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Álvaro Zamora

De Don Roberto, asuntos imaginarios

Yo, que tantos hombres he sido, maestros de la humanidad han sido, curiosamen-
no he sido nunca aquel te, maestros orales" (Borges, 1999, IV, 165).
en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach. Roberto Murillo resulta incomprensible sin
esa dimensión. Leve mito, que se vincula con
Borges, "Le regret dHeraclite" su culto por la amistad, con las fórmulas para el
diálogo que con tino supo cultivar, con su goce
del chiste, de la ironía, de las fiestas, de la lectura
...nací por querer del cielo y de una buena audiencia. Lo que dejó escrito se
en esta nuestra edad de hierro antoja diferente.
para resucitar en ella la de oro o la dorada, La escritura filosófica de Don Roberto pare-
como suele llamársele ... ce opaca al humor, a la fisga de sus lecciones y,
en general, de su palabra oral. Probablemente no
Cervantes, El ingenioso hidalgo coincidía con Borges en la idea de que "la palabra
don. Quijote de la Mancha escrita es algo duradero y muerto" (ibid), pero sí
debe haberle parecido duradera y decisiva.
Las aguas del río acarician, fluyen, sirven a la
vieja idea filosófica del devenir. Podríamos ana-
Roberto Murillo se ha convertido en parte lagar la oralidad robertiana con esas aguas o, si
de nuestro imaginario colectivo. Su herencia se prefiere, con la noción sartreana de existencia.
trasciende la memoria de quienes lo conoci mas. Por el contrario, pareciera que Murillo concebía lo
Se ha mitificado, incluso, de muchas formas y escrito como algo esencial y duradero, que define
desborda su obra escrita, elegante y depurada, al autor, como el pasado define a los personajes
pero escasa en comparación con la actitud filosó- de A puerta cerrada de Sartre), Veo allí el fun-
fica -ética, si se prefiere- que supo transmitir. damento de su opción escritural: cultivaba -sobre
Hoy lo recordamos como maestro, como todo- el ensayo; se negaba la ficción y la poesía,
universitario, como figura pública. En verdad, géneros que tanto leía y disfrutaba, que tanto le
pareciera imprudente dedicarle un simposio sin sugerían y solía citar en sus ensayos.
mencionar su vocación docente, la fisga que lo Sobre este aspecto de su legado, aventuro
caracterizaba, el humor y un legado oral que aquí una hipótesis: su interés fundamental no
poco a poco decae en el olvido, como los mapas estaba orientado, en primer lugar, por la episte-
de un cuento borgeano ("Del rigor en la ciencia", mología, por la educación ni por la ética -presen-
1999, 11), arruinados, tratados con impiedad, tes en todas las veredas de su trayecto filosófico-
despojados -seguramente- de sentido. sino por la creación artística. No por casualidad
Hay algo efímero en la palabra hablada pero, advierte -a propósito de la obra de Antonio
como bien comprendiera Don Roberto, su vuelo Machado- que "la filosofía se presenta [...] como
propicia la seducción, tanto como la sabiduría: una propedéutica para la poesía" (198Ib, 230) Y
la palabra oral tiene "algo de alado, de liviano; agrega (citando a Machado): "La poesía, en cam-
alado y sagrado, como dijo Platón. Todos los bio [...] es el reverso de la filosofía".

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLII (lOS), 149-151, ISSN: 0034-8252, Eaero-Abril 2004
ISO ÁLVARO ZAMORA

Don Roberto parece haber considerado que de algunos seminarios sobre temas conexos"
los predios de la creación artística estaban veda- (Murillo, 1987, 9).
dos para él, como Matilde Urbach en el primer Ensayo elegante, riguroso, poblado de imá-
epígrafe de este recordatorio. Fascinado por ellos, genes literarias y de erudición, La forma y la
sin embargo, decidió visitarlos, entenderlos, des- diferencia tiende puentes entre autores y concep-
cribirlos. La depuración del arsenal epistemológi- ciones distintas-. Cuidadoso, atractivo y preciso
co y de las preocupaciones ontológicas (metafísi- parece su examen de las consideraciones sobre la
cas, incluso) tiene, en mi criterio, ese propósito. imaginación. Sorprende, sin embargo, que atienda
No se trataba de su única preocupación; como se principalmente a la Crítica de la razón pura, pero
sabe, también transitaba por otros caminos; mas que no haga estación en la Crítica del juicio, pues
a ninguno dedicó tantos esfuerzos. los derroteros del libro se orientan tanto o más
En el libro sobre Machado, por ejemplo, hacia terrenos de la estética que al de la ciencia o
propone una lectura de filósofo, es decir, un al de la epistemologfa', ya se piense en términos de
re-conocimiento: en la ficción literaria percibe la relación entre forma y materia, como si se consi-
reflejos de su propio interés: rostros -o, si se deran los problemas de la síntesis imaginaria y sus
prefiere: temas fundamentales- del pensamiento implicaciones en lo propiamente epistemológico,
occidental. Excusa suficiente, para leer con lentes en la reflexión sobre la belleza o en una eventual
de su conveniencia. fundamentación de la filosofía del arte. El párrafo
Don Roberto entró en la obra de Machado final del libro es revelador en tal sentido:
como se entra en un bosque: escogió las veredas,
orientó la marcha a su gusto, con sus instrumen- toda ontología poética o poesía ontológica adopta una
tos. Su lectura es, por tanto, una re-creación. forma que presenta, en un primer plano, el Sí y en un
segundo plano, el No, o viceversa. Si las metáforas de
Hay rasgos de ficción en el enfoque, a veces un
la ciencia esbozan tanto más la nada en cuanto más
atrevimiento o un manejo aventurado de las ideas
desimaginan el ente, las poético-ontológicas, por el
ajenas'. No se trata, por cierto, de un esfuerzo
contrario, la presentan en el nivel de la evidencia o
semejante al de Sartre en El idiota de la familia, en el de la sospecha. Si para la ciencia [...] Dios es
donde ficción y teoría se toman de la mano, se una hipótesis innecesaria, para nosotros, filósofos, es
complementan y, al hacerla, ofrecen sus claves al lo englobante que nos permite figurar, ya el ser en el
lector y le advierten que toda totalización teórica horizonte de la nada, ya la nada en el horizonte del ser
requiere de un esfuerzo imaginario. La pretensión (Murillo, 1987, 302).
de Don Roberto es menos ambiciosa: describir su
propio itinerario. Una lectura acuciosa revela su Pareciera que, en La forma y la diferencia,
interés más profundo, aunque menos teorizado, el esfuerzo para dar cuenta de lo imaginario-
quizá inconsciente: encontrar la piedra filosofal creativo se halla limitado al menos en dos
de la creación literaria, más precisamente, de la sentidos: por una parte, la síntesis imaginaria
creación poética. Algo semejante (aunque menos rehuye el análisis y el formalismo (como han
ambicioso y erudito) había procurado hacer con el de reconocer los acólitos del mismo Kant); por
lenguaje, en su tesis Comunicación y lenguaje en otra: la indagación de Don Roberto se tamiza de
la filosofía de Bergson. metafísica y parece limitada por su enfoque y
En La forma y la diferencia, su libro sus métodos. Amparado en los clásicos, prefiere
más importante, vuelve a revelar el propósito obviar a muchos autores, fuentes y enfoques que
indicado. El título induce a error, pues no se pueden confrontarse, no sin fecundidad, con Kant
trata de una obra gestada en los bosques de la y con los griegos (Husserl y Sartre, por ejemplo,
metafísica; su propósito tampoco es rehistorizar los postestructuralistas, la hermenéutica, para no
ciertas ideas o ejes del pensamiento occidental. citar perspectivas de orientación marxista). Por
La obra se ofrece como un esfuerzo epistemoló- eso, quizá, muchos pasajes que reclaman riguro-
gico pues, según informa su autor, surge de una sidad analítica han sido resueltos con el arte de la
"investigación sobre la imaginación como poder analogía o de la metáfora. Sucede aquí lo que el
de síntesis desde un punto de vista kantiano, y autor advierte en el CÍrculo kantiano:

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DE DON ROBERTO, ASUNTOS IMAGINARIOS 151

no se cierra [...]. El movimiento del pensar kantiano se 4. Kant, Platón y el mismo Sartre constituyen bue-
orienta indefinidamente hacia ese locus imaginarius, nos ejemplos.
hacia ese punto de infinito donde los opuestos se unen, 5. El mismo Kant lo ha mostrado, por ejemplo,
sin nunca reposar en él." (Murillo, 1987,88) cuando advierte talento e ingenio en el derrocha-
dor y tontería o vulgaridad en quien ahorra (1988,
Es notable la ausencia de perspectiva ética y 226-227). El filósofo de Konigsberg también
política pues, aunque se acepte, con Sartre, que indicó que, en el límite de la razón, "los hombres
"es estúpido confundir la moral con la estética", se piensan como libres" y agrega que de ello "pro-
parece evidente que la reflexión en torno a la ceden todos los juicios sobre las acciones tal y
como hubiesen debido ocurrir, aunque no hayan
imaginación y lo imaginario" favorece el trabajo
ocurrido" (Kant, 1996, 241).
en ética"
Dicha ausencia es evidente en el ensayo sobre
Machado, pese a que Murillo dejó hilvanados
allí, con fórmulas metafísicas, algunos indicios Bibliografía
del humanismo que orientaba su relación con los
Borges, 1. L. (1999) Obras completas (4 tomos).
estudiantes, sus luchas en la universidad y sus Barcelona: Emecé Editores.
críticas ciudadanas. De Cervantes Saavedra, M. (1959) El ingenioso hidal-
En aspectos como este, su obra ilustra ade- go don Quijote de la Mancha (2 tomos). México:
cuadamente esa ruptura entre el discurso y lo UIHEA.
escrito, a la que Gadamer hace referencia en "La Gadamer, H.-G. (19%) Elogio de la teoría (Discursos
fuerza expresiva del lenguaje". Con dicho autor, y artículos) (Ir. A. Poca). Barcelona: Península.
podría decirse que el lenguaje robertiano refleja Kant, I. (1977) Crítica del juicio (Tr. M. García
una tensión profunda entre el arte de escribir y Morente, 7" ed.). Madrid: Espasa Calpe.
(1984) Crítica de la razón pura (Tr, P. Ribas,
el de hablar; sobre todo a propósito de asuntos
___ o

3" ed.) Madrid: Alfaguara.


éticos, donde su legado oral fue más prolijo y
____ o (1996) Fundamentación de la metafísi-
menos abstracto que en sus libros. Tamizado, sin
ca de las costumbres (edición bilingüe, tr. 1.
embargo, por ese imaginario que se trasunta en el Mardomingo). Barcelona: Ariel.
parlamento de Don Quijote y que aparece como ___ o(1988) Lecciones de ética (lntr. y notas de
epígrafe de estas disquisiciones. R. Rodríguez, tr. R. Rodríguez y C. Roldán).
Barcelona: Crítica.
Murillo, R. (1987) La forma y la diferencia. San José:
Editorial Universidad de Costa Rica.
Notas
___ o (1981a) Tres temas de filosofía. San José:
l. Un ejemplo: la interpretación "refleja" del cogito- Editorial Universidad Estatal a Distancia.
para-otro que, según afirma, se encuentra "acogi- ___ o (1981b) Antonio Machado (Ensayo sobre
da plenamente por Sartre" (Murillo, 1981b, 62) es, su pensamiento filosófico). San José: Editorial
en realidad, contradictoria con el propósito sartrea- Universidad Estatal a Distancia.
no de El ser y la nada (cfr. Sartre, 1966,291-385). ___ o (1%5) Comunicación y lenguaje en la filo-
2. Los puentes o relaciones que Murillo plantea o sofía de Bergson. San José: Publicaciones de la
establece entre Kant y Platón merecen análisis Universidad de Costa Rica.
particular. Sartre, 1.-P. (1966) El ser y la nada (ensayo de onto-
3. Parece atrapado en la y Ia kantiana, donde la pasi- logía fenomenológica) (Ir. 1. Valmar). Buenos
vidad envenena desde el origen la posibilidad de Aires: Losada.
comprender, de forma verdaderamente sintética, ___ o (1976) Lo imaginario (Tr. M. Lamana, 3"
la imaginación y sus correlatos. ed.). Buenos Aires: Losada.

Rey. Filosofía Univ, Costa Rica, XLII (lOS), 149-151, ISSN: 0034-8252, Enero-Abril 2004

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