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establecieron en Juli, Puno. En aquellas épocas en los días festivos, se realizaban funciones
teatrales a los que ya estaban acostumbrados los aymaras, y en esta se presentaban comedias
y autos sacramentales.
El Dr. Ricardo Arbulú indica que en una carta del padre Diego González Holguín a su superior,
los jesuitas en su misión en Juli, enseñaron a los nativos, un canto y danza sobre los siete
pecados capitales y como los ángeles vencen a los demonios, para así cristianizar a los
habitantes de la zona.
Ahora, volviendo con la diablada…
El mito de esta danza narra como el Padre Jesucristo dominaba el reino del bien y su hijo
Supaya fue contaminado por el mal. Su lucha termina cuando Supaya vence al Padre,
nivelándose así las fuerzas entre ambos. Por esto es que danzan, porque están festejando el
equilibrio de las fuerzas, ya que ese fue el momento en el que se dice que el mundo empezó a
avanzar.
La doctrina de Juli, dependió del obispado de Chuquisaca hasta 1605 cuando pasó a depender
de La Paz. Situada en la región del lago Titicaca, que comprendía el pueblo de Juli y un
centenar de aldeas que abarcaban las actuales provincias de Chucuito en Perú e Ingavi en
Bolivia.
En 1534, durante el periodo colonizador, los sacerdotes de la orden de Santo Domingo fueron
los primeros en llegar por territorio juleño, sin embargo en 1576 llegan los misioneros Jesuitas,
quienes dieron jerarquía, autoridad y mayor esplendor a Juli hasta su expulsión en 1737.6 La
importancia del pueblo para la evangelización de miles de nativos del Titicaca, fue consolidado
con la construcción de cuatro templos, entre 1565 y 1607 (San Juan de Letrán, Santa Cruz de
Jerusalén, Asunción y San Pedro) . Debido a esto es que a Juli se ganó la denominación de
“Roma de América”.
Hay diferentes versiones, una es en la que…
El director Miguel Rubio Zapata8 recoge la versión del profesor Edwin Loza Huarachi, danzante y
mascarero, quien afirma que la diablada puneña tiene su origen en la Danza del Anchanchu, y
es anterior a los autos sacramentales. En aymara Alajpacha es el reino superior de luz y
bondad, Manqapacha es el reino de la oscuridad y lo malo; y Akapacha es el reino medio donde
viven los aymaras.
Ahora en el Manqapacha es donde viven los anchanchus, que son dueños de minas, malignos y
gentiles; a quienes se debe pedir permiso para explotar una mina. Leyendas relatan que el
anchanchu es un humanoide pequeño, con nariz de cerdo y cuernos de becerro. 9