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f) BOLÍVAR ECHEVERRÍA f)
e Un concepto de modernidad

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ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ
Crítica y marxismo
Director:

CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS N 9 CARLOS ALBERTO RÍOS GORDILLO 9


Dialéctica del siglo XX
Comité de Redacción:
AMÉRICA BusTAMANTE PIEDRAGIL
T A propósito de Vuelta de siglo, de Bolívar Echeverría

VANDAR! MANUEL MENDOZA Sous


fJ JAVIER SIGÜENZA REYES fJ
CARLOS ALBERTO Rfos GORDILLO
KARINA VAZQUEZ BERNAL
E La dimensión cultural o la existencia en ruptura.
Sobre la teoría de la cultura de Bolívar Echeverría
N
NORBERTO ZúN!GA MENDOZA

Difusión y Relaciones:
LAURA TORT VELASCO
1
$ RAÚL ZIBECHI $
D
COMITÉ CIENTÍFICO INTERNACIONAL:
Bolívar Echeverría Andrade (Universidad
La revolución de 1968. Cuando el sótano dijo ¡Basta!
Nacional Aurónoma de México), Cario
Ginzburg (Scuola Normale de Pisa),
lmmanuel Wallerscein (Yale University),
o 8 CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
La revolución mundial de 1968. Cuatro décadas después
8

Edeliberto Cifuentes Medina (Universi­


dad de San Carlos de Guatemala), Mi­ G ENTREVISTA G
guel Ángel Beltrán (Universidad Nacio­ • La revolución del 68 en México.
nal de Colombia en Bogotá), Jurandir
Entrevista con Bolívar Echeverría
Malerba (Universidade Estadual de Sao
Pablo), Claudia Wasserman (Universida­
de Federal de Rio Grande do Su!), Darío
G. Barriera (Universidad Nacional de Ro­
J -------<! mmrnrahilla i0\;
sario), Pablo Pacheco (Cuba), Francisco
Vázquez (Universidad de Cádiz), Ofelia o fa REINHART KOSELLECK fa
Rey Castelao (Universidad de Santiago de
Para una historia de los conceptos:
Compostela), Ricardo García Cárcel
(Universidad Autónoma de Barcelona) problemas teóricos y prácticos
Massimo Mastrogregori, (Revista Sto­
riograjia), Sceffen Sammler (Leipzig Uni­
versitaet), Maurice Aymard, (Ecole des
T • CLAUDIA WASSERMAN •
1810, 1910, 2010:
Hautes Erudes en Sciences Sociales), Lo­ Independencia, Revolución Mexicana,
rina Repina (Insriruro de Historia Uni­ 3 futuros de América Latina
versal, Academia de Ciencias de Rusia),

VI
Chen Qineng (Instituto de Hisroria Uni­
versal, Academia de Ciencias de China).
@ CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS @
Un nuevo giro hacia la izquierda. La Confederación de

Contrahfstorlas. La otra mirada de Clío 1 Nacionalidades Indígenas del Ecuador.


evlsta semestral, No. l l, septiembre 2008-febrero 2009. (Entrevista con Marlon Santi)
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ermítanme iniciar mi intervención, producción parca, contenida e inhibida, en
en esta presentación del libro de Bo­ la investigación y el ensayo?
lívar Echeverría, El discurso crítico Sea cual fuera la causa, saludemos la pu­
de Marx, recordando que hace ya tiempo que blicación por Ediciones Era de los trabajos
conozco a Bolívar Echeverría, desde que pasó incluidos en El discurso crítico de Marx. Cier­
por mis clases y Seminarios como Profesor tamente, no se trata de textos desconocidos.
Adjunto mío, dejando una firme huella, y que Pero, independientemente de lo que repre­
después he seguido de cerca sus ejemplares senta para ellos el contacto con un nuevo cír­
traducciones y sus textos diversos, escasos y culo de lectores, siempre un texto disperso en
densos, pero ricos en ideas y creativos. una revista, al formar parte de un todo nue­
Hace tiempo también que valoro altamente vo, cobra una nueva dimensión. Los trabajos
su labor en esos diversos campos, por su espí­ recogidos en el volumen, permiten conside­
ritu crítico y antidogmático, y finalmente, rarlos como niveles distintos de una evolu­
hace tiempo también que los que conocíamos ción de las ideas del autor, que culmina en el
su capacidad y sus frutos lamentábamos que texto cronológicamente último, aunque es el
Bolívar Echeverría no fuera más audaz y pró­ que, como "Presentación'', abre el libro.
digo extendiendo en un libro, más allá de sus Y cabe preguntarse, ¿es el mismo marxis­
Seminarios y colaboraciones, a un sector más mo este de 1984, que el de los textos restan­
amplio de lectores -aunque en México, des­ tes que arrancan de 1975? ¿Se rompe la línea
graciadamente, no es lo suficientemente ame de su pensamiento; cae a veces en contradic­
plio-, el resultado de sus investigaciones. ciones? Tal vez lo uno y lo otro. Pero consi­
No entro ahora en las causas de esta de­ derados estos textos dentro del movimiento
mora en ofrecernos el libro que nos debía. de ideas en que se insertan, digamos -ape­
¿Exceso de autocrítica o de autocensura? ¿Ex­ lando a una categoría cuyo significado para
ceso de voluntad perfeccionista? ¿Cierta con­ el autor se revelará en la "Presentación" mis­
firmación del contraste habitual en América ma-, se cambia una sustancia que adopta
Latina entre los raudales -a veces, verdade­ formas diferentes. Lo cual es propio de todo
ra diarrea-, de la producción poética y la pensamiento vivo, y por tanto, puesto que

............................1111..
11 ......
. 15
* Intervención del Profesor Adolfo Sánchez Vázquez en la Presentación del libro de Bolívar Echeverría, El

discurso crítico de Marx, en el Palacio de Minería el 6 de marzo de 1987.

la otm mirada de Clío la otra mirada de Clío


contrahistoriaS

vivo está para el autor, del marxismo. Hay terpretación, -como la que nos ofrece Bolí­
pues, coherencia, unidad, no obstante los var-, de las Tesis. No se puede dejar de reco­
cambios y contradicciones del camino. nocer la fecundidad de sus análisis al agruparlas
Ya con esto, estamos planteando una serie en los temas predominantes: el carácter prácti­
de cuestiones que afectan al marxismo, des­ co de la teoría marxista; la determinación de
de el enfoque del autor. Porque todo lo que las configuraciones de la sociedad como pro­
en el libro se aborda, se proyecta sobre un blemática específica de esa teoría, y el concepto
fondo polémico actual, que es el de.la vigen­ de transformación social en el que se unen in­
cia misma del marxismo, o de lo que se ha disolublemente los aspectos teórico y práctico.
dado en llamar -casi siempre con un tono Por razones análogas a las anteriores, o sea,
funeral-, la "crisis del marxismo". la de precisar el proyecto de Marx, -"e inclu­
De los textos del libro me interesan, sobre so el término "proyecto" es sospechoso, para
todo, -lo que no quiere decir que sean los los que hacen de Marx un ,.científico eptre
más logrados-, aquellos que tienen que ver otros-, me ha interesado el ensayo titulado
más directamente con este fondo problemá­ "Defensa del discurso crítico", en el que se
tico. Mi lectura es pues, una lectura interesa­ subraya su carácter crítico, que engloba el de
da. Y ¿cuál en definitiva no lo es? Me intere­ revolucionario por ser científico, y el de cien­
san del libro aquellos, como el titulado "El tífico por ser revolucionario.
materialismo de Marx", en que se precisa lo Sección importante del libro que nos ocu­
que por creerse muy sabido, con frecuencia pa es, justamente, la obra de Marx qu� ha
es lo más olvidado: el proyecto teórico-prác­ servido, -como todos sabemos-, para ar­
tico de Marx. Volver sobre él es indispensa­ mar una interpretación cientificista que opo­
ble, para desgarrar ese telón de fondo que hoy ne al joven Marx frente al Marx maduro.. Nos
muchos llaman "crisis del marxismo". referimos, por supuesto,.ª El Capital.
Este texto de Bolívar, "El materialismo de En los tres trabajos que en el libro se dedi­
Marx'', fechado en 1976, me atrajo desde su can a él, o sea: "Esquema de El Capital', ''.Va'::
aparición. Es una interpretación muy pene­ lor y plusvalor" (entre paréntesis: ¿por qué
trante de las famosas Tesis sobre Feuerbach. Mi no "plusvalía''?), y "Clasificación del plt1sva.,
interés puede explicarse fácilmente, toman­ lor", el rigor, la coherencia, que no se logran
do en cuenta que siempre he visto en ellas el con una claridad engañosa, se confi�n;f la
.
viraje radical del pensamiento de Marx, que unidad indisoluble de los dos aspectos antes
se vuelve así no sólo una filosofía de la praxis, mencionados del pensamiento de Marx. El
sino también un elemento indispensable del Capital, nos dice Bolívar, es "el discurso cien­
proceso de transformación revolucionaria del tífico de la riqueza social moderna", pero· un
mundo, como nueva práctica de la filosofía. discurso que entraña la "desmistificación" de
El texto de Bolívar es una de las interpreta­ esa realidad. Puede comprenderse por ellÓque
ciones más lúcidas y agudas de las Tesis, en El Capital fuera para Marx, no una simple
cuanto hace transparente la médula misma sucesión-de enunciados científicos, sino un
del marxismo, como actividad teórica cons­ "proyectil", -la expresión es de Marx-,
titutiva de la praxis. arrojado a la cabeza de la burguesía. Los tex­
Muchas de las interminables disputas so­ tos de Bolívar nos hacen ver a un Marx como
bre el Marx ideólogo, revolucionario, o cien­ él se veía a sí mismo, y nos lo hacen ver tanto
tífico, o sobre subjetivismo y objetivismo, se más claramente, cuanto más rigurosos son.
podrían disolver si se partiera de una justa in- Hay otros textos del libro que inciden, más

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directamente, en los problemas de la teoría y la la de las nacionalidades que luchan contra el


práctica política. Tal es el que consagra a Rosa Estado que les oprime internamente, --que
Luxemburgo y a sus imerpretacÍones opuestas, es la experiencia europea, occidental, que Rosa
que ponen sobre el tapete interrogantes que, Luxemburgo tomó en cuenta-, sino la de
lejos de perder vigencia, están hoy, como ayer, las naciones que luchan por su emancipación
en el centro de la política revolucionaria: la contra el Estado o Imperio que las oprime
relación entre conciencia y espontaneidad, y desde fuera, que es la experiencia ql1e viven
entre dimensión nacional e internacionalista. hoy los países del Tercer Mundo.
Hemos asistido, en las décadas últimas, al Con todo, en los textos correspondientes
naufragio de dos concepciones de la primera del libro de Bolívar Echeverría, encontramos
de esas dos relaciones: la leninista, de la exterio­ aportaciones originales, al rastrear ei'i El Ca­
ridad de la conciencia, y la del mito de la es­ pital indicaciones valiosas para examinar las
pontaneidad pura de las masas. En cuanto a la relaciones entre clase y nación.
segunda relación, --entre la dimensión nacio­ Llegamos así a la última cuestión que nos
nal e internacionalista de la lucha-, hemos proponemos examinar, y que tiene que ver
visto también su naufragio, al suplantar la au­ con el problema tan vivo hoy, tan controver­
todeterminación nacional por un nacionalismo tido, de la "crisis del marxismo". Aunque en
de vía estrecha, o sea burgués, y al internacio­ todo el libro se encuentran elementos para
nalismo pot la fidelidad incondicional a un delinear la posición de Bolívar Echeverría, la
Estado nacional, que se proclama socialista. última palabra en este asumo está al comien­
Bolívar rinde el debido tributo a Rosa zo, o sea, en su " Presentación".
Luxemburgo, al tratar de librarle de las s9s­ Bolívar no elude este problema. No sería
pechas, -para algunos evidencias irrefuta­ marxista si lo eludiera, puesto que se trata de
bles-, de espomaneismo y de olvidó de la un problema real.
"autodeterminación nacional", en nombre de ¿Qué ha sido, y qué es hoy del marxismo?
un internacionalismo abstracto. Tal es la grave cuestión. El marxismo ha sido,
Pienso que Bolívar consigue su objetivo de -nos viene a decir Bolívar, pues no lo cito
salvar a Rosa Luxemburgo, de las acusaciones textualmente-, el discurso propio, teórico,
de defensora del "espomaneismo" y del "in­ de una práctica política peculiar, en la que la
ternacionalismo abstracto". Pero, a mi modo izquierda materializa un proyecto, el comu­
de ver, no es tan sólida su argumentación nismo, para la historia contemporánea. Aho­
cuando trata de recuperar el perfil propio de ra bien, la tríada aquí envuelta: Comunismo,
Rosa Luxemburgo. Para ello, habría que si­ Izquierda y Marxismo está en crisis, en cuan­
tuar a Rosa Luxemburgo, puesto que de su to que estos términos han perdido su vigen­
vigencia se trata, no sólo en el contexto en cia efectiva. Seguimos de cerca a Bolívar. El
que luchó y pensó, sino también en otro nue­ texto documenta sobre la pérdida de vigencia
vo que no conoció: el de las experiencias ac­ de cada uno de los términos: la transforma­
tuales en la lucha de los pueblos por su libe­ ción del modelo alternativo de sociedad en
ración nacional. Tendríamos entonces no sólo "socialismo real"; la incapacidad de la clase
el rechaw de los mitos que le atribuyen a Rosa obrera industrial para realizar el proyecto, y
Luxemburgo "leninistas" y "luxemburguistas", finalmente, la carencia de la teoría al conver­
sino también un perfil de Rosa Luxemburgo tirse en la versión predominante, como "ma­
actual, que iría más allá de lo que ella misma terialismo dialéctico", o como "materialismo
pensó. Pero la dimensión nacional no es sólo histórico", considerado como ciencia.

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ContrahistoriaS

Ahora bien, el reconocimiento sin evasio­ to marxista: el marxismo como discurso cri­
nes de esta crisis ¿implica que el marxismo tico. Si el marxismo es estructuralmente crí­
no puede renacer de esta crisis, a la que no tico, si mina el discurso del poder (digamos
escapan con él ninguno de los otros dos tér­ por nuestra cuenta: el marxismo se ha acaba­
minos de la tríada: el Comunismo y la Iz­ do en las sociedades del "socialismo real" por
quierda? Tal es la cuestión, cuestión de vida haber perdido su potencial crítico) y segun­
o muerte, -diría yo-, para un marxista. do, por la relación del marxismo con lo que
Ahora bien, -pienso yo-, sólo puede re­ llama Bolívar Echeverría, "el terreno crítico
nacer lo que en su nacimiento ofrece ya algo central de El Cap ital: la contradicción entre
que ha de subsistir. Y esto es lo que nos ofre­ valor de uso y valor, entre dos formas de exis­
ce Bolívar: una sustancia en el marxismo que tencia del proceso de reproducción social, una
adquiere diferentes formas. "social-natural" y otra histórica, capitalista.
Al abordar este problema, hay que partir Creo que se pueden buscar otras claves del
del reconocimiento, -y Bolívar no lo esqui­ renacimiento, sin negar esas dos, a saber: el
va-, de la existencia de una pluralidad de marxismo como proyecto de emancipación,
marxismos. Pero, entonces, ¿qué hacer? ¿se basado en un conocimiento de la realidad, y
trata de aceptar eclécticamente unos y otros, como elemento indispensable del proceso de
o se trata de pronunciarse por uno, lo que transformación de esa realidad. Esta es la sus­
significaría rechazar su multiformidad? La res­ tancia del marxismo para mí.
puesta de Bolívar no consiste en rechazar de­ Con todo, Bolívar a lo largo de su libro
terminado marxismo o marxismos·, en nom­ ofrece elementos para extender la sustancia a
bre de uno que encarnara su verdad, conclu­ esos tres elementos, (proyecto, conocimien­
sa, sino en rechazar aquel que congela su mul­ to y crítica de lo existente, y teoría como par­
tiformidad. Y tiene razón. Pero, si la sustan­ te del proceso práctico). Con ello, contribu­
cia del marxismo consiste en ser, -como dice ye a afirmar que el marxismo (más exacta­
Bolívar-, inacabado, el marxismo que pe­ rnente cierto marxismo, el de la línea antes
trifica esa sustancia, que la congela, no pue­ señalada), sigue siendo la clave teórica para
de ser aceptado. Y este es precisamente el mar­ la transformación de la sociedad: es decir, para
xismo que está en crisis. contribuir, como teoría, a la realización de un

En consecuencia, el marxismo que puede proyecto a la vez necesario, deseable y posible.


renacer hoy es el que lejos de congelarlo en Y aquí está en definitiva la razón de que 'el
una forma, adopta su multiformidad en una marxismo pueda renacer en esta crisis profun­
búsqueda inacabada, en la que la identidad, da que hoy vive, o sea, de que no sea abandona­
-incluso en Marx-, nunca está dada de una do en aras de un sospechoso post-marxismo.
vez y para siempre. Cabe entonces preguntar A afirmarnos en esta idea, contribuye va­
¿si no hay identidad, cómo puede haber una liosamente el libro de Bolívar Echeverría, El
sustancia que cambia de forma? discurso crítico de Marx.
Bolívar trata de rescatar la sustancia de
Marx, justamente, en la heterodoxia de un
Korsch, Bloch, Lukács o Kosik. Pero la sus­
tancia que se pretende rescatar no puede ser
algo informe y gelatinoso, y por ello Bolívar
nos habla de un doble descubrimiento del
joven Marx, que se conecta con el renacimien-

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