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Leyes del pensamiento

sistémico
Mg. Lic. Ever HC
Leyes del pensamiento sistémico
1.-Los problemas de hoy derivan de las soluciones de ayer
A menudo nos desconcierta la causa de nuestros problemas,
cuando sólo necesitamos examinar soluciones aplicadas a otros
problemas en el pasado. Soluciones “parche” provocan a largo
plazo problemas mayores.
Esta ley da a entender que las supuestas soluciones que se dieron
antes solo ayudaron para el momento, mientras el problema crecía 
en silencio para que luego de un tiempo ese problema pequeño sea
mucho más grande.
Ejemplos:
• El calentamiento global; se a convertido en un problema de hoy por
lo que antes se dio prioridad a la industria sin ver los daños que ella
causaba.
• La contaminación; uno de las tantas formas de contaminar es por la
emisión de CO2 que es expulsado por los automóviles, antes fue una
solución para el traslado pero hoy es un problema  de contaminación.
Leyes del pensamiento sistémico
2.-Cuánto más se presiona, más presiona el sistema
Cuando más esfuerzo realizamos para mejorar las cosas, más esfuerzo se
requiere. A este efecto se le llama “realimentación compensadora”. Las
intervenciones bien intencionadas provocan respuestas del sistema que
compensan los frutos de la intervención. Un ejemplo podría ser el del
empleado bien intencionado que acaba rápido y bien su trabajo, como
consecuencia el jefe le da más cantidad de tareas y le reserva los temas más
delicados. Por el contrario el empleado que es lento y trabaja mal, no recibe
tareas extras pues el jefe desconfía de él. A menudo se tiende a glorificar el
sufrimiento resultante.
Esta ley nos da a entender que mientras van a tratar de mejorar el sistema, le
va a pedir mucho más, pero para ello no están preparados y no van a dar una
solución adecuada al problema que se le va a presentar.
Ejemplo:
• Una empresa que quiere mejorar pero para ello va a invertir, y por
consiguiente va a tener gastos los cuales va a tener que hacer un recorte a
las diferentes áreas, y por ello va a bajar la calidad de su producto u otros
problemas que se le pueden presentar.
Leyes del pensamiento sistémico
3.-La conducta mejora antes de empeorar
Esta ley es el preámbulo de la primera. Una solución rápida luce
maravillosa cuando cura los síntomas. Las cosas mejoran a corto plazo,
sin embargo las causas pueden permanecer ocultas y generar que la
situación empeore mucho más adelante. Un ejemplo podría ser el de un
escape de agua. Repintar la pared en la que aparecen humedades
soluciona aparentemente el problema, pero el agua seguirá agrandando
el escape y  tarde o temprano el desastre será mayor. La realimentación
compensadora habitualmente implica una “demora”, un paréntesis
entre el beneficio de corto plazo y el perjuicio de largo plazo.
En esta ley al tratar de dar una solución al problema lo que se causa es
que ella no es la adecuada y ello causa que el problema sea mucho
mayor por no dar una adecuada solución. Ejemplos:
• Cuando el gobierno trata de ayudar a la población de escasos
recursos pero otras personas salen favorecidas y la situación no
mejora para las personas que en verdad fue destinado el apoyo, y la
economía se ve afectada.
Leyes del pensamiento sistémico
4.-El camino fácil lleva al mismo lugar
Nos sentimos cómodos aplicando soluciones típicas a los problemas,
ateniéndonos a lo conocido. A menudo la gente comprende las
consecuencias negativas de las soluciones rápidas, pero igual las aplica
porque la inacción le resulta más inquietante que los efectos negativos
demorados.
Hacer siempre lo mismo, nos llevará a obtener los mismos resultados.
Cambiar la perspectiva nos ayudará a encontrar soluciones alternativas.
Quizás se necesite “afilar la sierra “ o “un martillo más grande”.
Al tratar de resolver un problema damos soluciones fáciles, pero solo
llegaremos a lo mismo, pero si damos soluciones más adecuadas ello
nos llevara a otro lugar. Ejemplo:
• En una empresa al ver bajas sus ventas lo que hace es dirigir sus
gastos hacia el marketing, pero ello implica bajar el presupuesto a
otras áreas como puede ser producción y por ende la calidad del
producto baja y también sus ventas bajan.
Leyes del pensamiento sistémico
5.-La cura puede ser peor que la enfermedad
La aplicación de unas medidas para solucionar un problema puede
acarrear más problemas. Es posible que una empresa en su afán de
mejorar la productividad invierta en software sofisticado que
requieran una gran inversión y con ello endeudamiento.
Si esta inversión no es la adecuada y no mejora la productividad, la
empresa tendrá como problemas el inicial más el endeudamiento y
la generación de tensiones y estrés que contaminarán el clima
laboral.
Esta ley nos dice que las soluciones que damos a los problemas
pueden causar daños peores de los que ya tiene. Ejemplo:
• Cuando un doctor nos receta un cierto medicamento para una
enfermedad especifica, pero no se toma en cuenta que ello
puede afectar a otros órganos y causar una enfermedad mucho
peor.
Leyes del pensamiento sistémico
6.-Lo más rápido es lo más lento

No siempre lo más rápido es lo más óptimo. La productividad reside


en conseguir resultados óptimos, no inmediatos.
En esta ley trata de dar a entender, que no por hacer las cosas
mucho más rápido vamos a obtener soluciones lo más pronto.

Ejemplo:

• Una empresa que recién inicia pero quiere abarcar un mercado


muy amplio, por eso va a enfrentarse a muchos problemas; si
ella se hubiera ido a un sector mucho más pequeño tal vez
hubiera tenido mucha mejor suerte y así aspirar a un mercado
más grande.
Leyes del pensamiento sistémico
7.-La causa y el efecto no están próximos en el tiempo y el espacio
Solemos analizar ambas variables siempre juntas, sin embargo si
profundizamos un poco podemos ver que las causas pueden ser muy
anteriores a los efectos y derivarse de otros problemas.
El desempleo, el abuso de drogas, tienen sus causas lejos de sus efectos,
lo mismo sucede en las organizaciones, si por ejemplo existe un
problema en el área de producción buscamos la causa en producción,
sin percatarnos que pueden derivarse de problemas de origen más
lejano y que no necesariamente parten de dicha área.
Esta ley nos da a entender que nuestros actos de hoy no mostrarán
resultados hoy mismo o al siguiente día, para ello toma tiempo y no
siempre se va a encontrar en el mismo lugar donde lo hemos producido.
Ejemplo:
• El esfuerzo de ser un profesional, no se ve a la hora de ingresar, se
observa al terminar la carrera y como se desenvuelve en sus
actividades.
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8.-Los cambios pequeños suelen producir resultados grandes, pero las
zonas de mayor apalancamiento suelen ser las menos obvias
El pensamiento sistémico también enseña que los actos pequeños y
bien focalizados a veces producen mejoras significativas y duraderas, si
se realizan en el sitio apropiado. Los pensadores sistémicos lo
denominan “principio de la palanca”. Afrontar un problema dificultoso a
menudo requiere ver dónde se encuentra el punto de apalancamiento,
un cambio que con mínimo esfuerzo llevaría a una mejora significativa y
duradera. El único problema es que las zonas de alto apalancamiento no
son evidentes para la mayoría de los integrantes del sistema. No están
“próximas en el tiempo y el espacio” respecto de los síntomas. Se trata
en realidad de pequeñas palancas, de pequeñas intervenciones en
sistemas que logran unas mejoras espectaculares en el rendimiento de
los sistemas. Por lo general no se trata de grandes cambios sino de
pequeños cambios, generalmente muy económicos, que provocan una
gran mejora.
Leyes del pensamiento sistémico
Sin embargo sí existe una pista para encontrarlos, como nos recuerda
Donella H. Meadows: los mejores puntos de apalancamiento se
encuentra en el cambio de los modelos mentales, es decir, cambios en el
modo con que representamos el sistema, esto es, el paradigma o filtro
con el que observamos la realidad. En la productividad personal el
“principio de la palanca” es muy importante. Con frecuencia mucho
esfuerzo no equivale a muy buenos resultados. Es primordial encontrar
el punto de inflexión que genera un “efecto multiplicador” en nuestra
productividad.
Esta ley nos da a entender que un cambio pequeño, por más
insignificante que pueda ser, resulta ser la solución a un problema
complicado.
Ejemplo:
•  A la hora de programar, si le falta un punto y coma o un corchete
puede ser la solución que faltaba para terminar un ejercicio, a pesar
de que sea insignificante al comparar con una fórmula.
Leyes del pensamiento sistémico
9.-Se pueden alcanzar dos metas aparentemente contradictorias
A veces, los dilemas más enredados dejan de ser dilemas cuando se ven
desde la perspectiva sistémica. Algunas empresas creen que bajo coste y
buena calidad son incompatibles. Sin embargo un aumento en la calidad
de algunos procesos y del producto disminuye los costos de garantías y
produce un incremento en las ventas. Es posible alcanzar las dos metas,
si se está dispuesto a esperar una mientras se dedica a la otra. A corto
plazo no se obtienen los resultados deseados, pero sí a medio plazo.
Esta ley nos da a entender que a pesar de que se vean dos metas a
llegar distintas, se puede llegar a conseguir las dos juntas, pero para ello
debemos saber cómo solucionar ese problema complejo.
Ejemplo:
• Alcanzar en un país una educación de calidad y a bajos costos, suena
difícil de hacerlo, pero algunos países han logrado llegar a la meta.
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10.-Dividir un elefante por la mitad no genera dos elefantes
pequeños
Analizar partes del sistema sin tener en cuenta las interacciones
entre las otras partes, limita la actuación. Habrá situaciones en las
que para comprender la dinámica de las partes será necesario
contemplar el “todo”.
Esta ley nos da a entender, que por mas grande que sea el
problema no podemos dividirlo en partes mucho más pequeñas
porque eso no nos va a ayudar, porque debemos afrontar el
problema en su totalidad.
Ejemplo:
• El problema que presenta una empresa en sus ventas, lo normal
que hacen es analizar en cada área de la empresa hasta hallar el
problema, pero lo que se debería hacer es afrontar el problema
en su totalidad, viendo todas las deficiencias que tiene la
empresa como organización.
Leyes del pensamiento sistémico
11.-No hay culpa
Solemos culpar a factores externos por un problema que se nos
presenta. El pensamiento sistémico muestra que no hay nada
externo, nosotros y la causa de nuestros problemas formamos
parte de un solo sistema. Hay que tratar las relaciones con los
elementos que pudiéramos considerar "culpables“.
Esta ley nos da a entender que nosotros mismo somos los culpables
de las decisiones que tomemos a la hora de afrontar los problemas
y no hay ningún agente exterior que causa la no solución del
problema.
Ejemplo:
• Cuando se le pregunta a un postulante a la universidad, el
porqué no ha ingresado a una universidad y el responde que es
por la poca cantidad de vacantes, ello no es un impedimento
para que él no se esfuerce y consiga esa meta.

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