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avia ...

Dolor redefinido 27
Síntesis de un silencio prolongado 28
Cuando llegue el amor de nuevo 29
Rector
Tú Carolina Ochoa 30 Carlos Ossa Escobar

Abolengo 30 Vicerrector académico


Mañanas Leonardo Gil Gómez 31 Orlando Santamaría

Ceguera William Alexander Romero 32 FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN


DECANA
Esfera Maureen Hicks 33 Clara Inés Rubiano Zornosa

COORDINADOR GENERAL
ensayo Rolando Franco - Diego Ortiz

GRUPO EDITORIAL
Escritor invitado
COMITÉ POESÍA
Jesús Martín Barbero
Christian Villanueva-Rolando Franco
La literatura en la escuela 35 David Castro-Harol Bernal
COMITÉ CUENTO
La literatura como evocación de la ciudad 39 Carolina Cárdenas-Fabio Chávez
Gianni Lara Cruz Diego Ortiz-Jairo Hernández
La cotidianidad como campo de batalla para la mujer 50 COMITÉ ENSAYO
Carolina Cárdenas Jiménez David Tarazona-Paola Rodríguez
Julie Andrea Serna-Carolina Ochoa
Un efecto del modernismo: análisis del relato 54
Carolina Ochoa DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Sincretismo religioso en Villa de Leiva 58 Guillermo Peñaloza Martínez

David Ricardo Tarazona C. / Anderson Domínguez M. ILUSTRACIÓN PORTADA


Samanta García
Variaciones en torno al lector: las experiencias
FOTOGRAFÍA
oníricas y el lenguaje simbólico en el aula 72 David Castro-Jairo Hernández
Álvaro Alexander Pulido Forero Rolando Franco-Diego Ortiz
CORRECCIÓN DE ESTILO
Criterios para hablar de la ciudad como objeto Marcela Garzón Gualteros
de una tendencia literaria en Colombia a partir PRODUCCIÓN EDITORIAL
de los años 70 79 Sección de Publicaciones
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Armando Alfredo Chaparro Arboleda Miembro de la Asociación de Editoriales
Universitarias de Colombia (ASEUC)
El sendero del sol Anderson Domínguez 85


Cuento
Escritor invitado
Javier Correa Correa
La matriz 91
All Night Long John Harold Better Armella 93
Se busca urgente José Rodrigo Torres Correa 94
Anábasis Winston Williamson Ramirez 95
DTM Diego Ortiz 97

g avia
¡Levántate, ven conmigo! 101
Natalia Castillo Verdugo
revista
Los tenis panameños Carlos Alberto Polo Tovar 103 p a l a b r a s d e m á s

Mi inminente muerte Miguel Ángel Romero Chacón 109


ABRIR DE 2009
N Ú M E R O 5
r e v i s t a g a v i a @
udistrital.edu.co
Los textos presentados en la siguiente publicación
expresan la opinión de sus respectivos autores y
la revista no se compromete directamente con la
opinión que éstos puedan suscitar.

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. .. . . .. .
e d i t o r i a l

C amino El camino de la palabra se encuentra sitiado por el desorden y la polifonía,


por lo diferente y lo extraño y, en muchas ocasiones, por lo desconocido.
de
Círculos Claro que esto no es excusa para sortearlo con displicencia o abandonar el
traspaso al sentido. Todo lo contrario; estas arbitrariedades aparentes son

Internos las que ayudan a conformar el todo: la unión de la razón y el absurdo, la


incongruencia y la armonía; todo esto yaciendo en la mente de un lector
inocente que encontrará sentido o alivio en algún momento de su inter-
vención, de su lectura.

El camino, que no es más sino estas páginas, no posee un límite o un mar-


gen de intención que obstruya la curiosidad y la intuición del caminante.
El gaviero, esta vez, no se detiene ante la imagen del horizonte; desde este
punto ve mucho más, volcando su mirada hacia un nuevo confín: comien-
za a explorarse, comienza a hurgar entre las sensaciones propias. Ahora el
límite es él mismo y lo que lo habita.

Teniendo este nuevo horizonte, el mundo emerge resignificado por las pa-
labras que forman los delgados hilos que en estas páginas se encuentran y,
al observar con detalle cada una de las hebras que conforman este complejo
entramado, nuevas formas aparecen ante los ojos. Así, la ciudad ya no es la
urbe que a todos recibe; el mar ha dejado de llenar los océanos; el cielo que
antes veíamos se deslíe ante nuestros ojos; el pájaro y la flor que proyecta-
ban su existencia en el mundo son ahora un reflejo.

Todo ello ha sido capturado por el espejo barroco del sueño, por la pala-
bra y sus matices claros y oscuros. La cuestión ya no es únicamente que el
camino lo hace el caminante, sino también la destrucción que queda al
caminar: hojas secas, lágrimas nadando en rostros desconocidos, ciudades
habitadas por sombras y recuerdos, almas que anhelaban un verso y lo úni-
co que obtuvieron fueron palabras.

En el camino y el acto de caminar, el gaviero se encontrará con algunas


botellas vacías arrastradas por el mar, guardando la esperanza de comuni-
car lo que no está dicho; cruzará acantilados en los que se debatirá entre la
vida y la muerte, entre la realidad y los sueños; atracará en puertos desco-
nocidos, poblados de sombras sin cuerpos, de dioses sin culto. En algunos
N Ú M E R O 5 mares feroces, el deseo de optar por la muerte será la única opción, o tal vez
ABRIL / 2 0 0 9 prefiera abandonarse a los cantos de las sirenas, sentimientos encontrados

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sin posibilidad de resolución. En las noches sin luna el camino perderá sus
contornos y en la inmensidad el gaviero escuchará como ritmo acompasado
la respiración de su silencio prolongado hasta el amanecer. Antes del naci-
miento del nuevo día, altas fiebres le harán delirar con culturas ancestrales
desaparecidas por manos destructoras; perderá la diferencia entre sueño y
vigilia, y buscará el sentido de su viaje entre pavimento y bahareque; a lado
y lado del camino verá erigir inmensas estatuas de mujeres con porte gran-
dilocuente, que serán las que determinen las curvas del sendero…

Así recibirá al astro Sol. El gaviero, el transeúnte, el que espera, el que crea,
el que sueña. Todos y cada uno de nosotros lo recibiremos con temblor
en las manos. Todos ellos, a quienes no les queda otra opción sino la de
continuar atragantándose con el mundo para vomitarlo con los ojos a cada
instante.

Ese gaviero soñador que se quema por dentro cada vez que algo renace,
cada vez que la palabra —la dolorosa palabra— lo penetra y lo deja en una
misma situación, en una misma esperanza de la que se despoja cada vez que
tiene sed de amor o de odio. El gaviero continúa su paso, arrastrando con
cansancio sus propios huesos: es lo que más le pesa; sigue recorriendo todo
lugar desde dentro hacia adentro, atravesando la historia con displicencia,
con su memoria llena de silencio, su corazón que no late pues le hace falta
alguna parte, bien sea de cordura o de locura.

Ese camino, el que ahora nos recorre, es el camino que deconstruye, desba-
rata con ahínco todo lo que se atraviesa a su paso dejando cuerpos sin hue-
lla, sin sombra, riendo con cada curva hacia su interior. Pero, por su parte,
el creador no es otro sino el que se atreve, el que toma el desorden al lado
del camino y lo convierte. ¿En qué? Ni él mismo lo sabe, sólo se enorgullece
de haber transformado algo, haber aplicado los ancestrales conocimientos
de la alquimia para generar otra cosa.

gg
Creyendo haber llegado al final del camino y de la jornada, el gaviero tomó
la palabra, su sonido, la textura que se desprende de ella y la arrojó al
cielo en donde se desperdigaron mil palabras nuevas. Así surgió un nuevo
estado de crisis, que ya no es un detonante que se convierte en generador,
tampoco en causa y mucho menos consecuencia. Es sólo un doloroso par-
ticipar del momento y del paso en el camino.

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Poesía
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ESCRITOR
INVITADO

Rodolfo Ramírez Soto

Bogotá, 1973. Fundador y director de la Fundación


Creativa Taller, entidad en la que desarrolló activida-
des como la revista Taller de la Hoja, los ESPERGE-
SIA (Encuentros latinoamericanos de jóvenes poetas)
y la programación cultural “Sobredosis para adictos
a la palabra”; trabajo que en el año 2002 ganó el
Premio cívico por una Bogotá mejor, otorgado por
la Casa Editorial El Tiempo y la Fundación Coro-
na. Ha publicado Tintasangre (Casa de Poesía Silva
– Funcreta Ediciones, 2003). Es autor del controver-
sial weblog Suicidiario (http://suicidiario.bitacoras.
com). Textos y artículos suyos se han publicado en
Lecturas Dominicales, en las revistas Casa de Poesía
Silva, Golpe de Dados, Ulrika, La Jornada Cultu-
ral (México), Nuevo Diario (Nicaragua), entre otras
publicaciones. En la actualidad se desempeña como
colaborador del Boletín Cultural y Bibliográfico del
Banco de la República, es corresponsal en Colombia
para la revista chilena Poetas del Cinco y adelanta la
experiencia en comunicación alternativa Los impre-
sentables, la cual cuenta con un canal en Youtube,
un grupo en la red social Facebook y un blog aloja-
do en la plataforma virtual del diario El Tiempo.

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P O E S Í A

Clasina
Sentada sobre sí
cansada y triste.
Atravesada por la vejez.
En los brazos doblados se hunde la cabeza
las rodillas soportan los brazos.
Desnuda de ti y de todo
revelando el cuerpo mil veces tocado

Las horas el que se marchita


el que hiede a soledad.
pasan
Las rodillas soportan los brazos
como botellas en los brazos doblados se hunde la cabeza.
donde Cecilia ¿Dónde esconderse
Diluvio etílico. Soledades barruntadas en su rocola. ahora que el refugio del alcohol ha cerrado?

Ella sabe del dolor debajo de la risa de tanta garganta Ahora que ya no sirve nada.
amontonada ¿No fue el amor

sus ojos adivinan el fracaso embriagado en la madrugada. un paso que se debió pensar mejor?
En los brazos doblados se hunde la cabeza
De no ser tendera Cecilia sería santa,
las rodillas soportan los brazos.
madre putativa de los ebrios de la Candelaria. Acaso la vida
Todas las historias anidan en sus oídos es esa tristeza que te desnuda

todas las palabras son clientes de su tienda que nos desnuda.


Acaso lo único que hacemos
todas las verdades se hacen alcohol sobre las mesas.
es quitarnos prenda a prenda
¡Ah! Si las paredes donde Ceci hablaran. hasta quedar solos y nosotros mismos
Tanto ausente. Tanto desencuentro contenido en ellas… cansados

Pintadas están de todo lo que pudo ser y no fue sentados


con la cabeza hundida en los brazos
del tiempo que se pasa pegado a una botella.
y viejos
Cecilia es el silencio de su tienda. Los ojos del local.
y pobres
Sólo Cecilia sabe el destino de todo lo perdido. y derrotados.

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El día es la botella vacía


(la botella llena es lo más parecido a la esperanza)
La vida es una mesa llena de días desocupados… derrotados
observada a la distancia por animales ebrios de destino.
El mundo es una taberna que no abre los domingos.

De tanto paso amontonado sobre tan poco zapato


La suela exhausta se ha desprendido del cuero.
Ahora camino con dos bocas en los pies,
animales rabiosos de ladridos mudos,
amenazando la calle con una dentellada de aire.
Animales sensuales lamiendo el piso
recorriéndolo con su lengua endurecida… ensalivándolo
preparándolo para la mordida que hará que al mundo le duela algo.
Qué más sino quedar aquí inmóvil encima de ellos,
soñando hambriento la venganza
y el mordisco a destajo.

Desbordado de mi cuerpo
Todo el dolor contenido en este verso.
Cada paso deja una huella más profunda en el asfalto
la ciudad se hace más grande y las piernas duelen más.
La vida fue un largo día tendido en cama
(desnudo, viendo televisión y efímeramente enredado en el sexo)
que se agotó tan rápido como paquete de cigarros en noche de calabozo.
Unas cuantas páginas contestaron mis preguntas
unos cuantos ceniceros contuvieron mis cenizas
unas cuantas páginas contuvieron mis cenizas
unos cuantos ceniceros contestaron mis preguntas.
La muerte taconea a la espalda

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al tiempo las mujeres ríen en el cuarto del lado.
Un verso comienza a gotear.

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P O E S Í A

Transformación Zoroástrico
El que no aprenda a bendecir
El estado de crisis debe aprender a maldecir.
es el punto exacto para revivir Nietzche
sin crisis no hay renacimiento. El pecado es el sentimiento de culpa
Los culpables han comprendido
Ser ceniza y restablecer la forma y se acercan más a Dios o al Diablo.
rastro de lo que es potencialmente Sus cuerpos
combustión que no elimina sino que purifica. como un campo de fuerzas que se disputan la soberanía
son sacudidos de su letargo
Permanente andar bullendo
y se entregan a la ascética o a la orgía.
crisis perpetua que no se acaba nunca.

Ya no son susceptibles del sí y el no


Arder por arder
indistintamente
ser sin querer seguir siendo.
dejan de ser juguete de la madre y el padre.
Cambio perpetuo que prorroga el fin.
La polaridad otorga trascendencia
a los actos
se empieza a distinguir al ángel del demonio.
Suerte
Coyunturas que aparentan
El sustrato del bien y del mal habita en cada uno de no-
ser azar sotros
la forma que se encuentra normalmente conjugados
tras los pequeños detalles. y suplantándose uno a otro.
El despertar ocurre cuando alguno de ellos se ha apode-
Fragmentos alocados rado
de momentos precisos por completo.
en la serie de un tiempo olvidado. Sí o no.

gg
El destino y el azar Tal una llama que purifica
indistintos o un incendio que consume.
la necesidad y la libertad alcanzan el equilibrio.

Paula Andrea Altafulla Dorado. Escritora


e-mail: altafulladorado@gmail.com

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Apego Holocausto

Me aferro, me aferro cantando mis muertos Aquí está mi corazón,


esos que se te meten debajo de las pupilas lloviendo,
esos que te duelen, que se acomodan por ahí vaya yo sangrando.
a saber dónde.
Y la lengua de la luna en mis heridas
Me aferro cargando ese miedo terco y la baba de la noche en mi tristeza.
esa paranoica ansiedad.
El silencio del cielo, la risa del diablo
Y es que acaso tenemos opciones, lunando en este vacío espeso y
más que tragarnos el cuento con desconfianza y todo los despojos del corazón y la sangre y la lluvia.
aunque a veces se sienta que no hay caso
aunque a veces te gane el pánico en el cuarto o la co- Aquí está mi corazón.
cina.
¡Aquí, está mi corazón!
Y me aferro al dulce destello de tus ojos
y espero y desespero Mordido por los perros, esperando,
y espanto a la muerte nombrando a Dios esperando.
y espero que esa muerte no sea la misma que se me ha Y la fiesta de
insinuado esas veces con su rostro de espanto.
los puñales y su risa.
Y me aferro y me aferro con el cuerpo y el alma.

¡Aquí está mi corazón!

Observa el fino cristal en que lo envuelvo,


esta vez, asegúrate

gg
incluso de comerte
sus cenizas.

Carlos Alberto Polo Tovar


Director del espacio cultural y revista Labra Palabra. E-mail: farlospolo@hotmail.com

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P O E S Í A

Receta para morir en el primer suicidio


Puede parecer desquiciante suicidarse, Y las cruces
puede, por suspiros… cómo van flotando en ese pedacito de sangre,
Permanecer en el aire de la melancolía, cómo emergen y se ríen de tus miasmas.
crear estados alterados de café y velas blancas Gritas en ese túnel vacío,
irse por un rincón de la imaginación sales corriendo y devoras todo.
para ser la única ave que nos enseña a volar. Luego ella,
Entonces… él,
Lo haces los otros
como un acto de fe y de cobardía. y los martillos que titilan en los dedos.
Tomas tus zapatos, Te haces a la cama,
los amarras a la cama, al zapato,
regalas palabras tuertas llenas de ojos por otro lado, a los espejos
revuelcas tu abdomen con tachuelas fosforescentes y le dibujas un corazón en el alma,
que finalmente se clavarán a tu existencia. trazas con tus tentáculos pequeños garabatos
Luego lo otro: en su yo de transparencia:
el irse, el emanar espejismos de un alma seca. un beso,
una caricia,
todo lo que no hable de ti sin decirle eso.

Sonríes
para que temple una cuerda
que amarras en su pecho
y te dejas caer…
Hasta perderlo todo.

Jhonnatan Marín Torres


Es gestor cultural de la localidad de Usme. Participó en talleres
de creación literaria en 2005 y 2006 con Tejedores de Sociedad
y fue corresponsal cultural del IDCT en 2006. Ha escrito para
la revista Surgente y actualmente cursa Licenciatura en Artes
Visuales en La Universidad Pedagógica Nacional.

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Aaa
“Ese pétalo
color de transparencia
es una sola piel”.
Oscar Marín.

Aún sabe a noche mi recuerdo que deambula cuerpos calcinados


aún deambulan por ahí los pájaros oscuros como si fuera una parte del cielo de los muertos
víctimas de este cielo que nos inventamos una especie de manto que cubre la putrefacción
aún creo pensar que estás dormida para darle vida a las rosas
dibujando esta realidad que parece de ensueño. para que afuera caminen contentos con nuestro dolor
Ensueño de loco, de metálicas sensaciones para que afuera
donde se inmolan las ondas del sonido ángeles voyeristas aplaudan nuestra masacre
pero el eco de la desnudez y eso es lo que más te aterra
retumba este cadáver inmóvil verte comprometida con la muerte
resquebrajado ya haciendo parte de los jinetes de la inquisición
por esas palabras que nunca pronuncias perdiendo las fuerzas de tu animal nocturno
arruinado en mi forma de camaleón o pulpo gateando sobre tus anteriores metamorfosis
sólo invirtiendo un poco de mis manos invisibles para no despertarlas…
en tu boca, en tu cueva Pero ya es demasiado tarde para rezos
buscándote el bolsillo donde guardas el alma ya tu perfume huele a claveles
buscando en las orillas tus murciélagos ocultos ya tus manos no están entre cerezos
las polillas que tienes en ese cajón olvidado y mis cabellos son tumbas en la nieve.
lleno de recuerdos, de máscaras y espejos Sólo sé que el viento esculpe nuestros nombres
de barro, como debe saber tu lengua sobre una lápida que atraviesa nuestros cuerpos.
como si ella fuera una ninfa

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P O E S Í A

Espejo de dos fichas


Ella me mira, no me mira, soy el terreno donde se esconden sus tesoros, busca entre
los pliegues de mi pantalón un peón, una dama, un rey, un caballito. Yo la miro
por debajo de mi gato de oro, el silencio es de un color como verde, porque hay un
eco de góticos besos que suplican ser callados con la muerte; todo ese malabaris-
mo de palabras disipadas se estropean con los juguetes calientes y las historias de
clepsidras de un cuento distendido donde las fichas, buceando, atropellan el agua y
los sorbos de lupas de colores eran pequeñas cápsulas de látex que le hacen hundir
en una jalea de feromonas, mientras los sacerdotes apedrean los condimentos y los
policías lamen flujos de pobreza y melancolía. Ellos saben que llevamos un tablero
al mar y están haciendo burbujas cuadriculadas, pero no les importa porque deja-
ron sus motocicletas estacionadas en los bigotes de una abuela juglar, propietaria de
una burrita crespa y un perro que ladra champeta cuando las canoas se hunden.
Uno de mis peones se puso una escafandra que tenía un orgas-
mo demasiado pesado y se hundió con ella. Naufragó el tablero ro-
sado en las estrellas ¿Qué hace un rey rodeado de arena?
Un día llegaron a mi rectángulo de cuarzo una botella y unos cubier-
tos tallados por mi peón, transformado en reina ahora, como las
perlas que por años guardé en mis zapatos marchitos.

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Escafandra vegetariana
Posiblemente se me está escurriendo la tinta de las ma- crayola de color verde para saciar las horas que me que-
nos, posiblemente ya cayeron las balas en la lluvia o la dan. Y los vástagos que se escapan de mi mente se están
lluvia fueron las balas que despertaron mis uñas de por- reproduciendo rápidamente, tan rápido que dejé de ser
diosero, y por eso te escribo al final de un túnel que yo para ser ellos, en una caricatura polvorienta y miste-
no tiene salida y nunca la tendrá. Posiblemente tenga riosa que miras por debajo de tus mejillas y lloras como
tantas ganas de ti como de la muerte, que venga como escupiéndole a la tierra lo que te pertenecía... Pero qué
la más pura representación de Dios, o que venga y se va, qué se puede hacer ante el fracaso de Dios-infierno
espante con mi presencia y me crezcan pestañas en los si sus ángeles no pudieron hacer nada de este conde-
codos, y pueda verte de espaldas, y el sol y la luna man- nado, ni ellos ni la tropa de arcángeles mimetizados en
chen mis párpados de sangre, y me mire en la oscuridad angustias, existencias de una civilización perdida y des-
con sus ojos de espectro, sucios y salpicados de angustia, amparada donde me refugio para ver mi derrota y para
y me tome la sopa del recuerdo que me cuelga del cuello esconderme del borde del espejo que sigues mirando, y
y hace botar mis plumas de camaleón en esta pecera que te asusta porque estoy detrás de ti y no hago parte del
parece tan real como las voces de mi memoria. Y me cristal... te asusta porque ya estás mirando con claridad
destruyo y me aplasto y me arremango las ideas con una que soy un fantasma de tu imagen.

Manuscrito en jarra de mármol


“Árbol de ahorcados
Escondite de ángeles ermitaños
No florezcas en mis dedos”
Oscar Marín.
Aún conservo pedazos de riñón en mis dientes, virutas
de labios en mis bolsillos, fragmentos de miradas en el
borde de las uñas, el dije que hice con tus caricias, la
blusa manchada de ternura que dejaste en el sillón terra-
cota junto con los zapatos embarrados con olor a ti, las
arracadas de sonrisas que me regalaste en la fiesta. Sigo
conservando los bordes de tu barba donde antes colec-
cionaba lágrimas de amor y tus pestañas ahora decoran
mis cortinas para alejar a los vecinos irrespetuosos.
Todos los domingos salgo a extender la tela que cubría
tu soledad y añoro tu olfato que se me perdió con la
cartera, donde jugaba a escondidas con el labial y las
sombras. Creo que tu lengua era la única que se resistía
a esconderse, porque se asomaba por un bolsillo a co-
quetear con la cremallera. El único que salió invicto del
raponazo fue el tacto, que en esos momentos se tiró al
asfalto para suicidarse, con tan mala suerte que rebotó
en el talón del asaltante, cayó al suelo, y lo espiché con

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P O E S Í A

mi mano mientras caía del desmayo, ahora no deja de


cosquillearme las manos y de hacer travesuras en mis
Craneoscopía
dedos.
Qué bello cenicero me haría con tu cráneo; decoraría
Hace una semana vi pasar una de tus mentiras, la sa- mi cuarto con tu recuerdo fetichista y repulsivo, alber-
ludé y luego eché a reír porque le faltaba un diente, garía cenizas y colillas como lo que ahora somos: ceni-
creo que la agarraron a golpes en el callejón donde ceros boca abajo con esencias y despojos, esqueletos
me mojaste con tus palabras. Una vecina dice que a decalcificados y músculos lánguidos, nada comparado
otra la vio corriendo por los alrededores de la colina a esos que soportaron el amor, ceniceros sin cliente ni
porque un perro la persigue, y que decidió vivir entre gente que los invente.
los arbustos para esconderse y asustar a la gente que
pasa. Las otras hicieron su vida y están viviendo lejos. Las cenizas se hacen polillas y vuelan a confundirse
Yo me quedé sólo con una para hacerle compañía a con el humo de algún cigarrillo. Vuelan como yo lo
las frases de cajón, pero está muy decaída porque sufre hice, y ya siendo humo fui libre, pero me encerraste en
de una enfermedad degenerativa que le hace dar tos y tus pulmones húmedos y tibios para nunca más salir.
brote en el pecho. Yo la he cuidado con cucharaditas Eso creías, y como humo de hierba te produje placer
de cerveza y la llevo a pasear donde tus amigos, y creo y alucinaciones fantásticas. Fui el vicio que te llevó a
que responde, pero un día de estos morirá. la locura y después a la muerte, porque al quitarme la
libertad con tus entrañas, fui tu cáncer, enfermedad
Ojala algún día vengas a visitarme para poder charlar que te dejó sin aire, luego sin vida, luego sin cáncer:
un rato y mostrarte tantas cosas... Como el cuadro que “hierba mala nunca muere”.
hice con tus orgasmos, o la canción que hice con tu
pantalón de rayitas, o las miles de porcelanas que salie- Lo descubro ahora, que siendo la larva que anida en
ron de tus besos y me han dado para comprar otra ca- tu mente, espero salir de ti y de la tierra y transformar-
lefacción y un par de audífonos, porque no soporto las me en mariposa para ser nuevamente libre, y no la
rondas del sepulturero… ¡Te extraño! Ven a visitarme, ceniza de tu cráneo.
quiero saber que pasó contigo después del accidente. (Del libro Cómo ser feliz y otros textos suicidas)

Paraguas de celofán
Escamparía ante la amenaza de las palabras
reposaría detrás de las esquinas de un ruiseñor
matando las galaxias de un suspiro
para encontrar los huesos de un arcoíris
Antes
(reiterando mi condición de fruta sin pepas)
pensaría en los movimientos de algún artículo
del oráculo
y no solamente el espacio
sino el agitar de las mariposas
resistirían la idea suicida
de hacer un poema.

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Dios sustituto
Por un momento fui tu dios y no te diste cuenta, taste, pero al parecer no hay nada en el monte del
engordaste todos mis atributos para asimilar que te calvario… sólo dolor, ausencias y recuerdos. Miras
merecía, caíste en la trampa del cazador, te enre- tu rostro con sangre y tus manos clavadas al madero,
daste en la red que tejí con artimañas y te supo a estabas de pie… agonizando. Con las pocas energías
cianuro. La condena fue la bala que ganaste en la en tu boca, de la que salen pus, veneno y sangre
ruleta rusa… Ya ves, te desplomas, y no puedes ha- ¡Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado!
cer nada con pataleos. Lloras, sufres, te lamentas, te No fui tu dios, tú escribes el libro… en tus manos
muerdes… le rezas suplicando al dios que te inven- encomiendo mi espíritu.
(Del libro Cómo ser feliz y otros textos suicidas)

Pipa para peces


Despierto… Y nuestros cuerpos titilan
Y mi piel como un muro que recolecta tatuajes se queman
me dice que estás aquí temblequean solamente de pensarnos.
no hago sino pernoctar sobre mi silueta
estática, inmóvil A solas encuentras una forma de verme
sobre los espejos de mi alma y es en tus ojos
donde una vez te reflejaste. en tu propia piel
donde una vez a escondidas
Camino con el aire siniestro de besarte
dibujaba garabatos representando el cielo
camino respirando burbujas
y la noche se puso triste, mis ojos se mojaron
que emanan tu presencia
y la luna tapó las estrellas para contemplar nuestra
camino destilando corazones belleza
cavando en los edificios de tus caricias para ver de cerca la margarita que dibujaba en tu pecho
la prueba del amor eterno para leer las caricias que depositaba en ti
Y me escondo en uno de esos cuartos
para adelantarse a tus ojos y tu espejo
donde guardamos nuestras sonrisas
a tus manos
mientras los niños juguetean con los esqueletos
ciegas
que dejamos.
leyendo en braille
No me miras, ni puedes tocarme ensimismadas en un perfume
pero esa sensación melcochuda queriendo tocar toda la extensión de tu envoltura
que queda al retirarnos las huellas que dejó un poeta
se derrite sobre nuestra forma transparente que sueña
bajando como sudor de felicidad con su propia aparición.

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P O E S Í A

Las sombras de un silencio

Siempre he querido escribirte a través de las palabras de


otro. Éste es el día, éste no soy yo, son unos símbolos que
se colaron en tu pantalla para que te acordaras de mí,
para que por un momento me dibujaras en tu mente y me
desdibujaras con una caricia, que siento en esta especie
de sombra simbólica, en este exorcismo de letras que me
traen cada una de tus porciones de piel que son la mitad
de mis consonantes, por donde tus ojos transitan como si
fueran parte de tu cuerpo, como si ellas fueran mis manos
y tus ojos sensores que avisan dónde toco, que te anun-
cian qué te hago, cómo lo sientes, qué emoción represen-
tas para mí, por eso no dudes que ahora mismo te hago
el amor con mis letras, que estás desnuda delante mío, y
que yo solamente soy una lengua que te recorre, una bestia
que se enternece con la suavidad de tu textura, luego te
muerdo y lo sabes, suspiras y te acuerdas, te tomo de la
mano mientras hacemos nubes con las bocas, mientras
soy una parte tuya en un placer doloroso, en un rit-
mo que se entrelaza con nuestra respiración agitada,
con nuestro delirio de silencios donde hay gritos
en el fondo de nuestra intimidad, y sabes que no
soy yo sino una parte mía que no alcanzas a ob-
servar. Te toco… y nuevamente te desvaneces en
mis dedos, en esas letras que voy tallando en tu
dermis ávida de universos, y no dudes que no
lo sé, por eso riego infinitos sobre tu superfi-
cie, por eso me acuesto a oscuras sobre tus ojos,
porque yo soy eso que no alcanzas a entender,
que no alcanzas a tocar, que te niegas a creer que
existe, y sin embargo, por momentos, dejas caer
tus párpados para perderte en una galaxia más
grande que la tuya, y en esos momentos cuando
estás más lejos de ti te asustas… regresas, pero

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sin aire, para pedirme que no te deje… sin
darte cuenta que ya estoy muerto.

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Cercenados

Duermen el paraíso entre raíces.


Atrás la respiración empuja la orden
que los persigue;
la puntería anestesia la costumbre;
desplomados y enormes se paralizan.
Los insectos se tragan las nubes
que pesan el olor del silencio
y los lobos arrastran
las cicatrices de un venado.
El arroyo pasea entre las rocas
el prisma de las libélulas empecinadas en beber cristales,
en medio del barro rojo
los caminos son una llama larga
entre arreboles vigilados.
Al lado y lado, la corriente de las sierras
lanzan pedazos de demonios
sobre las manos que flotan boca arriba.
Entre bambalinas la Justicia de reparación
asegura la entrega de algunos pedazos de nombres.
Y en la plaza, otros desaparecidos protestan

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por la orden de perdón y olvido.

María Victoria Córdoba


E-mail: victoriaes777@yahoo.es

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P O E S Í A

al lado de los filos,


Evidencias
que van borrando de los caminos sus huellas
y luego a los caminos;
En la rutina del ajedrecista,
tierra, también sembrada de un campo minado,
calcula…
de números con códigos de barras,
las boronas en la mesa,
de fechas de la resolución reciente que está por todas
las sábanas frías que arañan las huellas de hace días,
partes
y un poco las sombras y las velas desveladas
y de letreros de propiedad privada…
que rezaron cadáveres.
“prohibido pasar”.
Afuera camina búsquedas
Aquí desplazados ellos… los dos y otros con otros to-
desliza mariposas salpicadas de trozos amarillos mados de la mano
y se arropa del frío, con la luna. siguen las evidencias y su decisión
Los ojos de tanto mirar los días de escribir en su piel y en todas las memorias,
mezclan las lágrimas que amasan las tristezas por nuestros muertos, ni un minuto de silencio,
y encuentran el eco de la sonrisa no, no nos basta rezar
que los abraza andando por ahí. ya no,
Los dos, se tragan sus bocas agitando el aire, aun las amenazas, no nos basta rezar.
despedazan los rumores sobre los rincones
y se entregan para todos los días
con las manos abiertas y los ojos cerrados.
Voceador
El ángulo gira en la repisa de las fotografías,
es la obra que alberga el índice Llueven techos de noches frágiles en la ciudad,
de los capítulos superados y los de no olvidar rondan insomnios,
aún los afanes dormidos de un hilo los ojos se abren entre cristales rotos
y la tinta seca; y el armador de la estrategia
en el primer párrafo describen está en la puerta atando el último resquicio
pedazos de una denuncia por los que ya no están, de las piedras que sepultan
la pegan y leen, las protestas de la inconformidad.
descubren la firma de los otros, En lo alto del barrio viejo
los que decretaron el perdón y el olvido; un voceador reparte las razones
en el último párrafo, de las marchas contra todas las guerras,
de frente cabalgan la aventura que ayer fue lo primero no contra una sola
y vuelven a repetir con las alas abiertas y los enamorados se instalan sin permiso
para desenterrar los silencios sobre todas las calles y pintan pájaros que protestan;

gg
de la tierra y del pueblo que los nació y los vio huir; se olvidan del estratega remplazado
tierra sembrada de huesos debajo de las cercas, por no sé qué nueva táctica.

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U na mancha, una casa, dos manchas, un ve-


cindario, tres manchas, un barrio, un bloque,
una azotea, un ladrillo, unos muros, un potrero, un
Problema gramático-temporal
Tengo un problema
caño, muchos muros. Una mancha, un paradero, dos con una tilde y un recuerdo:
manchas, el camino de un zorrero, tres manchas, los
amo, amó, amé.
parqueaderos y los autos abandonados, un ladrillo, fin
de la ciudad, un bloque, muchos bloques. Ladrillos, pe- La amo, me amó, la amé.
dazos de tierra esparcidos por las periferias, muros de La conjugación se torna difícil
arena que ocultan el oriente, construcciones de cubos con la tilde del olvido
de arcilla donde todos se hacinan, donde los parlantes y el recuerdo que aún vive.
escupen música por las esquinas, los buses devoran a las
personas, donde no hay aire y espacio, donde todos sue-
ñan, nadie dormita y alguien se busca la vida gritando El verso de los sueños
en las esquinas. En todos los ladrillos que observo, en
todo lo que se escapa con el letrero de EMERGENCIA Los versos entre la almohada se fueron
de los vidrios y que hace parte del paisaje por la venta- con la luna a media noche huyeron,
na, en los derredores de la ciudad, todo esto que cuelga, Con las Quimeras, hijas de Morfeo.
que se amarra a través de las laderas de los cerros y de La tinta entre los pensamientos se deshizo
los inmensos árboles que se estancan en los humedales,
Sin, al papel blanco, su viaje dar inicio,
hay personas que viven suspendidas, pendiendo a través
de nudos, colgados con sus casas sobre tendederos de Se fueron entre nocturnos pensamientos
ropa, sujetados por ganchos que se aferran al cielo, más Esos que resuelven el mundo antes de caer muerto,
allá de los puentes y los edificios altos. Y los ladrillos, Lanzándole el palo al más tonto perro.
los muros, las calles, los barriales, las vitrinas, las verdu-
ras, los puestos de madera y las astromelias, los avisos
de colores, expuestos al sol y al agua, tendidos bajo el ¿Cómo?
hedor de los basureros y los mosquitos del río. La gen-
te va y viene, astillando las montañas, pulverizando a ¿Cómo volver a los tiempos
la tranquilidad, sujetándose como puede para no caer, donde este soñar mío no era tan sueño?
para no desengancharse y dar contra el suelo, subsistir ¿Cómo volver a la mano
a través del viento y sobrevivir de los fuertes aguaceros al beso, al primer asiento?
de la sabana y resignarse. Los ladrillos, los bloques, las
¿Cómo aullar o maullar a la luna
casas, las manchas. Y alrededor de la ciudad gente col-
gando, personas a millares, chocándose unas con otras si te la di en un verso?
como termitas y carcomiendo lo que encuentran con el ¿Cómo recuperar la luna,

gg
favor de Guadalupe, el Divino Niño y el Señor de Mon- el verso, la mano, el beso, el primer asiento?
serrate, sobre un inmenso pedazo de madera a punto
de colapsar.

John Edison Carrillo Johannes Fernando Mejía


Estudiante de octavo semestre de la carrera de Estudios Literarios Estudiante de Comunicación Social de la Universidad Externado
de la Pontificia Universidad Javeriana. E-mail: confortparavolar@ de Colombia. E-mail: sniperwolfmejia@hotmail.com
hotmail.com

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Lamento Tuyo y mío


de una sombra cobarde Entre silencios te amo
así me has enseñado.
No soy más que una sombra,
Tú ya lo sabes, yo no lo grito
del tiempo soy presa,
es sólo tuyo y mío;
víctima de la noche espesa,
a cada bocanada un beso,
fulgurante mortal fantasma
a cada mirar un suspiro.
sombra, de las que la luz desprecia
Nombre no tendrá,
por, con valentía, al émulo no enfrentar,
nombre no ha tenido,
por mi espada a su pecho no atravesar
es sólo un te amo
mientras con la suya, mi coraza quiebra,
entre gritos furtivos;
con su frío rompe mi alma,
es ese algo
abre de mi pecho su corteza,
tan tuyo y tan mío.
con sus frías manos mi corazón apresa
Un cigarro de mano en mano
y de alimento lo entrega,
es el beso que nos ha unido,
con la más fina fiereza
es la luna nuestra,
a los hambrientos lobos de presa
entre silencios fríos.
mascotas de la soledad.
Un ósculo de fuego
Sólo soy eso, sólo una sombra
contigo ya he sentido,
por no querer enfrentar
he visto amor eterno
a Cronos, enemigo mortal;
con tu dulce recetativo:
quizás lo que me ha de faltar
caminar juntos de la mano,
es tu escudo, armadura y espada
es lo que allí has dicho,
a las mías juntar
andar juntos el mismo tramo,
y así vencerlo aunque sea deidad
es tu juramento fortuito.
y los dos juntos estar
Yo no seré para ti un simple pajarillo,
sin muros que derribar,
que se escapa de tu lado
sin tener que pensar en la final hora mortal
como agua por el río;
porque vencida ya estará.
no seré un ser alado
de esos que van de nido en nido,

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seré fénix, lo juro;


de tus cenizas revivo,
de ti, hermosa flor,
donde mi morada realizo.
Espero mis versos
no hayan ofendido,
por el contrario,
sean el mejor juramento
de este amor escondido,
y espero con sincero brío

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que sea tan tuyo
como ya es mío.

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P O E S Í A

Suicidio constante Palabras para irse

Puede emerger el sol en el horizonte, soplar el viento Cuando ya no vean su rostro


en la tarde, oscurecer y humedecer el alma, nublarse y entonces las lenguas se enreden a través
los ojos y si el día parece más transparente, amable y
de su nombre, difamando
nítido la bruma del sinsentido puede cegar la razón, el
alma, el cuerpo. Puede clavarse tan profundo que levi- mejor es que piensen que aún no los ha olvidado,
tar, caminar o dormir, o reír, respirar o hablar parecen pero si con esto se alegran más
la ruta sin salida, la encrucijada, el cajón. quizás es mejor creer que ya se habrá matado;
Salir ¿para qué?, o más bien ¿cómo?, cómo conseguir sobrio, como nunca antes
el camino al encuentro cuando en cada despertar no lúcido, pero menos esperanzado y
queda más que respirar, pero ¿respirar?, respirar es un plácido, como nunca tuvieron el gusto de verlo.
acto natural y constante, y no se necesita de mucho
Seguro piensan que no los recuerda si quiera,
esfuerzo.
aunque aún se remuerda por cada abrazo
Entonces ir a dónde, hacer qué, vivir por qué, si cada
que no dio
movimiento me crucifica, me condena, quema cada
partícula de mi cuerpo… ¿luchar por qué? Sí, dicen por miedo que lo rechazaran,
que no todo es malo que aún hay un mundo nuevo, cuánto ahora le duelen las manos,
pero doy la vuelta y todo es ambiguo, paradójico, cru- las que tanto negó tener.
cial y certero. Si su compacto rostro se atraviesa
Me suicido a cada instante, cuando duermo, cuando un día claroscuro
río me suicido; se suicida mi alma, se suicida mi cuer- sobre una acera, en una avenida,
po, mi voz mental me dice “ya morí”, pero no es un
nunca lo saluden
suicidio material y el material qué, dónde está; ese sólo
aparece una vez, mientras sigo suicidándome, suicidan- porque simplemente negará su existencia

gg
do mi ser y me suicido y espero que llegue el tiempo, el como siempre lo hizo.
tiempo del suicidio para que deje de ser constante. Si al irse no se despidió
es seguro que no fue por rencor
porque nunca conoció esa palabra, mucho menos
la sintió;

Ingrid González
Bogotá 1990. Participó en la Primera Feria del Libro, en el Recital
internacional de poetas jóvenes, año 2007 y ocupó el primer puesto
en el concurso de ensayo de la Fundación Gilberto Alzate Aven-
daño en este mismo año. Ha publicado crónica en la Antología de
crónicas barriales y en la página Web de la Biblioteca Luis Ángel
Arango. Obtuvo el tercer puesto en el Reality literario donde
ganó una beca para el Taller de Escritores de la Universidad
Malely Linares Central. Actualmente redacta para la revista Palabrero Virtual
Estudiante de Ciencias Sociales de la Universidad Distrital. (http://www.revistapalabrero.googlepages.com).
E-mail: betmalisa@gmail.com E-mail: ingragreen@hotmail.com

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sólo los miró detalladamente para


olvidarlos, por si los volvía a ver,
aunque nunca lo haya hecho.
Si llegan a hablar de sus ahogadas risas,
las que pensaban que eran fingidas,
deberán aclarar que siempre sostuvo su fe
en algo más que un amigo,
lo que alguna vez sobresaltado quiso compartir
con ustedes,
pero ustedes le dijeron que una canción duraba
lo que duraba un amigo.
Deben saber que les pide perdón
por cada palabra mal dicha,
que resultó grosera;
por cada mirada dolorosa
porque ahí no pensaba en ustedes,
aunque también acepta que hubo
situaciones
en las que los quiso acribillar.
Que cuando no aguantó la melancolía
nunca lloró en frente de ustedes,
solamente porque no pensó
que les importara.
Finalmente afirma que no se arrepiente
de haberse ido,
ni de nunca haber mencionado a sus amores,
simplemente porque ni él mismo los conocía.
Acabaría diciéndoles que
yuxtapone

gg
su ausencia a su largo silencio.
Y ya.

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P O E S Í A

Pájaros de la tercera edad South sandusky street


A estos jubilados, les sobra plata, Las ves recorrer las aceras desamparadas.
pero les escasea el cerebro: Arrastran ojos en los aretes
se levantan temprano colgando de sus ombligos.
y van a la iglesia Empeñada la inocencia,
en lujosos automóviles en prontitud al semen
a rezar, por miedo del horóscopo.
de irse pronto. Pasan, sirenas en búsqueda
Salen de cacería, entre anticuarios del minotauro, o de Carontes.
buscan viejos caprichos Y tú, en la ducha confiesas
de La Belle Époque los espermas; abofeteas el pecado
o del Art decó: con manos temblorosas.
Un negrito de cerámica Las ves con tu tercer ojo
para colocarlo entre rosas jugar desnudas en tu bosque
y petunias en el patio; de obsidianas y jade.
una negra bonachona y gorda Tus labios te despiertan
para la cocina, de la odisea, y está húmedo,
como en los viejos tiempos. Ulises. Tus manos sudan
Pero finalizando el día, por la desnudez del mástil,
van por la medicina pero la barca, ya está perdida.
y la comida al grocery.
Es cuando rescatan del Alzheimer
sus tarjetas de descuento.

Daniel J. Montoly
República Dominicana, 1968. Estudiante de la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Finalista en el
concurso de poesía Latin Poets for Humanity, ganador del concurso de poesía de la revista Niedenrgasse y del “Editor’s Choice Award” de
The Internacional Poets Society. Ha publicado en el Primer Volumen de Colección Sensibilidades (España, Alternativa Editorial), Maestros
desconocidos de la poesía contemporánea hispanoamericana (USA, Ediciones El Salvaje Refinado), Antología de jóvenes poetas latinoamericanos
(Uruguay, Abrace Editores) y en Jóvenes poetas cantan a la paz (Sydney, Australia, Casa Latinoamericana). El Verbo Decenrrejado (Apostrophes
Ediciones, Santiago de Chile), Antología de Nueva Poesía Hispanoamericana (Editorial Lord Byron, Lima, Perú) y en la antología norteameri-
cana: A Generation Defining Itself- In Our Onw Words (AMW Enterprises, North Carolina). Algunos de sus poemas han sido traducidos al
portugués, inglés y alemán. Colabora activamente con diversas publicaciones literarias y dirige el blog The Wrong Side, dedicado a la difusión
de la literatura hispanoamericana. E-mail: danielmontoly@yahoo.es

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La neurosis de Dylan Thomas

... La vieron, la barca subterránea


ahogada por los chirridos
de los pájaros sórdidos
de Alfred Hitchcock
alzarse con el cuerpo inerte
de Dylan Thomas
hasta su gruta. Adentrarse
en el hondo ostracismo
sin dejar rastros visibles
en la superficie oleaginosa
como impulsada
por la boca mágica de un duende
que abre río torbellinos
en plenas rocas neurológicas.
La vieron dejar una estela
del vestido grisáceo
enganchado en los incrédulos
traficantes de cordura.
Moverse en círculos,
danzar desnuda
igual a una serpiente líquida.
Y el pobre rostro quijotesco,
la enajenada voz de Dylan Thomas
se adhería pávida a sus risas
como un liquen, como el ala
a un murciélago azufroso.
La vieron, vieron su ígnea boca...
porque la neurosis
es consistente a las neuronas.
Se ve, se huele y se mastica.

gg
La vieron, ya no lo digan
que resucita de entre los muertos.

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Camino

Perderse en la niebla, dormirse al sol, vagar por un Condenado a sentir voces sobre las letras pintadas, a
recordar un amigo en su caligrafía, a ver el alma des-
túnel eterno; todo parece ser un camino abierto, las
luces se ciernen, aparecen sombras tímidas, que entre nuda de un extraño en las palpitaciones de su aura,
ellas se buscan como ratoncitos asustados. reconocer con asco ser humano, ver el reflejo de un
demonio en el espejo del baño, rasguñar el éter con
Una tonada, una palabra, un gemido; el fuego pare-
alas negras, contaminar la energía de un sable maldito,
ce dorar su espalda miserable, consumir el Yo en los
bañado en mi sangre, bañado en mis lágrimas, forjado
despojos del sí mismo, las cenizas del aire parecen ser
por un viejo hombre, de alma rasgada, un vaga-
recogidas por la nieve.
bundo, un Yo destruido por el viaje y alimentado
¿Y qué?, para el caminante, las cenizas de su por la sonrisa de un niño demasiado apegado
cuerpo que se desgarra a cada paso no son a la sombras. Pero he de aceptarlo, bastante fe-
más que la obvia lepra del tiempo, ¿y qué? Es licidad halla mi alma, en dejar de lado la
esto es lo que le da ánimo a sus pasos, ver militancia de mi estirpe y disfrutar de
cómo su carne cae, pero queda sobre sus mi camino, pensado que cerca o lejos,
huellas en la arena. una mano aún cree en la bondad que
Sí, condenado al camino, a escuchar dan- hay en la contaminada mente de mi
zas en la autopista, a ver música en los locura; así el tic-tac parece ser más
pianos coloridos de la calle, a perder mis amable, la lucha contra la máquina
lágrimas ante el trueno… que destroza insufrible parece ser más amena, in-
mi árbol. Condenado a ver en la noche, cluso puedo detenerme a reírme de
a ser pájaro, rata, serpiente, lobo y hom- sus engranajes. Mi camino es un de-
bre, degustar el amargo sabor del polvo, venir de laberintos sin centro, la nada
el humo de la fábrica, perder la mente perdida y retorcida en sí misma, pero
ante el alcohol de un abrazo intermina- de aceptarlo, soy feliz de tener un rum-
ble, una cama mundana y usada, que se bo ahora, quizás temporal, el reflejo de
convierte en mi hogar, ver los ojos de mi mi vejez parece quemarse para volver a
amada, ver en sus ojos la muerte, ver la nacer, las páginas mueren en lo estáti-
inmortalidad que se derrumba sobre sus co, sólo en el movimiento encuentro

gg
cimientes inexorables, ver en su cuello la quietud, en el movimiento de un
el renacer del delirio existencial, acaso corazón, que se atrevió a gritar por
felicidad. el mío.

Winston Williamson Ramírez


Estudiante de sexto semestre de Estudios Literarios de la Pontificia Universidad Javeriana. E-mail: winstonwar@hotmail.com

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Dolor redefinido

a yer ayer
una parte del todo fue todo música
la percibí algo distinto, fue todo sensibilidad:
del todo distinto: nombre pronunciado;
distinto del todo posibilidad inaprehensible a la palabra.
(bajo una connotación diferente; la cual hasta podría
adjetivarse circunstancial, si no fuera por lo ajeno que pero fue sólo ayer
se encuentra la misma a mi entendimiento).
ahora
es el hoy
cada instrumento
bajo alguna incomprensión de caracteres
cada nota
bajo aquel dolor vago
cada tono
(intrínseco éste a la hoja que queda en blanco, diluida
(se figuraron dentro de mí y yo figuré mi corporeidad ésta en la palabra que no fue escrita)
dentro de ellos)
un dolor, el cual
como la música ayer
fui parte del sonido,
se redefine parte de mí.
estuve yo en el sonido,
estuve yo en todas partes
(de modo tal, que yo podía asir y precisar su corres-
pondencia con la composición en su conjunto)

concebí la música
conmigo dentro de ella,
me concebí la música

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Síntesis de un silencio
prolongado

I III
El afán crepuscular: Tiembla el pavimento
la ciudad se encuentra suspendida atraviesan las calles des-horizontadas
al otro lado de los ventanales des-graciadas
con el frío colándose des-dentadas
a través de los ecos dos jóvenes borrachos
de tu voz casi apagada. arrastrando torpemente
sus miembros helados
Llega el tiempo. sus nociones enloquecidas.

Se aproxima la ruptura; En el cielo admiro entonces


ya va siendo hora cuatro gallinazos
el tedio llega, de negro plumaje
colgado de los buses de inmensa envergadura…
cuyo apuro Acechan tus ojos oscuros
paraliza los pensamientos. lo sé: junto a mi soledad ya rancia y desesperada.

II IV
Estas son palabras Por la acera se desplazan
palabras a mis veinte y no sé cuántos, cuatro gatos ciegos.
una de las pocas cosas que poseo
sólidas Ha llegado el tiempo
mías las dinámicas se estancan
palabras entrerrejadas las muchedumbres se disuelven
en el emparedamiento ¡y entonces!:
de estas estructuras quedas tú,
¡estas! que claman iracundas comienzas a mirar al suelo
su imponencia enferma y desgarrada. desviándome los labios.

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Cuando llegue el amor de nuevo


Parece mentira cómo haremos la noche
cuando miro al espejo si este sexo efímero nada que siente
y miro desnudo lo que no ha sentido nunca
este cuerpo de hierro
cómo haremos la noche
parece mentira me pregunto entonces
la noche cerrada entre tus gritos desesperados
el vino angustiado y la presión de mis mandíbulas
la vergüenza debajo de la cama y la fuerza en mis manos
y la marca de mis uñas
parece mentira
en la piel tan sucia
tu voz afanada
de este silencio lacrimoso
llamando
seducida y atentada
cómo haremos la noche
al otro lado de la puerta
me pregunto entonces
si este, mi quererte en serio
porque me pregunto
no me deja conocer
cómo haremos la noche
cómo demonios
si este cuerpo está viejo
y maltratado
así vieja
y usado y gastado
y maltratada
si esta vida la vivo cansada
y la muero dolida
y usada
y gastada
cómo haremos la noche
conmigo y mis veinte y tantos
y cansada
que no son veinte
y dolida
ni son tantos
así embriagada…
cómo haremos la noche
si la juventud la tengo echada cómo demonios
y la piel cicatrizada así mentida
voy a quererte esta noche.
si la belleza gastada
y la ilusión lacerada

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P O E S Í A

Tú Abolengo
de nuevo envuelto en lo que no puede decirse
en lo que no es permitido pronunciar
Ojalá todo comenzara con un verso
uno perfecto, cercano al silencio
uno que cante lo que soy, lo que he sido.
Yo
Que dé cuenta de ese mar de cenizas
de nuevo envuelta en la infidelidad terrible
de polvo y agua que me trajo a la tierra.
como cuando a veces se rompen las promesas

De lo que soy:
Mi mirada de extiende hacia uno de los muchos
ese monstruo indómito, incalculable
fondos de asfalto marchito
polisílabo lugar que me nombra
hacia aquella zona donde acaban las letras de tu
nombre esa palabra
que dice mi nombre aunque no me encuentre.
Y extenderse tiene la misma raíz de estremecerse El hocico de un animal hambriento,
de un trípedo que anda solo
he visto más allá del cuerpo al acecho, siempre esperando
he visto dentro una esperanza de propuestas nu- buscando mi cuerpo que huye, evita el espejo
méricas carne y sangre, entraña y ausencia
he comprendido que entre tu más allá y mi más acá vacío
hay algo que no te atreves a decir ¿Quién soy si no una sombra que busca su dueño?

Aquella noche todavía pendiente no ha ingresado De donde vengo:


en el umbral del tiempo

gg
este cuerpo devorado, dolorido.
y el día en que nos encontremos nos vamos a arre-
Mi espalda llora en las mañanas
pentir.
al abandonar la cama que habitaste hace mil años.

Leonardo Gil Gómez


Estudiante de último semestre de Licenciatura en Humanidades
y Lengua Castellana en la Universidad Distrital Francisco José

Carolina Ochoa de Caldas. Fundador y director de la revista de poesía El ático y


organizador de la maratón de 12 horas continuas de poesía “Poesía
Estudiante de séptimo semestre de Estudios Literarios de por Bogotá”, celebrada el 6 de agosto en honor al cumpleaños de
la Pontificia Universidad Javeriana. E-mail: macarolina8a@ la ciudad. Crónicas y reportajes suyos han sido publicados en el
hotmail.com periódico virtual Con-fabulación. E-mail: leogilg@gmail.com

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Fui guerrero, poeta, cobarde y mártir


un vago recuerdo en la migraña de Dios
que lucha por remar sobre su hoja en el agua de un río
verde río, azul río, rojo río, río
habitante de un planeta abandonado.
Recuerdo dos cuerpos odiándose mutuamente
Amándose
Salvando su sexo de las arenas del naufragio
Recuerdo también
la ceniza y la lava
el magma, el furor de la tierra.
De un orgasmo vengo o de un llanto
de una lágrima en todo caso.

Mi destino:
el silencio, proclamar el silencio.

gg
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P O E S Í A

Ceguera
¡Madre mía qué fea es!
Se mueve desgarbada, su piel huele a óxido de latón,
tiene una expresión enroscada en su cara y un tornillo de nariz.
Qué frente tan voluptuosa, ojala así fueran sus senos,
qué piernas tan cascorvas, velludas y tan huesudas,
tiene bigote de foca, un dejo basural proviene de sus pies
las uñas son negras y gruesas, sus manos acordeonadas
su panza es un mar de panzas, sus brazos son dos tubazos
sus lagañas son oscuras, su mirada es tan nebulosa
los labios son morados, sus encías están a medias con su dentadura grisácea
qué cuello tan amarillo, hay más estrías que carne
más celulitis naranjal que cabello en su cabeza…

Mi amigo acabó.

gg
¿Y qué? Le dije. Nunca olvides que el amor es ciego.
Al igual que yo.

William Alexander Romero


Licenciado en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad Distrital Francisco
José de Caldas. E-mail: williamxito29@hotmail.com

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revista g avia p alabra s d e m á s

Esfera
(Hedor rosa que me revolotea entre las piernas
y me penetra como una guinda madura. PUNTO.)

Me desollas para desmembrarme


en cada parte de ti

en.cada.respiro.d.e.ti./

ex pec t ann n nn te cuando dilatado


Y atómico.
Así como el cielo azul,
cuando mis ojos se ensamblan en tus pies
y te embalsamas en líquido eterno de luz:

De un grito las esferas se cristalizan.


gg

Maureen Hicks
Estudiante Licenciatura en Letras Hispánicas, Pontificia
Universidad Católica de Chile. E-mail: maureen.cecilia@
gmail.com

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g aviaP A L A B R A S D E M ÁS
revista

gg
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LA
LITERATURA
EN LA
ESCUELA Jesús

P A L A B R A S D E M ÁS
Martín
E sta es una conferencia presentada en el Primer Se- Barbero
minario de Literatura para Docentes, Escritor español, ensa-
realizada en el año 2007 por la corpora- yista e investigador en
ción Babilonia y apoyada por la Pontificia comunicación. Ha sido

g avia
Universidad Javeriana y la librería Lerner. profesor visitante en las
Esta intervención del profesor Barbero se universidades Complu-
dio dentro de un conversatorio con Hugo tense de Madrid, Au-

revista
Chaparro, Luís Ospina y Guido Tamayo tónoma de Barcelona y
sobre literatura y cine. Stanford, entre otras.

Considero necesario hacer un extenso llamado a la

g
renovación de la educación, al vuelco de la mirada
hacia unas raíces propias que han sido desplazadas
por prácticas culturales diferentes, olvidando en mu-
chos sentidos el carácter histórico que construye a un
país. Las voces de nuestros ancestros, de los abuelos
y taitas, de los jóvenes, han sido relegadas y hoy se
construye sobre el desconocimiento, en una escuela
que no los escucha, que los limita, escuela que se en-
ESCRITOR
carga de cerrar puertas, negando culturas diversas que
coexisten en el aula en muchas ocasiones y que desde
INVITADO
allí invisibilizamos.

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E N S A Y O

Quisiera poner en un primer pla- losa: la escuela hoy no sabe sino de Por lo tanto, hay que preguntar-
no la relación entre la escuela y las literatura escrita, pero las literatu- se, ¿en qué escuela se toma el cine
culturas, las literaturas que están ras que ve la gente que está en la como un espacio de creatividad
en la escuela. Me estoy refiriendo a escuela se quedan fuera de ella por- literaria en el mejor sentido de la
las culturas, las literaturas que vie- que ni las historias de sus abuelos, palabra, la palabra literaria? Yo de-
nen de las culturas orales y de las ni el rap, ni el rock, ni el cine que diqué varios años a investigar no la
culturas audiovisuales; es decir, te- están haciendo los muchachos son telenovela, sino por qué la teleno-
nemos una escuela desde la prima- incluidos para nada en la escuela. vela les gusta tanto a los latinoame-
ria a la universidad, pero a lo que ricanos, y descubrí después de diez
me refiero es que no cabe ninguna años de liderar una investigación
de esas culturas en un anacrónico en siete países de América Latina
y excluyente sistema educativo. (los usos sociales de la telenovela),
que la gente disfruta mucho más
Entonces, ¿qué tiene que ver la es- la telenovela cuando la cuenta que
cuela hoy con las culturas orales de cuando la ve. Ocurre que cuando
los viejos de este país, con las cultu- cuentan un capítulo de la telenove-
ras orales de miedo y misterio que la, no saben cuándo termina éste y
son una literatura de siglos que se cuándo comienza la historia de su
ha ido construyendo, transforman- prima, de su abuela, de su madre.
do, mestizando, hibridando? Ade- La telenovela es una cultura oral
más, tampoco tiene nada que ver mestizadora, híbrida de experien-
con las grandes culturas orales de cias, entonces la experiencia tele-
la gente joven de hoy: ni el rap ni novelesca está cada vez más atrave-
el rock caben en la escuela como sada por lo oral de los cuentos
poesía. ¿Cómo es posible que y la vida.
este país no sea capaz ni siquie-
ra de pensar como crónica Teniendo en cuenta el ejer-
lo que es el vallenato, una cicio docente, la pregunta
crónica cantada? Yo re- es ¿qué hacemos para
cuerdo un texto de Juan romper la anacronía
Gossaín de hace mu- brutal de nuestra es-
chos años, mostrando cuela, con la que
la relación única en los jóvenes de hoy
América Latina entre el leen, oyen y ven?
corrido mexicano y el vallena- Los jóvenes hacen co-
to colombiano que son los que mic; lo que no hay es dón-
han escrito crónica. de publicarlo. Porque hay tiras
cómicas colombianas, no una o
El vallenato nace contando co- dos, sino muchas, entonces dón-
sas de un pueblo al otro, incluso de queda la producción de tanta
llevando razones de un pueblo al gente joven, como si sólo los viejos
otro; las razones se cantan. Quie- hicieran tiras cómicas políticas; sin
ro partir de esta relación escanda- embargo, la gente joven hace más

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revista g avia p alabra s d e m á s

política cuando no habla de ella. viven en Estados Unidos y no no dejan de serlo porque se vuel-
Esa es mi primera postura. han dejado de ser salvadoreños, van norteamericanos. Las políti-
como los mexicanos no dejan de cas estadounidenses permitían la
La segunda inquietud con respec- ser mexicanos porque vivan en convivencia sólo si los extranjeros
to al tema se encamina en cómo Estados Unidos. Ahí hay un claro dejaban de ser lo que eran, y los
hacer para incluir en la escuela las choque de civilizaciones en el que mexicanos no dejan de ser lo que
culturas orales desde el vallenato, se ve un peligro que es el término son, y entonces comen lo mismo y
que el vallenato dejara de ser una que representan los mexicanos que ven las mismas telenovelas.
música rural, marginal de la costa.
Este género se nacionalizó cuando Aquí hay otro desafío enorme: se
en una Feria de Cali, Carlos Vives relaciona con el sueño de García
llenó el estadio tanto o más que los Márquez en su discurso de recep-
salseros, se volvió música de gente ción del Premio Nobel, quien dijo
joven, y la verdad tiene que ver mu- que después de cien años de sole-
cho con mi hipótesis: El vallenato dad estos pueblos tendrán una se-
ha hecho a su manera, ha vivido el gunda oportunidad sobre la tierra.
desplazamiento de los millones de Yo creo que sí, y la tendrían en la
campesinos por las guerras que medida en que la literatura escrita
tiene este país. El vallenato y los profesores de literatura escrita
deja de ser una música entiendan que la escuela, la en-
local, campesina, costera, señanza de la literatura, tiene
para convertirse en un que ser un lugar estratégico de
idioma a través del cual un mestizaje entre las memorias
montón de gente joven se de nuestros países, las memo-
está diciendo cosas como rias orales. Yo eso lo nombro
se las están diciendo a los con una palabra muy vieja, la
adultos a través del rock o palabra que denominó la pri-
a través del rap. mera forma de escritura: el pa-
limpsesto.
En algún momento prolo-
gué un libro sobre cine y El palimpsesto eran aquellas ta-
literatura latinoamericana blillas que se borraban para es-
que contenía más de veinte cribir sobre ellas, y siempre cuan-
textos de autores latinoa- do se volvía a escribir parte de lo
mericanos que escriben en borrado emergía entre la nueva
inglés. Porque esa es otra escritura. Es una figura para mí
América Latina, una Amé- espléndida porque la historia ha
rica Latina que no vive en sido eso, un enorme esfuerzo por
América Latina. Hoy cuántos borrar el pasado, un pasado que
mexicanos no viven en Esta- sigue emergiendo en las entrelí-
dos Unidos; en el Salvador neas de los diversos presentes des-
hay siete millones de habitan- de los cuales se escribe.
tes, de los cuales dos millones

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E N S A Y O

Entonces, para mí, hoy en día la es- indígenas para que los escolares en zaje en su mayor acepción cobre
cuela debe ser un lugar estratégico todo el país se den cuenta que hay sentido.
de relación entre el palimpsesto de otras culturas en otros idiomas, no
las muchas memorias que registran sólo el inglés sino el guambiano. Es Nuestra maquinización es cada vez
nuestros países; memorias preco- importante que vaya el libro acom- una interacción mucho más fuerte
lombinas, entre otras, y de muchos pañado de un disco, primero para entre dimensiones de esas diversas
pueblos que también siguen sien- que oigan los mitos en su idioma literaturas y creatividades estéticas
do minorías y mayorías. Como las y después alguien que los traduz- que hacen que hoy día uno no
mujeres, por ejemplo, que son bru- ca al castellano para que la gente sepa si los escritores escriben para
talmente discrimina- que los lean o
das en una sociedad para que los pu-
machista como la que bliquen.
tenemos y más ahora Por ello, queda
en América Latina, en el espacio la
donde las mujeres es- invitación hacia
tán tomando un pla- la inclusión en la
no muy importante escuela de una li-
en la sociedad. teratura que está
presente fuera de
La escuela tiene que ella, literatura de
ser un lugar claro de nuestros abuelos,
mestizaje entre las literatura can-
memorias largas de tada, expresada
los afrocolombianos, en otras formas
de los indígenas. artísticas con la
Llevo años luchando cual se identifi-
con el Ministerio de can los niños y
Cultura para que cuando premien reconozca la diferencia de idioma, por la cual sería más fácil acercar-
un libro de mitos por favor no lo acento y cultura. los a ese espacio literario.
dejen en libro; para que este país
se entere de que hay otras lenguas, Mi propuesta es que la literatura Los jóvenes escriben, representan,
otras culturas, otros idiomas, que sea un lugar de mestizaje entre esas crean el mundo que ellos han per-
el otro idioma no es sólo el inglés, culturas orales, memorias que nos cibido, el mundo que recepcio-
es el guambiano. vienen por la oralidad, y los hiper- nan. La escuela debe estar prepa-
textos de hoy en los que se acaba- rada para abrir nuevos espacios de
De esta forma, lo que habría que ron las fronteras, las jerarquías, la lectura como el cine, la fotografía,
hacer no es que un antropólogo autorías pomposas y desde allí se la música, despertándoles una
firme un libro de mitos de una abra la posibilidad de que la gente sensibilidad artística; debe dejar
etnia y, claro, se lleve los créditos. de la cultura oral pase de una vez a que los espíritus de los niños y
Sin embargo, no ha sido posible escribir, pero no sólo con texto es- jóvenes cuenten sus historias sin
que el Ministerio grabe la gente crito sino también con imágenes, restricciones: el espacio de la crea-
que cree en esos mitos, que los con música, con escenografía y con tividad y la escritura debe ser el de
inventó, graben la voz de nuestros gestualidad y, por tanto, el mesti- la escuela.

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La literatura El alcalde, el policía, el ladrón, el
vagabundo, el estudiante, el profe-
sor, la prostituta, el niño despreve-

como evocación
nido que juega fútbol tomando las
alcantarillas como canchas, el tran-
seúnte… cada uno asume la ciudad
dependiendo de ciertas relaciones

de la ciudad
afectuosas o de las situaciones vivi-
das en dichos lugares.

Las políticas gubernamentales


han hecho el esfuerzo por signifi-

P A L A B R A S D E M ÁS
No encontrarás otra tierra, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Errarás por idénticas calles.
Envejecerás en el mismo vecindario
y encanecerás entre estas mismas casas.
car los espacios de tal suerte que
Siempre llegarás a esta ciudad. se generen unas ideas comunes de

g avia
lo que es la ciudad. Se desplazan
CAVAFIS zonas de indigentes para construir
Gianni Lara Cruz suntuosos parques; se promueven
Licenciado en Filología e Idioma Español de la Universidad Nacional campañas de solidaridad entre los

revista
de Colombia. Hizo estudios en la Maestría de Literatura de la Uni-
versidad Nacional. Es docente de la Universidad Distrital Francisco conciudadanos simbolizando algu-
José de Caldas y del Departamento de Lingüística de la Universidad nos de los sitios de reunión e inte-
Nacional. Ha publicado diversos artículos en revistas universitarias
y en medios comunitarios. E-mail: glaracr@unal.edu.co
grando a la población con distin-

S
tos eventos. La consolidación de

g
una visión unilateral puede tener
e podría acuñar una frase para definir el concepto de ciu- sus ventajas para la administración
dad diciendo que: “es un conjunto ataviado de un lugar que por esencia es caó-
de lugares que constantemente están hablan- tico1. Si la administración unifica
do, que se resignifican y reordenan constan- algunos conceptos sobre lo que es
bueno y lo que no lo es, será más
temente, de acuerdo a los usos que se hacen
de dichos espacios”. No obstante, el uso in- 1 Una noción del caos de la ciudad se
puede ver en: Lara, Gianni, La ciudad
troduce una serie de variables que son las y las ciencias humanas, Revista Esfera,
que permiten que cada uno de los habitan- Universidad Distrital Francisco José de
Caldas, No. 3, septiembre-diciembre,
tes tenga un concepto particular de ciudad. Bogotá, 2005.

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E N S A Y O

fácil controlar a los ciudadanos no una visión particular de la ciudad, el manejo del poder. Es posible
sólo sobre sus visiones y sus percep- guardando cierta distancia con la que estas relaciones cambien con
ciones de la ciudad; también será visión que tienen las políticas gu- el tiempo y que los entes guberna-
más sencillo canalizar las mismas bernamentales. El diálogo de estas mentales comiencen a asumir un
actitudes y hábitos en ellos. percepciones particulares será el verdadero papel democrático. Sin
que en realidad permita ahondar embargo, el papel de las huma-
El problema de una visión unívoca en una visión pluralista que pueda nidades y de los humanistas será
de la ciudad radica en la pérdida determinar el foco de los proble- siempre cuestionar los aconteci-
de facultad representativa de cada mas y darle solución, pensando en mientos antes que legitimar el po-
uno de los habitantes. Si todos la colectividad y no en la postura der envolviendo el conocimiento
particular. con ignorancia, como han hecho
casi siempre los distintos empera-
La visión del imperio dores.
es unificadora por
esencia: el emperador En el campo de los estudios lite-
tiene un concepto, el rarios, como ciencia de las huma-
pueblo, los conquis- nidades, corresponde rescatar y
tados tienen el suyo resignificar los textos a partir de
particular que consiste múltiples diálogos con diversas
en vivir de las migajas disciplinas. En el caso del aná-
del emperador, ilegíti- lisis de la ciudad se puede decir
mamente constituido que existen infinidad de visiones,
en la mayoría de oca- desde distintos escritores que han
siones. La dirección hablado del lugar en que habitan.
de beneficios, en este Esas visiones dependen, como se
sentido, será por lo decía anteriormente, del grado de
general unívoca. Quie- cercanía que tiene el artista con su
nes están en el poder entorno. Se pueden hacer algunos
y sus allegados serán comentarios analíticos, citados en
quienes determinen el los textos, para develar ese con-
uso de los espacios y cepto que tienen los escritores de
podrán reacomodarlos su lugar de origen; sin embargo,
y significarlos a su an- llegar a esa percepción completa
tojo, mientras que los del espacio que tiene el escritor
piensan lo mismo, es posible que que están abajo, que son los que en es imposible. Aunque esto podría
se estén presentando situaciones últimas dependen del lugar donde parecer negativo para la crítica,
que afectarían el bienestar, pero habitan para su subsistencia, utiliza- según el concepto metafísico de
que no se pueden percibir por la rán los espacios dependiendo de las Platón, es decir, lo ideal sería llegar
ausencia de un pensamiento abier- convenciones y los usos determina- al concepto verdadero, en realidad
to que pueda ir más allá de lo que dos por quienes los dirigen. es muy valioso, puesto que esa dife-
quieren imprimir las políticas gu- rente interpretación que hace cada
bernamentales. Más que un pensa- Lo que se está cuestionando aquí lector de la obra es la que permite
miento masivo, es necesario asumir no es sólo el uso de la ciudad; es encontrar una visión más circular

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revista g avia p alabra s d e m á s

de las realidades. La sumatoria, atravesado su vida. Sus personajes el prestidigitador de imágenes se-
intersección y contradicción de se convierten en una biografía no ría sólo uno, él, quien comparte el
las ideas es la que verdaderamente explícita de sí mismo, en términos mundo con sus lectores: “no pue-
permite construir un concepto, o borgianos. de hablar de otro mundo que del
más bien, una interpretación de la que conoce”. A pesar de construir
realidad como dice Vattimo, para Muchos son los casos para citar en situaciones o lugares ficcionales,
quien el mundo no es una sumato- los que las experiencias de la escri- éstos mantienen cercanas relacio-
ria de realidades: es una confluen- tura son biográficas, sólo que en la nes con el mundo que pertenece
cia de interpretaciones2. literatura el escritor puede hacer, a la colectividad, a los compañeros
a través de sus personajes, lo que de viaje del escritor. Esa relación es
En esta búsqueda interpretativa no haría cotidianamente. Quizás, una evocación interpretativa sus-
vale retomar el concepto sobre evo- allí radica la diferencia y se intro- ceptible de ser asumida, cuestiona-
cación literaria planteado por Cruz duce el grado de ficcionalidad en da o reinterpretada por los lectores
Kronfly. En Ciudades literarias, el la literatura. A pesar de ello, vale de la obra.
escritor emplea el término y lo de- la pena revisar cómo algunos de
fine como la fundamentación del esos aspectos y lugares de lo que La facultad particular del escritor
sujeto, consistente en: “volver so- se conoce como realidad están re- para darle relieve al código gráfico
bre los instantes fundadores, reca- tratados verosímilmente desde la está mediada por la fijación en esos
bar alrededor de los acontecimien- literatura. detalles de los sucesos y de los luga-
tos y lugares que por algún motivo res que constituyen nuestro diario
para nuestra vida se tornaron fun- La verosimilitud es una de las ca- vivir. Quizás algo de lo más impre-
damentales” (Cruz Kronfly, 1998, racterísticas constituyentes del sionante en la literatura es la capa-
169). Esta evocación no es un pro- factor estético de la obra de arte: cidad de transportarse a los lugares
ceso accidental en el ser humano, “la capacidad de construir imáge- del escritor, que pueden ser comu-
es algo con lo que se convive. El ser nes en las que se pueda creer, a nes o completamente desconoci-
humano es el colectivo de un con- partir del lenguaje (en el caso de dos; sentir que es como si se vieran
junto de sucesos y lugares que han la literatura)”. La vitalidad de di- de nuevo, o por primera vez, como
trastocado su vida, y esa marca va chas imágenes pone en relieve esos si se pudieran hacer realidad en un
ligada a la existencia del hombre. sucesos y lugares, los resucita para instante poético (en términos de
La diferencia radica entre quienes la evocación. No se habla sólo de
se sienten complacidos por la evo- conceptos referenciales o denotati-
vos, se habla de evocación. En este 2 “Si yo tengo la verdad, siempre, tarde
cación de esos lugares y sucesos, y o temprano, voy a matar a alguien en
quienes simplemente intentan ol- texto, particularmente, se habla de lugar de discutir mis ideas o me dejo
vidarlos. evocación como una posibilidad matar por ellas. Se trata de construir
una sociedad en la que no hay hechos,
interpretativa. sólo interpretaciones. Reducir lo más
La literatura está en el plano de posible el choque de ideas al choque
esa evocación. No porque la lite- Para alcanzar la evocación se recu- de civilizaciones. No hay hechos,
ratura tenga esas pretensiones o rre entonces a un tipo de facticidad sólo interpretaciones al interior de la
sociedad”. Vattimo, Gianni, Los retos de
porque sea un documento histó- poética (la coherencia interna en la filosofía en nuestro siglo, en: Notas al
rico esto tiene que ver con que el la obra), mediante la cual sólo es Margen No. 3, Cuadernillo de difusión
posible acercarse a ese mundo de pedagógica del Proyecto Curricular de
escritor; al manifestarse a través
Humanidades y Lengua Castellana de
de la obra, también hace gala de sensaciones del escritor. Pero no la Universidad Distrital Francisco José
un sinfín de experiencias que han sólo hablamos del escritor aunque de Caldas, Bogotá, 2005.

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E N S A Y O

Gastón Bachelard3); la evocación piratas en 1697, según fecha del su pupila que contempló, en aquel
permite, entonces, construir espa- libro, “exactos dos siglos y cinco distante mayo de 1697, el dolor
cios aunque estos estén en parénte- años después del descubrimiento de nuestra ciudad arrastrada por
la peste, nuestra ciudad en cuyas
sis. No obstante, su paréntesis no de las Indias por Colón” (Espino- fétidas calles los cadáveres se arra-
implica que no se vivan mientras sa, 1999, 13), aunque al parecer cimaban ya en masas informes y
el ojo recorre las palabras. el suceso real se llevó a cabo en glutinosas (340).
1544.
Las evocaciones citadas en este tra- En esa dinámica del tiempo distor-
bajo pertenecen básicamente a dos Desde un estilo narrativo que in- sionado en múltiples espirales que
textos: La tejedora de coronas, de tercala distintos espacios de la his- convergen y se deshacen, se va cons-
Germán Espinosa y El caballero de toria, Espinosa va configurando la truyendo la historia que finalizará
la invicta, de R. H. Moreno Durán. toma de Cartagena. Se podría ha- con la vuelta de Genoveva a Carta-
El proceso de selección tiene que blar de la fusión de dos dimensio- gena y el encuentro con el tiempo
ver con la existencia de una visión nes históricas: por un lado está la presente de La tejedora de coronas,
apocalíptica de la ciudad impresa escena de la llegada de los piratas, que al parecer ha narrado estas his-
en los dos textos: por un lado está la por otro está la historia del Siglo de torias (la obra) para la Inquisición:
Cartagena tomada por los piratas, las Luces, espacios evocados a tra-
y aquí estoy, señor fiscal fray Juan
por otro, la Bogotá destruida por vés de los recuerdos de Genoveva
Félix de Villegas, hace dos años
la guerra entre el narcotráfico y las Alcocer. El progreso del siglo de las me tiene aquí, llevándome y tra-
fuerzas militares. En los dos textos ideas y su difusión se va intercep- yéndome de esta celda a la cámara
se hace evidente el hecho de que tando con la toma de Cartagena, de torturas […] pero no diré más
la ciudad es la manifestación del y sus saltos suceden en el futuro, […] ustedes saben muy bien lo que
caos, de la crisis de la sociedad, en como en: pasaba en la logia, porque se incau-
taron las cartas de François-Marie,
donde se narra la historia de la des-
solo mitigado a ratos por caldos han decomisado los libros enviados
trucción del lugar habitado, desde de gallina que Hortensia misma clandestinamente por los judíos de
la destrucción de los seres que la le administraba por cucharadas, Willemstad, se han escandalizado
habitan. El espacio es el resultado muy lentamente, como debí admi- ante las pinturas de Rigaud […] allá
de la vida de quienes están allí, de nistrarlos yo, veinticinco años más ustedes, no daré explicaciones, no
su manera de habitar el espacio, de tarde, a mi querida Marie, cuando diré una palabra más, no diré que
su tos y sus desmayos se hicieron mi verdadera culpa, la que he paga-
adaptar su entorno, en palabras de
más frecuentes, y por consejo de do con la ignominia de una vida en-
Zarone: “En efecto, la ciudad con- Pascal de Bignon emprendimos, tera, fue la de haber callado un día,
cierne siempre directamente al ser con dineros de la logia, un penoso hace muchos años, para encubrir
del hombre” (1993, 11). viaje a Prusia (183). las ilusiones de un soñador, todo
ello irá a parar conmigo, bien lo sé,
Pero también se relacionan con el en la hoguera, tiempos hacía no al-
La Historia como
pasado: zada en esta plaza que con su sangre
herramienta de la defendió mi padre (411-412).
evocación literaria y de pronto me inundó una rá-
faga de alegría al pensar que, en 3 “Las edades poéticas se unen en una
En La tejedora de coronas, Espi- unas cuantas jornadas, volvería a memoria viva. La edad nueva despierta
sentir sobre mi rostro, después de a la antigua. La edad antigua revive en
nosa hace una reconstrucción de
cincuenta y cuatro años, el alien- la nueva. La poesía no es nunca tan una
Cartagena durante los siglos XVII como cuando se diversifica”. Bachelard,
to cálido del Mar Caribe, mi mar
y XVIII. Se evoca el apartado en Gastón, Poética de la Ensoñación,
tutelar con su pupila color jade, Fondo de Cultura Económica, México,
que la ciudad es tomada por los 1998, p. 47.

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Pero no sólo se altera la estructura apasionada relación con la prota- autónoma de la misma América
temporal al destruirse la estructura gonista (algo mayor que él). En la desde la historia. Nuestra historia
cronológica de la historia, también Tejedora se evoca, se reinterpreta a se equipara de alguna forma a la
se altera la voz narrativa. Aunque ese personaje que se conoce desde historia de Europa, se pone en el
en la mayoría de espacios se puede los libros pero que va más allá, al mismo lugar; no estamos en un es-
notar muy bien la primera perso- ser humano. tado inferior, esa visión sólo la he-
na, existen otros en donde la mis- mos heredado de un ocultista pen-
ma protagonista es vista desde un Pero no es sólo la humanidad de samiento católico en el que pensar
narrador omnisciente; un narrador los personajes lo que se narra en es pecado, más cuando pensamos
que se deja contagiar por la imagen el texto, también es la visión ame- que somos capaces de descubrir
de Genoveva Alcocer y por la his- ricana sobre el conoci-
toria. Además, aparecen segundas miento. Esa visión en la
personas, sueltas o en diálogos, cual, si Federico Goltar
que no se separan de la estructura (astrónomo cartagene-
narrativa hiperprosaica. ro) fuera europeo o hu-
biese llevado a Europa
Volviendo al plano de la historia, sus conocimientos, hu-
Espinosa ahonda en la documen- biera sido reconocido
tación histórica para construir su como científico y no
obra. Su personaje se convierte en habría padecido bajo
la huella fehaciente de dos momen- la ignorancia de una
tos históricos, demostrando cómo comunidad que no lo
detrás de los hechos están los per- podía comprender (por
sonajes dotados de sentimientos, el hecho de estar sumi-
sensaciones e interpretaciones, da en la Inquisición) y
que son los que permiten recons- a manos de los piratas
truir los espacios. De alguna forma franceses que también
los personajes llevan los lugares y son una imagen de la
las situaciones en sí mismos. Vol- brutalidad de aquellos
taire, como uno de los protagonis- compatriotas de Vol-
tas, no es sólo la figura mítica que taire.
han configurado los intelectuales
y las historias literarias de occi- Lo que está narrando Es-
dente; Voltaire es, además, un ser pinosa es la ignorancia
humano, un muchacho inquieto, constante de la humanidad, pero mundos, de crear sensaciones por
una persona ávida de descubrir el la ubica paralela al momento del nosotros mismos.
mundo, un hijo de la burguesía mayor auge del conocimiento en la
que conserva una visión diferen- sociedad occidental. El mismo mo- De ahí viene la metáfora del cuerpo
te de su mundo y que considera narca, El Rey Sol, es quien patroci- de Genoveva: su belleza, más que
que sólo el conocimiento puede na el saqueo brutal de Cartagena ser una simple figura idílica, es una
otorgar la libertad verdadera. No y quien permite el desarrollo de la imagen del cuerpo desnudo como
es sólo un ateo o un contestatario, vida intelectual en su nación. Hay el conocimiento. El conocimiento
es un sujeto posible que tiene una entonces un llamado por la visión verdadero sólo puede nacer de lo

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que se percibe, no de un continen- to. No es simplemente un acto el yugo de la teología del imperio,
te antiguo, ni de unas autoridades pecaminoso; es la capacidad de una teología que legitima los inte-
referenciadas; el verdadero conoci- descubrir al hombre mismo en su reses soslayados de quienes admi-
miento nace de lo que tenemos en esencia. El retomar un siglo tras- nistran los lugares habitados.
la piel. En este sentido funciona cendental para el conocimiento en
muy bien el hecho de que la misma la humanidad, no es otra cosa que Así, vale la pena mostrar cómo el
Genoveva, pasados muchos años, decir: “sí, el conocimiento está des- corrupto gobernador de Cartagena
vuelva a tener relaciones sexuales y de algunos visionarios, pero tam- se preocupa más por el oro que lo-
disfrute de su cuerpo, pueda gozar bién está en cada uno de los seres grará entrar a España sin impues-
de su cuerpo que ha sido fruto de humanos, incluso desde su mismo tos que por el bienestar de sus con-
sexo”. En este senti- ciudadanos. Descuida la ciudad al
do, vale la pena mos- punto de que aún siendo advertido
trar cómo el perso- de la invasión de los piratas, se de-
naje constantemente dica a emborracharse con otros de
siente nostalgia por los administradores de la ciudad,
no haberse podido dejando al descubierto la malversa-
entregar a su verda- ción de fondos previstos para la se-
dero amor, Federico guridad de la “Reina de las Indias”
Goltar. y su falta de identidad con el lugar
que administra. Esta situación no
Viaja, conoce, es víc- está lejos de la realidad contem-
tima y creadora de poránea, como lo planteará R. H.
muchas de las ideas Moreno Durán en su novela El ca-
que atraviesan a Eu- ballero de la invicta (1993).
ropa y a América du-
rante el siglo XVIII La hecatombe del conocimiento
pero, sobre todo, por la ignorancia de la Inquisición,
vuelve para decir sumada a la corrupción de los ad-
que todo confluye, ministradores y a las ansias de po-
que el mundo pade- der de los piratas y del mismo Luis
ce gracias a una vi- XIV, se hacen manifiestas en la
sión oscurantista. Su destrucción de Cartagena. El espa-
quema en la hoguera cio geográfico es evocado, recons-
no será otra cosa que tituido como un paraíso, no sólo
la consumación del mismo mundo por la abundancia de los frutos de
todas las experiencias intelectuales
pero que aún, por encima de ellas, de las ideas; su incineración de- la tierra; es también un lugar ma-
es su cuerpo el órgano de placer, la mostrará que por encima del verda- ravilloso por su auge en el comer-
verdadera luz del conocimiento. dero conocimiento, al ser humano cio y por su consolidación como
se le impone el dolor de la moral puerto central de entrada a Amé-
La metáfora no provoca otra cosa ajena. En su piel se imprimirán las rica. Sus bellas playas, sus fortifica-
que la vuelta a la imagen dionisia- marcas del odio del mundo que es ciones, sus hermosas casas, se ven
ca del conocimiento: el cuerpo es resultado de su resentimiento por ennegrecidas por el arribo de los
placer, placer del autoconocimien- la esclavitud que ha padecido bajo piratas, quienes no son otra cosa

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que esa visión de la humanidad que aquejan a la sociedad. Es posi- Es la manera de que los lectores
en donde la codicia supera toda ble que si se evocan y se vuelven a desde todas las evocaciones vividas
posibilidad de reconocimiento del vivir esos instantes de la toma de en el texto puedan resucitar a la
otro. De ahí que no sólo se dan Cartagena, se haga una mirada a la Genoveva de todas las edades, a la
saqueos, violaciones y destrucción actualidad para ver que aún sucede que más gusta, a la de diecisiete, a
de las estructuras físicas; los piratas lo mismo. Es decir, en este presen- la de treinta y dos, a la de cincuen-
traen la peste y se llevan algunas de te se da la destrucción constante. ta, a la vieja consabida de noventa.
las mujeres cartageneras, logrando La obra, entonces, no sólo está re- Genoveva es en sí misma la histo-
destruir a la ciudad hasta en su ferenciando un suceso acontecido ria para ser copulada. Sólo desde
misma esencia, no sólo acabando en el siglo XVI; se habla de que la la experimentación de placer que
sus fortificaciones, sino contagian- historia se repite, de que aún Amé- trae el contacto con las nalgas de
do a la ciudad con su mal. rica es víctima de la invasión de aquella hermosa Venus pintada
piratas, de que constantemente su- por Rigaud, se puede llegar a una
La misma teología es quizás el mal
frimos la desilusión de los credos, visión contestataria y aguerrida en
mayor de la ciudad y de la misma
de que la gente muere en las calles, defensa de lo que somos. Es por
sociedad, el cual se hace manifies-
de que los americanos defienden esto, quizás, que el personaje no
to desde el principio hasta el final
siempre algo que no es suyo, algo es un hombre, es una mujer, una
de la obra. A pesar de que mon-
que creen por temor, más que por hermosa mujer. El poder físico
señor Echarri y sus católicas pre-
autoconocimiento. pareciera estar concentrado en los
sencias no han servido de mucho
hombres (y más en esta sociedad
en la solución a los conflictos de La interpretación del pasado es
machista) pero, en realidad, son las
la invasión, como sí lo ha sido el la que nos permite develar el mo-
mujeres las que llevan el mundo.
médico y otros pobladores como mento actual. Reconstruir, evocar
No sólo lo llevan en el sexo, como
Hortensia, ellos siguen teniendo la destrucción de la ciudad, el des-
lo demuestra Aristófanes en Lisís-
el poder en el pueblo. Cuando pojo de una cultura, no sólo sirve
trata; también lo llevan en su capa-
Genoveva Alcocer vuelve es con- para mirar hacia atrás y hablar de
cidad para develar el mundo, para
denada por los inquisidores que lo triste que fue esa situación en la
demostrar la realidad del hombre,
no sirvieron para nada en el mo- vida de algunos antepasados. Esta
para develar su verdad, como en el
mento en que la ciudad es toma- obra arroja una mirada al presente
caso de Hortensia que es la única
da. Vale la pena recordar la esce- desde el pasado, de tal suerte que
capaz de enfrentarse al gobernador
na en que monseñor Echarri sale no se puede ver sólo como un do-
Diego de los Ríos, al hablarle de
de la ciudad disfrazado de mujer, cumento intelectual anclado en si-
su irresponsabilidad. Genoveva
más preocupado por vengarse del glos pasados, pues este texto debe
es la mujer eterna, no es sólo un
gobernador por una afrenta per- irradiar en la comparación de los
nombre o un personaje, es la cons-
sonal que por ayudar a menguar espacios en la construcción de in-
trucción del ser humano que pasa
el dolor de su rebaño. terpretaciones de la actualidad des-
por las etapas de Nietzsche, que las
de la historia.
Lo que se hace manifiesto en La redime, que sabe ser camello, pero
tejedora de coronas es la evocación Genoveva no muere en la obra; an- que también es un león que se re-
de la destrucción, que no es sólo tes de su presunta quema resucita, siste hasta el final y que tiene la
producto de la invasión de los pira- invita a la insurrección. No es la capacidad de amar como un niño;
tas; ese Apocalipsis es resultado de muerte de una historia; es el prin- es el superhombre en su máxima
la confluencia de los muchos males cipio para la continuación de otra. expresión.

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La evocación las apuestas, sus hijas que repre- dando enajenados en los mundos
de la destrucción sentan los distintos vicios y defec- particulares que les depara estar
tos de la aristocracia, y su mujer, en el nivel alto de la escala social y,
La tejedora de coronas abre el es- un tipo de matrona que dirige y poco a poco, Arturo se ve dedicado
pacio para la interpretación del determina algunos de los círculos a sus experimentos. Edith, por su
presente pero, como dice Borges, de arte que establecen la cultura parte, se consagra a ser la represen-
la literatura es demasiado amplia, del país4. tante del glamour y la indicadora
de ahí que existan libros que tam- del arte en la aristocracia bogotana
bién hablen de nuestro momento La historia comienza con el ritual mientras que el país se deshace en
histórico; textos que no sólo evo- consolidado por la Iglesia católi- la miseria.
can el pasado, lo vivido, sino que ca como conformación de la so-
también evocan el futuro, lo que ciedad: el matrimonio. En estas Las únicas relaciones amorosas ver-
está por venir o lo que sabremos circunstancias una de las hijas de daderas son imposibles. Está el ro-
que vendrá por lo que sucede aho- Arturo, Berenice, se casa con otro mance que vive Arturo con Ángela,
ra. En este sentido se encuentra oligarca jugador de polo: Santiago. su estudiante, de quien en realidad
El caballero de la invicta, de R. H. Su matrimonio es la imagen de se enamora pero que termina ale-
Moreno Durán. En esta novela el cómo estas instancias son también jando por las presiones de la socie-
protagonista va relatando la des- una falsedad para la esencia mis- dad y al ser descubierto in fraganti
trucción de la ciudad desde la mis- ma de los personajes. El hecho de por su esposa en el laboratorio. Por
que en la ceremonia no se hayan su parte, Edith sostiene otras rela-
ma disolución de su vida.
registrado fotos con la imagen del ciones buscando el placer y la feli-
Pero, al igual que en la novela de esposo, es suficiente motivo para cidad que su esposo le ha negado
Espinosa, no se habla de una Bogo- afirmar que la ceremonia no se ha en el Magíster, en el actor Delon,
tá cualquiera; se habla de la ciudad llevado a cabo, lo que lleva a pen- en el crítico argentino y en el “de
asediada por la guerra establecida sar que el matrimonio, es decir, la
entre el narcotráfico y las fuerzas institución pensada para la conso- 4 Vale la pena recordar a Regis Debray,
militares. Lugares como Bulevar lidación de la sociedad, no existe, en Las tres edades de la mirada, donde
se muestra cómo el arte, la imagen
Niza, Terraza Pasteur, entre otros, es una mera apariencia. Poco a y los procesos de comunicación son
son víctimas del terrorismo sem- poco ello va quedando demostra- establecidos desde la aristocracia y
brado por el narcotráfico. Sin em- desde las clases altas, olvidándose del
do a lo largo de la obra, en la que verdadero papel del arte en la sociedad:
bargo, a diferencia de la Tejedora, al final la pareja termina diluyendo “La iglesia ha administrado a Dios y la
los personajes de esta obra no pare- una relación que sólo existió en el salvación, las cortes principescas el poder
y la gloria, las burguesías, la Nación y el
cen ser afectados por la hecatombe engaño del noviazgo. progreso, las empresas multinacionales
vivida en la ciudad. el beneficio económico y el crecimiento.
Pero esto sólo es una ramificación El detentor de los valores de unificación,
Es importante este dato ya que de la historia. ¿Qué decir de la es decir, de lo sagrado social, es el que
se queda con lo mejor y los excedentes
se va adentrando en determinar relación de Arturo con Edith, su económicos. El principal coleccionista
la postura psicológica de los per- esposa? El poco amor que quizás de plusvalía colecciona las imágenes
más valiosas. Como es el que las
sonajes. Arturo, protagonista de existió en la época de noviazgo fue encarga, las adquiere y las promueve, es
la historia, es un científico que rápidamente desplazado por la en- también naturalmente, el árbitro de las
reúne en toda su familia a los res- trada de las máscaras que impone elegancias y el índice de los valores. «El
que paga la orquesta elige la música»”.
ponsables de la crisis del país; su el mundo burgués. Los personajes Debray, Regis, Las Tres Edades de la
hermano, un cura dependiente de se van distanciando y se van que- Mirada, Paidós, Barcelona, 1987

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los últimos días” (entre otros). La Quizá uno de los ejemplos más
relación matrimonial que nunca controvertidos está en la construc-
ha existido y que, cuando se trata ción del metro; éste puede ser re-
de resucitar sólo provoca nauseas, interpretado en muchos sentidos,
es la fiel demostración de la crisis pero de cualquier forma, más que
de la sociedad. tener la certeza de lo que quiere de-
cir el autor con la puesta en circu-
En otro aspecto vale la pena men-
lación de un metro en Bogotá, se
cionar cómo la novela está con-
asiste a un fenómeno estético. La
tagiada de muchas imágenes que
literatura juega con esos planos de
invocan la sexualidad: las mujeres
la realidad en donde se asume una
son vistas más como organismos
realidad entre paréntesis, en donde
sexuales que como seres humanos,
pueden existir todo tipo de meca-
que tienen una percepción del
nismos que vitalizan la historia. El
mundo o que piensan en la solu-
fenómeno estético está en la cons-
ción a sus realidades, de ahí que
trucción de un mundo coherente
se haga tanta referencia a lugares
desde la obra: la verosimilitud en
como el culo. En la obra, éste no
sí misma de la obra de arte.
sólo sería un lugar de referencia
sexual, sería también el lugar desde Para mirar cómo funciona este
el cual sólo se podría ver. Los hom- elemento estético se podría
bres no pueden ver nada más en cambiar el metro por algo más
las mujeres que su derrière, pues- “real”: el Transmilenio.Entonces
to que la esencia de las mujeres es aparece la pregunta por el efecto
medida por su capacidad de ofre- en el lector que conoce el metro.
cer placer sexual. A diferencia de la Para quien se ha subido a un me-
Tejedora, en este caso no se asiste a tro, la ciudad se percibe de mane-
una divinización de la sexualidad: ra diferente, no sucede igual que
aquí la sexualidad, en la mayoría en Transmilenio. Los expresos de
de los casos, es la expresión de un Transmilenio no permiten a veces
rasgo animal, instintivo. recorrer los lugares, pues el mismo
sistema es distinto. En el metro el
En cuanto a la evocación de luga-
recorrido entre las estaciones es
res, vale la pena hacer referencia
rápido, pero se puede descender o
a la reconstrucción sígnica de la
acceder en cualquier estación, por
ciudad. Si bien Moreno Durán
demás, Transmilenio está afectado
se desenvuelve dentro de espacios
por los semáforos y por la existen-
fehacientes de la ciudad como la
cia, en el mismo carril, de otros bu-
carrera séptima o la Universidad
ses que llevan a distintas rutas.
Pedagógica, también construye
nuevos espacios. Se podría decir El fenómeno estético sólo puede
que existe un tipo de evocación de existir desde el adecuado funciona-
la ciudad que imagina el escritor. miento de los objetos de la obra.

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Por su puesto, es posible que el esta evocación, que construye los la postura crítica del autor frente
hecho del metro tenga mucha re- lugares que parecerían no existir a la sociedad. Por supuesto, ésta se
lación con el uso de este medio de en la realidad, está presente tam- complementa en la misma obra,
transporte que debió hacer el es- bién en Opio en las nubes (1993). no es gratuito que Alcibíades el
critor en su larga estadía en Euro- Allí acontecen estos dos lugares oscuro sea presidente del país en
pa, o con la construcción del me- (el metro y el hipódromo) pero la novela de RH, este hombre que
tro en Medellín, o con el caos del además Bogotá cuenta con male- sólo sabe posar frente a las cáma-
sistema de transporte en la capital cones, con playa y por supuesto ras mientras el país se desmenuza,
de la época. Si se tienen en cuen- con el mundo de los muertos en imagen muy común de los gober-
ta todas estas relaciones, se puede el que de alguna forma viven to- nadores colombianos prevista por
determinar una mayor precisión dos los habitantes de la ciudad. Moreno Durán. El poder encar-
en el contacto con el fenómeno Allí la realidad se deshace com- nado en un títere, los verdaderos
estético. Es cierto que esta imagen pletamente ya que no se sabe a dueños del poder se esconden en
no será completa, pero como se ciencia cierta qué es lo vivido y el teatrino y están más preocupa-
ha venido sosteniendo a lo largo qué es lo invivible; allí todo es po- dos por otros asuntos que por ad-
de todo este texto, no se habla de sible, los personajes están interac- ministrar el bienestar para la so-
fenómenos reales, se habla de la tuando constantemente en esos ciedad. Sin embargo, es un hecho
evocación que es un tipo de inter- mundos. Si se retoma el concepto que no soltarán las riendas del
pretación del mundo. de estética referida a la capacidad país aunque éste se vaya cayendo
de construir lugares imposibles y gracias al olvido en que estos mis-
En igual orden de ideas existe hacerlos verosímiles, podría decir- mos lo tienen dejado. Vale la pena
el hipódromo. Está ubicado en se que en la novela de Chaparro recordar a Edith, vista por Le Pe-
el centro de Bogotá y tiene una Madiedo este recurso estético es tit Maître Illustre, paseando cerca
gran relación con el hermano ampliamente desarrollado. de Bulevar Niza semidestruido
de Arturo, el sacerdote, quien es por las explosiones, pasando con
una evocación de lo que quizás re- En estos textos cabe la pregunta sus gafas en forma de corazón en
presenta la Iglesia para el escritor por si la creación de lugares sigue busca del “hombre de los últimos
boyacense. En un país consagrado siendo un mecanismo para develar días”. Su imagen, su recorrido y la
al corazón de Jesús, los represen- la interpretación de la sociedad, misma relación que sostiene con
tantes de la Iglesia son ávidos del de su historia y sus espacios, o el ex novio de su hija Virginia, no
poder, son la mejor demostración simplemente son fenómenos em- son otra cosa que el resultado de
del ansia de riquezas: sujetos so- bellecedores de la obra. Es enton- la búsqueda de sí misma, del egoís-
los, ensimismados, que sólo pien- ces cuando se miran, ya no sólo mo superior a todas las desgracias
san en obtener riquezas. Galeano, los objetos creados por el artista, sucedidas en el lugar transitado.
en Las venas abiertas de América sino las relaciones que establecen
Latina, se refiere a ellos como los estos objetos con los personajes. Al igual que en La tejedora de co-
grandes terratenientes. Esta pro- Allí es donde la crítica literaria ronas, aquí también se hace pre-
posición se hace carne en esta no- tiene sentido: es ella la encargada sente la disolución y la congruen-
vela a través del personaje que ha de establecer esos nexos desde los cia del tiempo. El protagonista
escogido como uno de sus segun- distintos estados de las Ciencias está constantemente evocando el
dos hogares, además de la casa de Humanas. En el momento en que pasado, lo reconfigura y recrea a
Dios, la casa de apuestas hípicas. la crítica comienza a establecer re- partir de las imágenes que se re-
Es conveniente mencionar que laciones, es cuando surge también lacionan con diversas situaciones

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de la vida. La mejor expresión del hablar de que este texto se confi- Espinosa, Germán, La tejedora de
manejo del tiempo queda esboza- gura en el marco de los estudios coronas, Montesinos, Barcelo-
da al final de la obra cuando se culturales, sin embargo, se ha tra- na, 1999.
intersecan tres percepciones de tado de recurrir a textos literarios
Galeano, Eduardo, Las venas abier-
su rostro: la del pasado, tangible exclusivamente y de citar fenóme-
tas de América Latina, Siglo
en una foto que han publicado en nos estéticos que harían referen-
XXI, Bogotá, 1983.
el noticiero anunciando su extra- cia al análisis de tipo inmanente
vío; la del presente, evocada desde en la literatura. Es de relevancia Lara, Gianni, La ciudad y las cien-
quien está mirando la foto y llora no dejar caer el papel de la lite- cias humanas, Revista Esfera,
al recordar su existencia y la del ratura como fenómeno estético y Universidad Distrital Francis-
futuro, que simplemente queda como herramienta crítica aunque, co José de Caldas, No. 3, sep-
disuelta en la pantalla del televi- por su puesto, éste no es el papel tiembre- diciembre, Bogotá,
sor, porque el protagonista ya ha de los escritores ya que la obra no 2005.
perdido hasta la voz. se puede definir como un estereo- Moreno Durán, Rafael Humberto,
La narración también acontece tipo. Recordar que el arte permi- El caballero de la invicta, Bo-
desde diversos focos, pues no sólo te develar la crisis de la sociedad gotá, Planeta, 1993.
se da la primera persona: conflu- corresponde en gran medida a
quienes poseen la capacidad de Jaramillo, Juan Carlos, La ciudad
yen múltiples narradores a cons- y la domesticación de sus espa-
truir la historia. Esto enriquece en acceder multidisciplinarmente al
conocimiento; es la capacidad de cios, Universitas Humanística,
gran medida ya que la visión de No. 56, Pontificia Universidad
las situaciones y de los personajes pensar los problemas en múltiples
Javeriana, Bogotá, 2003.
es diversa. Como en un Picasso, sentidos la que permitirá generar
la perspectiva cambia en una mis- espacios más consecuentes con el Joseph, Isaac, El transeúnte y el es-
ma imagen, se ve desde múltiples bienestar de los vivos, no todos es- pacio urbano, Gedisa, España,
puntos, se contempla, se evoca. tamos muertos. 1988.
Silva, Armando, Imaginarios urba-
A manera de cierre Bibliografía nos, Tercer Mundo Editores,
Bogotá, 1994.
Este texto no es otra cosa que una Bachelard, Gastón, Poética de la
Ensoñación, Fondo de Cultu- Vattimo, Gianni, Los retos de la
manera de acercar los estudios lite-
ra Económica, México, 1998. filosofía en nuestro siglo, en:
rarios a la interpretación de los fe-
Notas al Margen No. 3, Cua-
nómenos sociales, entre los cuales Chaparro, Rafael, Opio en las nu-
dernillo de difusión pedagógi-
está la ciudad, quedando muchas bes, Proyecto Editorial, Bogo-
ca del Proyecto Curricular de
cosas por decir de las dos obras, tá, 1998.
Humanidades y Lengua Cas-
además de las relaciones propues-
Cruz Kronfly, Fernando, La tierra tellana de la Universidad Dis-
tas. Es importante que los estu-
que atardece, Editorial Ariel, trital Francisco José de Caldas,
diosos de las Ciencias Humanas
Bogotá, 1998. Bogotá, 2005.
y, particularmente, los estudiosos
de la Literatura, empiecen por ver Debray, Regis, Las Tres edades de Zarone, Giussepe, Metafísica de la
más allá de los fenómenos esté- la mirada, Paidós, Barcelona, ciudad, Pretextos, Universidad
ticos. En este campo podríamos 1987. de Murcia, España, 1993.

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La cotidianidad
como campo
de batalla
para la mujer
“En este momento está leyendo a Virginia Woolf, todo Vir- En el transcurso de la historia la
ginia Woolf, libro por libro. Está fascinada mujer siempre ha sido vituperada,
criticada por pensar y reflexionar la
con la idea de una mujer como esa, una realidad, criticada también por no
mujer tan brillante, tan extraña, tan in- pensarla y reflexionarla, señalada
conmensurablemente triste. Una mujer que como bruja, demonio, encarnación
de la maldad, por tratar de salirse
a pesar de su genialidad se metió una pie-
del rol de madre y esposa. Y no sien-
dra en el bolsillo y caminó río adentro”. do todo esto suficiente, siempre ha
Michael Cunningham, Las horas sido pensada como un anexo del
hombre, como un ser dependiente
a éste que debe hacer, pensar y ser
Carolina Cárdenas Jiménez sólo a través de él. Con respecto a
Licenciada en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad
lo anterior, veamos un fragmento
Distrital Francisco José de Caldas. Estudiante de Maestría en Escri- de la obra La señora Dalloway:
turas creativas, modalidad de narrativa, de la Universidad Nacional
de Colombia. E-mail: aliciabumbucu@hotmail.com Siendo dos veces más inteligente
que Dalloway, Clarissa tenía que

E
verlo todo a través de los ojos de
Dalloway, lo cual es una de las
mpezaré este texto con la siguiente pregunta: ¿será tragedias de la vida matrimonial
que la mujer es un ser superficial, frívolo, […] estas fiestas, por ejemplo, esta-
ban íntegramente dedicadas a él,
mundano y vacío al cumplir el rol de ma- a la idea que Clarissa tenía de él
dre, esposa y ama de casa? (Woolf, 1998, 84).

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La mujer es entonces vista por las amas de casa, no se les puede negar aparentan ser simples, el pequeño
distintas instituciones como la reli- su complejidad. Ésta les consiente o la pequeña quieren conocer el
gión, la educación, el gobierno y la que desde su cotidianidad se pre- mundo a través de éstas, y cuan-
familia, es decir, la sociedad, como gunten por su estar en el mundo do se es adolescente, ¿no se siente
cierta esencia del hombre, parte in- y que piensen el rol que les ha to- acaso la necesidad de comprender
herente a él, pero no es esencia ni cado asumir. En este sentido, vea- quién se es y qué sentido tiene ser
ser en sí misma; es objeto, pero no mos lo que dice la señora Woolf quien se es y la importancia de es-
sujeto. Ha sido juzgada por sentir, (personaje en la novela Las horas) tar en el universo? Esto, planteado
pensar o querer desenvolverse en refiriéndose a la cotidianidad de en nuestro día a día, nos permite
alguna profesión dentro de la so- una mujer: constituirnos en seres cada vez más
ciedad, lo cual le ha impedido ubi- complejos. El ser humano se cono-
Pueden pensar que la guerra y la
carse libremente dentro del mun- búsqueda de Dios son los únicos ce en su diario trasegar, entre sus
do, ver y pensar la realidad desde temas de la literatura […] El truco silencios, días de soledad y, por su
una mirada distinta a la que siem- estará en transmitir intacta la dimi- puesto, por medio de la conversa-
pre se le ha permitido ejercer como nuta pero muy real desesperación ción con el otro. En este sentido,
madre y esposa. Sus funciones han de Clarissa; en convencer al lector la cotidianidad, entendida como
sin lugar a dudas de que para ella
sido las de una cuidadora que le un espacio donde convergen las
las derrotas domésticas son tan de-
sirve a los demás y que se limita a vastadoras como las batallas perdi- mismas cosas todo el tiempo, se
vivir a través de las aventuras, sue- das de un general (Cunningham, halla también llena de momentos
ños y experiencias del hombre. 2000, 87). y experiencias que le permiten a
la mujer y al hombre pensar en su
Esta visión limitada, hasta cierto Yo me atrevería a decir que la raíz existencia y realizarse dentro de la
punto, de lo que puede llegar a ser de la vida, sus dolores y alegrías misma.
una mujer, la vemos representada se hallan reflejados en la cotidia-
en dos de los personajes de la obra nidad, y es a través de ésta que el En el caso particular de la mujer
Las horas de Michael Cunning- ser humano se hace las preguntas que es ama de casa, esposa y ma-
ham: la señora Dalloway y la señora más profundas sobre su estar en el dre, nos encontramos con un ser
Brown. Cuando digo “hasta cierto tiempo; sobre si lo visto existe o, que también sueña, se halla rodea-
punto”, me refiero a que ser ma- por el contrario, es sólo el reflejo da de silencios y de soledades que
dre y esposa no es cualquier cosa, de lo que conocemos; si somos le permiten pensar su realidad.
algo que no tenga un valor signi- materia o una ilusión de alguien Sólo depende de ella si quiere ha-
ficativo, aunque la sociedad desde invisible que conduce nuestra vida cer esto, es decir, su condición de
su imaginario lo invalide porque según la necesidad del rompecabe- servir a los demás no la aleja de ser
lo ve como algo intranscendental zas. De todo esto se desprende la también un ser complejo, como lo
y sin ningún sentido para su edifi- pregunta más común, pero al mis- es la señora Brown, la cual además
cación. Por el contrario, estos roles mo tiempo más esencial: ¿quién de ser inteligente es sensible. Esta
ejercidos por la mujer han sido, y soy? Como podemos ver, es a par- sensibilidad la lleva a reflexionar
seguirán siendo, muy importantes tir de lo cotidiano que se forjan los sobre su cotidianidad y el sentido
en la construcción de sociedad e cuestionamientos fundamentales de su existencia y, como podemos
historia del ser humano. del ser humano. observar, esta crisis se da gracias a
su naturaleza compleja y a ese pa-
A la señora Dalloway y a la señora Veamos estas etapas: cuando se sar de días que aparentan ser igua-
Brown, por ser esposas, madres y es niño se hacen preguntas que les, pero que le permiten dilucidar

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quién es ella realmente y qué es alguna forma entendiera su condi- a ser madre y esposa: “Así crecen
verdaderamente lo que quiere ha- ción ya que ella es feliz organizan- en un mundo dividido: por un
cer de su vida. do fiestas y reuniones, admirando lado los hombres, libres e indepen-
la belleza de las cosas y las perso- dientes; y por el otro las mujeres,
En la novela Las horas, al igual que nas. Lo mismo ocurre con el mis- serviles, dependientes, pasivas, dé-
en la obra La señora Dalloway, ve- mo personaje en el libro La señora biles y dulces” (Fainholc, 1994, 12).
mos que a pesar de que las mujeres Dalloway: ella también se interesa Esta condición de discriminación,
personajes están encerradas en su únicamente por sus hermosas fies- rechazo y subestimación hacia la
cotidianidad, en tanto que ha sido tas y por las personas que asistían a mujer, seguramente hace pensar lo
el rol permitido por la sociedad, es ellas. Veamos el siguiente fragmen- siguiente a Virginia Woolf: “Leo…
precisamente este tipo de rutina to: luego dejo el libro y me digo: ¿qué
impuesta la que las sitúa en una derecho tengo yo, una mujer, a leer
cuerda floja que en cualquier mo- A Clarissa le gustaban los lores, le
gustaba la juventud, y Nancy, vesti- todas estas cosas que han hecho los
mento las puede arrojar al abismo. hombres?” (Gordon, 1986, 113).
da a precios enormes por los más
Es esta cuerda que se tambalea, la
grandes artistas de París, estaba
que les hace pensar en su quehacer allí ante ella, de tal modo que pa- Al estudiar la vida de esta autora,
y existencia, porque ese no poder recía que su cuerpo hubiera dado vemos cómo por ser mujer era
ser libres, vivir al servicio de sus se- nacimiento, por propia voluntad, rechazada a causa de su padeci-
res queridos y no poder realizarse espontáneamente a los verdes vo- miento de demencia, enfermedad
es lo que las hace reflexionar. Por lantes. (Woolf, 1998, 190). también sufrida por su padre, pero
ejemplo, la señora Brown entra Tampoco entiende por qué Pe- que por ser hombre no era juzga-
en conflicto consigo misma en el ter no es capaz de comprender su do, ni vista su enfermedad como
momento en que se da cuenta que gusto por las fiestas, la belleza y algo malo. Veamos cómo la con-
su vida se reduce de cierta forma a la buena vida. Ella no soporta las dición de mujer no valorada por
su hijo, su esposo y la casa, queda- personas pobres, ni diferentes, ni la sociedad afectaba a la escritora:
do ella en un segundo plano. En mucho menos a las mujeres inteli- “En cualquier punto controvertido
ese preciso momento reacciona y gentes5, lo cual no es reprochable de la conversación, ella decía que
su vida da un giro al abandonar a ya que esa fue la forma como la sonaba una campana infundiéndo-
su familia, porque ha vislumbrado educaron. le ‘un deseo intenso de guardar si-
que ella no quiere ser una madre, lencio o cambiar de conversación’
ni una esposa, ni mucho menos Otro de los personajes de la novela de hablar de trivialidades, de la
ama de casa. Ella quiere encon- Las horas es la escritora Virginia sirvienta o el animal doméstico”
trarse posiblemente a través de los Woolf quien, a pesar de ser intelec- (Gordon, 1986, 82).
libros y del conocimiento, poder tual, ha tenido que luchar frente a
existir, no sentirse más desgraciada la supuesta incapacidad de la mu- Virginia Woolf, a través de sus per-
y miserable por su condición. jer para pensar y así poder tener sonajes en La señora Dalloway, nos
el lugar como artista y pensadora, muestra, de alguna forma, el refle-
Por su parte, la señora Dalloway, porque a ella, al igual que a cual- jo de su época, incluso su propia
reconoce y es consciente de que su quier otra mujer, se le ha impues- condición como mujer: juzgada
vida es hasta cierto punto superfi- to una educación distinta a la del
cial y demasiado mundana, pero hombre. Mientras el hombre iba a 5 “La señorita Kilman era muy diferente a
no se siente mal por ello; por el la universidad, la mujer debía que-
todas las mujeres que conocía; la hacía
sentir a una muy insignificante” (Woolf,
contrario, quisiera que Richard de darse en casa aprendiendo a tejer, 1998,141).

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por sus crisis de demencia, por ser vió Virginia con Vita: “También Ella, atrapada en su cotidianidad,
brillante, por vestir distinto a las me gusta su presencia y su belleza. tal vez vista como trivial, quiere que
demás mujeres y no tener en cuen- ¿Estoy enamorada de ella? Pero, esta cotidianidad sea vista también
ta la moda y por ser escritora. Esta ¿qué es amor? El hecho de que ella como un campo de batalla donde
historia se repite con el personaje esté enamorada… de mí, me excita; como mujer se reconoce, se cono-
la señora Brown, ya que ésta tam- me halaga y me interesa” (Woolf, ce y comprende el mundo.
bién es vista como una extraña, in- 1993, 84). Aunque esto no trans-
cluso como una extranjera, porque cendió a algo más, no obstante,
desde pequeña le ha gustado leer podemos ver con el fragmento la Bibliografía
y permanecer en soledad. Además, búsqueda siempre constante de sus Cunningham, Michael, Las horas,
Virginia se ve representada en los relaciones con amigos y amigas, y Grupo Editorial Norma, Bogo-
tres personajes de la novela Las ho- su forma de querer estar y escudri- tá, 2000.
ras, del escritor Michael Cunning- ñar el mundo.
Fainholc, Beatriz, La mujer en la
ham, quien desde la metaficción
Su espíritu no estaba atado a pre- educación y la cultura: cómo
crea de nuevo a la señora Dalloway
juicios, sino que se encontraba dis- los géneros son discriminados,
en su novela.
puesto a la indagación tanto inte- Librería del Colegio, Buenos
Cuando hago alusión al parecido lectual como emocional, era libre Aires, 1994.
de la vida de la escritora con la y se encontraba llena de preguntas. Gordon, Lyndall, Virginia Woolf:
señora Dalloway, me refiero a esa Cunningham, en Las horas, desde vida de una escritora, Seix Ba-
cotidianidad llena de reuniones, cada uno de los personajes recrea rral, Barcelona, 1986.
fiestas y encuentros tanto con in- y representa la vida de la escrito-
telectuales como con personas de ra Virginia Woolf, quien era una Woolf, Virginia, La señora Dallo-
la aristocracia; a esa vida llena de mujer inmersa en su cotidianidad, way, Editorial Lumen, Barcelo-
cosas bellas y placenteras, porque lo que no implica que fuera un ser na, 1998.
a Virginia le encantaba vivir bien. simple, por ser también esposa y Woolf, Virginia,
Veamos el siguiente apartado para ama de casa. Diarios 1925-
evidenciar su parecido con sus 1930, Editorial
propios personajes, sacado de sus A través de cada uno de estos
Siruela, Madrid,
diarios: “piensa que esto se debe ejemplos advertimos que la fuente
1993.
a cierta discrepancia en la propia narrativa usada por la escritora es
Clarissa; cree que es desagradable autobiográfica y que ella, entonces,
y limitada, pero que yo alterna- como autora, es también un perso-
tivamente me río de ella y la cu- naje. Un personaje que en La se-
bro, muy notablemente conmigo ñora Dalloway y Las horas, es una
misma” (Woolf, 1993, 42). Otro y otra vez, en cualquier punto de
ejemplo, para ver cómo de alguna la historia, una mujer pendulando
forma se ve reflejada la vida de la en el día tras día, tratando de no
autora en estos personajes, es en hundirse ni ahogarse al no ser es-
el gusto o atracción que siente la cuchada por lo que es, o quisiera
señora Brown por Kitty, razón que ser; un ser que reclama un lugar,
la lleva a besarla. Esta misma cir- un espacio en donde poder gritar,
cunstancia de alguna forma la vi- llorar, reflexionar, soñar y crear.

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Franz Kafka es reconocido como

Un efecto
uno de los mayores escritores en
lengua alemana del siglo XX, épo-
ca que dio inicio al término mo-
dernismo y en la cual el mundo se

del modernismo:
transformó de manera abrupta en
comparación al desarrollo genera-
do en periodos pasados. El análi-
sis a continuación tendrá presente

análisis del relato


dicho hecho para responder la re-
lación entre el universo narrativo
kafkiano y el enfoque intelectual
de la sociedad del momento.
Un artista del hambre De acuerdo con Lucien Gold-
mann6, los textos literarios se defi-
de Franz Kafka nen como totalidades relativas que
Carolina Ochoa se insertan dentro de estructuras
Estudiante de Estudios Literarios de la Universidad Javeriana. E-mail: culturales específicas, cuyo estudio
macarolina8a@hotmail.com
permite darle coherencia, significa-

E ntre los relatos más reconocidos del escritor sueco


do y dirección a los mismos; no es
preciso aislar al texto del momento
social en que fue concebido. Por
Franz Kafka se encuentra el titulado Un esto, la obra kafkiana podría atri-
artista del hambre, publicado en 1922. En buírsele a la axiología modernista
este cuento se encara la creación arquetí- del siglo XX, al igual que a los mo-
vimientos que se generaron dentro
pica kafkiana: un individuo marginado,
de la misma, como el existencialis-
incomprendido y victimizado por la so- mo y el surrealismo.
ciedad, características que pueden acomo-
Goldmann (1985) denomina idea-
darse de manera directa tanto a la vida de fuerza a la problemática que im-
Kafka, como al pensamiento de la época. pulsa la potencialidad creativa de
Para entender esto hay que percatarse de un escritor; en el caso de Kafka,
podemos sintetizar esta idea-fuerza
que la simbología kafkiana no pertenece en el efecto negativo de la indus-
a lo que podría calificarse como ‘univer- trialización y el capitalismo en el

gg
sal’, pues se encuentra en inmediata con- arte y, más exactamente, como la
cordancia con la inmensidad del mundo despersonalización del arte a causa
de la opresión de las estructuras.
emocional de su autor; podría decirse que
Kafka no da cuenta de la condición huma- 6 Lucien Goldmann (1913-1970), fue un
sociólogo y filósofo rumano. Se destacó
na más que de su interioridad. por su influencia en la teoría marxista.

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Un artista del hambre narra con bre relegó sus necesidades emocio- única pieza de mobiliario que se
precisión una evolución de dicha nales y espirituales a un segundo veía en su jaula, ese último indica-
idea-fuerza, primero, al metafori- plano. Al igual que el artista del dor de la economía, el cual refiere
zar por medio del retrato —diríase modernismo, el artista del hambre cuándo es tiempo de ir a trabajar.
romántico y apasionado del ayuna- concibe el mundo industrializado De hecho, él nunca fija su atención
dor—, al artista hambriento a quien como un espacio rebosante de in- en objeto alguno, tiene total auto-
su marginación y su necesidad de comprensión; un universo de es- ridad sobre su propio ayuno; sin
un empleo regular le son totalmen- tulticia: “Nada atormentaba tanto embargo, a pesar del estricto con-
te indiferentes; y segundo, al plan- al ayunador como tales vigilantes; trol de sí mismo que manifiesta en
tear a través de éste la alternativa lo atribulaban; le hacían espanto- un comienzo, el artista del hambre
por la soledad como espacio que samente difícil su ayuno” (Kafka, se muestra luego notablemente so-
permite la reflexión de la propia 2003, 222-223). Tanto así que no focado por la única persona de la
condición, ámbito propicio para la presta atención ni siquiera al reloj, que depende: su empresario, pues
creación artística. Así mismo, el ar-
tista podría considerarse como un
símbolo de la introspección tanto
predicada y practicada por Kafka:
…y volvía después a sumirse en su
propio interior, sin preocuparse
de nadie ni nada […] Entonces se
quedaba mirando al vacío, delante
de sí, con ojos semicerrados, sólo
de cuando en cuando bebía de un
diminuto vaso un sorbito de agua
para humedecerse los labios (Ka-
fka, 2003, 222).

Podría considerarse que este aspec-


to tiene a su vez un matiz surrealista
al hacer parte del orbe onírico por
el que se hace posible la liberación
de la mente humana. Kafka era “un
hombre dotado de una conciencia
espiritual que le permitía entablar
una íntima relación con su domi-
nio interior, era un minucioso ob-
servador de su actividad mental”
(Robert, 1979, 28).

De este punto se desprende, en-


tonces, una particular percepción
de la realidad, sobre todo bajo las
presiones modernistas del siglo
XX, una época en la que el hom-

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éste ha impuesto un tiempo límite cia y oposición a la necesidad del vializan su arte al creer que él está,
a su periodo de ayuno, tiempo tan modernismo por encontrar aque- de alguna manera, haciendo tram-
inseparable de su mente capitalis- llo que retiene y desvía el progreso pa, razón por la cual no le prestan
ta, cuestión por la que, a su vez, y reemplazarlo por nuevas y, desde la atención que busca: “lo juzgaban
insiste reiteradamente, empero de luego, mejores maneras de alcan- un reclamista, o un vil farsante
la resistencia del artista. zar dicho fin. para quien el ayuno era cosa fácil
porque sabía la manera de hacerlo
Relevante es la manera como el Consecuentemente, dicho conflic- fácil y que tenía, además, el cinis-
artista pierde la mayor parte de su to refiere a la apreciación que tie- mo de dejarlo entrever” (Kafka,
voluntad al verse obligado a aban- ne el público con relación al arte, 2003, 224).
donar su arte: a diferencia del artista. Kafka re-
marca esta distinción en la actitud Así, el artista del hambre es una
Entonces el ayunador sufría todos desalentadora del personaje, en su metáfora del artista incompren-
su males: la cabeza le caía sobre el
pecho, como si le diera vueltas, […]
imposibilidad de satisfacción, pues dido, alienado del mundo aún a
el cuerpo estaba como vacío, las dada la —para el artista— inaudita través de su arte, cosa que en una
piernas, en su afán de mantener- incomprensión del ayuno por par- sociedad modernista es entendi-

se en pie, apretaban sus rodillas


te del público, él es el único que ble, dada la despersonalización del
una contra otra; los pies rascaban puede entender su arte, y así las arte mencionada anteriormente y
el suelo como si no fuera el verda- cosas nunca se halla satisfecho. De la consecuente transformación de
dero y buscaran a ésta bajo aquél esta manera, dicha satisfacción nos lo artístico, que pasa de ser una ac-
(Kafka, 2003, 225-226). remita a una no-plenitud de la re- ción inspiradora del espíritu a un
cepción de su arte porque, en lu- mero medio de entretención. El
Este es el momento en el cual el gar de un serio esfuerzo artístico, el problema tratado es, entonces, un
artista hace una desesperada re- ayuno se torna un entretenimiento ciclo vicioso de sufrimiento expe-
flexión sobre por qué la obligación designado a apaciguar y deleitar al rimentado por el artista del ham-
a hacerlo salir de su jaula. Este público. Ésta malinterpretación bre: él sufre su encierro físico en
carácter del ayunador podríamos frustra terriblemente al artista, la jaula y su encierro moral en el
referirlo a una especie de resisten- pues también los espectadores tri- ayuno y, además, su sufrimiento se

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acrecienta luego de notar que no que pasaran por delante del ayuna- Wundt, la idea se concibe como
puede hacer entender su arte. dor y se detuvieran allí un momen- “la regla de validez universal que
to (Kafka, 2003, 228-229). tiene su base en el sujeto y se apli-
Al final del relato, Kafka nos da ca como pauta a toda realidad para
a entender la complejidad de su A partir de este punto de la na-
rración, la perspectiva del perso- contrastar su verdad, su bondad o
idea-fuerza: “el artista del hambre su belleza” (1983, 434). Así, por
se despidió del empresario, […] y naje toma rasgos existencialistas:
cuando el empresario lo obliga a medio de dicha visión, desde la
se hizo contratar en un gran circo, individualidad, el sujeto se realiza
sin examinar ni siquiera las condi- salir, el artista del hambre se per-
cata de que crear el significado de un cuestionamiento del mundo a
ciones del contrato” (Kafka, 2003, través del estancamiento bajo bús-
228); su indiferencia ante el con- su propia vida es responsabilidad
enteramente suya, cuestión que quedas que no concluyen. El artis-
trato indica hasta dónde ha llega- ta del hambre, así como el artista
do la pérdida de su voluntad. En puede notarse en la depresión en
la que se sume, y que explota con en la modernidad, se encuentra
este punto del relato, el conflicto supeditado a “un mundo estructu-
entre el ayunador y el público se la siguiente conclusión —refirién-
dose a la acusación de engañifa y rado que ha suprimido todo valor
centra en cómo el artista es forza- a su espíritu y a su arte, y que se
estafa que hizo algún espectador—:
“fue ésta la más estúpida mentira encuentra atosigado por el miedo y
que pudieron inventar la indife- la indiferencia” (Robert, 1979, 31),
rencia y la malicia innata, pues no ambas causas de su incomprensión.
era el ayunador quien engañaba: él Así, el ayunador pregunta por la
trabajaba honradamente, pero era ilogicidad y la injusticia implicadas
el mundo quien se engañaba en en la insistencia del empresario,
cuanto a sus merecimientos” (Ka- quien alude al término del tiempo
fka, 2003, 231). de ayuno:
¿Por qué suspender el ayuno pre-
Finalmente, el artista del hambre
cisamente entonces, a los cuaren-
muere, no sin antes dar a entender ta días? Podía resistir aún mucho
que el mundo no está diseñado tiempo más, un tiempo ilimitado
para él. Es natural que le cause su- […] ¿Por qué arrebatarle la gloria
frimiento, pues si no estuviera tan […] la de sobrepujarse a sí mismo
alienado, comería con gusto; esta hasta lo inconcebible, pues no sen-
do a comercializar aún más su arte; tía límite alguno a su capacidad de
declaración, podría afirmarse, des-
es reducido a un obstáculo, dada ayunar? (Kafka, 2003, 225).
plaza el libre albedrío de la auto-
la ubicación que le otorgan en el negación que antes codició, lo cual Convirtiéndose en insistencia deri-
circo: lleva a la conclusión: en su ayuno vada de la apatía del burgués con
hay es una mera acción reflexiva y respecto al arte del ayunador.
Aceptó sin dificultad que no fuera
no una decisión consciente de su-
colocada su jaula en el centro de la Las instancias ocultas que agitan al
pista, como número sobresaliente, frir.
artista del hambre pueden carecer
sino que se la dejara fuera, cerca de
Teniendo en cuenta esto, es posible de un curso claro de acción; sin
las cuadras […] En los intermedios
del espectáculo, cuando el público afirmar que Un artista del hambre embargo, a través de su búsqueda
se dirigía hacia las cuadras para ver tiene una visión de mundo idealis- introspectiva por exteriorizar la
los animales, era casi inevitable ta-subjetiva dentro de la cual, dice esencia de su arte, debate y cues-

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SINCRETISMO
tiona la necesidad del modernis-
RELIGIOSO
EN VILLA
mo por demostrar la permanencia
de las nuevas realidades forjadas
a partir de la era industrial y me-
canizada; asimismo, problematiza

DE LEIVA
el argumento de que las personas
deben adaptar su punto de vista a *
aceptar que lo nuevo es también
algo “bueno” y “bonito”, arrancan-
do a la sociedad de su miserable
forma. David Ricardo Tarazona Callejas
Licenciado en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas. E-mail: srsarcasmo_1@hotmail.
Bibliografía com

Kafka, Franz, “Un artista del ham- Anderson Domínguez Moreno


bre”, En: Relatos completos, Licenciado en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas. E-mail: andefy@hotmail.com
Traducción Francisco Zanitgh
Núñez, Losada, Buenos Aires,
2003. Presentación
Goldmann, Lucien, El hombre y
lo absoluto: el Dios oculto, Pe-
E ste texto pretende hacer un esbozo teórico y temáti-
nínsula, Barcelona, 1985. co de una investigación que busca aportar
Robert, Marthe, Franz Kafka o la elementos a la indagación sobre la identi-
soledad, Traducción de Jorge dad cultural en Colombia, a partir de la
Ferreiro Santana, Fondo de comprensión del fenómeno del sincretis-
Cultura Económica, México,
1979.
mo religioso ocurrido entre el pueblo nati-
vo muysca7 y el pueblo castellano.
Wundt, Max, “Ciencia literaria
y la teoría de la concepción * Este texto se genera a partir de la investigación monográfica
de mundo”, En: Ermatinger, presentada por los autores al Proyecto Curricular de
Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad Distrital
Emil, Filosofía de la ciencia li- Francisco José de Caldas para obtener su título profesional.
teraria, Fondo de Cultura Eco-
7 Muysca se toma de los registros clásicos, los cronistas y las fuentes
nómica México, 1983. primarias del siglo XVI y XVII.

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Esta investigación busca identi- En la segunda parte se hace un a los indígenas muyscas, como la
ficar el papel de la organización acercamiento al papel represen- gramática y el catecismo en chib-
religioso-política del Nuevo Reino tado por la Iglesia católica en la cha, al igual que el arte religioso,
de Granada y su incidencia en la conformación social europea de la que servía como herramienta di-
actualidad, a través del análisis y Edad Media, es- dáctica para transmi-
la interpretación del sincretismo pecialmente en tir el evangelio. Por
religioso ocurrido en el Valle de la monarquía último se evidenció
Saquenzipa y la población de Vi- castellana. Tam- por medio de estudios
lla de Leiva, en una revisión del bién se identifi- antropológicos e his-
génesis y primeros estadios de la ca la concepción tóricos que parten del
evangelización y castellanización religiosa de las análisis de documen-
ocurrida en los siglos XVI y XVII. órdenes caste- tos de los siglos XVI
Se basa en una indagación docu- llanas que llega- y XVII, el sincretismo
mental, de trabajo de campo con ron a territorios religioso a través de
aplicabilidad pedagógica, que es indígenas en el las nuevas prácticas
Nuevo Mundo, sociales asumidas por
presentada en tres apartados en
especialmente los indígenas; pese a
cada uno de los cuales se aborda
la de las órdenes que las creencias reli-
un componente temático del fe-
agustinas, para giosas católicas ocu-
nómeno a través de los estudios
lo cual se revisaron documentos paban un lugar privilegiado, no
y disciplinas específicas que inter-
de fuente primaria que muestran podían ocultar la presencia de las
vienen en su interpretación y de
las fórmulas legales del estableci- creencias nativas en el arte religio-
los datos etnográficos de los mo-
miento de templos y claustros para so de la época.
numentos analizados.
la evangelización y castellanización
En el primer apartado se describe de los nativos, y la relación con la
y analiza la organización religiosa fundación de ciudades y villas, así Metodología
muysca, partiendo de los vestigios como textos teológico-filosóficos
que expresan el espíritu religioso Esta investigación de enfoque cuali-
de un antiguo observatorio astro- tativo parte de un hecho histórico,
nómico ubicado en Monquirá, en católico.
en cuya reconstrucción e interpre-
cercanías a Villa de Leiva, un im- En el tercer apartado se aborda el tación intervienen dos tipos de evi-
portante monumento relacionado papel que cumplió la Iglesia cató- dencias materiales: monumentos y
con el culto a la fecundidad sobre lica por medio de las órdenes re- documentos, por lo cual se encuen-
el cual se realizó una experiencia ligiosas en la evangelización y cas- tra estructurada en tres aspectos: i)
de campo. También se revisaron tellanización del pueblo muysca, Indagación documental-histórica,
documentos para poder reconocer enfatizando en la labor realizada debido a la naturaleza del fenóme-
las creencias y las prácticas rituales en el Valle de Saquenzipa y su rela- no cultural analizado, en donde
de este pueblo, y se identificó en la ción con la fundación de pueblos y aparecen referencias (estudios e
simbología presente en los objetos villas, puntualizando en la funda- investigaciones) provenientes de
votivos la manera como eran repre- ción de Villa de Leiva. Así mismo varias disciplinas y enfoques, las
sentadas sus creencias, para así evi- se revisaron las herramientas uti- cuales poseen una relación temáti-
denciar la presencia indígena en el lizadas por las órdenes religiosas ca, etnológica y epistemológica; ii)
orden religioso colonial. agustinas para enseñar la doctrina Reconocimiento etnográfico, pues

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el trabajo de campo complementa cativo diseñado para la enseñanza La ciencia histórica permite recrear
la indagación documental al entrar de las Humanidades y la Lengua el pasado por medio de un esfuer-
en contacto con los monumentos Castellana en la escuela a través de zo científico enfocado en describir,
estudiados, recolectar información temáticas en donde se reconoce la pensar y explicar las transformacio-
in situ a partir del acercamiento y identidad cultural y el sincretismo nes de la cultura (Le Goff, 1991).
reconocimiento del observatorio religioso. En este caso, se analiza una trans-
astronómico muysca (estructura, formación religiosa por ser un ele-
funcionamiento, prácticas rituales, mento constitutivo de la cultura.
Disciplinas que La religión surge de las manifes-
mitología y simbología) y los tem-
aportan a la taciones sagradas que el humano
plos de San Agustín de Villa de
Leiva y la Candelaria (ubicación, investigación simboliza a partir de su realidad
arquitectura colonial y arte colo- natural, y la diferencia entre dos
La indagación acerca del sincre-
nial), búsqueda de fuentes prima- experiencias religiosas es el resulta-
tismo religioso se encuentra cons-
rias (Cédulas reales y Autos), que do de las variaciones económicas,
truida por diversas disciplinas, de
culturales y de organización social,
aparecen como valiosos aportes a las cuales se tomaron como áreas
es decir, de la historia misma.
la base documental del estudio so- epistemológicas matrices la His-
bre la fundación de templos e igle- toria y la Antropología cultural, Al investigar un hecho histórico
sias y la instauración del sistema de las que se derivan una serie de es necesario tener en cuenta los
religioso colonial; iii) Aplicación relaciones con otras disciplinas de elementos que lo conforman, sus
pedagógica, consistente en la pues- apoyo que van vislumbrándose a lo propiedades, las relaciones que lo
ta en práctica de la indagación, en largo del desarrollo interpretativo constituyen, la memoria humana
donde se socializa el proyecto edu- del fenómeno. o tradición, elementos que confor-

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man las fuentes del conocimiento El análisis del fenómeno del sin- Finalmente, en un estudio sobre
histórico directas e indirectas. Las cretismo religioso desde la antro- un fenómeno cultural como el
fuentes directas son las fuentes pología cultural nos permite poner ocurrido entre muyscas y castella-
escritas y no escritas, los restos na- en relación al pueblo muysca y al nos se hace necesario abordar el
turales y los hechos por el hombre castellano a partir de la identifica- lenguaje, puesto que por medio
(monumentos analizados del Valle ción de su estructura religiosa, y suyo se pueden analizar e interpre-
de Saquenzipa y documentos de evidenciar cómo ésta se constituye tar las manifestaciones de los pue-
fuente primaria). Las fuentes indi- en un elemento determinante en blos relacionados para llegar a una
rectas son las fuentes escritas y no su composición cultural. Dicha comprensión de los hechos huma-
escritas que transmiten informa- identificación entrega elementos nos. El proceso del comprender es
ción sobre el fenómeno y las que para mostrar la forma como estos abordado desde la Hermenéutica,
se crearon sin ese fin (Topolski Jer- pueblos se integraron a partir del disciplina que se preocupa por la
zy, 1985), en este caso, los estudios establecimiento del catolicismo, y interpretación de las formas de
e investigaciones que desde varias cómo los indígenas ocultaron en existencia individual, elevadas has-
disciplinas aportan elementos para sus devociones símbolos y com- ta la objetividad y hacerlas entendi-
portamientos propios de su reli- bles (Dilthey, 2000). Este proceso
interpretar el sincretismo religioso
giosidad. Según Paul Ricoeur, los de comprensión de un producto
en Villa de Leiva.
símbolos constituyen el núcleo de la interioridad humana sólo
La historiografía nos permite re- ético-mítico de una cultura, es de- puede realizarse a través de signos
flexionar acerca de la forma como cir, el corazón o alma de la misma. dados sensiblemente desde fuera.
fue llevada a cabo la evangelización Precisamente en las expresiones Según Dilthey, es un proceso me-
de los pueblos indígenas del Valle simbólicas es donde hay que poner todológico que busca comprender
de Saquenzipa, a partir del análisis la identidad cultural. manifestaciones de la vida fijadas
de documentos y monumentos. La de modo duradero mediante la
Por otro lado, la historia de las re- exégesis o interpretación, a partir
investigación busca reconocer el es- ligiones, además de un estudio del
píritu religioso de las dos culturas y de una mirada filosófica de la vida
origen y la difusión de un símbolo hermenéutico-histórica. En este
su influencia en sus organizaciones religioso, también busca compren-
políticas y sociales, datos que nos sentido, la Hermenéutica aparece
derlo, lo cual significa devolverle en este estudio en una doble vía:
permiten reconocer la estructura todos los significados que tuvo du-
cultural de los pueblos que entran como metodología para analizar e
rante el transcurso de la historia, interpretar los documentos, que
en relación. Esta identificación actuando como un hermeneuta son construidos de lenguaje, y
cultural responde a un abordaje más que como un filólogo. Dichos como interpretación que permite
antropológico cultural, ciencia que símbolos tienen la capacidad de en- comprender un fenómeno histó-
tiene como objeto de estudio al riquecerse durante su historia; por rico.
hombre y su desarrollo cultural en eso, los símbolos cambian su signifi-
un continuum temporal; se intere- cado de un contexto cultural a otro. En cuanto a la interpretación de
sa por los elementos del comporta- Si en un momento de la historia un hechos históricos como el que
miento del hombre en sociedad y símbolo religioso expresa con clari- aquí nos ocupa, la tradición es
el orden de estos elementos dentro dad un significado trascendente, es para Gadamer (1977) el lugar de
del patterns (patrones) que reciben justificado suponer que ese signifi- manifestación de la verdad. Por
el nombre de cultura (Cone y Pel- cado haya sido aprehendido de una tanto, la finitud humana ya no
to, 1977). época anterior (Eliade, 1957). debe ser tematizada como histori-

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cidad sino como “lingüisticidad” nativos: la Laguna de Iguaque y animales pintados en rojo. Las ma-
(Sprachlichkeit): la tradición que el observatorio astronómico en sas pétreas se encuentran ubicadas
se nos da en el lenguaje es lo que Monquirá. en las zonas elevadas y dominan
limita nuestra comprensión, pero horizontes muy amplios, cerca de
es también lo Para los muyscas, ellas pasan corrientes de agua y son
que la posibilita. las manifestacio- parte de los centros de observación
Es por esto que nes sagradas se astronómica.
cualquier texto encontraban en
del pasado es el culto a deida- Además, en el observatorio se en-
abordado ahora des que represen- cuentran los falos muyscas que
con una actitud taban elementos son la expresión plástica del culto
de sospecha ha- vitales de la na- a la fecundidad: el miembro viril
cia su verdad turaleza. Una aparece como elemento portador
inmediata. La de las creencias de fuerza mágica. El misterio de
conciencia mo- más importantes la fecundidad genera un culto re-
derna adopta para este pueblo ligioso, que se encuentra relaciona-
una posición re- nativo fue el cul- do con las energías reproductoras
flexiva y crítica to al sol (Sua), de la naturaleza en muchas de las
respecto a cada para el cual rea- culturas primigenias de la humani-
voz proveniente lizaban procesio- dad. Las representaciones de falos
del pasado, tratando de ubicarla nes, ofrendas, rituales y sacrificios. y vulvas que exhiben sus obras de
en su contexto originario, en la En la orfebrería y alfarería hallada arte en los tunjos de oro y cobre
situación histórica concreta en se encuentran con bastante recu- y las esculturas antropomorfas mo-
que tuvo su origen para descubrir rrencia símbolos que representa a deladas en madera, piedra y arcilla
el valor y la significación relativa Sua y que eran objeto de ofrenda. cocida, responden a un ideal de
que le conviene. Se hace así ex- función sagrada que se relaciona
plícito el comportamiento inter- Según los descubrimientos del con el culto a la fecundidad del
pretativo que interviene en toda investigador Eliécer Silva Celis hombre y de los campos.
apropiación del pasado. (1981), en el observatorio astro-
nómico muysca ubicado en Mon- Para encontrar qué divinidades de
quirá se desarrollaron actividades la religiosidad muysca podrían re-
La religiosidad
del pueblo muysca ceremoniales y rituales, numerosas lacionarse con la ceremonia prac-
fogatas, ofrendas, sacrificios y acti- ticada en Monquirá indagamos en
Conocer las concepciones reli- vidades religiosas para mantener al sus mitos, provenientes de los re-
giosas de los muyscas es determi- sol funcionando y en permanente gistros de los cronistas de la época.
nante para la comprensión de su actividad. Según sus descubrimien- Se hace importante la mitología
estructura social, su organización tos, los monumentos de piedra porque las representaciones que
política y las relaciones que esta- tallada fueron erigidos con fines tenga una sociedad de su historia
blecieron con otros pueblos. La astronómico-religiosos. Estos ritua- mítica se convierten o traducen en
investigación enfatizó en Villa de les aparecen reflejados en varios el acontecer social en comporta-
Leiva por haber sido fundada en conjuntos de pictografías rupes- mientos, actitudes, ritos, maneras
un lugar de paso entre dos im- tres en donde sobresalen el sol, la de ser y actuar, hecho que genera
portantes centros ceremoniales luna, las estrellas, rayos, plantas y los modelos sociales cotidianos o

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las maneras del buen comporta- comunión con el agua, elemento omnipotencia, poder creativo,
miento. A partir de la mitología se que les ofrecía alimento y renovaba bondad; todo lo bueno que hay en
pueden reconocer los elementos la vida. Sin embargo, para los evan- el mundo es manifestación de esa
que conforman la identidad cultu- gelizadores, la serpiente es alegoría divinidad.
ral de un pueblo. de maldad, de pecado, por lo cual
Por su parte, Bochica fue el dios
surgen drásticas políticas que per-
Para los muyscas Bachué era el por medio del cual los muyscas
siguen y castigan las prácticas paga-
símbolo de la fertilidad tanto del explicaron el origen de su civiliza-
nas e idólatras en donde se adore a
hombre como de la tierra. El de ción, debido a su carácter “misio-
la serpiente. Este símbolo desapa-
Bachué es un mito que constituye nero”, a su austeridad, ejemplo y
rece, ocultándose y desplazándose
un elemento vital dentro de la re- bondad hacia los hombres. La pre-
hacía la advocación mariana.
ligiosidad de este pueblo: al final sencia de Bochica señala el origen
del mito Bachué se transforma en Las divinidades que representaban de la civilización muysca, la co-
una serpiente, símbolo presente en el culto solar en los muyscas eran nexión en que se presenta el famo-
múcuras, copas ceremoniales y en Chiminigagua y Bochica, y es a so civilizador de los chibchas con
muy variadas piezas de metalurgia, partir del mito sobre la primera de signos pictográficos tales como el
sola o en combinación escénica. estas deidades que se explican el cruciforme, el caliciforme y toscas
origen del mundo. En él, como en y esquemáticas figuras antropo-
El símbolo de la serpiente es un la mayoría de las culturas, se parte morfas. Con la imagen mítica de
punto crítico en el encuentro de de principios fundamentales, entre Bochica se asocian los dibujos de
las dos culturas, ya que la repre- ellos el reconocimiento de un dios las primeras pictografías y el co-
sentación de la serpiente en los como principio de todas las cosas mienzo de las industrias y el arte.
muyscas contenía un espíritu de con atributos muy bien definidos: La peregrinación de Bochica termi-

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na en Sogamoso, y las crónicas se- ocurridas en el norte del territorio creencias, ritos y cultos provienen
ñalan que en este lugar se constru- por un afán de unificación religio- de las antiguas creencias hebreas
ye el Templo del Sol; el Suamox se sa, política y económica. y de otras religiones del Cercano
constituye en la máxima autoridad Oriente.
religiosa del territorio muysca, al El mito de Goranchacha y su ve-
ser el representante de Bochica en neración muestran una simboliza- La Iglesia surge dentro del Orbis
la tierra: los cronistas realizan el sí- ción interesante sobre el culto a la romanus que se extiende desde las
mil de Sogamoso con El Vaticano. fecundidad, en donde la doncella columnas de Hércules hasta el mar
El Templo del Sol fue un centro aparece como la luna que busca los Egeo y desde las costas de Egipto y
ceremonial mayor, un santuario amores del Sol (Sua) que concibe de África hasta las de Galia, de Italia
exclusivo, no asequible a todos los de él a Goranchacha, una muestra y de España, lugares que conservan
hombres, pues era un lugar dedica- más de los poderes de esta divi- una profunda tradición romana. Las
do a actos religiosos en ocasiones nidad para fecundar la tierra y al primeras comunidades cristianas se
especiales. muysca. El origen divino de Go- forman en el Imperio Romano de
ranchacha, en donde interviene la Oriente, en Palestina. Durante los
En estudios sobre los límites inter- potencia solar para fecundar a una primeros tres siglos la Iglesia estuvo
nos del pueblo muysca y su orga- de las hijas del Ramiriquí, conser- expuesta a una cruel persecución
nización política dividida en los vando ésta su doncellez, cobrará por parte del Imperio, quien veía
territorios del Zipa y del Zaque, se gran importancia en el proceso de en ella una latente amenaza; sus fie-
muestra que tal organización está evangelización, debido a que los les eran torturados, encarcelados y
sustentada bajo profundas creen- misioneros encontraron en las tra- asesinados. Los creyentes aceptan la
cias que legitiman el poder al darle diciones muyscas elementos que muerte y la tortura antes que rene-
cualidades divinas a los Caciques permitieron inculcar la fe católica gar de su religión: aparece la figura
(Falchetti, 1973; Colmenares, a través del culto mariano, culto del mártir, un símbolo que fue plas-
1997; Londoño, 1992); en este que desplazaría gradualmente la mado constantemente a través del
caso se trata de la figura de Goran- creencia en la madre Bachué. arte religioso.
chacha y sus antecesores, quienes
tienen la facultad de ser divinida- Los apóstoles peregrinaron y fun-
La expansión de la fe cristiana
des. En el mito de Goranchacha daron iglesias en las ciudades prin-
encontramos aspectos importantes La Iglesia católica es la sociedad de cipales, las cuales se consolidaron
de la relación entre religiosidad y los que creen en Jesucristo, como como centros religiosos que agru-
orden político: se trata de una lu- Dios encarnado, con la misión de paban otras iglesias y poseían sobe-
cha por el poder sustentada bajo redimir a la humanidad y darle a ranía sobre ellas. Así, a mediados
cualidades mágico-religiosas de los conocer la plenitud de la revela- del siglo III la Iglesia de Alejandría
Caciques más poderosos de todo ción de Dios. Es una institución tenía una cierta soberanía sobre to-
el territorio muysca debido a su religiosa que se extendió por gran dos los obispos de Egipto, y las igle-
origen divino-solar; estas creen- parte del mundo, transformando sias de Italia tenían una especial
cias míticas estaban legitimando la las creencias de diversos pueblos. dependencia del obispo de Roma.
forma de organización política. La La cristiandad surgió en un régi- Este movimiento de agrupación de
ocupación del gobierno de Tunja men esclavista, y se difundió rápi- las iglesias en torno a la Iglesia de
y el derrocamiento del Cacique damente debido a las difíciles con- la ciudad o metrópoli principal,
legítimo muestran la pugna por diciones en que se encontraban las muestra los comienzos de la orga-
el poder y las guerras territoriales, provincias romanas. Muchas de sus nización social de la Iglesia.

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La Iglesia realizó una gran expan- en un solo Estado, sus diferentes España atraviesa un gran pro-
sión geográfica, desde Palestina se culturas y sus innumerables religio- ceso de conversión en el siglo
extiende por Asia Menor, Grecia, nes empezaron a influirse y a fusio- XII, razón por la cual se generan
Italia, Egipto y África, a las Galias, narse como nunca había ocurrido grandes enfrentamientos contra
España, Alemania y Gran Bretaña. hasta el momento. moros y judíos. España se decla-
Es una expansión proselitista, que ra cristiana y se consolida en un
se evidencia a partir de la funda- Ante las constantes deformacio-
importante centro de cristian-
ción de iglesias. La nueva orienta- nes del dogma, comunidades de
dad: se consolida una forma de
ción comienza, pues, a asociar por religiosos encuentran en el mo-
nacato la manera de mantener la Estado, se establece una identi-
vez primera religión y moralidad.
fe intacta. Les pareció necesario dad entre la sociedad y se crea
Simultáneamente con esta lenta
aislarse de la vida cómoda para una comunidad política en don-
transformación religiosa comien-
buscar a Dios, y así en los desier- de el Rey es el depositario de la
za a actuar, por la asociación a la
tos de Egipto primero, y luego por soberanía. Es Dios, quien por el
misma de ideas éticas, otra nueva
fuerza o tendencia conocida como todo el mundo cristiano aparecen procedimiento objetivo de la he-
sincretismo. La gradual sujeción monjes y ermitaños. El monacato rencia, selecciona al monarca y le
de casi la totalidad del mundo co- consistía en el establecimiento impone el “deber” de reinar; éste
nocido a la hegemonía política del de monasterios cristianos con un asume entonces la soberanía que
Imperio Romano trajo consigo un sistema de vida común, bajo la pertenece al reino, una comuni-
ensanche del campo de visión: des- dirección de un superior, y todos dad política que se define por su
aparecieron viejas barreras, como debían atenerse a una misma nor- fe, de la que deriva el principio
las fronteras entre naciones y al ma en la oración, austeridades, básico del derecho, la ley divina
convertirse gran parte del mundo trabajo y obediencia. positiva y el orden moral.

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El desarrollo del humanismo espa- puesto que el territorio ocupado de conflictos con la implantación
ñol repercute en la reforma ecle- por los muyscas se convirtió en el de las prácticas del cristianismo.
siástica que tuvo lugar en Europa centro político, religioso y social del
Para los conquistadores los indí-
desde el siglo XIV. La reforma de país desde la época de la Colonia.
genas eran seres inferiores, bárba-
la Iglesia señala el vivir en plenitud
La construcción de templos y mo- ros con los que había que emplear
el cristianismo; la Iglesia reclama
nasterios católicos fue uno de los la violencia; para los eclesiásticos,
de todos sus miembros un cons-
mecanismos de expansión y con- dicha concepción era censurable,
tante esfuerzo de reforma interior
versión que se utilizaron, y que puesto que les reconocían diver-
a fin de acercarlos a las metas de
siempre ha usado la Iglesia católica sos grados de sociabilidad y cultu-
perfección. La conversión interior
a lo largo de su historia. El arte re- ra. Vemos reflejado en los modos
del hombre aparece como la virtud
ligioso es uno de los mecanismos de evangelización de las primeras
para ganar el cielo. Los humanistas
más efectivos de conversión, resul- órdenes de religiosos llegadas al
españoles hicieron una poética so-
tando en la devoción de imágenes
bre la naturaleza del hombre y la fe
católicas con una fuerte carga sim-
cristiana como realidad del saber,
bólica por parte de los indígenas.
un conocimiento poético que se
El arte fue uno de los puntos de
expresa a través del arte, y la pala-
encuentro de estas dos culturas,
bra oral o escrita asume una gran
puesto que el lenguaje de las imá-
importancia.
genes y el ornato de las iglesias per-
Los Reyes Católicos, Fernando e mitió a los muyscas apropiarse de
Isabel, fueron grandes defensores las devociones católicas.
de la fe en Europa, unificaron el
El proceso de conversión de los
reino español e impusieron el cato-
indígenas muyscas se produjo a
licismo como única religión, incen-
la par con la implantación de un
tivaron el desarrollo de las letras y
proyecto colonizador que integra-
las artes, las cuales se encontraban
ra los territorios y las recientes
profundamente relacionadas con
conquistas dentro del Imperio
el espíritu cristiano de la época, y
español, siendo asunto prioritario
bajo su gobierno surge el Siglo de
para la Corona la cristianización
Oro español y el descubrimiento
de los nativos. La Iglesia asume
de América.
un papel principal y privilegia-
do en la época de la Colonia y
Evangelización
sus discursos se convierten en el
y castellanización
del pueblo muysca modelo mediante el cual la Coro-
na española creó un código para
La Iglesia católica realizó un proceso unificar la diversidad indígena,
de castellanización y evangelización sometiendo y normativizando
en la región cundiboyacense que la vida cotidiana de los pueblos
es indispensable comprender para conquistados. Sin embargo, este
abordar los aspectos culturales que proceso de evangelización no fue
configuran a la nación colombiana, inmediato y aparecieron una serie

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Nuevo Reino de Granada, la tran- Villa de Leiva, ubicada en el Valle La relación entre doctrina y len-
sición que hubo y el cambio gra- de Saquenzipa, por estar situada gua, entre evangelización y caste-
dual de forma para relacionarse en un punto medio y estratégico llanización es directa, puesto que
con los nativos y evangelizarlos. entre dos lugares sagrados muys- otro de los propósitos de la Colo-
Aunque muchos religiosos tam- cas, se convierte para la instaura- nia era expandir la lengua castella-
bién usaron la violencia y hacían ción del sistema colonial en un na. El proceso de evangelización se
ver al indígena la doctrina cris- importante centro religioso y ad- hubiera hecho imposible sin el en-
tiana como una forma más de ministrativo que busca controlar tendimiento de los mensajes cris-
opresión y control, otros espíritus el culto de los habitantes de los tianos y de la doctrina. Un aspecto
pueblos de indios, por medio de fundamental que no se puede pa-
comprendieron muy pronto que
la edificación de monasterios que sar por alto es que la lengua de la
la labor de la evangelización sería
permiten expandir la evangeliza- cultura muysca era el chibcha, que
lenta.
ción de los nativos. desapareció como lengua natural
después de la implantación del cas-
Sin embargo, otra de las dificultades tellano. Así, vemos que España era
con las que se encuentran la Coro- un Imperio en formación en el que
na y la Iglesia es la construcción ocurre la expansión del castellano
de dichas edificaciones, las cuales a través de gramáticas y ortografías,
tardaron en erigirse por la falta de herramientas lingüísticas indispen-
recursos, mano de obra y materia sables para la conversión religiosa
prima acorde. Esto obligó a que en y lingüística de los pueblos aborí-
el Nuevo Reino de Granada se utili- genes, como sucede en el caso de
zara la mano de obra indígena y los la evangelización y castellanización
recursos que brindaba el entorno, de este pueblo.
resultando un proceso de mezcla
En 1580 la Corona española orde-
entre construcciones europeas e nó a todos los religiosos aprender
indígenas. Las iglesias parroquiales los idiomas de los indígenas. En
eran indispensables en la estructu- el Nuevo Reino se reconoció al
ración de las nuevas poblaciones, chibcha como la lengua general
puesto que era alrededor de ellas en que unificaba la diversidad de los
donde se hacían los asentamientos colonizados y ayudaba a crear una
de estos pueblos de indios. identidad sobre los indígenas colo-
niales, y se dictó una Real Cédula
El propósito de los agustinos de
por medio de la cual se establecía
dedicarse a la evangelización de los
la cátedra de dicha lengua en la
indios los convirtió en una de las
ciudad de Santa Fe.
tres órdenes consideradas oficial-
mente como las únicas misioneras En el Instituto Caro y Cuervo
en el Nuevo Mundo. Por este sello existe un Diccionario y Gramática
oficial, gozaron del privilegio de Chibcha (1987), manuscrito anó-
que sus gastos económicos fueran nimo de la Biblioteca Nacional de
sufragados por la Corona. Colombia. La transcripción y el

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estudio histórico-analítico fueron apoyo de la Corona. Debido a esto La imagen es definitoria en una
hechos por María Stella González la construcción de su edificación sociedad que durante los siglos
de Pérez en 1987, el cual abarca las se prolongó treinta años a partir XVI al XVII contó con población
indicaciones necesarias para el ma- de su fundación en 1580. analfabeta en un alto porcentaje.
nejo del idioma, tanto en la forma Los conceptos así expresados pa-
escrita en que el autor lo convierte, Además de los templos también se saron a la pintura y la arquitec-
como en la forma oral. Este meca- fundaron los conventos o monaste- tura quedando plasmados como
nismo fue el más efectivo para la rios que se construyeron siguiendo testimonio de unos hombres que
castellanización, puesto que al po- el espíritu asceta que impulsaba a priorizaron su relación con la di-
der entenderse con los nativos en los miembros de las órdenes a re- vinidad por sobre todas las cosas.
su lengua natural, podían enseñar- tirarse de las poblaciones princi- Se produjo una integración: los
les la doctrina y a la vez la gramática pales y asentarse en el desierto, y valores indígenas fueron modifi-
del castellano. El papel de los agus- que se encargan de adoctrinar a los cando los aportes europeos hasta
tinos en este respecto fue funda- habitantes de los alrededores de la convertirlos en algo muy diferen-
mental, puesto que fueron los que villa. Los Agustinos Recoletos fun- te de lo que originalmente eran.
más realizaron estudios y avances daron el convento del Desierto de La integración entre europeos e
con respecto a la lengua chibcha en la Candelaria en las cercanías de indígenas es escasa en los prime-
la época de la evangelización. Villa de Leiva en el año de 1604 ros tiempos, cuando el impacto
oficialmente como ermita de la guerrero y político impuso los
Como ya se ha anotado, el Valle recolección agustina y como cuna moldes humanistas, pero a me-
de Saquenzipa se convirtió en un de la gloriosa Recolección Agusti- dida que el tiempo transcurre los
lugar estratégico de evangelización niana en América, porque la obra nativos aculturados van cobrando
para el pueblo muysca, debido al se había iniciado desde 1597. Al mayor fuerza, hasta constituirse,
valor espiritual que tenían estos tiempo se terminó el cuadro de La junto con los otros americanos —
territorios para su religiosidad. Virgen de la Candelaria, encarga- mestizos y criollos— en un factor
Monasterios de las tres órdenes do en Tunja al pintor Francisco importante dentro de las artes.
evangelizadoras en el interior de la del Pozo y se puso en el altar mayor
villa y otros en los alrededores, evi- de la capilla. Durante los siglos XVI y XVII la
dencian el interés profundo de los obra de arte en América es domi-
religiosos católicos por este territo- Procedentes de talleres de Sevilla, nada por la estética occidental, y a
rio. Los agustinos en particular eri- llegan a la Nueva Granada Fran- finales del XVII comienza a apare-
gieron un convento en el interior cisco del Pozo y Angelino Medoro, cer la sensibilidad indígena expre-
de la villa, Claustro y templo de pintores andariegos, que estable- sada en las obras de arte presentes
San Agustín, y otro en los alrede- cen obradores en los virreinatos en las iglesias: las culturas indíge-
dores, el convento Desierto de la de la Nueva Granada y Perú. Estos nas se expresan más fácilmente
Candelaria. obradores tienen una gran impor- por las artes que por las letras. La
tancia didáctica en el aprendizaje inserción del elemento indígena,
En Villa de Leiva fue fundado en y formación del artista (pintores, que arrastra tras de sí sus mitos
1580 El Claustro y templo de San escultores, alarifes, decoradores y religiosos, determina la modifica-
Agustín el que, al igual que las orfebres), en estos talleres son in- ción, aunque en pequeña escala,
construcciones de las comunida- cluidos como aprendices los nati- de la temática cristiana y tiende
des religiosas en las nuevas tierras, vos debido a su gran inclinación a la creación de una iconografía
dependía de las donaciones y el hacia el arte. local.

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Teniendo en cuenta todas las es- La instalación del cristianismo en la vez proveyó a los creyentes de
trategias de evangelización usa- las comunidades indígenas a la al- prácticas simbólicas a través de las
das a finales del siglo XVI, ya tura del siglo XVII fue tal que las cuales pudieron expresar antiguas
en el XVII estaban cambiando élites indígenas tradiciones an-
muchas de las circunstancias pro- locales, excluidas dinas y america-
blemáticas en las cuales se había de las crónicas nas. El temprano
dado este proceso. El número de oficiales, se repre- mundo colonial
conventos y de religiosos había sentaron a sí mis- neogranadino
aumentado y su presencia en me- mas a través de estuvo habitado
dio de los poblados indígenas era símbolos y mo- por indígenas ca-
más frecuente. Los problemas de delos creados du- tólicos devotos
comunicación entre indígenas y rante la historia de las imágenes,
sacerdotes se solucionaban con del cristianismo miembros de las
la publicación de los textos bilin- al punto de que cofradías, subor-
gües y con el aumento de indíge- además de las co- dinados a un sis-
nas que para esta época conocían fradías, existían tema colonial que
el castellano. Sus templos, que en caciques que par- los excluía pero
el siglo XVI eran de paja y se des- ticipaban como que dependía de
truían con cada aguacero, ahora donantes para la su mano de obra
se estaban edificando en piedra y elaboración de para edificar las
madera. arte religioso en las nuevas igle- iglesias y las casas, para desempe-
sias. Este tipo de donaciones be- ñar los más humildes oficios: sas-
Algunos de estos indígenas hicie- neficiaba a la jerarquía indígena al tres, zapateros y aguateras.
ron parte de agrupaciones como punto que obtenían estatus polí-
las cofradías, creadas para conser- tico frente a los miembros de sus
var el ornato del culto, para reves- propias comunidades.
tir de imágenes y las paredes de las Conclusión
recién construidas iglesias, para Notemos que aun en medio de los En primer lugar, se evidencia que es
mantener la cera suficiente que procesos de dominación colonial, posible estudiar fenómenos cultura-
ilumina altares y retablos, como los cristianos indígenas se apropia- les como los sincretismos a partir de
resultado de la conversión al ca- ban de las devociones de los evan- la identificación histórica de la es-
tolicismo de los indígenas de las gelizadores, expresando relaciones piritualidad religiosa de un pueblo.
nuevas generaciones. El indígena sociales y jerarquías tradicionales Además, el proceso se vuelve inter-
fue obligado a cambiar su sistema por medio de la nueva red simbó- pretativo puesto que se trata de un
de solidaridad social desvertebra- lica ofrecida por el cristianismo, estudio histórico que busca enten-
do por la dominación colonial dando nuevos usos a viejos saberes. der el presente, analizando elemen-
y reemplazado por instituciones El proceso de conversión al cristia- tos y representaciones culturales
como la cofradía, adaptadas de tal nismo se desarrolló en medio de como los templos, el arte religioso y
forma que las transformaban y los la tensión entre la seducción y la la escritura (monumentos escritos)
nuevos cristianos de las cofradías violencia; fue más allá de las devo- provenientes del pasado.
acudían a mingas y juntas de ori- ciones y tocó la vida de cada sujeto.
gen indígena, censuradas por las Aunque se basó en la imposición Sumado a esto, proponemos que
autoridades como borracheras. de normas nuevas y estrictas, a llevar a cabo indagaciones acerca de

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los fenómenos culturales que nos al implantar el culto católico y las Bibliografía
conforman como nación, implica costumbres castellanas. Por ello, Acuña, Luis Alberto, Siete ensayos
el reconocimiento de las diversas el sincretismo religioso se eviden- sobre el arte colonial en la Nue-
manifestaciones de los pueblos, cia a través de la interpretación de va Granada, Academia de Histo-
sus pensamientos los registros do- ria, Editorial Kelly, Bogotá D.E.,
religiosos, sus ce- cumentales y de 1973.
remonias, su or- las manifestacio-
ganización social nes simbólicas Ariza, Fr. Alberto, La Villa de Nues-
y política, para y artísticas de tra Señora de Leyva, Academia
así lograr estable- finales de los si- Colombiana de Historia, Edito-
cer las relaciones glos XVI y XVII, rial Kelly, Bogotá D.E., 1972.
que constituyen permitiendo la Ayape de San Agustín, Fr. Euge-
nuestra identidad comprensión nio, Historia del Desierto de La
y generar proce- de la conforma- Candelaria, Escuela Tipográfica
sos investigativos ción cultural de Salesiana, Bogotá, 1935.
que permitan re- la naciente cul- Cone, Cynthia y Pelto, Pertti, Guía
conocer la pluri- tura mestiza en para el estudio de la antropo-
culturalidad y la la Nueva Grana- logía cultural, traducción de
tolerancia entre da. Basados en Carmen González de Chuaqui,
los pueblos. la investigación, Fondo de Cultura Económica,
afirmamos que dicho cambio cul- México, 1977.
Es así que el sincretismo religioso tural fue causado por la transfor-
aparece como un fenómeno cul- mación del espíritu religioso, que Colmenares, Germán, La provin-
tural que nos permite interpretar direccionó, con la Iglesia católica cia de Tunja en el Nuevo Reino
la vinculación de los pueblos, en a la cabeza, la organización polí- de Granada: ensayo de historia
este caso el mestizaje, ocurrido en- social (1539-1800), Banco de la
tica y ética de los miembros de la
tre muyscas y castellanos a través República, Universidad del Va-
sociedad colombiana.
de la religión, elemento determi- lle, Colciencias, Tercer Mundo
nante para la comprensión de la Finalmente, queremos decir que Editores, Bogotá, 1997.
identidad cultural de nuestra na- el desarrollo de proyectos de esta De Las Casas, Fray Bartolomé, His-
ción. índole con una aplicación peda- torias de la Indias, Fondo de
gógica, amplían la perspectiva so- Cultura Económica, México,
La investigación muestra la orga- bre el papel que debe desempeñar 1951.
nización religiosa de los pueblos la escuela en el reconocimiento
puestos en relación y la forma de la realidad nacional a través Dilthey, Wilhelm, Dos escritos so-
como fue llevada a cabo la evan- de propuestas pedagógicas que bre hermenéutica: el surgimien-
incluyan en el currículo temáti- to de la hermenéutica y los esbo-
gelización del pueblo muysca, por
zos para una crítica de la razón
ser un hecho que permitió el sur- cas relativas a la diversidad cul-
histórica, traducción de Gómez
gimiento de una nueva cultura y el tural a través de la comprensión
Ramos, Istmo, Madrid, 2000.
afianzamiento de un orden colo- de fenómenos como el mestizaje
nial en donde la Iglesia representa- y el sincretismo, evidenciados en Eliade, Mircea, “Observaciones
ba un importante papel al regular las manifestaciones culturales del metodológicas sobre el estudio
y ordenar a los pueblos nativos, y entorno cotidiano. del simbolismo religioso”, en

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revista g avia p alabra s d e m á s

Metodología de la historia de Gadamer, Hans Georg, Verdad y Rozo Gauta, José, Resistencias y si-
las religiones, The university of método: fundamentos de una lencios: cultura, historia, identi-
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castellano: Ediciones Paidós Ibé- gueme, Salamanca, 1977. Orientales de Colombia, Uni-
rica, S.A., Barcelona, 1ª edición, Huizinga, Johan, El concepto de la versidad de Antioquia, Mede-
1996. historia y otros ensayos, Fondo llín, agosto de 1996.
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N Ú M E R O 5 A B R I L / 2 0 0 9


E N S A Y O

Variaciones
en torno
al lector:
Las experiencias oníricas
y el lenguaje simbólico
en el aula
¿Capacidad de re-crear
la imaginación?
“El sueño,
Alimento el más dulce que se sir-
ve a la mesa de la vida”
Macbeth. Shakespeare

Álvaro Alexander Pulido Forero


Licenciado en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas. E-mail: satiba144@yahoo.com.mx

Jorge Eliécer Valbuena Montoya


Licenciado en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas.
E-mail: marinerodeshidratado@yahoo.es

L as afirmaciones hechas alrededor de la problemáti-


ca de la lectura actualmente no fijan su
mirada completamente en los modelos
pedagógicos propuestos con anteriori-
dad. La llamada “era de la información”
influye en diversos aspectos de la vida de
los individuos, entre éstos la educación.

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Así, se convierte en una necesidad gran variedad de signos que la so- incertidumbre en la que estamos
para los entes escolares elaborar ciedad establece convencionalmen- sometidos dentro de la enseñanza
nuevas estrategias que integren la te para su regulación. Ante esto, las de la literatura.
tecnología contemporánea. afirmaciones hechas alrededor del
acceso al texto suscitan una serie Pero, ¿cuál es el papel de la literatu-
La enseñanza en la actualidad pre- de interrogantes que no encuen- ra dentro de estos nuevos referen-
senta un desnivel generacional en tran una sola vía para su respuesta; tes? Se hace un agudo énfasis en la
el manejo de las nuevas tecnologías, el texto se presenta ahora de for- importancia de la lectura en nues-
pues el docente desconoce muchos ma virtual y se vuelve más amplia tra sociedad. Los planes de lectura,
de los elementos que utilizan los ni- su forma de uso en los espacios los escenarios de lectura comparti-
ños y jóvenes, haciéndose necesaria alternos creados por las redes de da y la promoción constante de la
la actualización de los profesores comunicación interactivas. Es por necesidad de leer literatura en lu-
para su labor. A partir de esta bús- esto que abordar las implicaciones gares no convencionales, abren un
queda se han delimitado los objeti- del acceso al texto en la actualidad amplio espectro de reflexión acer-
vos generales del área de la Lengua requiere de la valoración de dichos ca de las formas que adopta el tex-

P A L A B R A S D E M ÁS
Castellana en el sistema escolar. factores. to y las perspectivas de lectura que
se vienen adecuando a la sociedad,
Los objetivos son: la alfabetización Se observa en las instituciones edu- además de los fines que se tienen
básica, que busca que los estudian- cativas un continuo acercamiento establecidos para tal adecuación.
tes tengan la capacidad de leer y al texto por parte de los estudian- Sin duda, el acceso al texto se ha
escribir diferentes tipos de texto, tes como motivación para la comu- extendido y democratizado, pero
entre estos el literario; la alfabetiza- nicación y las relaciones afectivas e ¿para qué acceder al texto y sobre
ción digital, que promueve el uso interpersonales. Aunque la imagen todo al literario en un presente tan
es uno de los factores más determi-

g avia
y aplicación de las T.I.C (Tecnolo- vertiginoso?
gías Informativas Comunicativas) nantes de la sociedad contemporá-
en el aula; la alfabetización para el nea, el texto escrito ha tomado un Muchas son las líneas que se trazan
uso de las CMI (Competencias en sentido superior en las comunica- alrededor de los fines de la lectura:

revista
el Manejo de la Información) que ciones. Se facilita el acceso y la se piensa como posibilitadora
considera la posibilidad de una in- distribución de mensa- de un reconocimiento
teracción crítica con los distintos jes por medio de la de la lengua, como
medios de comunicación. Estas red Internet y moldeadora

g
competencias se evidencian en el los teléfonos de referentes
estudiante a partir del uso dado a celulares, lo claros de
la búsqueda, la selección, la evalua- cual ha ge- sintaxis y
ción y el uso de los textos y, por nerado un gramática,
último, la interacción entre currí- despliegue y como
culo–didácticas–evaluación, con la de nuevas un medio
finalidad de hacer más compacta y teorías y de afianza-
modelos den- miento de
homogénea la finalidad entre los
tro de la peda- hábitos para
componentes educativos.
gogía y la ense- la formación de
En este entorno, el texto se diversi- ñanza de la lengua, individuos cultos,
fica y se fragmenta. Es posible leer que cada día revelan la elocuentes y exitosos;

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E N S A Y O

asimismo lo que es leído con más El acceso a la literatura se ejerce go, se pretende generar un hábito
frecuencia se enmarca dentro de a partir del desarrollo de la ima- en el lector, reconociéndolo como
estas búsquedas y la literatura se ginación: empezar a recorrer un ente decodificador de los elemen-
aparta de una necesidad común libro implica realizar un viaje al tos puestos en el relato. Con esto,
en el ser humano. Si nos devol- interior de nuestros símbolos, no se le presta la atención necesa-
vemos en el tiempo, encontramos pues la literatura nos permite ria a la creación. El lector dentro
una literatura útil y viva en las so- hacer reales los escenarios más del vinculo libro-lector no es visto
ciedades, de la que pendían mu- inhóspitos y fantásticos. Por esta como responsable y partícipe de la
chos imaginarios decisivos para la razón se considera que la poesía es creación de imágenes por medio
composición de una cultura; en la la madre de todas los artes, ya que de la palabra.
actualidad la literatura oscila entre implica subversión de la realidad y
distintas posibilidades como una trasgresión del orden establecido. La imaginación es una herramien-
oportunidad de entretenimiento. La metáfora como medio de ilu- ta innata que está presente no sólo
minación y deslumbramiento es en el mundo literario. La ciencia y
Quizá esto se deba a la constante uno de los efectos que se revelan la tecnología se crean a partir de la
interferencia entre las letras y la al traducir el lenguaje simbólico posibilidad de imaginar y estar in-
imagen; el auge que han tenido que contienen las palabras elabo- mersos en la visualización de mun-
los medios audiovisuales hace que radas con la intención de expresar dos posibles. Todos la utilizamos
la literatura sea leída por personas un sentimiento. en la cotidianidad, imaginamos
dedicadas a este medio y unos po- nuestro futuro, buscamos solucio-
cos intelectuales que conocen el El individuo que escribe busca nes a nuestros problemas, nos co-
sentido de dicha posibilidad. La las palabras precisas con las que municamos y soñamos continua-
imagen ha invadido los espacios es posible expresar los estados mente. Estas actividades surgen de
públicos y privados de la sociedad de su imaginación y es el lector esta capacidad natural.
y de los individuos, permitiendo quien se sirve de la imaginación
un desarrollo audiovisual y cien- de su emisor para crear su propia Pero ¿somos conscientes de la ima-
tífico enorme, pero desvalorando lectura. Más allá de las interpre- ginación como una herramienta
paulatinamente la capacidad ima- taciones, el acceso a la literatura de nuestra vida? La tecnología ha
ginativa de las personas. El indivi- debe permitir la creación de for- desvirtuado en parte esta posibili-
duo se convierte en un televidente mas simbólicas que den cuenta de dad. Sus avances nos han permiti-
que observa una trama o un co- nuestra relación con el entorno y do evidenciar las posibilidades que
mercial sin la necesidad de evaluar que mantenga presente el sentido el mundo tiene en el desarrollo de
la imagen, reflexionar, recrear una de la imaginación como una posi- artefactos y mecanismos pero ha
escena en su interior por causa de bilidad de re-creación de nuestras tecnificado las actividades de los
la velocidad en que transcurren y realidades. individuos. Esto se pone de relieve
se fragmentan. La imagen, que en cuando acostumbramos utilizar es-
muchas circunstancias se constitu- La escuela incentiva la lectura, bus- tos medios desconociendo su meca-
ye a partir de un lenguaje simbóli- ca estrategias de acceso a ella deli- nismo de funcionamiento y el des-
co, pierde su origen fundamental mitando la literatura por edades pliegue científico que existe en los
en detrimento de una realidad al- (literatura infantil o juvenil). Estas distintos artefactos. Vivimos inmer-
terna que produce entretenimien- determinaciones son apropiadas sos en una realidad que brinda di-
to y afirma los valores ideológicos para el logro de una fluidez y un versas posibilidades de interacción
de la modernidad. gusto hacia la lectura, sin embar- pero somos ajenos a ella, sin llegar a

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determinar cuáles son los efectos en ninguna vinculación directa de ser contadas desconocemos enla-
las acciones que realizamos. éstos con el aprendizaje; son utili- ces entre los elementos del sueño y
zados por la psicología como esce- revelamos aquello que se hace más
A partir de la evaluación de estos nario de experimentación y desci- cercano a nuestra explicación: lu-
resultados, sale a la superficie el des- framiento de actitudes, todo ello gares, personajes, sonidos, colores,
equilibrio presente entre técnica y ajeno a la esencia de estos eventos. sensaciones. Se crean pues hechos
creación. Con la regulación de estos inesperados que son ajenos a las
factores y el total desenvolvimien- Tenemos la certeza de soñar, reco- experiencias de nuestra vigilia, que
to de la imaginación como medio nociendo el azar de cada experien- guardan relación con nuestros refe-
creativo en los individuos se puede cia; definimos como sueño plácido rentes.
reconocer la literatura como un es- aquel que nos permite gozar el esta-
cenario de formación de imágenes do onírico y creamos un antagonis- El sueño emplea un lenguaje sim-
en el que se pueden recrear nuevas ta al que llamamos pesadilla, por bólico, y somos creadores y lectores
experiencias de la realidad. Este ac- las sensaciones de miedo y horror de las imágenes que se tejen. Estas
ceso debe generarse desde la apro- producidas mientras dormimos. características hacen del sueño un
piación de la imaginación como Soñamos y estamos presentes en modelo análogo a la poesía: este gé-
medio de creación constante. una realidad, nada de lo que hay nero literario reconoce los símbolos
allí nos dice que estamos soñando, en las imágenes recreadas por medio
La cotidianidad revela estas posibi- nos entregamos al azar; al desper- de la palabra, tiene un carácter sub-
lidades presentes en el sueño como tar evocamos algunos instantes, versivo y trasgresor de la realidad. El
experiencia usual en nuestras vidas otros los olvidamos o simplemente sueño no es ajeno a nuestra vida, al
puesto que todos los individuos so- creemos no haber estado allí. contrario, es un escenario vital pre-
ñamos. Este tema, sente en nuestra
que no es utili- condición huma-
zado con regula- na. La búsqueda
ridad en el aula, debe ir dirigida
emplea diferentes de la misma for-
estados de crea- ma que aparece
ción que alteran este evento en
el orden estableci- nuestras vidas:
do en la realidad. como un modelo
Los elementos de integración: así
que se mezclan como el sueño re-
alrededor de la coge nuestros di-
experiencia oní- versos referentes
rica surgen de la y los acopla en un
experiencia indi- hecho coherente
vidual, revelando y simbólico, nues-
implícitamente intereses, miedos, Se habla poco de estas experiencias tras actividades deberían tenerlo en
deseos, carencias, recuerdos, mis- en la sociedad. Aunque son tan cuenta, utilizarlo en la vida cotidia-
terios, etc., involucrados en el comunes entre los individuos, no na como un producto de la imagi-
entorno social e individual de las son tomadas en cuenta debido a nación y del azar escrito por nuestra
personas. Sin embargo, no existe su carácter irracional e ilógico. Al existencia.

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Educación del manejo de un amplio reperto- Los escenarios en esta “era de la


y mundos posibles rio de visiones que continuamente información” se determinan por
se legitiman y se contradicen, sin la relación que ejerce el individuo
La realidad del vacío embargo, en lo que sí se puede ha- con los medios de comunicación
cer énfasis con claridad es en los virtuales y las técnicas audiovisua-
Los modelos pedagógicos han sido cambios que se presentan en el in- les elaboradas a partir del tejido
permeados en la actualidad por las dividuo que empieza este milenio global que reúne todas las latitudes
implicaciones de la modernidad y desde allí evidenciar las necesida- en un mismo plano de represen-
frente al desarrollo del individuo, des que formula la enseñanza en el tación. Estas formas de configu-
generando nuevas necesidades de siglo XXI. ración social determinan el desa-
adaptación cultural y un esquema rrollo cultural de las sociedades y
comunicativo direccionado desde La realidad es un tema de reflexión la elaboración psicológica de los
y hacia las tecnologías. Se puede constante en el campo académico individuos. Desde allí se identifica
identificar como una etapa de y por consiguiente pedagógico. La un modelo de reciprocidad realida-
transición, en la que el individuo posibilidad de acceso a diversos des-sociedad-individuo ligado a los
que empieza a desarrollar sus fa- modos de referencialidad plantea- fines establecidos por el mundo
cetas psicosociales dentro de estos dos por los nuevos mecanismos moderno. En estos linderos emer-
nuevos lenguajes, es formado por de información que influyen en la gentes se precisa el carácter diverso
un docente que desconoce en su organización sociocultural y en el de las sociedades pero se recono-
totalidad estos factores sociales carácter interno de los individuos, cen culturas dominantes que pene-
usados por el estudiante fuera del condicionan las habilidades adqui- tran los modelos de interacción de
aula para adaptarse al mundo. ridas y formulan nuevos escenarios otras formas de
vida, llegando a
Se plantean en-
homogeneizar las
tonces diversos
representaciones
términos que
y crear referentes
pretenden eng-
híbridos entre las
lobar y explicar
culturas en con-
las circunstan-
tacto.
cias por las que
atraviesan las La educación eva-
sociedades con- lúa la necesidad
temporáneas y de inserción de
su manejo peda- estos elementos
gógico: globaliza- en los programas
ción, enseñanza formulados por
virtual, homo- las instituciones
genización, azar, escolares, convir-
diversidad cultural, etc., los cuales de adaptación desarrollados con tiéndose en un deber para estos en-
aún ocupan el espacio de la incer- lenguajes alternos; tales como los tes la implantación de tecnologías
tidumbre y el debate. Configurar o manejados en las nuevas tecnolo- y el uso de esquemas comunicati-
definir una época como la presente gías y en las características sociales vos que elaboran nuevas formas de
desde el plano educativo requiere sujetas a la modernidad. integración de las culturas. Estos

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factores modifican los fines de la de nuestra habilidad para manejar que estamos haciendo y la relación
enseñanza y le dan paso a la especi- la realidad y olvidamos ese reflejo que se teje entre los elementos co-
ficidad de aprendizajes, en los que que se nos aparece absurdo e ilógi- bra sentido y se convierte en otro
se profundiza y enfatiza su ense- co, entorpeciendo nuestros pensa- espacio en el que experimentamos
ñanza, llevando a la fragmentación mientos. Dormimos y empezamos otros sucesos como en la vida dia-
de saberes y la estructuración de a vivir otra forma de existencia: ria. En los sueños no hay lugar
modelos instructivos empleados tejemos historias que tienen poca para el “como si”; vivimos dentro
por una finalidad particular. relación con el orden de lo que lla- de él y solo somos conscientes de
mamos realidad y se encadenan en haber estado allí cuando desperta-
Los modelos se adecúan a las cir- un orden ilógico aislado del tiem- mos. No existe ser que no se haya
cunstancias llegando, como con- po y del espacio. Somos nosotros visto inmerso dentro de estos hilos
secuencia, a un apartamiento pau- los autores del sueño; éste toma misteriosos.
latino de las bases de la cultura y los matices de nuestros deseos y
al desconocimiento de los valores experiencias, nos revela nuestro in- El sueño nos genera incertidum-
humanos que recaen en la educa- terior pero se torna independiente bres y nos plantea coordenadas de
ción. La enseñanza se legitima por al complementar con el azar los ubicación que multiplican las in-
la adquisición de habilidades para elementos que surgen de nuestras terpretaciones; nos transmite men-
el versátil desenvolvimiento en la revelaciones. sajes ocultos de nosotros mismos
sociedad; se crea una educación hacia nosotros mismos y cuando
que reproduce la mentalidad del Logramos ser héroes y villanos; ser ignoramos su lenguaje preferimos
instante y la escritura periodística felices pero también podemos su- olvidar por temor a la certidum-
al servicio del proyecto moderno frir grandes tristezas y temores se- bre:
que evade la identidad de las cultu-
Pueblos diferentes crean mitos
ras generada por sus antecedentes distintos, lo mismo que diferentes
históricos, reconociendo lo pasa- personas sueñan distintos sueños.
jero y lo inconstante como rasgos Pero a pesar de las diferencias, to-
primordiales del presente. dos los mitos y todos los sueños
tienen algo en común, y es que to-
dos ellos son “escritos” en el mis-
Lenguaje mo idioma, el lenguaje simbólico
(Fromm, 1960, 60).
Simbólico
Los recorridos del asombro Este lenguaje parte de la posibi-
lidad de asombro y se ejecuta to-
Diariamente tenemos experiencias mando como referentes elementos
oníricas que nos acercan al misterio individuales y colectivos que se
de la realidad y de nuestra obser- combinan con el fin de mostrar
vación. Al ámbito que recorremos un sentimiento o una idea desde
diariamente le llamamos realidad y el rostro simbólico más profundo
nos convencemos al reconocer en gún lo contemplen las situaciones y más completo de las lenguas co-
todo ello un “realismo” absoluto inesperadas de ese otro mundo. múnmente reconocidas; este es el
que nos permite hablar del mundo Sin embargo, podemos vivir el sue- único lenguaje universal recono-
como de una verdad que nos per- ño como una escena real, dentro cido en todas las etapas de la his-
tenece; creemos estar conscientes de él somos conscientes de todo lo toria. Tiene un orden propio, una

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sintaxis y una gramática secreta calle antes transitada con un esta- símbolo universal se sirven los mi-
que se hace necesario dilucidar si do de ánimo particular, al crearse tos, lo cual se puede evidenciar en
se quiere comprender el sentido de la imagen de esta calle se puede la constante referencia a elementos
los mitos, los cuentos de hadas y los representar ese estado antes expe- simbólicos similares dentro de las
sueños. Las escenas a las que nos rimentado en dicho espacio. Por distintas cosmogonías.
enfrentamos y vivimos a diario en tal razón, es considerado símbolo
los sueños son el símbolo de algo accidental ya que hace parte del
que sentimos y queremos expresar, Bibliografía
y este descubrimiento nos pone en Beguin, Albert, El alma romántica
contacto con las capas más profun- y el sueño. Ensayo sobre el ro-
das de nuestra personalidad y con manticismo alemán y la poesía
las fuentes más significativas de la Francesa, Fondo de cultura
sabiduría colectiva: el mito. económica, México, 1954.
Erich Fromm ha distinguido Fromm, Erich, El lenguaje olvi-
tres clases de símbolos: el con- dado. Introducción a la com-
vencional, el accidental y el prensión de los sueños, mitos
universal. El símbolo conven- y cuentos de hadas, Traduc-
cional se fundamenta en el re- ción de Mario Cales, Librería
conocimiento de los signos que Hachette S.A., Buenos Aires,
utilizamos para representar algo y 1960.
que se han constituido a lo largo
Bachelard, Gastón. La poética de la
de la historia, convencionalmente,
ensoñación, Fondo de Cultura
hasta llegar a designar el elemen-
Económica, Bogotá, 1993.
to imaginado con el significante
convenido: “Las palabras no son azar creado en torno a las experien- Caillois, Roger, Acercamientos a lo
los únicos modelos de símbolos cias del individuo. por otra parte, imaginario, Fondo de Cultura
convencionales, aunque sean los el símbolo universal es aquel que Económica, México, 1989.
más frecuentes y los más conoci- da una relación intrínseca entre el Colomer, Teresa, Andar entre li-
dos. Las figuras también puedes símbolo y lo que representa. Por lo bros. La lectura literaria en
ser símbolos convencionales.” general se encuentran arraigados la escuela, Fondo de Cultura
(Fromm, 1960, 60). a la vida de todos los seres huma- Económica, México, 2005.
nos.
En el símbolo accidental no hay González Martínez, Henry y Duar-
relación interna entre el símbolo Tales símbolos son cercanos a la na- te Agudelo, Patricia, La di-
y lo que simboliza. Estos símbolos turaleza, la relación que se teje entre dáctica del mini cuento y su
pocas veces pueden ser comparti- la humanidad y ésta, dependiendo desarrollo en ambientes hiper-
dos con alguien, salvo una previa de los cambios climáticos, la zona mediales, Serie Didáctica de
explicación de referentes privados, geográfica, etc. Un ejemplo de di- la mini ficción, Volumen 1,
pues adquiere sentido sólo a partir chos símbolos puede ser el agua o Grupo HIMINI, Hipermedia
de las experiencias individuales, se el fuego; este último poseedor de educativa, Universidad Peda-
adapta a sensaciones personales. un elemento de sorpresa y el agua gógica Nacional, Colciencias
Puede producirse al soñar con una un elemento de anticipación. Del Colombia, Bogotá, 2006.

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revista g avia p alabra s d e m á s

Criterios
para hablar
de la ciudad
como objeto de una
tendencia literaria
en Colombia a partir
de los años 70
Armando Alfredo Chaparro Arboleda
Estudiante de la Maestría en Estudios Literarios de la Universidad
Nacional de Colombia. E-mail: alfredoarboleda1@hotmail.com

Resumen

D espués de lo que significó el boom en América La-


tina, temas como lo mágico, lo real y lo
fantástico dieron paso al auge de una li-
teratura urbana. Para el caso colombiano,
esta literatura tiene su auge a principios de
los años setenta con escritores como Luis
Fayad, Oscar Collazos y R. H. Moreno Du-
rán; escritores que abordan la ciudad des-
de diferentes perspectivas y tópicos, convir-
tiéndose así en el centro de las narraciones
actuales donde incluso escritores como
Mario Mendoza y Efraín Medina convocan

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E N S A Y O

en la ciudad las diferentes historias predilecto para abordar los pro- cubre al escritor que busca recrear
por ellos contadas. Es así como la blemas del hombre moderno. La las problemáticas sociales, políticas
ciudad es el lugar predilecto para crítica establece que la mayoría de o culturales; a un escritor que re-
abordar los problemas del hombre la literatura colombiana, anterior a acciona contra los planteamientos
moderno. los años setenta, muestra una ten- del boom, en el que se narraba a la
dencia hacia temas regionalistas, ciudad como una “arcadia”, un lu-
Después de lo que significó el religiosos y costumbristas; las his- gar adecuado para el conocimien-
boom y de toda una manifestación torias logran trasmitirse a través de to y el desarrollo. Se debe tener
literaria en América Latina que la oralidad que da cuenta de una en cuenta que para los críticos es
contribuyó a la difusión de escri- visión mítica del universo y donde importante hablar de este fenó-
tores y de temas importantes —el el habla popular funciona como meno como una tendencia en la
mito, la oralidad, lo fantástico, lo una expresión de anécdotas y tradi- que ahora la ciudad encierra más
mágico, lo real, lo maravilloso—, se ciones. Un ejemplo claro es la pu- conceptos. Aparte de ser el lugar
creó una tendencia literaria en Co- blicación de Cien años de soledad adecuado para el conocimiento y
lombia preocupada más por narrar de García Márquez (1967), novela el desarrollo, también es un lugar
lo urbano o temas relacionados en la que el reino de la oralidad es para la derrota, la desesperación, la
con la ciudad. Después de la déca- un universo épico y mítico que se imaginación. Para la crítica es im-
da de los 70, para los narradores superpone a la escritura. Esta obra portante hablar de dicha tenden-
colombianos la ciudad se convier- es ubicada no sólo dentro de la his- cia porque marca una constante en
te en objeto de inspiración, lugar toria literaria colombiana sino lati- la literatura colombiana de las tres
noamericana en el llamado grupo últimas décadas. Se han estudiado
del boom. Así, lo que se denominó obras y autores y se ha encontrado
realismo mágico, maravilloso, fan- que la ciudad es el origen o el cen-
tástico, en cierta medida es el apro- tro de la mayoría de las narracio-
vechamiento de lo rural y lo popu- nes: “El tema de la ciudad como
lar como espacio de búsqueda para tendencia trata de renovarse y de
un reencuentro con las raíces de estar entrelazada en las variadas te-
nuestra identidad. máticas de las actuales narraciones”
(Pineda Botero, 1990, 28). Esta ha
Los críticos, en sus estudios, tra-
sido considerada como una de las
tan de mostrar la manera en que
características esenciales para ha-
el tema de la ciudad se convierte
blar de una literatura contemporá-
en una tendencia literaria. Se pre-
nea en Colombia. Incluso, algunos
senta el fenómeno como una ne-
críticos la consideran como una
cesidad de la crítica. Esta tan solo
parte en la evolución histórica de
estudia los fenómenos que se dan,
la narrativa colombiana.
los explica, los analiza, pero no los
desea. En estos estudios se esta- Dentro del proceso histórico de la
blecen relaciones entre diferentes literatura colombiana, a la narrati-
tendencias como de “una literatu- va de las décadas de 1950 a 1970 se
ra mítica y una de la modernidad le conoce como “novela de la vio-
o del mito a la postmodernidad” lencia” o “novela de realismo testi-
(Pineda Botero, 1990, 26). Se des- monial”. A escritores como Arturo

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Alape, Alba Lucía Ángel, Enrique tes históricos, sociales, políticos y


Posada y Álvarez Gardeazabal se les culturales de su país. Desde esta
consideró los más representativos posición, el autor usa la ciudad
de esta tendencia narrativa, que ex- como un producto de su imagina-
ploró problemas como la guerra bi- ción, el lugar perfecto desde
partidista entre liberales y conser- donde se puede mirar y ser
vadores y el conflicto armado del mirado, un escenario don-
país. Temas como el guerrillero, de se puede ser espectador y actor
el bandolero, el terrateniente o el de algo propio. Cada escritor ha te-
campesino fueron recurrentes en nido su manera diferente de
las novelas de esta época. Este fe- contar la ciudad, contarla
nómeno literario, llamado novela como en un inmenso calei-
de la violencia se debilitó al princi- doscopio que al moverse sufre los
pio de los años 70, cerrándose con cambios inevitables que ella pro-
publicaciones como Cóndores no yecta desde múltiples imaginarios.
entierran todos los días, en 1972,
de Álvarez Gardeazabal y con Es- Esta tendencia de la ciudad como
objeto literario está relacionada
taba la pájara pinta sentada en el
con un “auge” que tiene su origen
verde limón, en 1974, de Alba Lu-
en la década del 70. Se debe tener
cía Ángel.
en cuenta que no existe una obra o
Lo que significó el boom, y en es- autor fundacional que se encargue
pecial la obra de Gabriel García de hacer una reacción a la narra-
Márquez, constituye actualmente, tiva anterior en Colombia, sino
según la crítica, uno de los elemen- que es un movimeinto que se da
tos significativos en el cambio de en un grupo de escritores en esta
tendencia literaria en nuestro país, época. Éstos, de manera conjunta,
pues los escritores de la décadas del narran la ciudad desde variadas
70, el 80 y principios de los 90 no perspectivas e imaginarios y logran
solamente trataron de aislarse de su de esta manera hacer contraposi-
influencia, sino que consideraron ción a las temáticas del boom o a
que el lector actual requería de te- la influencia de García Márquez
mas modernos que ofrecieran una en la narrativa colombiana: “Cada
visión más amplia de la sociedad. escritor de manera aislada tiene su
propia manera de narrar la ciudad
El lugar que los escritores colom- y esto hace que la crítica hable de
bianos pensaron adecuado para tal una tendencia narrativa antes de
fin fue el espacio de la ciudad: en los años setenta y otra posterior
este se podía ir a la búsqueda de a estos años” (Jaramillo Zuluaga,
un mundo académico, social, inte- 1988, 15).
lectual y en alguna medida cosmo-
polita. La ciudad permite observar Para tratar el fenómeno literario
con mejor claridad los anteceden- de la ciudad, los críticos han estu-

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diado diversos autores de los años mundana de la colonia. Estos ca-


setenta al noventa y han analizado sos, en los que de alguna manera
su narrativa en relación con dife- se usa a la ciudad como objeto de
rentes aspectos sociales, ya sean narración, cumplen una función
problemas históricos, culturales, importante en la construcción de
políticos o económicos. En ese aná- la narrativa colombiana, pero son
lisis se reconocen diversas maneras considerados por los críticos como
de ver la ciudad o de imaginarla. momentos aislados o particulares
En lo que constituye una tenden- que no forman una tendencia den-
cia, en las tres últimas décadas se tro de la historia literaria colom-
han definido algunos autores que biana.
Helena Araujo clasifica de esta La ciudad como objeto literario ha
manera: sido analizada y vista por la crítica
Digamos que en Colombia, a par- en múltiples lecturas, como tam-
tir de esos años, Mejía Vallejo, bién los hechos que la han influen-
Ruiz Gómez, Fernando Vallejo, ciado en su origen como temática.
novelan a Medellín, Álvarez Gar- Los críticos han establecido que
deazabal a Cali, Carlos Perozzo a
el auge y la decadencia de las ver-
Cúcuta, Marvel Moreno a Barran-
tientes políticas de la izquierda
quilla, Fanny Buitrago a San An-
drés, R. H. Moreno Duran, Oscar que se gestaron en los años 70, el
Collazos, Plinio A. Mendoza, Luis desencanto por lo que significó el
Fayad, Antonio Caballero a Bogo- Frente Nacional, la concentración
tá (Araujo, 1994, 29-30). del poder en los dos partidos tradi-
cionales, la emergencia del narco-
La crítica tiene en cuenta que tráfico y la droga, los procesos de
antes de los años setenta existían urbanización y modernización, el
obras que tenían un origen narrati- enajenamiento industrial y la mul-
vo en la ciudad o que desde esta se titud de fenómenos sociales como
planteaban algunas ambiciones in- la contracultura se encuentran en
telectuales, como es el caso de José el origen de esta tendencia. La
Asunción Silva, particularmente escritora y crítica literaria Helena
en su obra De sobremesa (1925). Araújo agrega que:
De la misma forma, en la obra de
Sin embargo, en la lectura de textos
Osorio Lizarazo la ciudad es un
publicados a partir de la década del
campo truculento o un campo de setenta, no se puede ignorar una
batalla en El camino en la sombra. temática que refleja la crisis de la iz-
Aquí, el ideal de progreso se pone quierda después de las derrotas del
en crisis. Incluso los críticos van foquismo y la emergencia del narco-
tráfico y la droga… agregando, claro
más atrás y se habla de El carnero
está, el travestismo, el homosexua-
de Juan Rodríguez Freyle y de la lismo, la marihuana, el recurso a
importancia de ésta en develar la una bohemia cargada de diatribas
vida santafereña y retratar la vida contra el sistema y monólogos de

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una megalomanía furiosa e icono- poránea. También se ha podido


clasta (Araujo, 1994, 29-31). establecer que, a través del cons-
tante uso de la ciudad como una
La crítica ha observado que hay
tendencia, se pueden estudiar sus
una constante alusión a temas so-
cambios históricos, sociales y cul-
ciales como la desigualdad, la falta
turales, es decir, se puede ver a la
de oportunidades, la corrupción,
ciudad o al país en el momento en
el monopolio económico y un
que vive el autor.
mundo de patriarcado. Varias de
estas alusiones se deben a que la Los críticos han propuesto estu-
crítica considera que “tuvo” mu- dios de género, como en el caso
cha importancia la militancia de de Marvel Moreno, Fanny Buitra-
algunos escritores en los grupos de go y Alba Lucia Ángel, a quienes
izquierda, relaciones políticas que se les atribuye una literatura femi-
tuvieron a la ciudad como centro nista, intimista y hasta cierto pun-
de gestión del llamado intelectual. to fetichista. Los adjetivos utiliza-
Tal es el caso de Luis Fayad y Óscar dos en otros casos por los críticos
Collazos, quienes novelan una ciu- intentan mostrar una ciudad que
dad en desigualdad social y falta de funciona en la novela a través del
oportunidades en la que se presen- patriarcado o del machismo. La
ta, como dice Jacques Gilard al re- ciudad se estudia desde propuestas
ferirse a Fayad: “la disgregación del del lenguaje o situaciones lingüís-
orden social acaecido sordamente ticas en las que los personajes, o
durante el período del Frente Na- un narrador de la periferia, entran
cional”. en contacto con la ciudad, como
en el caso de Fernando Vallejo (La
La crítica ha estudiado el fenóme-
virgen de los sicarios), Luis Fayad
no de la ciudad como una tenden-
(Los parientes de Ester) o desde
cia literaria que, desde la década
escritores que proponen un juego
del 70 pasando por la del 90, ha
del lenguaje como R. H. Moreno
venido consolidándose, tanto así
Durán en Metropolitanas, o a par-
que es algo poco dado el que una
tir de autores con una tendencia
novela actual no esté desarrolla-
histórica, como Germán Espino-
da sobre una tendencia hacia lo
sa y Andrés Hoyos, que utilizan
urbano. Los críticos incluso han
a la ciudad como un espacio de
atribuido nombres de fenómenos
reflexión histórica y de confronta-
sociales a esta narrativa donde
ciones filosóficas.
la ciudad funciona como objeto
literario. “Novela roja” y “novela Se debe aclarar que aunque se ma-
de sicariato” han sido algunos de nifiesta una tendencia que reaccio-
los términos que se han utilizado na contra algunas propuestas del
para referirse a las novelas que boom arraigadas en las costumbres
tratan temas de la ciudad contem- y en la provincia, también se pre-

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sentan para estas décadas (después Fanny Buitrago, Óscar Collazos, el periodo que abarca a tres dé-
de los 70) obras que no tienen a Rodrigo Parra Sandoval, Helena cadas 1970-1990 son: Luis Fayad,
la ciudad como objeto literario. Araújo y R. H. Moreno Durán. Óscar Collazos, Marvel Moreno,
Estas obras han sido concebidas Andrés Caicedo, R. H. Moreno
en un grado de anacronismo con Pineda Botero, en su ensayo No- Durán, Fernando Vallejo y Fanny
respecto a las obras contemporá- vela ¿Urbana? En Colombia: Viaje Buitrago. Estos escritores son para
neas, bien porque no poseen una de la periferia al centro , hace una los críticos los más estudiados a la
visión “moderna” de la sociedad o mención de autores y obras que hora de hablar de la ciudad y repre-
bien porque no pertenecen a una narran la ciudad como objeto li- sentan una tendencia literaria. Los
literatura actual. Otra parte de la terario y los agrupa por ciudades: críticos en su mayoría realizaron
crítica ha explicado estas otras ten- en Cali, Andrés Caicedo y Alber- un estudio diacrónico de la litera-
dencias, en las que la ciudad no to Esquivel; en Medellín, Manuel tura colombiana y en este estudio
es objeto literario, como una bús- Mejía Vallejo y Fernando Vallejo; lograron establecer que hubo un
queda de reafirmar la identidad en Bogotá: Luis Fayad, Óscar Co- cambio en la forma de narrar antes
colombiana, bien sea a través de la llazos, R. H. Moreno Durán, Alo- y después de los años setenta y en
historia, del mito, las leyendas o el nso Aristizabal y José Luis Díaz dicho cambio se encontró que la
habla popular, como es el caso de Granados; en la Costa Atlántica: ciudad se convirtió en el objeto de
los escritores Jairo Aníbal Niño o Roberto Burgos Cantor, Héctor una tendencia narrativa.
Próspero Morales Pradilla, entre Rojas Herazo, Marvel Moreno y
otros. Ramón Illán Bacca.

Fernando Ayala Poveda, en el Ma- Otro aspecto a tener en cuenta es Bibliografía


nual de Literatura Colombiana que aunque los críticos hablan de
(1984, 353), agrupa una serie de la ciudad como objeto de una ten- Ayala Poveda, Fernando, Manual de
escritores bajo una tendencia lla- dencia narrativa en las tres últimas Literatura Colombiana, Educar
mada “realismo neocrítico”, es de- décadas, en ningún momento han Editores, Bogotá, 1984.
establecido un Giraldo, Luz Mary, La novela co-
canon de obras lombiana ante la crítica de
y de autores. 1975-1990, Universidad del
En este estudio Valle, 1994.
que he reali-
zado sobre los Jaramillo Zuluaga, Eduardo, “Dos
criterios que décadas de la novela colombia-
la crítica ha na, los años 70 y 80”, en: Alta
utilizado para tradición de la novela colom-
hablar acerca biana de los ochenta, Boletín
de la tenden- Cultural y bibliográfico, Bogo-
cir, liberación de temas y de formas
cia de la ciudad como fenómeno tá, 1988.
para mirar otras realidades . Según
Ayala Poveda, entre los escritores literario he observado que esta Pineda Botero, Álvaro, Del mito
que narran la ciudad se encuen- ha tomado variadas formas en su a la posmodernidad, la novela
tran Andrés Caicedo, Carlos Perro- presentación, como también que colombiana de finales del siglo
zo, Fernando Cruz Kronfly, Luis los escritores más representativos XX, Tercer mundo, Bogotá,
Fayad, Plinio Apuleyo Mendoza, de este fenómeno literario para 1990.

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El sendero
del sol
Anderson Domínguez
Licenciado en Humanidades y Lengua Castellana
de la Universidad Distrital Francisco José de

Caldas. E-mail: andefy@hotmail.com

E n el presente artículo se muestran los resul-


tados de la investigación realiza-
da acerca de los caminos ancestrales
y sagrados de Usaquén, llevada a cabo
para la Alcaldía Local de Usaquén en el
desarrollo de rutas ecoturísticas y etno-
turísticas en la localidad. Se realizó una
indagación histórico-cultural acerca del
pueblo ancestral muysca, enfatizando en
la organización social, los usos, costum-
bres y ceremonias más significativas del
territorio de Usaquén, lo cual aparece
como una herramienta pedagógica que
nos permite resignificar el territorio y rea-
lizar aportes en la construcción de nuestra
identidad cultural a través del reconoci-
miento del legado indígena y la necesidad
de recuperar y preservar nuestros recursos
naturales, como lo son los cerros orienta-
les de Bogotá, los páramos y las lagunas.

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Estas sunas (caminos) sagradas por antiguas sunas (la más impor- Cundinamarca, fue paulatinamen-
eran importantes centros cere- tante de las cuales es el camino a te dominado por el Zipa a través
moniales, comerciales y bélicos, a Oriente), que eran utilizadas en las de alianzas que vinculaban por
través de los cuales se comunicaba festividades religiosas y en las con- parentesco a los cacicazgos, como
el pueblo muysca y fueron la base frontaciones bélicas entre el Zipa y sucedía entre este y el de Chía,
para la construcción de la actual el Zaque. donde ejercía el cacicazgo quien se-
ciudad. ría después Zipa, al suceder a su tío
Usaquén se encontraba ubicado materno; o por la fuerza, como la
El territorio muysca comprendió entre lo que ahora es la avenida dominación militar, que según el
los actuales departamentos de 19 (al oriente) y la avenida Suba cronista Piedrahita se llevó a cabo
Cundinamarca, Boyacá y parte de (al occidente), y de la calle 100 a a finales del siglo XV por el Zipa
Santander. Este pueblo nativo ocu- la 116 (al norte). La ubicación de Saguamanchica sobre Fusagasugá.
pó las tierras altas de la parte más estos asentamientos en los límites La unificación del territorio con-
ancha de la Cordillera Oriental y de los territorios controlados por tinuó con Nemequeme, sucesor
su territorio comenzaba alrededor el Zipa cerca de los que se hallaban de Saguamanchica, dirigiendo sus
de los 1.500 metros sobre el nivel bajo los dominios del cacique de frentes al control del ya sujeto pero
del mar, hasta los 3.400 m; se es- Guatavita puede corresponder a esquivo cacique de Guatavita y al
tableció en una zona con una rica un factor estratégico y bélico. gobierno del Zaque, con asiento
diversidad de microclimas y zonas en Hunza (Tunja), muriendo en el
ecológicas, en las que se disponía La confederación de Bogotá tenía
intento:
de gran variedad de recursos natu- como cabeza al Zipa y bajo su con-
rales que permitía el cultivo de va- trol se encontraban como aliados Las crónicas señalan que desde
un gran número de cacicazgos del tiempo atrás de la llegada de los
riados productos agrícolas como el
españoles, el Zipa había realizado
maíz, la papa, el fríjol, la ahuyama, sur de la sabana, incluyendo el de
varias incursiones controlando
la quinua, el hayo, el tabaco y el Teusacá y seguramente Usaquén. a los cacicazgos de Guatavita y
algodón, este último fundamental Algunos cacicazgos dentro de la Ubaque, manteniendo relaciones
en su estructura económica: con confederación de Bogotá tenían bastante tensas. Fue el Zipa Ne-
el algodón tejían mantas que eran un prestigio especial y sus autorida- mequene, que reinó poco antes de
la llegada de los españoles, quien
intercambiadas por otros produc- des conformaban un selecto grupo
dio el último golpe al Guatavita,
tos y se entregaban como ofrendas de confianza del Zipa, quienes lo acabando con él y su familia y
a los caciques y jeques. aconsejaban y apoyaban militar- poniendo como cacique a uno de
mente: eran los uzaques. El cacique sus hermanos. A este lo seguiría el
El territorio muysca se encontraba de Teusacá en 1593, Antonio Mu- Zipa Tisquesusa, quién presenció
dividido en pueblos y clanes, en- saquara, aún llevaba la membresía la llegada de los españoles, lo que
tre los cuales sobresalen política puso fin a su expansión y acabó su
de uzaque. vida (Zambrano, 2000, 43).
y militarmente los dominios del
Zipa y del Zaque, grandes caciques La unificación de dicho territorio, Veamos:
que sujetaron a varios pueblos a que comprendía no sólo la sabana
su control político. Usaquén hacía de Bogotá sino parte del páramo Los conquistadores castellanos
llegaron al pueblo de la sierra del
parte de los dominios del Zipa, y de Sumapaz, las tierras de influen-
Espíritu Santo, hoy Chocontá, a
era un importante lugar de paso cia de los ríos Guavio y Negro y donde se dirigieron en busca de
para las ceremonias realizadas en buena parte del sistema monta- esmeraldas, siguiendo el camino
Guatavita. Usaquén es atravesado ñoso del actual departamento de blanco y verde de la sal y de las

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esmeraldas. Se fueron por el cami- año los chocontaés presenciaban el bían y bailaban al son de flautas,
no de Usaquén hacia el norte de paso de peregrinos procedentes de pitos, capadores (flautas del Dios
Guasca, que en su lengua llaman los puntos más septentrionales del Pan), maracas, tambores y otros
Guasuca, que quiere decir punta imperio chibcha que marchaban a
de sierra alta […] pasaron el valle observar a El Dorado mientras éste
instrumentos de percusión. En las
adelante […] por infinitos indios adoraba, en pomposa ceremonia, a competencias deportivas el gana-
que estaban allí poblados, hasta
llegar a la gran población del gran
señor y cacique Guatavita […] en
su lengua llaman Guatafita, que
quiere decir cosa puesta en alto
[...] desde donde pasaron dos o
tres leguas y llegaron al pueblo de
Choconta, que quiere decir en su
lengua labranza de páramo (Fals
Borda, 1978, 23).

Por las sunas o caminos sagrados


de Usaquén se hacían hermosas pe-
regrinaciones, y se realizaban gran-
des carnavales que atravesaban los
cerros orientales hacia las tierras
altas de Guatavita, en donde cele-
braban el ritual de El Dorado:
Esta suna aparte de ser un lugar
militar estratégico para el Zipa,
debido que allí tenía una de sus
más importantes fortalezas, era
un centro procesional importante.
Una tregua de quince años permi-
tió que la suna perdiera algo de
su brillo militar y que recobrara
otras funciones que habían sido
desplazadas a favor de las bélicas.
El camino no conducía a los chib-
chas solamente a las batallas, sino
que también canalizaba a las masa
indígenas hacía el lago sagrado
y la ciudad de Guatavita, donde
los tradicionales enemigos olvi-
daban sus querellas y compartían
ritos deslumbrantes. Guatavita,
como Suamox hacia el norte, era la deidad acúatica de un cacica in- dor era premiado de tal manera
un crisol del imperio donde todos fiel (Fals Borda, 1978, 24). que:
los chibchas se unían en un solo
cuerpo religioso. Así la suna del va- Atletas locales corrían por la suna Se le daba el cacique seis mantas
lle de Saucío era como un camino en pos de premios como mantas y le concedía que cubriéndose con
obligatorio. Una o dos veces por la una, pudiera llegar la una punta
de algodón, mientras las gentes be-

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de ella al suelo por detrás […] cosa “menos guerreros que contratan- Era costumbre entre estos natura-
que nadie le pudiera hacer sin pri- tes, pues su mayor felicidad estriba les que el que había de ser sucesor
vilegio del Cacique […] Al segun- y heredero del señorío o cacicazgo
en ferias y mercados que celebran
do, daban cinco mantas, al tercero de su tío, a quien heredaba, había
cuatro y así los demás, hasta seis en partes señaladas”. de ayunar seis años, metido en una
(Fray Pedro Simón). cueva que tenían dedicada y seña-
La Ceremonia del Dorado fue lada para esto, y que en todo este
Además, cada cuatro días la suna escrita por el cronista Rodríguez tiempo no había de tener parte
de Saucio se convertía en un con- Freyle en su libro El carnero, un con mujeres, ni comer carne, sal,
ducto comercial, cuya extremidad precioso relato de la renombrada ni ají, y otras cosas que le vedaban;
y entre ellas que durante el ayuno
no debía de ver el sol, sólo de no-
che tenía licencia para salir de la
cueva y ver la luna y estrellas y re-
cogerse antes que el sol lo viese; y
cumplido este ayuno y ceremonias
se sometía en posesión del cacicaz-
go o señorío, y la primera jornada
que había de hacer era ir a la gran
laguna de Guatavita a ofrecer y sa-
crificar al demonio, que tenía por
su dios y señor.

La ceremonia que en esto había


era que en aquella laguna se hacía
una gran balsa de juncos, aderezá-
banla y adornábanla todo lo más
vistoso que podían; metían en ella
cuatro braceros encendidos en que
desde luego quemaban mucho mo-
que, que es el sahumerio de estos
naturales, y trementina con otros
muchos y diversos perfumes.

Estaba a este tiempo toda la laguna


en redondo, con ser muy grande y
hondable de tal manera que pue-
de navegar en ella un navío de alto
bordo, la cual estaba toda corona-
estaba aproximadamente a 48 kiló- ceremonia, narración que escu- da de infinidad de indios e indias,
metros al norte, en Turmequé, en chó personalmente de don Juan, con mucha plumería, chagualas y
territorio enemigo. Las finanzas, cacique de Guatavita, sobrino y coronas de oro, con infinitos fue-
como la religión, estaban por en- sucesor del que comandaba esa gos a la redonda, y luego que en
la balsa comenzaba el sahumerio,
cima de las disensiones políticas. tribu cuando aparecieron los con-
lo encendían en tierra, en tal ma-
Según Juan de Castellanos, el chi- quistadores en las tierras chibchas. nera, que el humo impedía la luz
bcha se entregaba a las actividades La ceremonia de El Dorado tenía del día.
comerciales con gran gusto: en rea- lugar con motivo de la ascensión al
lidad, los indígenas de la localidad A este tiempo desnudaban al here-
cacicazgo del sucesor, sobrino hijo
dero en carnes vivas y lo untaban
parecieron al beneficiado de Tunja de hermana, y la transmite así:

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con una tierra pegajosa y lo espol- Las lagunas se constituían en lu- usados para la elaboración de di-
voreaban con oro en polvo y moli- gares sagrados y poseían un valor ferentes productos tejidos como
do, de tal manera que iba cubierto simbólico religioso muy profundo, las esteras, canastos y cuerdas y el
todo de este metal. Metíanle en la eran la puerta hacia el mundo de
balsa, en la cual iba parado, y a los abajo, el mundo de abajo repre-
esparto propiamente dicho (se en-
pies le ponían un gran montón de sentaba la totalidad del Universo, cuentra con facilidad en montes
oro y esmeraldas para que ofrecie- porque en las aguas se reflejaban y páramos), que en lengua nativa
se a su dios. Entraban con él en los astros luminosos y entregar una se llamaba chuza, era usado para
la balsa cuatro caciques, los más pieza en oro significaba darle vida hacer esteras y cordeles de cuan o
principales, sus sujetos muy ade- a un nuevo lucero que guiaría en cuane (pquane en lengua chibcha
rezados de plumería, coronas de el camino los espíritus de los seres
oro, brazales y chagualas y orejeras queridos que habían muerto (Do-
significa cabuya de paja) con los
de oro, también desnudos, y cada mínguez, Tarazona, 2008, 78). que se ataban las vigas de las casas
cual llevaba su ofrecimiento. coloniales. También se fabricaban
Las cuencas en unión con los hu- cestas y bolsos (bolsa pquame; bol-
En partiendo la balsa de tierra medales eran la base del sustento sico pquame chuta).
comenzaban los instrumentos,
cotidiano del pueblo muysca, pues-

P A L A B R A S D E M ÁS
cornetas, fotutos y otros instru-
mentos, y con esto una gran voce- to que en estos lugares realizaban
ría que atronaba montes y valles y actividades de pesca, caza y agricul- Bibliografía
duraba hasta que la balsa llegaba al tura. En las lagunas y ríos sagrados
medio de la laguna, de donde, con las mujeres generaban labores de
una bandera, se hacía señal para el parto, como en antaño Bachué Domínguez A., Tarazona D., Sin-
silencio. cretismo religioso en Villa de
les había enseñado: el primer con-
Hacía el indio dorado su ofreci- tacto del hombre muysca era con Leyva, Universidad Distrital
miento echando todo el oro que el agua. Tanto la laguna, como el Francisco José de Caldas, Fa-
llevaba a los pies en medio de la cultad de Ciencias y Educa-

g avia
páramo y los ríos se constituían
laguna, y los demás caciques que ción, Proyecto Curricular en
en elementos de vital importancia
iban con él y que lo acompañaban, Humanidades y Lengua Caste-
hacían lo propio; lo cual, abatían para el pueblo muysca, lugares que
eran venerados y protegidos, pues llana, Bogotá D.C., 2008.
la bandera, que en todo el tiempo

revista
que gastaban en el ofrecimiento la su producción cultural y económi- Fals Borda, Orlando, Campesinos
tenían levantada, y partiendo la ca se encontraban estrechamente de los Andes, estudio socioló-
balsa a tierra comenzaba la gritería relacionados con su medio am- gico de Saucío, Punta de Lan-
gaitas y fotutos con muy largos co-
biente. za, Bogotá, 1978.
rros de bailes y danzas a su modo;

g
con la cual ceremonia recibían al Los indígenas de Usaquén comer- Hernández Rodríguez, Guillermo,
nuevo electo y quebaba reconono- De los chibchas a la colonia
ciaban con esteras de esparto para
cido por señor y príncipe (Hernán-
dez, 1978,188). poder pagar el tributo colonial. Las y a la república, del clan a la
características pantanosas de Usa- encomienda y el latifundio en
El pueblo muysca posee una rela- quén y su fácil acceso a montañas Colombia, Ediciones Interna-
ción ceremonial con el agua, pues- y páramos facilitaban el usufructo cionales, Bogotá, 1978.
to que en las lagunas realizaban de diversos tipos de gramíneas y Zambrano Pantoja, Fabio, Comu-
rituales y ofrendas: a las aguas en- juncos, de los que se quejaban los nidades y territorio, recons-
tregaban sus producciones en oro, estancieros de Usaquén durante el trucción histórica de Usaquén,
y en ellas envestían a sus caciques siglo XVIII por inutilizar las tierras Impresol Ediciones Ltda., Bo-
más representativos: pantanosas. Estos juncos fueron gotá D.C., 2000.

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ESCRITOR
INVITADO LA
MATRIZ
E l pavimento gris, húme-
do, condensaba el frío y lo relanzaba contra
la ciudad en la noche que tres horas antes
había empezado. Las manos se guarecían.
Las pocas caras transeúntes miraban hacia
abajo, abandonadas a la resignación. Las
bombillas de las casas proyectaban pálidos
Javier rayos de luz sobre los andenes deshabita-
Correa Correa dos. En los antejardines, las flores dor-
mían, y una anciana, despojada de ropas y
Bogotá, Ganador del de conciencia, tiritaba.
concurso de cuento de
La vi de pronto. Macilenta, convertida en feto setenta
las revistas GO y Libros años después. Inocente, desamparada. La piel fofa. Me
y Letras. Es autor de las acerqué lento. Cauteloso. Mis manos dejaron vacíos
novelas La mujer de los los bolsillos del pantalón y quisieron palpar. Cabe-
condenados (Universi-
dad de Antioquia, 2001)
y Si las paredes hablaran
(Taller de Escritores
Universidad Central,
2006), así como de más

g
de 50 cuentos. Es do-
cente de la Universidad
Central, en el área de la
comunicación social.
E-mail: javiercorreacorrea@hotmail.com

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llos largos, cenicientos y desorde- to de la leyenda que había bajado desamparados. No es que se haya
nados, cubrían el rostro. Nadie, del brioso corcel y cedido su capa dejado llevar, es que su alma care-
absolutamente nadie, sólo yo, la a un mendigo. No tendí más que cía de voluntad.
había encontrado. Tras los vidrios mi vista asombrada sobre el cuer-
de la ventana se escuchaban las po ajado. Corrí, sí, los trescientos Quedaba cerca, el hospital. El San
voces con los últimos comentarios metros que me separaban de la Ignacio. Una practicante de último
de la jornada. Se deseaban felices casa. Mi padre no había llegado y semestre de medicina diagnosticó
sueños. Ninguna música servía de mi madre me sugirió llamar una desprendimiento de matriz, pero
atenuante. radiopatrulla, al tiempo que me no podía atenderla porque las ca-
regaló una cobija de algodón. Al mas todas estaban ocupadas. Dijo
Miré en derredor, en busca de un regalármela, ratificó mi deber de que la vida se apagaba, ineluctable.
auxilio. Transcurrieron ínfimos ayudar a la mujer abandonada del Su cara, compasiva y tersa, dibujó,
instantes eternos y recordé al san- mundo. sin embargo, una expresión de fas-
tidio. Olía mal.
Olía mal. El primo me
acompañó, también, alar- El conductor de la radiopatrulla
mado. Sólo él, porque los sugirió entonces el Hospital Mater-
vecinos continuaban su rito no Infantil, en los límites entre el
de las buenas noches. Aguar- norte y el sur de la ciudad, a donde
damos hasta que vimos las no podría acompañarnos porque
luces salvadoras, ululantes, le tocaría salirse de su jurisdicción.
alternadas rojas y azules, Aliviado, nos deseó suerte. Habría
azules y rojas, de la camio- preferido, él, un enfrentamiento
neta policial. Tres hombres con malandrines o una redada de
con uniformes de paño y putas en Chapinero. La improvisa-
quepis con viseras de charol da ambulancia en la que conver-
pretendieron interrogarme, timos la camioneta emprendió la
y los planté con la imagen marcha por la carrera trece. No ha-
aterradora de la mujer. Se bía luces en el techo ni sirena que
negaron a recogerla, porque alertara a otros carros para abrirnos
olía mal. paso. La noche seguía avanzando y
el tráfico disminuía, por fortuna.
El primo tenía una camio-
neta y se ofreció, a cambio Con la experiencia del anterior
de ser escoltados por los centro de salud, aunque sin la es-
policiales. La alzamos ha- colta oficial, o precisamente por su
macada en la cobija de algo- ausencia, me bajé de la camioneta,
dón y fue entonces cuando frente al edificio blanco, amplio,
con pudor y terror vimos que proyectaba sus paredes gasta-
que una gran masa de car- das sobre la avenida con rezagos de
ne pendía de su sexo. La humedad. En contra del portero
mujer únicamente tiritaba. que con el vaho pretendía calentar
Los ojos y la boca apagados, sus manos, tomé una camilla.

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–Carlos Mario, espéreme aquí.


Deje el motor encendido.

Las lámparas de neón alumbraban,


apenas, a las catorce mujeres que
con sus vientres a punto de estallar
caminaban en círculo, a la espera
de que los dolores de parto se hi-
cieran insoportables y fueran con-
ducidas a la sala donde recibirían a
los hijos. La anciana, con la matriz
desgarrada, se dejaba llevar en la
camilla.

–No podemos atenderla, joven

All Night Long


—explicó la enfermera.

–La única alternativa que tienen es


atenderla —ordené.

–Si usted asume los gastos. John Harold Better Armella, 1978
Escritor barranquillero. Su primer libro de poemas llamado China
–Se supone que este es un hospital white fue publicado por la editorial independiente mexicana Salida
del Estado. de Emergencia y traducidos al alemán por el escritor austriaco
Wolfgang Ratz. Otros textos han sido publicados en la revista
española Casa tomada y la colombiana Arquitrave. Su trabajo como
–Por eso: no hay plata para aten- cuentista y cronista ha aparecido en revistas de Barranquilla y el
derla. periódico El Heraldo donde se desempeñó como redactor. E-mail:
johnbetterarmella@hotmail.com

T
–Pues de aquí no la saco.

Y cuando argumentaba que había odas las tardes el muchacho negro llegaba a la biblio-
dejado el carro mal estacionado, teca del centro, casi siempre vacía. Ese día
para escabullirme y permitirle a la terminó de leer un libro que venía consul-
anciana que muriera sobre una sá-
bana limpia, rodeada de mujeres a
tando semanas antes y empezó otro inme-
punto de parir, un aprendiz de mé- diatamente.
dico, asqueado por el olor, gritó:
Poco a poco empezó a oscurecer, en algunos minu-
– ¿Y de dónde traen eso? tos cerrarían la biblioteca, entonces se levantó de su
asiento y puso en marcha el plan. Subió las escaleras
El desconcierto me impidió res- sin ser notado y se encerró en una pequeña bodega
ponderle la primera vez, por lo que en donde almacenaban cajas y utensilios de limpieza,
repitió su pregunta. allí estuvo y durmió un par de horas. Al recordar, ya
–De La Soledad —le grité. Y regresé era muy entrada la madrugada y, al bajar las escaleras,
quedó sin palabras al ver lleno el gran salón de lectura
a la noche.
con gente negra igual a él.

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Intente más tarde


Vestido con su mejor traje, J toma el autobús que lo conducirá
hasta el austero edificio donde lo espera su primer
día de trabajo. Pero al llegar, todo su optimismo
se ve quebrantado cuando desde la ventana del
piso cuarenta y tres, el más antiguo de los emplea-
dos del bufete a quien ayer despidieron, se lanza
al vacío gritando enloquecido: ¡Puedo volaaaar!

Se busca
urgente
José Rodrigo Torres Correa
Topógrafo. E-mail: charconauta@hotmail.com

¡B usco mi madurez mental! Si la han visto por favor informar.


La última vez fue vista en el parque jugando en los
columpios con tranquilidad, lleva zapatos grandes
de color rojo y amarillo; viste con un pantalón
ancho de color blanco con cuadritos brillantes,
una camisa con botones grandes, guantes blan-
cos, tiene la cara pintada para que nadie la pueda
identificar y un ping pong para cambiar su voz.

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Un suave olor a Swing parece di-

Anábasis
luirse en los vapores del suelo mo-
jado. La lluvia aumenta, un relám-
pago a lo lejos. Ahora los edificios
lloran, sus lágrimas discurren por
los cristales. Una mujer delgada
Winston Williamson Ramírez
como una escoba, con el maqui-
Estudiante de Estudios Literarios de la Universi-
dad Javeriana. E-mail: winstonwar@hotmail.com llaje corrido, observa a un negro

E
enorme con traje italiano; un an-
ciano de rizos marchitos titubea
l camino, las luces, las sombras verticales
con los ojos velados en cataratas
que se funden en ventanas, una ante la entrada de un prostíbulo,
leve llovizna. Una tarde con tintes algunos muchachos hormonales
de noche, una mujer en una esqui- miran a su alrededor en busca
de vitalidad sexual; un viejo saxo
na llorando, a algunos pasos se retuerce, sumergido en una ca-
de ella un hombre con verna con las enredadas notas del
sombrero, mirando Bebop; una limosina se abre y dos
enormes rubios con mirada altiva
al cielo, lavando sus
se deslizan despacio, un leve olor
pecados en las gotas a sexo les rodea. La lluvia regresa
invisibles. a la llovizna, la calle empieza a pa-
lidecer; algunos rostros conocidos,
cejas levantadas, mi enorme espal-
da cruje ya acabada, un contrabajo
con olor a libro viejo, despedazán-
dose en los vapores húmedos, ras-
gado aún con mis uñas, aún man-
chado de la sangre vomitiva de mi
nariz, se pavonea ante el mundo
como mi cruz.

He llegado, de los rostros conoci-


dos no se desprenden palabras,
sólo movimientos del iris: una pu-
pila dilatada en ella, una sonrisa
en aquél, el ceño crispado de ése,
bocas entreabiertas, de las peque-
ñas. Continúo hacia el abismo de-
corado con mesas, el olor a sudor
entremezclado de hombres ya no
es aliento vital, sólo nostalgia. Una
mesa vacía, dos asientos: mi con-

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trabajo y yo, abrazados en el lecho Cuando se es viejo a veces el cia. Empieza él la tonada, me
de muerte; miradas sorprendidas, reloj se detiene, algunas cosas despierto, desnudo a mi amante
algunas risas; mis párpados entre- toman demasiado sentido, la y como un espectro floto hacia
cerrados vibrando en aquel eterno gran mayoría lo pierden; me la tarima —las personas a veces
sopor; ardor en los ojos, temblor duermo con los ojos abiertos son los pilares de un laberinto
en las manos, la ropa mojada, san- y mis manos acarician el licor trivial—. Se detiene el piano, si-
gre en mis dedos. o la música con independen- lencio, mucho silencio, miradas
gritando cosas ininteligibles;
un pequeño muchacho en el
clarinete me observa nervioso.
Mi lugar ha sido siempre el
fondo; una mirada suplicante al
pianista, una sonrisa diabólica,
mis ojos se desorbitan y mi vejez
se olvida, un suspiro más fuerte
que un aullido será el preludio a
mis dedos sangrantes rasgando
mi pasado; un mundo agoniza,
detrás del telón sólo quedan
tumbas, un instante de gloria.
Veo mi niñez, mi padre con un
revólver en la boca; mi madre
abrazada a un anciano irreco-
nocible; mi primera canción,
una mujer bailando al ritmo
de mis gemidos, orgasmos, el
lecho en enfermedad, los vidrios
llorando, la noche, la lluvia.
Termina mi ensueño junto a la
música. Silencio, ojos sorpren-
didos, extrañamiento, algunos
indignados, otros simplemente
extrañados; leves aplausos, a mi
lado lágrimas en el hombre del
piano, respiración entrecortada
del muchacho. Mi brazo empie-
za a doler, el suelo, una ambu-
lancia, mis párpados cerrados.

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Bajo un poco más el vidrio, el calor


me está matando. Miro el repro-
ductor de discos compactos derre-
tirse en el puesto de al lado bajo la
inclemencia de un sol estático. Po-
dría jurar que me extravié en este
camino al mediodía, eso hace ya

DTM
varias horas, pero el maldito sigue
ahí, impertérrito, recordándome
desde su cenit mi pésima ubica-
ción espacial. Un crujido anuncia
el fin del reproductor. ¡Mierda!
Diego Ortiz
Estudiante de Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana Fincas de varias hectáreas rodean
de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. E-mail: die-
este camino, todas ellas cercadas
gortizv@gmail.com
por pinos o eucaliptos, adornadas

Ll evo más de dos horas manejando y por ningún lado


con unas vacas aquí y allá que rom-
pen la monotonía del verde que
encuentro la salida de la ruta 45 A que cansa mi vista tan acostumbrada
desemboca en la carretera
central del norte y que me
lleva de nuevo a la ciudad.
Con ésta es la tercera vez
que paso por la misma po-
blación, un pequeño case-
río bastante influenciado
por el progreso citadino, en
el que el comandante de la
estación de policía me de-
tuvo —no sin cierta actitud
arrogante—, revisó mi do-
cumentación y me advirtió
categóricamente que no
volviera por aquellas calles
por un buen tiempo, que si hoy me volvía al gris de la ciudad. Me dejo llevar
por la delgada línea amarilla, por
a ver merodeando con el nerviosismo del las curvas zigzagueantes que me
hampa, me encerraría durante varios días. adentran en un espeso bosque de

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pinos y robles. Al astro tostador -¿Chicles? lo que más puedo pues cada cur-
inamovible se le dificulta traspasar va que voy tomando me lanza más
-No.
el denso follaje y por primera vez afuera del asfalto. Al llegar a lo que
desde que abordé el carro dejo de -¿Ostras? parece una última curva, infinita,
sudar. Despierto un poco del estu- como si me estuviera devolvien-
por, producto del intenso calor, y -Sí. do hasta mi origen, aparece una
diviso adelante una gasolinera. Es recta que se pierde en la espesura
¡Maldita! Sólo por llevarme la
buen momento de estirar las pier- del bosque. El motor ronronea, el
contraria. Al final le compro una
nas. Con el impulso del declive, viento apenas entra por la ventani-
botella de agua con gas, al clima,
dejo que el carro se deslice hasta lla, mi respiración es acompasada
para continuar el camino. Pero, ¿a
quedar junto a la bomba. Al lado, por el traqueteo del eje. Parpadeo y
dónde? He conducido por muchas
un anciano petrificado. descubro que me he quedado dor-
horas y me siento muy fatigado. Si
mido. Me descubro ante la misma
-Lleno. todo tuviera un poco de sentido, ya
recta —según parece—, pero ya no
sería de noche. Se ve algo oscuro,
hay vestigios del bosque. Al frente
-Púdrase. pero presiento que el maldito sigue
me atosiga un desierto penetrante
allá arriba. Me está esperando.
Podría jurar que aquella lápida re- que consume todo lo que significa
costada sobre la mecedora respon- -¿Hay algún estadero cercano? vida. Para colmo de mi desasosie-
dió alguna sandez, pero mi cabeza go, el malnacido sigue allá arriba.
-Motel. No se ha movido un centímetro.
está apunto de hervir y no retengo
sonidos. Paso a la tienda de comes- -¿Ah? Como una mancha parda sobre
tibles para buscar cualquier cosa
-Nueve kilómetros. la gama de amarillos, aparece de
fría. Entro, suenan unas campani-
la nada una edificación. Acelero a
tas irritantes y me recibe una mi- -Gracias. fondo para huir del asfalto pegajo-
rada adusta. Al parecer es la com-
so. Metros antes de llegar, el carro
pañera de sarcófago del vetusto de -Púdrase.
patea, el motor cruje y se atora con
la bomba. Recorro los estantes y
Algo masculló al final entre su su propio vómito.
encuentro únicamente pan moho-
apestosa caja de dientes, que escu-
so, conservas vencidas y las neveras -¡Mierda!
ché caer al piso. Lo único que quie-
descongeladas. Detrás del mostra-
ro es dormir. Salgo y veo al fósil tal Maldito alcohol carburante.
dor, la mirada decrépita parece in-
y como lo vi al entrar.
cómoda con mi presencia. Con el impulso que alcanzó el ca-
-Ya está lleno. rro, llego hasta la entrada. Es una
-¿Tiene cerveza?
edificación de tres pisos, bastante
Enciendo el carro y efectivamente
-¿La vio? descuidada en su fachada, con al-
está lleno. Pago no sin cierta descon-
gunas ventanas rotas, maleza cris-
-¿Refrescos? fianza. De nuevo en la ruta 45 A.
talizada por la ausencia de agua y
Continúan las curvas. Tomo agua,
-No. ningún aviso que me indique dón-
me la echo en la cara, mojo hasta
de estoy. Sólo el de “ruta 45 A”.
mis pantalones con ella, pero nada
-¿Cigarrillos?
puede evitar el encantamiento de Apenas desciendo del carro, mi
-No. la carretera. Aun así me concentro pelo comienza a oler a quemado.

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El puto me quiere aniquilar hoy. si figurativa o literalmente—. Miro Brinco. Por poco y me voy por el
Seis pasos largos. Entro. la claraboya en el centro del vacío hueco. Abajo, me siguen mirando
de la escalera y el hideputa sigue esos ojos tiernos y caníbales. Fren-
Lo primero que me recibe es un buscando mi rostro desde su cima. te a mí, un pasillo lúgubre, sin ven-
penetrante hedor a cañería tapada. A cada paso, a cada escaño, la es- tanas ni iluminación. El cuarto es
Es como un filo que me corta el calera aumenta sus gritos de dolor. al fondo. El primero no tiene nú-
entrecejo. Es una mezcla de ver- Yo creo que no voy a llegar hasta mero, el segundo tiene el tres y el
duras descompuestas y humanos arriba. Llegando al tercer piso, fal- cero, el último: tres cero tres. Corro
muertos. Ya no sudo pero ahora tan tres escalones. la puerta y un hedor más pútrido
estoy a punto de vomitar. Un ros-
tro grácil me recibe.

-Bienvenido al de te eme.

-¿A dónde?

-¿Cuánto tiempo pretende quedar-


se?

-Hasta mañana temprano. Si lle-


ga…

-Cobramos por horas.

-...(mierda)...

-¿Perdón?

-Lo que usted diga.

-Cuarto tres cero tres.

-Gracias.

-Púdrase.

Estoy casi seguro que esos labios


carnosos adosados a ese rostro in-
maculado enmarcado sobre dos
prominentes curvas, más agrestes
que las que me quisieron eliminar
hace un rato, algo me respondie-
ron. Creo que voy a dejar de dar
las gracias. Antes de pisar el primer
escalón la veo por última vez y su
sonrisa no es concordante con sus
ojos que quieren devorarme —no sé

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que el que me recibió en la entrada se me hace conocida. Pero, ¡ay! ¿no ta, la nevera de par en par y una
me abofetea, golpe a la nariz y al es ese el valetudinario de la bomba sombra en la penumbra de la en-
hígado. Caigo de rodillas. Vomito. de gasolina? Totalmente despier- trada. Vuelvo al televisor pero una
Espero que la beldad no tenga que to sigo la trama de la historia. El distorsión hace destellar la panta-
recoger mis adentros. Me arrastro protagonista entra a la tienda y lla y nubla mi vista. Siento rabia.
como puedo hasta el interior y cie- compra una botella de agua. Ob- Mucha rabia. De mi mente, de la
rro con delicadeza. Poso mi cuerpo servando la nevera descongelada puerta, del televisor, de la nevera,
sobre la cama y cierro los ojos un como un cuadro de Dalí, recuerda de la cama, del baño nace un grito
instante. Ya recuperado y adaptado su infancia asocial aprendiendo que rebota contra paredes, parte
a la oscuridad del recinto descubro del mundo a través de un televisor azulejos, abre la cortina dejando
que la cama es sencilla, que hay en blanco y negro, y su adolescen- entrar al cabronazo que no cesa de
una mesita con lámpara, un televi- cia cruzada por el onanismo y las calentar. Quiero dormir, o tal vez
sor al fondo como empotrado en la burlas. Él encerrado en el baño despertarme.
pared o como encarcelado para no con una revista, los pantalones a
-¡Púdrase!
ser extraído, y un pequeño mueble las rodillas y Enid abre la puerta, lo
muy golpeado. ¡Nevera! Vacía, qué señala y ríe hasta llorar. La abuela
más da. Al menos puedo enfriar el que atiende insulta al comprador
agua de la llave o mi cabeza dentro que, con gesto de incomodidad,
de ella. Para cerciorarme, entro al sale de su ensoñación. Afuera, re-
baño. El inodoro en medio de la coge ¡mi carro! Y el vejete que hace
ducha y el lavamanos en el piso. las veces de bombero y pisapapeles
Nada que hacer. Enciendo el tele- también lo insulta. No comprende
visor. Paso los canales. Me detengo el porqué. Ahora maneja. Es como
en cualquiera. Una película vieja. en las series de los 60, en que un
Mundo fantasmal. Esa me gusta mismo fondo pasa una y otra vez,
mucho. Una burla abierta a los como en diagonal, mientras que el
convencionalismos de la sociedad, conductor lanza fuertes cabrillazos
ese humor negro que se cierne so- que lo enviarían directo a la cune-
bre Enid y Rebecca, sobre todo en ta. Estaciona frente a una casona.
Enid. Rebecca termina cediendo y Es recibido por una joven sexy y
prefiere adaptarse que morir en el lasciva. Vaya, sexo en la recepción,
ostracismo social. Siempre me he que envidia. La joven hace entre-
identificado con Enid, porque tal ga de una llave al visitante. Ella le
vez, como ella, nunca he querido indica a dónde tiene que ir y que
enfrentar el mundo adulto. Por eso lo mejor entre ellos está por venir.
manejo. ¿Será por lo mismo por lo Esto se pone bueno. Llega al res-
que no puedo salir de la ruta 45 pectivo cuarto y abre con cautela.
A? En medio de mis desvaríos seu- Ve el televisor prendido, la cortina
dofilosóficos para los cuales nunca cerrada y la nevera de par en par.
fui bueno, parpadeo y veo que de Un fardo acostado en la cama. No
nuevo me he quedado dormido. pregunta, sólo apunta. Me despego
En el televisor, otra película. No del televisor y veo la puerta abier-

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¡No!, no es cierto, no puede estar


hablando de mi nena. ¡No!, no de
ella, no de mi hija, la luz de mis
ojos…

La primera noticia sobre su exis-


tencia fue suficiente. La amé antes

¡Levántate,
de poderla tener entre mis brazos.
Al verla supe que era la perfección
y desde ese momento fue ella el
amor. ¡Mi hija!, mi sangre renova-

ven conmigo!
da.

¿Cómo es posible que lleve aquí


más de un mes y no me haya ente-
Natalia Castillo Verdugo
Estudiante de Artes plásticas y visuales de la Academia Superior
de Artes de Bogotá, Facultad de Artes de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas. E-mail: nacasver1207@hotmail.com

Sobre el alma ese aleteo inútil


de aquello que no fue, ni
pudo ser, y lo es todo.
Fernando Pessoa

L a imagino bella y feliz. Sueño con su rostro, sien- rado? ¿Qué hice tan mal en todos
estos años? No era aquí a donde
to su amor de ángel. Recuerdo que es lo
me hubiese gustado visitarla, en
más grande que tengo (lo que me ayuda
un hospital, en la sección de enfer-
a vivir), lo único que me importa en este mos terminales.
mundo. Por eso estoy acá: odio estos luga-
Entro en su habitación y la veo
res en los que acecha la muerte, el conta-
con su carita acabada, la toco y sus
gio, el sufrimiento. No soporto la tristeza manos están frías, su sonrisa no
que generan las personas que están aquí. está, no está. La veo y no entiendo
No me gusta tener que acudir a ella en un cómo pudo suceder. VIH, letras fa-
lugar como éste. No sé si mi cabeza y el res- tales que ahora están después de su
nombre. Dios… ¿qué pasó con mi
to de mi cuerpo encuentren un punto de niña?, la que partió de mi lado con
apoyo para resistir lo que el médico dice. un mar de ilusión en sus ojos, la

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que se fue a estudiar, la que mi llan- Ella, mi mayor alegría, es ahora


to despidió, Dios… ¿por qué me la el final de un cuento de terror.
devuelves así?, cuando ya nada que- ¿Para qué tuve una hija? ¡Cállate,
da por hacer, cuando ni siquiera corazón, derrúmbate en silencio!,
puede decirme qué paso, en dónde ese es el precio que tienes que pa-
fallé, que no le sirvió del amor que gar por haber estado con ella, por
le di. Esto es una locura. El final de compartir su risa, sus ideas brillan-
la vida de mi hija, y mi final. tes. No te acobardes corazón, y su-
fre, sufre.
Su corazón late lentamente, con
dificultad, y cada latido agobia mi Ya no vuelo, estoy en la sala de es-
existencia. Su corta vida tan llena de pera. Miro el reloj y son las tres de
logros y satisfacciones se desvanece la mañana. No sé qué día es. No
y yo sólo puedo esperar, esperar a sé cuánto tiempo ha pasado. Estoy
que despierte, si es que despierta. solo, solo.
Siento que mi hija se derrumba y Se abre la puerta y sale el doctor.
Dios no escucha… ¿A quién puedo Es un muchacho. Pienso que es
reclamarle? No soporto estar aquí.
demasiado joven para hacer de re-
No puedo irme. No voy a dejarla
cadero de la muerte. Con un gesto
sola, me desvanezco…
me pide que lo siga a su consulto-
rio. Camino por el pasillo y siento
Ahora estoy volando, mi cuerpo
como si hubiera sido convocado al
abandona este miserable lugar y mi
Juicio Final. Mis manos tiemblan.
alma se nutre de recuerdos, de ese
Yo tiemblo. Entramos y sin preám-
pasado que creí perfecto. Ella y yo
bulos dice:
aprendimos la alegría cada maña-
na, cada tarde, cada nuevo suceso −No queda nada por hacer, lo sien-
en su vida de niña. Fuimos felices, to.
a pesar de la temprana ausencia de
su madre, nuestra familia de dos Me permitió verla por última vez.
era bonita ¡éramos felices!, pero En esta ocasión su lecho de enfer-
parece que la felicidad no basta ma no me produjo la misma in-
para el futuro. Y quizá esa alegría quietud. Solamente quería verla,
sólo exista en mi recuerdo, quizá no me importaba cómo, en qué es-
fuera solo mía, quizá nada estuvo tado. Sólo verla y sentir su mano.
bien… ¿O si no por qué ella sigue Le acaricié el cabello, las mejillas…
tendida aguardando a la muerte, y abrió los ojos. Su mano aferró la
mientras yo vuelo? ¿Por qué no
mía, sonrió y dijo:
renacen sus alas? ¡Levántate nena,
ven conmigo! −Te amo papi, perdóname...

Me siento inútil. Se desvaneció.

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Entre el cansancio que viene pega-


do en sus párpados, trae también
los negocios hasta la punta de las

Los tenis
canas rebeldes a los tintes, entre
besos y preguntas de rigor comien-
za el desempaque, la parte más
emocionante. Mis hermanos y yo

panameños
nos convertimos en una especie
de perros merodeando las maletas
como si en ellas guardaran trozos
de carne. El ritual es el mismo,
Carlos Alberto Polo Tovar entre misterios y rodeos «Aquí hay
una camiseta para ti, por allá está
Creador y director del espacio cultural y revista Labra Palabra. Ha
publicado los libros Polifonía de colores y Testamento de la barriada. el jean que necesitabas». Todo en
Algunos de sus textos han sido publicados en revistas como Puesto de orden de estatura, sin olvidar el
combate, Galerías, Dominical del Heraldo y Flota la prosa. E-mail:
farlospolo@hotmail.com viejo discurso de la niña, que muy
precoz se entregó al sacramento
matrimonial «Por allá vi un vesti-

U na vez más llega de viaje Lucha con sus maletas lle-


do lindísimo, ya me pinto a la niña

nas de sorpresas y el corazón


hecho un alboroto, trayendo
consigo cansancio, ilusión,
electrodomésticos para el
hogar, dulces, chucherías,
pendejadas en general. Las
llegadas de Lucha luego de
varios días de ausencia ale-
gran hasta los ratones, la
nevera por lo general luce
escueta: tres cebollitas ro-
jas, un tomate viejo y dos
tanques repletos de agua; a
partir de este día la nevera
vuelve a tomar importancia en la familia, con ese vestido bien bonita que se
vería». Suspirando con sentimien-
les aseguro que comenzará a ser reveren- to. Otro rollo que nunca falta es el
ciada y visitada con mayor frecuencia. olvido de tal objeto, la pérdida de

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cual cosa, haciendo un poco de dra- vendo; deben costar su billetico, Donde me metía la gente con la
ma golpeándose la frente a manera total los trajeron de Panamá. preguntadera, de dónde son tus za-
de queja «¡Yo si soy bruta hombre, patos «Los traje de Miami», contes-
Ocho días después mis viejos y taba sólo por joder, lo que más me
no se me olvida el fundillo porque
consentidos Nike dijeron no más, agrada es que los bellacos son tan
lo tengo colgado, esta cabeza mía
¡Friquismortis caravelus estatus! Me extraños que puedo asegurar que
Dios mío! Mijo ahí te traje los te-
va tocando es de panameños, me nadie tiene unos iguales en toda
nis, mira a ver si te gustan, no sé,
los coloco con desconfianza y de la ciudad, el resto de culicagados
como tú friegas tanto con eso, abre
mala gana, es viernes cultural, las con los mismos tenis repetidos de
el bolsillo de la maleta marrón ahí
frías, las nenas, los amigos, el club San Andresito y yo espantajopean-
están, ah y cuídalos porque no hay
de perniciosos comienza a desfilar, do con mis originales panameños.
plata para estar comprando zapa-
ocho en punto de la noche, Will, Como todas las cosas buenas tienen
tos a cada rato, bien caros que me
el primero que asoma la cabeza por su detalle, su pero, su equilibrio
salieron estos, los traje de Panamá,
acá cumple con el ritual, se acomo- según algún monje Zen, mis tenis
a ver si te duran con esa pata tan
da el cabello, el cuello de la camisa, tampoco escapan de la cabrona re-
caliente. ¡Este carajo si es ácido!
se acomoda de lado, de frente otra gla y de la misma forma en que lla-
habrá que comprarle unos zapatos
vez, no sé qué espera del espejo, man tanto la atención, la pecueca
de hierro!». Este anuncio no me
cuando termina con el rito narcis- es tan poderosa que mis hermanos
termina de cuadrar, esperaba que
oide me mira con atención como me sacan del cuarto, hasta que no
me diera la plata para comprar los
evaluando mi apariencia y suelta me lave los pies en agua caliente y
zapatos a mi gusto y la verdad des-
un comentario: «¡Uyyy, si estamos saque los tenis afuera no me dejan
confío del buen criterio de Lucha,
estrenando!». Hace que levante los entrar. Cuando Lucha los encuen-
pero bueno no hay nada que hacer
pies, examina minuciosamente, tra por ahí los lanza para el techo.
¡Friquismortis caravelus estatus!
suelta un disparo. «¡Están la verga!
Rebusco en la maleta hasta encon- Intenté de todo para controlar el
Dónde los compraste Charles». No
trar la bolsa con los zapatos. Los mal: los lavaba con agua caliente y
sé por qué, pero empiezo a tomarle
saco de la caja, me quedo sin saber bicarbonato de sodio, los llenaba
cariño a mis tenis nuevos. «Los trajo
qué pensar, cómo definir la impre- de polvo hasta el tope, ¡puros pla-
Lucha la semana pasada», le contes-
sión, jamás había visto unos tenis cebos! Un día a la larga duraban
to. Will sigue en un dele que dele
tan extraños, a ciencia cierta no sanos, luego regresaba el olor más
con el tema de los zapatos, en esas
puedo decidir si me gustan o no, a poderoso; hasta la colonia de mi
entran Omarcito y pequeño Juan y
mi hermano mayor le encantan, sin hermano le regaba encima, con
de una la agarran con el asunto de
embargo, a mí no se me salen de la resultados catastróficos, se arma-
los tenis nuevos. Que si Lucha no
cabeza los Adidas grises que quie- ba tal cóctel de olor en semejante
traería algunos por encargo, que tal,
ro. Me retiro en silencio tratando revoltura que me hacía pensar en
que pascual, que los tenis patatín,
de disimular la contrariedad, ya en inscribirlos en el libro de los ré-
patatán, que si son muy costosos y
mi cuarto los observo con mayor cord. Estando en casa de Claudia,
todo ese rollo, en fin.
detenimiento y lo mismo, aunque la propia, la de mostrar, la del pe-
debo confesar que no me son del Creo que todas las dudas y pre- chiche, como quien dice la traga,
todo desagradables, pero, tampo- venciones con los tenis están total- hombre que les digo, el cuadro es
co es que me convenzan, los lanzo mente saldadas y como por acto de el siguiente: estaba toda la tropa,
debajo de la cama molesto, en la magia desde esa noche mis tenis sus hermanas Jenis y Esmeralda,
primera oportunidad que tenga los pasaron a ser mi pequeño tesoro. hasta su prima Deisy, el combo de

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perniciosos de mis amigos y el muy a correr ¡Por chucho que sí! Will, tado, está como se le daba la gana
payaso de Will engancha como después de todo, es un buen ser con sus piernotas, la piel rosadita,
tema los berracos panameños, para humano, afloja, se levanta con la unas cejas bien pobladas, ojos co-
colmo Claudia quería que me los excusa de ir a traer algo de la tien- lor miel, un pecho erguido y or-
quitara ahí mismo dizque para mi- da invitándome de paso, al llegar gulloso, un derriere bien ubicado
rarlos bien, se pueden imaginar lo a la tienda mi querido amigazo sin sobrantes ni faltantes y aquella
que pasó por mi mente. Un bajón se retorcía de la risa diciéndome cabellera dorada que danza con el
indescriptible caminó por el pe- «¡Tienes una pecueca, no, eso no viento. Llega a la tienda con ese
cho, un sudor gélido se paseó por es pecueca, es macueca, la mamá habladito dulzón y la carita de yo
los brazos, tratando de mantener de la pecueca hijueputa!». Recuer- no fui. Tiene a todos los buitres al-
la calma muestro los zapatos des- do que quemamos todo el tiempo borotados, con sus blusitas cortitas
de mi lugar enseñando sólo el pie necesario mientras se olvidaba el y justas, los desconcertantes culis-
ladeándolo para que vieran; pero asunto. Semejante sofoco aumen- horts, mejor dicho, la aparición de
el estúpido de Will a que me los tó mi paranoia con los zapatos, en- la chica en el barrio tiene en shock
quitara, se me escapa un emotivo tonces los dejaba todo el día en el a las cuatro generaciones, incluyen-
y desesperado ¡no! Un sospechoso sol, los lavaba con un químico de do esposas, novias, abuelas, abue-
silencio se apoderó de todos los mi invención que contenía los si- los, en fin, el chisme del momento.
presentes que estaban sorprendi- guientes ingredientes: dos tapas de La tribu de perniciosos mudó su
dos con mi reacción, los nervios
sólo me dieron para reír en voz alta
y articular bobadas.

«Eche qué, estoy mamando gallo


qué, qué pasa», entre risas ner-
viosas le suplicaba a Will con los
ojos que olvidara el asunto, pero
el hombre, fiel a la regla de la
tortura, comenzó a sabrosearse el
asunto, azuzando más y llevando al
limite mi desesperación, tratando
con pequeño Juan de quitarme los
“pecuecosos” zapatos a la fuerza, la
verdad no sé cómo pude evitar se-
mejante tragedia, los muy cabrones
no pararon hasta que no llevaron limón, tres bolsitas de bicarbonato centro de operaciones para la tien-
mi angustia hasta las últimas. De de sodio, medio tarro de talco para da, sólo para esperar las idas y veni-
repente, Deisy la prima de Claudia pies, Fab, Fabuloso lavanda, sal, das de aquella cosa esplendorosa,
lanza un apunte endemoniado que colonia de mi hermano, todo di- cuando aparece con ese caminado
por poco y me mata «Lo que pasa suelto en agua; los resultados eran provocador alborota el avispero,
es que tiene pecueca, por eso no nulos. A dos cuadras de la casa se cual más sombra hiciera: Will pan-
se deja quitar los zapatos». Otro co- muda una nena, ¡una nena! Uhhf, tallero por naturaleza, le da por la
mentario como aquel y me soltaba una chica de esas modelo impor- movedora de pelo, la habladuría

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fuerte; algunos comienzan el show salido de un rollo cuando ya estaba como su pestilente olor; no había
de karate; Genaro sacando pecho y en otro, Claudia perdóneme y per- fiesta o rumbita donde no bateara
rascándose los bíceps, por supues- dóneme, en algún momento me iba de hit, no era necesario una conver-
to que yo no me quedo atrás, me mandando al carajo de una buena sación de esas tristes y truculentas
cae la entradera y la salidera de la vez y por los síntomas ese momen- para dar por sentado que la historia
tienda cantando en un inglés mal to lo tenía encima, el lío en mi ca- con Claudia había llegado a su fin,
trecho acompañado con ciertos beza era tal, por un lado no quería de manera mansa y tranquila, casi
pasos dance de moda y la nena ni perder a Claudia y por el otro ne- sin percibirlo.
una miradita siquiera, se larga con cesitaba aire, libertad, espacio, con
aquel delicioso uno, dos, uno, dos Will aparece con planes concretos,
esos pensamientos en mi cabeza me
sincronizado meneando aquello invitándome para una fiesta, pero
tropiezo con la dulce mirada de la
tan codiciado y hasta el momento mi humor no estaba para eso; mi
paisita sentada sola en la terraza
distante como las estrellas. estado de ánimo no toleraría la pa-
de su casa, de repente aquella voz
changa, ni el chucuchucu. No, más
dulzona me llama, pienso para mis
Las apuestas estaban sobre el tape- bien imaginaba unos tragos tran-
adentros: ¡Omarcito estás fuera de
te, el que coronara tenía derecho quilo, unas cuantas frías acompa-
a una noche con todo pago en “la juego, out side contigo bro! Cabiz- ñadas de la música adecuada, Will
barra de Jack” pero eso no era nada bajo muy fuera de forma por lo de comprensivo me invita a “la barra
comparado con el prestigio, el res- Claudia, desinflado me acerco con de Jack” y el panorama cambia, el
peto y la admiración que ganaría el un formal buenas, a secas, y la niña cielo se despeja; un buen plan para
afortunado que lograra conquistar preciosa me pregunta por los con- un jodido día de ilusiones rotas.
a la chica, hasta gallinazos reconoci- denados tenis, que si eran unisex, La noche transcurría entre recrimi-
dos de otro corral rondaban por ahí que dónde los había conseguido, naciones de Will, por mi actitud
peligrosamente, así que el asunto que le gustaban mucho; pero lo para con Claudia, clavándome el
no era fácil. Omarcito, como buen mejor, lo más interesante fue lo puñal hasta el fondo, con el rollo
lambón, la conoció primero, pero que dijo al final: «Y el dueño no se de que ella no se merecía lo que yo
nada, el pollo estaba lelo, le queda- queda atrás». ¡Sonaron pajaritos! le hacía y si la había perdido toda
ba grande, aunque puedo reconocer ¡Epa caballero, esto se pone bueno! la culpa era mía, entre confesiones,
no sin vergüenza que más de una A pesar de todo estaba demasiado reflexiones y culpas a medio admi-
vez me logró dar en el coco cuando friquiado para seguir el juego, muy tir la noche me trae un exquisito e
pasaba por la casa de la nena y lo decentemente me retiré a pensar en inesperado regalo: la linda paisita
pillaba carreteando de risitas y tales, Claudia, aunque de vez en cuando llega con un par de nerds medio
los códigos preestablecidos no per- se me atravesaba la paisita y su dul- lelos, se ubican justo enfrente de
mitían meterse en el medio cuando ce comentario. Pasaban los días y la nosotros, Will afila sus armas pan-
un hermano estaba en el turno, así situación con Claudia empeoraba tallando como puede, por mi par-
que por el momento todo el mun- al igual que mi comportamiento; ya te estaba indiferente con la cabeza
do quieto en primera; Omarcito no disimulaba cuando estaba por echa un nudo: Claudia, mi liber-
estaba al bate, nada que hacer. Una allí en alguna travesura, el hilo con- tad, las chicas, mis amigos, el tra-
noche, regresando de la casa de tinuaba tensándose, Claudia pasa- go; tenía que tomar una decisión,
Claudia hecho una sopa de embro- ba de ultimátum en ultimátum y yo cambiar o renunciar a ella. A juzgar
llos, líos emocionales y confusión, pa’lante como la cucaracha, como por el comportamiento de la paisi-
la verdad no estaba preparado para la mosca, cagándola; los tenis traje- ta, el par de lelos no alcanzan a dis-
las grandes ligas del amor, no había ron consigo una suerte tan verraca traerla del todo porque a la niña se

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le saltan los ojos pendiente de noso- dónde tiraba la balanza y colgó minaba corriendo a las chicas, in-
tros, cualquier cosa que hiciéramos los guantes, como era código en- timidándolas, pero ella era de otra
le parecía divertida, Will está que tre nosotros se tomó la molestia madera, pareciera que le fascinara
no se lo cree «Charles ¿si estás pi- de facilitarme las cosas, se larga- mi agudeza, mi franqueza vulgar,
llando?, está tramada con nosotros, ba por ratos prolongados donde era como si la estimulara. Otro
¿te das cuenta de la miradera que James, a molestar con los discos elemento desconocido para mí era
tiene para acá?, mira, mira, si está colocando música para la ocasión; su sonrisa, que no era linda ni mu-
es de pura sonrisa pepsodent loco». sin embargo yo tenía una poderosa cho menos; no señor, sin eufemis-
Will no dejaba de utilizar el plural; preocupación... mis bolsillos como mos, arrechadora y punto: la niña
nos, nos; aquí y allá. Recordando el de costumbre estaban vacíos, y se estaba que explotaba, la risita, los
comentario que ella me hizo la otra podía escapar la palomita por algo guiños, el roce de piernas, la mor-
noche me sentía con ventaja, pero tan trivial como el cochino dinero, dedura del labio inferior cada dos
con Will nunca se sabe, me podía al acabarse la tanda, James trae dos minutos, ¡matador! Will, desde su
“faulear” y dejarme fuera, ya me ha- cervezas más, Will me hace señas lugar, me abría los ojos, gesticulaba
bía pasado antes; de repente Catali- desde la cabina de sonido, el men- desesperado, estaba que me tiraba
na como se disponía a abandonar saje estaba decodificado: ¡No te de la silla, creo que pensaba que
el bar, no sé si eran ideas mías pero preocupes Charles! iba muy despacio, incluso Catalina
creía que me apagaba una lámpara, sutilmente me daba a entender lo
Will me confirma emocionado mismo, no lo pensé más, la tomé
«Uy, me picó el ojo, por el cabello trayéndola hacia
¿no la viste?». Bueno, mí, sembrándole un beso pasional
yo creía que era para donde puse todo el veneno que
mí, pero si Will dice pude, para mi sorpresa Catalina
que era para él por gemía y se retorcía como si la tu-
algo será, luego de un viera adentro y hasta el fondo, eso
par de canciones pla- me pareció bastante curioso, su
neadoras, de esas que mano traviesa me sobaba el arma,
te mandan fuera del pensé: esta paisita vuela a la veloci-
planeta; las sorpresas dad del sonido. Para mi asombro
no acaban, Catalina me suelta al oído, «Tengo ganas
regresa sola, a Will de acostarme con usted». Gancho
los ojos no le cabían directo a la mandíbula, knock out.
en las órbitas, para colmo, sin ¿Qué hacía? Catalina nota algo
preámbulos ni presentaciones se Bueno, la nena primero no tenía en mi rostro y suelta un comen-
acomoda en nuestra mesa, me sa- nada de nena, segundo nada de tario que hiere mi ego «Entonces
luda con tal confianza como si me tímida, tercero mucho de lanzada, qué, le dio miedito». Atrapado en
conociera de hace mucho tiempo quizás demasiado para mi gusto, la esquina recibiendo semejante
y por lo primero que pregunta es pero ante semejantes atributos paliza no tenía otro recurso que
por mis putos tenis panameños no se podía hacer nada, gracias pelarme la cara, la sinceridad, no
«¿Ya le comentó a su mamá si me al calor de las cervezas y la perso- va más «La verdad es que... mira...
puede conseguir unos?». Luego de nalidad de Catalina por fin logré yo... no vine... no sabía... mejor di-
diez minutos Will entendió hacia soltarme, cuando eso pasaba ter- cho reina, no tengo un solo peso

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mi amigo me invi...». Sin dejarme es que yo soy un fetichista, me esti- menos mal después de aquello se
terminar agrega «Qué pasa, pues mula más a medio vestir». Catalina adormeció un poco; aproveché,
déjese de bobadas, yo lo invito, guarda silencio por unos minutos, entré al baño, me vestí, respirando
sólo vamos». No acostumbrado a hasta que lanza un comentario que más aliviado, aunque algo del olor
ese trato impersonal de usted, de- me hiere de muerte: «Esta habita- quedó concentrado en el baño, lo
masiado frío para una chica que ción huele como a cañandonga, uf, cerré por fuera, la desperté con la
me está invitando a acostarme con fo, qué feo, huele como a ratoncito excusa que era algo tarde, salimos
ella, nos levantamos sin preámbu- muerto». Haciéndome el estúpido de allí, el taxi nos dejó en la puerta
los y de lejos con señas me despedí me pongo en pie. de su casa, nos despedimos veloces
de Fredo y James. y furtivos, Catalina me susurra al
Me refugio en el baño, le pongo oído: «Estuvo delicioso, lástima el
Estando en el motel en una habita- seguro por si acaso, me desvisto olorcito raro». Entró a su casa de-
ción con aire acondicionado, para completamente, el mal olor no lo jándome con la cabeza grande, no
colmo, me acuerdo de mi proble- soportaba ni yo mismo. Me pon-
sabía cómo interpretar aquello, ¿se
ma con los zapatos pecuecudos, go manos a la obra, agua para los habrá dado cuenta que eran mis
qué hacer, qué hacer, si me los qui- pies, jabón, maldiciendo ese servi- pies? Eso nunca lo sabría porque
to como mínimo la privo, la espan- cio estúpido; por qué carajos en los no tenía los huevos para pregun-
to, me deja como carpa de circo, moteles colocan estos jabones tan tar.
le produzco asco, estas vainas solo diminutos, bregando como podía
me pasan a mí, es lo primero que para desaparecer el olor, Catalina Llegando a la esquina de mi casa,
uno piensa. Catalina se desviste toca la puerta «Qué hace, venga dé- salen dos tipos armados con puña-
como un bólido de fórmula uno, jeme entrar». No señor, de un salto letas «Quieto pelao, te mueves y te
qué monumento, qué espectáculo, me mojo el resto del cuerpo, abro daño, quietico suelta lo que tienes».
una obra de arte hecha carne, piel la puerta, la tomo entre mis brazos Les muestro mi cartera totalmente
y huesos. Muy sagaz me quito la ca- alejándola de allí y tumbándola limpia, como mis bolsillos.
misa, desajusto la correa, bajo mi en la cama para empezar de nuevo
El más viejo ruge: «Bájate de los
cremallera y la tomo rudo y salvaje la lucha corporal, cuando aterri-
zapatos».
por el cabello, la volteo dejándola zamos otra vez, Catalina vuelve a
de espalda sin soltar la presión en comentar «Uy no, aquí huele muy Me los quito muy nervioso, tem-
su cabello, embisto primero torpe mal, fo, fo, movámonos rápido». blando, cada cual toma un zapato,
sin alcanzar a embocar, ella des- Se levanta queriendo ir al baño, la el más joven descarga un insulto:
esperada y colaboradora me ayu- alcanzo en plena entrada, la traigo «Hijueputa, este man está podri-
da con su mano, moviéndose un hacia mí besándole el cuello, ma- do».
poco para más comodidad, gritaba nejándole una mano en el pecho y
como desquiciada, era una de esas la otra en su centro, por el momen- El otro lo acompaña: «¡Sí, no joda
mujeres sumadoras, más, más, más, to olvida la idea del baño, estuve bota esa mierda!».
más, eso enloquece a cualquiera, jugueteando con su cuerpo hasta
Lanzaron mis tenis en los techos
cuando cansados y exhaustos nos que ella misma se devolvió para la
lejanos y se largaron corriendo en-
tendimos en la cama me pregunta cama, se tumbó, abrió las piernas
tre risas, no sin antes gritar: «¡Usa
«¿Siempre lo hace con ropa?». Vuel- en posición de “hola mi amor”, me
Mexana cochino!».
vo a acordarme de mi problemita, zambullí en su pubis, chupando,
suelto un chorro amañado dándo- mordiendo, manejando de la me- Y ese fue el final de mis recordados
melas de conocedor «Lo que pasa jor manera la lengua y la situación, y queridos tenis panameños.

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Mi inminente
muerte
Miguel Ángel Romero Chacón
Este cuento fue seleccionado entre los diez finalistas en la cate-
goría tres (estudiantes universitarios) del
1 Concurso Nacional
de Cuento, organizado por el Ministerio de Educación Nacional
– RCN Televisión S.A. y Radio Cadena Nacional S.A. E-mail: lanyel@
hotmail.com

N o es justo que esto me vaya a suceder a mí. Yo ayu-


do al prójimo, asisto semanalmente a la
iglesia, hago obras de misericordia, rezo
todos los días el Santo Rosario... No es
Cuando me levante mañana a las
justo que mañana a las ocho y quince de seis y quince, y se me haga tarde,
la mañana, don Gregorio Suárez me mate me pondré el sombrero de ala, el
abaleándome con los diez y seis tiros de saco de pana azul oscuro y los za-
patos de charol que utilizo para ir
sus dos revólveres Smith. Las personas se
a misa. Cuando vaya caminando
van a sorprender cuando lleguen los po- frente a la tienda de don Pepe, va
licías a hacer mi levantamiento, porque a empezar a llover y se me va a ol-
no van a entender cómo es posible que vidar llevar el paraguas. Cuando
llegue empapado a la iglesia, me
suceda lo que va a suceder. Y como desde va tocar sentarme en la última si-
mañana todo el mundo le va a tener mie- lla porque, como voy a llegar un
do a don Gregorio Suárez, pasado mañana poco tarde, las demás van a estar
ocupadas. Florencia Suárez va a lle-
serán muy pocos los que irán a mi entie-
gar en el momento que comience
rro, y los pocos que se atrevan a hacerlo la eucaristía porque cuando vaya a
lo harán solamente para ir a chismorrear. salir de su casa para ir a misa, va

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a esperar que escampe ya que no en el único asiento vacío que va a


va a querer que su vestido de lino ser a mi lado y cuando las beatas
blanco se moje. Como don Jacinto del coro comiencen a cantar en
tiene que ir primero a comprar la el momento que vaya a comenzar
carne del almuerzo de mañana ya la eucaristía, don Jacinto se va a
que se va a encaprichar con que levantar del puesto para tomar la
tienen que almorzar en la casa eucaristía porque va a sentir el de-
porque el día estará lluvio- seo de ser el primero en comulgar
so, también llegará tarde; para que desde mañana en adelan-
por lo cual, se va a sentar te la gente se dé cuenta que él es
un hombre devoto. Cuando llegue
Florencia Suárez en plena eucaris-
tía, levantándose el vestido con las
manos para que no se le empuer-
que, va a sentarse en el puesto que
va a quedar vacío a mi lado. Cuan-
do termine la misa, el padre Nepo-
muceno, que va a querer continuar
con sus tradiciones, nos va a repar-
tir a todos un fragmento del libro
del Apocalipsis para que lo leamos
y lo estudiemos después de misa,
ya que en la próxima eucaristía
nos va a hacer preguntas. Floren-
cia Suárez, la hermosa hija de don
Gregorio Suárez, va a sentir cierta
vergüenza conmigo ya que no so-
mos de confianza, pero finalmente
me va a pedir el favor que le ayude
a llevar las hojas con el fragmento
del libro del Apocalipsis, que el
diácono nos repartirá, porque va
a tener sus dos manos ocupadas
para evitar que su vestido se le
empuerque en los charcos. Como
voy a acompañarla de regreso a su
casa, que es lo que hace un buen
caballero, porque mañana sus her-
manos van a tener que ir a la ha-
cienda ya que un novillo se les va a
caer en el barranco por la creciente
de la quebrada y no van a poder

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acompañarla, y su padre va a seguir ponerlas a secar en el patio mien- entierro asista menos gente que la
tomando en la tienda de Ceferino tras ella va al baño a cambiarse su que va a la casa de la cultura; por
por nostalgia en el aniversario de la vestido que por más que mañana eso, para que mañana no vaya a pa-

g
muerte de su esposa, la gente va a va a intentar no emporcarlo se le sar nada de esto, no me levantaré a
empezar a decir cosas que no son y llenará de barro hasta la cintura. Y las seis y quince sino a las siete y en
a inventar más de la cuenta. Según es entonces cuando don Gregorio vez de ir a misa me voy a la tienda
lo que doña Gabriela le va a decir Suárez va a entrar a la casa, como si de don Roque a ver el partido.
a doña Martha, mañana yo voy a fuera un toro de casta de su hacien-
ir acompañado con la hija de don da, abriendo a patadas las puertas
Gregorio Suárez, eso está sospecho- porque don Ceferino mañana le va
so; según lo que doña Martha le va a decir lo que su esposa le habrá
a decir a doña Carmina, mañana dicho que dizque doña Carmina le
yo voy a ir de gancho con la hija dijo que doña Martha le dijo que
de don Gregorio Suárez, ¿quién lo doña Gabriela le dijo que mañana
creyera?; según lo que doña Car- nos habrá de ver a mí y a la hija
mina le va a decir a la esposa de de don Gregorio Suárez como muy
don Ceferino, mañana yo voy a ir junticos. Don Gregorio Suárez va a
de mucho pipí cogido con la hija entrar al cuarto y va a pensar mal
de don Gregorio Suárez, ¡eso ya es porque cuando derribe la puerta
el colmo! Y como a Florencia Suá- de la calle con una patada y los cris-
rez se le va a quedar la ventana de tales se rompan, Florencia Suárez
su cuarto abierta cuando mañana va a salir del cuarto de baño con
vaya a mirar por ella a ver si ya es- una toalla puesta para saber qué es
campó para poder ir a misa, cuan- lo que mañana en ese momento va
do vayamos de regreso me va a pe- a estar sucediendo. No es justo que
dir el favor que cuando lleguemos cuando don Gregorio Suárez vaya
a su casa le ayude a correr el arma- a derribar la puerta del cuarto con
rio para poder secar bien el piso, otra patada, Florencia Suárez del
porque preciso cuando vayamos susto se deje caer la toalla y yo me
frente a la tienda de don Roque va lance a la cama destendida porque
a empezar a llover nuevamente, y voy a creer que la tormenta está
esta vez con borrasca, y su cuarto destruyendo la casa, don Gregorio
se le va a convertir en un pantano. saque sus dos revólveres y me mate.
Cuando estemos en su habitación No es justo que esto me vaya a pa-
ella me va a decir, con toda cultu- sar a mí que soy tan buen católico,
ra como debe hacerlo una dama, tan misericordioso, tan devoto, tan
que si quiero me quite el saco de creyente y tan buena persona con
pana y el sombrero de ala para que todo mundo. Yo no quiero morir,
los ponga a secar y que por favor que la gente por miedo termine
le ayude a correr el armario, pero dándole la razón a don Gregorio
que primero le ayude a quitar las Suárez, que a mí me vean como
cobijas mojadas de la cama para el malo de la película, y que a mi

111

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C
uando los caminos no son ya trechos seguros
y se vuelven senderos
habría que preguntarse
por qué la luna ya no es como el faro
sino como la gran roca caída en hombros de Sísifo

o por qué existen momentos


en que los momentos se quiebran
y no son más que el silencio
entre una nota y la siguiente

o por qué la imposibilidad de hallar palabras


que al pronunciarse les fuera suficiente
con adherirse al firmamento
en lugar de marcharse como niñas caprichosas del brazo del tiempo.

Cuando los caminos no son ya trechos seguros


y se vuelven senderos
habría que preguntarse

si el suelo bajo nuestros pies es de arena o de ceniza

si el horizonte es de fuego o el sol arde demasiado

si aquello es porque es o tu mirada está rota

si el dolor del primer amor es lo único que permanece.

Carolina Ochoa

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C O N T E N I D O Editorial
Camino de Círculos Internos 2

poesia
Escritor invitado
Rodolfo Ramírez Soto 5
Las horas pasan como botellas donde Cecilia 6
Clasina 6
De tanto paso amontonado sobre tan poco zapato 7
Transformación 8
Para publicar en GAVIA...
Suerte 8
Zoroástrico Paula Andrea Altafulla Dorado 8 Todo texto debe ser entregado en fuente Times New Roman 12
Apego 9 puntos, interlineado de 1.5, tamaño carta, máximo doce (12)
Holocausto Carlos Alberto Polo Tovar 9 páginas. Enviarlo como archivo adjunto que incluya todos los
Receta para morir en el primer suicidio 10 datos personales y de contacto del autor (nombre, profesión u
Aaa 11 oficio, número telefónico, correo electrónico). Si el texto es
enviado con seudónimo, el autor deberá indicar su nombre e
Espejo de dos fichas 12
información personal. Al final de los ensayos se deberá indicar
Escafandra vegetariana 13
la bibliografía consultada y citada en formato APA. Las notas
Manuscrito en jarra de mármol 13 a pie de página deberán ubicarse al final del escrito.
Paraguas de celofán 14
Craneoscopía 14 La revista GAVIA busca que los autores de los textos los com-
Dios sustituto 15 plementen con imágenes que correspondan al sentido, conte-
Pipa para peces 15 nido, objetivo, etc., de los mismos. Para tal fin les recordamos
Las sombras de un silencio Jhonnatan Marín Torres 16 que las imágenes que nos envíen deben tener un tamaño MÍ-
Cercenados 17 NIMO de 100 Kb, o 300 dpi o resolución de 800 x 600. Las
imágenes que ustedes nos envíen y que no salgan publicadas,
Evidencias 18
se guardarán en una base de datos de la revista GAVIA, y
Voceador María Victoria Córdoba 18
únicamente podrán ser publicadas con autorización previa de
Una... John Edison Carrillo 19 la persona que haya enviado la imagen y se dará el crédito res-
Problema gramático-temporal 19 pectivo a el(los) creador(es) de la misma. La revista GAVIA
El verso de los sueños 19 tiene dentro de sus principios el respeto por los Derechos de
¿Cómo? 19 Autor establecidos por la ley.
Lamento de una sombra cobarde 20
El tema será libre dentro de los géneros establecidos por la re-
Tuyo y mío Johannes Fernando Mejía 20
vista (ensayo, cuento, poesía). Los trabajos se recibirán en los
Suicidio constante Malely Linares 22 correos electrónicos: revistagavia@gmail.com y/o gavia@
Palabras para irse Ingrid González 22 udistrital.edu.co .
Pájaros de la tercera edad 24
South sandusky street 24
La neurosis de Dylan Thomas Daniel J. Montoly 25

Camino Winston Williamson Ramírez 26

Editorial
Editorial

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