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Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

Me

Segunda parte:
Elementos para una ética
de la ingeniería
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

MA y matizadas desde nuestra propia


opcion.
Dec•r que hay que ser
conscientes del contexto en el que
ha de desarro larse la profesión
para acertar en la respuesta ética
adecuada al mismo no deja de ser
una perogrullada si nos tomamos
en serio que nos encontramos
Introducción a la precisamente en el ámbito de as
éticas aplicadas. Incluso se puede
segunda parte decir que esto ya ha quedado
claro en las insistencias hechas en
la Primera Parte respecto a a
revolución tecnológica y su
influencia social. Sin embargo,
nosotros hacemos una apuesta
más concreta al decir que ese
contexto es, para lo que nos
En esta Segunda Parte, tras el acercamiento encuadrador y interesa, el de la "sociedad del
global de la Primera, pretendemos hacer un esbozo de ética riesgo" (Capítulo 5), en la que los
profesional de la ingeniería. Y quisiéramos insistir en el término ingenieros, por su propio carácter
"esbozo" porque recoge precisamente o que se intenta: ofrecer profesional, juegan un papel
unos elementos significativos, referenciales, básicos, al menos protagonista de primer orden
desde nuestra perspectiva, para poder motivar y ayudar a que e además, habitualmente, desde su
lector sado elabore su propia ética profesional personal, 184INGENIEROg condición de
verdadero objetivo final de este texto. expertos lo hacen desde
Pero nuestra propuesta no es un esbozo neutro, carente de posiciones divergentes a las de la
opciones, puramente formal. Está elaborado desde una ciudadanía. Esto incide,
determinada perspectiva, que colorea todos los contenidos que lógicamente en la peculiar
se van a desarollar. Y esta perspectiva no es otra que la de la responsabilidad de profesionales
"ética de la responsabilidad". Por ello planteamos cinco en el ejercicio de su función socia
cuestiones nucleares de toda ética profesional, pero concretadas
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Avanzando un poco más, no solamente nos contentamos con expresar que es necesario
disponer de una serie de virtudes —de actitudes introyectadas por la persona que, consolidadas
como hábitos, se manifiestan en su práctica cotidiana— para el ejercicio de la profesión de la
ingeniería sino que, entre la diversidad de virtudes posible, parece lógico que destaquemos una
que nos parece especialmente pert'nente desde la perspectiva de la responsabilidad: la de a
prudencia (CapiQllo 6).
Tampoco se dice gran cosa si se apunta que es necesario disponer de un método, de una
forma razonable y sistemática de abordar las rea idades moralmente problemáticas con las que
nos encontramos. Ahora bien ¿cuá ha de ser éste? Habitualmente, los ingenieros son vistos o
incluso se presentan como profesionales rigurosos y racionales pero ¿qué es una decisión
racional? Nuestro acercamiento al tema nos permitirá cuestionar esa racionalidad que es
tomada como única, cuando no es sino una posible y descubrir los presupuestos antropológicos
y éticos sobre los que descansa (Capítulo 7).
Aunque hemos presentado otros en la Primera Parte, nuestro planteamiento nos lleva
también ahora a elegir un principio rector de la ética profesiona de a ingeniería y, como no
podía ser de otra manera, hemos optado por el de la responsabilidad 8) intentando acercarlo al
máximo a la realidad concreta, práctica y específica de la ingeniería. Este capítu o se convierte
asl en el centro neurálgico de todo el texto y en la expresión más acabada de sus opciones.
Finalmente, una ética profesional no puede renunciar a algunas concreciones normativas de
carácter colectivo. Ahí es donde encuentran su significado los códigos profes' onales y la ética
de las organiz.aciones (Capítulo 9), con cuyo abordaje cerramos esta parte y nuestra obra.
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MS la hora de formular sus


criterios rectores.

ll. DEFINICIÓN Y CARACTtRíSTICAS


Según algunos analistas de
la modernidad (GIDDENS,
Capítulo 5 BECK, LUHMANN...), uno de
los rasgos más característicos
El contexto: de las sociedades
contemporáneas es el riesgo.
la sociedad del riesgo Éste puede definirse como
una situaEón en la que nos
encontramos en permanente
relación con amenazas y
peligros provocados por el
mismo proceso de
modernización: "Riesgo es el
enfoque moderno de la
l. INTRODUCCIÓN previsión y control de las
La Ingeniería no es una profesión que se ejerce en el vacío. consecuencias futuras de la
Hay un contexto en el que se desarrolla y que influye en su acción humana, las diversas
realización, a la vez que también se ve modificado por ella. Si la consecuencias no deseadas
ética aplicada busca precisamente adecuar los principios genera de la modernidad radica
es de la ética a un ámbito determinado, en este caso la profesión izada" (BECK, 2002:5). El
de la Ingen•ería, un paso indispensable es conocer dicho riesgo no es una novedad de
contexto, que no es otro que la sociedad en general. Y la sociedad moderna, lo
precisamente, un modo actual de caracterizar a la sociedad auténticamente novedoso es
mundial tiene mucho que ver con la revolución tecnológ•ca, el modo como se manifiesta:
pues se define como "sociedad del riesgo" Veamos en qué por un lado, se ha convertido
consiste ésta, ya que si el diagnóstico es adecuado, la e en un contexto inevitable con
aboración de la ética de la Ingeniería ha de tener esta el que hay que aprender a
caracterización de la sociedad como un referente indispensable a convivir diariamente, de
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algún modo se puede decir que la excepcionalidad ha adquirido


el carácter de cofdianidad; por otro, los daños previsibles
adquieren dimensiones planetarias al tiempo que presentan
consecuencias catastróficas, incluso de desaparición de todo tipo
de vida; por último, los mecanismos utilizados tradicionalmente
para superar el miedo que generaban los peligros naturales y
sociales (las guerras), es decir, e desarrollo de la ciencia y la
organización del estado respectivamente, no parecen adecuados
en las actuales circunstancias. La situación es tan novedosa que
se convierte en el elemento característico de nuestra realidad
actual.
E riesgo se diferenciaría del peligro en que mientras el primero procede de la decisión y
consecuente actuación humanas, siendo por tanto controlable, el segundo es de carácter natural y
no contro able. Como es fácilmente comprensible, la noción de riesgo tiene también íntima relación
con la de seguridad, pues representa precisamente una magnitud de la seguridad que puede
alcanzarse de manera razonable. Afinando un poco más e concepto, podemos decir que en una
situación de riesgo sabemos qué es lo que puede pasar, las distintas opciones posibles, a la vez que
conocemos la probabilidad de que cada una de ellas acontezca; en una situación de incertidumbre
conocemos las diversas opciones, pero desconocemos las probabilidades de cada una de ellas y, por
último, en la situación de ignorancia no sabemos siquiera qué es lo que puede pasar (LópEz CEREZO y
LUJAN, 2000:100-101).
E riesgo tal y como ha quedado configurado en la sociedad contemporánea, presenta las
siguientes características:

• Igualación globalizadora. La nueva situacion en la que se encuentra el


mundo tiene un carácter radicalmente iguala. dor, tanto entre c ases como
entre países. Desde la perspectiva internacional, en la sociedad del riesgo
global, las sociedades no occidentales comparten con occidente los mismos
retos (BECK, 2002:3). Los grandes problemas medoambientales con los que
nos encontramos no conocen fronteras: las emisiones de gases
contaminantes vertidas en un país afec-
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Ma un concepto manejable, un elemento
estadístico propio del cálculo de
probabilidades. El futuro no se
encuentra bajo control, la Vida
ct2rrzxrro: gec1EDAD RIEgco contemporánea es un gran
experimento, pero no en condiciones
de laboratorio, pues no se puede
tan a través de la lluvia ácida los bosques de otro; la delimitar a unos parámetros
importante interrelación (ecológica, económica, política, prefijados; tal vez hay que decir que
cultural, etc.) tejida en el mundo posib'lita la constatación no es ni siquiera propiamente un
progresiva del llamado "efecto mariposa". Esta 'gualación experimento, sino más bien una
internaciona de las situaciones de riesgo no puede hacernos INGE211îRog aventura que
olv'dar las nuevas desigualdades que se producen dentro de no nos queda más remedio que
la sociedad del riesgo global: "la contaminación sigue al correr. En este punto, resulta
pobre" (BECK, 2002:8), a miseria extrema tiene una significativo destacar que en el
irremediable fuerza de atracción sobre el riesgo extremo ámbito de las •ngenierías y
(recuérdese el caso del accidente en Bhopal, la degradación especialmente de las tecnologías pe
del medio ambiente en los países del Este europeo, el igrosas, la verificación viene muchas
traslado al llamado Tercer mundo de las instalaciones veces tras la aplicación, sin sufi ciente
industriales más peligrosas, etc.). Pero todo ello tiene como experimentación previa en
consecuencia posterior, mediante un efecto bumerán, la laboratorio. Debates como el de los
extensión de dichos riesgos también a los países ricos, sin alimentos transgénicos o el de las
posibilidad de defenderse de ellos, pues "se puede dejar antenas de telefonía reflejan cómo
fuera la miseria, pero no los peligros de la era atómica" es tras su implantación masiva y no
(BECK, 1998:1 1). Esta tendencia igualadora subyacente al en las fases de experimentación
riesgo moderno también se percibe en el contexto interno donde se producen los procesos de
de cada país, pues supera también las barreras que separan verificación de los efectos de las
a las diversas clases sociales. Como dice nuevamente nuevas tecnologías.
nuestro autor de referencia en una ilustrativa afirmación, "la Consecuentemente con esto
miseria es jerárquica, e smog es democrático" (BECK, también es necesario señalar la
1998:42). En definitiva, podemos redefinir esta creciente relevancia de criterio de as
característica como la de ubicuidad del riesgo: nos resulta generaciones futuras en las
imposble escaparnos de él, se encuentra necesariamente valoraciones correspondientes a las
presente en todos los lugares al mismo tiempo. tecnolog•as. Como diversos autores
Paradójicamente el riesgo se instala definitivamente en la han destacado, existe una
sociedad de la seguridad. responsabilidad unilateral de las
• Dimensión de futuro. En las sociedades del riesgo adquieren gran actuales generaciones hacia as
importancia las situaciones de elección entre posibilidades no previamente futuras que implica no tomar
experimentadas, que remiten a un futuro abierto, no predeterminado. En decisiones que puedan resultar
estas circunstancias, es muy difícil, por no decir imposible, hacer del riesgo dañinas a las mismas por distintos
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motivos: efectos irreversibles, pérdida de recursos, consecuencias no • Autoalimentación. Una característica
manifestadas en la tempo. ralidad inmediata pero sí en el largo plazo, etc. esencial de nuestra sociedad del
• Inseguridad y falta de control. La situación planteada niega no solamente la riesgo es que el mismo crece
posibilidad de la seguridad total sino ni siquiera a de una seguridad permanente y necesariamente, de
razonable o asumible. La expresión más man -fiesta de ello es que las un modo paradójico. En la medida en
compañías aseguradoras privadas no cubren muchas de las tecnolog-as más que tenemos un conocimiento
problemáticas y controvertidas. De esta manera, mostrando lo que podría mayor de la realidad (y de las
denominarse un "pesimismo tecnológico" contradicen a los responsables amenazas que se ciernen sobre ella)
tecnocientíficos y a las autoridades po ít•cas que emiten mensajes aumenta también nuestra ignorancia
tranquilizadores. La existencia de los llamados megapeligros (nuclear, al respecto. Cuanto más hacemos
químico, genético...) invalida los pilares del cálculo del riesgo: "Antes o precisamente para controlar dichas
después, se planteará la pregunta por el valor de un sistema legal que regula amenazas, mayores son los riesgos
y escruta cada detalle de los riesgos menores técnicamente manejables pero que generamos en otra parte del
que legaliza los megapeligros en virtud de su autoridad, en la medida en que sistema. Así, por ejemplo, la
no pueden ser minimizados técnicamente, y carga a todos con ellos, creciente complejidad de los
incluyendo a quienes se oponen" (BECK, 2002:90-91). por otro lado, existe sistemas es fuente de mayores
todo un universo de riesgos mínimos, muchos de ellos imperceptibles riesgos, para cuya evitación se
sensorialmente, aparentemente asumibles, que paradójicamente se vuelven diseñan métodos cada vez más
absolutamente inaceptab es para los afectados. La ct2rrzxrro: gec1EDAD sofisticados de control, que generan
RIEgco 189 legislación que regula y prohibe emisiones contaminantes, consecuentemente nuevos riesgos.
precisamente consiente de forma precisa determinados niveles de las El progreso tecnocientífico, creado
mismas. No se impide el veneno, sino que se fija el nivel de tolerancia al para eliminar los peligros de la

mismo que se cons•dera soportable. Esto lleva en muchos casos a que ante naturaleza, ha generado sus propios
la ausencia de monocausas, ante la probable pero casi Imposible riesgos y parece que él mismo, en su
demostración de la confluencia de diversas concausas que tomadas carrera por hacerlos desaparecer,
individualmente resultan inofensivas (riesgos residua es), actuando en no consigue sino aumentarlos. La
conjunto se convierten en peligrosísimas: O las ausencias de peligro se suman tecnociencia es también origen de
de una manera peligrosa" (BECK, 1998:32). En la sociedad del riesgo global, problemas y fallos que acontecen en
todos los protagonistas y regulaciones pueden desarrollar su papel, todos los detrimento de la seguridad.
acuerdos cumplirse sin que por ello se alcance ningún nivel de seguridad. Se
190INGE211îRog
produce una paradójica confluencia entre niveles de seguridad (normas,
controles, leyes, etc) muy elevados y peligros nuevos que escapan a os III. EL RIESGO COMO CONSTRUCCIÓN SOCIAL
mismos. uLa sociedad del riesgo global, pues, avanza haciendo equilibrios
más allá de los límites de la gurabilidad" (BFCK, 2002:49). Los riesgos, El acercamiento al concepto de nesgo se puede hacer
asociados al desarrollo tecnocientífico, eluden de hecho el control de las desde diversas perspectivas, pudiendo destacarse tres
instituciones encargadas de proteger a las sociedades, que se están grandes líneas CEREZO Y LUJÁN, 2000:65SS.):
volviendo ingobernables.
En primer lugar, está el enfoque técnico, propio de
la actividad ingenieril. Sostiene una perspectiva
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realista, desde a que se considera que el riesgo es una característica objetiva de las
distintas actividades, susceptible de ser calculado probabilísticamente de manera
aproximada, mediante la aplicación de una fórmula (el riesgo es igual al producto de la
probab'lidad multiplicada por la magnitud del daño). Con ello se pretende obtener criterios
de aceptabilidad de riesgos, al establecer comparaciones entre ellos. Este planteamiento, a
pesar de resultar el más relevante en la actualidad, no carece de dificultades importantes:
la determinación tanto de la probabilidad (en muchos casos, se trabaja sólo con
probabilidades hipotéticas y meramente plausibles) como de la magnitud del daño (no
existe una unidad universal para medir homólogamente daños de carácter diverso: físicos,
psicológicos, económicos, medioambientales, morales, etc.) es muy problemática. Por otro
lado, este enfoque resulta en última instancia muy simplista, pretendiendo solventar toda
la problemática del riesgo a una tarea de información objetiva y cientffica que contrarresta
los miedos irrac'onales de la población, que acaba convencida por los argumentos técnicos.
En segundo lugar, está e enfoque psicológico, que trata de subsanar la insuficiencia del
planteamiento anterior, al cual complementa. Hay que partir precisamente de la
discrepancia existente entre lo definido técnicamente como riesgo aceptable y lo que las
personas están dispuestas a aceptar en realidad. Se trataría por tanto de descubrir las
variables que influyen en la percepción subjetiva del riesgo, que, repetimos, no concuerda
habitualmente con la objet'va (que, en muchos casos, por lo dicho antes, no es sino otra
subjetividad, la del ingeniero). Los resultados de estas investigaciones permiten establecer,
por ejemplo, que los riesgos se aceptan mejor si son voluntariamente asumidos, si están
sometidos al
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gCCIECAD RIESGO 191 192INGENIEROg


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control del propio sujeto, si están vinculados a tecnologías En última instancia "son la percepción y la definición culturatradicionales, si su daño posible se
aleja en el tiempo, si se les las que constituyen e/ riesgc/' (BECK, 2002:215), destruyendo el encuentra alejado también en e espacio, si el daño conse-
monopo io de racionalidad detentado por la tecnociencia. No es cuente es reversible, reparable o compensable, etc. cierto que frente a la determinación
racional y científica del ries• En tercer lugar, está el enfoque sociológico. Desde él, el ries- go se encuentra la percepción irracional y social del mismo. La go
no es concebido como una característica ob' etiva de la perspectiva sociológica dispone también de su propia consistenrealidad ni como una propiedad
subjetivamente adscrita por cia, contrapuesta en ocasiones a a científica (de hecho, la actual el individuo, sino como una construcc'ón de carácter social,
conciencia social del riesgo se ha desarrollado la mayoría de las que depende de determinadas condiciones socioculturales y veces a pesar de y con la
resistencia de la tecnociencia). Es neceque ejercen a su vez una función dentro de la estructura de sario, en consecuencia, articular ambas racionalidades
(social y la sociedad. La noción de riesgo se elabora culturalmente, lo científica), porque como nos recuerda BECK, parafraseando a KANT: cual hace que cada
contexto social considere la gravedad de "sin racional•dad social, la raciona idad científica está vacía; sin determinadas situaciones e 'gnore otras. Es aquí
donde apa- racional 'dad científica, la racionalidad social es ciega" (BECK, rece con toda su fuerza el papel de la llamada op'nión públi- 1 998:36). ca y la
necesaria dimensión moral y política que tiene la cuestión del riesgo en nuestra sociedad: se trata, en el fondo, de determinar los nive es de vida aceptables,
deseables y justos para que una comunidad política decida.

Desde esta ú tima perspectiva, no es posible distinguir realmente entre riesgos y percepciones de riesgos. No hay una respuesta técnica definitiva sobre el
riesgo, pues el experto sólo aporta infor- IV. LA GESTIÓN DE LOS RIESGOS mación fáctica o
cálcu o matemático, pero no podrá determinar qué riesgo es soc'almente asumible. Por eso, Ejercicio 1
no hay "expertos en Aunque por todo lo dicho resulte en la práctica muy complicariesgos": a Elaborar ejemplos de a prop•a actividad profesional que
ilustren los diversos enfoques de riesgo que han sido detallados
pesar de lo que puedan decir sus apologistas, las deci. da, analíticamente podemos establecer
en el texto.
una diferencia entre, por un siones tecnológicas no pueden comportar unos cálculos adecua-
lado, análisis o evaluación (es decir, identificación y valoracion) de dos, objetivables,
previsibles de sus consecuencias. Y, aunque lo riesgos y, por otro, la gestión de los mismos.
hicieran, serían insuficientes e incluso irrelevantes frente a la con- Dado que respecto a la evaluación ya hemos hablado con ciersideración y decisión sociales.
Como dice RUCKFLHAUS: "En una ta extens•ón en el captulo anterior (Cf. supra capítulo III), vamos soc•edad en la que dominan los princip•os democráticos, las
per- ahora a centrarnos brevemente en la cuestión de la gestión de los cepciones de púb ico deben ser tenidas en cuenta. En vez de riesgos (Cf. CEREZO LUJÁN,
2000: 73-185).
hablar de riesgos objetivos y subjefvos, los expertos a veces hablan Ya desde el primer momento, y teniendo en cuenta lo constatade riesgos "reales" e
"imaginarios". Hay una cierta arrogancia en do hasta ahora —es decir, que el riesgo es inevitable en nuestro conesto —un elitismo que nos ha servido mal en el
pasado—. Más que texto social y que su reconocimiento, estimación y aceptab• idad es decretar la ignorancia del público e ignorar sus preocupaciones, una
construcción social—, hay que afirmar que el reto fundamental nuestros procesos de gobierno deben acomodarse a la vo untad del que se plantea es e de a
participación pública en la toma de decipueblo y reconocer su sabiduría ocasional" (LÓPEZ CEREZO Y LUJÁN, siones entre las distintas posibilidades de riesgo, en
la cuestión del 2000:94). intercambio de riesgos (algo a lo que estamos muy acostumbrados
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ME Licin
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tipo de riesgo que supone el


RIESGO 193 en todos los órdenes de la riesgo "contrapeso" (aquel que
vida: tomar un medicamento para superar provocamos o asumimos al
una dolencia supone asumir sus efectos actuar en la reducción o
secundarios; optar por la energía nuclear eliminación del riesgo sobre el
para cumplir con los acuerdos de Kioto que intervenimos, al que hemos
significa arrostrar el riesgo de accidentes llamado "diana") frente a riesgo
nucleares o la convivencia con residuos "diana" y la comparación de os
radioactivos durante muchas generaciones). sujetos afectados por el riesgo
Por lo que se puede ver en los "contrapeso" frente a los del
simples ejemplos apuntados, el riesgo "diana". Así tenemos os
problema de os intercambios de siguientes tipos de intercambio:
riesgos no es privativo de la gestion de
los mismos. Ya aparece en su • desplazamiento de riesgo:
evaluación, pues hay que saber cuando el riesgo
identificar y valorar los riesgos que "contrapeso" es del
pueden aparecer como consecuencia mismo tipo que el "diana"
necesaria de a reducción o eliminación y afecta a la misma
de riesgo "diana" (aquel que hemos población; esto podría
'dentificado y sobre el que queremos ocurrir si para reducir la
actuar). Además, hay que ser dependencia energética
conscientes de que la opinión pública de una fuente (el
es muy sensible a determinados petróleo) importada se
riesgos cuya eliminac'ón cornporta la sustituye por otra (e gas
aparición de otros menos populares. natural) de la que
La gestión pública de riesgos ap tampoco se es productor;
icada a a compleja cuestión de su • sustitución de riesgo:
intercambio ha de tener en cuenta que cuando el riesgo
dicho intercambio tiene cuatro
"contrapeso" es de
modalidades distintas, en función de distinto tipo que el
dos parámetros: la comparación del
"diana", pero afecta a la
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misma población; por ejemplo, esa reflexión con la del modo como se reparten los riesgos e incluso los males y,
cuando se aminora el riesgo de consecuentemente, las compensaciones que han de acompañarlos.
quemaduras utilizando tejidos De esta constatación de la necesidad de la gestión pública del riesgo se derivan al
con amianto, que es menos tres claras consecuencias: partid pación, prudencia y control.
cancerígeno; por un lado, si no hay fundamento para la actitud tecnocrática, si nadie tiene
•transferencia de riesgo: cuando conocimientos adecuados para diseñar el futuro, hace falta una participación
el riesgo "contrapeso" es del intensa por parte de todos os ciudadanos en la toma de decisiones, es necesaria una
mismo tipo que el "diana", pero profundización en la democracia y una intensificación de la relación entre os nuevos
afecta a una población distinta; movimientos socales y las estructuras tradicionales de participación sociopolffica
por ejemp o, cuando se (partidos, s•ndicatos). Esta participación viene avalada al menos por tres razones
trasladan los residuos químicos (LÓPEZ CEREZO Y I_UIAN, 1 79): una de carácter instrumental, que destaca que es la
tóxicos del lugar en el que se propia participación de la ciudadanía el mejor modo de superar la desconfianza y a
resistencia de la población a las propuestas problemáticas; otra normativa, que
producen a otro distante en el
muestra a radical incompatibilidad entre democracia y tecnocracia y finalmente, la
espacio;
sustantiva, que recuerda, como ya
PARA INGE2HERog transformación de riesgo: cuando el riesgo "contrapeso" es de
distinto tipo que el "diana" y también afecta a distinta población que el mismo;
podríamos aquí citar algunas medidas, como as de frenar el calentamiento de planeta
producido por la emisión de gases de efecto invernadero de un país, conservando y
ampliando la extensión de a selva tropical en otro, dificultando a su vez su
industrialización.
Ejercicio 2
Elaborar ejemplos de la propia actividad profes•onal que
ilustren los diversos modos de gestión de riesgos mediante su
intercambio que han sido detallados en el texto.

También es importante constatar que, dado que resulta iluso pensar en su supresión
total, la distribuc'ón de riesgos de un modo justo y equitativo se nos aparece como uno de
los grandes retos de la gestión de los mismos. Si hasta ahora a reflexión ética de carácter
social se centraba en el modo como se d'stribuían las riquezas, ahora hay que comp etar
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g'XIE:DàD RIEgca J 95

hemos insistido, que las opiniones de los no expertos son tan va


iosas y razonables como las de los peritos.
Por otro lado, si el futuro es imprevisible, si el riesgo es un
dato particularmente relevante de nuestra realidad, se hace más
necesaria todavía la virtud de la prudencia, la sabiduría práctica
que nos ayude a tomar las decisiones más adecuadas. Como
decía ARISTÓTELES, la delberación concierne precisamente a
aque as decisiones importantes cuyo resultado no es claro o
incluso es indeterm'nado (Etica Nicomáquea III, 3, 1 1 12b, 7-1 1).
Pero, en tercer lugar, no basta la deliberación prudencial de
corte aristotélico, es necesario ejercer un control efectivo sobre las
decisiones al menos en tres niveles: el autocontrol de la
comunidad tecnocientífica (en el que os códigos deontológ•cos
juegan un papel relevante), el control político (a través de la
normatividad jurídica) que ha de responder cada vez más al reto
de la globalización con legislación de ámbito internaciona y,
finalmente, el control social de los dos niveles anteriores a cargo
de los ciudadanos adecuadamente asociados'.

BIBLIOGRAFÍA

BECK, U. (1998), sociedad del riesgo, Pa•dós, Barcelona.


BECK, U. (2002), sociedad del riesgo global, Siglo XXI, Madrid.
LÓPEZ CEREZO, JA. y LUJÁN, J.l_. (2000), Ciencia y política de/ riesgo, Alianza,
Madrid.
vv.AA. (1993), ¿Hacia una sociedad del riesgo?, número
monográfico de Revista de Occidente 1 50 (1993).
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para otro análisis del compromiso de la ingeniería con la


seguridad en el que se aplican conceptos clave a algunos casos
de desastre conocidos, puede consultarse MARTÍN, M.W. y
SCHINZ NGER, R. (2005), Ethics in Engineering, McGraw-Hill
Nueva York.

FERNANDEZ BUEY, F. (20001, Ética filosofía política, Bellaterra. Barcelona, pp.


269-303.
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LA INGENIEROg

E
Licin resulta relativamente sencillo
recoger todo su valor intrínseco y
reformularlo en categorías actua
mente vigentes, herederas
indiscutibles de su patrimonio. Así,
cuando hablamos de racionalidad
práctica -entendida como el modo
Capítulo 6 de razonamiento especifico de la
dimensión práxica del ser humano,
La virtud: que le permite tanto afrontar la
diversidad de situaciones novedosas
la prudencia como de fundamentar
comportamientos correlativos a
sus

dichas circunstancias—, no estamos


sino recalificando el proceso
deliberativo, enjuiciativo e
imperativo propio de la prudencia.
Así también, cuando hacemos
permanente uso de concepto "ética
INTRODUCCIÓN aplicada" (considerada como el
intento de adecuar y aplicar los
Abordar la categoría ética de la prudencia desde la principios éticos a los diversos
perspectiva ética es como rescatar un tesoro olvidado y perdido. ámbitos de la vida cotidiana) 198
Fue un e emento nuclear en a reflexión moral clásica y medieval, PARA INGENIEROB nos
pero desde la Modernidad comenzó un proceso imparable de acercamos' a la tarea propia de la
devaluación que la ha llevado a ser un concepto apenas prudencia, que no es otra que la
estudiado por la ética contemporánea. Se puede decir que es una de mediar entre os grandes
virtud pasada de moda. principios y las circunstancias
Sin embargo, como intentaremos mostrar en las siguientes concretas en las que deben ser
páginas, la prudencia es un dinamismo moral necesario y puestos en práctica. Por ú timo, la
fundamental y especialmente lo es hoy en día, en las actuales actual y todavía creciente relevancia
condiciones de desarrollo tecnocientífico. Probablemente, no sea en la reflexión ética contemporánea
ya posible recuperar el prestigio del concepto prudencia, pero sí de la categoría responsabilidad' no
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hace sino recoger el testigo de la clásica prudencia en cuanto que explicitado en a introducción, nos basta con recoger, a modo de
ésta prevé, sopesa y asume las consecuencias de las acciones ejemplo y con el evidente peligro de simplificación, algunos de
surgidas de su proceso deliberativo. los hitos fundamentales de la reflexión ética acerca de la
E esquema de estudio de la prudencia que vamos a desarrollar es extremadamente prudencia. En concreto, vamos a centrar nuestra exposición en
sencillo. Comenzaremos con un acercamiento histórico a la categoría prudencia, que nos ARISTÓTELES, TOMÁS DL AQUINO, KANT Y ADAM SMITH.
permitirá, por un lado, mostrar el cambio y devaluación de significado que ha padecido y, por
otro, recoger elementos importantes para realizar posteriormente una breve aproximación No podemos propiamente Identificar ética aplicada y prudencia porque, como
más conceptual y sistemática. Terminaremos exponiendo distintos aspectos que concurren en repet remos más adelante, ésta se distingue del conocimiento ético por su rela•
a prudencia actuante, subrayando de manera especial la problematicidad esencial que la ción directa con la actuación concreta, La ética aplicada, por su parte, no tiene
entre sus tareas la solución de casos concretos sino diseñar principias y
rodea, particularmente en el mundo contemporáneo. dimientos mediatamente vincu ados con la acción; en caso contrario, dejaría de
ser ética formar parte de a moral,
Relevancia debida a las nuewaS y que la ciencia y la técnica Otorgan a la acción
ll. VISIÓN HISTóRICA humana y Su repercusión en a misma ética, ha analizado JONAS (1995) Su
reiteradamente citada Obra E,' principio responsabilidad. Ensayo de ética para
No pretendemos aquí realizar un estudio exhaustivo del concepto prudencia a través de la
Barce ona.
historia del pensamiento occidental. Para los propósitos que nos hemos marcado y hemos
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VIRTUD: LA 199 200

11.1. La prudencia clásica: Aristóteles mera se diferencia en que su ámbito de actuación es la realidad
Para ARISTÓTELES, la phrónesis (traducida posteriormente como contingente y no necesaria. Este rasgo, compartido con la habilidad, no puede hacernos
confundir ambos conceptos: mientras prudencia) ocupa un lugar destacado entre las virtudes dianoéticasa, y es definida como "un modo de ser racional
verdadero y práctico, que para el sujeto hábil la calidad del fin resulta indiferente, la prudencia es la habilidad del virtuoso, preocupado por la morarespecto de
lo que es bueno y malo para el hombre" (Ética nicolidad del fin y de os medios a emplear para su consecución'. El máquea VI, 5, 1 140b 5). Para iniciar su
estudio, hace un planteahombre prudente es el capaz de deliberar, y más prop'amente, de miento metodo ógico cuando menos curioso y muy significativo: de
iberar de una manera correcta. La deliberación es una consapodemos llegar a comprender su naturaleza, considerando a qué tante en la relación que
mantiene el ser humano con el mundo hombres podemos llamar prudentes" (Ética nicomáquea VI, 4, 1 140a que le rodea y no una duda provisional y pasajera
que surge en 24). Con ello no hace sino destacar de manera especial el carácter circunstancias particulares muy excepciona es. En realidad, existencial y
netamente antropológico de la prudencia: el hombre puede ser considerada como un sustitutivo, como un remedio prudente se convierte en su propio
criterio. Como dice AUBENQUE, para quienes tratan de encontrar por sus propios medios y esfuerla phrónesis "no es una virtud heroica, si se entiende por tal
una vir- zo lo que os dioses han rega ado gratuitamente a los más afortutud sobrehumana; pero a veces hace falta coraje, aunque sólo sea nados: la felicidad.
Paradójicamente, ARISTÓTELES nos propone en el del buen ju•cio, para preferir 'el bien del hombre', que es el obje• alguno de sus textos un modelo de
deliberación casi matemático to de la prudencia, a aquello que nosotros creemos que es el Bien (Ética nicomáquea III, 3, 1 1 121) 22-25), de algún modo
contraen sí" CAUBFNQLJF, 1999:9). El hombre prudente no es el simplemen- dictorio con su caracterización de la prudencia como virtud ded te utilitarista y
práctico, que vive al día sin principios ni criterios, tiene cada al mundo de lo contingente y adecuada a las circunstancias de hecho una visión de a totalidad,
pero que como humana que es concretas. Destacaremos, por último, que para ARISTÓTELES hay no puede ser sino concreta: "parece propio del hombre
prudente el una dimensión política irrenunciab e de a prudencia: vivir bien, ser capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno y conve- en plenitud, es
por encima de todo, convivir.
niente para sí mismo, no en un sentido parcial, por ejemplo, para la Como conclusión, podemos dec•r que la prudencia es, en salud, para la fuerza, sino para
vivir bien en generar (Ftica nicomá- ARISTÓTELES, un saber "humano" (AUBENQUE), en una doble acepqueaVl, 5, 1140a 25-28). ARISTÓTELES, haciendo gala
aquí de una ver- ción: humano, porque reconoce con claridad sus límites (que no Sión de su aristocratismo, nos advertirá que la prudencia es difícil de son
otros que los de la contingencia) y humano también porque ser transmitible, enseñable. presta toda su atención al hombre.
Tal y como se formula en la Ética nicomáquea, la prudencia se distingue tanto de la sabiduría como de la habi idad. De la pri- 11.2. La
prudencia medieval: Tomás de Aquino
El "tratado de la prudencia", que TOMÁs DE AQUINO desarrolla g En
ARISTÓTELES, a distingue phra:sis y En en las cuestiones 47 a 56 de la Suma Teológica 1-11, es uno de los textos, los phrönesis hablar del inmutable acerca del Ser Sin
en la Ética que tomamos fundamental, la designa la Virtud de 4. NOS encontraríamos aquí Con una formulación muy parecida a a que el pena parte
calculadora del alma, trata de IO contingente y samientO moderno ha hecho de distinción' entre racionalidad según as personas y las circunstancias, Esta duplicidad de ha lleva-
Etica para ingenieros — José M Guibert
mental (preocupada par la elección de los medios más eficaces para la consedo en muchos casos a los intérpretes del Estagirita a caracterizar la prudencia cución de un fin dado y
cuestionado' y a racionalidad ética (que se cuesaristotélica bien con unos rasgos puramente intelectualistas o, al tiona desde critericys y valores morales tanto el fin como los medios
necesarios un empirismo carente de princlpios_ paraSu obtención),
a
Ucín
ra ingenieros — José Guibert

LA INGENIEROg
como la causa primera por la que las
201 productos más acabados y brillantes de su demás virtudes cardinales (justicia,
magna obra, logrando una síntesis muy rica y fortaleza y templanza) son propiamente
al tiempo original de toda la reflexión anterior tales, a todas ellas informa y las hace
sobre la prudencia (las referencias explícitas, partícipes de sí, perfeccionándolas.
por un lado a la Biblia y los Padres de a Ig esia La prudencia natural —la única que
y, por otro, a filósofos como ARISTÓTELES y nos interesa desde una perspectiva
CICERÓN son numerosísimas). estrictamente filosófica y no teológica—
Para nuestro autor, no hay ninguna no es una cualidad innata, sino un hábito
duda de la importancia y necesidad para adquirido gracias a la repetición de los
la vida humana de la virtud de la actos prudentes. Puede d'rigirse hacia un
prudencia. Ésta es considerada como una fin bueno particular de la vida humana (y
virtud intelectual práctica con materia entonces es una virtud imperfecta) o
moral. Pertenece al entendimiento bien ordenarse al fin último de la misma,
práctico, a dirigir lo aprehendido a la alcanzando entonces su perfección. La
acción. Sin embargo, el objeto de la prudencia evita tanto caer en una moral
prudencia no es lo meramente factible, abstracta y desencarnada como en una
sino lo agible, aquella acción no que moral meramente situacionista o
perfecciona al ob'eto, producto de la consecuencialista: e ser humano
misma, sino al sujeto que la realiza, al prudente conoce tanto los principios que
agente que actúa. Por otro lado, esta ha de aplicar como la rea idad sobre la
preeminencia de la d'mensión práctica cual los va a apl car. Entre estas
de la prudencia es subrayada por el realidades, ocupa un lugar destacado el
Aquinate al destacar la importancia de su ámbito de la po 'tica, pues la prudencia
momento preceptivo o imperativo, no sólo corresponde al bien personal
precedido por la deliberación de los particular, sino
diversos medios y de juicio o
discernimiento de los que entre ellos 202INGE211îRog también al de la sociedad en su conjunto. Esta prudencia política no es
sean idóneos para la obtención del fin. exclusiva de los gobernantes, sino que también es necesaria en la totalidad de los
La prudencia ejerce la función de seña ciudadanos, pues todos ellos han de contribuir adecuadamente al bien común.
arles al resto de las virtudes no los fines, En el planteamiento de TOMÁS AQUINO (y aún más en la tradición escolástica que
sino los medios adecuados para su se inspira en él), a pesar de todo lo dicho, la prudencia comienza a perder valor. Se
consecución, entendidos como encuentra subordinada tanto a la sabiduría de la fe (que conoce el fin último) como a la
concreciones que pueden ser d ferentes conciencia (que conoce las leyes universales) y se convierte en el conocimiento recto
según las propias virtudes y los sujetos de lo medios adecuados al fin, abandonando su rasgo de rectora de la vida.
que las practican. Podemos considerarla
ingenieros — José M Guibert
11.3. La prudencia moderna: KANT y ADAM SMITH
La doctrina sobre la virtud de la prudencia, que se desarrolla espléndidamente,
como hemos visto, en la fi osofía clásica y medieval, se devalúa de una manera casi
definitiva —hasta nuestros díasdurante el período moderno. Dos autores, KANT y
ADAM SMITH nos van a servir de ejemplo para ello. Aunque de manera distinta, ambos
contribuyen a la pérdida de significado ético de la prudencia. El primero, de manera
contundente, negándole precisamente su condición de moralidad y su vincu ación con
la filosofía práctica. El segundo, de modo más sutil, haciendo una doble acepción de la
prudencia y prestando en la práctica atención exclusivamente a su significado menos
valioso moralmente. Veámoslo brevemente.
La doctrina kantiana de la prudencia se expone en el capitulo segundo de la
Fundamentación de la metafísica de las costumbres, cuando establece las distinciones
precisas entre los diversos tipos de imperativos. Entre los imperativos hipotéticos,
radicalmente distintos a los categóricos, es posible establecer una diferenciación: unos
son problemáticamente prácticos (aquellos que Se dirigen a un bien posible) y otros
son asertóricamente prácticos (se dirigen a un fin real de todos los seres humanos: la
felicidad)S. KANT nos dirá que los primeros son imperativos de habilidad y los segundos
de

5. Más ajustadamente que decir que Son asertöricos respecto al fin a feliCiclad), pero problemáticos respecto al
contenido (la el fin y los med os para su consecución).
Etica para ingenieros — José Guibert

LA LA PRUDENCIA INGENIEROg
Ma ucin consecuencias, e incierta la
realización adecuada de los
fines, inc uso lo más morales"
(AUBENQUE, 240).
VIRTUDr 203
ADAM SMITH, conocido casi exclusivamente por su obra de
prudencia. Éstos últimos, dado que carecen de la precisión de las Economía Política La riqueza de las naciones, fue sin embargo,
reglas de la habilidad y de la claridad del imperativo categórico, por
204 PARA
deben ser llamados más adecuadamente 'consejos' de
prudencia. Puesto que só o os imperativos categóricos son
encima de todo, un filósofo moral. En su reflexión titulada La
propiamente mora. les, ni hab'lidad ni prudencia —entendida teoría de los sentimientos morales", dedicó varias páginas a a
como la habilidad del sujeto para elegir los medios adecuados
prudencia. Él distingue entre una prudencia epicúrea y otra
para la consecución de su felicidad— pertenecen al ámbito de la propia del sabio académico o peripatético. La primera se ocupa
moralidad.
de cuidar de la sa Lid, el b•enestar, el prestigio y la fortuna del
Mientras que en el capítulo segundo de la Fundamentación de sujeto o, más sintéticamente, en definitiva, de asegurar las
la metafísica de las costumbres KANT ha tratado de mostrar que condiciones de su fe icidad. Se concreta en el cu tivo de una serie
los consejos de la prudencia no son mora es, por pertenecer a de valores (el trabajo, la sinceridad, la sencillez, la austeridad y el
una voluntad heterónoma, en la Introducción a la Crítica del ahorro...) que podríamos calificar como propios de la mora
juicio mostrará que las prescripciones de la prudencia no forman burguesa. Esta virtud de la prudenc'a es especialmente útil y
parte de la filosofía práctica, sino de a teór'ca, por ser de carácter necesaria para alcanzar las más altas cotas de competencia
técnico. En este contexto argumentativo, la prudencia es profesional y para reflexionar con profundidad y claridad acerca
considerada simplemente como un caso particular de la de los problemas con los que nos enfrentamos. Podríamos decir
habilidad. Podríamos decir que, en este punto, KAW asume una que también es propio de esta prudencia el carácter conservador,
de las diferencias que ARISTÓTELES establece entre prudencia y individualista y mesurado: rechaza los riesgos y novedades
habilidad (que no apunta a un fin determinado o parcial, sino que (haciendo de la seguridad su principal objetivo), así como
consiste en el discernimiento de lo que es bueno para vivir bien), entrometerse en asuntos que no son propiamente de su
pero rechaza la segunda (que la prudencia es una virtud moral, responsabilidad (incluso en aquel os que corresponden a las
que es la habilidad del virtuoso). para KANT, por el contrario, la causas más nob es y eminentes) y, en todo lo que hace, se
línea de separación estará entre moralidad por un lado y manifiesta de manera comedida y pudorosa. Frente a esta
habil'dad y prudencia por otro. A pesar de todo, la prudencia no versión de la prudencia —que por sus propias condiciones, es
es para KANT algo despreciable, destacando su utilidad y apreciada por todos pero nunca puede ser objeto de ferviente
prevención. por ello, no podemos dejar de cultivarla, siempre y admiración—, existe otra, que él califica de propia de los sabios y
cuando no contravenga a a ley moral. Además, le reconoce su que tiene por objeto propósitos más nobles y elevados. Es, por
especial papel en el ámbito de la política. tanto, superior a la anterior, combinando el valor con la
En resumen, el rechazo de KANT al carácter moral de la benevolencia, haciendo de respeto a la justicia y del autocontrol
prudencia le impide establecer una mediación, un puente entre señas de su identidad. Cuando alcanza sus más altas cotas de
teoría y práctica, entre libertad y naturaleza. El riesgo perfección "supone el arte, el talento y el hábito
consecuente "es el mismo inherente a nuestro mundo moderno,
un mundo en rigor 'imprudente', donde la proliferación de
medios, consecuencia del progreso científico, hace
paradójicamente cada vez más dúcil la previsión de las
Etica para ingenieros — José M Guibert
6. La de esta obra en 1 759 Sometida a citMles se crmsidera como definitiva su edlción, publicada 1790 Esta traducc'ón resulta —como
refleja el que para el tiene esta respecto a Una investigación y causas de riqueza de en
1776. paradóji-
casi toda la terminología
Sin embargo. ésta segunda la que le ha dado Su mayor cisamente ser interpretada la filosófica que el Estagirita
expresión de la autonomía de la nomía respecto de la moral (recordemos simplemente el concepto de "mano invisible"), Sin acuña— cuando menos
embargo, una lectura de La riqueza de las a a luz cle la de los sentimientos nos permitiría una distinta, y problemática. Ya se tome del
cucana a la %Oluntad del de las entre y La posib'liclad griego o del latín, 'prudencia'
o no de armonizar los contenidos de ambas obras es el núcleo del debate démico bautizado hace referencia a
con el nombre de "el problema Adam Smith".

205 conocimiento previo o a la


o disposición a obrar con la más completa corrección en cada visión anticipada,
circunstancia y contexto posibles. Supone necesariamente la mayor connotando precaución o
perfección de todas las demás virtudes intelectuales y morales. Es la previsión respecto al
mejor cabeza unida al mejor corazón. Es la sabiduría más perfecta resultado de nuestras
combinada con la v'rtud más cabal" (SMITH, 1997:387). Por último, acciones.
nuestro autor termina su reflexión indicándonos que así como la
206INGE211îRog
prudencia, unida a otras virtudes se convierte en lo más noble, la
imprudencia —que en sí misma no es objeto de odio— se convierte en Este carácter anticipatorio no hace sino descubrirnos la
lo más vil y despreciable si es acompañada de otros vicios. profunda articulación temporal que comporta la prudencia:
Por nuestra parte, queremos apuntar que no deja de resultar tiene una dimensión de pasado (uso de la experiencia
significativo que en el capítulo sobre la prudencia, ADAM SMITH acumulada y actualizada en a memoria), se pregunta por e
dedica varias páginas a la versión epicúrea de la misma, mientras presente (cómo actuar en las actuales y concretas
que la del sabio, superior a aque la, es despachada en un par de circunstancias) y prefigura el futuro inmediato (prestando
párrafos. Posiblemente pesa en ello el realismo del que nuestro especial atención a las consecuencias y resultados prev'sibles
autor hace gala constantemente: la prudencia del sabio lleva en de las distintas alternativas de acción posibles). La prudencia,
muchos casos a cuestionar el statu quo, el orden imperante y eso por otro lado, tiene un carácter eminentemente práctico. A
comporta demasiadas veces asumir el riesgo de perder en pesar de disponer de una dimensión cognoscitiva (deliberación
prestigio, fortuna y salud personales, que son precisamente el y juicio), la vinculación inmediata y estrecha entre dicho
objetivo de la prudencia epicúrea. Parece que nuestro autor, conocimiento y la acción concreta (a través de la imperación)
consciente de la probable contradicción entre las dos versiones es lo que a distingue del saber de la ciencia mora , de la ética.
de prudencia, silencia as consecuencias de la prioridad de la La prudencia se nos presenta, en definitiva, como el arte del
superior sobre la inferior. Si se per. mite el juego de palabras, desarrollo correcto del continuo deliberación-juicio-dec's'on,
ADAM SMITH parece hacer una descripción prudentemente iniciado en el momento intencional y culminado en la
epicúrea de la sabia prudencia superior, contribuyendo a su realización efectiva. Sue e ser aplicada a bienes o fines particu
devaluación. ares —en la clarificación de cuyos medios adecuados se
ocupará—, y así podemos considerarla como una necesidad
III. VISIÓN SISTEMÁTICA permanente de la vida cotidiana, en sus más diversas
Como respecto a otras categorías éticas, parece adecuado dimensiones o ámbitos (familiar, profesional, sociopolítica,
iniciar el análisis conceptual de la prudencia ofreciendo una etc.). Pero estas intervenciones puntua es o parciales —en las
primera aproximación etimológica. El término 'prudencia' que se pregunta por el qué, el cómo y el cuándo— las realizará
procede del latín pru. dens, que según CICERON y SANTO no es en el contexto de un marco más amplio y genérico, que es el
sino una contracción de providentis. Esta interpretación viene del fin o bien propio de ser humano, el de la felicidad, sea cual
reforzada por el antecedente griego prógnosis, alternativo al de
phrónesis, que es el término que utiliza ARISTÓTELES y cuya
Etica para ingenieros — José Guibert

LA LA PRUDENCIA INGENIEROg
sea la concreción que cada cual le dé a ésta. Desde esta perspectiva totalizante la prudencia no es
sino "el arte de vivir" (CICERÓN).
La prudencia realizará su fundón siempre en situaciones y circunstancias concretas, por lo que
necesariamente ha de articular una serie de elementos: los principios éticos, la experiencia
acumulada, el conocim'ento de la realidad y la creatividad. En esta tarea, la prudencia sólo puede
ser adecuadamente considerada como cualidad o virtud ética si media correctamente entre os
principios éticos y las circunstancias contingentes. Ni la sola intención o buena voluntad ni los
meros resultados (por positivos que sean) son garantía de actuación moralmente correcta.
Cualquier olvido o desconsideración en uno u Otro sentido manifestará una ausencia de prudencia
(en favor de unos principios éticos descontextualizados y por ello contraproducentes, expresión de
moralismo) o una falta de mora idad (en favor de una prudencia meramente utilitarista).
Propiamente, en ambas
Etica para ingenieros — José Guibert

INGENIEROg
MA Ucin puede decir que la conciencia
moral es quien idera el
proceso de deliberación o, de
otro modo, que conciencia y
207 prudencia se identiíican en
situaciones deficientes, hay una ausencia de verdadera moral o, lo que este punto. La conciencia
es lo mismo, de auténtica prudencia o sabiduría práct•ca. puede interpretarse
De lo dicho hasta ahora concluimos que la prudencia es una precisamente como la
virtud moral que interviene necesaria, intensa y expresión de a incertidumbre
permanentemente en la consecución de una vida humana plena y, ética en una situac'ón de crisis
por lo tanto, se halla en las antípodas de sus versiones más falsas y (bien porque el sujeto se
a la vez más populares. La prudencia no puede ser interpretada aparta del orden moral
como mediocridad, como simple precaución, como con208 siderado
contemporización sin compromiso, como ausencia de decisión, correcto, bien porque la
como evasión de responsabilidades... pues en realidad es la virtud norma a cumplir no es vista
propia de quien toma a iniciativa, asume el riesgo, carga con su como expresión de dicho
responsabilidad y afronta los desafíos. La prudencia no es "la orden), cuando no está
circunvalación del bien" (PIEPER), un modo de eludirlo, sino su segura de cuál es la decisión
búsqueda responsable. En definitiva, podemos decir que la adecuada, pues pretende
educación moral tiene en la educación de la prudencia —tal y respetar los principios de
como aquí ha sido considerada— uno de sus más sólidos actuación en una situación
fundamentos. concreta, algo que se
man'íiesta problemático en
muchas ocasiones. La
IV. LA PRUDENCIA EN ACCIÓN conciencia asume así la
responsabilidad de la
IV.I. La inseguridad de la deliberación
decisión, con e riesgo
La prudencia se desarrolla siempre y necesariamente en un implícito y evidente de a
contexto problemático. Ha de estar dispuesta y preparada para equivocación. Aunque se
acoger la sorpresa y la novedad. De hecho, el comportamiento suele decir que la incapacidad
humano lo es propiamente porque se desarrolla en un contexto para discernir el bien del mal
incierto y ab'erto, a diferencia de la respuesta instintiva animal, procede de una concienc•a
predeterminada y previsible. Es precisamente esta inseguridad la no adecuadamente formada,
que favorece y demanda la flexibilidad y a apertura a nuevas hay que reconocer que la
posibilidades. La prudencia, ya desde ARISTÓTELES —que en este educación moral, aun siendo
punto parece enfrentarse a la pretenSión platónica de la necesaria, no es suficiente,
universalidad, traducible en precisión, control y seguridad— no es pues en muchas ocasiones
una técnica mecánicamente aplicable. bien y mal morales no son
La sabiduría práctica o prudencial ha de vérselas con la realidad claramente identificables. La
empírica, contingente, en toda su particularidad y complejidad. Se incertidumbre es el contexto
Etica para ingenieros — José Guibert

LA LA PRUDENCIA INGENIEROg
en el que la conciencia ha de deliberar habitualmente, por lo que y su falta de limpieza ha de ser
su modo de actuar no es ni mecánico ni seguro. considerada siempre como
Este carácter problemático de la deliberación moral se ve agravado si, como hemos visto en el una excepción; en segundo
apartado precedente, el riesgo, con unas connotaciones particularmente novedosas, se ha lugar, esta excepcionalidad
convertido en una categoría nuclear de la realidad actual. adquiere su justificación
cuando no existe alternativa
IV.2. Debate medios/fines para la consecución del fin,
éste es sign'ficafvo para la
En el proceso deliberativo problemático, tal y como lo hemos caracterizado en este apartado, se
sociedad y el mal que
manifiestan múltiples tensiones: la existente entre la abstracción y universalidad de la ey y la con.
comporta el medo no resiste
creción y particularidad de la s'tuación, entre la formalidad de a regla y la solic'tud debida a las
la comparación del bien que
personas singulares o entre el fin pretendido y los medios necesarios para su consecución. Este
reporta e fin; en tercer lugar,
último aspecto es el que queremos tratar a continuación, por ser especialmente significativo en la
bajo ningún concepto la
deliberación ética.
maldad que comportan los
Tradicionalmente se ha venido a considerar a MAQUIAVEto como el propugnador, en su obra El medios ha de suponer un
Príncipe, de la teoría que defiende a justif'cación moral de los medios por a bondad de fin atentado grave contra los
pretendido. Esto no es del todo correcto, ya que el pensador florentino no planteó n•nguna derechos fundamentales de
propuesta moral, sino que analizó y describió la técnica política autonomizada respecto a la las personas. Aplicados estos
dimensión moral. criterios al caso de la
En este punto, es necesario aclarar que se trata de la situación en que un fin digno es capaz o no violencia, por ejemplo, parece
de transformar en buenos los medos moralmente reprobables utilizados para su consecución. El que difícilmente resisten a su
resto de situaciones —fin reprobab e o medios moralmente aceptables— no presentan ninguna prueba. En cualquier caso, y
dificultad ni discusión. para evitar una postura
MB IJcín acomodaticia, es necesario
mantener siempre despierta
la conciencia moral, lo que
significa hacer un
VIRTUD: LA 209 discernimiento profundo de
los criterios y, en caso de uso
La respuesta inmediata desde la ética es que el fin no justifica de medios impuros, hace todo
los medios, que el primero está ya presente de hecho en os lo posible por sustituirlos
segundos. Fines y medios no pueden concebirse por separado, se inmediatamente,
hallan tan íntimamente interrelacionados que la pregunta original abandonando el terreno de la
puede ser sustituida por su contraria: si los medios necesarios "ética herida" (R coEuR) en el
pueden I egar a des egit'mar un fin en principio positivo. Puede ser que ha penetrado.
interpretada esta respuesta como propia de la ética de la La tarea de la educación
convicción y fácilmente acusada de rigorista o de c • ega ante sus moral consiste entre otras
posibles consecuencias (que no por no deseadas dejan de ser cosas en armonizar dos
inmorales). ¿Qué respuesta más matizada se puede dar? En primer tendencias que se excluyen
lugar, hay que intentar el mayor grado de moralidad de los medios mutuamente: el idealismo
Etica para ingenieros — José Guibert

INGENIEROg
utópico y el pragmatismo romo. O dicho de otro modo, en ME Licin
términos weberianos, la convicc'ón y la responsab' idad. Se trata
de reconocer que para el sujeto moral, no solamente su objetivo
ha de ser un fin justo y felicitante sino que también lo es el camino
—los medios— que conduce a él. Solamente si los medios pueden
ser considerados a su vez como fines, si son deseados en sí y por sí 211
mismos, sin necesidad de verse justificados por algo superior o
distinto a cuya consecución sirven, el objetivo al que nos dirigimos en a regla. Para impedirlo, hay
es moralmente aceptable. que postular un tercer
La conciencia de que, en circunstancias de conflicto moral, no se momento, defin do por el
trata, habitualmente, de elegir entre los medios más adecuados, criterio complementario (C):
210 sino de elegir entre valores verdaderamente morales, "Co abora en la realización de
no es suficiente para tomar una decis•ón. Si e evamos a a categoría las condiciones de aplicación
de principio mora la propuesta kantiana de que todo ser humano de U, teniendo en cuenta las
debe ser considerado como un fin en sí mismo, esa idea no hará condiciones situacionales y
desaparecer las ocasiones en que es necesario emp ear medios contingentes".
dolorosos, pero sí reducirá al menos la injusticia y el cinismo. Por nuestra parte,
ampliamos y concretamos
IV.3. La resolución de los casos más esta cuestión con la
presentación de dos "mode
Como ya hemos insistido abundantemente, la prudencia actúa en las situaciones y circunstancias os" (uno de "principios", otro
concretas, deliberando primero y decidiendo después una actuación determinada. Se encuentra, por de "consecuencias") de
tanto, vinculada a los casos problemáticos particulares, que demandan una solución. Sin caer en el análisis y resolución de casos'
error de formular una propuesta de razonamiento s'log•st'co de aplicación automática, radicalmente
contraria precisamente a la esencia de la auténtica sabiduría práctica, pasamos a presentar algunas
reflexiones al respecto, en orden a orientar e dificultoso proceso deliberativo. • Modelo de principios,
A pesar de estar hecha en el contexto de la bioética, puede resultar muy sugerente cara a a deontológico, que
orientación de las decisiones morales en cualquier otro ámbito, la propuesta de GRACIA, articulada en constaría de os
tres momentos (GRACIA, 1991 : 188-1 91). Existe un momento a priori, universalista, de preeminencia siguientes pasos del
de la norma, caracterizado por el criterio "Para que una acción pueda considerarse moralmente proceso de iberativo: 1)
correcta, tiene que ser universalizable, de modo que no vaya contra el respeto debido a todas y cada Análisis de la situación y
una de las personas". Sin embargo, hay acciones consideradas como incorrectas en abstracto que, en establecimiento de los
determinadas situaciones, se pueden considerar válidas o incluso, como subrayó inquietantemente en problemas subyacentes.
su momento MAX WEBER, acciones genéricamente buenas que en determinadas condiciones resu tan 2) Determinación de los
negativas, por las consecuencias que acarrean; por eso es necesario el momento segundo, el de la principios morales
excepción a la regla, el de la prudencia, a posteriori, regido por el criterio "Para que las decisiones irrenunciables que
concretas puedan considerarse responsables y buenas, han de tener en cuenta las condiciones están en juego en la
particulares de los hechos y evaluar las consecuencias que posiblemente derivarán de ellos". El situación. 3)
problema subsiguiente es que la excepción aceptada en el momento segundo se transforme en a Elaboración de la
norma habitual, normas de actuación
que los garantizan. 4)
Etica para ingenieros — José Guibert

LA LA PRUDENCIA INGENIEROg
Formulac'ón de las decisiones correspondentes. 5) Intuicion producción de una planta química,
de los resultados y consecuencias previsibles, por si las fases propiedad de una mu/tinacional de gran
anteriores demandan alguna corrección. 6) Aplicación o prestigio y poder, a la que se siente
ejecución final. agradecicla por la confianza depositada en su persona.
• Modelo consecuencialista, comunitarista, teleo ógico, Por causas inicialmente desconocidas por ella, se ha
producido en la planta un escape de productos altamente
configurado alrededor de los siguientes momentos: 1)
tóxicos —aunque no inmediatamente letales—
Análisis de la situación y establecimiento de los problemas
para los seres humanos. Por precaución, detiene la
subyacentes. 2) Identificación de as distintas alternativas
producción de la planta e inicia la investigación
posibles. 3) Valoración hipotética de as alternativas a la luz
del siniestro, al tiempo que informa de
de: tradiciones éticas diversas, costumbres, normativas
la situación a sus superiores en la empresa.
jurídicas, experiencias personales, códigos profesionales... 4)
Inmediatamente después, éstos le comunican
Determinación de as consecuencias previsibles. 5) Esbozo de
que reinicie la actividad, pues la emisión
dec'sión y comunicación de la misma. 6) Ejecucion.
contaminante es periódicamente habitual en e/ proceso
Como se puede ver, ambos esquemas parten de una de producción y no hay estudios de la
determinada tradición ética (deontológ'ca en un caso, empresa que avalen su peligrosidad.
consecuencialista en el otro) pero asumiendo elementos Ainhoa —tras manifestar su queja por no haber sido
correctores procedentes de la otra. Así, el deontológico introduce informada en el momento de acceder a su puesto de las
el cálculo previo de las consecuencias o el teleo ógico el contraste condiciones de producción de la planta— obedece, pero
con la normatividad deontológica. Por otro lado, son dos modelos solicita bajo su responsabilidad, sin conocimiento de sus
que no se suelen dar en estado puro, pero sí que existe la superiores, un peritaje de una empresa
tendencia, por nuestra parte, de afrontar las situaciones desde una especializada, la cual emite un riguroso
de las dos perspectivas, influyendo signi- informe en e/ que se detallan los
peligros de las emisiones para la
población de las inmediaciones: algunas
7. Para la formulación de ambos modelos "os están suficientemente comprobadas (afecciones
inspiramos, respectivamente, en SCHMIDT, E. (1 993), crónicas en vías respiratorias, reacciones alérgicas
Moralización a fondo, Universidad del Pacifico, Lima y FRANCA, O. 996), cutáneas, irritaciones oculares...);
Ética para psicólogos, Désclee De Brouwer. Bilbao. otras, aunque conocidas, no están
212 PARA ficativamente en el tipo de decisión final. Por último, esta tendencia hacia un determinado suficientemente comprobadas y
modo de afrontar los casos o s'tuaciones morales comprometidas no puede hacernos creer que
nuestras decisiones se toman invariablemente desde dicha perspectiva; a inmensa mayoría de
nosotros, de modo no reflexivo, solemos recurrir a uno u otro modelo indistintamente.

Ejercicio 1
Resolver el siguiente caso, siguiendo uno de los dos modelos planteados en el texto.
Ainhoa Zulueta es una joven y brillante ingeniera y
recientemente, tras unos años como supervisora de sistemas y equi. pos
electrónicos, ha sido promovida al puesto de responsable de
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
ME

LA VIRTUD : LA PRUDENCIA 213 214 PARA INGENIEROg


Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
evaluadas (efectos tras la introducción de
las toxinas en la cadena alimenticia).
También se detallan en e/ informe las medidas
a tomar en el sistema productivo para evitar las emisiones así
como una cuantificación de los mismos. FI mismo día que envía
e/ informe a sus superiores en la empresa, la planta que dirige
está bloqueada por los miembros de la asociación
vecinal, que acusan a la empresa de
emisiones tóxicas, al tiempo que denuncian
la relación causa/ entre éstas y el índice
extraordinario (J de cada mil, frente al por cien mil de
media estatal) de cáncer de pulmón que se
sufre en la comarca.
A pesar de su intención personal de hacerlo, Ainhoa recibe
precisas instrucciones de no entrevistarse
con los manifestantes, a la vez que se le
insinúa con cierta sutileza la existencia de
una política de soborno sobre las autoridades competentes que
garantiza la impunidad en la actividad
contaminante; tambrén se le comunica que
los datos del informe eran conocidos desde
hacía varios años por la empresa y que también se desestimó
en su momento la inversión en medidas
medioambienta/es, por excesivamente
costosa, hasta el punto de poner en peligro
la viabilidad de la planta, que da de comer
a un centenar de familias.
Consecuentemente, se le advierte que el
gasto realizado en el informe es considerado por sus
superiores como un error en su gestión de la planta, por resultar
innecesario. A la mañana siguiente, Ainhoa lee en
la prensa que el gabinete de comunicación de la
multinacional sale al paso de las críticas de la asociación
vecinal, asegurando que no se producen
emisiones con. taminantes, que no existen
informes que detallen los peligros del
proceso de producción y que éste está
sometido a los rigurosos controles de las
autoridades competentes. Puesta nuevamente
al habla con los superiores de la empresa, éstos le manifiestan
en un tono educado y correcto que le pagan un sustancioso
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
salario para obedecer y solucionar problemas, no por generarlos
y que comienza a preocuparles la actitud que está tomando en
este caso, pues puede dificultar su previsible promoción
posterior dentro de la empresa. ¿Qué ha de hacer Ainhoa?
BIBLIOGRAFIA

ARISTÓTELES (1988), Ética nicomáquea, Gredos, Madrid.


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TOMÁS DE AQUINO (1990), Suma de Teología, volumen III, BAC,
Madrid.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

INGENIEROS

ME Esta teoría, bajo sus distintas


denominaciones, ha alcanzado una
significatividad importante en el
abordaje de diversas cuestiones
económicas, sociales, políticas y
también filosóficas.
En estas páginas, para ser
Capítulo 7 El coherentes con e planteamiento
general de la obra, no vamos a
método: la teoría de la desarrollar la teoría de la decisión
en extenso sino que vamos a
decisión o de la centrarnos en su aplicación al
ámbito ético. Sin embargo, esta
elección racional tarea no puede ser realizada sin un
acercamiento, aunque sea somero,
a la teoría general de la decis•ón y
sin una formulación, aunque sea
más intuitiva que rigurosa, de
conceptos y categorías
fundamentales de la misma.
l. INTRODUCCIÓN Intentaremos hacer 216 esto
Hemos concluido el apartado anterior dedicado a la prudencia último evitando los formalismos
apuntando dos modelos de resolución de casos morales. Esto nos lógicos y matemáticos, con lo que
provoca inmediatamente una cuestión vital, especialmente nuestra exposición ganará en
significativa en a práctica profesional y en concreto en la agilidad y sencillez, pero perderá
ingenieril: dado un contexto de riesgo y guiándonos por la virtud capacidad demostrativa (para o
de la prudencia ¿existe algún modo rac•onal, humano, de tomar cual, remitimos al lector a la
decisiones? ¿es pos'ble llegar a hacer elecciones que resulten bibliografía de referencia al final de
correctas y acertadas? este capítulo).
Con el nombre de teoría de la decisión o de la elección
racional vamos a referirnos precisamente al conjunto formado ll. LA TEORÍA DE LA DECISIÓN
por teorías de carácter matemático, lógico y filosófico (como por
ejemplo la teona de la probabilidad, la de la utilidad, la de juegos La teoría de la decis'ón puede ser considerada desde una
o la de elección social) que se ocupan de las decisiones que perspectiva descriptiva (cómo se toman las decisiones) o
toman los individuos racionales, ya sea aisladamente o en grupo. prescriptiva (cómo se deben tomar las decisiones), o que ha dado
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

EL TEORfA DE LA O

ugar, respectivamente a planteamientos más empíricos o especulativos. Tal vez, evitando Un simple e intuitivo análisis de las decisiones nos lleva a
distinciones artificiosas, sería mejor hablar de la existencia de una gradación progresiva que, determinar lo siguiente:
partiendo de a investigación experimental acerca de los procesos de e ección desarrollados por
los seres humanos, vaya hacia la formulación de las condiciones teóricas que habría de cumplir toda decisión comporta actos (intervenciones posibles de los
una decisión para ser considerada plenamente racional. su 'etos partic "pantes, entre las cuales es posble elegir),
En cualquier caso, lo que resulta claro es el objeto de la teoría de la decisión: la postura, estados (condiciones en las que se producen os actos) y
elección o decisión que toman los sujetos racionales individual o grupalmente. En este punto ya resu tados (efectos previsibles, consecuencia de a
es importante destacar que mientras la teoría de a dec'sión grupal se ha ocupado de desarrollar articulación de actos y estados). El conjunto de todos estos
líneas de conducta comunes para todos los miembros de colectivo y de distribuir los recursos elementos se expresa gráficamente en as llamadas tablas
del mismo entre sus miembros de una manera justa, la teoria de la decisión individual se ha de decisión, que contienen una fila por cada acto, una
centrado en analizar cómo los individuos pueden promocionar sus intereses personales, columna por cada estado y una entrada en cada casilla que
cualesquiera que éstos sean, sin entrar en consideraciones morales al respecto. corresponde al resultado de
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

EL DE LA O DE
MS

DÉ LX217 218INGE2iIERog

acto de esa fila y del estado de esa columna. Cuando dibuja- • la regla pesimismo-optimisrno:
comb•naría a maximin con mos una tabla de decisión (o su homólogo árbol de decisión), a maximax,
determinando cada sujeto el índice de optimislo que hacemos es establecer una especificación del
proble- mo para cada situación de decisión y eligiendo el acto que ma, que ha de ser lo más exacta
y completa posible'; dé el mayor resultado;
• las decisiones pueden tomarse bajo la condición de certeza el principio de razón insuficiente:
nos propone calcular pri(se conocen de antemano los efectos de la decisión), bajo mero las utilidades
esperadas para cada acto suponiendo de riesgo (entra en juego
la probab idad) o bajo ignorancia (se que cada estado es Ejercicio 1
igualmente probable, y elegir posteriordesconocen los
resultados posib es), siendo precisamente mente el acto que Leer el siguiente caso y responder al
tenga la mayor utilidad esperada. estos dos últimos tipos los cuestionario adjunto.
que resultan problemáticos y alrededor de los cuales se ha Juan Baeza es un ingeniero de organización,
desarrollado la teoría de la deci. Todas estas reglas tiene jefe de personal de la empresa "La
razones a favor y en contra, no está claro Sión. Veámoslos
brevemente. cual es la preferible y además pueden resultar Eficiente", líder nacional en la
contradictorias entre sí. Hay teóricos que creen posible fabricación de vagones de transporte
determinar condiciones que eli11.1. Decisiones bajo ferroviario tanto de pasajeros como de
ignorancia minarían todas las reglas sa vo una, pero en mercancías. Los resultados económicos
última instancia concluiríamos con toda probabilidad que no avalan esta posición en e/ mercado
hay n•nguna regla cuyo Los teóricos de la decisión establecen (crecimiento ininterrumpido del 100/0 de
un conjunto mínimo de uso sea siempre racional, sino que
distintas situaciones demandan condiciones de ordenación los beneficios en los últimos diez años) y
(cfr_ RESNIK, 49s.) que deben ser satisíe- reglas distintas. e/ auge de infraestructuras (tren de alta
Por lo tanto, parece más adecuado profundizar en chas por las velocidad, metro en las grandes ciu.
preferenc'as de un agente ideal racional, aunque con la darles, búsqueda de alternativas al
identificación de las condiciones en las que resulta pos'tiva transporte de personas y mercancías por
y frecuencia es posible elegir racionalmente sin que se
cubran todas adecuada la aplicación de cada una de las carretera...) potenciado por las
distintas reglas, en vez esas condic•ones. Se suelen llamar autoridades gubernamentales, hace que las
previsiones para los próximos diez sean aún
funciones de utilidad o escalas de determinar cuál entre más optimistas (estimaciones del 20% de
todas ellas es la que responde mejor a de utilidad a las crecimiento anua/ de los beneficios). Sin
distintas maneras de numerar los elementos en un todas las embargo, los máximos responsables de la
condiciones posib es en su conjunto. orden de empresa han marcado como objetivo la
preferencias. ¿Qué criterios se consideran
obtención del 25% de incremento anual del
beneficio, para lo
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

EL TEORfA DE LA O
adecuados para mostrar las preferencias, para ordenarlas racionalmente? Son varios los que se plantean,
entre os que destacan:

• la regla maximin: de carácter conservador, invita al agente a comparar las utilidades mínimas de
los distintos actos y a elegir aquel acto cuya utilidad mínima tenga e máximo valor, es decir, que se
maximicen las utilidades mínimas; la regla minimax: nos invita a seleccionar un acto cuyo
arrepentim'ento —cantidad de oportunidad perdida— máximo sea min.mo;
• la regla maximax: propia del optimista desenfrenado, anima a aspirar al mejor de los resultados
posibles;

Ya en este punto encontramos con un número


significativo de problemas fi osóficos acerca de las
especií'caciones de os problemas, tratamiento
desborda nuestras posible una descripción
adecuada de os estados? requiere ésta
valoraciones —también decisiones, por tantO—
del sujeto no Son necesariamente o mismo
correcta que decisión raciotvN, etc.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

EL DE LA O DE
Me probabilidades adicionales a
partir de as que ya
conocemos, cálcu o que se
ha desarrollado
TEORfÀ LA219 grandemente en la teoría
cual han decidido, entre otras medidas, la matemática y especialmente
reducción de los costes salariales, tarea que han en ámbitos empíricos como
encomendado a Juan Baeza. Éste se encuentra ante un dilema la estadística, llegándose a
serio: por una parte, se cree capaz de elaborar un plan formular multitud de leyes y
adecuado para alcanzar el objetivo propuesto teoremas. La probabilidad
(prejubilaciones para los trabajadores más ha s'do interpretada de
veteranos, despidos para los más jóvenes, pues las diversas maneras, ninguna
indemnizaciones resultan muy escasas, subcontratación de de ellas blindada a
múltiples servicios...) y es consciente de que su realización objeciones:
puede suponerle una promoción interna importante; por otra
parte, sin embargo, no entiende la decisión tomada • las interpretaciones
por /a dirección, habida cuenta de los resultados objetivas consideran
habidos y previstos, la implicación y sacriíicio de los que la probabilidad es
trabajadores más veteranos en épocas una propiedad de la
anteriores más difíciles (hace dos décadas parecía que se realidad, que por
renunciaba al transporte ferroviario en el tanto mediante su
país), las razonables dimensiones de la cálculo se mide algo
plantilla y la buena integración de los independiente de los
nuevos trabajadores de los ultimos años; sinceramente, jucos humanos, que
cree que la decisión no es justa ni acertada. permanece
¿Qué ha de hacer Juan Baeza: cumplir con la tarea o constante. Puede a su
cuestionarla? ¿Por qué? ¿Qué modo de razonamiento vez ser considerada
acompaña a cada una de las posibilidades que configuran la como lógica (punto de
alternativa? vista clásico o
11.2. Decisiones bajo riesgo laplaciano) o empírica
(punto de vista de la
En las decisiones bajo riesgo hay que tener en cuenta tanto frecuencia relativa);
el cálculo de probabilidades como el de utilidades. 220 PARA INGE211ERog

Comencemos por el primero, que consiste en determinar


Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

EL TEORfA DE LA O
• por su parte, las interpretaciones subjetivas consideran la probabilidad como una medida de la
creencia o de la confianza del sujeto en una determinada afirmación, por lo que es variable.
Sin embargo, se puede seguir hablando de racionalidad, porque cuando el agente es
coherente, obedece las eyes del cálculo de probabilidades y puede ir incrementartdo
progresivamente dcha coherenc'a, de tal modo que habiendo comenzado con una asignación
de probabilidades aleatoria, siguiendo determinadas reglas, convergerá a largo plazo con las
probabilidades asignadas por los expertos. Además, no podemos olvidar que, dado que las
probabilidades subjetivas se definen en términos de comportamiento observable, pueden ser
medidas y conocidas objefvamente.

El segundo elemento a tener en cuenta en las decisiones bajo riesgo, como ya hemos indicado,
es el cálculo de utilidades. En este punto es obl'gatorio referirse a la teoría de la utilidad de JOHN
VON NEUMANN y OSKAR MORGFNSTFRN que, salvando los problemas que supone asignar valores
monetarios a todas las preferencias de sujeto, se basa en la idea de que las preferencias de agente
por una cosa concreta se pueden medir según los riesgos que está dispuesto a asumir para
conseguirla. Su teorema de la utilidad esperada nos muestra que las estructuras no numéricas
(como lo son las preferencias suficientemente ricas y comp ejas de un agente ideal) pueden ser
representadas numéricamente mediante una función de intervalos de utilidad que tiene, entre
otras, la propiedad de la utilidad esperada. Percatarse de este carácter representativo del teorema
es importante para descubrir el valor que rea mente tiene. Se limita a explicitar numéricamente una
información que ya existe en los hechos acerca de las preferencias de agente y, en definitiva, no
hace sino constatar una ev'dencia: 'tal escoger el acto cuya utilidad esperada es máxima el agente
hace simplemente o que quiere hacer!" (RFSNIK, 1998:1 70). O dicho de otro modo: si el teorema
sólo se puede aplicar a estructuras de preferencia ricas y complejas, es inservible para el sujeto que
las posee, porque de hecho ya prefiere o que la teoría le recomienda elegir. Para el resto de
agentes —reales y no ideales— el teorema puede sernos útil como guía y orientación para nuestros
propios procesos de decisión, siempre y
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EL TEORfÅ DE LA O DE

Ma espec•al claridad la
existencia de modos diversos
de racionalidad—, para
terminar hacendo algunos
ut'poco: LA ELEccrt'N 221 apuntes sobre la teoría de la
elección social.
cuando no caigamos en el error de creer que los agentes tienen
determinadas preferencias a causa de sus escalas de utilidad III. LA TEORÍA DELOS JUEGOS
porque en realidad es lo contrario: porque el agente tiene unas
determinadas preferencias es posible establecer sus escalas de Un juego es una situación
utilidad. En definitiva, se trata de no olv• dar que el teorema de en la que el resultado
utilidad es de carácter representativo. depende de as decisiones de
Son múltiples las objeciones hechas a la teoría de la utilidad, varios agentes (dos o más
entre las que destacan las formuladas a modo de paradoja, jugadores). Cada jugador
porque la critican globalmente y no sólo en aspectos concretos. debe elegir sus propias
Las más significativas son las siguientes: la paradoja de ALCAS decisiones sabiendo que los
(deriva de nuestra tendencia a preferir un cierto bien seguro a demás también lo hacen y
tener una probabilidad de un bien mayor: "más vale pájaro en que el resultado final se
mano que ciento volando"), a paradoja de ELLSBERG (derivada determina a partir de todas
de nuestra preferencia por los riesgos conocidos sobre os as decisiones tomadas. Hay
desconocidos: "más va e lo malo conocido que lo bueno por que hacer notar que aunque
conocer"), la paradoja de SAN PETERSBURGO (el agente tiende a los juegos son situaciones en
asignar valor infinito a un premio mejor a básico) y la paradoja las que la toma de decisiones
del PRLDlcroR o de NEWCOMg (refleja que de tiempo en tiempo incluye siempre a más
aparece una fuerte correlación entre dos tipos de fenómeno sin 222
relación causal entre ellos). Una conclusión posible respecto a la
teoría de la utilidad y sus consecuentes paradojas es que o éstas de un individuo, no pueden ser consideradas decisiones de
son pura ilusión intelectual (manteniendo la validez de a teoría) grupo, porque cada individuo elige una acción determinada con
o la teoría de la utilidad requiere una revisión en profundidad, la intención de promover sus propios fines. La teoría de os
que supone la posibilidad de formulaciones alternativas de juegos supone que los jugadores buscan maximizar su propia
elección racional. utilidad, son oponentes perfectos y conocen por completo la
tabla de juego así como las utilidades que corresponden a todos
Hecha esta aproximación general a la teoría de la decisión,
los resultados posibles. Los juegos pueden clasificarse según
vamos a centrarnos a continuación, por su interés ético, en la
varios criterios:
teoría de los juegos —donde precisamente se percibe con
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EL TEORfA DE LA O DE LA

así, hay juegos de información perfecta e imperfecta, en los que, respectivamente, se sabe o no 111,1. Los juegos competitivos de suma cero
lo que decide otro jugador; • los juegos pueden ser estrictamente competitivos, cuando los
Los juegos estrictamente competitivos de dos personas
intereses de os jugadores son completamente opuestos, o no estrictamente competitivos, si los
(también llamados de suma cero) han sido la parte de la teoría
intereses de los 'ugadores coinciden al menos parcialmente. Dentro de estos últimos se
de los juegos que más se ha desarrollado, por ser la más
encuentra la categoría de juegos cooperativos, que son aquellos en los que los jugadores pueden
sencilla'. Para solucionar el juego se puede seguir el
comunicarse y por tanto tienen la posibilidad de coordinarse estratégicamente. Lógicamente,
razonamiento de dominancia (elegir las estrategias que generan
cuando un juego es estrictamente competitivo a comunicación y los pactos no juegan ningún
al menos tan buenos resultados
papel, incluso si las reglas de juego lo consienten, ya que los Jugadores no pueden fiarse
mutuamente uno del otro.
2. Aquí nos a centrar ellos pues a juegos tres a jugadores la propia tecwía muy por
Esta cuestión de la consideración de tipo de juego ante el que nos encontramos no carece de el mmento, y no hay acuerdo en el de definir la Solución en en la cuestión de
importancia, y es especialmente relevante desde la perspectiva ética, porque dependiendo de esta las tiene una significativa.
caracterización se puede regir nuestra elección desde un determinado uso de a racionalidad u otro.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL ut•roco: DE LA O DE INGENIEROg
ME

TM)p.fA LA 223 224 PARA

como las demás y en algunos casos, mejores). Pero pronto com- interactúa con él, cuenta con que el otro hará lo mismo e introduprobamos que hay
estrategias en equilibrio (cuando ningún jugador ce consecuentemente la desconfianza como elemento fundamental puede mejorar su resultado cambiando
un'lateralmente su estrate- a la hora de decidir.
ga). Esto es, razonando cada jugador por su cuenta, ambos selec- Posteriormente, NASH extendió el campo de acción del teorema cionan su parte
correspondiente del par en equilibrio. Podemos y demostró que las soluciones del equilibrio también existen para denominar a esto la prueba de equilibrio
minimax para los juegos juegos entre dos participantes, que no son de suma cero. Hay, por de suma cero: "Dado un juego de suma cero, una condición nece-
tanto, una solución raciona fácilmente alcanzable cuando los intesaria y suficiente para que un par de estrategias esté en equilibrio es reses no son
estrictamente contrapuestos. En realidad, la decisión es que el pago que ellas determinan equivalga al valor mínimo de su más difícil y la solución
pretendidamente racional no es ni mucho fila y al va or máximo de su columna" (RESNIK, 1998:21 7-8). No menos satisfactoria. Esto es debido a que, por
extraño que parezca, todos los juegos de suma cero se dejan resolver mediante minimax. es precisamente el carácter absolutamente competitivo de os jue
Algunos juegos tienen varios puntos de equilibrio y el teorema de gos de suma cero el que posibilita soluciones satisfactorias (raciola coordinación para los
juegos de suma cero nos dice que si en un nales, estables, incluso óptimas podríamos decir, pues cada jugador juego de suma cero dos pares de estrategias
están en equilibrio tam- obtiene el máximo provecho posible dadas las circunstancias). bién lo estarán las combinaciones mutuas y además los valores
Cuando esta característica desaparece (pero no las de simultaneipara cada par son los mismos. Por ello a veces se recurre a estrate- dad o incomunicación
entre los participantes) la raciona idad indigias mixtas, en las que interviene el azar en las elecc•ones. vidual autointeresada que el•ge pares de estrategias en
equilibrio no VON NEUMANN se encargó de demostrar matemáticamente que es capaz de encontrar soluciones satisfactorias o, lo que es peor, cualquier
juego de suma cero entre dos personas tiene una solución puede legar a determinar alguna claramente insatisfactoria. racional. Esto es lo que viene a decir
su teorema minimax: "para Esto es precisamente lo que manifiesta el di ema de prisionero, cualquier juego de suma cero de dos personas hay al menos una
que no sólo plantea serios interrogantes acerca del carácter y natuestratega (mixta o pura) para cada uno de los jugadores que forman raleza de la
racionalidad operante en las s'tuaciones de juego, sino un par de equilibrio. Si hay más de un par en equilibrio, sus utili- que provoca interesantes reflexiones
acerca de a relación entre el dades esperadas son iguales" (RESNlk, 1998:227). Cada jugador, si ámbito de la racionalidad y el de la moralidad. decide
racionalmente, elegirá una estrategia que minimice las ganancias máximas de su oponente a la vez que maximiza sus pro- 111.2. El dilema del prisionero' pios
resultados mínimos.
Formalmente el dilema del prisionero es un juego de suma
disAnotemos brewernente algunas consideraciones a este teorema tinta que cero que tiene un único punto de equilibrio y estrategias para una comprension
más adecuada del mismo: e teorema no

dice que no se pueda conseguir un resultado mejor si el oponente


3. Aunque pueda significar una cita excesivamente arga,
vamos a describir el no sigue su propia estrategia de equilibrio; puede, consecuente- caso detalladamente, tal y como Io recoge Poundstone: "Se
detiene a dos commente ser racional jugar una estrategia distinta a la minimax. Pero de una banda criminal, prisic— está el teorema resulta
elegante y atractivo porque en cuanto el jugador aislado, o el La policía de las pruebas para os a pretende utilizar
Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL TEORfA DE LA O DE LA
estrategias mixtas, el teorema le indica cuál ha de Por tanto, piensan los dos a un de prisión, bajo ser su elección más racional. Desde una
perspectiva ética, interesa Cargo menor. a la el policía a cada prisionero un destacar que por debajo del teorema minimax de VON
NEUMANN se pacto digno de Fausto. Si testifica Contra Su compañero, será que dan por seguros unos supuestos antropológicos y morales
cuando el otro hay será trampa; condenado si los dos a tres prisioneros años de prisión, testifican acusado el uno por contra el cargo el otro, principal,se
conmenos discutibles: el sujeto racional tiene intereses opuestos al que denará a ambos a dos años en prisión,
MS
ra ingenieros — José Guibert Ucin

EL ut•roco: DE LA O DE INGENIEROg
y la mayor o menor importancia que
225 dominantes para cada jugador. De ahí se da a futuras interacciones. Un
que se puede predecir perfectamente cuál jugador autointeresado y en un solo
va a ser el resultado. La paradoja es que, lance desertará, evidenciando que el
aunque desde la perspect•va de cada
jugador las estrategias que él escoge son Se concede a os prisioneros un corto plazo de para que mediten a
las únicas alternativas racionales (las que Sin en ningún á cada uno la
coinciden en el punto de equilibrio), el decisión del Otro. hasta que él misrno haya
decidido Ambos Son informaque al Otto sc
resultado es todo menos óptimo. En pa
está haciendo a misma propuesta. A cada
abras de AXELROD: "E Dilema del
prisionero e preocupa Sólo Su propio
Prisionero es, simplemente, una bienestar. además de tratar de disminuir o
formulación abstracta de ciertas más posible su propia condena.
situaciones, muy corrientes y muy Los prisioneros podrían razonar del modo
interesantes, en las cuales o que siguiente: 'Sitestiíico, el otro prisionero lo
individualmente es óptimo para cada hace, me de la cárcel (en lugar de sufrir un
persona I eva a la defección mutua, y sin año de cmSi testifico, y el prisionero
embargo todos podrían haber obtenido también, a de tres). En me sale mejœ darle
las del delito a la justiCia. Si test'fico, se un
mejores resultados de haber colaborado
año mi lo que el otro tipo'.
entre SI (AxELR0D, 1 996:21).
El es que el otro prisionero puede y desde
Como se puede ver, la paradoja llegará, a a misma Si ambas partes un
radica en que en una situación de comportamiento racional, las dos
dilema de prisionero, jugada una sola testificarán, y serán condenados a dos años
en prisión, iSi se hubieran nega a declarar,
vez, es difícil iust•ficar como decisión sólo habrían sido condenados a un año cada
racional tanto la cooperación como la uno!" (PONOSEONE, 1995:175-1761.
deserción mutua. O dicho más 226 interés particular se antepone al colectivo, rechazando la
ajustadamente, desde la racionalidad solución intuitiva del sentido común; pero éste mismo nos muestra que en general
—individualista— cada Jugador a los que cooperan les va mejor —sobre todo si interactúan con otros cooperantes
quiere que el otro coopere mientras — por lo que merece la pena elegir como estrategia habitual a cooperación. Otros
él se ve tentado a desertar. autores prefieren ceñirse al ámbito estricto de la racionalidad y consideran que
Para muchos, dado que no se posiblemente nos encontramos ante dos formas distintas de la misma: la individual,
puede demostrar que lo correcto sea regida por el interés particular, y la grupal, que busca el bien común. El error
cooperar o desertar, la solución del expresado en el dilema de prisionero consistiría en aplicar la individua en un
dilema tiene no tanto que ver con la contexto grupal, porque a pesar de que cada sujeto decide individualmente, su
raciona idad como con el tipo de decisión influye en la del otro y en la de los dos tomados como conjunto.
persona que se es, con los valores En ambos acercamientos al problema se destaca [a aparición de un modo de
desde los que se rige, entre los cuales razonamiento, el cooperativo, que hasta ahora no había aparecido. Por eso, algunos
destacan la prioridad del interés críticos han buscado la solución al dilema del prisionero en la proposición de
particular sobre el general o viceversa
ra ingenieros — José Guibert Ucin

EL TEORfA DE LA O DE LA
estrategias cooperadoras de todo t'po (expresadas en normas legales, sociales y
morales), que impiden precisamente su aparición. En el siguiente apartado
analizaremos éticamente esta nueva perspectiva, aunque antes —para dar una
visión general de a teoría de los juegos— diremos brevemente algo sobre los I
amados juegos cooperativos.
111,3. Los juegos cooperativos
Aunque en su exposición y en la consecuente reflexión ética que ha provocado
hemos hablado permanentemente de estrategias de cooperación, el dilema del
pris•onero no es propiamente un juego cooperativo en sentido estricto. De hecho,
para que éste exista los jugadores han de coordinar intencionalmente sus
estrategias, de tal modo que pueden alcanzar resultados imposibles de conseguir
actuando independientemente y a la vez evitar los resultados que son peores para
ambos. ¿Cómo ograr la mejor e ección en estos casos? ¿Qué criterio utilizar para
decidirse por uno de los múltiples óptimos de PARETO' posibles? El modo de
responder a esta cuestión también es diverso: según NASH, se trataría de elegir
aquel punto

4. Un óptimo de Pareto sería toda aquella situación en la que ningún agente puede mejorar sus resultados
sin perjudicar los de otro.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL ut•roco: DE O INGENIEROg
MA
Etica para ingenieros — José Guibert ucin

EL ut'roco: TEORfn DE LA O DE LA INGENIEROg


TEORtn Como hemos visto, los criterios que la
RACIONAL 227 (punto teoría de os juegos recomienda para sujetos
de negociación) entre os diversos posibles (que racionales autointeresados no son válidos
forman la región de regateo), en el que su para los casos que expresan un dilema del
diferenc•a con el punto de fracaso (el ugar donde prisionero, pues no garantizan a cada
falla la cooperación) sea mayor para ambos part'cipante el mejor resultado posible.
Dicho de otro modo, los resultados que se
jugadores. Esta propuesta no está exenta de
obtienen en ese caso no son calificables de
problemas y por ello otros proponen determinar
óptimos de PAREJO, pues hay otros
el punto de distribución equitativa (aquel donde resultados que ofrecen mejores ventajas al
las ganancias proporcionales son idénticas para menos a uno de los jugadores, sin perjudicar
cada jugador y las mayores posibles). GAUTHIER por ello al otro.
por su parte considera que en vez de exigir que las Ante este hecho, algunos filósofos han
ganancias mínimas proporcionales sean idénticas, buscado mejores soluciones por otros derroteros,
demandemos la maximización de as ganancias que van fundamentalmente por la línea
mínimas y que elijamos el punto que distribuya la de hacer un uso "grupal" de la racionalidad o, más
máxima utilidad a cada uno de os jugadores entre contundentemente, de utilizar una racionalidad
todos los que cumplan esa condición. distinta, la cooperativa frente a 228 la
Con este breve apunte terminamos la egoísta. En definitiva, se parte de la consideración
exposición de la teoría de los juegos, en de que las preferencias individuales de cada uno
cuyo d'lema del prisionero hemos de los jugadores están tan íntimamente
descubierto una problemática de carácter vinculadas a las del otro, que es necesario
ético que pasamos a analizar a continuación. considerar el par de valores en su conjunto y no
solamente el componente que le corresponde del
mismo.
Ejercicio 2 De lo que se trata, por tanto, es de desarrollar una estrategia que
Formular situaciones habituales en la podríamos calificar de preventiva: se trata de razonar y actuar de tal manera
práctica profesional de la ingeniería, en sus que no nos veamos atrapados en dilemas del prisionero. De hecho, quienes
diversas especialidades, que puedan ser han sufrido en alguna ocasión esa paracloja han aprendido a tomar las
entendidas como juegos de suma cero o como medidas oportunas para que no vuelva a repetirse en el futuro. De este modo
juegos cooperativos. se asume, por limitarla que sea, una forma de moralidadS. Resulta así que la
teoría de la decisión, y en concreto la de los juegos, permite desarrollar una
argumentación que puede ofrecer una fundamentación de la moral: "Todos
IV. LA REFLEXIÓN ÉTICA A PARTIR DEL DILEMA DEL nos damos cuenta de que un individuo racional interesado exclusivamente en
PRISIONERO: iEG0ís,M0 0 sí mismo no es capaz de obtener en determinados juegos una solución
razonable. Inmerso en un juego semejante, puede dar gracias al cielo si no
acaba obteniendo el peor resultado posible. Por lo demás, este tipo de juegos
se dará con excesiva frecuencia en la vida real si no fuera porque adoptamos
comportamientos para evitarlos. Numerosos principios morales regulan esos
Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL ut•roco: DE LA O DE LA INGENIEROg
comportamientos, de manera que incluso aquellos agentes preocupados por posicionamientos críticos, lo hace
su propio interés deben conformar su conducta a estas reglas" (RESNIK, argumentando en su propio terreno. Su
1998:253); en conclusión, ser moral resulta racional. planteamiento comporta un reto metodo
Antes de pasar a la exposición de los planteamientos de dos autores ógico estimab e a la vez que poémico, que
significativos en la justificación del comportamiento cooperativo, es consiste en criticar la concepción dominante
importante apuntar ya en este momento la objeción principal que recibe este de racionalidad instrumental, económica,
tipo de propuestas. Sus críticos apuntan que el argumento presentado no partiendo de las premisas de dicha
resulta decisivo, pues lo único que demuestra es que el sujeto interesado exc racionalidad, con lo que se separa tanto de
usivamente en sí mismo so amente aceptaría los principios morales mientras criticos escépticos (Escuela de Francfort)
estuviera persuadido de que hacerlo le generaría los mejores resultados; de como de defensores de raciona idades
no ser así, seguiría siendo racional actuar inmoralmente, aprovechándose del sustantivas (comunitaristas). Es por lo tanto
sistema. Con lo cual, la apelación a la moralidad no hace un reformista de la racionalidad
instrumental sin abandonarla.
5. En el caso del dilema del prisionero presentado, la de silencio" que funciona en los La pretensión intelectual de GAUTHIER
ámbitos criminales. consiste en intentar demostrar que el

comportamiento moral es racional desde


229 sino generar un dilema del prisionero a gran una concepción instrumental de la
escala, que es lo que en filosofía politica se ha racionalidad. Según él, hay razones
venido en llamar "el dilema del gorrón" suficientes para que un agente puramente
Se podría decir que este es precisamente autointeresado deje de serlo
el reto que asume en la formulación de sus
reflexiones D. GAUTHILR. Pasemos a su 6. un ejemplo sencillo del mismo sería el del caso del
expoSición, que complementaremos con los defraudador de impuestos: a éste interesa evitar el
estudios empíricos sobre cooperación pago a Hacienda de los impuestos correspondientes a
desarrollados por R. AXELROD. su renta, mientras el testo de sus conciudadanos
cumple con su deber cívico. De ese modo conserva
íntegros sus ingresos y se beneficia de los servicios
IV.I. La propuesta de GAUTHIER comunes financiados entre todos. salvo por él
DAVID GAUTHIER es un autor canadiense mismo. Sin si tcdos o un número significativo de
declarantes piensan corno él y defraudan a las arcas
contemporáneo que, desde la publicación de
públicas, éstas Se resemtirían de tal manera que se
su obra La mora/ por acuerdo, se ha de prestar servicios generales, provocando
convertido en un punto de referencia importantes a todos. Corno en el dilema del
ineludible de o que podríamos denominar prisionero. en el del gorrón. cada uno "os tentados a
neocontractualismo liberal contemporáneo. desertar, mientras esperamos que el resto coopere; e
Nos vamos a interesar en sus reflexiones problema aparece do a muchos, o a todos, se nos
en este momento pues manifiesta una actuar así.
oposición a la concepción ortodoxa de la
racionalidad económica, pero, frente a otros
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EL ut'roco: TEORfn DE LA O DE LA INGENIEROg


230 y se convierta en moral. O dicho de otra manera, más radical, el sujeto comportaría ser una persona que decide seguir
plenamente egoísta, buscando siempre su beneficio, acaba descubriendo que le cooperando mientras sea razonable pensar que el
interesa, sin abandonar nunca su propio interés, actuar resto de agentes van a hacer lo proPio, mientras
En definitiva, la tesis de nuestro autor es que una correcta concepción del que eleg•r la deserción es ser una persona que
egoísmo dispone de recursos propios suficientes para explicar racionalmente desertará del proyecto común siempre que
comportamientos, como los morales, que no son precisamente considerados hacerlo le resulte beneficioso.
egoístas. De este modo, pretende desactivar las críticas que apuntan a que una Imaginémonos una situación teórica en la que
universalización de la racionalidad económica deja sin explicación gran número cada uno de los agentes puede adivinar lo que
de interacciones humanas, porque muchas de ellas no están movidas por el piensan los otros (es decir, qué tipo de persona
interés prop•o'. Para GAUTHIER sin embargo, basta con esta racionalidad son los demás) y demos por supuesta la hipótesis
económica correctamente empleada: lo que ocurre realmente es que es el habitual de que cada sujeto intenta maximizar su
mismo criterio del interés propio el que se impone autolimitaciones en su uso utilidad esperada (o lo que es lo mismo, se
para, en última instancia i0btener mejores resultados! De este modo se puede propone desertar). ¿Qué ocurriría? Dado que
llegar a solucionar el principal problema de la ética moderna, que no es otro, sabemos ante qué tipo de persona nos
según nuestro autor, que el de la reconciliación de la racionalidad con la moral enfrentamos, las posibilidades son claras. Por un
(cir. GALJTHIER, 1998:41 ado, todos rechazaríamos interactuar con el que
Si la argumentación de GAUTHIER es consistente, nos encontramos ante una pretende desertar, impidiéndo e part•cipar en
propuesta de fundamentación del hecho moral y de sus normas que no es otra nuestros proyectos en común. Por otro lado, si se
cosa sino una simple extensión de la teoría de a decisión racional de carácter produce un di ema del prisionero, o que
económico. verdaderamente interesa es no verse
Simplificando su exposición, la argumentación de GAUTHIER se puede desvinculado del proyecto conjunto. Por lo tanto,
desarrollar del siguiente modo: lo que interesa verdaderamente a agente es
Partamos de la idea de que el sujeto sabe que es muy probable que en e cooperar fielmente.
futuro se enfrente a un dilema del prisionero y que ha de elegir ahora el tipo de Imaginemos ahora unas condiciones más
decisión (cooperativa o desertora) que tomará en ese caso. Según nuestro autor, realistas, en las que los agentes no son
esta decisión equivale a elegir qué tipo de persona quiere llegar a ser uno: e egir precisamente adivinos, pero hay posibilidades de
la cooperación descubrir los comportamientos desertores y de
castigarlos con la exc usión de la empresa común.
Estas han sido recogidas en hoy figura ética "ser honrado es un negoC'O" o Si es así, puede ocurrir que un desertor tenga la
ética es rentable". suerte de interactuar con cooperantes sin ser
A este trabajos de K. E. BOULD•ING (La amor Alianza, Madrid, 1976). Desde una poctiva de análisis descubierto, por lo que podrá explotarlos, pero a
histórico de conceptos, ta ineludible de A. O. pasiones V intereses, FCE, México, 1978), donde Se
riesgo de ser expulsado si se desvela su actuación
muestra el deslizamiento y reduccionismo económico de un término tan fundamental en toda esta
desleal; también puede suceder que un
exposición como es el de interés,
ME
cooperador se encuentre con compañeros de la
misma actitud, que reconocidos mutuamente
pueden beneficiarse individualmente de a
empresa común.
¿Qué es lo que podemos concluir de aquí? Tal
TM)p.fA
vez no podemos probar que sea racional elegir la
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EL ut•roco: DE LA O DE LA INGENIEROg
cooperación cuando se produzca cualquier la utilidad en la elección de una disposición estable a elegir de un cierto
situación de dilema del prisionero —si fuese modo: ser una persona cooperante o explotadora. Lo importante no es
posible, no nos encontraríamos ante un auténtico tanto realizar elecciones exitosas cuanto pretender ser una buena
di ema de este tipo—, pero sí que cuando los persona (lo que supondrá, posblemente a la larga, garantizar mayores
beneficios que se derivan de una elección posibil'dades de realizarlas).
cooperativa se acercan a los que se obtienen Siguiendo con la racionalidad, hay que apuntar que GAUTHIER no cae en
mediante la explotadora (desertora) y la el racionalismo, sino que reconociéndole su valor, apunta los imites de la
probabilidad de cooperar con éxito supera la de razón y evita su absolutización. Como sus mismas palabras afirman, "quizá
desertar, entonces resulta racional cooperar. lo que mejor defina como racional a un modo de deliberación es
Dicho de otra manera, es racional elegir vivir precisamente el hecho de que garantice un resultado racional. Y en este
siguiendo la norma moral de la cooperación si sentido es claro que no siempre es racional deliberar racionalmente. De
tenemos una expectativa razonable de que los hecho, en algunas situaciones puede que lo racional sea no deliberar en
demás agentes la sigan y de que los beneficios absoluto" (GAUTHER, 1998:130).
sean superiores a los de vivir de modo • La clave para la solución de los problemas que GAUTHIER aborda están en
individualista. la consideración de que "la moralidad es esencialmente recíproca"
232 PARA
(CAJTHIER, 1 998:36). Es decir, solamente se producirán beneficios
mediante restricciones mutuas -esto es, cooperac'ón— si se dan dos
No queremos terminar esta exposición del pensamiento de GAUTHIER Sn
condiciones: que todos los agentes cooperen y que haya posibilidad de
destacar unos elementos importantes a la hora de caracterizarlo
mejores oportunidades porque todos se aceptan mutuamente como
adecuadamente, en concreto respecto a las categorías de racionalidad y
cooperantes fiables.
moralidad que maneja:
Siguiendo con esta caracterización de la moral según nuestro autor, hay
Parece que para nuestro autor, la racionalidad no se identifica, como en la que destacar que parece mangar un concepto muy instrumental de la
teoria económica al uso, con la maximización de la utilidad esperada en misma. La moralidad generaría razones que se imponen a las del
un momento electivo concreto (por muchas que sean las ocasiones en autointerés precisamente en los casos en los que dejándose guiar só o por
que el sujeto se vea en tal situación) sino más bien con la maximización de éste, los resultados serán perjudiciales para todos los agentes.
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EL ut'roco: TEORfn DE LA O DE LA INGENIEROg


Me

233 234
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Ejercicio 3
Realizar un análisis ético de la práctica empresarial del
EL ut•roco: DE LA O DE LA Umarketing con causa". Puede resultar iluminador INGENIEROg
hacerlo
Hecha esta breve —y muy parcial— exposición de los planteamientos de C,ALJTHIER, ¿qué teniendo en cuenta los planteamientos de CAUTHIER expuestos
decir de esta sugerente y bri lante formulación de nuestro autor? en el texto.
Antes que nada hemos de reconocer que su modelo de deliberación corrige y mejora sustancialmente el modelo economicista clásico, ortodoxo,
ofreciendo una explicación de la racionalidad humana más adecuada y cercana a la intuición que de la misma tenemos. Además, su propuesta de
fundamentación de la moral, en IV.2. Axelrod y la teoría de la cooperación la medida en que no se abso utice ni se tome como la única, es una A continuación
vamos a exponer brevemente y con grandes propuesta que no resulta despreciable sino, al contrario, valiosa dosis de simplificación os planteamientos de
ROBERT AXFLROD, que para ir configurando ese abanico de acercamientos parciales y rela- pueden ser considerados los mejores estudios existentes sobre
diletivos al por qué del hecho moral que en definitiva es la éfca. mas del prisionero iterativos, apoyados en pruebas realizadas por Sin embargo, no podemos
dejar de apuntar algunas de sus ordenador (AXELROD, 1996).
bilidades. Una de ellas, y posib emente fundamental, es la de E dilema iterativo del prisionero resulta interesante porque incorla coherencia interna de la
propia teoría: ¿es posible mantener al pora la dimensión de proyección de futuro. Como es previsible que mismo tiempo un relativismo axiológico (cada cual
se rige por su en largo p azo los dos jugadores interactúen con frecuencia, al propio interés) a través de la racionalidad instrumental y un uni- tomar la decisión
en un caso concreto se ha de valorar si un benefiversalismo normativo (en este caso, decidir y actuar de manera cio en un instante puede suponer un perjuicio
en el futuro. Para el cooperativa) que esa misma razón impone restrictivamente al inte- autor, su estudio muestra que es apropiado, racional, cooperar en el
rés propio? momento presente para asegurarse una cooperación en e futuro.
Junto con esta objeción podemos exponer unas cuantas más.
AXELROD somete diversas estrategias, desde las más sencillas
Así, por ejemplo no parece que haya argumento suficiente en la (como "desertar siempre", "cooperar siempre", "cooperar y deserpropuesta de GAUTHIER que
pueda convencer a un agente maximitar aleatoriamente") hasta las más complejas, a una simulación por zador de que adopte una actitud moral; lo que
verdaderamente le interesa a éste es no cooperar realmente y sólo aparentarlo (si tiene ordenador, que emite cómodamente los resultados que todas las
estrategias obtienen en un número determinado, más o menos éxito es así como maximizará sus resultados); esta teoría sólo resullargo, de ocasiones,
enfrentándose —lógicamente de dos en dos— ta atractiva SI se cump e algo que ella no puede garantizar (que todos los que Erman el pacto lo cumplan
siempre). Del mismo todas contra todas. La experimentación dio como resultado que la modo, se puede decir que no parece que la racionalidad individua
mejor estrategia era una tan simp e como "toma y daca" (o, "dontenga capacidad de generar la moralidad porque la suma de reíle- de las dan, las toman") que
"consiste sencil amente en comenzar xiones prudenciales no equivale a una reflexión moral. También cooperando, y a partir de ahí, hacer en cada jugada lo
que el otro podemos objetar que la teoría demanda sujetos humanos en pleni- jugador en la precedente" (AxFLR0D, 10). Esta estrategia parece tud de
condiciones fís cas y mentales, ¿qué pasa con los discapaci- resultar "victoriosa"' porque asume cuatro tipos de actuaciones lados íísicos y psíquicos? Por
último, parece que el compromiso de cumplir la norma que me exige cooperar sólo es posible cumplirlo 9. Entrecomillamos la palabra porque de
sorpresas que depara la experipor quienes parten del presupuesto de que el comportamiento mentación es que "toma y daca" nunca obtiene en cada partida
una puntuamoral es un valor y no sólo un instrumento para obtener mejores ción superior a su contrincante —no le gana— así y todo Obtiene los res
resultadcrs totales; Slntesis, "toma y daca triunfa provocando la cooperaresultados.
ción de Otros, no (AXEIROD, 1996:179).
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EL TEORfA DE LA O LA
Ma mundo de egoístas no
sometido a una autoridad
superior, a partir de un
pequeño núcleo de
ut'PODa: ELECCIóN 235 que contribuyen al individuos que basan su
éxito de toda reg a de decisión que las tenga en cuenta, pues a hace cooperación en la
sólida y robusta frente a las demás, en contextos diversos (AXELROD, reciprocidad" (AXELROD,
60): 1996:74). Profundizando en
este tipo de conclusiones se
puede llegar a establecer
• evitar conflictos innecesarios, ser decente o amable: tres etapas en la evolución
comienza cooperando y no deja de hacerlo mientras el de la cooperación
otro no deje de cooperar, no toma la iniciativa de la 1996:31):
defección nunca;
236 INGE211îRog
• ser provocable por defección ajena, ser vindicativa y capaz
de defenderse: responde con la defección 1 ) origen: la cooperación se puede iniciar en un mundo que
automáticamente y sólo cuando se ha producido la tenga por norma la defección incondicional;
deserción del otro jugador; 2 desarrollo y crecimiento: la reciprocidad tiene éxito en un
• mostrar indulgencia, ser capaz de perdonar: no es una mundo de estrategias p urales;
estrateg'a rencorosa, olvida la defección ajena en cuanto 3 pervivencia: a reciprocidad cooperativa se defiende de la
le responde con a propia y vuelve nuevamente a cooperar; invasión de estrategias menos cooperativas.
• claridad: por su sencillez, esta estrategia es rápidamente De todas las propuestas que se exponen para promover la
captada por el otro jugador. cooperación, como son las de incrementar la importancia del
futuro (la iterac'ón fomenta la cooperación, por lo que hay que
Apoyado en estos resultados, nuestro autor ofrece una serie hacer más frecuentes y duraderas las interacciones), modificar
de recomendaciones o sugerencias de actuación que se derivan los pagos asignados a los jugadores (basta con que el incentivo
de su estudio para quienes se encuentren en situaciones de por la coopera ción a largo plazo sea mayor que la defección a
dilema de prisionero: no envidiar éxitos ajenos, pues la envidia corto), mejorar la capacidad de reconocimiento (del otro jugador
resulta ser autodestructiva; no ser el primero en no cooperar o, y de las estrategias que ha empleado anteriormente) y enseñar a
lo que es lo mismo, ser decente; devolver con a misma moneda los jugadores determinados valores (como el altruismo o la
o practicar la reciprocidad y, por último, no ser demasiado listo reciprocidad), desde la perspectiva ética nos interesa
(AXELROD, 1996: especialmente esta última. AXFLROD considera que la moralidad
109SS.). queda más sólidamente fundada sobre la reciprocidad
AXELROD realiza una nucwa experiencia de la cual también se (representada por la estrategia "toma y daca") que sobre la
obtienen interesantes resultados para la teoría de la cooperac'ón incondicional (que es la que plantea la norma moral
cooperación. Crea unas "sociedades" formadas por varios más aceptada, la llamada Regla de Oro) Una moralidad basada
individuos de distintas estrateg as y los hace interactuar, en la reciprocidad no parece intuitivamente una moral muy
estudiando la capacidad de supervivencia que tiene cada una de elevada e incluso nos resulta algo repuls•va por ins•stir en
ellas. Esta "selección natural" provacada artificialmente le lleva a cobrar golpe por go pe, en ser vengativa (en aplicar la llamada
nuestro autor a formular unas conclusiones muy positivas, como ley del talión). Sin embargo, se puede afirmar que es mejor que
por ejemplo que a cooperación puede llegar a surgir en un la basada en el egoísmo. No solamente sirve para ayudarse a uno
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EL TEORfA DE O LA INGENIEROS
mismo, sino también a los demás. Bien mirada, es una estrategia muy justa, pues uno no exige para llega a ser una de ellas) y, s'n
sí más de lo que está dispuesta a conceder a otros; en vez de triunfar exp otando al débil, promueve embargo, como ha mostrado
el interes mutuo y además con buenos resultados ¿se puede realmente actuar de una manera ARROW, no hay ninguna
moralmente más elevada? (cfr. AXELROD, 1 996.1 33). función de bienestar social
No queremos terminar este apartado sin apuntar críticamente que también la estrategia "toma y que cumpla a la vez cinco
daca" tiene sus deficiencias desde la concepción de la racionalidad que maneja a teoría de los condiciones muy razonables,
juegos, pues en realidad no aprovecha la ventaja de jugar contra quien no reacciona cuando hay tres o más
inmediatamente ante las defecciones. por eso, podemos seguir manteniendo una idea que viene alternativas y dos o más
repitiéndout•roco: RACIONAL 237 se con cierta insistencia a lo ciudadanos. El teorema de la
largo de estas páginas: no hay ninguna estrategia buena o mala —en términos de racionalidad— imposibilidad de ARROW

fuera de contexto. dice en definitiva que ningún


procedimiento de
agregación será siempre y en
Ejercicio 4
toda ocasión racionalmente
Analizar desde la perspectiva ética el modelo empresarial satisfactorio. O dicho de otro
cooperativo en todas sus dimensiones (propiedad, toma de de. modo: es
cisiones, filosofía y cultura empresarial, responsabilidad social...). 238
Posteriormente, especificar su influencia en un entorno empresarial
mayoritariamente no cooperativo y, correlativamente, las más que discufble que haya una racionalidad colectiva correlativa a la
influencias que éste ejerce sobre él. individual, pues la sociedad no es lo mismo que a gente que la
compone. El teorema de ARROW es demoledor si nos aferramos a sus
cinco condiciones, pero puede haber reglas —como a de a mayoría—
V. LAS ELECCIONES SOCIALES que se nos hacen suficientemente racionales si relajamos alguna de
esas condiciones.
El problema de la elección social puede caracterizarse del Otro problema que se nos presenta en la elección social es el modo
siguiente modo: un grupo de individuos (ciudadanos) tiene dos o como interpretamos la maximización del bienestar social: ¿es la suma
más grupos alternativos de acciones o po ficas que pueden ser de las utilidades de los ciudadanos o la utilidad media entre la de
adoptadas. Cada miembro tiene sus propias preferencias todos ellos? HARSANY propone solucionar el problema identificando
respecto a la elección del grupo. El problema consiste en la utilidad socia total con la utilidad de un solo individuo al que
desarrollar una elección de grupo a partir de estas preferencias podríamos denominar como "planificador". Según el teorema de
particulares o, dicho más restrictivamente, en obtener una HARSANYI, las preferencias respecto a las opciones sociales de este
elección de grupo entendida como una agregación de as "planificador" pueden ser formuladas numéricamente de manera que
elecciones de sus miembros, siendo conscientes de que a toma parece que se logran tras la ordenación de las distintas opciones
de decisiones sociales tiene un parecido escaso y lejano con la según la cantidad total de utilidad ciudadana que generan.
elección individual
E teorema de HARSANYI es significativo para la teoría de la
Como en los casos anteriores, se trata de encontrar reglas de deciSión en su conjunto, porque pretende ser un puente entre la
e ección colectivas, que operan sobre perfiles de preferencia, toma de decisión individual y la de carácter grupal, mediante la
dando lugar a una clasificación social de las a ternativas. Entre personificación de la decisión de grupo en un "planificador" imparcial
estas reglas de elección colectiva destacan las lamadas funciones Clo que significa introducir la condición de anonimato) y benevolente
de bienestar social. Estas son en teoría reglas muy exigentes (la (que cumple siempre el princ'pio de PARETO).
tan venerada y reconocida regla de la mayoría, por ejemplo, no
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EL TEORfA DE O LA INGENIEROS
Aunque pueda parecer que este teorema sustituye la decisión de los ciudadanos por las de un déspota SMITH escribiera su obra La
ilustrado (e "planificador") lo cierto es que no ocurre así. De hecho son las preferencias de los propios riqueza de las naciones.
240 PAR}.
ciudadanos las que determinan la ordenación social, dado que la función de utilidad de "p anificador" se
identifica con la de dichos ciudadanos. Éstos siguen siendo por tanto los soberanos. Esto es así de tal
Tomando como inspiración un par de párrafos de este
modo, que si cualquier ciudadano asumiera el papel del "planificador" produciría la misma ordenación polémico e influyente texto —en los que se postu a que la
que éste. búsqueda por parte de los individuos de su propio interés
Una consecuencia inmediata que podríamos deducir de este teorema, en caso de ser cierto, es que genera el beneficio colectivo, gracias a la intervenc"ón de
muestra que el utilitarismo puede ser entendido precisamente como una aproximación racional al una "mano invisible"— la ciencia económica más ortodoxa
problema de la elección social. A este planteamiento se le ha objetado críticamente que a pesar de ha elaborado una teoría que tiene como base la
intentar superar los prout'roco: LA DE ELECCIt'N mcIONRL 239 blemas de anteriores versiones menos consideración de que cada equilibrio competitivo es un
evolucionadas del utilitarismo, no alcanza el éxito pretendido. De hecho, su posib'lidad de aplicación debe óptimo de PAREro y viceversa'"

decidirse en cada caso concreto, a no ser que se asuman unos presupuestos antropo ógicos y éticos muy Sin embargo, esto es algo que aunque matemáticamente
fuertes (de los que de hecho pretende huir e teorema). Como concluye RESNIK tras su análisis, el teorema sea verdadero, puede ser fácilmente criticab e, si recurrimos
de HARSANYI "prometía propor cionar un apuntalamiento lógico sustancial al utilitarismo, evitando a analizar la realidad. Este examen, por breve e intuitivo que
nociones tan pobremente definidas como felicidad y placer, y eliminando suposiciones empíricas y sea, nos indicará, por ejemplo, que as preferencias de os
morales cuestionables acerca de las preferencias. A primera vista parece tener un éxito razonable. Sin consumidores no están dadas, no son fijas, sino que se crean
embargo, la necesidad de perspectivas especiales y los problemas que se han encontrado para establecer y varían; que la competencia es 'rreal mientras haya
su existencia muestran que en un segundo examen el teorema no supone un gran avance sobre las prácticas monopolísticas; que los comportamientas de los
versiones anteriores del utilitarismo" (RESNIK, 1998:337). agentes del mercado (productores y consumidores)
La teoría de las decisiones sociales no está exenta de otras dependen de la existencia de externalidades (de relaciones
dificultades que se encuentran ya en su antecesora y mutuas ajenas al mercado). Además, y esto es más
fundamento que es el utilitarismo. Por ejemplo, pronto se nos importante desde la perspectiva ética, el valor moral del
hace presente el pro blema de las comparaciones interpersonales mercado es más que cuestionable. Esto es algo fácilmente
de uti idad, tras del cual se descubren cuestiones de diversa perceptible si consideramos el hecho de que el criterio
índole (epistemológica, metafísica y ética). Así, ciertos métodos paretiano no dice absolutamente nada acerca de la justicia
de elección socal presuponen la comparabilidad interpersonal en en la dstribución de los bienes en el estado social dado, por
los orígenes de utilidad, otros la presuponen en términos de lo que valores morales tan importantes como los de la
unidades de utilidad y, finalmente, otros consideran ambos tipos igualdad básica entre los agentes están ausentes.
de comparación (cfr. RESNIK, 1998:346).
Hecha esta rápida aproximac'ón a la teoría de la elección esta incursión por la teoría económica para exponer
socia en general, podemos desarrollarla brevemente, aplicada a brevemente las interesantes reflexiones que al respecto realiza un autor
que hemos analizado anteriormente. Según C',AUTHIER, en el mercado
dos ámbitos de intervención ine udibles, la economía —en ideal coinciden equilibrio y (es, por IO tanto, la antítesis del
concreto, el funcionamiento del mercado— y la política —donde dilema del prisionero) al existir una competencia períecta, Sin LO desde
nos centraremos en os procedimientos democráticos—. Sus planteamientos anteriormente expuestos, lleva a una provocativa: Si
el mercado ideal (cosa que que no ocurre) no saria la moral. Porque el
mundo no se puede identificar con el mercado ideal son necesarias las
V.I. La elección social en economía: el mercado restricciones al propio interés, En definitiva "la moral procede del fracaso
del la convierte una dadas fallas del nwrcado la mano im.'isible no logra
El ámbito económico ha sido, históricamente, el espacio en el hacer aten únicamente a gamncia, tienda a el beneficio de la cooperación
llega a Ser una mano visible" (GAUTHIER, 1994:158). a justiCia. por Su
que con más intensidad se ha desarrollado la teoría de la parte, Se la disposición racional de los sujetos a ser cooperadores, ya que
decisión. De hecho, a ciencia económica formula el ideal de a "la cooperación da lugar a una distribución mucho más igualitaria de los
interacción racional —el mercado libre— desde que ADAM bienes producidos que a que brinda el mercado" 1994:355).
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EL TEORfA DE O INGENIEROS
Me
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EL TEORfA DE O INGENIEROS
LA DE LA 241
alternativa habitual es la regla de las
mayorías.
Dicho de una manera breve y
conclusiva: a pesar de los intentos por Ya hemos indicado anteriormente
demostrarlo por parte de la economía que el teorema de imposibilidad de
ARROW cuestiona gravemente la
ortodoxa a través de la teoría de la
elección racional, no es cierto que el validez de la regla de las mayorías, a
pesar del reconocimiento que tiene en
mercado sea el mecanismo adecuado
para alcanzar el bien común. los procesos de e ección política como
regla de legitimac'ón del resultado de
las votac'ones. También hemos
V.2. La elección social en política: la apuntado, sin embargo, que sigue
democracia siendo una regla suficientemente
El ámbito de la política ha sido racional si renunciamos a algunas
junto con el de la economía uno de condiciones que pueden ser
los más estudiados desde la consideradas excesivamente
perspectiva de la teoría de la elecEón exigentes, con lo que las funciones de
social. En concreto, se han analizado bienestar social son sustituidas por
con detenimiento las reglas de funciones de decisión soc al.
funcionamiento del sistema Posiblemente, una conclusión a la
democrático: los procesos e ectorales que nos lleva el teorema de ARROW
y los modos de decis'ón es a entender la política como un
parlamentaria. proceso de agregación en el que el
Desde los ya clásicos estudios de papel de los agentes que intervienen
BuCHANAN y TuLLOCK, se da por en el mismo (partidos, gobierno,
supuesto que la decisión por burocracia, etc.) no son
consenso o unanimidad es, externalidades ajenas e indiferentes a
lógicamente, la mejor, y sólo es éste, influyendo de hecho en los
razonab e desviarse de e la cuando su ciudadanos y sus decisiones.
consecución es excesivamente Por su parte, OLSON en su Lógica
costosa o imposible, algo que de la elección colectiva analizó la
desgraciadamente ocurre con mucha democracia desde la teoría de la e
frecuencia. ¿Qué otro método utilizar ección social, llegando a conclusiones
cuando éste no es factible? la muy significativas, como que la
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probab'lidad de que la acción En la base de la teoría de la elección social se encuentra inevitablemente el
colectiva de un sujeto modifique el problema de la re ación entre las elecciones individuales y la colectiva. No
resultado de dicha acción es parece que sea adecuado entender ésta ú tima como pura agregación de la
inversamente proporcional al tamaño totalidad de las primeras, pero tampoco es real concebirla como totalmente
del grupo en el que participa, o lo que independiente. Podríamos decir que la relación es más compleja y
es lo mismo, parece que la bidireccional: las preferencias individuales son ciertamente relevantes para
democracia fomen242 PARA ta el postular reglas de elección colectivas, a la vez que dependen en gran medida
predominio de los grupos de interés de las características de la sociedad en que se producen. En cualquier caso, el
pequeños y homogéneos frente a los individualismo metodológ•co que subyace a a teoría de la elección racional
grandes y heterogéneos." Parece que se ve seriamente cuestionado en el caso de la elección social en el mismo
estos estudios llegan a conclusiones momento que admitamos una colectividad con una rac•onalidad distinta de
cuando menos inquietantes: muestran la individual, que le posibilita establecer fines propios distintos a los de sus
que la acción racional de los integrantes.
individuos da lugar a decisiones La teoría de la elección social que tiene su origen en la teoría económica
sociales irracionales o, al revés, que a muestra con especial claridad las limitaciones prop•as del utilitarismo (por
accion rac'onal de los partidos empuja ejemplo, os problemas de men-
a los votantes a realizar elecciones
irracionales. Nuevamente nos
encontramos con el desajuste entre No podemos dejar de recoger aqui la postura crítica de A. SEN. Frente a las orientaciones tradicionales
elección colectiva e individual de la elección social, que tienen la perspectiva del interés egoísta del individuo, plantea como hipótesis
Como resumen crítico conclusivo de este apartado, podemos apuntar lo que en los procesos electorales " os individuos se guían no tanto por la maximización de la utilidad
siguiente: esperada, sino por algo mucho más simple; el deseo de cleiar constancia de la de uno" A. SEN, 976, y
bienestar Alianza, Madrid, p. 236). Si esto es así, conclusiones de OLSON, por ejemplo, quedan
seriamente cuestionadas. pues el ciudadano querrá tar Su opiniön y incluso cuando sabe positivamente
que Su Voto tiene o nula influencia en el resultado final.
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EL TEORfA DE O INGENIEROS
MA

ut•roco: RACIONAL 243 244 surabilidad y comparab'lidad de utilidades) que le sirve de


medios de que dispone la Comunidad para lograr una mejor sustento. podemos decir que el modelo del homo oecono- coordinación de las actividades
de investigación y la conmicus se revela particularmente ineficaz tanto para dar cuen- vergencia de las políticas de investigación e innovación de los ta
(en cuanto teoría descriptiva) de la realidad como para for- Estados miembros y de la Unión Europea. mular reglas de actuación (en cuanto teoría
prescriptiva) en
Comisión europea (2005), "Espacio europeo de la investigael ámbito de a elección social.
ción", http://europa.eu.int/comm/research/era/index_es.html
• La moral en la teoría de la elección social parece caracteri¿Qué elementos de la teoría de a elección racional aparezarse no tanto como una cuestión
de valores e • deales sociacen en la problemática de las políticas europeas, estatales o les que la política se encarga con más o menos fortuna de
regionales de 1+D, o I+D+I? ¿A qué beneficios o exigenc•as de implantar cuanto una cuestion de limitaciones y restricciones co aboración se
enfrentan los distintos agentes (industrias, uniconvencionalmente impuestas a elecciones individuales versidades, centros tecnológicos,
administraciones...)? iEn qué autointeresadas. Queda la duda de si una moral así consideconsiste el propio interés de las partes interesadas o el
benefirada tiene capacidad para conciliar la persecución de la cio colectivo en estos ámbitos? ¿Qué criterios de cooperación máxima utilidad
individual con la social. pueden formularse en estas elecciones sociales?
• Hay que reconocer como aspecto positivo que la teoría de la elección colect'va es especialmente valiosa en cuanto herramienta de
crítica sociopolítica: la evaluación de sistemas de VI. CONCLUSIÓN VALORATIVA elección colectiva es imprescindible para
analizar las institu-
A lo largo de este capítulo hemos pretendido Ofrecer una
visión ciones y sus mecanismos decisorios, que descansan sobre un general de la teoma de a decisión o de la elección racional, cendeterminado modelo
de elección social.
trándonos en algunos de sus aspectos que por su interés ético
merePropuesta de nucwo ejercicio cían nuestra atención. En la exposición se han combinado e aspecto descriptivo de a teona con las valoraciones crfficas
a la misma, Ejercicio 5 referidas a elementos concretos o parciales. para terminar, parece adecuado realizar una breve recapitulación valorativa, que nos
perLeer el siguiente texto y contestar el cuestionario adjunto mita una visión de conjunto de las cuestiones morales a las que se Europa siempre ha
destacado en investigacion e innovación enfrenta la teoría de la decisión.
y los equipos europeos están en la vanguardia en muchos cam- En primer ugar, tenemos que señalar que en este tema, como en pos científicos y técnicos.
No obstante, nuestros centros de muchos otros de carácter filosófico, existe un problema de lenguaexcelencia están dispersos por todo el continente y con
dema- je, de clarificación o, mejor dicho, de ambigüedad conceptua , que siada frecuencia sus esfuerzos no dan los resultados esperados med•atiza de
manera considerable el debate. En concreto, y por citar porque falta una verdadera colaboración y una red de coopera- sólo dos categorías centrales,
omnipresentes en esta exposición: ¿a ción adecuada. Si bien hasta ahora ya ha habido iniciativas de qué I amamos raciona idad? ¿qué entendemos por
egoísmo? Si idencolaboración a escala continental y de la Union, ha llegado el tificamos de antemano la racionalidad con su versión lógico-instrumomento
de unir nuestros esfuerzos para construir un "mercado mental o económica, es ev'dente que nuestras decisiones y comcomún" de la investigación y la
innovación a imagen y seme- portamientos serán considerados racionales só o si siguen su modejanza del de los bienes y servicios. Esta estructura, que
Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL TEORfA DE O INGENIEROS
recibe el lo, lo cual nos parece un reduccionismo inadecuado. Las ricas y fecundas reflexiones de MAX WEBER acerca de la racionalidad sobre nombre de
Espacio Europeo de la Investigación, reúne todos los la que descansa la Modernidad —recordemos por ejemplo, su teoría
MS

Ht•poco: LA OE LA 245 246

sobre el desencantamiento de la realidad y la consecuente comple- se vea perjudicado 0-por qué no— también beneficiado, aunque sea mentanedad entre e
monoteísmo racionalista en la vida pública y en términos distintos). Si se realizaran este tipo de precisiones resel politeísmo valorativo e irracional en la vida
privada— han dado pecto a conceptos como raciona idad, egoísmo, utilidad, interés, lugar a un estudio profundo del concepto de racionalidad, dotando etc.
un sign'f' cativo número de problemas de la teoría de la decisión a ésta de un sentido más amplio, integrador de distintas versiones de quedarían
simplificados, si no solventados.
la misma. ¿Por qué renunciar a estas? ¿por qué no articular la racio- De todos modos, sena una ingenuidad o un prejuicio impropio nalidad instrumental
con la racionalidad ética? Nos parece, por lo de nuestro tiempo, creer que os prob emas filosóficos y éticos son tanto, que es necesario concluir que
existe una pluralidad de racio- sólo pseudoproblemas producto de un uso inadecuado del enguanalidades o, si preferimos restringir el término racional para
su ver- je Por ello hemos de continuar formulando otras cuestiones.
Sión instrumental, hay que poner en funcionamiento la categoría de Así, en segundo lugar, y vinculado a lo dicho anteriormente, no lo razonable. Algo
s•milar nos ocurre con el concepto de egoísmou es superf uo constatar que la teoría de la elección racional se desa¿Es posible establecer un reduccionismo
respecto al comportamien- rrolla históricamente en unas circunstancias muy concretas que conto humano de tal modo que se considere que toda actuación
está dicionan grandemente el concepto de racionalidad con e que movida por él? ¿Son igualmente egoístas los comportamientos del opera. Así, por un lado,
tiene un momento inicial de desarrol o y flo"gorrón" social que busca por todos los medios aprovecharse de os recimiento que coincide con la llamada
guerra fría, y no es casual beneficios que le reporta pertenecer al grupo sin aportar nada al que muchos de los teóricos de la decisión (VON NEUMANN, por
ejemmismo que el comportam ento desprendido de quien opta por e PIO) se vieron vitalmente involucrados en ella. Parece como si la teobien común
contra sus propios intereses (y a que se le denomina ría se apoyara en la manera de pensar de os que la empleaban. O egoísta porque, en el fondo, se dice,
comportándose generosamen- dicho de otra manera, la teoría de los juegos en particular parece te no pretende en última instancia sino su propia felicidad)?
Si diseñada con carácter ideológico para justificar el maquiavelismo en ambos comportamientos son egoístas quiere decir que este concep- las relaciones
internacionales, la carrera de armamentos o el ataque to tiene un significado equívoco, que es necesario clarificar. por nuclear preventivo. Como indican
algunos críticos, dado que un e•ernplo, no sería gratuito e innecesario, sino todo lo contrario, defi- juego se rige por reglas arbitrarias y creadas ex proíesso,
se pueden nir más ajustadamente el comportamiento egoísta (el de qu'en busca idear juegos tanto para penalizar como para beneficiar cualquier su propio
interés sin preocuparse del de los demás) en clara d'fe- tipo de actitud o racionalidad. Por otro lado, un segundo momento rencia con el comportamiento
cooperativo (qu'en intenta conciliar de relanzamiento de la teoría de la elección racional coincide con su interés con el de los demás, concediendo incluso
que sea porque la década de los setenta, en la que la ciencia económica adquiere así puede obtener más beneficios, como propone GAUTHIER) y más una
relevancia significativa, ejerciendo un cierto imperialismo sobre aún, con el comportamiento altruista (quien tiene como objetivo la el resto de las ciencias
sociales que la toman corno disciplina modesatisfacción de los intereses del otro, aunque consecuentemente él lo, con lo que sus presupuestos y concepto
de racionalidad se asumen acríticamente.
12. La clarificación del concepto de egoísmo se hace tanto mas necesaria cuanto En tercer lugar, y para LWitar errores pasados, es necesario huir de se ha De
en sus una úAtegor•a dudan en la la abso utización de la razón. La misma raciona idad nos exige recoSe en el ámbito de la el aglutinador nocer sus
Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL TEORfA DE O INGENIEROS
imitaciones. El racionalismo, la hiperracionalización, la social y el la egitimidad. Parece que en el terreno de la Cco- creencia en la omnipotencia de la
razón no es sino una manifestación posibilita un mercado ordenado y eficaz. Y, por último, en el espacio peculiar de irracionalidad. En concreto, pensar
que en toda toma de
ético. el amor propio se convierte en el referente moral. Asi resulta que una sociedad de egoístas ilustrados es perfecta, justa y feliz Icfr. S,WMER, 988, decisiones siempre podemos tener
buenas y poderosas razones para como amor propio, Mondadori, Madrid), nuestra elección no es sino seudorracionalismo (O. NEURATH).
Etica para ingenieros — José Guibert

EL TEORfA DE O
MB Licin
ra ingenieros — José Guibert

EL TEORfA DE O
individual y la colectiva; parece tener
utß)co: LA DE LA 247 un campo de aplicación muy limitado
(vale solamente para problemas de
Consecuentemente, y en cuarto tamaño intermedio, pues no puede
lugar, resulta imprescindible formalizar la complejidad de los
reconocer las limitaciones de la grandes y se hace innecesaria para los
propia teoría de la decisión, como ha pequeños) y, por último, tiene escasa
quedado evidenciado en el estudio capacidad explicativa para hechos
realizado en este capítulo. Por citar como la existencia de normas de
sólo algunas: la indeterminación de a carácter deontológico y menos aún
teoría, que hace que existan muchas para dar razón de la obediencia que
ocasiones en las que logra ofrecer los humanos somos capaces de
predicciones singuiares (hay varias rendirles.
elecciones igual y máximamente En quinto lugar, la teoría en su
buenas o, más difícil aún, puede conjunto es deudora de unos
ocurrir que no haya ninguna elección supuestos antropológicos y éticos que
racional . lo que equivale a decir que la fundamentan y que es necesario
lo son todas por igual); la teoría en su explicitar, pues la crítica y
g obalidad no deja de ser sino un cuestionamiento de éstos, comporta
conjunto de modelos formales, que a su vez y en buena medida la de la
tiene cierta utilidad descriptiva y propia teoría. Pode• mos comenzar
explicativa de nuestro diciendo que la teoría de la elecc•ón
cornportamiento, pero que resulta racional, en cuanto elaboracion
muy simplificadora de a realidad; es actualizada de la teoría utilitarista
por tanto una teoría de carácter clásica está sometida a muchas de las
fundamentalmente representativo, y mismas objec'ones que se le plantean
escasamente —si no en absoluto— a ésta (cír. el capítulo
normativa; en su desarrol o se aprecia correspondiente de este texto).
un desajuste insalvable en última Desde a perspectiva antropológica,
instancia entre el agente idealmente podemos caracterizar la teoría de la
racional y el agente humano común, decisión como una teoría moderada:
real; no logra tampoco establecer un moderadamente optimista (porque
puente seguro entre la e ección cree en a capacidad del sujeto para
ra ingenieros — José Guibert

EL TEORfA DE O
ordenar racionalmente sus pre. la virtud sola no es suficiente en un mundo técn'co para garantizar una buena
ferencias, fijar sus objetivos y elegir deciSión, porque también es necesario el cálculo, aunque no se identifique con él.
los medios más adecuados para su
consecución) y moderadamente BIBLIOGRAFíA
pesimista (porque considera que la
motivación del ser humano rad•ca
fundamentalmente en el interés AxELR0D, R. (1 996), La evolución de la cooperación, Alianza, Madrid.
egoísta). También podemos añadir a ELsTER, J. (1 995), Juicios salomónicos, Ged•sa, Barcelona.
esta caracterización 248 étrcn GAUTHIER, D. (1994), ta moral por acuerdo, Gedisa, Barcelona.
INGE2HERog que en la teoría de la GAUTHIER, D. (1 998), Egoísmo, moralidad y sociedad liberal, Paidós, Barcelona.
elección racional, la libertad de POLJNDSTONE, W. (1995), El dilema del prisionero, Alianza, Madrid. RESNIK, M.
elección es un bien en sí, no se (1998), Elecciones, Gedisa, Barcelona.
considera la interferencia de terceros
en las decisiones de los individuos (ni
siquiera por su propio bien), y
consecuentemente el individualismo
metodológico del que parte se
convierte en individualismo
valorativo.
Precisamente la cuestión del valor que acabamos de mencionar nos introduce en
la sexta y última consideración: la racionalidad propia de a teoría de la decisión debe
articularse con los valores del sujeto concreto que decide. Precisamente la decisión
se toma en un cruce de datos: unos de tipo racional (el cálculo de probabilidades y
riesgos, la jerarquización de preferencias) y otros de tipo axiológico (los valores
propios de agente), siendo la ponderación entre ambos tipos de datos variable
según el contexto y circunstancias. Si esto es así hay que hacer dos afirmaciones
complementarias_ Por un lado, que la teoría de la decisión es indispensable, siempre
que no se absolutice, sobre todo teniendo en cuenta que se utiliza a partir de
cuestiones que uno mismo se plantea o de valores que se pretende evaluar. Por ello,
para evitar el tecnocratismo, es imprescindible no quedarse con lo racional y tener
en cuenta lo razonable, es decir, someter a decisión a lo que se cree deseable y
sensato. Los valores del sujeto actúan como operadores significativos de la decisión,
rechanndo algunas soluciones que siendo racionales no son deseables. Por otro, que
Etica para ingenieros — José Guibert

MA Ucin

EL ut•roco: TEORtn DE RACIONAL 249

Para un recorrido alternativo sobre los temas abordados en


este capítulo, puede consultarse GUTIERREZ, G. (2000), Ética y
decisión racional, Síntesis, Madrid.
Para un análisis de ejemplos del juicio profesional individual
en distintas situaciones de la ingeniería, puede consultarse
HARRIs, C.E., PRITCHARD, MS., RABINS (1997), Practicing
Engineering Ethics, IEEE, Nueva York.
Etica para ingenieros — José Guibert

MS Llcín vida cotidiana, abunda en la


relevancia de la responsabilidad
como principio referenc•al de esta
profesión; los diversos principios
de ética profesional —
beneficencia, autonomía y justicia
— apuntados (capítulo IV)
Capítulo 8 convergen, como veremos, en el
de responsabilidad, que puede ser
entendido como la síntesis
El principio: armónica de todos ellos; e
contexto global en el que se
la responsabilidad mueve a humanidad,
caracterizado como sociedad del
riesgo (capítulo V), demanda, más
que nunca su ejercicio; la c ásica
virtud de la prudencia (capítulo
VI), en cuanto sabiduría práctica,
encuentra en la categoría de
responsabilidad su actualizacion
l. INTRODUCCIÓN más adecuada; por último, los
La responsabilidad moral se nos presenta como una categoría dilemas y aporías en los que se ve
fundamental en la ét'ca en general y particularmente en a ética envuelta la racionalidad humana
profesional. De hecho, la responsabilidad aparece como la en los momentos en los que ha de
condición de posibilidad de nuestro reconocimiento como ejercer su capacidad de decisión
sujetos mora es. Por otro lado, el desarrollo de los temas (cap"tulo VII) sólo 252
expuestos hasta e momento en el presente texto han ido INGE211ERog pueden ser
destacando progresivamente su centralidad en la ética de la solventados desde una actitud
ingeniería: el desarrollo tecnológico nos abre a un mundo de responsable con las consecuencias
posibilidades hasta ahora insospechado que demanda el de la misma. Por todo e lo
correlato de la responsabilidad como princ'pio ético básico proponemos la responsabilidad
(Introducción, capitu os ll y III); la caracterización de la profesión como el principio nuclear de a
de la Ingeniería (capítulo l), con su íntima vinculación a la tecno ética de la ingeniería. La práctica
ogía y su protagonismo en la imp ementación de la misma en la profesional de ésta última puede
Etica para ingenieros — José Guibert

ser adecuadamente ejercida si va acompañada de una ética de la responde (¿ante quién se es responsable?) y la del fundamento
responsabilidad. del mismo principio (¿en virtud de qué se es responsable?).
Desarro lar esta ética de la responsabilidad de la profesión de la ingeniería es el ob•etivo
concreto del presente capítulo. Para ello vamos a seguir un sencillo itinerario. Comenzaremos ¿Quién es responsable?
haciendo un análisis breve pero detallado de a categoría "responsablidad", destacando
En una primera respuesta, evidente, hay que decir que el
especialmente su complejidad y exigencia, y posteriormente intentaremos descubrir dónde ha
responsable es el sujeto libre y consciente de la acción. En
de estar presente en el complicado entramado de interlocutores y actuaciones de la práctica de
nuestro caso, el profesional que dispone de competencia, de
la profesión de la Ingeniería.
capacidad y, desde ellas, ejerce como tal. La responsabilidad es,
en cierto sentido, el correlato del poder: quien tiene poder de
ll. CARACTERIZANDO LA RESPONSABILIDAD MORAL hacer, y por el hecho de tenerlo, es responsable de lo que hace.
11.1. ¿En qué consiste la responsabilidad moral? Ya en este punto surge una primera cuestión: la
responsabilidad no sólo es de quien se atribuye (a sí mismo) una
Para caracterizar adecuadamente el principio de responsabilidad, desentrañando el rico
acción sino también de quien se le adscribe (por otros). La
significado que comporta, vamos a desarrollar sus diversos contenidos respondiendo a cuatro
responsabilidad, por tanto, no la determina en exclusiva ni en
preguntas fundamentales: la de sujeto de la responsabilidad (¿qu'én es responsable?), la de
privado, subjetiva-
objeto de la responsabilidad (ide qué se es responsable?), la del tribunal ante el que se
Etica para ingenieros — José Guibert IJcín

EL LA INGENIEROg
MA IJcín

EL 253 254 PARA INGENIEROg mente, el propio agente sino que es establecida
objetivamente, o La identificación del sujeto responsable se vuelve todavía más mejor, intersubjetivamente. complicada, como ya hemos apuntado,
cuando hablamos de La prob ematicidad de identificar a sujeto responsable de una acciones comp ejas, colectivas pero en las que no hay interacción
acción se ve agravada cuando ésta es una acción compleja. Si nos consciente y armónica entre todos los implicados: ¿hay decisiones preguntamos por el
responsab e del buen (o mal) funcionamiento colectivas y un sujeto correlativo sin exist'r responsabilidad persode, por ejemp o, una p anta industrial o de
una empresa de servicios, nal de los integrantes del mismo? ¿Se puede hablar de una respontendemos a identificarlo con el agente último —ingeniero
encargado sabilidad colectiva directa, de una responsabilidad global sin sujede planta o cargo directivo máximo de la empresa— que está en el to —el así
llamado "sistema"— identificable? La cuestión -£ada vez origen de toda una serie de acciones vinculadas entre sí y ejecuta- más manifiesta y asumida en
nuestra conciencia contemporánea— das por toda la plantilla de la entidad. ¿Significa esto que los demás se vuelve dramáticamente gráfica cuando la
ilustramos con casos miembros de la empresa carecen de responsabilidad? Parece mucho del comportamiento social humano respecto a la naturaleza: ninmás
adecuado decir que todos ellos son responsables, aunque no lo gún conductor de vehículo privado en particular y tomado en sí sean por igual. En el
ámbito de la ingeniería, es muy habitual la con- mismo y desde su propia decisión es responsable del cambio clifiguración de un equipo de trabajo alrededor
de la elaboración de mático... pero la enorme cantidad de emisiones de gases de efecto un proyecto ¿quién es responsable —siempre desde la perspectiva
invernadero provocada por el parque móv'l en uso de una gran moral— del mismo? ¿só o su director o coordinador? itarnbién el urbe —producto de
a conjunc'ón de cientos de miles de decisiones resto de participantes? ¿y de la misma manera? Posiblemente sea independientes de conductores — sí es
identificable como uno de adecuado concluir que la responsabilidad moral de proyecto no los causantes de esas, por el momento, sólo preocupantes
alterarecae sólo en su coordinador, sino en todos los integrantes del equi- ciones climáticas percibidas (y este ejemp o, de a vida ciudadana, PO, aunque
no de la misma manera y que incluso puede ser clarifitiene paralelos fácilmente formulables en la vida profesional del cador especificar el tipo (tota , parcial y en
qué ámbito) y grado (últiingeniero: en la generación de energía, la logística, los procesos ma, intermedia o básica) de responsabilidad de cada uno de ellos.
productivos industriales...). iQuién es entonces el sujeto responsaTodos ellos son responsables, pero de modo desigual, pues también ble? Posib emente, en este
tipo de casos, la solución, al menos es desigual el contenido y alcance de su decisión. De este modo, y práctica, viene de la regulación —dialogada, con el máx'mo
grado en a medida en que es posible, cwitamos e delicado tema de la responsabilidad colectiva y de su supuesto correlato, un sujeto colecti- de consenso y
explicitada— de este tipo de acciones complejas vo —o incluso una colectividad sin rasgos de sujeto— distinto de la colectivas, en cuya aceptación se hace
eficaz a responsabilidad suma de os individuos que lo componen. En resumen, en muchos individual en dicha acción, que es real, pero no suficientemente
casos es suficiente con afirmar que la responsabilidad no desapare- concreta, si se deja a la conciencia de todos y cada uno de los sujece porque sea
compartida (incluso ampliamente) y que se puede tos participantes. En cualquier caso, no parece éticamente adecuahablar de responsabilidad grupal si todos
los miembros del grupo do caminar por la senda de la
Ejercicio I desresponsabilización personal tiene algún grado de
Establecer los sujetos y tareas, con los tipos y grados de responsabilidad personal. correlativa a a transmisión de
responsabilidad correlativa, que existen en el desarrollo de una
acción grupal (proyecto, obra, informe...) en el ámbito de la
ingeniería.
Etica para ingenieros — José Guibert
dicha responsabilidad —o a la identificación de un modo nuevo de la misma— que tenga como sujeto al "sistema" (o al azar, la casualidad...) en definitiva, y en la
perspectiva ética, a ningún ser moral.
por ú timo, hay que ser conscientes de que, a pesar de que vivimos una época en la que existe una "compuls•ón atributiva" (CRUZ Y R. ARAMAYO, 1999:69)
por la cual ninguna catástrofe puede que dar sin alguien a quien atribuirla, hay que reconocer que no siem-
MB

255 256 pre será posible dar con el sujeto responsable de una situación, bien cuanto
que podríamos haberlo hecho de otro modo, en reaporque sea imposible determinarlo adecuadamente (por los proble- lidad somos propiamente responsables
de lo que somos mas apuntados precisamente en este apartado) o bien porque decapaces de hacer, por lo que hemos de asumir no solamenhecho no existe, al
no existir tampoco una referencia a una acción te o hecho sino lo que, pudiendo, no hemos hecho. La rihumana (por ejemplo, algunos sucesos naturales, no
influenciadosqueza y variedad de posibilidades que se nos abren —y el por la intervención humana, imprevisibles o de dimensiones excep- correlato de
responsabilidad que comporta— es muy grande. ciona es). Nuestras oportunidades y opciones posibles son diversas y asumimos a responsabilidad por ellas,
tanto si se materiali De qué se es responsable? zan en acciones realmente efectuadas como si quedan en Esta pregunta comporta múltiples respuestas, de
acuerdo con omisiones, en acciones no realizadas.
niveles distintos de aplicación: Desde la perspectiva de la ética profes'onal, todas aque as acciones (u omisiones) del profesional en cuanto tal son • Podemos
empezar diciendo que, en primer lugar, somos res- imputables al mismo. El profesional debe responder por a ponsables de nosotros mismos. Tenemos la
responsabilidad, obra bien hecha. En el lenguaje coloquial distinguimos con más allá de actuaciones concretas, de la globalidad de claridad la obra bien
realizada, hecha por un profesional, de desarrollarnos como personas plenamente humanas, de llegar la "chapuza" que denota prec'samente ausencia de
profesioa ser lo que estamos llamados a ser. Esta referencia a la la- nalidad. Por otro ado, esta concepción de la responsablidad mada" (vocación) nos
permite descubrir ya una primera rela- parece destacar especialmente su dimensión retrospectiva, al ción entre profesión y responsabilidad. La profesión
entendida entenderse como obligación moral de asumir lo realizado como respuesta a una llamada interior constituye un elemen- por uno en el pasado.
to fundamental de la propia existencia en su conjunto. Para En tercer lugar, asumimos la responsabilidad por las conseresponder es necesario
previamente escuchar, atender a las cuencias de la obra bien hecha. KANT, en el texto citado antedemandas de la realidad, discernir las propias capacidades y
riormente, afirma que solamente son imputables las consedecidir consecuentemente. Y todo ello teniendo en cuenta que cuencias malas de a acción inmoral
y las buenas de la merino se trata de eleg•r sólo una profesión sino también un modo toria, pero no las de la omisión de una acción meritoria ni las de
ejercerla. Desde esta perspectiva, la responsabilidad asume de una acción debida. Desde su concepción no es posib e las condiciones del principio de
autonomía. que una acción meritoria tenga consecuencias negativas ni • En segundo lugar, somos responsables de la obra bien hecha. que la ilegítima
comporte positivas y defiende la acción debiEs KANT, en su Metafísica de las costumbres, quien subraya da independientemente de sus consecuencias. MAX
WEBER con contundencia que tengo que responder de aquello de lo criticará este planteamiento de ingenuo porque "no es cierto que puedo ser imputado. Es
decir, de aquellas acciones que que lo bueno sólo produzca el bien, y o ma o el mal, sino realizo libremente, pudiendo haber actuado de otra manera. que
frecuentemente sucede lo contrario"'. De este modo nos Esta perspectiva jurídica aparece claramente en el ámbito del exige asumir responsablemente todas
las consecuencias de Derecho, pero no por ello desaparece en el estrictamente nuestros actos, por buenos que estos sean. Por su parte, APEL, moral: somos
merecedores del premio o del castigo según se desde su kantismo crítico, propone distinguir entre la parte A nos imputen, respectivamente, acciones
meritorias o censu- de la ética (los principios normativos que corresponden a la rables. Añadiríamos nosotros aquí que, si somos responsables, no
simplemente de o que hacemos, sino de esto en Madrid, Alianza, 1993, p. 168.
Etica para ingenieros — José Guibert IJcín

EL LA INGENIEROg
Ma

INGE211îRog
257 258
Ejercicio 2
comunidad ideal de comunicación), y la parte B (los princi- en la ignorancia fácilmente superable es una forma muy habitual
Leer
de atentamente el siguiente caso y analizarlo desde el
principio de responsabilidad:
pios de acción moralmente responsable en situaciones en las que no se autoengaño a la hora de eludir responsabi idades profesionales.
Montxo Gutiérrez es alumno de último curso de Ingeniería de
realizan las condiciones ideales), para hacer posi-
Organización. Una semana antes de terminar las clases de su
ble que lo bueno acontezca.
último semestre estuvo en Madrid en una entrevista de trabajo.
En el terreno de a ética profes'ona , la responsabilidad por las En una conversación con su profesor de ética, relata así su
consecuencias adquiere un carácter relevante. Exige del experiencia:
profesional una previsión de as consecuencias de la obra bien "En la entrevista que he tenido me ha pasado algo que te
hecha, lo que supone analizar las circunstancias, la utilización quiero contar. La verdad es que me extrañó bastante, pero creo
posterior de la obra de su trabajo, etc., y decidir su actuación que salíairoso. E/ que me hacía la entrevista, además de las
teniendo todo esto en cuenta, pues en realidad ha de asumir la preguntas de rigor, se empeñó en un punto que me llamó la
responsabilidad de todas las consecuencias previsibles —no sería, atención. Me preguntó si me importaba que la empresa en
en cambio, posible asumir las de las imprevisibles— que I eguen a cuestión, PMB, trabajara en soluciones de alta tecnología para
materializarse. No tener en cuenta todo esto sería, precisamente, los mercados aeroespacial y de defensa, como la Agencia
una irresponsabilidad profesional. Europea del Espacio (ESA) o el Centro de Operaciones Espaciales
Europeo (ESOC), las principales industrias armamentísticas
En este momento parece importante apuntar una circunstancia
europeas y el Ministerio de Defensa español. Yo en parte ya lo
propia de nuestros tiempos: en el contexto de la globalización,
sabía, porque mirando en su página web ya había visto que se
entendido en su sentido más amplio (económico, comercial,
trataba de una empresa dedicada a consultoría, programación e
productivo... y también ecológico) los profesionales se ven en
ingeniería de sistemas de información, aeroespaciales, de
múltiples ocasiones imposibilitados para predecir y conocer tanto satélites y telecomunicaciones para esos mercados. Todo para
los efectos y como las consecuencias de su actividad: ¿qué destino clientes siempre de esos dos ámbitos: espacio y defensa. E/
va a tener el componente electrónico producido en a empresa en entrevistador me preguntó repetidas veces si tenía algún
la que particiPO, que acabará siendo ensamblado en varias plantas problema ético en trabajar para cuestione"' de defensa,
ubicadas en lugares distintos del planeta a otros componentes, armamento aeroespacial, etc. Yo creo que le di una buena
formando parte lo mismo de un valioso aparato dedicado a la respuesta y quedé bien. Le dije que mi ética era hacer bien mi
detección del cáncer en seres humanos que de una sofisticada trabajo, preocuparme de que yo como ingeniero haga lo que me
arma de destrucción masiva? ¿qué efectos puede tener en a manden con la máxima calidad, eficacia y eficiencia. Y le dije que
desapar'ción de los glaciares alpinos las emisiones —legales, por yo no me preocupo de lo que después se haga con lo que yo
supuesto— de gases de efecto invernadero de la planta industrial trabajo, del uso que se le dé. Ese no es mi problema".
que dirijo? A este respecto cabe decir, cuando menos, que la Montxo, sonriente y con gesto cómplice, termina asísu relato:
dificultad del conocimiento de las consecuencias, siendo evidente, "Gl verdad es que gracias a las cosas que hemos visto en clase
admite distintos grados, que corre acionan con la responsabilidad. de ética, le pude dar una buena respuesta"
Por seguir con el ejemplo utilizado, es cierto que somos muchas
veces desconocedores del fin al que se dirigen os componentes
electrónicos que producimos, pero también lo es que ese
desconocimiento es, en ocasiones, superable sin excesivas
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

EL LA
dificultades... si nos tomamos la molestia de hacerlo: si somos los
jefes de producción de una planta, no es demasiado difícil llegar a
conocer la actividad (creación de material sanitario o armamento)
a la que se dedican nuestras empresas clientes. Dicho de otro
modo, actuar
MB

259 260
ra ingenieros — José Guibert IJcín

EL LA INGENIEROg
Por otro lado, esta concepc'ón de institución como el modo de expresarla,
la responsabilidad —frente a la de la según la mayor o menor sinton 'a respecto a
obra bien hecha, antes apuntada— los objetivos de ésta. Todo ello además —no
parece destacar especialmente su podemos olvidarlo— está condicionado de
dimensión prospectiva, al entenderse
manera significativa por las circunstancias
como ob igación moral de asumir lo
que previsiblemente pueda acontecer concretas que concurran en el mercado
en el futuro como consecuencia de lo laboral; la corresponsabilidad grupal (ya
hecho. abordada previamente), con sus efectos
En este breve desarrollo, ha aparecido claramente destacado que no contradictorios sobre la responsabilidad
son propiamente las intenciones, en tanto que no se con- personal: por una parte, la extensión de los
acciones o hechos sino éstos, incluso cuando provocan consecuencias procesos de deliberación difumina las
fortuitas o no intencionadas, pero previsibles, los que generan responsabilidades personales (aunque no de
responsabilidad (CRUZ Y R. ARAMAYO, 1 999:34).
la misma manera en todos y en ningún caso
para terminar, no está de más
eliminándola); por otra, esa misma
anotar que la responsabilidad por la
colectivización de las decisiones abre al
obra bien hecha y por sus
consecuencias asume las condiciones profesional a la experiencia de sentirse
del principio de beneficencia. responsable con otros, incluso de lo que no
está de acuerdo con ellos; y las
iAnte quién se es responsable? implicaciones soc'opolíticas: prec•samente
la corresponsabilidad nos abre a la cuestión
Son varias las direcciones a as que hay que dirigir la m' rada
de la relevancia sociopolítica de las
contestar adecuadamente a esta pregunta:
actuaciones institucionales. Si constatamos
a) Ante nosotros mismos: siguiendo el razonamiento del los grandes retos a los que como
apartado anterior hay que comenzar dic'endo que en humanidad nos enfrentamos (desequilibrio
primer lugar somos responsab es ante nosotros mismos.
entre el Norte y el Sur, crisis ecológica, etc.)
Si como hemos dicho, somos responsables de llegar a
ser lo que estamos llamados a ser, tenemos que rendir descubrimos que nuestra responsabilidad
cuentas ante nosotros mismos de ello. personal queda agrandada a través de la
b) Ante y con la institución, corresponsables: hoy en día la corresponsabilidad institucional, que
mente tanto su implicación en una determinada demanda consecuentemente una
ra ingenieros — José Guibert Ucín

EL LA
corresponsabilidad interinstitucional, incluso a nivel mundial.
Etica para ingenieros — José Guibert IJcín

EL LA INGENIEROg
práctica profesional se desarrolla mayoritariamente en el in- Todo esto nos lleva a destacar la responsabilidad de los proterior de una organización o
institución. Por eso hay que afir- fesionales respecto a las instituc•ones en las que trabajan (crimar que el profesional es responsable de su actuación ante
ticándolas, apoyándolas, transformándolas, etc.) y a las que la organización en la que trabaja. Pero esta afirmación com- ellos mismos crean (los "colegios
profesiona es") y la necesiporta otra que nos amplía la perspectiva utilizada hasta ahora dad de ponerlas al servicio del bien común y no solamente para
afrontar la cuestión de la responsabi idad. El profesional de sus intereses particulares.
es responsable ante la institución, pero también correspon- Terminamos este pequeño apartado constatando que la sable con ella Este contexto
organizativo hace necesario responsabilidad desde esta perspectiva institucional asume el tener en cuenta nuevos elementos, como son: principio de
justicia.
la coacción institucional a la iniciativa personal: las insti- Ante los otros: "responder" nos remite fundamentalmente a tuciones inscriben la acción del
profesional en una organi- os otros, ante quienes somos responsables. Incluso concrezación con la que puede no estar de acuerdo en muchos tando un
poco más, habría que decir que somos especialaspectos. Esto ob iga al profesiona a discernir responsable- mente responsables no ante un "otro"
genérico, sino más
MS
ra ingenieros — José Guibert Ucín

EL LA
(económicos, sociales o legales) que
261 propia y moralmente, ante quien les perm•tan acceder a la condición de
nos necesita (CRUZ y R. ARAMAYO, clientes. Por último, hay que decir que,
1999:23). En la perspectiva de a ética si es cierto-como ya hemos apuntado
profesional, somos directamente — que, en cuanto humanos y también
responsables ante el cliente, el usuario en cuanto profesionales (y ta vez más
"necesitado" de nuestro servicio por el hecho de ser ingenieros), por un
profesional, ante quien debemos cump lado, somos responsables de las
ir lo acordado previamente, colaborar consecuencias de nuestras acciones y
lealmente en la consecución de sus que, por otro, éstas han adquirido un
objetivos, asesorar e e informarle rango y trascendencia especial en el
oportunamente, etc. Esta referencia al contexto de la revo Lición tecnológica,
cliente se ve claramente desbordada somos particularmente responsables
en bastantes prácticas profesionales: ante las generaciones futuras.
en muchos casos, el cliente para el que
se trabaja es indefinido y acaba ¿En virtud de qué se es responsable?
identificándose con la sociedad en su
conjunto; en otros, siendo concreto el respuesta a esta cuestión
cliente, las consecuencias de la dependería en gran medida del enfoque
intervención —especialmente ético (util'tarista, discursivo,
referidas al principio de justicia— comunitarista...) desde el que la
superan las que recaen en el propio afrontemos. Por nuestra parte, vamos a
cliente y remiten nuevamente al presentar el planteamiento de E.
conjunto de la sociedad. Por tanto, el LEVINAS, en el que la responsabilidad
profesional es inmediatamente tiene un papel central y en parte
responsable ante el cliente, pero en el novedoso respecto al resto de
contexto de su responsabilidad social, propuestas.
entendida en un doble sentido: por un Según LÉVINAS, en el "yo" se
lado, la sociedad en general (como ya produce una gran ambigüedad: puede
se ha dicho) y, por otro, más entenderse como un "sí mismo" que se
específ'camente, los miembros de la autoafirma primariamente y por encima
misma necesitados de dicha actuación, de todo, pero también y contrariamente
aunque carezcan de los recursos como
ra ingenieros — José Guibert IJcín

EL LA INGENIEROg
262

un "héme aqur que responde detodo y de todos. Para nuestro autor, frente a la
tendencia más significativa del pensamiento occidental —que asume acríticamente a
primera posibilidad-, esta segunda posibilidad es la más adecuada y
consecuentemente su planteamiento no radica en buscar razones para que el sujeto
sea responsable sino en reconocer que es prec'samente la responsabilidad por el otro
la que me constituye como sujeto, como "uno-para-el-otro".
Esto quiere decir que debo reconocer una responsabilidad fundamental, pasiva, de
sumisión al otro antes que esa otra responsabilidad por mis actos y sus
consecuencias, de a que hemos hablado hasta ahora, y que presupone un "yo" capaz
de tomar iniciativas. Soy sujeto precisamente porque estoy su•eto al otro. Un otro
que se me presenta —al mismo tiempo, desde su altura y su fragilidad— como
radicalmente distinto, toma la iniciativa y me hace totalmente responsable de él y de
este modo me reconoce como su'eto porque mi responsabilidad es insustituible y mi
libertad aparece precisamente como posibilidad de hacer lo que nadie puede hacer
en mi lugar.
Desde esta perspectiva, la responsabilidad para con el otro es absoluta y no tiene
más límite que la que demanda la relac'ón que he de establecer con los otros como el
otro, que exigen igualdad, justicia en definitiva.
La adecuación de esta concepción de la responsabilidad a la ética profesional
resulta muy problemática. Así lo han hecho ver sus críticos: no ofrece orientaciones,
mediaciones pree sas para concretar una responsabilidad tan abrumadora (JONAS);
afirma tan radicalmente al otro que "yo" desaparece en la práctica como interlocutor
(RICOEUR); su reflexión, en definitiva parece deslizarse del rigor del lenguaje filosófico
a la hipérbole del religioso. A pesar de todo ello, conviene preservar su tesis de que
nos constituimos como sujetos morales en la responsabilidad, como un referente
crítico permanente frente a individualismos narcisistas y cálculos interesados.
Para terminar este recorrido, y a modo de resumen, queremos recoger algo
surgido progresivamente en el desarrollo precedente: la responsabilidad se nos
presenta como el principio síntesis de la ética profesional, pues tiene la virtualidad de
integrar el resto de los principios expuestos: en cuanto responsabilidad por uno
mismo y ante sí remite a la autonomía; en cuanto responsabilidad por la
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
MS entidades aseguradoras, hu•mos propiamente hablando de
nuestra responsabilidad moral, aparte de que al intentar
garanfzar nuestra cobertura total frente a errores, negligencias,
etc., también podemos pretender escaparnos de los riesgos de la
libertad. En muchas circunstancias, esto tiene un claro efecto de
EL PRLe: PIO : LA 263 justicia social, pero si se exagera, tiene sus costes negativos. En el
obra bien hecha, al de beneficencia y, por último, en cuanto campo pena en cambio, parece que tendemos a limitar cada vez
responsabilidad institucional ante la sociedad, al de justicia. más nuestra responsabilidad al aceptar condicionantes que nos
disculpan o reducen nuestra culpabilidad; pero por otro lado, es
11.2. Responsabilidad moral y responsabilidad legal en ella en donde aún sigue jugando propiamente la dinámica de la
Lo dicho respecto al principio de responsabilidad desde la responsabilidad en sentido moral. iGenera todo esto en conjunto
perspectiva moral nos lleva casi necesariamente en algunas el fomento de un individualismo irresponsable? En parte parece
profesiones, y la ingeniería es una de ellas, a plantearnos su que sí. Pero no es menos evidente que "pedir responsabilidades",
relación con la responsabilidad legal, de carácter jurídico. aumentar los ámbitos de responsabilidad a esferas antes
Esta cuestión es una expresión o concreción particular del inexistentes, entrar incluso en la dinámica de búsqueda de
tema general de las relaciones entre el ámbito de la moralidad y el "chivos expiatorios" ante los males sociales, es también una
de la legalidad que, estando vinculados (por ejemplo, la legalidad dinámica clara de nuestra sociedades. En esas tensiones y
ha de tener un fundamento moral para ser legítima), son sin ambigüedades estamos.
embargo, autónomos y distinguibles uno del otro. Por lo que respecta al terreno jurídico, parece imponerse un
Consecuentemente, lo mismo puede dec•rse, en primera serio esfuerzo de clarificación del tema para ver si no hay que
instancia, de la responsablidad moral y la legal: estando replantear la tensión entre los polos "imputación de la
relacionadas (o deseando que lo estén) son claramente diferentes responsabilidad" y "reivindicación de la indemnización" a fin de
la una de la otra. Siendo esto así, puede darse el caso —de hecho que no se diluya el sentido de la responsablidad. Ésta corre el
se da abundantemente— de que un profesional sea moralmente serio riesgo de identificarse exclusivamente con la obligación de
responsable de algún acto del cual no se le impute hacerse cargo de la reparación de los daños (de cualquier tipo:
responsabilidad legal o viccwersa. físicos, morales, medioambientales... en cualquier caso,
La cuestión de la responsabilidad está en la actividad del •ngeniero especialmente vincu ada desgraciadamente, casi siempre objetivados y cuantificados sólo
a la de la seguridad, la de la fiabilidad, la de la confianza que ofrecen sus realizaciones económicamente) olvidando la ob igación previa y más
profesionales en su utilización posterior. El profesional de la ingeniería responde a la importante de prevenirlos (CAMPS, 1990:66).
satisfacción de determinadas necesidades humanas proyectando y diseñando carreteras, Por último, queremos subrayar, frente a expresiones comunes
vehículos, sistemas de producc 'ón, redes de comunicación, etc., de cuyo posterior buen al respecto, que la responsabi idad moral no es una mera
funcionamiento —supervisado nuevamente por el ingeniero— depende la seguridad sensación subjetiva ("me siento responsable") frente a la legal,
cantidad de afectados que éstos se pueden identificar fácilmente con a sociedad en su que es una imputación objetiva ("soy hecho responsable"). Si nos
conjunto. movemos en el terreno de los sentimientos morales, es más
En ese contexto, consecuentemente, surge la pregunta no propiamente de ¿quién es el adecuado referirnos
responsab e? (que ya hemos intentado responder anteriormente) cuanto la de 81uién se hace Ma
responsable? (CRUZ, 1995:268-9). Es decir, hay circunstancias en las que se demanda de otro
sujeto, distinto al autor directo y reconocible, que se encargue de la reparación de los daños
causados por este último. Es el caso de las compañías de seguros que asumen un pecu-
de responsabilidad, producto del acuerdo o contrato, que se enmarca dentro del ámbito
propiamente jurídico. L PR1C: PIO : LA
al sentimiento de culpabilidad —
moral, no legal, ógicamente• com
La responsabilidad en el terreno jurídico está hoy en una situación extraña. Por un aclo, parece que en el esa sensación interna,
campo civil aumentamos cada vez más e grado de responsabilidad por los efectos de nuestras acciones — propia del sujeto, que n
de personas, empresas, organismos estatales, etc_—, pero por otro lado, al descargarla en el s'stema de as necesariamente se correspond
Etica para ingenieros — José Guibert IJcín

INGENIEROg
con la responsabilidad moral. De hecho, podemos hablar de un sentimiento responsabilidad, caminemos por la senda de la afirmación
de culpabilidad excesivo, propio de mentes escrupu osas, que se sienten teórica de la responsabilidad total y universal ("todos somos
culpables incluso de lo que no son propiamente responsables moralmente y, responsables de todo") para desembocar paradójicamente
por el contrario, conciencias laxas, sin asomo de sentimiento de culpabilidad, en la meta de la irresponsabilidad absoluta ("nadie es
que son manifiestamente responsables moralmente. Como ya hemos dicho responsable de nada"), se hace necesario establecer
anteriormente, la responsabilidad moral no es, o al menos, no distintos tipos de responsabilidades (personal, grupal o
exclusivamente, un sentimiento particular, privativo del indiv•duo, sino institucional; parcial o total; propia o transferida; moral o
sobre todo un principio ético y, por tanto, intersubjetivamente identificable y legal, etc.) e incluso grados y jerarquías dentro de ellas.
justificable. Posiblemente es debido a este carácter soc'al, "objetivo" de la Puede haber quien, tras la lectura de todo lo anterior,
responsabil'dad por lo que se puede hablar de una "responsabilidad sin considere que esta responsabilidad es exagerada o cuando
culpa" que tiende a evitar que queden daños sin reparación (CAMPS, menos inadecuada para el ámbito concreto del ejercicio de
1990:66) la profesión de la Ingeniería. Sin embargo, es oportuno
recordar aquí que categorías habituales en la actual práctica
11.3. Un concepto de responsabilidad exigente y complejo de la ingeniería expresan —parcial, sí, pero muy concreta y
gráficamente— este principio de la responsabilidad. Nos
Tal y como ha quedado caracterizada, la responsabilidad moral que referimos en concreto a los conceptos de "Excelencia" o
planteamos muestra un perfil muy exigente y complejo. Es exigente "Calidad Total" la excelencia, en un sentido genérico, supone
porque subraya su condición de referencia necesaria de toda en el ámbito de la empresa la realización de un producto,
autoconciencia como sujeto moral; porque reconoce siempre una obra, servicio o gestión no simp emente de forma legal ni
ineludible dimensión personal que evita su disolución en un sujeto siquiera solamente bien, sino de la mejor manera posible,
colectivo; porque ha de rendir cuentas ante múltiples sujetos, siendo con los máximos parámetros de calidad. Su búsqueda es un
algunos de ellos (los necesitados, las generaciones futuras) difíc'lmente objetivo tan apreciado, deseado e incluso ya necesario en la
reconocibles como interlocutores en una relación de reciprocidad empresa que se formulan herramientas para su consecución
—"do ut des", responsabilidades mutuas— y fácilmente identificados (el Modelo Europeo de Excelencia de la EFQM, el Deming
como destinatarios de nuestra responsabilidad unidireccional; porque japonés o el Malcom Baldrige americano, por ejemplo). De
no solamente exige tener en cuenta lo que hacemos sino también las ahí se deriva un sentido más estricto del concepto
consecuencias previsib es (ni siquiera deseadas, incluso indeseadas) de "Excelencia", intercamb'able con el de "Calidad Total",
lo que hacemos; porque nos obliga a asumir solidariamente decisiones entendido como la estrategia de gestión de la empresa u
grupales o institucionales que no compartimos; porque no se identifica organización que pretende satisfacer, de manera integral,
con la responsabilidad lega ni se vacía de contenido a pesar de las equilibra. da y económicamente eficiente, a los distintos
transferencias que pueda hacer al sistema de las aseguradoras; porque agentes que intervienen en la organización (clientes,
no se conforma con tener como referencia lo que hacemos y sus empleados, sociedad...).
consecuencias sino incluso lo que, pudiendo, dejamos de hacer (y esto Poniendo un ejemplo muy concreto: tomemos la Norma

adquiere una gravedad especial cuando nos planteamos as desgracias ISO 9001:2000, que certifica a una empresa su sistema de
que nues- aseguraEL 267 miento de calidad
que, partiendo del diseño y siguiendo por el desarrollo, la
266 PARA tras omisiones habrían podido evitar o reducir...). En definitiva somos responsables de crear el producción y la instalación termina con la inspección y el
mejor estado posible de la rea idad. servicio postventa NIO pueden observarse en ella varias de
las intuiciones básicas de una responsabilidad exigente? En
Corre ativamente con su elcwacla exigencia, la responsabilidad dibujada se nos muestra compleja, el terreno de la Excelencia y la Calidad, como en el caso de la
necesitada de una categoriza. ción suficientemente rica y diferenciada, pues "la responsablidad se responsabilidad, se avanza en una dirección de exigencia
dice de más de una manera" (CRUZ, 1995:245). Para evitar que, reaccionando ante esta exigente
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
progresiva: se pasa de la acreditación (reconocimiento, por parte de la ENAC, por ejemplo, de que se Aunque podríamos hacer una distincion especiTlca en
es competente para realizar unas tareas) a os Certificados de Aseguramiento de la Calidad de cuanto que el profesional de la Ingeniería podna ejercerla
productos y servicios hasta llegar a la Calidad Total tanto de una manera independiente o libre como de una
Insistimos en que la caracterizac'ón hecha del principio de manera asalariada dentro de una empresa, mantenemos
responsabil•dad puede parecer excesiva, radical o de una esta segunda opción como referencial, ya que es —y cada
exigencia imposible de cumplir, especialmente en las actua es vez en mayor grado— la más común y habitual.
circunstancias de desarrollo tecno ógico. Si lo que hemos dicho También hemos de advertir de antemano que todo lo
hasta ahora es cierto, parece no quedar opción entre estos dos que vamos a decir no es sino la explicitación y cleta le de
extremos indeseables: por un lado, soslayar el cumplimiento del una afirmación que, por ewidente, puede resultar perogru
principio de responsabilidad, asumido pero inaplicable en todos lesca, pero seguramente necesaria de recordar: el
sus términos en el ámbito tecnocientífico o, por otro, cumplir ingeniero, en el ejercicio de su actividad, es responsable por
escrupulosamente con el mismo, deteniendo consecuentemente enema de todo, de ser un buen ingeniero, lo cual comporta,
el desarrollo tecnológico. Más en concreto ¿qué hay que hacer por supuesto, capacitación técnica adecuada, dotes y
ante la posible implementación de una nueva tecnología: seguir cualidades personales y profesionales pero también, y
adelante con ella mientras que no se demuestre que tiene graves necesariamente, capacitación ética y cualidades morales
(e inasumibles) efectos negativos o esperar hasta que se adecuadas a su profesión.
demuestre (siempre, necesariamente, só o en fase experimental)
su inocuidad? ¿no hay ninguna alternativa razonable para este Ante la empresa
dilema? Precisamente Podemos comenzar diciendo que el ingeniero ha de
para ello está formulándose cada vez con mayor fuerza el responder ante la empresa de su trabajo: realizarlo con
principio de precaución, que demanda la toma de medidas que rigor, competencia, dedicación y profesionalidad es la
eviten o palien al máximo los potenciales riesgos (nunca evidente respuesta tanto de la confianza depositada en él al
catastróficos o irreversibles) de una tecnología novedosa, sin contratar sus servicios
tener que prohibir caute armente su desarrollo.

Ejercicio 3
Describir ejemplos de aplicación del principio de precaución sobre
tecnologías novedosas en os diversos ámbitos de la ingeniería
(quím'co, aeronáutico, energético, telecomunicaciones...).
268

En definitiva, a responsabilidad es exigente y compleja, "es un bien frágil y escaso" (CRUZ y R.


ARAMAYO, 1999:1 1 1), es "siempre tentativa y falib e" (CRUZ R. ARAMAW), 1999:86) y,
posiblemente, es más fácil identificarla en su ausencia (la imprudencia, a ignorancia, la impericia, la
negligencia...) pero nada de todo ello debe llevarnos a la parálisis sino, al contrario, a la acción, mejor
en cuanto que es más consciente de todo lo que comporta.

III. LA RESPONSABILIDAD EN EL EJERCICIO DE INGENIERÍA


para una concreción mayor (sin pretender ser exhaustivos) y una sistematización de aspectos ya
abordados a lo largo de este texto, vamos a proceder ahora a identificar momentos o situaciones
ejemplares, parad'gmáticas, en los que la responsabilidad del ingeniero en e ejercicio de su profesión
se pone de manifiesto. Para ello vamos a servirnos de una doble referencia: en primer lugar ¿ante
quién es responsable e ingeniero? y, en segundo lugar, dentro de cada uno de sus apartados 81e qué
es responsab e el ingeniero?
Etica para ingenieros — José Guibert
MS IJcín

EL PRLe: PIO : LA 269 270 INGENIEROg


para Ingenieros — José Guibert Ucín

EL LA
como de la retribución —no sólo económica, también de recono- pal, sin que resulte conveniente transferir responsabilidades cimiento, promoción, etc— que
recibe de ella. pare ales a lo integrantes de grupo, por ciertas que sean, De los múltiples modos como esta responsabilidad puede ex- pero que habrá de identificar
y delimitar adecuadamente al presarse, vamos a destacar solamente algunos por su carácter pro- interior del propio equipo, pero no hacia fuera del mismo. En
blemático: cualquiera de los dos casos apuntados, la responsablidad moral personal del ingeniero no desaparece, sino más bien • La fidel'dad y lealtad debidas a
la empresa, concretadas en se acrecienta, aunque se exprese de manera modulada según la búsqueda consciente de su bien, el cumplimiento de las los contextos
—hacia el exterior o hacia el interior el ámbito normativas internas o el ejercicio del secreto profesional no organizativo— en los que se encuentre.
son una responsabilidad absoluta Sno relativa y, por lo tanto, por último, también queremos apuntar como situación com. necesariamente armonizable
con el cumplimiento de otras pleja de ejercicio de la responsabilidad hacia la empresa el responsabilidades que, llegado el caso del conflicto, se im- modo como
se realiza la desvinculación de la misma ponen a ella, como, por ejemplo, el cumplimiento de la ley, ¿Existen responsabilidades ante la empresa que hemos
abanel respeto a los derechos fundamentales de las personas, la donado y con la que no nos vincula ya una re ación laboral? preservación de bien social o
común, el respeto de la natu- ¿cuáles serían sus contenidos? Creemos que desde un conraleza, etc. cepto de responsabilidad exigente como e planteado parece
• La responsabilidad ante la empresa adquiere también un poder afirmarse que el profesional que deja una determinacarácter problemático cuando nos
referimos a a habitual da organización, mantiene unos compromisos implícitos restarea del •ngeniero consistente en el diseño de proyectos, la pecto a a
misma, que se concretan en mantener el secreto elaboración de informes o la dirección de un trabajo u obra. profesional, de no apropiación de los trabajos
realizados, de Esta problematicidad se despliega de múltiples maneras, no sustracción de la cartera de clientes o de abstención de entre las que vamos a
destacar dos: la inevitable responsabicualquier otra práctica que pudiera considerarse como una lidad personal y a asunción de responsabilidad última por
peculiar variante de espionaje industrial. un trabajo colectivo. Comenzando por la primera, hay que decir que es cada vez más habitual que sea el nombre de la
Ante los compañeros empresa (y no tanto el de las personas que
han actuado en concreto) el que figure como referenc•a hacia el cliente del Quisiéramos comenzar este apartado con la responsabilidad servicio prestado,
reclamando la autoría y asumiendo la res- ante posibles nuevos compañeros o trabajadores. El ingeniero que ponsabilidad consecuente. Esto puede llevar a
una inade- dirige un proceso de selección de personal se encuentra iderando cuada desresponsabilización moral del ingeniero que, cara una tarea
importante y de la que no rinde cuentas sólo ante su al exterior, traslada su responsabilidad a la empresa. Para evi- empresa, sino también ante quienes
participan en dicho proceso, tar esto, consecuentemente, esta transferencia ha de estar aunque carezcan de capacidad de exigir responsabilidades.
Dispocorrelacionada con un afinamiento de su responsabilidad ner de unos criterios adecuados de valoración, aplicarlos con personal ante la propia
empresa. La segunda cuestión pro- imparcia idad, no someter a los candidatos a pruebas o trato denib emátlca, vinculada a la anterior, es la de a asunción
de la grante, guardar la debida confidencia idad y uso adecuado de los responsabilidad última, ante la propia empresa, del trabajo datos personales, evitar
todo tipo de corrupción (del chantaje al (informe, proyecto, obra...) grupal. El ingeniero que actúa nepotismo) e incluso tener en cuenta las consecuencias
que en las como jefe o director de un equipo ha de asumir, ante la personas afectadas comporten las propias decisiones son elemenempresa, la
responsabilidad de la totalidad del trabajo gru- tos indispensab es de una actuación responsable en este terreno.
MS Ucín
Etica para ingenieros — José Guibert
271 272 él•rc.h PARA INGENIEROg un ambiente saludable (respecto a iluminación, gases, olores y ventilación, ergonomía, etc.) es una tarea en a que el
ingeniero debe mostrar
Ejercicio 4
su máxima competencia.
Leer el siguiente caso y responder al mismo: Un número significativo
Marisa Arias es una ingeniera, responsable del equipo de de accidentes y
selección de personal de una gran empresa de generación y dis. enfermedades laborales
tribución de energía (gas y electricidad) tanto para particulares pueden ser cw'taclos si
como industrias, Habiendo culminado un proceso de selección se es consciente de la
responsabilidad que
para un puesto de trabajo de atención directa al cliente, se
como Ingeniero se tiene
encuentra ante una situac•ón que se le antoja 'ncómoda. Hay en orden a garantizar
una candidata —Fátima Habib- que, tanto por su currículo como unas condiciones tanto
por las calificaciones obtenidas en as pruebas que se han rea de higiene como de
izado, destaca significativa y positivamente frente al resto. Sin prevención de
embargo, hoy la ha conocido personalmente en la entrevista accidentes, lo que,
que han mantenido como último acto del proceso de se ección y además de una
le ha surgido una duda al ver a Fátima ataviada con el tocado responsabilidad legal o
un factor de gestión
islámico sobre su cabeza, cubriendo totalmente el cabe110.
empresarial es, sobre
Además, en el diálogo a aspirante, entre otras cosas, ha todo, una
preguntado si existe algún criterio específico sobre el atuendo responsabilidad moral
de los empleados por parte de a empresa y tras contestar respecto a la vida y salud
Marisa negativamente, se ha mostrado satisfecha, pues ella de personas que
quiere seguir cubriendo su cabeza cuando está en público y, por comparten un proyecto
tanto, también en el trabajo. ¿Qué ha de hacer Marisa? ¿por profesional con el
qué? ingeniero.
Otro asunto de creciente actualidad es el del mobbing o
acoso moral que sufren ciertos trabajadores y profesionales en el ejercicio de sus tareas y por parte de sus propios compañeros y superiores. Los ingenieros
son, en muchas ocasiones, los jefes de grupos de trabajo en los que se producen estas dinámicas perversas. Su responsabilidad no queda, ógicamente,
circunscrita a no promover ni participar de ellas sino a evitar su aparición, a oponerse frontalmente a las mismas y acompañar adecuadamente a quienes las
padecen, especialmente si tenemos en cuenta que su rea ización demanda precisamente la inhibición por parte de los testigos y la soledad de quienes se
ven sometidos a este tipo de vul-
Respecto a sus ya, de hecho, compañeros de trabajo, la responneraciones de la dign'dad humana. sab'lidad del ingeniero se manifiesta en a actualidad, y en
nuestro contexto, de una manera significativa y a veces muy dramática enTambién es necesario destacar aquí la responsabilidad del varios aspectos:
ingeniero —particu armente en cuanto jefe de personal o experto en sistemas informáticos — en el diseño, implantación • Uno de ellos es el de a
seguridad en el desarrollo de la acti- y verificación de los diversos modos de control que se gervidad laboral. El ingeniero, en el ejercicio de su profesión, es cen
sobre los trabajadores de la empresa. Esta es una responen muchas ocasiones la persona responsable de que el tra- sabilidad especialmente importante en un
momento en que bajo se desarrolle en unas condiciones que previenen y mini- la aparición de las nuevas tecnologías ofrece posibilidades mizan al máximo los
riesgos de accidentes y enfermedades insospechadas: cámaras minúsculas y de potentes prestaciolaborales. Cumplir y hacer cumplir la normativa —cada vez
nes y software incorporado a as herramientas de trabajo más rigurosa al respecto— y, yendo más allá, diseñar e intro- habituales (ordenadores, te éionos,
maquinaria...) permiten ducir nuevas medidas cada vez más eficaces, es una respon un conocimiento exhaustivo (deta lado y permanente) de a sabilidad
ineludible del ingeniero que dirige, por ejemplo, actividad de los trabajadores, con el serio peligro de vulnerar una obra civil, la instalación de un tren de
para Ingenieros — José Guibert Ucín

EL LA
laminación o la la intimidad y dignidad de los mismos o, al menos, de crear producción en una empresa de productos abrasivos. Crear un ambiente de presión
y desconfianza contraproducente.
José Guibert
2
7
ca MS 3 especial
mente
significati
vas que
concreta
n esta
• Vinculado a lo anterior y consecuentemente, es necesario destacar la responsabilidad formulaci
de muchos ingenieros (industriales, de organización) en la formulación y puesta en ón
práctica de sistemas de producción y modelos de condiciones laborales que, en ningún genérica:
caso, pueden resu tar perjudiciales a os que han de someterse a ellos: presionar por
encima de las razonables condiciones de aguante, prolongar exageradamente el horario • Por un ado, es importante
laboral, sustituir las necesarias vacaciones por retribuciones extraordinarias, formular destacar, ya desde el comienzo
objetivos que más allá de ser ambiciosos o ilusionantes se convierten en frus trantes por de la relación profesional, el
inalcanzables, condiciones salaria es y contractuales de baja calidad... todo ello en aras momento de la petición de un
de unos resultados mejores, comporta habitualmente un trato indebido a los trabajo o encargo
trabajadores. La apelación a las necesidades del mercado, a que "el sistema determinado. La
socioeconómico es así", no exime al ingeniero de su responsabilidad personal en todas responsabilidad hacia el cliente
estas decisiones. se manifiesta ya en el hecho de
aceptarlo o no. No son
infrecuentes los prob emas
Ejercicio 5 que genera asumir un
Formular un completo sistema de retribución salarial del compromiso profesional para
personal de una empresa (criterios, categorías laborales, el cual se carece de las
conceptos retributivos, cantidades o porcentajes, etc.) que capacida274INGE211îRog des
pueda ser considerado éticamente aceptable (justo), explicando técnicas, los recursos
las razones que fundamentan sus características. materiales o el tiempo
necesarios. La responsabilidad
ante el cliente comporta la
obligación de ser veraces ante
Ante el cliente responsabilidad del ingeniero ante el cliente él hasta el punto de tener que
puede resumirse en buscar prestarle un buen servicio, adecuado a rechazar ofrecimientos por la
sus necesida des, respetando sus intereses y teniendo en cuenta imposibilidad de cumplirlos
sus condiciones. Sin embargo, hay varias situac'ones adecuadamente. Un caso
peculiar de esta situación es e
osé Guibert Ucín

EL LA
planteamiento de ofertas o ventas de servicios en unas condiciones tan atractivas que
carecen de competencia y aseguran una adjudicación, pero que en el fondo se es
consciente de que no se pueden evar a efecto.
• Una vez aceptado el encargo, la especificación contractual de las condiciones del
mismo, en toda su extensión y deta lle, no es sino una expresión, no implícita Sino
explícita, de as responsabilidades que se asumen, aunque siempre hay una inadecuación
de fondo: el compromiso moral supera siempre cualquier compromiso contractual. De
cualquier modo, hay que ser rigurosos en la redacción de dichas condiciones: claridad,
ausencia de ambigüedad y "letra peque. ña", indicadores objetivos y evaluables, etc. son
características imprescindibles en estos documentos.
• En muchas ocasiones, el trabajo o servicio realizado ha de estar firmado personalmente
por el ingeniero encargado del mismo. Este hecho supone aceptar una responsabilidad
personal y total ante e cliente, de la cual, nuevamente en este caso, es necesario dar
cuenta sin posibi idad de transferir —hacia otros miembros del equipo o partíc•pes en
la elaboración del encargo- la parte correspondiente del mismo (cosa que sí podrá o
deberá hacerse al interior del propio grupo de trabajo). Correlativamente con esta
situación descrita, está a responsabilidad institucional que el ingeniero asume ante el
cliente del comportamiento y decisiones de otros miembros de la empresa en la que
presta sus servicios, de a cual ejerce habitualmente como representante ante el
interlocutor exterior (en este caso el cliente).
un caso peculiar y problemático de responsabilidad ante el cliente es el del ingeniero que ejerce una tarea de peritaje
(en muchos casos judicial) o control (auditoría externa) sobre el traba10 de otros profesionales o empresas. En estas
circunstancias puede haber conflictos de responsabilidades —ante el
Etica para ingenieros — José Guibert

EL LA INGENIEROg
MB IJcín

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Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL LA INGENIE:Rog
cliente, ante compañeros de la profesión— que demandan un antemano y con claridad su carácter de chantaje o soborno grado importante de
veracidad (no sólo no emitiendo, por (cuando la iniciativa parte, respectivamente del comprador o supuesto, informes falsos sino ni siquiera
conscientemente del proveedor), sí que es evidente que el ingeniero encargaincompletos o ambiguos) y de claridad y Jerarquía de crite- do de compras
tiene una responsabilidad mora importante rios (prioridad de bien común, ausencia de comportamien- hacia sus proveedores en estas ocasiones y,
además, no solatos corporativistas, etc.). mente ante quien en concreto está realizando la operación,
• Por ú timo, a responsabilidad ante el cliente se manifiesta de sino también ante todos los demás que quedan fuera de ella. manera c ara en los
mecanismos de control que acompañan la finalización del trabajo: determinación de as
garantías del mismo, formación de los operarios y entrega de manuales de uso Ejercicio 6
adecuados, servicio postventa, etc. Formular la criteriología a aplicar en la empresa respecto a la
aceptación de regalos por los empleados de parte de clientes y
Ante los proveedores proveedores.
No son pocas as ocasiones en las que el ingeniero es el encarEn todos estos casos, el
ingeniero encargado es por supuesto resgado de determinados ejercicios de la administración de la empreponsable de disponer —y dar a conocer a sus
suministradores— los sa, como son la adquisición de suministros, bienes o servicios. En criterios que rigen sus decisiones y ha de ofrecer las explicaciones
estos casos, entra en relación con otros profesionales o empresas que lógicamente tienen su responsabilidad ante él, más oportunas en cada caso que hagan
comprensible su decisión,
proveedoras, de manera que ésta, siendo discrecional en muchos casos, no lo sea pero ante quienes también él mismo tiene una responsabilidad inela que
nos toca destacar ahora, ejemplificada en dos nunca arbitraria. ludible, que es grandes situaciones:
Ante la sociedad
• Una expresión importante de la responsabilidad ante los pro- El ejercicio de la ingeniería, como ya hemos dicho en estas págiveedores se concreta en las
prácticas que acompañan la con- nas, tiene en muchas ocasiones un referente social más allá del vocatoria de concursos y subastas: formulación de
condicio- cliente concreto al que se presta el servicio o inc uso, es prec•sanes preparadas para un proveedor determinado de antema- mente la sociedad
en su conjunto el cliente directo o indirecto del no, fingir concursos con el único objetivo de obtener infor- mismo. Por ejemplo, respecto a la construcción
de una planta de mación que interesa, formular condiciones abusivas en os generación de energía no nos encontramos sólo ante una empresa pliegos, etc.
son prácticas irresponsables ante los proveedo- eléctrica que paga su instalación, sino ante una región que va beneres, que pierden tiempo y dinero sin
posibilidad real de obte- ficiarse de las ventajas y va a sufrir los inconvenientes de su prener un encargo o, peor aún, han de someterse a unas condi-
sencia; respecto al diseño de una nueva tecnología de comunicaciones de entrega, cobro, etc. manifiestamente injustas, pero ción, no nos encontramos
sólo ante las empresas de telefonía que amparadas en la posición privilegiada en el mercado del la apliquen a sus servicios, sino ante la sociedad en su
conjunto que comprador. va a hacer uso generalizado de ella; respecto a la construcción de • Otro caso problemático se encuentra en la frecuente
prácti- una obra pública (aeropuerto, autovía...), no nos encontramos só o ca de la recepción de regalos procedentes de los proveedo- ante la
Administración del Estado que la financia y es su propietares o la demanda de comisiones en correspondencia con la ria, sino también y sobre todo ante la
sociedad al completo, para aceptación de una oferta. Sin que sea posible determinar de quien ha sido construida y que se va a ver afectada por la misma.
MA

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Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL LA INGENIE:Rog
Todo esto no hace sino demostrar que as responsabilidad del •nge- totipos, consultar con colegas, prever consecuencias, etc. niero en el ejercicio de su
profesión va casi siempre más allá de la Desde una catástrofe por un accidente aéreo debido a un que debe a su cliente concreto y directo, alcanzando una
ineludi- fallo técnico, hasta una contaminación proveniente de alguble d•mensión social. Del complejo mundo de las responsabilida- na fábrica o central
energética por errores en los sistemas de des sociales de la ingeniería, destacamos algunas como especial- protección, pasando por la dependencia de hecho
del ser mente relevantes: humano respecto de distintos sistemas técnicos, el riesgo se nos manifiesta omnipresente en nuestra sociedad tecnológi• En
su labor profesional los ingenieros deben ser conscientes ca y la seguridad un objetivo cada vez más necesario. de las desigualdades que hoy en día existen y
de que, como Un e emento que diferencia significativamente nuestra época ya hemos apuntado anteriormente, los beneficios de la tec- es la cuestión de
medio ambiente y el desarrollo sostenible. nología y la innovación se disfrutan de una manera muy desi- La naturaleza hoy está en una situación problemática,
al gual en nuestro mundo. Desde este punto de vista, la inge- borde del colapso (desaparición de recursos naturales, desniería es una herramienta poderosa
que contribuye a aumen- censo de la biodiversidad, contaminación atmosférica, tar os efectos de las corrientes sociales. En una sociedad que terrestre y de
agua, indicios de cambio climático...) y está en tiende a una distribución no equitativa de sus recursos, pro- riesgo el futuro mismo de la humanidad. Si durante
muchas vocando o agrandando as diferencias o brechas (económi- décadas los ingenieros actuaban sin cortapisas ni restricciocas, digitales, culturales, etc)
entre grupos de a población —o nes medioambientales, pues no había conciencia del deteentre soc•edades enteras—, la ingeniería, directa o indirecta- rioro
que en las minas, las infraestructuras civiles o en las mente, pero de un modo muy Intenso, colabora con estos industrias se causaba a la naturaleza, hoy no se
puede conprocesos de exclusión, haciendo que empeore la situación. cebir un proyecto de ingeniería en el que las "externalidades El reto ético subsiguiente
es manifiesto: si una minoría de la negativas" no se tengan en cuenta y no se evalúen y estudien población mundial maneja la mayoría de los recursos técni-
sus costes. Pero no se trata solamente de cumpl'r egis aciocos, los ingenieros, si no se lo plantean explícitamente, ser- nes cada vez, afortunadamente, más
restrictivas y rigurosas virán a los intereses de ese grupo privilegiado más que a los en cuestiones medioambientales, ni siqu'era de asumir los de la masa de la
población mundial y serán responsab es, costes económicos de la contaminación, se trata sobre todo parciales, pero significativos, de su inc'erto destino. de
reconocer la especial responsabilidad que tiene el inge• El poder de la técnica, la capacidad de obtener grandes niero respecto a la naturaleza y las
generac•ones futuras, o logros gracias a la ingeniería, se puede asociar a la cuestión que e Impulsará a poner todo su conocimiento al servicio de de la
seguridad y a la responsabilidad ante los riesgos que un uso más racional de los recursos naturales, al emp eo de comporta el inadecuado funcionamiento de
los nuewos arte- energías renovables y materiales recic ados (y reciclables), a factos tecnológicos. Un mal mantenimiento de productos reducir las emisiones
contaminantes y las tecnologías agresitecnológicos o el deterioro de instalaciones o materiales, un vas con el medo natural, etc.
mal cálculo o un mal p anteamiento de un problema puede Por último, no queremos dejar de citar la responsabilidad tener consecuencias muy graves.
Puede provocar enferme- social del ingeniero respecto a as características de las tecdades en personas, accidentes de diversa gravedad, proble- nologías
que diseña e implementa. Si hemos dicho que la mas ecológicos, además de daños económicos a las empre- ingeniería es un factor de cambio social,
que podemos asosas. El ingeniero ha de saber tomar precauciones adecuadas: ciar a ingeniena a la posibilidad de cambiar la vida humasimular de
antemano los proyectos, diseñar maquetas y pro- na, a lograr mejoras en e a gracias a la aplicación de la téc-
Me

279 280
nica, es necesario que la ingeniería asuma la responsabilidad de proponer Para una presentación alternativa (en muchas ocasiones divergente
tecnologías "humanizadoras", que co aboren a hacer la vida más sencilla y con a hecha aqufJ puede consultarse EscoLÁ, R. y MURILLO, J
también más plena y no, como ocurre demasiadas veces, más comp eja y l., Ética para ingenieros, EUNSA, Pamplona, 2000.
Para otro análisis de la ética de la responsabilidad y de otros
Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

EL LA INGENIE:Rog

vacía de sentido. Se trata también de formular tecnologías que se adecúen conceptos de ética genera aplicados a la ética de la ingeniería puede
a las necesidades más importantes de la población —y a ser posible, de sus consu tarse ROPH, G, "The Ethics oíTechnology" en GOUION, P. y
grupos más necesitados— y no sólo a las demandas de los clientes con DUBREUIL B. H., Technology and Elhics. A European Quest for
mayor poder adquisitivo. También es responsabilidad del ingeniero Responsible Engineering, PEETERS, LEUVLN (Bégica), 2001 .
diseñar tecnologías que se adapten a as peculiares condiciones sociales,
económicas y culturales del medio social en el que se van a aplicar. Se
trata, en definitiva, de poner la tecno ogía al servicio del desarrollo de as
capacidades y aspirac i ones de humani-

zacion aún inéditas en el mundo.


Como se puede apreciar fácilmente con esta brewe
descripción ejemplar o ilustrativa, el ingeniero en el ejercicio de
su profesión tiene ante sí una ingente tarea si asume con
radicalidad que la responsabilidad, tal y como a hemos formulado
en este capítulo, se convierte en el principio nuclear de su ética
profesional. Su creciente exigencia y comp ejidad, os múltiples
sujetos afectados (con intereses diversos y a veces
contrapuestos), el amplio espectro de consecuencias sometidas a
identificación previsora, etc. demandan del profesional de la
ingeniería un ejercido permanente de razonamiento ético en aras
de unas decisiones concretas o más acertadas y correctas que sea
posible. Además, esta misma exigencia de responsabilidad, esa
búsqueda de la excelencia moral acerca la ética profesional de la
ingeniería a una concepción adecuadamente teleológica o
felicitante de la misma, que integra en su seno, cumpliendo y
superándola al mismo tiempo, la dimensión Obligante o deonto
ógica.

BIBLIOGRAFÍA

CAMPS, V. (1 990), Virtudes públicas, Espasa Calpe, Madrid.


CRUZ, M. (1995), ¿A quién pertenece lo ocurrido? Taurus, Madrid.
CRUZ, M. Y R. ARAMAYO, R. (coord.) (1999), El reparto de la acción.
Ensayos en tomo a la responsabilidad, Trotta, Madrid.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

INGENIEROS
MA ética que ha de dirigirla tanto a
ella como a los profesionales que
trabajan en su interior. por ú timo,
cabe también acercarse a otro
grupo de organizaciones a las que
se denomina organizaciones no
gubernamentales que también
Capítulo 9 presentan sus particularidades
éticas; anotándolas finalizaremos
Unas normatividades 282 ll. Los CÓDIGOS PROFESIONALES
el capítulo.

colectivas: códigos Dentro de las éticas aplicadas, es necesario destacar la


existencia de unos mecanismos de autorregulación de los
profesionales y ética de las profesionales, los llamados códigos profesionales, de conducta o
deontológicos. Suelen ser textos normativos elaborados y
organizaciones aprobados por los órganos representativos de la profesión
correspondiente (colegio o asociación profesional) en los que se
establecen las pautas de comportamiento o conducta en el
ejercicio de la actividad profesional. Su importancia es tal que
hay autores que completan la lista de características de las
profesiones con la del alto grado de autocontrol en la conducta,
expresado precisamente a través de estos códigos.
Los códigos profesionales se puede decir que desarrollan las
l. INTRODUCCIÓN
siguientes funciones:
Una propuesta ética como la presentada en estas páginas
pecaría de idealismo o de inoperante buena voluntad si no Apelar a la responsabilidad del profesional no sólo respecto
asumiera que necesita ser especificada y hecha realidad al producto inmediato y directo de su trabajo, sino a las
mediante medidas o mecanismos éticos concretos. Pensando en consecuencias que de él se derivan.
éstos, enseguida nos surge, en el ámbito profesional, la Complementar las medidas políticas y legales que se toman
referencia de los cód gos, como explicitación colectiva de un para dicho ámbito profesional, pues éstas son a todas
compromiso en favor de un ejercicio de la propia actividad luces 'Insuficientes.
profesional moralmente irreprochable. De e los nos ocuparemos
en primer lugar. Pero además, si los profe. sionales desarrollan Provocar y garantizar una sensibilización
su actividad habitualmente en el contexto de organizaciones e y un debate social
instituciones (mayoritariamente de carácter empresarial) y éstas lo más amplio posible sobre las imp icaciones del desarrol
son reconocidas progresivamente no como mera suma o o de la activ'dad profesional.
agregación de individuos sino como sujetos colectivos con Armonizar las medidas tomadas en bs
identidad (jurídica y, en cierto sentido, también mora ) propia, distintos países en una formulación
hay que acercarse también, en segundo lugar, a la ética de las común a todos ellos.
organizaciones empresariales. Existe también un tipo de Simbo izar la especific'dad profesional:
organización, la Administración Pública, que, por sus los códigos son un instrumento más en
especificidades, demanda una reflexión particular acerca de la los procesos de autoidentificación de un
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
colectivo profesional y, al mismo tiempo y consecuentemente, en los
de diferenciación respecto de otros.
1 para una valoración critica —
aportaciones y limitaciones— de
En cuanto a su contenido, se puede decir que habitualmente están redactados sin excesiva los códigos sinnales, tanto
originalidad ni sistematicidad. Reílejan un marcado talante corporativo y expresan muy c en su funcionalidad interna
aramente la autocomprensión de la actividad proíes•onal en el contexto cultural, social y como externa, ver una minuciosa
político en el que se formula. Comúnmente se presentan, no como una lista de ideales síntesis en (LOZANO, 999:146-
difícilmente realizable, sino como UNAS NORMATIVIDADŒs 283 una serie de 149).
principios normativos concretos exigibles a todos los integrantes de la profesión. Estos deberes

pueden ser agrupados en tres grandes apartados: 284INGE211îRog progresiva separación entre el ámbito privado y el
públ'co). En muchas ocasiones su carácter moral queda
deberes para con la propia profesión: se habla de la competencia desvirtuado, convirtiéndose más bien en "una especie de barrera
profesional y su correlativa responsabilidad. Se trata de definir en protectora contra potenciales acusaciones de ilegalidad"
términos generales qué es un buen profesional, delimitar el ámbito de (SEGURA, 1996:50). También se cuestiona su posible carácter
actuación de la profesión, estableciendo las condiciones de acceso a la homogeneizador, pues se han producido según el pensamiento
misma y descalificando el intrusismo; tecnológ•co de los países desarrollados, descuidando diferencias
deberes para con los otros profesionales: se trata de regular las sociales y culturales. No hay que o vidar, por último, que los
relaciones entre los profesionales de un mismo ámbito, se insiste en planteamientos éticos realizados por los propios profesiona es
las obligaciones hacia la comunidad profesional de la que se participa, adolecen a menudo de autocomplacencia, de una
los modos de acceso y expulsión de la misma y a solidaridad autocomprensión excesivamente idealizada y poco crítica
corporativa; (HORTAL,
deberes para con los clientes: son las obligaciones que se asumen 1993:205-222).
hacia los usuarios de los servicios prestados y los correspondientes
E profesor EDUARDO SCHMIDT, analizando este carácter
derechos que generan en los clientes, por ejemplo: autonomía,
problemático de los códigos profesionales, llega a dos
información debida, intimidad, etc.
conclusiones importantes (SCHMIDT, 1 993:271-280):
Progresivamente va apareciendo con mayor frecuencia
Por un lado, para que un código profesional sea eficaz
un cuarto bloque de deberes para con la sociedad. El grupo
requiere ser la expresión de una determinada mística
profesional reconoce las obligaciones que asume con la
profesional previa al mismo, una reflexión y acuerdo
sociedad en general al tiempo que destaca su contribución
colectivos alrededor de unos valores y principios morales;
al bien público.
esto a su vez requiere de otra condición antecedente, que
Las reacciones críticas y ob' eciones que generan dichos
es la existencia de una mística personal en el ejercicio de la
códigos son diversas'. Así, por ejemplo, si por un lado se
profesión, un compromiso personal de llevar al ejercicio de
dice que en muchos casos son excesivamente detallados —
la actividad profesional y de expresar a través de ella unos
y esa minuciosidad posiblemente los convierte en rígidos y
valores morales.
con dificultades de cambio—, por otro lado se echa en falta
en muchos de el os la existencia tanto de aplicaciones Por otro, nunca deben faltar los siguientes elementos en un
concretas como de reglas disciplinarias. Otra paradoja código profesional: la participación de los propios
detectada es que si bien teóricamente los códigos son profesionales afectados por el código en su formulación y
valorados como un medio adecuado para mejorar el periódica revisión, el equilibrio entre la genera idad vacía y
comportamiento profesional, por otro, la experiencia indica la minuciosidad casuística, el encargo a un grupo de los
que realmente influyen muy poco en el comportamiento de propios profesionales de velar por el cumplimiento del
los profesionales (entre otras razones porque se constata código y, finalmente, el establecimiento de sanciones para
en cuestiones de moral una los casos de incumplimiento del mismo.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
por nuestra parte, valiéndonos de la distinción establecida anteriormente entre ética y un Colegio o
deontología profesionales, queremos subrayar en este momento que los códigos profesionales Asociación
tienden a subrayar unilateralmente la dimensión deontológica frente a la ética. De hecho, son sign'ficativa de a
muchas veces denominados códigos "deontológi- misma. Proponer su
enriquecimiento con

cr3LßCTLvns 285 cos" y sus contenidos, como hemos apuntado normas procedentes
ya, se concentran casi exclusivamente en el establecimiento de de la propia ética
deberes. Este reduccionismo deontológico tiende a identificar la profesional personal
ética profesional con una normativa concreta y a calificar
éticamente a los profesionales en la medida en que se limitan a 286
cumplir ésta. Si la deontología (el deber, lo obligatorio) acapara
III. LA ÉTICA DE LAS ORGANIZACIONES EMPRESARIALES
el ámbito de la ética profesional (la determinación y búsqueda
del bien propio de la actividad), que a su vez se integra en la Como ya hemos apuntado anteriormente y es fácilmente
propuesta felicitante que cada sujeto determina para su propia constatable en la realidad, la actividad labora de los profesiona
vida, si desarraigamos de su contexto ético la deontología es se desarrolla en gran mecl'da (y cada vez más) en el marco de
profesional, lo que hacemos en realidad es caer en el unas instituciones u organizaciones de carácter empresarial'. Esta
"automatismo deonto ógico" (Lozano, 145), consistente en es la razón por la que una ética profesional debe ocuparse a su
elewar a la categoría normativa los aspectos no coincidentes vez de la ética empresarial como contexto ineludible, y esto es
entre la persona y su rol laboral, lo cual resulta especialmente prec'samente lo que vamos a desarrollar brevemente a
grave en las sociedades modernas donde dichas divergencias continuación'.
tienden a ser cada vez mayores. Lo primero que hemos de hacer es constatar las d'íicu tades
Consecuentemente, proponemos que los códigos con las que se topa la ética en el propio contexto empresarial.
articulen adecuadamente su habitual estilo y registro Citemos solamente dos:
regulativo (d'mensión deontológica) con otro explic•tador
de as aspiraciones o ideales (dimensión ética). Esto a veces • la desconfianza del empresariado, que surge básicamente
no es posible debido al necesario respeto al p ura ismo de una serie de posicionamientos respecto a las relaciones
moral presente entre los profesionales. En esos casos, la mutuas entre ét'ca y empresa que se pueden resumir en:
integración entre la dimensión deontológ'ca y la ética se para hacer negocios hay que olvidarse de la ética, ésta ha de
produce no tanto en el código como en los planteamientos quedarse fuera de la empresa, que tiene sus propias reg as de
morales propios de cada profesional. En otras ocasiones, la luego; la mis'ón de la empresa es maximizar beneficios, no
articulación será más precaria, pero no por ello ausente o hay valor superior a éste, y cualquier medio está justificado si
innecesaria, mediante la complementariedad entre el conduce a este fin; lo ético en la empresa debe reducirse al
código —que recogerá la dimenSión deonto ógica— y otro cump imiento de la legalidad y las leyes de mercado; la
tipo de documentos (man 'fiestos, idearios, etc.) más desconfianza de los propios filósofos mora es: cuando la
propositivos y con una aceptación más parcial, que aspiran sociedad reclama a las empresas un comportamiento ético,
a alcanzar un reconocimiento progresivamente mayor, se duda si esto es debido a una necesidad verdaderamente
hasta llegar a formar parte del consenso común, según la sentida o a un intento de tranquilizar la propia conciencia
dinámica de construcción permanente de la ética de dando solamente la apariencia de preocupación, sin que lo
mínimos. sea ciertamente; o desde a propia empresa, la invocación a la
ética manifiesta la ambigüedad entre una necesidad acorde
con el propio carácter de la organización y una simple
Ejercicio 1 operación de maquillaje y marketing comercial.
Analizar críticamente un código profesional de la
propia especialidad de a ingeniería elaborado por
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
. El contexto de la en el que ahora vamos a junto el contexto cultural de la incert'dumbre y el pluralismo, que apuntado
el el terreno en el que ha de Carso la ética de IO que le Obliga a definirse no tanto como una normatividad común
preestablecida Cuanto una autorregulación sabe Icfr. LOZANO, 1999:144).
para un desarrol o en extenso de este apartado (CORIIN,•» 1994) y (LOZANO, 19991 en quienes nos hemos
basado.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

INGENIEROS
M
A
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
ellos un comportam ento mora y por otra, no están en
287 condiciones de comportarse como héroes, que es lo que
verdaderamente se requiere en muchas ocasiones. El modo
A pesar de estas y otras dificultackžs, la ética es una necesidad de salir de esta situación es la existencia de un marco moral
propia de la actividad empresarial, y hay razones suficientes que lo empresarial que posibilita el comportamiento correcto de
avalan: os profesionales sin necesidad de actos heroicos;
288
• recuperar la confianza en la empresa: la aparición de
múltiples escándalos de todo tipo ha dañado sensiblemente • imposibilidad de eludir el nivel moral postconvencional:
la imagen y credibilidad de la activ'dad empresarial ante la la ética empresarial es necesaria porque actualmente, como
sociedad y los consumidores, lo que demanda ser destacan HABERMAS y KOHLBFRCI, las sociedades se
respondido con medidas que posibiliten la recuperación de encuentran —en lo que respecta a su madurez moral— en
la confianza perdida; un nivel postconvenciona que reclama de las instituciones
• necesidad de decisiones a largo plazo: en las actuales (también de las empresariales) actuar de acuerdo a
circunstancias de dura competencia, la empresa se ve principios universales como los derechos humanos.
obligada a trabajar con plazos más largos a la hora de tomar
sus decisiones y lo tanto tamb'én prolonga temporalmente En definitiva, porque la empresa es indefectiblemente un
su responsabilidad. Pues bien, en el largo plazo el plus de la espacio ético y tiene unos rasgos específicos, es necesaria una
ética refuerza los resultados positivos de la empresa. La ética empresarial.
ética es rentable; • responsabilidad social de la empresa: Veamos a continuación en qué consiste una ética empresarial y
existe una responsabilidad colectiva de as organizaciones cuales son sus características más sign'ficativas.
empresariales ante la sociedad (clientes, accionistas, S'guiendo a CORTINA (CORT NA, 1 994:89) podemos decir
trabaJadores, proveedores, comun'dad local, etc., que la ética empresarial consiste "en el descubrimiento y a
englobados todos ellos bajo la denominación de aplicación de los valores y normas compartidos por una
stakeho/ders), que requiere criterios morales para dar sociedad pluralista —valores que componen una ética cívica—
cuenta adecuada de ella; al ámbito peculiar de la empresa, lo cua requiere entenderla
según un modelo comunitario, pero siempre empapado de
• necesidad de una ética de las organizaciones: las EH)stconvencionalismo".
organizaciones juegan cada día un papel más signifcativo en
La ética empresarial se nos presenta como una concreción
la configuración de las sociedades modernas, esto es así
de tres niveles distintos de análisis ético: el nivel "macro", que
hasta tal punto que actualmente es impensable una
se corresponde con el análisis ético de los sistemas
moralización de a sociedad sin una ética de las
económicos; el nivel "meso", que hace referencia a análisis
organizaciones;
ético de las actuaciones de las organizaciones empresariales en
• exigencia de la cultura managerial: la aparic'ón de la un sistema dado y, por último, el nivel "micro" centrado en el
figura del manager como directivo que desde unos análisis de los comportamientos y re aciones de los individuos
objetivos claros desarrolla medios creativos para en un rol profesional o función organ zativa. De estos tres
alcanzarlos, desde la negoctación y a gestión de los recursos elementos (sistema, organ•zación, individuo) parece que el de
humanos, comporta correlativamente la necesidad de una la organización (la empresa) puede ser el articulador y más
criteriología ética adecuada; • respuesta a un dilema en las específico (cir. LOZANO, 44_49).
instituciones: actualmente, os miembros de las instituciones Esta ética empresarial, planteada en clave integracionista
—y especialmente de las empresariales— se encuentran en —tal y como anteriormente hemos defendido para toda ética
una situación dilemática: por una pane, se demanda de
Etica para ingenieros — José Guibert

aplicada—, se podría formular desde a articulación de tres de es una ética que fomenta la cooperación y la
las grandes tradiciones de la filosofía moral': corresponsabilidad de los implicados en la vida de la
empresa, en vez del conflicto y la apatía;
4. Esta a grandes la propuesta que LOZANO, el
de de a responsabilidad". Por nuestra parte, no podemos que que tanto es una ética que demanda de la empresa que actúe con
la identificación de tradición ética Con nivel del desarrollo moral justicia y criterios universalistas, como corresponde a un
cuanto su consideración cualitativa según o anterior. siguiendo en nivel postconvencional;
casos planteamientos de KOHtBERG, son cuestiones discutibles y
necesitadas posiblemente de un análisis más profundo y matizado. es una ética, en definitiva, que demanda un modelo de
289 empresa postay/orista.

la tradición consecuencialista (ética de la responsabi Para llevar adelante los objetivos de una ética empresarial es
idad) como expresión del nivel preconvencional de la moral necesario partir de la autorregulación por parte de todos los inte-
y que remite a la responsabilidad social de la empresa,
atenta a las consecuencias; la tradición areto ógica (ética 290 INGENIEROg grantes de a organización y especia mente de sus
generadora de moral convencional) correspondería con el cargos directivos. Es necesario un mínimo de regulación de la
nivel convencional y se remitiría a la cultura organizativa, actividad profesional en la empresa, pero al mismo tiempo es
atenta al desarrollo de los sujetos en la consecución de unos conveniente que ésta se establezca por los propios protagonistas,
bienes mediante prácticas compartidas; conocedores de la cornpleiidad de su actividad. Sin embargo, el
la tradición deontológica (ética afirmativa del principio profesional no puede limitarse en esta autorregulación a su propia
de humanidad) corresponde al nivel postconvencional, con conciencia, es necesario un marco intersubjetivo que
especial preocupación por los códigos empresariales, atenta progresivamente va configurándose en un patrimonio moral
a la dignidad del ser humano. integrado en la cultura empresarial. Entonces la regulación moral
se expresará a través de os códigos de conducta propios de a
Inmediatamente podemos deducir que una ética de este tipo empresa, los códigos deontológicos de los distintos colectivos
reúne una serie de características que la hacen fecunda, profesionales, los consejos de empresa, los consejos judicia es, la
equilibrada y apropiada: figura del ombudsman, los comités éticos, el balance social, la
formación ética del personal, la propia estructura empresarial o la
es una ética de la responsabilidad convencida, que tiene asesoría ética reclamada por la misma empresa a expertos
en cuenta las consecuencias de las acciones que la empresa externos.
realiza para conseguir sus fines; A continuación, analizaremos brevemente aquellos elementos
es una ética que pretende garantizar que la empresa que reflejan más directamente las tres tradiciones a integrar en a
cumpla el fin social intrínseco y primario que la legitima, propuesta de ética empresarial formulada anteriormente:
que no es otro que producir bienes y servicios para responsabilidad social, cultura empresarial y cód'go de empresa,
satisfacer las necesidades humanas; que se corresponderían, respectivamente, con a trad' ción
es una ética que reconoce la condic'ón de interlocutores consecuencialista, aretológica y deontológica.
válidos a todos os afectados por las decisiones de la
empresa (trabajadores, accionistas, directivos, poderes 111.1 . Responsabilidad social de la empresa
públicos, etc.) y respeta sus derechos;
La responsabilidad social de la empresa es un correlato
consecuente al reconocimiento previo del poder de as
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
organizaciones empresariales en la realidad social. El ejercido del los objetivos propios, sino tener también en cuenta los
poder en y de a empresa —del tipo que sea: económico, social, medios que emplea y las consecuencias que genera.
cultural, tecnológico, medioambiental, po Itico, etc.— comporta
prestar atención, evaluar y asumir las consecuencias que de él se Los defensores de esta postura, en definitiva, hacen ver que
derivan (responsabilidad) e incluso, yendo más allá, adelantarse a cualquier responsabilidad empresarial —económica, egal, ética o
intentar responder (responsividad) a las expectativas y exigencias filantrópica— no es sino social, por lo que la responsabilidad social
que le puedan plantear los diversos agentes sociales. Actualmente de la empresa ha de formar parte de la ética de las organizaciones.
se va abandonando la contundente postura de M. FRIEDMAN Esta cuestión de la responsabi idad social de la empresa ha
—"La responsabilidad social de la empresa es aumentar sus provacado una amplia reflexión acerca de los protagonistas de la
beneficios"— para formular otras más complejas, que intentan misma, tanto en la perspectiva de agentes como de afectados: los
definir no sólo diversos tipos de responsabilidad, sino también stakeholders, es decir "cualquier grupo o individuo que puede
distintos agentes sociales ante los cuales la empresa es afectar a la consecución de los objetivos de la organización o que
responsable. pueda

5. para una síntesis detallada de los mismos, Cfr. (LOZANO,


•JN,QS COLECTIVAS 291

Aunque no pretendemos hacer aquí una fundamentación ética 292 ser afectado por dicha consecución" (LOZANO, 124), esto es,
de la categoría de responsabilidad (ya realizada anteriormente) ni directivos, accionistas, trabajadores, c ientes, proveedores,
desarrollar la diversidad de argumentaciones a favor y en contra competdores, comunidad local, entorno ambiental, comunidad
de la responsabilidad social de la empresa que se han realizado internacional etc. Este planteamiento, en una perspectiva ética,
desde diversas perspectivas (económ'ca, política, managerial debería caminar desde la consideración de los stakeho/ders
sociocultural)' sí que conviene que apuntemos brevemente los como simples afectados de las actuaciones empresariales a su
argumentos de carácter ético a este respecto: consideración como interlocutores y, consecuentemente,
corresponsables de las mismas.
• en contra de la responsabilidad social de la empresa se
aduce que traslada incomprensiblemente la responsabilidad Ejercicio 2
de os individuos a las organizaciones; que no hay un mínimo
con senso social acerca de valores que sirva de referencia Leer el Libro Verde de la Unión Europea para fomentar un
para las empresas y que, en última instancia, puede marco europeo para la responsabilidad social de las empresas y
suponer una violación de derechos fundamentales, como establecer posteriormente las medidas empresariales concretas
los de propiedad y asociación; o comportamientos empresariales que se derivan de ello.
• a favor de la responsabilidad social de la empresa se
arguye que no es sino una expresión de egoísmo ilustrado, 111,2. Cultura empresarial
pues supone beneficios para la empresa en el largo p azo;
que refleja la prioridad de los valores éticos frente a los En los últimos años la cuestión de la cu tura organizativa o
estrictamente económicos; que la empresa y sus direct•vos empresarial se ha desarrollado de una manera considerable. La
no son sino parte de una sociedad a la que han de cultura no es tanto una variable más de la organización cuanto
contribuir para su desarrollo y mejora; que el mercado una metáfora o expresión globalizante de lo que la propia
implica ya unos mínimos morales inexcusab es y que, en organización es. La empresa es así vista desde esta perspectiva
definitiva, toda actuación humana —y la de los directivos "no tanto según la obtención de resultados sino según la
empresariales ha de serlo- no debe quedarse en el logro de producción de significados que tiene lugar con ocasión de lo
anterior" (Lozt'A0, 173). Hablando de la cultura empresarial nos
Etica para ingenieros — José Guibert

encontramos, consecuentemente, no sólo ante una serie de del carácter de los individuos que la integran, nos encontramos
valores concretos sino ante el ethos de la empresa en su ante un planteamiento de raigambre aristotélica o, en términos
globalidad. de debate ético actual, ante una propuesta comunitarista. Hay
En cuanto la cu tura empresarial es creadora de sistemas de que reconocer que las organizaciones empresariales pueden
signifcados y de esquemas interpretativos compartidos, plantea ser uno de los lugares sociales que posibiliten la recuperac•ón
la búsqueda de la excelencia como objetivo de la organización y de pertenencias e identidades alrededor de unos fines
valora la organización a la vez como configuradora y resultado compartidos, equilibrando los excesos del individualismo
moderno. Pero esta apreciación no nos impi-
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín

MA

Ejercicio 3
Analizar críticamente alguno de estos dos textos significativos
UNAS COLECTIVAS 293
para
294 éucn
a ética empresarial: la "Caux Round Table" o el "Global
:SGî211ERog Compact" de la ONU.
de establecer una Serie de precauciones acerca del ético de las formulaciones de cultura
empresarial que tanto se han desarrollado ú timamente:

• es necesario someter al análisis ético los distintos elementos que componen la cultura empresarial y la articulación entre los mismos, huyendo de la
tentación de calificar automáticamente de "ética" la cultura empresaria y contextualizar ésta en el marco de una ética civil o de mínimos; 1113. Los
códigos éticos empresariales

• todo planteamiento de cultura empresarial ha de evitar el Ya hemos abordado anteriormente con un cierto detalle la propeligro de convertirla en la
imposición de la ideología y valo- blemática de los códigos profesionales, ap icable en gran medida a res de la dirección sobre el resto de partic'pantes
de la los códigos empresariales, por lo que a continuación nos limitareempresa; frente a una cultura unitaria y homogeneizadora de mos a hacer unos
breves apuntes que incidan en la especificidad partida es mucho más adecuado reconocer la existencia de de éstos segundos.
diversas subculturas que dialogan críticamente y que buscan En primer lugar hay que afirmar que los códigos éticos empreconsensos que no tienen
que anular las diferencias, los sariales tienen su origen en los códigos profes•onales previos, con disensos y os conflictos, sino saber canalizar os y convivir
los que comparten sus posibilidades y limitaciones. También en adecuadamente con todos ellos; su formulación hay que responder a una serie de
cuestiones: quié• la cultura organizativa ha de ser especialmente respetuosa y nes y cómo van a participar en su formulación, si van a priorizar,
promotora de la autonomía y la dignidad de los sujetos que combinar o exclusivizar los enunciados de ideales o las actuacioparticipan de la empresa, el
convencionalismo comunitarisnes correctas, si su registro es propositivo o prescriptivo, si tienta debe someterse al postconvencionalismo universalista;
• la cultura empresarial ha de saber articular adecuadamente den a buscar la leg'timación social de la empresa o a fomentar su la autonomía personal
con la integración organizativa, twi- responsabilidad social... En definitiva, si el código se orienta "a tando tanto el individualismo de tendencias
subjetivista regular comportamientos preconvencionales, a afirmar las exicomo la socialización impositiva o adaptativa; gencias y las identidades
convencionales o a desarrollar una

• es necesario formular en parámetros éticos y de una manera capacidad postconvencional en la vida de as organizaciones" clara "la excelencia" que se
pretende alcanzar, evitando las (LOZANO, ambigüedades y el uso de categorías morales para just'ficar Sin querer hacer una valoración crítica
Etica para ingenieros — José Guibert

exhaustiva', sí es necey enmascarar otro tipo de fines, especialmente económicos o sario destacar que los códigos empresariales corren diversos peli
de gestión; gros que convendría evitar:
• corresponde a la dirección de la empresa, como tarea ética ineludible, la explicitación y revis'ón de la cultura empresarial.
Por último, no quisiéramos terminar este apartado sin apuntar Un análisis de Ins códigos empresariales existentes nos llevaría a comprobar que, en la
sociedad del conocimiento que se está configurando que mayoritariamente cubrir la Se —aunque —especialmente bajo la influencia de las nuevas
tecnologías de la no a y no es que de a ter-
información—, la educación y el aprendizaje son un factor decisivo cera. Nuevamente Constatamos que códigos Son habitualmente más tológlCO-S que propiamente éticos.
de as organizaciones y, consecuentemente, la empresa ha de ser Para ello, puede verse el minucioso análisis sintético de {LOZANO, 1999: también vista como
un lugar de aprendizaje moral.
Etica para ingenieros — José Guibert

UNAS INGENIîRog
Ma IJcin
Etica para ingenieros — José Guibert Ucin

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COLECTLvns 295 sociedades modernas, por lo que no puede ser ignorada.
Además, muchos profes•onales encuen-
• la autosuficiencia tanto en su configuración como en su
formulación, sin tener suficientemente en cuenta que los
trabajadores son sujetos influenciados por sistemas g. El presente apartado está inspirado en (CORIINA,
morales diversos presentes en el contexto sociocultural. 296 PARA tran en ella el ámbito de desarrollo de su capacitación
Para evitar esto se hace necesario contextualizar la aboral y no pocos profesionales (especialmente de las áreas del
cuestión del código empresarial en el marco de la ét•ca derecho, la economía y las ingenierías) asumen
cívica; el protagon•smo exclusivo de la alta dirección de responsabilidades de gestión en sus distintos nive es, desde su
la empresa en su e aboración y aplicación, contrariamente compromiso politico partidista9.
a lo que ocurre en los códigos profesionales. para no caer La ética en el ámbito de la Administración Pública es una
en ello es necesario un procedmiento de elaboración o verSión específica de la ética profes'onal que cobra especial
más participativo posible, al tiempo que se ha de reflejar impor desde el intento por hacer frente al desprestigio
adecuadamente la perspectiva de los stakeho/ders; generalizado de a actividad pública. Entre las iniciativas más
• convertirse automáticamente, por el mero hecho de su significativas y recientes en este terreno se encuentra el
existencia, en un instrumento exculpatorio de la empresa, llamado "INFORME NOLAN" (1995) en Gran Bretaña.
descargando en los individuos trabajadores la La ética de la Administración Pública consiste en aplicar la
responsabilidad de toda conducta reprobable; ética cívica al ámbito de las gestión de las instituciones públicas,
• la instrumentalización de la que pueden ser objeto: de teniendo en cuenta los siguientes momentos:
puertas afuera de la empresa se utiliza como instrumento
primero, el momento kantiano, deontológico, que afirma la
de legitimación social mientras que de puertas adentro no
condición de cualquier persona como fin en sí mismo y no como
es sino un sutil elemento de control del personal.
un mero medio. Las éticas discursivas actualizan dicho principio
como el reconocimiento de cada sujeto como un interlocutor
Ejercicio 4 válido en cuanto afectado por una determinada cuestión. Esto,
traducido al ámbito de la administración públ'ca, significa que
Analizar críticamente el código empresarial o de buenas se ha de tener en cuenta a la sociedad civil en su conjunto y a os
prácticas de una empresa significativa en e ámbito de la ciudadanos concretos afectados por una toma de decisión;
especialidad propia de la ingeniería. Formular propuestas de segundo, el momento aristoté ico, que entiende la
corrección y enriquecimiento el texto. Administración Pública como una actividad ordenada hacia un
bien propio —en este caso, el servicio a la ciudadanía— que es
el que le da sentido y legitimidad. Para ello, es necesario actuar
IV. ÉTICA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICAS según unos principios que el propio INFORME NOLAN identifica
como:
Un tratamiento, por somero que sea, de la ética de las desinterés particular, toma de decisiones según el
organizaciones empresariales queda incompleto si no contemp a interés público; integridad, no sometiéndose a
la especificidad de la Administración Pública. Ésta es una
intereses privados ajenos;
organización peculiar pero muy significativa en nuestras
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n este punto no está de más la de lozano: "no es ética de la gestion el exceso de burocratización.
pública no y una ética política" 1999:92). A pesar de IO de la advertencia,
entrar en la cuestión de las relaciones ética y politica excedería Creces el de No podemos terminar este breve apartado sin citar, al menos, la
esta publicación, Puede profundizarse en la ética de la función pública desde existencia de las llamadas empresas públicas, paragubernamentales o
el marco de las relaciones entre ética y en D.F. THOWSON (1998), participadas por el Estado, organizaciones que podemos considerar
política y ejercicio de cargos públicos, Cedisa, Barcelona.

COLECTIVAS 297298

objetividad: a la hora de contrataciones personales y híbridas, que recogen características nucleares tanto de la empresa
empresariales, decidir según el mérito; responsabilidad: convencional como de la Administración Pública, y cuya ética sería
asumir las consecuencias de las propias decisiones y dar cuenta también una armonización de los aspectos más sign'ficativos de las
pública de ello; transparencia: ofrecer el máximo de respectivas éticas empresarial y de la Administración Pública, de las
información posible acerca de las decisiones y acciones que ya hemos hablado.
emprendidas; honestidad en todas las actuaciones; V. ÉTICA DE LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
liderazgo a la hora de fomentar estas virtudes, predicar con el
ejemplo; Por último, es necesario por lo menos apuntar que la ética de la
tercero, el momento organizativo. La Administración Pública organización está presente también en entidades sociales o cívicas —
es una gran organización, que requiere una cu tura propia las llamadas ONG—, integradas mayori tariamente por voluntarios y
impregnada de valores morales, es necesario construir una con un creciente número de profesionales (en el caso de a ingeniería
auténtica comunidad moral entre todos los integrantes de la podemos hablar, por ejemplo, de Ingeniería sin Fronteras, Cf.
Administración; www.isf.es).
cuarto momento, weberiano, de responsabilidad creativa, Estas entidades hacen de su ética —reflejada de manera
que se coloque más allá del cumplimiento estricto de la significativa en códigos éticos o de buenas prácticas— un referente
legalidad y del reglamentarismo puro y duro. indispensable para ganar la confianza de la sociedad, para resultar
Por último, la función pública, como cualquier ámbito de la creíbles ante la ciudadanía. Diversos aspectos de estas organizaciones,
vida, se enfrenta a una serie de problemas éticos específicos, de entre como pueden ser, por ejemplo, las fuentes de financiación, la gestión
los que destacamos los s'guientes: del voluntariado, la relación con a Administración Pública, el uso de la
publicidad o el trato que se ofrece a quienes son objeto de su
la permanente esquizofrenia de tener que servir al mismo actuación (ciudadanos en situac•ón de dependencia o excluSión social,
tiempo los intereses del Estado y del ciudadano, muchas veces minorías étnicas, comunidades indígenas, países empobrecidos...) son
contrapuestos; terrenos especialmente problemáticos que demandan unos criterios
no distinguir suficientemente entre decisiones discrecionales orientadores de actuación y unas realizaciones concretas impecables.
y arbitrarias; Además, en cuanto que son iniciativas que tienen una dimensión
la utilización del cargo público en beneficio privado; la educativa y testimonial importantes de marcado compromiso
asimetría —contraria a un auténtico diá ogo— entre el ideológico, en la que la ética tiene un lugar preponderante, han de
gigantismo de la Administración y la pequeñez del ciudadano; cuidar especialmente la coherencia entre su discurso (muchas veces
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alternativo a los valores dominantes socialmente) y su actuación corporativismo, ausencia de libertad de pensamiento y
cotidiana. Por último, al ser en muchas ocasiones entidades surgidas acción por sometimiento a forma(ismos y normatividad
desde identidades muy marcadas (religiosas, 'deológicas) tiene ante sí legal deficiente motivación y rechazo de las tareas menos
el reto de responder a sus objetivos, en el contexto de sociedades grat'íicantes o más sacrificadas...
cada vez más p urales, sin caer en discriminaciones o proselitismos y
esforzándose seriamente en admitir la ética cívica, soc•almente El voluntariado no puede confundirse con el voluntarismo, ni
compartida. identificarse con la chapuza, sino al contrario, debe aspirar a la
Dado el carácter de este texto, centrado en la ética profesional, excelencia, al grado sumo de calidad en la intervención, al igual
merece la pena cuando menos apuntar, al hilo de la cuestión de la que los mejores profesionales. De este modo, ya que no ocurre
ética de las ONGs, un tema muy significativo: la profesionalización de que todos los buenos profesiona es colaboren como voluntarios
as organizaciones de voluntariado. En los últimos tiempos, dado el en dis. tintas actividades sociales, al menos los vo untarios lo
auge de as ONGs, os retos cada vez más ambiciosos con los que se harán como ellos, con la misma capacitación y competencia
enfrentan y la inevitab e y progresiva institucionalización de a profesiona . Las organizaciones voluntarias deben por tanto
experiencia, se está produciendo una importante profes•onalización profesiona izarse, entendiendo esto último no sólo como
de las mismas, no exenta de d'ficultades, criticas y errores. Todas aceptación de miembros profesionales en su actividad sino como
adecuación de la misma a parámetros de profesionalidad; hacen

299 ellas pueden sintetizarse en una tensión falta tanto profesionales en la organización como profesionalizar
evidente entre miembros o trabajadores "voluntarios" y miembros o la organización. No podemos olvidar que así como e
trabajadores "asalariados" en a configuración de las organizaciones. voluntariado, si carece de capacitación y profesionalidad
Estas difíciles relaciones entre profesionales y voluntarios han sido suficientes, cae en e voluntarismo, la profesionalidad mal
sintéticamente caracterizadas en los siguientes términos (DOMINGO entendida deriva en un profesionalismo, cuyos riesgos ya
MORATALLA, 1997:208):

• Los profesionales reprochan a los voluntarios: han sido apuntados en otras páginas de este volumen. La
amateurismo, irregularidad y falta de consistencia en la profesionalidad se opone, por un lado, al voluntarismo, a la falta de
acción, cierta tendencia a a espectacu arizac'ón y la formación, a la demagogia, a a explotación laboral encubierta... pero
autopromoción, inexperiencia e incompetencia, también, por otro, a la burocratización, el corporativismo, el
irracionalidad y falta de método en la organización del privilegio o el economicismo. En las organizaciones solidarias hay
trabajo, acaparación de las responsabilidades de d'rección que huir tanto de la buena voluntad sin competencia profesional,
y gestión, competencia desleal (amorti zando puestos de por no útil, como de la competencia profesional sin buena voluntad,
trabajo), ocultamiento de los prob emas reales (cubriendo por no solidaria. Moralismo y pragmatismo son los dos escollos, los
carencias de la Administración Pública y generando buena dos límites extremos entre los que ha de moverse —sin caer en
conciencia en la sociedad), rutina e inadaptación a nuevas ninguno de ellos— la acción voluntaria si verdaderamente ésta
situaciones... quiere mantener sus señas de identidad.
• Por su parte, el vo untariado critica a los profesionales: Creemos (reformulando a DOMINGO MORATALLA,1 56) que una
excesiva fragmentación y división de la tarea (en articulación correcta de ambos co ectivos pasa necesariamente por la
detrimento del traba'o en grupo), innecesaria tecniíicación aplicacion de os siguientes criterios:
tanto de procedimientos como de lenguaje,
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• Igualación: tanto profesionales como voluntarios tienen el
mismo valor a la hora de participar dentro de la organizaclon.
Diferenciación: el criterio anterior se complementa con el del
reconocimiento de que la participación de profesionales y vo
untarios es distinta, debido al diferente rol asignado en el
funcionamiento de la organización.
• Jerarquización flexible: el desarrollo de las actividades de
la organización requiere siempre las aportaciones de vo
untarios y profesionales, pero de un modo permanentemente
dinám•co, con insistencias puntua es en uno u otro, con rota.
ción en las tareas de gestión y dirección.
• Identificación ética: os tres criterios anteriores no dejan de
ser excesivamente utilitaristas, instrumentales, si no van
acompañados de una mutua identificación común entre
profesionales y vo untarios respecto a ideario, sentido y
valores de la organización.
En definitiva, profesionales y voluntarios no han de ser vistos
como colectivos concurrentes, sino complementarios, sinérgicos,
pues ni los primeros han de ser omnipresentes ni los segundos pue
den verse como autosuficientes.
Como conclusión de este capítulo, planteamos que si bien la ética
de la organización (sea ésta empresa, Administración Pública
Etica para ingenieros — José Guibert
Ucín
M
a
ra ingenieros — José Guibert Ucín
uNAS NORMATIVIDADî.s COLECTrvns 301
Las tensiones por la
petición de fondos para
u ONG) no solamente es necesaria sino reforzar los diques de Nueva
también posible, se corre el grave Orleans llenaron portadas de
riesgo de hacer de ella y de los periódicos, programas de
elementos que la componen (códigos racho y telediarios. Los
de conducta, balances sociales, cu ingenieros militares estaban
turas empresariales u otros) un solicitando a Bush dinero
instrumento más de la gestión de la para preparar las murallas
misma, subordinada a sus fines y ante un huracán de grado
funcionalizada para la consecución de
cuatro o cinco. Uno de los
sus objetivos.
diarios locales, el Times-
Picayune, tituló una de sus
Ejercicio 5 informaciones así: "El
Cuerpo de Ingenieros alerta:
Leer y comentar el texto
Los diques no están a la
adjunto. Posteriormente, presentar
altura; muchos no son tan
un texto análogo para una
elevados como se pensaba".
s'tuación más cercana en el que los
ingenieros como grupo profesional Los expertos, por otra
tengan un papel específico en una parte, no ocultaron sus
situac'ón problemática. ¿Qué temores tras la paralización
aporte realizan? ¿Cuál es su de las obras de
responsabilidad? ¿Cómo se ha de reforzamiento. "Parece que
atender la situación? el dinero se ha desplazado
Calificaciones aparte, los hechos en el presupuesto del
permiten conocer hasta qué punto presidente para hacer frente
la ruptura de los diques era o no a la seguridad interior y la
uno de los escenarios de la crónica guerra de Irak. y supongo
de una devastación anunciada. En que
el año 2004, el Cuerpo de
Ingenieros del Ejército de Estados
Unidos explicó a la Administración
que era necesario reforzar la
muralla de diques y elevar su altura
ante huracanes de mayor fuerza.
ra ingenieros — José Guibert Ucín
Otros periódicos fueron todavía más agresivos en sus titulares. CORTINA, A. (1998), Hasta un pueblo de demonios, Taurus, Madrid. DOMINGO
FI Pittsburgh Post-Gazette, por ejemplo, encabezó así, el 17 de MORATALLA, A. (1 997), Ética y voluntariado, PPC, Madrid. HORTAL, A. (1993), "Ética
octubre de 2004, la noticia sobre la reducción de la financiación de las profesiones", Diálogo filosófico 26 (1 993), 205-222.
federal. "Nueva Orleans en peligro de inundación. FI huracán LOZANO, J.M. (1999), Ética y empresa, Trona, Madrid.
Iván pasó de largo, pero un impacto directo de otro vendaval
SCHMIDT, E. (1 993), Moralización a fondo, Universidad del Pacifico, Lima.
inundará sus diques y dejará miles de muertos"
SECURA, J. (1996), ¿Ética en los negocios?, Universidad de Deusto, Bilbao.
Las lecciones de estos días, según los expertos, son de largo
alcance. para una presentación más extensa y detallada de la ética empresarial,
(Enrnesto Ekaizer, El País 03/09/2005) consúltese, en esta misma colección, CAMACHO, 1., FERNANDEZ, J.L. y MIRALLES, J..
Ética de la empresa, Desclée De Brouwer, Bilbao, 2002.
BIBLIOGRAFiA Para un anális•s del papel de los códigos profesionales de ética desde el punto de
vista de la ingeniería pueden consultarse JOHNSON, D. G., Ethical in Engineering
CORTINA, A. (1994), Ética de la empresa, Trotta, Madrid. Prentice Hall, Nueva jersey (EEUU), 1991; y MARTIN, MXV. y SCHNZINGER, R., EthiCS
in Engineering, McGraw-Hill, Nueva York, 2005.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
es el precio que estamos pagando. Nadie se siente feliz aquí
de que los diques no pueden terminarse, y vamos a hacer
todo lo posible para mostrar que para nosotros ésta es una
cuestión de seguridad", dijo e/ 8 de junio de 2004 Walter
Maestri, jeíe de uno de los equipos de emergencia del
consejo local de Jefferson, Luisiana, al Times-Picayune.
Ma

04

HARRS, C.F., PRITCHARD, MS., RABINS (1997), Practicing


Engineering Ethics, IEEE, Nueva York.
Bibliografía seleccionada JOHNSON D. G., Ethica/ Issues in Engineering, Prentice Hall, Nueva Jersey (EEUU), 1991.
MARTIN MAN, SCHINZ NGER, R., Ethics in Engineering,
McGraw-Hill, Nueva York, 2005.
Science and Enginering Ethics, A quarterly journal edited by:
S. j. BIRD y R. E. SPIER, Opragen Publications, Surrey (UK).

III. Algunos sitios de internet


Instituto de la Ingeniería de España, www.iies.es
l. EN CASTELLANO National Society for Professional Engineers, www.nspe.org
Nationa/ Institute for Engineering Ethics, www.niee.org/cases
Online Ethics Center For Engineering and Science (Case
Western BECK, U. (2002), sociedad del riesgo global, Siglo XXI, Madrid. Reserve University), http://onlineethics.org/ CASTELLS, M. (1998), La era de la
información, Alianza, Madrid.
ESCOLÁ, R. y MURILLO, J. l. (2000), Ética para ingenieros, EUNSA,
Pamplona.
GAUTHIER, D. (1 994), La moral por acuerdo, Gedisa, Barcelona.
HORTAL, A. (2002), Ética genera/ de las profesiones, Desclée De
Brouwer, Bilbao.
JONAS, H. (1995), El principio de responsabilidad. Ensayo de una
ética para la civilización tecnológica, Herder, Barcelona.
LOZANO, J.M. (1999), Ética y empresa, Trotta, Madrid.
ORDOÑEZ, J. (2003), Ciencia, tecnología e historia, FCE, Madrid,
2003.
Etica para ingenieros — José Guibert Ucín
ll. EN OTROS IDIOMAS
DIDIER, C., GIREAU-GENEUX, A. DUBREUIL, B.H. (eds.), Éthique industrie//e.
Textes pour un débat, DeBoeck, París, 1998.
B. H., Imaginaire technique et éthique sociale. Essai
sur le métier d'ingénieur, DeBoeck, París, 1997.
Gou10N, P. Y DUBRLUIL B. H. (eds.), rechnology and Ethics. A
European Quest for Responsible Engineering, Peeters,
Leuven (Bélgica), 2001.

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