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7.

LAS PRÁCTICAS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA por Sergio Rascovan


Como se ha planteado en los capitulos precedentes, la escuela -tal como la conocemos hoy- ha
sido un invento de la modernidad cuya funcion principal fue -y aun sigue siendo- la transmision y
apropiacion cultural. Surgida como respuesta a las demandas y exigencias que las incipientes
sociedades capitalistas industriales iban generando, fue la institucion encargada de adaptar a los
sujetos a la logica de una maquinaria social que requeria mano de obra para nutrir el aparato
productivo. Desde luego, en su seno se fueron potenciando alternativas instituyentes que
promovieron la revision de sus aspectos mas funcionalistas y provocaron la toma de conciencia
respecto de la busqueda de practicas escolares liberadoras. El cara y ceca de la escuela y de la
educacion en general. Las logicas adaptativas y domesticadoras versus las criticas y
emancipadoras. Las teorias y practicas reproductivistas frente a las transformadoras. Discusiones
y tensiones tan antiguas y actuales como la educación misma.
Es innegable que, a fines del siglo XIX y principios del XX, la educacion publica constituyo una
idea revolucionaria que propicio la inclusion de los sectores populares y establecio un limite a las
politicas de privilegio. Al mismo tiempo, no hay dudas respecto del paradigma de epoca desde el
que se edifico la cultura escolar, priorizando los aspectos racionales, conscientes, medi-bles,
evaluables.
Si algo resulta claro y relativamente consensuado en la actualidad es que el dispositivo escolar no
responde a las nuevas demandas y, por lo tanto, debe ser urgentemente revisado, reformado,
recreado. Sin embargo, en la problemática se conjugan -al menos- dos factores que se imbrican:
el formato de organización social (para nuestra época el capitalismo llamado "posindustrial"), por
un lado, y las instituciones que lo sostienen y que, al mismo tiempo, pueden cuestionarlo e
intentar transformarlo, por otro. De modo que la crítica a la institución escolar incluye -o debería
incluir, también una crítica al modelo socioeconómico-cultural hegemónico.

ESCUELA, ESTADO Y MERCADO


Pensar la relación entre Estado, mercado y escuela resulta indispensable. En esa dirección, a los
autores de este libro nos alienta una posición de prudencia respecto de algunas corrientes críticas
-desde nuestra perspectiva- con cierta irresponsabilidad política. Por eso, advertimos sobre
quienes cuestionan la educación pública estatal desconociendo el impacto que las políticas
neoliberales produjeron en los países latinoamericanos en los últimos anos: vaciamiento de la
educación y salud públicas, deterioro de las condiciones laborales y bajos salarios de los
trabajadores.
Lo propio de este tiempo es la pelea por la recuperación del derecho a la educación y a la salud
para todos. Los sistemas educativos -y la escuela en particular- nacidos hace dos siglos y a ún
vigentes -aunque con maquillajes varios- deben ser inexorablemente modificados. La advertencia
es para evitar que los argumentos sobre los impostergables y necesarios cambios educativos
sirvan de cauce a una refinada maniobra ideológica que, en nombre de la sensibilidad, del amor,
del respeto por los niños, pretenda restituir políticas del privilegio.
Los sistemas de dominación van cambiando con las épocas. El régimen disciplinario, autoritario,
fue el principal en tiempos de apogeo de los Estados nacionales. Ese escenario rigió
hegemónicamente hasta que el mercado (de la mano del capital financiero! comenzó a disputarle
su lugar como principal regulador de la vida social. Argentina fue -con epicentro en los años 2001
y 2002- uno de sus más tristes y ejemplares exponentes. Recordemos que los anos del desguace
del Estado se sostuvieron con teorías amparadas en nombre de la libertad. Así, la mitad de la
población quedo marginada, excluida, literalmente afuera, desafiliada.
El imperativo actual en educación es generar espacios para pensar, para crear, para darnos
permiso a reinventar una institución que todavía tiene mucha vigencia y sigue siendo uno de los
principales sostenes en la constitución de ciudadanía y en la promoción de los derechos
humanos. Hacer de la escuela un ámbito más vivible será efecto del protagonismo y de la
participación del colectivo que la compone, pero también del apoyo del Estado que, hasta ahora,
es el único con capacidad política para garantizar el bien común.
En esta línea queremos pensar la inclusión de los dispositivos de acompañamiento,
particularmente de las tutorías en las escuelas secundarias y en las instituciones de educación
superior. Como veremos más adelante, las tutorías pensadas como una bocanada de oxígeno en
un sistema que necesita aire para ser-al menos- un poco más habitable.
LAS PRÁCTICAS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
Los dispositivos de acompañamiento se enmarcan -por Lo general- en el campo de la llamada
"Orientación Educativa". Por ello nos parece oportuno intentar ubicar brevemente los principales
aspectos que la caracterizan.
Comencemos por afirmar que existe un conjunto de acciones en distintos niveles y ciclos del
sistema educativo que abordan un amplio espectro de problemáticas y de conflictos que
atraviesan dimensiones pedagógicas, institucionales, sociales y subjetivas. Entre ellas, podemos
nombrar las dificultades en los procesos de enseñanza-aprendizaje de los alumnos, el
denominado fracaso escotar, los problemas de retención -básicamente- en los ciclos medio y
superior, el abandono escolar y los conflictos de convivencia en las instituciones. A este listado
debemos sumarle las diversas problemáticas psicosociales que atraviesan la vida cotidiana de los
centros educativos, algunas de ellas vinculadas a la violencia, con el consumo de alcohol y otras
drogas, con las problemáticas de inserción ocupacional y la elección de trayectorias futuras, con
el "aprovechamiento" del llamado "tiempo libre", por nombrar algunas de las más significativas.
Muchas de ellas son objeto de una intervención "especializada" y han sido nombradas como:
"psicopedagoga-cas", "psicoeducativas", "de psicología educacional o escolar". Sin embargo, el
concepto de "orientación educativa" ha sido el que mayor consenso género, al menos en muchos
países de Latinoamérica y el mundo.
La práctica de la Orientación Educativa está a cargo de profesionales con formaciones
académico-disciplinares distintas: psicólogos, psicopedagogos, asistentes educacionales,
psicólogos sociales, licenciados en ciencias de la educación, trabajadores sociales, maestros y
profesores. Todos ellos, a pesar de sus diferencias, suelen denominarse genéricamente
orientadores.
Los procesos de institucionalización de estas prácticas son muy variados en el vasto territorio
iberoamericano. En algunos países existe la carrera de grado denominada "Orientación", con
cargos creados de orientadores en el sistema educativo e incluso su propio himno y sindicato
(Costa Rica es un ejemplo de ello].
Departamentos de orientación, departamentos de psicología, gabinetes psicopedagógicos,
equipos de orientación escolar o salud escolar, asesores y consejeros educativos o escolares,
equipos o sistemas de tutorías son algunos de los diferentes nombres que reciben los dispositivos
en el interior de las organizaciones educativas (véase el capítulo 9 de este libro).
Podríamos concebir a la Orientación Educativa como el conjunto de discursos y prácticas
-sostenidos por profesionales especializados- que promueve la interrogación de la dimensión
conflictiva de las instituciones educativas, al mismo tiempo que colabora en el desarrollo y
cumplimiento de sus funciones específicas. De este modo, en el marco de las variadas temáticas
que hacen al funcionamiento institucional y a la vida cotidiana de los sujetos que la habitan, la
especificidad de la Orientación Educativa puede situarse en la dimensión conflictiva propia de las
intersecciones entre los sujetos, los grupos, las instituciones y las comunidades. La dimensión
conflictiva está asociada a situaciones problemáticas específicas, pero también al malestar de la
cultura en general.
La particularidad de la Orientación Educativa respecto de otras prácticas en el campo de la
educación haría referencia a intervenciones centradas en aquello que acontece en un "mas allá"
de lo estrictamente pedagogico-didactico. Ese "más allá" estaría íntimamente asociado al
malestar que, en términos generales, se produce a partir de que los sujetos deben resignar parte
de los modos de satisfacción pulsional para resultar socialmente aceptables. Ese conflicto
estructural se imbrica, de este modo, con las situaciones problemáticas de época. Podríamos
pensar que el malestar subjetivo e institucional es una expresión de la cualidad conflictiva humara
en situación.
La función de la Orientación Educativa se desplegaría en un doble circuito. Por un lado, una
posición analítica, clínica, en un sentido amplio del término, basada en la deconstrucción de la
dimensión conflictiva de la vida en las instituciones educativas y del malestar como expresión de
ella. Por otro, en una posición pedagógica centrada en la construcción de líneas de acción, de
estrategias de intervención, de programas relacionados con la vida institucional y las
problemáticas psicosociales de época.
Allí donde ciertos discursos del saber técnico pedagógico buscan el cierre y obturan los conflictos
en la vida subjetiva y social (muchas veces generando procesos de estigmatización), nos
proponemos interrogarlos, atendiendo a ese "más allá" como vía para construir una dimensión
enigmática de los conflictos con que nos enfrentamos.
Sería el pasaje del conflicto a la configuración de una situación problemática. Para que ello
ocurra, se trata de adoptar una posición clínica donde el profesional "orientador" intente hacer
ingresar el conflicto en la lógica del síntoma, con la primacía de lo simbólico y su articulación
significante, es decir, donde el conflicto pueda promover líneas de significación. En la misma
dirección, se trata de favorecer la implicación de los sujetos participantes para permitir registrar
que "yo/nosotros tengo/tenemos algo que ver con aquello que me/nos pasa". De ahí que
podamos sostener, tanto en la clínica individual como en las prácticas institucionales, que el
síntoma es enigma, opacidad singular y/o colectiva a descifrar.
Insistimos en que la posición analitico-clinica del profesional que actúa en las instituciones
educativas procura resistir incesantemente las maniobras que la cultura trama para que los
conflictos sean recusados, camuflados, eludidos. En su lugar, debe advenir una forma de operar
que promueva la búsqueda de un camino que habilite universos de sentido, abriendo
interrogantes que colaboren en una configuración multicaule de una situación problemática. Es la
vía que permitirá que los conflictos se redefinan, se elaboren, se reencaucen. Si algo aporta el
psicoanálisis a la práctica clínica tanto a nivel individual como en la "numerosidad social" es,
justamente, pensar los síntomas como producción de sentido. De este modo, la operatoria que
transforma el conflicto en síntoma posibilitara la implicación subjetiva, permitiendo reconocer la
existencia de un más allá de lo racional, otorgándole al sufrimiento sentidos propios, singulares.
La implicación supone un movimiento que permite que el malestar generado por los conflictos
pueda ir encontrando cauces para su tramitación, tanto individual como colectiva. La condición de
síntoma y el malestar asociado pueden ayudar, entonces, no solo en el proceso de significación
sino en la búsqueda de su transformación. En la medida que algo nos resulte molesto, podremos
generar -a través de un pasaje de lo pasivo a lo activo caminos de elaboración.
Ulloa hace referencia a los distintos colectivos humanos donde puede desarrollarse el
pensamiento crítico. A través de la noción de numerosidad social intentaba dar cuenta de una
práctica que va más allá del dispositivo psicoanalítico más habitual que, como el mismo sostenía,
es incorporal y tripersonal: incorporal por la dupla analista-analizaste y tripersonal por la
constitución social que nos habita.
Dice el autor: Defino a la numerosidad social como el campo donde cuentan tantos sujetos como
sujetos cuentan. El primer "cuentan" alude a la condición social del sujeto, porque son sujetos
corpóreos que simultáneamente son perceptores y percibidos. El segundo "cuentan" alude a la
condición hablante del sujeto, cuando puede hablar de lo que ve en su entorno o en sí mismo,
donde reafirma su condición de sujeto singular. Allí convive la condición de sujeto social y sujeto
singular. Como ambos "cuentan" son en reciprocidad, recorta la numerosidad social (Ulloa, 2008].
El mismo autor nos ensena que La clínica hace referencia a una práctica de la escucha, a una
manera de tramitar, de procesar los datos de un campo, alejada de la medicina e incluso de la
patología. La clínica como un proceder particularmente idóneo en tanto productor de pensamiento
crítico, sostenido por un sujeto profundamente autocritico, capaz de poner sus convicciones, sus
saberes, sus certezas en estado borrador. Obviamente, nos estamos refiriendo a la producción
colectiva de pensamiento que posibilite que tos sujetos recuperen su propia inventiva, sus
capacidades creativas y transformadoras.
La escucha es un proceso de apertura a la "diferencia", a la otredad. Escuchar es la operatoria
para registrar lo que el otro esconde, niega, enmascara. Es un oír más allá de lo dicho en ios
decires, intentando captar la relacion que el sujeto tiene con el Otro.
Mantener la confianza en la palabra y en el significante tiene precisamente el poder de asegurar
la dimensión de lo imposible, en tanto que no hay discurso social que logre taponar el saber
inconsciente. Tampoco el significante puede dejar de ser polisemico y equivoco. El inconsciente
es un saber que habla en aquello que decimos sin querer o mas allá de nuestra intencion, es ese
plus de significación que nos sorprende cuando el otro escucha algo distinto a lo que creiamos
que estabamos diciendo; es ese efecto que se produce en el encuentro con el Otro en el que, de
algun modo, "somos dichos" en lo que decimos (Zelmanovich, 2009).
Los conflictos institucionales y subjetivos tienen, en algunos casos, un caracter relativamente
previsible, mientras que en otros, estan dominados por lo imponderable. Por ello, en ciertas
ocasiones el profesional "orientador" puede anticiparse a través de diferentes dispositivos,
programas y estrategias de abordaje, y en otras circunstancias, requiere del analisis caso por
caso, a partir de una lectura situacional. De manera que la posición clínica se complementa con la
posición que hemos denominado "pedagógica". Ambas deben ser interpretadas como construc-
tos teoricos mas que tacticos. En La cotidianeidad de La vida institucional no serian
-necesariamente- distinguibles. Mientras la posición clinico-analitica esta centrada en la escucha,
la segunda permite planificar acciones que colaboren en La eficacia del funcionamiento del
dispositivo escolar y de la salud de los diferentes actores.
Las practicas de La orientacion se enfrentan en la actualidad a realidades muy complejas donde
Las instituciones y sus actores estan cada vez mas interpelados y demandados. En este contexto,
se desenvuelve la especializacion de esta función en Orientación Educativa, con nuevas
perspectivas teorico-prac-ticas que la sustentan. Nuestro desafio es intentar articular y aportar al
mejoramiento del funcionamiento institucional en las circunstancias y situaciones agudas que
viven las sociedades y Las organizaciones educativas en la actualidad, pero tambien al respeto
por la subjetividad y la produccion singular de los diferentes actores que la componen. Es un
trabajo de gestion y de clinica al mismo tiempo, en un despliegue que, como hemos dicho, es de
doble circuito.
La Orientacion Educativa asi pensada es irreductible a lo pedagogico, sociologico y psicologico.
Por eso, insistimos, no se trata de una disciplina sino de un campo de problemas abordable
desde una logica transdisciplinaria. En sus diferentes matices, con sus particulares recursos,
podemos aventurarnos a sostener que la Orientacion Educativa constituye -en conjunto- una
estrategia de acompanamiento de los diferentes actores que componen la escena educativa. Y,
como tal, supone una tarea artesanal donde los saberes, las tecnicas y los recursos de los
profesionales estan al servicio del abordaje y la resolucion de las problematicas particulares y
singulares de cada institucion, revalorizando las capacidades instituyentes de Los sujetos que la
componen. En esta direccion, la eficacia de las practicas de orientacion estara asociada a su
inclusion e integracion en el proyecto educativo institucional.
El caracter artesanal y situacional de esta practica implica una lectuna aguda de las
problematicas propias de cada institucion. De modo que, a partir de lineamientos generales
precisos de los organismos estatales, cada jurisdiccion y cada una de las instituciones educativas
deberan encargarse de definir como organizar los dispositivos especificos de orientacion. Esto
supone, entre otros aspectos, promover espacios de encuentro e intercambio con los docentes,
los estudiantes, las autoridades y los padres; elaborar las estrategias y los recursos necesarios
para anticipar y actuar frente a situaciones de malestar que puedan generar diversos conflictos;
acompanar a los alumnos individual y/o grupalmente en situaciones problematicas de distinta
indole, tanto de aprendizaje como de adaptacion a la vida escolar; generar espacios de encuentro
grupal que favorezcan el intercambio y la integracion de todos los alumnos.
La propuesta que compartimos los autores de este libro trata de fundar un espacio diferenciado
de discurso tecnico pedagogico que sobreentiende la escena institucional. Ese discurso, que
muchas veces viste diferentes ropajes, segun la moda de las distintas corrientes pedagogicas o
psicologicas, basa su arquitectura en un ideal de adaptacion total del sujeto al medio
(sociocultural) y a la institucion. La operatoria tradicional de sobreentender el escenario escolar se
funda en la posesion de un saber supuestamente cientifico que produce una practica sostenida
exclusivamente en la eficiencia de la tecnica. De esta manera habria un discurso que hace cierre
sobre lo instituido, que no pone en evidencia la ideologia que lo atraviesa, que confirma
plenamente el orden establecido y las estrategias de acomodamiento. Un modo de operar a partir
de la creacion de certezas, de la imposicion de verdades y de la transmision de creencias. Frente
a esta concepcion, proponemos una perspectiva critica, un abordaje desde la complejidad que
desnaturalice los fenomenos sociales y que propicie la deconstruccion de las tramas que tejen las
situaciones problematicas institucionales.
Este enfoque se propone confrontar con las concepciones de Orientacion Educativa que se
presentan "neutras" desde el punto de vista ideologico y alejado de toda reflexion sobre La
cuestion de las finalidades sociales que persiguen.
Plantea una mirada cuestionadora del orden social vigente, postulando la intelecci on de los
procesos sociohistoricos desde las relaciones de poder que en eLlos existen. Se trata de un saber
critico' que intenta el develamiento de las deformaciones, presiones y restricciones que operan en
los sujetos singulares y en los colectivos humanos, promoviendo la autonomia y la
responsabilidad tanto individual como social en la construccion de la propia vida. Este saber
critico tiene, entonces, objetivos emancipadores que deberian constituir el pilar de las practicas de
la orientacion. Desde esta concepcion, pues, se procurara analizar las problematicas de la vida
actual, reconociendo las singularidades y las especificidades de cada sujeto y sector social, asi
como tambien el analisis de las operaciones que sostienen y promueven ciertos ideales. Es decir,
se busca interrogar los conflictos presentes en la vida escolar, articulandolos con el contexto
sociocultural y las logicas de poder que lo sostienen. Operatorias como desnaturalizar,
deconstruiry hacer una elucidacion critica comparten -en sus diferencias- la indagacion sobre lo
dado, sobre lo ya establecido, intentando explorar en los diversos atravesamientos que producen
y hacen funcionar la maquinaria social de acuerdo con Los modelos hegemonica-mente
constituidos. En ese sentido, explora y problematiza sobre las logicas de poder en los procesos
de institucionalizacion. En sintesis, el abordaje mencionado propone no legitimar lo que ya se
sabe sobre los problemas subjetivos e institucionales y sobre los dispositivos tradicionales de
atencion-acompanamiento, sino abrir interrogantes sobre sus enunciados y sus practicas con el
proposito de alentarnos a pensar la Orientacion Educativa de otro modo.
INTERSECCIONES ENTRE SALUD Y EDUCACIÓN
Hace tiempo venimos, como grupo,2 abonando la idea de pensar e intervenir frente a cierto tipo
de problematicas propias de la Orientacion Educativa como formas de expresion de
intersecciones, de interrelaciones, de entrecruzamientos, entre salud y educacion.
Afirmar que ciertos problemas son propios de las intersecciones entre salud y educacion es
indicarlas coordenadas que lo constituyen en los multiples atravesamientos, sin encasillarlos
disciplinariamente. De este modo, no solo nos apartamos de la rigidez disciplinaria (que a veces
domina la practica de la Orientacion Educativa), sino que al nominar intersecciones entre salud y
educacion, aludimos al nivel socio-institucional en el que los problemas se presentan a nuestro
analisis e intervencion, problemas que a su vez ciertas disciplinas -y sus especialidades-
pretenden capturar, transformandolos en objetos discretos. 2
Hago referencia a la historia institucional de Punto Seguido, expresada en diversos documentos y
articulos escritos, asi como tambien en las clases de los diferentes cursos virtuales que
brindamos. Las perspectivastradicionalesde laOrientacion Educativa han desplegado posiciones
directivas, centradas especificamente en la atencion al alumno o referidas a los aspectos
metodologicos de la practica educativa. Cuando ampliaron su foco de intervencion desde
perspectivas idealistas o tecnicistas, mantuvieron posiciones paternalistas y normalizadoras
respecto de los sujetos, los grupos y las instituciones. El orientador se comportaba, alli, como el
"corrector" respecto de los ideales, el portador de los secretos y las soluciones para reencontrar el
camino perdido o, en todo caso, para indicarle al sujeto en que sector del sistema educativo
estaria apto para continuar. Al reforzar y legitimar la tutela educativa moderna, propone y produce
un alumno desde la racionalidad de un saber y bajo el ejercicio de un poder. Desde nuestra
perspectiva, se trataria de una orientacion que no orienta [en el sentido de no definir una direccion
preestablecida desde un lugar de saber, es decir, desde un lugar de poder que anula al otro), sino
que sea capaz de sostener la singularidad y el protagonismo de los sujetos, de los grupos y de las
instituciones en la definicion de sus propios problemas y en la busqueda colectiva de las
alternativas para abordarlos y superarlos.
Es por ello que al nominar intersecciones entre salud y educacion, intentamos alejarnos de un
lugar omnipotente y omnisciente. Mas que orientar procuramos promover en las instituciones y en
los sujetos (que la sostienen pero tambien la transforman) maneras de tramitacion de las
problematicas que se ubican en las intersecciones entre salud y educacion. Y lo pensamos asi
porque esos problemas -insistimos- no "encajan" en los objetos previamente prescriptos como
pertenecientes a las disciplinas academicamente legitimadas, como la pedagogia, la psicologia, la
psicopedagogia o la Orientacion Educativa misma cuando se erige como disciplina.
Como ya hemos senalado, las intersecciones entre salud y educacion estan inscriptas en un
territorio de entrecruzamientos de instituciones sociales (educacion, salud), de sistemas (sistema
educativo, sistema de salud, servicios sociales) y de disciplinas (ciencias de La educacion,
psicologia, psicopedagogia). En algun sentido podriamos postular la inscripcion de Las practicas
de Orientacion Educativa como practicas de salud mental, teniendo en cuenta la estrecha relacion
entre los discursos y practicas pedagogicas, y las terapeuticas.
Para ello se impone revisar la relacion que existe entre determinadas practicas realizadas en las
instituciones educativas y el campo de la salud mental, senalando ciertas analogias, similares
tensiones y contradicciones.
La cuestion de la nominacion -es decir, nombres que portan la historia del campo, que expresan
sus contradicciones y que se han instituido en Las practicas y en Los discursos- apunta a
describir el grado de complejidad de las problematicas que abordan, al mismo tiempo que el
estado de resolucion de las tensiones que lo recorren.
La nominacion intersecciones entre salud [mental podriamos agregar) y educacion es
representativa de lo que hacemos, pero fundamentalmente de lo que queremos hacer. Esto es,
enunciar ciertos problemas sin reducirlos al dispositivo escolar. Trascenderlo, incluyendo
practicas sociales y de salud en el vasto campo de las interacciones entre lo subjetivo y lo social.
El nombre Orientacion Educativa ha devenido concepto polisemico que devela ciertas marcas de
origen, es decir, un sentido originario fuertemente directivo, clasificador, con posiciones
paternalistas y normalizadoras. Tambien el nombre salud mental (politicas de salud mental, el
sector salud mental y campo de salud mental, segun el caso) condensa las mismas marcas
fundacionales.
Salud, por una parte, guarda intensa pregnancia por su oposicion a enfermedad e instaura un
campo de valores arbitra-rio que no puede producirse mas que como resultado de un consenso
de diferentes actores sociales en determinado lugar y tiempo.
Mental, conserva la marca de su oposicion a corporal, fisi ca, una duaLidad superada en La
mayoria de las enunciaciones teoricas. Esta nominacion expresa mas un campo de practicas en
transicion que el tipo de problematicas subjetivas-sociales en juego.
Sostener la denominacion "salud mental" tiene el unico proposito de reconocer un campo de
problematicas, pero tambien de practicas intersectoriales, interdisciplinarias, !nterprofe-sionales e
interinstitucionales. La cuestion de La salud mental supone una problematica principalmente
politica, en la que el Estado desempena un rol decisivo como garante en La condicion de sujeto
de derecho de Los usuarios de sus servicios y la proteccion contra toda discriminacion. Al
respecto, la Ley Nacional 26.657 reconoce la salud mental como un proceso determinado por
componentes historicos, socioeconomicos, culturales, biologicos y psicologicos, cuya
preservacion y mejoramiento implica una dinamica de construccion social vinculada a la
concrecion de los derechos humanos y sociales de toda persona (articulo 3).
Respecto de sus modalidades de abordaje, la norma juridica nacional expresa textualmente: "El
proceso de atencion debe realizarse preferentemente fuera del ambito de internacion hospitalario
y en el marco de un abordaje interdisciplinano e intersectorial, basado en los principios de la
atencion primaria de la salud. Se orientara al reforzamiento, restitucion o promocion de los lazos
sociales" (articulo 9).
A su vez agrega que el Estado debe promover que las autoridades de salud de cada jurisdicci on,
en coordinacion con las areas de educacion, desarrollo social, trabajo y otras que correspondan, !
mplementen acciones de inclusion social, laboral y de atencion en salud mental comunitaria.3 Se
debe promover el desarrollo de dispositivos como: consultas ambulatorias; servicios 3 Las italicas
nos pertenecen. de inclusion social y laboral para personas despues del alta institucional;
atencion domiciliaria supervisada y apoyo a las personas y grupos familiares y comunitarios;
servicios para la promocion y prevencion en salud mental, asi como otras prestaciones como
casas de convivencia, hospitales de dia, cooperativas de trabajo, centros de capacitacion
sociolaboral, emprendimientos sociaLes, hogares y familias sustituias (articulo 111.
Evidentemente es una concepcion de salud mental que trasciende los limites de los efectores
especificos para constituirse en un campo complejo anticuLado con la vida cotidiana y la
participacion de la comunidad. Es claro que las practicas de Orientacion Educativa deberian
inscribirse en esta linea que marca la ley, principalmente con los dispositivos especificos en Las
instituciones educativas que representan servicios para la promocion y prevencion en saLud
mental.
Es por lo antedicho que el campo de la salud mental puede adjetivarse como "comunitario". En
ese vector, podriamos situar la salud mental comunitaria (SMC) en las complejas interpelaciones
que se producen entre los sujetos y los conjuntos sociales. Calificar de comunitaria la salud
mental hace visible la imposibilidad de reducir los problemas psiquicos al sujeto o a la sociedad
exclusivamente. Entender la salud mental como comunitaria es hacer hincapie en las
interrelaciones que se producen entre sujetos y sociedad, constituyendose de este modo en un
campo de analisis e intervencion propio. La !dea central de la SMC es, entonces, trascender la
nocion de enfermedad mental, objeto de la psiquiatria y propia del criterio disciplinario de abordaje
de los problemas psiquicos, y promover una consideracion del sufrimiento humano en su
inseparable articulacion con la vida social. Es pensar la existencia humana como estructuralmente
conflictiva, de manera que el padecimiento, el dolor y/o el malestar sean entendidos como
manifestaciones del continuum salud/enfermedad, aunque en diferentes grados.
Las perspectivas criticas para comprender e intervenir en las intersecciones entre salud y
educacion pondran mayor interes en Los sectores mas desprotegidos de la poblacion,
estimulando que Las practicas de Orientacion Educativa puedan integrarse al conjunto de las
politicas sociaLes en general, lo que lleva a la posibilidad de que coexistan y se articulen -en el
mejor de los casoscomo dispositivos de intervencion en instituciones educativas y de salud con
otros programas de alcance social y comunitario.
Hace tiempo que en el campo de la salud mental existe una puja entre diversas formas de
concebir el trastorno psiquico y sus maneras de abordarlo. El propio concepto de "salud mental"
se mostro especialmente fructifero al erosionar las creencias y los prejuicios con que se
abordaban los problemas del sufrimiento psiquico por parte de la psiquiatria tradicional, lo que
genero un nuevo foco desde el cual abordar los problemas, que era comprender los sufrimientos
mentales del sujeto en el conjunto de sus relaciones sociales. Es justamente esta relacion en la
que se piensan los problemas de la salud mental, en el en-trecruzamiento de lo individual y lo
colectivo, la que ha entrado en crisis en los ultimos anos a proposito de las relaciones entre lo
publico y lo privado (Galende, 1998).
La salud mental sera comunitaria en tanto trascienda los limites impuestos por las concepciones
insulares del padecimiento psiquico. De ese modo se ocupara de una gama mucho mas amplia
de dimensiones conflictivas de la vida, de diversos sufrimientos humanos, lo cual necesariamente
pone en cuestion las formas de comprender esta practica como una intervencion estrechamente
ligada al diagnostico. En esa amplitud de fronteras es que podemos pensar los discursos y las
practicas de la Orientacion Educativa al formar parte del campo de la SMC.
La salud mental sera comunitaria en tanto procure desentranar las problematicas del poder,
develar la dimension politica y social de todo padecimiento y sus formas de abordaje. Desde
luego, esta operatoria no significa pretender eliminar las cuestiones del poder -que es inherente a
todas las formaciones sociales-, pero si promover mayor visibilidad sobre ellas, generando
condiciones favorables para comprender el fenomeno y operar en el.
La salud mental sera comunitaria, tambien, cuando logre constituirse como una practica sanitaria
que promueva espacios de participacion colectiva, a traves de los cuales el colectivo mismo
defina sus propios problemas y, obviamente, la busqueda de sus soluciones. De esta manera, La
SMC evita correrse todo lo posible de una posicion autoritaria que trata de implementar
dispositivos mas ligados al control paternalista, a la tutela o al asistencialismo.
Las practicas de SMC consistiran, entonces, en "la aplicacion de metodos que, al detectar las
areas de conflicto o fragilidad en los vinculos, lo hacen circular por el conjunto social, familiar o
grupal, evitando apropiarlo en un diagnostico o en una intervencion tecnica resolutiva. Se trata de
que el conflicto se resuelva o pierda capacidad patogena por su asuncion colectiva" (Galende,
1998:57).
A pesar de todos los fundamentos esgrimidos, por nuestra parte y solo de manera provisional
(como en rigor son todas las aproximaciones teorico-epistemologicas), dado el caracter
controvertido que aun persiste alrededor de la denominacion "salud mental", optamos por su
nominacion mas generica, "salud", en tanto pretension de sostener un criterio mas integral e
integra-dor de las problematicas humanas, sean biologicas, psiquicas, sociales y/o ambientales.
Es por ello que creemos que la nominacion "intersecciones entre salud y educacion" expresaria
con mas claridad el tipo de problematicas con que nos enfrentamos y sobre las que queremos
efectuar una elucidacion critica. Una nominacion que hace centro en las problematicas del
malestar y en la condicion con-flictiva inherente a la vida humana misma.

LAS TUTORÍAS COMO DISPOSITIVO DE ACOMPAÑAMIENTO


Las tutorias forman parte de Las practicas de Orientacion Educativa o, siguiendo con Lo que
veniamos sosteniendo, son parte del campo de probLematicas que corresponden a Las
intersecciones entre salud y educacion. Se trata de una construccion pedagogica, de un
dispositivo que surge como efecto de un proceso sociohistorico que genero Las condiciones para
su institucionaLizacion y que se sostendra mientras tenga sentido, mientras conserve sus
funciones. Las tutorias como dispositivo son una de las posibles estrategias que ayudan a
sostener Las trayectorias de Los estudiantes, dinamizar Los procesos de ensenanza-aprendizaje,
al mismo tiempo que colaboran en hacer mas habitable La vida cotidiana en La institucion
educativa.
No podemos referirnos a las tutorias sin visibilizar su paradoja de origen, en tanto practicas cuya
operatoria consiste en hacer andar otra cosa o hacer funcionar algo que esta en otro lugar. Su
cualidad central es poder perder centralidad, protagonismo. La tutoria esta pensada como una
funcion que busca crear Las condiciones para reducir al minimo su protagonismo; es decir que su
modo de intervenir tiene como referencia no suplantar ni suplementar a los distintos actores de la
escena educativa en el que le toca intervenir, sean alumnos o docentes, sino generar las
posibilidades para que, por ejemplo, ante un determinado conflicto, se puedan resolver en el
futuro situaciones similares a las planteadas, sin su mediacion directa (Korinfeld, 2008a).
Creemos que la crisis actual de las instituciones educativas requiere de mucho analisis y
creatividad para transitarla. Vivimos un intenso proceso de metamorfosis social que se expresa en
distintos planos de la vida cotidiana. Las instituciones educativas no son lo que eran, pero
tampoco han encontrado su nueva forma. Entre los factores que interrogan la actual estructura
institucional escolar podemos mencionar las nuevas tecnologias que, por ejemplo, imprimen otra
velocidad al ritmo de la vida social, a los intercambios entre los sujetos, muy contrastantes con los
ritmos, los tiempos, los estilos y el funcionamiento tradicional escolar (vease el capitulo 5 de este
libro).
Podemos considerar la epoca que transitamos como un impasse, un "mientras tanto", en el que
debemos sostener las instituciones en general y la escuela en particular. Hacerlo no supone (al
menos no necesariamente] una actitud conservadora, opuesta a los cambios. Lo determinante
seguira siendo que los procesos de transmision y apropiacion cultural sean un derecho de todos.
En este marco es que pensamos las tutorias. No como solucion a la crisis, sino como una de las
formas, uno de los "inventos" para transitarla. Una bocanada de oxigeno para este tiempo de
metamorfosis socioeducativa (Rascovan, 2008).
A la vez que los educadores debemos exigir a los Estados el cumplimiento de su obligaci on de
otorgar educacion de calidad a todos los sujetos sociales, nuestro compromiso debe ser
desarrollar una "imaginacion radical" que ayude a inventar nuevas estrategias, nuevos formatos
institucionales que se diferencien de los heredados de la modernidad. Al respecto, Cornelius
Castoriadis (1998) sostiene que mientras el "imaginario efectivo" es el proceso a traves del cual
las significaciones imaginarias operan como organizadores de sentido, manteniendo unida a la
sociedad, la nocion de "imaginario radical" senala el valor ins-tituyente, la capacidad imaginante
entendida como invencion o creacion incesante social-historica-psiquica de figuras, imagenes, es
decir, produccion de significaciones colectivas.
En un sentido restringido, las tutorias como estrategias de acompanamiento a los estudiantes en
las trayectorias academicas son una herramienta central que colabora a paliar el abandono de las
instituciones educativas (escuelas secundarias, universidades, institutos terciarios no
universitarios) por parte de los sujetos que han comenzado sus estudios y a promover procesos
de retencion de la matricula. En un sentido amplio, no excluyente con lo anterior, es una de las
posibles estrategias que contribuyen a dinamizar los procesos de ensenanza-aprendizaje y a
hacer mas habitable la vida cotidiana en las instituciones educativas.
Las tutorias son un recurso para encarar procesos de acompanamiento y sosten. Lo decisivo en
cualquier intervencion de esta indole es que el "acompanado", es decir, el "receptor" de esa
operatoria, no sea precisamente receptor. Lo determinante en cualquier proceso de
acompanamiento es el protagonismo del "acompanado", tanto a nivel individual, grupal e
institucional como comunitario. Ello permitiria evitar que en las practicas de las tutorias se filtren
formas refinadas de manipulacion, de control social.
Decimos "acompanamiento" como algo opuesto al concepto de tutelaje, pero en sintonia con
otras nociones como las de autoridad, presencia, confianza, escucha, habilitacion, transmision.
Asi las tutorias podran ser pensadas como una practica centrada en los cuidados.
Se trata de "hacernos cargo" entre todos los actores institucionales que intervienen en el proceso
de ensenanza-aprendizaje de reconocer que la tarea educadora se ha vuelto cada vez mas
compleja y dificil, que entre todos tenemos que buscar vias alternativas para que se pueda
cumplir la mision social de toda institucion educativa, esto es, promover aprendizajes
significativos para vivir la compleja vida sociocultural de nuestros tiempos y, a la vez, facilitar la
construccion de subjetividades (vease el capitulo 1 de este libro).
Las instituciones educativas pueden ser un terreno fertil para producir "inventos". Las tutorias
serian uno de ellos. Ni mas ni menos una estrategia, un dispositivo para colaborar a que algo
funcione. Sin embargo, en el proceso de institucionalizacion puede ocurrir que sostengamos la
ilusion de creer que lo mas importante sea "aplicar" un sistema, por ejemplo, el de tutorias. Si asi
fuese, estariamos perdiendo de vista el valer decisivo, su cualidad mas destacada: las tutorias
entendidas como proceso mas que como resultado.
Es decir, intentamos pensar y revalorizar las tutorias en su funcion instituyente como acto mismo
de creacion. Es precisamente alli cuando los actores institucionales se ponen a pensar, a
inventar, a crear las formas propias de las tutorias en cada institucion, donde operara
fundamentalmente su eficacia.
Las instituciones educativas no funcionaran mejor por aplicar una determinada estrategia o
tecnica, sino por permitir y estimular los procesos creativos. Podriamos decirlo del siguiente
modo: el propio proceso es, curiosamente, el resultado. Mientras estamos pensando, creando y
haciendo, estamos activos y comprometidos con aquello que nos preocupa.
Lo definitorio sera, pues, no dejar de crear, de inventar formas que ayuden a que las instituciones
educativas sigan siendo formadoras. Asi, cuando en una institucion logremos crear un dispositivo
de tutorias, el desafio sera no ilusionarnos con el, sino tomarlo como plataforma, como sosten,
como andamio para seguir construyendo, deconstruyendo, reconstruyendo.
De esta manera, construir, deconstruir, reconstruir nos indica la dinamica de un proceso continuo
que se va configurando de un modo inestable y en permanente cambio. En ese derrotero va
logrando formas que se estabilizan pero que no son eternas. Lo peor que nos puede ocurrir es
que el diseno y la !mplemen-tacion de un sistema de tutorias inhiba, aborte, coarte aquello que
debia alimentarla, esto es, la capacidad de los sujetos para pensar, crear, inventar, sonar.
Las tutorias concebidas como un espacio institucional especifico al que los estudiantes pueden
acercarse individual y/o colectivamente cuando lo necesiten permite vehiculizar dudas,
expectativas, conflictos, desafios, responsabilidades. Creemos que para que ello ocurra los
adolescentes y jovenes tienen que percibir que alli hay al menos un referente adulto con
capacidad de escucha. Por eso, sostenemos que las tutorias no son un hecho dado. Son
construcciones permanentes atravesadas por !das y vueLtas, encuentros y desencuentros. Son
espacios para la comprension pero tambien para la confrontacion.
Entre todas las funciones que se podrian asignar a tas tutorias en general y las que operan en las
escuelas secundarias y universidades en particular, queremos subrayar dos que, desde nuestra
perspectiva, son las mas importantes a tener en cuenta: los procesos de inclusion social [que
podriamos traducir como "retencion", es decir, el trabajo a traves del cual se procura evitar o
reducir el abandono y la repitencia) y la participacion de los diferentes actores (incluidos, desde
luego, los estudiantes) en el funcionamiento y la gestion institucional. Ninguno de estos aspectos
es patrimonio de las tutorias, sino de un proyecto educativo institucional del cual aquellas
deberian formar parte.
Los dispositivos tutoriales son herederos de experiencias informales, es decir, estrategias de
acompanamiento que pueden darse espontaneamente en los diferentes trayectos de vida. .Quien
de nosotros no ha tenido a lo largo de su recorrido figuras que desempenaron un rol de
acompanante: familiares, amigos, docentes, profesionales? Esas figuras no fueron parte de
ningun sistema formalizado. Son experiencias que emergen en la vida colectiva, generadas por
los propios intercambios entre sujetos.
La importancia de un sistema radicaria en ser el relevo formalizado de practicas sociales
espontaneas. En esa linea, se trataria de instituir lo que no todos los sujetos -estudiantes en este
casopueden autogestionarse de manera singular.
Las tutorias como funcion pueden, entonces, encarnarse en la figura de un tutor. De esta manera,
el sujeto responsable de esa tarea, el/la tutor/a, es un sujeto que parece haber elegido ubicarse
en una posicion de ayudar. Sin embargo, nos permitimos alertar sobre las implicancias que tiene
o puede tener lo que podriamos denominar su "vocacion ayudadora". Ayudar puede generar
impotencia en el otro, ubicandoLo en el lugar de necesitado. Si asi ocurriere, la ayuda pasaria a
ser la anulacion del otro como sujeto creador y protagonista de su propia vida.
Las tutorias seran espacios en que puedan !nteractuar diversos actores, de manera que sea una
preocupacion de todos y cada uno de sus miembros. Como ya hemos advertido, una de las
principales limitaciones de La accion tutonal sera que se restrinja exclusivamente a las tareas del
que fuera designado con el nombre de tutor.
El trabajo del tutor esta en la direccion de hacer circular la funcion que en principio el concentra,
en colaborar para facilitar los canales de comunicacion establecidos en la institucion cuando estos
se hallan obstaculizados, y es su tarea intentar mediar para restaurar esa funcion. De lo que trata
es de hacerse cargo de la tarea tutonal, no para apropiarsela sino, justamente, para redistribuirla
cuando sea necesario, para que cada uno ocupe su lugar y se restituya la mision educadora.
Si la tarea educativa es orientadora por definicion y su objetivo es que sea asumida por el
conjunto de la institucion, nos preguntamos, .por que deberia especializarse una funcion como
esta? .No corremos el riesgo de generar lo opuesto a los objetivos propuestos? .Acaso definir un
tutor para un grupo de estudiantes no produce efectos de desresponsabilizacion en los demas
docentes? .No se genera la idea de que hay una persona o determinados servicios o programas
que son los que se "ocupan de los estudiantes" y, por lo tanto, la tarea de los demas actores se
restringe al dictado de las respectivas materias, a dirigir la institucion o a supervisar aspectos
administrativos y normativos?
Creemos que las preguntas precedentes deben estar presentes en el debate cotidiano de las
instituciones para lograr que el dispositivo tutorial no caiga en la trampa. Vale para ello recordar
que la funcion de las tutorias esta en sintonia con la metafora del "andamio", entendida como una
estructura, un entramado, un holding eficaz en una determinada etapa de la construccion, pero
que pasado un tiempo se debe prescindir de el. Por lo mismo, es una metafora que puede
servirnos para comprender el caracter transitorio de la funcion tutorial.
Las tutorias como sosten {holding winnicottiano]4 implicarian asumir una posicion que se nutre de
las ensenanzas de la escucha analitica, en la medida que se evitara otorgar significacion a los
decires de los otros, intentando dar cauce a sus preocupaciones sin obturar con interpretaciones
apresuradas e intervenciones abruptas.
Para pensar el dispositivo institucional de tutorias, es exclu-yente construir un equipo de tutores
que permitan elaborar un proyecto colectivo, sistematico y sostenido en el tiempo y, reiteramos,
que este incluido en el proyecto educativo institucional. En estos terminos, los sujetos
denominados "tutores" podran ser reconocidos y respetados por el resto de la comunidad
educativa, incluyendo a los estudiantes, las familias, los profesores y los directivos de la
institucion.
Es tambien recomendable que el equipo de tutores este coordinado por un profesional (docente,
psicologo/a, psicopedagogo/ a), cuya funcion principal sea organizar, sostener y supervisar la
tarea para articular politicas institucionales. El efecto de la coordinacion ira perfilando una
direccionalidad al trabajo. En cada institucion debera pensarse como y quien debera asumir esa
funcion, pero pensamos que no puede estar acefala.
Por lo expresado, es evidente que revalorizamos los dispositivos de tutorias, basicamente porque,
en tiempos de cultura de mercado, podrian pensarse como una expresion contracultural, como la
promocion de una etica basada en la solidaridad.
Insistimos con la propuesta de promover un proyecto situado de tutorias, lo que supone rescatar
la singularidad de cada institucion, el reconocimiento de su caracter flexible, no burocratico, la
definicion colectiva de sus lineamientos, la activa participacion de los diferentes actores,
principalmente los estudiantes. Por ultimo, subrayamos que no habra un programa de orientacion
y tutorias sostenido en el tiempo sin inclusion en un proyecto educativo institucional que lo
sostenga y el debido reconocimiento salarial para la tarea.

LAS TUTORÍAS Y LA ÉTICA EN RELACIÓN CON EL OTRO


Como hemos senalado, las tutorias son, centralmente, un dispositivo de acompanamiento a los
estudiantes en la construccion de sus trayectorias academicas por la institucion. Por eso, las
acciones tutoriales se inician en el ingreso y culminan en el egreso mismo de los alumnos, tanto
en las escuelas secundarias como en las instituciones de nivel superior. En ese devenir, podemos
ubicar en primer lugar la recepcion a los ingresantes a la institucion. A partir de alli, todo plan de
accion tutorial debe intentar promover un paulatino proceso de adaptacion e integracion a la vida
institucional que favorezca el pasaje de la condicion de "extranjeros" de los recien arribados, para
pasar a constituirse en "huespedes" y luego poder considerarse "nativos" (Enrique, 2012). Ese
recorrido supone el pasaje de una condicion a otra, como efecto de una practica de
reconocimiento y socializacion, que colabora en la funcion de afiliacion, construyendo un
sentimiento de pertenencia. Desde luego, se trata de una disposicion colectiva institucional, fruto
de una decision politica de brindar una bienvenida y acogida que no se reduce a los ambitos
propios de las tutorias pero que tiene en ellas un motor decisivo para su cumplimiento.
La institucion en su conjunto sera la responsable de promover trayectorias saludables de los
estudiantes. Estara mas cerca de lograrlo en la medida que cumpla su funcion central de
ensenanzaaprendizaje pero, tambien, de otorgarle un lugar prioritario a los procesos de
subjetivacion como aspecto inherente a las practicas educativas. El derrotero por la vida
institucional requerira de procesos de acompanamiento, entendidos como formas de ejercer la
hospitalidad, de promover la seguridad, de estimular la sociabilidad en el conjunto de experiencias
pedagogicas como ambitos de encuentro interpersonal.
Si decimos que las tutorias como dispositivo de acompanamiento se fundan en el ejercicio de la
hospitalidad es porque consistirian en una forma de aceptar al estudiante recien ingresado, una
manera de considerarlo bienvenido a la institucion, de transmitirle que "lo estabamos esperando"
y que sentimos satisfaccion de que este alli presente.
Esperar a Los recien llegados es una forma de acoger al extranjero, de brindarle hospitalidad.
Este hecho nos confronta sin ambages sobre nuestro propio desamparo, sobre aquello extranjero
que a todos nos habita y contra lo cual nos defendemos con la ilusoria fantasia narcisista de
completud, de unidad, de invulnerabilidad. Por tanto, negar la pregunta que el extranjero, el otro,
plantea y nos plantea implica reforzar la negacion, acudir a la omnipotencia, reforzar el
narcisismo, y desemboca, por tanto, en la hostilidad hacia aquel o aquello que amenaza nuestra
ilusionada completud (Derrida, 2006). En esa misma perspectiva, podriamos relacionar el ejercicio
de la hospitalidad con la promocion de seguridad y de confianza, en un acto de acompanamiento
incesante que consiste en hacerle un lugar al que llega y de ofrecerle recursos que le permitan
ocuparlo, pero tambien, transformarlo.
Evitamos caer en la trampa en la que puede ubicarnos el deslizamiento significante que va de las
tutorias al tutelaje. Por eso, tanto en las practicas pedagogicas como en las familiares, existen
diversas posiciones respecto del otro, del recien llegado. Nos posicionamos desde un lugar de
renuncia a las maniobras que intentan convertir la relacion de filiacion en una relacion de
causalidad o de posesion.
No se trata de fabricar un ser que satisfaga nuestro gusto por el poder o nuestro narcisismo, sino
de acoger a aquel que Llega como un sujeto que esta inscrito en una historia pero que. al mismo
tiempo, representa la promesa de una superacion radical de esta historia. Se trata de reconocera
aquel que llega como una persona que no puedo moldear a mi gusto. Es inevitable y saLudable
que alguien se resista a aquel que le quiere "fabricar". Es ineluctable que la obstinacion del
educador en someterle a su poder suscite fenomenos de rechazo que solo pueden llevar a la
exclusion o al enfrentamiento. Educares negarse a entraren esa logica [Meirieu, 1998:70).
Las tutorias seran, pues, herramientas para favorecer el encuentro entre los estudiantes, a traves
de la estimulacion de los procesos de socializacion que les permitan, en tanto recien llegados, ir
construyendo, en su trayectoria estudiantil, un sentimiento de pertenencia institucional que
colabore a sostener sus propios proyectos personales y educativos, buscando formas singulares
de sortear los diversos obstaculos y dificultades que la vida academica presenta. Y, en ese
proceso, las relaciones interpersonales, las tramas que se van urdiendo con los otros, las
amistades que en algunos casos se van tejiendo, seran decisivas para generar anclaje
institucional.
En sintesis, las practicas de las tutorias suponen estrategias, tecnicas, actividades, recursos, pero
basicamente una etica respecto del otro. Una etica basada en el encuentro con la otredad del
otro, con ese misterio que siempre entrana el otro. Un etica fundada en la necesidad de
deconstruir la imagen determinada y prefijada del otro, en la necesidad de dejar caer un supuesto
saber acerca del otro, en la necesidad de buscar insistentemente una revision critica respecto de
los dispositivos racionales y tecnicos que describen y etiquetan al otro.
La etica que sostiene e ilumina nuestra practica tiene que ver con aceptar que la relacion con el
otro no es una relacion idilica ni armoniosa de comunion, ni de empatia, que lo reconocemos
como semejante pero al mismo tiempo como distinto. Nuestra etica se apoya en alentar los
procesos de autonomia del otro. Por eso podemos decir junto a Jacques Ranciere [2007]:
Quien ensena sin emancipar atonta. Y quien emancipa no ha de preocuparse de lo que el
emancipado debe aprender. Aprenderá lo que quiera, quizá nada. Sabrá que puede aprender
porque la misma inteligencia actual en todas las producciones del arte humano, que un ser
humano siempre puede comprender la palabra de otro ser humano.
Así las tutorías podrán ser uno de los posibles dispositivos !instituyentes, sostenidos en esta ética
respecto del otro, que promueva de vanadas y diferentes formas la emancipación del sujeto,
singular y colectivamente.

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