El mundo de la Europa occidental recibió de los árabes su conocimiento pleno de la

astronomía, los judíos, italianos y portugueses fueron los intermediarios de la cristiandad y

el islam, pues el fin de los árabes no era estudiar la navegación más bien era la astrología y
cosmografía para llevar a cabo este estudio de tal manera que se fiaron del gran libro escrito
en el siglo II por Claudio Tolomeo, llamado el Almagesto de Tolomeo que contiene el
catalogo estelar más completo de la antigüedad; fue utilizado por los árabes y luego or los
europeos hasta la alta Edad Media y en este se describe en sistema geocéntrico y el
movimiento aparentes de las estrellas y los planetas, este libro presento la descripción de
las 48 constelaciones clásicas y creo un refinado sistema para explicar los movimientos
aparentes de los planetas en su sistema geocéntrico. Algo de este conocimiento astronómico
tuvo influencia en la práctica de los navegantes orientales.

Los árabes navegaban orientándose por las estrellas regulando su rumbo por las posiciones
que tenían ciertas estrellas, lo importante de los marinos árabes del siglo XV poseían
métodos rudimentarios para observar la latitud de los cuerpos celestes, utilizando el
cuadrante rudimentario que determina las alturas meridianas al sol o de una estrella y la
latitud de un lugar y la ballestilla una regla graduada para tomar la altura de la estrella polar
utilizada para la observación, porque siempre está alineada a pocos grados del eje terrestre,
el ángulo vertical entre la estrella y el horizonte del observador le da la latitud a este
mismo. La estrella polar descendía hacia el horizonte y al aproximarse al Ecuador los
exploradores la perdían de vista, se presentó una dificultad de observar la latitud en el
hemisferio sur, pero por un grupo de astrónomos sugirió que la latitud podía ser calculada
por la observación de la altura del sol al mediodía pero para esto se necesitaría las tablas de
declinación del sol como instrumento; el estudio árabe del cielo tuvo utilización, un
almanaque que contenían las tablas de declinación había sido compilado por un judío
portugués llamado Abraham Zacuto profesor de astronomía. El navegante carecía de
medios para encontrar su posición una vez perdía de vista la tierra, tenía cuidado en no
alejarse de ella, el navegante preparado disponía de diversos métodos para hallar su latitud;
tenía un cálculo admitido en la longitud geográfica y cartas de observaciones que podían
ser registradas.

En efecto los barcos disponían de la brújula utilizada para manejar el rumbo magnético, de
tal manera que está siempre apuntaba al norte por medio de una aguja imantada
moviéndose sobre un pedazo de madera en una vasija de agua; daba al navegante su
dirección para gobernar el buque y por conocimiento somero de las corrientes marinas
calculaba que su ruta iba bien.

La corredera de barquilla también de gran utilidad para estos exploradores, en una tabla de
madera cuya forma era un arco gótico, que tiene un lastre de plomo en el borde inferior
para hacer que flotara verticalmente en el agua, la velocidad a que corrían los nudos sobre
la popa era medida con un pequeño reloj de arena, el navegante estudiaba la marcha de su
buque a lo largo de los trechos conocidos de costa y así aprendían a calcular su velocidad
por la observación.
El instrumento común de este siglo fue el astrolabio de latón fueron concebíos para resolver
diferente problemas retóricos de la índole astronómica y astrológica. Los astrolabios
consistían en un disco divido en grados con un indicador giratorio sujeto en el centro, el
indicador estaba provisto de pínulas en ambos extremos. El instrumento estaba suspendido
verticalmente en una argolla con la mano izquierda y con la derecha alineaba las pínulas
con la estrella escogida, claro está que era sumamente difícil mantener con firmeza el
instrumentos en la cubierta de un barco balanceándose.

Los exploradores portugueses de la costa africana preferían hacer sus observaciones en

tierra y colgaban los astrolabios de trípodes colocados en la playa en esto hacían sus
observaciones de meridiano y obtenían sus latitudes tanto así, Colon en su primer viaje
llevo consigo el astrolabio y el cuadrante rudimentario antes mencionado, pero al aparecer
en su segundo viaje no los utilizo.