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VANESSA

Rollo May es una de esas figuras de la psicología que representan un matiz interesante de
diversas corrientes. Aunque a veces se le asocia con la psicología humanista, e incluso con
el psicoanálisis, en realidad lo suyo fue haber planteado la psicología existencialista. Se
trata de un enfoque bastante llamativo en el que se combinan filosofía y psicología.
Rollo May nació en Ohio (Estados Unidos) en 1909 y murió en San Francisco en 1994. Su
familia era de clase media y vivía en un entorno que se autodefinía como antiintelectualista.
Se oponían al estudio y a la ciencia. Sus padres se separaron cuando él cursaba los estudios
de secundaria. Su hermana tuvo un colapso mental y May tuvo que interrumpir sus estudios
y volver a su casa para cuidar de su madre, su hermana y un hermano menor.
Como psicólogo existencialista, Rollo May tuvo como tema central de sus análisis el
sentido de la existencia y la libertad. Plantea que el ser humano se enfrenta constantemente
al dilema de ser objeto y sujeto a la vez. Objeto, porque sobre él recaen las acciones de
otros. Y sujeto, porque también es un agente activo frente a su realidad.
Considera que el conflicto es la esencia misma de la vida. El solo hecho de existir ya
plantea una serie de conflictos, que nunca se resuelven del todo. Estos no son algo externo,
sino que están dentro de nosotros. Tampoco son negativos, sino una condición de la
existencia misma.
La psicoterapia existencial propuesta por Rollo May es un proceso en el cual se indaga
sobre la existencia de ese individuo que solicita ayuda. Lo que se busca son las principales
preocupaciones que lo aquejan, las cuales se analizan mediante el diálogo. El objetivo es
identificar los prejuicios y detectar las formas de proceder que generan efectos negativos.
Dicha psicoterapia, no necesariamente conduce al bienestar, sino a una forma más racional
de enfrentar la vida.
Libertad y creatividad como centro de la psicoterapia
En conclusión, según Rollo May (1988) la libertad es la capacidad del hombre de tomar
parte en su propio desarrollo. Es nuestra capacidad de moldearnos a nosotros mismos. Por
tanto, desde nuestra propia libertad construimos nuestro destino. En este sentido, la
psicoterapia se basa en dos ejes fundamentales:
La libertad del individuo para expresarse y ser lo que quiera ser. En la cual, el psicólogo
solo guía y aconseja desde el más absoluto respeto
Y la creatividad. Es decir, la puesta en marcha de soluciones creativas y originales para
conseguir los objetivos vitales y de cambio en el comportamiento.
Por lo tanto, el cliente es el centro de la terapia; aquel sobre el que el psicólogo orbita,
aconsejando y fomentando la creatividad del individuo para encontrar sus propias
soluciones y respuestas a los problemas de la vida.
NANCY
Rollo May fue un innovador en psicología. 
Nos permitió, entre otras cosas, comprender mucho mejor las vivencias adversas del ser
humano. Él y otras figuras como Viktor Frankl dotaron a la psicoterapia de ese enfoque
existencial y humanista tan necesario desde el que favorecer en la persona, sus fortalezas,
sus recursos internos y esa capacidad para tomar mejores decisiones.
Las obras más conocidas de May, como pueden ser El significado de la ansiedad, Amor y
voluntad o El coraje de crear son un ejemplo valioso y revelador de su
mentalidad revolucionaria.
El enfoque teórico de May se asienta sobre un amplio abanico de corrientes que le
facilitaron construir una visión novedosa sobre la psicología. Son las siguientes:
El legado de Otto Rank, psicoanalista y colega de Sigmund Freud fue clave en su trabajo.
Era esa figura menos conocida dentro del psicoanálisis. Sin embargo, aportaba a la
psicología una corriente existencial y humanista más renovadora.
Psicólogos humanistas como Abraham Maslow fueron también sus grandes referentes.
Aunque May esta más interesado en profundizar en las dificultades del ser humano más que
en sus necesidades.
Por último, otra figura esencial en su legado teórico fue Erich Fromm y concretamente, sus
trabajos sobre la autoexpresión y el libre albedrío.
Contribuciones de Rollo May a la psicología. Introdujo el existencialismo en la psicología.
Este tipo de perspectiva hace uso de un enfoque positivo que enfatiza las capacidades y
aspiraciones del ser humano. Al mismo tiempo, reconoce sus limitaciones.
Nos ayudó a entender los mecanismos subyacentes del sufrimiento y las crisis humanas. Lo
hizo combinando el existencialismo con el humanismo.
Rollo May centró gran parte de sus trabajos en el estudio de la ansiedad. Nos ayudó a verla
de otro modo, como catalizador capaz de hacernos tomar decisiones más valientes.
En conclusión, Rollo May marcó la apertura de la psicoterapia basada en el diálogo, donde
la finalidad -más que conducir al paciente al bienestar y la felicidad- es facilitarle
estrategias para a afrontar la vida de una manera más segura, valiente y racional.
La teoría de Rollo MayComo psicólogo existencialista, Rollo May tuvo como tema
central de sus análisis el sentido de la existencia y la libertad. Plantea que el ser humano se
enfrenta constantemente al dilema de ser objeto y sujeto a la vez. Objeto, porque sobre él
recaen las acciones de otros. Y sujeto, porque también es un agente activo frente a su
realidad. Considera que el conflicto es la esencia misma de la vida. El solo hecho de existir
ya plantea una serie de conflictos, que nunca se resuelven del todo. Estos no son algo
externo, sino que están dentro de nosotros. Tampoco son negativos, sino una condición de
la existencia misma.
Bibliografía .
https://lamenteesmaravillosa.com/rollo-may-y-el-existencialismo-en-la-psicologia
https://lamenteesmaravillosa.com/rollo-may-biografia-del-padre-de-la-psicologia-
existencial/
LETICIA
Rollo May nació el 21 de abril de 1909 en Ada, Ohio. Fue un psicólogo y psicoterapeuta
existencialista estadounidense. Pionero de la psicología y psicoterapia existencial en
América. Aunque con frecuencia se le asocia con la psicología humanista, se diferencia de
otros psicólogos humanistas como Maslow o Rogers al mostrar un entendimiento más
agudo de las dimensiones trágicas de la existencia humana. May era un amigo cercano del
teólogo Paul Tillich.
May creció en Marine City, Michigan, una zona de clase media estadounidense. Sus padres
no se llevaban muy bien entonces después de un tiempo decidieron separarse a
consecuencia de esto y de su entorno la hermana tuvo un colapsó mental. Cuando los
padres de May se divorciaron, tuvo que interrumpir sus estudios y regresó a East Lansing,
Michigan, para cuidar de lo que quedaba de su familia: su madre, una hermana menor y un
hermano.
May se graduó del colegio Oberlin en Ohio donde completó el bachillerato en artes en
1930, con tanta apreciación al arte, decidió ir a Grecia, ahí trabajó durante tres años, dando
clases en el Colegio de Anatolia en Salónica.
A su regreso, se inscribió en el Seminario Teológico Unión en Nueva York, no con la
intención de ser cura, sino con el propósito de esclarecer dudas. Ahí pudo realizar
investigaciones profundas sobre el significado de la desesperación, el suicidio y la
ansiedad, cuestiones en gran medida ignoradas por los psicólogos. También esperaba que al
hacer esto podría aprender acerca de sus contrapartes: el valor, la alegría y la intensidad de
la vida. En Unión, comenzó una amistad con el teólogo existencialista Paul Tillich.
Tuvo que interrumpir sus estudios ya que May sufría de tuberculosis entonces pasó tres
años en el Sanatorio Saranac, sin saber si iba a vivir o morir. Durante su enfermedad, leyó,
entre otras obras, a Freud y a Soren Kierkegaard, (el fundador del movimiento
existencialista en filosofía).
Un dato importante es que gracias es este tiempo May aprendió y aprecio las formulaciones
de Freud pero estaba convencido de que Kierkegaard “describía lo que es experimentado de
inmediato por los seres humanos en crisis” (1969). La enfermedad de May le ayudó a
apreciar la importancia de un punto de vista existencial. Pudo regresar a Nueva York y
terminar su licenciatura en teología en 1938.
Luego el decide estudiar psicoanálisis en el Instituto Blanca y recibió su doctorado en
psicología. Después de recibir su doctorado, pasó a enseñar en una variedad de escuelas a
nivel superior. En 1958, editó, con Ernest Angel y Henri Ellenberger, el libro Existencia,
que introdujo la psicología existencial de los EE.UU. Otras de sus obras son La valentía de
crear, Libertad y destino en psicoterapia,  El dilema del hombre, La necesidad del mito y
Amor y voluntad.

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