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PREVENCIÓN DEL ABUSO

ÁREA SUDAMÉRICA NOROESTE


El problema del abuso o el maltrato
“Este problema mundial sigue siendo de gran
preocupación para nosotros actualmente.
Nuestro corazón y nuestras oraciones están
con todos los que se ven afectados por este
grave problema.”
Carta de la Primera Presidencia, 26/3/2018
¿Qué es el abuso?
“Se considera como abuso el maltrato físico,
emocional, sexual o espiritual a otras personas;
quizás no solo perjudique al cuerpo, sino que
también puede dejar profundas huellas en la mente
y el espíritu, destruyendo la fe y causando
confusión, duda, desconfianza, sentimientos de
culpabilidad y de temor.”
Medidas ante el abuso, p. 1
“ADVERTIMOS que las personas que violan los
convenios de castidad, que maltratan o abusan de
su cónyuge o de sus hijos, o que no cumplen con
sus responsabilidades familiares, un día deberán
responder ante Dios.”
La Familia: Una Proclamación para el Mundo
Nuestra responsabilidad de prevenir
el abuso y el maltrato

“EL ESPOSO Y LA ESPOSA tienen la solemne


responsabilidad de amarse y de cuidarse el uno al
otro, así como a sus hijos.”
La Familia: Una Proclamación para el Mundo
Cuando un niño informa a sus padres
que ha sido víctima de abuso
Cuando un niño dice que ha sido víctima de
abuso sexual, la reacción de los padres es muy
importante. Poner en duda la versión del niño o
molestarse con él o culparlo por lo sucedido,
puede causarle mucho daño.
Pautas para responder:
1. No se alarmen ni reaccionen en forma exagerada ante
la información que les dé el menor, ya que esto puede
hacer que el niño deje de comunicarse con ustedes.
2. No expresen enojo con el niño por haber violado
instrucciones previas. No culpen al niño ni sugieran
que el abuso pudo haber sido su culpa.
3. Busquen un lugar privado, cómodo y seguro donde el
niño pueda relatarles lo ocurrido.
4. Ya que los niños sentirán temor de decirles lo que
sucedió, deben ser comprensivos y apoyarle a medida
que el niño hable.
5. Aseguren al niño que ustedes lo aman y le tienen
confianza. No pongan en duda lo que les dice.
6. Expliquen al niño que él no ha hecho nada malo, ya
que puede sentirse responsable y puede suponer que
tiene la culpa. A los niños generalmente se les seduce
o se les obliga por medio del engaño a participar en
actos de explotación, y ellos piensan que deberían
haber sido más inteligentes o fuertes.
7. Traten de mantener la rutina normal del hogar.
Mantengan la expectativa de que el hijo que haya sido
víctima del abuso lleve a cabo sus tareas normales y
cumpla con las reglas de la familia.
8. Si los hermanos o hermanas del niño están enterados
del abuso, ayúdenles a mostrar apoyo y comprensión;
dé a todos los hijos de la familia suficiente
información para protegerse a sí mismos del
transgresor.
Pautas adicionales sobre qué hacer:
• El Presidente de Estaca contactará al Departamento
Legal de las Oficinas del Área y/o a su Setenta de Área.
• Buscar la guía espiritual de los líderes eclesiásticos.
• Obtener atención médica si existe la posibilidad de que
el niño haya sufrido lesiones físicas.
• Buscar ayuda psicológica profesional.
¿Estoy cometiendo abuso en mi hogar?
1. ¿Critico a los miembros de mi familia más de lo que los elogio?
2. ¿Exijo que me obedezcan porque soy el padre o esposo y poseo el
sacerdocio?
3. ¿Impongo mi autoridad con dureza o con castigo físico? ¿Parece que
los miembros de mi familia me tienen miedo?
4. ¿A mis hijos les cuesta hablarme de qué piensan y qué les preocupa?
5. ¿Las decisiones más importantes las tomo yo, sin recibir el consejo de
mi esposa ni de mis hijos?
6. ¿Me fastidia que mi esposa tome decisiones sin consultarme?
7. ¿Se queja mi esposa de no tener fondos suficientes para administrar
las necesidades del hogar porque yo controlo todo el dinero?
“Un poseedor del sacerdocio tiene que ser
paciente. La paciencia es otra faceta del
autodominio. En sus relaciones con sus seres
queridos, el hombre paciente no incurre en un
proceder impetuoso que después lamentará. El
hombre paciente es comprensivo con las faltas
de los demás.”
Presidente Ezra Taft Benson. Liahona, enero de 1987
“Debe haber autodisciplina para que no se maltrate
a la esposa ni a los hijos. Debe reinar el Espíritu de
Dios. Se debe reconocer que todos son hijos de Dios
y todos tienen un don divino de nacimiento, y
también reconocer que cuando ofendemos a uno
de ellos, ofendemos a nuestro Padre Celestial.”
Presidente Gordon B. Hinckley. Liahona, julio de 1991
¿Está usted sufriendo abuso?
“El aguantar cualquier tipo de maltrato o injusticia
que otros nos causen no es caridad ni bondad.
Dios nos manda que de la misma manera que lo
amamos a Él, debemos amarnos y respetarnos a
nosotros mismos. No es amor el permitir que
otros repetidamente nieguen nuestra naturaleza
divina y nuestro albedrío”.
Aileen H. Clyde, Liahona, enero de 1992
Recursos:
• Medidas ante el abuso. Ayudas para líderes eclesiásticos.
• Medidas ante el abuso infantil y cómo prevenirlo. Ayudas para los
miembros.
• Medidas ante el abuso conyugal y cómo prevenirlo. Ayudas para los
miembros.
• Recursos para orientar:
https://providentliving.churchofjesuschrist.org/leader/ministering-
resources?lang=spa
• Dallin H. Oaks, “La autoridad del sacerdocio en la familia y en la Iglesia”.
Liahona, noviembre de 2005
• Richard G. Scott, “Cómo sanar las consecuencias devastadoras del abuso”.
Liahona, mayo de 2008
• Cursos de Servicios para la Familia: Cómo fortalecer el matrimonio y Cómo
fortalecer a la familia.
Presidente Dallin H Oaks
• Si los hombres desean recibir las bendiciones del
Señor en el liderazgo de su familia, deberán ejercer
su autoridad del sacerdocio de acuerdo con los
principios que Él ha decretado para su uso:
• “Ningún poder o influencia se puede ni se debe
mantener en virtud del sacerdocio, sino por
persuasión, por longanimidad, benignidad,
mansedumbre y por amor sincero; por bondad y
por conocimiento puro…” (D. y C. 121:41–42).
Presidente Spencer w. Kimball
• El presidente Spencer W. Kimball dijo lo siguiente:
“Cuando hagamos referencia al matrimonio como una sociedad, refirámonos a él como a
una verdadera sociedad, porque no queremos que las mujeres Santos de los Últimos Días
sean socias de nombre o consortes sin derechos en esa asignación eterna. Sean verdaderas
socias en todo el sentido de la palabra” (The Teachings of Spencer W. Kimball, ed. Edward
L. Kimball, 1982, pág. 315).

• El presidente Kimball también declaró:


“Sabemos que hay hombres que les han dicho a sus esposas: ‘Yo poseo el sacerdocio y tú
tienes que hacer lo que te mande’ ”. El presidente rechazó con determinación semejante
abuso de la autoridad del sacerdocio en el matrimonio, declarando que tales hombres “no
deberían tener el honor de poseer el sacerdocio” (The Teachings of Spencer W. Kimball,
pág. 316).
Elder Richard G. Scott
• La cura definitiva se logra por medio del poder de la expiación de Su Amado Hijo
Jesucristo, para rectificar la injusticia.
• La fe en Jesucristo y en Su poder para sanar proporciona a la persona que ha sido víctima
de abuso los medios para superar las terribles consecuencias de los actos indignos de
otra persona.
• Cuando se combina con un arrepentimiento total, la Expiación también ofrece a la
persona que comete el delito la forma de evitar el castigo riguroso que el Señor ha
decretado por esos actos.

Satanás tratará de convencerte de que no hay solución, pero él sabe muy bien que sí la
hay. Satanás reconoce que el alivio se obtiene por medio del amor inquebrantable que
nuestro Padre Celestial tiene por cada uno de Sus hijos. También sabe que el poder para
sanar es una parte fundamental de la expiación de Jesucristo; por lo tanto, su estrategia es
hacer todo lo posible para separarte de tu Padre y de Su Hijo. No permitas que Satanás te
convenza de que nadie puede ayudarte.
• Para comenzar a sanar se requiere una fe semejante a la que un niño tiene
en el hecho inalterable de que el Padre Celestial te ama y que te ha
proporcionado el modo de sanar. Su Amado Hijo Jesucristo dio Su vida
para brindar la cura; sin embargo, no hay una solución mágica, ni un
simple bálsamo que cure, ni tampoco hay un camino fácil para el alivio
completo. La cura requiere una profunda fe en Jesucristo y en Su infinita
capacidad para sanar; está arraigada en la comprensión de la doctrina y
en la firme determinación de seguirla.
• El proceso de sanar puede comenzar con un obispo o presidente de estaca
considerado, o con un sabio consejero profesional. Si tuvieras una pierna
quebrada, no te la curarías tú mismo. En casos de abuso grave, la ayuda
profesional también resultará beneficiosa. Hay muchas maneras de
comenzar a sanar, pero recuerda que la cura completa se logra mediante
el Salvador, el Señor Jesucristo, nuestro Maestro y Redentor.
• Si actualmente eres víctima de abuso, o lo has sido en el pasado,
ten el valor de buscar ayuda. Es posible que se te haya amenazado
o atemorizado fuertemente para que no reveles el abuso. Ten el
valor de actuar ahora mismo; busca el apoyo de alguien en quien
puedas confiar. Tu obispo o presidente de estaca pueden darte
valioso consejo y ayudarte con las autoridades civiles. Explica la
forma en que se ha abusado de ti y revela quién lo ha hecho; pide
protección. Lo que tú hagas puede ayudar a evitar que otras
personas sean víctimas inocentes, con el sufrimiento que ello
conlleva. Obtén ayuda ahora mismo; no tengas miedo, ya que el
miedo es un instrumento que Satanás utilizará para que sigas
sufriendo. El Señor te ayudará, pero tú debes buscar esa ayuda.
• Ahora bien, a la persona que ha destrozado la vida de otra persona por medio del abuso: admite
que necesitas ayuda por tu adicción o ésta te destruirá; no la superarás por ti mismo y lo más
seguro es que necesites ayuda profesional especializada. Te ruego que procures ser
rescatado, ahora mismo. Lo más probable es que te hayas engañado a ti mismo con la seguridad
falsa y temporal de que has logrado ocultar tus transgresiones de las autoridades civiles y
eclesiásticas, pero ten en cuenta que el Señor Jesucristo está completamente al tanto de tus
pecados. Él ha advertido: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños… mejor le
fuera que se colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del
mar”2. Ten por seguro que aunque la víctima no tome ninguna medida, tu acto de abuso quedará al
descubierto, ya que Satanás te desenmascarará, y luego te abandonará.

• Habla con tu obispo o presidente de estaca. Es posible que la gravedad de tus hechos haga
necesario que afrontes el castigo civil y eclesiástico, pero un arrepentimiento completo te brindará
el dulce alivio del perdón, una conciencia tranquila y una nueva vida; también brindará alivio a las
víctimas de abuso y a sus familias. Quedarás libre del peso del remordimiento y de los
pensamientos acusadores por haber causado dolor y angustia a otra persona. Entiende que es
mucho más fácil arrepentirse en esta vida que en la venidera, por tanto, arrepiéntete ahora mismo.
A los padres
Padres, de forma apropiada y delicada, enseñen
a sus hijos el peligro potencial del abuso y cómo
evitarlo. Estén atentos a las señales de
advertencia, tales como un cambio abrupto en el
comportamiento del niño que pueda indicar un
problema; estén alerta a sus sentimientos de
inquietud y traten de averiguar su origen.
Anexos
Prevención del abuso infantil
Prevención del abuso infantil 1
Prevención del abuso infantil 2
Prevención del abuso infantil 3
Prevención del abuso infantil 4
Prevención del abuso infantil 5
Otros tipos de abuso
Otros tipos de abuso
Otros tipos de abuso
• Sexual
• Físico
• Abandono por
negligencia
• Emocional y
verbal
• Financiero
• Disciplina
severa
• Acoso
• “Bullying”

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