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Institución: Centro de Estudios de Postgrado “LEV VIGOTSKY”

Maestría en Ciencias de la Educación con Especialidad en Desarrollo de Habilidades Intelectuales

Asignatura: Sociología de la Educación

Docente: Mtro. Juan Avendaño Ramírez

Alumno: Martín Espinosa García

Tema: LA DOBLE CONTRIBUCIÓN DE LA SOCIOLOGÍA EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO


Hablar sobre la formación del profesorado desde el punto de vista sociológico tendría que abordarse
de dos vertientes distintas, pero relacionadas entre sí. La primera es partiendo de un análisis socio
histórico, pues si bien, la sociología es aquella ciencia que permite estudiar la sociedad y las
interacciones que en ella se desenvuelven. Sería prudente, hablar de sociedad y educación, pues
resultarían ser dos conceptos estrechamente ligados, teniendo en cuenta que, la educación es pieza
clave para dirigir el rumbo de una sociedad. Sin embargo, a lo largo del tiempo ha habido problemas
sociales en los que se ve inmersa la formación docente, uno de ellos es la falta de un marco teórico,
así como de estudios sociológicos enfocados a estudiar la realidad de los profesores. Es decir, en
muchas ocasiones las investigaciones tienen un tinte más arqueológico (pues se dirigen a la
recolección de piezas y testimonios) cuando esto no debería ser así, pues deberían centrarse más
en la explicación que en la descripción. Otro problema que percibe la sociología es el choque de
ideas entre conservadores y liberales, problema que se ha dado desde hace años, pues los primeros
perciben la educación como un hecho mecánico de la transmisión de conocimientos por parte del
profesor. Mientras que los segundos, perciben la educación como una manera de obtener
profesionales mejores preparados para desempeñar un papel adecuado en la sociedad y las aulas,
sean del género que sean. Con esto, entramos a otro problema que es la formación partiendo del
género, pues desde la formación del profesorado es importante romper con el prejuicio de que la
parte moral debe ser atendida por las mujeres y, que los hombres atiendan la parte académica (leer,
escribir, contar, etc.) y de trabajos físicos por el simple hecho de ser hombres, cuando lo ideal sería
que ambos géneros obtengan un formación que involucre tanto lo moral como lo conceptual, sin
importar el nivel en que estén o hacia donde se dirijan. La segunda vertiente es la utilidad de la
sociología en la formación del docente, a la cual, en el ámbito educativo se referirá como Sociología
de la Educación (S.E.). Para Durkheim, la S.E. debe estar inmersa en los planes de estudio de los
futuros profesores, pues con ella podemos comprender que son y como deberían ser las
instituciones educativas, comprender el contexto y actuar sobre él para poder transformarlo. Claro
que, la S.E. no puede abarcar todas las dimensiones de dicho contexto, pues se debe de apoyar de
otras ciencias como la Pedagogía y la Psicología para comprender de una mejor manera la forma en
la que se desarrolla el proceso educativo desde la individualidad del estudiante. Por lo tanto, al
involucrar la S.E. en el currículo del profesorado, se abre un campo de investigación muy amplio
sobre el cual se pueden abordar diversos fenómenos educativos para describirlos, explicarlos y
comprenderlos, dando paso a un mejor entendimiento de los mismos, así como ayudar a entender el
papel de las instituciones y del profesorado en el contexto en donde se encuentran. Con esto, es
evidente la importancia de la S.E. para la formación de los profesores, pues es una ciencia con
vastos beneficios para la continua mejora educativa y formativa del profesorado.

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