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Adriana Carolina González Amador

Análisis de la canción “La tapatía”, de la banda “El personal”

El personal fue una banda nacida en 1986 en Guadalajara, Jalisco; la agrupación era un
quinteto, fundado por Julio Haro y Andrés “el Boy” Haro. Su propuesta musical
consistía en mezclar distintos géneros musicales, entre los que destacaban el reggae,
son, cumbia, bolero, danzón y rock.

En cuanto al contenido de sus canciones, su estilo se basaba en contenido humorístico


(broche de oro), la ecología (nosotros somos los marranos), albures (el muso) y pasajes
de la vida urbana (la tapatía), ésta última será en la que nos centraremos en el presente
ensayo.

La canción comienza con una grabación que anunciaba a los radioescuchas que estaban
en la estación XEHK, en el 960 de AM; se trataba de una voz masculina que decía
“aquí, la voz de Guadalajara”.

El primer verso de la canción hace referencia directamente a la ciudad de Guadalajara y


a una mujer que según la letra, el vocalista se enamoró y la ligo, de ahí en adelante
partirá a mencionar lugares y elementos emblemáticos de la mencionada urbe, algunos
de éstos aún siguen siendo actuales y otros quedaron dentro de la época en que se
escribió la canción, aquélla Guadalajara de las décadas ochenta y noventa.

El primer lugar al que hace mención es la central de autobuses, hoy conocida como
“central vieja”, que en aquélla época era la única terminal para autobuses en la ciudad,
la cual más tarde sería remplazada por la hoy llamada “central nueva”.

El primer elemento, de tipo gastronómico, del que se hace mención es que ve a la mujer
comprando “un virote descomunal”, este tipo de pan, también conocido como “virote
salado”, son los únicos que se venden en esa zona de la ciudad, la diferencia al resto de
panes de su tipo es que éstos llegan a medidas “descomunales” de 40 cm hasta 1 metro
de largo.

Posteriormente hace mención de que va siguiendo sus pasos por “la calzada” hasta
encontrarla en “san Juan de Dios” donde “en el mercado me la ligué”, todo ese primer
verso describe uno de los barrios más tradicionales de la ciudad que es “san Juan de
Dios”, donde abarcaría desde el “mercado libertad”, ubicado en el corazón del
mencionado barrio, hasta la “central vieja” y la avenida principal que cruza de norte a
sur, la “Calzada Independencia”.

Finaliza el primer verso con la siguiente expresión “la agarré de la cintura, y le dije con
dulzura, deme un besito siquiera, ándele no sea ranchera”, esta última frase es muy
común de los tapatíos para pedirle a la gente tímida que tenga confianza, el decir
“ranchero” a una persona en Guadalajara, es sinónimo de llamarle “tímido”.

El segundo verso menciona elementos muy tradicionales en cuánto a objetos que son
vendidos en el mercado libertad en san Juan de Dios, se habla de huaraches, collar de
tejocotes y pepinos, junto a los huaraches hace mención de uno de los defectos más
característicos de las calles de la ciudad ya presentes en aquella época los “baches”.

Sigue con la presencia en la canción de la plaza ubicada al costado norte del barrio, que
sería la “plaza tapatía”, donde “nos siguió la policía”, probablemente haciendo mención
de la inseguridad del lugar, ya visible desde aquélla época. Más adelante mencionará
que se irían al “hospicio, a ponerle a nuestro vicio”. Haciendo referencia al edificio más
emblemático en la zona noreste del barrio, el “hospicio Cabañas”.

El tercer verso hará referencia a los elementos más importantes del centro histórico de la
ciudad, comenzando con la frase “nos subimos al par vial”, el par vial era un autobús
que funcionaba con electricidad sujeto a unos cables que iban marcando su dirección en
unos postes, hoy ese medio de transporte, ya modernizado y casi a punto de
desaparecer, es conocido como “trolebús” o las rutas 400 y 500.

Posteriormente se mencionará el edificio histórico más emblemático del centro y de la


ciudad a nivel mundial: la “catedral de Guadalajara”, la cual en la historia de la canción
van a visitarla. Más adelante contará que la paseó por todo el centro donde “nos
clavamos muy adentro” como una expresión de doble sentido, de la que no entraré a
hablar a detalle.

Continúa con la frase “vimos bicis, vimos motos y en la calle muchos jotos”; a nivel
nacional, Guadalajara se ha hecho cierta fama de ser una ciudad con una población de
homosexuales más visible que en otras ciudades del país. Para terminar el tercer verso,
hace mención de que caminaron “por la Juárez” una de las avenidas principales que
cruza el centro histórico de oriente a poniente y sobre la que se encontraba el “cine
variedades”, uno de los cines más populares de la ciudad en la década de los ochenta-
noventas, hoy dicho lugar ya no funciona como cine, sino como un intento de centro
cultural llamado “LARVA” (laboratorio de arte variedades).

Entre la comida típica que se vende en Guadalajara, es muy común encontrar puestos en
la calle o locales fijos de “antojitos” mexicanos, donde dice que a la mujer “le brillaban
los ojitos” tal vez al ver lo delicioso que parecen dichos platillos.

Posteriormente hará mención de lo que comió ahí diciendo: “se comió cuatro tostadas,
ocho sopes, un pozole, tres tamales con atole y diez estrellitas heladas”, las “estrellitas”
o “cerveza estrella”, es la cerveza tradicional de la ciudad, comenzada a producir por la
entonces “Cervecería estrella”, ahora absorbida por el coloso productor de cerveza a
nivel nacional, el grupo “modelo”.

La línea final del último verso será cuando la mujer le propone en el puesto de antojitos
lo siguiente: “allí fue dónde me dijo: ¿sabes qué quisiera mijo?, que antes de que yo me
vaya, cómprame una jericalla”.

La palabra “mijo” o “mija” es muy utilizada en nuestro país, y sobre todo en


Guadalajara como una expresión de confianza entre una persona y otra, aún más que la
expresión “güey”, que suele ser utilizada entre amigos.

Finalmente, la jericalla es un postre horneado, de consistencia gelatinosa hecho a base


de leche y huevo muy característico de la ciudad.

En resumen, debo hacer mención para concluir, que dicha canción ha sido considerada
por varios fans de la banda “el personal” como un himno de la ciudad de Guadalajara;
esto debido a la cantidad de elementos que caracterizan e incluso le han dado fama
mundial a ésta: edificios históricos, barrios tradicionales, calles principales, un cine,
gastronomía típica y hasta elementos algo extravagantes de la ciudad como los “jotos” y
algunos que siempre le han causado dolores de cabeza a los automovilistas, en el caso
de los “baches”.

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