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INDEPENDENCIA NACIONAL

Antecedentes de la Independencia Nacional


En 1801, Toussaint Louverture llegó a Santo Domingo y proclamó la abolición
de la esclavitud en nombre de la República Francesa. Poco
después Napoleón envió un ejército que sometió toda la isla y la gobernó
durante unos meses.

El 1 de enero de 1804, los vencedores declararon a Saint-Domingue como la


república independiente de Haití.
Después de la derrota a manos de los haitianos, una pequeña guarnición
francesa permaneció en la parte oriental de la isla, zona donde la esclavitud fue
restablecida, este período es conocido con nombre de la Era de Francia en
Santo Domingo Español (1802-1809)
En 1805, tras coronarse emperador, Jean-Jacques Dessalines invadió la
parte oriental y llegó hasta la ciudad de Santo Domingo, pero tuvo que retirarse
ante la resistencia de un escuadrón naval francés. Durante su retirada a través
del Cibao, los haitianos saquearon las ciudades de Santiago y Moca, matando
a la mayoría de sus residentes, hecho que generó animadversión durante dos
siglos entre los dos países.
Los franceses gobernaron en la parte oriental de la isla hasta que fueron
derrotados por los habitantes españoles en la Batalla de Palo Hincado el 7 de
noviembre de 1808, hecho que les obligó a concretar la rendición definitiva de
Santo Domingo, el 9 de julio de 1809, bajo la presión de la Marina Real
Británica.
De 1809 a 1821 se desarrolla el período denominado España Boba, período
que se caracterizó por el estancamiento económico, político y social.
El 1 de diciembre de 1821, el ex capitán general y escritor José Núñez de
Cáceres declaró la independencia de la colonia, llamándola Estado
independiente de Haití Español, a la vez que solicitó la incorporación del nuevo
estado a la Gran Colombia.
A tan sólo nueve semanas de que Núñez de Cáceres declarara la
independencia, las fuerzas militares de Haití dirigidas por Jean Pierre
Boyer ocuparon la nación, el 09 de febrero de 1822, esta ocupación se
desarrolló entre 1822-1844

El 16 de julio de 1838, unos jóvenes dominicanos fundaron una organización


política clandestina denominada "La Trinitaria", por estar compuesta por
grupos de tres miembros. La Trinitaria fue la bujía espiritual y material de la
Independencia dominicana, ya que, de acuerdo con los postulados del creador
de la nacionalidad dominicana, Juan Pablo Duarte, la independencia de toda
dominación extranjera, más que un reto de carácter emancipador del dominio
haitiano, constituía un anhelo de progreso y de libertad, para los nativos de la
parte española de la isla, que toda su existencia la habían vivido sometidos a
una u otra potencia extranjera.
El grupo de patriotas, liderado por Duarte y organizado en la sociedad secreta
La Trinitaria, guiado por los más genuinos deseos de independencia, se
encontró con otros sectores que luchaban por separar a la nación dominicana
del dominio haitiano, y a la misma vez someter a la República al dominio de
cualquier potencia extranjera. Sólo Duarte y su grupo propugnaban por la
independencia plena de la nación dominicana.

El 2 de agosto de 1843, Duarte fue expulsado del país con destino a Saint
Thomas, por el general Charles Herald. El movimiento Trinitario quedó
entonces en manos de Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y
Vicente Celestino Duarte.
Los Trinitarios acordaron juntarse el 22 de febrero de 1844 en la Puerta de la
Misericordia para desde allí lanzarse a la ocupación de la Puerta del Conde.
Los haitianos tenían su cuartel general en la Fortaleza Ozama, no lejos de allí.
A media noche, Ramón Matías Mella hizo tronar su trabuco, y el grupo dirigido
por Sánchez tomó el Baluarte del Conde. El 28 de febrero, los haitianos
capitularon con los Trinitarios y entregaron pacíficamente el poder de la parte
este de la isla, declarándose así la independencia definitiva del yugo haitiano.
Para finales de 1843, se podría decir que existían tres movimientos políticos
en la parte Este de la isla:
 Los conservadores, miembros del antiguo partido "boyerista", cuyos
líderes principales se encontraban en desgracia al perder Jean Pierre
Boyer el poder. Tomás Bobadilla y José Joaquín Puello eran de los
principales líderes.

 Los anexionistas que aunque buscaban la separación de la parte


oriental, consideraban que no existían las condiciones para una vida
independiente por lo que su objetivo era conseguir la separación a
través de la anexión a una potencia europea. Este grupo, a su vez,
podía dividirse en tres:
 Los que deseaban a ser parte nuevamente de España; entre sus
exponentes estaban los sacerdotes Gaspar Hernández y Pedro Pamiés,
en Santo Domingo, y el veterano General Andrés López Villanueva, en
Puerto Plata.
 Otro movimiento anexionista buscaba la protección de Inglaterra y lo
encabezaba un propietario de Las Matas de Farfán llamado Pimentel.
El tercer grupo, y el más importante de los anexionistas, estaba compuesto por
personas que habían ocupado puestos administrativos dentro del gobierno
haitiano y que creían poder alcanzar la eliminación del dominio haitiano con
ayuda de Francia, por lo cual se les conocía como los "afrancesados". Los
cabecillas visibles de este movimiento eran Buenaventura Báez, rico propietario
de Azua, y Manuel Joaquín Belmonte, importante abogado y comerciante.
 Los "trinitarios", conocidos también como liberales, y que luchaban
por conseguir la independencia total de la antigua colonia española.
Como su nombre lo indica, sus líderes eran miembros de la Sociedad
La Trinitaria y su jefe era Juan Pablo Duarte (por lo que el partido
también se le conocía como duartista).
Los "afrancesados" habían acordado con el Cónsul general de Francia en
Puerto Príncipe (Haití), Levasseur, el desarrollo de un plan que permitiera la
separación de la parte Este de la isla y su anexión a Francia (Plan Báez -
Levasseur). El Prócer Trinitario José María Serra escribió, en 1887: "Los
representantes de la parte del Este habían recibido del Cónsul general de
Francia en Puerto Príncipe, las seguridades de que su gobierno apoyaría todo
movimiento revolucionario que declarara la voluntad del pueblo de unirse a
Francia. La época de esa combinación sería para el 25 de abril de 1844".

El día 1 de enero de 1844 los "afrancesados" de Azua lanzaron un manifiesto


dando cuenta de las razones que los llevaban a buscar la separación de la
República y a ampararse bajo la protección de Francia.
El 16 de enero, los trinitarios prepararon su propio Manifiesto, fruto de la unión
de liberales y conservadores, en el cual invitaban a la rebelión contra los
haitianos.
Después de los esfuerzos hechos por patriotas dominicanos para independizar
el país del dominio haitiano, varias acciones militares ocurridas entre 1844 y
1856 terminaron por consolidar a la república como un nuevo estado. Los
haitianos intentaron varias veces volver a dominar la recién creada república
con resultados fallidos hasta que en 1867 Haití reconoció la independencia
dominicana.
No obstante, como la situación fronteriza no quedó definida después del
conflicto, Haití siguió ocupando el altiplano central, donde están emplazadas
las ciudades de Hincha, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y San Rafael de
la Angostura). Tras el tratado fronterizo de 1936, la República Dominicana
terminó renunciando a esos territorios.
El 13 de enero llegó a Santo Domingo, el Cónsul francés Eustache
Juchereau de Saint-Denys, quien estaba en Port-au-Prince por haber sido
acreditado como Cónsul en Cabo Haitiano, adonde no había podido trasladarse
debido al estado de destrucción en que se encontraba esa ciudad desde el
terremoto de 1842, lo que le dio ocasión de participar de modo principal en la
concertación del plan proteccionista (Plan Báez-Levasseur) que se había
propuesto al Gobierno Francés en relación con la antigua colonia española de
la isla, y por lo que se consideró preferible que se asentara, aunque
informalmente, en Santo Domingo, para que continuara dichas negociaciones.

A mediados de febrero de 1844 la población dominicana, en especial la de la


ciudad de Santo Domingo, se encontraba suficientemente sensibilizada por la
propaganda separatista de ambos grupos y se disponía a dar el golpe. En la
noche del 24 de febrero, se reunieron en la residencia de Francisco del Rosario
Sánchez, los independentistas Matías Ramón Mella, Vicente Celestino Duarte,
José Joaquín Puello y sus hermanos Gabino y Eusebio, Juan Alejandro Acosta,
Ángel Perdomo, Jacinto y Tomás de la Concha, Marcos Rojas, Tomás Sánchez
y Manuel Dolores Galván, quienes, luego de escuchar el relato de las
impresiones traídas por Gabino Puello, de su viaje para dar a conocer en los
pueblos de la región Sur, la Manifestación del 16 de enero, y luego de sopesar
los riesgos que podrían tener, para la causa independentista, el conocimiento
que demostraban poseer los "afrancesados" sobre los planes y las
deliberaciones de los trinitarios (además de mantener una actitud de franca
hostilidad, tal como la asumida por Buenaventura Báez en Azua), decidieron
por unanimidad de votos fijar la noche del 27 de febrero para dar el grito
independentista.
Como consecuencia de esa decisión, se hicieron las designaciones siguientes:
el Coronel Francisco del Rosario Sánchez fue nombrado Comandante de
Armas; el Coronel José Joaquín Puello, ayudante de Plaza; el Coronel Gabino
Puello fue también designado Ayudante de Plaza; el Teniente Coronel Ángel
Perdomo fue electo Jefe del Batallón de Artillería; Eusebio Puello, Capitán
Ayudante de Plaza; Marcos Rojas, Capitán encargado del Arsenal; y Juan
Alejandro Acosta, Comandante del Puerto. También se dispuso que Félix
Mercenario, Manuel María Valverde, Manuel Jiménez y Mariano Echevarria
figuraran entre los integrantes de la Junta de gobierno que se creara de
acuerdo con lo establecido en la Manifestación del 16 de enero.
Al día siguiente, 25 de febrero, fueron despachados los correspondientes
emisarios hacia las diversas regiones del país, a fin de dar a conocer estas
decisiones, para que quedaran completados los últimos preparativos para la
acción; entre estos se encontraba Victoriano Díaz con mensajes dirigidos a los
hermanos Pedro y Ramón Santana, en El Prado (El Seibo) y para Juan
Rodríguez, en Los Llanos (a fin de que ambos enviaran refuerzos humanos
para apoyar la acción que se produciría en Santo Domingo como consecuencia
del pronunciamiento de la separación).

Otros intentos de ocupación (1844-1856)


En los días que siguieron a la proclamación de independencia, todos los
funcionarios haitianos salieron de Santo Domingo. Tomás Bobadilla y
Briones, un jurista conservador que había participado en la anterior
insurrección, encabezó la junta provisional de gobierno de la nueva república.
El 14 de marzo, después de recuperarse de su enfermedad Duarte regresó y
fue recibido con celebraciones.
Durante los siguientes años, las fuerzas militares de Santana continuaron
defendiendo la república contra los ataques haitianos, derrotándolos en las
batallas 19 de marzo, 30 de marzo, El Memiso y en Puerto Tortuguero. A
principios de julio de 1844, Duarte fue instado por sus seguidores a convertirse
en presidente de la República. Duarte estuvo de acuerdo, pero sólo si se hacía
por medio de elecciones libres. Esta circunstancia fue aprovechada por Pedro
Santana quien asumió el gobierno cuando fuerzas militares leales a él tomaron
Santo Domingo el 12 de julio de 1844 y procedió a encarcelar a Duarte,
Sánchez y Mella.
El 6 de noviembre de 1844, una Asamblea Constituyente redactó
una constitución, basada en los modelos de Francia que establecía la
separación de poderes y los controles legislativos sobre el ejecutivo. Sin
embargo, Santana incluyó el artículo 210, el cual le concedió un poder ilimitado
durante la guerra contra Haití. Esta guerra continuó durante todo septiembre y
noviembre de 1845 donde los haitianos fueron derrotados en las batallas La
Estrelleta y Beller. Santana se mantuvo como presidente hasta 1848, cuando
perdió las elecciones. En 1849, el Presidente haitiano Faustin Soulouque atacó
la nueva república, pero fue derrotado en las batallas de El Número y Las
Carreras.

La Primera República (1844-1861)


Una vez proclamada la República, se conformó una Junta Central Gubernativa.
Los trinitarios, propulsores de la independencia absoluta, quedaron en minoría.
Por ello, dicha Junta Gubernativa no estuvo encabezada por un trinitario, sino
por Tomás Bobadilla, personaje de gran prestigio y perteneciente al sector
conservador.

Una de las primeras medidas de la Junta fue pedir el regreso de Duarte, quien
se encontraba exiliado en Curazao, junto con otros patriotas, y promover el
pronunciamiento de los pueblos del interior, que poco a poco, se fueron
sumando.

Gobierno de Santana

Los sectores conservadores se dedicaron a organizar el Estado. Se nombraron


los primeros ministros y gobernadores, así como la organización del ejército y
el servicio militar obligatorio. En noviembre de 1844, se redactó en San
Cristóbal, la primera constitución de la República.

Esta primera Carta Magna, si bien inspirada en los principios liberales y


democráticos de un Estado moderno, incluyendo la división de los poderes del
Estado, tuvo que incluir, por presiones de Santana, el célebre artículo 210 que
establecía que durante la guerra actual y mientras no esté firmada la paz, el
presidente de la República puede libremente organizar el ejército y armada,
movilizar las guardias de la nación; pudiendo, en consecuencia, dar las
órdenes providencias y decretos que convengan, sin estar sujeto a
responsabilidad alguna.

El 27 de febrero de 1845, al conmemorarse el primer aniversario de la


independencia, fueron fusilados María Trinidad Sánchez, Andrés Sánchez tía y
hermano del patricio, y José del Carmen Figueroa acusados de conspirar
contra el gobierno.

Durante todo el año de 1845 se luchó en las fronteras contra los continuos
ataques haitianos, destacándose en estas luchas José Joaquín Puello, Antonio
Duvergé y Francisco Antonio Salcedo.
Buenaventura Báez

Al quedar los trinitarios fuera del juego político, Buenaventura Báez y Pedro
Santana capitalizaron durante muchos años la lucha por el control político
nacional, sucediéndose varias veces en el poder.

Báez llegó al poder con el consentimiento de Pedro Santana. Fue el principal


líder de los afrancesados que impulsaron el malogrado Plan Levasseur, y a
partir de aquí, sería una de las principales figuras del panorama político
nacional.

Una vez en el gobierno, Báez presentó un programa de gobierno muy liberal y


progresista para la época. Pero, contradictoriamente, proclamó la continuación
de la búsqueda del protectorado de alguna nación extranjera fuerte.

La autonomía con la que ejerció el poder y el liderazgo que fue forjando una
vez en el gobierno, marcaron el rompimiento con Santana. A partir de ese
momento, sus relaciones con Santana estarían caracterizadas por la rivalidad
política.

Nuevas invasiones haitianas

Entre 1855-1856 se dieron nuevos enfrentamientos contra los haitianos en los


que tuvieron lugar importantes batallas como las de Santomé, Cambronal y
Sábana Larga.

La Revolución de 1857

Báez, en su segundo gobierno, se enfrentó a una gran cantidad de problemas


que venían arrastrándose desde 1844: devaluación de la moneda, crisis
financiera, deuda pública.

A pesar de esta situación, procedió a emitir papel moneda sin respaldo con el
que compró la cosecha de tabaco del Cibao, ofreciéndoles a los productores
mejores precios que los comerciantes intermediarios.

El papel moneda no tardó en devaluarse estrepitosamente, descubriendo los


tabaqueros que habían sido engañados por el gobierno.
El engaño generó un movimiento de agitación encabezado por los
comerciantes de Santiago. El 7 de julio los principales comerciantes de la
región dieron a conocer una proclama en la que desconocían el gobierno de
Báez y llamaban a la población a tomar las armas
El gobierno de Santiago convocó una Asamblea constituyente en la ciudad de
Moca donde se elaboró una constitución de corte liberal, sumamente
avanzada, en la que entre otras cosas, se establecía el sufragio universal y
limitaciones al poder presidencial.

Se prohibió la reelección sucesiva y se le negó al Congreso la posibilidad de


conceder al Presidente de la República facultades extraordinarias.

La redacción de esta constitución estuvo encabezada por una serie de


intelectuales de gran prestigio y caracterizados por sus principios liberales,
como fueron Benigno Filomeno Rojas, Pedro Francisco Bono y Ulises
Francisco Espaillat.

Fuente: http://www.enciclopediadetareas.net/2010/08/la-primera-republica.html

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