Está en la página 1de 3

ROMPIENDO EL SILENCIO

Uno de los aspectos más dañinos del abuso es el silencio que a menudo lo
rodea. La mayoría de los niños y niñas soportan terribles atrocidades sin tener la
posibilidad de decir nada a nadie. La se-crecía incrementa los sentimientos de
vergüenza de la víctima y permite que el abuso continúe sin restricción. Para la
mayoría de los infantes abusados, el aislamiento y el silencio son una forma de
vida.

Parte de sanar es romper ese aislamiento y decir la verdad acerca de tu


vida. Sin embargo, hablar acerca del abuso puede resultar aterrador. Cuando
hablas acerca del abuso, tú estás rompiendo el retorcido pacto de silencio que
fuiste forzada(o) a defender como un niño o niña asustado(a). Estás hablando de
tu abusador. Estás confiando en alguien lo suficiente para compartir la historia real
de tu vida y arriesgándote a una respuesta humana a tu dolor. Cada vez que lo
cuentas, es más difícil pretender que el abuso no sucedió.

Hablar acerca de tu abuso es esencial. Tú no tienes que decírselo a todos.


Ni deberías contarlo indiscriminadamente. Pero necesitas por lo menos una
persona que pueda ser testigo de tu dolor y de tu recuperación. Ojalá hubiera
muchas personas. Pero en principio, considera la posibilidad de decirle a una
persona lo que ha sido tu vida en realidad.

SI LO DIJISTE

No todos los niños guardan el secreto de su abusador. Muchos le dicen a


alguien que ellos están siendo abusados. Si tú eres un adulto hoy y lo dijiste
cuando eras un niño, existe la posibilidad de que no hayas recibido una respuesta
compasiva y de ayuda. En lugar de ser creído(a) y protegido(a), tú probablemente
fuiste ridiculizado(a) ignorado(a), culpado(a) o abusado(a) otra vez. Aun si tú
fuiste creído(a), el abuso podría haber sido minimizado o justificado. Tú recibiste el
mensaje de que no merecías protección*.

*[Esto está empezando a cambiar. Como niños están siendo enseñados a


diferenciar entre buenos tocamientos y malos tocamientos, y decirle a alguien
acerca de los malos tocamientos, más y más niños están recibiendo respuestas
compasivas, proteccionistas cuando ellos revelan el abuso. Los niños que lo
cuentan y son tratados con respeto, reconocimiento y acción apropiada tendrán
posibilidades de sanar durante la infancia y no necesitarán este libro de ejercicios
en los años por venir. Sin embargo, actualmente muchos niños que lo dicen,
continúan teniendo experiencias negativas –testificando en una atmósfera judicial
insensible, haciéndolos repetir una historia una y otra vez, tomarse la molestia de
decir sólo para que el abusador sea reivindicado, castigado insuficientemente u
obtener la custodia. Estas violaciones de los niños agregan nuevas capas de abuso
a la violación original y le enseñan al niño que hablar abiertamente acerca del
abuso es inútil y autodestructivo].

Si lo dijiste y te creyeron, tú revelación pudo ser pobremente considerada.


Pudiste haber sido requerido para repetir una y otra vez tu historia. Pudiste haber
sido sacado de tu casa mientras el resto de la familia permaneció unido. Tus
padres pudieron haberse divorciado y tú pudiste ser acusado por los subsecuentes
problemas financieros. En los casos en que decirlo es mal considerado, las
consecuencias de la divulgación algunas veces pueden ser más traumáticas que el
abuso en sí.

Si tú hablaste del abuso cuando eras niño o adolescente, las respuestas que
recibiste (o no recibiste) te dieron mensajes poderosos respecto a decir. Esos
mensajes establecieron los precedentes para tus miedos y sentimientos acerca de
hablar sobre tu abuso ahora.

Si tú lo dijiste cuando niño, toma unos minutos para escribir acerca de lo


que pasó.
Cuando lo dije,…

Cosas para reflexionar:


• (Si lo dijiste cuando eras niño o niña) ¿Cómo me afectaron las respuestas? ¿Qué
decisiones hice o qué asumí cómo resultado?
• ¿Cómo me sigue afectando la respuesta que recibí?
• Si lo volviera a decir ahora, ¿ocurriría lo mismo? ¿Por qué sí o por qué no?
Espera los ejercicios acerca de UNAS POCAS PALABRAS ELEGIDAS PARA DECIR LA
VERDAD

¿POR QUÉ DECIRLO?

Hay muchos beneficios en hablar acerca de tu abuso, a pesar de que puede


ser difícil identificarlos cuando te estás sintiendo asustado(a) respecto de hacerlo.
La lista de abajo incluye algunas razones comunes que los sobrevivientes
encuentran empoderadoras para decirlo.

Marca aquellas que se apliquen a ti. Agrega cualesquiera otras que puedas
pensar:

Hablarlo me ayudará a sobreponerme a los sentimientos de vergüenza.


Descubriré que ya no estoy solo(a) ni soy diferente.
Experimentaré la compasión y el amor de alguien más.
Dejaré de seguir las reglas del agresor.
Expondré al ofensor.
Una vez que lo diga, puedo obtener apoyo y ayuda.
Dejaré atrás la negación.
Estaré más en contacto con mis sentimientos.
Cuando sea más honesto(a), mis relaciones serán más íntimas.
La gente que me rodea tendrá información y se sentirá menos confusa acerca de
lo que me pasa.
Me voy a establecer, en el presente, como una persona que está lidiando con el
abuso que sufrí en la infancia.
Ayudaré a terminar con el abuso sexual infantil al romper el silencio en el cual
prospera.
Seré un modelo para otros sobrevivientes.
Seré un modelo para los niños en mi familia que todavía están siendo abusados.
Puedo detener el abuso que todavía está ocurriendo.
Me sentiré aliviado(a).

Cosas para reflexionar

• ¿Cómo me puedo beneficiar al hablar del abuso?


• ¿Hubo algo que me atemorizara en la lista de posibles resultados positivos? ¿Por
qué?
• ¿Mi resolución a decirlo ha cambiado a raíz de este ejercicio? Si es así, ¿cómo?

También podría gustarte