LAS PRÁCTICAS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA por Sergio Rascovan
Como se ha planteado en los capitulos precedentes, la escuela -tal como la conocemos hoy- ha sido un invento de la modernidad cuya funcion principal fue -y aun sigue siendo- la transmision y apropiacion cultural. Surgida como respuesta a las demandas y exigencias que las incipientes sociedades capitalistas industriales iban generando, fue la institucion encargada de adaptar a los sujetos a la logica de una maquinaria social que requeria mano de obra para nutrir el aparato productivo. Desde luego, en su seno se fueron potenciando alternativas instituyentes que promovieron la revision de sus aspectos mas funcionalistas y provocaron la toma de conciencia respecto de la busqueda de practicas escolares liberadoras. El cara y ceca de la escuela y de la educacion en general. Las logicas adaptativas y domesticadoras versus las criticas y emancipadoras. Las teorias y practicas reproductivistas frente a las transformadoras. Discusiones y tensiones tan antiguas y actuales como la educación misma. Es innegable que, a fines del siglo XIX y principios del XX, la educacion publica constituyo una idea revolucionaria que propicio la inclusion de los sectores populares y establecio un limite a las politicas de privilegio. Al mismo tiempo, no hay dudas respecto del paradigma de epoca desde el que se edifico la cultura escolar, priorizando los aspectos racionales, conscientes, medi-bles, evaluables. Si algo resulta claro y relativamente consensuado en la actualidad es que el dispositivo escolar no responde a las nuevas demandas y, por lo tanto, debe ser urgentemente revisado, reformado, recreado. Sin embargo, en la problemática se conjugan -al menos- dos factores que se imbrican: el formato de organización social (para nuestra época el capitalismo llamado "posindustrial"), por un lado, y las instituciones que lo sostienen y que, al mismo tiempo, pueden cuestionarlo e intentar transformarlo, por otro. De modo que la crítica a la institución escolar incluye -o debería incluir, también una crítica al modelo socioeconómico-cultural hegemónico.
ESCUELA, ESTADO Y MERCADO
Pensar la relación entre Estado, mercado y escuela resulta indispensable. En esa dirección, a los autores de este libro nos alienta una posición de prudencia respecto de algunas corrientes críticas -desde nuestra perspectiva- con cierta irresponsabilidad política. Por eso, advertimos sobre quienes cuestionan la educación pública estatal desconociendo el impacto que las políticas neoliberales produjeron en los países latinoamericanos en los últimos anos: vaciamiento de la educación y salud públicas, deterioro de las condiciones laborales y bajos salarios de los trabajadores. Lo propio de este tiempo es la pelea por la recuperación del derecho a la educación y a la salud para todos. Los sistemas educativos -y la escuela en particular- nacidos hace dos siglos y a ún vigentes -aunque con maquillajes varios- deben ser inexorablemente modificados. La advertencia es para evitar que los argumentos sobre los impostergables y necesarios cambios educativos sirvan de cauce a una refinada maniobra ideológica que, en nombre de la sensibilidad, del amor, del respeto por los niños, pretenda restituir políticas del privilegio. Los sistemas de dominación van cambiando con las épocas. El régimen disciplinario, autoritario, fue el principal en tiempos de apogeo de los Estados nacionales. Ese escenario rigió hegemónicamente hasta que el mercado (de la mano del capital financiero! comenzó a disputarle su lugar como principal regulador de la vida social. Argentina fue -con epicentro en los años 2001 y 2002- uno de sus más tristes y ejemplares exponentes. Recordemos que los anos del desguace del Estado se sostuvieron con teorías amparadas en nombre de la libertad. Así, la mitad de la población quedo marginada, excluida, literalmente afuera, desafiliada. El imperativo actual en educación es generar espacios para pensar, para crear, para darnos permiso a reinventar una institución que todavía tiene mucha vigencia y sigue siendo uno de los principales sostenes en la constitución de ciudadanía y en la promoción de los derechos humanos. Hacer de la escuela un ámbito más vivible será efecto del protagonismo y de la participación del colectivo que la compone, pero también del apoyo del Estado que, hasta ahora, es el único con capacidad política para garantizar el bien común. En esta línea queremos pensar la inclusión de los dispositivos de acompañamiento, particularmente de las tutorías en las escuelas secundarias y en las instituciones de educación superior. Como veremos más adelante, las tutorías pensadas como una bocanada de oxígeno en un sistema que necesita aire para ser-al menos- un poco más habitable. LAS PRÁCTICAS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA Los dispositivos de acompañamiento se enmarcan -por Lo general- en el campo de la llamada "Orientación Educativa". Por ello nos parece oportuno intentar ubicar brevemente los principales aspectos que la caracterizan. Comencemos por afirmar que existe un conjunto de acciones en distintos niveles y ciclos del sistema educativo que abordan un amplio espectro de problemáticas y de conflictos que atraviesan dimensiones pedagógicas, institucionales, sociales y subjetivas. Entre ellas, podemos nombrar las dificultades en los procesos de enseñanza-aprendizaje de los alumnos, el denominado fracaso escotar, los problemas de retención -básicamente- en los ciclos medio y superior, el abandono escolar y los conflictos de convivencia en las instituciones. A este listado debemos sumarle las diversas problemáticas psicosociales que atraviesan la vida cotidiana de los centros educativos, algunas de ellas vinculadas a la violencia, con el consumo de alcohol y otras drogas, con las problemáticas de inserción ocupacional y la elección de trayectorias futuras, con el "aprovechamiento" del llamado "tiempo libre", por nombrar algunas de las más significativas. Muchas de ellas son objeto de una intervención "especializada" y han sido nombradas como: "psicopedagoga-cas", "psicoeducativas", "de psicología educacional o escolar". Sin embargo, el concepto de "orientación educativa" ha sido el que mayor consenso género, al menos en muchos países de Latinoamérica y el mundo. La práctica de la Orientación Educativa está a cargo de profesionales con formaciones académico-disciplinares distintas: psicólogos, psicopedagogos, asistentes educacionales, psicólogos sociales, licenciados en ciencias de la educación, trabajadores sociales, maestros y profesores. Todos ellos, a pesar de sus diferencias, suelen denominarse genéricamente orientadores. Los procesos de institucionalización de estas prácticas son muy variados en el vasto territorio iberoamericano. En algunos países existe la carrera de grado denominada "Orientación", con cargos creados de orientadores en el sistema educativo e incluso su propio himno y sindicato (Costa Rica es un ejemplo de ello]. Departamentos de orientación, departamentos de psicología, gabinetes psicopedagógicos, equipos de orientación escolar o salud escolar, asesores y consejeros educativos o escolares, equipos o sistemas de tutorías son algunos de los diferentes nombres que reciben los dispositivos en el interior de las organizaciones educativas (véase el capítulo 9 de este libro). Podríamos concebir a la Orientación Educativa como el conjunto de discursos y prácticas -sostenidos por profesionales especializados- que promueve la interrogación de la dimensión conflictiva de las instituciones educativas, al mismo tiempo que colabora en el desarrollo y cumplimiento de sus funciones específicas. De este modo, en el marco de las variadas temáticas que hacen al funcionamiento institucional y a la vida cotidiana de los sujetos que la habitan, la especificidad de la Orientación Educativa puede situarse en la dimensión conflictiva propia de las intersecciones entre los sujetos, los grupos, las instituciones y las comunidades. La dimensión conflictiva está asociada a situaciones problemáticas específicas, pero también al malestar de la cultura en general. La particularidad de la Orientación Educativa respecto de otras prácticas en el campo de la educación haría referencia a intervenciones centradas en aquello que acontece en un "mas allá" de lo estrictamente pedagogico-didactico. Ese "más allá" estaría íntimamente asociado al malestar que, en términos generales, se produce a partir de que los sujetos deben resignar parte de los modos de satisfacción pulsional para resultar socialmente aceptables. Ese conflicto estructural se imbrica, de este modo, con las situaciones problemáticas de época. Podríamos pensar que el malestar subjetivo e institucional es una expresión de la cualidad conflictiva humara en situación. La función de la Orientación Educativa se desplegaría en un doble circuito. Por un lado, una posición analítica, clínica, en un sentido amplio del término, basada en la deconstrucción de la dimensión conflictiva de la vida en las instituciones educativas y del malestar como expresión de ella. Por otro, en una posición pedagógica centrada en la construcción de líneas de acción, de estrategias de intervención, de programas relacionados con la vida institucional y las problemáticas psicosociales de época. Allí donde ciertos discursos del saber técnico pedagógico buscan el cierre y obturan los conflictos en la vida subjetiva y social (muchas veces generando procesos de estigmatización), nos proponemos interrogarlos, atendiendo a ese "más allá" como vía para construir una dimensión enigmática de los conflictos con que nos enfrentamos. Sería el pasaje del conflicto a la configuración de una situación problemática. Para que ello ocurra, se trata de adoptar una posición clínica donde el profesional "orientador" intente hacer ingresar el conflicto en la lógica del síntoma, con la primacía de lo simbólico y su articulación significante, es decir, donde el conflicto pueda promover líneas de significación. En la misma dirección, se trata de favorecer la implicación de los sujetos participantes para permitir registrar que "yo/nosotros tengo/tenemos algo que ver con aquello que me/nos pasa". De ahí que podamos sostener, tanto en la clínica individual como en las prácticas institucionales, que el síntoma es enigma, opacidad singular y/o colectiva a descifrar. Insistimos en que la posición analitico-clinica del profesional que actúa en las instituciones educativas procura resistir incesantemente las maniobras que la cultura trama para que los conflictos sean recusados, camuflados, eludidos. En su lugar, debe advenir una forma de operar que promueva la búsqueda de un camino que habilite universos de sentido, abriendo interrogantes que colaboren en una configuración multicaule de una situación problemática. Es la vía que permitirá que los conflictos se redefinan, se elaboren, se reencaucen. Si algo aporta el psicoanálisis a la práctica clínica tanto a nivel individual como en la "numerosidad social" es, justamente, pensar los síntomas como producción de sentido. De este modo, la operatoria que transforma el conflicto en síntoma posibilitara la implicación subjetiva, permitiendo reconocer la existencia de un más allá de lo racional, otorgándole al sufrimiento sentidos propios, singulares. La implicación supone un movimiento que permite que el malestar generado por los conflictos pueda ir encontrando cauces para su tramitación, tanto individual como colectiva. La condición de síntoma y el malestar asociado pueden ayudar, entonces, no solo en el proceso de significación sino en la búsqueda de su transformación. En la medida que algo nos resulte molesto, podremos generar -a través de un pasaje de lo pasivo a lo activo caminos de elaboración. Ulloa hace referencia a los distintos colectivos humanos donde puede desarrollarse el pensamiento crítico. A través de la noción de numerosidad social intentaba dar cuenta de una práctica que va más allá del dispositivo psicoanalítico más habitual que, como el mismo sostenía, es incorporal y tripersonal: incorporal por la dupla analista-analizaste y tripersonal por la constitución social que nos habita. Dice el autor: Defino a la numerosidad social como el campo donde cuentan tantos sujetos como sujetos cuentan. El primer "cuentan" alude a la condición social del sujeto, porque son sujetos corpóreos que simultáneamente son perceptores y percibidos. El segundo "cuentan" alude a la condición hablante del sujeto, cuando puede hablar de lo que ve en su entorno o en sí mismo, donde reafirma su condición de sujeto singular. Allí convive la condición de sujeto social y sujeto singular. Como ambos "cuentan" son en reciprocidad, recorta la numerosidad social (Ulloa, 2008]. El mismo autor nos ensena que La clínica hace referencia a una práctica de la escucha, a una manera de tramitar, de procesar los datos de un campo, alejada de la medicina e incluso de la patología. La clínica como un proceder particularmente idóneo en tanto productor de pensamiento crítico, sostenido por un sujeto profundamente autocritico, capaz de poner sus convicciones, sus saberes, sus certezas en estado borrador. Obviamente, nos estamos refiriendo a la producción colectiva de pensamiento que posibilite que tos sujetos recuperen su propia inventiva, sus capacidades creativas y transformadoras. La escucha es un proceso de apertura a la "diferencia", a la otredad. Escuchar es la operatoria para registrar lo que el otro esconde, niega, enmascara. Es un oír más allá de lo dicho en ios decires, intentando captar la relacion que el sujeto tiene con el Otro. Mantener la confianza en la palabra y en el significante tiene precisamente el poder de asegurar la dimensión de lo imposible, en tanto que no hay discurso social que logre taponar el saber inconsciente. Tampoco el significante puede dejar de ser polisemico y equivoco. El inconsciente es un saber que habla en aquello que decimos sin querer o mas allá de nuestra intencion, es ese plus de significación que nos sorprende cuando el otro escucha algo distinto a lo que creiamos que estabamos diciendo; es ese efecto que se produce en el encuentro con el Otro en el que, de algun modo, "somos dichos" en lo que decimos (Zelmanovich, 2009). Los conflictos institucionales y subjetivos tienen, en algunos casos, un caracter relativamente previsible, mientras que en otros, estan dominados por lo imponderable. Por ello, en ciertas ocasiones el profesional "orientador" puede anticiparse a través de diferentes dispositivos, programas y estrategias de abordaje, y en otras circunstancias, requiere del analisis caso por caso, a partir de una lectura situacional. De manera que la posición clínica se complementa con la posición que hemos denominado "pedagógica". Ambas deben ser interpretadas como construc- tos teoricos mas que tacticos. En La cotidianeidad de La vida institucional no serian -necesariamente- distinguibles. Mientras la posición clinico-analitica esta centrada en la escucha, la segunda permite planificar acciones que colaboren en La eficacia del funcionamiento del dispositivo escolar y de la salud de los diferentes actores. Las practicas de La orientacion se enfrentan en la actualidad a realidades muy complejas donde Las instituciones y sus actores estan cada vez mas interpelados y demandados. En este contexto, se desenvuelve la especializacion de esta función en Orientación Educativa, con nuevas perspectivas teorico-prac-ticas que la sustentan. Nuestro desafio es intentar articular y aportar al mejoramiento del funcionamiento institucional en las circunstancias y situaciones agudas que viven las sociedades y Las organizaciones educativas en la actualidad, pero tambien al respeto por la subjetividad y la produccion singular de los diferentes actores que la componen. Es un trabajo de gestion y de clinica al mismo tiempo, en un despliegue que, como hemos dicho, es de doble circuito. La Orientacion Educativa asi pensada es irreductible a lo pedagogico, sociologico y psicologico. Por eso, insistimos, no se trata de una disciplina sino de un campo de problemas abordable desde una logica transdisciplinaria. En sus diferentes matices, con sus particulares recursos, podemos aventurarnos a sostener que la Orientacion Educativa constituye -en conjunto- una estrategia de acompanamiento de los diferentes actores que componen la escena educativa. Y, como tal, supone una tarea artesanal donde los saberes, las tecnicas y los recursos de los profesionales estan al servicio del abordaje y la resolucion de las problematicas particulares y singulares de cada institucion, revalorizando las capacidades instituyentes de Los sujetos que la componen. En esta direccion, la eficacia de las practicas de orientacion estara asociada a su inclusion e integracion en el proyecto educativo institucional. El caracter artesanal y situacional de esta practica implica una lectuna aguda de las problematicas propias de cada institucion. De modo que, a partir de lineamientos generales precisos de los organismos estatales, cada jurisdiccion y cada una de las instituciones educativas deberan encargarse de definir como organizar los dispositivos especificos de orientacion. Esto supone, entre otros aspectos, promover espacios de encuentro e intercambio con los docentes, los estudiantes, las autoridades y los padres; elaborar las estrategias y los recursos necesarios para anticipar y actuar frente a situaciones de malestar que puedan generar diversos conflictos; acompanar a los alumnos individual y/o grupalmente en situaciones problematicas de distinta indole, tanto de aprendizaje como de adaptacion a la vida escolar; generar espacios de encuentro grupal que favorezcan el intercambio y la integracion de todos los alumnos. La propuesta que compartimos los autores de este libro trata de fundar un espacio diferenciado de discurso tecnico pedagogico que sobreentiende la escena institucional. Ese discurso, que muchas veces viste diferentes ropajes, segun la moda de las distintas corrientes pedagogicas o psicologicas, basa su arquitectura en un ideal de adaptacion total del sujeto al medio (sociocultural) y a la institucion. La operatoria tradicional de sobreentender el escenario escolar se funda en la posesion de un saber supuestamente cientifico que produce una practica sostenida exclusivamente en la eficiencia de la tecnica. De esta manera habria un discurso que hace cierre sobre lo instituido, que no pone en evidencia la ideologia que lo atraviesa, que confirma plenamente el orden establecido y las estrategias de acomodamiento. Un modo de operar a partir de la creacion de certezas, de la imposicion de verdades y de la transmision de creencias. Frente a esta concepcion, proponemos una perspectiva critica, un abordaje desde la complejidad que desnaturalice los fenomenos sociales y que propicie la deconstruccion de las tramas que tejen las situaciones problematicas institucionales. Este enfoque se propone confrontar con las concepciones de Orientacion Educativa que se presentan "neutras" desde el punto de vista ideologico y alejado de toda reflexion sobre La cuestion de las finalidades sociales que persiguen. Plantea una mirada cuestionadora del orden social vigente, postulando la intelecci on de los procesos sociohistoricos desde las relaciones de poder que en eLlos existen. Se trata de un saber critico' que intenta el develamiento de las deformaciones, presiones y restricciones que operan en los sujetos singulares y en los colectivos humanos, promoviendo la autonomia y la responsabilidad tanto individual como social en la construccion de la propia vida. Este saber critico tiene, entonces, objetivos emancipadores que deberian constituir el pilar de las practicas de la orientacion. Desde esta concepcion, pues, se procurara analizar las problematicas de la vida actual, reconociendo las singularidades y las especificidades de cada sujeto y sector social, asi como tambien el analisis de las operaciones que sostienen y promueven ciertos ideales. Es decir, se busca interrogar los conflictos presentes en la vida escolar, articulandolos con el contexto sociocultural y las logicas de poder que lo sostienen. Operatorias como desnaturalizar, deconstruiry hacer una elucidacion critica comparten -en sus diferencias- la indagacion sobre lo dado, sobre lo ya establecido, intentando explorar en los diversos atravesamientos que producen y hacen funcionar la maquinaria social de acuerdo con Los modelos hegemonica-mente constituidos. En ese sentido, explora y problematiza sobre las logicas de poder en los procesos de institucionalizacion. En sintesis, el abordaje mencionado propone no legitimar lo que ya se sabe sobre los problemas subjetivos e institucionales y sobre los dispositivos tradicionales de atencion-acompanamiento, sino abrir interrogantes sobre sus enunciados y sus practicas con el proposito de alentarnos a pensar la Orientacion Educativa de otro modo. INTERSECCIONES ENTRE SALUD Y EDUCACIÓN Hace tiempo venimos, como grupo,2 abonando la idea de pensar e intervenir frente a cierto tipo de problematicas propias de la Orientacion Educativa como formas de expresion de intersecciones, de interrelaciones, de entrecruzamientos, entre salud y educacion. Afirmar que ciertos problemas son propios de las intersecciones entre salud y educacion es indicarlas coordenadas que lo constituyen en los multiples atravesamientos, sin encasillarlos disciplinariamente. De este modo, no solo nos apartamos de la rigidez disciplinaria (que a veces domina la practica de la Orientacion Educativa), sino que al nominar intersecciones entre salud y educacion, aludimos al nivel socio-institucional en el que los problemas se presentan a nuestro analisis e intervencion, problemas que a su vez ciertas disciplinas -y sus especialidades- pretenden capturar, transformandolos en objetos discretos. 2 Hago referencia a la historia institucional de Punto Seguido, expresada en diversos documentos y articulos escritos, asi como tambien en las clases de los diferentes cursos virtuales que brindamos. Las perspectivastradicionalesde laOrientacion Educativa han desplegado posiciones directivas, centradas especificamente en la atencion al alumno o referidas a los aspectos metodologicos de la practica educativa. Cuando ampliaron su foco de intervencion desde perspectivas idealistas o tecnicistas, mantuvieron posiciones paternalistas y normalizadoras respecto de los sujetos, los grupos y las instituciones. El orientador se comportaba, alli, como el "corrector" respecto de los ideales, el portador de los secretos y las soluciones para reencontrar el camino perdido o, en todo caso, para indicarle al sujeto en que sector del sistema educativo estaria apto para continuar. Al reforzar y legitimar la tutela educativa moderna, propone y produce un alumno desde la racionalidad de un saber y bajo el ejercicio de un poder. Desde nuestra perspectiva, se trataria de una orientacion que no orienta [en el sentido de no definir una direccion preestablecida desde un lugar de saber, es decir, desde un lugar de poder que anula al otro), sino que sea capaz de sostener la singularidad y el protagonismo de los sujetos, de los grupos y de las instituciones en la definicion de sus propios problemas y en la busqueda colectiva de las alternativas para abordarlos y superarlos. Es por ello que al nominar intersecciones entre salud y educacion, intentamos alejarnos de un lugar omnipotente y omnisciente. Mas que orientar procuramos promover en las instituciones y en los sujetos (que la sostienen pero tambien la transforman) maneras de tramitacion de las problematicas que se ubican en las intersecciones entre salud y educacion. Y lo pensamos asi porque esos problemas -insistimos- no "encajan" en los objetos previamente prescriptos como pertenecientes a las disciplinas academicamente legitimadas, como la pedagogia, la psicologia, la psicopedagogia o la Orientacion Educativa misma cuando se erige como disciplina. Como ya hemos senalado, las intersecciones entre salud y educacion estan inscriptas en un territorio de entrecruzamientos de instituciones sociales (educacion, salud), de sistemas (sistema educativo, sistema de salud, servicios sociales) y de disciplinas (ciencias de La educacion, psicologia, psicopedagogia). En algun sentido podriamos postular la inscripcion de Las practicas de Orientacion Educativa como practicas de salud mental, teniendo en cuenta la estrecha relacion entre los discursos y practicas pedagogicas, y las terapeuticas. Para ello se impone revisar la relacion que existe entre determinadas practicas realizadas en las instituciones educativas y el campo de la salud mental, senalando ciertas analogias, similares tensiones y contradicciones. La cuestion de la nominacion -es decir, nombres que portan la historia del campo, que expresan sus contradicciones y que se han instituido en Las practicas y en Los discursos- apunta a describir el grado de complejidad de las problematicas que abordan, al mismo tiempo que el estado de resolucion de las tensiones que lo recorren. La nominacion intersecciones entre salud [mental podriamos agregar) y educacion es representativa de lo que hacemos, pero fundamentalmente de lo que queremos hacer. Esto es, enunciar ciertos problemas sin reducirlos al dispositivo escolar. Trascenderlo, incluyendo practicas sociales y de salud en el vasto campo de las interacciones entre lo subjetivo y lo social. El nombre Orientacion Educativa ha devenido concepto polisemico que devela ciertas marcas de origen, es decir, un sentido originario fuertemente directivo, clasificador, con posiciones paternalistas y normalizadoras. Tambien el nombre salud mental (politicas de salud mental, el sector salud mental y campo de salud mental, segun el caso) condensa las mismas marcas fundacionales. Salud, por una parte, guarda intensa pregnancia por su oposicion a enfermedad e instaura un campo de valores arbitra-rio que no puede producirse mas que como resultado de un consenso de diferentes actores sociales en determinado lugar y tiempo. Mental, conserva la marca de su oposicion a corporal, fisi ca, una duaLidad superada en La mayoria de las enunciaciones teoricas. Esta nominacion expresa mas un campo de practicas en transicion que el tipo de problematicas subjetivas-sociales en juego. Sostener la denominacion "salud mental" tiene el unico proposito de reconocer un campo de problematicas, pero tambien de practicas intersectoriales, interdisciplinarias, !nterprofe-sionales e interinstitucionales. La cuestion de La salud mental supone una problematica principalmente politica, en la que el Estado desempena un rol decisivo como garante en La condicion de sujeto de derecho de Los usuarios de sus servicios y la proteccion contra toda discriminacion. Al respecto, la Ley Nacional 26.657 reconoce la salud mental como un proceso determinado por componentes historicos, socioeconomicos, culturales, biologicos y psicologicos, cuya preservacion y mejoramiento implica una dinamica de construccion social vinculada a la concrecion de los derechos humanos y sociales de toda persona (articulo 3). Respecto de sus modalidades de abordaje, la norma juridica nacional expresa textualmente: "El proceso de atencion debe realizarse preferentemente fuera del ambito de internacion hospitalario y en el marco de un abordaje interdisciplinano e intersectorial, basado en los principios de la atencion primaria de la salud. Se orientara al reforzamiento, restitucion o promocion de los lazos sociales" (articulo 9). A su vez agrega que el Estado debe promover que las autoridades de salud de cada jurisdicci on, en coordinacion con las areas de educacion, desarrollo social, trabajo y otras que correspondan, ! mplementen acciones de inclusion social, laboral y de atencion en salud mental comunitaria.3 Se debe promover el desarrollo de dispositivos como: consultas ambulatorias; servicios 3 Las italicas nos pertenecen. de inclusion social y laboral para personas despues del alta institucional; atencion domiciliaria supervisada y apoyo a las personas y grupos familiares y comunitarios; servicios para la promocion y prevencion en salud mental, asi como otras prestaciones como casas de convivencia, hospitales de dia, cooperativas de trabajo, centros de capacitacion sociolaboral, emprendimientos sociaLes, hogares y familias sustituias (articulo 111. Evidentemente es una concepcion de salud mental que trasciende los limites de los efectores especificos para constituirse en un campo complejo anticuLado con la vida cotidiana y la participacion de la comunidad. Es claro que las practicas de Orientacion Educativa deberian inscribirse en esta linea que marca la ley, principalmente con los dispositivos especificos en Las instituciones educativas que representan servicios para la promocion y prevencion en saLud mental. Es por lo antedicho que el campo de la salud mental puede adjetivarse como "comunitario". En ese vector, podriamos situar la salud mental comunitaria (SMC) en las complejas interpelaciones que se producen entre los sujetos y los conjuntos sociales. Calificar de comunitaria la salud mental hace visible la imposibilidad de reducir los problemas psiquicos al sujeto o a la sociedad exclusivamente. Entender la salud mental como comunitaria es hacer hincapie en las interrelaciones que se producen entre sujetos y sociedad, constituyendose de este modo en un campo de analisis e intervencion propio. La !dea central de la SMC es, entonces, trascender la nocion de enfermedad mental, objeto de la psiquiatria y propia del criterio disciplinario de abordaje de los problemas psiquicos, y promover una consideracion del sufrimiento humano en su inseparable articulacion con la vida social. Es pensar la existencia humana como estructuralmente conflictiva, de manera que el padecimiento, el dolor y/o el malestar sean entendidos como manifestaciones del continuum salud/enfermedad, aunque en diferentes grados. Las perspectivas criticas para comprender e intervenir en las intersecciones entre salud y educacion pondran mayor interes en Los sectores mas desprotegidos de la poblacion, estimulando que Las practicas de Orientacion Educativa puedan integrarse al conjunto de las politicas sociaLes en general, lo que lleva a la posibilidad de que coexistan y se articulen -en el mejor de los casoscomo dispositivos de intervencion en instituciones educativas y de salud con otros programas de alcance social y comunitario. Hace tiempo que en el campo de la salud mental existe una puja entre diversas formas de concebir el trastorno psiquico y sus maneras de abordarlo. El propio concepto de "salud mental" se mostro especialmente fructifero al erosionar las creencias y los prejuicios con que se abordaban los problemas del sufrimiento psiquico por parte de la psiquiatria tradicional, lo que genero un nuevo foco desde el cual abordar los problemas, que era comprender los sufrimientos mentales del sujeto en el conjunto de sus relaciones sociales. Es justamente esta relacion en la que se piensan los problemas de la salud mental, en el en-trecruzamiento de lo individual y lo colectivo, la que ha entrado en crisis en los ultimos anos a proposito de las relaciones entre lo publico y lo privado (Galende, 1998). La salud mental sera comunitaria en tanto trascienda los limites impuestos por las concepciones insulares del padecimiento psiquico. De ese modo se ocupara de una gama mucho mas amplia de dimensiones conflictivas de la vida, de diversos sufrimientos humanos, lo cual necesariamente pone en cuestion las formas de comprender esta practica como una intervencion estrechamente ligada al diagnostico. En esa amplitud de fronteras es que podemos pensar los discursos y las practicas de la Orientacion Educativa al formar parte del campo de la SMC. La salud mental sera comunitaria en tanto procure desentranar las problematicas del poder, develar la dimension politica y social de todo padecimiento y sus formas de abordaje. Desde luego, esta operatoria no significa pretender eliminar las cuestiones del poder -que es inherente a todas las formaciones sociales-, pero si promover mayor visibilidad sobre ellas, generando condiciones favorables para comprender el fenomeno y operar en el. La salud mental sera comunitaria, tambien, cuando logre constituirse como una practica sanitaria que promueva espacios de participacion colectiva, a traves de los cuales el colectivo mismo defina sus propios problemas y, obviamente, la busqueda de sus soluciones. De esta manera, La SMC evita correrse todo lo posible de una posicion autoritaria que trata de implementar dispositivos mas ligados al control paternalista, a la tutela o al asistencialismo. Las practicas de SMC consistiran, entonces, en "la aplicacion de metodos que, al detectar las areas de conflicto o fragilidad en los vinculos, lo hacen circular por el conjunto social, familiar o grupal, evitando apropiarlo en un diagnostico o en una intervencion tecnica resolutiva. Se trata de que el conflicto se resuelva o pierda capacidad patogena por su asuncion colectiva" (Galende, 1998:57). A pesar de todos los fundamentos esgrimidos, por nuestra parte y solo de manera provisional (como en rigor son todas las aproximaciones teorico-epistemologicas), dado el caracter controvertido que aun persiste alrededor de la denominacion "salud mental", optamos por su nominacion mas generica, "salud", en tanto pretension de sostener un criterio mas integral e integra-dor de las problematicas humanas, sean biologicas, psiquicas, sociales y/o ambientales. Es por ello que creemos que la nominacion "intersecciones entre salud y educacion" expresaria con mas claridad el tipo de problematicas con que nos enfrentamos y sobre las que queremos efectuar una elucidacion critica. Una nominacion que hace centro en las problematicas del malestar y en la condicion con-flictiva inherente a la vida humana misma.
LAS TUTORÍAS COMO DISPOSITIVO DE ACOMPAÑAMIENTO
Las tutorias forman parte de Las practicas de Orientacion Educativa o, siguiendo con Lo que veniamos sosteniendo, son parte del campo de probLematicas que corresponden a Las intersecciones entre salud y educacion. Se trata de una construccion pedagogica, de un dispositivo que surge como efecto de un proceso sociohistorico que genero Las condiciones para su institucionaLizacion y que se sostendra mientras tenga sentido, mientras conserve sus funciones. Las tutorias como dispositivo son una de las posibles estrategias que ayudan a sostener Las trayectorias de Los estudiantes, dinamizar Los procesos de ensenanza-aprendizaje, al mismo tiempo que colaboran en hacer mas habitable La vida cotidiana en La institucion educativa. No podemos referirnos a las tutorias sin visibilizar su paradoja de origen, en tanto practicas cuya operatoria consiste en hacer andar otra cosa o hacer funcionar algo que esta en otro lugar. Su cualidad central es poder perder centralidad, protagonismo. La tutoria esta pensada como una funcion que busca crear Las condiciones para reducir al minimo su protagonismo; es decir que su modo de intervenir tiene como referencia no suplantar ni suplementar a los distintos actores de la escena educativa en el que le toca intervenir, sean alumnos o docentes, sino generar las posibilidades para que, por ejemplo, ante un determinado conflicto, se puedan resolver en el futuro situaciones similares a las planteadas, sin su mediacion directa (Korinfeld, 2008a). Creemos que la crisis actual de las instituciones educativas requiere de mucho analisis y creatividad para transitarla. Vivimos un intenso proceso de metamorfosis social que se expresa en distintos planos de la vida cotidiana. Las instituciones educativas no son lo que eran, pero tampoco han encontrado su nueva forma. Entre los factores que interrogan la actual estructura institucional escolar podemos mencionar las nuevas tecnologias que, por ejemplo, imprimen otra velocidad al ritmo de la vida social, a los intercambios entre los sujetos, muy contrastantes con los ritmos, los tiempos, los estilos y el funcionamiento tradicional escolar (vease el capitulo 5 de este libro). Podemos considerar la epoca que transitamos como un impasse, un "mientras tanto", en el que debemos sostener las instituciones en general y la escuela en particular. Hacerlo no supone (al menos no necesariamente] una actitud conservadora, opuesta a los cambios. Lo determinante seguira siendo que los procesos de transmision y apropiacion cultural sean un derecho de todos. En este marco es que pensamos las tutorias. No como solucion a la crisis, sino como una de las formas, uno de los "inventos" para transitarla. Una bocanada de oxigeno para este tiempo de metamorfosis socioeducativa (Rascovan, 2008). A la vez que los educadores debemos exigir a los Estados el cumplimiento de su obligaci on de otorgar educacion de calidad a todos los sujetos sociales, nuestro compromiso debe ser desarrollar una "imaginacion radical" que ayude a inventar nuevas estrategias, nuevos formatos institucionales que se diferencien de los heredados de la modernidad. Al respecto, Cornelius Castoriadis (1998) sostiene que mientras el "imaginario efectivo" es el proceso a traves del cual las significaciones imaginarias operan como organizadores de sentido, manteniendo unida a la sociedad, la nocion de "imaginario radical" senala el valor ins-tituyente, la capacidad imaginante entendida como invencion o creacion incesante social-historica-psiquica de figuras, imagenes, es decir, produccion de significaciones colectivas. En un sentido restringido, las tutorias como estrategias de acompanamiento a los estudiantes en las trayectorias academicas son una herramienta central que colabora a paliar el abandono de las instituciones educativas (escuelas secundarias, universidades, institutos terciarios no universitarios) por parte de los sujetos que han comenzado sus estudios y a promover procesos de retencion de la matricula. En un sentido amplio, no excluyente con lo anterior, es una de las posibles estrategias que contribuyen a dinamizar los procesos de ensenanza-aprendizaje y a hacer mas habitable la vida cotidiana en las instituciones educativas. Las tutorias son un recurso para encarar procesos de acompanamiento y sosten. Lo decisivo en cualquier intervencion de esta indole es que el "acompanado", es decir, el "receptor" de esa operatoria, no sea precisamente receptor. Lo determinante en cualquier proceso de acompanamiento es el protagonismo del "acompanado", tanto a nivel individual, grupal e institucional como comunitario. Ello permitiria evitar que en las practicas de las tutorias se filtren formas refinadas de manipulacion, de control social. Decimos "acompanamiento" como algo opuesto al concepto de tutelaje, pero en sintonia con otras nociones como las de autoridad, presencia, confianza, escucha, habilitacion, transmision. Asi las tutorias podran ser pensadas como una practica centrada en los cuidados. Se trata de "hacernos cargo" entre todos los actores institucionales que intervienen en el proceso de ensenanza-aprendizaje de reconocer que la tarea educadora se ha vuelto cada vez mas compleja y dificil, que entre todos tenemos que buscar vias alternativas para que se pueda cumplir la mision social de toda institucion educativa, esto es, promover aprendizajes significativos para vivir la compleja vida sociocultural de nuestros tiempos y, a la vez, facilitar la construccion de subjetividades (vease el capitulo 1 de este libro). Las instituciones educativas pueden ser un terreno fertil para producir "inventos". Las tutorias serian uno de ellos. Ni mas ni menos una estrategia, un dispositivo para colaborar a que algo funcione. Sin embargo, en el proceso de institucionalizacion puede ocurrir que sostengamos la ilusion de creer que lo mas importante sea "aplicar" un sistema, por ejemplo, el de tutorias. Si asi fuese, estariamos perdiendo de vista el valer decisivo, su cualidad mas destacada: las tutorias entendidas como proceso mas que como resultado. Es decir, intentamos pensar y revalorizar las tutorias en su funcion instituyente como acto mismo de creacion. Es precisamente alli cuando los actores institucionales se ponen a pensar, a inventar, a crear las formas propias de las tutorias en cada institucion, donde operara fundamentalmente su eficacia. Las instituciones educativas no funcionaran mejor por aplicar una determinada estrategia o tecnica, sino por permitir y estimular los procesos creativos. Podriamos decirlo del siguiente modo: el propio proceso es, curiosamente, el resultado. Mientras estamos pensando, creando y haciendo, estamos activos y comprometidos con aquello que nos preocupa. Lo definitorio sera, pues, no dejar de crear, de inventar formas que ayuden a que las instituciones educativas sigan siendo formadoras. Asi, cuando en una institucion logremos crear un dispositivo de tutorias, el desafio sera no ilusionarnos con el, sino tomarlo como plataforma, como sosten, como andamio para seguir construyendo, deconstruyendo, reconstruyendo. De esta manera, construir, deconstruir, reconstruir nos indica la dinamica de un proceso continuo que se va configurando de un modo inestable y en permanente cambio. En ese derrotero va logrando formas que se estabilizan pero que no son eternas. Lo peor que nos puede ocurrir es que el diseno y la !mplemen-tacion de un sistema de tutorias inhiba, aborte, coarte aquello que debia alimentarla, esto es, la capacidad de los sujetos para pensar, crear, inventar, sonar. Las tutorias concebidas como un espacio institucional especifico al que los estudiantes pueden acercarse individual y/o colectivamente cuando lo necesiten permite vehiculizar dudas, expectativas, conflictos, desafios, responsabilidades. Creemos que para que ello ocurra los adolescentes y jovenes tienen que percibir que alli hay al menos un referente adulto con capacidad de escucha. Por eso, sostenemos que las tutorias no son un hecho dado. Son construcciones permanentes atravesadas por !das y vueLtas, encuentros y desencuentros. Son espacios para la comprension pero tambien para la confrontacion. Entre todas las funciones que se podrian asignar a tas tutorias en general y las que operan en las escuelas secundarias y universidades en particular, queremos subrayar dos que, desde nuestra perspectiva, son las mas importantes a tener en cuenta: los procesos de inclusion social [que podriamos traducir como "retencion", es decir, el trabajo a traves del cual se procura evitar o reducir el abandono y la repitencia) y la participacion de los diferentes actores (incluidos, desde luego, los estudiantes) en el funcionamiento y la gestion institucional. Ninguno de estos aspectos es patrimonio de las tutorias, sino de un proyecto educativo institucional del cual aquellas deberian formar parte. Los dispositivos tutoriales son herederos de experiencias informales, es decir, estrategias de acompanamiento que pueden darse espontaneamente en los diferentes trayectos de vida. .Quien de nosotros no ha tenido a lo largo de su recorrido figuras que desempenaron un rol de acompanante: familiares, amigos, docentes, profesionales? Esas figuras no fueron parte de ningun sistema formalizado. Son experiencias que emergen en la vida colectiva, generadas por los propios intercambios entre sujetos. La importancia de un sistema radicaria en ser el relevo formalizado de practicas sociales espontaneas. En esa linea, se trataria de instituir lo que no todos los sujetos -estudiantes en este casopueden autogestionarse de manera singular. Las tutorias como funcion pueden, entonces, encarnarse en la figura de un tutor. De esta manera, el sujeto responsable de esa tarea, el/la tutor/a, es un sujeto que parece haber elegido ubicarse en una posicion de ayudar. Sin embargo, nos permitimos alertar sobre las implicancias que tiene o puede tener lo que podriamos denominar su "vocacion ayudadora". Ayudar puede generar impotencia en el otro, ubicandoLo en el lugar de necesitado. Si asi ocurriere, la ayuda pasaria a ser la anulacion del otro como sujeto creador y protagonista de su propia vida. Las tutorias seran espacios en que puedan !nteractuar diversos actores, de manera que sea una preocupacion de todos y cada uno de sus miembros. Como ya hemos advertido, una de las principales limitaciones de La accion tutonal sera que se restrinja exclusivamente a las tareas del que fuera designado con el nombre de tutor. El trabajo del tutor esta en la direccion de hacer circular la funcion que en principio el concentra, en colaborar para facilitar los canales de comunicacion establecidos en la institucion cuando estos se hallan obstaculizados, y es su tarea intentar mediar para restaurar esa funcion. De lo que trata es de hacerse cargo de la tarea tutonal, no para apropiarsela sino, justamente, para redistribuirla cuando sea necesario, para que cada uno ocupe su lugar y se restituya la mision educadora. Si la tarea educativa es orientadora por definicion y su objetivo es que sea asumida por el conjunto de la institucion, nos preguntamos, .por que deberia especializarse una funcion como esta? .No corremos el riesgo de generar lo opuesto a los objetivos propuestos? .Acaso definir un tutor para un grupo de estudiantes no produce efectos de desresponsabilizacion en los demas docentes? .No se genera la idea de que hay una persona o determinados servicios o programas que son los que se "ocupan de los estudiantes" y, por lo tanto, la tarea de los demas actores se restringe al dictado de las respectivas materias, a dirigir la institucion o a supervisar aspectos administrativos y normativos? Creemos que las preguntas precedentes deben estar presentes en el debate cotidiano de las instituciones para lograr que el dispositivo tutorial no caiga en la trampa. Vale para ello recordar que la funcion de las tutorias esta en sintonia con la metafora del "andamio", entendida como una estructura, un entramado, un holding eficaz en una determinada etapa de la construccion, pero que pasado un tiempo se debe prescindir de el. Por lo mismo, es una metafora que puede servirnos para comprender el caracter transitorio de la funcion tutorial. Las tutorias como sosten {holding winnicottiano]4 implicarian asumir una posicion que se nutre de las ensenanzas de la escucha analitica, en la medida que se evitara otorgar significacion a los decires de los otros, intentando dar cauce a sus preocupaciones sin obturar con interpretaciones apresuradas e intervenciones abruptas. Para pensar el dispositivo institucional de tutorias, es exclu-yente construir un equipo de tutores que permitan elaborar un proyecto colectivo, sistematico y sostenido en el tiempo y, reiteramos, que este incluido en el proyecto educativo institucional. En estos terminos, los sujetos denominados "tutores" podran ser reconocidos y respetados por el resto de la comunidad educativa, incluyendo a los estudiantes, las familias, los profesores y los directivos de la institucion. Es tambien recomendable que el equipo de tutores este coordinado por un profesional (docente, psicologo/a, psicopedagogo/ a), cuya funcion principal sea organizar, sostener y supervisar la tarea para articular politicas institucionales. El efecto de la coordinacion ira perfilando una direccionalidad al trabajo. En cada institucion debera pensarse como y quien debera asumir esa funcion, pero pensamos que no puede estar acefala. Por lo expresado, es evidente que revalorizamos los dispositivos de tutorias, basicamente porque, en tiempos de cultura de mercado, podrian pensarse como una expresion contracultural, como la promocion de una etica basada en la solidaridad. Insistimos con la propuesta de promover un proyecto situado de tutorias, lo que supone rescatar la singularidad de cada institucion, el reconocimiento de su caracter flexible, no burocratico, la definicion colectiva de sus lineamientos, la activa participacion de los diferentes actores, principalmente los estudiantes. Por ultimo, subrayamos que no habra un programa de orientacion y tutorias sostenido en el tiempo sin inclusion en un proyecto educativo institucional que lo sostenga y el debido reconocimiento salarial para la tarea.
LAS TUTORÍAS Y LA ÉTICA EN RELACIÓN CON EL OTRO
Como hemos senalado, las tutorias son, centralmente, un dispositivo de acompanamiento a los estudiantes en la construccion de sus trayectorias academicas por la institucion. Por eso, las acciones tutoriales se inician en el ingreso y culminan en el egreso mismo de los alumnos, tanto en las escuelas secundarias como en las instituciones de nivel superior. En ese devenir, podemos ubicar en primer lugar la recepcion a los ingresantes a la institucion. A partir de alli, todo plan de accion tutorial debe intentar promover un paulatino proceso de adaptacion e integracion a la vida institucional que favorezca el pasaje de la condicion de "extranjeros" de los recien arribados, para pasar a constituirse en "huespedes" y luego poder considerarse "nativos" (Enrique, 2012). Ese recorrido supone el pasaje de una condicion a otra, como efecto de una practica de reconocimiento y socializacion, que colabora en la funcion de afiliacion, construyendo un sentimiento de pertenencia. Desde luego, se trata de una disposicion colectiva institucional, fruto de una decision politica de brindar una bienvenida y acogida que no se reduce a los ambitos propios de las tutorias pero que tiene en ellas un motor decisivo para su cumplimiento. La institucion en su conjunto sera la responsable de promover trayectorias saludables de los estudiantes. Estara mas cerca de lograrlo en la medida que cumpla su funcion central de ensenanzaaprendizaje pero, tambien, de otorgarle un lugar prioritario a los procesos de subjetivacion como aspecto inherente a las practicas educativas. El derrotero por la vida institucional requerira de procesos de acompanamiento, entendidos como formas de ejercer la hospitalidad, de promover la seguridad, de estimular la sociabilidad en el conjunto de experiencias pedagogicas como ambitos de encuentro interpersonal. Si decimos que las tutorias como dispositivo de acompanamiento se fundan en el ejercicio de la hospitalidad es porque consistirian en una forma de aceptar al estudiante recien ingresado, una manera de considerarlo bienvenido a la institucion, de transmitirle que "lo estabamos esperando" y que sentimos satisfaccion de que este alli presente. Esperar a Los recien llegados es una forma de acoger al extranjero, de brindarle hospitalidad. Este hecho nos confronta sin ambages sobre nuestro propio desamparo, sobre aquello extranjero que a todos nos habita y contra lo cual nos defendemos con la ilusoria fantasia narcisista de completud, de unidad, de invulnerabilidad. Por tanto, negar la pregunta que el extranjero, el otro, plantea y nos plantea implica reforzar la negacion, acudir a la omnipotencia, reforzar el narcisismo, y desemboca, por tanto, en la hostilidad hacia aquel o aquello que amenaza nuestra ilusionada completud (Derrida, 2006). En esa misma perspectiva, podriamos relacionar el ejercicio de la hospitalidad con la promocion de seguridad y de confianza, en un acto de acompanamiento incesante que consiste en hacerle un lugar al que llega y de ofrecerle recursos que le permitan ocuparlo, pero tambien, transformarlo. Evitamos caer en la trampa en la que puede ubicarnos el deslizamiento significante que va de las tutorias al tutelaje. Por eso, tanto en las practicas pedagogicas como en las familiares, existen diversas posiciones respecto del otro, del recien llegado. Nos posicionamos desde un lugar de renuncia a las maniobras que intentan convertir la relacion de filiacion en una relacion de causalidad o de posesion. No se trata de fabricar un ser que satisfaga nuestro gusto por el poder o nuestro narcisismo, sino de acoger a aquel que Llega como un sujeto que esta inscrito en una historia pero que. al mismo tiempo, representa la promesa de una superacion radical de esta historia. Se trata de reconocera aquel que llega como una persona que no puedo moldear a mi gusto. Es inevitable y saLudable que alguien se resista a aquel que le quiere "fabricar". Es ineluctable que la obstinacion del educador en someterle a su poder suscite fenomenos de rechazo que solo pueden llevar a la exclusion o al enfrentamiento. Educares negarse a entraren esa logica [Meirieu, 1998:70). Las tutorias seran, pues, herramientas para favorecer el encuentro entre los estudiantes, a traves de la estimulacion de los procesos de socializacion que les permitan, en tanto recien llegados, ir construyendo, en su trayectoria estudiantil, un sentimiento de pertenencia institucional que colabore a sostener sus propios proyectos personales y educativos, buscando formas singulares de sortear los diversos obstaculos y dificultades que la vida academica presenta. Y, en ese proceso, las relaciones interpersonales, las tramas que se van urdiendo con los otros, las amistades que en algunos casos se van tejiendo, seran decisivas para generar anclaje institucional. En sintesis, las practicas de las tutorias suponen estrategias, tecnicas, actividades, recursos, pero basicamente una etica respecto del otro. Una etica basada en el encuentro con la otredad del otro, con ese misterio que siempre entrana el otro. Un etica fundada en la necesidad de deconstruir la imagen determinada y prefijada del otro, en la necesidad de dejar caer un supuesto saber acerca del otro, en la necesidad de buscar insistentemente una revision critica respecto de los dispositivos racionales y tecnicos que describen y etiquetan al otro. La etica que sostiene e ilumina nuestra practica tiene que ver con aceptar que la relacion con el otro no es una relacion idilica ni armoniosa de comunion, ni de empatia, que lo reconocemos como semejante pero al mismo tiempo como distinto. Nuestra etica se apoya en alentar los procesos de autonomia del otro. Por eso podemos decir junto a Jacques Ranciere [2007]: Quien ensena sin emancipar atonta. Y quien emancipa no ha de preocuparse de lo que el emancipado debe aprender. Aprenderá lo que quiera, quizá nada. Sabrá que puede aprender porque la misma inteligencia actual en todas las producciones del arte humano, que un ser humano siempre puede comprender la palabra de otro ser humano. Así las tutorías podrán ser uno de los posibles dispositivos !instituyentes, sostenidos en esta ética respecto del otro, que promueva de vanadas y diferentes formas la emancipación del sujeto, singular y colectivamente.
Buenas prácticas de Educación Social en acogimiento residencial: Fundamentos de Educación Social con infancia, adolescencia y juventud en acogimiento residencial