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GLOSARIO I

1.- Proceso inquisitivo: En el enjuiciamiento, la entrega de la iniciativa e impulso al juez, de oficio (v.).
Predomina en la fase instructora del proceso penal, contra el evidente favor del principio dispositivo (v.)
en el procedimiento civil

2.- Proceso dispositivo: En el proceso civil, el que reconoce a las partes el dominio del litigio y entrega a
la instancia (v.) de parte la iniciativa en el impulso procesal. (v. PRINCIPIO INQUISITIVO.)

3.- Proceso publicista

4.- Proceso: Conjunto complejo de actos del Estado como soberano, de las partes interesadas y de los
terceros ajenos a la relación sustancial, actos todos que tienden a la aplicación de una ley general a un
caso concreto controvertido para solucionarlo o dirimirlo.

5.- Derecho procesal: El derecho, en general, y el derecho procesal en particular, deben ser considerados,
en un doble aspecto, como derecho positivo y como ciencia del derecho. El derecho procesal con este
criterio, debe ser definido como una rama de la enciclopedia jurídica y como una rama de la legislación.
Por tanto, la expresión derecho procesal tiene dos significaciones distintas, aunque íntimamente
relacionadas. Una, se refiere al derecho procesal positivo (o conjunto de normas jurídicas procesales); la
otra, al derecho procesal científico (o rama de la enciclopedia jurídica que tiene por objeto el estudio de
la función jurisdiccional, de sus órganos y de su ejercicio).
Considerado como una rama de la enciclopedia jurídica, el derecho procesal es la disciplina que tiene por
objeto el estudio del sistema de las instituciones mediante las cuales el Estado cumple una de sus
funciones características, la función jurisdiccional. Considerado como una rama de la legislación, el
derecho procesal es el conjunto de normas destinadas a regular el ejercicio de la función jurisdiccional, a
la constitución de sus órganos específicos y a establecer la competencia de éstos.
El derecho procesal, en el primer sentido, es el objeto de la actividad científica de quienes dedican su
atención a esta manifestación de la ciencia del derecho; en el segundo, es el resultado de la actividad de
los órganos legislativos.
En su concepción general y unitaria, el derecho procesal se concibe como un derecho de contenido
técnico-jurídico, que determina las personas e instituciones mediante las cuales se atiende, en cada caso,
a la función jurisdiccional y al procedimiento que en ésta ha de observarse.
El derecho procesal define y delimita la función jurisdiccional, establece los órganos adecuados para su
ejercicio y señala el procedimiento o rito procesal.
El contenido del derecho procesal positivo así como el de la disciplina que tiene por objeto su estudio,
comprende una triple consideración —orgánica, funcional y formal— del Poder Judicial y, también, de
las manifestaciones de los demás poderes en la medida en que, excepcionalmente, aparecen
prácticamente como órganos jurisdiccionales.

6.- Normas sustantivas

7.- Normas adjetivas


8.- Normas orgánicas

9.- Litigios: proviene de la palabra latina litigium, y significa pleito o disputa; de lo anterior se deduce
que basta con la inconformidad entre las voluntades de dos personas distintas para que surja un litigio.
Desde el punto de vista procesal, sin embargo, el litigio reviste particular importancia, dado que sin él no
puede haber proceso. En efecto, el litigio es una condición necesaria para el surgimiento del proceso. En
este sentido, debe tenerse en cuenta que no habrá proceso sin que el litigio se exteriorice, es decir, sin
que las partes entre las que aquél ha surgido lo hagan del conocimiento de un órgano jurisdiccional para
efectos de que, mediante un proceso, se resuelva.

10.- Litispendencia: .. consiste en una excepción procesal que puede interponer el demandado alegando
que la misma cuestión planteada en el juicio en el cual se interpone, está pendiente de resolverse, está
tramitándose, a raíz de una demanda previamente entablada, ante otro juez, o ante el mismo juez que
conoce del segundo asunto.

11.- Conexidad de la causa: La conexidad de la causa también se ha considerado como una excepción
dilatoria, la cual consiste básicamente en que el demandado alegue ante el juez del conocimiento que el
asunto planteado está íntimamente relacionado o vinculado con otro u otros asuntos previamente
presentados ante el mismo o ante otros jueces.

12.- Cosa juzgada: Cosa juzgada, entendida en sentido formal, en sustancia significa decisión que ya no
admite recursos ordinarios. En este sentido, la cosa juzgada imprime la irrecurribilidad al fallo. En
sentido material, en cambio, la cosa juzgada vuelve inmutable la sentencia al no admitir en su contra
ningún medio de defensa ordinario o extraordinario.
La cosa juzgada es una institución mediante la cual se garantiza que una vez alcanzada una sentencia
definitiva, que no está ya sujeta a posibles impugnaciones, lo que dicha sentencia ordene se tenga como
definitivo e invariable, como verdad última, no sujeta a revisión.
La cosa juzgada es, pues, una garantía de definitividad de las resoluciones dictadas por la autoridad
judicial. De no existir ésta, se daría lugar a situaciones litigiosas interminables, puesto que todo proceso,
haciendo culminado con una sentencia, estaría sujeto a revisiones posteriores indefinidas con la cual
indudablemente se crearía una situación de inseguridad y de incertidumbre jurídicas; aquí la necesidad y
la razón de ser de la cosa juzgada.

13.- Pretensión: La pretensión es la petición (petitum) o reclamación que formula la parte actora o
acusadora, ante el juzgador, contra la parte demandada o acusada, en relación con un bien jurídico.
Es la delimitación de la exigencia que tiene un sujeto frente a otro que deberá, de ser el caso, efectuar
ciertos actos a fin de satisfacer dicha exigencia.

14.- Autotutela:

15.- Autocomposición:

16.- Desistimiento de la demanda: En el desistimiento de la demanda tenemos, en realidad, una actividad;


una actitud del actor por cuyo medio retira el escrito de demanda, antes de que ésta, haya sido notificada
al demandado. En este caso, la relación procesal aún no ha surgido
.
17.- Desistimiento de la instancia: El desistimiento de la instancia implica, por el contrario, que el
demandado ya ha sido llamado a juicio y entonces, se requerirá su consentimiento expreso para que surta
efectos al desistimiento del actor.
18.- Desistimiento de la acción: Lo que en realidad se tiene es una renuncia del derecho o de la
pretensión, en este caso el desistimiento prospera aun sin el consentimiento del demandado.

19.- Allanamiento: El allanamiento es una conducta o acto procesal que implica el sometimiento por
parte del demandado o de quien resiste en el proceso, a las pretensiones de quien acciona. Como puede
fácilmente observarse es una conducta característica del demandado o resistente respecto de las
pretensiones del actor dentro del proceso. En un sentido etimológico allanarse viene de llano, es decir, de
plano y, por tanto, allanarse es ponerse plano, no ofrecer resistencia, someterse pues a las pretensiones
del contrario.
En el derecho procesal la palabra allanamiento designa la actitud autocompositiva propia de la parte
demandada, consistente en aceptar o en someterse a la pretensión de la parte actora, de la parte atacante.
Cuando el demandado se allana o se somete a la pretensión de la otra parte, no opone ninguna resistencia
frente a aquella, por lo que no llega a manifestarse realmente un litigio. Por esta razón, cuando el
demandado se allana en el proceso, se suprimen las etapas de pruebas y de alegatos; y aunque el juzgador
cita para sentencia y pronuncia una resolución a la que denomina formalmente sentencia, esta no tiene
realmente tal carácter, pues no es una decisión sobre un litigio, que no llegó siquiera a manifestarse, sino
que es simplemente una resolución que aprueba el allanamiento del demandado.

20.- Perdón del ofendido: Es sabido que las acciones penales se inician de oficio, con excepción de las
que dependen de instancia privada y de las privadas. Dentro de esta clasificación,-únicamente las últimas
es decir, las que nacen de los delitos de adulterio, calumnia, injurias, violación de secretos (salvo en
determinados casos), competencia desleal e incumplimiento de los deberes de asistencia fa-miliar, cuando
la víctima fuere el cónyuge-son susceptibles de que, una vez establecida la condena, el cumplimiento de
la pena pueda ser perdonado por la parte ofendida. Ello es lógico, porque, inversamente a lo que sucede
con los delitos de acción pública o de iniciativa priva-da, en los de acción privada únicamente está en
juego el interés y el derecho de la víctima del delito, sin que afecten ningún interés social o cuando más,
lo afectan de modo remoto. Señalan algunos autores que el perdón del ofendido recae sobre una
culpabilidad ya declarada judicialmente, y en los delitos dependientes de instancia privada tan sólo se
puede utilizar antes de la iniciación de la denuncia, desde cuyo momento ya no está en manos del
ofendido paralizar el proceso ni mucho menos perdonar la pena, y en cuanto a los delitos de acción
privada, si bien la víctima puede desistir de la acción aun después de promovida, siempre quedará
subsistente la diferencia relativa al momento en que su voluntad de benevolencia se hace manifiesta.
Conviene, sin embargo, advertir que tanto en los delitos de acción pública como en los de instancia
privada, la parte ofendida puede en cualquier momento renunciara la responsabilidad civil que del delito
se derive. Es característica de esta institución que, si hubiere varios partícipes en el delito. el perdón de
uno de ellos aprovechará a todos los demás.

21.- Transacción: La transacción es un contrato en virtud del cual las partes, haciéndose recíprocas
concesiones, terminan una controversia presente o previenen una futura. Esta definición se fundamenta en
la que da el artículo 2944 del Código Civil. Del anterior concepto se desprende que:
Las partes contratantes deben hacerse mutuas concesiones.
Debe existir una controversia o la intención de prevenir una futura.
La transacción es indudablemente la figura característica de autocomposición bilateral. Es decir, es un
negocio jurídico a través del cual las partes mediante el pacto, mediante el acuerdo de voluntades,
encuentran la solución de la controversia o del litigio.
La transacción, como forma de extinguir las obligaciones es un convenio para terminar o prevenir una
controversia mediante recíprocas concesiones que se hacen las partes.
La transacción como causa extintiva de las obligaciones es un convenio y no un contrato, en atención a
que el objeto directo que consiste en extinguir obligaciones corresponde al convenio en sentido estricto
según los arts. 1792 y 1793; sin embargo, la transacción no necesariamente extinguirá obligaciones, pues
la terminación o prevención de una controversia se puede obtener mediante la creación o transmisión de
obligaciones y entonces la transacción será un contrato en los términos del art. 1793, en tales casos es
adecuada la definición que da el art. 2944, que la conceptúa como un contrato...
Contrato por el que las partes se hacen recíprocas concesiones con el fin de terminar una controversia
jurídica presente o de conjurar una futura (2944), o sea de sustituir una relación jurídica dudosa entre dos
partes por una relación jurídica irrevocablemente definida.
Dichas concesiones recíprocas pueden consistir simplemente en el reconocimiento o la renuncia de
derechos (reales o personales) comprendidos dentro de la relación jurídica dudosa (2961), o bien,
además, en la trasmisión de derechos o cosas no comprendidas en la relación jurídica controvertida (2959
y 2960)
Transacción: contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un conflicto pendiente, o evitan uno
posible.
La transacción es un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada una alguna
cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había comenzado.
La transacción es un contrato por el cual las partes, haciéndose recíprocas concesiones, terminan una
controversia presente, o previenen una futura, determinando con exactitud el alcance de sus derechos, que
deben ser, para que exista este negocio jurídico, dudosos o inciertos en cuanto a su existencia, validez,
exigibilidad o cuantía.

22.- Heterocomposición

23. –Mediación: La mediación puede definirse desde dos puntos de vista: como medio pacífico de
solución de controversias entre sujetos de derecho internacional público y como medio privado de
solución de conflictos. Conforme al primero, la mediación “es uno de los medios tradicionales de
solución pacífica de las controversias que se caracteriza por la participación de un tercer Estado en un
conflicto que involucra a otros Estados a fin de encontrar una fórmula de arreglo.” La Mediación en
derecho internacional público puede ser solicitada por los Estados afectados o bien ofrecida por el tercero
y es recomendada por el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas, que prevé la intervención del
Consejo de Seguridad recomendando el recurso de la Mediación.
Cabe destacar que en la mediación están presentes dos elementos que son la intervención de un tercero
como facilitador para solucionar una controversia, y la ausencia de poder o facultad de ese tercero para
solucionar el conflicto, al no poder imponer a las partes sus percepciones, valores o juicios.
Método alternativo de solución de conflictos en el que las partes buscan alcanzar un acuerdo.
La mediación es un mecanismo que implica la participación de un tercero ajeno a la controversia, cuya
labor consiste en acercar a las partes motu proprio, a dialogar y negociar y que además participa de
manera más activa en la solución de dicha controversia.
Artículo 2o. Para efectos de esta Ley, se entenderá por:
Mediación: procedimiento voluntario por el cual dos o más personas involucradas en una controversia, a
las cuales se les denomina mediados, buscan y construyen una solución satisfactoria a la misma, con la
asistencia de un tercero imparcial denominado mediador.
Artículo 3o. La mediación tiene como objetivo fomentar una convivencia social armónica, a través del
diálogo y la tolerancia, mediante procedimientos basados en la prontitud, la economía y la satisfacción de
las partes.
Artículo 4o. La mediación siempre procederá de la voluntad mutua de los particulares de someterse a ella
para resolver una controversia común.
24.- Conciliación: La conciliación es un «intento para llegar a un entendimiento mutuo entre las partes y
un acuerdo razonable. Puede ser convocada por el juez quien colabora como un tercero dirigiendo la
discusión e identificando los problemas...»
Mecanismo Alternativo de Solución de Controversias mediante el cual los intervinientes, en libre
ejercicio de su autonomía, proponen opciones de solución a la controversia penal en que se encuentren
involucrados. En la conciliación interviene un facilitador que, además de propiciar la comunicación entre
los intervinientes podrá, sobre la base de criterios objetivos, presentar alternativas de solución.
Acto que convoca a las partes para que de común acuerdo resuelvan un conflicto.
Es un mecanismo pacífico de solución de controversias entre los Estados, mediante el cual un tercero
ajeno a la controversia insta a las partes a realizar un procedimiento cuasi jurisdiccional, en el que
expongan los elementos de hecho y derecho de la controversia, así como emitir una resolución en la que
se incluyan los aspectos técnicos o de hecho  que hayan sido investigados, a fin de que las partes adopten
dicha resolución en su diferencia.
Es una fórmula de solución de los conflictos o del juicio generalmente dirigida para el Estado en su
carácter de amigable componedor, en que las partes o sus representantes encuentran por sí mismas su
derecho. Por ende, es un acto jurídico bilateral que requiere acuerdo expreso de voluntades.
Conciliación: trámite obligatorio y esencial dentro de un juicio que consiste en el llamado que hace el
juez a las partes para dar solución al conflicto. Permite poner término al juicio como si se hubiese dictado
una sentencia definitiva.
Conciliación: mecanismo alternativo para solucionar conflictos entre las partes de un juicio, que
reemplaza la decisión del juez, pero tiene la misma exigibilidad y fuerza que la sentencia.

25.- Arbitraje: Mecanismo alternativo de resolución de conflictos en el que interviene un/a árbitro/a
imparcial.
Es un medio jurídico de solución de controversias en el que las partes en conflicto someten sus
diferencias a un tercero elegido por ellas mismas, a fin de que resuelva la controversia conforme a las
reglas de procedimiento y el derecho que los contendientes determinen.

26.- Clausula arbitral: Aquella en que las partes interesadas convienen en que las diferencias que pueden
surgir entre ellas, generalmente como consecuencia de la interpretación o del cumplimiento de un
contrato. Serán dirimidas en juicio de árbitro o de amigable componedor iv.), y no ante la jurisdicción
ordinaria.
27.- Compromiso arbitral: El compromiso arbitral o convenio de árbitros como se le denomina
doctrinalmente, es un contrato que cuenta con toda la extensión de previsiones y en el que se indica el
conflicto ya suscitado, las partes intervinientes, el sujeto nombrado árbitro, la facultad que se le otorga al
árbitro así como leyes aplicables, reglas del procedimiento, y tratándose de este tipo de arbitraje se
deberá hacer mención específica de que el árbitro tendrá facultades para decidir, sin necesidad de
justificar sus puntos resolutivos es decir en equidad y como amigable componedor.

28.- Estricto derecho arbitraje

29.- Amigable composición: Se entiende por tal la persona a quien, sola o en unión de otra o varias, la
ley o el compromiso de las partes confiere la facultad de procurar la avenencia entre éstas o, con más
propiedad, dirimir amistosamente los conflictos que ellas so-metan a su decisión en materia civil o
comercial. Los amigables componedores pueden nos ser letrados y no tienen que sujetarse a normas
procesales. Deciden según su leal saber y en-tender, sin excederse de las cuestiones que les han sido
sometidas y sin superar el plazo que se les haya concedido para dictar su fallo o laudo, pues, en caso
contrario, las partes pueden solicitar judicialmente la nulidad de la sentencia. Los amigables
componedores son también llamados, en algunas legislaciones, arbitradores.
30.- Sujeto del proceso: Los sujetos del proceso son aquellas personas que, de modo directo o indirecto, y
revestidas de un carácter que puede ser público o particular, intervienen en la relación jurídica procesal,
es decir, juegan un papel determinado en el desarrollo de un proceso.
Tanto la jurisprudencia como la doctrina de nuestro país han reconocido que pueden considerarse como
sujetos del proceso, conjuntamente con el órgano impartidor de justicia, la persona que ejerce su acción y
aquella frente a la cual se exige esa reclamación que, por lo general, tiene pretensiones opuestas a las del
enjuiciante.

31.Principio de libre acceso a la justicia


32.Principio del derecho a un juez imparcial
33.Principio de contradicción o audiencia bilateral
34.Principio de igualdad entre las partes
35.Principio de disponibilidad del proceso u oficialidad
36.Principio de eficacia
37.Principio de publicidad
38.Principio de oralidad y escritura

39.-Principio de impulsión procesal: De capital importancia, este principio implica que son las partes —
actora y demandada— quienes en forma exclusiva deben impulsar las etapas que componen al proceso.
En efecto, corre de cuenta de ellas que las diversas etapas que componen el proceso se sucedan con la
regularidad necesaria. Si las partes no se preocupan por sostener la buena marcha del juicio, éste corre el
riesgo de paralizarse y, en su caso, de extinguirse por caducidad de la instancia, a consecuencia de la
inactividad registrada durante cierto tiempo.

40.- Principio de inmunidad

41.- Principio de congruencia de la sentencia: Algo que es congruente debe entrañar una relación lógica.
En el terreno procesal, hay congruencia en las sentencias cuando lo establecido en ellas encuentra
correspondencia con cada uno de los puntos cuestionados en el litigio sometido al conocimiento del Juez
o, como lo ha sostenido la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando el juzgador decide las
controversias que se sometan a su conocimiento, para lo que toma en cuenta todos y cada uno de los
argumentos aducidos tanto en la demanda, así como aquellos en que se sustenta la contestación a ésta y
demás pretensiones hechas valer oportunamente en el pleito.
El principio de congruencia que debe regir en toda sentencia estriba en que ésta debe dictarse en
concordancia con la demanda y con la contestación formuladas por las partes, y en que no contenga
resoluciones ni afirmaciones que se contradigan entre sí. El primer aspecto constituye la congruencia
externa y el segundo, la interna. En la especie, la incongruencia reclamada corresponde a la llamada
interna, puesto que se señalan concretamente las partes de la sentencia de segunda instancia que se
estiman contradictorias entre sí, afirmándose que mientras en una parte se tuvo por no acreditada la
personalidad del demandado y, por consiguiente, se declararon insubsistentes todas las promociones
presentadas en el procedimiento por dicha parte, en otro aspecto de la propia sentencia se analiza y
concede valor probatorio a pruebas que específicamente fueron ofrecidas y, por ende, presentadas por
dicha persona; luego, esto constituye una infracción al principio de congruencia que debe regir en toda
sentencia.

42.- Principio de economía procesal: Principio rector del procedimiento judicial, que tiende a lograr el
ahorro de gastos monetarios y de tiempo en la administración de justicia. El impulso de oficio, la
oralidad, la acumulación de acciones son medidas encaminadas a conseguir aquel fin
43.- Principio de preclusión: Extinción, clausura, caducidad; acción y efecto de extinguirse el derecho a
realizar un acto procesal, sea por prohibición de la ley, por haberse dejado pasar la oportunidad de
verificarlo o por haberse realizado otro incompatible con aquél (Couture). | Principio procesal según el
cual el juicio se divide en etapas, cada una de las cuales supone la clausura de la anterior, sin posibilidad
de renovarla (Couture). Esta segunda definición coincide con la de Chiovenda cuando afirma que el
proceso avanza cerrando estadios precedentes y no puede retroceder.

44.- Principio de consumación procesal:

45.- Principio de convalidación: Tomar valido y con eficacia jurídica un acto antes anulable (V.
CONFIRMAR.)

46.- Principio de adaptación al proceso

47.- Principio de probidad: Supone que las partes deben actuar en el proceso de buena fe, sin incurrir en
actos de tipo fraudulento

48.- Principio de respeto a la investidura judicial

49.- Principio dispositivo: Este principio se refiere a que dependen de las partes tanto el inicio como la
continuidad del proceso hasta su final, esto es, implica que el impulso del procedimiento lo dan las
actuaciones de las partes. El Juez no debe mover a las partes a que ejecuten los actos necesarios para el
desenvolvimiento de las etapas del proceso. Este principio tiene diversas excepciones; por ejemplo, las
diligencias para mejor proveer que puede decretar el juzgador.

50.- Fuente histórica: Las fuentes históricas son los ordenamientos jurídicos antiguos o recientes que
rigieron aspectos de la conducta externa humana y ya no están vigentes; por ejemplo, las leyes de
secretarías y departamentos de Estado, que antecedieron a la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal en vigor, constituyen fuentes históricas del derecho mexicano, cuyos preceptos fueron retomados
por el legislador para la elaboración del derecho vigente.
Son aquéllos elementos materiales que nos permiten conocer el derecho vigente en épocas pasadas en un
lugar determinado.
Por ejemplo, la estela en la que está grabado el Código de Hammurabi nos permite conocer el derecho
vigente hace miles de años en medio oriente.

51.- Fuente Real: Las fuentes reales son el conjunto de hechos de la naturaleza, creaciones del hombre,
eventos sociales, políticos y económicos que le dan contenido a las normas jurídicas.
Por ejemplo, un temblor, una crisis económica, el sobrecalentamiento global, etcétera, por sus efectos en
los seres humanos y, específicamente, en sus relaciones, han dado lugar a la modificación del derecho
mercantil en diversos sentidos.

52.- Fuente formal: Por fuentes formales del derecho, se pueden entender las actividades realizadas para
la creación, expedición, modificación y derogación de dichas normas, en cuyo caso hablamos de
actividades legislativas.
Son el origen del derecho, es decir, de donde nace. Tradicionalmente, las fuentes del derecho se
clasifican en reales, históricas y formales. Dentro de las fuentes formales, que son “los procesos de
creación de normas jurídicas”, el derecho mexicano contempla a la legislación, la jurisprudencia y la
costumbre. También encontramos como fuentes a las normas individualizadas y a los principios generales
del derecho

53.- Ley: El vocablo español ley equivale a la voz latina lex, la cual, en tiempos de San Agustín, obispo
de Hipona, se creía proveniente del verbo lego, legis, legere, traducible como leer, recorrer, considerar,
examinar, entresacar, coger, escoger, recoger; más tarde, en la época de Santo Tomás de Aquino, se
pensaba que provenía del verbo ligo, ligas, ligare, cuyo significado es ligar, amarrar, unir, juntar, reunir,
sujetar; ya en época más reciente, se ha creído encontrar su origen en la raíz sánscrita lagh, que quiere
decir poner, establecer.
En la actualidad, la voz española ley tiene múltiples acepciones, entre otras, destacan las de:
Modo de ser y obrar de los seres.
Regla establecida sobre un acontecer u obrar, nacida de la causa primera o de sus propias cualidades.
Propiedades y relaciones entre las cosas, según su naturaleza y coexistencia.
Precepto dictado por autoridad competente en que, con carácter general, se manda, prohíbe o permite
algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados.
Norma positiva del derecho.
Lealtad, fidelidad, amor.
Calidad, peso o medida que deben tener los géneros.
Calidad de oro o plata finos en las ligas de barras, alhajas o monedas de oro y plata.
Estatuto o condición establecida para un acto particular.
Cada una de las relaciones existentes entre las diferentes magnitudes que intervienen en un fenómeno.
Las anteriores acepciones ponen de manifiesto que no sólo existe la ley jurídica, habida cuenta que
también hay ley moral, ley religiosa, ley económica y ley física. En el ámbito jurídico, se puede explicar
la ley como la norma de conducta externa humana, general, abstracta, impersonal, obligatoria y
coercitiva; en sentido formal, una norma de tales características será ley si, y sólo si, es expedida por el
órgano legislativo competente; en sentido material, no importa quien emita la norma, por lo que será ley
todo ordenamiento jurídico expedido por órgano competente que regule la conducta externa humana con
las características de generalidad, abstracción, impersonalidad, obligatoriedad y coercitividad.
La ley es la norma jurídica emanada del poder público, así como un medio empleado para establecer los
principios del derecho positivo y hacer accesible su conocimiento a todos los miembros de una sociedad
determinada.
La ley; es la típica fuente del derecho y la que muestra una capital importancia sobre las demás; es la
norma jurídica emanada del poder público mismo y el medio empleado por éste para establecer el
derecho positivo, haciendo accesible su conocimiento a los integrantes de la comunidad. Lleva en sí
misma la conveniencia de la fijeza de sus proposiciones concretas y la facilidad con que puede ser
modificada con satisfactoria precisión, a fin de adaptarla a nuevas realidades sociales, lo cual constituye
una ventaja indudable.
La ley es una declaración de la voluntad soberana, que manifestada en la forma prescrita por la
Constitución, manda, prohíbe o permite.

54.-Costumbre: Entendemos por "costumbre" al resultado de aquel procedimiento jurídico de creación en


el que un conjunto de actos, considerados como repetidos por un órgano aplicador, se encuentran
formado una disposición o pauta de conducta, en virtud de la decisión, más o menos consciente, de dicho
órgano, de incorporar un caso específico dentro de esa repetición de actos, convirtiéndolos, así, en el
derecho aplicable.
En ciertas circunstancias y conforme a determinadas condiciones, la actividad social llega a ser
costumbre, entendida en sentido amplio como el hábito adquirido por la repetición de actos de la misma
especie, en tanto que, con un sentido jurídico, se interpreta como la práctica establecida con fuerza de
precepto, lo que la erige como una fuente del derecho en general, ya que la repetición de actos de la
misma especie puede generar una norma jurídica, llamada por Justiniano: derecho no escrito, es decir,
derecho consuetudinario, que por cierto puede ser recopilado por escrito sin perder por ello su carácter
consuetudinario. En el Código de las Siete Partidas (Ley 4ª, título II, Partida I), se define: "Costumbre es
derecho o fuero que no es escrito; el cual han usado los hombres largo tiempo, ayudándose de él en las
cosas y en las razones, sobre que lo usaron".
En la costumbre, como generadora de la norma jurídica, se distinguen dos elementos: el interno,
consistente en el tácito consenso popular -tacitus consensos populi- de que exista una norma jurídica que
regule ciertos casos típicos de la convivencia humana, como expresión de la conciencia social, de la
voluntad general, diría Rousseau; en tanto que el elemento externo estriba en una forma de manifestación
exterior, o sea en el uso, que debe caracterizarse por su uniformidad, pluralidad y antigüedad.
En razón de la uniformidad de la costumbre, los actos repetidos de la misma especie no deben estar
opuestos, ni contradecirse unos con otros, sino todos realizados en el mismo sentido; pues de no ser así,
no se podría saber cuál de todos expresa la voluntad general. Dada la pluralidad, un solo acto no puede
alumbrar el uso ni la costumbre, es a partir del segundo acto, realizado de forma similar y en el mismo
sentido que el primero, cuando empiezan a gestarse el uso y la costumbre, habida cuenta que como dice
el refranero popular: una golondrina no hace verano. En cuanto a la antigüedad, se requiere, aun cuando
de manera imprecisa, que el uso y la costumbre provengan de bastante tiempo atrás.
Una clasificación de la costumbre permite distinguir tres tipos de costumbre: la interpretativa, establecida
en presencia de ley, o sea, secundum legem; la introductiva, adoptada en ausencia de ley, es decir, praeter
legem; y la costumbre abrogativa que se opone a la ley, vale decir: contra legem, según que esté en
consonancia con la ley; la supla en su ausencia, deficiencia o vacío; o la contraríe o derogue; respecto de
este último caso, conviene recordar que el artículo 10 del Código Civil Federal previene: "Contra la
observancia de la ley no puede alegarse desuso, costumbre o práctica en contrario".
La costumbre es la fuente formal que tiene la característica de crear normas jurídicas de la manera más
espontánea, ya que mediante la repetición de actos se puede integrar costumbre, siempre que concurra el
requisito de que tal práctica reiterada haga surgir la convicción de obligatoriedad.
Se requiere en la costumbre la reunión de dos requisitos: el objetivo (inveteróla consuetudo) o sea la
práctica reiterada de una conducta, y el subjetivo ( opinio juris seu necessitatis) o sea el convencimiento
de que la observancia de la conducta es obligatoria.
La costumbre; tomada ésta en un sentido general, es una norma del obrar no obligatoria por órdenes o
castigos establecidos contra su no cumplimiento; en consecuencia, son hábitos a los cuales se apega el
hombre en su vida diaria. Como fuente del derecho esas costumbres o hábitos tienen carácter obligatorio,
y sirviendo para resolver cuestiones que caen dentro del campo del derecho, el hombre se sujeta a ellos
para evitarse una sanción; así, la costumbre es fuente del derecho cuando crea normas a las que se les
reconoce fuerza obligatoria, formándose el derecho consuetudinario con los principios jurídicos
originados de la costumbre.
Es la actividad reiterada y constante de un grupo social en cierta área especifica de su vida. Cuando la
costumbre es reconocida por el derecho se convierte en normatividad jurídica
Es el procedimiento consuetudinario de creación del Derecho. Se trata de normas jurídicas no escritas,
impuestas por el uso, es decir, a través de la reiteración constante de una conducta de los hombres. La
legislación mexicana, en algunos casos, admite la costumbre a falta de ley u otra disposición expresa, ya
que contra la observancia de la ley no puede alegarse desuso, costumbre o práctica en contrario.
La costumbre está prevista en algunos ordenamientos, tales como: el Código de Comercio, diversos
Códigos Civiles, la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y la Ley Federal del Trabajo.

55.- Jurisprudencia: Es el conjunto de reglas o normas que la autoridad jurisdiccional que cuenta con
atribuciones al respecto, deriva de la interpretación de determinadas prevenciones del derecho positivo,
que precisan el contenido que debe atribuirse y el alcance que debe darse a éstas, y que, al ser reiteradas
cierto número de veces en sentido uniforme, no contrariado, son obligatorias para quien deba decidir
casos concretos regidos por aquellas prevenciones
La jurisprudencia constituye el aparato semántico que nos permite conocer (saber qué dice, qué
prescribe) el derecho y prever las consecuencias en caso de aplicación.
El impacto que la jurisprudencia produce en el derecho es contundente. El derecho se vuelve un sistema
inteligible, coherente, racional.
La jurisprudencia son las normas jurídicas contenidas en las interpretaciones elaboradas por los tribunales
al resolver un caso determinado. Las normas jurídicas contenidas en la jurisprudencia se originan de la
interpretación de la ley para un caso concreto elaborada en una sentencia, pero adquieren el carácter
general, abstracto, externo, heterónomo y coactivo al cumplir con los requisitos establecidos por los
artículos 192, 193 y 197 de la Ley de Amparo.
Sólo las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, funcionando en pleno o en alguna de
sus dos salas, así como de los tribuna-les colegiados de circuito pueden producir jurisprudencia.
Hay dos vías para constituir jurisprudencia. La primera vía es por reiteración de tesis. De acuerdo con el
artículo 192 de la Ley de Amparo, por esta vía se constituye jurisprudencia cuando una resolución de la
Suprema Corte está sustentada en "cinco sentencias no interrumpidas por otra en contrario, que hayan
sido aprobadas por lo menos por ocho ministros si se tratara de jurisprudencia del Pleno, o por cuatro
ministros, en los casos de jurisprudencia de las salas".
En el caso de los tribunales colegiados de circuito, para que sus resoluciones constituyan jurisprudencia
por esta vía, de acuerdo con el artículo 193 de la Ley de Amparo, es necesario también que estén
sustentadas "en cinco sentencias no interrumpidas por otra en contrario y que hayan sido aprobadas por
unanimidad de votos de los magistrados que integran cada tribunal colegiado".
La segunda vía es por contradicción de tesis, que de acuerdo con los artículos 197 y 197-A de la Ley de
Amparo, consiste en que cuando las salas de la Suprema Corte de Justicia o los tribunales colegiados de
circuito sustentan tesis contradictorias, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia en el primer caso o
cualquiera de las salas de la misma en el segundo caso, resuelven cuál de las dos tesis es la que
prevalece. En cuanto a la votación re-querida para que la resolución constituya jurisprudencia, la Ley de
Amparo es omisa, pero según la SCJN, es necesario que se apruebe por mayoría de votos.
El conocimiento pleno del derecho, creado por los tribunales al emitir sentencias, que como precedentes
son utilizadas para resolver un problema jurídico determinado.
En México, por jurisprudencia entendemos aquellos criterios obligatorios que, a partir del cumplimiento
de ciertos requisitos, emiten y aprueban los órganos jurisdiccionales nacionales en un formato de breves
extractos derivados del contenido de las sentencias que dictan de conformidad con sus respectivas
competencias.
Normalmente, siguiendo el trabajo del Poder Judicial Federal y como lo establece el artículo 218 de la
Ley de Amparo, dichos criterios se emiten cumpliendo las siguientes características de forma: a) tienen
un título que identifica el tema que se trata; b) un subtítulo que señala sintéticamente el criterio que se
sustenta; c) las consideraciones interpretativas mediante las cuales el órgano jurisdiccional haya
establecido el criterio; d) cuando el criterio se refiere a la interpretación de una norma, la identificación
de esta; y e) los datos de identificación del asunto o asuntos del que derivan, órgano jurisdiccional que la
dictó y demás información que permita su ubicación precisa.
En el caso del Poder Judicial de la Federación, pueden emitir jurisprudencia el pleno y las dos salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, los plenos de circuito, los tribunales colegiados de circuito y el
Tribunal Electoral, por medio de su Sala Superior, salas regionales y especializadas...
Así, de conformidad con lo establecido en el artículo 215 de la Ley de Amparo, la jurisprudencia se
establece de tres formas: por reiteración de criterios, por contradicción de tesis y por sustitución.
Por reiteración se da cuando se sustenta un mismo criterio en cinco sentencias no interrumpidas por otra
en contrario, resueltas en diferentes sesiones del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (por
mayoría de cuando menos 8 votos), las salas de dicha corte (por una mayoría de cuando menos cuatro
votos) o los tribunales colegiados de circuito (por unanimidad).
Por contradicción de tesis se establece al dilucidar los criterios discrepantes sostenidos entre las salas de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre los plenos de circuito o entre los tribunales colegiados
de circuito, en los asuntos de su competencia. Por lo que son el pleno o salas de la Suprema Corte o los
plenos de circuito quienes emiten en este caso la jurisprudencia. Estas no requieren una votación especial.
Por sustitución se da cuando cualquiera de los integrantes del pleno o salas de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, o de quienes integran los tribunales colegiados, dando razones y con motivo de un
caso concreto previamente resuelto, piden al pleno de circuito, pleno o salas de la Suprema Corte la
sustitución de alguna jurisprudencia emitida por contradicción o reiteración. Para la sustitución de
jurisprudencia de plenos de circuito se requiere una votación de las dos terceras partes de sus integrantes,
mientras que la de salas y pleno de la Suprema Corte se requiere una mayoría de cuatro y ocho votos,
respectivamente.
Además, de conformidad con el artículo 177 de la Ley de Amparo, existe la posibilidad de que la
Suprema Corte funcionando en pleno, las salas de la misma y los tribunales colegiados de circuito emitan
jurisprudencia en las ejecutorias que pronuncien en los asuntos de su competencia distintos del juicio de
amparo, aunque en todo caso se regirán por las disposiciones de la Ley de Amparo, salvo en los casos en
que la ley de la materia contuviera disposición expresa en otro sentido.
De esa forma, en la actualidad se emite también jurisprudencia que deriva del ejercicio de la competencia
de la Suprema Corte para resolver las acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales.
La obligatoriedad de la jurisprudencia está establecida en el artículo 217 de la Ley de Amparo. Así, la
jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia de la Nación, funcionando en pleno o en salas,
es obligatoria para estas, tratándose de la que decrete el pleno, y además para los plenos de circuito, los
tribunales colegiados y unitarios de circuito, los juzgados de distrito, tribunales militares y judiciales del
orden común de los estados y de la Ciudad de México, y tribunales administrativos y del trabajo, locales
o federales.
La jurisprudencia que establezcan los plenos de circuito es obligatoria para todos los órganos enumerados
después de estos en el listado anterior, y la jurisprudencia que establezcan los tribunales colegiados de
circuito es obligatoria en idéntico sentido que lo antes señalado.
La jurisprudencia se constituye con la interpretación que de ley hacen los tribunales judiciales al dictar
sentencia en los diferentes casos que se les someten a su resolución por los particulares; debe advertirse
que la misión del poder judicial es aplicar el derecho y no crearlo, de ahí que los efectos de la sentencia
se limiten al caso concreto que la ha originado, a diferencia de la ley que, como se tiene visto, es de
observancia general. En México, por disposición constitucional los tribunales facultados para sentar
jurisprudencia son: La Suprema Corte de Justicia de la Nación, órgano máximo del poder judicial federal;
los Tribunales Colegiados de Circuito, y el Tribunal Fiscal de la Federación. La jurisprudencia se forma
cuando son resueltos en igual sentido cinco casos análogos de modo ininterrumpido, a modo de
generalizar el sentido de la interpretación de la ley.
Conjunto de sentencias sobre una determinada materia.
Se traduce en las consideraciones, interpretaciones, razonamientos y estimaciones jurídicas que hace una
autoridad judicial en un sentido uniforme e initerrumpido, en relación con cierto número de casos
concretos semejantes que se presentan a su conocimiento, para resolver un punto de derecho
determinado.
La jurisprudencia se define como el criterio de interpretación judicial de las normas jurídicas de un
Estado, que prevalece en las resoluciones de un tribunal supremo o de varios tribunales superiores, y se
inspira en el propósito de obtener una interpretación uniforme del derecho en los casos que la realidad
presenta a los jueces.
Jurisprudencia: conjunto de sentencias de los tribunales y de los argumentos contenidos en ellas.
Es un conjunto de principios establecidos en las resoluciones de determinados tribunales, al interpretar
las leyes o al definir los casos no previstos en ellas.2 Los Jueces y los tribunales están obligados a
resolver, de una u otra forma, los asuntos sometidos a su conocimiento, pero a veces es preciso averiguar
el sentido que el legislador le quiso dar.
De esta manera, en el ámbito federal, el Poder Judicial de la Federación crea jurisprudencia a través del
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de sus Salas, de los Tribunales Colegiados de
Circuito, de la Sala Superior del Tribunal Electoral y de las Salas Regionales de éste.
Existen otros tribunales que también pueden emitir jurisprudencia en sus respectivos ámbitos de
competencia; por ejemplo, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, el Tribunal Superior
Agrario, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y los Tribunales Superiores de Justicia de algunas
entidades federativas.
La jurisprudencia tiene facultades integradoras y va más allá de la norma, es decir, la verdadera
jurisprudencia es aquella complementaria o integradora de las situaciones que no previó el legislador,
adecuando la norma al caso concreto, toda vez que en muchas ocasiones las circunstancias de hecho
están dando opciones distintas a lo establecido en un precepto legal. La Suprema Corte y los tribunales,
al fijar un criterio en una tesis jurisprudencial, estudia aquellos aspectos que el legislador no precisó, e
integra a la norma los alcances que, no contemplados en ésta, se producen en una determinada situación.
La jurisprudencia es la interpretación de la ley, de observancia obligatoria, que emana de las ejecutorias
que pronuncia la Suprema Corte de Justicia de la Nación funcionando en Pleno o en Salas, y por los
Tribunales Colegiados de Circuito. Doctrinariamente la jurisprudencia puede ser confirmatoria de la ley,
supletoria e interpretativa. Mediante la primera, las sentencias ratifican lo preceptuado por la ley; la
supletoria colma los vacíos de la ley, creando una norma que la complementa; mientras que la
interpretativa explica el sentido del precepto legal y pone de manifiesto el pensamiento del legislador. La
jurisprudencia interpretativa está contemplada en el artículo 14 de la Constitución Federal, en tanto
previene que en los juicios del orden civil la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o a la
interpretación jurídica de la ley; y la jurisprudencia tiene una función reguladora consistente en mantener
la exacta observancia de la ley y unificar su interpretación, y como tal, es decir, en tanto constituye la
interpretación de la ley, la jurisprudencia será válida mientras esté vigente la norma que interpreta.
La jurisprudencia de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación se establece a través de dos
sistemas. El ordenado por el artículo 192 de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107
Constitucionales (reformado por decreto de veintinueve de diciembre de mil novecientos ochenta y tres,
publicado en el Diario Oficial de dieciséis de enero de mil novecientos ochenta y cuatro), que preceptúa
que lo resuelto en cinco ejecutorias no interrumpidas por otra en contrario constituye jurisprudencia
siempre y cuando hayan sido aprobadas por lo menos por catorce Ministros tratándose de jurisprudencia
del Pleno o por cuatro Ministros en los casos de jurisprudencia de las Salas. El segundo sistema establece
que se integra la jurisprudencia con la resolución que decide la denuncia de contradicción de tesis que
sustenten las Salas que integran la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o respecto de las tesis que
sustenten los Tribunales Colegiados de Circuito, en este caso, no es indispensable que lo resuelto por el
Pleno o las Salas de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación se sustente en cinco
ejecutorias, no interrumpidas por otra en contrario, ya que únicamente se necesita para fijar la
jurisprudencia un sólo fallo que resuelva que hay contradicción de tesis y que decida cuál debe
prevalecer, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 107, fracción XIII, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos que establece que la resolución de las Salas o del Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, que dilucide una denuncia de contradicción de tesis, sólo tendrá el efecto
de fijar la jurisprudencia sin afectar las situaciones jurídicas concretas derivadas de las sentencias
dictadas en los juicios en que hubiese ocurrido la contradicción. Jurisprudencia que además es obligatoria
no sólo para los Tribunales Colegiados contendientes, sino para todos aquéllos que se encuentran
previstos en el artículo 192 de la Ley de Amparo, siempre y cuando tratándose de tribunales del orden
común la legislación local sea similar al punto de que se trata en la contradicción de tesis. No obsta en
forma alguna el hecho de que la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales, omita
mencionar en la actualidad que la resolución del Pleno o de las Salas de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, que diluciden una denuncia de contradicción de tesis de Tribunales Colegiados, constituye
jurisprudencia, pues como ya se dijo la Constitución Federal sí lo establece.

56.- Reglamento: El reglamento es el conjunto de normas administrativas subordinadas a la ley,


obligatorias, generales e impersonales, expedidas unilateral y espontáneamente por el Presidente de la
República, o por la Asamblea de Representantes del Distrito Federal en virtud de facultades
discrecionales que le han sido conferidas por la Constitución o que resulten implícitamente del ejercicio
del Poder Ejecutivo.
Ese conjunto de normas en número superior al de las leyes son creadoras de una situación jurídica
general, abstracta, que en ningún caso regula una situación jurídica concreta y son dictadas para la
atención pormenorizada de los servicios públicos para la ejecución de la ley, y para los demás fines de la
Administración pública. En algunas legislaciones el reglamento se denomina ordenanza, especialmente
en la administración municipal. El reglamento facilita la aplicación de la ley. También se alude a los
reglamentos sobre el régimen interior de las instituciones administrativas, desde luego excluidos los
reglamentos de las corporaciones paraestatales.
El reglamento es una norma o conjunto de normas jurídicas de carácter abstracto e impersonal que expide
el Poder Ejecutivo en uso de una facultad propia y que tiene por objeto facilitar la exacta observancia de
las leyes expedidas por el Poder Legislativo.
Al igual que la ley, el reglamento es un conjunto de normas que regulan la conducta externa humana, de
manera general, impersonal, abstracta, obligatoria y coercitiva; se distingue de la ley, en razón de su
órgano emisor, toda vez que ordinariamente es dictado por el Poder Ejecutivo, de ahí que resulte ser más
fácilmente modificable que la ley, lo que no es óbice para la expedición de reglamentos interiores de los
otros poderes y de los órganos constitucionales autónomos, sin ninguna intervención del Ejecutivo. En la
práctica, los reglamentos pueden clasificarse como emitidos de acuerdo con la ley, en ausencia de la ley y
en contra de la ley.
El reglamento emitido de acuerdo con la ley, es el llamado reglamento heterónomo, así denominado por
estar sometido a los dictados de la ley expedida por otro poder, cual es el legislativo, circunstancia que
impide su libre desarrollo; en cambio, el reglamento emitido en ausencia de la ley, es el conocido como
reglamento autónomo, así llamado por no tener su fundamento en la ley, sino directamente en la
Constitución; se trata de un reglamento excepcional, que no requiere de una ley que reglamentar; distinto
es el caso de reglamento emitido en contra de ley -y por tanto ilegal-, bien por carecer de fundamento
legal y constitucional, o bien por emitirse en infracción de la ley que pretende reglamentar, ya por exceso
o por contradicción, situación anómala que puede llegar a contrariar a la propia Constitución, en cuyo
caso se tratará de un reglamento no sólo ilegal, sino anticonstitucional.
57.- Circular: Se llama Circular a una comunicación dirigida por una autoridad superior a una inferior
sobre el mismo tema y con el mismo propósito. Este es el procedimiento empleado por las autoridades
superiores para transmitir a las inferiores, sus instrucciones y decisiones. Las circulares tienen el carácter
de abstractas, obligatorias para los subordinados, sin tener las características del reglamento. Para los
particulares tienen valor, si ellas se ajustan a la ley o a su correcta interpretación y siempre que de alguna
manera no les afecte, ocasionándoles un perjuicio. En este caso la circular puede ser impugnada ante el
superior jerárquico o recurriendo a las autoridades judiciales federales, cuando impliquen un principio de
aplicación.
Las circulares son avisos iguales, dirigidos a personas o instituciones, para darles conocimiento de alguna
determinación relacionada con la acción gubernamental.
Las circulares se expiden con propósitos internos meramente administrativos, para uniformar, regular o
establecer modalidades en la marcha de la Administración pública o aspectos generales externos, no
comprendidos en los reglamentos interiores del trabajo y se limitan al mero ámbito doméstico de sus
titulares.
Se acostumbra que las circulares expresen el criterio jurídico o interpretación que un órgano
administrativo formula en textos oscuros o dudosos sobre la legislación que aplica.
Las circulares son actos materiales, pero pueden tener alcance jurídico, ya revistiendo la forma de un
reglamento, ya internándose propiamente en el desenvolvimiento y resolución de un negocio
administrativo. En todo caso las autoridades administrativas deben reducir a sus justos y precisos límites
las circulares administrativas no extendiendo su contenido, porque conduce a confusiones jurídicas
innecesarias. La Administración pública tiende a simplificar y actuar sus procedimientos, no a
complicarlos.
Las instrucciones son órdenes precisas que los superiores dan a las autoridades inferiores para que actúen
en sus términos. La instrucción frecuentemente se refiere a un asunto o grupos de asuntos parcialmente
considerados, en tanto que la circular es de carácter más general. Las circulares que tienen el carácter de
decisión ejecutoria pierden su carácter de circulares y deben considerarse como un acto administrativo
especial.
Circulares, éstas propiamente no son leyes, sino que constituyen medios o formas de que se valen
administrativamente los diferentes poderes o sus dependencias para lograr un mejor desempeño del
servicio y, en ocasiones, aclarar el sentido de la ley; estas circulares, para llenar su cometido, son
dirigidas a los subalternos.

58.- Acción (sujetos de la acción)

59.- Instar:

60.- Petición:

61.- Denuncia: Es el acto procesal por el que cualquier persona, verbalmente o por escrito, ante el
Ministerio Público (o ante la policía dependiente de él, en materia federal) relata hechos posiblemente
constitutivos de delito perseguible oficiosamente.
La denuncia puede ser considerada como una participación de conocimiento que da el particular a los
órganos estatales. Quedan comprendidas en esta figura las informaciones que los gobernados
proporcionen de hechos que pueden ser importantes para algunos aspectos de la administración pública.
Hay campos en los que la denuncia tiene una importancia relevante y éstos son básicamente los del
derecho peal y los del derecho fiscal. La denuncia puede ser escrita o verbal y, en algunos casos, puede
ser una denuncia interesada, en cuyo caso, puede aparejarse con una petición. Estas denuncias interesadas
se dan frecuentemente en derecho fiscal, porque al denunciante le pueden tocar algunas ventajas
económicas por los resultados de la denuncia. En materia penal, en todos los delitos que se persiguen de
oficio, la denuncia juega también un papel de suma importancia, porque al participarse los hechos
delictivos al ministerio público, éste echa a andar la maquinaria de averiguación penal para
posteriormente, si procede, ejercitar la acción penal.

62.-Querella: La querella es también otra forma en que el Ministerio Público se entera de la existencia de
un posible delito, para proceder a su investigación.
Igual que la denuncia, la querella constituye una narración de hechos probablemente constitutivos de
delito, que se formula ante el Ministerio Público o, en su caso, ante la policía dependiente de él, de
manera oral o escrita.
La diferencia entre ambas estriba en que:
1).- La querella debe ser formulada precisamente por el ofendido por el delito o por su representante
jurídico;
2).- Debe referirse a delitos perseguibles a instancia de parte; y,
3).- Debe contener la expresa manifestación de que se castigue al responsable del hecho delictivo.
La querella es una forma de instancia similar a la denuncia y consiste, también, en una participación de
conocimiento a la autoridad; es decir, que es una participación calificada de conocimiento y el carácter
calificado radica en que la querella sólo puede ser hecha por la parte directamente afectada por los actos
o hechos o interesada en los resultados que éstos produzcan y que van a ser objeto de la participación al
órgano estatal. En materia penal, tiene una muy especial importancia la querella porque existe un gran
número de delitos que se persiguen precisamente a querella de parte, como el estupro, el abuso de
confianza, el adulterio, etc.
Expresión de la voluntad de la víctima u ofendido del delito, o de sus representantes, en la cual se
manifiesta el deseo de que se investigue un hecho que revista características de un delito y, en su
momento, se ejerza la acción penal en contra del responsable, se le imponga una pena y se repare el daño
causado.
Figura que habilita a la persona damnificada de un delito a participar del proceso penal.
Define este elemento de la averiguación previa como la relación de hechos expuesta por el ofendido ante
el órgano investigador, con el deseo manifiesto de que se persiga al autor del delito. El análisis de la
definición arroja los siguientes elementos: a) una relación de hechos; b) que esta relación sea hecha por la
parte ofendida, y c) que se manifieste la queja, el deseo de que se persiga al autor del delito.
La querella es la expresión de la voluntad de la víctima u ofendido o de quien legalmente se encuentre
facultado para ello, mediante la cual manifiesta expresamente ante el Ministerio Público su pretensión de
que se inicie la investigación de uno o varios hechos que la ley señale como delitos y que requieran de
este requisito de procedibilidad para ser investigados y, en su caso, se ejerza la acción penal
correspondiente.

63.- Queja: A un lado las manifestaciones de dolor físico y del sentimiento, reclamación o protesta. |
Querella o acusación en el fuero penal. | Nombre de algunos recursos gubernativos o judiciales.
(V.RECURSO DE QUEJA.)

64.- Recurso: Jurídicamente, el concepto de recurso se presenta en dos sentidos: uno amplio, como
sinónimo de medio de defensa en general, y otro restringido, equivalente a cierto medio específico de
impugnación.
Consiguientemente, el recurso es un medio jurídico de defensa que surge dentro de un procedimiento
judicial o administrativo para impugnar un acto del mismo y que tiene como finalidad revocarlo,
confirmarlo o modificarlo, mediante un nuevo análisis que genera la prolongación de la instancia en la
cual se interpone, conservando o manteniendo de ésta, en su substanciación, los mismos elementos
teológicos motivadores del acto atacado.
Recurso: acción que concede la ley al interesado para reclamar en contra de resoluciones. Puede
ser presentada ante el juez que la dictó o ante su superior jerárquico.

65.- Interés jurídico: El concepto de "interés jurídico" está íntimamente ligado al de "agravio", pues si un
acto de autoridad no causa éste, no puede existir aquél para intentar válidamente la acción de amparo
contra dicho acto.
Hay "interés jurídico", pues, cuando se cuenta con un derecho, derivado de alguna disposición legal, a
exigir de la autoridad determinada conducta.
Es la situación en que se encuentra una persona respecto de algo que puede satisfacer sus necesidades de
cualquier naturaleza que sean, así como en el conocimiento de esa situación.
El interés jurídico es aquel que se necesita para promover, quién es, o suponer ser, titular de los derechos,
obligaciones o cargas que se pretenden crear, modificar o extinguir y que, en virtud precisamente de esa
circunstancia, afectan su situación jurídica
El interés jurídico puede identificarse con lo que se conoce como derecho subjetivo, es decir, aquel
derecho que, derivado de la norma objetiva, se concreta en forma individual en algún objeto determinado
otorgándole una facultad o potestad de exigencia oponible a la autoridad. Así tenemos que el acto de
autoridad que se reclame tendrá que incidir o relacionarse con la esfera jurídica de algún individuo en lo
particular. De esta manera no es suficiente, para acreditar el interés jurídico en el amparo, la existencia de
una situación abstracta en beneficio de la colectividad que no otorgue a un particular determinado la
facultad de exigir que esa situación abstracta se cumpla. Por ello, tiene interés jurídico sólo aquél a quien
la norma jurídica le otorga la facultad de exigencia referida y, por tanto, carece de ese interés cualquier
miembro de la sociedad, por el solo hecho de serlo, que pretenda que las leyes se cumplan.
El interés jurídico del promovente, ya fuere en el incidente de suspensión o en el juicio de garantías,
debe sustentarse en un derecho objetivo reconocido por la ley, es decir, tal interés a que se refiere la Ley
de Amparo ha de demostrarse en ciertos casos con el documento o medio de convicción idóneo con
fuerza y valor probatorio pleno por el que una persona demuestra la titularidad de un derecho tutelado
por la ley, mediante el cual pone en movimiento a la autoridad jurisdiccional federal para que ésta
resuelva lo conducente en relación con la afectación alegada de ese derecho, lo cual para el juzgador en
materia de amparo debe ser eficientemente probado; empero, tratándose de una controversia judicial del
orden común, la autoridad judicial, de acuerdo con las normas aplicables al caso, decidirá si a alguna de
las partes le asiste o no un derecho subjetivamente tutelado por la ley de la materia aplicable.
El interés jurídico, en sentido amplio, debe entenderse como la mera afectación a la esfera jurídica de un
gobernado, puesto que ni de la Constitución, ni de la Ley de Amparo, se advierten elementos mayores de
interpretación de dicho concepto.
La existencia de un derecho legítimamente tutelado que, al ser transgredido por la actuación de una
autoridad, faculta a su titular para acudir ante el órgano jurisdiccional correspondiente, demandando que
era transgresión cese.
Derecho subjetivo de los particulares derivado del orden jurídico, que le confiere facultades o potestades
específicas expresadas en actos administrativos, tales como concesiones, autorizaciones, permisos,
licencias, registros y declaraciones.
66.- Acciones reales: Por las acciones reales se reclamarán: la herencia, los derechos reales o la
declaración de libertad de gravámenes reales. Se dan y se ejercitan contra el que tiene en su poder la cosa
y tiene obligación real, con excepción de la petición de herencia y la negatoria.

67.- Acciones personales: Las acciones personales se deducirán para exigir el cumplimiento de una
obligación personal, ya sea de dar, de hacer o no hacer determinado acto.

68.- Acciones de condena: La que se ejerce cuando al órgano jurisdiccional se le pide que imponga una
situación jurídica al sujeto pasivo de la acción. La finalidad consiste tanto en obtener la declaración de un
derecho como su ejecución por medio de una sentencia (Dic. Der. Usual).

69.- Acciones declarativas: La que persigue la comprobación o fijación de una situación jurídica. (V.
ACCIÓN CONSTITUTIVA)

70.- Acciones constitutivas

71.- Acciones cautelares

72.- Acciones nominadas

73.- Acciones innominadas


74.- Acciones públicas

75.- Acciones privadas

76.- Jurisdicción: La jurisdicción es una función soberana del Estado, que se desarrolla a través de todos
esos actos de autoridad encaminados a solucionar un litigio mediante la aplicación de la ley general al
caso concreto controvertido. La culminación de la función jurisdiccional es la sentencia, y la opinión
dominante en la doctrina sostiene el carácter jurisdiccional de esta última.

77.- Jurisdicción voluntaria: La expresión "jurisdicción voluntaria", sigue siendo sumamente utilizada y
con ella se quiere aludir a una serie de gestiones o de tramitaciones, en las cuales no hay litigio y que se
desenvuelven o desarrollan frente a un órgano judicial, cuya intervención obedece a una petición de
algún sujeto de derecho, y que tiene por objeto examinar, certificar, calificar o dar fe de situaciones.

78.- Función jurisdiccional: Es la función jurisdiccional aplicación de la norma general a casos concretos,
creación de normas individualizadas y aplicación de sanciones en caso de incumplimiento de estas
últimas.
Se refiere a ¿normas generales? lo que abarca tanto la Constitución como las leyes y los reglamentos. Se
reconoce ya universalmente una función jurisdiccional constitucional además de la ordinaria en la medida
en que progreso el principio de aseguramiento de la supremacía constitucional y de que el mejor método
era hacerlo a través del órgano juridicial.

79.- Elementos subjetivos

80.- Elemento objetivo

81.- Elemento estructural


82.- Cualidad del resultado

83.- Jurisdicción contenciosa: Aquella ante la cual se tramita un juicio contencioso o contradictorio (v.)

84.- Jurisdicción federal: Esta locución tiene sentido con relación a los países organizados
constitucionalmente en régimen federativo. En ellos, la jurisdicción federal es aquella llamada a
intervenir en los asuntos que afectan a la totalidad de la nación, a diferencia de las jurisdicciones que
entienden en los asuntos limitados a la capital de la nación o al territorio de cada provincia o Estado
federado.

85.- Jurisdicción local:

86.- Jurisdicción concurrente: En el derecho mexicano, llamamos jurisdicción concurrente a un fenómeno


de atribución competencial simultánea o concurrente, a favor de autoridades judiciales federales y de
autoridades judiciales locales. El supuesto está contemplado en el art. 104 de la Constitución Federal, el
que ordena que tratándose de la aplicación de las leyes federales en caso que sólo afecten interés
particular, pueden conocer, indistintamente, a elección del actor, los tribunales comunes de los estados o
del Distrito Federal, o bien los jueces de distrito, que pertenecen al sistema judicial federal.

87.- Jurisdicción auxiliar: La jurisdicción auxiliar, contemplada en el numeral 38 de la Ley


Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
implica que en los lugares donde no reside un Juez de Distrito, los gobernados pueden interponer el
juicio de amparo ante los Jueces de primera instancia en cuya jurisdicción radica la autoridad que ejecuta
o trata de ejecutar el acto reclamado, los cuales están facultados no sólo para recibir las demandas de
amparo, sino también para ordenar que se rindan los informes justificados y que las cosas se mantengan
en el estado en que se encuentran —cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la
vida, ataques a la libertad personal fuera del procedimiento judicial, deportación, destierro o cualesquiera
de los actos prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Federal— hasta en tanto el Juez de Distrito
que en definitiva tenga que conocer del asunto reciba la demanda original con sus anexos.
Además, esta competencia auxiliar se hace extensiva, en términos del artículo 40 de la ley de la materia,
en favor de cualquier autoridad judicial, cuando el amparo se promueva contra alguno de los actos
señalados en el párrafo anterior provenientes de un Juez de primera instancia y no haya en el lugar otro
de la misma categoría, o cuando, en los mismos supuestos, existan reclamaciones contra diversas
autoridades y no resida en el lugar un Juez de primera instancia o no pudiera encontrársele.

88.- Jurisdicción forzosa

89.- Jurisdicción prorrogable: La incompetente a priori, pero que puede conocer de una causa por
voluntad expresa o tácita de los litigantes; como por convenio o por sumisión tácita, al no plantear la
incompetencia (Dic. Der. Usual).

90.- Jurisdicción ordinaria: La que tramita y resuelve los juicios ordinarios (v.), a diferencia de los
especiales o privilegiados

91.- Jurisdicción especial


92.- Competencia: Se dice que la competencia es el límite de la jurisdicción (todos los jueces tienen
jurisdicción, pero no todos son competentes para conocer y resolver determinados asuntos), lo cual
significa que la facultad del juez de resolver mediante la aplicación de la ley los conflictos sometidos a su
conocimiento, está restringida por la competencia. Esta se establece en las siguientes formas: 1.- Por el
territorio; 2.- Por la materia; 3.- Por el grado; 4.- Por la cuantía; 5.- Por el turno; 6.- Por la seguridad de
la prisión, y 7.- Por conexidad.

93.- Competencia por materia: La competencia por materia deriva de la atribución a órganos que tienen
la misma competencia territorial, de funciones administrativas respecto a los distintos asuntos que son
objeto de la Administración.
Así, la Ley Orgánica de la Administración Pública distribuye los asuntos administrativos encomendados
al Ejecutivo Federal entre las diversas Secretarias.

94.- Competencia por cuantía

95.- Competencia por grado: La competencia por razón de grado tiene lugar separando los actos que
respecto de un mismo asunto pueden realizarse por los órganos administrativos colocados en diversos
niveles.
Por lo general, esa distribución se realiza estableciendo unas relaciones de jerarquía que implica
subordinación y dependencia de unos órganos y superioridad de otros.
En estos casos, el órgano inferior y el superior conocen el mismo asunto, pero la intervención del que
conoce en último lugar está condicionada por la conclusión de funciones del que conoce en primer
término, significando además que aquél guarda una relación de superioridad respecto de este último.

96.- Competencia por territorio: La competencia territorial hace referencia a las facultades conferidas a
los órganos en razón del espacio dentro del cual pueden ejercitarla.
Desde este punto de vista los órganos administrativos pueden ser órganos generales u órganos locales. La
competencia administrativa del Presidente de la República, de los Secretarios de Estado, que se extiende
a todo el territorio nacional, hace de dichos funcionarios órganos generales de la Administración.
La competencia del Gobernador de la Ciudad de México y de los Agentes de las Secretarias de Estado
dentro de las demarcaciones especiales en que se divide el territorio, los constituye en órganos locales.

97.- Recusación: Consiste en un expediente o trámite para que el juez impedido, que no se ha excusado,
sea separado del conocimiento de ese asunto. Son los superiores del juez impedido, quienes conocerán de
dicho trámite.
Es el medio que concede la ley a los litigantes o a las partes para hacer que un juez parcial deje de
conocer de un negocio determinado.

98.- Excepción: La palabra excepción deriva del latín exceptio, -onis, que significa "título o motivo
jurídico que el demandado alega para hacer ineficaz la acción del demandante; como el pago de la deuda,
la prescripción del dominio, etc."
En el marco procesal, basta con precisar el concepto aludido, por lo que se puede decir que la excepción
es el derecho subjetivo con que cuenta la parte demandada o contrademandada para intentar neutralizar la
acción promovida por el demandante o reconviniente, a fin de paralizar el proceso o de obtener una
sentencia favorable de manera total o parcial.
Excepciones: forma que tienen las personas demandadas en un juicio ejecutivo de defenderse ante el
cobro de una deuda.

99.- Excepción adjetiva

100.- Excepción subjetiva

101.- Excepción de precio y especial pronunciamiento

102.- Excepciones comunes

103.- Excepciones nominadas

104.- Excepciones innominadas

105.- Listado de las Excepciones art.35 C.P.C CDMX

106.- Excepción de incompetencia del juez art.37

107.- Excepción de litispendencia art.38

108.- Excepción conexidad de la causa art.39 y 40

109.- Excepción de falta de personalidad del actor o demandado

110.- Excepción de falta de cumplimiento del plazo

111.- Excepción de orden y exclusión

112.- Excepción de improcedencia de la vía


113.- Excepción de cosa juzgada: Autoridad y eficacia que adquiere la sentencia judicial que pone fin a
un litigio y que no es susceptible de impugnación, por no darse con-tra ella ningún recurso o por no
haber sido impugnada a tiempo, lo que la convierte en firme. Es característico en la cosa juzgada que sea
in-mutable e irreversible en otro procedimiento judicial posterior. Se dice que la cosa juzgada es formal
cuando produce sus consecuencias en relación con el proceso en que ha sido emitida, pero que no impide
su revisión en otro distinto, como sucede en los procedimientos ejecutivos y en otros juicios sumarios,
como los de alimentos y los interdictos, puesto que el debate puede ser reabierto en un juicio ordinario, y
que es substancial cuando sus efectos se producen tanto en el proceso en que ha sido emitida cuanto en
cualquiera otro posterior. La cosa juzgada constituye una de las excepciones perentorias que el
demandado puede oponer a la acción ejercitada por el actor; para ello es necesario que concurran los
requisitos de identidad de las personas, identidad de las cosas e identidad de las acciones.

114.- Concepto de defensa 115.Actor

116.- Demandado: Demandado (a): Sujeto o persona contra quien se presenta una demanda.

117.- Parte: Desde el punto de vista jurídico se refiere a los sujetos de derecho, es decir, a los que son
susceptibles de adquirir derechos y obligaciones. Así en el contrato, las partes son las creadoras del
mismo, son las que han intervenido en su celebración y las que se beneficiarán o perjudicarán con los
efectos del mismo. También en cualquier relación jurídica, se puede hablar de las partes de la misma, o
sea, de los sujetos vinculados por dicha relación.
Lo esencial a la parte en el sentido procesal, es que ésta sea un sujeto que reclame o inste, para sí o para
otro, o que este en posibilidad de reclamar una decisión jurisdiccional respecto de la pretensión que en el
proceso se debate. No basta para ser parte, en sentido procesal, la sola personalidad jurídica, sino que
debe tenerse la capacidad de ejercicio, entendida ésta como la posibilidad de efectuar válidamente actos
jurídicos en beneficio, o perjuicio propio o ajeno.
Parte es toda aquella persona física o moral involucrada en un conflicto jurídico que, por sí misma o a
través de la representación de alguien, solicita la intervención de un órgano jurisdiccional del Estado para
que, conforme a derecho, se emita una sentencia destinada a salvaguardar los intereses cuya titularidad se
debate en la controversia.

118.- Tercero: Desde el punto de vista del derecho civil, el tercero es aquél que no ha sido parte en un
contrato, y por lo tanto no le es oponible. Ello no obstante, ese tercero lo puede ser en términos
absolutos, es decir, que sea totalmente ajeno al contrato, o por el contrario que se trate de un tercero que
posteriormente entrará en relación con los contratantes.
119. Juzgador: El juzgador. Se habla en términos muy amplios del juzgador, queriendo dar a entender
con esta voz, al titular de cualquier órgano jurisdiccional. Es, pues, un vocablo aplicable al titular de
cualquier órgano jurisdiccional.
120.- Sustitución: La sustitución tiene lugar cuando el superior común de dos órganos dispone la
transferencia de competencia de uno a otro en procedimientos concretos y cuando las necesidades del
servicio lo hagan conveniente, salvo prohibición normativa. Cuando se sustituye una persona física
dentro de un órgano, no se modifica la competencia del órgano sino la persona del funcionario a través
de lo que se denomina subrogación o suplencia.

121.- Legitimación: Es una situación en la que la obediencia de las normas y a la autoridad que las dicta
se debe a la "interiorización" de las mismas, identificada con las aspiraciones de la sociedad.
Consiste en la certeza y seguridad jurídicas necesarias para determinar que quien cobra la deuda
cambiaria es en verdad quien tiene derecho de hacerlo.
En términos generales es la situación en que se encuentra una persona con respecto a determinado acto o
situación jurídica, para el efecto de poder ejecutar legalmente aquél o intervenir en ésta.
Jurídicamente, la legitimación es una autorización concedida por la ley a un sujeto, para efectos de que
éste pueda actuar, por derecho propio o en representación de otro, durante el desarrollo de los actos del
proceso.

122.- Legitimación de la causa: La legitimación "ad causam" es una condición para el ejercicio de la
acción que implica la necesidad de que la demanda sea presentada por quien tenga la titularidad de
derecho que se cuestione; esto es, que la acción sea entablada por aquella persona que la ley considera
como particularmente idónea para estimular en el caso concreto la función jurisdiccional.

123.- Legitimación activa: La legitimación activa consiste en la propiedad o calidad que tiene el titulo de
crédito de atribuir a su titular, es decir, a quien lo posee legalmente, la facultad de exigir del obligado en
el título el pago de la prestación que en él se consigna. Sólo el titular del documento puede "legitimarse"
como titular del derecho incorporado y exigir el cumplimiento de la obligación relativa.

124.- Legitimación pasiva: En su aspecto pasivo, la legitimación consiste en que el deudor obligado en el
título de crédito cumple su obligación y por tanto se libera de ella, pagando a quien aparezca como titular
del documento. El deudor no puede saber, si el título anda circulando, quién sea su acreedor, hasta el
momento en que éste se presente a cobrar, legitimándose activamente con la posesión del documento.

125.- Legitimación procesal: Por legitimación procesal activa se entiende la potestad legal para acudir al
órgano jurisdiccional con la petición de que se inicie la tramitación del juicio o de una instancia. A esta
legitimación se le conoce con el nombre de ad procesum y se produce cuando el derecho que se
cuestionará en el juicio es ejercitado en el proceso por quien tiene aptitud para hacerlo valer, a diferencia
de la legitimación ad causam que implica tener la titularidad de ese derecho cuestionado en el juicio. La
legitimación en el proceso se produce cuando la acción es ejercitada en el juicio por aquel que tiene
aptitud para hacer valer el derecho que se cuestionará, bien porque se ostente como titular de ese derecho
o bien porque cuente con la representación legal de dicho titular. La legitimación ad procesum es
requisito para la procedencia del juicio, mientras que la ad causam, lo es para que se pronuncie sentencia
favorable.

126.- Legitimación autónoma

127.- Legitimación subordinada

128.- Terceristas

129. Tercería excluyente de dominio

130.- Tercería coadyuvante: La tercería coadyuvante se da cuando un sujeto inicialmente extraño al


proceso, se encuentra legitimado y tiene un interés propio para acudir a ese proceso preexistente, con el
fin de ayudar, de coadyuvar o colaborar en la posición que alguna de las dos partes iniciales adopte en el
desenvolvimiento de ese proceso.

131. Instrucción: "Instruir": en el sentido en que se emplea procesalmente, quiere decir ilustrar al juez,
enseñarle con sujeción a las reglas procesales, las pruebas con base en las que habrá de realizarse el
juzgamiento del inculpado.
.la instrucción es el momento procesal indicado para que las partes e inclusive el juez, aporten al proceso
todas las pruebas que estimen conducentes, para dar contestación a las interrogantes que surgen del
conflicto de intereses que busca solución en la sentencia. Esas pruebas habrán de despejar las incógnitas
que pueden resumirse en el qué, quién, cómo, cuándo, dónde y porqué.
Documento que expedía la autoridad indiana (Consejo de Indias) o una con residencia en América, donde
se otorgaban las reglas a seguir por la expedición, entre ellas: el tipo de actividades a realizar para lograr
la hazaña, el comportamiento de los expedicionarios, las facultades y jurisdicción de las autoridades,
como tomar la posesión de las tierras descubiertas, el trato a los indígenas, entre otras. En otras palabras,
contenía todas las reglas que se debían ejecutar para el proceso de colonización en los territorios
conquistados
Etapa del proceso penal en la que se investiga un hecho para determinar si existen pruebas para llevar a la
persona sospechosa a juicio oral o dejarla libre.

132.- Etapa postulatoria: Etapa postulatoria. En esta etapa se fija la litis, es decir, las partes plantean el
litigio ante el juzgador, cosa que se logra, fundamentalmente, mediante la presentación de la demanda y
su respectiva contestación.

133.- Etapa probatoria: Etapa probatoria. Como su nombre lo indica, en esta etapa se ofrecen, admiten y
desahogan las pruebas.

134.- Demanda: Escrito que da inicio a un proceso judicial. La demanda es el acto procesal por el cual
una persona, que se constituyen por el mismo en parte actora o demandante, inicia el ejercicio de la
acción y fórmula su pretensión ante el órgano jurisdiccional.
Forma de exponer al tribunal una situación. En ella se solicita que se reconozcan los derechos que se
creen tener

135.- Requisitos de la demanda art. 255 C.P.C:

136.- Efectos del emplazamiento art. 259 C.P.C:

137.- Contenido de la contestación de la demanda:


138.- Reconvención: Contrademanda presentada por la persona demandada al momento de contestar la
demanda en su contra.
Demanda reconvencional: aquella planteada por el demandado en contra del demandante en su escrito de
contestación de la demanda.

139.- Oportunidad de la reconvención art. 237 C.P.C:

140.- Requisitos de la reconvención art. 238 C.P.C:

141.- Prueba: La búsqueda de una seguridad y la garantía acerca de la existencia de las cosas permite que
se pretenda probar todo. La prueba (del latín probandum, hacer patente, mostrar) es así, una constatación
de hechos. Jurídicamente, sin embargo, la prueba admite distintas acepciones; igual se hace referencia a
ella como la propia convicción (...) o al conducto o procedimiento para obtenerla.
Puede ser entendida como la comprobación de las afirmaciones realizadas sobre un hecho u objeto, con
el término probar o prueba se designa no solo la comprobación sino también el procedimiento o actividad
utilizada para dicha comprobación, produciéndose un cambio entre resultado y procedimiento o
actividad.
Desde el ámbito jurídico, la prueba entendida como la comprobación de afirmaciones es la sustancia del
proceso, es la razón de ser de éste y por lo cual el mismo proceso tiene lugar. La prueba es el pilar de la
decisión que toma el ministerio público para imputar un hecho o acusar y la que toma el juez para
procesar o para sentenciar.
Es doble el significado que, gramaticalmente, tiene la palabra prueba; derivada del latín probo (bueno,
honesto) y probandum (recomendar, aprobar, experimentar, patentizar, hacer fe), la prueba es tanto
acción y efecto de probar como razón, argumento, instrumento u otro medio con que se pretende mostrar
y hacer patente la verdad o falsedad de algo.
Así, la prueba es el medio de convencimiento, actualizado de diversas formas, que emplean las partes
para que el Juez se cerciore de que los hechos y derechos sometidos a su consideración en el proceso son
verídicos.
Son los diversos medios por los cuales la inteligencia del hombre llega a descubrir la realidad objetiva.
La prueba tiende a demostrar en juicio, con los elementos que la ley establece, la certeza de los hechos
controvertidos por las partes.
En diversa acepción, la prueba consiste en producir un estado de certidumbre en la mente, respecto de la
existencia o inexistencia de un hecho controvertido, así, probar es evidenciar algo... En otras palabras, es
establecer una perfecta congruencia entre la idea que tenemos de una cosa y la cosa misma, demostrando
su verdad o falsedad. Esta certeza es el resultado del raciocionio, la investigación y el análisis lógico-
jurídico
Medios por los cuales las partes buscan convencer al tribunal sobre sus pretensiones.
Datos de prueba, medios de prueba y pruebas
Se denomina prueba a todo conocimiento cierto o probable sobre un hecho, que ingresando al proceso
como medio de prueba en una audiencia y desahogada bajo los principios de inmediación y
contradicción, sirve al Tribunal de enjuiciamiento como elemento de juicio para llegar a una conclusión
cierta sobre los hechos materia de la acusación.

142.- Medios de prueba: tipos de prueba: Artículo 261. Datos de prueba, medios de prueba y pruebas
Los medios o elementos de prueba son toda fuente de información que permite reconstruir los hechos,
respetando las formalidades procedimentales previstas para cada uno de ellos

143.- Valoración de la prueba: La valoración o apreciación de la prueba constituye, indudablemente, una


operación fundamental en todo proceso incluido el penal.
La valoración de la prueba determina el resultado que se infiere de la práctica de un determinado medio
de prueba, es decir, el grado de convicción o persuasión de la prueba practicada en sentido positivo
cuando se logre alcanzar el fin de la prueba (convicción judicial), o en sentido negativo, al no alcanzarse
dicha convicción. Es, por tanto, una actividad intelectual que corresponde realizar exclusivamente al
órgano jurisdiccional, sin perjuicio de que las partes, durante las sesiones del juicio dediquen gran parte
de sus informes orales a examinar, analizar y, en definitiva, a valorar la prueba practicada, actividad
comúnmente denominada “estimación probatoria”, pues al ser realizada por las partes no puede
llamársele propiamente valoración, pues es solamente una estimación o acercamiento de lo que
formalmente hará el juez al valorar la prueba.

144.- Como se hace la valoración:

145.- Prueba confesional: Confesar es admitir las propias culpas. Jurídicamente, la confesión es el
reconocimiento de haber participado culpablemente en la comisión de un hecho delictivo. Debe
subrayarse que la confesión implica necesariamente el reconocimiento del confesante de haber
intervenido culpablemente en la comisión del delito, porque la sola admisión de haber participado de
cualquier forma en él, pudiera no constituir una confesión, por ejemplo, cuando reconociendo haber
tomado parte en el delito, hay prueba de que ha operado la prescripción de la acción para perseguirlo, o
bien, que el inculpado obró en defensa legítima.
Hay que tener presente que no todo lo que declara el inculpado es una confesión, aunque toda confesión
represente una declaración del inculpado. Es decir, la declaración de manifestación que formula el
inculpado, ante el Ministerio Público o juez, acerca de lo que sabe del hecho delictivo. La confesión, en
cambio, es la parte de la declaración en la que reconoce haber participado culpablemente en la comisión
del delito.
Limitamos nuestra referencia a la confesión como prueba, a aquella que se considere provocada, la cual
consiste en someter una de las partes en el proceso a la otra, a un interrogatorio especial. Al efecto, la
parte a cuyo cargo se desahogará la prueba confesional se denomina parte absolvente y debe ser
expresamente citada para comparecer ante el tribunal a contestar el interrogatorio respectivo. Dicho
interrogatorio tiene diversas formalidades, entre las cuales nos permitimos señalar, que las cuestiones se
planteen de forma rígida, y reciben la denominación de posiciones; que deben referirse a hechos propios
del declarante y cada posición debe comprender un solo hecho; estén formuladas, o deben formularse, de
manera tal que el absolvente responda simplemente sí o no a la cuestión planteada. En varios sistemas
procesales esta prueba se desahoga mediante la exhibición de un llamado pliego de posiciones, el cual
contiene un determinado número de preguntas planteadas a la parte absolvente por la parte articulante;
sin embargo, pueden formularse posiciones adicionales, de forma verbal, que no hubieren estado
comprendidas en el pliego respectivo. Es de hacerse notar que la parte absolvente, es decir, la sometida al
interrogatorio, puede en momento dado convertirse en parte articulante y someter a la contraria a su vez,
aun interrogatorio similar.
La confesión es el pronunciamiento que hace cualquiera de las partes en relación con el reconocimiento o
desconocimiento de hechos propios que se le imputan.

146.- Prueba testimonial: Consiste en las declaraciones de terceros a quienes les consten los hechos sobre
los que se les examina. Esta declaración de terceros ajenos a la relación sustancial del proceso, se les
hace por medio de preguntas contenidas en interrogatorios, los cuales formula la parte que ofrece el
testigo. El testigo debe ser conocedor directo de las cuestiones sobre las que se le interroga y, además,
debe tener la característica de imparcialidad, es decir, no tener un interés particular en el negocio y de no
estar en una posición de relación íntima o de enemistad, con alguna de las partes en el juicio. Cada
testigo debe ser examinado por separado y, además el testigo que ya ha sido interrogado no debe tener
relación o contacto con el testigo que aún está por examinarse.
Es la que se rinde con la intervención de testigos. Los testigos son las personas que tienen conocimiento
de los hechos que las partes desean probar. La declaración de éstos recibe el nombre de testimonio, y
versa sobre hechos presenciados directa o indirectamente, ya sea porque los hechos les constan
personalmente por haberlos presenciado, visto u oído, o bien, porque saben de ellos por haberlos oído de
otras personas, caso en el que se les conoce como testigos de oídas

147.- Tacha de testigos: Las tachas se refieren a circunstancias personales que concurren en los testigos
con relación a las partes que pudieran afectar su credibilidad y que el juzgador debe conocer para estar en
posibilidad de normar su criterio y darle el valor que legalmente le corresponda a la prueba de que se
trata y, tan es así, que el artículo 363 del código procesal civil hace referencia a tales circunstancias al
disponer que después de haberle tomado al testigo la protesta de conducirse con verdad y de advertirle las
penas en que incurren los testigos falsos, se hará constar "...si es pariente por consanguinidad o afinidad y
en qué grado de alguno de los litigantes; si es dependiente o empleado del que lo presente o tiene con él
sociedad o alguna otra relación de intereses; si tiene interés directo o indirecto en el pleito o si es amigo o
enemigo de alguno de los litigantes..."; y, el propio ordenamiento procesal, en el artículo 371, dispone
que "En el acto del examen de un testigo o dentro de los tres días siguientes, pueden las partes atacar el
dicho de aquél por cualquier circunstancia que en su concepto afecte su credibilidad, cuando esa
circunstancia no haya sido ya expresada en sus declaraciones..."; es decir, que siempre y en cualquiera de
las hipótesis antes invocadas, las tachas a los testigos, se insiste, están referidas a circunstancias
personales de los mismos, ya sea que éstas se adviertan o no de sus declaraciones respectivas.

148.- Posición:

149.- Audiencia de conciliación:

150.- Admisión de prueba:

151.- Desahogo de las pruebas:

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