su pareja.
Aunque muchas personas piensan que la violencia doméstica tiene que ver con enojo o ira, ese
no es el caso. Los abusadores tienden a expresar su ira sobre su pareja íntima. Pero no se trata
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realmente de ira. Se trata más bien de provocar temor y de querer tener poder y control en la
relación.
Hay muchos tipos de abuso y todos ellos son difíciles de experimentar. Comencemos por
explorar las diferentes formas como puede ocurrir el abuso a fin de poderlo identificar mejor.
Recuerda, cada tipo de abuso es serio y nadie merece experimentar ninguna forma de éste.
Este tipo de abuso incluye comportamientos no físicos, tales como amenazas, insultos,
constante supervisión, acecho, persecución (ver más abajo), humillación, intimidación, o
aislamiento.
Gritar y gritarte
Perseguirte o acosarte.
Amenazarte de que se va a suicidar para evitar que rompas relaciones con él.
Amenazarte con hacerte daño a ti, a tu mascota o a la gente que amas o por la que te
preocupas.
Amenazarte con exponer tus secretos, tales como tu orientación sexual o estatus migratorio.
Cualquier acto o palabra que te humilla, o pone en vergüenza el valor o dignidad natural de una
persona como ser humano.
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Eres perseguido(a) o acosado cuando una persona repetidamente te observa, te sigue o te
hostiga, haciéndote sentir temeroso o inseguro. Un acosador puede ser alguien que conoces,
un antiguo novio o novia, y hasta un desconocido. Mientras que la definición legal puede variar
de un lugar a otro, los siguientes son ejemplos de lo que un acosador puede hacer.
2. Abuso financiero
Abuso financiero significa usar dinero o acceso a cuentas bancarias para ejercer poder y control
sobre la pareja. El abuso financiero puede ser muy sutil: Decirte qué puedes y no puedes
comprar o requerir el control compartido de tu cuenta de banco. En ningún momento alguien
con quien estés saliendo tiene el derecho de usar tu dinero o decirte cómo lo gastes –eso
significa control. Los siguientes son ejemplos de una conducta financiera abusiva, mucho de lo
cual es simplemente robo:
Hacer que te despidan del trabajo al hostigarte a ti, a tu empleador o a tus compañeros de
trabajo.
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Usar sin tu permiso tu número de seguro social para obtener crédito.
Usar sin tu conocimiento fondos de la colegiatura de los hijos o de alguna cuenta compartida.
3. Abuso físico
Cualquier uso intencional de fuerza física para causar temor o daño, tal como golpear,
empujar, morder, o usar un arma, se considera abuso físico. Ejemplos de abuso físico:
Empujarte o halarte
Usar contra ti un arma de fuego, cuchillo, navaja para cortar cajas, bate, maza o cualquier otra
arma
Forzarte a tener relaciones sexuales o participar en un acto sexual (Esto es también abuso
sexual)
Privarte de sustento –alimento, agua, refugio y comodidades comunes que goza el resto de la
familia.
4. Abuso sexual
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El abuso sexual se refiere a cualquier acción que presiona u obliga a alguien a hacer algo sexual
que la persona no desea hacer. Se puede referir también a una conducta que afecta la habilidad
de la persona para controlar su actividad sexual o las circunstancias en las que ocurre la
actividad sexual, incluyendo sexo oral o violación.
Contacto sexual con alguien que está sumamente ebrio, drogado, inconsciente o de alguna
manera incapaz de dar un responsable “sí” o “no”.
5. Abuso digital
Esta es un área nueva de abuso, pero que cada vez prevalece más. El uso de la tecnología, tal
como enviar mensajes de texto y el uso de las redes sociales con el fin de acosar o intimidar a
su pareja, es abuso. Con frecuencia este comportamiento es una forma de abuso verbal o
emocional perpetrado a través del uso de los medios sociales de comunicación. En una relación
saludable, toda comunicación es respetuosa, ya sea en persona, electrónicamente o por
teléfono. Será siempre incorrecto para alguien hacer o decir cualquier cosa que te haga sentir
mal, que disminuya tu estima propia o te manipule. Podrías tal vez estar experimentando abuso
digital por parte de tu pareja, si:
Te dice quién o quién no puede ser tu amigo en Facebook y otros sitios. (Nota que esto es entre
adultos, no en la relación padres – hijos).
Usa sitios tales como Facebook, Twitter, Foursquare y otros, para observarte y rastrearte
constantemente.
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Te menosprecia en su actualización de estatus
Constantemente te envía textos y te hace sentir que no te puedes separar de tu teléfono por
temor a ser castigado(a)
Mira frecuentemente tu teléfono y verifica tus fotografías, textos y llamadas. (Nuevamente, los
padres pueden hacer lo anterior con sus hijos pequeños).
6. Abuso religioso
El abuso religioso ocurre cuando una persona usa sus creencias, doctrinas, convicciones, o
cualquier escrito religioso, en forma tal que humilla o le niega a otra persona la libertad de
ejercer su voluntad, o la obliga a someterse o a una obediencia no deseada. El abuso religioso
tiene que ver también con cualquier abuso administrado bajo la máscara de la religión y puede
incluir trauma y acoso sicológico:
Tratar de forzar a alguien a hacer o llevar a cabo actos, citando textos de las Escrituras, aun
cuando esos textos estén sacados fuera de contexto.
Abusar de la otra persona y usar creencias religiosas o textos bíblicos para apoyar tal abuso.
Demandar que se guarde en secreto algo que se ha hecho o dicho en casa, como prueba de
obediencia o lealtad a la familia, sobre base religiosa.
Tomar ventaja de una posición eclesiástica (pastor, sacerdote, anciano de iglesia, etc.) para
aprovecharse de feligreses, niños o miembros de la familia, para inducirlos a hacer cosas faltas
de ética, inmorales o aun ilegales.
Abuso sexual por parte de pastores, sacerdotes o dirigentes religiosos mientras ejercen su
posición eclesiástica.
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Control irrazonable de los derechos básicos de la persona (autonomía personal) para tomar sus
propias decisiones (libre albedrío, voluntad), en asuntos religiosos o naturales.
No levantes la mano, pero ¿conoces a alguien que ha sido o está siendo abusado en cualquiera
de las formas mencionadas?
Nota:
Para los propósitos de este seminario, echaremos un vistazo a las dinámicas del abuso de
pareja doméstica, especialmente de hombres hacia mujeres. Para mayor facilidad
describiremos al perpetrador y a su víctima usando el masculino para el perpetrador y el
femenino para la víctima o sobreviviente. Aunque este es el caso más común, recuerda siempre
que la violencia doméstica le puede ocurrir a cualquiera. Hay perpetradores hombres y mujeres
y también sobrevivientes hombres y mujeres.
Tenemos también que estar conscientes del abuso hacia los hijos (hay todo un nuevo seminario
dedicado a ello) y el problema creciente de abuso hacia los padres, particularmente el abuso
hacia ancianos (también un seminario por separado).
El entender el ciclo de la violencia y la forma de pensar del abusador ayuda a los sobrevivientes
a entender que verdaderamente no deben echarse la culpa por la violencia sufrida, sino que el
abusador es el responsable.
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El ciclo de violencia doméstica describe un patrón que sigue la mayoría de los abusadores. El
identificar ese ciclo puede ayudar a aclarar ciertas confusiones en la mente de los
sobrevivientes y puede ayudar a que tenga más sentido lo que está ocurriendo.
Ilustración visual
(Nota para el presentador: Será de utilidad preparar una carátula de reloj con manecillas
movibles y tal vez algunas frases para describir las cuatro fases y entonces mover las manecillas
en cada fase).
El ciclo de violencia doméstica es de naturaleza cíclica. Imagina una carátula de reloj que
muestre solamente los números 12, 3, 6 y 9. Imagina al reloj en la posición de las 3:00. Pero en
lugar de las tres, hay una frase que dice:
La fase de la falsa luna de miel es exactamente como suena. El agresor es muy bueno con la
víctima; le trae flores y golosinas, es cariñoso y mimoso y se dirige a ella con diminutivos y
nombres que evocan mascotas adorables, etc., etc. Es un tiempo maravilloso y le encanta al
sobreviviente. ¿Y por qué no habría de serlo? Es lo que siempre había soñado.
Infortunadamente, la fase de la falsa luna de miel no dura para siempre. La única razón por la
que seguiría existiendo sería porque el abusador ha hecho algo malo y trata de compensarlo.
Ha golpeado a su esposa o novia, ha externado su ira y ahora tiene miedo de que ella lo
abandone o llame a una agencia de prevención de violencia doméstica. Así que se dedica
totalmente a su objetivo, usa de todo su encanto y se esfuerza por convencerla a quedarse.
Esto es lo que hace tan confusa la violencia doméstica. Los consejeros dicen que son
incontables las veces que una sobreviviente ha dicho: “¡Pero es una persona tan dulce! ¡No es
un monstruo! ¡Gozamos también de algunos buenos momentos!”
Todo esto es verdad. Ella no se está imaginando cosas; no está inventando excusas. Fueron
realmente buenos momentos. Fue durante esta fase de luna de miel.
La fase “normal”
Imagina nuevamente la carátula del reloj en la posición de las seis en su parte inferior. Imagina
que hay una frase que dice: “La fase normal”. La fase de la falsa luna de miel se desliza quieta y
sutilmente hacia la fase “normal”. Las cosas todavía están bien; simplemente se han asentado
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un poco. El abusador ya no enamora activamente a la sobreviviente con golosinas, flores y
nombres cariñosos, pero ambos están gozando de la vida normal. Todo es placentero y feliz y la
sobreviviente decide que definitivamente no lo va a abandonar. Obviamente él ha decidido
comenzar de nuevo y la está tratando bien. Si tan solo se queda de esa manera, todo será
maravilloso.
Otra táctica que el abusador podría usar después de ser violento, es convertirse en la persona
considerada, encantadora, leal y amable de quien la víctima se enamoró al principio. Puede
llevarla a comer fuera, comprarle flores y convencerla de que va a cambiar. Este puede ser un
enorme incentivo para que la mujer se quede o regrese a vivir con el abusador porque ambos
creen que esta vez él realmente va a cambiar.
Durante esta etapa, el abusador puede usar diferentes tácticas para lograr su objetivo de
recobrar el poder sobre su víctima. El abusador puede actuar como si nada hubiera ocurrido;
todo es normal. Esto puede confundir a la víctima al no entender cómo puede pretender que
no ha pasado nada.
Si la víctima tiene lesiones o heridas visibles, tendrá que explicar cómo las adquirió. Esto está
designado para mantener la normalidad de la relación. El objetivo de esta fase es mantener a la
víctima en la relación y presentar un cuadro en el que la relación es tan normal como cualquier
otra persona podría experimentarlo.
Imagina ahora dónde estaría la posición de las 9:00 en el reloj, a tres cuartos de su posición
inicial. Debería llamarse la “fase de aumento de la tensión”, a la que la fase “normal” se desliza
quieta y sutilmente, de la manera que la fase de luna de miel se deslizó a la fase normal.
Las cosas todavía van bien. La sobreviviente piensa realmente que sus problemas han quedado
atrás. Pero hay “algo” en el aire. La sobreviviente se da cuenta que está aumentando la
atención, pero no sabe por qué. Tal vez se esfuerce doblemente por ser agradable y pase por
alto algunas señales de advertencia, porque duda en admitir que los buenos tiempos tal vez
estén llegando al final.
Después de un tiempo, tiene que admitir que los tiempos “normales” no existen más. El
abusador se enoja más y más. Más y más de las tendencias abusivas regresan a levantar su
horrible cabeza: insultos, apodos denigrantes, consumo de bebidas alcohólicas, descuido de la
familia, etc. La tensión sigue aumentando y aumentando.
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La explosión
Entonces llegamos a las “12:00” en el reloj –la explosión. Puede tomar formas diferentes.
Usualmente es violencia física. A veces la violencia es puramente emocional, no física. Varía de
acuerdo al abusador. Pero cuando ocurre la explosión, no hay modo de negarla. A veces
involucra armas; a veces implica consumo de drogas o bebidas alcohólicas; a veces involucra a
la policía o a equipos especiales de operaciones; a veces involucra un hospital y a veces una
funeraria. A veces involucra a los hijos; pero siempre es algo realmente malo.
El abusador experimenta culpabilidad dirigida hacia sí mismo; no culpa o tristeza por lastimar a
la víctima. Puede pedir disculpas por su conducta, pero el objetivo de ello es no enfrentar las
consecuencias o sentirse responsable por sus acciones. Su meta es asegurarse de no ser
sorprendido o de enfrentar las consecuencias. Él está en lo correcto y la víctima en lo
incorrecto”.
Pero el abusador se pone en contacto con ella tan pronto como puede. Se siente terriblemente
mal. Promete que nunca, nunca jamás pasará lo mismo. Pone a Dios de testigo de su sinceridad.
(Los abusadores usan mucho a Dios durante la primera parte de la fase de luna de miel). Le
trae regalos para mostrarle lo arrepentido que está. Saca el álbum de fotografías de su boda;
prepara un collage con docenas de fotografías tomadas cuando estaban juntos y felices.
Manipula sus emociones. Y entran nuevamente en la fase de la luna de miel. ¡Y el ciclo
continúa!
Este ciclo no tiene en todos las misma duración. Algunas parejas recorren todo el ciclo en un
mes; otras en una semana y algunas en un día. A otras les toma todo un año completar el ciclo.
Cada pareja, cada circunstancia, es diferente. Pero ahora que sabes cómo funciona el ciclo, tal
vez puedas considerar en retrospectiva los incidentes y entender cómo encajan en el ciclo en tu
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relación o en otra relación de la que estás consciente. Los estados de ánimo y los métodos y
tácticas del abusador tendrán ahora más sentido que anteriormente.
Sentimos mucho tener que decir esto, pero para ahora ya lo sabes. No puedes congelar el ciclo.
El abusador se mantendrá avanzando por el ciclo a menos que ocurra una intervención grande
e intensa. El “control de la ira” no funciona. La terapia familiar no funciona. La mayoría de los
programas para abusadores tienen aproximadamente solo un 5 por ciento de éxito. Los nuevos
programas parecieran tener más éxito, pero son raros en la mayoría de las regiones del mundo.
Si hay un programa al que el abusador está dispuesto a asistir, llama a tu agencia local de
prevención de la violencia doméstica y pide su opinión sobre tal programa. Podría ser uno de
los pocos programas eficaces, o simplemente un desperdicio del tiempo de todos. Esto puede
ser especialmente peligroso, porque el abusador puede alegar: “Señor Juez, ¡ella está loca! ¡Lo
está inventando! ¡Hasta me gradué de un programa para abusadores!” Y a menos que el juez
esté educado específicamente en cuanto a la violencia doméstica, puede ser engañado.
Hay otro problema. Al paso del tiempo, el ciclo se acorta. Se tenía una explosión una vez al mes;
ahora es cada tres semanas y será cada dos. Los abusadores tienden a recorrer el ciclo cada vez
más rápido y su nivel de violencia se mantendrá igual o empeorará con el tiempo.
Al pasar el acosador una y otra vez por el ciclo de violencia, notarás un cambio en el ciclo. La
fase de luna de miel será cada vez más corta y eventualmente desaparecerá. Luego la fase
normal se acortará cada vez más, hasta que la víctima se queda solamente con la fase de
aumento de tensión y la fase de explosión.
Una complicación
Imagina que eres la víctima o sobreviviente. Sientes cómo la tensión va en aumento. Sabes lo
que va a ocurrir, sabes que va a explotar, solo que no sabes exactamente cuándo. La espera y
la tensión son insoportables. Él está lleno de ira y puede explotar en cualquier momento. Sabes
que cuando lo hace, toma cualquier cosa que tenga cerca para atacarte con ello. Y ahora estás
es la sala de tu casa. Cuando te ataca en la sala, te golpea con cojines o con los puños. Cuando
estás en la cocina, te ataca con un cuchillo de carnicero.
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Así que tomas una decisión rápida y haces algo que dispara su ira. Para algunos sobrevivientes
esta es una buena estrategia. Ha terminad la tensión de la espera. La explosión ocurre en una
habitación sin armas peligrosas, así que los daños no son tan severos.
El único problema es que el abusador te echa la culpa de causar la violencia. (Te echará la culpa
de cualquier modo, pero ahora está consciente del incidente causal). Un consejero matrimonial
o religioso puede tomar nota de ese incidente que impulsó la explosión y estar de acuerdo en
que tú eres la culpable.
Nada de esto son necesariamente noticias agradables, pero es la verdad. Ya sea que tú seas la
víctima, o lo sea una amiga, un dirigente o un ayudador en la iglesia, el mejor curso de acción es
ponerse en contacto con una agencia de prevención de violencia doméstica. Llama a su línea
de emergencia para obtener su consejo. No tienes que darles el nombre de la víctima; la víctima
no tiene que tomar decisiones por ahora. Simplemente comienza a ver opciones. Tal vez sean
capaces de ayudarte a romper este ciclo de violencia.
Los siguientes son algunos pasos a tomar si tú o alguien más que conoces es víctima de abuso
marital o violencia doméstica:
1. Llama a la policía.
Si estás en peligro físico inmediato, llama a la policía (911 en los Estados Unidos) y busca
refugio. Muchas agencias policíacas están actualmente entrenadas para tratar con
situaciones de violencia doméstica. Muchas ciudades cuentan incluso con enlaces de
personas voluntarias para ayudar a víctimas de violencia doméstica y violación. Pregunta
acerca de obtener una orden de restricción o alejamiento.
2. Habla con alguien en quien confíes.
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Si eres la víctima, cuéntale a un amigo cercano o familiar lo que está ocurriendo en tu
relación. Puedes pedirle a esta persona que te ayude a formular un plan de seguridad o
a encontrar servicios. Si tú eres el amigo o familiar, obtén tanta información como
puedas con respecto a recursos y ayuda a la víctima a formular un plan sólido. Ayúdala a
qué dinero y documentos debereunir si se va a escapar.
3. Habla con un consejero.
Trata de encontrar un consejero con experiencia en violencia doméstica.
4. Traza un plan de seguridad.
Encuentra un lugar al que puedas ir en caso de que debas huir rápidamente: la casa de
un amigo, familiar, hotel o refugio de violencia doméstica.
Ten idea de cómo te vas a escapar de la casa (una ventana, escalera de incendio, etc.)
Trata de apartar algún dinero al que no tenga acceso tu pareja.
Abre tu propia cuenta de banco o pide a algún amigo de confianza que te guarde algún
dinero.
Planifica cómo vas a alejarte. ¿Conduciendo? ¿Por autobús? ¿Por taxi?
Ten preparada una bolsa con documentos importantes, tales como tu tarjeta de
identificación, tarjeta de crédito, tarjeta de seguro, medicinas, información bancaria,
pasaporte y documentos legales, tales como orden de alejamiento y registros médicos.
Prepara una bolsa también para tus hijos. Tal vez desees que los guarde un amigo de
confianza.
Haz arreglos con un amigo para tener una “frase de emergencia” que tu pareja no
pueda reconocer. Por ejemplo, dile con anticipación que si le preguntas, ¿cómo está tu
perro?, llame inmediatamente a la policía.
Algunas veces los refugios de violencia doméstica están llenos, así que debes contar con
un segundo plan.
Más consejos a una víctima (o a quien esté ayudando a una víctima de abuso)
Es peligroso abandonar a un abusador. Tú eres la única persona que sabe cuál es el momento
más seguro para irte. Tal vez sepas que estás en una relación abusiva y te das cuenta que
necesitas alejarte tan pronto como puedas hacerlo con seguridad. O tal vez te preocupa el
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comportamiento de tu pareja y piensas que tal vez necesitarás salirte en algún momento en el
futuro. De cualquier manera, estar preparada puede ayudarte a irte rápidamente si lo
necesitas. Toma en cuenta estas precauciones.
Llama a un refugio local para mujeres; en los Estados Unidos puedes también llamar a la
Línea de Emergencia Nacional de Violencia Doméstica (800) 799 -7233 para inquirir
sobre opciones legales y recursos disponibles, antes de necesitarlos.
Si tienes hijos de edad escolar, notifica a las autoridades escolares o consejero de la
escuela acerca de arreglos de custodia y adviérteles acerca de posibles amenazas.
Mantén privada tu comunicación.
Evita hacer llamadas de larga distancia desde tu hogar. Tu abusador puede darles
seguimiento para saber a dónde vas.
Ten cuidado cuando usas un teléfono celular. Tu abusador puede ser capaz de
interceptar conversaciones usando un escáner. Cambia a un teléfono no inalámbrico si
vas a dar información delicada.
Debes estar consciente del uso controlado de tu teléfono celular. Tu abusador puede
usar frecuentes llamadas por celular o mensajes de texto como forma de controlar tus
actividades. Un abusador puede también revisar tu teléfono celular para ver quién ha
llamado, o intentar revisar tus mensajes.
Si sospechas que tu abusador está supervisando el uso que haces del mismo, lo mejor es
usar un computador en casa de un amigo o en la biblioteca pública. Si usas un
computador de usuario compartido en tu casa, hay varias cosas que puedes hacer para
mantener tu privacidad:
Usa para tu correo electrónico un programa basado en la Red. Algunos programas, tales
como Outlook Express, Netscape Mail, Eudora y otros, guardan, envían y reciben
correos electrónicos en tu computadora. Es más seguro un servicio de correo
electrónico basado en la Red. La mayoría de estos servicios (tales como Gmail, Hotmail y
Yahoo mail) ofrecen cuentas gratis de correo electrónico.
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Guarda archivos en la Internet. Puedes guardar archivos en línea y acceder a ellos desde
cualquier computador. Puedes también guardar documentos y archivos adjuntos en
programas de correo electrónico (e-mail).
Cambia frecuentemente tu contraseña. Elige contraseñas imposibles de adivinar. Las
contraseñas más seguras contienen por lo menos seis caracteres, tanto de números
como de letras. Evita números y secuencias fáciles de adivinar.
Borra tu historial de navegador de Internet. Los navegadores tales como Internet
Explorer o Netscape Navigator, guardan un registro de las páginas electrónicas y
documentos a los que has tenido acceso. Guardan también las gráficas e imágenes que
has visto. Hay varios programas que puedes usar para esto.
Borra tu historial de documentos. Aplicaciones tales como Word o Excel mantienen un
registro de los documentos editados. No guardes ni edites ningún documento que no
deseas que vea tu abusador en un computador de uso compartido.
ACTIVIDAD DE GRUPO
Reúnanse en grupos de 3 a 5 personas para presentar ideas sobre cómo tu iglesia puede
ayudar a las víctimas de violencia doméstica. Las ideas deben ser tan específicas como sea
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posible, porque pueden llegar a formar parte de un plan funcional que debe ser votado o
implementado por la junta de la iglesia.
Después de unos minutos (15 a 20), reúnanse de nuevo y anoten la lista de ideas en una
pizarra. Coloquen las ideas en orden de prioridad. Presenta esta lista a la junta de tu iglesia
como plan de acción propuesto.
Presentador: Si el tiempo no permite lo anterior, sugiere que se forme una comisión ad hoc
para trabajar en esto y presentarlo a la junta de la iglesia).
SUPOSICIONES ESTEREOTÍPICAS
Siendo que el abuso hacia la mujer ha ocurrido desde hace tanto, demasiado tiempo,
muchos asumen que el abuso doméstico solamente sucede de parte del hombre hacia la
mujer. Los estudios más recientes han demostrado una creciente tendencia en el abuso de
la mujer contra el hombre. La violencia doméstica no discrimina por razón de edad, raza,
color, credo, género u orientación sexual. La mujer puede titubear entre si debe o no buscar
ayuda; los hombres son aun menos propensos en solicitar ayuda. La sociedad ha enseñado
a pensar en las víctimas de violencia doméstica, como siendo mujeres. ¡Es tiempo de que la
sociedad abra los ojos!
Será de utilidad a esta altura estudiar las características de una mujer abusadora. Estas
características de mujeres (u hombres) que son abusivas(os) caen en tres categorías. iv
Desórdenes sicológicos
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Las mujeres que son abusivas hacia los hombres tienen usualmente expectativas no
realistas y hacen demandas no realistas. Esas mujeres experimentan típicamente repetidos
episodios de depresión, ansiedad, frustración e irritabilidad que atribuyen al
comportamiento del hombre. De hecho, su estado mental y emocional es el resultado de
sus propias inseguridades, problemas emocionales, traumas infantiles y aun síndrome de
abstinencia del alcohol. Culpan al hombre en vez de admitir sus problemas, aceptar la
responsabilidad por la forma como conducen su vida o hacer algo en cuanto a cómo dejar
de ser miserables. Se niegan a someterse a tratamiento y hasta pueden insistir en que el
hombre necesita tratamiento. En vez de ayudarse a sí mismas, culpan al hombre por cómo
se sienten y creen que el hombre debe hacer algo para hacerlas sentir mejor. Con
frecuencia alivian sus emociones con bebidas alcohólicas u otras drogas. Cuando el hombre
no puede hacerlas sentirse mejor, estas mujeres se frustran y asumen que el hombre lo
hace a propósito.
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“Entre los pecados graves por los cuales los miembros estarán sujetos a la disciplina de la
iglesia, se hallan los siguientes:
La iglesia, en sus diferentes niveles (local, asociación, unión o división) necesita hacer por lo
menos tres cosas: Educar a los miembros, intervenir para rescatar al abusado y ayudar a las
víctimas a tener un nuevo comienzo.
Necesitamos ayudar a la víctima en sus planes a largo plazo. Debemos recordar que
simplemente sugerir a la víctima que abandone al abusador no es siempre sencillo, práctico o
posible. Cuando el abusador no le ha permitido a la víctima trabajar, y cuando éste la ha
alienado de su familia y amigos, podría ser que la víctima se encuentre literalmente sin un lugar
a donde ir y nada con lo que pueda comenzar de nuevo. Entre las cosas que la iglesia puede
hacer para ayudar, es proveer una casa o apartamento, un trabajo para la víctima y ayudar a
amueblar su nueva vivienda, por lo menos hasta que se fije el estatus legal por parte de las
autoridades locales.
CONCLUSIÓN
¿Podrá la gente saber que somos discípulos de Cristo por nuestro amor unos por otros?
Si somos sus discípulos, no debemos permitir nunca ningún tipo de abuso en nuestro
hogar o en nuestra iglesia.
Si somos sus discípulos, debemos educar a todos, a fin de que aprendan a reconocer las
señales de abuso.
Si somos sus discípulos, debemos intervenir a favor de las víctimas de abuso,
ayudándolas a romper el ciclo que las mantiene experimentándolo.
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Si somos sus discípulos, debemos ayudar a las víctimas de abuso haciendo provisión
para apoyarlas una vez que sean finalmente capaces de abandonar tan dañino
ambiente.
The General Conference Women’s Ministries. They provide yearly sermons and seminars on
abuse. They also have an excellent set of pamphlets “Breaking the Silence” that can be shared
with your congregation. They can be contacted at: 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD,
20904, USA or at http://adventistwomensministries.org.
Another excellent source for educational material on abuse can be ordered from AdventSource:
http://www.adventsource.org/as30/search.results.aspx?search=Abuse§ion=home. Mail
address: 5120 Prescott Avenue, Lincoln, NE 68506, USA. Phone: 402.486.8800.
If a person has been abused by a church leader, help can be found at:
http://www.thehopeofsurvivors.com.
Enditnow is a global campaign to raise awareness and advocate for the end of violence against
women and girls around the world. It aims to mobilize Adventists around the world and invites
other community groups to join in to resolve this worldwide issue.
This campaign, which extends to more than 200 countries and territories, was launched in
October 2009 in partnership between the Adventist Development and Relief Agency (ADRA)-a
prominent humanitarian organization-and the Department of Women's Ministries of the Seventh-
day Adventist Church, two entities that are representative of the Adventist Church.
http://www.enditnow.org/ or http://adventistwomensministries.org.
Peace and Healing; A Quick Reference Guide for Making Homes Abuse-Free. Available from
the General Conference Family Ministries Department or AdventSource. Family Ministries
address: 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904, USA.
20
Binding up Bruised Reeds: A Quick Reference Guide for Pastors on Ministry to Families
Experiencing Abuse and Family Violence. Also available from the General Conference Family
Ministries Department or AdventSource.
No More Excuses: Domestic Violence: How Will Your Church Respond. Mable Dunbar and
Colin Dunbar. 2010. Available through the Adventist Book Center or AdventSource.
Helping Victims of Sexual Abuse: A Sensitive, Biblical Guide for Counselors, Victims and
Families. Lynn Heitretter and Jeanette Vought. Bethany House. Available through
AdventSource.
Battered Into Submission: The Tragedy of Wife Abuse in the Christian Home. James Alsdurf,
Phyllis Alsdurf, InterVarsity Press. 1989.
For a wider view of the various type of abuse and oppression of women around the world:
Half the Sky: Turning Oppression into Opportunity for Women Worldwide. Nicholas D. Kristof
and Sheryl WuDunn. Available at
http://www.amazon.com/gp/customer-media/product-gallery/0307387097/
ref=cm_ciu_pdp_images_dav .
21
i
Elena G. White, El hogar adventista, pp. 436 – 437.
ii
http:/www.stopvaw.org/prevalence_of _domestic_violence
iii
http:/www.loveisrespect.org/is-this-abuse/types-of-abuse
iv
http:/wady.org/maleabuse.htm
v
http://familiy.adventist.org/mtlogin/mt-search=abuse+statisrics&IncludeBlogs=28&limit=20
vi
Manual de la Iglesia, 16º revisión, pp. 198, 199.
vii
Elena G. White, Consejos sobre salud, p. 100