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Pancreas Eco PDF
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Capítulo 9
Páncreas
Dominique Penninck
Preparación y técnica de exploración El cuerpo del páncreas puede explorarse desde ventral
o desde el lado derecho, con el animal en decúbito dorsal o
El páncreas es un órgano delgado y alargado que se localiza decúbito lateral (izquierdo o derecho), moviendo el plano de
a lo largo de la curvatura mayor del estómago y del borde ecografiado a una posición craneomedial al duodeno descen-
mesentérico del duodeno descendente. El gas en el tracto dente proximal y caudal al antro pilórico. La vena porta es
gastrointestinal puede dificultar su completa evaluación. El una buena referencia anatómica ya que se sitúa dorsal y a la
ayuno de 12 horas puede reducir la interferencia del gas. izquierda del cuerpo del páncreas (Figura 9.1). Puede usarse
Las referencias anatómicas que se usan para localizar el un corte transversal caudal a la porta hepática y al píloro
lóbulo pancreático derecho son: el riñón derecho, el duodeno para localizar esta vena y el cuerpo del páncreas. El lóbulo
descendente, que discurre a lo largo de la pared abdominal pancreático izquierdo es más difícil de explorar en perros
derecha, y la vena pancreaticoduodenal, que es paralela al debido a la interferencia del gas que hay en el estómago
duodeno descendente (Figura 9.1). El lóbulo pancreático de- adyacente y en el colon transverso. Sin embrago, en gatos, la
recho puede explorarse con un abordaje lateral o ventral, con rama izquierda es más grande y puede identificarse con más
un corte longitudinal, para encontrar el duodeno descenden- facilidad que la derecha.
te y el riñón derecho (Saunders 1991). Usando el abordaje Se recomienda utilizar transductores de alta frecuencia
ventral, se coloca el transductor debajo de la última costilla (mayor a 7,5 MHz) para evaluar el páncreas en gatos y en pe-
del animal y se angula dorsalmente para ver el riñón derecho. rros de tamaño pequeño y mediano. La superficie de contacto
Después de esto, el plano se mueve medialmente hasta ob- pequeña de los transductores sectoriales, curvilíneos o micro-
servar el duodeno descendente, medial al riñón derecho. De convexos, facilita el abordaje al cuadrante abdominal craneal
forma alternativa, el abordaje ventral puede empezar caudal derecho, para explorar debajo o entre las costillas derechas.
al xifoides. En un plano longitudinal se identifica el estómago
y se mueve la sonda lateralmente hacia la derecha, siguiendo
el antro pilórico, hasta el duodeno descendente. Ecografía del páncreas
En perros de tórax profundo el abordaje lateral es preferi-
ble para identificar el duodeno descendente. Una vez se loca- En perros
liza el duodeno descendente, con el abordaje ventral o lateral,
puede identificarse el lóbulo pancreático derecho y la vena El páncreas es delgado, amorfo y mal diferenciado de la grasa
pancreaticoduodenal. En perros grandes y de tórax profundo mesentérica adyacente. Se divide en tres porciones: lóbulo
a veces es necesario realizar un abordaje intercostal para acce- derecho, lóbulo izquierdo y cuerpo (Figura 9.1). El lóbulo
der a la porción más craneal del duodeno descendente y a la derecho se halla en el mesoduodeno, dorsomedial al duode-
correspondiente porción de páncreas. En ocasiones, el lóbulo no descendente, ventral al riñón derecho y ventrolateral a la
pancreático derecho se explora mejor desde el lado derecho, vena porta. Ecográficamente, sólo son visibles las venas que
con el animal en decúbito lateral derecho, para que el líquido drenan el lóbulo derecho (Saunders 1991). El cuerpo del
gástrico se mueva al antro pilórico dependiente. páncreas se halla caudal a la región pilórica, craneomedial
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304 CAPÍTULO 9 • Páncreas
B C
Figura 9.1. Abordaje al páncreas canino. Ilustración del páncreas dentro de la cavidad abdominal, con la sonda colocada en los lóbulos izquierdo y derecho, en las
posiciones A, B y C. Ao, aorta; CBD, conducto biliar común; CVC, vena cava caudal; Duod, duodeno; GB, vesícula biliar; L, hígado; LK, riñón izquierdo; PD, conducto
pancreático; PV, vena porta; Sp, bazo y St, estómago. A: imagen ecográfica transversa del lóbulo izquierdo (flechas) visto entre el estómago (St) y el colon transverso
colapsado (puntas de flecha). B: imagen ecográfica transversa del lóbulo derecho del páncreas (flechas). El duodeno descendente es lateral al páncreas. La vena pan-
creaticoduodenal aparece como una estructura redondeada y anecoica dentro del lóbulo. C: imagen ecográfica longitudinal del lóbulo pancreático derecho (flechas)
cerca del riñón derecho (K). Imagen cortesía de M. A. d’Anjou.
B C
Figura 9.3. Abordaje al páncreas felino. Ilustración del páncreas dentro de la cavidad abdominal, con la sonda colocada en el lóbulo izquierdo (A), derecho (C) y en
el cuerpo (B) del páncreas. CBD, conducto biliar común; Duod, duodeno; GB, vesícula biliar; L, hígado; LK, riñón izquierdo; PD, conducto pancreático; PV, vena porta;
RK, riñón derecho; Sp, bazo y St, estómago. A: imagen ecográfica longitudinal en la que se muestra el extremo distal del lóbulo izquierdo con su forma de gancho. B:
imagen longitudinal del cuerpo. Note la presencia de la vena porta (PV) dorsal al cuerpo (cursores). L, hígado; St, estómago. C: imagen longitudinal del lóbulo derecho
del páncreas (cursores). Duod, duodeno. La flecha señala el conducto pancreático.
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20a / 1-9 años 5,4 mm (3,4-9,0) 6,6 mm (4,7-9,5) 4,5 mm (2,8-5,9) 0,8mm (0,5-1,3)
15c / >10 años 6,5 mm (4,6-10,3) 6,4 mm (4,6-9,0) 4,3 mm (3,0-5,7) 1,13 mm (0,6-2,4)
PD, conducto pancreático; NR, no descrito. a Etue et al. 2001. b Moon et al. 2005. c Hecht et al. 2006
* Valores que representan los límites bajo y alto de un intervalo de confianza del 95%
A B
C D
Figura 9.4. Pancreatitis aguda en perros. A: imagen longitudinal del lóbulo derecho del páncreas (flechas) engrosado (2,4cm, cursores +), irregular e hipoecoico,
rodeado de grasa mesentérica hiperecoica. El duodeno descendente también está engrosado (9mm, cursores x) pero la estratificación es visible aún. B: imagen
transversa del mismo lóbulo (flechas). Note la extensión del brillo en la grasa y la pequeña cantidad de derrame anecoico (*) entre asas intestinales. El asa intestinal
del campo más cercano a la sonda está corrugada. C: imagen transversa de la rama derecha del páncreas de un perro con abdomen agudo y vómitos. El páncreas
(cursores) está aumentado de tamaño, hipoecoico, irregular y mal definido. La grasa que lo rodea es hiperecoica e hiperatenuante y dificulta la visualización de es-
tructuras más profundas (no visible). El duodeno descendente también está engrosado de forma significativa (1cm) pero mantiene la estratificación normal. D: en el
mismo perro, el colon (flechas) está muy corrugado. Puede observarse un asa intestinal normal en el campo más cercano. Imágenes C y D cortesía de M.A.d’Anjou.
La obstrucción biliar secundaria a inflamación pancreá- La dilatación de los conductos biliares y de la vesícula
tica y la fibrosis subsiguiente, pueden causar distensión de la biliar puede continuar después de la obstrucción aunque se
vesícula biliar y de los conductos biliares. En estos casos, el reestablezca el flujo biliar normal.
conducto biliar común (CBD) está engrosado y tortuoso (Fi- El efecto masa, causado por un páncreas hipoecoico e
gura 9.13). En perros el CBD normal no es visible mientras inflamado y por el tejido peripancreático hiperecoico, puede
que en gatos, el CBD a veces es visible y se considera dentro desplazar el duodeno descendente. Como el lóbulo pancreá-
de límites normales si mide hasta 4mm de diámetro (Léveillé tico derecho es dorsomedial al duodeno descendente, esta asa
et al. 1996). Puede ser necesario realizar ecografías seriadas intestinal puede desplazarse ventrolateralmente (Murtaugh
del tracto biliar para documentar una obstrucción mecánica et al. 1985). En pancreatitis activas, de subagudas a crónicas,
progresiva. La dilatación progresiva del tracto biliar, desde el el páncreas permanece como una estructura bien definida
conducto biliar común hasta los conductos intrahepáticos e hipoecoica que contrasta con el mesenterio peripancreá-
periféricos, tiene lugar una semana después de la ligadura tico, levemente hiperecoico (Figura 9.14A). Algunas veces
experimental del conducto biliar (Nyland y Gillette 1982). pueden observarse bordes pancreáticos irregulares y focos
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A B
C D
Figura 9.5. Pancreatitis aguda en gatos. A: imagen longitudinal del lóbulo izquierdo del páncreas. El lóbulo está muy engrosado, hipoecoico y rodeado de grasa
local hiperecoica. B: en este otro gato, el páncreas sólo está algo engrosado, pero la grasa que lo rodea se ve brillante y delimita el contorno pancreático (flechas). C:
el tamaño del cuerpo y de la rama izquierda del páncreas está en el límite alto de la normalidad, pero el parénquima está hipoecoico. PV, vena porta; St, estómago.
D: imagen longitudinal, con Doppler potencia, de la rama derecha del páncreas de otro gato. El páncreas está aumentado de tamaño, hipoecoico y rodeado de grasa
hiperecoica y de derrame peritoneal anecoico localizado (*). El conducto pancreático se diferencia claramente (puntas de flecha) y no tiene flujo asociado en compa-
ración con los vasos snguíneos cercanos.
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Figura 9.6. Cambios duodenales asociados a pancreatitis en dos perros. A y B: imágenes longitudinales, ecográfica y esquemática, de dos perros con diagnóstico
de pancreatitis aguda grave. En ambos casos, el duodeno está engrosado y atónico, y la estratificación de la pared está alterada. La rama derecha del páncreas es
hipoecoica y la grasa que lo rodea hiperecoica. Pyl, píloro.
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A B
C D
Figura 9.7. Pancreatitis necroticohemorrágica en dos perros. A y B: imágenes ecográficas, transversal (A) y longitudinal (B), del páncreas engrosado de un labrador
retriever de 8 años con pancreatitis supurativa activa con áreas de hemorragia y necrosis. El páncreas, hipoecoico y heterogéneo, tiene márgenes irregulares rodeados
de grasa brillante. C y D: imágenes longitudinales de la rama derecha del páncreas de un golden retriever de 10 años con pancreatitis necroticohemorrágica grave.
La rama pancreática (P) está muy engrosada, hipoecoica y mal definida, sobre todo en su extremo distal (flechas). Usando Doppler potencia (D) en la misma región
no se evidencia flujo vascular, en comparación con la porción proximal de la misma rama. La grasa superficial muestra vascularización aumentada. Imágenes C y D
cortesía de M. A. d’Anjou.
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A B
Figura 9.8. Edema pancreático en perros. A: imagen ecográfica transversa del páncreas engrosado y edematoso de un perro (el mismo que en la figura 9,7A y B).
El páncreas está aumentado de tamaño y presenta rayas anecoicas. La grasa que lo rodea es hiperecoica. B: imagen longitudinal del lóbulo derecho del páncreas de
un welsh corgi de 3 años con pancreatitis. El páncreas está atravesado por estrías hipoecoicas y el contorno pancreático está rodeado de líquido. En el campo más
cercano a la sonda se distingue un asa intestinal dilatada y llena de líquido (puntas de flecha). C: imagen ecográfica longitudinal de la rama derecha del páncreas de
un perro pequeño con hipertensión portal aguda tras cirugía para corregir un shunt portosistémico extrahepático. Las líneas hipo a anecoicas características que se
observan en el páncreas son compatibles con edema. Estos cambios se resolvieron un día más tarde. L, hígado; RK, riñón derecho. Imagen cortesía de M.A.d’Anjou.
312 CAPÍTULO 9 • Páncreas
A B
Figura 9.9. Pseudoquiste pancreático en un perro. Imágenes ecográficas, transversa (A) y longitudinal (B), de un pseudoquiste pancreático de gran tamaño asociado
a pancreatitis aguda grave. Parte del páncreas (P), engrosado e hipoecoico, está en el centro de una lesión, de hipo a casi anecoica, compatible con pseudoquiste
(flechas). Mediante aspiración con aguja fina ecoguiada se confirmó el diagnóstico.
A B
C D
Figura 9.10. Quistes pancreáticos en perros y gatos. A: imagen ecográfica oblicua de dos lesiones quísticas de pequeño tamaño (flechas) situadas en el lóbulo
izquierdo del páncreas de un schnauzer miniatura de 11 años. St, estómago; V, vasos adyacentes. B: imagen ecográfica longitudinal del extremo distal del lóbulo
pancreático izquierdo de un gato de 18 años con cambios quísticos graves (flechas). Este gato no tenía historia clínica previa de pancreatitis. Sp, bazo. C: quiste
pancreático de gran tamaño localizado en el lóbulo izquierdo y cuerpo del páncreas de un gato de 16 años. D: la misma región de la figura anterior después de drenar
el quiste bajo guía ecográfica.
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B C
de mineralización (Figura 9.12B). La pancreatitis crónica, de enfermedad pancreática activa o crónica. También puede
caracterizada por fibrosis intersticial con atrofia acinar e in- observarse dilatación del conducto pancreático asociado a
filtrados linfocíticos, rara vez se sospecha clínicamente. La litiasis pancreática (Figura 9.17E y F).
mayor parte de casos detectados presenta signos clínicos y
valores laboratoriales inespecíficos. En estos casos, el tamaño Hiperplasia nodular y neoplasia pancreática
del páncreas puede estar dentro de los rangos normales y el
parénquima puede ser heterogéneo (Figura 9.15). En gatos, Ocasionalmente puede verse hiperplasia nodular en el pán-
la pancreatitis crónica es el doble de veces más frecuente que creas de perros y gatos viejos. En estos casos se observan
la aguda. Como a menudo se trata de procesos subclínicos, es nódulos bien definidos, de tamaño variable y de hipo a
difícil confirmar histopatológicamente los cambios pancreáti- isoecoicos (Hecht et al. 2007) (Figura 9.18). Estos nódulos
cos observados en la ecografía. Ecográficamente, los cambios pueden confundirse con lesiones neoplásicas como insuli-
pueden ser similares a los descritos en perros, o bien sutiles e nomas. También pueden tener aspecto similar a formaciones
incluso inexistentes (Figura 9.16). No se puede distinguir de quísticas, aunque en los casos de nódulos de tejido blando no
forma fiable entre una pancreatitis aguda necrotizante y una se espera encontrar refuerzo posterior distal.
pancreatitis crónica no supurativa usando métodos clinicopa- Los tumores del páncreas exocrino, como el adenocarci-
tológicos y/o basándose en alteraciones ecográficas (Ferreri noma, se originan de células acinares o del epitelio ductal.
et al. 2003). Para confirmar el diagnóstico debe obtenerse una Aunque estos tumores son muy poco frecuentes, son el tipo
biopsia del tejido (bajo guía ecográfica o en cirugía). de neoplasia pancreática más observada en perros y gatos.
En gatos, el conducto pancreático puede verse dilatado Suelen desarrollarse en la porción central de la glándula. A
(más de 1,3mm) en pancreatitis aguda (Wall et al. 2001), pan- medida que crecen, pueden comprimir el conducto biliar
creatitis crónica o incluso en gatos viejos sin signos clínicos común e invadir los segmentos gástricos y duodenales ad-
314 CAPÍTULO 9 • Páncreas
A B
A B
Figura 9.13. Dilatación del conducto biliar común en un gato con pancreatitis. Imágenes ecográficas, transversa (A) y longitudinal (B), del conducto biliar común
(entre cursores) de un gato con pancreatitis y absceso pancreático (el mismo de la figura 9.12B). El CBD está muy distendido y alcanza 1,4cm de diámetro proximal-
mente (A) y 1,2cm distalmente (B). Nótese que la pared de la vesícula biliar y del CBD está engrosada.
CAPÍTULO 9 • Páncreas 315
A B
Figura 9.14. Pancreatitis crónica en dos perros. A: pancreatitis necrotizante, activa, difusa y crónica, con fibrosis y regeneración, en un shih tzu de 14 años. El pán-
creas es muy irregular, mayoritariamente hipoecoico, con algunas áreas heterogéneas. Tiene 1,5cm de grosor. St, estómago. B: sospecha de pancreatitis crónica en
un perro cruzado de 11 años. Se observan focos hiperecoicos numerosos en el páncreas (flecha). Algunos de estos focos tienen sombra asociada (puntas de flecha)
sugestiva de mineralización. El páncreas es hipoecoico pero la grasa que lo rodea es normal.
A B
Figura 9.15. Pancreatitis crónica en un pastor australiano de 8 años. Las imágenes sagital (A) y transversa (B) del lóbulo pancreático derecho muestran un páncreas
de tamaño normal pero heterogéneo. D, duodeno.
A B
Figura 9.16. Pancreatitis crónica en dos gatos. A: Imagen sonográfica longitudinal de la rama izquierda del páncreas de un gato con pancreatitis linfoplasmocita-
ria difusa. El páncreas es irregular e hipoecoico. El conducto pancreático central es normal. B: pancreatitis crónica con atrofia pancreática y fibrosis celular de los
islotes en otro gato. El páncreas está engrosado (9,2mm) e hiperecoico, y el conducto pancreático dilatado (4,2 mm) siendo casi la mitad del grosor total del lóbulo
pancreático.
316 CAPÍTULO 9 • Páncreas
A B
C D
E
F
Figura 9.17. Dilatación del conducto pancreático (PD) en gatos. A: conducto pancreático de 2,5mm (entre cursores), suavemente dilatado, en un gato de 12 años
con 2 lesiones quísticas concurrentes en el páncreas y enfermedad hepática. B: conducto pancreático de 3mm, dilatado, en un gato de 16 años con hepatitis concu-
rrente y sospecha de pancreatitis. El páncreas está demarcado entre cursores. C: conducto pancreático de 3,5mm, dilatado y engrosado, de un gato de 14 años con
hepatitis y coledoquitis fibrosante. El páncreas es normal. D: conducto pancreático de 3,4mm (entre cursores), dilatado, de un gato viejo con atrofia pancreática. El
tejido pancreático alrededor del PD es apenas visible (flechas). El Doppler color puede ser útil para diferenciar el conducto pancreático de los vasos. Pv, vena porta.
E: presencia de cálculos de gran tamaño (entre cursores) en el conducto pancreático, dilatado con 1cm de amplitud. F: conducto pancreático dilatado con cálculos
intraluminales de pequeño tamaño y sedimento mineralizado.
CAPÍTULO 9 • Páncreas 317
B C
Figura 9.18. Hiperplasia nodular en un perro y un gato. A: imagen ecográfica longitudinal, con Doppler color, del páncreas de un gato con enfermedad inflamatoria
intestinal crónica. Se identificaron dos nódulos hipoecoicos, bien definidos, de 3mm (entre cursores), en la rama izquierda del páncreas (puntas de flecha). El resto
del páncreas era algo heterogéneo. B y C: imágenes transversa (B) y longitudinal (C) de la rama derecha del páncreas de un perro de raza pequeña con diabetes
mellitus. Se observan múltiples nódulos, hipoecoicos, bien definidos y de tamaño y forma variables en todo el tejido pancreático (puntas de flecha), que, por otro lado,
es hiperecoico. No había evidencia de cambios en la grasa periférica. La aspiración con aguja fina del páncreas reveló la presencia de pancreatitis crónica leve con
hiperplasia nodular. Duodeno; RK: riñón derecho. Imágenes cortesía de M.A. d’Anjou.
yacentes (Figura 9.19D) y frecuentemente dan metástasis en mal (Figura 9.21). El tamaño de las lesiones pancreáticas es
el hígado (Lamb et al. 1995). Muchas veces aparecen como muy variable, pero la mayoría de ellas suelen ser menores o
nódulos o masas hipoecoicos (Figura 9.18). iguales a 2,5cm e hipoecoicas (Lamb et al. 1995).
Se han descrito otros tumores en el páncreas del perro Muchos tumores endocrinos son malignos y con ten-
y del gato: cistadenomas, carcinoma metastático y linfoma dencia a diseminarse a los nódulos linfáticos regionales y
(Figura 9.20). al hígado. Por esto se recomienda revisar ecográficamente
Los tumores del páncreas endocrino, como glucagono- el parénquima hepático y los nódulos linfáticos regionales
mas, insulinomas y gastrinomas son poco frecuentes. De este para detectar posibles metástasis hepáticas (Figura 9.22). Los
grupo, el insulinoma es el más descrito en perros. La tasa de nódulos linfáticos con metástasis pueden estar aumentados
detección ecográfica varía según el tamaño y distribución de tamaño y ser hipoecoicos.
de las lesiones, la calidad del equipo y a la experiencia del Aunque los tumores pancreáticos suelen presentarse
ecografista. La visibilidad de estas lesiones también puede como nódulos focales o masas, las neoplasias no pueden di-
verse afectada por la presencia de contenido gastrointestinal ferenciarse de forma fiable de pancreatitis (Figura 9.23) o de
superpuesto y por la conformación corporal del paciente hiperplasia nodular.
(por ejemplo perros obesos o de tórax profundo). Los insu-
linomas pueden presentarse como nódulos solitarios, nódulos
múltiples o como áreas mal definidas de ecogenicidad anor-