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Sentencia T-881102
La Sala Séptima de.revisión de la Corte Constitucional integrada por los magistrados Clara Inés
Vargas Hernández, Alvalo Tafur Galvis y Eduardo Montealegre Lynett, quien la preside, en ejercicio
de sus competencias constitucionales y legales, específicamente las previstas en los artículos 86 y
241 nutneral 9o, de la Constitución Política y en los artículos 33 y siguientes del Decreto 2591 de
199 1, ha proferido la si guierrte
SENTENCIA
dentro del proceso de revisión de los fallos, profelidos por la Sala Civil y de Familia del Tribunal
Superior de Distrito Judicial de Cartagena y la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia,
en primera y segunda instancia respectivamente, dentro del expediente de tutela T-542060; y de los
fallos proferidos por el Juez Promiscuo Municipal de Morales (Boiívar) y el Juez Promiscuo del
Circuito de Simití (Bolívar), en primera y segunda instancia respectivamente dentro del expediente
de tLrtela T-602073.
I. ANTECBDENTES.
Expedierrle T-542060
Circunstancias previas al problema jurídico que plantean las sentencias de tutela ob.ieto de
rcr'isión.
1. En el segundo sernestre del año 2000, el Instituto nacional penitenciario y carcelario INPEC y el
Distrito Turístico y Cultural de Carlagena de Indias, celebraron el convenio irferadministrativo No.
1580 de 2000, mediante el cual el INPEC se obligó, entre otras, a recibir err la Cárcel de Distrito
Judicial de Cartagena a los contraventores enviados por las autoridades del Distrito de acuerdo con
las leyes vigentes en la materia; a su vez, e) Distrito de Cartagena se obligó entre otras, a "cubdr el
pago de los sen¡icios públicos que dernande la utilización delpabellón designado por el INPEC para
Ios contraventores en proporción equivalente al uso del mismo..." (folios 62,63 y 64),
2. Eli virtud de 1a ejecución del referido convenio, la Cárcel de Distrito Judicial de Carlagena, desde
el mes de marzo del año 2001 , inició Ia atenciólr de los contravetitores cuyo nútmero había oscilado
hasta el mes de septiembre de 2001 entre 180 y 200 personas. Esta situación encareció los costos de
funcionamiento del plantel carcelario, entre ellos el rubro a pagar por concepto de energía eléctrica
(folios 57 ,94 y 95).
.t:
de 2001), había cumplido todas
3. A pesar de que el INPEC hasta la fecha de los hechos (Septiembre
las obligaciones contractuales, el Distrito de Cartagena se clesentendió
por completo del asunto'
iniciandi una cadena sucesiva de incumplimientos, entre los cuales se encuentra
el no pago
de los mismos por parle de los
proporcional de tos servicios pitblicos án función del uso
contraventores (folios 57,58, 86).
6. por otro lado y cle manera simultánea cliversas autoridades encargadas de la seguridad tanto en el
de Bolívar oficiaron copiosamente a la dirección de
Distrito de Cartagena como en el Departamento
medidas de seguridad: traslado cle
la Cárcel de Distrito Jgdicial de Carlagena solicitando la toma de
de seguridad, esttldios
presos, reentrenamiento del personal, iotalecimieuto de las meclidas internas
gra\¡es problemas de orden
de vulnerabiliclad del penal, át.., to,lo con el objetivo de prevenir. ante los
público, tanto 1a sublevación como la posible fuga de algunos reclusos (folios 68-12,73-75, 78-83)"
9. A partir del racionamiento cle energía se empezaron a preseutar los siguientes hechos que
constituyen el fundamento de la demancla: Primero. En la Cárcel de la Ternera, el sunlinistro de agua
poru uro, sanitarios se opera mecliante el uso de motobontbas, para que éstas funcionen se requiere
Lnergía eléctrica. Segundo. Por razones de seguridad carcelaria. no existen fogones de gas, por tanto
la cocción y preparación de los alimentos al interior del penal se realiza mediante estufas eléctricas.
Tel'cero. Por el lugar geogl'áfico (costa caribe) las sitr.raciones ambientales son en ocasiones
insopoftables y ante el calor excesivo se hace necesario el uso de abanicos, que también funcionan
con energía eléctrica. Cuatto. Por el estilo y la época de la construcción de la cárcel, existen zonas
lrluy oscuras en las que se hace indispensable la iluminación ar1ificial, la cual opera por razones de
seguridad mediante energía eléctrica. Quinto. El número de personas recluidas es cercallo a 1200
(folios 1-3).
10. Los actores señalan como derechos fundamentales vulnerados: El derecho a la vida (artículo 1 1).
El derecho a ser protegido por el Estado por la indefensión fisica derivada de la privación de la libeftad
(artículo I3). El derecho a la salud (artículo 49).El derecho a gozr de un ambiente sano (artícr.rlo
79). (folio2).
Decisiones de instancia
1 1. La Sala Civil del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Cartagena tuteló los derecl.ros
:
':,:a::
12. Consideró el Tribunal o'...que efectivamente el cofte o racionamiento del servicio de energía
eléctrica, por parle de la sociedad demandada, al centro ca¡celario San Sebastián de la Ternera, aunque
justificado, afecta o pone en peligro la vida la integridad personal y por ende la dignidad de los
reclttsos..." Y continua "...Si bien es cieúo, que el cofte, suspensión o racionamiento del servicio de
energía... se encuentla amparado por la ley, no es menos ciefto, que esta medida resulta
desploporcionada en este caso coltcreto, plles el interés económico de la empresa prestadora del
servicio domiciliario, debe ceder ante el interés superior ¡r concreto deI estado, que se materializa ell
el efectivo funcionauriento y seguridad de los centros penitenciarios, contando en todo caso, la
empresa prestadora del servicio domiciliario, con los medios judiciales pertinentes, para obtener Ia
cancelación de la deuda." (folio 1 10) ,
Segunda instancia.
13. La Sala de Casación Civil de la Corle Suprema de Justicia en segunda instancia decidió revocar
la sentencia del a quo y en su lugar denegó la tutela invocada. Afirmó el ad quem que en casos
similares la Corle Suprema había sostenido qr-re la acción de tutela "no procede para debatir ternas
referentes a la instalaóión suspensión y reinstaiaciór-r de servicios públicos, toda vei que normalmente
los derechos allí involucrados emanan de una .relación contractual y no, por tanto, de rango
fundamental, de donde aflora que los conflictos que de allí puedan emerger, deben ventilarse a través
de los mecanismos de def'ensa en la vía gubernativa o a través de las acciones judiciales peftinentes."
(folio 8 segundo cuaderno).
14. Para el ad quentes claro que existe un incunrplimiento contractual por parte de la administración
del centro penitenciario, y qlre tal circunstancia en virtud del artículo 140 de laley 142 de 1994 da
lugar a la suspensión del servicio. Sobre el particular afirmó: o'En este orden de ideas, no se vislumb¡a
proceder arbitrario de la entidad accionada, ya que su actitud encuentra soporte en la relación
contractual existente y naturalmente en las disposiciones legales que la gobieman, destacando a
propósito de los derechos invocados por los accionantes que la supuesta vulneración no aflora del
comportamiento de Electrocosta S.A., que según io reseñado es legítimo y por consiguiente la
3
protección reclamada se toma irnprocedente, siguiendo la preceptiva que consagra el altículo 45 del
decreto 2591 de 1991." (folio 10 segunclo cuaderno).
15. Concluyó el ad qttetn que, "los cuestionamientos veftidos en el escrito de solicitud de tutela no
provienen de un compofiamiento aislado, voluntarioso o arbitrario cle la entidad accionada", sino que
recaell en la "actitud injustificable y negligente relacionada con el no pago del servicio pÍrblico
dispensado por los períodos factnrados", irnputable a la aclministración del centro penitenciario, por
1o cual no resulta "clesproporcionado el proceder de la accionada, quien, por lo demás se ha limitado
a disponer racionamientos con la esperanza de generar una actitud que se acompase con las
obligaciones nacientes de la relación contractual incurnplida." (Folio 1 1 segundo cuaderno).
Así mismo esta relevancia se pone de rlanifiesto frente a los casos concretos, en los que. las
condiciones materiales, de los actores y cle los dernás reclusos en un caso, y de los habitantes dei
rnunicipio del Arenal en el otro, obligan al juez de tr-rtela a considerar el concepto normativo de
dignidad humana, ya como lundal¡ento de Ios derechos invocados (derecho al ambiente sano, derecho
a la protección por pafie del estado, derecho a la salucl y derecho a la vida), o como entidad normativa
autónoma, ya sea como derecho fundamental o como principio constitucional.
10. PaLa la Sala una síntesis de la configuración jurisprudencial del ref-erente o del contenido de la
expresión "digr-ridad hurrana" corno entidad normativa, puede presentarse de clos maneras: a parlir de
su objeto concreto de protección y a partir de su funcionalidacl normativa.
Al tenet'como punto de vista el objeto de protección del enunciaclo normativo "cligniclacl hurnana", la
Sala ha identificado a 1o largo de la jurispruclencia de la Cor1e, tres lineamientos claros y
diferenciables: (i) La dignidad humana entendida como autonomía o como posibilidad de diseñar un
plan vital y de determinarse segirn sus características (vivir como quiera). (ii) La dignidad humana
entendida como ciertas condiciones materiales concretas de existencia (vivir bien). Y (iii) la digniclad
humana entendida como intangibilidad de los bienes no patrimoniaies. integriclad física e integridad
rnoral (vivir sin hurnillaciones).
De otro lado al tener como punto de vista la funcionaliclad, del enunciado normativo "dignidad
humana", la Sala ha identificado tres lineamientos: (i) la dignidad hrimana entendida corno principio
fundante del orclenamiento jurídico y por tanto del Estado, y en este sentido la dignidacl como valor.
(ii) La dignidad humana entendida como principio constitucional. Y (iii) la dignidad humana
entendida como derecho fundamental autónorno.
1 1. Estos seis aspectos no representan de manera alguna una postura clefinitiva y restringicla del objeto
protegido, del mandato de acción, de las razones normativas o de la configuración de los límites, en
que el enunciado normativo de la "dignidad humana" se concreta. Por el contrario encuentra y
recorloce la Sala, la riqueza tanto conceptual como funcional de Ia dignidad humana como concepto
normativo, de tal fonna que el énf-asis o el acento que reslrlte plresto eu uno de los sentidos expresados
para efectos de la argumentación y en general de la solución jLrrídico constitncional de los casos
coltcretos, no implica la negación o la pérdida de validez de los demás, incluso de las que no aparecen
en este fallo relacionadas. En este sentido no importar'á para efectos de la validez-éxistencla de la
nol'lna jLrrídica implícita en el enunciado normativo "dignidad hllmana", que la misma se exprese
como derecho fundamental, cotno principio constitucional o como valor; y en el mismo sentido, que
aparezca como expresión de la autonomía individual, corno expresión de cieftas condiciones
materiales de existencia, o como expresión de la intangibilidad de ciertos bienes.
r:i 13. En la sentencia T-532 de 7992.Ia Corle señaló la estrecha relaciónl2| entre la liberlad individual
y la dignidad hunana. A su vez, en la sentencia C-542 de 1993, en la cual se pronunció sobre la
constitucionalidad de normas antisecuestro, la Cofte recurrió al imperativo categórico kantiano, para
reforzar la idea según la ctnl no puedenl3lsuperponerse los intereses generales a los derechos
fundamentales, especialnente los de la libenad y la vida que son "inherentes" a la dignidad del ser
humano. De igual manera Ia Corte insistió[4.] en que la dignidad se "logra" con el pleno ejercicio de
Ia libertad individual. En Ia sentenciaC-221 de 1991,la dignidad constiuyó uno de los fundamentos
constitucionales para la despenalización del consumo de dosis personal de drogas ilícitas, la Corle
corisideró la dignidad humana como el fundamento de la libefiad personal, que se concreta en la
posibilidad de elegir el propio destino[5'1, cuando dicha elección no repercuta de rnanera directa en
la órbita de los derechos ajenos. En la sentenciaT-477 de 1995. la Corte al estudiar el caso de la
readecuación de sexo de Lur menor, decidió proteger los derechos fundamentales del. menor con
fundarnento en la caracterización§ de la dignidad humana como autonomia personal. En la sentencia
T-472 de 1996, la Cofte estableció que las personas jurídicas no son titulares de los derechos
fundamentales a la honra y al buen norrbre, debido a que los r.nismos constituyen una,"derivación
directa del principio de dignidad hutrana", en esta oportur-ridad se pronunció sobre el contenidolllde
la dignidad asociándola a la autonomía individual. En la sentencia C-239 de 1997,la Corte creó una
causal de justificación o eximente de responsabilidad, en el caso del hornicidio pietístico; uno de los
ejes de la argumentación fue el de la dignidad entendida como autonomíal8] del enfermo para decidir
sobre su vida en determinadas circunstancias. En la sentencia T-461 de 1998, la Corte decidió que la
pr'áctica consistente en lirnitar la actividad del trabajador a acudir al sitio de trabajo y no pennitirle
desarrollar las labores para las cuales fue contratado, al estar dirigida a configurar despido iudirecto,
afecta[9] la dignidad humana en tanto imposibilita al trabajador el despliegue de la actividad y el
"desarrollo de su ser".
14. En la Sentencia T-596 de 1992, la Corle ordenó realizar al-eunas reparaciones en un centro
penitenciario a parlir de la accióu de tutela presentada por un recluso que donría en un lugar
incómodo expuesto a malos olores. con letrinas abicftas. etc." para la Corte en este caso la dignidad
opera corno calificativo[10] de la forma de vida, de la oual se despreude unarelación entre la di-snidad
=
'f -124 cle 1993, la Corte tuteló eI
)/ Lrnas ciertas concliciones materiales cie existencia. EIr la setrtencia
ierecho de petición cle rrna persona cle la tercera edacl que solicitaba el recottocitr"liento cle la irensión.
E,n esta oportrrniclacl scñaló la relación[11] cxistente etttre la iguaklad l.n:rterial, las concliciones
rnateriales cle vicla y 1a cligniclacl. En l¿r sentencia C-239 de 1997. la Col'te creó ttna causal de
jLrstificación o eximónte cle responsal¡iliclacl, en el caso del homicidio pietístico. Uno de los ejes de
1a argu¡entación {te el cle la cligniclacl. pero ahora en luncióu cle las condiciones materiales[12] de la
vicla clel enl'ermo. En la Seltencia T-296 cle 1998, la Corte revisó la acciótt cle ttttela presentada por
r¡ra persona recluicla en ¡ua cárcel con problemas de hacinarniento 1'qtre tenía que clortttir sobre tttr
piso húmeclo, lugar cle paso cle otros reclusos. Aunque en este caso la Ct¡rte no concedió la tutela por
existir hecho superaclo (lihertacl clel actor) si se protiunció sobre la rel:rción[13] entre el liacinamicnto
penitenciario la rligniclacl irumanay las concliciones ntateriales de existeticia. Hn [a selrtencia C-521
cle I998, la Corte cleclaró inexequible unir nonnA clet código de tránsitt'r qLre clisponía qtle para ef-ectos
cle Ia capaciclad cle transporte clc pasaieros, los niños nrenol'es c1e 7 años se considerltríall cclll-lo medio
paszrjeró; las razones giraron en tonlo a las cotrcliciones[14] de cottlocliclad y segtrricled durante ci
iransporte como preclicaclos cle la cligniclnd hunrana. En la sentelicia'f-556 de 1998, Ia Corte conceclió
la t¡tela clel clerecho a la salucl y'al clesarrollo arrnónico l'ísico 1' psíquico de tttla lilenor bajo la idea
cle la dignid¿rcl hur¡ana en función cle las necesiclades materiales[151. por consigttiente ordetló el
cumplimiento cle la prescripción rnéclica consistente en el sulniltistro de silla cle riiedas. []n lil
seple ncia T-565 cle 1999, Ia Corte ordenó a unil [i.P.S. sumittistrar pairalc's (excluidos del POS) a una
persona clc la tercen edacl con clificultaclcs ecouól'nicas ).c()t-l tiu problettilt cle control cle esfíllteres;
en este c¿lso es clara i¿r relaciónli6] existente entre la clignidacl huln¡tra v las concliciones materitles
cJe existencia. En la sentenci¿r C-012 cle 2001. la Corte revisó la constiiucionalidad cle un trataclo
internacional sobre repatriación cle presos; en este caso coitsideró que la dignidad uo se restringe a la
creación cle l¿rs condiciones[17] cle vida cligna sino que se extiencle a la obligacitin de vel:rr por que
se alc¿rnce tal resultado.
1 5. En la sentencia T-401 de 1992, la Co$e resolvió el caso de reclusos inimputables por demencia
cuya medicla de seguridacl cle internación psiquiátrica se había prolongado indefinidamente lo cual
constituía una pena o trato cnrel, inhumano o degradante, que clarauente afectal18] la digniclad
hunrana. En la sentencia T-402 de 1992,la Corle revisó la tutela interpuesta por la madre de un niño
a quien su profesora le castigó poniéndole un esparaclrapo en la boca, la humillación[19] padecida
por el menor fue una de las razones para determinar la procedencia de la tutela de sus derechos. En
la sentencia T-123 de 1994, la Corte al estudiar Lrn caso de violencia intrafamiliar, tuteló los clerechos
de una Ílenor a parlir del enunciado normativo "respeto a la dignidad ht¡mana" dei cual se
desprendel20]eI derecho fundamental "a la integridad física y moral". En la sentencia T-036 de 1995,
Ia Corte puso de presente la relación entre la noción normativa de clignidad y la integridad física. De
tal forma que es la prohibición[21] de someter a persona alguna alarealización de "trabajos forzados"
la que pennite perfilar el contenido del ltamado derecho a la "dignidad hutlana." En la sentencia T-
645 cle 1996,|a Corte resolvió el caso de una señora a quien después de varias ¡evisiones médicas no
le resolvían sus problemas de salLrd. La Cofte tuteló el derecho a la integridad física el cual es
"manifestación directa del principio de la dignidad hurnana"[22.1. ordenando la revisión de la actora
por parte de un especialista. En la sentenciaT-572 de 1999, la Corte al resolver el caso cle una mujer
que perdió la fisonomía de su cllerpo despr"rés de una operación de senos, conceciió la tntela del
derecho a la integridad física en relación[23] con el derecho a la dignidad humana, ordenando la
realización de una cirugía estética. En la sentencia T-879 de 2001, la Corte al resolver el caso de un
delincuente gravemente herido que fire esposado a la cama clel hospital por el policía custodio, tuteló
los derechos del herido bajo el argumento según el cua[, tal situación constituía un trato cruel que
representaba una "vlrlneración de la dignidad humana"[24].
SÍntesis de las líneas jurisprudenciales acerca del conteniclo material de la expresión normativa
"dignidad humana".
16. A partir de esta serie de pronunciamientos de la Corte Constitucional, la Sala concluye que el
referente concreto de ia dignidad humana está vinculado con tres ámbitos exclusivos de la persona
natural: la autonomía individual (materializada en la posibilidad de elegir un proyecto de vida y de
determinarse segúrn esa elección), unas condiciones de vida cualificaclas (referidas a las circunstancias
materiales necesarias para desan'ollar el proyecto de vida) y Ia intangibiliclad del cuerpo y del espíritu
(entendida como integridad física y espiritual, presupuesto para la realización del ployecto de vida).
Estos tres ámbitos de protección integran, entendidos en su conjutrto, el objeto protegido por las
tlorulas constitncionales desarrolladas a partir de los enunciados normativos sobre "dignidad",
principalrnente el contenido en el artículo 1 (Colontbia es un Eslaclo social de derecho, organizaclo
enforma de República unitaria,...fitndoda en el respeto de la dignidad hunruna...), y de manera
.secundaria,los contenidos en los ar1ículos 25 (Toda persana tiene clerecho a tm trabajo en condiciones
r':J1::. dignas y jttstas), 42 (la honra, la dignidad y la intintidad cle lafcunilia son in,-iolables) y 51 (foclos
i -.rif los colombianos tienen derecho a vivienda digna).
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17. Sin embargo, para la constmcción de las normas en función del objeto de protección delimitado,
.. ¡'1.ii' la Corle no se havaliclo únicainente de los enunciados normativos de los aftículos 1,25, 42y 5l en
,,. los cuales las palabras *dignidad'y'"digruas", ya como sustantivo, ya como adjetivo, aparecen de
manera literal; la Corte, por el contrario, ha recurrido a la delimitación de los referidos ámbitos de
protección, a partil de múltiples enutciados norinativos o disposiciones constitucionales. Ilustrativo
es el caso de la contenida en el aftículo 12 (Nadie será sonetido a desapctriciónforzada, a torturas
ni a lrotos o penas crueles inhutnanos rs degradantes) de la cual la Corte, junto con el enunciado
normativo del "respeto a la dignidad hutnana" ha extraído la norma consistente en el derecho
fundamental a la integridad física y moral.[25]
Ignalmente ilustrativo es el caso del enunciado normativo contenido en el at1ículo 13 (el estoclo
prornoverá lcu; concliciones pctra que la igttaldad sea real y efectiva), el cualjunto con el enunciado
normativo del"respeto a la dignidad huntana" ha servido para perf'ecciouar el objeto de protección
de la dignidad entendida como posibilidad real de acceder a cieftos biene§..,o selvicios
materiales[26] o de disfiutar de ciertas condiciones de vidal2T], situaciones que en principio deben
ser garantizadas por el Estado mediante la distribución de bienes y servicios[28]. ,,¿::r:
.1, r.
En el mismo sentido se puede mostrar el caso del enunciado normativo contenido en el artículo 16
(todas las personas Íienen derecho al libre desaruollo de lapersonalidacl) del cual la Corte junto con
el enunciado normativo del"res¡teto a la dignidad hutnana" ha delimitado el objeto de protección de
la dignidad entendida como posibilidad de autodeterminarse[29] según el propio destino[30] o la idea
parlicular de perfección[31], con el fin de darle sentido a la propia existencia[32.l.
Esta descripción de los ámbitos de protección a paftir de ciertas relaciones existentes entre los
enunciados nomativos contenidos en los aftículos I (di-enidad humana), 12 (prohibición de tratos
inhumanos), 13 ( principio de igualdad material) 16 (derecho a la liberlad); plantea el problema de la
delimitación del árnbito de protección de las nonnas jurídicas que consagran derechos fundamentales,
el cual una vez resuelto, pennite racionalizar los contenidos de ia Constitución, y lograr la protección
efectiva de los lnismos.
19. Pasará ahora la Cofte a definir el aspecto de la funcionalidad del enunciado normativo "respeto
a la dignidad humana" en el ordenamiento jurídico colombiano. En este sentido se han identificado
T
tres lineamie¡tos: (i) la cligniclacl humana entendida como principio fundante del ordenamiento
jurídico y por tanto clel Estado, y en este sentido la dignidacl como valor' (ii) La dignidacl humana
entendida co¡-ro principio constitucional. Y (iiD la cligniclad humana entendida como derecho
funclamental autónomo.
20. para la Sala es claro que cuando Ia Corle Constitucional se pronuncia sobre valores, pasa
inmediata¡rente del plano normativo al plano axiológico. Esta duplicidad cle planos impide aclelantar
el análisis o el tratamiento cle un enunciaclo normativo, en este caso el de la dignidad hul.nana, a partir
del marco conceptual propio de la ciencia normativa del derecho.
Esta clistilción igualmente le permite a la Corle evitar rupturas metodológicas de otra manera
insalvables, puesLientras el plano axiológico opera bajo la lógica de "lo lttejor" el plano normativo
opera bajo la lógica cle "lo clebido". De esta forma consicleraciones que bien cabrían en el plano
ariológico no serían de recibo en el plano nonnativo.
Sin embargo, para efectos prácticos estas cliferencias se clilr-r,vert, pues los predicados de la clignidad
humana colnpaúen tan-rbién naturaleza normativa. La distinción es impo$ante para la comprensión
del concepto como fenómeno lingiiístico, de tal forma que cuando se afirma qtre la dignidad httmana
es el filnclamento clel ordenamiento jurídico y clel Estado, o qrle constituye el valor supremo de los
mismos, la operatividacl del concepto pasa clel plano prescriptivo al plano descriptivo. en este sentido
]a dignidacl humana constitu-ve un elemento clefinitorio del Estado social y de la democracia
constitucional, existiendo entonces una sueúe de relación conceptttal necesaria er,tre dignidad
humana y Estado social de derecho.
Pasará la Sala a revisar la fgncionalidacl del enunciado nonnativo "dignidad httmana" en el plano
axiológico a partir de la jurisprudencia de la Corle Constitucional.
21. Para la Corte en Ia sentencia T-401 cle 1992, la dignidad huntana es el principio fLrnclante del
ordenamiento jurídico que constituye el presupuesto esencial[33] de la consagración y efectividad
clel entero sistema cle derechos y garantias de Ia Constituci(rn. E,n la senten ciaT'499 de 1992,Ia Corte
toura la dignidacl humana como el valor filnclante collstitutivo del orden jurídico. En la sentencia T-
0i 1 de 1993, la clignidad humana constituy'e la base axiológica[34] cle la Cafta. En la sentencia T-
338 de 1993, la digniaaO htnnana se mnestra corno el principio fundante de la Constittlción y alavez
es una garantía[351 de las personas. En la sentencia T-472 de 1996,Ia Corle lo toma como rll-t
principió del que clerivanl36] derecl-ros fundamentales de las personas naturales. En la sentencia C-
045 de 1998 la di-eniclacl humana es el funclamento[37] del orclenamiento jurídico. En la sentencia C-
521 de 1998 la dignidad humana constituye el valor superior al cual están anejos[38.l los derechos
fundamentales. En la SentenciaT-556 de 1998 es un principio constitucional13g'l elevado anivel de
"f¡ndante" del Estado, base del orclenamiento jurídico y de la activiclad de las atltoridades pilblicas'
En la Sentencia T-1430 de 2000 la dignidacl humana constituye a parlir del E,stado social de derecho,
el pilar ético fundamental[40] del ordenamiento.
22.Enconclusión, para la Sala es claro que la dignidad humana caracteriza de manera definitoria al
Estaclo colombiano como conjunto de instituciones jurídicas. La importancia práctica de esta "faceta"
de la dignidad humana está mediada simplemente por la posibilidad de claridad conceptual.
El enunciado normativo "respeto a la dignidad humana", y las normas
jurídicas constitucionales.
23.Para la Sala es pahnario qr-re la nuda expresión "fundada en el respeto a la dignidad humana" no
pennite la identificación inmediata de ul"ra llorma jurídica. En este sentido recuerda la Sala que la
identificación de normas jurídicas a partir de enurciados normativos es la más imporlante tarea del
intérprete, y en el caso de los enunciados nomativos constitucionales, es una de las más importantes
tareas de la Corte Constitucional como la máxilna intérprete de la Constitución.
Este proceso de identificación de noriras, se presenta por lo general como un proceso implícito, en el
cual a parlir de enunciados nomativos detenninados, al realizar el análisis de hechos pafticulares, se
perfilan argumentos de tipo nomativo, que concluyen con una decisión obligatoria. Es obvio que el
racionamiento del juez constitucional no es el del lógico del silogismo. Sin embargo el juez
constitticional interpreta y aplica nomlas jurídicas, las cuales se estructuran a parlir de mandatos,
prohibiciones, pennisiones o potestades. Y frente a las cuales el ordenamiento prevé la posibilidad
de rnaterializar consecuencias. En últimas la estructura lógica de Ias nolmas pennite reconducir las
hipótesis de,los enunciados a ciertos supuestos fácticos comprensivos de Io ordenado, prohibido o
L ir:
permitido y a ciertas consecuellcias jurídicas rnás o rnenos determinables.
1":: l
Como conclusión, del tema que ocupa a la Sala, en aras de la identificación de las nol'rnas
constitucionales a paúir de los enunciados nolnlativos constitucionales sobre el respeto a la dignidad
humana, se af-u'mará la existencia de dos normas jurídicas que tienen la estructura lógico nonnativa
de los principios: (a) el prircipio de dignidad hum"ana y (b) el derecho a la dignidad humana. Las
cuales a pesar de teLrer la misma estructura (la estructura de los principios), constituyen entidades
nontativas autónomas con rasgos pafticulares que difieren entre sí, especialmente fiente a su
funcionalidad dentro del ordenamiento j urídico.
25. Pasará entonces la Sala a revisar la funcionalidad de la norma jurídica identificada a parlir del
enunciado normativo "dignidad hulrana", consistente en el principio constitucional de dignidad
humana, a partir de la jurisprudencia de la Corte ConstitLrciotlal.
"El respeto de la dignidctd hmnana debe inspirar todas las achtaciones del Estado. Los
funcioncu,ios ptiblicos están en la obligación de lratar a toda persona, sin distinción alguna, de
conformidad con suvalor intrhtseco (CP arts. l, 5 y 13).".
U'
{
"Los clerechos.ftntdomentales no incluyen sólo derechos ,uúieÍit,os )) garantías cottstitttcionales
(t trav-és de los cttales el inclit¡icluo se deJiendefi'ente a las actuaciones de las autoridades ptiblicas,
f atnbién incltty-e deberes ¡tosiÍivos cpre vinculan ct todas las ramas del pocler pr.iblico. No sólo existe
lct obligación negativa por parte del Estado de no lesionar b ertra inclis,idual, tantbién existe la
obligación positiya cle contribttir o lct realizctción efectfua de tales derechos. La razónitrrídica que
explica este compromiso posifivo clel Estado se encuentra en el ntandato cottstitttcional segtin el
cual, el Estado colontbiano se ftmda en el valor de la dignidacl lrutttana, lo cual determina, no
sólo t¡t deber negatiyo cle no introtnísión sino también un deber positivo de proÍección y
mcrnÍenitniento de condiciones de vidct digna.".
"El respeto a la dignidacl, es tm ntcotclato que obliga no sólo ct las atioriclctcles ptiblicas sino a los
partictlares, cucrlcpiera que seo la relación cpte exista enfre éstos. Es, en sí misnto, un principio
míniruoc/econyivencioyex¡:resióndetolerancict.
"Ahora bien, el principio de dignidacl httmana y el derecho a lo paz no stilo itnponen el deber cle
prevenir" la guerra .sino que, en caso de un conflicto ineliÍable, obligan al Estado o ntoriget'cu'str:s
efectos. De igual manera, siguiendo lo clátsula lv[artens, y en evidenle conexión con el principio
de dignidad humcma, el Estatlo colotnbiano estará obligado a lograr lo no utilización de meclios
que tengatl efectos desproporcionados confra los no contbatientes o que afecten la población
ciril.".
"Lcr efeclitidad de sus derechos constitttcionales de caracter prestctcionol y el real respeto por el
principio de clignidad hunona, no se tracluce ett la mera creación de condiciones de vida digna,
fconbién obliga a que las tnetlidas adoptados por el Estado efectivamente se dirijart a dicho
re,siltado y, odemás, a que el Estac{o se abstenga de lomar decisiones que impongan nlarores
cürgas a los asocictdo.s.".
"El principio de dignidad htunano, base tihima del sistema jut"ítlico, exige del Estado y de los
particulares w't cotnpronúso permanente por respeÍar los valores de igualdad, líbertad y
solidaridad... el respeto por la dignidad humano sltpone un reparto igualitario (sea formal o
material) de las condiciones de ejercicio de la libertac{. En esfe punto, ha cle tenerse presenÍe que
la realización de la liltertad depencle, en gran medida, de las condiciones materiales, de suerte
que la ¡nterpretación de los clerechos constitttcionales, seanftmdanrcntales o no, ha de tener por
26. El derecho a Ia dignidad humana, se constituye corlro un derecho fundamental autónomo, y cuenta
con los elementos de todo derecho: un titular claramente identificado (las personas nafurales), un
objeto de protección más o menos delirnitado (autonomía, condiciones de vida, integridad física y
moral) y ult l.necanisrno judicial para su protección (acciótr de tutela). Se consolida entonces cotno
verdadero derecho subjetivo.
Sin embargo, la Sala se pregunta si efectivarnente la dignidad humana, según los ámbitos protegidos
constituye como tal un derecho fundamental, y no se trata en cambio de un fundarnentol4l]de los
derechos fundamentales, a patlir de una determinada concepción antropológica de la Cafta. En este
últirno sentido la Cofie se ha pronunciado en varias oportunidades. Sin embargo, también se ha
referido a la dignidacl humana corlro Lrn derecho fundamental autónomo,
27.Pasaráentottces la Sala a revisar la trurcionalidad cle la norma jurídica identificada a partir del
enunciado normativo "dignidad humana", consistente en el derecho constitucional fundamental a la
dignidad hurnana, a paltir de la jurisprudencia de la corte constitucional.
--Fr "La dignidad (artícttlo lo. Constitución Política) es un atribtúo de la persona y, en cuanto fal,
todos tienen derecho o clue seon trtttados confonne a esa ditnensión específicamente httn.tana.".
.:lil "En estcts cit'cunstancias, la actuación en cllte incurrió Elver García al cerrar el camino,
obligando a los petentes a arrastrarse bajo el alambrado y a cargar lo que sus cansaclas espcldas
ptteden soportar, sobrepasa el dntbito del derecho rectl de servidtunbre y deviene en una violación
del derecho fundamental a la digidad hwnana, en un desconocintiento del deber de solidaridcrcl
exigible a todo individuo en un Estodo Social de Derecho, y obliga al juez de tutela a hacer
efectiva la especiol protección clue otorga nuestra Carta Política a los personas de la tercerct
edad.".
"En consecuencia, en el caso cotxcreto del ntenor cuya protección se solicita, se reqttiere
garantizar la aplicación efectiva de las nonnas constitucionales que amparan los derechos a la
vida, a la dignidad huntana, a la integr idad fisica, a la salud, y en particular, los derechos cle los
n iños,.., ".
"Lo anterior perntite a la Sala concluir que, si bien es cierto que el derecho a la salud en principio
es ttn derecho prestacional, no lo es ntenos que, confornte a lareiteradajurisprudencia de esta
Corporación, adquiere el carácter deftmdamental cuando con su vulneración resulten afectados
o amenazados derechos ftmdtunentales conn la vida, lo integridad de la persona, la dignidod
huntana Lt otros que, de m(tnera atÍónoma, ostenten la colidad defundantentales.".
it
En la Sentencia T-888 de 2001, afirmó la Corte:
"Ello c{eja yer olrct t ulnercrción gruy-e a entida¿les constitttciottales conn el derecho a la digniclacl,
en la tnedida en (lue lratándo.se cle una persona que no atenta con ningunafuente cle ingresos y
que no tiene lo capacidad de operar en el mercado laboral, negarle mto pensión de int,alidez,
equiv-ale a someter arbitrariantenÍe su bienestar a la voluntctcl o capacidad de terceras personds,
lo que cotnpromete seriamente la dignidad, la igualtlctd v- la ctutonomíct."
Síntesis
28. En la mayoría de los fallos en los cuales la Corle utiliza la expresión "dignidad httmana" colno tln
eletnento relevante para efecto de resolver los casos concretos, el árnbito de protección del derecho
(autonomía personal, bienestar o integridad fisica), resulta tutelado de manera paralela o sirnultánea
con el ámbito de protección de otros derechos fundamentales con los cuales converge, sobre todo.
con aquellos con los cuales guarda r.rna especial conexiclad. como el derecho a la igualclad, el clerecho
al trabajo, el derecho al libre clesarrollo de la personalidad, el derecho a la identidad personal, el
derecho a la vida. el derecho a la salucl, eI derecho a la propia imagen o el derecho al mínimo vital.
entre otros.
Sin embargo, el cauce abierto por la Corte tiene una especial importancia en el desarrolio del principio
de la eficacia de los derechos fundamentales y de la realización de los fines y valores de la
ConstitLrción, sobre todo en 1o relativo a la concepción antropológical43] del Estado social de
derecho. Porque si bien la Sala l-ra identificacio tres ámbitos concretos de protección a parlir del
enunciado normativo del"respefo a la dignidac{ htntana," állbitos igualmente compartidos por otros
errunciados normativos de la Constitución (ar1ículos 12 y 16), una interpretación más comprensiva
de la Constitución pennite y'exige 1a identificación de nuevos ámbitos de protección que justifican el
trata¡riento jurisprudencial del enunciado sobre la dignidad, colllo un verdadero derecho
fundamental.
29.En este sentido, considera la Corle que ampliar el contenido de la dignidad humana, con tal de
pasar de Lrna concepción naturalista o esencialista de la rnisma en el sentido de estar referida a ciertas
condiciones intrínsecas del ser humano, a uÍla concepción normativista o funcionalista en el sentido
de completar los contenidos de aqLrella. con los propios de la dimensión social de la persona humana,
resnlta de especial imporlancia, al menos por tres razones: primero, porqLle penlite racionalizar el
manejo normativo de la dignidad humana, segundo, porque lo presenta más armónico con el
contenido axiológico de la Constitución de 1991, y tercero, porque abre la posibilidad de concretar
con mayor claridad los mandatos de la Constitución.
Con esto no se trata de negar el sustrato natural del ref'erente concreto cle la clignidad humana (la
autonomía individual y la integridad física básicamente), sino de sumarle una serie de calidades en
relación con el entorno social de la persona. De tal fonla que integrarían un concepto normativo de
I
!¿
De tal forma que integra la noción jurídica de dignidad humana (en el árnbito de la autonornía
individual), Ia libertad de elección de un plan de vida concreto en el marco de las condiciones sociales
en las que el individuo se desarrolle. Libertad que implica que cada persona deberá contar con el
máximo de libertad y con el mínimo de restricciones posibles, de tal tbrnta que tanto las autoridades
del Estado, como los particulares deberán abstenerse de prohibir e incluso de desestimular por
cualquier.medio, la posibilidad de una verdadera autodeterminación vital de las personas, bajo las
.¡i' condicione,s,sociales indispensables que permitan su cabal desalrollo.
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Así mismo,integra la noción jurídica de dignidad hurnana (en el árnbito de las condiciones nrateriales
de existencia), la posibilidad real y efectiva de gozal de cieftos bienes y de cierlos servicios que le
pemriten a.todo ser hutnano funcionar en la sociedad segirn sus especiales condiciones y calidades,
i.1*' bajo la lógica de la inclusión y de la posibilidad real de desarollar un papel activo en la sociedad. De
tal forma que no se trata sólo de un concepto de dignidad mediado por un cierto bienestar determinado
de maue¡a absü'acta. sino de un concepto de dignidad que además incluya el reconocimiento de la
diurensión social específica y concreta del individLlo, y que por lo tanto incorpore la promoción de
las condiciones qlte f-aciiiten su real incardir-ración en la sociedad.
El tercer ámbito también aparece teñido pol esta nueva interpretación, es así como integra la noción
jurídica de dignidad humana (er.r e[ámbito de la intangibilidad de los bienes inmateriales de la persona
concretamente su integridad física y su integridad rnoral), la posibilidad de qLre toda persona pueda
mantenerse socialmente activa. De tal forma que concluctas dirigidas a la exclusión social inediadas
por un atentado o un desconocimiento a la dimensión física y espilitual de las personas se encuentran
constitucionalmente prohibidas al estar cobijadas por los preclicados normativos de la dignidad
humana; igualmente tanto las autoridades del Estado como los pafticulares están en la obligación de
adelantar lo necesario para consewar la intangibilidad de estos bienes y sobre tódo en la de promover
políticas de iriclusión social a partir de la obligación de corregir los efectos de sit_traciones ya
consolidadas en las cuales esté comprornetida la afectacióu a los mismos.
,i.¡'
Para la Sala la nueva dimensión social de la dignidad humarla, normativamente determinada, se
coltstituye en razón suficiente para reconocer su condición de derecho fundamental autónomo, en
consonancia con la interpretación anlónica de la Constitución.