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Cuando se habla de filosofía de vida con cierto sentido se está afirmando que
unos valores o ideas sirven como guía para la vida. En consecuencia, la filosofía
de vida tiene un carácter práctico, pues se trata de poner en práctica una serie
principios y valores.
Resulta excesivo y algo absurdo que el concepto filosofía de vida se pueda aplicar
a cualquier cosa (salir por la noche con los amigos, pasar el tiempo con las redes
sociales o jugar a los bolos). Cuando esto ocurre podemos hablar de una
banalización del concepto filosofía de vida.
Filosofía de la cultura
La Filosofía De La Cultura es la rama de la filosofía que estudia cómo afecta o
beneficia la cultura al individuo, las condiciones generales para que se dé una
determinada transmisión cultural y el marco teórico que permite el trabajo con la
cultura como concepto. Está relacionada con la filosofía de la historia, la historia
de la cultura y las ideas, la antropología y la psicología social.
Las obras de Arte, las obras culturales humanas con significación sustantiva, son
muy diversas y heterogéneas: musicales (y aún esta unidad es demasiado
genérica: música instrumental, de cuerda, de viento, de madera, música vocal,
música sinfónica), arquitectónicas, pictóricas, poéticas, teatrales,
cinematográficas… Los límites estéticos entre ellas (generalizando el sentido que
Lessing estableció en su Laoconte al plantear la cuestión de los límites entre la
pintura y la poesía) son muy difíciles de establecer. La metodología materialista
aconseja comenzar por el análisis de las especialidades gremiales de artesanos y
artistas (escultores, músicos, constructores, danzantes), así como de sus
diversificaciones según culturas o escuelas interiores a cada cultura, como puedan
serlo, en pintura, escultura o arquitectura, el realismo, el expresionismo, el
funcionalismo, o el surrealismo… Cabría de este modo organizar el curso del
desarrollo histórico y social del arte (en rigor, de sus diversas disciplinas, con sus
propios ritmos de desarrollo, sin perjuicio de sus interacciones «sincrónicas»)
según diversos estadios, desde unos primitivos estadios en los cuales las obras de
arte se hubieran mantenido confundidas por entero con otras realizaciones
culturales (militares, religiosas, políticas, arquitectónicas) –estadio del arte
inmerso, incluso adjetivo– hasta un estadio último en el cual las obras de arte se
hicieran sustantivas según sus características especialidades –estadio del arte
sustantivo (un concepto desde el cual podríamos reconstruir algunas fórmulas
que, no por dudosas, están desprovistas de interés: «arte por el arte», «finalidad
sin fin»)– pasando por estadios intermedios (artesanías, arte ceremonial…). En
cualquier caso, sólo manteniendo contacto con las mismas disciplinas artísticas
será posible determinar las Ideas que de ellas «emanan» y en torno a las cuales
habrá de derivarse en cada momento la filosofía de arte
Filosofía de la literatura
La Filosofía y la Literatura han reconsiderado su secular creencia y juicio respecto
a sus posibilidades de representar lo real. Siempre conflictivas entre sí, pocas
vacilaciones cundían, sin embargo, a la hora de entender que lo real podía ser
expresado en un proceso de producción reflectiva en la que, como en la superficie
del espejo, se reconociera lo real. Pues bien, dicha consideración, que se
remontaría al esfuerzo aristotélico, es, sin lugar a dudas, uno de los signos
fundamentales del cataclismo postmoderno que se reafirma sobre incursiones
previas y consideraciones marginales en la historia del común lugar cultural. Así,
la Filosofía –y, por extensión, todo saber serio (como la Historia, malogradas sus
aspiraciones por los trabajos de White)– han cedido a la pretensión de presentarse
como espejo en el que lo material se acoge : la reaparición sorprendente de
Nietzsche significa un golpe contundente a la virtud tradicional de la Filosofía
debido a la fundamentalidad epistemológica concedida a la noción de interés.
Compartiendo su atmósfera, las obras literarias de autores como Celan o Beckett,
que se presentan como las expresiones más aceradas de la literatura como no-
representación, refuerzan la impresión de que lo real-material es irrepresentable.
Las razones son tan claras como contundentes, al menos desde el punto de vista
del diálogo crítico en relación al discursear clásico : por un lado, la irrupción de la
subjetividad móvil e irreductible como origen de la escritura y, por otra parte, la
consideración de lo real-material mismo como devenir y fluidez cuestionan
gravemente la inteligibilidad de la Filosofía y la Literatura como representación.
Filosofía de la música
La música y su concepción filosófica
Por Arturo Hernández Chávez
Por Arturo Hernández, el 7 de octubre 2012 en El Tiempo, suplemento Semana.
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1 Comentario
Cuando en una oportunidad le preguntaron al genio de Bonn, Ludwig Van
Beethoven, qué era la música, él respondió: “La música es una revelación más
alta que la ciencia o la Filosofía”. Siglos antes, Platón, el gran filósofo griego, decía
que: “La música es un arte educativo por excelencia, se inserta en el alma y la
forma en la virtud”. Es decir, son muchos y diferentes los conceptos que se tienen
sobre la música, pero sabido es que este maravilloso arte fue sometido a una
constante reflexión filosófica por grandes pensadores; lo que nos permite deducir
que la expresión musical se halla vinculada a la Filosofía desde sus inicios, ya que
se trata de un arte que el hombre asoció con el origen del Universo.
En el mundo moderno el filósofo latino Boecio decía que “cualquiera que llega al
fondo de sí mismo, sabe lo que es la música”; de igual manera es importante el
pensamiento de Ramón Llull (S. XIII), quien a pesar de entender la música como
ciencia, advirtió que su matemática atiende a una consideración filosófica, que
pretende aunar desde el sonido, varias notas para alcanzar un solo fin: la
percepción clara del interior humano. Sin embargo en el transcurso del S.XVII y
XVIII, la Filosofía y la Teoría Musical fueron separándose y sistematizándose.
Para concluir cito a Santo Tomás (S.XIII), quien dijo que la música es “la más
noble de las ciencias humanas; cada uno debe procurar aprenderla con
preferencia a las demás, ocupa el primer lugar entre las artes liberales”.
Filosofía de la educación
La filosofía de la educación es una disciplina relativamente moderna que estudia el
fenómeno educativo y las teorías sobre el mismo desde una perspectiva racional,
con el deseo de ofrecer una explicación ultimativa sobre la educación humana
Temas contemporáneos
Los aspectos modernos dentro de la filosofía del medio ambiente están incluidos
pero no se limitan a las preocupaciones de activismo ambiental, así como las
cuestiones planteadas por la ciencia y la tecnología medioambiental. Estos
incluyen temas relacionados con el agotamiento de los recursos no renovables y
otros efectos dañinos y permanentes provocados al medio ambiente por los seres
humanos, así como los problemas éticos y prácticos planteados por filosofías y
prácticas de conservación del medio ambiente, la restauración y la política en
general.4 Al mismo tiempo, la filosofía se ocupa del medio ambiente con el valor
de los seres humanos que se unen a diferentes tipos de experiencia con el medio
ambiente, particularmente cómo experiencias en o cerca de entornos de contraste
no humanos con experiencias industriales o urbanas, y cómo esto, varía de una
cultura a otra. Algunas de las principales áreas de interés para los filósofos
ambientales son:
Filosofía de la salud
Georges Canguilhen, sobre el final del siglo XX, examinó el concepto de salud a
partir de la opinión de Emmanuel Kant, escrita doscientos años antes, respecto a
su criterio de ver la salud como un concepto vulgar ajeno a las ciencias del saber y
unida a la subjetividad de su percepción (sentirse sano, pero nunca poder
saberlo). Esta perspectiva quedó ligada para siempre a una visión filosófica y no
científica.
Filosofía de la historia
La filosofía de la historia es la rama de la filosofía que estudia el desarrollo y las
formas en las cuales los seres humanos crean la historia determinando los hechos
clave que intervienen en su devenir.
Las preguntas sobre las cuales trabaja la filosofía de la historia son tan diversas y
complejas como los motivos que las han provocado. Algunas de ellas podrían ser:
¿Cuál es el sujeto propio del estudio del pasado humano? ¿Es el individuo? ¿Son
las organizaciones sociales, la cultura, o acaso la especie humana por entero?
Yendo aún más allá de estas preguntas clásicas, algunos filósofos modernos han
introducido un nuevo concepto, sosteniendo que la historia ha dejado de ser el
estudio de unidades, de hechos, pasando a ser el estudio de una compleja
totalidad, que comprende no sólo las acciones humanas pasadas y sus
consecuencias visibles, sino que incluye un sinnúmero de factores en su contexto,
como las relaciones humanas, las corrientes de pensamiento, las motivaciones
particulares, y, tal vez el factor más recientemente incorporado y que más ha
revolucionado este campo de la filosofía, es el de los pensamientos, acciones,
relaciones y motivaciones de aquel individuo que escribe la historia, esto es, del
historiador. Como escribió Edward Hallett Carr en su libro ¿Qué es la historia?:
«Solía decirse que los hechos hablan por sí solos. Es falso, por supuesto. Los
hechos sólo hablan cuando el historiador apela a ellos: él decide a qué hechos se
da paso, y en qué orden y contexto hacerlo».
¿Qué es la historia? - Editorial Seix Barral, S.A., Barcelona 1965 - 3ª ed., Pág. 15
Según otra concepción, la de R. G. Collingwood, por ejemplo, precedido también
por Benedetto Croce, quienes sostienen que el pensamiento de los agentes
históricos es un concepto fundamental de la investigación histórica, caben las
preguntas:
¿Hay algún tipo de pautas que puedan encontrarse a través del estudio del
pasado humano, por ejemplo ciclos o idea de progreso?, ¿O acaso no hay más
pautas o ciclos que los que creemos ver?
¿Existe el progreso y su antítesis en la historia? ¿Cuáles son, en tal caso, sus
respectivas direcciones? ¿Y cuál es la fuerza directriz de ese progreso, de existir?
No debe confundirse la filosofía de la historia con la historiografía, que es el
estudio de las fuentes de donde se obtiene la información histórica, ni con la
historia de la filosofía, que es el estudio del desarrollo de la filosofía a través del
tiempo.
La respuesta a por qué no surge antes del XVIII esta disciplina es debido a que los
filósofos de otras épocas se han centrado en otras cuestiones, en la Antigua
Grecia por la física, matemática, etc. En la Edad Media por la teología y más tarde
en las ciencias naturales y finalmente los filósofos sintieron la necesidad de
reflexionar sobre la historia en el siglo XVIII y que cuyo objeto era el pasado. Esta
historia plantea una serie de problemas que se dividen en cuatro apartados:
La naturaleza es la esencia del ser, de todo cuanto es y existe sin haber sufrido
alguna alteración.
Aristóteles definía a la naturaleza como "la esencia de los seres que poseen en si
mismos y en cuanto tales el principio de su movimiento" así como el principio y la
causa del movimiento y de reposo en la cosa en que ella se halla, inmediatamente
por si misma y no por accidente.
Los lingüistas se han centrado, casi siempre, en el análisis del sistema lingüístico,
con sus formas, niveles y funciones, mientras que la preocupación de los filósofos
del lenguaje fue más profunda o abstracta, interesándose por cuestiones tales
como las relaciones entre el lenguaje y el mundo, esto es, entre lo lingüístico y lo
extralingüístico, o entre el lenguaje y el pensamiento.
De los temas preferidos por la filosofía del lenguaje merecen ser destacados el
estudio del origen del lenguaje, la simbolización del lenguaje (lenguaje artificial) y,
sobre todo, la actividad lingüística en su globalidad, y la semántica en particular, la
cual en la filosofía del lenguaje aborda las designaciones y la llamada semántica
veritativa.
De acuerdo a Bertrand Russell, las matemáticas son un estudio que, cuando se parte
de sus porciones más familiares, puede llevarse a cabo en cualquiera de dos direcciones
opuestas (una busca la expansión del conocimiento, la otra darle fundamentos. nota del
traductor). Pero se debe entender que la distinción es una, no en la materia objeto, pero
en el estado de la mente del investigador...(...)... así como necesitamos dos tipos de
instrumentos, el telescopio y el microscopio, para la ampliación de nuestras capacidades
visuales, igual necesitamos dos tipos de instrumentos para la ampliación de nuestras
capacidades lógicas, una para hacernos avanzar a las matemáticas superiores, y el otro
que nos lleve hacia atrás, hacia los fundamentos lógicos de las cosas que estamos
inclinados a tomar por sentado en las matemáticas. Veremos que mediante el análisis de
las nociones matemáticas ordinarias se adquiere una nueva perspectiva, nuevos poderes,
y los medios de llegar a nuevos temas matemáticos completos, mediante la adopción de
nuevas líneas de avance, siguiendo nuestro viaje hacia atrás.4
Filosofía de la mente
La filosofía de la mente o filosofía del espíritu, se ocupa de la naturaleza de los
estados mentales, de sus efectos y sus causas. La cuestión del comportamiento
de los estados mentales y físicos ocupa aquí un lugar central. Además de las
cuestiones ontológicas acerca de la naturaleza de los estados mentales, la
filosofía de la mente estudia cuestiones epistemológicas en torno a la
cognoscibilidad de la mente.
Filosofía de la psicología
La filosofía es la madre de todas las ciencias, siendo la psicología parte de ella
hasta su independencia alrededor de 1950 con el nacimiento de la psicofísica.1 Su
significado literal es psyché-logos ("estudio del alma"). Una rama de la filosofía es
la filosofía de la ciencia, que, desde la división hecha por Ferrier en el siglo XIX
entre ontología y epistemología, se encarga del análisis del conocimiento
científicamente obtenido. Cada ciencia genera su propia epistemología o filosofía
especial, con base en las características de su que hacer intrínseco. Otras de las
ramas de la filosofía que se relacionan con la psicología y la epistemología es la
Filosofía de la mente.
Filosofía de la religión
La filosofía de la religión es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio
reflexivo a profundidad de la religión, incluyendo argumentos sobre la naturaleza y
existencia de Dios, el problema del mal, la relación entre la religión y otros
sistemas de valores como la ciencia y la ética. Es frecuente distinguir entre la
filosofía de la religión y la filosofía religiosa. La primera refiere al pensamiento
filosófico sobre la religión, que puede ser llevado a cabo por creyentes y no-
creyentes por igual, mientras que la segunda alude a la filosofía inspirada y guiada
por la religión, como la filosofía cristiana y la filosofía islámica. Sin embargo,
pueden considerarse dentro del análisis filosófico de la religión, cuestiones
basadas en la estructura de todas las religiones; a modo de comparación entre
cada una, en proporción con temáticas que abordan interrogantes sobre la
perfección y el sentido de la existencia en relación con un cosmos perfecto y por
tanto un ente perfecto que los creó. De ahí que pueden considerarse dentro de las
diferentes religiones otras manifestaciones de la filosofía de y sobre la religión,
conforme a doctrinas orientales como el hinduismo y el budismo, interesados
fuertemente en la idea de un todo absoluto, una esencia que lo reviste todo; por
cuanto crea esperanza y despierta el interés humano en el desarrollo de una
dimensión más espiritual.
En ese sentido la filosofía de la religión intenta responder a interrogantes tales
como: ¿De dónde surgimos?, ¿Cuál es la verdadera naturaleza humana?, ¿Cuál
es la naturaleza de dios(a)?, ¿Es dios una creación del mejor ingenio humano o es
un ente superior a todo real y con cualidades humanas?, ¿Cómo se entienden el
cielo o el infierno (o inframundo?,¿Qué nos creó?, ¿Los milagros son casualidad u
obra divina? entre otras.
Filosofía de la biología
La filosofía de la biología es una subdisciplina de la filosofía de la ciencia
encargada del estudio de los presupuestos e implicaciones filosóficas
(epistemológicos y ontológicos) de la biología. La historia de la biología, la
sociobiología y la bioética son campos de investigación estrechamente
relacionados con la filosofía de la biología.
Filosofía de la sexualidad
Filosofía del sexo es un aspecto de la filosofía aplicada involucrado con el estudio
del sexo y el amor.
Filosofía de la justicia
Es Aristóteles, en su libro Ética Nicomáquea, quien nos da una amplia descripción
y referencia sobre el concepto de Justicia; de Aristóteles sabemos que vivió entre
el 384 y el 322 a.C.), fue filósofo y científico griego, considerado, junto a Platón y
Sócrates, uno de los pensadores más destacados de la antigua filosofía griega y
posiblemente el más influyente en el conjunto de toda la filosofía occidental.
Aristóteles estudió y sistematizó casi todas las ramas existentes del conocimiento
y proporcionó las primeras relaciones ordenadas de biología, psicología, física y
teoría literaria. Además, Aristóteles delimitó el campo conocido como lógica
formal, inició la zoología y habló de casi todos los problemas filosóficos principales
reconocidos en su tiempo. Conocido por los pensadores medievales como “el
filósofo”, Aristóteles es quizá el pensador más importante y de mayor influencia en
la historia y el desarrollo intelectual de Occidente.
Filosofía de la astronomía
Los descubrimientos astronómicos impulsan el desarrollo de la filosofía.
¿De qué manera? Veámos:
El hombre, mediante la astronomía, toma conciencia de su pequeñez y su
fragilidad. Entiende que es un ser insignificante en relación a las colosales
dimensiones de los cuerpos celestes como los planetas, observa la complejidad
de los fenómenos físicos ocurridos en el cosmos, acepta la incapacidad de la
mente humana para decifrar el universo en magnitud tanto espacial como
temporalmente, etc. Todo esto, desemboca en lo que es la base de la filosofía
como ciencia: La pregunta del hombre por la realidad.
Los interrogantes principales que surgen a partir de la admiración del hombre por
la inmesidad y complejidad del universo son:
¿Quién soy?
¿Cómo soy?
¿Para qué estoy aquí?
¿Por qué estoy aquí?
etc.
Y quizás el más importante: ¿De dónde surge la realidad que observo?
Este último interrogante que se refiere al origen tanto del mundo como del hombre,
es quizás la cuestión más polémica en la historia de la filosofía, la cual se reduce
básicamente a la pregunta por la existencia de un Ser Superior.