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Sun, Jan 1, 1978
A YER, poco después de las nueve treinta horas, cuando era llevado al hospital
privado Herrera Llerandi, murió el líder sindical Mario Rolando Mujía Córdova, de 30
años de edad, quien el jueves 20 de los corrientes, después de las 15 horas, fue
víctima de un atentado a tiros cuando tres desconocidos allanaron sus o cinas en
pleno centro de Huehuetenango.
Mujía Córdova era uno de los más prominentes líderes sindicales de aquel
departamento y el resto de la región occidental y su atentado se produjo
precisamente cuando estaba involucrado en un problema laboral atesorando a los
trabajadores de las fábricas “Santa Ágape” y “Corral Chiquito”, propiedad del señor
José Leopoldo Zúniga Seigne
Igualmente con lágrimas en los ojos, la esposa del ultimado, señora María Rosa
Calderón de Mujía, explicó que para ella el crimen no tenía explicación.
Por su parte, Oscar Leonel Córdova, víctima, hizo un llamado al presidente Lucas
“para que desarme al ejercitó y en vez de armas les dé “azadones y palas”.
“Si el presidente Lucas es indio como anuncia —dijo el señor Córdova—, sabía el
dolor de nuestra familia, pues hemos padecido ahora la violencia que él dice
padeció”.
“Mario —dijo nalmente-, será como un mártir para nosotros y siempre vivirá en el
recuerdo, pues su único delito fue trabajar para los desposeídos”.
PROTESTA LA CNT
En sus últimas palabras, Mujía dijo al ser indagado que tos asesinos, tres en total,
uno de ellos al hablarle le preguntó si en esa o cina “alquilaba apartamentos”.
Poco después de las 18 horas salió del an teatro del hospital general el cortejo
fúnebre que llevaba los restos mortales del líder sindical
El cadáver estaba siendo embalsamado ayer por la tarde, mientras los familiares y
amigos esperaban en las afueras para acompañar el sepelio.