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SECCIÓN SEGUNDA
CAPÍTULO V : EL DERECHO DEFENSA EN EL PROCESO
PENAL PERUANO
SECCIÓN TERCERA
CAPITULO VI : LA ADOPCIÓN DEL PROCESO PENAL
ACUSATORIO COMO EJE CENTRAL DE LA REFORMA
JUDICIAL PERUANA
SECCIÓN CUARTA
CAPITULO VII : LOS MEDIOS DE DEFENSA EN EL PROCESO
PENAL
CAPITULO VIII : LA CUESTION PREVIA EN EL PROCESO
PENAL
CAPÍTULO IX : LA CUESTIÓN PREJUDlCIAL EN EL PROCESO
PENAL
SECCIÓN QUINTA
CAPÍTULO X : LAS EXCEPCIONES PENALES
CAPITULO XI : LA EXCEPCIÓN DE IMPROCEDENCIA DE
ACCIÓN O DE NATURALEZA DE ACCIÓN
CAPÍTULO XII : LA EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA
CAPÍTULO XIII : LAS EXCEPCIONES DE AMNISTÍA,
PRESCRIPCIÓN Y DE NATURALEZA DE
JUICIO
CAPÍTULO XV : JURISPRUDENCIA SOBRE LOS MEDIOS
TÉCNICOS DE DEFENSA
ÍNDICE GENERAL
PRÓLOGO
Con lo que el Perú se pone a nivel de avanzada con los demás países de
Latinoamérica en los que ya viene rigiendo el modelo acusatorio como el
más conveniente en la corriente de reforma procesal penal a nivel
latinoamericano, entre los cuales Chile ya lleva impuesto en todo su
territorio nacional el nuevo modelo; en tanto que en el Perú se tiene
elaborado un Calendario Oficial de aplicación progresiva del Código
Procesal penal, mediante ns. N° 007 -2006-JUS, que ha empezado a
regir desde el 1 ° de Julio 2006, en el Distrito Judicial de Huaura, y
continúa desde el 1 ° de Abril de 2007 con el distrito Judicial de La
Libertad, convirtiéndolo en el segundo territorio nacional de vigencia
concreta del nuevo Código, tocándoles enseguida -también para el año
2007- a los Distritos Judiciales de Callao, Moquegua y Tacna, y así
sucesivamente irá entrando en vigencia en los demás distritos judiciales
hasta que en el año 2012 entrará a regir en el distrito judicial de Lima,
que es el último territorio nacional programado, con el que se concretará
la vigencia total.
Sin duda alguna, el nuevo Código Procesal penal será el instrumento
eficaz, acorde con la política criminal trazada, para frenar el aumento de
la criminalidad pero también como garantía de los derechos
fundamentales de defensa, debido proceso, tutela jurisdiccional efectiva,
igualdad, no sólo del procesado sino también de la víctima, y así
contribuir con más efectividad a la paz social y a la seguridad ciudadana.
Pero así como nos ocupamos de los Medios de Defensa Técnicos
(Cuestión Previa, Cuestión Prejudicial, las excepciones de Improcedencia
de Acción, de Naturaleza de Juicio, Cosa Juzgada, Amnistía, y
Prescripción) que el imputado pueda hacer valer contra la acción penal
ejercitada en su contra, en el nuevo proceso penal acusatorio adoptado
por el Código de 2004, igualmente lo hacemos en relación al proceso
penal antiguo del Código de 1940. y como quiera que estos medios de
defensa se hacen valer contra la acción penal, la que al excitar a la
jurisdicción, para hacer viable la pretensión punitiva del Estado, genera el
proceso penal-temas que son de vigencia y de gran relevancia-, nos
ocupamos también de estos tópicos, actualizándolos con las nuevas
concepciones doctrinarias del Derecho Procesal penal moderno,
vinculados fundamentalmente al nuevo modelo procesal penal acusatorio
garantista y adversarial, que ha adoptado el nuevo Código Procesal
penal de 2004; asimismo introduciendo temas de actualidad, como el
debido proceso, tutela jurisdiccional efectiva; y en especial también
abordamos sobre el proceso penal acusatorio, litigación oral, etc.
El autor.
INTRODUCCIÓN
Los institutos jurídicos del Derecho procesal penal: La Cuestión Previa, la
Cuestión Prejudicial y las Excepciones (de improcedencia de acción,
cosa juzgada, amnistía y prescripción), son los medios de defensa
técnicos que han sido contemplados en el nuevo Código Procesal Penal
peruano de 2004, en sus arts. 4, 5 Y 6, respectivamente; de los que
puede hacer uso el imputado de hechos delictuales contra la acción
penal, para anular, suspender o dar por fenecido el proceso penal
generado, según sea el caso; incluso dichos medios de defensa pueden
ser resueltos de oficio por el Juez de Control de Garantías, y también el
Ministerio Público puede invocarlos no como medios de defensa sino
como potestad debida por tener el deber de velar por la legalidad del
procedimiento.
Tales medios de defensa también están previstos en el aún vigente
Código de Procedimientos Penales de 1940 de corte inquisitivo mixto, el
cual contempla en su arto 4, modificado por el Decreto Legislativo 126
(del 15 de Junio de 1981) a las "cuestiones previas" y a las "cuestiones
prejudiciales", insurnidas en el mismo texto, en tanto que a las
excepciones las contempla en el artículo 5, modificado también por el
Decreto Legislativo 126.
Siendo dos las innovaciones del nuevo Código, en relación a los medios
de defensa técnicos: la una, el haber cambiado la denominación de la
"excepción de naturaleza de acción" prevista con ese nombre en el
antiguo Código, por la de "improcedencia de acción", denominación que
más se ajusta a su finalidad; y la otra, está vinculada al momento u
oportunidad para plantear los medios de defensa, así como su trámite y
resolución; en efecto, en el nuevo Código Procesal Penal, sólo podrán
ser invocados por el procesado en dos oportunidades: la primera, cuando
el Fiscal de la investigación preparatoria decida la formalización y
continuación de las investigaciones preparatorias, resolviéndolas el Juez
de Garantías después de haber recavado información del Fiscal acerca
de los sujetos procesales apersonados en la causa y luego de notificarles
la admisión del medio de defensa deducido, en la audiencia que debe
señalar dentro del tercer día después de efectuadas esas notificaciones,
con asistencia obligatoria del Fiscal, quien exhibirá el expediente para su
examen inmediato por el Juez en ese acto o, en todo caso, en el plazo de
2 días luego de celebrada la vista; y, la segunda oportunidad, lo será en
la etapa intermedia dentro del plazo de 10 días después de notificado
con la acusación fiscal, resolviéndolas el Juez de Garantías en la
audiencia prelinúnar, antes del auto de enjuiciamiento.
Cabe destacar, que con la entrada en vigencia en forma programada del
Código de 2004, se da la singularidad en nuestro país de estar bajo el
régimen jurídico-normativo procesal de 3 Códigos procesales penales: el
Código de 1940, el Código de 1991 (en algunos artículos), yel Código de
2004, este último recién todavía en 2 distritos judiciales -aunque con
tendencia en el tiempo a la vigencia total en el Perú-, el que ahora está
rigiendo en los Distritos Judiciales de Huaura (en Julio de 2006) y La
Libertad (en Abril de 2007), y por lo tanto para la mayor parte del territorio
peruano sigue rigiendo el Código de 1940, y las contadas normas del
Código de 1991, así como el Decreto Legislativo 124 que regula los
procesos penales sumarios que no tienen etapa de juicio oral.
Sin embargo, es de relievar, asinúsmo, que por tratarse de los núsmos
medios de defensa de los que nos ocupamos Oa cuestión previa, la
cuestión prejudicial y las excepciones) que están instituidos en ambos
modelos procesales penales (acusatorio e inquisitivo reformado: núxto),
lo que en el presente trabajo se desarrolla sobre ellos, es enteramente
válido para ambos modelos procesales penales, con la diferencia de que:
lo que se desarrolla sobre los momentos o etapas del proceso en que
deben ser planteados, así como su sustanciación, la que, por cierto,
variará según el Código Procesal penal que rija en el lugar en que el
imputado o Distrito Judicial es procesado, en cuyo caso debe estarse a lo
que se regula en cada Código.
Constituyendo los medios de defensa un ataque a la acción penal que,
como poder jurídico, su ejercicio es regulado por el Derecho, y se pone
en movinúento excitando a la jurisdicción a través del proceso penal para
que a través de él se realice la pretensión punitiva del Estado, ante la
comisión de un hecho delictuoso, he considerado la necesidad de ocupar
me previamente, en la primera parte de esta obra, en sus Capítulos
respectivos sobre aquellos institutos: la acción penal, jurisdicción penal,
proceso penal, proceso penal acusatorio, derecho de defensa y defensa
penal; asimismo, en otro Capítulo, sobre cómo la adopción del proceso
penal acusatorio constituye el eje central de la reforma judicial peruana,
en donde se enfocan los aspectos o vicios de la administración de
justicia, entre ellos, como principales, el desprestigio crónico del Poder
Judicial y el retardo en la administración de justicia, que quedarán
desterrados con la entrada en vigencia del nuevo Código Procesal penal;
para luego, en los sucesivos Capítulos entrar a tratar, como temas de
fondo, sobre los medios de defensa técnicos, con incidencia en los que
más son usados en el ejercicio de la defensa, de acuerdo a los casos
presentados, como son la cuestión previa, la cuestión prejudicial, la
excepción de improcedencia de acción (antes de naturaleza de acción),
excepción de cosa juzgada, y de prescripción.
Así, enunciativamente en esta introducción, podemos señalar la
consideración de que la CUESTIÓN PREVIA es un obstáculo al ejercicio
de la acción penal, expresamente prevista por la Ley, sin cuyo
cumplimiento no puede ser iniciado un proceso penal válido, ni menos
esperarse una sentencia válida.
Por otro lado, en la búsqueda de la verdad material, efectiva, histórica, a
la que propende el proceso penal, a veces en el transcurso de su iter
lógico, surge alguna cuestión cuya previa resolución por el operador
jurisdiccional competente condiciona el ulterior desenvolvimiento del
proceso penal, pues la relación jurídica penal concreta, nacida con
motivo de la comisión de un hecho con los caracteres de delito, que
constituye el objeto fundamental del proceso penal, se halla, algunas
veces, ligada a otra cuestión o relación jurídica de un orden de derecho
distinto del penal, que la condiciona o determina mejor, porque es su
antecedente lógico jurídico. Esa relación jurídica recibe, en el proceso
penal, el nombre de CUESTIÓN PREJUDICIAL, de importancia
extraordinaria, porque de su previa resolución resultará que exista o no,
hecho delictuoso.
Así tenemos que, cuando un imputado por el delito de apropiación ilicita
sostiene la inexistencia de esta figura delictual, afirmando que la cosa no
le había sido entregada por título que produzca la obligación de devolver,
sino en propiedad; cuando sostiene que el delito que se le imputa no se
encuentra configurado en razón de la existencia de una vinculación de
derecho extra penal que excluye uno de los elementos de la figura que
se dice integrada, está planteando una Cuestión Prejudicial, tanto como
el acusado de bigamia que sostiene la inexistencia de este delito en
virtud de ser nulo el matrimonio antecedente que constituiría el
impedimento.
PRIMERA PARTE
DEL PROCESO PENAL
SECCIÓN PRIMERA
CAPÍTULO I
ACCIÓN Y JURISDICCiÓN PENALES
1. ACCiÓN PENAL
37
1.3.1. PUBLICIDAD
La publicidad es el primero de los caracteres de la acción penal. La
acción penal es pública (así lo concibe el arto 1 del Código Procesal
Penal peruano de 2004 -en adelante CPP 2004-), porque está dirigida a
satisfacer un interés colectivo, general, de que el orden social perturbado
por el delito sea debidamente restaurado. De este modo, la acción penal
está por encima de los intereses individuales.
a) Titularidad de la acción penal
La acción penal, por ser pública, pertenece al Estado como titular del
derecho subjetivo de castigar y se ejerce por él en nombre de la
sociedad, por el interés común de todos sus miembros, y tiende a
defenderla, a protegerla, a estrechar los vínculos que la unen y a
rechazar los actos que la ataquen, porque ella tiene por misión hacer
reinar el Derecho, que es el fundamento de la vida social y la de
mantener las leyes que constituyen el patrimonio de todos los
ciudadanos.
El órgano del Estado encargado de ejercitar la acción penal es el MP,
conforme al arto 159, inc. 1, de la Constitución Política peruana, por lo
cual, en forma específica, le corresponde a un organismo la titularidad de
la acción penal, que la promueve de oficio, o a petición de parte.
Confirma esta característica de la acción penal, el arto IV del Título
Preliminar del CPP 2004, en cuanto prescribe que "el Ministerio Público
es el titular del ejercicio público de la acción penal en los delitos y tiene la
carga de la prueba" y el arto 11 del D.Leg. 052 (LOMP), que es anterior
al Código, en cuanto también prescribe "el Ministerio Público es el titular
de la acción penal pública ... "
Hay casos, sin embargo, en los cuales los órganos del Estado están
impedidos de ejercer el poder de acción; no pueden hacerla aún cuando
el Estado siga siendo el titular del poder, correspondiendo en estos
casos, por delegación excepcional del Estado, el ejercicio de ese poder,
al particular, subordinando al Estado su potestad penal realizadora a la
manifestación de un interés individual, al extremo que en los casos de
"acción privada", el particular es el titular exclusivo de ese ejercicio,
disponiendo de él conforme a los dictados de su voluntad: puede acusar
o abstenerse de hacerlo, supeditando la vida del proceso a su voluntad,
porque el Estado le hace "dueño de la acción" y lo faculta para
renunciarla.
b) Debe rechazarse la distinción entre los delitos de acción privada y
delitos de acción pública
Puesto que la acción penal es pública por su contenido de interés
general, debe rechazarse decididamente la distinción entre delitos de
acción privada y delitos de acción pública, que en la jerga práctica se
refiere, respectivamente, a los delitos perseguibles mediante querella y a
los delitos perseguibles de oficio.
Sin embargo, en el Código de procedimientos penales de 1940 la acción
penal es pública y privada. No nos explicamos por qué nuestros
legisladores concibieron así la acción penal. El arto 2 del ya citado
Código, señala:
"La acción penal es pública o privada. La primera se ejercita por el
Ministerio Público de oficio o a instancia de la parte agraviada, o por
acción popular en los casos autorizados por la ley.
La segunda, directamente por el ofendido. conforme al procedimiento
especial por querella, que este Código establece".
Tal concepción contraría el carácter exclusivamente público de la acción
penal establecido universalmente por la doctrina. La acción penal es
siempre pública y no se puede admitir acción penal privada. En lo que
establece dicho Código hay un retroceso histórico: más o menos nos
remite al Derecho Romano, en el que se clasificaron los delitos en
públicos y privados. Lo que felizmente está siendo corregido en el nuevo
Cpp 2004, en cuyo arto 1 se establece que la acción penal es pública.
Significa que el MP, tan pronto como haya llegado a él la notitia criminis,
eso es, tan pronto como tome conocimiento serio de la comisión de un
hecho delictuoso, debe obligadamente iniciar la acción penal, y una vez
iniciada, debe cumplir con todos los actos consiguientes a la formación
del proceso penal.
1.3.5. INDIVISIBILIDAD.
2. JURISDICCiÓN PENAL.
2.1. CONCEPTO.
EL PROCESO PENAL
1. CONCEPTO
5.1. LEGALIDAD.
6.1. CONCEPTO.
CAPITULO III
1. SISTEMA ACUSATORIO.
2. SISTEMA INQUISITIVO.
CAPÍTULO IV
1. CONSIDERACIONES GENERALES.
4.1.1. GARANTíAS.
5.4.2. ACUSACiÓN.
a) Audiencia preliminar.
Conforme al arto 351 del CPP 2004, esta se realizará ante el Juez de la
investigación probatoria, previo al auto de enjuiciamiento al que hubiere
lugar si el caso deba pasar a juicio. En esta audiencia, el juez examinará
las peticiones de las partes, pero sin entrar al fondo del asunto, sin actuar
la prueba en ese momento, pues ello compete a la etapa de juzgamiento.
La realización de esta audiencia, con la presencia obligatoria del Fiscal y
del defensor del acusado, permite entender, según expresa DUEÑAS
CANCHES97, por qué se denomina a este momento procesal "etapa
intermedia". La intención del legislador fue la de distinguir bien las dos
etapas donde se desarrollan los actos de investigación y los actos de
prueba. A la etapa de investigación preparatoria le corresponde los actos
de investigación y acumulación de pruebas; a la etapa intermedia le
corresponde la definición de la materia que será la base del trabajo del
juicio; mientras que a la etapa del juzgamiento le corresponde la
actuación y valoración de los medios de prueba y sentencia.
SECCIÓN SEGUNDA
CAPÍTULO V
EL DERECHO DEFENSA EN EL PROCESO PENAL PERUANO.
4. EL ABOGADO DEFENSOR.
4.1. CONCEPTO.
Como hace notar César SAN MARTíN 115 , la Constitución, en armonía
con lo dispuesto en el PIDCP y la CADH, configura el derecho de
defensa y de asistencia letrada como un derecho fundamental y base del
sistema procesal. En tal virtud, garantiza el nombramiento o designación
de un defensor desde que es citado por la autoridad policial.
Asimismo, el precitado autor, siguiendo a GIMENO SENDRA 116,
concibe a la defensa como una parte procesal, dialécticamente opuesta a
la acusación, integrada por dos sujetos procesales, el imputado y su
abogado, titulares de los derechos const1tucionales a la libertad y de
defensa; y advierte que debe considerarse que la defensa es una parte
procesal por dos razones básicas: 1. Porque, globalmente, el imputado
tiene el derecho a un recurso efectivo ante los tribunales. 2. Porque,
dentro del proceso moderno, a la luz de los principios que lo informan,
está concebido como un sujeto de la actividad probatoria, que
necesariamente ha de intervenir en ella con plena igualdad y bajo el
principio de contradicción. En función a estas consideraciones es que la
defensa no puede ser calificada como un órgano, ni siquiera
independiente, de la Administración de Justicia y al defensor como un
Ayudante de ella. Al respecto, el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, en el Caso Can (30 de setiembre de 1987), declaró la
ilegitimidad de tal concepción puesto que los contactos entre imputado y
defensor no pueden ser sometidos al control judicial, lo que sería una
lógica consecuencia de dicha opción jurídica117.
La defensa, sin embargo no consiste solamente en la actividad procesal
desplegada por los defensores. Se puede considerar en sentido lato y en
sentido estricto. En el primer caso, comprende la actividad procesal
dirigida a hacer valer los derechos subjetivos y los demás intereses
jurídicos del imputado y, en su caso, de las demás partes del proceso; se
sustenta en el concepto de inviolabilidad de la defensa en juicio que
establece la Constitución. En el segundo caso, es la actividad global y
unitaria resultante del autopatrocinado de la parte, denominada defensa
material, y del patrocinado del defensor, llamada defensa formal118.
- Si los hechos son subsumibles dentro del tipo y además se tiene una
buena prueba, el Fiscal tiene un caso.
Diversas partes de la historia irán llegando, sin que se pueda lograr una
secuencia correcta, históricamente creíble, o históricamente lógica. No
obstante, el reacomodo de elementos le permitirá ir esclareciendo cómo
sucedieron los hechos, para que pueda cotejarlos con los diversos tipos
penales y decidir si la historia encaja en alguno o algunos de ellos.
Desde la perspectiva de la defensa, el abogado debe buscar en la
historia del adversario cuáles piezas faltan cuya ausencia hace
inverosímil o imposible el hecho, o lo hacen cierto pero no logran poner a
su defendido en la escena y desarrollando la acción ¡lícita.
7.5. APLICACiÓN DE LA TEORíA DEL CASO.
SECCIÓN TERCERA
CAPITULO VI
1. INTRODUCCiÓN.
La misión del Poder Judicial es la de administrar justicia y proporcionar
tutela jurisdiccional a través de sus órganos jerárquicos, con arreglo a la
Constitución y a las leyes, coadyuvando a la paz social.
Los objetivos de la Reforma del Poder Judicial a largo plazo son: lograr
una institución que goce de la confianza de los ciudadanos, autónoma en
su gestión, que administre justicia con independencia dentro de los
plazos establecidos en las normas. Para ello deben concurrir órganos de
gobierno y de gestión debidamente delimitados, con procesos y
procedimientos racionalizados e informatizados. Un Despacho Judicial
moderno, con servicios de apoyo a la justicia eficiente, con sistemas de
información en línea y operando en ambientes adecuados. Magistrados
probos, éticos y justos, actualizados en su calificación jurídica, con
jurisprudencia disponible, y respetados por la población. Personal
administrativo y de apoyo jurisdiccional capacitado y dotado de una
cultura del servicio al ciudadano. Administración con criterio general,
técnico y moderno en un proceso de mejoramiento continuo. Locales
adecuados, con equipamiento moderno e interconectado con las demás
instituciones que intervienen en la administración de justicia.
SECCIÓN CUARTA
CAPITULO VII
LOS MEDIOS DE DEFENSA EN EL PROCESO PENAL
1. CONSIDERACIONES GENERALES.
De tal modo, este derecho contradictorio tiene por finalidad impedir que
se promueva una acción a todas luces injusta o ilegal. En un proceso el
órgano jurisdiccional al momento de declarar la relación jurídico procesal
válida, debe de asegurarse que la misma cuente con los elementos
necesarios válidos para que correctamente pueda ser resuelta bajo su
poder jurisdiccional. En ese sentido es DEVIS ECHAN DíA quien ubica a
estos medios de defensa técnicos como una emanación del derecho de
acción al expresar que: "el derecho de contradicción, lo mismo que el de
acción, pertenece a toda persona natural o jurídica por el solo hecho de
ser demandada, o de resultar imputada o sindicada en un proceso penal,
y se identifica con el derecho de defensa frente a las pretensiones del
demandante o a la imputación que se le hace en el proceso penal. Pero
se fundamenta en un interés general, como el que justifica la acción,
porque no sólo mira a la defensa del demandado o imputado y a la
protección de sus derechos sometidos al proceso o de su libertad, sino
que principalmente contempla el interés público en el respeto de dos
principios fundamentales para la organización social: el que prohíbe
juzgar a nadie sin oírlo y sin darle los medios adecuados para su
defensa, en un plano de igualdad de oportunidades y derechos, y el que
niega el derecho a hacerse justicia por sí mismo"157.
Coincidiendo con PEÑA-CABRERA FREYRE158, debemos expresar que
es debido a la existencia de un verdadero Estado Constitucional y de
Derecho la estructuración de un proceso penal rodeado de todas las
garantías para el imputado -quien es objeto de una imputación de
naturaleza criminal- que en óbice a la naturaleza aflictiva que éste puede
padecer tanto en el transcurso del proceso mismo (detención preventiva)
así como en su culminación se demanda que la acción penal que
promueva el órgano requiriente haya satisfecho cualquier requisito de
procedibilidad previo, y asimismo se presuma en base a los actos
investigatorios realizados que el hecho pueda ser calificado como delito.
En base a lo acotado, aparece como de suma relevancia que el imputado
esté en facultades de contradecir la acción penal, pues la justicia criminal
debe procurar que las causas que ahí se ventilen cuenten con los
presupuestos válidos para ser válidamente encausadas por sus
tribunales.
2. DEFINICiÓN.
CAPITULO VIII
Ernst Seling citado por JIMÉNEZ DE ASÚA, "La Ley y el Delito", Ss. As.,
1976, pp. 417 Y 418-, que mantuvo la tesis de absoluta independencia de
las condiciones objetivas de los caracteres del delito, las defines así:
"Son ciertas circunstancias exigidas por la ley penal para la imposición
de la penal, que no pertenecen al tipo del delito, que no condicionan la
antijuricidad y que no tienen carácter de culpabilidad", agregando:"Las
circunstancias constitutivas de una condición de punibilidad se diferencia
de una manera clara de los elementos del tipo de delito en que aquéllas
no son circunstancias que pertenezcan al tipo ... , por lo que no se
requiere que sean abarcadas por el dolo del agente, sino que basta con
que se den simplemente en el mundo externo objetivo, por lo cual se las
suele denominar frecuentemente condiciones objetivas o extrínsecas".
Jiménez de Asúa, por su parte, apunta: "Sólo aquellas condiciones de
reciprocidad y alguna otra que por el instante se nos escapa, son
auténticas condiciones objetivas y extrínsecas de penalidad los
presupuestos procesales expresa o tácitamente exigidos en las leyes
putativas al describir y penar una concreta figura de delito. El más típico
ejemplo lo hallamos en muchos Códigos penales que exigen, para
puedan ser penados los casos de quiebra, que ésta sea calificada,
conforme a lo establecido en los Códigos de Comercio. Y sobre todo en
la exigencia del Código alemán, copiada por el argentino de previo
divorcio para poder perseguir por adulterio".
3. POSITIVIZACIÓN.
CAPÍTULO IX
INTRODUCCIÓN.
Se ha dicho en el Capítulo 1, que el poder de acción penal del Estado se
concreta cuando aparece la presunción de un daño público, como
consecuencia de un acontecer posiblemente delictuoso que hace nacer
una pretensión de justicia en el órgano a quien la ley encarga el ejercicio
de ese poder de acción. Ante ello, la acción debe ponerse en
movimiento, excitando la jurisdicción para que ésta se ejercite hasta
agotar la pretensión de justicia con el restablecimiento de la paz jurídica
alterada o tranquilizando a la colectividad.
A decir del profesor Florencio Mixán -"Defectos y bondades ... ", p. 10-,
la deficiencia en la definición que se trata de hacer en ese artículo del
Proyecto Sustitutorio, radica en el empleo del concepto genérico: " ...
procedimiento aparte ... ", que resulta equívoco y que para que esto no
suceda la referencia al respecto debe decir: "en procedimiento aparte de
naturaleza extra penal", sugerencia que -según él mismo hace notar- se
encuentra avalada con la parte in fine del segundo parágrafo del arto 12
del mismo Proyecto, que emplea la nota identificatoria de extra penal.
Asimismo, Mixán interpreta en la redacción del referido artículo el
concepto previamente, de modo que diga: " ... requieren ser resueltas
previamente en procedimiento aparte de naturaleza extra penal".
Coincidimos con el profesor Mixán, en cuanto a la "objeción sugerencia"
que antecede, haciendo notar por nuestra parte, que el concepto
genérico que resulta equívoco no es tanto: "procedimientos aparte", sino
el de: " ... cuestiones que, por su naturaleza ... "; y es aquí donde resulta
la necesidad de que sea seguido del término: "extra penal", de modo que
diga: " ... cuestiones que, por su naturaleza extra penal. .. ", para indicar:
que el hecho jurídico, o relación jurídica, o situación jurídica que surja en
el proceso penal debe ser necesariamente de naturaleza extra penal. De
este modo, el concepto "procedimiento aparte" es consecuencia del:
"cuestiones que, por su naturaleza extra penal"; lo que permitirá entender
claramente que el procedimiento debe efectuarse en vía extra penal.
Pero para evitar que se caiga en el error de considerar de que el
"Procedimiento aparte" se debe efectuar en la misma vía penal, es bueno
que la frase "Procedimiento aparte" sea seguida de esta otra: "en vía
extra penal".
Hugo ALSINA225, también tiene precisado que "para que una cuestión
tenga carácter prejudicial, debe fundarse en una relación substancial
independiente de la que motiva la litis y cuyo conocimiento corresponda,
por disposición de la Ley o por la naturaleza jurídica de la cuestión y en
juicio autónomo a otro Tribunal, la decisión del cual debe influir con
efecto de cosa juzgada en la resolución final a dictarse respecto de
aquella.
3.1.2. DEBE SER UN HECHO O RELACiÓN JURíDICA ANTERIOR.
La cuestión prejudicial no puede constituir sino un hecho anterior al
considerado delictuoso, un hecho independiente o distinto de éste, pero
ligado o conectado. HOFFMAN expresa: "para que haya lugar a cuestión
prejudicial, es preciso que el hecho civil o administrativo que se haya de
decidir preferentemente, sea anterior a la infracción punible, origen de la
causa o del procedimiento criminal y distinto del que la determina"226.
El hecho debe ser anterior. Si se presenta posterior o concomitante no
constituye cuestión prejudicial. En igual sentido opinan AGUILERA DE
PAZ Y PESCATORE, quienes señalan que estos hechos anteriores
deben ser distintos pero íntimamente vinculados al hecho que constituye
la infracción penal. Así, por ejemplo, en los casos de matrimonio ilegal,
de usurpación, de apropiación ilícita, se presupone la existencia de un
hecho anterior a lo que se reputa hecho delictuoso: la validez del primer
matrimonio, o el mejor derecho para ocupar, o el derecho para retener,
son anteriores al hecho reputado delito. Existe en estos casos una
relación de orden legal distinta a la penal, sin embargo, a pesar de esta
diferencia, hay una estrecha vinculación.
En una decisión la Corte Suprema sancionó que si el hecho denunciado
debe ser ventilado en la vía administrativa a fin de establecerse su
posible carácter delictuoso, la cuestión prejudicial deducida es
procedente227o En orden al delitote usurpación precisó que éste puede
ser instruido con independencia del cuestionamiento del derecho de
propiedad en la vía civil, dado que la prejudicialidad procede si en el
proceso civil se litiga sobre la posesión del mism0228o
La existencia de la cuestión prejudicial está condicionada, según destaca
el profesor Florencio MIXÁN MASS, a que exista un hecho o acto jurídico
preexistente, de carácter autónomo y eventual, especial e íntimamente
vinculado en relación de antecedente lógico-jurídico al acto u omisión
objeto del procedimiento penal en concreto, que sea capaz de generar
duda razonable sobre el carácter delictuoso del act0229o Se debe tratar,
en suma, de un dato extra penal determinante de la existencia del delito
-de un elemento del tipo penal-, cuya dilucidación deba derivarse al juez
extra penal.
Es indiferente que la controversia sobre el problema extra penal ya exista
o aún no, en la vía extra penal; lo decisivo es que el "problema" como tal,
sea anterior o preexista. Al respecto, Hernando DEvls ECHANDíA230
manifiesta que "no debe confundirse la prejudicialidad con el pleito
pendiente. La cuestión prejudicial existe aún cuando no se haya iniciado
el proceso donde debe ser decidida, al paso que el pleito pendiente exige
que esté en curso otro proceso. Por otra parte, si bien cuando existe
prejudicialidad y se está tramitando el proceso, puede alegarse tal
circunstancia como pleito pendiente en excepción previa, no siempre que
haya pleito pendiente existe prejudicialidad, porque el primero
generalmente se refiere a que la misma cuestión litigiosa se está
ventilando en otro proceso, y en cambio, la segunda radica en otra
cuestión sustancial diferente de la planteada en el proceso donde se
alega, pero no conexa con ella y cuya solución previa es indispensable
para adoptar una resolución en la sentencia".
3.1.3. No LO ES EL QUE CONSTITUYE EL FONDO DE LA CAUSA.
De cuyo principio se deduce que los hechos, aun puramente civiles o de
cualquiera otra naturaleza extra penal, que sean elementos constitutivos
de la infracción penal o que se confundan con ella, no pueden motivar
cuestión prejudicial en su verdadero y propio concepto, sino que
constituyen el fondo de la causa. "De manera que si el hecho delictuoso
imputado reside en un contrato que ha dado origen al ejercicio de la
acción criminal, la prueba del contrato se confunde en tal caso, con el
delito y no puede, desde luego, constituir una cuestión prejudicial cuyo
examen pueda ser separado del de la cuestión principal, tal sería por
ejemplo, el caso del delito de estafa"231. TREBUTIÉN, se refiere al delito
de usura y dice: "En materia de usura, el hecho el contrato no puede
concebirse separadamente de la infracción. Sin duda existe un contrato
de préstamo; pero éste no es anterior al delito. Está fatalmente ligado al
contrato y ambos son contemporáneos"232.
El error judicial puede darse en todos los ámbitos del derecho, pero
cobra perfiles dramáticos cuando en el orden penal se castiga como
autor de un delito a quien no lo ha cometido. Lo mismo constituye un
error judicial castigar a alguien por un delito que no ha tenido existencia o
declarar autor de un hecho a la persona que no lo ha cometido, como
estimar responsable del mismo a quien, aunque materialmente lo haya
ejecutado, sea inimputable por enfermedad mental o haya actuado
lícitamente como ocurre en la legítima defensa. "No se debe castigar, sin
antes estar ciertos de que quien es imputado debe ser castigado porque
un delito ha sido cometido y él lo ha cometido"241 242.
Los partidarios de este sistema, sin embargo, sostienen que el juez penal
conoce pero no juzga de la cuestión extra penal, que puede ser renovada
o reproponible ante el juez competente, porque el conocimiento que de
ella se tuvo en la jurisdicción penal, no produce efectos de cosa juzgada,
pues al conocer de ella por vía de incidente, la jurisdicción penal no la
resuelve definitivamente, sino tan sólo en cuanto es indispensable para la
represión, no surtiendo sus fallos efectos civiles ni ejecutorios, pudiendo
ser planteada de nuevo en la forma correspondiente, y en vía principal
ante el tribunal que tenga competencia para decidirla plenamente.
Vemos pues, que este sistema considera incontestable el principio de
que "el juez de la acción, lo es también de la excepción". Empero, se
hace necesario anotar como crítica de esta tesis, que la cuestión
prejudicial no genera una mera incidencia, algo que tenga que tramitarse
y resolverse con dependencia del proceso penal; la cuestión prejudicial
tiene vida jurídica autónoma y caracteres propios e independientes, por
tanto da lugar a un nuevo proceso, independiente del penal. Argumento
poderoso en contra, es también la posibilidad de contradicción entre dos
pronunciamientos judiciales: el del juez del crimen, que condena y
absuelve en base a lo que resuelve él mismo respecto de la cuestión
prejudicial de que conoce incidental mente, y el del juez de la jurisdicción
extra penal que puede, luego, decidir de modo principal sobre la misma
en forma distinta.
6.2. SISTEMA EXTRA PENAL ABSOLUTO.
SECCIÓN QUINTA
CAPÍTULO X
LAS EXCEPCIONES PENALES
CAPITULO XI
1. NOCIÓN.
Sobre este aspecto debemos destacar con SAN MARTÍN CASTRO 290,
que la jurisprudencia suprema, en especial la Ejecutoria de 6 de Junio de
1994, precisó que cuando la ley dice "el hecho denunciado no constituye
delito", nos encontramos frente a un hecho atípico, es decir que la ley no
lo ha previsto como delito, y, que cuando la ley señala "o no es justiciable
penalmente", nos remite a un hecho que pudiendo estar claramente
tipificado como delito, éste no es justiciable penalmente en razón de
existir una causa de justificación prevista por la propia ley que elimina la
antijuricidad del hecho 291. Posteriormente, el Tribunal Supremo en la
Ejecutoria de 29 de Setiembre de 1995, rectificó parcialmente este
criterio y señaló que lo "no justiciable penalmente" comprende,
conjuntamente con la presencia de una causa justificativa, tanto la
concurrencia de una excusa absolutoria cuanto la ausencia de una
condición objetiva de punibilidad 292. Es de recordar, sin embargo, que
en fallos anteriores circunscribió el alcance de esta excepción al examen
del elemento tipicidad 293.
6. LÍMITES DE LA EXCEPCIÓN.
Sólo procede esta excepción cuando la inexistencia del delito -y los
demás supuestos ya abordados- surge con toda evidencia de los
términos de la imputación (denuncia formalizada del MP y auto de
apertura de instrucción). La Corte Suprema ha establecido que la
atipicidad y la no punibilidad deben surgir con toda evidencia: a) de los
términos de la denuncia; b) de lo actuado; o c) cuando de los hechos
denunciados aparece que no hay nada que pueda ventilarse en la vía
penal 305. Anteriormente, el Alto Tribunal había estipulado que si la
atipicidad surge de las conclusiones del atestado policial debe ampararse
la excepción de naturaleza de acción 306. En una perspectiva más
amplia, la Corte Suprema, en una ocasión, precisó que esta excepción
procede cuando la inexistencia del delito surge con toda evidencia de los
términos de la denuncia o de lo actuado, o cuando de los hechos
denunciados aparece que no hay nada que pueda ventilarse en la vía
penal 307.
CAPÍTULO XII
El arto 6, inc. 1, literal c), del CPP 2004, así como el arto 5 del Código de
1940, modificado por el Decreto Legislativo 126, al positivizar a la
excepción de cosa juzgada señalan que ella procede cuando el hecho
punible ha sido objeto de una resolución firme, nacional o extranjera
contra la misma persona.
La cosa juzgada es considerada en el Código penal como una causa de
extinción de la acción penal (art. 78.2). A su vez, el arto 90 de dicho
Código prohíbe que se pueda perseguir una persona por segunda vez
" ... en razón de un hecho punible sobre el cual se falló definitivamente".
Por lo que es de hacer notar que el Estado sólo tiene una oportunidad
para hacer valer su pretensión sancionadora, si la pierde, ya no puede
ejercerla, así se invoquen defectos técnicos o diferentes perspectivas
jurídicas para resolver el caso.
Puesto que la garantía del ne bis in idem, se expresa en la exigencia de
no ser posible aplicar una doble sanción, siempre que se presente la
triple identidad del sujeto, hecho y fundamento, esto es, cuando existe
una misma ¡licitud, de suerte que en el campo administrativo -donde se
presentan los mayores problemas en su relación con la jurisdicción
penal- estará vedado imponer al funcionario o servidor una sanción
adicional a la penal cuando el interés jurídicamente protegido por el tipo
penal no siendo suficiente al respecto la sola invocación de las relaciones
de especial sujeción con la Administración321o
Eduardo ALCOCER322, además destaca que la prohibición de la doble
persecución comprende no sólo la aplicación de la nueva sanción por un
hecho anteriormente penado, sino también la exposición al riesgo de que
ello ocurra mediante un nuevo sometimiento a juicio de quien ya lo ha
sufrido por sí mismo. El riesgo del doble enjuiciamiento afecta la
seguridad jurídica individual, en cuanto se tiene incertidumbre sobre la
intervención del ordenamiento jurídico. La doble persecución carga con el
estigma de inseguridad respecto a un primer resultado y sus alcances
frente a una resolución judicial o administrativa.
CAPÍTULO XIII
1. LA EXCEPCIÓN DE AMNISTÍA.
1.1. POSITIVIZACIÓN.
La excepción de amnistía está contemplada en el arto 6.1.d del CPP
2004 y asimismo en el arto 5 del C. de P.P. de 1940 modificado por el
O.Leg. 126, estableciendo esta norma que la excepción de amnistía
procede en razón de la Ley que se refiera al delito objeto del proceso.
La amnistía como manifestación el derecho de gracia stritu sensu tiene el
significado de una renuncia generosa que hace el Estado en relación a
sus potestades de concurrir al empleo de su sistema de represión penal
ius puniendi , beneficiando de esta manera a las personas que
cometieron cierto delito en el transcurso de un tiempo determinado. Este
desistimiento tiene lugar por motivos diversos, como pueden ser:
pacificación, conciliación pública, o simplemente como expresión de
júbilo como un acontecimiento feliz o conmemorativo329o
1.3. CONCEPTO.
2. LA EXCEPCiÓN DE PRESCRIPCiÓN.
2.1. POSITIVIZACIÓN.
2.2. CONCEPTO.
" ... En lo que concierne a las ideas que se apoyan en la tesis negativa
de la prescripción penal tenemos, entre otras, las siguientes: a)
Contradice los principios del Derecho penal desde que importa una
esperanza de impunidad que alienta a la comisión de delitos; b) Delimita
el efecto intimidatorio de la conminación penal y de la pena; c) Se opone
al principio fundamental de que ningún delito debe quedar impune; d)
Constituye un premio a los delincuentes más hábiles que han logrado
eludir la acción de la justicia, así como un castigo a la incuria de jueces y
fiscales; e) Su fundamento en el simple discurrir del tiempo no puede
afectar el carácter penalmente de la culpabilidad".
Este medio técnico de defensa está positivizado tanto en el arto 6.1.a del
CPP 2004, como en el arto 5 del C. de P.P. de 1940, modificado por el
D.Leg. 126 de 1981, que prescriben que esta excepción es deducible
cuando se ha dado al proceso una sustanciación distinta a la prevista en
la Ley.
3.2. CONCEPTO.
3.4. EFECTOS.
El inc. 2 del arto 6, del CPP 2004, prescribe que en caso que se declare
fundada la excepción de naturaleza de juicio, el proceso se adecuará al
trámite conocido en el lapso que lo resuelva. En tanto que la parte
pertinente del último párrafo del arto 5 del C. de P.P., modificado por el
D.Leg. 126, prescribe que si se declara fundada la excepción de
naturaleza de juicio, se mandará regularizar el procedimiento al trámite
que le corresponde; obviamente tal regularización se ha de ordenar en el
mismo auto que declara fundada la excepción.
Si la excepción es amparada, tiene. como efecto regularizar el
procedimiento, esto es, asignar a la causa la vía procesal penal que
corresponda. Además, como apunta ORÉ GUARDIA, los actos
procesales efectuados con anterioridad a la regularización conservan
validez en cuanto sean compatibles con el trámite correspondiente.
SECCIÓN SEXTA
CAPITULO XIV
OPORTUNIDAD PARA PLANTEAR LOS MEDIOS DE
DEFENSA Y SU TRÁMITE
Como ya se ha visto, el arto 7, inc. 3, del CPP 2004, prescribe que los
medios de defensa técnicos pueden ser declarados de oficio por el Juez
de la investigación preparatoria. Igualmente, en el Código de 1940 se
tiene establecido que tanto la cuestión previa (art. 4), como las
excepciones (art. 5), pueden ser resueltas de oficio por el Juez. Ello
implica que el Juez, de muto propio, al advertir la existencia de esos
medios de defensa, deberá resolverlos sin necesidad de esperar que las
plantee el imputado. Sin embargo, en la práctica esto ocurre muy rara
vez, siendo los jueces renuentes a proceder de oficio, al menos ello
siempre ha sido así.
No obstante, en cuanto a la cuestión prejudicial, se dice por algunos
autores, entre ellos AGUILERA DE PAZ: "no basta que la cuestión
prejudicial resulte con toda claridad de las diligencias practicadas, ni que
el juez instructor del sumario, o el tribunal sentenciador de la causa,
entiendan que, en vista del resultado del proceso, se impone la
necesidad de la previa resolución de una cuestión prejudicial de orden
extraño al penal... pues nada de ello autoriza al tribunal de la causa, ni al
juez que instruye el sumario, para planear de oficio ninguna cuestión de
esta clase"36o.
Víctor COVíAN y JUNCO, consigna una razón -irrebatible a juicio de
AGUILERA- cerca de la "imposibilidad" de que la cuestión prejudicial sea
propuesta de oficio por los jueves o tribunales de lo penal. Según dicho
autor, "sería ilusorio hacerlo así, porque sin la instancia de las partes no
podría adquirir competencia la jurisdicción extra penal (civil,
administrativa, eclesiástica, etc.), para conocer del asunto y, por
consiguiente, todo se convertiría en una paralización estéril y dañosa
para la administración de justicia"361. Por su parte AGUILERA agrega:
"a las partes no se les puede compeler para que acudan a la jurisdicción
extra penal, porque el hacerlo o no es un derecho de las mismas que
sólo puede estar condicionado por su voluntad; de nada serviría y a nada
práctico habría de conducir el que el juez instructor del sumario, o el
tribunal sentenciador, en su caso, estimaran que sitia planteada de oficio
una cuestión prejudicial por consecuencia de la resultancia del proceso o
de las alegaciones de las partes. Por eso, para que exista una cuestión
prejudicial, susceptible de ser ventilada y resuelta por la jurisdicción no
represiva, es indispensable que conste, cuando menos, la voluntad de la
intención de una de las partes para llevar el asunto al juez o tribunal extra
penal competente; y que esa voluntad o intención se exterioricen por
medio de la proposición de la cuestión"362.
De tal modo, el criterio que antecede, no tolera la idea de que la cuestión
prejudicial pueda ser propuesta de oficio por el Juez o tribunal penal
respectivo.
Sin embargo, existe la posición opuesta, con la que estamos de acuerdo,
que sostiene que en virtud de la economía procesal es prudente otorgar
al juez un poder discrecional para que la cuestión prejudicial pueda ser
advertida y resuelta de oficio por él. Esta tesis, tiene, entre sus
principales defensores a los eximios juristas MANZINI y FLORIÁN, el
primero de los cuales expresa: "El obstáculo debe ser denunciado o
comprobado, aun de oficio, no bien se presente, en cualquier estado y
grado del procedimiento, y no es necesario que se lo oponga en forma de
excepción"363. Por su parte, FLORIÁN anota: "El juez cuando se
presente una cuestión de esta clase, ha de decretar, aun de oficio, la
suspensión del procedimiento"364. Posiblemente inspirada en las
opiniones que preceden, la legislación italiana, al reglamentar la cuestión
prejudicial referente al estado de las personas, dispone que la
suspensión del proceso penal sea aun de oficio. Esta es la referencia que
nos hace ODERIGO, cuando ocupándose de la cuestión prejudicial en la
legislación de dicho país, escribe: "Respecto a las cuestiones de estado,
la prejudicialidad extra penal es obligatoria y debe suspenderse el
proceso a pedido de parte o de oficio, en cualquier estado o grado del
mismo, apenas se reconozca la existencia y la seriedad de la
controversia"365.
Por otra parte, ZAVALETA, transcribe en su obra "La Prisión Preventiva y
la libertad Provisoria", el arto 10 del Código de Procedimiento Penal de
Córdoba, el cual dispone: "Cuando la existencia del delito dependa de
una cuestión prejudicial establecida por la ley, el ejercicio de la acción
penal se suspenderá, aun de oficio, hasta que en la otra jurisdicción
recaiga sobre ella sentencia firme"366.
"En caso de que el proceso extra penal no haya sido promovido por la
persona legitimada para hacerlo, se le notificará y requerirá para que lo
haga en el plazo de treinta días computados desde el momento en que
haya quedado firme la resolución suspensiva. Si vencido dicho plazo no
cumpliera con hacer/o, el Fiscal Provincial en lo Civil, siempre que se
trate de un hecho punible perseguible por ejercicio público de la acción
penal, deberá promoverlo con citación de las partes interesadas. En uno
u otro caso, el Fiscal está autorizado para intervenir y continuar el
proceso hasta su terminación, así como sustituir al titular de la acción si
éste no lo prosigue".
Lo natural y lógico hubiera sido, dentro de un conveniente método
orgánico, que, después de consignar la ley el principio general, se
estableciese la norma o normas a que debiera ajustarse la sustanciación,
en la vía extra penal, del fondo de la cuestión prejudicial. Es que
seguramente los legisladores han considerado que tal reglamentación no
es necesaria, porque el proceso que se genere por la cuestión prejudicial
debe estar sometido al procedimiento establecido por la legislación de la
materia a la que pertenece por su naturaleza; pero sucede que
tratándose de una cuestión prejudicial de naturaleza civil, por ejemplo, su
resolución en la mayoría de los casos deviene ilusoria, tanto porque las
partes no abren la instancia, cuanto porque, abriéndola -lo que sucede
rara vez- no continúan impulsando su tramitación por lo largo y penoso
que resulta el proceso en nuestro ordenamiento procesal civil.
Problema que no se soluciona tan sólo dando intervención al Fiscal
Provincial en lo Civil, en determinados casos, según la regulación del
precitado arto 5, esto es, "siempre que se trate de un hecho punible
perseguible por ejercicio público de la acción penal". Entonces,¿como
quedan los otros hechos punibles?
Además, no se ha establecido ninguna regulación para el procedimiento
civil generado con la remisión de los actuados al juez extra penal, con la
que el Fiscal civil debe promover en el proceso extra penal.
Es sabido que en la mayoría de los casos, el agraviado, decepcionado
por la suspensión del proceso penal, pierde todo interés en el asunto y ya
no acude a abrir la instancia en la vía extra penal. y al imputado, por
razones obvias, no le conviene hacerla. Se contenta con la suspensión
del proceso penal, lo que para él es bastante, de este modo, el proceso
penal queda "suspendido" indefinidamente o eternamente, deviniendo
esta suspensión, en buena cuenta, una forma insólita de "poner fin" a los
procesos penales, lo que a su vez constituye una aberración jurídica.
Con más amplio criterio del que se ha tenido para consagrar en nuestro
proceso civil el impulso procesal de oficio mediante la reforma introducida
por el D.L.21773, debe consagrarse también, mediante texto específico,
para la resolución del fondo de la cuestión prejudicial, el principio de
iniciativa procesal, más o menos en estos términos: "el juez en lo civil
ejerce la jurisdicción a petición de parte, salvo el casó de cuestión
prejudicial, cuyo proceso debe iniciarse y tramitarse de oficio, e
igualmente, cualquier otro funcionario que por remisión tenga que
investigar sobre el fondo de una cuestión prejudicial surgida en un
proceso penal, iniciará, tramitará y resolverá de oficio, comunicando el
resultado al juez penal". Consideramos que la iniciativa y la impulsión de
oficio que se conceda a los jueces para resolver la cuestión prejudicial, al
lado de la que corresponde a las partes, son los medios más eficaces
para garantizar el desenvolvimiento normal del proceso extra penal y
conseguir que la justicia sea más expeditiva.
6.3. INTERVENCiÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO.
En la línea de nuestra propuesta de solución, es un acierto del nuevo
CPP 2004 establecer como parte al MP en los procesos extra penales en
los que se ventile el fondo de la cuestión prejudicial. Su función estará
orientada a velar también por el pronto desenvolvimiento del proceso y a
exigir el celo de la justicia en aras de su buena administración, meta esta
que constituye el principio y el fin del orden social.
El MP dentro de sus funciones tiene obligaciones claras y precisas:
representar a la sociedad y velar por el interés público. El imputado y el
agraviado son parte de la sociedad a la que representa el MP y la
situación de ambos en el proceso es también parte del interés por el que
vela dicho Ministerio.
La cuestión prejudicial, con la duda que lleva consigo, sobre el carácter
delictuoso del hecho denunciado, afecta a la calificación de la
criminalidad o legitimidad del hecho perseguido en el proceso penal, por
tanto la resolución que sobre ella recaiga, interesa y afecta por igual al
orden extra penal como al penal; por consiguiente, debe darse
intervención en tales procesos al Ministerio Fiscal, que es el llamado a
procurar el cumplimiento de la ley y la realización de la justicia penal y a
que sea restablecido el estado de derecho que ha sido perturbado.
El proceso penal es, sin duda, el terreno propio del Ministerio Público. En
lo civil, en cambio, su actuación se considera como contraindicada, hasta
el extremo de que Jofré, con frase gráfica, consideró al Ministerio Público
como "la quinta rueda del carro de la justicia"371. Aun en el campo penal
no le han faltado tampoco opositores: se dijo que la "institución es
inoficiosa en las acciones criminales, porque las denuncias que formula
no pueden tener más fundamentos que las vaguedades que el
representante del MP haya podido recoger acerca del hecho, en tanto
que el damnificado es quien pueda producir cargos más concretos y
proporcionar datos más exactos sobre el mismo"372. En otras palabras,
algunos sostenían también que en el campo penal el Ministerio Público
constituye una "queda" inútil en la administración de justicia y que "para
que el respeto de la ley sea un hecho y para que el interés social esté
defendido, basta con los jueces"373. Criterios estos del sistema
inquisitivo que han sido ampliamente superados, bastando para
desvirtuarlos y enervarlos el hecho de que el MP es el titular de la acción
penal, y está a cargo de la investigación del delito con el control del Juez
de Garantías, para formular y sostener la acusación, persiguiendo la
sanción del delincuente, como ampliamente lo hemos dejado expuesto
en el capítulo del proceso penal acusatorio.
CAPÍTULO XV
1. CONCEPTO DE JURISPRUDENCIA.
La Jurisprudencia en el concepto jurídico moderno, es la interpretación
del Derecho positivo por medio de las sentencias de los tribunales. Es
por tanto, el resultado de la práctica judicial constante374o
Marcial RUBIO CORREA, propone un sentido un lato y un sentido
estricto de Jurisprudencia. En sentido lato, se entiende como las
resoluciones que los magistrados judiciales emiten en ejercicio de sus
atribuciones jurisdiccionales, para solucionar los conflictos a ellos
sometidos, que, se suscitan entre los individuos o entre éstos y la
sociedad. En el lenguaje jurídico puede hablarse de "una jurisprudencia",
es decir, de una resolución de los Tribunales sobre un caso determinado
o de "La Jurisprudencia" que sería el conjunto de resoluciones de los
Tribunales. Y jurisprudencia en sentido estricto, se refiere más
propiamente a las resoluciones que emite el máximo Tribunal, pero no a
las resoluciones de los Tribunales y Juzgados inferiores a él. Como en el
concepto en sentido lato, aquí también puede hablarse de "una
jurisprudencia" o de "la jurisprudencia"375.
El Dr. Víctor PRADO SALDARRIAGA376, analizando tal concepto señala
que el sentido estricto de la noción de jurisprudencia es el que, además,
se adapta a la legislación nacional para otorgar la condición de fuente
jurisprudencial a las instancias centrales de la administración de justicia.
Al respecto, el artículo 22 del Texto Único Ordenado de la LOPJ
expresamente señala que "Las Salas Especializadas de la Corte
Suprema de Justicia de la república ordenan la publicación trimestral en
el Diario Oficial El Peruano de las Ejecutorias que fijan principios
jurisprudenciales que han de ser de obligatorio cumplimiento, en todas
las instancias judiciales.
Además del valor de la jurisprudencia o de su condición de fuente de
Derecho, la utilidad esencial que ella posee guarda estrecha relación con
la realidad social y con la realización de la Justicia como valor. Esto es,
adaptar las disposiciones legales a la realidad mutable y voluble del caso
concreto, así como al dinamismo que caracteriza al desarrollo social.
Trascendiendo, pues, a un plano meramente legalista o formal, con la
jurisprudencia es posible superar o limitar los vacíos, ambigüedades o
despropósitos que surgen desde la ley, y que no demandan o son
inmunes a procesos de modifi· cación o complementación de la
legislación vigente377.
No toda decisión o fallo judicial puede adquirir o merece tener la
condición de jurisprudencia. Esto es, la Teoría General del Derecho y en
no pocas ocasiones la propia ley, reserva dicho status únicamente a las
resoluciones jurisdiccionales que logran cumplir determinados
presupuestos y requisitos. Los cuales, al concurrir, colocan a las
sentencias de una instancia judicial en la calidad de fallos modelo y de
precedente judicial, que en lo sucesivo deberá ser, cuando menos,
evaluado por decisiones jurisdiccionales posteriores. De hecho, los
Tribunales, especialmente los más altos Tribunales, procuran orientarse
en gran medida por tales resoluciones paradigmáticas por los
precedentes-, lo que sirve a la uniformidad y a la continuidad de la
jurisprudencia judicial y, con ello, sobre todo, a la seguridad jurídica.
Los precedentes son resoluciones en las que la misma cuestión jurídica,
sobre la cual hay que resolver, ha sido ya resuelta una vez por un
Tribunal en otro cas0378.
En lo esencial, tales requerimientos traducen como necesidad que el fallo
jurisprudencial dé solución reiterada, con equidad y racionalidad, a un
problema de interpretación o aplicación de la ley que posee relevante
complejidad.
003
SALA PENAL
R.N. N° 2066-93383 LIMA
Lima, veintinueve de noviembre de mil novecientos noventitrés.-
VISTOS; con lo expuesto por el señor Fiscal; por los fundamentos del
auto apelado de fojas quince, su fecha dos de abril de mil novecientos
noventitrés; y CONSIDERANDO además; que, el inculpado Alvaro
Bustamante Olivares promueve Cuestión Prejudicial contra la acción
penal que se le sigue, específicamente por el delito contra el orden
financiero y monetario; argumenta el recurrente que el tipo penal del
citado delito incluye un requisito sin el cual no se configura dicho ilícito,
siendo este el estado de insolvencia de la entidad financiera, elemento
que debe ser objeto de calificación por la autoridad competente para
determinar si se ha llegado a este estado; añade, que la
Superintendencia de Banca y Seguros, mediante resolución número cero
ochentidós guión noventitrés guión SBS ha levantado la intervención de
la Financiera del Sur Sociedad Anónima, dispuesta por su anterior
resolución SBS número ochocientos noventicuatro guión noventidós, de
fecha dieciocho de setiembre de mil novecientos noventidós y que como
consecuencia de ello, los órganos ordinarios de la citada empresa han
recuperado a plenitud el manejo de la misma; que si bien es cierto, el tipo
penal contiene la insolvencia como elemento de la figura delictiva en
análisis, es errado sostener que dicho elemento sea materia de un
procedimiento previo en la vía administrativa; pues el propósito y fines de
aquella son distintos al proceso penal, en la primera el órgano
administrativo Superintendencia de Banca y Seguros decreta la
intervención de la entidad financiera con el propósito de encontrar
solución a la insuficiencia de capital; por su parte el proceso penal tiene
por objeto la probanza de los supuestos por los cuales se abre
instrucción; la vía administrativa no califica si un hecho es delito y carece
de facultad coercitiva, pues estas funciones son competencia exclusiva
del órgano Jurisdiccional; que asimismo, la referida resolución de la
Superintendencia de Banca y Seguros señala expresamente que decretó
la intervención de Financiera Regional del Sur Sociedad Anónima, por
haber incurrido en la causal prevista en el inciso b) de artículo trescientos
cuatro de la ley de Instituciones Bancadas, Financieras y de Segaros, en
lo relacionado a la insuficiencia del capital de la sociedad y en lo relativo
a la presentación de su plan de recuperación y la subsistencia de
determinadas violaciones de la ley; que la situación de insuficiencia de
capital aludida ha sido transitoriamente superada por la inyección o
aporte de dinero al haberse aumentado el capital de la citada financiera y
a los convenios celebrados entre las partes involucradas en la acción de
intervención de la Superintendencia de Banca y Seguros, la misma que si
bien ha levantado dicha medida, mantiene un Régimen de Vigilancia
sobre aquella, con el objeto de verificar el cumplimiento de los acuerdos
adoptados en el Plan de recuperación y en vista del déficit de encaje en
que se encuentra; en consecuencia los hechos materia de análisis tienen
contenido penal y deben ventilarse con las garantías del debido proceso
en la instancia respectiva del Órgano Jurisprudencial; declararon HABER
NULIDAD en el auto recurrido de fajas seiscientos setentidós, su fecha
treinta dejunio de mil novecientos noventitrés, que revocando el apelado
de fajas quince su fecha dos de abril de mil novecientos noventitrés,
declara FUNDADA la Cuestión Prejudicial promovida por el inculpado
Alvaro Bustamante Olivares; revocando el de vista y confirmando el
apelado; declararon INFUNDADA la Cuestión Prejudicial promovida por
el citado inculpado; en la instrucción que se le sigue por el delito contra el
orden financiero y monetario y otros, en agravio de Financiera Regional
del Sur Sociedad Anónima y otros; MANDARON que el trámite de la
instrucción prosiga conforme a su naturaleza; y los devolvieron.
s.s. PANTOJA ROIDULFO / IBÉRICO MAS / MONTES DE OCA
REGAZO / JERI DURAND / HERMOZA MOYA
MINISTERIO PÚBLICO EXP. N° 416-92-A
Corte Superior de Lima C.S. N" 2066-93
Dictamen N" 5287-93-FSP-MP.
SEÑOR PRESIDENTE DE LA SALA PENAL DE LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA:
La Octava Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Lima, por auto
de fs. 672, su lecha 30 de junio de 1993, revoca la resolución apelada de
fajas 15, su fecha 2 de abril de 1993, que declara infundada la Cuestión
Pre-judicial. promovida por el inculpado Alvaro Bustamunte Olivares en la
instrucción que se le sigue, en el extremo referido al delito Contra el
Orden Financiero y Monetario en agravio de Financiera del Sur Sociedad
Anónima y otros, reformándola declararon fundada la Cuestión
Prejudicial referida, respecto de los delito Contra el Orden Financiero y
Monetario,
Contra esta resolución interponen recurso de nulidad la Parte Civil como
se aprecia de fs. 675-676.
Atendiendo que nuestro ordenamiento jurídico penal sustantivo,
establece en los artículo 244 y 245 como presupuestos legales exigidos
para la tipificación de los delitos Contra el Orden Financiero y Monetario,
que la institución bancaria, financiera u otra que opere con fondos del
público incurra en situación de insolvencia o que tenga el propósito de
ocultar situaciones de iliquidez o insolvencia.
Que sólo los Organismos técnicamente previstos o llamados '/\utoridades
de Control y Regulación" pueden establecer la calificación previa de los
estado de insolvencia e iliquidez, correspondiendo en el caso sub-
examine tal declaración oficial de parte de la Superintendencia de Banca
y Seguros, por cuanto por mandato constitucional esta función es
privativa a su competencia jurisdiccional ad· ministrativa.
De lo expuesto se colige que en el sub-materia es necesario una
declaración especializada en vía distinta que anteceda a la formalización
de una denuncia penal (en cuanto se refiere al delito Contra el Orden
Financiero y Monetario) de manera que en virtud de lo prescrito en el
inciso b) del artículo 4° del Código de Procedimientos Penales la
resolución venida en grado ha sido dictada con arreglo a Ley. En
consecuencia, esta Fiscalía Suprema en lo Penal, propone se declare
NO HABER NULIDAD del auto recurrido.
Lima, 19 de octubre de 1993. CESAR FÉlIX GÁLVEZ SOTO.
Fiscal Supremo en lo Penal (P).
4.2. CUESTiÓN PREJUDICIAL DECLARADA IMPROCEDENTE.
004
005
006
009
011
SALA PENAL
R.N. W 5403-95391 PIURA
Lima, diez de julio de mil novecientos noventiséis.-
VISTOS; de conformidad con el dictamen del señor Fiscal Supremo en lo
Penal; y, CONSIDERANDO además: que, de la revisión de autos se
advierte que en la resolución materia del grado, los delitos y los
agraviados no son idénticos a los que fueron objeto de la instrucción
anterior -expediente número trescientos sesentidós -noventitrés- en
donde mediante resolución de fojas ciento veintiuno, su fecha diecisiete
de mayo de mil novecientos noventicuatro, obrante en el cuaderno de
naturaleza de acción deducida por el encausado José Eugenio AguiJar
Santisteban, se dio por concluido el anterior proceso instaurado entre
otros, contra el mencionado encausado por el delito de malversación de
fondos destinados al Programa del "Vaso de Leche" en agravio del
Estado; que, al no darse la triple identidad común en ambos procesos,
condición indispensable para la procedencia de la excepción de cosa
juzgada, no es de aplicación lo dispuesto por el artículo quinto del Código
de Procedimientos Penales, modificado por el Decreto Legislativo
número ciento veintiséis: declararon HABER NULIDAD en el auto
recurrido de fajas doscientos setentitrés, su fecha veinticinco de
setiembre de mil novecientos noventicinco, que c(:mfirmando el apelado
de fajas doscientos cuarentiocho, su fecha veintinueve de diciembre de
mil novecientos noventicuatro, declara fundada la excepción de cosa
juzgada deducida por el encausado José Eugenio Aguilar Santisteban y
en consecuencia extinguida la acción penal incoada en su contra por los
delitos contra la Administración Pública -concusión y peculado- en
agravio de la Municipalidad Provincial de Piura y el Estado; con lo demás
que contiene; reformando el recurrido y revocando el apelado: declararon
INFUNDADA la referida excepción; MANDARON que elJuez Penal
continúe con el trámite del proceso según su estado; y los devolvieron.
s.s. IBÉRICO MAS / ALMENARA SÁNCHEZ / SÁNCHEZ PALACIOS
PAIVA / SIVINA HURTADO / VILLAFUERTE BAYES.
MINISTERIO PUBLICO EXP. N" 30-95
Corte Superior de Piura C.S. N° 5403-95
Dictamen N° 734-96-1 FSP-MP
SEÑOR PRESIDENTE DE LA SALA PENAL DE LA CORTE SUPREMA:
Viene este cuaderno en mérito al recurso de nulidad interpuesto por Luis
Montero Carrillo, Procurador Público, contra la resolución de fs. 273, su
fecha 25 de setiembre de 1995, que confirma el auto apelado de fs. 248
a 259, su fecha 29 de diciembre de 1994, que declara fundada la
Excepción de Cosa Juzgada en el proceso que se sigue contra José
Eugenio Aguilar Santisteban, por el delito de Concusión y Peculado en
agravio de la Municipalidad Provincial de Piura y el Estado.
De los actuados se desprende que por resolución de fecha 17 de mayo
de 1994, corriente a fs, 120 del cuaderno de excepción de naturaleza de
acción -que se acompaña-, se dio por concluido un anterior proceso
seguido entre las mismas partes por el delito de Malversación de Fondos,
respecto a la Utilización indebida de los Fondos destinados al "Vaso de
Leche", en virtud del Memorándum N° 02593-MDp, pero en el presente
proceso, además de lo referente al "Vaso de Leche"
013
SALA PENAL
R.N. W 4117-97393 PUNO
Lima, dieciocho de setiembre de mil novecientos noventisiete.-
VISTOS y CONSIDERANDO: que, conforme aparece de autos, el hecho
imputable al acusado Rufino Larico Larico, ocurrió el diecinueve de abril
de mil novecientos ochentiuno, encontrándose previsto en el artículo
ciento cincuenta del Código Penal de mil novecientos veinticuatro, que
reprimía dicha conducta con pena de penitenciaría no menor de seis
anos; que, la misma conducía, actualmente se encuentra prevista en el
artículo ciento seis del Código Penal vigente, sancionándola con pena
privativa de la libertad no menor de seis años ni mayor de veinte años;
que, asimismo es de aplicación el inciso tercero del artículo ciento
diecinueve del Código Penal de mil novecientos veinticuatro, que fijaba
en diez años el tiempo requerido por la ley, para que opere la extinción
de la acción penal por prescripción, en los casos de delitos que
merezcan pena de penitenciaría; que, en el presente caso, es de
aplicación la primera norma legal invocada, por ser más favorable al reo
conforme a lo establecido por el inciso décimo primero del artículo ciento
treintinueve de la Constitución Política del Estado, concordante con el
artículo sexto del Código Penal vigente; que, teniendo en cuenta lo
dispuesto los diez años que prevé el Código Penal de mil novecientos
veinticuatro y aplicando el último párrafo del articulo ochentitrés del
Código Penal vigente, desde la realización del evento delictivo, a la fecha
ha transcurrido el plazo previsto para que opere la prescripción; que,
asimismo, la situación jurídica del atusado Simón Mayta Coyla, contra
quien se ha reservado el proceso, es similar a la del referido acusado,
por lo que también es del caso pronunciarse de igual forma, estando a lo
preceptuado por el artículo quinto del Código de Procedimientos Penales,
modificado por el Decreto Legislativo número ciento veintiséis; que, de
otro lado, el artículo setentisiete del Código de Procedimientos Penales,
modificado por la Ley número veinticuatro mil trescientos ochentiocho,
establece claramente, entre otros supuestos, que el Juez para abrir
instrucción deberá identificar plenamente al presunto autor del hecho
criminoso; que, en el caso de autos, mediante auto de fojas ciento
veintiuno vuelta, se amplia el auto de apertura de instrucción para
comprenderse al sujeto no identificado Dionicio o Ruperto Gonzáles,
incurriendo en la prohibición prevista en el indicado dispositivo legal, por
lo que debe declararse la nulidad de todo lo actuado en relación a dicho
encausa· do: declararon HABER NULIDAD en la sentencia recurrida de
fajas seiscientos sesenticicinco, su fecha ocho de mayo de mil
novecientos noventisiete, que declara infundada la excepción de
prescripción deducida por el procesado Rufino Laríco Laríco; condena a
Rufino Larico Larico. por el delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud
-Homicidio Simple-, en agravio deJesús Guillermo Escobar Chayña, a
siete años de pena privativa de la libertad; y reserva el proceso respecto
al acusado Simón May la Coyla, hasta que sea habido; con lo demás que
contiene; reformándola: declararon FUNDADA la excepción de
prescripción deducida por Rufino lírico Larico y de oficio a favor de Simón
Mayta Coyla; y en consecuencia EXTINGUIDA la acción penal contra los
mencionados encausados por el indicado delito en perjuicio del referido
agraviado; MANDARON archivar definitivamente el proceso; y de
conformidad con lo preceptuado por el Decreto Ley número quinientos
sesentinueve; ORDENARON la anulación de sus antecedentes policiales
y judiciales generados como consecuencia del citado ilícito; y estando
sufriendo carcelería Rufino Larico Larico: DISPUSIERON su inmediata
libertad siempre y cuando no exista en su contra orden o mandato de
detención alguno, emanado de autoridad competente; oficiándose vía
fax, para tal efecto, a la Presidencia de la Corte Superior de Justicia de
Puna; MANDARON que la Sala Penal Superior suspenda las órdenes de
captura impartidas contra el acusado Simón Mayta Coyla; declararon
NULO todo lo actuado con respecto al sujeto no identificado Dionicio o
Ruperto Gonzáles, hasta el auto de fajas ciento veintiuno vuelta,
inclusive; y los devolvieron-
ss. MONTES DE OCA BEGAZO / ALMENARA BRysON / slVINA
HURTADO / ROMÁN sANTlsTEBAN / GONZÁLEs LÓPEZ
014
015
ANEXO
ABREVIATURAS 19
PRÓLOGO 21
INTRODUCCIÓN 25
PRIMERA PARTE DEL PROCESO PENAL
SECCiÓN PRIMERA
CAPÍTULO I
ACCIÓN Y JURISDICCIÓN PENALES
1. Acción Penal 33
1.1. Pretensión punitiva del Estado 33
1.2. Concepto de Acción Penal 33
1.3. Caracteres de la Acción Penal 37
1.3.1. Publicidad 37
a) Titularidad de la acción penal 37
b) Debe rechazarse la distinción entre los delitos de acción privada
y delitos de acción pública 38
c) Modos de ejercitar la acción penal 39
1.3.2. Oficialidad 40
1.3.3. Obligatoriedad o Legalidad 43
1.3.4. Irrevocabilidad 45
1.3.5. Indivisibilidad 46
2. Jurisdicción Penal. 47
2.1. Concepto 47
2.2. Unidad de la Jurisdicción 49
CAPÍTULO 11
EL PROCESO PENAL
1. Concepto 53
2. Diferencia entre Proceso y Procedimiento 54
3. Objeto Principal del Proceso Penal. 55
4. Fines específicos del proceso penal. 57
4.1. Investigación de la verdad material, histórica o legal 57
4.2. Individualización de la persona del imputado 59
5. Caracteres del proceso penal. 61
5.1. Legalidad 61
5.2. Irretractabilidad u Obligatoriedad 63
5.3. Oficialidad o Publicidad 64
5.4. Indivisibilidad 65
6. Debido Proceso 65
6.1. Concepto 65
6.2. Rango constitucional del debido proceso 67
6.3. Contenido del debido proceso 68
6.4. Debido proceso en materia penal. 69
6.5. Proceso irregular: Procedencia de las acciones de garantía
70
CAPITULO III
SISTEMAS DE ENJUICIAMIENIO PENAL
1. Sistema Acusatorio 74
2. Sistema Inquisitivo 76
3. La reforma del sistema inquisitivo o el nacimiento del sistema mixto
80
CAPÍTULO IV
EL PROCESO PENAL ACUSATORIO ADOPTADO POR EL CÓDIGO
PROCESAL PENAL PERUANO DE 2004
11
1. Consideraciones Generales 87
2. Noción de Proceso Penal acusatorio 89
3. Características del Proceso Penal acusatorio 91
4. División del proceso en tres Etapas 97
4.1. Etapa de la investigación preparatoria 98
4.1.1. Garantías 98
4.1.2. Finalidad de la Investigación preparatoria 100
4.1.3. La Investigación preparatoria no tiene carácter jurisdiccional
y se realiza bajo el control delJuez de garantías 102
5. La Etapa Intermedia 106
5.1. Generalidades 106
5.2. Papel de filtro de la Etapa intermedia 108
5.3. La Etapa intermedia es dirigida por elJuez de la investigación
preparatoria o de garantías 109
5.4. Alternativas del Fiscal. 112
5.4.1. Requerimiento de Sobreseimiento 113
5.4.2. Acusación 116
a) Audiencia preliminar. 118
b) Las decisiones adoptadas en la audiencia preliminar. 120
6. La Etapa de Juzgamiento 122
SECCiÓN SEGUNDA
CAPÍTULO V
EL DERECHO DEFENSA EN EL PROCESO PENAL
PERUANO
1. La Defensa como Derecho Fundamental. 127
2. Defensa Penal. 131
2.1. Concepto 131
2.2. Defensa material y defensa técnica 132
2.2.1. Defensa material. 133
2.2.2. Defensa técnica 134
2.2.3. Obligatoriedad de la defensa técnica 136
SECCIÓN TERCERA
CAPÍTULO VI
LA ADOPCIÓN DEL PROCESO PENAL ACUSATORIO COMO
EJE CENTRAL DE LA REFORMA JUDICIAL PERUANA
1. Introducción 163
2. La reforma del Poder Judicial en el marco de la reforma del Estado
167
2.1. ¿Qué significa el proceso de reforma del Poder Judicial?
167
2.2. Objetivos de la reforma del Poder Judicial. 169
3. Elaboración de políticas preventivas para la Reforma 171
4. Principales razones que justifican la reforma del Poder Judicial.
174
4.1. Desprestigio Crónico del Poder Judicial: Corrupción en el Sistema
Judicial. , , , 174
4.2. Retardo en la Administración de Justicia
180
5. Participación de los tres poderes del Estado, órganos
constitucionales y demás entidades representativas de la civilidad para
reformar el poder
judicial. 184
SEGUNDA PARTE
DE LOS MEDIOS DE DEFENSA
SECCiÓN CUARTA
CAPÍTULO VII
LOS MEDIOS DE DEFENSA EN EL PROCESO PENAL
1. Consideraciones Generales 191
2. Definición '. 194
3. Finalidad de los Medios de Defensa 195
CAPÍTULO VIII
LA CUESTIÓN PREVIA EN EL PROCESO PENAL
CAPÍTULO XIII