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Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada

Terminada la primera mitad del siglo XX el sector militar rompió el apoyo que le había
estado brindando hasta ese momento a la oligarquía, así pues, en la década de los 60’s
surgió el primer golpe militar a manos del General Juan Velasco.
En 1910, nació en Piura Juan Velasco Alvarado, en un hogar de clase media baja. En
1928 se enlistó como soldado, diez años más tarde ya tenía una exitosa carrera como
oficial, tres décadas después, tendría el mayor alto rango de las fuerzas armadas.
A causa de su trabajo, los militares eran los que más veían la desigualdad social en país,
al perder la guerra con chile se dieron cuenta que el verdadero enemigo era la falta de
solidaridad nacional, consecuencia de un gobierno excluyente.
Por otro lado, muchos militares sabían que la economía del Perú se había estancado en
la exportación de materias primas, eran conscientes de que para lograr una verdadera
evolución económica se necesitaba industrializar al país. Esto penetró en muchos
peruanos convencidos que se le debía arrebatar el poder a los sectores oligárquicos, que
eran percibidos como obstáculos para lograr la industrialización y la igualdad social.
Algo que diferenciaba este gobierno militar de los anteriores, es que en este se combinó
el carácter corporativo y el personalismo. Asimismo, Velasco quebró la política que se
tenía a Estados Unidos abriendo embajadas en Cuba y la Unión Soviética realizando
una serie de programas.
Por el lado económico, el “gobierno revolucionario de la fuerza armada” realizó una
notable redistribución de la propiedad. Los latifundios agrarios fueron expropiados por
el gobierno gracias a una ley de reforma agraria. Está expropiación fue técnicamente sin
compensación, en la mayoría de los casos el monto entregado era netamente simbólico.
Una vez terminada la expropiación de tierras, estas se repartieron entre los operarios
estables, dejando sin tierras a los trabajadores temporales, siendo estos los más pobres
en las zonas rurales. Esta ley modificó a la organización de las empresas a las que les
pertenecían las tierras, cuando expropiadas de estas y entregadas a los campesinos, se
mantuvieron como organizaciones donde los mismos trabajadores serian los dueños que
laboraban mediante una cooperativa (costa) o comunidad (sierra).
Aunque estas reformas fueron percibidas como rentables, llegó el cese económico
producido en parte por la crisis del petróleo en 1973, esto en conjunto con el fracaso de
las reformas de la propiedad de las empresas hizo que el gobierno no pudiera continuar
con su política redistribuidora. Durante los primeros años de la década de los 70’s se
había comprado gran cantidad de armamento militar, lo que nos generó una gran deuda
externa. Los problemas económicos provocaron el fortalecimiento de las luchas
sociales. Huelgas generales evolucionaron a movilizaciones callejeras que crearon una
sensación de inquietud en el país.
En 1978, se convocó una Asamblea Constituyente para escribir una nueva constitución
que sustituyese a la de 1933. Esta Asamblea fue presidida por Haya de la Torre a sus 83
años. La nueva constitución fue promulgada en 1979, esta expresó las ideas
desarrollistas de ese contexto, dándole al Estado mayor protagonismo económico.
Permitió el voto a analfabetos, lo que produjo un mayor mercado electoral.
Cuando finalmente se llevaron a cabo las elecciones en 1980, el resultado sorprendió a
muchos, ya que se esperaba una decantación de los votos a favor de la izquierda,
recogiendo la ideología del General Velasco, pero no fue así. Muchos analistas opinan
que esto fue debido a los votos de los campesinos analfabetos a quienes las reformas en
el gobierno militar habían ignorado y en algunos casos perjudicado.

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