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CAPÍTULO I

ASPECTOS BIOGRÁFICOS DE SAN AGUSTÍN Y AVANCE HISTÓRICO


DE LA FILOSOFÍA EDUCATIVA

Datos biográficos de San Agustín

La vida de san Agustín de Hipona es la historia de un recorrido intelectual


y virtuoso en busca de la verdad que le llevó del ejemplo e inculcación de los
valores en su hogar a la educación, la filosofía y al aporte en la doctrina
cristiana. Para los fines de ésta investigación el autor proporcionará ciertos
aspectos de la biografía de Agustín de Hipona centrándose en su experiencia
y recorrido educativo. Aurelio Agustín nace el día 13 de noviembre del año
354 d.C. en Tagaste, en la provincia romana de Numidia, hoy Argelia. Sus
padres se llamaban Patricio y Mónica.
En sus Confesiones, describe a Patricio como un funcionario municipal
pagano, preocupado por la educación de sus hijos, pero de carácter
colérico29, que se convirtió al cristianismo antes de morir por influencia de su
mujer y el amor que le profesaba. Por otro lado, Mónica siendo una devota y
cariñosa madre cristiana, ejerció un gran influjo en el Doctor de la gracia ya
que como en toda familia romana, la mujer era responsable de educar a los
hijos convirtiéndose así en la primera maestra y catequista del hogar de la
cual Agustín hereda sus semillas cristianas.

29
Cfr. AGUSTÍN DE HIPONA, Las Confesiones, IX, 9, 19, en Obras de san Agustín texto
bilingüe II, edición crítica y anotada por el padre Ángel Custodio Vega, O. S. A., séptima
edición, Editorial Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 1979, p. 367.

8
Sus primeros estudios académicos los realizará en Tagaste, destacándose
por su inteligencia; aunque su escaso interés, su pasión por el juego con sus
compañeros y el temor a los castigos hicieron que aborreciera los libros 30. De
igual forma confiesa: «Era obligado a estudiar y por eso, a pesar de mis
cualidades, no pasé de ser un alumno mediocre» 31. Este ambiente
antipedagógico quedaría muy marcado en san Agustín admitiendo que, a
causa de esta violencia por parte de los maestros, los hombres preferirían
morir que volver a ser niños32.
Así mismo, para el año 365, Patricio decide gastar sus ahorros para que
su hijo continúe sus estudios en Madaura, donde leyó a los escritores
clásicos latinos como Cicerón. Sin embargo, a los 15 años, finalizados su
estudio en esta ciudad, se ve obligado a interrumpir su proceso por
dificultades económicas. En el año 370, Patricio, reunió dinero para que se
formara en Cartago donde estudió con éxito gramática y retórica. Además,
tuvo una relación amorosa fruto de la cual nació su hijo Adeodato, quien
permaneció con Agustín hasta su temprana muerte acaecida en el 389.
Con un estilo de vida desenfrenado, inicia una búsqueda para descubrir la
verdad acerca de sí mismo descubriendo la filosofía gracias a la lectura del
libro Hortensius de Cicerón, acercándose progresivamente a corrientes como
el maniqueísmo, el neoplatonismo, el estoicismo y el escepticismo. Agustín
finalizó sus estudios en Cartago y regresó a su ciudad natal, para enseñar
gramática y retórica. Poco después, vuelve a Cartago para ejercer como uno
de los más celebres maestros, sin embargo, debido a la irrupción de alumnos
violentos a sus clases decide ejercer en Roma, lo cual tampoco fue propicio
pues los alumnos huían en el momento en que debían pagar las clases.
En el otoño del año 384, Agustín viaja a Milán para enseñar retórica. La
figura más influyente acá era el obispo Ambrosio. San Agustín frecuentaba

30
Cfr. AGUSTÍN DE HIPONA, Las Confesiones, I, 13, 20 p. 91.
31
Cfr. AGUSTÍN DE HIPONA, Las Confesiones, I, 13, 20 p. 91.
32
Cf. Enrique EGUIARTE, «Líneas pedagógicas de San Agustín», en Mayéutica (Madrid) 92
(2015), p. 255.

9
sus predicaciones las cuales, dieron la clave para que se acercara a las
Sagradas Escrituras, dando como resultado que el Hiponense se convierta al
cristianismo. En el verano de ese mismo año se retiró a la quinta de
Casiciaco, renunciando a la enseñanza y al matrimonio, dedicándose al
estudio y a la conversación escribiendo sus primeras obras filosóficas. En el
año 387, durante la Vigilia Pascual, fue bautizado. En agosto abandona Milán
y se dirige al puerto de Ostia, donde Mónica, su madre, muere.
Posteriormente, en el 388, se instala en Tagaste hasta el año 391,
llevando una vida en comunidad, estudio, oración y componiendo libros. En
este mismo año se traslada a Hipona y es ordenado sacerdote. Cinco años
después, lo ordenan obispo de Hipona. Sin embargo, el colapso del Imperio
Romano se aceleró durante los últimos años de su vida. En el año 428, los
vándalos habían comenzado la invasión del norte de África. En mayo del
430, a los tres meses de comenzar el asedio, Agustín cayó enfermo. Unos
días después, el 28 de agosto, muere.

Obras pedagógicas de San Agustín

Agustín de Hipona ha trascendido debido a su amplia y variada obra


dando aportes significativos en varias ciencias. Trabajó intensamente
aplicando su propio método de estudio y análisis tomando apuntes mientras
leía y meditaba pues no confiaba en la memoria 33; así mismo, cuando debía
realizar críticas a textos equívocos escribía refutando párrafo a párrafo dando
origen al método de la honestidad científica. Dentro de sus escritos, ha
dejado una herencia significativa en el campo pedagógico resaltando sus
obras: De Magistro, De doctrina christiana y De Catechizandis rudibus.
Considerando esto, De Magistro fue una obra escrita para el año 389 en
Tagaste. Es un diálogo entre San Agustín y su hijo Adeodato, en el cual
33
Cf. AGUSTÍN DE HIPONA, Tratado sobre la Santísima Trinidad I,3,5. Tomo V. En edición
bilingüe, Primera versión española, introducción y notas del padre Fr. Luis Arias, O.S.A.
Doctor en teología, profesor y gente de estudios en el monasterio de Santa María, de la Vid,
Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 1948, p. 135.

10
tratan el problema de la enseñanza, en cuanto a la utilización del lenguaje y
sobre quién enseña. En la obra, pareciera que Agustín fuese el maestro, sin
embargo, se aclara que Maestro sólo hay uno y habita en cada hombre, el
maestro exterior es más bien un ministro, el verdadero Maestro es el interior,
es el que puede enseñar con las palabras que contribuyen a aprender, éste
maestro para el Águila de Hipona, es Jesucristo.
Por otro lado, De doctrina christiana fue escrito en Hipona en el año 397, y
es un tratado de hermenéutica y homilética en cuatro libros. En su contexto
se presenta como una introducción a la Sagrada Escritura y una enseñanza
de los modos de predicación sobre ella, tratando de encontrar un método
para saber lo que quiere decir; y encontrar otro método para exponer lo
entendido34. Finalmente, un texto sobre el arte de la enseñanza es De
Catechizandis rudibus, escrito en el 405 d.C., encontrándose testimonios
valiosos, inquisitivas observaciones así cómo aplicaciones sabias al campo
de la pedagogía, didáctica y psicología.
En este orden de ideas, se ha considerado a San Agustín, por sus obras,
como uno de los primeros pedagogos modernos por su método lúdico,
didáctico, sus sabios consejos y aportes a la educación, a pesar de que a él
mismo se le dificultó aplicarla por el esquema educativo y los cambios
culturales bruscos de la época medieval. Educar para el Doctor de la Iglesia,
significa sacar del corazón del discípulo una situación actual, tal vez
conflictiva, para llevarlo a lo trascendental, hacia su futuro como persona y
como miembro de una comunidad.

Síntesis histórica de la Filosofía Educativa

Desde sus orígenes, la Filosofía se considera como el saber más general


y profundo sobre la realidad, ya que se ocupa del conocimiento del ser en

34
A estos métodos se les llamó modus inveniendi y modus proferendi Cfr. AGUSTÍN DE
HIPONA, De doctrina christiana I, 1, 1, Traducción Balbino Martín Pérez, OSA., Biblioteca de
Autores Cristianos (BAC). Madrid, 2013, p. 7.

11
toda su amplitud. En este contexto, la Filosofía de la Educación, es definida
por Amilburu como: «la aproximación al mundo de los fenómenos educativos
desde una perspectiva filosófica. Se encuadra, por tanto, en el ámbito de la
Filosofía Práctica pues constituye un saber de la acción, para la acción y
desde la acción…»35, En consecuencia, su objeto es reflexionar sobre la
educación y su problemática analizando teorías pedagógicas (estrategias de
aprendizaje).
A nivel histórico, White afirma que: «la Filosofía de la Educación como
disciplina académica universitaria tiene una vida relativamente corta »36, sin
embargo, desde la antigüedad, se han dado aportes filosóficos en la
dimensión educativa. En la Edad Antigua se aplicaron métodos de
enseñanza dirigidos por un maestro-filósofo que fomentaba una educación
intelectual, disciplinada y de riqueza en técnicas de aprendizaje; obteniendo
métodos tales como: la virtud y rentabilidad de cursos sofísticos, la
mayéutica socrática, la dialéctica platónica, la enciclopedia aristotélica, entre
otros.
En el caso de la Edad Media se desarrolló la filosofía patrística,
escolástica y árabe que inician la escolarización y el estudio universitario.
Los principales filósofos de la educación medieval fueron: Agustín de Hipona
con la formación humanista-ascética y Tomás de Aquino con la pedagogía
moral. Por otro lado, en el inicio de la Edad Moderna, se produjo un
desarrollo educativo humanista que centra la enseñanza en el hombre. Sus
principales exponentes fueron: Descartes con la duda metódica, Jhon Locke
y la educación física, moral e intelectual, Rousseau con la educación natural
y Kant con el ser educativo.
A nivel Contemporáneo, la filosofía educativa da un paso fundamental ya
que busca dentro de sus objetivos últimos la formación integral del ser

35
María AMILBURU – Juan GARCÍA GUTIÉRREZ, Filosofía de la Educación. Cuestiones de
hoy y de siempre, Narcea, Madrid 2012 p. 225.
36
John WHITE, La Filosofía de la Educación como disciplina académica, en Amilburu, M. G.
(ed.), Claves de la Filosofía de la Educación, Dykinson, Madrid 2003, p. 171-186.

12
humano. Surge la concepción educativa como institución desde la pre-
escolaridad hasta el nivel superior. El docente busca el perfeccionamiento
cultural-educativo y su aplicación en el aula de clases. De esta forma, los
exponentes de la filosofía educativa contemporánea debatirán en el ámbito
pedagógico la socialización de la persona y la construcción personal del
conocimiento.
Entre los principales exponentes se tiene: Karl Marx y la educación
igualitaria; Ortega y Gasset con su teoría de la educación para la creatividad;
Augusto Comte con la sociología educativa; Jean Piaget aporta la producción
pedagógica constructivista; y John Dewey quien aportó la necesidad del
estudio educativo bajo el enfoque filosófico como una disciplina académica.
Actualmente, los seres humanos viven y construyen la época postmoderna
caracterizada por un desánimo social en relación con la religión, la política y
la ciencia, las ideas no se valoran; siendo la tecnología el lenguaje social
actual.
La educación postmoderna según Finkielkraut: «busca que los
estudiantes no requieran de certezas externas, sino que se basta a sí mismo
para saber dónde se encuentra la verdad »37. Estas son las características de
las teorías nihilistas del superhombre y de la muerte de Dios a partir de
Nietzsche siendo considerado también como un exponente de la filosofía
educativa postmoderna38, así como Jean François Lyotard y su pensamiento
de la educación comercial postmoderna, Gianni Vattimo y el pensamiento
débil, así como Enmanuel Mounier y la educación personalizada.
Finalmente, si bien algunas de las filosofías educativas que se plantean
actualmente son permanentes, otras surgen en el plano histórico, por
ejemplo, la educación multicultural en un mundo globalizado, la educación
para la democracia, del desarrollo sostenible, entre otras, pues los filósofos

37
Alain FINKIELKRAUT, La derrota del pensamiento, Edit. Anagrama, Barcelona. 1987, p.
24.
38
Hilda FINGERMAN, Nietzsche y la educación (20 de febrero de 2015), en «La guía»,
https://educacion.laguia2000.com/general/nietzsche-y-la-educacion (Ingreso: 27-10-2017)

13
de la educación en la actualidad son herederos de una tradición multisecular
que está en avance. Así mismo existen retos en el desarrollo de la filosofía
educativa tales como, el apoyo a los trabajos de investigación sobre políticas
educativas, renovar la relación del docente-estudiante-familia.

CAPÍTULO II

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PERFIL PEDAGÓGICO DEL MAESTRO AGUSTINIANO

Valores pedagógicos del maestro agustiniano

En el marco de los cambios significativos de la ciencia educativa en el


siglo XXI, se resalta la importancia de la educación en valores. Los valores
desde el aspecto axiológico son definidos como principios, actitudes y
sentimientos que rigen la escala ética y moral que el individuo posee a la
hora de actuar, relacionada estrechamente con la educación recibida por sus
padres, institutos académicos y el entorno social en el que se ha desenvuelto
la persona desde pequeño39. Una de las actividades humanas con mayor
trascendencia e impacto social es sin duda la labor del docente.
Debido a esto, es indispensable considerar que toda persona con las
funciones de un profesor, tiene una responsabilidad que va más allá de
impartir conocimientos. Al considerar la educación en valores según el
pensamiento agustiniano se debe suponer que la primera persona en
conocerlos, vivirlos y compartirlos necesariamente debe ser el docente, pues
con ello se ayudará al especialista a superarse personal y profesionalmente,
para convertir el aula posteriormente en una verdadera escuela de valores y
por ende la participación protagónica en la consolidación del ser humano.
Objetivamente hablando, el rol y ejemplo del docente se encuentran como
en un escaparate social donde el auditorio examina y atiende hasta el más
insignificante detalle de su personalidad. De este modo, la Federación
Agustiniana Española (FAE), reconocida por el aporte de líneas pedagógica
considera que el pensamiento agustiniano impulsa para la educación un
panorama de virtudes sintetizadas integralmente en cinco valores generales
que encierran otros específicos que buscan responder a la realidad
sociocultural actual sin saturar el proceso con gran diversidad, estos son:
39
Susana CANTINI, El árbol de los valores (03 sep. 2015), en blog,
www.arboldevalores.blogspot.com/p/valores.html?m=1 (ingreso 15-12-2017)

15
La interioridad, la cual en la actualidad es un valor o término que
escasamente se escucha ocasionando que el hombre permanezca volcado
hacia la exterioridad no destinando tiempo para la reflexión, el silencio y la
contemplación. El filósofo Francesc Torralba manifiesta que una educación
de calidad requiere educar la interioridad pues es una dimensión de todo ser
humano que no percibe, no puede tocarla, ni verla, pero es lo más esencial
que hay en la persona definiendo su ser40.
Para san Agustín la interioridad se caracteriza en tres aspectos. El primero
es «no salgas fuera de ti; entra en ti mismo»41, es una invitación que busca
evitar la dispersión, invertir tiempo para estar y hablar consigo mismo,
considerando a la persona como la tarea más importante de su vida no
olvidando la relación en el entorno y con los demás. En segunda instancia el
Doctor de la gracia propone «volver al corazón»42, con la intención de
alojarse en el mundo interior, decidir el propio destino, pasear por los
sentimientos y encontrar la verdad43.
El último paso es «trasciéndete a ti mismo», con el fin de superarse y
tener esperanza pues sin la trascendencia la interioridad se convierte en
narcisismo, retraimiento y fría soledad. El docente para educar en cuanto a la
vida interior debe sumergirse en estos pasos pues sin interioridad puede
convertir su profesión en inercia, rutina y carrera infinita sin dirección ni meta.
Las principales dificultades que se podrían encontrar para ser verdaderos

40
Cfr. Francesc TORRALBA, «Esos valores que nos unen», Aldeas Infantiles, SOS, Barcelona, 2002, p.
72
41
Cfr. AGUSTIN DE HIPONA, De vera religione, XXXIX, 72-73. En Obras de san Agustín, Tomo IV Obras
apologéticas, versión, introducciones y notas de los padres Fr. Victorino Capánaga O.R.S.A, Fr. Teófilo
Prieto O.S.A, Fr. Andrés Centeno O.S.A, Fr. Santos Santamarta O.S.A y Fr. Herminio Rodríguez O.S.A,
en edición bilingüe, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1948, p. 159-160.
42
Cfr. AGUSTIN DE HIPONA, Comentario al Salmo 76,16, en Obras de San Agustín en eidicón bilingüe,
edición preparada por el padre Balbino Martín Pérez O. S. A., Biblioteca de Autores Cristianos,
Madrid, 1966, p. 25
43
Cfr. AGUSTIN DE HIPONA, De Magistro, XI, 38. Versión de Victorino Capánaga. En Obras completas
de San Agustín, vol. III, Reimpresión en edición bilingüe, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid,
2009, p. 573-669

16
pedagogos de la interioridad es el miedo al silencio, el no tener capacidad de
asombro y apatía para crecer desde dentro, es decir un vacío existencial.
El segundo valor es el educar en la verdad es estar en constante
búsqueda para encontrarla y abrazarla, pues es en el hombre interior donde
habita la verdad44. Para el docente, el vivir y enseñar en la verdad estará el
indicador principal del tipo de maestro que es y que aspira ser. Agustín
expresa que la función del maestro es desarrollar un acercamiento gradual
del alumno a la verdad45, pues ésta es la marca distintiva del buen maestro.
Para Fernando Savater: «no hay educación si no hay verdad que transmitir…
No puede enseñarse nada si ni siquiera el maestro cree en la verdad de lo
que enseña»46.
Por otro lado, un tercer valor es la educación para la libertad invita a la
humanización; el docente que vive y forma para éste valor debe tener en
cuenta que el hombre sólo es libre cuando no es esclavo de su descontrol,
de su soledad y sinsentido de la vida. La libertad es el valor fundamental
para la convivencia humana. San Agustín, sin embargo, coloca ciertas
limitantes para no caer en esclavitud pues «una libertad sin control, más que
libres nos hace libertinos» 47. Cabe destacar que el educador en libertad no
impondrá nunca ideas ni comportamientos en el alumno, no estará por
encima, que se limita a ir por delante.
Por su parte, el cuarto valor es educar para la amistad siendo uno de los
temas recurrentes en la población juvenil debe permitir a los docentes salir
de una mentalidad funcional y transmitir sus experiencias afectivas como
vehículos de conocimiento. El Doctor de la gracia consideró en toda su vida
muy importante la amistad y manifestaba que «sin amigos no vale la pena
44
AGUSTÍN DE HIPONA, De vera religione XXXIX, 72 p. 159
45
AGUSTÍN DE HIPONA, Soliloquia I,23., Versión de Victorino Capánaga, en Obras completas de San
Agustín, vol. 1, reimpreso en edición bilingüe, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1994, p. 429-
533
46
Cfr. Fernando SAVATER, el valor de educar, 11ª edición, ed. Ariel, Barcelona 1999, p. 134-135
47
Cfr. AGUSTÍN DE HIPONA, Carta 157, 16, en Obras de San Agustín en edición bilingüe tomo Cartas
2.0 (Complemento del tomo VIII), edición preparada por el Padre Fr. Lope Cilleruelo O. S. A. Biblioteca
de Autores Cristianos, Madrid, 1953 p.399

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amar alguna cosa de este mundo» 48. El docente que es amigo no coloca
barreras para hablar temas concernientes a los sentimientos y emociones,
sino que aprovecha éste recurso como fortaleza cognitiva.
Finalmente, el quinto valor es al educar para la solidaridad, en el cual, san
Agustín da un equilibrio entre el amor y la justicia expresando que «el
verdadero amor consistirá en amar a los otros porque son justos o para que
sean justos»49. Se hace necesario que el educador tenga una visión completa
y real de la sociedad, implicando su historia para inculcar un amor sano en el
mundo actual, de esta forma se podrían obtener líneas y proyectos de
servicio comunitario para resolver situaciones como: miseria, hambre,
analfabetismo, víctimas de la violencia y odio; así como las propuestas
modernas de ONGs como implicación en la sociedad.
Cabe destacar, que los profesores al vivir coherentemente estos valores
experimentaran la alegría de la educación por identificación o contagio,
compartiendo con toda la comunidad educativa su sensibilidad ante las crisis
existenciales actuales. La educación en valores podría convertirse en una
enseñanza pobre, ocasional, episódica o marginal si sólo se plantea el
formarse teóricamente o en caso contrario puede ser enriquecedora, integral
y de gran relevancia dependiendo del dinamismo y la calidad de la
enseñanza. Es un tema más del ser docente que del hacer del mismo.

Perfil del educador agustiniano

Hablar del educador agustiniano obliga reconocer el rol del profesor como
guía y del alumno como sujeto activo, estableciendo una relación profunda
en la que ambos se enriquecen cumpliendo el principio pedagógico
enseñando se aprende. Para ello el docente debe cumplir un perfil centrado

48
AGUSTÍN DE HIPONA, Carta 130, 4, en Obras de San Agustín en edición bilingüe tomo Cartas 2.0
Tomo XI, edición preparada por el Padre Fr. Lope Cilleruelo O. S. A. Biblioteca de Autores Cristianos,
Madrid, 1953 p.57
49
AGUSTÍN DE HIPONA, De Trinitate IX,9 p. 553

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en la caridad. El primer ítem a considerar en el maestro debe ser su
vocación, ésta queda definida por la motivación última que impulsa y
mantiene su misión. San Agustín hablando de su experiencia, ejerció durante
años la docencia por intereses personales, prestigio y dinero; lo que le llevó a
renunciar en su rol de profesor aun cuando su vocación era ejemplar,
descubriendo más tarde que sólo se puede educar desde el amor gratuito.
Otra de las características que resalta Agustín es el buen ejemplo como
lección, pues manifiesta que, el que enseña bien y vive mal es, como una
cotorra que repite lo aprendido y un ladrón que habla de lo ajeno 50. Dada ésta
responsabilidad Novella García expresa que el docente debe evaluarse
constantemente en su actitud, interior, formación y toma de decisiones 51. En
este orden de ideas, al alimentar la vocación y exteriorizar con el ejemplo el
rol docente fomenta la alegría en la enseñanza, pues por ella se estimulará la
exposición y no permitirá que el alumno llegue cansado a la narración y no
se encuentre confundida su mente con la enseñanza 52.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje el alumno debe ser parte activa
y el maestro debe ofrecerle esa oportunidad motivándolo con alegría para
conseguirlo. El docente agustiniano debe ser un mediador del entusiasmo,
valiéndose de material formativo como eje de transmisión de alegría y para
ello debe orientarlo hacia la interioridad, pues es en lo más íntimo del ser
donde habita la verdad según el Doctor de la gracia. Por experiencia
personal, el santo de Hipona advertía que la educación exterior que recibía
no le preparaba para enfrentar el desorden interior en su adolescencia y por
ende cayó en confusiones intrínsecas. El docente debe dejarse iluminar y

50
AGUSTÍN DE HIPONA, De doctrina Christiana IV, 29-62 p.
51
Carlos NOVELLA GARCÍA, Las Cualidades del Maestro según la Pedagogía agustiniana en
Confessiones, De catechizandis rudibus, De magistro y De doctrina christiana, Tesis doctoral, Facultad
de Psicología, Magisterio y Ciencias de la Educación, Universidad Católica de Valencia San Vicente
Mártir, Madrid, 2014, p. 57
52
AGUSTÍN DE HIPONA, De catechizandis Rudibus, III, 5., versión de Lope Cillerurelo et al., En Obras
completas de San Agustín, vol. 39, en edición bilingüe, Madrid, 1988, p. 447-534

19
llevar a sus alumnos al encuentro con el Maestro interior que es la Verdad de
Dios53.
Un aspecto fundamental en el docente agustiniano debe ser la humildad.
El Águila de Hipona aconsejaba que: «la humildad es el medicamento que
sana el tumor de la soberbia» 54. La humildad establece un vínculo docente-
estudiante que propicia diálogo, atención y cultivo de interioridad. Aceptar los
errores personales y reconocer los aportes de los alumnos son indicadores
del docente humilde que aprende al enseñar, así mismo debe orientar al
alumno a no vanagloriarse y compartir sus conocimientos adecuadamente
con sus compañeros.
Una de las características que hay que erradicar es el castigo físico como
método contrario a la pedagogía. San Agustín lamenta ésta aplicación en las
escuelas de su tiempo para conseguir el éxito social 55. Asimismo, condena
éstas prácticas ya que atentan contra la integridad de los alumnos y son
poco eficaces en la enseñanza, para ello propone el ejemplo del maestro en
cuanto al trabajo, la bondad y la habilidad para despertar curiosidad 56.
Finalmente, una pedagogía agustiniana no podría entenderse sin el
establecimiento del amor como elemento dinamizador de la enseñanza. La
vida de san Agustín tuvo como eje principal el amor, amar y ser amado era lo
más importante.
Al existir amor verdadero en la enseñanza, el conocimiento jamás será
mal empleado. El docente agustiniano debe aplicar la filosofía pedagógica de
la inteligencia y el corazón, la cual expresa que el amor mueve y potencia el
conocimiento pues no se entra en la verdad sino por el amor 57. Se hace
evidente que hacer gravitar un perfil del educador agustiniano tiende a
53
AGUSTÍN DE HIPONA, De Magistro XI,40, p. 591
54
AGUSTÍN DE HIPONA, De música, VI, 13, 40, versión de Lope Cillerurelo et al., En Obras completas
de San Agustín, vol. 39, en edición bilingüe, Madrid, 1988, p. 49-360
55
AGUSTÍN DE HIPONA, Confessiones, I, 9, 14, p. 85
56
Rodrigo GALINDO O.A.R., J.A., Pedagogía de San Agustín, La humildad en san Agustín. Teología
espiritual, Augustinus, Madrid, 1989, 30, 207-220.
57
AGUSTÍN DE HIPONA, Contra Faustum manichaenum, traducción Pío de Luis, en Obras de San
Agustín, escritos antimaniqueos vol. 31, en edición bilingüe, Madrid, 1993, p.

20
dificultarse por la riqueza pedagógica que dejó el Doctor de la gracia, sin
embargo, se hace necesario dar estas líneas confiando en la vocación
docente como agente, guía e impulsor de la transformación social que cree
en el hombre y en sus posibilidades y, desde una perspectiva alegre,
humana y comprensiva, suscita el diálogo que encamina al alumno hacia el
conocimiento, hacia la verdad.
El Maestro interior

En apartados anteriores, se expuso la importancia que da san Agustín de


Hipona a la interioridad como valor raíz para el pensamiento pedagógico.
Cabe destacar que la noción de interioridad abarca un horizonte de
conceptos que comprenden áreas filosóficas, teológicas, psicológicas y
espirituales ya que es una dimensión humana común a todos los seres
racionales que buscan la trascendencia y la felicidad como fin último. No
cabe duda que la muerte de la metafísica en la mentalidad moderna y el
triunfo del monismo en sus formas múltiples del positivismo y materialismo
han influido enormemente en el modo actual de concebir al hombre.
Al hablar de interioridad en términos agustinianos se debe emplear el
concepto de alma como parte incorporal, invisible a la vista y superior en sus
poderes en relación al cuerpo, como lo expresa Solignac A.: «se trata de una
realidad sin la cual, sea lo que sea el término empleado, el humano no es
humano»58. En este orden de ideas, se ha hablado mucho de un dualismo,
en término platónico y plotiniano que formó la plataforma filosófica sobre la
cual Agustín edificó su metafísica y epistemología. De hecho, esta filosofía
es fiel representante en la experiencia humana, pues describe la lucha moral
y existencial en cuanto a la condición humana.
La conversión filosófica de san Agustín, se puede comprender como una
conversión hacia la metafísica, al descubrimiento del Ser, por medio del
camino interior conduciéndole a aquella luz interior arraigada en el innegable
58
Aimé SOLIGNAC.: «Homme Intérieur», en Dictionnaire de spiritualité ascétique et mystique, ed.
Marcel Ville, vol. 7, París, 1980, p. 23

21
hecho de su existencia. Esto describe que, el yo agustiniano participa de un
lenguaje metafísico. Algunos autores como Michel Sciacca denominan esta
experiencia de Agustín como la teoría iluminista de la inteligencia, término
empleado en otras doctrinas semejantes como la filosofía de los vedas, en
Heráclito, en los estoicos y en Platón. Incluso éste último llama luz al Sumo
Bien, porque hace visible y cognoscible a todas las cosas, es un sol
intelectual, que envía infinitos rayos los cuales se conocen solo por la
inteligencia.
La teoría iluminista agustiniana, para Sciacca está comprendida en tres
aspectos: (1) El hombre posee la luz natural de la razón que le ha sido dada
por el Sumo Bien, con la cual juzga acerca de las cosas, (2) La luz de la
inteligencia o la intuición de las primeras verdades inteligibles, también ella
natural y creada, pero que, con el fin de que pueda el hombre conducirse y
permanecer en el orden de la verdad, esta sostenida por Sumo Bien mismo;
y esta intervención es la luz especial y (3) La luz de la gracia 59 para las
verdades sobrenaturales, que es absolutamente gratuita y no ya de orden
humano o racional60. Las dos últimas formas de iluminación no anulan la
razón, antes bien la elevan.
A nivel educativo san Agustín cristianizó la Paideia griega 61. desarrollando
no una pedagogía o una enseñanza común, sino una pedagogía del interior,
es decir, no solo enseña hablar bien, sino también a pensar y obrar bien. En
su obra El Maestro, san Agustín refleja gran parte de su pedagogía. Para el
Hiponense no puede haber educación sin lenguaje 62. El que habla para
aprender lo hace también para enseñar: Se hablaba de un recordar que en el

59
Para Scciaca la gracia es definida como vida trascendental para alcanzar la plenitud de la felicidad
60
Cfr. Michele Federico SCIACCA, «San Agustín», editorial Morgan, Barcelona, primera edición, 1955,
p. 252
61
del griego παιδεία, educación o formación, era para los antiguos griegos, el proceso de crianza de
los niños, entendida como la transmisión de valores (saber ser) y saberes técnicos (saber hacer)
inherentes a la sociedad.
62
Cfr. AGUSTÍN DE HIPONA, De Magistro, XI, 38 P. 159

22
fondo es un enseñar, no tanto a los demás, sino a sí mismo. Así la finalidad
del lenguaje es doble: tanto enseñar como recordar.
Sin embargo, la educación se funda en una realidad que supera los
esfuerzos del maestro y de cualquier método de enseñanza. Tiene que haber
un acto interior por parte del alumno. Por medio de la enseñanza las ideas
pasan de un espíritu a otro, del maestro al discípulo. El maestro enseña la
verdad63, el acto de saberlo es del discípulo que la hace suya. Enseñar la
verdad es descubrirla para quien la escucha. La enseñanza es una incitación
a la misma, una búsqueda, que no es pasiva. El mundo sensible, donde se
ejercita el discípulo, es el de los sonidos o palabras, que son signos
sensibles, con los cuales se expresa el contenido del mundo que no es
sensible, es decir el mundo invisible, que es el mundo interior del mismo
hombre.
Habiendo entonces en el hombre algo que lo trasciende, san Agustín
expone su doctrina filosófica del Maestro Interior, la cual, es una verdad que
no es engendrada por las palabras o por convención humana, es más bien lo
que trasciende al alma, es la presencia de una Verdad interior. Gilson
Etienne aporta sobre esto que: “se pueden utilizar muchas metáforas para
nombrar al Maestro Interior, tal como: sol inteligible a cuya luz, la razón ve la
verdad, el Maestro interior, que responde de dentro a la razón que le
interroga64. Dentro de estos términos los cristianos lo asociaron a Jesucristo.
En torno a esto, se puede deducir del pensamiento agustiniano que la
verdad se revela a quien la ama. Así mismo, siendo universal, es común a
todos, es inmutable y eterna. Por lo tanto, hay una sola verdad, un solo
Maestro interior, en el cual todos los hombres se comunican, se entienden y
se aman. La veracidad racional brota de la Verdad que excede a la razón.
Para estar presente con el yo interior se necesita querer conocer solo la
verdad y no pensar en nada que no sea ella. El pensamiento es testimonio
63
Cfr. AGUSTÍN DE HIPONA, De Magistro, XI, 38 P. 159
64
Cfr. Gilson ETIENNE, La Filosofía de la Edad Media, editorial GREDOS, 2da edición, Madrid, 1985, p.
122

23
del Sumo Bien, de la verdad maestra que está implícita en el ser, pero que
dicta y alimenta desde dentro.

24
CAPÍTULO III

FILOSOFÍA EDUCATIVA POSTMODERNA

CARACTERÍSTICAS DEL MAESTRO EN LA POSTMODERNIDAD

El término posmodernismo fue acuñado desde el arte que abarcaba el


siglo XX generando un impacto en diversas dimensiones como la política, la
economía y el periodismo. De esta forma, en el ámbito filosófico se
populariza el término en 1979 a partir de la publicación de la condición
posmoderna de Jean François Lyotard. Sin embargo, algunos académicos y
filósofos consideran que la postmodernidad no es temática pues no tiene un
sólido marco teórico y por ende no se debe discutir, por otro lado, se
considera como un periodo histórico, o como pensamiento filosófico o arte
actual.
Como pensamiento filosófico se fundamenta en el legado del pensamiento
de Nietzsche y su célebre afirmación del Dios está muerto, resaltando la no
existencia de una verdad absoluta, de valores y por ende el hombre ante la
nada es el encargado de crear el mundo. La postmodernidad es la
superación y el fin del pensamiento de la modernidad caracterizado por las
ilustres teorías y relatos referidos a la razón, al hombre como centro del
mundo, la relativización de las instituciones como fuente de conocimiento, la
importancia de la historia como hechos lineales y la estabilidad del hombre.
Contrario a esto, la postmodernidad coloca como centro del mundo la
persona, no existiendo nada más importante que el Yo; La sociedad está en
busqueda de una individualidad exacerbada, el tiempo importante es el

8
presente convirtiéndolo en un instante eterno por lo que la vida no es lineal,
el factor emocional está por encima del intelectual, la política pierde
importancia en la búsqueda del bien común el cual no existe, siendo
importante la gestión. Asimismo, el estado es debilitado por el mercado,
convirtiendo al ciudadano en un consumidor creando su propia ética, es el
tiempo del cambio constante, de la moda, del nomadismo, la tecnología, lo
liso, lo brillante, la personalización de lo bueno y lo malo, entre otros.
Los principales exponentes del pensamiento postmoderno son: Jean
François Lyotard, Guilles Lipovetsky, Alain Finkielkraut, Jean Baudrillard,
Michel Foucault, Zygmunt Bauman, Gianni Vattimo, Darío Sztajnszrajber,
entre otros. En notable considerar que Jürguen Habermas y Richard Rorty,
grandes críticos de las teorías postmodernas, han sido determinantes en que
no se debería hablar de postmodernidad sino más bien en repensar la
modernidad pues es una obra inacabada porque no se ha constituido la
igualdad, la libertad y la fraternidad que son los ideales de la revolución
francesa.
A nivel Pedagógico, los filósofos postmodernos han construidos algunas
teorías que afectan directamente al proceso educativo y que objetivamente
se ha ido insertando en las instituciones gracias a las políticas educativas y
los métodos aplicados por los docentes del siglo XXI, de esta forma se
consolida la llamada pedagogía de la emancipación. La filosofía educativa
postmoderna propone por medio de esta pedagogía a los docentes cambios
en el sistema tradicional de la educación formal partiendo del hecho de la no
existencia de la verdad y por ende el aula, al igual que Dios, se convierte en
una metáfora.
Para Darío Sztajnszrajber, el aula no debe ser un espacio cerrado,
cómodo, de impartir contenido, debe ser generadora de crisis, por lo que se
debe evitar el conductismo y el constructivismo siendo el método actual la

9
deconstrucción del conocimiento 65, para este filósofo argentino, las
instituciones educativas actuales son de otro siglo para otro tipo de sociedad,
produciendo una anomalía en el sistema. El docente no es la única fuente de
información pues los contenidos que tiene para dictar ya el estudiante los
posee en menos de cinco segundos por medio tecnológico, por esto afirma
que el aula ha muerto.
Así mismo, para Vattimo, la educación civil moderna ha sido un proceso
para las necesidades del rebaño, una educación moralista queriendo
significar con esto que el sujeto debe olvidar sus instintos y escindirse en
dos: en una interioridad llamada conciencia la cual es la voz de muchos
hombres en el hombre y en las necesidades sociales 66. En torno a esto, esta
pedagogía debe responder necesariamente a la tradición hermenéutica de
Heiddeger en la que el hombre es pastor del ser, es decir, el ser de las cosas
(Sosein) reside en su relación respecto al hombre (Dasein). El ser de cada
ente es su estar situado con relación al hombre, el único ente que
propiamente existe y no meramente es y es el que da sentido a la realidad
por medio del lenguaje(sinngeburg).
Otra concepción importante es que la educación siendo un objeto de
conocimiento complejo no puede ser aprehendida de una sola forma, sino
que requiere para ser abordada del reconocimiento del pluralismo
metodológico y del potencial de la transdisciplinariedad. Según Bauman la
educación no puede pensarse como uniforme porque elimina la diferencia y
la multidimensionalidad, el discurso postmoderno, ubica lo múltiple frente a lo
uno, lo heterogéneo en oposición a lo homogéneo, contradictorio frente a lo
permanente, lo cambiante en torno a lo estático, lo multitemporal ante lo

65
Fernando FERNANDEZ HERRERO, «El aula ha muerto», en ANB (Bariloche), 14/09/2017, p. 5.
www.anbariloche.com.ar/noticias/2017/09/14/60562-el-aula-ha-muerto (ingreso: 15-12-2017).
66
Cfr. Gianni VATTIMO, El fin de la modernidad, Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmodema,
Editorial Gedisa S.A., Barcelona, segunda edición, 1987, p. 33-46

10
intemporal, lo inconcluso frente a lo acabado y lo paradójico en oposición a la
verdad o falsedad de un enunciado67.
La educación actual lucha contra el enunciado postmoderno de la alegría
del consumidor de deshacerse de las cosas y arrojarlas a la basura, a nivel
de conocimiento se observa incluso que si la fuente de investigación no es
reciente se debe descartar para evitar caer en información obsoleta, a esto
se le llama formación permanente, concentrada en la necesidad de
actualizarse en la novedad de la información y en la convicción de que la
personalidad nunca se agota. Sin embargo, existe un profundo desinterés
por lo desconocido, se han derrumbado los contenidos relevantes, la
asignación de importancia y las autoridades que determinen el valor.
Al aplicar la pedagogía emancipadora los educadores deben erradicar la
memoria intelectual afectando la interioridad, reduciendo el aprendizaje a la
adquisión de automatismos neurovegetativos, los cuales según Skinner se
alcanzarían destrezas cono un animal irracional. Así mismo, en el proceso de
cambios educativos, se deben reformular los términos alumno y formación ya
que etimológicamente indican carencia y esto ha dado origen a
discriminación. Como la diferencia duele se debe romper buscando la
igualdad y esto da origen a la disolución entre la alta cultura y la sociedad de
masas, cayéndose los límites: lo que sucede en casa se queda en casa, el
varón es varón, la hembra es hembra, entre otros. Es una cultura del todo
vale.
Otra característica es la educación sistemática que excluye el factor
humano y el pensar en el otro, se debe apostar por la educación no formal,
en convertir cada espacio en un aula, en educación dispersa, sin programas,
pasar de pedagogía crítica a tecnología cognitiva en una sociedad de la
información como la actual donde la trascendencia no es importante sino el
68
llegar a la memoria del computador, dando origen al pensamiento débil ,
67
Zygmunt BAUMAN, Los retos de la educación en la modernidad Líquida, Editorial Gedisa S.A.
Barcelona, segunda edición, 1988, p. 67
68
VATTIMO, El fin de la modernidad, Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna, p. 42

11
pues como afirma Lyotard, al cambiarse las condiciones del saber cambia
también no sólo el sentido del saber sino el saber mismo 69.
Las ideologías que ofrecen un mundo mejor (metarrelatos) como la
cristiana, marxista, capitalismo y el iluminismo se deben erradicar de los
sistemas educativos exaltando los pequeños relatos y la fracción de la
historicidad, pues la historia es como el dialecto pero no hay un gran
dialecto70. Al considerar esto, se hace necesario resaltar la multiplicidad de la
verdad, que es construida por cada quien, no existiendo la Verdad, de esta
forma se debe evitar el conflicto y lograr el consenso.
Finalmente, los docentes deben repensar los esquemas de evaluación ya
que ninguno tiene resultado, para Michel Foucauld los exámenes son modelo
de autodisciplinamiento y ejemplo de la jerarquía que vigila y la sanción que
normaliza71, por esto se debe pensar en evaluación y estrategias lúdicas
erradicando el nivel de dificultad, pues este supuesto evidencia la
coexistencia de aspectos en sí contradictorios: la complejidad dificulta el
análisis de procesos mediante la discreción de un objeto puro. Con esta
calificación del objeto se recalca la comprensión del conocimiento como
absoluto y verdadero, pero entonces ¿cómo se presenta el objeto de
conocimiento y la explicitación de las diferencias como intrínsecas a ese
mismo objeto?
Considerando estos aspectos, cuando el docente y la comunidad
educativa aplique el fin de las ideologías, de la historia, de la cátedra en aula,
de la evaluación jerárquica, de la educación formal, el uso de la tecnología, la
igualdad plural, el respeto a las etnias, a las minorías sociales, la flexibilidad
de la sociedad disciplinaria que permite que las instituciones sean moldeadas
y seccione la verdad se podrá alcanzar la emancipación educativa para la
69
Jean François LYOTARD, la condición postmoderna, Ediciones Cátedra S.A., segunda edición, 1991,
p. 6
70
Gianni VATTIMO, Vattimo: «el pensamiento débil es una forma de anarquía no sangrante », en El
País (Turín), ediciones El País S.L 14.06.1989, p. 6
71
Michel FOUCAULT, Vigilar y castigar, nacimiento de la prisión., Siglo veintiuno editores Argentina
s.a., 1ª edición, Buenos Aires, 2002, p.171

12
postmodernidad, destacando que todo puede ser de otra manera pues no
existe el todo.
Legislación educativa venezolana

El marco legal de la República Bolivariana de Venezuela, tiene como


punto de partida la Constitución nacional, la cual es la norma fundamental
establecida para regir jurídicamente al país, fijando los límites y definiendo
las relaciones entre los poderes de la entidad federal (poder ejecutivo,
legislativo, judicial, ciudadano y electoral), entre los tres niveles diferenciados
de gobierno (nacional, estatal y municipal) así como entre estos y los
ciudadanos. Fue promulgada el 20 de diciembre de 1999 durante la
presidencia de Hugo Chávez. La carta magna establece que Venezuela es
un estado social de derecho y justicia, democrático y federal 72.
Dentro de las diversas dimensiones de la constitución, el ámbito educativo
tiene un lugar destacado pues los artículos 102 y 103 establecen que la
educación es un derecho humano, deber social fundamental, respetando los
a todas las corrientes de pensamiento y considerando cabalmente al estado
docente. Por otro lado, define las características de la educación tales como:
formación integral de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y
oportunidades. También define los procesos desde maternal hasta media
diversificado la cual es obligatoria y la educación universitaria 73.
Uno de los ejes más importantes son los artículos 104 y 105 que distingue
la carrera docente para personas de reconocida moralidad y de comprobada
idoneidad académica, los cuales serán establecidos bajo la ley a criterio de
mérito, sin injerencia partidista o de otra naturaleza no académica. En este
contexto, por medio de la Gaceta oficial n° 5929 del 15 de agosto del 2009 se
aprobó la Ley Orgánica de Educación (LOE), con una totalidad de 50
artículos con el fin de adecuar el sistema educativo al nuevo orden socio-

72
ASAMBLEA NACIONAL, Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en GACETA OFICIAL
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, n. 5.908 (19 feb. 2009), art. 4, p. 3
73
ASAMBLEA NACIONAL, Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, art. 102, p. 27

13
político del gobierno ya que encontraban contradicción entre el estado social
que se pretendía y el adoctrinamiento basado en la concepción colonial de la
religión como fundamento normado de obligatorio cumplimiento.
El nuevo orden del gobierno ya estaba marcado por la Constitución
estableciendo parámetros de respeto a la diversidad, a la obligatoriedad de la
educación y al compromiso del estado por responder y atender de forma
directa al proceso formativo, dado que la educación es un servicio público y
por ende la acción política debe ser rectora y garante del derecho universal y
deber social para cada ciudadano (estado docente). Objetivamente, el
presidente Chávez ideaba la educación como derecho-deber ciudadano,
democrática, gratuita y obligatoria, con una simbiosis militar-sociedad civil, y
respondiendo a tiempos de revolución para aprender a crear, a convivir, a
valorar y a reflexionar
Sin embargo, el ideal revolucionario y la ideología del socialismo del siglo
XXI, los cuales fueron los patrones para la estructura de la LOE, encuentra
una profunda contrariedad con el principio de educación democrática y de
libertad de corrientes de pensamiento que reza la carta magna. Una
inquietud o vacío legal que establece la ley se ve reflejado en el artículo 4
sobre los valores culturales de la venezolanidad que, para la época no existía
una documentación específica sistemática y coherente por lo que debía ser
construida dando origen a los nuevos paradigmas del ideal bolivariano 74 hoy
muy criticado pedagógicamente ya que son de contenido ideológico.
En este orden de ideas, si la educación es democrática por lógica todas
las técnicas y pedagogías tienen que ir enfocada a este logro, Luis Bravo
Jáuregui expresa que: «todos los libros, programas y técnicas deben
orientarse a la democracia según la constitución; sin embargo, el gobierno
reparte libros que se le dedica más espacio a alabar dictaduras que a la
democracia generando un desfase entre la filosofía educativa y el objetivo

74
ASAMBLEA NACIONAL, Ley Orgánica de Educación, en GACETA OFICIAL DE LA REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA, n. 5. 5929E, (15 ago. 2009), art. 4, p. 921

14
del gobierno»75. En cuanto al estado docente, prevalece en la LOE el espíritu
de construir un pensamiento pedagógico emancipador; el cual tendrá que
conectar las ideas pedagógicas del Libertador junto a Simón Rodríguez,
Ezequiel Zamora (el cual nunca habló de educación), Pietro Figueroa, Paulo
Freire, entre otros.
Son muchos los beneficios que ofrece a nivel de los docentes en su
proceso de ingreso, permanencia, ascenso, promoción y desempeño 76. Sin
embargo, todavía se sigue discutiendo que, a nivel salarial, un militar y un
obrero ganan un mejor sueldo que el docente. A nivel académico debe estar
arraigado a la actualización permanente del currículo nacional, de los textos
escolares y recursos didácticos en los principios de la Constitución y de la
LOE, incluyendo por medio de las resoluciones legales la planificación con
los agentes de la sociedad llamados consejos educativos: consejos
comunales, organizaciones locales, misiones del gobierno, entre otros 77.
En torno a esto, el estado venezolano como órgano rector, debe
replantear a nivel de la filosofía educativa en los docentes el mejorar las
políticas educativas aplicando la formación sin reducirla a un sistema
educativo, entendiendo que la educación se da por cambios significativos
(evolución) y no por cambios violentos (revolución), enseñando a los
egresados diversas estrategias, concepciones y formas de ver la educación
desde la integralidad y los valores para la aplicación de un diseño curricular,
el docente debe tener condiciones personales (actitudes, valores y vocación
docente), laborales(económicas sociales, planta física y legal) y formación
profesional adecuada que considere el conflicto social actual y la formación
de los pueblos.

75
Luis Bravo JÁUREGUI, «La educación en tiempos de Chávez», en El Nacional (Caracas), edición
diaria, 2006, p. 8
76
ASAMBLEA NACIONAL, Ley Orgánica de Educación, p. 943
77
Cfr. ASAMBLEA NACIONAL, Resolución 058 Consejos Educativos, en GACETA OFICIAL DE LA
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, n. 397.068, (16 oct. 2012).

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