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Antologia Boaventura Vol2 PDF
Antologia Boaventura Vol2 PDF
Antología esencial
políticas públicas, impulsando acciones innovadoras,
creativas y viables ante los grandes desafíos sociales, cia entre Saberes: Epistemologías del Sur contra
educativos, culturales y ambientales de América Latina el Epistemicidio (2017).
y el Caribe.
• Apoyar la formación de redes de investigadores/as e
instituciones que actúan en el campo de las ciencias
sociales y las humanidades.
• Fortalecer los procesos de internacionalización aca-
démica en América Latina y el Caribe.
• Ampliar la cooperación y el diálogo académico
Sur-Sur y Norte-Sur.
• Estimular el desarrollo y la consolidación de las
ciencias sociales y del pensamiento crítico en los países
más pobres de América Latina y el Caribe.
• Intervenir en el debate público nacional y regional,
aportando las perspectivas y contribuciones de la
investigación social basada en resultados. Patrocinado por
• Colaborar con la formación de agentes gubernamen-
tales, activistas sociales y profesionales de la prensa en
temas sociales, educativos, culturales y ambientales,
acercándolos a problemáticas abordadas desde las cien-
Agencia Sueca de Desarrollo Internacional
Antología esencial
cias sociales y a las evidencias que la investigación
social aporta.
• Generar condiciones de acceso abierto a la producción
Volumen ii
académica latinoamericana y caribeña, contribuyendo a
la democratización del acceso al conocimiento y per-
mitiendo su más activa utilización por parte de los
gestores de políticas públicas, las organizaciones sociales
y ciudadanas, la prensa y el propio sistema universitario.
ISBN 978-987-722-364-4
ISBN 978-987-722-364-4
CDD 120
Volumen II
Creemos que el conocimiento es un bien público y común. Por eso, los libros de CLACSO están disponibles en acceso abierto y gratuito.
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Ciencias Sociales.
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Primera edición
Construyendo las Epistemologías del Sur (Buenos Aires: CLACSO, julio de 2018)
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Esta publicación fue apoyada por la Fundación Rosa Luxemburgo con fondos del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de
Alemania (BMZ). El contenido de la publicación es responsabilidad exclusiva de los autores y no refleja necesariamente posiciones de la FRL.
Volumen I
Pablo Gentili
Inventar otras ciencias sociales................................................................................................ 13
Parte I
Pensando desde el Sur y con el Sur
Volumen II
Pablo Gentili
Inventar otras ciencias sociales................................................................................................ 13
Maria Paula Meneses, João Arriscado Nunes, Carlos Lema Añón,
Antoni Aguiló Bonet y Nilma Lino Gomes
Prólogo......................................................................................................................................... 17
Parte III
Derecho para otro mundo posible
Parte V
Educación para otro mundo posible
expresiones y formas de producción del cono- de las experiencias sea uno de los elementos
cimiento que cifran las Epistemologías del Sur más valorados.
(entre las que se destacan la realidad portugue- Los dos tomos que conforman esta inicia-
sa, los contextos latinoamericanos, africanos y tiva de CLACSO serán, sin lugar a dudas, un
asiáticos). Son los saberes nacidos y forjados material de consulta indispensable para todas
al calor de las luchas contra el capitalismo, el las y los lectores comprometidos con pensar
colonialismo y el patriarcado los que integran el mundo a través de una perspectiva original
el índice de su obra y se ponen de relieve a tra- construida a lo largo de 40 años de trabajo. Y
vés de sus textos (muchos de ellos, traducidos si bien los materiales que conforman estos dos
por primera vez al castellano). grandes volúmenes están potencialmente di-
Si la gran escuela de Boaventura es el Sur, su rigidos a todos y todas, en las vetas del texto
caja curricular está organizada sobre un prin- emerge y se percibe una predilección por las
cipio de convivialidad irreductible: la ecología izquierdas, a las que Boaventura caracteriza
de saberes. Miradas que no imponen, sino que como “los partidos y movimientos que luchan
solicitan otras perspectivas para cuestionar y contra el capitalismo, el colonialismo, el ra-
cuestionarse; perspectivas que buscan credibi- cismo, el sexismo y la homofobia y a toda la
lidad y reconocimiento para los conocimientos ciudadanía que, sin estar organizada, comparte
elaborados más allá de los espacios y las lógi- los objetivos y aspiraciones de quienes se or-
cas académicas, sin que ello conlleve a desa- ganizan para luchar contra estos fenómenos”.
creditar el conocimiento científico. También, Esta antología es un merecido homenaje
el término remite de un modo certero al indis- del Consejo Latinoamericano de Ciencias So-
pensable diálogo que debe producirse entre ciales a quien, con sus ideas y compromiso, ha
las ciencias de la vida y las ciencias sociales. contribuido de manera decisiva al desarrollo
Ningún cambio social puede promoverse des- de las ciencias sociales, un intelectual público
de las ciencias sociales sin tomar en cuenta la que ha peregrinado por el Sur global acompa-
devastación ecológica, la predación, el extrac- ñándonos en numerosos espacios y momentos,
tivismo, el epistemicidio y la eliminación física ayudándonos a pensar los problemas y desa-
a las que muchas veces ha contribuido la racio- fíos de nuestro tiempo. Y si bien es cierto que
nalidad moderna. De allí que la recuperación el temor más grande de un explorador consiste
16 Boaventura de Sousa Santos
en detenerse, ese sociólogo andariego que es por el pensamiento y por la lucha en defensa de
Boaventura de Sousa Santos nos deja en esta la dignidad humana, seguirá produciendo para
obra la grata sensación de que aquí falta lo que sorprendernos y ayudarnos a soñar.
mañana, en su recorrido creativo por la vida,
Prólogo
Maria Paula Meneses, João Arriscado Nunes, Carlos Lema Añón,
Antoni Aguiló Bonet y Nilma Lino Gomes
inglés, alemán, rumano y chino mandarín, en- colonialismo bajo nuevas formas que siguen
tre otros), abarca más de cuatro décadas de signando la vida de los que, en la práctica, no
análisis y reflexión. tienen derechos, de los que viven del “otro lado
En su conjunto, el trabajo de Boaventura de de la línea abisal”.
Sousa Santos aquí recogido se centra en algu- Desde el punto de vista metodológico, esta
nos de los principales temas y problemas del antología refleja también un cambio paradig-
mundo contemporáneo: movimientos socia- mático: de escribir sobre a escribir con, dando
les, globalización contrahegemónica, demo- voz a sujetos y a luchas a partir del reconoci-
cratización, pluralismo jurídico, reforma del miento de la validez de los saberes nacidos
Estado, epistemología, derechos humanos, en esas mismas luchas. Esta antología revela
interculturalidad y universidad. Su gran desa- asimismo que, desde temprano, Boaventura
fío ha estado centrado, en los últimos años, en de Sousa Santos manifestó incomodidad ante
la reconstrucción sociológica a partir de las la equivalencia epistemológica entre objetivi-
Epistemologías del Sur, concebidas como un dad y neutralidad, lo que lo llevó a optar por
pensamiento alternativo de alternativas, del un conocimiento anclado en las prácticas y en
que resultan nuevas propuestas conceptuales las luchas sociales. Tal como lo llamó en algún
como, por ejemplo, las articulaciones entre momento: conocimiento prudente para una
la dominación capitalista, colonial y patriar- vida decente.
cal; el pensamiento abisal; la sociología de las Ir al Sur, aprender con el Sur y desde el Sur
ausencias y de las emergencias; las ecologías es el lema que estructura esta antología, que
de saberes; la traducción intercultural y la ar- combina el trabajo teórico con el análisis em-
tesanía de las prácticas. Las semillas de esta pírico específico. El Sur con el que desea com-
innovación se inscriben en trabajos anteriores, partir la voz no es el Sur geográfico es, en cam-
donde conceptos como sociedad civil íntima, bio, el Sur epistémico.
sociedad civil extraña o fascismo social permi- A fin de una mejor organización, dado que
ten dar cuenta de las exclusiones radicales que los textos que integran cada sección han sido
tienen lugar en sociedades supuestamente de- objeto de una cuidadosa selección, hemos op-
mocráticas, donde impera la violencia, la apro- tado por presentar al principio de cada una de
piación, la persistencia del trabajo esclavo y el ellas una breve introducción. Allí se presenta
Prólogo19
las rupturas. De todas formas, el hecho de que Una sociología jurídica crítica
la antología sociojurídica sea un capítulo de un No es casualidad que una parte destacada
proyecto que busca abarcar la totalidad de la de los textos recogidos en esa sección fueran
obra también resulta ventajoso, pues esta sec- publicados en un libro titulado Sociología ju-
ción podrá en muchas ocasiones ser leída con rídica crítica (2009), que a su vez funcionaba
provecho una vez que se pone en relación con como la síntesis sistemática de lo más acaba-
las demás. do de la producción sociojurídica del autor
Traer aquí a colación estos retos no tiene hasta ese momento. Pero también los textos
otra finalidad que poner de manifiesto el con- posteriores que hemos incluido, aun presen-
texto en que puede ser leída esta antología y tando novedades e incluso ciertos giros teóri-
sus objetivos, así como la obvia constatación cos, pueden seguir siendo reconocibles en la
de que resulta imposible reflejar aquí todo lo fórmula de sociología jurídica crítica. Si esta
relevante de esta obra. Se busca, por un lado, idea es válida para caracterizar la obra de este
hacer una invitación a la lectura de un autor autor, lo es porque expresa dos presupuestos
ineludible, que permite acercarse a la comple- complementarios que permiten entender su
jidad de lo jurídico desde una perspectiva no propuesta y el desarrollo de su programa de
reduccionista, así como ofrecer una orienta- investigación en sociología jurídica. En primer
ción para continuar con otras obras. Además lugar, la sociología jurídica –y en el fondo esto
de esa invitación, la propia antología podría ser vale para el conjunto de las ciencias sociales–
un instrumento útil en cuanto sistematiza las si quiere estar a la altura de los problemas que
líneas más relevantes de su producción, que- ha de abordar y que resultan perentorios, no
riendo ser abarcadora tanto en lo que hace a puede ser sino crítica. En segundo lugar, una
lo temático como a lo cronológico. Por último, teoría crítica del derecho, una teoría que se
aspira a ser inspiración –como siempre ha sido plantee si –y en qué condiciones– el derecho
la obra de este autor- para nuevos proyectos, puede ser emancipatorio y no meramente y en
tanto en lo que se refiere a la investigación aca- todos los casos un instrumento del poder (de
démica sobre el derecho, como a la práctica en los poderes) y de la opresión (de las opresio-
organizaciones y movimientos sociales. nes), no puede ser sino sociológica. O al me-
nos estar abierta a incorporar una perspectiva
Presentación25
como en el que se refiere –con sus propias desarrolla y se sigue desarrollando en un pe-
particularidades– al estudio del derecho. La ríodo amplio. Conviene ahora, junto con la
importancia de aquello que ha sido negado e in- referencia a los textos que han sido seleccio-
visibilizado es ejemplo de que la ciencia social nados, hacer también hincapié en la presencia
hegemónica es, en su colonialidad, incapaz de de algunos giros, cambios de acento y hasta de
ser totalmente fiel a su propio programa “posi- rupturas.
tivista”, pues ni siquiera es capaz de abarcar el Más allá de que no se deba exagerar la con-
estudio de toda la realidad social. En el ámbito traposición entre la sociología del derecho de
del derecho, además, no solo es una propuesta los juristas frente a la sociología del derecho
“antipositivista” por ese motivo. También lo es de los sociólogos, la formación inicial de Boa-
por su rechazo a los dogmas del positivismo ju- ventura de Sousa Santos es en Derecho, una
rídico, esencialmente su formalismo y su iden- formación clásica que incluyó la investigación
tificación del derecho con el derecho estatal. jurídica dogmática. El giro hacia la sociología y
Este antipositivismo, tanto en el ámbito de la hacia la sociología del derecho se produce en
ciencia social como en particular en el ámbi- la etapa de formación en Alemania y, especial-
to jurídico, es sobre todo un antirreduccionis- mente, en los Estados Unidos, a finales de los
mo radical cuya audacia epistemológica no es años sesenta y principios de los setenta. En un
solo productiva en el ámbito del conocimiento, ambiente política e intelectualmente muy acti-
sino también en el de la potencialidad política vo (luchas por los derechos civiles, oposición
de articularse con los movimientos sociales a la guerra imperialista) accede a un momen-
emancipatorios. to de contestación radical al paradigma so-
ciológico dominante hasta entonces, frente al
Del derecho posmoderno que se abría paso la aceptación del pluralismo
al derecho postabisal jurídico, la investigación cualitativa, la incor-
Se ha enfatizado hasta aquí, utilizando el poración de un marxismo renovado y el com-
tema de la sociología jurídica crítica, la pre- promiso político. Con todo, se trataba de una
sencia de determinadas líneas de continui- contestación que en lo esencial no rompía con
dad en el tiempo de la obra sociojurídica de la visión eurocéntrica y que incluso acababa re-
Boaventura de Sousa Santos, una obra que se sultando inadecuada ya no solo para el estudio
28 Boaventura de Sousa Santos
de la diversidad de sociedades periféricas, sino medida en que ya hay una afirmación de las
para el mismo caso semiperiférico portugués. bases de un concepto pluralista y complejo
La superación de ese eurocentrismo fue una de del derecho, así como de la consideración de
las señas de identidad del Centro de Estudos los problemas de la relación entre este dere-
Sociais, fundado ya una vez de vuelta en Coím- cho no oficial y el derecho del Estado. Se pue-
bra: ya en su inicio, la lucha democrática con- de destacar también como seminal, por otras
tra la dictadura había estado vinculada con las razones, la investigación sobre el derecho ofi-
luchas anticoloniales y desde el CES se supo cial que se inicia con el estudio sociojurídico
mantener posteriormente el flujo con América de los tribunales en el caso portugués, en el
y África, con un impulso anticolonial en el que contexto de la ruptura con la dictadura, lo que
la crítica de las relaciones imperiales y de su queda recogido en esta antología con el texto
desperdicio de la experiencia dieran forma a “Sociología crítica de la justicia”. Es seminal,
una ciencia social (y en este caso a una socio- junto con el anterior, porque ambas investi-
logía jurídica) diferente de la hegemónica. gaciones (derecho no oficial y pluralismo ju-
En este contexto se pueden situar las inves- rídico en Brasil, derecho oficial en Portugal)
tigaciones y los textos que ponen las bases de van a servir como base para investigaciones
lo que se constituirá en un programa de inves- posteriores en las que se aplica este modelo
tigación. Puede considerarse una investiga- de consideración de estos dos componentes
ción fundacional la que parte de un trabajo de y sus relaciones. Empezando por Cabo Verde,
observación participante en una favela brasi- ya en 1984, donde se hace además en un rico
leña, recogida aquí con el texto “El derecho de contexto de pluralismo jurídico revoluciona-
los oprimidos: la construcción y reproducción rio, en el que el poder revolucionario promue-
de la legalidad en Paságarda”. De forma signi- ve la justicia popular. Más tarde se desarrolla
ficativa es una investigación sobre el derecho en los estudios sobre la complejidad jurídica
no oficial, por lo tanto, una impugnación de de Colombia (2001), en Mozambique, con la
hecho de la pretensión del monopolio jurídico introducción del concepto de Estado hetero-
estatal y una afirmación del pluralismo jurí- géneo (2003), y Angola (2012), entre otros, in-
dico como crítica antiautoritaria. Se trata de vestigaciones que cuentan con una presencia
un texto y de una investigación seminal en la significativa en esta antología.
Presentación29
Desde luego, en el desarrollo de este pro- apartados de esta antología. Además del dere-
grama de investigación surgen otras muchas cho de la globalización hegemónica neoliberal,
cuestiones relevantes que son tematizadas y se analiza la emergencia de un derecho desde
estudiadas en ese marco y que ayudan a com- abajo, cosmopolita subalterno e insurgente
pletar y complejizar el estudio del derecho y su desde las luchas globales contrahegemónicas.
relación con la sociedad y el poder. Solo por Este derecho desde abajo aparece de nuevo con
mencionar algunos de estos asuntos se puede la conceptualización de los derechos humanos,
hacer referencia a la relación entre el derecho tanto en el texto “Hacia una concepción inter-
y el poder, el derecho y la globalización y la re- cultural de los derechos humanos” –texto que
ferida a los derechos humanos. Las relaciones aparece en el apartado final de la antología–,
entre el derecho y el poder son analizadas en el como en el texto “Los derechos humanos, una
texto “El Estado y los modos de producción del frágil hegemonía”. La propuesta relativa a los
poder social”, que en esta antología está reco- derechos humanos empieza por criticar la con-
gido en el apartado relativo a la Sociología po- cepción hegemónica y falsamente universal de
lítica. Ante la despolitización del derecho que los mismos, para contraponer una propuesta
opera en la concepción moderna del derecho, a de reconceptualización contrahegemónica e
través sobre todo de la distinción entre Estado intercultural de los derechos humanos.
y Sociedad civil, se propone un esquema de la Todo este desarrollo en el ámbito de la so-
estructura de poder de las sociedades capita- ciología jurídica que acabamos de evocar pudo
listas, en el que diferentes espacios estructura- ser denominado, con una etiqueta asumida por
les generan diferentes formas de poder y sus el propio autor, como el desarrollo de una con-
correlativas formas de derecho. La cuestión cepción postmoderna del derecho, desde lue-
de la globalización y el derecho es incorpora- go en lo que constituía una crítica de la concep-
da aquí con el texto “El pluralismo jurídico y ción moderna del derecho. En realidad, no se
las escalas del derecho: lo local, lo nacional y trataba de un postmodernismo al uso o celebra-
lo global”, pero las formas que adopta la glo- torio, sino en lo que se conceptualizaba como
balización –tanto la hegemónica con sus loca- un postmodernismo de oposición que, tomán-
lismos globalizados y globalismos localizados dose en serio las promesas emancipadoras de
como la contrahegemónica– aparecen en otros la modernidad, constataba la imposibilidad de
30 Boaventura de Sousa Santos
El desarrollo de las epistemologías del sur frente a un derecho reconfigurativo –que bus-
–que constituye el primero de los ejes temáti- caría cambiar las relaciones de poder y sería
cos considerados en esta antología y al que es análogo al uso contrahegemónico del derecho–
posible remitirse aquí– tiene un desarrollo re- y sobre todo frente a un derecho prefigurativo,
ciente en el ámbito de la sociología jurídica del anticipado en las prácticas de estos movimien-
autor. Se pueden destacar tres textos recientes, tos, y que expresa una concepción alternativa
que han sido incluidos en la antología, en los de lo jurídico y de lo social. El tercer texto, “La
que se desarrolla la cuestión del derecho y las resiliencia de las exclusiones abisales en nues-
epistemologías del sur. Por un lado, “Cuando tras sociedades: hacia un derecho postabisal”,
los excluidos tienen Derecho: Justicia Indí- representa seguramente la formulación más
gena, Plurinacionalidad e Interculturalidad”, explícita del derecho y las epistemologías del
constituye un análisis de los procesos políticos sur. En él se parte de que en el lado colonial
y de transformación constitucional de Bolivia de la línea abisal se han desarrollado luchas
y Ecuador en lo que suponen de impugnación y resistencias para confrontar esa exclusión
del diseño jurídico-político del Estado moder- radical. Un pensamiento postabisal debería si-
no colonial y, con ello, la puesta en cuestión de tuarse en ese lado de la línea, que es donde se
la línea abisal de exclusión radical. El segundo ha producido la mayor innovación –también en
texto es “Para una teoría sociojurídica de la in- el ámbito jurídico– que señala además formas
dignación: ¿es posible ocupar el Derecho?”. En de sociabilidad alternativa.
él, se reconstruye la visión del derecho subya- El carácter inspirador, en lo académico y en
cente a los movimientos de la indignación a lo lo político, ha sido una característica constan-
largo del mundo, para contraponer un derecho te del trabajo de Boaventura de Sousa Santos.
configurativo, que refleja unas determinadas Probablemente si algo deja clara esta antología
relaciones de poder y que crecientemente ex- es que este carácter sugerente e instigador si-
tiende la dualidad abisal colonial de exclusión, gue tan vivo y floreciente como siempre.
El derecho de los oprimidos:
la construcción y la reproducción
de la legalidad en Pasárgada*
seleccioné una de las favelas más antiguas y Pasárgada, empecé a concebir este tipo de me-
extensas de Río. La denominé Pasárgada, si- canismos, así como sus acuerdos instituciona-
guiendo el título del poema escrito por el poeta les, como expresiones de un sistema jurídico
brasileño Manuel Bandeira. La investigación de no oficial, el cual denominé como derecho de
campo se desarrolló de acuerdo con el método Pasárgada. Luego, pasé a analizar este dere-
de la observación participante, por momentos cho, a la luz de sus relaciones dialécticas con
aplicada de manera informal. Viví en Pasárgada el sistema oficial brasileño, como un ejemplo
de julio a octubre de 1970, participando en la de pluralismo jurídico. Para ello empleé una es-
vida de la comunidad tanto como me fue posi- tructura de análisis de clase, explorando dicho
ble. No obstante, el período de trabajo de cam- ejemplo de pluralismo jurídico como una rela-
po fue corto, logré emprender una observación ción producida entre un sistema jurídico domi-
participante desde el comienzo, debido a que el nante (el sistema jurídico oficial brasileño, con-
portugués es mi lengua natal. trolado por las clases dominantes del Brasil) y
Los estudios de resolución de conflictos rea- un sistema dominado (el derecho de Pasárga-
lizados por la antropología del derecho me fa- da, controlado por las clases oprimidas).
cilitaron la principal estructura analítica de la Con excepción de los trabajos académicos
investigación. Sin embargo, durante el desarro- escritos por Gluckman (1955), Fallers (1969)
llo de mi trabajo empecé a prestarle la misma y Bohannan (1957), los trabajos académicos
atención al tema de la prevención de conflictos sobre antropología del derecho y sociología
que la que le dedicaba al tema de la resolución jurídica le habían concedido hasta entonces
de conflictos, ya que, según se me hizo patente escasa atención a las estructuras del razona-
desde las primeras fases de la investigación de miento y de la argumentación jurídica dentro
campo, la manera en que las personas preve- de los procesos sociojurídicos. El análisis de
nían los conflictos guardaba relación con los la retórica jurídica se había dejado en manos
modos en que se dirimían las disputas una vez de los filósofos del derecho, quienes por regla
que estos ocurrían. Debido a que centré mi in- general ignoraban el contexto sociológico den-
vestigación en los mecanismos de prevención tro del cual operaban los discursos jurídicos.
y resolución de conflictos suscitados en las Así, el estudio del derecho de Pasárgada fue
actividades de la Asociación de Residentes de concebido como un intento por desarrollar una
El derecho de los oprimidos: la construcción y la reproducción de la legalidad en Pasárgada35
sociología empírica de la argumentación jurí- “que son consideradas como las apropiadas
dica. Basándome en ciertas ideas y conceptos para ser aplicadas por un órgano o autoridad
desarrollados por la filosofía del derecho eu- judicial en un procedimiento determinado”
ropea, identifiqué algunas estructuras básicas (1958: 79). Por “autoridad judicial” Kantorowi-
de razonamiento y de argumentación jurídica, cz entiende “una determinada autoridad dedi-
relacionándolas asimismo con otro tipo de ras- cada a afrontar un cierto tipo de ‘casuística’,
gos del entramado social y jurídico. Comenza- o en otras palabras, la aplicación de ciertos
ré la presentación de ese estudio delineando principios a casos individuales en donde las
la teoría de la resolución de conflictos y de la partes se encuentran en conflicto” (1958: 69).
argumentación jurídica que está detrás de esa Como se puede observar, Kantorowicz emplea
teoría de la resolución de conflictos.1 A conti- el concepto de órgano judicial en un sentido
nuación, analizaré en profundidad la argumen- bastante amplio o, tal y como él lo señala, en
tación jurídica que subyace a la resolución y un “sentido modesto y antitécnico” (1958: 80)
prevención de los conflictos que realiza la Aso- de enorme extensión, pues incluye dentro del
ciación de Residentes de Pasárgada. mismo a jueces, jurados, caciques, caudillos,
dioses humanos, magos, sacerdotes, sabios,
Justiciabilidad, retórica sentenciadores, consejos de ancianos de tribu,
y tratamiento de los conflictos tribunales con vínculos de consanguinidad,
Según la concepción del derecho presentada juntas militares, parlamentos, instituciones in-
en otro lugar, tanto los procedimientos unifor- ternacionales, areopagitas, árbitros deportivos,
mes como los patrones normativos deben ser jueces árbitros, cortes eclesiásticas, tribunales
“considerados como asuntos justiciables den- eclesiásticos, censores, tribunales de honor,
tro de un grupo o una comunidad dada”. La Bierrichter y, eventualmente, líderes pandille-
justiciabilidad es definida por H. Kantorowicz ros. Es justamente esta amplitud y flexibilidad
como el rasgo característico de aquellas reglas las que hacen este concepto útil para nuestros
fines. La justiciabilidad significa que los patro-
nes normativos a los que me referiré son apli-
1 Para una versión completa de este marco teórico,
cados por un tercero imparcial, utilizando un
véase Santos (1995) capítulo 3, sección I, publicado en
castellano en Santos (2003b). concepto de amplia difusión en los trabajos de
36 Boaventura de Sousa Santos
partes en una relación dada, como pueda ser el Perelman comienza partiendo de Aristóte-
contexto de la prevención del conflicto, se re- les, que se ocupa del discurso argumentativo
lacionan en formas relevantes, aunque no sean de manera sistemática en la Tópica y, en refe-
siempre evidentes, con las normas que regulan rencia a sus contextos de aplicación, en la Retó-
su resolución cuando efectivamente surge un rica. La retórica es una forma de conocimiento
conflicto entre esas partes. que va de premisas probables a conclusiones
La hipótesis general de trabajo de esta inves- probables, mediante el uso de varios tipos de
tigación consiste en que el discurso argumen- argumentos, algunos de los cuales puede pre-
tativo (retórica) es el principal componente sentarse en forma silogística, aunque no son
estructural del derecho de Pasárgada, y que, silogismos (son entimemas, “argumentos cua-
por lo tanto, domina la lógica de los procedi- silógicos presentados de forma silogística”)
mientos y los mecanismos de prevención y (Perelman, 1969: 230). Los argumentos pueden
resolución de conflictos disponibles en Pasár- ser enormemente variados, pero si se desean
gada. Para desarrollar esta hipótesis, seguiré utilizar en un proceso argumentativo concreto
la teoría de la argumentación desarrollada por deben cumplirse dos condiciones: deben ser
Chaim Perelman. En otro lugar, me he ocupado premisas generalmente aceptadas y funcionar
de la retórica como forma de conocimiento y como puntos de partida de la argumentación, y
como vía para la resolución de conflictos jurídi- debe existir una audiencia relevante que pueda
cos.6 Este no es lugar para detenerme en estos ser persuadida o convencida.7 Entre las premi-
temas, que van más allá de la argumentación sas, hay dos que son de la mayor importancia:
jurídica y afectan cuestiones epistemológicas los hechos y las verdades, por un lado, y los
fundamentales. Con el propósito de explicar topoi, por otro.
el funcionamiento de la argumentación en un Desde un punto de vista retórico, los hechos
orden jurídico no estatal, como el del derecho y las verdades son objetos que cuentan con un
de Pasárgada, me limitaré a esbozar la idea de acuerdo lo suficientemente fuerte como para
argumentación y sus conceptos clave. no necesitar de un refuerzo mayor mediante
6 Véase Santos (1995) capítulos 1 y 3, publicado en 7 Sobre la distinción entre persuasión y convicción,
castellano en Santos (2003b). véase Perelman (1969: 26).
40 Boaventura de Sousa Santos
la argumentación. Ninguna afirmación goza de con otra de las condiciones necesarias de la ar-
este estatus indefinidamente, y cuando el grado gumentación: la audiencia relevante.
de intensidad en el acuerdo decae, los hechos Para que ocurra la argumentación, “se debe
y las verdades dejan de serlo y se convierten conseguir una comunidad efectiva de pensa-
en sí mismos en argumentos. Por otro lado, los miento en un determinado momento”, debe
topoi o loci son “lugares comunes”, puntos de existir “un contacto entre mentes”, en otras
vista ampliamente aceptados con un contenido palabras, debe haber una audiencia, que Perel-
muy abierto, flexible o inacabado, fácilmen- man define como “la reunión de aquellos a los
te adaptables a los diferentes contextos de la cuáles el orador desea influenciar con su argu-
argumentación. Como escribe Walter Ong, “en mentación” (1969: 19). En términos retóricos,
todos sus sentidos, el término topos tiene que la comunidad en un determinado momento es
ver, de una forma u otra, con la explotación de la audiencia relevante para aquellos que están
lo que ya se conoce, y a menudo con lo de que argumentando, es decir, la reunión de aquellos
de hecho es extraordinariamente bien conoci- que se quieren influenciar mediante la persua-
do” (1977: 49). Para Perelman, los topoi “cons- sión o la convicción. Con el propósito de in-
tituyen un arsenal indispensable al que tendrá fluenciar a la audiencia, los “oradores” deben
que recurrir una persona, lo quiera o no, que adaptarse a ella y, si desean que su adaptación
intente persuadir a otra” (1969: 84). sea exitosa, deben conocer a la audiencia.8
Aristóteles realiza una distinción entre topoi
que pertenecen a una esfera específica de cono-
cimiento, como el topos de lo justo y lo injusto, 8 Deben distinguirse los topoi de las protopolíticas
que puede usarse en la política, la ética y el de- judiciales; estas últimas no son una parte integral del
discurso argumentativo, aunque lo condicionen. Las
recho, pero no en la física, y topoi que pueden
protopolíticas judiciales son principios organizativos,
usarse indiscriminadamente en cualquier rama principios de acción o reglas de bolsillo, sobre la base
del conocimiento, como los topoi de cantidad, de las cuales se toman decisiones estratégicas acerca
que pueden usarse en la política, la física y otros de cómo proceder. Estas políticas derivan de los inte-
lugares. Aunque esa distinción se abandonó en reses, las necesidades, las limitaciones y el potencial
de los mecanismos de resolución de conflictos en sí
los tratados posteriores sobre retórica (1977:
mismos, tal y como se perciben por los grupos que lo
149), Perelman la recupera y la desarrolla junto controlan o por el conciliador del conflicto.
El derecho de los oprimidos: la construcción y la reproducción de la legalidad en Pasárgada41
Los epígrafes que siguen a continuación son Físicamente, Pasárgada se encuentra divi-
las cuestiones acerca del análisis retórico que dida en dos regiones:10 la colina (morro) y la
serán más pertinentes para el análisis empírico parte plana junto a las orillas del río que corre
que se realiza en este texto. a sus pies. Este río es bastante pequeño, cena-
goso y susceptible de causar inundaciones. Mu-
La prevención y la resolución chas chabolas están construidas sobre pilares
de los conflictos en el derecho que las elevan del suelo. Son las viviendas más
de Pasárgada precarias. Las calles, cuando son algo más que
el espacio vacío que queda entre las chabolas,
Las circunstancias del caso9 son estrechas y fangosas. A veces las aguas ne-
Pasárgada es uno de los asentamientos gras corren libremente entre ellas, siguiendo
ilegales más antiguos y extensos de Río de su curso por debajo de las cabañas de madera
Janeiro. En 1950 tenía 18.000 habitantes; en hacia el río, muy contaminado. Hay unos pocos
1957 esa cifra se había doblado; en 1970 so- puentes de madera inestables que conectan los
brepasaba ligeramente los 50.000 habitantes. dos lados del río. La mayoría de los asentamien-
El asentamiento comenzó alrededor de 1932. tos de Pasárgada se encuentran ubicados en la
Según uno de los residentes más viejos, por colina, la cual no es muy alta, ni tampoco muy
aquel entonces existían únicamente unas empinada, con escasas excepciones, lo que la
cuantas chabolas en la cima de la colina; el convierte en un lugar adecuado para construir.
resto eran campos de cultivo. Por entonces, El ladrillo y el cemento son los materiales de
esos terrenos eran de propiedad privada,
pero quién era su propietario y cómo pasaron
10 En las páginas que siguen, uso el presente antropo-
paulatinamente a ser terreno público sigue
lógico para referirme al periodo de trabajo de campo
siendo incierto. (1970). Desde entonces, la vida política y social ha cam-
biado extraordinariamente en Pasárgada, en gran parte
debido al control de los traficantes de droga sobre la
9 Para un análisis de las características ecológicas, acción comunitaria, que ocurrió principalmente en los
socioeconómicas, políticas, religiosas, asociativas y ochenta, pero también debido al proceso de democrati-
culturales de las favelas de Río, y de Pasárgada en con- zación del Estado brasileño durante esa misma década.
creto, véase Santos (1974) capítulos I y II. Véase, por ejemplo, Junqueira & Rodrigues (1992).
42 Boaventura de Sousa Santos
construcción más comunes, aunque la calidad deseados para vivienda e industria), la favela
de la construcción varía considerablemente. ya era tan grande y estaba tan desarrollada que
La mayoría de las casas cuentan con electrici- un desalojo frontal hubiera tenido altos costos
dad y agua corriente. Existen diversas redes de sociales y políticos.
acueducto en Pasárgada. La mayoría de ellas se La vida económica interna de Pasárgada
sirven del agua de la ciudad y su funcionamien- es bastante intensa. Tiene establecimientos
to varía enormemente. Las irregularidades en comerciales tradicionales y mercados y bares
la prestación del servicio se deben a malos modernos. A su alrededor hay muchas fábri-
manejos financieros o a problemas técnicos, cas, de las cuales una docena, o tal vez más,
tales como la reparación de tuberías o la fal- se encuentran a cinco minutos a pie. El grueso
ta de fuerza de bombeo. Los residentes en las de la población activa son obreros industriales
casas y las chabolas que carecen de agua co- que trabajan en las fábricas circundantes. El
rriente la obtienen de grifos públicos o de los resto son negociantes que tienen su actividad
vecinos. Alrededor del ochenta por ciento de en Pasárgada, trabajadores municipales, servi-
los establecimientos domésticos pertenecen a dores públicos de nivel inferior o trabajadores
la red eléctrica administrada por la “comisión informales. La mayoría de los obreros indus-
de electricidad”; el resto reciben el suministro triales ganan el salario mínimo, pero el ingre-
de otras redes eléctricas pequeñas. so per cápita de Pasárgada oscila alrededor de
Hoy en día, Pasárgada se encuentra prácti- una cuarta parte de ese salario mínimo.
camente en el medio de la ciudad, por lo cual La vida asociativa de Pasárgada también es
el acceso a las áreas circundantes es bueno. bastante intensa. Existen diferentes centros
Pero en sus inicios, Pasárgada se encontraba recreativos, equipos de fútbol, iglesias (cuyos
en la periferia de Río, en suelo que en aquel en- miembros frecuentemente se organizan en
tonces no tenía ningún valor especulativo. Por grupos sociales o en asociaciones de caridad
ello, Pasárgada logró desarrollarse de un modo con el patrocinio del sacerdote católico y otros
más o menos libre durante unas tres décadas. líderes religiosos), la comisión de electricidad
Y cuando el valor del suelo comenzó a inflar- y la Asociación de Residentes (en adelante,
se, debido al crecimiento de la ciudad a su al- AR). Debido a su importancia para el análisis
rededor (actualmente estos terrenos son muy del derecho de Pasárgada, describiremos con
El derecho de los oprimidos: la construcción y la reproducción de la legalidad en Pasárgada43
mayor detalle a la AR. En Pasárgada, la AR fue como un lugar a donde uno va si tiene proble-
el primer órgano de acción social, para toda la mas con la casa o la chabola”. El significado po-
comunidad y manejada por esta. Se creó con pular de esta expresión bastante abierta es, de
el propósito de organizar la participación au- hecho, mucho más reducido. Ninguno de ellos
tónoma y colectiva de los habitantes de Pasár- pensaría en requerir la ayuda de la asociación
gada en proyectos de infraestructura y cívicos para solucionar un problema técnico de cons-
comunitarios en la vecindad. Los estatutos de trucción. Pero los residentes bien pueden acu-
la AR enfatizan entre sus objetivos estatutarios dir a la asociación cuando quieren organizar
los siguientes: una jornada comunal para construir o reparar
sus casas o sus chabolas, cuando creen que de-
1. Interceder ante las autoridades estatales o ben obtener una autorización para repararlas
federales competentes para que se tomen las o ampliarlas, cuando desean realizar (o termi-
medidas necesarias para satisfacer el acceso nar) un contrato en relación con ellas, o cuan-
a los servicios públicos de sus asociados. do tienen disputas con los vecinos acerca de
2. Actuar como intermediarios entre la pobla- los derechos de construcción, la demarcación
ción local, ayudándolos a resolver todos los de los límites, o derechos de servidumbre o de
problemas atinentes a la comunidad. ocupación. Esta enumeración indica que los re-
sidentes solo presentan a conocimiento de la
3. Actuar legalmente y con gran celo para man-
asociación aquellos problemas de vivienda que
tener el orden y también la seguridad y la
afectan sus relaciones jurídicas públicas con el
tranquilidad de las familias.
resto de la comunidad en su conjunto, o sus re-
laciones jurídicas privadas mutuas.
La AR se hizo rápidamente conocida en la Si bien la AR no había tenido apenas acti-
comunidad. A pesar de que muchas personas vidad en materia de obras públicas, debido a
puede que no conozcan sus detalles organiza- que el Estado no había entregado la asisten-
tivos o quiénes son sus directores, muy pocos cia material prometida, su compromiso inicial
desconocen su existencia hoy. Con indepen- con el desarrollo de la comunidad era sólido.
dencia de sus funciones estatutarias, la AR es Este nexo con la construcción, tanto pública
identificada en la comunidad con “mejoras y como privada, estaba reforzado por el poder
44 Boaventura de Sousa Santos
que entonces tenía para autorizar y supervi- la asociación no asume su conocimiento, pero
sar cualquier tipo de reparación de vivienda, tampoco lo reporta a la policía. Todo lo que le
así como para demoler cualquier construcción dirá a la supuesta víctima es: “Este no es un
que no hubiera obtenido su autorización. La problema que debamos resolver nosotros. Es
AR muy pronto fue reconocida como una ins- un asunto de la policía”. La AR se abstiene de
tancia que tenía jurisdicción en asuntos relati- conocer asuntos penales por varias razones.
vos al suelo y a la vivienda en toda Pasárgada. En primer lugar porque, aunque el manteni-
El origen de todo esto, como ocurre con todas miento del orden fue uno de los objetivos es-
las funciones sociales informales, es oscuro. El tatutarios que se trazó la AR, las juntas direc-
poder oficial para autorizar las reparaciones tivas han considerado que su meta principal
e impulsar obras públicas ciertamente fue un consiste en el desarrollo de la comunidad y no
factor importante. Por otra parte, los directo- en el control social. En segundo lugar, si la AR
res hablaban del “carácter oficial” de la orga- llegara a reconocer su jurisdicción sobre asun-
nización, implicando con ello que todas sus tos penales, inevitablemente gastaría la mayor
acciones estaban respaldadas por la autori- parte de sus energías lidiando con los “barrios
dad estatal, lo cual no era cierto. Finalmente, perniciosos” de Pasárgada, en donde se con-
existía la creencia de que la asociación no solo centran los traficantes de droga, los criminales
reflejaba la estabilidad del asentamiento, sino organizados y las prostitutas, y el crimen re-
que también mejoraba la seguridad de las rela- sulta más frecuente. Ello no solo le impediría
ciones sociales al concederle al asentamiento a la AR concentrarse en los asuntos que ella
un carácter jurídico. Todos estos factores pue- y la comunidad consideran como los más re-
den haber contribuido a que surgiera la idea de levantes, sino que estropearía su imagen en
jurisdicción, mediante una analogía con el sis- los barrios más respetables de Pasárgada. En
tema jurídico oficial. tercer lugar, la autoridad de la AR ha venido
Debido a la forma en que la AR concibe siendo paulatinamente socavada por las políti-
su papel en la comunidad, no reconoce tener cas de un Estado cada vez más autoritario, que
ninguna jurisdicción sobre asuntos penales. abandonó sus políticas de desarrollo comuni-
Cuando quiera que se enfrenta a una situación tario de inicios de los sesenta, negándole de
que parece involucrar la comisión de un delito, esta manera a la asociación la provisión de los
El derecho de los oprimidos: la construcción y la reproducción de la legalidad en Pasárgada45
recursos necesarios para generar los servicios limitada a casos en donde se encuentran en
y obras públicas que en un principio la misma entredicho asuntos sobre el suelo y la vivien-
le había prometido a los residentes.11 Debido a da, aunque también se ocupa de conflictos que
que los criminales, en particular, rechazarían se refieren a materias diferentes.
la legitimidad de esta AR debilitada, cualquier Las relaciones entre la AR y los órganos del
intento de sus dirigentes por ejercer poder so- Estado que operan en Pasárgada son profun-
bre dichos criminales podría ser peligroso (in- damente ambiguas. A inicios de los sesenta, un
cluso físicamente). Finalmente, los funciona- Estado populista parecía estar comprometido
rios públicos y la sociedad “oficial” en general con una política de desarrollo comunitario
han asumido que las favelas y el crimen son más o menos autónoma dentro de las favelas.
casi sinónimos. Así, las acciones represivas en Esta política fue abandonada cuando la dicta-
contra de las favelas, que van desde redadas dura militar accedió al poder en 1964. Desde
casi diarias de la policía hasta el desalojo de 1967, el Estado ha venido reforzando su con-
comunidades enteras y la demolición de cha- trol sobre las organizaciones y los líderes de
bolas, frecuentemente se justifican en nombre las favelas; política que ha ido acompañada de
de la lucha contra del crimen. Al involucrarse la eliminación de cualquier tipo de autonomía
en asuntos penales, la AR se expondría a las “peligrosa”. De esta manera, a diferentes orga-
acciones arbitrarias de un Estado autoritario nizaciones comunitarias se les ofrece “asisten-
y podría llegar a ser proscrita. Es cierto, como cia” por parte de diversos organismos estata-
se verá adelante, que la AR intercede en algu- les, pero si rechazan la oferta, se les imponen
nos conflictos que conciernen a ciertos tipos sanciones. Bajo estas condiciones, la AR de
de conductas penales. Pero en tales casos, la Pasárgada ha venido empleando diferentes es-
asociación procede como si solamente se tra- trategias para neutralizar el control del Estado;
tara de un asunto civil. Por otra parte, la AR por ejemplo, evitan rechazar explícitamente la
asume que su jurisdicción civil se encuentra ayuda oficial, pero ignoran las órdenes que la
acompañan y buscan evadir las sanciones for-
males con las que se les amenazan.
11 En 1964, un golpe de Estado de los militares ter-
Las relaciones entre la AR y la policía, que
minó con el gobierno democrático de João Goulart. La
dictadura militar duró hasta los ochenta. tiene su sede cercana a la de la asociación, en
46 Boaventura de Sousa Santos
tarde, y permanece en la oficina hasta las 8 de clases urbanas oprimidas que viven en guetos y
la noche. Usualmente, la tarde es la parte más en asentamientos ilegales, para conseguir que
ocupada del día laboral. Y si el presidente tiene la comunidad subsista y que cuente con una
que presidir la reunión de la junta directiva, no mínima estabilidad social dentro de una socie-
saldrá para su casa antes de las 10 o las 11 de dad capitalista basada en la especulación del
la noche. suelo y la vivienda. He argumentado que esta
Únicamente pueden ser miembros de la situación de pluralismo jurídico se estructura
AR los residentes de Pasárgada (o personas mediante un intercambio desigual, en donde
que de alguna forma tengan vínculos con la el derecho de Pasárgada es la parte subordina-
comunidad), quienes pagan una contribución da. De esta manera, nos encontramos ante la
mensual. La AR cuenta con alrededor de 1.500 presencia de un pluralismo jurídico de clases,
miembros, pero no todos ellos pagan la contri- una de las muchas formas que toma la lucha de
bución regularmente. A pesar de que solo los clases en el Brasil. En este caso el conflicto de
miembros pueden participar en la asamblea ge- clases se caracteriza por una evitación y adap-
neral, la asociación no restringe los beneficios tación mutua (dentro de una confrontación
únicamente a sus miembros. Ocasionalmente, latente). El derecho de Pasárgada no pretende
sin embargo, las personas no miembros que re- regular la vida social exterior a Pasárgada, ni
quieren de los servicios de la AR pueden ser tampoco cuestiona los criterios de legalidad
invitadas a formar parte de la asociación. En la que prevalecen en la sociedad brasileña en
sección que sigue, estudio primero las activida- general. Ambos sistemas jurídicos se encuen-
des de la AR en relación con la prevención de tran basados en el respeto al principio de la
los conflictos y luego analizo las relativas a la propiedad privada. La informalidad y flexibi-
solución pacífica de los conflictos. lidad del derecho de Pasárgada se obtienen a
través de una dinámica en donde este derecho
Conclusión toma prestadas de forma selectiva ciertas figu-
ras jurídicas pertenecientes al sistema jurídico
La estructura del pluralismo jurídico oficial. De este modo, aun cuando estos siste-
El derecho de Pasárgada es un ejemplo de mas jurídicos ocupan posiciones divergentes
un sistema informal no oficial, desarrollado por en el plano del formalismo, se puede afirmar
48 Boaventura de Sousa Santos
que ambos comparten la misma ideología jurí- y su derecho, tal y como existen hoy día, son
dica básica. Hablando de una manera no muy probablemente funcionales en relación con los
estricta, se puede pensar que Pasárgada es una intereses de la estructura de poder de la socie-
sociedad microcapitalista cuyo sistema jurídi- dad brasileña. Al dirimir los conflictos secun-
co en buena medida es ideológicamente con- darios entre las clases oprimidas, el derecho de
gruente con el sistema jurídico estatal. Aun si Pasárgada no solo descarga la responsabilidad
Pasárgada no abriga un antagonismo de clases de los tribunales oficiales y de las entidades de
en su seno, lo cierto es que la existencia de una asistencia jurídica gratuita de conocer los ca-
estratificación social es innegable (hay buenos sos de las favelas, sino que también refuerza
y malos vecindarios), como se expuso previa- la socialización de los habitantes de Pasárga-
mente. La AR ha estado bajo el control de los da en el marco de una ideología que legitima y
estratos medio y alto, quienes gozan de mayor consolida la dominación de clases. Al ofrecer-
familiaridad con la sociedad brasileña y están le a las personas de Pasárgada un medio pa-
más dispuestos a integrarse a la misma. Con cífico para prevenir y resolver sus conflictos,
todo, la AR defiende los intereses de los estra- el derecho de Pasárgada se constituye en una
tos más bajos de Pasárgada, pero lo hace de un instancia que neutraliza la aparición de even-
modo paternalista. tuales brotes de violencia, que realza la posi-
La estrategia estatal de la evitación y la adap- bilidad de convivir de manera ordenada y que,
tación mutua se puede constatar en la relativa por lo tanto, inyecta un respeto para con el de-
pasividad que el Estado muestra en relación recho y el orden que se mantiene cuando los
con Pasárgada. A pesar de su política represi- mismos residentes de Pasárgada van a la ciu-
va para lograr el control de la comunidad, el dad e interactúan con la sociedad oficial más
Estado ha venido tolerando un asentamiento grande. Así, el Estado coopta a la AR tanto con
que él mismo ha calificado como de ilegal y, al el garrote como con la zanahoria: de un lado,
mantener esta tolerancia, ha permitido que el empieza por concederle a la AR una posición
asentamiento adquiera un estatus que podría- privilegiada como representante de las favelas
mos denominar como paralegal o extrajurídi- en las relaciones que estas sostienen con las
co. Esta situación puede tener explicación si entidades estatales; del otro, despliega diver-
se tiene en cuenta el hecho de que Pasárgada sos tipos de amenazas represivas en contra de
El derecho de los oprimidos: la construcción y la reproducción de la legalidad en Pasárgada49
ser considerada como una estrategia de lu- estudiar con mayor profundidad las relaciones
cha de clases puede constatarse al analizar sociales dominantes que se dan en Pasárgada.
los modos en los que el derecho de Pasárga- En efecto, Pasárgada se encuentra completa-
da “se desvía” del sistema jurídico oficial. Aun mente integrada en la sociedad brasileña. La
cuando los dos sistemas comparten la misma mayoría de su población laboral activa trabaja
ideología jurídica básica, ambos ponen esta fuera del área de Pasárgada. Además, cuenta
ideología al servicio de diferentes propósitos. con un sector comercial floreciente y algunas
En el nivel sustantivo, ya me referí a lo que industrias (Santos, 1974: 74). Estas últimas
denomino la inversión de la norma funda- (primordialmente fábricas de zapatos, pana-
mental en el régimen de propiedad inmueble, derías o puntos de venta de helados) son em-
mediante la cual el derecho de Pasárgada de- presas familiares pequeñas que se insertan en
termina la licitud del título jurídico de un in- el mercado (el cual en ocasiones se extiende
mueble utilizando exactamente la misma nor- más allá de los límites de Pasárgada). Uno de
ma con la que el sistema jurídico oficial hace los rasgos sobresalientes de esta sociedad mi-
que ese título sea considerado como ilegal. crocapitalista es su tendencia a la estratifica-
Esta situación evoca el análisis histórico de ción persistente e incluso creciente.
Renner (1976) sobre el derecho de propiedad, Al proporcionar viviendas a las clases traba-
el cual, si bien mantuvo intacto su contenido jadoras pobres, Pasárgada contribuye a la re-
verbal, sufrió una transformación en cuanto a producción del poder en el ámbito laboral, y es
su función social, dejando de ser una garantía aquí en donde el derecho de Pasárgada tiene un
de la autonomía personal en las sociedades papel destacado. Mientras su estatus jurídico
europeas precapitalistas, para constituirse en oficial (externo) como asentamiento ilegal es
la instancia legitimadora de la explotación y la un reflejo de las relaciones sociales capitalistas
dominación de clases en las sociedades capi- que allí tienen lugar, su estatus jurídico interno
talistas. Lo que Renner analizó de manera dia- como asentamiento es un intento por aliviar
crónica es lo que yo he constatado de modo las condiciones de vida de las clases popula-
sincrónico en una situación de pluralismo res y por obtener cierta libertad para organizar
jurídico de clases. No obstante, con el obje- una acción colectiva autónoma, lo cual consti-
to de afinar más este paralelo, sería necesario tuye un objetivo progresista en un escenario en
El derecho de los oprimidos: la construcción y la reproducción de la legalidad en Pasárgada51
o sus lazos de amistad. Finalmente, el proceso constreñidas por la camisa de fuerza de las
de resolución de conflictos de Pasárgada ha de- reglas formales, y pueden expresar cualquier
sarrollado lo que denomino un lenguaje técni- cosa que les preocupe, ya que el criterio de
co popular. La barrera creada por el uso de este relevancia es bastante generoso. Esto no sig-
lenguaje puede variar de acuerdo con la estra- nifica que en el derecho de Pasárgada las par-
tegia retórica del caso, pero de todas formas tes tengan el control total del proceso, como
jamás es tan elevada como para requerir de la ocurre en el caso de la negociación, en donde
ayuda del conocimiento jurídico profesional. el tercero imparcial se reduce a ser un interme-
Las semillas de acceso desigual existen en el diario o un mensajero. En efecto, el presiden-
derecho de Pasárgada, y germinarán en tanto la te puede interrumpir a las partes cuando sea
estratificación social y la desigualdad del poder necesario. Estos factores pueden incrementar
se incrementen dentro de la comunidad. ocasionalmente la formalidad del proceso. De
hecho, la informalidad, por su misma natura-
Participativa leza, permite que tenga lugar la flexibilidad y
Si bien la participación se encuentra íntima- la gradación, y así es la retórica la que impulsa
mente ligada con el acceso (particularmente el proceso jurídico en diferentes direcciones.
cuando se mide por el grado de homología en- Además, el proceso de certificación se encuen-
tre la interacción social y la jurídica), la parti- tra permeado por el formalismo y por ciertos
cipación tiene que ver específicamente con los rituales de alienación, a través de los cuales
roles desempeñados por los diferentes partici- las partes confrontan un espacio jurídico que
pantes en el proceso de conflicto. Los niveles se ha ido generando en el interregno. Es como
de participación y de informalidad en el pro- si la legalidad, en últimas, significara la cons-
ceso jurídico se encuentran íntimamente rela- trucción de la alienación, la transfiguración de
cionados, y en ambos casos Pasárgada cuenta lo familiar en lo extraño, de lo horizontal en lo
con indicadores sobresalientes. Las partes pre- vertical, de lo gratuitamente concedido a lo que
sentan sus propios casos, en ocasiones con la termina resultando una carga. Así, esta tenden-
ayuda de algún familiar o vecino. Jamás se en- cia es visible en Pasárgada, pero todavía no se
cuentran representadas por un profesional es- acerca a los extremos que caracterizan al siste-
pecialista en derecho. Tampoco se encuentran ma jurídico oficial del Estado moderno.
56 Boaventura de Sousa Santos
* Extraído de Santos, B. de Sousa 2009 Sociología 1 Sobre el complejo paisaje de justicias en Colombia
Jurídica Crítica (Madrid: Trotta) pp. 75-80. véase Santos y García Villegas (2001).
60 Boaventura de Sousa Santos
más que los dos extremos de un continuo en interno. Mientras la dimensión oficial/no oficial
el cual, de hecho, se localizan de manera di- deriva de una definición administrativa y políti-
ferente los distintos ordenamientos jurídicos. ca hecha por quien tiene el poder institucional
Las dimensiones seleccionadas para analizar para imponer tal definición, la dimensión for-
el pluralismo jurídico en Colombia son las si- mal/informal tiene relación con aspectos estruc-
guientes: oficial/no oficial; formal/informal; turales de los derechos en presencia. Según las
monocultural/multicultural; cívico/armado. categorías presentadas más arriba, considero
La dimensión oficial/no oficial permite informal una forma de derecho y de justicia do-
identificar, por un lado, el derecho estatal y, minada por la retórica y en la cual la burocracia
por el otro, una multitud de derechos y justi- está ausente o presente de manera marginal. La
cias locales, urbanas y campesinas, justicias violencia puede o no estar presente. En relación
comunitarias, justicias indígenas, justicia de con el pluralismo jurídico interno, el Estado
las comunidades afrodescendientes, justicia colombiano, durante la última década del siglo
guerrillera, justicia miliciana, justicia de ban- pasado, llevó a cabo una serie de reformas enca-
das, justicia paramilitar. La dimensión oficial/ minadas a informalizar la justicia de las cuales
no oficial, a pesar de ser la dicotomía más ca- resultó alguna innovación institucional (a veces
racterística, permite igualmente situaciones realizada y a veces solo proyectada) materializa-
intermedias a lo largo de un continuo marca- da en figuras tales como la acción de tutela, las
do por los extremos. Quizás la situación inter- acciones populares, la conciliación en equidad,
media más sobresaliente sea la de la justicia los jueces de paz, las casas de justicia. Las refor-
indígena, dado que su reconocimiento consti- mas sobre la informalización de la justicia crean
tucional hace de ella una justicia oficial, aun- así una dualidad interna en el sistema jurídico
que opere según normas, principios y lógicas oficial, entre la justicia formal que continúa te-
radicalmente distintas de los que subyacen al niendo vigor en las áreas centrales del sistema
derecho estatal oficial. La justicia indígena es judicial, y la justicia informal que tiene vigor en
un híbrido jurídico. la periferia del sistema.
La dimensión formal/informal permite identi- En lo que respecta al pluralismo jurídico
ficar tanto las formas de pluralismo jurídico sub- subnacional, los ordenamientos jurídicos no
nacional, como las formas de pluralismo jurídico oficiales son, por lo general, informales. Sin
Una ilustración: el pluralismo jurídico en Colombia61
embargo, el grado de informalidad varía mu- aquel que preside la justicia oficial. Sin em-
cho, no solo de un ordenamiento jurídico a bargo, hoy no hay sistemas culturales puros
otro, sino también en el mismo ordenamiento y autoreferenciales. La justicia indígena está
en diferentes situaciones o tipos de litigios. La sujeta a un proceso de hibridación que, ade-
justicia comunitaria cívica tiende a ser muy más, deriva del reconocimiento constitucio-
informal, mientras que la justicia guerrillera nal de su existencia. La ambigüedad de este
puede, en ciertas situaciones, ser formal. La proceso de hibridación reside en que oculta
justicia indígena vuelve a ocupar una posición las relaciones desiguales de poder entre la jus-
especial en esta dimensión. Las concepciones ticia indígena y la justicia oficial. Un análisis
de forma, de formalismo y de grado de formali- correcto de este proceso exige entonces que
zación solo son posibles dentro del mismo uni- se responda a las siguientes preguntas: ¿quién
verso cultural. En las condiciones actuales es hibridiza a quién? ¿hasta qué punto y con qué
virtualmente imposible evaluar, a partir de una objetivos y resultados?
cultura jurídica dada, el formalismo o el gra- Las tensiones entre monoculturalismo y
do de formalismo de otra cultura jurídica. La multiculturalismo no se restringen a las re-
construcción de una concepción multicultural laciones entre justicia indígena y justicia ofi-
de formalismo solo será posible al final de una cial. También se presentan en las relaciones
larga práctica de reconocimiento efectivo de la entre la justicia indígena y otras justicias co-
diversidad multicultural de las concepciones munitarias no oficiales, tales como la justicia
de formalismo. Por eso, en las condiciones ac- campesina y la justicia guerrillera o paramili-
tuales, no es posible evaluar el grado o tipo de tar. Y, además, aunque en menor grado, esta
formalismo de la justicia indígena. Sobre todo, tensión puede existir en constelaciones de
no es posible compararlo con el grado o tipo de ordenamientos jurídicos que no incluyen a la
formalismo de la justicia oficial. justicia indígena.
La tercera dimensión –monocultural/multi- Finalmente, la dimensión cívico/armado
cultural– vuelve a poner a la justicia indígena representa otra especificidad de la pluralidad
en el centro del análisis, una vez que ella, más jurídica en Colombia, dada la proliferación de
que ninguna otra de las justicias no oficiales, grupos armados que contestan el monopolio de
pertenece a un universo cultural distinto de la violencia por parte del Estado. No importa si
62 Boaventura de Sousa Santos
el grupo armado ilegal dice defender las insti- grupos sociales tienen acceso a diferentes or-
tuciones, como es el caso de los paramilitares. denamientos jurídicos. Es posible afirmar que
Los paramilitares desplazan al funcionario ju- la sociedad civil extraña y las zonas salvajes
dicial estatal e imponen su propia administra- de Colombia –constituidas por los estratos so-
ción de justicia, dejando sin trabajo al repre- ciales que están fuera de cualquier contrato so-
sentante del Estado. Esta dimensión puede ser cial– son cubiertas por los servicios de las justi-
aplicada en el contexto de las comunidades po- cias no oficiales informales, cívicas o armadas.
bres y marginales, tanto urbanas como rurales, Tales zonas pueden, eventualmente, tener ac-
en Colombia. Puede ser utilizada también para ceso a las áreas periféricas de la justicia oficial
distinguir entre formas pacíficas de justicia co- constituida por la justicia informal de iniciativa
munitaria, patrocinadas por organizaciones de estatal. Por el contrario, las zonas civilizadas
base de las comunidades o por organizaciones –la sociedad civil íntima y los estratos sociales
no gubernamentales que actúan en las comu- que están incluidos en el contrato social– son
nidades y cuya justicia producida es dominada cubiertas, aunque de manera ineficaz, por los
por la retórica, y formas de justicia patrocina- servicios de la justicia oficial. Las limitaciones
das por grupos armados (bandas, milicias) que del contrato social en Colombia determinan la
operan en las comunidades y cuya justicia está selectividad de la penetración social de la jus-
dominada por la violencia. ticia oficial.
El paisaje de las justicias en Colombia es Como dije antes, la especificidad de Colom-
muy amplio. La extraordinaria fragmentación bia no reside solamente en la enorme fragmen-
del campo jurídico y las complejas articulacio- tación del campo jurídico producida por el plu-
nes entre los ordenamientos jurídicos que lo ralismo jurídico subnacional, sino también en el
componen son el otro lado de la fragmentación impacto jurídico-político del pluralismo jurídico
del poder político y administrativo del Estado supranacional. Desde mediados de la década de
colombiano. Esta compleja constelación de los ochenta, Colombia ha estado sometida a una
juridicidades en competencia no se encuentra fuerte presión de los Estados Unidos, en el sen-
igualmente distribuida en la sociedad colom- tido de adaptar su política criminal a los desig-
biana. Existe una división social del trabajo nios del prohibicionismo fundamentalista que
jurídico a partir de la cual diferentes clases y domina la política norteamericana en el campo
Una ilustración: el pluralismo jurídico en Colombia63
de las drogas ilícitas desde el inicio del siglo XX. inaccesibilidad e ineficacia de la justicia oficial.
Esta presión ha aumentado exponencialmente Otra consecuencia de la americanización agresi-
en los últimos años hasta tal punto que hoy se va del sistema jurídico penal colombiano reside
puede hablar de la americanización del sistema en la eliminación de la posibilidad de experi-
jurídico penal colombiano. Las innovaciones mentación con otras soluciones jurídico-políti-
institucionales promovidas por los programas cas respecto del problema de las drogas ilícitas,
de “rule of law” y de reforma judicial, provienen en vistas del fracaso de las soluciones prohibi-
de una cultura jurídica anglosajona y son inser- cionistas fundamentalistas, reiteradamente con-
tadas en el sistema jurídico colombiano, de tra- firmado en las últimas dos décadas.
dición europea continental, sin mayor atención La enorme fragmentación –subnacional y
respecto del impacto que puedan tener en la co- supranacional– del campo jurídico colombia-
herencia global del sistema jurídico oficial. En no, siendo reflejo de la falta de hegemonía del
estos ámbitos, el derecho estatal colombiano es Estado y de la fragmentación del poder políti-
una formación jurídica híbrida compuesta por co, es un factor poderoso de reproducción de
elementos nacionales y elementos norteame- ambos. Tal fragmentación no debe, sin embar-
ricanos. Las normas de extradición son quizás go, estar sujeta a un juicio político monolítico.
el mejor ejemplo de esta hibridación junto con Como vimos, la pluralidad de derechos inclu-
la reciente implementación del sistema penal ye ordenamientos jurídicos, que representan
acusatorio. el reconocimiento del multiculturalismo y de
La americanización del sistema jurídico penal la plurietnicidad de la sociedad colombiana,
colombiano tiene, además, otras dos consecuen- y también ordenamientos jurídicos, que dan
cias. Dada la forma agresiva como la presión es cuenta de las energías cívicas de las comuni-
ejercida, puede suscitar reacciones nacionalis- dades populares, urbanas y rurales que, ante
tas por parte de las élites judiciales, creando el ausentismo, la corrupción o la ineficacia del
una actitud de resistencia pasiva que se puede Estado, buscan soluciones autónomas, pacífi-
transformar fácilmente en inmovilismo contra cas y democráticas para la resolución de sus
las reformas en general y, por lo tanto, también conflictos. Es entonces necesario diferenciar
contra las reformas que es necesario introducir y evaluar los diferentes ordenamientos jurí-
urgentemente para combatir la morosidad, la dicos que componen la laberíntica formación
64 Boaventura de Sousa Santos
la disyunción entre la unidad, oficialmente es- Sudáfrica. Finalizó doce años más tarde con el
tablecida, del sistema jurídico y la pluralidad acuerdo de paz de 1992, tras dejar el campo des-
sociológica y la fragmentación de la práctica truido y medio millón de muertos. En 1987, se
jurídica es hoy probablemente más visible allí firmó el primer acuerdo de ajuste estructural.
en África que en cualquier otra región del mun- Como Mozambique se consideraba uno de los
do en desarrollo. En el siguiente análisis de- países periféricos más pobres, fue sometido
mostraré que esta disyunción tiene un impacto desde el principio a medidas de reestructura-
múltiple en la acción y legitimidad del Estado, ción especialmente severas, dado su estatus de
en el funcionamiento del sistema jurídico ofi- “adaptador fuerte” o “strong adjuster”. En la
cial, en las relaciones entre el control político actualidad se considera que es una “historia de
y administrativo, en los mecanismos de resolu- éxito”, tras haber experimentado en la última
ción de conflictos que operan en la sociedad, década algún restablecimiento económico y
en las estructuras jurídicas e institucionales de haber llevado a cabo la transición democrática
la vida económica y en las percepciones socia- con resultados ambiguos, pero sin demasiada
les y culturales de la política y de la legalidad. turbulencia.
Mozambique se sitúa en el sudeste de África, La investigación empírica que se analiza
entre Sudáfrica y Tanzania. Durante varios si- en estas páginas se llevó a cabo entre 1996 y
glos fue una colonia portuguesa, independizán- 2002, como parte de un proyecto de investi-
dose en 1975. La trayectoria de desarrollo revo- gación mucho más amplio sobre el sistema
lucionario socialista que adoptó en la primera judicial en Mozambique que codirigí junto a
década tras la independencia fue abandonada João Carlos Trindade, juez del Tribunal Su-
en 1984 ante una profunda crisis económica y premo en Mozambique y director del Centro
bajo la presión de las instituciones financieras de Formación Jurídica y Judicial de Maputo.
multilaterales. Se reemplazó por una trayectoria Los principales resultados están disponibles
de desarrollo democrática capitalista que más en portugués (Santos & Trindade, 2003). La
tarde se consagró en la Constitución de 1991. A información empírica más directamente perti-
finales de los años setenta, estalló una violenta nente para el análisis que aquí se asume com-
guerra civil que fue inicialmente dirigida e im- prende una investigación extensa centrada en
pulsada por los servicios secretos de Rodesia y 34 tribunales comunitarios y 23 autoridades
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique67
la diferencia se daba entre los que adoptaron por los países del centro bajo el patrocinio de
la trayectoria capitalista y los que adoptaron la los Estados Unidos, a mitad de los años ochen-
trayectoria socialista hacia el desarrollo— los ta, decidió el destino de los modelos de desa-
Estados nuevos se presentaron como las fuer- rrollo nacionalista y socialista basados en la
zas que impulsaban el desarrollo. Se percibían supremacía del Estado. A partir de entonces, el
como los centros de la toma de decisiones eco- Estado, que bajo el modelo de desarrollo ante-
nómicas estratégicas y como los que tenían la rior había sido la solución a los problemas de
supremacía total por encima de la sociedad la sociedad, se convirtió en el gran problema
civil, un concepto poco utilizado durante ese de la sociedad. Inherentemente predatorio e in-
período. Este modelo de Estado funcionó a tra- eficiente, tuvo que reducirse al mínimo, puesto
vés de grandes aparatos burocráticos, muchos que reducir su tamaño era la única forma de
de los cuales habían sido heredados del Estado reducir su impacto negativo en el desarrollo de
colonial. Además, este “sobredimensionamien- los mecanismos para la solución de los proble-
to” o “sobredesarrollo” del Estado en relación mas basados en la sociedad. En muchos países
a la sociedad constituyó una de las formas más africanos, la creación de un Estado débil, junto
resistentes de continuidad con el régimen colo- a las consecuencias socialmente devastadoras
nial (Bayart, 1993; Young, 1994). del ajuste estructural, llevaron a algunos Es-
Desde la mitad de los años setenta y has- tados al borde de una total implosión. Como
ta comienzos de los años ochenta, este mo- siempre, son los factores externos los que,
delo de Estado entró en crisis. Fue durante combinados a los internos, han creado guerras
este período de transición, en 1975, cuando civiles, guerras interétnicas, el ascenso de la
los países se liberaron del colonialismo corrupción, y consecuentemente, la privatiza-
portugués que había emergido —Mozam- ción del Estado y el colapso de sus frágiles es-
bique, Angola, Guinea-Bissau, las Islas de tructuras administrativas, sobre todo en el área
Cabo Verde y las Islas de São Tomé y Prínci- de las políticas de educación y salud y de las in-
pe— y todos ellos, sin excepción, adoptaron fraestructuras básicas. A mediados de los años
la trayectoria socialista hacia el desarrollo. noventa, el propio Banco Mundial reconoció
Con el colapso final de la Unión Soviética ya in- que el nuevo modelo de desarrollo presuponía
minente, el Consenso de Washington, adoptado un Estado lo suficientemente fuerte y eficiente
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique69
como para garantizar una regulación efectiva infra y supraestatales. Esto no significa que
de la economía, y la estabilidad de las expecta- el Estado haya dejado de ser un factor políti-
tivas de los agentes económicos y actores so- co clave. No obstante, la manera en la que se
ciales. Al llegar tarde, los nuevos Estados que disputa y reforma lo transforma en un campo
emergieron del colonialismo portugués a mitad social cada vez más complejo en el que las re-
de los años setenta, tras décadas de luchas de laciones de Estado, de no Estado, las locales
liberación, sufrieron de forma aún más drástica y las transnacionales interactúan, se fusionan
las consecuencias de las nuevas imposiciones y se enfrentan a sí mismas en combinaciones
globales que afectaron de manera profunda las dinámicas e incluso volátiles, provocando que
tareas más básicas de la construcción de un Es- la naturaleza de la pluralidad jurídica sea cada
tado. En la sección 2 ilustro esta idea utilizan- vez más compleja. El centralismo del Estado
do para ello el ejemplo de Mozambique. reside ahora, en gran medida, en la forma en
Como resultado de los imperativos globales que el Estado organiza su propia pérdida de
que se acaban de mencionar y por la emergen- centralismo. En otras palabras, la retirada del
cia de poderosos procesos políticos supraes- Estado regulador —lo que se ha denominado la
tatales, el Estado-nación africano ha perdido desregulación de la vida económica y social—
centralismo y dominación. Sin embargo, de solamente se puede alcanzar mediante la ac-
una manera aparentemente paradójica, estos ción del Estado, gran parte de la cual se tiene
mismos procesos han ocasionado la emergen- que conseguir a través de la legislación.
cia de actores infraestatales (en ocasiones, La forma en la que acontece la transforma-
actores muy poderosos) igualmente determi- ción del Estado contribuye a un incremento en
nados, aunque por muy diferentes razones, a la heterogeneidad funcional de su acción. Bajo
cuestionar la centralidad del Estado-nación. El presiones con frecuencia contradictorias, los
caso en cuestión es la reemergencia de las au- diferentes sectores de la acción estatal asumen
toridades tradicionales como actores sociales lógicas de desarrollo y ritmos tan distintos, cau-
y políticos, un fenómeno que, como menciono sando desconexiones e incongruencias, que en
más adelante, ocurrió en Mozambique. La com- ocasiones ya no es posible identificar un mo-
binación de estas presiones ha producido un delo coherente de acción estatal, es decir, un
doble descentramiento del Estado, en niveles modelo común a todos los sectores estatales
70 Boaventura de Sousa Santos
o campos de acción estatal. Esto está relacio- rupturas que acontecen en la rápida sucesión.
nado con la creciente dualidad entre los sec- En la sección 2 se ilustran todos estos factores
tores intensamente transnacionalizados de la con el ejemplo de Mozambique.
vida social y los no transnacionalizados o los
que solo están marginalmente transnaciona- Formas viejas y nuevas de pluralismo
lizados. La heterogeneidad de la acción esta- jurídico
tal se refleja a sí misma en la ruptura total de La pluralidad jurídica en las sociedades afri-
la inestable unidad del derecho estatal con la canas contemporáneas es, en la actualidad,
consecuente emergencia de diferentes políti- más compleja que en cualquier otro momento
cas y estilos de legalidad estatal, cada una de y esto se debe, en gran parte, a los procesos
las cuales funciona con relativa autonomía. En de transformación estatal arriba mencionados.
casos extremos, dicha autonomía puede con- Hasta épocas recientes, el análisis de la plura-
ducir a la formación de múltiples micro-Esta- lidad jurídica se centraba en identificar orde-
dos que funcionan dentro del mismo Estado. namientos jurídicos locales e intraestatales,
A esta nueva formación política la denomino Es- que coexistían de distintas maneras junto al
tado heterogéneo. Se caracteriza por la incon- derecho oficial nacional. Hoy en día, junto a los
trolada coexistencia de culturas y lógicas regu- ordenamientos jurídicos locales y nacionales,
latorias completamente distintas en diferentes están emergiendo ordenamientos supranacio-
sectores (por ejemplo, en políticas económicas nales, que interfieren de múltiples maneras con
y en políticas de familia o religión) o niveles (lo- los primeros. En la actualidad, la pluralidad
cal, regional y nacional) de acción estatal. Entre jurídica subnacional funciona en combinación
los factores más significativos responsables del con la pluralidad jurídica supranacional.
Estado heterogéneo se encuentra la disyunción Desde una perspectiva sociológica, la articu-
entre el control político y administrativo sobre lación entre las diferentes escalas del derecho
el territorio y su población, la falta de integra- se vuelve, por eso, crecientemente compleja.
ción entre las diferentes culturas políticas y ju- Podemos identificar tres escalas: la local, la na-
rídicas que gobiernan la acción del Estado y el cional y la global. Cada una tiene sus propias
sistema jurídico oficial y los trastornos políticos normas jurídicas y fundamentos, con el resul-
e institucionales ocasionados por las múltiples tado de que las relaciones entre ellas son con
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique71
mucha frecuencia tensas y conflictivas. Estas ordenamientos jurídicos o culturas, dando lu-
tensiones y conflictos tienden a incrementarse a gar a nuevas formas de significado jurídico y
medida que las articulaciones entre los diferen- acción. En la sección 3, ilustro el concepto de
tes ordenamientos jurídicos y las diferentes es- híbrido jurídico con el ejemplo de los tribuna-
calas del derecho se multiplican y profundizan. les comunitarios en Mozambique.
Mientras que en la sociedad colonial resultaba Las situaciones que implican la hibridación
fácil identificar los ordenamientos jurídicos y jurídica como una nueva forma de pluralismo
sus esferas de acción, y de esta manera regular jurídico desafían las dicotomías convenciona-
las relaciones entre ellos —por un lado, el dere- les hasta el punto que las prácticas jurídicas
cho colonial europeo, y por el otro, el derecho con frecuencia combinan los polos opuestos
consuetudinario de los pueblos autóctonos—, de estas, conteniendo un número infinito de si-
en las sociedades africanas de hoy en día la tuaciones intermedias. A pesar de ello, desde
pluralidad de ordenamientos jurídicos es mu- una perspectiva analítica las dicotomías son
cho más extensa y las interacciones entre ellos un buen punto de partida siempre y cuando
son mucho más densas. Paradójicamente, si haya quedado claro desde el comienzo que no
por otra parte esta relación más densa conlleva proveerán el punto de llegada. Las dicotomías
una mayor probabilidad de conflicto y tensión convencionales más relevantes para analizar la
entre los diferentes ordenamientos jurídicos, pluralidad jurídica en Mozambique son las si-
también demuestra que estos están más abier- guientes: oficial/no oficial, formal/informal, tra-
tos y susceptibles a influenciarse mutuamente. dicional/moderno, monocultural/multicultural.
Las fronteras entre los diferentes ordenamien- La variable oficial/no oficial proviene de la
tos jurídicos se vuelven más porosas y cada definición político-administrativa de lo que se
uno pierde su identidad “pura” y “autónoma” y reconoce como derecho o administración de
tan solo se puede definir en relación a la cons- justicia y lo que no. En el Estado moderno lo
telación jurídica de la que es parte. De esta no oficial es todo aquello que no se reconoce
porosidad e interpenetración se desarrollan como originario del Estado. Puede estar pro-
lo que denomino híbridos jurídicos, es decir, hibido o tolerado; la mayor parte del tiempo,
entidades jurídicas o fenómenos que combi- sin embargo, se ignora. La variable formal/in-
nan distintos y con frecuencia contradictorios formal se refiere a los aspectos estructurales
72 Boaventura de Sousa Santos
político-jurídicas tan diversas como la cultura capitalista neoliberal que incluyó tanto el ajuste
colonial, la cultura socialista, la cultura demo- estructural como la transición a la democra-
crática y las culturas tradicionales o de la co- cia (1985-1994); y finalmente, la construcción
munidad se han superpuesto en Mozambique. de la democracia (desde 1994 al presente).
La desigual fijación de estas culturas político- Todas estas transformaciones ocurrieron como
jurídicas tan diversas proviene en gran medida rupturas, como procesos que, en vez de sacar
de la inestabilidad política provocada por múlti- provecho de las características positivas de las
ples rupturas que se suceden a un ritmo rápido. transformaciones previas, se dirigieron a barrer
De hecho, durante los últimos treinta años, la todas sus huellas y a crear un nuevo comienzo,
sociedad mozambiqueña ha experimentado una incapaz o poco dispuesto a acomodar el pasado
serie de transformaciones políticas radicales, inmediato. En realidad, no obstante, las ruptu-
muchas de ellas traumáticas, que se han seguido ras coexistieron junto a las continuidades, com-
a una velocidad vertiginosa. Las más relevantes binando las rupturas explicitas y autoprocla-
son las siguientes: el final del colonialismo, que madas con las continuidades tácitas y, por ello,
ha sido violento hasta su último período (co- dando lugar a constelaciones e hibridaciones
menzando con la lucha por la liberación nacio- jurídicas e institucionales muy complejas.
nal desde principios de los años sesenta hasta Algunas de estas constelaciones e hibrida-
1975); una ruptura revolucionaria que pretendía ciones son el resultado de decisiones políticas;
construir una nación desde Rovuma a Maputo, otras han proliferado de una manera más o me-
una sociedad socialista y un “Hombre nuevo” nos reconocida, bastante alejada de proclama-
(1975-1984); la agresión de la Rodesia colo- ciones políticas. En estas constelaciones, las
nial y de la Sudáfrica del apartheid como ven- combinaciones más complejas surgen entre las
ganza por la solidaridad ofrecida por Mozam- culturas de una mayor duración histórica (las
bique a la lucha por la libertad en la región culturas tradicionales y la cultura colonial) y
(desde finales de los años setenta hasta los las culturas de una menor duración histórica (la
ochenta); la guerra civil (desde finales de los socialista, la cultura revolucionaria y la cultura
años setenta hasta 1992); el colapso del mode- democrática capitalista). A pesar de haber sido
lo económico revolucionario y su abrupta sus- completamente rechazada, la cultura político-
titución, bajo presión externa, por el modelo jurídica colonial —como ilustra la noción de
74 Boaventura de Sousa Santos
“escangalhamento do Estado” (la ruptura del que fueran útiles a la cultura revolucionaria (Sa-
Estado colonial) durante el período revolucio- chs & Honwana Welch, 1990; Gundersen, 1992).
nario— ha prevalecido hasta la actualidad, no En este primer período, la constelación de cul-
solo en su forma más evidente, como la legisla- turas político-jurídicas fue dominada por parte
ción colonial todavía vigente o la organización de la cultura socialista revolucionaria (de ahora
de la administración, sino sobre todo en relación en adelante, cultura socialista). Aunque esta cul-
a hábitos y mentalidades, estilos de compor- tura estuviera fundamentada en la experiencia
tamiento, representaciones de otros, etcétera revolucionaria europea de principios del siglo
(Bragança & Depelchin, 1986; Monteiro, 1999). XX, también abarcó otras experiencias no euro-
Fue en esta cultura en la que la mayor parte de peas: latinoamericanas (Cuba), asiáticas (China
los sirvientes civiles de mayor antigüedad, que y Corea del Norte) y africanas (el socialismo
todavía se encargan de asegurar las actuales ru- africano, con un enfoque mucho menos Marxis-
tinas administrativas, fueron entrenados. ta-Leninista que el anterior y, en general, con un
Otra cultura político-jurídica que se rechazó, conjunto de doctrinas mucho menos explicitas,
aunque no exactamente de forma incondicional, como se demuestra en el caso de Tanzania). Por
fue el conjunto de culturas tradicionales o co- lo visto, la única cultura aparentemente legítima,
munitarias. Vistas como productos de la igno- la revolucionaria, de hecho, coexistió junto a la
rancia y como creadoras del oscurantismo y de cultura colonial y a las culturas tradicionales.
las ideas reaccionarias, estas culturas se perci- A partir de la mitad de los años ochenta en
bieron como vestigios e instrumentos de la cul- adelante, el componente cultural revolucionario
tura colonial. Esta actitud de rechazo, que pre- se tuvo que retirar y ceder el paso a la primacía
valeció por completo durante los primeros años de la cultura eurocéntrica democrática capita-
de la posindependencia, acabó coexistiendo con lista (de ahora en adelante, cultura democráti-
otra actitud más moderada que favoreció el uso ca). En contraste con la anterior, que fue creada
mayoritariamente político y selectivo de las cul- como una opción autónoma y que movilizó pre-
turas tradicionales (Santos, 1984). Por ejemplo, dominantemente energías internas, la cultura
la creación de los tribunales populares, tras la democrática se adoptó bajo una fuerte presión
Independencia, buscó cooptar a las culturas tra- externa que, no obstante, de ninguna manera ex-
dicionales de forma selectiva, con el objetivo de cluyó su auténtica adopción por determinadas
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique75
heterogeneidad. A un nivel estrictamente jurídi- de y los estrechos lazos económicos entre los
co, la heterogeneidad de las lógicas regulatorias dos países, a través de Sudáfrica, cuya cultura
y la dualidad de los mundos jurídicos e institu- jurídica es romano-holandesa y anglosajona en
cionales incluso se reproducen de otra manera. su origen. La influencia de la última se detecta
Las dos principales subculturas de la cultura tanto en el derecho contractual como en el pro-
político-jurídica eurocéntrica —el derecho ci- ceso legislativo.
vil continental y el common law anglosajón— En el “área social”, las segmentaciones y so-
están hoy día ocupadas en lo que podríamos beranías compartidas son incluso más comple-
llamar una “guerra cultural jurídica y global”. jas. La complejidad reside en el hecho de que
La cultura jurídica del common law, al separar- las diferentes ONG y, en muchos casos, los di-
se del acuerdo posterior a la Segunda Guerra ferentes Estados centrales que se encuentran
Mundial, especialmente en su versión de dere- detrás de estas, tienen diferentes conceptos
cho norteamericano, ha llegado a asumir, a tra- sobre lo que la intervención social debería ser
vés de la globalización, un papel cada vez más en dominios tan distintos como la lucha contra
importante. Esta promoción del common law la pobreza, las infraestructuras básicas, la edu-
—que en ocasiones puede ser muy intensa— cación, la salud, la protección de la economía
se lleva a cabo en países con culturas jurídicas familiar y el medio ambiente, etcétera. En otras
muy distintivas, y con lógicas y métodos de fun- palabras, en la esfera social la presión global
cionamiento muy distintos a las que prevalecen no solo es fuerte sino también muy diferencia-
en la cultura jurídica anglosajona. Por lo tan- da. Su fortaleza todavía radica en el hecho de
to, las discrepancias se crean en los sistemas que la presión, lejos de concebirse como una
jurídicos nacionales, que se suman a los altos imposición, se concibe como una solidaridad
niveles de heterogeneidad estatal y pluralismo internacional con un derecho legítimo a esta-
jurídico. La cultura jurídica moderna oficial de blecer las condiciones de su implementación.
Mozambique, inspirada por la cultura jurídica A la vez que estas condiciones varían de ONG a
continental europea, ha comenzado a experi- ONG, y de país donante a país donante, y como
mentar la influencia de la cultura jurídica anglo- las ONG y los países concentran sus interven-
sajona por dos lados: a través de las políticas ciones en diferentes regiones o provincias del
de ajuste estructural, y debido a la proximidad país, la heterogeneidad de las políticas sociales
78 Boaventura de Sousa Santos
las ONG internacionales tienen prohibido en- a politizar el control administrativo y a ejercitar
cargarse de o promocionar cualquier acción de el último de forma selectiva. Este es uno de los
naturaleza política”. legados más persistentes del Estado colonial en
En una situación que involucra una gran seg- África y se ha intensificado en las dos últimas
mentación de prácticas estatales, jurídicas, judi- décadas debido a la globalización neoliberal, es-
ciales e institucionales, la desregulación oficial pecialmente en los países que ganaron la inde-
siempre tiene un alcance menor del que declara pendencia más recientemente, como es el caso
tener y la regulación es mucho menos homogé- de los países africanos de habla portuguesa. El
nea de lo que intenta ser. En estas circunstan- sobredimensionamiento del control político en
cias, la unidad jurídica e institucional del Estado relación al control administrativo es hoy en día
es precaria y el Estado parece ser con frecuencia evidente en Mozambique. En términos admi-
un conjunto de micro-Estados, que se encuen- nistrativos, el Estado todavía se enfrenta a los
tran a varios grados de distancia entre ellos, al- problemas de construir un Estado moderno, en-
gunos de ellos son locales y otros nacionales o tre ellos, al problema de la penetración estatal,
transnacionales, y todos ellos son portadores de es decir, de su presencia política y burocrática
distintas y compuestas lógicas funcionales. Esta efectiva en la totalidad del territorio. Esta si-
es la condición que caracteriza tanto al Estado tuación favorece la politización de la adminis-
heterogéneo como al pluralismo jurídico bajo tración, como se ilustra con las dificultades de
las condiciones de la globalización. La caracte- transformar los resultados de las elecciones en
rización del pluralismo jurídico se presenta en tener que compartir el poder. Se teme que com-
detalle en las siguientes secciones. partir el poder implicará una pérdida de control
Concluyo el análisis de las condiciones que administrativo, que siempre se supone que está
explican la heterogeneidad y pluralidad jurídica al servicio del control político.
del Estado Mozambiqueño centrándome en la La disyuntiva del control político y adminis-
disyuntiva del control político y administrativo, trativo también ocasiona que, en sus prácticas
es decir, en la incapacidad del Estado para ga- diarias, la administración pública no tenga nin-
rantizar tanto la separación como la igual pene- guna forma de garantizar su propia eficacia.
tración territorial del control político y adminis- Por eso recurre a cualquier institución que esté
trativo, teniendo de esta manera una tendencia localmente disponible, ya sean estructuras de
80 Boaventura de Sousa Santos
FIGURA 1
PLURALIDAD JURÍDICA EN MOZAMBIQUE
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique81
La pirámide de la parte izquierda representa cuando los reemplazos son de mujeres, tienden
el sistema jurídico oficial. Existen 11 tribunales a ser más jóvenes. En cuanto a la profesión, la
provinciales y 90 tribunales de distrito. Los tri- mayoría son trabajadores rurales (la mayoría
bunales de distrito son los tribunales más bajos son mujeres), seguidos de los jubilados, artesa-
de la escala y los que mantienen interacciones nos y obreros. En conjunto, orientan casos re-
más intensas con los ordenamientos jurídicos no lacionados con asuntos de familia, seguidos de
oficiales. En los últimos, distingo tres instancias robo, injurias y agresión física. También hay ca-
de resolución de conflictos que, como muestra sos relacionados con deudas, asuntos de pro-
la figura, están ubicados de forma distinta en piedad, de vivienda y acusaciones de brujería.
el continuo oficial/no-oficial. La primera ins- Existen diferencias significativas entre los
tancia son los tribunales comunitarios que aquí tribunales en la manera de funcionar, depen-
concibo como un híbrido jurídico que combina diendo de si las normas son de procedimiento
componentes oficiales y no oficiales; la segunda o sustantivas. En unos pocos tribunales existe
instancia son las autoridades tradicionales y la una adopción selectiva de estilos, fórmulas y
tercera es un enorme conjunto de asociaciones lenguas de justicia oficial en todos los proce-
en el que destacan las asociaciones religiosas, dimientos que se registran por escrito. En la
especialmente las musulmanas. En esta sección, mayoría de los casos, no obstante, prevalece
me concentro en los tribunales comunitarios. la informalidad y la oralidad. Incluso en los
No existe información fiable sobre el núme- procedimientos más formalizados, el uso de
ro de tribunales comunitarios y mucho menos fórmulas judiciales se combina con el uso de
sobre el número de casos que llevan. El núme- la lengua común, directamente vinculada a la
ro de jueces varía de tribunal a tribunal, aun- naturaleza oral de la cultura de los alrededores.
que para ver los casos se requiere un mínimo En cualquier caso, la formalidad no afecta a la
de tres. De los 144 jueces analizados, tan solo decisión. Parece que su objetivo es, sobre todo,
el 18% eran mujeres. Los jueces, ya sean hom- crear una distancia institucional en relación
bres o mujeres, suelen tener más de 40 años de a las partes y legitimar el poder del tribunal.
edad. Incluso en los casos en que son reempla- Todas las audiencias suceden en un contexto
zados, por regla general la selección no altera dominado por la retórica, es decir, por la ar-
la edad del grupo. Sin embargo, concretamente gumentación del lenguaje común. Las lenguas
82 Boaventura de Sousa Santos
nacionales predominan (hay más de 20 lenguas decisión se hallaba en sintonía con la atmósfera
en Mozambique) y en el tribunal generalmente política del momento, interesada en erradicar
se habla la misma lengua que la de las partes, del Estado cualquier vestigio de las institucio-
sin necesidad de intérpretes.1 nes del poder popular del período revoluciona-
En Mozambique los tribunales comunitarios rio previo. Así que, los tribunales comunitarios
son la institución jurídica híbrida por excelen- se dejaron en un limbo institucional. Debido a
cia, especialmente en lo que respecta a la di- que deciden los casos “con imparcialidad, buen
cotomía oficial/no oficial. Están reconocidos sentido y equidad” (Artículo 2, nº 2, de la Ley
por la ley —se crearon por la Ley nº 4/92, del nº 4/92) pero no de acuerdo a la ley, no se con-
6 de mayo de 1992— pero ni su funcionamien- sideran parte del sistema judicial. No obstan-
to se regula por la ley ni son parte del sistema te, deberían convertirse en órganos de justicia
jurídico oficial (por ejemplo, las decisiones de “para los supuestos de reconciliación o de re-
los tribunales comunitarios no se pueden recu- solución de asuntos menores” (Artículo 63 de
rrir a los tribunales oficiales).2 La decisión de la Ley nº 10/92) como un tipo de justicia comu-
quitarlos del sistema judicial se justificó con nitaria para la que existen palabras de elogio
el nuevo concepto de Estado de derecho que en la ley, “teniendo en cuenta la diversidad ét-
se introdujo junto con el ajuste estructural. La nica y cultural de la sociedad mozambiqueña”
(Preámbulo de la Ley nº 4/92). El preámbulo
también declara que los tribunales comunita-
1 Para los jueces oficiales esto es problemático, por- rios “permitirán a los ciudadanos resolver las
que la lengua jurídica oficial —el portugués— no es ni
diferencias menores en la comunidad, contri-
la lengua materna ni la lengua generalmente utilizada
por la mayoría de los mozambiqueños. buirán a armonizar las diversas prácticas de
justicia, así como a enriquecer las normas, usos
2 La ley que creó los tribunales comunitarios estable-
ció que antes de que los tribunales pudieran funcionar, y costumbres y se inclinarán hacia una síntesis
se promulgaría una nueva ley que definiera su jurisdic- creativa del derecho mozambiqueño”. Sin ser
ción y su institucionalización. Hasta ahora, dicha ley no ni completamente oficiales ni completamente
se ha promulgado. El Parlamento Mozambiqueño había no oficiales, los tribunales comunitarios son un
propuesto la aprobación de la ley de los tribunales co-
híbrido jurídico, tanto dentro como fuera del
munitarios en el año 2005, pero hasta ahora los tribuna-
les siguen sin estar reglamentados. derecho oficial y de la justicia.
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique83
Dejados en este limbo, los tribunales comu- casi todos los jueces entrevistados dijeron que
nitarios han adoptado el legado de los tribuna- pertenecían al Partido de Frelimo y muchos
les populares, los cuales, mientras tanto, han de ellos que también participaban en organi-
sido formalmente suprimidos. La Ley que creó zaciones de partido. Esta hibridación entre
los tribunales comunitarios estableció que los las funciones políticas y judiciales también
jueces de los tribunales locales y vecinales (es se encuentra en la raíz de los problemas a los
decir, los tribunales populares del período re- que se enfrentan los tribunales comunitarios.
volucionario anterior) continuarían ejercien- La continuidad con los tribunales populares, en
do sus funciones hasta que se celebraran las cuestión tanto de personal como de estableci-
primeras elecciones a jueces de tribunal co- mientos, ha favorecido la adhesión al partido
munitario. Como no se celebraron elecciones, de Frelimo. Este hecho ha llevado a la polari-
los jueces de ese momento mantuvieron sus zación política de la justicia comunitaria, en el
puestos. La muerte, la enfermedad, la guerra sentido de que los tribunales comunitarios se
y las migraciones provocaron que durante el consideran instrumentos de Frelimo y las auto-
transcurso de los años se redujera el número ridades tradicionales instrumentos de Renamo,
de jueces. Además, algunos jueces dejaron sus el principal partido de la oposición.4 Esta pola-
puestos debido a la pérdida de prestigio social
que se asoció a sus trabajos y al sentimiento
de haber sido “abandonados” por el gobierno. zambique, Frelimo sufrió un proceso de transformación
En ausencia de una ley reguladora que definie- política y se estableció como partido a finales de los
años setenta. Tras la introducción de un sistema multi-
ra las normas de selección, estos reemplazos
partido a comienzos de los años noventa, Frelimo ganó
se realizaron desde dentro del mismo contexto las tres primeras elecciones presidenciales y legislati-
sociopolítico que el de los jueces previos. Los vas, consiguiendo así ser el partido en el poder.
nuevos jueces se seleccionaron por estructu- 4 Renamo nació como un movimiento de resistencia
ras vecinales o por la intervención directa del contra Frelimo, llevando a cabo una guerra civil duran-
partido gobernante, Frelimo.3 Por esta razón, te más de una década. Tras el acuerdo de paz de 1992
entre Renamo y el gobierno de Mozambique, Renamo
pasó de ser un movimiento de resistencia a ser un par-
3 Frelimo fue el movimiento que lideró la lucha por tido político, convirtiéndose en el mayor partido de la
la liberación nacional. Tras la independencia de Mo- oposición del país.
84 Boaventura de Sousa Santos
rización llegó a algunos extremos cuando, por del colegio o del Consejo Municipal. Además,
ejemplo, un grupo de jueces partidarios de 2 se celebraron en la casa del juez que presidía
Renamo, decidieron crear un tribunal comu- el tribunal, uno en el porche y el otro en el jar-
nitario paralelo en Mocímboa da Praia (en la dín; solamente 6 tribunales tuvieron sus pro-
provincia del norte de Cabo Delgado). pios locales. La celebración de un tribunal al
Los jueces entrevistados se ofendían por la aire libre le proporciona al tribunal un carác-
falta de apoyo por parte del Estado: la falta ter estacional. Cuando llueve, las actividades
de artículos básicos de escritorio, la falta de del tribunal se tienen que interrumpir.
compensación económica por el trabajo que El funcionamiento en los locales ofrecidos,
realizan, la falta de formación u orientación en la mayoría de los casos, por la organización
sobre las normas de procedimiento, la falta política local, fuerza a los tribunales comu-
de solidaridad por parte de los tribunales de nitarios a compartir el espacio y este hecho
distrito a los que les remiten casos sociales. afecta a las horas de trabajo del tribunal. En
En 10 de los 34 tribunales analizados ni siquie- algunos casos los jueces han advertido a las
ra se disponía del suficiente número de jueces partes o a los testigos durante las sesiones del
para que el juicio pudiera funcionar con su juicio de la necesidad de respetar el horario
quórum legal mínimo (2 miembros además del de los tribunales porque después de estos la
Presidente). Otros tribunales, aunque estén habitación se ocuparía “por otros”. Por otra
compuestos por 3 o más jueces, están con mu- parte, compartir el local interfiere de muchas
cha frecuencia obligados a funcionar sin un otras formas con la actividad del tribunal,
quórum cuando a uno o varios de los jueces como por ejemplo cuando los juicios se in-
le es imposible asistir. Los tribunales comu- terrumpen por miembros de otras entidades
nitarios funcionan en los mismos locales que que comparten la misma ubicación (el “grupo
tenían los tribunales populares de base, sien- dinamizador”, el Partido de Frelimo, etcétera)
do estos muy precarios. De los 34 tribunales entrando con frecuencia en la habitación para
observados, 8 se dirigieron al aire libre, 18 se consultar documentos que se han archivado
mantuvieron en locales ofrecidos por la orga- en la misma, buscando papeles, etcétera. La
nización política local del partido de Frelimo, falta de sus propios locales impide a los tribu-
por la administración local, o por el director nales comunitarios, en general, tener espacio
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique85
para su propio uso exclusivo para guardar y La naturaleza palimpsesta de las culturas
archivar su documentación. En 15 de los tribu- políticas y jurídicas de la Mozambique contem-
nales que se observaron, los archivos de casos poránea mencionada en la sección 2 se ilustra
y otra documentación se guardó en la casa del de una forma más vivida en el razonamiento
juez que presidía el juicio o de la secretaria/o. jurídico y estilo procedimental de la resolución
El carácter híbrido de los tribunales comuni- de conflictos en los tribunales comunitarios.
tarios no se limita a las variables legal/político Algunos funcionan fundamentalmente en una
u oficial/no oficial. Se puede trazar en cada una atmósfera oficial y formal mientras que otros
de las dicotomías que definen los términos de asumen un carácter no oficial e informal. Al-
pluralidad jurídica y también en la constelación gunos operan con una lógica revolucionaria,
de culturas jurídicas (culturas revolucionarias, situando la lealtad política por encima de
tradicionales y democráticas liberales) presen- cualquier otra cosa, mientras que otros han
tes en las maneras que tienen de funcionar. La aceptado por completo los nuevos tiempos y
variedad extrema ocasiona un paisaje de espon- el pragmatismo exigido por las comunidades
taneidad caótica. Faltando, en general, apoyo principalmente interesadas en la supervivencia
institucional, estando en competición con otros pacífica. Algunos buscan afirmar su autoridad
mecanismos de resolución de conflictos —abar- en relación a las autoridades administrativas
cando desde la policía y los cuadros políticos locales —siendo ellas mismas un híbrido políti-
locales, que ejercen funciones judiciales infor- co-administrativo—, las autoridades religiosas
malmente, hasta las autoridades tradicionales y las autoridades tradicionales mientras que
y las organizaciones eclesiales— los tribunales otros están totalmente subordinados a las au-
comunitarios se apoyan en sí mismos y en sus toridades administrativas y asumen un carác-
habilidades para improvisar, innovar y, al final, ter multicultural, recurriendo en muchos casos
reproducirse. Algunos permanecen muy acti- a las autoridades tradicionales, como cuando
vos, otros son moribundos; algunos ganan a la se trata con asuntos de brujería o con proble-
competencia ofrecida por otras instituciones mas de familia.5 Sin embargo, no importa qué
involucradas en la resolución de conflictos,
mientras que a otros, rara vez se recurre por los
5 Los tribunales comunitarios también recurren a la
miembros de la comunidad. Asociación Mozambiqueña de Doctores Tradicionales
86 Boaventura de Sousa Santos
tipo de razonamiento jurídico o estilo procedi- Cabo Delgado), el tribunal de distrito y los tri-
mental predomine, dado que opera en comple- bunales comunitarios de la capital del distrito
jas articulaciones con otros tipos o estilos. En mantienen una relación estable, que ha ido pro-
este sentido, variando según los tribunales, los gresado desde la discusión de la jurisdicción de
casos, la naturaleza de la disputa o el estatus los tribunales comunitarios a la definición con-
de las partes, las diferentes “capas” de forma- junta de las sanciones a aplicar en varios ca-
lismo e informalismo, de retórica revoluciona- sos y a la resolución rápida de los casos que se
ria y pragmática, de prácticas de autonomía y derivan desde los tribunales comunitarios a los
prácticas de contactos se combinan de distinta tribunales de distrito. Además, se ha desarro-
forma, pero están siempre inextricablemente llado un tipo de “división del trabajo jurídico”
entrelazadas. de forma que los asuntos familiares, por ejem-
Finalmente, aunque algunos tribunales no plo, se derivan desde los tribunales de distrito
tienen una relación de trabajo con los tribuna- a las instituciones de la justicia comunitaria.
les de distrito, otros sí la tienen. En el período Según uno de los jueces de distrito entrevista-
revolucionario, los tribunales de distrito, en- dos, estos tipos de conflictos “no son para que
tonces llamados tribunales populares de dis- los vea un juez, sino para que se resuelvan en la
trito, constituían el puente entre los tribunales familia o en el vecindario”. En este contexto, la
de justicia y los tribunales populares de base policía con frecuencia se ocupa de distribuir el
y establecían con los últimos relaciones tanto litigio entre las diferentes instituciones, según
complementarias como competitivas. Este tipo las normas informales de jurisdicción que se
de articulación continúa hoy día, aunque sea de hayan acordado.
forma esporádica e informal. Por ejemplo, los A través de esta caótica red de acciones y
tribunales de distrito utilizan a los tribunales omisiones, de comunicación y no comunica-
comunitarios y a las autoridades tradicionales ción entre las diferentes instituciones, prác-
para asegurarse que se cumplen las citaciones ticas y culturas, los tribunales comunitarios
judiciales. En el distrito de Mueda (provincia de contribuyen a “la síntesis creativa del derecho
mozambiqueño”, excepto que lo hacen bajo cir-
cunstancias muy precarias y realmente fuera
(AMETRAMO) para los casos de brujería. Véase tam-
bién Meneses (2006). de la ley. El limbo jurídico ha jugado en contra
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique87
los siguientes: las autoridades tradicionales realmente por todo el Sur global, es una forma
como poder local y administración; la regula- de globalización que se presenta como una re-
ción del acceso a la propiedad; las mujeres y sistencia a la globalización.
el poder tradicional; la brujería; la medicina Una de las modernidades más visibles de lo
tradicional; la compatibilidad entre el derecho tradicional reside en la forma en la que las mo-
tradicional y el derecho oficial y, en particular, dernas élites estatales persiguen lo “no moder-
la Constitución. Desde la perspectiva de la glo- no”, para que la legitimación tradicional refuer-
balización neoliberal, las autoridades tradicio- ce su poder. Sin embargo, este proceso también
nales son el ejemplo paradigmático de lo que ocurre al contrario, cuando los poseedores del
no se puede globalizar en África. Desde esta poder tradicional buscan promocionar a sus
perspectiva, lo que no se puede globalizar no hijos o familias hacia una carrera política al
interesa a la globalización neoliberal, y como servicio del Estado, para consolidar y reforzar
tal, puede estigmatizarse fácilmente como una el poder tradicional que poseen y que ven ame-
especificidad africana, un obstáculo a la aper- nazado por la competencia estatal. Esta lucha
tura de las sociedades africanas hacia las vir- de poder de doble filo puede causar conflictos
tudes de la economía de mercado y de la de- que son difíciles de resolver. El código ético del
mocracia liberal. Pero lo que se convierte en poder moderno se basa en una distinción entre
objeto de estigmatización puede reapropiarse lo público y lo privado y en la primacía de los
por los grupos sociales subalternos como algo intereses comunes sobre los intereses sectoria-
positivo y específico, como una fuente de resis- les. En contraste, el código ético del poder ét-
tencia contra una modernidad global (occiden- nico se basa en los intereses comunitarios y se
tal) excluyente. Esta reapropiación y resignifi- refiere a una comunidad construida tanto por
cación es exactamente lo que ha comenzado a gente viva como por sus antepasados, en la que
suceder en el área del poder tradicional. En la las modernas distinciones no tienen mucho
actualidad, la recuperación de lo tradicional en sentido. De esta manera, desde la perspectiva
África, lejos de ser una alternativa no moder- del moderno código ético-político, una deter-
na a la modernidad occidental, es la expresión minada acción política o administrativa puede
de una demanda a una modernidad alternativa. considerarse corrupción, favoritismo, nepo-
Debido a que está ocurriendo por toda África y tismo, patrocinio o privatización estatal; pero
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique89
cuando se evalúa desde el punto de vista del éticos tradicionales. Según otro razonamien-
código ético tradicional, se tienen en cuenta la to, esta separación, aunque sea correcta —lo
satisfacción de las obligaciones familiares y el cual es debatible— es imposible de mantener,
ejercicio de fidelidades comunitarias o étnicas. dado que los individuos no pueden mantener
Esta ambigüedad o dualidad se ilustra median- sus múltiples identidades estancas y no conta-
te el dicho popular “the goat eats wherever it minadas. Por lo tanto, es mejor asumir que la
is tethered”.8 contaminación y la hibridación entre códigos
La pregunta de cómo se articula esta legiti- es una condición “natural”.10
midad dual alimenta uno de los debates más Las normas para este juego de doble filo va-
intratables de la actualidad en África.9 Según rían de país a país y según el contexto histó-
uno de los razonamientos, los dos poderes y rico, cultural y político. En los países oficial-
las dos legitimidades deben mantenerse se- mente democráticos, estos conflictos deben
paradas, aunque se otorguen a la misma per- resolverse con medios electorales y según las
sona. En otras palabras, las acciones políticas normas impuestas por el sistema político en vi-
estatales o las acciones en el terreno público gor. Sin embargo, ocurre que, debido a los fac-
de la sociedad civil moderna deben basarse tores ya mencionados, la legitimidad electoral
exclusivamente en códigos éticos modernos, no puede mantenerse, desembocando en una
mientras que las acciones y rituales comunita- frecuente dependencia de recursos comunita-
rios deben basarse exclusivamente en códigos rios, étnicos o tradicionales. El poder étnico
puede de esta manera manipularse, por lo que
en determinadas situaciones funciona como
8 Este dicho popular se traduce literalmente como
“la cabra pace allí donde está atada”, y significa que las una amenaza y en otras como una oportunidad.
personas nos adaptamos a las limitaciones del medio Según las circunstancias, las élites políticas se
en el que vivimos (nota del traductor).
9 De una manera distinta, la pregunta de la legitimi-
dad dual está en la actualidad también presente en Amé- 10 Sin embargo, esto plantea algunas preguntas serias
rica Latina tras la emergencia del constitucionalismo como, por ejemplo, la cuestión de determinar la res-
multicultural de finales de los años ochenta y principios ponsabilidad criminal en los casos considerados por
de los noventa (el reconocimiento constitucional de la la legislación oficial de corrupción activa o pasiva o de
identidad política y jurídica de la población indígena). abuso de poder.
90 Boaventura de Sousa Santos
disputan entre ellas o bien el camino político efectiva en la “metrópolis”, y los indígenas
moderno, utilizando el poder étnico como un (nativos), sometidos a la legislación colonial
recurso, o bien el camino político tradicional, y, en su día a día, a sus normas nativas con-
utilizando el poder electoral como un recurso. suetudinarias. Entre los dos grupos existía un
Aquí yace un campo fértil para la proliferación tercer grupo pequeño, los assimilados, cons-
de híbridos políticos que son estructuralmente tituido por negros, mulatos, Asiáticos o mes-
similares a los híbridos jurídicos identificados tizos, que tenían alguna educación formal, no
en la sección previa. estaban sometidos al trabajo forzado, tenían
En la historia de África, esta no es la pri- derecho a algunos derechos de ciudadanía
mera vez que las autoridades tradicionales (una especie de ciudadanía de segunda clase)
han sido politizadas o políticamente mani- y llevaban una tarjeta de identificación espe-
puladas. Este también fue el caso durante el cial que difería de la impuesta a la inmensa
período colonial, especialmente desde finales masa de la población africana, los indígenas,
del siglo XIX en adelante. Se sabe que las au- una tarjeta que las autoridades coloniales
toridades tradicionales se utilizaban por los concebían como un medio para el control de
poderes coloniales como una forma de asegu- los movimientos de trabajo forzado (CEA,
rar la disyuntiva arriba reseñada entre el con- 1998). Los indígenas estaban sometidos a las
trol político directo y el control administrati- autoridades tradicionales, que estaban gra-
vo indirecto. Y en efecto, la situación actual dualmente integradas en la administración
en Mozambique muestra una extraordinaria colonial, cargadas con la responsabilidad de
continuidad con el período colonial. Si me solventar disputas, de gestionar el acceso a
limito al siglo XX, el establecimiento de una la propiedad, de garantizar la circulación
sociedad civil dual y racializada se recono- del trabajo forzado y el pago de impuestos
ció formalmente en el Estatuto do Indigena- (principalmente el impuesto de las cabañas).
to (el estatuto de las poblaciones indígenas) Como han señalado varios autores (Mamdani,
adoptado en 1929. El Estatuto estableció una 1996; Gentili, 1999; O’Laughlin, 2000), el régi-
distinción entre los “ciudadanos coloniales”, men Indigenato constituía el sistema políti-
sometidos a las leyes portuguesas y con de- co que subordinaba a la inmensa mayoría de
recho a todos los derechos de ciudadanía los mozambiqueños a las autoridades locales
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique91
encargadas de gobernar, en colaboración con una parte efectiva del Estado colonial,11 remu-
el más bajo escalafón de la administración nerados por su participación en la recogida del
colonial, las comunidades “nativas” descritas impuesto de las cabañas, la contratación de la
como tribus y que se asumía tenían una co- fuerza del trabajo y la producción agrícola en
mún ascendencia, lengua y cultura. El uso co- la zona bajo su control.12 En las áreas de su ju-
lonial del derecho tradicional y las estructu- risdicción, los régulos y cabos de terra también
ras de poder eran, de esta manera, una parte controlaban la distribución de la propiedad y
integral del proceso de dominación colonial resolvían los conflictos siguiendo las normas
(Young, 1994; Penvenne, 1995; O’Laughlin, consuetudinarias (Geffray, 1990; Alexander,
2000) obsesionado con la reproducción de la 1994; Dinerman, 1999). Para ejercitar su poder,
sobreexplotación del trabajo africano. los régulos y cabos de terra tenían su propia
En los años cuarenta, la integración de las fuerza policial. Este sistema de gobernación
autoridades tradicionales en la administra- indirecta ilustra a qué se refería la disyunción
ción colonial se intensificó. La colonia se di- entre el control político y administrativo arriba
vidió en concelhos (municipalidades) en las
zonas urbanas, y se gobernaba por la legisla-
ción colonial y metropolitana y las circuns- 11 A pesar de este vínculo con la administración co-
crições (localidades) en las zonas rurales. Las lonial, varios autores hacen referencia al papel dual de
circunscrições se encabezaban por un admi- algunos régulos que utilizaban sus posiciones privile-
nistrador colonial y se dividían en regedorias, giadas para promover programas de mejora de las con-
diciones de vida de sus poblaciones (Isaacman, 1990;
dirigidas por régulos (caciques), la personifi-
Alexander, 1994). En otras situaciones, tomaban la deci-
cación de las autoridades tradicionales. El De- sión de enfrentarse al sistema colonial directamente, o
creto Provincial No. 5.639, del 29 de julio de de huir a países vecinos (Vail & White, 1980; CEA, 1998).
1944, atribuía a los régulos y a sus asistentes 12 Un ejemplo de esto es el Artículo 2 del Decreto
—“cabos de terra”— el estatus de los auxilia- Municipal No. 13.128, de abril de 1950, que otorgaba a
res da administração (ayudantes a la admi- las autoridades tradicionales determinadas concesiones
nistración). Gradualmente, estos títulos “tra- por su interferencia en los contratos laborales; el Bole-
tín Oficial No. 2469/B/2 de la División Central de Asun-
dicionales” perdieron algo de contenido y los
tos Indígenas, del 25 de junio de 1952 regula, entre otros
régulos y cabos de terra se concibieron como temas, los uniformes para las autoridades tradicionales.
92 Boaventura de Sousa Santos
vacíos entre las promesas y su cumplimiento. dobles. Por un lado, como mostré en la sección
Las autoridades tradicionales, que sufrían el 3, hasta hace poco el gobierno no ha considera-
ostracismo de Frelimo, consideraban a Rena- do ninguna urgencia en reformar los tribunales
mo una alternativa para recuperar su poder y comunitarios. La reforma está ahora en movi-
prestigio. Una sangrienta guerra civil durante miento y es una pregunta abierta si la nueva ley
los años ochenta socavó todavía más las ca- de los tribunales comunitarios será realmente
pacidades administrativas y de bienestar del bipartidaria y por lo tanto probablemente so-
Estado e intensificó la polarización política breviva a cualquier cambio en el gobierno en
alrededor de las autoridades tradicionales. Di- el futuro. Por otro lado, el gobierno ha estado
cha polarización, junto a la dócil conformidad intentando neutralizar la hostilidad de las au-
del Estado con las imposiciones neoliberales a toridades tradicionales, cooptándoles con la
partir de la mitad de los años ochenta en ade- concesión de algún tipo de reconocimiento su-
lante, estimuló el proceso mediante el cual lo bordinado y participación en la administración
tradicional se convirtió en una forma de recla- local de las zonas rurales.
mar una modernidad alternativa. La estrategia de cooptación depende
Desde 1992 el gobierno ha estado intentan- de la disyunción entre el control político y
do tratar el tema de la politización de la go-
bernanza de base: por un lado, los tribunales
comunitarios se han percibido como herederos ridades tradicionales se ilustra elocuentemente por
de los tribunales populares y han estado cerca la innovación institucional del régulo de Mafambisse
de Frelimo, y por otro lado, las autoridades tra- (provincia de Sofala) durante la guerra civil. Durante el
dicionales se han percibido como una fuente transcurso de la guerra, el territorio del régulo se derri-
bó a causa del conflicto entre Frelimo y Renamo. Como
de poder legítima y han estado cerca de Rena-
una manera de conservar el liderazgo tradicional en la
mo.13 Las respuestas gubernamentales han sido zona, el territorio se dividió en dos partes. La zona con-
trolada por Renamo continuó gobernándose por parte
del titular régulo, Manuel Dique Mafambisse, que pro-
13 Esta formulación representa la tendencia gene- cedía de una familia prestigiosa. En la zona bajo control
ral. Pero por supuesto, existen muchas autoridades gubernamental, la autoridad tradicional se representó
tradicionales que se posicionan públicamente junto por el entonces líder político local, José Dique Mafam-
a Frelimo. A este respecto, la plasticidad de las auto- bisse, el hermano más pequeño del titular régulo.
94 Boaventura de Sousa Santos
administrativo. El Decreto nº 15/2000, del 20 las ‘autoridades comunitarias’ con los órganos
de junio del 2000, de la Ley de las Autoridades locales del Estado. Finalmente, el Artículo 3
Comunitarias, ilustra la intención del Estado define los límites del reconocimiento que se
de beneficiarse de las habilidades administra- refieren a la Constitución política y al derecho
tivas de las autoridades tradicionales, y simul- codificado en general. El límite general se for-
táneamente, de neutralizar cualquier energía mula en el Artículo 3, número 1, y el número 2,
centrífuga que pueda aprovechar en relación subraya el carácter pragmático e instrumental
al control político de la población. Como de- del reconocimiento de las autoridades comuni-
clara el preámbulo del Decreto, las autoridades tarias, dado que los criterios de participación
comunitarias se aceptan en las esferas —y por se fundamentan exclusivamente en las “necesi-
lo tanto, los límites “del proceso de descen- dades de un servicio administrativo”.
tralización administrativa, perfeccionando la Esta tendencia al reconocimiento y a las po-
organización social de las comunidades loca- líticas que le subyacen confirma una clara con-
les y las condiciones de su participación en tinuidad con el pasado colonial, que también es
la administración pública”—. En cambio, el visible en algunos de los derechos y privilegios
Artículo 2, establece que “al llevar a cabo sus otorgados a las autoridades tradicionales en
funciones administrativas, los órganos locales cuanto autoridades comunitarias: la utilización
del Estado se relacionarán con las autorida- de los símbolos de la República; la participa-
des comunitarias, y escucharán las opiniones ción en ceremonias oficiales; la utilización de
sobre la mejor forma de movilizar y organizar su propio uniforme o ropa distintiva; la recep-
la participación desde las autoridades locales, ción de un subsidio como el resultado de ayu-
en relación al diseño e implementación de los dar al Estado en la recogida de impuestos (Ar-
planes y programas económicos, sociales y cul- tículo 5 del Decreto 15/2000 y Artículo 11 de la
turales, diseñados para beneficiar el desarrollo ley 11/2005, del 19 de Mayo).14 La principal di-
local”. No se reconoce ningún efecto político, ferencia en relación al período colonial se halla
especialmente en relación a la democracia par- en el hecho de que el Estado busca neutralizar
ticipativa, en estos procesos de escucha e inte-
racción, aunque recientemente han comenzado
14 Regulación a la Ley 8/2003, sobre los órganos loca-
a funcionar los Consejos Locales, articulando les del Estado.
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique95
las autoridades tradicionales no solo a través la comunidad por su acceso a rituales y por los
de la estricta separación entre las funciones aspectos mágicos de la vida de la comunidad.15
políticas y administrativas, sino también a El ya mencionado Decreto número 15/2000, el
través de la integración de las autoridades Diploma Ministerial 80/2004 (del 14 de mayo de
tradicionales en un conjunto más amplio de 2004) y la Ley 11/2005, sobre las autoridades
gobierno local involucrando a las estructuras comunitarias locales adopta el primer razo-
administrativas de base e incluso a los híbridos namiento. Todos estos documentos legales se
político-administrativos mencionados arriba. refieren a las autoridades comunitarias como
Por el contrario, el Estado colonial resaltaba la siendo compuestas de “los jefes tradicionales,
especificidad de las autoridades tradicionales los secretarios de la vecindad o pueblo y como
para justificar la racialización del Estado y la los otros líderes legítimos reconocidos como
sociedad. La especificidad encarnaba la infe- tal por las respectivas comunidades” (Artículo
rioridad natural de las autoridades tradiciona- 1 del Decreto 15/2000).
les frente al gobierno colonial moderno, la cul- Bajo estas o en paralelo a estas políticas de
tura africana frente a la cultura occidental, los reconocimiento y control oficial fluye una in-
indígenas frente a los ciudadanos coloniales. tensa y caótica red de entrelazamiento entre
En Mozambique y en África, en general, exis- las diferentes legitimidades, poderes locales y
ten hoy día dos puntos de vista opuestos con culturas y prácticas jurídicas. Mientras que en
respecto a la especificidad de las autoridades el período revolucionario los tribunales popu-
tradicionales: según uno de ellos, las autori- lares y los grupos dinamizadores buscaron
dades tradicionales son uno entre varios tipos la orientación y el apoyo de las autoridades
de autoridad local y no se les debería otorgar tradicionales y resolvieron muchas de las dis-
ningún privilegio entre los diversos tipos de au- putas derivadas a ellos, aunque hubieran sido
toridad que existen en la misma comunidad; se-
gún el otro, las autoridades tradicionales no es-
tán en un plano de igualdad en relación a otras 15 En la primera visión, véase entre muchos otros
autoridades locales, debido a que ellas solas Ghai (1991); Nzouankeu (1997); Mamdani (1999). En
la segunda visión, véase también entre muchos otros,
controlan el poder de los espíritus y el poder de
Ayittey (1991); van Rouveroy, van Nieuwaal & van Dijk
los antepasados, tan decisivo en el gobierno de (1999); Williams (2004).
96 Boaventura de Sousa Santos
Este es el complejo contexto histórico, so- justicia. El derecho tradicional y la justicia, por
cial y político en el que operan las actuales lo tanto, plantean dos preguntas muy comple-
autoridades tradicionales como instancias de jas, la pregunta de qué se considera tradicional
resolución de conflictos. Entre todas las di- y la pregunta de qué se considera multicultural.
mensiones del pluralismo jurídico en África, Ambas cuestiones son temas muy ampliamente
las autoridades tradicionales y su derecho (el debatidos en la actualidad y este debate no es
derecho tradicional, los sistemas de parentes- solo académico sino también político. Lo que
co, las tradiciones africanas y el derecho con- está en juego es, una vez más, la relación entre
suetudinario son algunos de los términos que el control político y el control administrativo
se utilizan en la actualidad) han sido durante de las poblaciones y sus territorios, y especial-
mucho tiempo las más significativas. Lo que mente la pregunta de la legitimidad del poder
distingue el pluralismo jurídico que promue- necesario para asegurar cualquiera de las for-
ven es la notabilidad de la variable moderno/ mas de control.
tradicional y la variable monocultural/multi- Como mecanismos de resolución de conflic-
cultural. Lo que tienen en común las diferentes tos las autoridades tradicionales son particu-
concepciones de las autoridades tradicionales larmente importantes en temas como el acce-
es la idea de que estas prácticas jurídicas son so a la propiedad, la familia, la deuda, el daño
distintas del universo eurocéntrico, simbólico corporal, el perjuicio a la propiedad, la salud/
y cultural que subyace al derecho oficial y a la enfermedad, la brujería y los pequeños robos,
realmente una muy amplia variedad de temas
(Meneses, 2003). En todos estos asuntos, las
que lo expresen cuando lo consideran apropiado. A los autoridades tradicionales son un nudo clave de
régulos y sus ayudantes se les intimidaba y humillaba
una cadena de instituciones que pueden incluir
por sus antiguos súbditos que pasaron a ocupar posi-
ciones de secretaría del partido con Frelimo, o por las los tribunales de distrito e incluso los tribuna-
autoridades estatales de un nivel más alto y las de par- les provinciales, la policía y las agencias locales
tido (Geffray, 1990). A causa de motivaciones políticas políticas y administrativas. Algunas veces son
y del clima de animosidad, a algunos jefes tradicionales la primera jurisdicción buscada por las partes,
les “deportaron” a las provincias del Norte y les “for-
otras veces funcionan como instituciones de
zaron” a trabajar en la infame “Operación Producción”
emprendida a comienzos de los años ochenta. apelación, e incluso otras veces proporcionan
98 Boaventura de Sousa Santos
consejo o pruebas en casos de los que se encar- Debido a que las sesiones están abiertas al pú-
gan otras instituciones. blico, normalmente se invita a los miembros de
Una de las grandes fortalezas de la justicia la audiencia a participar para que expongan sus
provista por las autoridades tradicionales es explicaciones al problema. Esta es una parte
su reputación de ser inmediata, pública, cara muy importante del proceso de resolución de
a cara y bastante transparente. Las audiencias conflictos. En realidad, se permite a los adultos
normalmente tienen lugar en la casa del régu- que interroguen a los testigos y que den su opi-
lo, el porche o el jardín. La frecuencia de estas nión sobre el caso.
audiencias varía. Se seleccionan ciertos días Los consejeros del régulo —madoda— tam-
para la audiencia, o las audiencias tienen lugar bién presentan su propia evaluación del conflic-
cuando la gente solicita la ayuda del régulo. to. En las regiones encuestadas, no se encontró
En los casos que hemos observado, la mayo- ningún caso de una mujer que fuera régulo. Sin
ría de los régulos tienden a celebrar audiencia embargo, un número significativo de mujeres
durante los fines de semana, particularmente son curadoras tradicionales. Entre los conse-
los domingos. La resolución de conflictos se jeros del régulo, normalmente hay una o dos
domina por la retórica y la oralidad, como en mujeres. Cuando el caso acarrea acusaciones
los tribunales comunitarios. También como en de brujería, las opiniones de los madodas son
el caso de los tribunales comunitarios, el len- importantes en cuanto a la decisión de apelar a
guaje utilizado es en conjunto el lenguaje local los curadores o a los AMETRAMO (Asociación
de las partes sin necesidad de intérpretes. La Mozambiqueña de Doctores Tradicionales).18
participación del régulo y de sus asociados es
central. El régulo (y en ocasiones sus asesores
18 Como muestra Meneses en su investigación sobre
o asistentes) se sientan en una mesa, en un
la medicina tradicional en la Mozambique contemporá-
plano más elevado. Las partes se sientan en un nea, el poder del nyanga (curador tradicional) reside
nivel inferior, bien al frente o a los lados. La au- en su habilidad para identificar las tensiones sociales
diencia se sienta en los bancos o en alfombras. existentes, contradicciones y áreas de desconfianza, así
El régulo dirige la audiencia. Una vez se abre como las posibles hostilidades antisociales que podrían
manifestarse como enfermedad, mala suerte o incluso
la sesión, normalmente la persona que entabla
muerte en la comunidad (Meneses, 2004). El proceso
la acusación y el acusado exponen su caso. de identificar al hechicero, de encontrar al agente malo
El Estado heterogéneo y el pluralismo jurídico en Mozambique99
En ocasiones los curadores intervienen y ofre- de conflictos, las relaciones de las autoridades
cen declaración. tradicionales con otras autoridades locales
El régulo delibera una vez ha oído y consi- son bastante complejas, no siempre libres de
derado el problema. En la mayor parte de los conflictos o tensiones. Las formas de coopera-
casos, el régulo intenta obtener el consenso ción también están presentes: muchos régulos
de ambas partes para mantener el equilibrio envían los temas de divorcio a los tribunales
social. Cuando se comete una ofensa que se comunitarios; los crímenes serios —como el
debe castigar, los principales tipos de castigo homicidio— se envían a la policía.
son las multas, el servicio a la comunidad o Este análisis muestra que las autoridades
los castigos corporales como afeitar la cabe- tradicionales forjan su espacio judicial y políti-
za y las chambocadas (palizas). Aunque estén co en el nuevo marco jurídico y político, tanto
prohibidos por ley, parece que los castigos cor- cuando se ha implementado de forma efectiva
porales todavía se practican. Algunos régulos como cuando se ha dejado al juego indetermi-
han mostrado nostalgia hacia estas sanciones: nado de fuerzas jurídicas locales y políticas que
“en los viejos tiempos la autoridad actuaba. A compiten entre ellas. Actúan así utilizando un
la persona se le ataba y se le azotaba. Ahora enorme abanico de recursos disponibles para
la autoridad ya no puede azotar más a la gen- ellos, algunos ancestrales y otros muy recien-
te” (entrevista con el régulo Phata, provincia tes, pero todos ellos utilizados en interacciones
de Inhambane). En el caso del regulado Luís competitivas o complementarias con todos los
(ciudad de Beira), existía una celda en las ofi- otros nudos de una red reguladora mixta e in-
cinas centrales. En el campo de la resolución herentemente híbrida. De esta cadena pueden
emerger nuevas formas de gobierno democráti-
co que exigirán un análisis cuidadoso. Bajo las
y de hacerle confesar sus propias acciones, también es
el proceso por el cual los hechiceros se limpian de la nuevas leyes que regulan el proceso de reco-
carga maléfica, abriendo la puerta a la restauración del nocimiento y legitimación del “liderazgo local”,
equilibrio y la buena salud en la comunidad. Incluso en a los régulos y otros líderes de la comunidad
el período revolucionario, los tribunales populares con se les puede exigir que aseguren la base de su
frecuencia acudían a los curadores tradicionales a fin
legitimidad a través de un amplio proceso de
de resolver los casos que acarreaban acusaciones de
brujería. consulta popular. Si se abriera algún espacio
100 Boaventura de Sousa Santos
está vinculado al futuro del Estado y sociedad Centro de Estudos Africanos 1998 O mineiro
Mozambiqueña como un proceso que lo rodea, moçambicano (Maputo: Imprensa
y que tenderá a decrecer en importancia en Universitária).
cualquier escenario en el que se sucedan los Chabal, P. 1997 Apocalypse Now? A Post-colonial
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Hacia una concepción intercultural
de los derechos humanos*
Sabemos, por supuesto, que los derechos no obstante, interrelacionadas porque la ener-
humanos no son universales en su aplicación. gía movilizadora que se puede generar para ha-
Cuatro regímenes internacionales de derechos cer que la aceptación de los derechos humanos
humanos son consensualmente identificados sea concreta y efectiva depende, en parte, de la
en el mundo actual: el régimen europeo, el in- identificación cultural con las presuposiciones
teramericano, el africano y asiático.1 Uno de que introducen a los derechos humanos como
los debates más acalorados de los derechos una reivindicación moral. Desde una perspecti-
humanos es, en efecto, si los derechos huma- va sociológica y política, la elucidación de esta
nos son un concepto universal o más bien un articulación es de lejos más importante que la
concepto occidental y, paralelamente, si son discusión abstracta tanto de la cuestión de an-
universalmente válidos o no. Aunque estas dos claje cultural como de la validez filosófica.
cuestiones estén estrechamente relacionadas ¿Son los derechos humanos universales,
son, no obstante, autónomas. La primera tra- una invariante cultural, es decir, parte de una
ta de los orígenes históricos y culturales del cultura global? Afirmaría que el único hecho
concepto de derechos humanos, la segunda transcultural es que todas las culturas son re-
de sus exigencias de validez en un determina- lativas. La relatividad cultural (no el relativis-
do momento de la historia. La génesis de una mo) también significa diversidad cultural e
reivindicación moral puede condicionar su incompletud. Significa que todas las culturas
validez, pero de ninguna manera la determina. tienden a definir como universales los valores
El origen occidental de los derechos humanos que consideran fundamentales. Lo que está
puede fundarse en congruencia con su univer- más elevado es, también, lo más generalizado.
salidad si, hipotéticamente, en un determina- Así, la cuestión concreta sobre las condiciones
do momento de la historia estos se aceptaran de la universalidad de una determinada cul-
universalmente como estándares ideales de la tura no es en sí misma universal. La cuestión
vida política y moral. Las dos cuestiones están, de la universalidad de los derechos humanos
es una cuestión cultural occidental. Por lo tan-
to, los derechos humanos son universales solo
1 Para un análisis extenso de los cuatro regímenes,
cuando se consideran desde un punto de vista
véase Santos (1995: 330-337; 2002: 280-311), y las biblio-
grafías que allí se citan. occidental. La pregunta sobre la universalidad
Hacia una concepción intercultural de los derechos humanos109
se puede conocer por medios racionales; la modelo occidental, y en realidad el modelo li-
naturaleza humana es esencialmente distinta beral occidental del discurso dominante sobre
de, y superior a, la del resto de la realidad; el los derechos humanos, se podría comprobar en
individuo tiene una dignidad absoluta e irredu- muchos otros ejemplos: en la Declaración Uni-
cible que debe defenderse contra la sociedad versal de 1948, cuyo borrador fue elaborado sin
o el Estado; la autonomía del individuo requie- la participación de la mayoría de las personas
re de una sociedad organizada de una manera del mundo; en el reconocimiento exclusivo de
no jerárquica, como una suma de individuos los derechos individuales, con la única excep-
libres (Panikkar, 1984: 30). Puesto que todos ción del derecho colectivo a la autodetermina-
estos presupuestos son claramente occiden- ción (que, sin embargo, se restringió a los pue-
tales y liberales, y fácilmente distinguibles de blos sometidos al colonialismo europeo); en
otras concepciones de la dignidad humana en la prioridad otorgada a los derechos civiles y
otras culturas, uno se puede preguntar por qué políticos sobre los económicos, sociales y cul-
la cuestión de la universalidad de los derechos turales; y en el reconocimiento del derecho a la
humanos ha generado un debate tan intenso, propiedad como el primero y, durante muchos
por qué, en otras palabras, la universalidad so- años, el único derecho económico.
ciológica de esta cuestión ha acabado siendo Pero este no es el único aspecto de la cues-
más relevante que su universalidad filosófica. tión. En todo el mundo, millones de personas
Si observamos la historia de los derechos y miles de organizaciones no gubernamentales
humanos en el período de posguerra, no es han estado luchando por los derechos humanos,
difícil concluir que las políticas de derechos a menudo corriendo grandes riesgos, en defensa
humanos han estado, en conjunto, al servicio de las clases sociales y grupos oprimidos que en
de los intereses económicos y geopolíticos muchos casos han sido victimizados por los Es-
de los Estados capitalistas hegemónicos. El tados capitalistas autoritarios. Las agendas polí-
discurso generoso y seductivo sobre los de- ticas de tales luchas son con frecuencia explícita
rechos humanos ha consentido atrocidades o implícitamente anticapitalistas. Por ejemplo,
indescriptibles, y semejantes atrocidades han se ha estado desarrollando discursos y prácticas
sido evaluadas y tratadas según una repugnan- contrahegemónicos de derechos humanos, se
te duplicidad de criterios (Falk, 1981). Pero el han propuesto concepciones no occidentales de
Hacia una concepción intercultural de los derechos humanos111
derechos humanos, se han organizado diálogos postura filosófica, es erróneo. Contra el uni-
interculturales sobre los derechos humanos. La versalismo, debemos proponer diálogos trans-
tarea central de la política emancipatoria actual, culturales sobre preocupaciones isomórficas.
en este terreno, consiste en que la conceptuali- Contra el relativismo, debemos desarrollar
zación y práctica de los derechos humanos de criterios procedimentales transculturales para
un localismo globalizado se transformen en un distinguir la política progresista de la conser-
proyecto cosmopolita insurgente.3 vadora, la capacitación del desarme, la eman-
¿Cuáles son las premisas para semejante cipación de la regulación. En la medida en que
transformación?4 La primera premisa es que el debate suscitado por los derechos humanos
resulta imperativo trascender el debate sobre pueda evolucionar hacia un diálogo competiti-
universalismo y relativismo cultural. Este es un vo entre diferentes culturas acerca de los prin-
debate inherentemente falso, cuyos conceptos cipios de la dignidad humana, es imperativo
polares son ambos igualmente perjudiciales que tal competencia induzca las coaliciones
para una concepción emancipatoria de dere- transnacionales a disputar para llegar más al
chos humanos. Todas las culturas son relati- máximo que al mínimo (¿Cuáles son los están-
vas, pero el relativismo cultural como postura dares absolutos mínimos? ¿Los derechos hu-
filosófica está equivocado.5 Todas las culturas manos más básicos? ¿El mínimo denominador
aspiran a tener valores y preocupaciones abso- común?). La advertencia a menudo expresada
lutas, pero el universalismo cultural en cuanto de no sobrecargar la política de derechos hu-
manos con derechos nuevos, más avanzados o
con concepciones diferentes y más amplias de
3 Como he mencionado arriba, para ser emancipa- derechos humanos (Donnelly, 1989: 109-24) es
toria una política de derechos humanos debe siempre una manifestación tardía de la reducción de las
concebirse y practicarse como parte de una política
reivindicaciones emancipatorias de la moder-
más extensa de resistencia y emancipación.
nidad occidental al bajo nivel de emancipación
4 Elaboraré más la cuestión de las premisas en la si-
posibilitado o tolerado por el capitalismo mun-
guiente sección.
dial: los derechos humanos de baja intensidad
5 Para una reciente revisión del debate sobre el uni-
aparecen como la otra cara de la democracia
versalismo contra el relativismo, véase Rajagopal 2004:
209-216). Véase también Mutua (1996). de baja intensidad.
112 Boaventura de Sousa Santos
La segunda premisa es que todas las culturas diferentes versiones de dignidad humana, al-
poseen ideas sobre la dignidad humana, pero gunas más extensas que otras, algunas con un
no todas conciben la dignidad humana como círculo más amplio de reciprocidad que otras,
equivalente a derechos humanos. Es, por tanto, algunas más abiertas a otras culturas que otras.
importante buscar preocupaciones isomórficas Por ejemplo, la modernidad occidental se ha
entre diferentes culturas. Los diferentes nom- desdoblado en dos concepciones y prácticas
bres, conceptos y Weltanschaungen pueden sumamente divergentes de derechos humanos
transmitir preocupaciones o aspiraciones simi- —la liberal y la marxista— una prioriza los de-
lares o mutuamente inteligibles. rechos civiles y políticos, y la otra los derechos
La tercera premisa es que todas las culturas sociales y económicos.7
son incompletas y problemáticas en sus concep- Por último, la quinta premisa es que todas
ciones de la dignidad humana. Tal incompletud las culturas tienden a distribuir a las personas
deriva, precisamente, del hecho de que existe y grupos sociales entre dos principios compe-
una pluralidad de culturas. Si cada cultura fue- titivos de pertenencia jerárquica. Uno funciona
ra tan completa como afirma ser, habría apenas a través de jerarquías entre unidades homogé-
una única cultura. La idea de completud es la neas. El otro, funciona a través de la separación
fuente de un exceso de sentido que parece pla- entre diferencias e identidades únicas. Los dos
gar todas las culturas. La incompletud es de esta principios no necesariamente se yuxtaponen, y
manera más visible desde afuera, desde la pers- por eso no todas las igualdades son idénticas y
pectiva de otra cultura. Elevar el nivel de con- no todas las diferencias son desiguales.
ciencia de la incompletud cultural a su máximo Estas son las premisas de un diálogo trans-
posible, es una de las tareas más cruciales en la cultural sobre la dignidad humana que pueden
construcción de una concepción emancipatoria eventualmente conducir a una concepción
multicultural de los derechos humanos.6 mestiza de los derechos humanos, una con-
La cuarta premisa es que ninguna cultura cepción que, en lugar de recurrir a falsos uni-
importante es monolítica. Las culturas tienen versalismos, se organice a sí misma como una
y en última instancia a los tres mundos (triloka). efecto, también del umma, la concepción occi-
La justicia mantiene unidas las relaciones huma- dental de los derechos humanos está plagada
nas; la moralidad lo mantiene a uno en armonía de una simetría muy simplista y mecánica entre
consigo mismo; el derecho es el principio vincu- derechos y deberes. Concede derechos solo a
lante de las relaciones humanas; la religión es lo
aquellos a quienes exige deberes. Esto explica
que mantiene la existencia del universo; el desti-
por qué, según el concepto occidental de dere-
no es aquello que nos vincula con el futuro; la ver-
dad es la cohesión interna de una cosa [. . .] Ahora chos humanos, la naturaleza no tiene derechos:
bien, un mundo en el que la noción de Dharma es no se le pueden imponer deberes. Por la misma
central y casi omnipresente no se preocupa por razón, es imposible conceder derechos a las ge-
hallar “el derecho” de un individuo frente a otro neraciones futuras; no tienen derechos porque
o del individuo frente a la sociedad sino más bien no tienen deberes.
de evaluar el carácter dhármico (correcto, verda- Por otra parte, desde la perspectiva del topos
dero, consistente) o no-dhármico de una cosa o de los derechos humanos, el dharma también
de una acción dentro del complejo teantropocós- es incompleto debido a su fuerte tendencia no
mico total de la realidad (1984: 39).9 dialéctica a favor de la armonía, ocultando por
tanto injusticias y desatendiendo totalmen-
Analizados desde el topos de dharma, los te el valor del conflicto como una vía hacia
derechos humanos son incompletos porque no una armonía más rica. Además, el dharma se
logran establecer un vínculo entre la parte (el despreocupa de los principios del orden de-
individuo) y el todo (la realidad), o, aún más mocrático, con libertad y autonomía, e ignora
radicalmente, porque se centran en lo que es el hecho de que, sin derechos primordiales,
meramente derivado, en los derechos, en lugar el individuo es una entidad demasiado frágil
de centrase en el imperativo primordial, el de- como para evitar ser oprimido por aquello que
ber de las personas de encontrar su lugar en lo trasciende. Finalmente, el dharma tiende a
el orden de toda la sociedad y de todo el cos- olvidar que el sufrimiento humano tiene una di-
mos. Desde el punto de vista del dharma y, en mensión individual irreducible: las sociedades
no sufren, pero los individuos sí.
A otro nivel conceptual, se puede ensayar la
9 Véase también Inada (1990); Mitra (1982) y Thapar
(1966). misma hermenéutica diatópica entre el topos
Hacia una concepción intercultural de los derechos humanos115
de los derechos humanos y el topos del umma dicotomía liberal que separó totalmente el Es-
en la cultura islámica. Los pasajes del Corán en tado y la sociedad civil.
los que aparece la palabra umma son tan varia- En cambio, desde el topos de los derechos
dos, que su significado no se puede definir rígi- humanos individuales, el umma enfatiza de
damente. Sin embargo, esto sí parece ser cierto: forma exagerada los deberes en detrimento de
siempre se refiere a entidades étnicas, lingüís- los derechos y, por esta razón, está proclive a
ticas o religiosas de personas que son objeto consentir desigualdades por lo demás injustas,
del plan divino de salvación. A medida que la como la desigualdad entre los hombres y las
actividad profética de Muhammad fue progre- mujeres y entre los musulmanes y los no mu-
sando, los fundamentos religiosos del umma sulmanes. Como reveló la hermenéutica diató-
se hicieron cada vez más explícitos y, en conse- pica, la debilidad fundamental de la cultura oc-
cuencia, el umma de los árabes se transformó cidental consiste en establecer una dicotomía
en el umma de los musulmanes. Vistos desde de una forma demasiado estricta entre el indi-
el topos del umma, la incompletud de los dere- viduo y la sociedad, tornándose de esta manera
chos humanos individuales reside en el hecho vulnerable al individualismo posesivo, al nar-
de que solamente sobre esta base es imposible cisismo, a la alienación y a la anomia. Por otra
sustentar las solidaridades y los enlaces colec- parte, la debilidad fundamental de las culturas
tivos sin las cuales ninguna sociedad puede so- hindú e islámica consiste en que ninguna logra
brevivir y mucho menos florecer. Aquí radica reconocer que el sufrimiento humano tiene
la dificultad de la concepción occidental de los una dimensión individual irreducible que solo
derechos humanos para aceptar los derechos se puede considerar adecuadamente en una so-
colectivos de los grupos sociales o pueblos, ciedad que no esté organizada jerárquicamente.
ya sean minorías étnicas, mujeres o indígenas. El reconocimiento de las recíprocas incom-
Este es, de hecho, un ejemplo específico de una pletudes y debilidades es una condición sine
dificultad mucho más amplia, la dificultad de qua non de cualquier diálogo transcultural. La
definir la comunidad como un área de solida- hermenéutica diatópica se construye tanto
ridad concreta y como una obligación política sobre la identificación local de la incomple-
horizontal. Esta idea de comunidad, central tud y debilidad, como sobre su inteligibilidad
para Rousseau, desapareció rápidamente en la translocal. Como se ha mencionado arriba, en
116 Boaventura de Sousa Santos
el campo de los derechos humanos y la digni- simplificación excesiva, en este debate se pue-
dad, la movilización del apoyo social para las den identificar dos posiciones extremas. Una,
reivindicaciones emancipatorias que estas po- absolutista o fundamentalista, se mantiene por
tencialmente contienen solo se puede alcanzar aquellos para quienes el sistema jurídico reli-
si dichas reivindicaciones se han apropiado en gioso del Islam, la Shari’a, debe aplicarse inte-
el contexto cultural local y si un diálogo trans- gralmente como el derecho del Estado islámi-
cultural y la hermenéutica diatópica son po- co. Según esta postura, existen inconsistencias
sibles. En tiempos recientes, se han probado irreconciliables entre la Shari’a y la concep-
ejercicios muy particulares en hermenéutica ción occidental de los derechos humanos, y la
diatópica entre las culturas islámica y occi- Shari’a debe prevalecer. Por ejemplo, respecto
dental en el terreno de los derechos humanos. al status de los no musulmanes, la Shari’a im-
Algunos de los ejemplos más significativos son pone la creación de un Estado para musulma-
provistos por Abdullahi Ahmed An-na’im (1990; nes en el que estos sean los únicos ciudadanos,
1992), Tariq Ramadan (2000; 2003) y Ebrahim y los no musulmanes no tengan ningún derecho
Moosa (2004). político; la paz entre los musulmanes y los no
Existe un viejo debate acerca de las relacio- musulmanes siempre es problemática y los en-
nes entre islamismo y derechos humanos, y la frentamientos puede que sean inevitables. Con
posibilidad de que haya una concepción islá- respecto a las mujeres, no existe duda sobre la
mica de los derechos humanos.10 Este debate igualdad; la Shari’a ordena la segregación de
implica una amplia gama de posiciones, y su las mujeres, y de acuerdo con algunas interpre-
impacto se extiende mucho más allá del mundo taciones más estrictas, las excluye completa-
islámico. Corriendo el riesgo de establecer una mente de la vida pública.
En el otro extremo están los secularistas o
modernistas, que opinan que los musulmanes
10 Ver, además, Dwyer (1991); Mayer (1991); Leites deberían organizarse en Estados seculares. El
(1991) y Afkhami (1995). Véase también Hassan (1982) Islam es un movimiento religioso y espiritual,
y Al Faruqi (1983). Sobre el más extenso tema de la re- no político, y como tal, las sociedades musul-
lación entre la modernidad y el resurgimiento del Islam,
manas modernas tienen libertad para organizar
véase, por ejemplo, Sharabi (1992); Shariati (1986); Ra-
madan (2000) y Moosa (2004). su gobierno de cualquier manera que estimen
Hacia una concepción intercultural de los derechos humanos117
digna y apropiada a sus circunstancias. La construcción restringida del otro estaba proba-
aceptación de los derechos humanos interna- blemente justificada. Pero esto ya no es válido.
cionales es un asunto de decisión política que Por el contrario, en el presente existe un con-
no debe mezclarse con consideraciones religio- texto diferente en el que puede justificarse ple-
sas. Solamente un ejemplo entre muchos: una namente una perspectiva más iluminada desde
ley de Túnez de 1956 prohibía completamente el Islam.
la poligamia, basándose en que ya no era acep- Siguiendo las enseñanzas del Ustadh Mah-
table y en que el principio coránico de justicia moud, An-na’im muestra que una revisión de-
para todas las coesposas era imposible para tallada del contenido del Corán y de los Sunna
cualquier hombre realizar en la práctica, con la revela dos niveles o etapas en el mensaje del
excepción del Profeta. Islam, uno del primer período de La Meca, y el
An-na’im critica ambas posiciones extremas. otro de la subsiguiente etapa de Medina. El pri-
La vía per mezzo que propone trata de funda- mer mensaje de la Meca es el mensaje eterno
mentar los derechos humanos transcultural- y fundamental del Islam, y enfatiza la dignidad
mente, identifica las áreas de conflicto entre inherente de los seres humanos, independien-
la Shari’a y los “estándares de derechos hu- temente de su sexo, religión o raza. Bajo las
manos” y busca una reconciliación y relación circunstancias históricas del siglo VII (la época
positiva entre los dos sistemas. Por ejemplo, de Medina) en el que el mensaje tuvo lugar, se
el problema con la Shari’a histórica es que consideró demasiado avanzado, se suspendió y
excluye a las mujeres y a los no musulmanes se aplazó su implementación hasta que en el fu-
de aplicar este principio. Así que es necesaria turo se produjeran las circunstancias adecua-
una reforma o reconstrucción de la Shari’a. El das. Según An-na’im, ha llegado el momento y
método propuesto para semejante “reforma el contexto oportuno para ello.
islámica” se basa en un enfoque evolucionis- No puedo evaluar la validez específica de
ta de los orígenes islámicos, que examina el esta propuesta dentro de la cultura islámica.
contexto histórico concreto dentro del que se Esto es precisamente lo que distingue la her-
creó la Shari’a a partir de las primeras fuen- menéutica diatópica del orientalismo. Lo que
tes del Islam por los juristas fundadores de los deseo enfatizar del enfoque de An-na’im es el in-
siglos VIII y IX. A la luz de tal contexto, una tento de transformar la concepción occidental
118 Boaventura de Sousa Santos
“es necesario ser tanto un amigo como un com- progresistas. Los defensores de derechos huma-
pañero de aquellos que, en occidente, denun- nos pueden hallar aquí una convergencia con un
cian la opresión global y nos invitan a todos a impulso específicamente indio. El dharma co-
aportar semejante cambio” (2003: 10). mún ético también se ajusta con eminencia a los
reformistas sociales intocables (1998: 204).
En la India, se está llevando a cabo una mo-
dalidad similar de combinar la integridad cultu-
El “impulso indio” del “dharma común”
ral con las luchas más amplias hacia la justicia
proporciona a los derechos humanos una inte-
social por parte de algunos grupos de derechos
gración cultural y legitimidad local a través de
humanos y, especialmente, por los reformistas
la cual cesan de ser un localismo globalizado.
sociales “intocables”. Consiste en introducir
La revisión de la tradición hindú no solamen-
la lucha de los intocables hacia la justicia y la
te crea una oportunidad para la reclamación
igualdad según las nociones hindúes de karma
de derechos humanos, pues también invita a
y dharma, revisándolas y reinterpretándolas, o
una revisión de la tradición de los derechos
incluso subvirtiéndolas de forma selectiva, de
humanos de incluir demandas formuladas de
tal manera que se conviertan en fuentes de legi-
acuerdo con otras premisas culturales. Al in-
timidad y fortaleza para las luchas y protestas.
volucrarse en revisiones recíprocas, ambas
Un ejemplo de semejantes revisiones es el cre-
tradiciones actúan como culturas huéspedes
ciente énfasis dado a “el dharma común” (sad-
y como culturas anfitrionas. Estos son los ca-
harana dharma) en contraste con el “dharma
minos necesarios para la petición de ejercicios
especial” (visesa dharma) de los gobiernos de
de traducción intercultural (hermenéutica
las castas, rituales y deberes. Según Khare, el
diatópica). El resultado es una reivindicación
“dharma común”:
culturalmente híbrida a favor de la dignidad hu-
basado en la igualdad espiritual de todas las mana, una concepción mestiza de los derechos
criaturas, promueve tradicionalmente un senti- humanos. Aquí yace la alternativa a una teoría
do compartido de cuidado mutuo, de rehusar la general que intenta abarcar el todo, la versión
violencia e injuria y de una búsqueda de la equi- característica del universalismo que concibe
dad. Tradicionalmente promueve actividades como una particularidad todo aquello que no
para el bienestar público y atrae a los reformistas cabe en sus estrechos confines.
120 Boaventura de Sousa Santos
que las lecturas de turath en el mundo árabe de y fenicia, Mesopotamia y Persia, India y Chi-
hoy imponen un autoritarismo rígido y literalidad na, respecto a la lengua, arte, conocimientos,
que producen el efecto de matar el espíritu y de religión y cultura material. También, muestra
obliterar las críticas (1993: 38). cómo esas raíces afroasiáticas de la Antigua
Grecia fueron negadas por el racismo y antise-
Como resultó evidente en el análisis de la mitismo europeo del siglo XIX (Bernal, 1987).
hermenéutica diatópica arriba mencionado, Conforme a esta pregunta, los orígenes tur-
reconocer el empobrecimiento recíproco de la bios de los derechos humanos, como un mo-
víctima y del opresor del mismo modo, aunque numento de la cultura occidental, no pueden
resulte asimétrico, es la condición más básica observarse solo en la dominación imperial y
para un diálogo transcultural. Solo el conoci- doméstica que ellos una vez justificaron, sino
miento de la historia nos permite actuar inde- también en su carácter compuesto original en
pendientemente de la historia. El escrutinio cuanto artefactos culturales. Los presupues-
de las relaciones entre la víctima y el opresor tos de los derechos humanos, que se indicaron
nos advierte contra las distinciones demasia- arriba en sus formulaciones claras, ilustradas
do estrictas entre culturas, una caución que es y racionales, hacen eco de las vibraciones de
especialmente relevante en el caso de la cul- otras culturas y sus raíces históricas se extien-
tura dominante. Según Pieterse, la cultura oc- den mucho más allá de Europa. Un diálogo
cidental no es ni lo que parece, ni lo que los intercultural debe comenzar por la hipótesis
occidentales tienden a pensar que es: “lo que de que las culturas siempre han sido intercul-
se considera por cultura o civilización europea turales, pero también con el entendimiento
es genealógicamente hablando ni necesaria de que los intercambios e interpenetraciones
ni estrictamente europea” (1989: 369). Es una siempre han sido muy desiguales e inherente-
síntesis cultural de muchos elementos y prác- mente hostiles al diálogo cosmopolita que aquí
ticas, muchos de ellos no europeos. Bernal ha se defiende. Al final, la cuestión es si es posible
asumido una desconstrucción de los concep- construir una concepción posimperial de los
tos de “civilización clásica” para mostrar sus derechos humanos. Aunque sea absolutamente
fundamentos no europeos, las contribuciones consciente de las barreras casi insuperables,
de Egipto y África, las civilizaciones semítica ofrezco una respuesta positiva a esta cuestión.
Hacia una concepción intercultural de los derechos humanos123
En otras palabras, a pesar del vocabulario o del Sin embargo, una concepción idealista del diá-
guion de los derechos humanos estar tan pleno logo intercultural fácilmente olvidará que tal
de significados hegemónicos hay todavía lugar diálogo es posible solo porque se da la simul-
para la posibilidad de significados contrahege- taneidad temporal de dos o más contempora-
mónicos. A continuación, trato de concretar neidades distintas. Los socios del diálogo son
las circunstancias bajo las cuales la posibili- desigualmente contemporáneos; en realidad
dad de una contrahegemonía se puede llevar cada uno de ellos se siente apenas contempo-
a cabo. Comienzo por abordar las condiciones ráneo con respecto a la tradición histórica de
para la concepción multicultural de derechos su propia cultura. Este es el caso más probable
humanos mostrada arriba y, después, presenta- cuando las diferentes culturas involucradas en
ré un resumen de una concepción de derechos el diálogo comparten un pasado de intercam-
humanos contrahegemónica y emancipatoria. bios entrelazados y desiguales. ¿Cuáles son
las posibilidades para un diálogo entre dos
Las dificultades de una culturas cuando una de las culturas presentes
reconstrucción intercultural ha sido ella misma atravesada por violaciones
de derechos humanos prolongadas y masivas de derechos humanos,
La hermenéutica diatópica ofrece un am- perpetradas en nombre de la otra? Cuando las
plio campo de posibilidades para los debates culturas comparten un pasado así, el presente
en curso en las diferentes regiones culturales que comparten en el momento de iniciar el diá-
del sistema mundial, acerca de temas genera- logo es, en el mejor de los casos, un quid pro
les como el universalismo, el relativismo, los quo y, en el peor, un fraude. El dilema cultural
cuadros culturales de transformación social, es el siguiente: como en el pasado la cultura do-
el tradicionalismo y la renovación cultural.14 minante logró que algunas de las aspiraciones
14 Sobre el debate africano, véase Hountondji (1983; debate en la India se encuentra en Nandy (1987a; 1987b;
1994; 2002); Oladipo (1989); Oruka (1990a; 1990b); Wi- 1988); Chatterjee (1984); Pantham (1988); Bhargava
redu (1990); Wamba dia Wamba (1991a; 1991b); Procee (1998); Bhargava, Bagchi & Sudarshan (1999). Una vi-
(1992); Ramose (1992); Horton et al. (1990); Horton sión global de las diferencias culturales puede encon-
(1993); Coetzee & Roux (2003). Un resumen del valioso trarse en Galtung (1981).
124 Boaventura de Sousa Santos
el caso de los pueblos indígenas y las culturas se convierte en el otro lado de la conquista cul-
en las Américas, en Australia, Nueva Zelanda, tural. Entonces, la pregunta es si la conquista
India, etcétera. Estas culturas han sido hechas cultural puede remplazarse por diálogos inter-
incompletas de una forma tan agresiva por par- culturales basados en condiciones mutuamen-
te de la cultura occidental, que la solicitud por te acordadas, y de ser así, en qué condiciones.
la incompletud como una precondición para El dilema de lo que denomino “completud
una hermenéutica diatópica es, cuanto menos, cultural” puede formularse de la siguiente ma-
un ejercicio absurdo.16 El problema con esta lí- nera: si una determinada cultura se considera a
nea de argumentación es que lleva, lógicamen- sí misma completa, no encuentra ningún interés
te, a dos resultados alternativos, resultando en contemplar diálogos interculturales; si, por el
ambos bastante inquietantes: el cese cultural, contrario, entabla semejante diálogo por razón
o la conquista como la única alternativa realis- de su propia incompletud, se vuelve vulnerable
ta a los diálogos interculturales. En un perío- y, en última instancia, se ofrece a la conquista
do intensificado de prácticas transnacionales cultural. No hay una salida fácil de este dilema.
sociales y culturales, el cese cultural es, como Teniendo en cuenta que el cese cultural es au-
mucho, una aspiración piadosa que oculta e todestructivo, no veo ninguna salida salvo la de
implícitamente condona procesos caóticos e elevar los estándares para el diálogo intercul-
incontrolables de destrucción, contaminación tural a un umbral lo suficientemente alto como
e hibridización. Tales procesos radican en re- para minimizar la posibilidad de la conquista
laciones desiguales de poder y en intercambios cultural, aunque no tan alto como para descar-
culturales desiguales, tanto que el cese cultural tar completamente la posibilidad de diálogos
(en cuyo caso revertería en el cese cultural y,
por lo tanto, en la conquista cultural).
16 Este texto se concentra en la hermenéutica diató-
pica entre la cultura occidental y las “grandes culturas
orientales” (hinduismo e islamismo). Soy consciente Las condiciones para una
de que una hermenéutica diatópica que involucre a cul- reconstrucción intercultural
turas de indígenas plantea otros asuntos analíticos, y de derechos humanos
exige concretas precondiciones. Centrándome en los
Las condiciones para un multiculturalismo
indígenas de América Latina, abordo este tema en San-
tos (1997) y en Santos & Villegas (2001). progresista varían ampliamente a través del
126 Boaventura de Sousa Santos
tiempo y del espacio y, ante todo, según las es- Lejos de convertir la incompletud cultural en
pecíficas culturas implicadas y las relaciones una completud cultural, la hermenéutica diató-
de poder entre ellas. No obstante, me atrevo a pica profundiza, al progresar, en la incompletud
señalar que las siguientes orientaciones contex- cultural y transforma la imprecisa y en gran parte
tuales de procedimiento e imperativos transcul- no meditada conciencia de ello en una concien-
turales se deben aceptar por todos los grupos cia autorreflexiva. El objetivo de la hermenéutica
sociales interesados en diálogos interculturales. diatópica es, por tanto, crear una conciencia au-
torreflexiva de la incompletud cultural. En este
Desde la completud a la incompletud. Como caso, la autorreflexividad significa el reconoci-
he mencionado arriba, la completud cultural es miento de la incompletud cultural de la cultura
el punto de partida, no el punto de llegada. En propia tal como se percibe en el espejo de incom-
efecto, la completud cultural es la condición pletud cultural de la otra cultura en diálogo. Es
predominante previa al comienzo de un diálo- este mismísimo espíritu que Makau Mutua, tras
go intercultural. El verdadero punto de partida defender que “los esfuerzos implacables para
de este diálogo es un momento de desencanto universalizar un corpus esencialmente europeo
con la cultura propia, un sentimiento difuso de de derechos humanos a través de cruzadas occi-
que la cultura propia no proporciona respuestas dentales no pueden tener éxito”, afirma que:
satisfactorias a algunas de las preguntas, perple-
jidades o expectativas que uno tiene. Esta sensi- las críticas del corpus de los africanos, asiáticos,
bilidad difusa está vinculada a un conocimiento musulmanes, hindúes y una multitud de pensado-
impreciso de y a una curiosidad inarticulada res críticos de todo el mundo son la única vía a
través de la cual los derechos humanos se pue-
sobre otras culturas posibles y sus respuestas.
den redimir y verdaderamente universalizar. Esta
El momento de descontentamiento implica un
multiculturalización del corpus podría intentarse
entendimiento previo de la existencia y posible en varias áreas: equilibrando los derechos indivi-
relevancia de otras culturas, y se traduce en una duales y colectivos, otorgando más efectividad a
conciencia no reflexiva de la falta de completud los derechos sociales y económicos, relacionan-
cultural. El impulso individual o colectivo para do a los derechos con los deberes y abordando la
el diálogo intercultural y, de esta manera, para la relación entre el corpus y los sistemas económi-
hermenéutica diatópica, comienza desde aquí. cos (2001: 243).
Hacia una concepción intercultural de los derechos humanos127
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Sociología crítica de la justicia*
innovadores de la transformación social, econó- Por otro lado, aunque la notoriedad públi-
mica y política, muchas veces votados por la ca exista en casos que constituyen una frac-
mayoría de la población. En segundo lugar, tales ción infinitesimal del trabajo judicial, ella es
notorias intervenciones fueron, en general, es- suficientemente recurrente para no parecer
porádicas, en respuesta a acontecimientos polí- excepcional y para que, al contrario, parezca
ticos excepcionales, y en momentos de transfor- corresponder a un nuevo patrón de interven-
mación social y política profunda y acelerada. ción judicial. Además, esta intervención, al
Por el contrario, el protagonismo de los jueces contrario de las anteriores, ocurre más en el
en tiempos más recientes, sin favorecer necesa- ámbito criminal que en el civil, laboral o admi-
riamente agendas o fuerzas políticas conserva- nistrativo y asume su rasgo específico al seña-
doras o progresistas tal como ellas se presentan lar la criminalidad dentro de la responsabilidad
en el campo político, parece afirmarse en un política, o mejor, la irresponsabilidad política.
entendimiento más amplio y más profundo del Esta intervención poco se dirige, a diferencia
control de la legalidad, que a veces incluye un de las formas anteriores de intervención, a los
control de la constitucionalidad, no solo del de- usos del poder político y a las agendas políticas
recho ordinario como medio para fundamentar en que este se convirtió. Ahora se dirige a los
una garantía más osada de los derechos de los abusos del poder y a los agentes políticos que
ciudadanos sino, también, de las decisiones eco- los protagonizan.
nómicas que toman las diferentes autoridades. Sin embargo, el nuevo protagonismo judicial
Los jueces deciden si determinada orientación comparte con el anterior una característica
económica es contraria a la constitución, y si fundamental: se traduce en un enfrentamiento
consideran dejarla sin efectos jurídicos, se gene- con la clase política y con otros órganos de po-
ra un gasto fiscal inesperado. Lo anterior lleva al der soberano, en especial con el poder ejecu-
ejecutivo a acusar a los tribunales de usurpar su tivo. Y por esto es que, tal como antes, ahora
autonomía a la hora de determinar las políticas se habla de la judicialización de los conflictos
económicas.1 políticos. Si bien es cierto que en el origen del
1 Una propuesta restrictiva de la intervención de los (2001). Una visión de la necesidad de un control judicial
jueces en la economía: Clavijo (2001) y Kalmanovitz de las decisiones económicas: Upriminy (2006a).
Sociología crítica de la justicia 137
Estado moderno el sector judicial es un poder judicial, siempre que esta interfiera con el po-
político —órgano de soberanía— la verdad es der legislativo o ejecutivo.
que solo se asume públicamente como poder La pregunta de la capacidad se dirige a los
político en la medida en que interfiere con otros recursos de que dispone la justicia para llevar
poderes políticos. O sea, la política judicial, a cabo en forma eficaz la política judicial. La
que es una característica madre del Estado mo- capacidad de los jueces es cuestionada por dos
derno, solo se afirma como política del sector vías: de un lado, en un cuadro procesal fijo y
judicial cuando se enfrenta en su terreno, con con recursos humanos y de infraestructura
otras fuentes de poder político. De ahí que la relativamente inelásticos, cualquier aumento
judicialización de los conflictos políticos no “exagerado” de la búsqueda de intervención ju-
pueda dejar de traducirse en la politización del dicial puede significar el bloqueo de la oferta y,
sistema judicial.2 en última instancia, redunda en la denegación
Como veremos más adelante, no es la pri- de justicia. De otro lado, los jueces no dispo-
mera vez que este fenómeno se presenta, pero nen de medios propios para hacer ejecutar sus
ahora ocurre de un modo diferente y por razo- decisiones siempre que estas, para producir
nes diferentes. Siempre que se presenta este efectos útiles, presuponen una cuota activa de
fenómeno, surgen tres preguntas sobre los jue- cualquier sector de la administración pública.
ces: respecto de su legitimidad, respecto de su En estos ámbitos, que son aquellos en que la
capacidad, y respecto de su independencia. La “politización de los litigios judiciales” ocurre
pregunta de la legitimidad solo se hace en regí- con más frecuencia, la justicia está a merced
menes democráticos y se refiere a la formación de la buena voluntad de servicios que no están
de la voluntad de la mayoría por vía de la re- bajo su jurisdicción y, siempre que tal buena vo-
presentación política obtenida electoralmente. luntad falla, repercute directa y negativamente
Debido a que, en la gran mayoría de los casos, en la propia eficacia de la protección judicial.
los magistrados no son elegidos, se cuestiona La pregunta sobre la independencia de los
el contenido democrático de la intervención jueces está unida de manera íntima con las
preguntas de la legitimidad y de la capacidad.
La independencia de los jueces es uno de los
2 Ver, también, Hirschl (2004). principios básicos del constitucionalismo
138 Boaventura de Sousa Santos
moderno, por lo que puede parecer extraño necesaria una visión histórica de la función y
que sea objeto de cuestionamiento. Y en ver- el poder judiciales en los últimos ciento cin-
dad, al contrario de lo que sucede con la pre- cuenta años a fin de poder contextualizar me-
gunta de la legitimidad, el cuestionamiento de jor la situación presente. En segundo lugar, las
la independencia tiende a ser reivindicado por intervenciones judiciales que son responsables
el propio poder judicial siempre que se ve en- de la notoriedad judicial en cierto momento
frentado con medidas del poder legislativo o histórico constituyen una fracción ínfima del
ejecutivo que las considera atentatorias de su desempeño judicial, por lo cual un enfoque
independencia. exclusivo en los grandes asuntos puede ocul-
La pregunta de la independencia surge así en tar o dejar poco analizado el desempeño que
dos contextos: en el de la legitimidad, siempre en la práctica cotidiana de los jueces ocupa la
que el cuestionamiento de esta lleve al legislati- gran mayoría de los recursos y del trabajo ju-
vo o al ejecutivo a tomar medidas que el poder dicial. Últimamente, el debate se ha centrado
judicial entiende como mitigadoras de su inde- entre una justicia protagónica que corresponde
pendencia. Surge también en el contexto de la a las decisiones de los altos tribunales. Y una
capacidad, siempre que el poder judicial al ca- justicia rutinaria que se dedica a los casos más
recer de autonomía financiera y administrativa, comunes con un desempeño defectuoso, pues
resulta dependiendo de los otros poderes para muchas veces está amenazada por la delin-
obtener los recursos que considera adecuados cuencia organizada, en el caso de países con
para el buen desempeño de funciones. problemas crónicos de violencia; o no cuen-
Las preguntas de la legitimidad, de la capa- ta con los recursos necesarios para hacer su
cidad y de la independencia asumen, como vi- trabajo adecuadamente, lo que se refleja, por
mos, mayor agudeza en momentos en que los ejemplo, en la escasa capacidad del juez para
jueces adquieren mayor protagonismo social y ordenar práctica de pruebas. La consecuencia
político. Este hecho tiene un importante signi- de esto es que los casos no se resuelven de la
ficado, tanto por lo que muestra como por lo manera más adecuada sino de la forma posi-
que oculta. En primer lugar, tal protagonismo ble, es decir, con los elementos de juicio que
es producto de un conjunto de factores que las partes alleguen al proceso. El resultado
evolucionan históricamente, por lo que se hace es que el poderoso vencerá, ya que tiene más
Sociología crítica de la justicia 139
una realidad normativa plenamente consti- del presente (observancia de las reglas del
tuida. Por la misma razón, los jueces garanti- proceso), ya sea por la seguridad procesal del
zan que el monopolio estatal de la violencia futuro (el principio del caso juzgado o de la
sea ejercido con legitimidad. cosa juzgada).
3. Además de retrospectivo, el poder judicial 6. La independencia de los jueces reside en el
es reactivo, o sea que solo actúa cuando es hecho de estar total y exclusivamente some-
solicitado por las partes o por otros sectores tidos al imperio de la ley. Concebida así, la
del Estado. La disponibilidad de los jueces independencia de los jueces es una garantía
para resolver litigios es, de esta manera, eficaz de protección de la libertad, entendida
abstracta y solo se convierte en una oferta como vínculo negativo, o sea como prerroga-
concreta de solución de litigios en la medida tiva de no interferencia. La independencia se
que haya una demanda social efectiva. Los refiere a la dirección del proceso decisorio
jueces no deben hacer nada para influir en y, por eso, puede coexistir con la dependen-
el tipo y en el nivel concreto de la solicitud. cia financiera y administrativa de los jueces
4. Los litigios de que se ocupan los jueces son ante los poderes legislativo y ejecutivo.
individualizados en un doble sentido: tienen
contornos claramente definidos por estric- Esta caracterización de los jueces en el pe-
tos criterios de relevancia jurídica y suceden ríodo liberal revela su diminuto peso político,
entre individuos. Por otro lado, la decisión como rama del poder público, respecto de los
judicial sobre un litigio solo es válida para el poderes legislativo y ejecutivo. Estas son las
caso en concreto al cual se aplica. manifestaciones principales de esta política su-
5. En la solución de los litigios se da total prio- bordinada. Este período atestigua el desarrollo
ridad al principio de la seguridad jurídica, vertiginoso de la economía capitalista luego de
fundada en la generalidad y universalidad la revolución industrial y, con él, la ocurrencia
de la ley y en la aplicación, idealmente auto- de traslados masivos de personas, el agrava-
mática, que ella hace posible. La inseguridad miento sin precedentes de las desigualdades
sustantiva de futuro resulta de esta manera sociales, la aparición de la llamada cuestión
contornada, ya sea por la seguridad procesal social (criminalidad, prostitución, habitación
142 Boaventura de Sousa Santos
miseria, insalubridad, etcétera). Todo esto dio Como sabemos, el Estado liberal, a pesar
origen a una explosión del conflicto social, de de haberse asumido como un Estado mínimo,
tan vastas proporciones, que fue en relación contenía en sí mismo las potencialidades para
con ellas que se definieron las grandes divisio- ser un Estado máximo y la verdad es que desde
nes políticas y sociales de la época. Ahora bien, temprano —mediados del siglo XIX en Inglate-
los jueces quedaron casi totalmente al margen rra y Francia, años treinta de nuestro siglo en
de este proceso, dado que su ámbito de función los Estados Unidos— comenzó a intervenir en
se limitaba al microlitigio inter-individual, des- la regulación social y económica, mucho más
ligándose así del macrolitigio social. allá de los espacios del Estado gendarme (San-
Por la misma razón, los jueces quedaron al tos, 1994: 103-118). Siempre que esta regulación
margen de las grandes luchas políticas acerca fue, por cualquier razón, objeto de litigio judi-
del modelo o patrón de justicia distributivo que cial, los jueces se inclinaron por interpretacio-
se adoptaría en la nueva sociedad, la cual, de nes restrictivas de la intervención del Estado.
tanto romper con la sociedad anterior, parecía Más allá de esto, la independencia de los
traer en su seno una nueva civilización con la jueces se afirmaba en tres dependencias fé-
exigencia de nuevos criterios de sociabilidad. rreas. En primer lugar, la dependencia estricta
Confinados como estaban a la administración de la ley según el principio de la legalidad, en
de la justicia retributiva, tuvieron que aceptar segundo lugar, la dependencia de la iniciativa,
como un dato los patrones de justicia distribu- voluntad o capacidad de los ciudadanos para
tiva adoptados por los otros poderes. Fue así utilizar a los jueces dado el carácter reactivo
como la justicia retributiva se transformó en de su intervención y, en tercer lugar, la depen-
una cuestión de derecho mientras la justicia dencia presupuestal en relación a los poderes
distributiva pasó a ser una cuestión política. legislativo y ejecutivo en la determinación de
Además, siempre que de forma excepcional los recursos humanos y materiales considera-
los patrones de justicia distributiva estuvieron dos adecuados para el desempeño cabal de la
sujetos al escrutinio judicial, los jueces se mos- función judicial.
traron refractarios a la propia idea de justicia Podemos concluir que, en este período, su
distributiva, privilegiando de manera sistemáti- posición institucional predispuso a los jue-
ca las soluciones minimalistas. ces para una práctica judicial técnicamente
Sociología crítica de la justicia 143
Se trata, en suma, de una libertad que lejos casi siempre algunas de las siguientes refor-
de ser ejercida contra el Estado, debe ser ejer- mas: informalidad de la justicia; re-equipamien-
cida por el Estado. El Estado asume así la ges- to de la administración de justicia en recursos
tión de la tensión que él mismo crea, entre jus- humanos y de infraestructura, incluyendo la in-
ticia social e igualdad formal, y de esa gestión formatización y la automatización; creación de
están encargados, aunque de modo diferente, juzgados especiales para los pequeños litigios
todos los órganos y poderes de Estado. de masas tanto en materia civil como crimi-
4. Al ser la proliferación de derechos, por nal; proliferación de mecanismos alternativos
lo menos en parte, una consecuencia de la de solución de los litigios (mediación, nego-
emergencia en la sociedad de actores colecti- ciación, arbitraje); varias reformas procesales
vos (organizaciones de trabajadores, por ejem- (acciones de amparo, acciones populares, pro-
plo), la distinción entre litigios individuales y tección de intereses difusos, etcétera).6
colectivos se hace problemática en la medida La explosión del litigio dio una mayor visi-
en que los intereses individuales aparecen de bilidad social y política a los jueces. Las difi-
una u otra forma articulados con intereses cultades que en general tuvo la oferta de pro-
colectivos. tección judicial para responder al aumento de
Esta descripción sugiere de por sí que el la demanda, agravaron seriamente el problema
significado sociopolítico de los jueces en este de la capacidad y de los temas ligados con él
período es muy diferente al que detentaban en como: la eficacia, la eficiencia y el acceso al sis-
el primer período. En primer lugar, la juridifica- tema judicial.
ción del bienestar social abrió el camino hacia En segundo lugar, la distribución de las res-
nuevos campos de litigio en los dominios labo- ponsabilidades de promoción del Estado por
ral, civil, administrativo, de la seguridad social, todos sus poderes hizo que la justicia tuviera
lo que en unos países más que en otros se vino que encarar la gestión de su cuota de respon-
a traducir en el aumento exponencial de la de- sabilidad política. A partir de ese momento
manda judicial y en la acostumbrada explosión
de litigiosidad.
6 Sobre este tema, ver Santos (1994: 141-161), y la bi-
Las respuestas que fueron dadas a este fenó-
bliografía allí citada, publicado en castellano en Santos
meno variaron de país a país pero incluyeron (1998d).
Sociología crítica de la justicia 145
estaba comprometida la simbiosis entre inde- del Estado, pero lo harían corriendo el riesgo
pendencia de los jueces y neutralidad política, de volverse socialmente irrelevantes y, con eso,
que caracterizó el primer período. En vez de podrían ser vistos por los ciudadanos como de-
simbiosis se produjo tensión, una tensión que pendientes, de hecho, de los poderes ejecutivo
potencialmente es un dilema. y legislativo. Por el contrario, si aceptaban su
En el momento en que la justicia social, parte de cuota de responsabilidad política en la
bajo la forma de derechos, se enfrentó en el actuación de promoción del Estado —en espe-
terreno judicial con la igualdad formal, la le- cial a través de una vinculación más estrecha
gitimidad procesal-formal en que los jueces del derecho ordinario a la constitución, para
se habían apoyado en el primer período en- garantizar una protección más eficaz de los de-
tró en crisis. La consagración constitucional rechos de la ciudadanía— corrían el riesgo de
de los derechos sociales volvió más compleja entrar en competencia con los otros poderes y
y más “política” la relación entre la constitu- de comenzar, como poder más débil, a sufrir
ción y el derecho ordinario y los jueces fueron las presiones del control externo, sea de parte
arrastrados entre las condiciones del ejercicio del poder ejecutivo o del poder legislativo, pre-
efectivo de esos derechos. En este sentido, los siones ejercidas típicamente por una de estas
efectos extra judiciales de la actuación de los tres vías: nombramientos de los jueces para los
jueces pasaron a ser el verdadero criterio de tribunales superiores, control de los órganos
evaluación del desempeño judicial y, en esta del poder judicial y gestión presupuestal.
medida, este desempeño dejó de ser exclusi- La independencia de los jueces solo se con-
vamente retrospectivo para pasar a tener una virtió en una verdadera e importante cuestión
dimensión prospectiva. política cuando el sistema judicial, o algunos
El dilema en que se pusieron los jueces fue el de sus sectores, decidió optar por la segunda
siguiente: si continuaban aceptando la neutra- alternativa. La opción por una u otra alterna-
lidad política venida del período anterior, per- tiva fue el resultado de muchos factores que
severando en el mismo patrón de desempeño difieren según el país. En algunos casos, la op-
clásico, reactivo, de microlitigio, podrían segu- ción fue clara e inequívoca mientras en otros se
ramente continuar viendo pacíficamente reco- transformó en un objeto de lucha al interior del
nocida su independencia por los otros poderes poder judicial.
146 Boaventura de Sousa Santos
un lado, las medidas más innovadoras, para aumento del litigio era resultado de la apertura
incrementar el acceso de las clases más ba- del sistema jurídico a nuevos litigantes o era
jas fueron eliminadas por razones políticas o en cambio el resultado del uso más intensivo
presupuestales. Por otra parte, se cuestiona y recurrente de la vía judicial por parte de los
el ámbito de la protección judicial pues mu- mismos litigantes, los llamados repeat players
chas veces, a pesar de su ampliación, los jue- (Galanter, 1974).
ces continuaron siendo selectivos en la efi- 3. Sin embargo, en el tercer período, el liti-
ciencia con que respondieron a la demanda gio en el ámbito civil sufre una alteración sig-
de protección judicial.10 nificativa. La aparición en este período, sobre
En unos países más que en otros, el des- todo en el área económica, de una legalidad
empeño judicial continuó concentrándose en negociada asentada en normas programáticas,
las mismas áreas de siempre. Además de eso, contratos-programa, cláusulas generales, con-
el aumento del litigio agravó la tendencia que ceptos indeterminados, originó la aparición de
consiste en evaluar el desempeño de los jue- litigios muy complejos, movilizando conoci-
ces en términos de productividad cuantitativa. mientos técnicos sofisticados tanto en el ám-
Esta tendencia hizo que la masificación de liti- bito del derecho como en el de la economía, la
gio diera origen a una judicialización rutinaria ciencia y la tecnología.12 La poca preparación
con los jueces, evitando sistemáticamente los
procesos y los ámbitos jurídicos que obligaban
al estudio o a las decisiones más complejas, 12 Sobre el orden jurídico de la economía, ver Santos,
innovadoras o controvertibles.11 Por último, Gonçalves & Marques (1995: 15-16). Allí, se da cuenta de
hubo necesidad de averiguar en qué medida el la ampliación de las fuentes tradicionales del derecho,
de su relativa privatización por efecto de la importancia
creciente de las fuentes de origen privado (como los
códigos de conducta), o por la negociación en torno a
10 En los países semiperiféricos el desarrollo ha sido la producción de las fuentes públicas y del declive coer-
similar; ver Santos & García-Villegas (2001) y Rodrí- cible, que se refleja en diversos aspectos, como son el
guez-Garavito & Uprimny (2006). predominio de las normas de contenido positivo sobre
11 Cf. Faria, 1994: 50, donde se puede leer un impor- las de contenido negativo, la disminución de los efectos
tante análisis de los desafíos del poder judicial en este de la nulidad de los negocios, etcétera. Sobre el mismo
ámbito. fenómeno, ver también Sayag & Hilaire (1984); Salah
Sociología crítica de la justicia 151
la creación de infraestructuras (carreteras, sa- numerosos los agentes políticos son, más nu-
nidad básica, electrificación, transportes pú- merosas las relaciones entre ellos y los agentes
blicos) y la concesión de los derechos econó- económicos y, por eso, son mayores las proba-
micos y sociales se saldaron con una enorme bilidades y oportunidades para que se presente
expansión de la administración pública y del la corrupción. Tal presencia es tanto más posi-
presupuesto social y económico del Estado. ble cuanto más larga es la permanencia en el
Específicamente, los derechos sociales ta- poder del mismo partido o grupo de partidos.
les como el derecho al trabajo y al subsidio de Fue así, en Italia, durante bastante tiempo en
desempleo, a la educación, salud y vivienda Japón, y durante los ochenta en España, en In-
social, incluyeron la creación de gigantescos glaterra y en Portugal.
servicios públicos, una legión de funcionarios En segundo lugar, la comunicación social en
y una infinidad de concursos públicos y de con- las sociedades democráticas es un auxiliar pre-
trataciones, contratos y suministros que inclu- cioso en la investigación de la gran criminali-
yeron abultadísimas cuantías de dinero. Tales dad política y lo es más cuanto menos activa es
concursos y contrataciones crearon las condi- la investigación por parte de los órganos com-
ciones para la promiscuidad entre el poder eco- petentes de Estado. En tercer lugar, la compe-
nómico y el político. La debilidad de las refe- tencia por el poder político entre los diferentes
rencias éticas en el ejercicio del poder político, partidos y grupos de presión crea divisiones
combinado con las deficiencias del control del que pueden dar origen a denuncias recíprocas,
poder por parte de los ciudadanos, permitieron sobre todo cuando las relaciones con el poder
que esa promiscuidad redundara en un aumen- económico son decisivas para avanzar en la ca-
to dramático de la corrupción. rrera política, o cuando por diferentes razones,
Creadas las condiciones para la corrupción, tales relaciones se vuelven conflictivas.
esta es susceptible de extenderse cada vez más La corrupción es, junto con el crimen orga-
rápidamente en las sociedades democráticas, nizado, ligado sobre todo al tráfico de drogas
debido a tres razones principales. En primer y al blanqueo de dinero, la gran criminalidad
lugar, en estas sociedades la clase política es de este tercer período y pone a los jueces en
más amplia porque es menor la concentra- el centro de un problema complejo de control
ción de poder y, en esta medida, siendo más social. En el segundo período, la explosión del
Sociología crítica de la justicia 153
litigio se dio sobre todo en el ámbito civil y allí ámbito judicial penal el aumento de la crimina-
se puso en evidencia la visibilidad social y polí- lidad pone de manifiesto los estereotipos que
tica de los jueces. En el período actual la visibi- anteceden a la rutinización del control social
lidad, sin dejar de existir en el ámbito civil, se por parte de los jueces y la selectividad de la
traslada de algún modo hacia el ámbito penal. actuación que ocurre por medio de ella.
El análisis de los jueces en el ámbito penal Este fenómeno se presenta en varios proce-
es más complejo, no solo porque aquí coexis- sos: en la creación de perfiles estereotipados
ten dos magistraturas, sino también porque el de los crímenes más frecuentes, de criminales
desempeño judicial depende de las políticas reincidentes y de factores criminales más im-
de investigación. En la mayor parte de los paí- portantes; en la creación, de acuerdo con tales
ses centrales,13 el aumento de litigio civil en el perfiles, de especializaciones y de rutinas de in-
período de Estado del bienestar sucedió jun- vestigación por parte de las policías y del Minis-
to con el aumento de la criminalidad, y esta terio Público, siendo también los éxitos en estos
no cesó de aumentar en el período actual. Así tipos de investigación los que determinan las
como en el litigio civil la masificación suscita promociones en las carreras; en la creación de
la rutina y la productividad cuantitativa, en el infraestructuras humanas, técnicas y materiales
orientadas hacia la lucha contra el crimen que se
integra con el perfil dominante, en la aversión,
13 Sobre la “garantía judicial” de los derechos en los minimización o distanciamiento en relación con
países semiperiféricos (en este caso, Colombia), ver los crímenes que sobrepasan ese perfil, bien sea
Palacio (1989); Santos & García-Villegas (2001); Arango por el tipo de crimen o por el tipo de criminal,
(2005) y García-Villegas, Rodríguez-Garavito & Uprim- bien sea aún por los factores que pueden haber
ny (2006). Ver también León (1989), una importante
estado en el origen del crimen.
colección de textos en Bergalli / Mari (1989), y también
Bergalli (1990). Sobre la separación entre el dinamismo Este estereotipo determina la selectividad
de las transformaciones sociales y la rigidez del sistema y los límites de la preparación técnica del des-
judicial en España, ver Toharia (1974). Un análisis más empeño judicial, en su conjunto y en el ámbito
reciente se encuentra en Andrés Ibáñez (1989). Sobre el del control social. La corrupción es uno de los
caso brasileño, ver la excelente antología de textos en
crímenes que sobrepasa los estereotipos domi-
“Dossier Judicial”, número especial de la Revista USP
(1994), coordinada por Sergio Adorno. nantes bien sea por el tipo de crimen o por el
154 Boaventura de Sousa Santos
tipo de criminal, o bien sea aún por el tipo de de la independencia se juegan en el campo de
factores que pueden estar en el origen del cri- combate contra la corrupción y es también aquí
men. Por eso, en un contexto de aumento de la donde se discuten con más agudeza las otras
corrupción se plantea de inmediato la cuestión dos cuestiones que atraviesan el poder judicial
de la preparación técnica del sistema judicial y desde el primer período; la de la legitimidad y
de la investigación para combatir este tipo de la de la capacidad.
criminalidad. La falta de preparación técnica Mientras en el segundo período la politiza-
suscita, de por sí, el distanciamiento de la co- ción de la independencia de los jueces surgía
rrupción y en última instancia su minimización. de su compromiso respecto de la cuota de
Pero esta posición se encuentra agravada, en responsabilidad en la realización de una agen-
este caso, por otro factor igualmente importan- da política que estaba consagrada de forma
te: la falta de voluntad política para investigar constitucional y a los poderes del Estado en su
y juzgar los crímenes en que están implicados conjunto, en el tercer período la politización
miembros de la clase política, individuos y or- de la independencia de los jueces es doble, en
ganizaciones con mucho poder social y político. la medida en que la actuación de los jueces en
La voluntad política y la capacidad técnica el combate contra la corrupción no se limita a
en la lucha contra la corrupción son los vec- enfrentar la agenda política de los otros pode-
tores más decisivos de neutralidad, o falta de res del Estado, sino que también enfrenta a los
neutralidad política de los jueces en el tercer propios agentes políticos y a los abusos de po-
período. Son ellos los que determinan los tér- der de los que ellos son responsables de forma
minos en que se traba la lucha política alrede- eventual. Por esta razón, la cuestión de la inde-
dor de la independencia de la justicia. Esto no pendencia se confunde frecuentemente en este
quiere decir que los temas ligados con la cons- período con la de la legitimidad.
titucionalidad del derecho ordinario y el re- El aumento de la corrupción es solo uno de
fuerzo de la garantía de protección judicial de los síntomas de la crisis de la democracia como
los derechos no continúen siendo importantes sistema de representación política, y la lucha
en las vicisitudes políticas propias de la inde- contra la corrupción pone de nuevo al sistema
pendencia. Solo que, en el tercer período, los judicial ante una situación casi de dilema: si
argumentos más decisivos en pro y en contra omite una actuación agresiva en este ámbito,
Sociología crítica de la justicia 155
otro lado, aunque no se pueda establecer una independencia (los países latinoamericanos).
correlación exacta entre desarrollo económico Por otro lado, el Estado de bienestar es un fe-
y político, los sistemas políticos en los países nómeno político exclusivo de los países cen-
menos desarrollados o de desarrollo interme- trales. Las sociedades periféricas y semiperifé-
dio, han sido en general muy inestables, con ricas se caracterizan en general por ofensivas
períodos más o menos largos de dictaduras, desigualdades sociales, que casi no son miti-
alternados con períodos más o menos cortos gadas por los derechos sociales económicos,
de democracia de baja intensidad. Este hecho los cuales, o bien no existen o bien poseen una
no puede dejar de tener un fuerte impacto en la aplicación muy deficiente. Incluso los propios
función judicial. Tal como ocurre en los países derechos de primera generación, los derechos
centrales, estos fenómenos interactúan de ma- cívicos y políticos, tienen una vigencia preca-
nera muy diferente de país a país, tanto entre ria, que es fruto de la gran inestabilidad política
los países menos desarrollados o periféricos, que han vivido estos países, caracterizados por
como entre los países de desarrollo interme- largos períodos de dictadura.
dio. Dado por supuesto que el tipo y el grado La precariedad de los derechos es la otra
del litigio se articula con muchos otros factores cara de la precariedad del régimen democrá-
más allá del desarrollo económico, los analiza- tico y, por eso, no sorprende que la pregunta
ré en el siguiente apartado, en el cual dichos de la independencia de los jueces sea consi-
factores también serán considerados. derada en estos países de un modo diferente a
Concentrémonos por el momento en la arti- como se considera en los países centrales. En
culación entre la función judicial y el sistema estos últimos, los tres períodos corresponden
político. Los tres períodos que analizamos en a tres tipos de práctica democrática, y por lo
la parte anterior no se adecuan a las trayec- tanto a variaciones de actuación política que
torias históricas de los países periféricos y ocurren en un contexto de estabilidad demo-
semiperiféricos. crática. Esto no ocurre de ninguna manera en
Durante el período liberal muchos de estos los países periféricos y semiperiféricos que
países eran colonias y continuaron siendo colo- vivieron en los últimos ciento cincuenta años
nias por mucho tiempo (los países africanos),
y otros solo entonces pudieron conquistar la
Sociología crítica de la justicia 159
largos períodos de dictadura.14 Este hecho re- independencia de los jueces podía servir a los
fuerza, además, la pertinencia de la distinción designios de la dictadura.
entre diferentes concepciones de independen- Así, según Toharia (1987), el franquismo es-
cia de los jueces hecha en el apartado anterior. pañol no tuvo grandes problemas con el poder
Como dije antes, la independencia según el judicial. Con el fin de garantizar totalmente su
origen liberal dominante en el primer período, neutralidad política, apartó de los tribunales
se atribuye a los jueces en la exacta medida en ordinarios la jurisdicción sobre los crímenes
que estos son políticamente neutralizados por políticos y creó a tal efecto un tribunal especial
una red de dependencias de la que destacamos con jueces políticamente leales al régimen. Lo
tres: el principio de la legalidad que lleva a la mismo sucedió en Portugal durante el régimen
subsunción lógico-formal limitada al micro- salazarista. Con idéntico objetivo, fueron apar-
litigio; el carácter reactivo de los jueces, que tados de los tribunales ordinarios dos áreas de
los vuelve dependientes de la demanda de los litigio que podían ser fuente de controversia
ciudadanos; y la dependencia presupuestaria y política: las cuestiones laborales, que se atribu-
administrativa en relación con el poder ejecuti- yeron a los tribunales de trabajo tutelados por
vo y el poder legislativo. Este es el tipo de inde- el Ministerio de las Corporaciones, y los críme-
pendencia que domina en los países periféricos nes políticos, para los que se creó el Tribunal
y semiperiféricos hasta nuestros días, y quizá Plenario con jueces nombrados debido a su
solamente hasta ahora esté siendo confrontado lealtad al régimen.
con los tipos más avanzados de independencia. Este patrón de relación entre los regímenes
Por esta razón, los regímenes dictatoria- autoritarios y los jueces es muy generalizado y
les no tuvieron grandes problemas en salva- parece ser que ocurre tanto en regímenes auto-
guardar la independencia de los jueces. Una ritarios de larga duración como también en “re-
vez garantizada su neutralidad política, la gímenes de crisis”, cuyo autoritarismo supues-
tamente es de corta duración. Neal Tate analiza
tres casos: la declaración de Estado de sitio de
14 Aun así, la situación está lejos de ser lineal. Véase, Marcos en Filipinas en 1972; el accionamiento
por ejemplo, el caso de los derechos laborales en Brasil
de poderes de emergencia por parte de Indira
a partir de la época de Vargas, analizados en un texto
innovador de Paoli (1994). Gandhi en la India en 1975; el golpe militar del
160 Boaventura de Sousa Santos
General Zia Ul Haq en Pakistán en 1977 (Tate, la periferia europea, en los ochenta los países
1993: 311-338; Tate & Haynie, 1993: 707-740). latinoamericanos, a finales de la década de los
En todos estos casos, los líderes políticos tu- ochenta los países del Este Europeo, y a princi-
vieron la preocupación de no tocar la indepen- pios de la década de los noventa algunos países
dencia de los jueces después de asegurarse el africanos. Estas transiciones instauraron pro-
control de las áreas “sensibles”. cesos democráticos, muchos de los cuales es-
La independencia de los jueces en la matriz tán aún por consolidarse. Ocurrieron en un mo-
liberal es compatible pues con regímenes no mento en el que en los países centrales se vivía
democráticos. El control político tiende a ser ya el tercer período, o en algunos casos, el paso
ejercido por la exclusión de los jueces de las del segundo al tercer período. Este calendario
áreas de litigio políticamente importantes para histórico tuvo consecuencias fundamentales
la supervivencia del sistema, y por formas de en el dominio de la garantía de los derechos.
intimidación difusa que crean sistemas de au- De una u otra manera, los países periféricos y
tocensura. El objetivo es reducir la indepen- semiperiféricos se vieron en la contingencia
dencia a la imparcialidad del juez ante las par- de consagrar constitucionalmente de una sola
tes en litigio y garantizar la lealtad pasiva de los vez los derechos que en los países centrales
jueces al régimen. Esta estrategia garantiza al habían sido consagrados secuencialmente a lo
poder judicial una supervivencia relativamente largo de un período de más de un siglo, o sea,
disimulada, que sin embargo no le obliga a ex- en el período liberal, los derechos civiles y po-
cederse en manifestaciones de lealtad, siendo líticos, en el período del Estado Bienestar, los
esta una de las razones por las cuales cuando derechos económicos y sociales y en el período
los regímenes autoritarios caen, la gran ma- del post Estados Bienestar, los derechos de los
yoría de los magistrados es confirmada por el consumidores, de la protección del ambiente
nuevo régimen y siguen en funciones. y de la calidad de vida en general. Obligados,
De hecho, desde la década de los setenta, por decirlo de alguna manera, a un cortocir-
hemos podido observar el declive de los regí- cuito histórico, no sorprende el hecho de que
menes autoritarios y los consecuentes proce- estos países no hayan permitido, en términos
sos de transición democrática. A mediados de generales, la consolidación de un catálogo tan
la década de los setenta fueron los países de exigente de derechos de ciudadanía.
Sociología crítica de la justicia 161
Como se comprende, las situaciones varían poco preparada para ella; una cultura jurídica
mucho de país a país. En relación al caso que cínica que no se toma en serio la garantía de
más nos interesa, el de los países semiperifé- los derechos, templada en largos períodos de
ricos, o sea los países de desarrollo interme- convivencia o complicidad con sólidas viola-
dio, la consolidación de los derechos civiles y ciones de los derechos consagrados constitu-
políticos es muy superior a la de los derechos cionalmente, con la tendencia a ver en ellos,
de la segunda o de la tercera generación. Esta simples declaraciones programáticas, más o
discrepancia es fundamental para comprender menos utópicas, una organización judicial de-
el desempeño judicial en esos países y las vici- ficiente con carencias enormes tanto en recur-
situdes de la lucha por la independencia frente sos humanos como también en recursos téc-
a los otros poderes. nicos y materiales, un poder judicial tutelado
En estos países, que pasaron por proce- por un poder ejecutivo hostil a la garantía de
sos de transición democrática en las últimas los derechos o sin medios presupuestales para
tres décadas, los jueces, de manera muy len- llevarla a cabo, fuerte ausencia de opinión pú-
ta y fragmentariamente, están asumiendo su blica y de movimientos sociales organizados
corresponsabilidad política en la actuación para la defensa de los derechos y un derecho
benefactora del Estado. La distancia entre la procesal hostil y anticuado.
constitución y el derecho ordinario en estos Sin embargo, esto no significa que, en algu-
países es enorme y los jueces son en general nos países, a lo largo de la época de los ochen-
tímidos al intentar acortarla. Los factores de ta, los jueces no hayan empezado a asumir
esta tibieza son muchos y varían de país a país. una postura más activa y agresiva en defensa
Entre ellos, podemos contar sin ningún orden de los derechos. Por ejemplo, en Brasil, como
de precedencia: el conservadurismo de los cita Faria, algunos jueces, sobre todo los de
jueces, incubado en facultades de derecho in- primera instancia, los que enfrentan más de
telectualmente anquilosadas, dominadas por cerca las flagrantes discrepancias entre igual-
concepciones retrógradas de la relación entre dad formal y justicia social han creado una
derecho y sociedad, el desempeño rutinario corriente jurisprudencial basada en la consti-
fijo en la justicia retributiva, políticamente tucionalidad del derecho ordinario, orientada
hostil a la justicia distributiva y técnicamente hacia una tutela más efectiva de los derechos
162 Boaventura de Sousa Santos
(1994: 52). Estas corrientes de jurisprudencia, de las funciones políticas.15 Esta práctica se
aunque siempre minoritarias, asumen a veces transformó en la piedra angular de una cultu-
una expresión organizativa, como es el caso ra jurídica autoritaria en la que solo es posible
en Brasil del movimiento del derecho alter- condenar hacia abajo (los crímenes de las cla-
nativo, protagonizado por jueces involucra- ses populares) y nunca hacia arriba (los críme-
dos en el refuerzo de la tutela judicial de los nes de los poderosos). Incluso, los jueces no
derechos. son vistos por los ciudadanos como los que
Esa tibieza de los jueces en el dominio de tienen la responsabilidad de castigar los críme-
la justicia distributiva y de los derechos socia- nes de la clase política. Son vistos como parte
les y económicos se prolonga, también, en el de esa clase política y tan autoritarios como
campo de la lucha contra la corrupción, el que, ella. Curiosamente, sobre todo en América
como vimos, constituye junto con la tutela de Latina, siempre que se habla de la corrupción
los intereses difusos, sobre todo en las áreas relacionada con los jueces no es para hablar
del consumo y del medio ambiente, un área pri- de la lucha contra la corrupción por parte de
vilegiada de protagonismo político y visibilidad los jueces, sino más bien para hablar sobre la
social de los jueces en los países centrales. Las corrupción de los mismos (la venalidad de los
causas de esta tibieza son en gran medida las jueces y funcionarios).
mismas que determinan la tibieza en el campo A pesar de esto, en los últimos años se han
de la tutela de los derechos. Pero se añaden multiplicado las señales de una mayor actividad
otras específicas, que tienen que ver sobre todo
con la falta de tradición democrática en estos
países. Un poder político concentrado, tradi- 15 A pesar de esto, en algunos países de América
Latina hay muestras de la creciente resistencia de los
cionalmente afirmado en una pequeña clase
ciudadanos a que las demás ramas del poder público
política de extracción oligárquica, supo crear sean capturadas por el poder ejecutivo, y en especial
a lo largo de los años inmunidades jurídicas y la justicia. El caso del Ecuador ilustra lo dicho aquí. La
fácticas que redundaron en la impunidad gene- revuelta popular contra el presidente Lucio Gutiérrez,
ral de los crímenes cometidos en el ejercicio que terminó con su renuncia al poder en 2005, tuvo den-
tro de sus causas la manipulación del presidente en el
nombramiento de los magistrados de la Corte Suprema
de Justicia.
Sociología crítica de la justicia 163
de los jueces en este campo, ya sea para com- países hay innumerables jueces amenazados
batir la corrupción dentro del sistema judicial o de muerte y solo hasta ahora empiezan a surgir
bien la corrupción de la clase política, y en ge- manifestaciones de solidaridad internacional
neral el gran crimen organizado. Como vimos, entre los jueces.
el aumento de la corrupción política y el gran Para los países que pasaron en las últimas
crimen organizado a nivel internacional son las décadas por una transición democrática, el pri-
grandes novedades criminales del tercer perío- mer test hecho al sector judicial, en el ámbito
do analizado anteriormente. Además, el crimen de la criminalidad del abuso del poder político,
organizado, sobre todo el narcotráfico, tiene consistió en el juzgamiento de los responsa-
vinculaciones más o menos estrechas con la bles por miles de asesinatos de opositores po-
clase política y los militares, y en algunos paí- líticos, y por otras graves y crueles violaciones
ses latinoamericanos también con los grupos de los derechos humanos, cometidos durante
guerrilleros. En estas condiciones es fácil ima- la vigencia de los regímenes dictatoriales. El
ginar las dificultades con las que se enfrentan resultado del test fue negativo para el sector
los jueces al pretender ejercer el control penal judicial en su mayoría, aunque por razones no
en este campo. Una de las más terribles dificul- siempre imputables a él.16 En los casos donde
tades consiste en el riesgo de la propia vida. la transición surgió debido a una ruptura en-
Según la Comisión Colombiana de Juristas, en tre el régimen autoritario y el democrático,
Colombia fueron asesinados entre 1977 y 1991 como fue el caso de Portugal, y en cierta medi-
doscientos noventa funcionarios judiciales re- da también el caso de Argentina, la existencia
lacionados con investigaciones y juicios sobre de tribunales especiales (tribunales militares),
corrupción, política y crimen organizado. Esta con jueces todavía leales al régimen depuesto,
cifra que se ha incrementado en los últimos la falta de voluntad política para llevar a cabo
años, pues según esta misma entidad en el año la investigación, la existencia sobreviniente de
2000 asesinaron 71 funcionarios y en el 2003 perdones, la ocurrencia de la prescripción, los
la cifra se incrementó a 75 funcionarios judi-
ciales. Aunque en algunos casos es posible que
16 Para el caso argentino, ver Bartolomei (1994), y
los asesinatos estén relacionados con la propia
para los demás casos latinoamericanos, ver Stotzky
corrupción de los jueces. En este y en otros (1993).
164 Boaventura de Sousa Santos
acuerdos entre las diferentes fuerzas políticas Podemos concluir que las trayectorias polí-
en el sentido de “borrón y cuenta nueva” sobre ticas y sociológicas del sistema judicial en los
el pasado, fueron factores que contribuyeron a países periféricos y semiperiféricos son dife-
que los crímenes cometidos durante la dicta- rentes de las del sistema judicial en los países
dura quedaran impunes en general. En el caso centrales, aunque haya entre ellas algunos pun-
de Argentina hubo, al comienzo, una fuerte co- tos en común. El análisis comparado de los sis-
rriente de opinión pública y de movilización so- temas judiciales es de crucial importancia para
cial, en el sentido de reprimir los crímenes de comprender cómo, bajo formas organizativas y
la dictadura. Algo de esto se dio precisamente cuadros procesales relativamente semejantes,
al inicio del período democrático, pero, como se esconden prácticas judiciales muy distintas,
expone María Luisa Bartolomei, a mediados de con distintos significados sociopolíticos sobre
la década de los ochenta, el Presidente Raúl Al- la función judicial, así como distintas luchas
fonsín pudo haber negociado el fin de la repre- por la independencia del poder judicial.17
sión con militares sublevados, a cambio del fin
de la revuelta (1994: 19). Las funciones de los jueces
En los países en que la transición fue pac- En las secciones anteriores analicé la evolu-
tada, como por ejemplo en el caso de España, ción histórica del significado sociopolítico de
Brasil y Chile, la impunidad de los crímenes la administración de justicia, presuponiendo
de abuso del poder y de violación de los de- para eso un entendimiento amplio y mutante
rechos humanos cometidos durante la dicta- de las funciones de los jueces en la sociedad.
dura, fue negociada entre la clase política del Desde el momento en el que nos concentramos
régimen dictatorial y la del régimen democrá- en el desempeño de los jueces en cuanto pun-
tico que emergía. En este caso los jueces fue- to de encuentro entre la demanda efectiva y la
ron desde el comienzo excluidos del ejercicio oferta efectiva de protección judicial, las fun-
del control penal de estos asuntos. De hecho, ciones de los jueces pasaron a entenderse de
tal exclusión sirvió para reforzar la cultura
jurídica autoritaria legitimadora de la inmuni-
17 Este hecho hace todavía más problemático el inten-
dad fáctica e incluso jurídica de los detenta-
to de someter los sistemas judiciales de distintos países
dores del poder político. a los mismos modelos institucionales y funcionales.
Sociología crítica de la justicia 165
modo más limitado, o sea los jueces en cuanto al mantenimiento del sistema político, y final-
mecanismo de solución de litigios. Esta es, sin mente las funciones simbólicas son el conjunto
duda, una función crucial, tal vez la principal, y de las orientaciones sociales con las que los
sobre la que hay más consenso en la sociología diferentes campos de actuación social contri-
judicial; pero no es la única. Al concentrarnos buyen para el mantenimiento o destrucción del
en ella acabamos por privilegiar a la justicia sistema social en su conjunto.
civil, ya que es a través de ella que se realiza Las funciones instrumentales de los jueces
la función de solución de litigios. Es necesario son las siguientes: solución de los litigios, con-
hacer una breve referencia a otras funciones trol social, administración y creación de dere-
de los jueces a fin de poder construir el cuadro cho. Sobre la solución de litigios ya he dicho lo
conceptual y teórico adecuado a las actuacio- suficiente. El control social es el conjunto de
nes judiciales que sobrepasan el ámbito civil. medidas —ya sea influencias internas o bien
Esto es aún más necesario si se tiene en cuen- coerciones— adoptadas en una determinada
ta que las diferentes funciones de la justicia no sociedad para que las acciones individuales
evolucionaron todas de la misma manera a lo no se desvíen de forma significativa del patrón
largo de los tres períodos. dominante de sociabilidad, designado como or-
Los jueces desempeñan en las sociedades den social. La función de control social de los
contemporáneas diferentes tipos de funciones jueces se refiere a su contribución específica
y aquí distingo las tres principales: funciones para el mantenimiento del orden social y para
instrumentales, funciones políticas y funcio- su recuperación siempre que este es violado.
nes simbólicas. En sociedades complejas y Desde mediados del siglo XIX, coincidiendo
funcionalmente diferenciadas, las funciones con el inicio del período liberal, el triunfo ideo-
instrumentales son las que son específicamen- lógico del individualismo liberal y la exacerba-
te atribuidas a una determinada área de ac- ción de los conflictos sociales, como resultado
tuación social y que se consideran cumplidas de la revolución industrial y urbana, sirvieron
cuando dicha área opera con eficacia dentro de para plantear la cuestión central de cómo man-
sus límites funcionales. Las funciones políticas tener el orden social en una sociedad que per-
son aquellas a través de las cuales los campos día o destruía rápidamente los fundamentos en
sectoriales de actuación social contribuyen que tal orden se había afirmado hasta entonces.
166 Boaventura de Sousa Santos
conjunto con las actividades administrativas características del tercer período no hacen
y por los mismos oficiales del rey. sino profundizar tal colapso, como lo son, en-
De todas las funciones, la de creación del tre otras, el surgimiento de la normativa ca-
derecho por parte de los jueces es la más pro- suística y negociada; la complejidad creciente
blemática, sobre todo en los países de tradi- de los negocios, traducida en el uso cada vez
ción jurídica europea continental. Pero aún más frecuente de cláusulas generales, concep-
en los países del common law ha sido muy tos indeterminados, principios de buena fe y
discutido y analizado el declive de la función de equidad; la presión formal o informal sobre
de creación del derecho por parte de los jue- los jueces para que actúen más como media-
ces, un declive que se pudo haber iniciado en dores, que como juzgadores. Todos estos fac-
el segundo período (el período del Estado de tores hacen que se atenúen o sean cada vez
bienestar), cuando el equilibrio de poderes más difusas las fronteras entre la creación y la
fue en definitiva destruido a favor del poder aplicación del derecho. Es en esas fronteras
ejecutivo. Sin embargo, pienso que, dejando en las que tiene lugar la creación judicial del
a un lado la arquitectura constitucional y mi- derecho.
rando más hacia las prácticas judiciales coti- Por lo demás, como ocurre con el conjun-
dianas, hay mucha creación de derecho en los to de las funciones judiciales, los tres tipos de
juzgados, tanto en los países del common law funciones instrumentales se influyen de mane-
como en los del derecho europeo continental. ra natural, se entrecruzan y de hecho ninguna
Se trata de una creación precaria, intersticial puede entenderse de forma total, separada de
y caótica, pero no por eso menos importante, las demás. Es, sobre todo en la solución de li-
y de alguna manera destinada a aumentar en tigios, cuando los jueces crean el derecho, y
importancia en las circunstancias que pare- también cuando se ejerce la función de control
cen estar prevaleciendo en el tercer período social, mediante la afirmación de una normati-
jurídico-político. El período del post-Estado va que deja de depender de la voluntad de las
del bienestar. De hecho, la creación intersti- partes, a partir del momento en que estas de-
cial del derecho prospera en la medida en que ciden someterse a ella (siempre que tienen la
colapsan los principios de subsunción lógica posibilidad de decidir lo contrario). Pero, por
en la aplicación del derecho. Muchas de las otro lado, la justicia penal contiene siempre
168 Boaventura de Sousa Santos
una dimensión de solución del litigio no solo ante estos tipos de criminalidad resultan de
entre el acusado y la sociedad sino también en- una situación paradójica, susceptible de ocu-
tre él y la víctima. En los crímenes particulares rrir con más frecuencia de lo que se piensa. Por
esa dimensión es particularmente evidente, a un lado, la existencia de esta criminalidad y su
tal punto que la frontera entre justicia civil y impunidad pueden, más allá de ciertos límites,
penal se vuelve problemática. poner en duda las propias condiciones de re-
Es en gran medida a través del conjunto de producción del sistema. Pero por otro lado lo
las funciones instrumentales que los jueces mismo puede ocurrir si el castigo de esa crimi-
ejercen también las funciones políticas y las nalidad, por su carácter sistemático e inflexi-
simbólicas. En cuanto a las funciones políticas, ble, contribuye a cortar eventuales lazos del
ellas surgen desde luego del hecho de que los sistema político con tal tipo de criminalidad,
jueces sean uno de los órganos de soberanía. en el caso en que tales lazos sean vitales para
Más que interactuar con el sistema político son la reproducción del sistema político. Debido
parte integrante de él. Solo hay que identificar a esta paradoja, la actuación represiva de los
las funciones políticas específicamente confia- jueces se da con frecuencia en el filo de la na-
das a los jueces. La función de control social vaja, siempre más acá de las condiciones que
es una función eminentemente política, ya sea podrían maximizar su eficacia y por eso, sujeta
por la represión que ejerce o bien por el modo a críticas contradictorias.
selectivo como lo hace. Las funciones políticas de los jueces no se
Los sistemas políticos conviven hoy, sin agotan en el control social. La movilización de
grandes perturbaciones para su estabilidad, los jueces por los ciudadanos en los campos
con niveles elevados de criminalidad indivi- civil, laboral, administrativo, etcétera, implica
dual, denominada común. Lo mismo no ocu- siempre la conciencia de derechos y la afir-
rre con los otros tres tipos de criminalidad: el mación de la capacidad para hacer la reivin-
crimen organizado, el crimen político y el cri- dicación de los mismos, y en ese sentido es
men cometido por políticos en el ejercicio de una forma de ejercicio de la ciudadanía y de
sus funciones, como causa o consecuencia de la participación política. Por esta razón, las
ellas, como es el caso de la corrupción ya men- asimetrías sociales, económicas y culturales
cionada. Las dificultades del sistema político en la capacidad para movilizar a los jueces,
Sociología crítica de la justicia 169
compensación en el campo de los derechos, Tanto las funciones instrumentales como las
esta se basa en el cuestionamiento de la ca- funciones políticas20 poseen dimensiones sim-
pacidad benefactora del Estado, mientras que bólicas que serán más significativas en unos ca-
la transferencia de compensación en el campo sos que en otros.21 Por ejemplo, de las funciones
de la corrupción política se basa en el cuestio- instrumentales, la función de control social es
namiento del sistema de representación polí- la que tiene más fuerte componente simbólico.
tica. La función de representación sustitutiva La justicia penal actúa sobre comportamientos
puede de esta manera sobrecargar demasiado que en general se desvían significativamente de
la capacidad funcional de la justicia. valores reconocidos como particularmente im-
Estas últimas funciones políticas de los jue- portantes para la reproducción normal de una
ces solo pueden ser mínimamente ejercidas determinada sociedad (los valores de la vida, de
en la medida en que cumplan sus funciones la integridad física, de la honra, de la propiedad,
más generales, las funciones simbólicas. Las etcétera). Actuando con eficacia en este campo,
funciones simbólicas son más amplias que las se produce un efecto de confirmación de los va-
políticas porque comprometen todo el siste- lores violados. Una vez que los derechos de ciu-
ma social. Los sistemas sociales se afirman dadanía, cuando están interiorizados, tienden
en prácticas de socialización que fijan valores a enraizar concepciones de justicia retributiva
y orientaciones hacia valores, distribuyendo y distributiva, la garantía de su protección por
unos y otras por los diferentes espacios es- parte de los jueces tiene en general un poderoso
tructurales de las relaciones sociales (familia, efecto de confirmación simbólica.
producción, mercado, comunidad, ciudada-
nía, espacio mundial), según las especificida-
des de estos, fijadas ellas mismas por crite- 20 Sobre las funciones de los jueces y tribunales des-
rios de especialización funcional socialmente de una perspectiva que busca resguardar y fomentar la
dominantes.19 inversión privada de los países, ver Buscaglia & Ratliff
(1997).
21 Sobre el tema más general de la eficacia simbólica
del derecho, véase el importante estudio de García-Vi-
19 Sobre los espacios estructurales, ver Santos (1995: llegas (1993). García-Villegas parte de una concepción
403-455), publicado en castellano en Santos (2003b). distinta, y más amplia, de eficacia simbólica.
Sociología crítica de la justicia 171
Sin embargo, la mayor eficacia simbólica de La primera, que es al fin y al cabo la conclu-
los jueces surge de la propia garantía procesal, sión más amplia de nuestro análisis hasta el
de la igualdad formal, de los derechos proce- momento, es la de que la lucha por la indepen-
sales, de la imparcialidad, de la posibilidad de dencia del sistema y del poder judicial siempre
recurso. En términos simbólicos, el derecho es, a pesar de las infinitas variaciones, una lu-
procesal es tan sustantivo como el derecho cha precaria, en la medida en que sucede en el
sustantivo. De ahí que la pérdida de eficacia contexto de algunas dependencias poderosas
procesal por la vía de la falta de acceso, de la del sistema judicial en relación con el ejecutivo
morosidad, del costo o de la impunidad afecte o con el legislativo. Se trata de una lucha con
la credibilidad simbólica de la protección ju- medios limitados contra otros poderes, casi
dicial. Esto no significa que haya una relación siempre hostiles, ante una independencia que
lineal entre la eficacia del desempeño instru- nunca es completa. En este sentido, la indepen-
mental y político y la eficacia simbólica. En un dencia solo se convierte en cuestión importan-
Estado en general opaco o poco transparente, te cuando se sobrepasan los límites de la falta
un desempeño instrumental deficiente de los de independencia considerados tolerables por
jueces puede no afectar su eficacia simbólica, las propias magistraturas o por los ciudadanos
sobre todo si algunos casos ejemplares de buen organizados en partidos, o en otras formas de
desempeño instrumental van alimentando la asociación interesados en defender la indepen-
comunicación social y si lo hacen de modo que dencia de los jueces.22
la visibilidad de los tribunales quede reducida
a esas zonas de atención pública.
22 El análisis comparado de los sistemas judiciales es
de importancia creciente y, sin embargo, es muy com-
Patrones de litigio y cultura jurídica plejo debido a la multiplicidad de variables en juego.
Por muy significativas que sean las diferen- Sobre el tema, ver Shapiro (1986); Damáska (1986);
cias entre países con distintos niveles de desa- Schmidhauser (1987); Cappelletti (1991; 1999), y Ho-
rrollo, en lo que respecta a las vicisitudes de la lland (1991). A nuestro entender, la mayor dificultad en
independencia, y al significado sociopolítico el análisis comparado de los sistemas judiciales está en
el hecho de que estos operan en un contexto de plu-
de la justicia, se pueden hacer dos reflexiones
ralismo jurídico, que condiciona de modo decisivo su
comunes. desempeño, lo que varía de forma significativa de país a
172 Boaventura de Sousa Santos
Los intentos por ejercer el control político desempeño permite una enorme variación in-
sobre la actividad judicial suceden por razones terna, y solo cuando se traduce en ejercicios
semejantes, y recurriendo a medios similares: susceptibles de ampliar la visibilidad social
transferencia de ciertas áreas de litigio del ám- o el protagonismo político más allá de los lí-
bito de los juzgados ordinarios a juzgados es- mites convencionales y acordados, es que la
peciales o a agencias administrativas bajo el independencia judicial se transforma en una
control del poder ejecutivo; control sobre la lucha política de primera línea. Sin embargo,
formación, el reclutamiento y la promoción de y al contrario de lo que pueda parecer, no hay
los jueces; gestión de la dependencia financiera una relación absolutamente unívoca y lineal
de los jueces. Para evitar este tipo de injeren- entre los términos de la lucha por la indepen-
cias, se han creado los Consejos de la Judicatu- dencia y los del desempeño efectivo, en la me-
ra. Estas instituciones buscan que los jueces se dida en que varía de país a país la sensibilidad
autogobiernen y gestionen ellos mismos los re- política sobre el significado del desempeño y
cursos. Sin embargo, aunque se ha avanzado en de sus variaciones.
algunos aspectos en la autonomía judicial, es- Ante esto, es de crucial importancia analizar
tos Consejos dependen presupuestalmente del de la manera más pormenorizada posible los
ejecutivo. De allí que su independencia no sea parámetros, las características y las variacio-
absoluta. Lo que en este ámbito verdaderamen- nes del desempeño de los jueces. Además, un
te distingue a los países periféricos de los cen- enfoque analítico muy centrado sobre la inde-
trales es el hecho de que solo en los primeros pendencia judicial o el protagonismo político
los medios de control incluyen la intimidación de los jueces, puede ocultar el conocimiento
seria y la propia eliminación física de los jueces. del trabajo efectivo de los jueces en la gran ma-
La segunda reflexión, que suscita el análisis yoría de los casos y en la mayoría de los días
siguiente, es la de que en el terreno político de trabajo judicial. Por esta razón, paso a citar
concreto la lucha por la independencia depen- el cuadro teórico y la experiencia comparada,
de del desempeño efectivo de los jueces. Este que a mi entender deben servir de referencia al
análisis del desempeño efectivo de los jueces.
Como dije anteriormente, se sabe que el nivel
país. En Brasil, un análisis muy bien documentado del
pluralismo jurídico puede leerse en Wolkmer (1994). de desarrollo económico y social condiciona
Sociología crítica de la justicia 173
la naturaleza del conflicto social e interindivi- Sin embargo, se sabe, también, que el nivel
dual, la propensión a litigar, el tipo de litigio, y de desarrollo socioeconómico no explica por
por lo tanto, el desempeño de los jueces como sí solo el nivel y el tipo de desempeño de los
expresión del patrón de consumo de la justicia, jueces, ya que países con niveles semejantes
entendido este como oferta efectiva de tutela de desarrollo presentan perfiles judiciales muy
judicial ante la demanda efectiva. Estando con- distintos. Basta comparar por ejemplo Japón
dicionado por el nivel de desarrollo, el patrón con los Estados Unidos, o a Holanda con Ale-
de consumo de la justicia actúa a su vez, sobre mania. Así pues, debe atenderse a otros facto-
él, potenciándolo o limitándolo. Añádase que el res, y uno de ellos, tal vez el más importante,
aumento del desarrollo socioeconómico no im- es la cultura jurídica dominante del país, casi
plica necesariamente el aumento del litigio en siempre articulada con la cultura política.
general, sino que puede implicar un aumento La cultura jurídica es el conjunto de orienta-
en ciertas áreas o tipos de litigio, lo cual en- ciones hacia valores e intereses que configuran
traña una disminución en otras. Por esta triple un patrón de actitudes frente al derecho y a los
interacción, el análisis de las relaciones entre derechos, y frente a las instituciones del Esta-
el desempeño de los jueces y el nivel de desa- do que producen, aplican, garantizan o violan
rrollo socioeconómico es central en toda la so- el derecho y los derechos.
ciología judicial.23 En las sociedades contemporáneas el Esta-
do es un elemento central de la cultura jurídi-
ca, y en ese sentido la cultura jurídica siempre
23 Ver, sin embargo, Henckel (1991), quien hace un es una cultura jurídico-política y no puede
análisis de la justicia civil brasileña comparándola en
cuanto es posible con la alemana, para concluir que no
hay diferencias estadísticas significativas entre el des- que en Alemania y en Brasil se esté bajo el amparo judi-
empeño del sistema judicial de un país desarrollado y cial tiene diferentes significados. En Brasil, supone que
el de un país subdesarrollado; según él, las diferencias más de dos terceras partes de la población está margi-
están sobre todo en los factores organizativos (perso- nada del acceso a la justicia, mientras que en Alemania
nal, cualificación, salarios, infraestructuras). Se trata el resultado es totalmente opuesto. O sea, el Estado del
de un análisis algo controvertido, en la medida en que bienestar sigue funcionando eficazmente y su desempe-
las semejanzas pueden ser la traducción de situaciones ño no suscita las controversias que llevarían a exigir la
sociales totalmente distintas. Por ejemplo, el hecho de intervención de los jueces.
174 Boaventura de Sousa Santos
ser comprendida plenamente fuera del ámbi- de todos modos se obtienen fuera del campo
to más amplio de la cultura política. Por otro judicial, en otras en cambio la opción por liti-
lado, la cultura jurídica reside en los ciudada- gar se toma con facilidad.25
nos y en sus organizaciones, y en este sentido Algunos autores, por ejemplo, Kritzer (1989),
es también parte integrante de la cultura de comparan la propensión a litigar en países cul-
la ciudadanía. A este nivel, se distingue de la turalmente próximos y hasta con un sistema
cultura jurídico profesional, en que atañe solo jurídico semejante —como, por ejemplo, los
a los profesionales del foro y que, como tal, Estados Unidos e Inglaterra, o los Estados Uni-
tiene ingredientes propios relacionados con dos y Canadá— y encuentran diferencias signi-
la formación, la socialización, el asociacionis- ficativas que reconducen a diferentes culturas
mo, etcétera. jurídicas. Los Estados Unidos fueron conside-
La cultura jurídica empezó a ser discutida a rados como los que tenían la más elevada pro-
partir de la década de los sesenta, sobre todo pensión a litigar, configurando una “sociedad
en los Estados Unidos y también en Italia, bajo litigiosa” como la llamó Lieberman (1981).26
el impulso de la explosión de litigio que se co- Este hecho suscitó un debate que se prolon-
menzó a dar entonces en esos países.24 La idea gó por toda la década del ochenta, habiéndo-
era que la propensión a litigar es mayor en unas se convertido, en las elecciones presidencia-
sociedades que en otras y que las variaciones les estadounidenses de 1992, en el tema de la
están, en parte por lo menos, ancladas cultu- campaña electoral (Galanter, 1993a; 1993b). Se
ralmente, en la medida en que la propensión a dieron entonces varias razones que alimenta-
litigar no aumenta necesariamente en la misma rían tal cultura del litigio, desde la existencia
proporción que el desarrollo económico. Si de un número excesivo de abogados al debi-
bien en ciertas sociedades los individuos y las litamiento de los lazos comunitarios y de los
organizaciones muestran una clara preferencia
por soluciones de consenso de los litigios o que
25 Sobre culturas jurídicas, ver, por último, Bier-
brauer (1994).
24 Para la bibliografía relevante en este período, ver 26 Sobre el cuestionamiento del nivel de litigio en la
Santos (1994: 141-161), publicado en castellano en San- sociedad estadounidense, ver Galanter (1983); Trubek
tos (1998d). et al. (1983).
Sociología crítica de la justicia 175
compromisos de honra en la gestión de la vida en la medida en que, aun concediendo con fa-
colectiva. Según algunos, la propensión a liti- cilidad que tal explosión existía, la verdad es
gar propicia un enorme drenaje de recursos que la gran mayoría de los litigios continuaba
económicos que, de otra manera, podrían ser resolviéndose fuera de los juzgados.29
destinados a las tareas de desarrollo.27 Otros Sin embargo, en un estudio sobre los patro-
autores y estudios refutaron estos argumentos, nes de litigio en cinco países europeos, todos
y pusieron en duda que hubiese habido una ex- de tradición jurídica continental, se llegó a la
plosión del litigio, o que los norteamericanos conclusión de que, aunque en todos ellos había
resultaran particularmente afectos al litigio.28 habido un aumento del litigio en la década de
Blankenburg, por su parte, defendió la idea los setenta, ese aumento varió de país a país y
de que la explosión del litigio, aunque con una las variaciones no coincidieron con las de los
dimensión real había sido inflada por los me- indicadores de desarrollo (Ietswaart, 1990: 57 l).
dios de comunicación social a partir de proce- En áreas de menor sedimentación cultural,
sos en particular notorios, ya sea por su natu- las variaciones fueron sin embargo más uni-
raleza o por la de los que intervinieron en ella formes. Así, por ejemplo, se verificó una cierta
(Blankenburg, s/f). En estos términos, deducir disminución del litigio directamente relaciona-
la existencia de la cultura jurídica del litigio a da con la actividad económica, lo que podría
partir de la explosión del litigio era incorrecta indicar que, en la medida que esta se interna-
cionalizó y se volvió técnicamente más com-
pleja, dejó de existir en los tribunales un foro
27 Olson (1992) afirma que existe en Estados Unidos
adecuado para la solución de los litigios que
una ‘industria del litigio’, responsable en gran parte del
aumento del mismo. Una posición opuesta y bien fun- fue generando. Por otro lado, en casi todos los
dada puede leerse en Epp (1992).
28 Sobre este debate, ver Galanter (1993a; 1993b).
Más allá de eso, otros autores han subrayado la conti- 29 A pesar de eso, las diferencias nacionales ante el
nua incidencia de la solución negociada de litigios sin litigio son evidentes. El propio Blankenburg (1994: 780)
recurso a los jueces, en determinadas áreas, como por muestra ese contraste entre las culturas jurídicas de
ejemplo en el área de los seguros (Ross, 1980) y de res- dos países europeos con niveles de desarrollo semejan-
ponsabilidad civil extra-contractual (Genn, 1988). Ver te, Holanda y Alemania. Ver también Kritzer & Zemans
también Brigham (1993) y Galanter & Cahil (1994). (1993).
176 Boaventura de Sousa Santos
países desarrollados emergieron nuevos tipos de la demanda de tutela judicial siempre que
de litigio relacionados con la aparición de la estas exceden límites considerados tolerables.
sociedad de consumo, con la degradación del Por esa razón, se realizaron las reformas de
medio ambiente y con el aumento dramático informalización de la justicia mencionadas an-
de la movilidad social y geográfica (ruptura de teriormente y además de ellas podríamos citar
relaciones familiares y consecuentes divorcios; muchas más: la desjudicialización de los liti-
cuestiones de inquilinato). gios de cobro de las deudas (Dinamarca), o de
En el análisis de las variaciones de los nive- los divorcios por mutuo acuerdo (Portugal); la
les de litigio, es necesario distinguir entre las introducción de la responsabilidad objetiva en
ondulaciones largas de litigio y las variaciones los accidentes de tránsito (Francia, Portugal);
bruscas y de corta duración, ya que solo las las propuestas cada vez más insistentes para
primeras tienen posibilidad de ser reconduci- despenalizar el consumo de drogas (Holanda).
das a la evolución del patrón de desarrollo o a Lo que varía de país a país es, precisamente, la
la cultura jurídica dominante. Las variaciones capacidad de adaptación de la oferta judicial a
bruscas están, en general, relacionadas tanto la demanda judicial. Cuando tal capacidad está
con factores internos del sistema judicial —por totalmente ausente, la oferta judicial no deja de
ejemplo, una reforma procesal que desjudicia- actuar sobre la demanda judicial, pero esta vez
liza cierto litigio— como con la transformación lo hace desanimando a esta última, aumentan-
política drástica, desde la Alemania de la Repú- do con esto la discrepancia entre la demanda
blica de Weimar, los Estados Unidos del New potencial y la demanda efectiva. En algunos
Deal, el Chile de Allende, el Portugal del 25 de países, la caída de la demanda de la protección
abril de 1974 hasta la Francia de los socialistas judicial en ciertas áreas no tiene otra justifica-
de 1981. ción que la falta de incentivos sobre la deman-
Además, la razón por la cual la relación entre da, resultante de la débil calidad de la oferta.
desarrollo socioeconómico y cultura jurídica,
por un lado, y patrón de litigio por el otro, no La pirámide del litigio
es unívoca, reside en que el sistema judicial, de El concepto de cultura jurídica es útil, siem-
por sí o por la interferencia de los otros pode- pre y cuando esté limitado en sus ambiciones
res políticos, no asiste pasivo a las variaciones analíticas y explicativas pues, como vimos,
Sociología crítica de la justicia 177
muchos otros factores interfieren en la evolu- fondos, escrituras públicas, contratos de alqui-
ción de los tipos y niveles de litigio. Al referirse ler, etcétera). En estos casos, es posible esta-
a los movimientos más estables, la cultura ju- blecer lo que designamos por base de la pirá-
rídica es un elemento analítico útil. Aunque el mide del litigio. La misma dificultad existe en la
concepto haya sido desarrollado para designar determinación de las situaciones de litigio. En
actitudes ante el derecho, los derechos y la jus- este ámbito, solo mediante entrevistas u otras
ticia, que se traducen en la elevada propensión metodologías indirectas es posible tener una
al litigio, la verdad es que es igualmente legí- idea aproximada del nivel global del litigio en
timo hablar de culturas jurídicas en fuga ante una sociedad determinada.
el litigio o sea de culturas con una muy baja Solo a partir de un conocimiento aproxima-
propensión a litigar. En cualquier caso, la uti- do de la base de la pirámide del litigio es po-
lidad de este concepto y del indicador que la sible definir el perfil de esta. El concepto de
sustenta (la propensión al litigio) solo es real- pirámide de litigio es utilizado para mostrar,
mente significativa cuando es posible cotejar el haciendo uso de una metáfora geométrica, el
conjunto de litigios judicializables que ocurren modo como son formadas socialmente las rela-
en una sociedad determinada, o incluso de las ciones de litigio en una determinada sociedad.
relaciones sociales que los pueden originar. Teniendo en cuenta que las que llegan a los tri-
Solo entonces se puede determinar con algún bunales y de esta las que llegan a juicio, son la
rigor el ámbito de la demanda potencial de la punta de la pirámide, es necesario conocer la
tutela judicial, y la fracción de ella que se trans- trama social que media entre la punta y la base
forma en demanda efectiva. Esta investigación de la pirámide.30
es muy difícil, y muchas veces imposible. Los litigios son construcciones socia-
El flujo ininterrumpido, indefinido y amal- les en la medida en que el mismo patrón de
gamado de las relaciones sociales en una de-
terminada sociedad hace imposible cualquier
cuantificación fiable. Ello no es así solo en las 30 Las formas de pluralismo jurídico operan muchas
relaciones sujetas a un tipo cualquiera de re- veces en el ámbito de la pirámide de litigios, en la me-
dida que diferentes órdenes jurídicos intervienen en el
gistro (matrimonios, defunciones, pólizas de
mismo litigio en diferentes momentos o mismo simultá-
seguro, registro de accidentes, cheques sin neamente.
178 Boaventura de Sousa Santos
Sin embargo, es posible determinar los facto- manera en que existen relaciones que son fá-
res sociales que condicionan la capacidad para ciles de interrumpir o dar por terminadas, hay
tener en cuenta los daños y evaluarlos como otras cuya interrupción o fin acarrearan costos
tal. Naturalmente, existen factores relaciona- importantes para uno o para todos los partici-
dos con la personalidad, importantes en este pantes. La consistencia, la dirección múltiple,
ámbito pero que solo operan en conjunto con la profundidad y la duración de la relación son
factores sociales tales como clase, sexo, nivel factores decisivos, en consonancia con las cir-
de escolaridad, etnia y edad. Los grupos socia- cunstancias en la creación o en el bloqueo de
les que tienen en estas variables situaciones de situaciones de litigio. Además, se debe tener en
mayor vulnerabilidad son, también, aquellos en cuenta que todos estos factores o variables no
que tiende a ser menor la capacidad para trans- son solamente decisivos en el proceso de sur-
formar la experiencia de la lesión en litigio. gimiento del litigio, son también las transfor-
Más allá del factor de la personalidad y de maciones necesarias por las que el litigio pasa
las variables estructurales, es necesario con- hasta su solución cuando esto ocurre.
tar, también, con las variables interpersonales, El hecho de que sea reconocida la existencia
o sea con la naturaleza de las relaciones entre del daño, de su causante y de la violación de
individuos en el contexto de las cuales surge normas que acarrea, no significa que el litigio
una situación en potencia con carácter de liti- surja necesariamente. Para ello, es necesario
gio. Por ejemplo, el mismo comportamiento de que el lesionado encuentre que el daño es de
un familiar íntimo o de un extraño puede te- algún modo remediable, reclame contra la per-
ner significados totalmente distintos. El tipo de sona o entidad responsable por el daño de que
ámbito social en el que se tejen las relaciones es víctima y sepa hacerlo de manera creíble y
es igualmente decisivo. Los individuos se rela- clara. Cuando esto ocurre, el litigio surge sola-
cionan en la familia, en el trabajo, en la vecin- mente cuando tal reclamo o queja es rechaza-
dad, en el mercado, en la política, en la diver- da en su totalidad o en parte. Solo entonces es
sión, etcétera; y en cada uno de estos campos cuando la relación social se sitúa en la base de
crean interacciones que potencian determi- la pirámide.
nados tipos de percepciones y evaluaciones El trayecto recorrido hasta aquí es socio-
y bloquean otros. Por otro lado, de la misma lógicamente muy importante para determinar
180 Boaventura de Sousa Santos
el contenido de justicia distributiva de las me- Por ejemplo, el inconformismo puede incluir
didas destinadas a incrementar el acceso a la el riesgo de poner en peligro de manera global
justicia. Como sabemos, tales medidas buscan una relación que en otros niveles es benéfica
disminuir las desigualdades en el consumo de para el lesionado. Esto ocurre sobre todo en el
la justicia. Sin embargo, lo que ocurre es que ta- caso de las relaciones multiplexas, es decir re-
les medidas solo pueden beneficiar a aquellos laciones que unen a los individuos a través de
que pasan el umbral de la percepción, de la eva- múltiples vínculos (amistad, familia, religión,
luación y de la identificación del responsable etnia, negocios).31 Siempre que estos se vean
del daño. Como vimos, ciertos grupos sociales afectados de forma parcial por el comporta-
tienen más capacidad que otros para pasar tal miento lesivo, el desencadenamiento del litigio
límite. Los que tienen menor capacidad están puede tener un efecto de polarización que pue-
en peores condiciones para que sean benefi- de contribuir al aumento de la dimensión de la
ciados por un incremento del acceso a la jus- lesión antes que pueda remediarse. El incenti-
ticia. Esto significa que el acceso a la justicia, vo para “aguantar” en estas condiciones puede
sobre todo en países donde es muy deficiente, ser mucho más grande. Cuanto más desiguales
es doblemente injusto para los grupos socia- son las posiciones sociales de las partes en li-
les más vulnerables, porque no promueve una tigio, mayor es este incentivo en el caso que el
percepción y una evaluación más amplia de los lesionado sea la parte con la posición social
daños sufridos de manera injusta en la socie- inferior. Si el incentivo para tolerar es neutrali-
dad, y porque, en la medida en que tal percep- zado por el impulso inconformista se desenca-
ción y evaluación ocurre, no permite que esta dena el litigio.
se transforme en una demanda efectiva de la Una vez desencadenado el litigio, su ámbito
tutela judicial. puede variar enormemente, no solo en función
El reclamo del lesionado no provoca necesa- de los factores o variables que comentamos an-
riamente el litigio una vez aquel es rechazado teriormente, sino también de los objetivos de
en su totalidad o en parte. Solamente será un los litigantes y de los mecanismos que juzgan
litigio si el lesionado no está de acuerdo con
el rechazo, y decide reaccionar ante el mismo.
31 Sobre el concepto de las relaciones multiplexas,
Puede tener buenas razones para no hacerlo. ver Santos (1977; 1988).
Sociología crítica de la justicia 181
tener a su disposición para llevar a cabo esos tercera parte, o sea como instancias decisorias
objetivos. Además, como bien observó Aubert, exteriores a las partes en litigio. Ellas son muy
la relación entre objetivos y mecanismos de variables según la oficialidad, la formalidad,
solución es recíproca: los objetivos influyen en el acceso, la especialización, la eficacia, la efi-
la selección de los mecanismos escogidos, y ciencia, la distancia cultural, etcétera. En ge-
según los mecanismos se alteran los objetivos neral, los jueces tienden a ocupar uno de los
(Aubert, 1963: 33; Santos, 1977). Los objetivos extremos en muchas de esas dimensiones. De
dependen también de la evaluación que se hace todos los mecanismos de solución de litigios
de la lesión y de la injusticia que se constitu- disponibles, los jueces tienden a ser los más
ye. Dicha evaluación tiene mucho que ver con formales, los más especializados y los más in-
la conciencia de los derechos y, en última ins- accesibles. En cuanto a las otras dimensiones,
tancia, con la cultura jurídica dominante en el su posición varía mucho de país a país y de un
grupo de referencia del lesionado. Una eleva- área de litigio a otra.
da conciencia de derechos tiende a ampliar el No sorprende que, antes de recurrir a los
ámbito de la lesión, y en correspondencia con jueces, las partes de un litigio intenten, siempre
este, los objetivos de su reparación. que sea posible, solucionarlo con instancias no
En un complejo sistema de “feedback”, la oficiales más accesibles, más informales, me-
evaluación de la dimensión de la lesión y los nos distantes culturalmente, y que garanticen
objetivos de la reparación están, como hemos un nivel aceptable de eficacia: desde un fami-
dicho, en íntima interacción con los mecanis- liar o vecino respetado hasta una organización
mos de solución a disposición del lesionado y comunitaria, centro de conciliación, asocia-
con la capacidad de este o del propio mecanis- ción o club disponible; o incluso un profesio-
mo para convocar al proceso de solución cau- nal, sea este un abogado, un terapeuta, un sa-
sante del daño. Se puede decir que todas las cerdote, un asistente social, un médico, o un
sociedades mínimamente complejas poseen a profesor. Todos son potencialmente terceras
la disposición de los litigantes un conjunto más partes, y pueden, en efecto, funcionar como
o menos numeroso de mecanismos de solución tales, dependiendo de muchos factores. La es-
de los litigios, entendiendo como tales todas cogencia tiene que ver sobre todo con las re-
las instancias susceptibles de funcionar como laciones existentes entre las partes en litigio,
182 Boaventura de Sousa Santos
con el área social del litigio, con los niveles de solución de los litigios por tercera parte, media-
socialización de ambas partes, con mecanis- ción, arbitraje y adjudicación. De manera ideal,
mos de solución y con los medios de que dis- en la mediación, la tercera parte no decide y
ponen para realizar la selección en las mejores ni siquiera propone una decisión motu propio,
condiciones. limitándose a aproximar progresivamente las
Factores económicos, sociales y culturales posiciones de las partes en litigios hasta redu-
de distinto orden convergen en la selección de cir a cero la contradicción o la diferencia en-
una determinada tercera parte. La selección tre ellas. Al contrario, en el arbitraje, la tercera
muchas veces solo es visible a nivel asociado, parte está mandada por las partes para proferir
pues a nivel de las decisiones individuales no una decisión vinculante sobre las pretensiones
existe muchas veces un gran campo para esco- de las partes y tal como estas la formularon. En
ger, una vez que el mecanismo utilizado surge la adjudicación la decisión vinculable no surge
como el único disponible o adecuado. Por esta del mandato de las partes sino del orden jurídi-
razón, las soluciones sugeridas o decididas por co a que están sujetas.
las terceras partes son de una manera general En relación con el estilo decisivo, y en arti-
aceptadas, aunque no dispongan de ningún culación con los poderes de quien decide, se
medio formal para imponer sus decisiones. suele distinguir entre decisiones mínimas y
El acatamiento de la decisión puede surgir de suma cero.33 Las primeras buscan maximizar el
consideraciones de oportunidad y del cálculo compromiso entre las pretensiones opuestas,
de los costos, en el caso de no ser acatada, pero de modo que la distancia entre quien gana y
muchas veces tiene su origen en la propia auto- quien pierde sea mínima y, si es posible, nula.
ridad que decide.32 Las decisiones de suma cero, o decisiones de
Las distinciones posibles entre las terceras adjudicación, son aquellas que maximizan la
partes son muchas. En cuanto a los poderes de distinción y la distancia entre la pretensión
decisión se distinguen tres tipos principales de acogida y la rechazada y, por lo tanto, entre
quien gana y quien pierde.
32 Sobre los mecanismos de solución de litigios en las
llamadas favelas de Río, ver, entre otros, Santos (1977), 33 Sobre este tema, ver, en especial, Nader (1990);
y Junqueira & Rodrigues (1992). también Gulliver (1979).
Sociología crítica de la justicia 183
En cuanto a los recursos normativos de los Una vez sometido a un mecanismo determina-
que se sirve la tercera parte para decidir, pue- do de solución, cualquiera que sea su tipo, el
den ser de naturaleza jurídica, técnico-profe- litigio es transformado por los poderes, estilos
sional o ética. Desde un punto de vista socioló- y recursos normativos del mecanismo antes de
gico, las sociedades son jurídicamente plurales ser solucionado de manera eventual por él. El
en la medida en que el derecho oficial coexiste familiar, el terapeuta, el vecino, la asociación,
con otros derechos que circulan de manera la iglesia, cada uno de ellos a su manera, refor-
extraoficial en la sociedad, en el ámbito de re- mula, expande o contrae el litigio a medida que
laciones sociales específicas, tales como las se informa sobre él, a fin de adecuarlo al tipo de
relaciones de familia, de producción y traba- soluciones que puede, de manera creíble, pro-
jo, de vecindario, etcétera. Esta normativa es, ferir a la luz de sus poderes, estilos y recursos
con frecuencia, movilizada por los mecanis- normativos.34 La solución del litigio puede dar-
mos informarles de solución de conflictos. Lo se y ser aceptada, caso en el cual la trayectoria
normativo está solo implícito en el caso de los del litigio llega a su fin. Y lo mismo ocurre si la
criterios profesionales, técnico-deontológicos, parte lesionada se resigna ante la ausencia de
que tienden a ser accionados en litigios emer- solución o ante una solución que, a pesar de ini-
gentes de relaciones profesionales. Pero, en cua, siente que no pueda contradecir.
casi todos estos mecanismos, aunque en unos Si ninguna de estas situaciones se da, el me-
más que en otros se da el recurso a criterios canismo de solución habrá fracasado en sus
éticos dominantes que intervienen en constela- propósitos y la trayectoria del litigio prosigue y
ciones de sentido mucho más complejas y don- con un nivel de polarización eventualmente to-
de figuran también normas jurídicas y criterios davía más elevado. Y puede seguir, ya sea para
técnico-profesionales. someterse a otros mecanismos de solución in-
El predominio de uno o de otro tipo de meca- formal o extraoficial, o bien para someterse a
nismo de solución varía de país a país, pero tiene los jueces. En el primer caso, el análisis seguirá
siempre mucho que ver con los tipos dominan-
tes de relaciones sociales (relaciones multi-
34 Sobre los procesos de transformación de los li-
plexas más o menos duraderas, más o menos
tigios, ver Felstiner, Abel & Sarat (1980: 81); Pastor
profundas, etc etcétera) y de cultura jurídica. (1993: 113), y Blankenburg (1994: 691).
184 Boaventura de Sousa Santos
los pasos que acabamos de dar. En el segundo vastos en la familia que en la fábrica y en esta
caso, entramos en el ámbito de la judicializa- más vastos que en la práctica criminal. Pero,
ción oficial del litigio. El recurso a la justicia en como ya afirmamos, los recursos de solución
cuanto instancia privilegiada y especializada de de litigios de una determinada sociedad deben
solución de litigios en las sociedades contempo- ser vistos en su conjunto y en el conjunto de
ráneas se da, así, en un campo de alternativas sus múltiples interacciones cruzadas. A modo
variadas de solución y de tal modo que el juzga- de ilustración, la falta de acceso a la justicia, su
do de primera instancia, llamado a solucionar el pobre desempeño o su irrelevancia en la socie-
litigio es sociológicamente casi siempre una ins- dad, pueden deberse en parte a la abundante
tancia de recurso, o sea, es accionado después existencia de mecanismos informales, accesi-
de haber fracasado otros mecanismos informa- bles y eficaces en esa sociedad, como resultado
les utilizados en un primer intento de solución. del dominio de una cultura jurídica de fuga al
Este hecho es crucial para entender el desempe- litigio judicial. Pero, por otro lado, la existencia
ño judicial, en la medida en que se muestra que de tales mecanismos alternativos, lejos de resul-
este no sucede en un vacío social, ni significa el tar de una preferencia cultural, puede ser solo el
punto cero de la solución del litigio a resolver. fruto de una solución de segunda categoría, en
La intervención del juez es sin duda un mo- función de la inaccesibilidad de los tribunales.
mento crucial en la historia de la vida de un liti- Una vez franqueada la puerta del juzgado,
gio, pero de ninguna manera agota la compren- la intensidad del uso de este mecanismo de
sión de este en toda su riqueza y dimensión. Por solución puede variar todavía más. El proce-
otro lado, el significado sociopolítico del desem- so de transformación del litigio en el seno de
peño judicial no puede ser el mismo en un país los mecanismos de solución informales, que
donde abundan y son eficaces los mecanismos eventualmente intervinieron y fracasaron en
informales de solución de litigios y en un país anteriores momentos, sigue ahora y con mu-
donde esto no sucede. Lo mismo se puede decir, cha más intensidad, debido al carácter especia-
dentro del mismo país, de las diferentes áreas lizado y profesional de la intervención judicial.
de práctica social, algunas con vastos recursos Se trata, en las sociedades contemporáneas de
de solución informal y otras con ninguno. Así, raíz liberal, de un mecanismo maximalista que
por ejemplo, tales recursos son en principio más tiene oficialmente el monopolio de la solución
Sociología crítica de la justicia 185
de los litigios y que dispone de poderes totales algunos casos tal promoción es obligatoria. En
para imponer su decisión. De ahí que privilegie la mayoría de ellos, se trata de una estrategia
un estilo de decisiones de tipo suma-cero, sin que ha venido a ser cada vez más utilizada por
poner en riesgo su solidez institucional por el los jueces con el objetivo de aliviar la sobrecar-
hecho de llevar al extremo la polarización en- ga de trabajo o el bloqueo del juzgado. Galanter
tre perdedores y ganadores. y otros han llamado la atención acerca del pa-
Por el contrario, su solidez se alimenta de pel de mediador y de árbitro que el juez asume
este extremismo. El mismo maximalismo es últimamente y que ejerce al margen de las nor-
responsable de un recurso exclusivo a crite- mas procesales que supuestamente deben re-
rios jurídicos, lo más estrictamente definidos gular su actuación (Galanter, 1984; 1988; Rohl,
y siempre con referencia exclusiva al derecho 1983). Muchas veces, esta actividad de mediar
oficial, dejando por fuera, por ser irrelevante, está en contra de los deseos de las partes, pero
toda la normativa jurídica no oficial. otras veces es sugerida por el juez con una do-
La transformación judicial a que se somete sis mayor o menor de imposición.
el litigio realmente empieza cuando se consul- En realidad, la punta de la pirámide está
ta al abogado y se contratan sus servicios. Ahí constituida por los litigios que son solucio-
puede verse cómo la transformación judicial nados por juzgamiento (Figura l), dejando de
crea nuevas alternativas de solución, algunas lado el diminuto porcentaje de los litigios que
de las cuales tienen un fuerte componente ex- solo son resueltos en las instancias de recurso.
trajudicial. Por ejemplo, es posible que el abo- Esta punta varía de sociedad a sociedad. Re-
gado se transforme él mismo en un mecanismo glas procesales y culturas jurídicas, judiciales
de solución del litigio buscando, por ejemplo, y de abogacía diferentes, hacen que sea dife-
el acuerdo entre las partes. Si esto no ocurre o rente de sociedad a sociedad el porcentaje de
no tiene éxito, el juez interviene pero su inter- acciones que son decididas por juzgamiento.
vención solo asume el máximo de intensidad Existen sistemas judiciales que incentivan, y
cuando el litigio sigue hasta el juicio, donde es otros que desestimulan los juzgamientos y, en
resuelto. En muchas situaciones tal hecho no cualquiera de los casos, pueden hacerlo como
ocurre porque las partes desisten o llegan a un ya sugerimos por medios formales o informa-
acuerdo, promovido o no por el propio juez. En les, oficiales o no.
186 Boaventura de Sousa Santos
FIGURA 1
PIRÁMIDE DE LOS LITIGIOS Y SU SOLUCIÓN
Sociología crítica de la justicia 187
Conclusión Bibliografía
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lugar específico de los tribunales en el paisa- Juristforlaget i Lund).
je mucho más amplio de los mecanismos de Bergalli, R. y Mari, E. (eds.) 1989
resolución de litigios, formales e informales, História ideológica del control social:
ofíciales y no-oficiales, existentes en la socie- España-Argentina, Siglos XIX y XX
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188 Boaventura de Sousa Santos
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El pluralismo jurídico y las escalas
del derecho: lo local, lo nacional
y lo global*
global, fueron formalmente declaradas no enmarcada por tres escalas, siendo una de
existentes por la teoría política liberal. En este ellas la que domina y, de ese modo, la que pro-
texto, teorizo brevemente sobre estas escalas. porciona el perfil general de la acción. La ac-
Mi intención es triple. En primer lugar, trato ción sociojurídica no se puede comprender en
de demostrar que el campo del derecho en las su totalidad si no se toman en consideración
sociedades contemporáneas y en el sistema otras escalas presentes en cualquier otra for-
mundial en su totalidad es un terreno mucho ma, aunque esta sea recesiva, y sus articula-
más complejo y rico de lo que se ha asumido ciones con la escala dominante.
por la teoría política liberal. En segundo lugar,
me propongo demostrar que un campo jurídi- El pluralismo jurídico
co es una constelación de diversas legalidades
(e ilegalidades) que operan en escalas locales, El concepto de derecho
nacionales y globales. Por último, defiendo La concepción sociológica del campo jurí-
que, si se concibe de esta manera, el derecho dico que aquí se presenta exige un concepto
tiene tanto un potencial regulatorio o incluso de derecho lo suficientemente amplio y flexi-
represivo como un potencial emancipatorio, ble como para capturar las dinámicas socio-
siendo este último mucho más grande que el jurídicas en sus muy distintas estructuras de
modelo de cambio normal jamás haya postu- tiempo y espacio. El concepto de derecho pro-
lado. La manera en que el potencial del dere- puesto por parte de la teoría política liberal
cho evoluciona, ya sea hacia la regulación o –la ecuación entre la Nación, el Estado y el de-
la emancipación, no tiene nada que ver con la recho– y elaborado por el positivismo jurídico
autonomía o reflexividad propia del derecho, de los siglos XIX y XX, es demasiado reductor
sino con la movilización política de las fuerzas para nuestros propósitos porque tan solo re-
sociales que se hallan compitiendo.1 conoce una de las escalas: la nacional.
Esta concepción del campo jurídico re- La supremacía de la escala del Estado-
presenta que cada acción sociojurídica está nación en el análisis sociojurídico no solo
contribuyó a angostar el concepto de dere-
cho al vincularlo con la autoridad del Estado,
1 Sobre este tema véase Santos (2003: 133-216). sino también impregnó ciertas concepciones
El pluralismo jurídico y las escalas del derecho: lo local, lo nacional y lo global197
del pluralismo jurídico con una ideología de que crea con exclusividad lo que debe ser con-
centralismo estatal. Este fue el caso de la im- siderado como derecho.
posición colonial del derecho europeo. Este En ese sentido, también el pluralismo jurí-
derecho, en cuanto orden estatal, no era ni dico puede ser una de las formas mediante las
empírica ni históricamente el único vigente cuales se manifiesta la ideología del centralis-
en los territorios coloniales. Sin embargo, el mo jurídico. Esa concepción del pluralismo
pluralismo jurídico utilizado como técnica de jurídico es, hoy en día, uno de los principales
gobierno permitió el ejercicio de la soberanía legados que la expansión europea le dejó a los
colonial sobre los diferentes grupos (étnicos, sistemas jurídicos nacionales no europeos. De
religiosos, nacionales, geográficos, etcétera), esta forma, el proceso de construcción nacional
reconociendo los derechos precoloniales para en las sociedades que se liberaron del colonia-
manipularlos, subordinarlos y ponerlos al ser- lismo está también forjado por la ideología de
vicio del proyecto colonial. Por ello, Griffiths la centralidad y la unicidad del Estado-nación,
le da a esta concepción el nombre de “plura- esto es, la creencia de que la construcción del
lismo jurídico en sentido débil”,2 dado que se Estado moderno exige la homogeneización de
trata de un esquema particular en un sistema las diferencias sociales y territoriales (Griffiths,
normativo altamente centralista. El reconoci- 1986: 5-8). Al abordar el pluralismo jurídico en
miento de los derechos tradicionales por par- Mozambique, ilustraré tanto el uso colonial del
te del derecho colonial europeo implica una pluralismo jurídico como el legado del centra-
noción del derecho que, en última instancia, lismo jurídico. La primera situación ocurrió en
está sustentada en una única fuente de validez las primeras décadas del siglo XX, con la inte-
gración de las autoridades tradicionales en la
administración de la entonces colonia. La se-
2 En contraste con ese pluralismo en sentido débil, gunda tuvo lugar después de la independencia
Griffiths define el “pluralismo jurídico en sentido fuerte” (1975), cuando el deseo de construir una cultu-
como una concepción analítica que capte el pluralismo ra nacional y un Estado moderno que estuviera
como hecho, como estado de cosas empírico. Con ese por encima de las etnias llevó al partido gober-
fin, opta por la concepción de “campo social semiautó-
nante a adoptar una posición hostil frente a las
nomo” de Sally Falk Moore y define el derecho como una
autorregulación de cada campo social (Moore, 1978). autoridades tradicionales.
198 Boaventura de Sousa Santos
de hablar del derecho y se comienza a hablar jurídico, esto es, los componentes y espacios
de la vida social en general.4 estructurales del derecho.
Refiriéndose específicamente a mi defini-
ción del derecho, Tamanaha la critica con Los componentes y espacios
varios argumentos. En primer lugar, es una estructurales del derecho
definición esencialista, en cuanto especifica Considero que son tres los componentes
lo que cree que son los rasgos esenciales del estructurales del derecho: la retórica, la buro-
derecho y, por tanto, toda práctica social en la cracia y la violencia. La retórica no es solo un
que falten esas características no podría ser tipo de conocimiento, sino también una forma
catalogada como derecho. En segundo lugar, de comunicación y una estrategia de toma de
es funcionalista por basarse en la idea de que decisión basada en la persuasión o convicción,
la función del derecho es mantener el orden mediante la movilización del potencial argu-
social de un grupo a través de la aplicación mentativo de secuencias y artefactos verba-
de normas y la resolución de litigios. Mi res- les y no verbales que han sido aceptados. La
puesta a las objeciones de Tamanaha quedará retórica como un componente estructural del
más clara tras una exposición de dos elemen- derecho está presente, por ejemplo, en prác-
tos esenciales de mi definición de pluralismo ticas jurídicas como el acuerdo amistoso de
un litigio, mediación, conciliación, justicia en
equidad, etcétera. La burocracia es una forma
4 De manera general, los intentos de formular con- de comunicación y una estrategia de toma de
ceptos del derecho a partir de los cuestionamientos de decisión basada en imposiciones autoritarias a
la antropología han oscilado entre una posición más ge- través de la movilización del potencial demos-
nérica, que identifica el derecho como cualquier tipo de
trativo de los procedimientos regularizados y
control social (aproximándose, así, a la noción de Ma-
linowski), y una posición más específica, que enuncia de los estándares normativos. La burocracia es
características esenciales de lo que se denomina dere- el componente dominante del derecho estatal
cho. Esta segunda posición sigue las líneas teóricas de y está presente en las prácticas jurídicas, como
Radcliffe-Brown, para quien el derecho se definía como la adjudicación de casos por los tribunales
“el control social a través de la aplicación sistemática
(juego de suma cero). Finalmente, la violencia
de la fuerza de la sociedad políticamente organizada”
(Santos, 1979: 70 y 72). es una forma de comunicación y una estrategia
El pluralismo jurídico y las escalas del derecho: lo local, lo nacional y lo global201
de toma de decisión basada en la amenaza de distingo tres grandes tipos de articulación en-
la fuerza física. La violencia es utilizada por los tre la retórica, la burocracia y la violencia: la
actores gubernamentales –por ejemplo, la poli- covariación, la combinación geopolítica y la
cía– para imponer el derecho estatal o por los interpenetración estructural.
grupos ilegales –por ejemplo, las mafias– para La covariación hace referencia a la corre-
imponer el código que regula sus actividades. lación cuantitativa entre los componentes
Estos componentes estructurales no son en- estructurales de los diferentes campos ju-
tidades fijas; varían internamente y en sus ar- rídicos. En “El derecho de los oprimidos: la
ticulaciones recíprocas. Los campos jurídicos construcción y la reproducción de la legalidad
son constelaciones de retórica, burocracia y en Pasárgada” describo un campo jurídico –el
violencia. Se distinguen por las distintas articu- derecho de Pasárgada, una favela brasileña–
laciones de la retórica, burocracia y violencia donde la retórica es el componente dominan-
que los caracteriza. Sin embargo, un campo ju- te, mientras que la burocracia y la violencia
rídico complejo, como el derecho estatal mo- son ambas recesivas. Aquí se da un contraste
derno, puede abarcar diferentes articulaciones total con el derecho estatal, donde la burocra-
en distintos sub-campos. Por ejemplo, en el cia y la violencia predominan en detrimento
derecho penal, la constelación jurídica puede de la retórica. En realidad, la tendencia se-
estar dominada por la violencia y la burocracia, cular (de los últimos doscientos años) se ha
en el derecho administrativo por la burocracia orientado hacia una retracción gradual de la
y en el derecho de familia por la retórica. En retórica y una expansión gradual de la buro-
efecto, la plasticidad del derecho estatal mo- cracia y de la violencia. El hecho de que la
derno es posible sobre todo porque abarca violencia haya crecido al tándem de la buro-
una diversidad de articulaciones estructurales. cracia ha contribuido a ofuscar el carácter
El hecho de comparar los campos jurídicos, violento del campo del derecho estatal. Por
en cuanto a las diferentes articulaciones de muy complejos e internamente diferenciados
los componentes estructurales que constitu- que sean, los campos jurídicos globales –des-
ye cada campo, puede servir para iluminar el de la lex mercatoria al derecho internacional
análisis sociológico del derecho. Para contri- de los pueblos indígenas– parecen apuntar a
buir a este análisis comparativo sociojurídico, nuevas configuraciones estructurales. Aunque
202 Boaventura de Sousa Santos
adhesión voluntaria por persuasión o convic- uno dominado. Su complejidad no solo radica
ción, o en estrategias demostrativas que lleven en que supone el análisis de múltiples procesos
a imposiciones autoritarias, o finalmente, en cualitativos, sino también que solo es inequívo-
el ejercicio violento del poder. En los campos camente debatible en los períodos históricos
jurídicos complejos se pueden encontrar di- largos. Las relaciones entre la cultura oral y es-
ferentes formas de dominación en las distin- crita así lo ilustran. Se ha establecido que estas
tas áreas de acción político-jurídica. En otras dos formas de producción cultural tienen dife-
ocasiones he podido analizar el “movimiento” rentes características estructurales (Ong, 1971
hacia “la informalización de la administración y 1977). Por ejemplo, la cultura oral se centra
de justicia” de los avanzados años de los se- en la conservación (el stock) del conocimiento,
tenta y ochenta del siglo pasado en este senti- mientras la cultura escrita se centra en la in-
do, defendiendo que el aumento de la retórica novación. La cultura oral está completamente
–y el descenso recíproco de la burocracia y la colectivizada, mientras la cultura escrita per-
violencia– en las áreas jurídicas seleccionadas mite la individualización. La unidad básica de
para la informalización apuntaron a un cambio la cultura oral es la fórmula, mientras la uni-
de dominación política. Sin embargo, dicho dad básica de la cultura escrita es la palabra.
cambio debería evaluarse geopolíticamente en Si observamos la historia cultural moderna a la
relación a otras áreas jurídicas –como el dere- luz de estas distinciones, resulta evidente que
cho penal, el derecho laboral y el derecho del hasta el siglo XV la cultura europea y, por con-
bienestar social– en las que puede identificar- siguiente, la cultura jurídica europea, era por
se un aumento de la violencia o de la violencia naturaleza predominantemente oral. A partir
junto a la burocracia en detrimento de la retó- de entonces y en adelante, la cultura escrita
rica (Santos, 1980: 379-397). se expandió gradualmente y la cultura oral se
La tercera gran clase de articulación entre retractó. Pero desde el siglo XV hasta el siglo
la retórica, la burocracia y la violencia es la XVIII, es evidente que la estructura de la cultura
interpenetración estructural. La misma es el escrita todavía tenía que consolidarse y que su
tipo de articulación más compleja porque con- funcionamiento estaba impregnado de la lógica
siste en la presencia y reproducción de un de- interna de la cultura oral. Dicho de otro modo,
terminado componente dominante dentro de la gente entonces escribía de la misma forma
204 Boaventura de Sousa Santos
que se expresaba y opino que esto se percibe en forma de retórica en las reformas que
en los escritos jurídicos de la época. En la se- se dirigen a la informalización de la justicia
gunda fase, desde el siglo XVIII hasta las prime- (Santos, 1980: 387).
ras décadas del siglo XX, la palabra escrita do- Los elementos estructurales del derecho no
minó nuestra cultura. Pero entonces, la radio siempre son percibidos o analizados en sus
y los medios audiovisuales redescubrieron el complejas interrelaciones porque la centrali-
sonido de la palabra e iniciamos un tercer pe- dad del Estado tiende a aminorar el uso de la
ríodo: un período de oralidad secundaria. Sin violencia y de la retórica y a elevar al derecho
embargo, este resurgimiento de la cultura oral en cuanto producto burocrático, oficial y pú-
es diferente al anterior período de cultura oral, blico destinado al control de la organización
dado que las estructuras de la cultura escrita de la sociedad civil y de las relaciones priva-
impregnan, penetran y contaminan la nueva das, en detrimento del derecho “no oficial”. En
cultura oral. En otras palabras, hablamos como realidad, la creencia en la exclusividad de la
escribimos. Si pensamos en el Estado moderno producción jurídica estatal reposa en ciertas
en este contexto, mi tesis es que la retórica no dicotomías: público-privado, Estado-sociedad
solo se reduce cuantitativamente, sino que la civil, oficial/no oficial que, en el fondo, contri-
burocracia y la violencia dominantes también buyen a despolitizar los demás dominios de la
la “contaminan” o “infiltran”, interna y cualita- vida social y, así, a ocultar el hecho de que el
tivamente. En mi análisis anteriormente seña- poder y el derecho se reproducen en muchos
lado sobre el movimiento de justicia informal y otros espacios.
con respecto a la burocracia, analicé los tipos Afirmo la existencia de seis espacio-tiem-
de argumentos que tendían a ser más persuasi- pos estructurales en los que las diferentes
vos en los entornos informales para poder ver articulaciones posibles entre retórica, buro-
si, por ejemplo, los argumentos y modos de ra- cracia y violencia producen diferentes tipos
zonar que dependían de la lógica burocrática y de derecho y, por tanto, de pluralismo jurí-
el discurso se estaban desarrollando en un en- dico. Ellos son: el espacio-tiempo domésti-
torno no burocrático. El objetivo era descubrir co, el espacio-tiempo de la producción, el
hasta qué punto la burocracia (y posiblemente espacio-tiempo del mercado, el espacio-tiem-
también la violencia) se estaba expandiendo po de la ciudadanía, el espacio-tiempo de la
El pluralismo jurídico y las escalas del derecho: lo local, lo nacional y lo global205
derecho también cumple una amplia gama de parte. En mi concepción del derecho, aunque,
funciones. Algunas de ellas potencian al máxi- por un lado, rechazo la trivialización al enun-
mo el uso de la violencia y sirven, por ejemplo, ciar los espacios estructurales en los que se
para la venganza. Otras llevan a la utilización reproduce el derecho, por otro lado, ofrezco
máxima de la retórica y contribuyen a la legiti- una concepción suficientemente amplia como
mación de las relaciones de poder o a su trans- para que sirva de herramienta analítica para
formación. En realidad, al afirmar el funcionalis- estudiar el fenómeno del pluralismo jurídico
mo de mi concepción del derecho, es Tamanaha en sus diferentes contextos. En ese sentido,
quien no logra ver otra función para la aplica- concuerdo con Merry cuando afirma que de-
ción de las normas y la resolución de litigios finir la esencia del derecho o de la costumbre
que no sea la preservación del orden social. En es menos útil que situar estos conceptos en el
el funcionamiento cotidiano de los juzgados –el conjunto de las relaciones entre los órdenes
lugar de aplicación de las normas y la resolu- jurídicos particulares en los contextos históri-
ción de litigios por excelencia– se cumplen tres cos específicos (1988: 889). Al contrario de la
tipos de funciones: instrumentales, simbólicas y impresión que dan los críticos del pluralismo
políticas. jurídico, la búsqueda de una concepción única
Pasando a otra de las críticas de Tamanaha, y transcultural de derecho que fundamente y
a la advertencia hecha por él contra el esencia- le de rigor al análisis del pluralismo jurídico
lismo de los conceptos del derecho admitidos es inútil, porque en cada sociedad las articu-
por muchos pluralistas jurídicos, contrapongo laciones entre los órdenes jurídicos asumen
el peligro de trivialización que está presente configuraciones distintas, aunque se tome
en la defensa de una concepción no esencia- como punto de partida dicotomías fijas tan
lista del derecho. Aunque algunas concepcio- caras al pensamiento jurídico moderno como
nes son esencialistas por enunciar las carac- formal/informal y oficial/extraoficial.
terísticas del derecho, al mismo tiempo ellas
especifican cuáles prácticas sociales pueden Bibliografía
recibir el calificativo de “jurídico” y, así, evi- Baxi, U. 2002 “Operation ‘Enduring Freedom’:
tar la falacia de la trivialización: si el dere- Towards a New International Law and
cho está en todas partes, no está en ninguna Order?” en Beyond Law N° 25, pp. 1-15.
El pluralismo jurídico y las escalas del derecho: lo local, lo nacional y lo global207
empezar por una hermenéutica de la sospecha la ley y los derechos tienen una doble genealo-
respecto a los derechos humanos tal como con- gía en la modernidad occidental. Por una parte,
vencionalmente se entienden y se defienden, es una genealogía abisal. Entiendo las versiones
decir, en relación con las concepciones de los dominantes de la modernidad occidental como
derechos humanos que están más estrechamen- construidas sobre la base de un pensamiento
te vinculadas a su matriz occidental y liberal.2 abisal que dividía claramente el mundo entre
La hermenéutica de la sospecha que propongo sociedades metropolitanas y coloniales (San-
le debe mucho a Ernst Bloch (2004-2007), como tos, 2009a). La división era tal que las realida-
cuando se sorprende respecto a las razones por des y las prácticas existentes al otro lado de
las que, a partir del siglo XVIII, el concepto de la línea divisoria, es decir, en las colonias, no
utopía, en tanto medida política emancipadora, podían de ningún modo poner en tela de juicio
fue gradualmente superado y sustituido por el la universalidad de las teorías y las prácticas
concepto de derechos. ¿Por qué el concepto de vigentes a este lado de la línea. En ese sentido
utopía ha tenido menos éxito que el de derecho eran invisibles. Como discurso de emancipa-
y derechos como discurso de emancipación ción, los derechos humanos estaban pensados
social?3 Debemos empezar por reconocer que para prevalecer únicamente a este lado de la
frontera abisal, esto es: en las sociedades me-
tropolitanas. Lo que yo he mantenido es que
2 La matriz liberal concibe a los derechos humanos esa divisoria abisal, que produce radicales ex-
como derechos individuales, y privilegia los derechos clusiones, lejos de ser eliminada al finalizar el
civiles y políticos. Sobre esta matriz se han desarrollado
colonialismo histórico, continúa existiendo
otras concepciones de los derechos humanos, en con-
creto, las inspiradas por las ideas marxistas y, de modo por otros medios (neocolonialismo, racismo,
más general, socialistas, que reconocen derechos colec- xenofobia, permanente estado de excepción en
tivos y privilegian los derechos económicos y sociales. el trato a presuntos terroristas, inmigrantes in-
Sobre las diferentes concepciones de los derechos hu- documentados o personas en busca de asilo, e
manos, véase Santos (2007a: 3-40; 2009b: 454 y ss).
3 Moyn (2010) considera que los derechos humanos
son la última utopía, la gran misión política que emerge aspectos, afinidades con los que vengo defendiendo
después del colapso de todas las demás. Sus análisis desde hace más de dos décadas (Santos, 2009b: 509 y
históricos de los derechos humanos tienen, en algunos ss.). Véase también Goodale (2009a).
Los derechos humanos, una frágil hegemonía211
incluso ciudadanos comunes víctimas de políti- Debido a que son ampliamente compartidas,
cas de austeridad dictadas por el capital finan- tales ilusiones constituyen el sentido común de
ciero). El derecho internacional y las doctrinas los derechos humanos convencionales. Yo dis-
convencionales de derechos humanos han sido tingo cuatro ilusiones: teleología, triunfalismo,
utilizados para garantizar esa continuidad. descontextualización y monolitismo.4
Pero, por otra parte, la ley y los derechos La ilusión teleológica consiste en leer la
tienen una genealogía revolucionaria a este historia hacia atrás, comenzando por el con-
lado de la línea. Tanto la Revolución america- senso que existe hoy respecto a los derechos
na como la Revolución francesa se produjeron humanos y el bien incondicional que entraña,
en nombre de la ley y del derecho. Ernst Bloch y leyendo la historia pasada como una senda
(1995) mantiene que la superioridad del con- lineal que lleva a este resultado. La elección
cepto del derecho tiene mucho que ver con el de los precursores es crucial a este respecto.
individualismo burgués. La sociedad burgue- Tal como comenta Moyn, “estos son pasados
sa, a la sazón emergente, había conquistado utilizables: la construcción de los precurso-
ya la hegemonía económica y luchaba por la res después del hecho” (2010: 12). Una ilusión
hegemonía política, que no tardarían en con- semejante nos impide ver que el presente, así
solidar las revoluciones americana y france- como el pasado, es contingente, y que en cual-
sa. El concepto de ley y derecho se adecuaba quier momento histórico dado compiten entre
perfectamente al individualismo burgués en sí diferentes ideas de la dignidad humana y de
auge, inherente tanto a la teoría liberal como la emancipación social, y que la victoria de
al capitalismo. Resulta fácil, en consecuencia, los derechos humanos es un resultado contin-
concluir que la hegemonía de la que gozan los gente que puede explicarse a posteriori, pero
derechos humanos tiene raíces muy profundas, que no podría haberse previsto de una manera
y que su trayectoria ha sido una senda lineal determinista. La victoria histórica de los dere-
hacia la consagración de los derechos huma- chos humanos se traduce muchas veces en un
nos como principios reguladores de una socie- acto de violenta reconfiguración histórica: las
dad justa. Esta idea de un consenso largamente
establecido se manifiesta de diversas formas,
4 Puede leerse en Santos (1995: 327-364) una primera
cada una de las cuales se basa en una ilusión. formulación de estas ilusiones.
212 Boaventura de Sousa Santos
mismas acciones que, vistas desde otras con- liberación nacional del siglo XX contra el colo-
cepciones de la dignidad humana, serían con- nialismo, así como los movimientos socialistas
sideradas actos de opresión y de dominación, y comunistas, no invocaban la gramática de los
se reconfigurarían como acciones de emanci- derechos humanos para justificar sus causas y
pación y de liberación si se llevaran a cabo en sus luchas.5 Que otras gramáticas y discursos
nombre de los derechos humanos. de la emancipación hayan sido vencidos por los
La segunda ilusión es el triunfalismo, la idea discursos sobre los derechos humanos es algo
de que la victoria de los derechos humanos es que solo debería considerarse inherentemente
un bien humano incondicional. Esta ilusión da positivo si pudiera demostrarse que los dere-
por sentado que todas las demás gramáticas chos humanos, en cuanto lenguaje de la eman-
de la dignidad humana que han competido con cipación humana, tienen un mérito superior por
los derechos humanos eran inherentemente razones distintas del hecho de que han resulta-
inferiores en términos éticos y políticos. Esta do ganadores. Hasta que esto sea así puede que
noción darwiniana no tiene en cuenta un rasgo algunos consideren el triunfo de los derechos
decisivo de la modernidad occidental hegemó- humanos un progreso, una victoria histórica,
nica, de hecho, su verdadero carácter histórico, mientras que otros lo consideran un retroceso,
a saber: el modo en el que esta ha conseguido una derrota histórica.
complementar la fuerza de las ideas que sirven Esta precaución nos ayuda a enfrentarnos
a sus fines con la fuerza bruta de las armas que, con la tercera ilusión: la descontextualización.
supuestamente al servicio de las ideas, es servi- Es de general reconocimiento que los derechos
da en realidad por ellas. Necesitamos, en conse- humanos, en cuanto discurso emancipador, tie-
cuencia, evaluar críticamente los fundamentos nen su origen en la Ilustración del siglo XVIII, la
de la alegada superioridad ética y política de los Revolución francesa y la Revolución america-
derechos humanos. Los ideales de la liberación na. Sin embargo, lo que no suele mencionarse
nacional —socialismo, comunismo, revolución,
nacionalismo— constituían gramáticas alter-
nativas de la dignidad humana. En ciertos mo- 5 Moyn (2010: 89-90) menciona también este punto,
y añade que ni Gandhi, ni Sukarno, ni Nasser veían en
mentos y espacios eran incluso los ideales do-
la doctrina de los derechos humanos un instrumento de
minantes. Basta decir que los movimientos de fortalecimiento de las luchas.
Los derechos humanos, una frágil hegemonía213
es que, desde entonces hasta hoy, los derechos modo se legitimó la invasión de Egipto. Lo mis-
humanos se han utilizado en muy distintos con- mo podría decirse de Robespierre, que fomen-
textos y con objetivos contradictorios. En el si- tó el terror durante la Revolución francesa en
glo XVIII, por ejemplo, eran parte integrante de nombre de la piedad y los derechos humanos.7
los procesos revolucionarios en marcha. Pero Después de las revoluciones de 1848, los dere-
se utilizaron también para legitimar prácticas chos humanos dejaron de formar parte del ima-
que nosotros consideraríamos opresivas cuan- ginario de la revolución y llegaron a ser más
do no completamente contrarrevolucionarias. bien hostiles a toda idea de un cambio revolu-
Cuando en 1798 Napoleón llegó a Egipto, es así cionario de la sociedad. Pero la misma hipocre-
como explicó sus actos a los egipcios: “Pueblo sía (yo la llamaría constitutiva) de invocar a los
de Egipto: nuestros enemigos os dirán que he derechos humanos para legitimar prácticas que
venido a destruir vuestra religión. No les creáis. cabe considerar violaciones de estos derechos
Decidles que he venido a restablecer vuestros ha proseguido durante el pasado siglo y medio,
derechos, castigar a vuestros usurpadores y y quizá sea hoy más evidente que nunca. A par-
exaltar la verdadera fe en Mahoma”.6 De este tir de mediados del siglo XIX, se separó el dis-
curso sobre derechos humanos de la tradición
revolucionaria y empezó a concebirse como
6 “Proclama de Napoleón destinada a los egipcios, 2 una gramática despolitizada del cambio social,
de julio de 1798”, cit. en Hurewitz (ed.) 1975: 116. Vis-
to desde “el otro lado de la línea”, desde el lado de los una especie de antipolítica. En el mejor de los
pueblos invadidos, la proclamación de Napoleón no en- casos, los derechos humanos se subsumieron
gañó a nadie sobre sus propósitos imperialistas. He aquí en las leyes del Estado, conforme el Estado
como el cronista egipcio Al-Jabarti, testigo de la inva- asumía el monopolio de la producción de dere-
sión, disecciona la Proclamación punto por punto: “Él
cho y la administración de la justicia. Debido a
[Napoleón] prosigue entonces con algo todavía peor y
dice (¡que Dios le traiga la perdición!) ‘Sirvo más a Dios
que los mamelucos […] No tengo dudas de que se trata
de una mente trastornada y de un exceso de locura. [Al- de la frase sea ‘Tengo más tropas y más dinero que los
Jabarti muestra en detalle los errores gramaticales de mamelucos’ […] Así que su declaración ‘Yo sirvo a Dios’
la Proclamación, escrita, según él, en árabe coránico de es más bien un embuste que una declaración” (1993: 31).
poca calidad y concluye:] Con todo es posible que no 7 Para un análisis detallado de este tema, véase
haya ninguna inversión y que el verdadero significado Arendt (2004 y 2006).
214 Boaventura de Sousa Santos
esto, la Revolución rusa, a diferencia de las re- consiste en negar o minimizar las tensiones
voluciones francesa y americana, se realizó no de las teorías sobre los derechos humanos e
en nombre del derecho, sino contra el derecho incluso sus contradicciones internas. Basta re-
(Santos, 2009b: 353). Gradualmente, el discur- cordar que la Declaración de los derechos del
so predominante de los derechos humanos se hombre por la Revolución francesa es ambiva-
fue convirtiendo en el discurso de la dignidad lente, ya que habla de los derechos del hombre
humana, consonante con la política liberal, el y del ciudadano. Desde el primer momento, los
desarrollo capitalista y sus distintas metamor- derechos humanos fomentan la ambigüedad
fosis (liberal, socialdemocrática, dependiente, creando pertenencia a dos diferentes identida-
fordista, posfordista, fordista periférica, corpo- des colectivas. Una de ellas es supuestamente
rativa, estatal-capitalista, neoliberal, etcétera), una colectividad totalmente inclusiva: la huma-
y con el colonialismo, asimismo metamorfo- nidad. De ahí los derechos humanos. La otra es
seado (neocolonialismo, colonialismo interno, mucho más restrictiva: la colectividad que for-
racismo, trabajo análogo al trabajo esclavo, man los ciudadanos de un Estado dado. Esta
xenofobia, islamofobia, políticas migratorias tensión ha sido desde entonces una perturba-
represivas, etcétera). Así tenemos que tener en ción para los derechos humanos. La finalidad
cuenta que el mismo discurso de derechos hu- de la adopción de declaraciones internaciona-
manos ha tenido muchos significados muy di- les, y de regímenes e instituciones internacio-
ferentes en los distintos contextos históricos, nales de derechos humanos, era garantizar una
y ha legitimado tanto prácticas revolucionarias dignidad mínima a los individuos allí donde no
como contrarrevolucionarias. Hoy ni siquiera existieran sus derechos como miembros de
podemos estar seguros de si los actuales dere- una colectividad política, o fueran violados. En
chos humanos son un legado de las modernas el curso de los dos últimos siglos, los derechos
revoluciones o de sus ruinas, de si tienen tras humanos se fueron gradualmente incorporan-
de sí una energía revolucionaria, emancipado- do a las constituciones y se reconceptualizaron
ra, o una energía contrarrevolucionaria. como derechos de ciudadanía garantizados
La cuarta ilusión es el monolitismo. La ex- directamente por el Estado y aplicados coerci-
plico con mayor detalle teniendo en cuenta tivamente por los tribunales de justicia: dere-
el tema principal de este libro. Esta ilusión chos civiles, políticos, sociales, económicos y
Los derechos humanos, una frágil hegemonía215
culturales. Pero lo cierto es que la protección curso de este proceso, los inmigrantes, sobre
efectiva y amplia de los derechos de ciudada- todo los trabajadores migrantes indocumenta-
nía ha sido siempre precaria en la gran mayoría dos, descienden aún más, hasta convertirse en
de los países, y los derechos humanos han sido “comunidad” subhumana.
invocados principalmente en situaciones de La otra tensión que ilustra la índole ilusoria
erosión o de violación particularmente grave del monolitismo es la tensión entre los dere-
de los derechos de ciudadanía.8 Los derechos chos individuales y los derechos colectivos.
humanos emergen como el umbral más bajo de La Declaración Universal de Derechos Huma-
inclusión, un movimiento descendente desde nos (DUDH) por la Asamblea General de las
la comunidad más densa de los ciudadanos a la Naciones Unidas, la primera gran declaración
comunidad más diluida de la humanidad. Con universal del siglo pasado, que iría seguida de
el neoliberalismo y su ataque al Estado como otras varias declaraciones, solo reconoce dos
garante de derechos, especialmente de dere- sujetos de derechos: el individuo y el Estado.
chos sociales y económicos, la comunidad de Los pueblos solo son reconocidos en la medida
ciudadanos se diluye hasta tal punto que pasa en que se convierten en Estados. Hay que se-
a ser indistinguible de la comunidad de los se- ñalar que cuando fue adoptada la Declaración
res humanos y de los derechos de ciudadanía existían muchos pueblos, naciones y comunida-
trivializados como derechos humanos. La prio- des que carecían de Estado. En consecuencia,
ridad concedida por Arendt (2006) a los dere- desde el punto de vista de las Epistemologías
chos ciudadanos sobre los derechos humanos, del Sur, hay que considerar a esta Declaración
que una vez estuvo preñada de consecuencias, colonialista (Burke, 2010; Terretta, 2012).10
se desliza hacia la vacuidad normativa.9 En el
10 El monolitismo de la Declaración universal de dere-
chos humanos, incluso dentro de los límites del “mundo
8 Esto es lo que está ocurriendo hoy en muchos paí- occidental”, es mucho más aparente que real. Basta pensar
ses de la Unión Europea golpeados por la crisis econó- en las diferencias de interpretación hechas públicas desde
mica y financiera de la eurozona. el principio en el libro de comentarios e interpretaciones
9 Mucho antes de Arendt, en 1843, se refiere Marx a de la Declaración editado por la UNESCO en 1948. Las
esta misma ambigüedad entre derechos de ciudadanía observaciones hechas por Jacques Maritain, Harold Laski,
y derechos humanos (Marx, 1977). Teilhard de Chardin, Benedetto Croce y Salvador de Mada-
216 Boaventura de Sousa Santos
lo que hacen. Solo muy lentamente han llega- universalmente válidos con independencia del
do los derechos colectivos a formar parte de contexto social, político y cultural en que se
la agenda política nacional o internacional. En apliquen, y de los distintos regímenes de dere-
todo caso, subsiste siempre la contradicción o chos humanos que existan en diferentes regio-
la tensión respecto a las concepciones más in- nes del mundo; en nuestra época, los derechos
dividualistas de los derechos humanos.11 humanos constituyen la única gramática y len-
Tener en mente estas ilusiones es crucial guaje de oposición del que se dispone para en-
para construir una concepción y una práctica frentarse a las “patologías del poder”; los vio-
contrahegemónicas de los derechos humanos, ladores de los derechos humanos, no importa
especialmente cuando deben basarse en un lo horrendas que hayan sido las violaciones
diálogo con otras concepciones de la dignidad perpetradas, han de ser castigados respetando
humana y de las prácticas en su defensa. Con el los derechos humanos; cuestionar los dere-
fin de esclarecer mejor lo que estoy pensando, chos humanos por sus supuestas limitaciones
voy a proceder a definir lo que considero que es culturales o políticas contribuye a perpetuar
la concepción hegemónica o convencional de los males que estos derechos están destinados
los derechos humanos. Considero que la com- a combatir; el fenómeno recurrente de las do-
prensión convencional de tales derechos tiene bles normas de cumplimiento de los derechos
algunas de las siguientes características:12 son humanos no compromete en modo alguno su
validez universal. Se basan en la idea de la
11 Otra dimensión de la ilusión del monolitismo es
el tema de las premisas culturales occidentales de los consideramos el mundo como un todo como “audiencia
derechos humanos y la búsqueda de una concepción in- pertinente”, la comprensión de los derechos humanos
tercultural de los mismos. Solo lo trato aquí en lo que se que aquí presentamos dista de ser aceptada por con-
refiere a la relación entre derechos humanos y teologías senso o por sentido común. Pero, por otra parte, no
políticas. Me ocupo de esta dimensión, de manera más es dominante en el sentido de ser el resultado de una
general, en otro lugar (Santos, 2007b). Véanse también imposición coercitiva preponderante (aunque a veces
An-na’im (1992), Eberhard (2002), Merry (2006) y Goo- ese sea el caso). Para mucha gente en el mundo es una
dale (2009b). concepción demasiado arraigada como para ser posible
12 En el sentido que le damos aquí, convencional sig- luchar contra ella y demasiado extranjera como para
nifica menos que hegemónica y más que dominante. Si que valga la pena luchar por ella.
Los derechos humanos, una frágil hegemonía219
dignidad humana que se asienta a su vez en frecuencia contradictorios entre sí? En la raíz
una concepción de la naturaleza humana como de la perplejidad que subyace a esta pregunta se
individual, autosustentada y cualitativamente encuentra el reconocimiento, hoy cada vez más
distinta de la naturaleza no humana; la libertad inequívoco, de que hay muchas cosas que se han
religiosa solo puede garantizarse hasta el pun- dejado fuera de la comprensión moderna y oc-
to en que la esfera pública esté libre de religión, cidental del mundo y, por tanto, de los derechos
la premisa del secularismo; lo que se considera humanos universales occidentalocéntricos.
violación de los derechos humanos lo definen La respuesta convencional a esta pregunta
las declaraciones universales, las instituciones es que tal diversidad solo ha de reconocerse en
multilaterales (tribunales y comisiones) y las la medida en que no contradiga los derechos
organizaciones no gubernamentales (radicadas humanos universales. Al postular la universali-
en su mayoría en el norte); las violaciones de dad abstracta de la concepción de la dignidad
los derechos humanos pueden medirse adecua- humana que subyace a los derechos humanos,
damente de acuerdo con indicadores cuantita- esta respuesta banaliza la perplejidad inheren-
tivos; el respeto de los derechos humanos es te a la pregunta. Se considera irrelevante que
mucho más problemático en el Sur global que tal concepción se base en premisas occiden-
en el Norte global. tales, ya que el postulado de la universalidad
Los límites de esta concepción de los dere- de los derechos humanos hace que la histori-
chos humanos se tornan evidentes en las res- cidad de estos no se interfiera con su estatus
puestas que dan a una de las más importantes ontológico.13 Aceptado de manera general por
cuestiones de nuestro tiempo. La perplejidad el pensamiento político hegemónico, sobre
que esta suscita sirve de base al impulso de
construir una concepción contrahegemónica
13 Otro modo de abordar el tema ontológico es defen-
de los derechos humanos como la que se pro- der que los derechos humanos no son ni almejas mora-
pone aquí. La cuestión puede formularse de les ni reivindicaciones de la verdad. Son una demanda
este modo: si la humanidad es solo una, ¿por política, y su atractivo global no presupone ningún fun-
qué hay tantos principios diferentes en relación damento moral aceptado universalmente. Este punto lo
defiende convincentemente Goodhart (2013: 36). Que-
con la dignidad humana y con una sociedad
da sin respuesta por ahora la cuestión de por qué goza
justa, todos ellos supuestamente únicos y con de un atractivo global semejante.
220 Boaventura de Sousa Santos
Santos, B. de Sousa 2007a “Human Rights Santos, B. de Sousa 2009a “Más allá del
as an Emancipatory Script? Cultural and pensamiento abisal: de las líneas globales
Political Conditions” Santos, B. de Sousa a una ecología de saberes” en Santos, B.
(ed.) Another Knowledge is Possible de Sousa (ed.) Una Epistemología del
(Londres: Verso), pp. 3-40. Sur. La reivención del Conocimiento y la
Santos, B. de Sousa 2007b “Para além do Emancipación Social (Buenos Aires: Siglo
Pensamento Abissal: Das linhas globais XXI/CLACSO), pp. 160-209.
a uma ecologia de saberes” en Revista Santos, B. de Sousa 2009b Sociología jurídica
Crítica de Ciências Sociais Nº 78, pp. 3-46. crítica. Para un nuevo sentido común del
derecho (Madrid: Trotta).
El Estado, el derecho consuetudinario
y la justicia popular*
la carencia en la actuación estatal en algunas “justicia popular” revela que la idea es muy
áreas de los territorios;2 3) como expresión de controvertida, y que el concepto que se busca
sistemas de justicia que coexisten con el dere- caracterizar es muy polisémico. En mi investi-
cho estatal, contribuyendo a su legitimación;3 gación sociológica sobre la administración de
4) como iniciativa de la(s) comunidad(es) justicia y las instancias de resolución de litigios,
cooptada por el poder del Estado para el man- surgieron al menos tres acepciones diferentes
tenimiento del orden en donde este no tiene de justicia popular, que constituyen otros tantos
legitimidad o acceso; o 5) como medida post- posibles tipos. El primer tipo es el “derecho de
revolucionaria o de consolidación de la inde- Pasárgada”4 analizado en O Direito dos Opri-
pendencia, incorporada en el sistema jurídico midos (El derecho de los oprimidos).5 La reso-
como medio de pacificación y educación popu- lución de litigios realizada por la Associação de
lar (Nina, 1993: 56). Moradores de Pasárgada [Asociación de Veci-
La simple enumeración de los diferentes nos de Pasárgada] puede ser considerada como
tipos de justicia que se han designado como una forma de justicia popular, una justicia de
base comunitaria, paralela al sistema oficial de
justicia y ni siquiera reconocida como tal por
2 Por ejemplo, en Sudáfrica, la justicia popular ha
emergido, sin reconocimiento oficial, como forma de este último, destinada a resolver conflictos in-
movilización comunitaria para la solución de litigios en traclasistas con recursos normativos amplia-
los lugares donde la actuación del Estado es deficien- mente compartidos. El segundo tipo es la jus-
te. Ver Tshehla (2002), Choudree (1999) y South Afri- ticia popular que analicé en mi libro A justiça
can Law Comission (1999). En el caso del régimen del
popular em Cabo Verde con referencia a Cabo
apartheid (1994), la justicia popular en los townships
y zonas rurales era muy fuerte y diversificada (Scharf,
1989; Burman & Scharf, 1990; Allison, 1990; Nina, 1995).
Esta riqueza y diversidad fueron la otra cara de la resis- 4 Nombre ficticio dado a la favela Jacarezinho de
tencia contra una justicia colonialista y racializada, tan Río de Janeiro en el libro O Direito dos Oprimidos (El
bien retratada por Sachs (1973). derecho de los oprimidos) del mismo autor, publicado
3 Baxi (1985) sugiere que la coexistencia de la jus- originalmente en inglés en 1974 y en portugués en 2015
ticia popular y del derecho estatal aporta a la legitima- (nota del traductor).
ción de este último, combatiendo sus aspectos negati- 5 Primer volumen de la colección “Sociologia Crítica
vos y fortaleciendo los positivos. do Direito” (Sociología crítica del derecho).
El Estado, el derecho consuetudinario y la justicia popular 225
Verde. Se trata de una forma de justicia institu- en los Estados socialistas durante el siglo XX,
cionalizada, reconocida oficialmente como tal, y que tenían (o decían tener) por lo menos al-
integrada de una u otra forma al sistema gene- gunas de las características innovadoras en la
ral de administración de justicia (el cual es a ve- administración de justicia ensayadas por Ango-
ces llamado globalmente justicia popular) que la, Mozambique, Guinea-Bissau, Santo Tomé y
se caracteriza (o pretende caracterizarse) por Príncipe o Cabo Verde en el período inmediata-
la proximidad normativa, institucional, cultural mente posterior al fin del colonialismo.
y discursiva, por la fácil accesibilidad, por el ca- Es en ese contexto que realizaré algunas
rácter desprofesionalizado de sus operadores. consideraciones acerca de la relación entre
El tercer tipo de justicia popular, el más con- derecho consuetudinario y justicia popular.6 Se
trovertido, es una justicia explícitamente clasis-
ta, protagonizada por las clases populares, en
conflicto con el sistema de justicia oficial, con- 6 Durante la fase de transición revolucionaria, la jus-
ticia popular fue practicada en un contexto de dualidad
siderado burgués y/o protector de las élites en de poderes y sin ninguna referencia al derecho consue-
el poder, destinada a resolver conflictos inter- tudinario. Por ejemplo, en Angola, se da el caso del pri-
clasistas, con escasa base institucional, siendo mer “juicio popular”, realizado en Luanda aun antes de
estructuralmente precaria y fugaz. Este tipo de la proclamación de la independencia (11 de noviembre
justicia popular fue teorizado por los marxistas de 1975). Con el título “Realizou-se ontem pela primei-
ra vez em Luanda um julgamento popular” (“Se realizó
en el marco del concepto de dualidad de pode- ayer por primera vez en Luanda un juicio popular”), el
res. Corresponden de algún modo a este tipo Diário de Luanda del 28 de agosto de 1975 notificaba:
los pocos casos de justicia popular que se pro- “se realizó por primera vez en Luanda un juicio popular.
dujeron durante la Revolución del 25 de abril de Los criminales [6 elementos de las Fuerzas Armadas
Populares de Liberación de Angola (FAPLA) acusados
1974 en Portugal y que analizo en el cuarto volu-
de violar, robar y asesinar a 11 personas] fueron fusi-
men de la colección “Sociologia Crítica do Dire- lados por decisión del Pueblo, a propuesta de la Sec-
ito” (Sociología crítica del derecho). Además de ción de Justicia del Comisariado Político del Estado
estos tipos, hay varios otros que pueden ir desde Mayor General de las FAPLA. Presidió el juicio Manuel
actos aislados de linchamiento hasta sistemas Pacavira, coordinador nacional del Departamento de
Organización de Masas (DOM), y miembro del ‘bureau’
completos de justicia, a los que se da globalmen-
político del Movimiento Popular para la Liberación de
te el nombre de justicia popular, como sucedió Angola (MPLA). Participaron muchos ciudadanos”.
226 Boaventura de Sousa Santos
del materialismo dialéctico; el mismo cariz de derecho tradicional” (1979: 56-57). Un ejem-
metafísico de la costumbre es factor de oscu- plo de este criterio puede preverse en la con-
rantismo y perjudicará tendencialmente el pro- clusión a la que llegan los autores del estudio
greso económico y social del país”. Por eso se ya mencionado (Dagnino, Honwana & Sachs,
propone que las costumbres, en lugar de fuente 1982) sobre los derechos de familia tradiciona-
inmediata del derecho, sean tan solo una fuen- les en Mozambique: las normas de los sistemas
te mediata, y consecuentemente solo serán ele- de justicia que se engloban dentro de la cate-
vados a la categoría de ley “siempre que sean goría del derecho tradicional no tienen futuro
factores determinantes del progreso económi- como parte del sistema legal aplicado por los
co y social, y serán rechazados siempre que se tribunales, independientemente de la necesi-
desajusten con respecto a los principios polí- dad de ser estudiados como parte del patrimo-
ticos orientadores del nuevo tipo de sociedad nio histórico y cultural del país.7
que se pretende construir”. De manera similar,
en el informe de Cabo Verde referido a dicho 7 En el caso de Angola, es particularmente esclarece-
Encuentro puede leerse: dor el Relatório sobre o Exercício da Justiça Privada
(Informe sobre el ejercicio de la justicia privada) elabo-
Pero después de recogidos, no debemos quedar rado por el Tribunal Judicial de la Comarca de Lunda Sur
extasiados ante los usos y costumbres del pue- (Angola) y publicado el 12 de diciembre de 1978. Justicia
blo. Debemos ser capaces de distinguir en su privada era una designación usada para referirse al dere-
conjunto lo esencial de lo secundario, lo positivo cho consuetudinario y a todas las formas de justicia no
de lo negativo, lo progresista de lo reaccionario, oficial, emergentes de la sociedad civil. En ese informe
se puede leer lo siguiente (la cita es larga porque es muy
todo ello en función de las exigencias del progre-
rica): “Analizamos los hechos desde el punto de vista
so económico, social y cultural de Cabo Verde histórico, étnico y de la cultura tradicional del ‘Derecho
(1979: 56). consuetudinario’ de nuestro Pueblo. Sin embargo, re-
saltan a nuestra inteligencia ciertos fenómenos sociales
Y concluye que “la reconstrucción nacional, tradicionales, tanto históricos como jurídicos, debidos a
la profundización de la descolonización, la lu- las constantes transformaciones que el Pueblo sufre en
su propia época evolutiva y revolucionaria, no obstante
cha por la liberación de las fuerzas producti-
la falta de documentos histórico-jurídicos no escritos, por
vas nacionales pueden imponer (y creemos lo que urge comenzar a concretar esta gran fuente de va-
que imponen) el alejamiento de ciertas reglas lor a nivel nacional e incluso internacional. Así, la Justicia
228 Boaventura de Sousa Santos
La preocupación por la reconstitución de la En este último país, podría decirse que la posi-
justicia popular en esos moldes fue particular- ción crítica vigilante en relación a los derechos
mente fuerte en Cabo Verde y en Mozambique.10 consuetudinarios en su dimensión normativa se
complementa con una posición de soporte acti-
vo en relación a su dimensión institucional. Dice
“en las Zonas Liberadas la aplicación de la justicia se ba- el artículo ya mencionado sobre los derechos
saba en la línea política del FRELIMO y en el estudio del
tradicionales de la familia:
derecho consuetudinario local. La implantación de Tri-
bunales Populares, en particular en esta fase, permitirá
continuar y desarrollar esta experiencia orientándonos Es necesario conocer los aspectos más signifi-
hacia la uniformidad de las medidas justas y para el re- cativos de la forma tradicional de resolución de
chazo y combate enérgico a las medidas injustas anacró- problemas, los cuales fueron recuperados, trans-
nicas y contrarias a la Constitución de la República Po- formados y absorbidos por el sistema de Justicia
pular de Mozambique. De este modo el Tribunal Popular Popular, y los cuales le confieren en gran medida
será también la escuela donde vamos a aprender lo que su vitalidad y personalidad [...] No es casual que
no conocemos y donde vamos a enseñar lo que apren- hoy campesinos analfabetos resuelvan una gama
demos en otras partes del país. Porque la vocación del
de problemas del pueblo, de una forma rápida y
tribunal popular será la de lanzar de Rovuma a Maputo
las mismas medidas para las mismas situaciones, lo que justa: ellos tienen detrás de sí la experiencia de
constituye una base permanente donde se revive, se crea generaciones de personas acostumbradas a resol-
y se construye la unidad del pueblo mozambiqueño. Es ver los conflictos de modo colectivo.
en esta amplia perspectiva que debemos situar nuestro
trabajo. En la perspectiva de la revolución, de la trans- Como subrayaba Albie Sachs, a propósito de
formación radical de una sociedad que crea su propio la presencia de la justicia islámica en Mozambi-
destino y destruye el papel de aquellos que tradicional-
mente lo retenían por poseer formación jurídica” (Tiem-
que, los tribunales populares “aplican una jus-
po, 1979, N° 413, p. 24). ticia popular y buscan soluciones concretas a
10 Sobre el proyecto de investigación sobre los sis-
problemas concretos. La nueva legislación no
temas de justicia (en plural) en Mozambique que di- va a ser impuesta, va a ser asumida” (1981: 13).
rigí con Juan Carlos Trindade, ver Santos y Trindade Las referencias anteriores son suficientes para
(2003). Una pequeña parte de este trabajo será publi-
cada en el quinto volumen de la colección “Sociologia
Crítica do Direito” (Sociología crítica del derecho) jurídica do mundo (El pluriverso del orden: la diver-
bajo el título O pluriverso da ordem: a diversidade sidad jurídica del mundo).
El Estado, el derecho consuetudinario y la justicia popular 231
Son frecuentes los relatos en la prensa sobre sociales, correspondientes a los tribunales de
la falta de interés popular por esos tribunales camaradas soviéticos (Waltós & Skupinski,
y sobre el exceso del control del partido como 1984: 1153-1168). Por otro lado, en cualquiera
posible causa de ese desinterés.13 Según los es- de esos países el papel de los asesores popula-
tudios de la época, los tribunales de camaradas res o de los jueces legos ha sufrido algún des-
en la (entonces) Unión Soviética tenían poca gaste, replegándose a una posición poco activa
vitalidad, sobre todo en los lugares de trabajo, y algo desinteresada durante las audiencias de
y no eran tomados muy seriamente, ni por las discusión y juicio. En Cuba hay indicios tam-
autoridades, ni por el público. El 13 de septiem- bién de que, a pesar de la institucionalización
bre de 1979, el diario Pravda relataba que “hay plena de la justicia popular, no se logran hoy
cientos de tribunales de camaradas en la ciu- (1984) los niveles de movilización popular y de
dad, pero ni siquiera la mitad de ellos funcio- involucramiento cívico en la administración de
na”. Una conclusión similar parece poder dedu- la justicia semejantes a aquellos que se obtuvie-
cirse de estudios polacos sobre los tribunales ron después de 1962 cuando, tras el discurso
de Fidel Castro a alumnos y profesores de la
Escuela de Ciencias Jurídicas de La Habana, se
tribunales de camaradas. Sin embargo, al comienzo de
la Segunda Guerra Mundial habían desaparecido casi lanzaron los primeros tribunales populares en
completamente. La razón más plausible se relaciona con las montañas de Oriente. Un excesivo control
el hecho de que la legislación estalinista les retirara el partidario en la selección de los jueces puede
grueso de su jurisdicción, reservando severas penaliza- ser la causa de ese proceso.14
ciones criminales para los infractores de la disciplina del
trabajo y otras ofensas menores. Estos se reavivaron con
Khrushchev, tras la muerte de Stalin, recuperando parte 14 Una detallada evaluación de las primeras décadas
de su importancia tras el 21º Congreso del Partido cele- de los tribunales populares en Cuba puede ser leída en
brado en 1959 (Berman, 1978: 288-289). La importancia Debra Evenson (1994). Según la autora: “los Tribunales
del retorno de estos tribunales de camaradas se basaba Populares, por su parte, reflejaron el deseo idealista de
en la censura colectiva de los que violaban las normas, democratizar la justicia, al menos al nivel más popular.
en la crítica constructiva y en la censura moral, en lugar No fueron creados con consulta de la judicatura exis-
del castigo (Savitsky & Mikhailov, 1984: 1125). tente ni fueron supervisados por
ella. Por el contrario,
13 Confirmado más tarde, entre otros, por Wolfe su creación corrió a cargo de una comisión organizada
(1989). por la Facultad de Derecho en octubre de 1962 tras
El Estado, el derecho consuetudinario y la justicia popular 235
conocido como “Ley de Justicia Militar”, de 19 de de esta ley, proporcionar un criterio de orienta-
septiembre de 1966.17 Como dice su preámbulo, ción a los responsables del poder jurisdiccio-
redactado por el Buró Político del Partido Africa- nal en nuestras Fuerzas Armadas” (1966: 1-3).
no para la Independencia de Guinea y Cabo Ver- En 1968-1969 se inició la creación de tri-
de (PAIGC), esta ley reunía: bunales populares en las zonas liberadas de
Guinea-Bissau.18 En esos tribunales los jueces,
en un solo texto, junto con disposiciones pura- en cuanto eran electos, ponían al tribunal en
mente disciplinarias, nuestro Derecho y nuestros funcionamiento, tratando “casos civiles, cuyos
Procesos Penales Militares actuales. Además, juicios constituían un período de práctica para
traduciendo una parte del esfuerzo emprendido
nuestros jueces populares”.
por nuestro Partido en el sentido del perfeccio-
Esta tradición encontraría eco en la Guía
namiento de la organización de nuestra sociedad,
se fija en la presente ley la organización de los de los Tribunales Populares de Cabo Verde,
tribunales de nuestras Fuerzas Armadas. realizada en 1977. En el caso específico del
funcionamiento de los tribunales, después de
Y añade, justificando la importancia y la es- recomendar que al menos uno de los jueces
pecificidad de ese código: “Del mismo modo debía provenir del comité político de la zona
que tenemos la necesidad de dar desde ahora “para poder establecer siempre una estrecha
mismo un ordenamiento jurídico a los diversos relación entre la actividad del tribunal popu-
aspectos de nuestra vida y de nuestra lucha, es lar y las directrices del partido”. Añadía luego:
también imperioso evitar que ese ordenamien- “Sin embargo, este elemento no debe ser el
to venga a obstaculizar la constante transfor- responsable político de la zona, para evitar la
mación, la permanente renovación que es la acumulación de responsabilidades en un solo
marcha victoriosa de nuestro pueblo hacia la individuo, abusos de poder y malentendidos”.19
Libertad y el Progreso. Por eso, más que fijar el
Derecho, el Partido quiere, con la publicación
18 Ver Relatório dos serviços da população e justiça,
21 de abril de 1970. En <http://hdl.handle.net/11002/
fms_dc_39953> acceso 31 de mayo de 2014.
17 En <http:hdl.handle.net/11002/fms_dc_40239> ac- 19 Este tema es desarrollado en detalle en el estudio
ceso 31 de mayo de 2014. sobre los tribunales de zona en Cabo Verde. Ver Santos,
238 Boaventura de Sousa Santos
Esto significa que los Estados africanos son esos países. En los barrios, en las aldeas, en los
conscientes de que en esas recomendaciones grupos sociales, en las escuelas, en las fami-
se tejen líneas muy finas que pueden hacer pen- lias, en suma, fuera del Estado, se identifican
der la balanza hacia un lado o hacia el otro. instancias de producción jurídica que emergen
de las relaciones sociales en esos sectores, las
El derecho y el Estado cuales se articulan de modos diversos con el
La tercera y última cuestión se refiere a la derecho ejercido por el Estado. Es incorrecto,
relación entre el derecho y el Estado. Es una por lo tanto, reducir la vida jurídica a las di-
cuestión muy compleja y que se relaciona rectivas normativas formales producidas por el
obviamente con la anterior, aunque sea más Estado. Además de estas directivas, existen mi-
amplia. No cabe aquí tratarla en desarrollo. croclimas jurídicos, prácticas jurídicas especí-
La menciono solo para referir que se trata de ficas que emergen de las relaciones sociales en
un dominio en el que los países africanos pue- esos sectores y que, a pesar de ser informales,
den beneficiarse del conocimiento sociológi- tienen una elevada eficacia.
co sobre el derecho acumulado en las últimas Todo esto nos lleva a concluir que, incluso
décadas en los países del mundo capitalista. en los países más desarrollados, es erróneo
Muchos estudios (entre los cuales puedo citar desde un punto de vista sociológico reducir el
los que he realizado en las favelas de Río de derecho al derecho estatal. Es decir, hay varios
Janeiro)20 revelan que en esas sociedades la modos de juridicidad, varios modos de produc-
identificación del derecho con el derecho es- ción jurídica, los cuales se articulan de forma
tatal, inscrita en la matriz político-jurídica del diversa bajo el dominio del derecho estatal,
Estado liberal y reproducida teóricamente por componiendo en su conjunto lo que llamamos
el dogma jurídico desde el siglo XIX, no se co- formación jurídica.21
rresponde con las realidades socio-jurídicas de Este conocimiento puede ser útil a los nuevos
países africanos, donde las formas de pluralismo
Boaventura de Sousa (2015), A justiça popular em
Cabo Verde. São Paulo: Editora Cortez. 21 Este tema me acompañó a lo largo de varias déca-
20 Ver O direito dos oprimidos (primer volumen de la das y está muy presente en todos los volúmenes de la
colección “Sociologia Crítica do Direito”). colección “Sociologia Crítica do Direito”.
El Estado, el derecho consuetudinario y la justicia popular 239
jurídico están muy vinculadas. Una preocupa- Burman, S.; Scharf, W. 1990 “Creating people’s
ción excesiva en centralizar y uniformizar pue- justice: street committees and people’s
de acabar siendo perjudicial para la aceptación courts in a South African city” en Law and
del nuevo derecho y para la administración de Society Review (Wiley-Blackwell) Nº 24(3) ,
justicia en construcción. Es necesaria una sabia pp. 693-744.
prudencia para salvaguardar la unidad básica de Choudree, R. B. G. 1999 “Traditions of conflict
la formación política sin destruir la capacidad resolution in South Africa” en African
de creatividad popular, tradicional o nueva, a Journal in Conflict Resolution (ACCORD)
nivel local y regional, sin la cual no será posible Nº 1(1), pp. 9-27.
crear una verdadera identidad nacional en el ca- Dagnino, F.; Honwana, G.; Sachs, A. 1982
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Cuando los excluidos tienen derecho:
justicia indígena, plurinacionalidad
e interculturalidad*
ra idea es que el derecho y la justicia son una edificio jurídico y político del Estado moderno
de las ventanas privilegiadas para analizar las colonial. Por esta razón, las luchas indígenas tie-
contradicciones, las ambivalencias, los ritmos, nen potencial para radicalizar (en el sentido de ir
los avances y retrocesos de los procesos de a las raíces) los procesos de transformación so-
transformación social, sobre todo de los que se cial, sobre todo cuando asumen una dimensión
afirman como portadores de nuevos proyectos constituyente. Cuando el Estado y el derecho
políticos o como momentos decisivos de tran- son puestos en discusión en un proceso consti-
sición política. El Estado y el derecho moder- tuyente la tendencia es mantener el control de la
nos tienen una característica contradictoria: discusión e imponer límites al cuestionamiento.
para consolidar eficazmente relaciones de po- Sucede que, hacia el fin de siglos de hegemonía
der desigual en la sociedad, tienen que negar y colonización del imaginario político, el Estado
de manera creíble la existencia de tal desigual- y el derecho eurocéntricos, incluso cuando son
dad. Lo ideal es que los oprimidos por ese po- sacudidos, mantienen creíble la línea de separa-
der desigual crean que no hay desigualdad por- ción entre lo que es cuestionable y criticable (lo
que el Estado es legítimo y soberano y porque que está en este lado de la línea) y lo que no lo es
el derecho es autónomo y universal. Cuando (lo que está en el otro lado de la línea).3 Quienes
esto ocurre, puede decirse que el (des)orden están en mejores condiciones para desafiar ese
jurídico-político es hegemónico. Sin embargo, control y esos límites son los grupos sociales
en procesos de transformación profunda, esta que siempre fueron situados al otro lado de la
construcción político-jurídica, aparentemente línea, vueltos invisibles precisamente para que
inatacable en tiempos normales, es la primera la línea no fuese visible, es decir, para que su ex-
en derrumbarse. De ahí el interés por analizar a clusión y sufrimiento no fueran cuestionables y,
través del derecho lo que está y siempre estuvo en último término, no tuviesen límites.
más allá de él.
La segunda razón es que lo que verdaderamen-
te distingue las luchas indígenas de las restantes 3 Hago aquí referencia a mi teoría del pensamiento
luchas sociales en el continente americano es el abisal moderno que se caracteriza por diseñar una línea
que crea la total exclusión (por negación de su existen-
hecho de reivindicar una precedencia histórica
cia) a lo que está del otro lado de la línea. Al respecto
y una autonomía cultural que desafían todo el ver Santos (2009b).
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 245
Hacia el final de la última década, Bolivia con los vínculos eurocéntricos que han con-
y Ecuador fueron los dos países latinoame- dicionado los procesos de desarrollo en los
ricanos que pasaron por transformaciones últimos doscientos años.
constitucionales más profundas en el curso
de movilizaciones políticas protagonizadas El proceso de transición
por los movimientos indígenas y por otros y la justicia indígena
movimientos y organizaciones sociales y po- Entre los vínculos eurocéntricos que condi-
pulares. No es de extrañar, por tanto, que las cionaron las independencias del siglo XIX se
constituciones de ambos países contengan encuentran el Estado y el derecho, concebidos
embriones de una transformación paradig- como monolíticos y monoculturales, el capi-
mática del derecho y el Estado modernos, talismo dependiente, el colonialismo interno,
hasta el punto de resultar legítimo hablar de el racismo, el autoritarismo y el centralismo
un proceso de refundación política, social, burocráticos, y el canon cultural occidental.
económica y cultural. El reconocimiento de Sobre esta base se diseñaron políticas eco-
la existencia y legitimidad de la justicia indí- nómicas, educativas, culturales, lingüísticas,
gena que, para remitirnos al período posterior sanitarias, de seguridad, asistencialistas, terri-
a la independencia, venía de décadas atrás, toriales fundadas en la exclusión, represión o
adquiere un nuevo significado político. No se invisibilización de las maneras de vivir, pensar,
trata solo del reconocimiento de la diversidad actuar y sentir en colisión con los principios
cultural del país o de un expediente para que nacionalistas liberales.
las comunidades locales y remotas resuelvan Romper con todos estos vínculos es tarea de
pequeños conflictos en su interior, garanti- una época histórica y no de un proceso polí-
zando la paz social que el Estado en ningún tico sujeto al ciclo electoral de la democracia
caso podría garantizar por falta de recursos liberal. En estas circunstancias, los proyectos
materiales y humanos. Se trata, por el contra- constitucionales transformadores tan solo son
rio, de concebir la justicia indígena como par- puntos de partida para cambios de época, aper-
te importante de un proyecto político de vo- tura a nuevos rumbos y nuevas gramáticas de
cación descolonizadora y anticapitalista, una lucha política. Inauguran, en suma, un proceso
segunda independencia que finalmente rompa de transición histórica de largo plazo.
246 Boaventura de Sousa Santos
El problema de estos procesos es que las que la justicia indígena, ahora integrada en
sociedades no pueden vivir en el largo plazo, un proyecto de construcción plurinacional,
sino en el corto; y a corto plazo es más pro- es la vanguardia de este proyecto porque es
bable que la vieja política subsista e incluso algo que ya está sobre el terreno, por tratarse
domine, a menudo disfrazada de nueva polí- de una demostración viva y realista de las po-
tica. Es decir, este tipo de proceso de transi- sibilidades creadas por la plurinacionalidad.
ción paradigmática está sujeto a numerosas Sin embargo, por otro lado, y de manera para-
perversiones, boicots, desvíos y sus peores dójica, rápidamente se convierte en el blanco
adversarios no siempre son quienes se pre- más fácil de la vieja política y de su impulso a
sentan como tales. Ocurre, además, que los reducir la transformación constitucional a lo
que protagonizan la transición en un primer que es controlable desde este lado de la línea.
momento rara vez son quienes después la con- La justicia indígena, hasta hoy aceptada
ducen. Y, con esto, el impulso constituyente por el canon constitucional moderno como
inicial corre el riesgo de rendirse a la inercia algo inofensivo, una pequeña excentricidad o
del poder constituido. Es decir, los proyectos concesión política, tal vez funcional a la do-
constitucionales transformadores están suje- minación capitalista y colonialista, se convier-
tos, mucho más que cualquier otro, a procesos te ahora en la cara más visible y, por tanto,
de desconstitucionalización. más amenazadora del proyecto plurinacional.
Estas vicisitudes son particularmente visi- Siendo la cara más visible y amenazante, es
bles y graves en el caso de la justicia indígena también la más vulnerable porque su práctica
y, en virtud de ello, la justicia indígena es uno sobre el terreno la expone a interpretaciones
de los temas más reveladores de las contra- hostiles y no carentes de prejuicios por parte
dicciones de la transición política en Bolivia de los adversarios de la plurinacionalidad. La
y Ecuador. Por un lado, la justicia indígena, demonización de la justicia indígena pasa a
al contrario de la plurinacionalidad, no es un ser uno de los principales vectores de la políti-
proyecto, algo por construir, una novedad. Es ca de desconstitucionalización. El tratamien-
una realidad que, reconocida o no por el Esta- to mediático y político otorgado a algunos
do, ha formado y forma parte de la vida de las casos reales de justicia indígena en el período
comunidades. Puede decirse, de este modo, inmediatamente posterior a la promulgación
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 247
de las nuevas constituciones constituye una complejidad, cuyos principales rasgos analizo
expresión elocuente de este proceso.4 a continuación.
las sanciones que aplican con más frecuencia, geopolítico (el Estado).5 La justicia indígena
en la relación entre oralidad y escritura, en la constituye uno de los casos más estudiados
relativa distancia normativa e institucional en de pluralismo jurídico y su existencia es reco-
relación con la justicia ordinaria y en las for- nocida oficialmente, como he dicho, en varios
mas de articulación y cooperación que man- países de diferentes continentes. El pluralis-
tienen con ella. Hay comunidades donde las mo jurídico no pone en cuestión la unidad del
autoridades indígenas resuelven todos los ca- derecho si se establecen mecanismos de coor-
sos relevantes en la comunidad. Hay otras que dinación entre la justicia indígena y la justicia
dialogan y coordinan con la justicia ordinaria ordinaria. Esta cuestión será abordada más
para resolver problemas que, en su criterio, no adelante.
son de su competencia o generan dificultades, Finalmente, la justicia indígena es vis-
y por tanto resulta mejor recurrir a la justicia ta como cuestionadora de la autonomía del
ordinaria o estatal para fortalecer la comuni- derecho. El principio de la autonomía del de-
dad. En síntesis, tenemos una diversidad tanto recho moderno es uno de los más problemá-
en los temas que resuelve la justicia indígena, ticos. En sus términos, el sistema jurídico es
como en las autoridades, los procedimientos, un campo específico de la regulación social,
los casos, las sentencias y las sanciones. dotado de una lógica propia, diferente y au-
Esta diversidad hace que sea más correcto tónoma en relación con otros campos de la
hablar de justicia indígena en plural, es decir, regulación social, sean el sistema político o el
de justicias indígenas tal y como sugiere la sistema económico. La teoría de los sistemas
expresión “normas y procedimientos propios”. de Niklas Luhmann llevó al extremo la teoriza-
Las justicias indígenas tienen en común el he- ción de esta autonomía. La profesionalización
cho de ser ejercidas en las comunidades por de la formación y de las funciones jurídicas se
autoridades propias y reconocidas para ello. considera una expresión de la autonomía del
La heterogeneidad externa se refiere al derecho y simultáneamente el garante de su
pluralismo jurídico en el sentido más con- preservación.
vencional. El pluralismo jurídico consiste en
el reconocimiento de la existencia de más
5 He dedicado mucha investigación al tema del plu-
de un sistema jurídico en el mismo espacio ralismo jurídico. Ver por ejemplo Santos (2003; 2009a).
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 251
étnicas, pese a que algunos tenían incluso ma- instituciones que viene de hecho de la colonia.
yorías étnicas. Eso nos muestra la invisibilidad ¿Qué otra palabra racista tenía la colonia si no
del otro, el inferior, el que no existe, lo que está era la del indígena como “rústico”?
del otro lado de la línea, lo que en mis trabajos El otro caso de racismo es la manera en que
teóricos llamo la sociología de las ausencias. se demoniza a la justicia indígena, en especial
Este colonialismo es tan fuerte que ha sido en el ámbito político-mediático, como justicia
reconocido por los propios Estados. En Ecua- salvaje, como justicia bárbara. Obviamente
dor, el Estado tiene servicios para la descoloni- que la justicia indígena en su enorme diversi-
zación del Estado y en Bolivia hay un Viceminis- dad no está libre de excesos, como tampoco
terio de Descolonización. Es decir, se reconoce la justicia ordinaria está libre de excesos, que
el problema. La verdad es que la descoloniza- además son bien conocidos. En el caso de la
ción de las instituciones, de las prácticas y de justicia indígena, el colonialismo consiste en
las mentalidades es un proceso que va a durar transformar casos excepcionales en regla, y lo
mucho tiempo porque la realidad es mucho que es un exceso se transforma y es represen-
más colonial de lo que podemos imaginar y el tado como la manera “normal” de decidir las
colonialismo se manifiesta de muchas formas. cosas. Es lo que está pasando de algún modo
El racismo es solamente la más conocida. en Ecuador y Bolivia. Por eso la excepción se
En nuestro estudio hemos analizado con al- generaliza y se transforma en una característi-
guna profundidad dos casos de racismo que im- ca de la justicia indígena. Mostrar la justicia in-
pactan sobre la justicia indígena. Uno de ellos, dígena por lo que no es, cuando durante siglos
con base en un estudio de caso en Riobamba, desplegó toda su riqueza y eficacia resolviendo
muestra el racismo de los funcionarios judicia- los conflictos entre la gente allí donde el Es-
les ordinarios, que se expresa claramente en tado no había llegado. Y aquí hay una extraña
cómo tratan a los indígenas, cómo los miran, coincidencia: los gobiernos están enfrentados
cómo se ríen de sus vestimentas y de su mane- con la oposición y con los medios de comu-
ra de hablar, cómo producen su ausencia cuan- nicación social, pero los tres coinciden en la
do, por ejemplo, un indígena espera el doble de idea de que la justicia indígena es salvaje y bár-
tiempo que otro para el mismo trámite. Es un bara. No es algo casual. Volveremos sobre esta
racismo difuso en el accionar cotidiano de las cuestión más adelante.
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 253
liberal del Estado moderno como entidad uni- En mi opinión, el colonialismo está presente
taria y monolítica, tanto en el plano cultural en el debate sobre la plurinacionalidad por otro
como en el institucional, sigue siendo muy motivo raramente asumido en el espacio públi-
fuerte. En América Latina, el argumento más co. Es la idea de que el colonialismo no terminó
utilizado en contra del proyecto plurinacional con las independencias. Continúa hasta hoy a
es que la plurinacionalidad pone en peligro la través de dos formas principales, el racismo y
unidad y la cohesión sociales, ya de por sí frá- el colonialismo interno, que afectan tanto a las
giles en países que surgieron de la dominación relaciones sociales como a las identidades y
colonial. Las amenazas imaginarias o reales subjetividades. Es este colonialismo insidioso,
—el caso de la Media Luna en Bolivia el año a veces manifiesto, a veces subterráneo, pero
2008— de secesión confirman este peligro. siempre presente, que contamina todo el de-
Es un argumento serio cuyo fundamento real bate sobre la plurinacionalidad. No es solo un
debe tenerse en cuenta en la construcción de colonialismo cultural; es un colonialismo que
la plurinacionalidad, pero no es un argumento se refleja en el sistema político (concepción del
que impida dicha construcción. Las amenazas Estado y de la democracia) y justifica la explo-
a la unidad y la cohesión sociales nunca vinie- tación capitalista más salvaje.
ron de los pueblos indígenas. Por el contrario, El complejo colonialismo-autoritarismo-ca-
estos fueron violentamente excluidos de cual- pitalismo opera en el debate sobre la plurina-
quier proyecto de unidad y cohesión naciona- cionalidad a través de una doble escisión cuyo
les. Solo con mucha lucha y sufrimiento con- objetivo fundamental es aislar a los pueblos
siguieron alguna inclusión, además siempre indígenas y neutralizar sus causas más avanza-
precaria, aún hoy en plena vigencia de cons- das. La primera escisión consiste en dividir a
tituciones plurinacionales. Fueron las exclu- los pueblos indígenas del resto de la sociedad.
siones abisales de los pueblos indígenas —in- El proyecto de plurinacionalidad deja de ser un
cluso en países donde eran demográficamente proyecto omniabarcante, una solución para la
mayoritarios, como es el caso de Bolivia— las sociedad en su conjunto y pasa a ser conside-
que en gran medida desacreditaron la idea de rado un problema indígena cuya solución indí-
nación cívica y prepararon el camino para el gena solo puede causar problemas al conjunto
surgimiento de la nación étnico-cultural. de la sociedad.
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 255
La segunda escisión tiene como objetivo di- plurinacional. Si este fracasa, la justicia indí-
vidir a los pueblos indígenas entre sí, fomen- gena seguirá su camino, pero progresivamente
tando divisiones entre las organizaciones y, será descaracterizada y trivializada. Será redu-
sobre todo, separando a los indígenas de los cida a condición de un mecanismo alternativo
liderazgos de sus organizaciones. Esta escisión de resolución de pequeños litigios que al Esta-
actúa a través de la demonización de los líderes do le interesa reconocer o tolerar.
indígenas y la criminalización de las protestas
que organizan. Del pluralismo político
El proyecto plurinacional es un proyecto a eurocéntrico a la democracia
largo plazo, tal vez irreversible, pero sin duda intercultural
mucho menos lineal de lo que los constitucio- Esta sección también podría titularse: de la
nalistas del final de la década pasada imagi- izquierda eurocéntrica a la izquierda inter-
naron. El aislamiento social y político de los cultural. El pluralismo político eurocéntrico
pueblos indígenas puede ser uno de los efectos tiene una raíz liberal6 que se manifiesta de múl-
perversos de los cambios constitucionales y tiples formas. El individualismo. La unidad
puede llevar a los propios liderazgos indígenas del sistema político son los individuos y la do-
a pensar que el proyecto de plurinacionalidad ble obligación política que los vincula. Esta do-
es solo un tema indígena y no una cuestión ble obligación política es la horizontal, que une
que afecta al país en su conjunto. Si esto suce- a los ciudadanos entre sí mediante la idea de la
de, quienes vaticinan el fin del proyecto verán igualdad de todos ante la ley; y la obligación po-
cumplidas sus profecías. Y no tendrán que rea- lítica vertical, que vincula por igual a todos los
lizar grandes esfuerzos para que esto suceda. ciudadanos con el Estado. De esta doble obli-
Por estar ahora relacionada con el proyec- gación política nace la distinción entre el dere-
to plurinacional, la justicia indígena no dejará cho privado y el derecho público. El privilegio
de reflejar las vicisitudes de la cuestión de la
plurinacionalidad. Junto con las autonomías
previstas en las constituciones, la justicia in- 6 El llamado “marxismo occidental” introdujo cam-
bios significativos en esta teoría, pero como su propio
dígena es quizá la cara más visible y, en razón
nombre indica (“occidental”), no subvirtió las premisas
de ello, también la más vulnerable del proyecto culturales en las que se basa la teoría liberal.
256 Boaventura de Sousa Santos
Se entiende que las luchas de los pueblos Pese a ciertos avances (en especial nor-
indígenas después de las independencias del mativos y de ejercicio), es evidente que las
siglo XIX nunca hayan aceptado acríticamen- dificultades, los atropellos, los bloqueos y las
te este modelo de pluralismo político. Oscila- descaracterizaciones a las que este proceso de
ron entre rechazarlo totalmente y aceptarlo transformación política ha estado sujeto en los
como puerta de entrada a un grado de inclu- últimos años muestran que el pluralismo políti-
sión política que les permitiese avanzar en la co eurocéntrico sigue siendo dominante y que
transformación del modelo político. Las cons- los partidos de izquierda en el gobierno aún no
tituciones de 2008 en Ecuador y 2009 en Bo- se han liberado del racismo y del colonialismo
livia representan la culminación de la segun- que siempre los caracterizó. En este campo, el
da estrategia. Promulgadas por gobiernos de apoyo social que encuentran para la criminali-
izquierda en la estela de importantes luchas zación de líderes indígenas y la demonización
sociales protagonizadas por los pueblos indí- de la justicia indígena hace prever que el pro-
genas, estas constituciones prevén transfor- yecto constitucional transformador corre el
maciones importantes en el sistema político riesgo de ser desconstitucionalizado.
y muchas responden a las reivindicaciones de
los movimientos indígenas. Es particularmen- Del desarrollo capitalista
te notable que la Constitución de Bolivia esta- dependiente al sumak kawsay o
blezca en su artículo 11 el reconocimiento de suma qamaña
tres formas de democracia: la democracia re- Esta sección también podría llamarse: de
presentativa, la democracia participativa y la la naturaleza-recurso a la naturaleza-madre
democracia comunitaria, siendo esta última la tierra. Aquí radica uno de los principales obs-
forma de democracia que pretende correspon- táculos para el reconocimiento de la justicia
der a las prácticas de organización política de indígena como uno de los pilares del proyec-
las comunidades indígenas. La complemen- to constitucional. La diferencia más sustanti-
tariedad de estas tres formas de democracia va entre la interculturalidad en el ámbito del
en un horizonte de democracia intercultural Estado-nación y la interculturalidad plurina-
constituye uno de los retos principales de la cional está en que esta última incluye tanto
plurinacionalidad. las dimensiones culturales como las políticas,
258 Boaventura de Sousa Santos
no humana. Estos principios están mucho más compra de vastas extensiones de tierra por par-
cerca de las realidades sociales y económicas te de algunos países y empresas multinaciona-
reguladas por la justicia indígena que de las les con el objetivo de obtener reservas de tierra
realidades reguladas por la justicia ordinaria. en el extranjero —sobre todo en África— como
Esto haría suponer que la justicia indígena es parte de su seguridad alimentaria.
apreciada precisamente porque sus lógicas de Por esta doble razón, se invirtió la históri-
acción se adecuan a los designios constitucio- ca renta diferencial del comercio internacional
nales. La gestión de la tierra, de los recursos, que perjudicaba a quien exportaba naturaleza
del territorio dentro de las comunidades indí- en lugar de productos manufacturados. Duran-
genas ha estado, en general, bajo competencia te mucho tiempo se consideró que una de las
de la justicia indígena. fatalidades de América Latina era exportar na-
La verdad es que nada de esto está sucedien- turaleza, lo que explicaba su subdesarrollo. De
do y, por el contrario, la justicia indígena está repente, los recursos naturales fueron valora-
siendo cuestionada, entre otras cosas, por ser dos en los mercados internacionales y se trans-
supuestamente un obstáculo al desarrollo, im- formaron en una tentadora fuente de financia-
pidiendo así a los pueblos indígenas participar ción de las políticas del Estado y en especial
plenamente en el nuevo ciclo de desarrollo ini- de las políticas sociales inscritas en los textos
ciado por los nuevos gobiernos constituciona- constitucionales.
les. Pero ¿de qué desarrollo estamos hablando? Hay que añadir que los gobiernos de los dos
¿Del proyectado en la Constitución? No. Es el países, que se ven a sí mismos como progresis-
desarrollo capitalista dependiente que carac- tas, de izquierda y nacionalistas, encontraron
terizó los períodos anteriores a los procesos diferentes formas de alterar los contratos de
constitucionales. Las movilizaciones sociales concesión con las empresas extractivistas a fin
y los procesos constitucionales a los que con- de imponer una nueva repartición, más favora-
dujeron coincidieron con la intensificación del ble para el país, de los rendimientos de la ex-
desarrollo capitalista global neoliberal impul- plotación minera, hidrocarburífera y maderera.
sado por el desarrollo de China, por la especu- Estos excedentes fueron puestos al servicio de
lación financiera sobre las commodities y los la construcción de infraestructuras, muy defi-
recursos naturales y por la nueva demanda de cientes en ambos países, y de la redistribución
260 Boaventura de Sousa Santos
social mediante programas dirigidos al refuer- necesidad de soportar el peso político de las
zo de políticas públicas (en salud y en educa- luchas sociales que suscitó. Pero el apoyo sur-
ción) y a la financiación, mediante bonos com- gió también en las clases medias urbanas y en
pensatorios, de los presupuestos familiares de las comunidades rurales o suburbanas en las
los sectores más vulnerables. que la identidad indígena es menos fuerte que
Se creó así un contexto en el que la máxi- la identidad campesina, minera, trabajadora,
ma explotación de recursos naturales aparecía micro o mediano empresaria o cocalera.
como la vía más rápida para superar el subde- Los costes sociales del neoextractivismo no
sarrollo. Una oportunidad histórica imperdible, se hicieron esperar y, con ellos, la resistencia
y mucho menos para gobiernos de izquierda indígena y la respuesta represiva por parte del
criticados tradicionalmente por las oligarquías Estado. Las poblaciones conocen bien esos
y por la derecha por no tener políticas para el costes: ocupación de sus tierras sin consulta
desarrollo del país. La nueva distribución de previa, contaminación de sus aguas, destruc-
rendimientos de la explotación de los recursos ción ambiental, violación grotesca de los dere-
naturales entre los gobiernos y las empresas chos de la madre tierra mediante la explotación
multinacionales contribuyó al convencimiento minera a cielo abierto, refuerzo de la presencia
de amplios segmentos de la población de que de las iglesias (aprovechándose de la desorien-
esta oportunidad no podía ser desperdiciada. tación y desesperanza de las poblaciones), ase-
De ese modo comenzó el aislamiento polí- sinato de dirigentes, desplazamientos masivos
tico de los pueblos indígenas y la división en de poblaciones y su reasentamiento sin ningún
y entre sus organizaciones a través de las me- respeto por sus reivindicaciones, sus territo-
didas arriba señaladas. El neoextractivismo, rios sagrados, sus ancestros.
como pasó a ser llamado, se consolidaba ahora Cuando las comunidades resisten para man-
con una nueva justificación nacionalista, más tener el control sobre sus territorios, recurren
abarcativo que las justificaciones antes invoca- a sus autoridades y a la justicia indígena que,
das por las oligarquías. El apoyo social al neo- en muchos casos, siempre administró el acceso
extractivismo provino, como era de esperar, a la tierra. Tal resistencia es rápidamente de-
de los sectores que tradicionalmente ganaron clarada como enemiga del desarrollo y estig-
con él y ahora vieron crecer sus lucros sin la matizada en la opinión pública. Y ocurre que la
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 261
subalterna fue ignorada o reprimida en el pasa- tal cultura jurídica no existe entre los opera-
do. La reconciliación tiene como objetivo curar dores de la justicia ordinaria. Al contrario, do-
el pasado, pero de tal modo que la cura no inter- mina la cultura jurídica positivista. Su substi-
fiera demasiado con el presente o con el futuro. tución por otra cultura jurídica antipositivista
Finalmente, la convivialidad es apenas un e intercultural es un proceso que durará déca-
ideal: la aspiración de que la justicia ordinaria das. Es, pues, previsible que los primeros tiem-
y la justicia indígena se reconozcan mutuamen- pos posconstitucionales de interacción entre
te y se enriquezcan una a la otra en el propio la justicia indígena y la justicia ordinaria sean
proceso de relación, obviamente respetando la accidentados y estén muy por debajo de lo que
autonomía de cada una de ellas y los respecti- establecen las constituciones en su espíritu y
vos dominios de jurisdicción reservada. Es una en sus normas. Se debe añadir que, a la luz del
forma de relación muy compleja, sobre todo análisis que propongo en este texto, habrá fuer-
porque no puede ser concretada mediante de- zas en la sociedad y en el Estado interesadas en
creto. Presupone una cultura jurídica de con- que la nueva cultura jurídica nunca surja.
vivencia, compartida por los operadores de las En estas condiciones es pedagógico comen-
dos justicias en presencia. zar por destacar que, al margen de la legisla-
Si observamos la historia de las relaciones ción, se fueron creando, a lo largo del tiempo,
entre la justicia indígena y la justicia ordinaria formas de coordinación muy ricas y diversas
en Bolivia y en Ecuador podemos decir que entre las dos justicias. Es lo que llamamos la
prevalecieron, en tiempos y lugares diferentes, coordinación desde abajo, a partir de prácticas
la negación, la coexistencia y la reconciliación concretas de los operadores o autoridades de
(esta última en el período más reciente). La las dos justicias en su labor cotidiana de resol-
convivialidad es la forma de relación prescrita ver litigios. Se trata de una coordinación em-
por las Constituciones plurinacionales. Pero, pírica, intersticial, cotidiana que no suscita la
como señalé, la prescripción tendrá poco va- atención mediática. La construcción de la nue-
lor si no está sustentada en una cultura jurídica va relación entre la justicia indígena y la justi-
que vea en la convivialidad una nueva forma, cia ordinaria debería comenzar por el análisis
más realista y eficaz, de concebir y aplicar el detallado de las prácticas de coordinación que
derecho. Por lo que dije antes, es evidente que están haciéndose en el terreno.
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 265
su memoria, registrar las reincidencias y evi- concibe a la justicia indígena según una her-
tar dobles juzgamientos. menéutica de sospecha. Como esa cultura es
eurocéntrica y monocultural, ve a la justicia
Respeto de la Constitución indígena con desconfianza y extrañeza ya que
y del Derecho Internacional tiene dificultad para entender las premisas de
de los Derechos Humanos las que parte. El pasado colonial del Estado
En la arquitectura del Estado moderno, el moderno en el continente refuerza esa acti-
derecho infraconstitucional no puede violar tud: la justicia propia de gente inferior no pue-
la Constitución dada la primacía que le es atri- de dejar de ser inferior. De ahí la referencia
buida en cuanto ley fundamental. Siempre que recurrente a los excesos o las deficiencias de
se reconoce oficialmente el pluralismo jurídi- la justicia indígena. Añádase que se atribuye
co, todos los sistemas de justicia reconocidos a unos y otras un significado en nada compa-
deben, de igual modo, obedecer la Constitu- rable al significado atribuido a los excesos y
ción. Esta segunda situación está actualmente deficiencias de la justicia ordinaria, a pesar de
en vigor en Bolivia y en Ecuador. Por eso, la ser bien conocidos y frecuentes. Esta actitud
obediencia que la justicia indígena debe a la de sospecha en relación con la justicia indíge-
Constitución es la misma que la debida por la na acaba por servir a los intereses de aquellos
justicia ordinaria. Dada asimismo la primacía que la quieren demonizar para crear el aisla-
del Derecho Internacional de los Derechos Hu- miento político de los pueblos indígenas y li-
manos (DIDH), tanto la justicia indígena como quidar el proyecto constitucional.
la justicia ordinaria le deben obediencia. A pe- Las buenas razones para la complejidad
sar de ello, siempre que este tema es abordado de la subordinación de la justicia indígena a
en relación a la justicia indígena adquiere un la Constitución y al DIDH residen en que la
dramatismo propio. No siempre son buenas las justicia indígena está fundada en una cultu-
razones para tal dramatismo. Habiendo buenas ra propia y un universo simbólico muy dife-
y malas razones, hay que distinguirlas. Comen- rentes de los que presiden la Constitución y
cemos por las malas. el DIDH. Siendo así, es probable que surjan
La cultura jurídica y política dominante, que conflictos que planteen complejos proble-
procuré definir arriba en términos generales, mas de interpretación. La experiencia de la
268 Boaventura de Sousa Santos
Así, por ejemplo, el hortigazo, el baño, los exclusiva de las culturas y comunidades indí-
chicotazos, los castigos físicos en general, ¿son genas. Al contrario, es un problema universal.
tortura? ¿En qué contexto y en qué condicio- Hoy, en Europa, el continente de la supuesta
nes? ¿Hay otras sanciones que la justicia ordi- igualdad entre hombres y mujeres, los estudios
naria aplica y que, desde la perspectiva de la sociológicos revelan que las mujeres todavía
justicia indígena, son todavía más violentas? reciben de promedio el 75 y 80% del salario de
¿Por ejemplo la pena de prisión perpetua o de los hombres por el mismo trabajo. O sea: igual-
cárcel durante muchísimos años? dad en teoría, desigualdad en la práctica. Nues-
Otra cuestión altamente controvertida es la tro estudio igualmente revela que el concepto
igualdad entre hombre y mujer defendida en indígena de complementariedad chacha-war-
la Constitución y en el DIDH. En ese sentido, mi oculta muchas veces la subordinación de la
¿las concepciones indígenas de complementa- mujer. Esto es particularmente evidente en tres
riedad entre hombre y mujer, el chacha-war- aspectos: la participación política, la violencia
mi, contradicen el principio de la igualdad o, familiar y el acceso a la tierra.
al contrario, lo realizan de una manera distinta Esta cuestión sugiere que lo más correcto
pero igualmente válida? En este campo hay es promover ejercicios de traducción inter-
que distinguir dos cuestiones. La primera es la cultural entre los conceptos de igualdad entre
equivalencia o no entre dos principios que pro- hombre y mujer propios del feminismo euro-
vienen de distintas culturas. ¿Son inconmen- céntrico, por un lado, y las formas de com-
surables o es posible realizar la traducción plementariedad propias de las cosmovisiones
intercultural entre ellos y admitir que, en prin- indígenas, por otro. Y ver de manera concreta
cipio, señalan dos caminos igualmente válidos qué prácticas los promueven y qué otras los
para garantizar la paridad entre hombres y mu- violan. Esto mismo es sugerido por muchas
jeres en todos los dominios de la vida pública luchas de las mujeres indígenas. Si, por un
y privada? lado, mantienen alguna distancia en relación
La segunda cuestión se refiere a la discre- al feminismo eurocéntrico (por ejemplo, la re-
pancia entre lo que los principios proclaman nuencia a defender que su lucha es en contra
en abstracto y las prácticas concretas que se los hombres); por otro, luchan dentro de sus
realizan en su nombre. Esta cuestión no es comunidades, a partir de sus cosmovisiones,
270 Boaventura de Sousa Santos
por los derechos de las mujeres y la igualdad Se requieren, entonces, formas de traduc-
de género, sin abandonar su cultura propia ni ción intercultural para definir lo que es tor-
sus cosmovisiones. tura, lo que significa igualdad entre hombre y
Es decir, las culturas son dinámicas, crean mujer, lo que es debido proceso. Obviamente
conflictos desde dentro y estos conflictos con- hay excesos y todos los conocemos. El hecho
tribuyen a su transformación interna. Esa es es que tanto la justicia ordinaria como la jus-
la riqueza de todas las culturas, indígenas y no ticia indígena tienen sus propios medios para
indígenas. Por eso, en este caso, encontramos evitar tales excesos. Las mismas autoridades
formas muy interesantes de hibridación cultu- originarias son conscientes de que los excesos
ral que contienen elementos de un feminismo desprestigian a la justicia y debilitan a las co-
eurocéntrico que luego es tratado de manera munidades y sus autoridades.
muy distinta desde la cosmovisión indígena. La tercera condición para resolver proble-
Por eso las mujeres son las agentes de la inter- mas de interpretación es evitar que la omisión
legalidad en estos países. y el silencio se transformen en una forma in-
Otro posible ejemplo de traducción intercul- sidiosa de resolver los conflictos constitucio-
tural es el “debido proceso”. Desde una pers- nales. Esta condición está hoy puesta en riesgo
pectiva intercultural es forzoso admitir que por la decisión del Tribunal Constitucional de
cada sistema de justicia tiene maneras distin- transición del Ecuador de no decidir sobre el
tas y propias de garantizar el valor constitu- caso La Cocha 2 (del año 2010). Curiosamente,
cional del debido proceso. Para citar un caso, el conflicto que subyace a este caso no es muy
entre muchos, la Corte Constitucional de Co- distinto de otros en el pasado, incluso de La
lombia resolvió que el “debido proceso” debe Cocha 1 (del año 2002). Aunque también fue-
entenderse interculturalmente: por ejemplo, la ron conflictivos y mediatizados, casos anterio-
ausencia de un abogado que represente a las res fueron resueltos con el fortalecimiento de
partes puede no ser una violación del debido las comunidades y el respeto por los derechos
proceso si las partes están acompañadas por dentro de las comunidades.
los compadres, la familia, o sea, por personas Lo diferente del caso La Cocha 2, analizado
que, al igual que el abogado, respaldan, ayudan en nuestro estudio en Ecuador, es que se pre-
y hablan en su nombre. senta como pretexto para un enfrentamiento
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 271
político fuerte entre el Gobierno y las comuni- justicia indígena y justicia ordinaria, en la que
dades indígenas y para profundizar la división intervienen los policías y los funcionarios de
al interior de las comunidades indígenas. Ha- la justicia ordinaria. Lamentablemente este
blamos de comunidades altamente partidiza- diálogo se ha roto como resultado del caso La
das que transforman la justicia indígena en un Cocha 2 y se agrava con el silencio de la Cor-
argumento o tema más de politización. Estos te Constitucional. El silencio está destruyendo
hechos explican una situación extraña y ex- toda esta dinámica de cooperación.
tremamente preocupante: que no haya una de-
cisión rápida de la Corte Constitucional en el La defensa de la justicia indígena por
caso. Este silencio y omisión son inaceptables el Derecho Internacional
en un momento crucial de construcción cons- Es verdad que, en el marco constitucional
titucional. Al final, no es la comunidad o la jus- aquí analizado, la justicia indígena debe reco-
ticia indígena las que serán desacreditadas; el nocer la primacía del Derecho Internacional
desprestigio recaerá sobre la justicia ordinaria de los Derechos Humanos (DIDH), algo que
y sobre la propia Corte Constitucional. defendemos en tanto este campo normativo
Es necesaria entonces una coordinación de sea interpretado en términos interculturales
suma positiva entre la justicia indígena y la y no solamente en los términos de la filosofía
justicia ordinaria. El caso La Cocha 2 muestra liberal que estuvo en su origen. Pero no es me-
igualmente que las decisiones judiciales deben nos cierto que el DIDH contiene a su vez nor-
ser oportunas según plazos razonables, pero en mas que protegen la justicia indígena, como
especial deben ser decisiones que prestigien y el Convenio Nº 169 de la OIT (sobre Pueblos
fortalezcan tanto la justicia indígena como la indígenas y tribales en países independientes,
justicia ordinaria. Este “empate catastrófico” del año 1989) y la Declaración de las Naciones
de la justicia —como diría García Linera— Unidas sobre los derechos de los pueblos indí-
puede conducir a un deterioro perverso de los genas (del año 2007).
mecanismos de coordinación entre justicias Este derecho internacional ha venido a plas-
ya practicados. Por ejemplo, en las comunida- mar, de mejor o peor modo, la actuación de
des de La Cocha hubo hasta ahora un diálogo las instituciones de los diferentes sistemas re-
muy rico, una coordinación muy amplia entre gionales de derechos humanos. Es el caso del
272 Boaventura de Sousa Santos
Sistema Interamericano de Derechos Humanos como sugiere la propia declaración del pueblo
y de sus dos instituciones principales: la Comi- Sarayaku, la sentencia de la Corte no significa
sión Interamericana de Derechos Humanos y la un reconocimiento pleno de la autodetermina-
Corte Interamericana de Derechos Humanos. ción indígena. Las limitaciones son otros tantos
Pese a las críticas sobre ellas, la Comisión y la campos de polémica en la jurisdicción interna-
Corte han tomado decisiones importantes, en cional sobre los pueblos indígenas: el recono-
especial en la última década, a favor del reco- cimiento del principio de autonomía interna de
nocimiento de las posiciones indígenas sobre los pueblos indígenas como principio del que
el principio de autodeterminación con un im- emanan todos los otros; el impacto de la plu-
pacto directo en la justicia indígena, conside- rinacionalidad en el entendimiento y en la ex-
rada un componente esencial de la autonomía tensión del principio de autonomía; el tiempo,
interna de los pueblos indígenas y del control naturaleza, proceso y objetivos de la consulta
sobre sus territorios. (¿consulta o consentimiento?); el subsuelo (en
El pasado 27 de julio, la Corte emitió una especial los recursos naturales) como parte de
sentencia sobre un litigio que se arrastra desde los territorios; la posible contradicción entre la
hace una década y media entre el pueblo Ki- racionalidad que preside a las cosmovisiones
chwa Sarayaku y el gobierno ecuatoriano (Pue- indígenas y la explotación de recursos para
blo Indígena Kichwa de Sarayaku versus Ecua- fines comerciales; la identificación de los in-
dor). Esta sentencia es notable por el análisis fractores (¿solamente el Estado o también las
detallado de los hechos, por el tratamiento jurí- empresas multinacionales?); criterios para una
dico cuidadoso del cuadro normativo que pue- repartición justa de los beneficios; etcétera.
de servir de base a la resolución del litigio. En
ella se condena al Estado ecuatoriano por no II - Propuestas
haber salvaguardado los derechos del pueblo El laborioso trabajo de investigación que
Sarayaku, en especial el derecho a consulta. realizamos en este estudio comparado per-
Esta sentencia fue celebrada como una vic- mitió llegar a conclusiones que nos habilitan
toria por el pueblo Sarayaku ya que en el con- para formular con confianza algunas propues-
texto sociopolítico en el que emerge es una tas para la conducción de los proyectos cons-
sentencia verdaderamente importante. Pero titucionales en Bolivia y en Ecuador a fin de
Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 273
fortalecerlos y, de ese modo, vencer las fuerzas 2. Tomar en serio la justicia indígena es to-
que están empeñadas en el camino de la des- mar en serio el proyecto de transformación
constitucionalización. Estas propuestas se di- pluralista, descolonizadora y democratizador
rigen a los gobiernos de los dos países, a los de la sociedad y del Estado. En Bolivia y en
partidos y organizaciones políticas, a los movi- Ecuador esto significa tomar en serio el pro-
mientos y organizaciones sociales e indígenas yecto constitucional. Este proyecto implica el
y a los ciudadanos y ciudadanas en general. reconocimiento práctico del pluralismo jurídi-
co como parte de un proceso más amplio que
1. La especificidad de la justicia indígena re- envuelve el reconocimiento del pluralismo po-
side en que los pueblos indígenas no son ape- lítico plurinacional, el pluralismo en la gestión
nas individuos que tienen derechos consagra- del territorio, el pluralismo intercultural y el
dos en el derecho ordinario. Son comunidades pluralismo de las formas de organizar la eco-
que tienen derecho propio. Esta especificidad nomía y concebir la propiedad. Este reconoci-
está patente en el título de mi texto. La doble miento pluridimensional implica que los avan-
existencia jurídica de los pueblos indígenas es ces y retrocesos en el pluralismo jurídico sean
la expresión de una conquista política inequí- simultáneamente productos y productores de
vocamente positiva para el conjunto de la so- avances y retrocesos en el pluralismo político,
ciedad y no solo para los pueblos indígenas. cultural, territorial y socioeconómico.
Se trata de una reparación histórica lograda a 3. El tratamiento a dar a la justicia indígena
través de siglos de resistencia activa y de sufri- no es una cuestión de técnica jurídica, aunque
miento inenarrable. tenga una fuerte dimensión técnica. Es sobre
Esta duplicidad jurídica significa que los todo una cuestión política. Una supuesta con-
pueblos indígenas son, por así decir, bilingües cepción no política de esta cuestión esconde
desde el punto de vista jurídico. Hablan dos de- la opción política de reducir la justicia indíge-
rechos: el propio, que les compete como pue- na a una excrecencia técnica o a un localismo
blos o naciones; y el derecho ordinario, que les cultural que para ser inofensivo tiene que ser
compete como ciudadanos bolivianos o ecua- mantenido dentro de lo que es aceptable en la
torianos. Es este el sentido del pluralismo jurí- normatividad eurocéntrica, esto es, dentro de
dico plurinacional. lo que es discutible en este lado de la línea. La
274 Boaventura de Sousa Santos
estas vías está sujeta a la discrepancia entre lo valorada toda vez que expresa el ritmo y la di-
que se proclama en abstracto o públicamente y rección de la construcción de interlegalidad.
lo que se practica en la vida concreta, pública Las prácticas concretas de convivencia o de
y privada. articulación entre las dos justicias llevadas a
7. La coordinación entre las dos justicias cabo por las poblaciones son múltiples y reve-
debe ser conducida según la lógica de la ecolo- lan la creatividad social y cultural mucho más
gía de saberes jurídicos y no según la lógica de allá de lo que puede ser legislado. Tales prácti-
la dualidad de saberes jurídicos. Será un proce- cas incluyen la utilización de cada una de ellas
so largo de transición que irá avanzando en la como instancia de recurso para decisiones de
medida en que las dos justicias se dispongan a la otra; la hibridación conceptual y procesal; el
aprender una con la otra y a enriquecerse mu- llamado forum shopping, esto es, la opción por
tuamente a través de los mecanismos de con- una de las justicias en presencia siempre que la
vivencia que crean. En este proceso las com- otra aparece como estructuralmente sesgada a
plementariedades entre el derecho ordinario favor o en contra de una de las partes (como en
y el derecho indígena deberán ser ampliadas y el caso de las mujeres indígenas que recurren a
celebradas como ganancia democrática. A su la justicia ordinaria en situaciones de violencia
vez, las contradicciones deben ser resueltas de doméstica).
acuerdo con una lógica de suma positiva, es de-
cir, mediante decisiones o procedimientos de Conclusión
los que resulte el refuerzo jurídico, el prestigio Después de dos años de estudio y de un am-
social y la legitimación política de las dos juris- plio y cuidadoso proceso de trabajo de campo,
dicciones en presencia. Ello no acontece, por sistematización y análisis, el equipo de investiga-
ejemplo, como ya fue dicho, cuando el Tribunal ción de ambos países ha producido un conjunto
Constitucional de Transición en Ecuador opta de datos y análisis nuevos que pueden contribuir
por no decidir en el caso de La Cocha 2. Ambas positivamente al desafío de avanzar, en países
justicias salen debilitadas, desprestigiadas y como Bolivia y Ecuador, hacia una nueva forma
deslegitimadas de tan absurda omisión. de convivencia entre sistemas jurídicos.
8. La coordinación desde abajo entre la jus- Nuestra investigación muestra que el estu-
ticia indígena y la justicia ordinaria debe ser dio de las relaciones entre la justicia indígena
276 Boaventura de Sousa Santos
indignados en el sur de Europa,3 el movimien- y los servicios públicos en general.6 Por no ha-
to estudiantil chileno de 2012,4 el movimiento blar de otros contextos de lucha con menor
#Yosoy132 contra el fraude electoral en Méxi- visibilidad mediática, pero no por ello menos
co5 y, finalmente, en junio de 2013, las protestas importantes, como, por ejemplo, Sudáfrica,
masivas en Brasil contra el transporte público que en 2012 asistió a más protestas sociales
que cualquier otro país del mundo.7 O de la
India,8 donde se da una tremenda lucha de los
(2013: 99-118); Calhoun (2013: 27-38); Gitlin (2012;
2013a: 3-25; 2013b: 39-43); Harcourt (2012: 33-55); Byrne
campesinos contra el saqueo de sus recursos
(2012); Gessen et al. (2011); Van Gelder (2011); Writers naturales, el mismo que también enfrentan los
for the 99% (2012); Roberts (2012: 754-762); Mitchell campesinos mozambiqueños9 y tantos otros en
(2012: 8-32); Taussig (2012: 56-88); Nixon (2012: 3-25). distintas partes del mundo.10 Pese a no abordar
3 Sobre las protestas y movilizaciones en España, aquí de manera específica estas luchas, no he
Portugal y Grecia, véanse Alcazan et al. (2012); Cas-
tañeda (2012: 1-11); Calle Collado (2011; 2012: 61-69);
Charnock & Ribera-Fumaz (2014); Cruells & Ibarra 6 Véanse Arantes (2013); Vainer (2013); Weisshei-
(2013); Fuster Morell (2012: 386-392); Gámez Fuen- mer (2013); Porto-Gonçalves & Soares (2013); Olivei-
tes (2015: 1-7); González-Bailón et al. (2013: 943-965); ra (2013); Vainer et al. (2013); Peschansky & Moraes
Kornetis (2014:1-16); La Parra Pérez (2014:1-19); Peña- (2013: 111-124).
López, Congosto & Aragón (2013: 359-386); Taibo (2013:
155-158); Viejo Viñas (2012: 123-156); Mendes (2013); 7 Véanse Holdt et al. (2011); Alexander, Lekgowa &
Theodossopoulos (2013: 200-221); Feixa & Juris (2009: Mmope, (2012); Friedman (2012); Zuern (2013: 175-180;
421-442); Monedero (2013); Nuño de la Rosa (2014: 111- 2015: 477-486); Clark (2014); Nyamnjoh (2016).
125); Aguirre Rojas (2012). Véase también Flesher Fo- 8 Para el caso de la India, véanse Sharma, (2012);
minaya (2014a: 1-22; 2014b; 2014c). Kunnath (2012); Levien (2012: 933-969); Lerche, Shah
4 Sobre este movimiento, véanse Oyarzún Serrano & Harriss-White (2013: 337-350); Baka (2013: 409-428);
(2012: 227-228); Espinoza & González (2012: 1-2); Rifo Sampat (2015: 765-790).
(2013: 223-240); Martín, Muñoz & Solís (2013: 1-17). 9 Sobre Mozambique, véanse Mosca & Selemane
5 Véanse Meneses (2015); Sancho (2013) y el “Mani- (2011); Human Rights Watch (2013); Brito et al. (2014);
fiesto del #YoSoy132 al pueblo de México” en <http:// Castel-Branco (2014); Mosse (2014); Vía Campesina
www.yosoy132media.org/asambleas-2/asambleas-me- (2015); Mimbire (2016).
tropolitanas/discurso-frente-a-televisa/> acceso 30 de 10 Para una visión más general de las protestas, véase
mayo de 2017. Werbner, Webb & Spellman-Poots (2014).
Para una teoría sociojurídica de la indignación: ¿es posible ocupar el derecho? 281
querido dejar de referirme a ellas por su impor- contradicciones de la sociedad industrial. Son
tancia en el contexto en cuestión. movilizaciones de las clases trabajadoras e in-
No es mi propósito presentar aquí una ca- ciden en cuestiones económicas o materiales
racterización completa de las diferentes re- (derechos laborales). Buscan tener impacto en
vueltas y protestas, de su contexto histórico, las políticas públicas y, por tanto, también en
composición social, orientación política, for- el Estado. A su vez, los nuevos movimientos
mas de movilización, discursos y narrativas de sociales resultan de las contradicciones de la
resistencia y alternativa. Me limito a algunas sociedad posindustrial que afectan sobre todo
observaciones analíticas que pueden ayudar a la vieja y la nueva clase media; se ven como
a fundamentar el argumento principal de este emanaciones de la sociedad civil, solo se inte-
texto. En los últimos cuarenta años, las teo- resan marginalmente por la política partidaria
rías occidentalocéntricas de los movimientos y su acción está orientada a cuestiones cultu-
sociales han propuesto una distinción clave rales, de estilo de vida e identitarias. Pese a
entre los nuevos y los viejos movimientos so- estar organizados de acuerdo con lógicas di-
ciales.11 Pese a discrepar en muchas cuestio- ferentes, tanto los viejos como los nuevos mo-
nes, estas teorías tienden a estar de acuerdo vimientos sociales poseen algún grado de ins-
en clasificar al movimiento laboral como vie- titucionalización, aunque los nuevos tiendan
jo, y a los movimientos que surgieron (o ga- a resistir a la burocratización. Si bien pueden
naron fuerza) a finales de los años sesenta del organizar protestas y otras formas de acción
siglo pasado a consecuencia del movimiento directa, su actividad no se centra en ellas.
estudiantil como nuevos, al igual que los mo- En otro lugar critico algunas de las líneas
vimientos feministas, indígenas, ecologistas, analíticas y conceptuales que fundamentan
antirracistas, pacifistas y LGTB. Según estas estas caracterizaciones.12 Aquí apenas me re-
teorías, los movimientos viejos nacieron de las fiero al carácter doblemente occidentalocén-
trico de estas teorías. A pesar de que los dos
tipos de movimientos puedan coexistir en un
11 Véanse McAdam, McCarthy & Zald (1996); McA-
dam, Tarrow & Tilly (2001); Habermas (1981); Touraine
(1985: 749-787); Laclau (1985); Mouffe (1984: 139-143);
Melucci (1980: 199-226). 12 Véase Santos (2005b; 2006b).
282 Boaventura de Sousa Santos
determinado país en un momento dado, las ca- Hay muchos movimientos que, superficialmen-
tegorías usadas (“viejo” y “nuevo”) señalan una te, por su temática y tipología organizativa,
secuencia histórica. De hecho, esta secuencia podrían clasificarse como nuevos movimien-
puede corresponder a las realidades socioló- tos; sin embargo, se encuentran implicados en
gicas y políticas del Norte global (Europa y cuestiones políticas y económicas, de produc-
América del Norte), pero tiene muy poco que ción y distribución, directamente opuestas al
ver con las condiciones sociales de otras regio- Estado capitalista. Por ejemplo, los movimien-
nes del mundo. En el Sur global —cuya mayor tos ecologistas en todo el Sur global que luchan
parte estuvo bajo el dominio colonial europeo contra los megaproyectos, el robo de tierras,
hasta mediados del siglo pasado e incluso has- la deforestación y la sobreexplotación de los
ta finales de siglo, en el caso de los países su- recursos naturales intentan defender sus dere-
jetos al colonialismo portugués— y también chos ancestrales al agua, la tierra y el territo-
en los países del sur de Europa que estuvieron rio. Se trata de un “ecologismo de los pobres”,
sometidos a regímenes dictatoriales a lo largo como lo llamó Joan Martínez Alier (2003), que
de muchas décadas, los viejos y nuevos mo- implica cuestiones materiales y económicas,
vimientos sociales surgieron virtualmente en así como cuestiones culturales, identitarias o
simultáneo. Además, la distinción entre cues- de estilo o modo de vida.
tiones materialistas y no materialistas es alta- En la última década, y siguiendo la misma
mente problemática fuera del Norte global.13 secuencia lógica, surgió una tercera catego-
ría de movimientos sociales, los “novísimos
describir las corrientes que más me interesan. intensificación del control y la disciplina en
Asimismo, Day argumenta que los novísimos las sociedades” (Day, 2005: 15). Day se hace
movimientos sociales son radicales en aquello eco del manifiesto de John Holloway (2002) de
que consideran ser cambios fundamentales. No cambiar el mundo sin tomar el poder, inspirado
solo se refieren al contenido de los modos de do- en los neozapatistas. Subraya que, más que por
minación y explotación actuales, sino también su implicación con el poder político, los nue-
a las formas que los originaron. Así, por ejem- vos activistas radicales luchan para recuperar,
plo, las políticas radicales indígenas, en vez de establecer y aumentar su capacidad de deter-
defender el autogobierno en el seno del Estado minar las condiciones de su propia existencia,
colonial, desafían la noción europea de sobera- animando a otros a hacer lo mismo.15
nía sobre la que se basan los sistemas estatales. Este análisis ha sido objeto de varias críti-
De este modo, el activismo radical contempo- cas.16 Pese a captar bien la naturaleza autóno-
ráneo va más allá de las posibilidades y límites ma y neoanarquista de algunas de las acciones
de la reforma liberal, sin dejar completamente colectivas de las décadas recientes, no ofrece
a un lado los intentos de transformación del una imagen adecuada del activismo contempo-
statu quo. Rechaza cualquier tipo de política de ráneo como un todo, una crítica que también
integración o inclusión en las estructuras políti- se aplica a los análisis de Negri y Hardt en
cas y sociales existentes y, por tanto, cualquier Imperio. En mi trabajo sobre luchas sociales
intento de reformar o transformar el Estado. y políticas y movilizaciones contemporáneas,
Incide en experiencias de pequeña escala en la he optado por un enfoque más amplio, episte-
construcción de modelos alternativos de organi- mológicamente reflexionado y empíricamente
zación social, política y económica por el hecho fundamentado, enfatizando la diversidad y la
de ofrecer un modo de evitar tanto una espera heterogeneidad de las diferentes formas de
eterna por la llegada de la revolución como la
perpetuación de las estructuras existentes a tra-
15 Para otros análisis que siguen la misma línea véase,
vés de reivindicaciones reformistas.
además de Holloway (2002), Thompson (2008: 24-49).
“Al rechazar presentar reivindicaciones van
16 Véase, por ejemplo, la crítica de Patnaik (2008: 25-
más allá del ciclo en el que se usan peticiones
27) a la propia del concepto gramsciano de hegemonía
de “libertad” o “derechos” para justificar una retomado por Day. Véase también Reitan (2007: 445-460).
Para una teoría sociojurídica de la indignación: ¿es posible ocupar el derecho? 285
acción colectiva (Santos, 2005b). De hecho, si organizaciones que convergen en este, intento
nos concentramos en los movimientos sociales demostrar que la celebración de la diversidad
y en las luchas acaecidas en el Sur global, mu- no impide el surgimiento de algunas formas de
chas de las categorías analíticas (materialismo convergencia y articulación, aunque sean limi-
frente a cultura, viejo frente a nuevo, nuevo tadas (Santos, 2005b; 2006b).
frente a novísimo; Estado frente a sociedad Para los objetivos analíticos de este texto, es
civil; autónomas frente a orientadas a tomar importante plantear las siguientes cuestiones.
el poder) son inadecuadas o totalmente irrele- Primero, a fin de ser justos con las diferentes
vantes. A fin de cuentas, la epistemología es la formas de acción colectiva que se dan tanto en
que lleva a cabo el análisis, que se debe some- el Norte como en el Sur global, debemos com-
ter al examen crítico. Esto es lo que he hecho prender que su contemporaneidad se reduce al
con mi propuesta de “Epistemologías del Sur”17 hecho trivial de darse en simultáneo. A un nivel
(Santos, 2014c). En este sentido, en mi análisis más profundo, cada una de estas acciones es
del Foro Social Mundial y de los movimientos y contemporánea solo con su contexto histórico,
social y político, incluso cuando este contexto
se relaciona de maneras complejas con otros
17 Esto fue parte del proyecto “ALICE - Espejos ex- contextos. Las diferentes historias no pueden
traños, lecciones imprevistas: definiendo para Europa encajar confortablemente en un modo único de
un nuevo modo de compartir las experiencias del mun-
do”, que pretende repensar y renovar el conocimiento ser aquí y ahora. Una concepción densa de con-
científico y social a la luz de las Epistemologías del Sur temporaneidad debe reconocer la coexistencia
(Santos & Meneses, 2014), con el objetivo de desarro- de diferentes formas de ser contemporáneo.
llar nuevos paradigmas teóricos y políticos de transfor- Las categorías usadas para describir acciones
mación social. El proyecto ALICE se basó en la apuesta
colectivas procedentes de diferentes contex-
de que la transformación social, política e institucional
puede beneficiarse ampliamente de las innovaciones tos se deben utilizar con alguna precaución.
que tienen lugar en países y regiones del Sur global. Sin La advertencia de Edward Said sobre el viaje
embargo, se trata de una apuesta exigente que presupo- de las teorías también se aplica a las catego-
ne la disponibilidad para el conocimiento recíproco, la rías analíticas (1983: 226-247). Estas también
comprensión intercultural y la búsqueda de convergen-
viajan y, si no prestamos atención a las condi-
cias políticas e ideológicas, respetando la identidad y
celebrando la diversidad. ciones del viaje, nos pueden conducir a análisis
286 Boaventura de Sousa Santos
razones y pasiones que abundan en estas pro- y al rechazo radical de un determinado statu
testas.20 Se da importancia a la acción colectiva quo, y no al hecho de imaginar una sociedad fu-
tura mejor. Apela a la rebelión o la revuelta más
que a la revolución o la reforma. Esta negativi-
negativa, la indignación solo se puede convertir en un dad constituye el núcleo de una concepción de
sentimiento activo cuando se somete a lo que Spinoza derecho implícita en muchas de las protestas,
denominó en la Ética como “terapia cognitiva”. Dado
que las pasiones contienen elementos de percepción y
aunque las diferencias significativas inviten a
creencia, a través de la razón se pueden transformar en una mayor especificación.
percepciones y creencias más positivas y enriquecedo- Generalmente, con mayor o menor intensi-
ras. Stolze especula sobre cómo podría funcionar esta dad, en las protestas podemos identificar las
terapia cognitiva en el caso de la indignación: “No se siguientes características.
trataría de eliminar el efecto de la indignación, sino de
usar la razón para reconstruir con la imaginación las
En primer lugar, la indignación resulta de la
causas subyacentes a la indignación. Esta reconstruc- extrema desigualdad social de las sociedades
ción tendría un doble efecto: a) transformar la indig- capitalistas contemporáneas. La intensidad de
nación, de una influencia triste a una influencia feliz; la denuncia se expresa en la polarización entre
y b) aumentar nuestro poder para comprender, actuar el 1% y el 99% de la sociedad. De hecho, esta
o, quizás, incluso eliminar la fuente de la indignación”
(Stolze, 2000: 14). Esto puede parecer demasiado opti-
mista si tenemos en cuenta los límites del conocimien- la voluntad reflexiva de actuar, de transformar, de su-
to racional en Spinoza. Debemos recordar que, para el perar los obstáculos. La corriente fría impide que nos
pensador, la forma más alta de conocimiento era el “ter- engañen; al conocer las condiciones y los obstáculos,
cer tipo de conocimiento”, el conocimiento intuitivo de nos dejamos condicionar más difícilmente. A su vez, la
nuestras emociones. Sobre los límites del pensamiento corriente caliente impide que nos desilusionemos fácil-
racional en Spinoza, véase De Dijn (2004: 37-56). Para mente; la voluntad del desafío sostiene el desafío de la
un análisis psicológico de la indignación véase, por voluntad. El miedo exagerado a que nos engañen com-
ejemplo, Kahneman & Sunstein (2007). porta el riesgo de transformar las condiciones en obstá-
20 He defendido que la racionalidad subyacente de culos insuperables y, con ello, arrastrarnos al quietismo
las acciones tanto de las sociedades como de los indi- y al conformismo. Por otro lado, el miedo exagerado
viduos cuenta con dos corrientes, la corriente fría y la a desilusionarnos provoca una aversión total a todo lo
corriente caliente. La corriente fría es la corriente del que no sea visible ni palpable y, por este medio, también
conocimiento de los obstáculos y las condiciones de la nos arrastra al quietismo y al conformismo (Santos,
transformación. La corriente caliente es la corriente de 2006a: 118-119).
Para una teoría sociojurídica de la indignación: ¿es posible ocupar el derecho? 289
denuncia ya tiene mucho tiempo. Prestemos democrático (no socialista), basado en la dis-
atención a la siguiente cita: tinción entre el ideal de democracia (o “demo-
cracia real”) y las democracias de baja intensi-
Si una persona ignorara cómo vive la gente en dad de la realidad política de nuestro tiempo.
nuestro mundo cristiano y le dijéramos: “hay un En tercer lugar, la desconfianza en las institu-
pueblo que organiza el modo de vida de tal forma ciones estatales y no estatales justifica la prefe-
que la aplastante mayoría de las personas, el 99%
rencia por formas de lucha extrainstitucionales.
de ellas, vive del trabajo físico sin descanso y some-
Los indignados en las sociedades democráticas
tida a necesidades opresivas, mientras que la otra
parte, el 1% de la población, vive en la ociosidad parten de la base de que los grupos o intereses
y la opulencia”. Si ese tal 1% de la población tiene no democráticos dominantes han ocupado las
su propia religión, su ciencia, su arte, ¿qué tipo de instituciones democráticas. Las instituciones
religión, arte y ciencia serán? (Tolstói, 1934) se mantienen vigentes, pero no desempeñan las
funciones para las que han sido creadas. Esta-
La respuesta no podría dejar de ser: “una mos entrando en una época posinstitucional,
religión, una ciencia y un arte pervertidos”. Se en la que se justifica más la desobediencia po-
dirá que se trata de un extracto de los manifies- lítica que la desobediencia civil. Los indignados
tos del movimiento Occupy o el movimiento de tomaron las calles y plazas por tratarse de los
los indignados de principios de la presente dé- únicos espacios públicos no ocupados por el
cada. Nada de eso. Se trata de una cita del dia- capital financiero. Además, las deliberaciones
rio de Lev Tolstói del día 17 de marzo de 1917, tomadas durante el proceso de protesta y resis-
poco antes de fallecer (Tolstói, 1934). tencia deben decidirse idealmente a través de la
En segundo lugar, la indignación surge con- democracia directa, una asamblea democrática,
tra el surgimiento o el endurecimiento de la desconfiando de líderes y portavoces.
dictadura, bien en forma de una dictadura per- En cuarto lugar, las protestas son, en la aplas-
sonal (en la Primavera Árabe), bien en forma tante mayoría de los casos, pacíficas, incluso
de una dictadura impersonal (disfrazada de de- cuando se enfrentan con la brutalidad policial.
mocracia) de los mercados financieros y el ca- Por último, las redes sociales del ciberespa-
pital financiero global (Occupy y movimientos cio han constituido el elemento clave para la
de los indignados). Predomina un imaginario agrupación y la articulación de esta resistencia.
290 Boaventura de Sousa Santos
A pesar de estas características generales las protestas estaban relacionadas con las crisis
comunes, las diferencias entre las protestas y de los derechos sociales y económicos propios
las movilizaciones ocurridas entre 2011 y 2013 de la socialdemocracia. Sin embargo, mientras
son significativas. Distingo tres genealogías: la que la socialdemocracia europea era antigua y
Primavera Árabe; la indignación en el sur de Eu- se basaba en principios universales, en Brasil la
ropa y en Brasil; y los movimientos Occupy en socialdemocracia tenía diez años y se basaba en
los Estados Unidos. La Primavera Árabe (que políticas compensatorias masivas (beneficios de
comprende protestas y movilizaciones muy dife- diferentes tipos indexados a los recursos eco-
rentes) emergió de las ruinas del nacionalismo nómicos). Gracias a estas, cerca de cincuenta
árabe, una especie de nacionalismo populista millones de brasileños pudieron acceder a la so-
cuyo líder más destacado fue Gamal Abdel Nas- ciedad de consumo. En la mayoría de los casos,
ser, presidente de Egipto entre 1958 y 1970. En las protestas y movilizaciones surgieron de la
el mundo occidental, dominado por la islamo- contradicción entre el acceso fácil a productos
fobia, la exigencia de democracia requerida por de consumo y la inaccesibilidad o la deficiente
las protestas y las asociaciones que las apoyaban calidad de los servicios públicos (sanidad, edu-
fue una sorpresa reconfortante. Los movimien- cación, transportes). En los Estados Unidos,
tos de los indignados en el sur de Europa resulta- las protestas y movilizaciones representaron la
ron de la profunda crisis de la socialdemocracia bancarrota social e ideológica del neoliberalis-
europea. Empezaron a cuestionarse, sobre todo mo. Entre todas las protestas y movilizaciones,
tras la crisis financiera de 2008, los derechos el movimiento Occupy fue aquel en el que las
sociales y económicos, que parecían parte del políticas negativas de indignación alcanzaron su
ADN de la política europea posterior a la Segun- formulación más intensa. La denuncia radical de
da Guerra Mundial. En pocos años, dejaron de la extrema desigualdad y de la degeneración de
verse como una conquista social irreversible y la democracia, transformada en una plutocracia,
pasaron a considerarse un lujo insostenible, que si no en una cleptocracia, hacía que cualquier
dejaba a la vieja y la nueva clase media al límite reivindicación al Estado perdiera el sentido. Po-
de la pobreza, y a sus hijos, la mayoría de ellos demos preguntarnos si, de una manera insidiosa,
con muchos años de escolaridad, sin perspec- el neoliberalismo no estuvo realmente presente
tivas de un futuro digno. En Brasil, al principio en las protestas en la forma vehemente en que se
Para una teoría sociojurídica de la indignación: ¿es posible ocupar el derecho? 291
denunciaba al Estado depredador, así como en se habían creado. La clase política o la élite en
la defensa de la autonomía individual y colectiva el poder las había tomado por asalto con miras a
como un valor fundamental. satisfacer sus propios intereses.
Ante la ausencia de una reflexión autócto-
El derecho y las revueltas na sobre el papel del derecho en la sociedad,
de la indignación propongo una reconstrucción hipotética. Si
Como era de esperar, los manifestantes no las revueltas de la indignación hubieran tenido
estaban nada interesados en desarrollar una re- tiempo o hubiesen estado interesadas en desa-
flexión sobre el derecho y su papel en la socie- rrollar la teoría crítica del derecho subyacente
dad. Teniendo en cuenta que el derecho simboli- a sus luchas, ¿qué perfil habría tenido? ¿Cómo
za, mejor que cualquier otro atributo del Estado concebirían el derecho? ¿Cuál sería, según ellas,
moderno, la idea de institución e institucionali- el papel del derecho en la sociedad? ¿Cuál es el
zación (el derecho y el orden), era de esperar concepto de derecho derivado de su acción co-
que los movimientos de los indignados tuvieran lectiva? Mi interés en estas cuestiones es a la vez
muy poco que decir sobre el derecho, aun cuan- político y analítico. Participé en algunas de estas
do tuvieron mucho que decir sobre derechos movilizaciones en Coímbra, Lisboa y Madrid, y
humanos y ciudadanía. A fin de cuentas, la ma- mostré mi solidaridad con los manifestantes a
yoría de las protestas fueron declaradas ilegales través de varios medios a mi alcance, incluso es-
y, desde el primer momento, se intentó prohi- cribiendo artículos en la prensa, participando en
birlas. El hecho de que los manifestantes recu- debates y dando entrevistas en la radio y la tele-
rrieran a la acción directa de ocupación pone visión. Compartí muchas de sus preocupaciones
de relieve el impulso antiinstitucional o extra- y luchas y por los mismos motivos viví un sen-
institucional derivado de las protestas. Además, timiento similarmente intenso de indignación.
la justificación del recurso a la acción directa, Con respecto a la teoría crítica del derecho y a
especialmente en contextos democráticos, fue las preguntas que he formulado antes, mi interés
que las instituciones estatales, supuestamente analítico era específico. Las revueltas de la indig-
al servicio de los ciudadanos y encargadas de nación parecían contradecir la teoría sociológi-
salvaguardar sus derechos de ciudadanía, no es- ca del derecho que he desarrollado a lo largo de
taban desempeñando las funciones para las que los años. Una de las características principales
292 Boaventura de Sousa Santos
Derecho configurativo: la duali- del derecho. Más que una dualidad entre el
dad abisal del derecho22 derecho estatal y no estatal, se trata de una
Según las revueltas de la indignación, en las dualidad arraigada en lo más profundo del de-
sociedades capitalistas de hoy existe una dua- recho estatal capitalista. Concebirlo como una
lidad abisal del derecho, una especie de plura- discrepancia entre el derecho en los libros y el
lismo legal no reconocido por los estudiosos derecho en la práctica, al estilo de la sociología
del derecho convencional, implica enfrentarse
a un desvío contingente y a la posibilidad de
22 El pensamiento moderno occidental es un pensa-
miento abisal. Consiste en un sistema de distinciones
que se pueda superar esta discrepancia. Para
visibles e invisibles, en las que las últimas fundamentan los indignados las dos premisas son erróneas.
las primeras. Las distinciones invisibles se establecen Las élites en el poder, los opresores, han “pre-
mediante líneas radicales que dividen la realidad social ocupado” el derecho estatal oficial. Esta “pre-
en dos mundos distintos: el mundo “de este lado de la lí- ocupación” se da a través de una división ra-
nea” (modos de sociabilidad metropolitana) y el mundo
“del otro lado de la línea” (modos de sociabilidad colo-
dical entre dos sistemas jurídicos: el derecho
nial). La división es tan radical que “el otro de la línea” del 1% y el derecho del 99%, el derecho de los
desaparece como realidad, es producido como inexis- opresores y el derecho de los oprimidos. Esta
tente. Inexistencia significa no existir de un modo que división es tan radical como invisible. Los dos
pueda ser socialmente relevante o comprensible. Todo tipos de derecho coexisten en el mismo espa-
lo que se produce como inexistente se excluye de ma-
nera radical, ni siquiera llega a reconocerse como ex- cio geopolítico y la articulación entre ellos es
cluido. La característica fundamental del pensamiento intrínseca a pesar de ser invisible. De hecho,
abisal es la imposibilidad de la copresencia de los dos los produce el mismo poder legislativo y los
lados de la línea. El mundo “de este lado de la línea” se adjudica el mismo sistema judicial. Y, con todo,
considera universal en la medida en que agota el campo
son inconmensurables. Los dos se dan a través
de la realidad relevante: más allá de la línea solo hay
inexistencia, invisibilidad y ausencia no dialéctica. En de desvíos sistemáticos de los principios que
el interior del mundo “de este lado de la línea” también supuestamente tenían que defender. La discre-
hay exclusiones, pero no son radicales o abisales como pancia entre el derecho en los libros y el de-
las que lo separan del mundo “del otro lado de la línea”. recho en la práctica, más que un desvío o una
Asimismo, el pensamiento jurídico moderno dominante
es un pensamiento abisal. Véanse Santos (2014c: 118-
aberración, es constitutiva de este tipo de “ocu-
135) y Santos & Meneses (2014). pación previa” del derecho por los opresores.
294 Boaventura de Sousa Santos
tienden a interpretar los cambios que se pro- otro lado del desorden, de que la primacía del
ducen (sobre todo la concentración de riqueza derecho va acompañada de la primacía de la
y la “pre-ocupación” del Estado y su derecho ilegalidad. En otras palabras, el hecho de que
por parte de intereses minoritarios poderosos) el “derecho y el orden 1” sean el otro lado del
como factores que no comprometen la unidad “derecho y el orden 2” (lo que el 99% considera
fundamental del derecho. De hecho, el sesgo de que es el desorden que les impone el 1%) y de
normalidad lleva al ciudadano común a creer que en nuestras sociedades el “Estado de dere-
que, pese a todas sus deficiencias, la democra- cho 1” vaya de la mano del “Estado de derecho
cia sigue funcionando en beneficio de todos los 2” (que el 99% considera una ilegalidad que les
ciudadanos, y el derecho aún está del lado de impone el 1%) permanece invisible.
David siempre que Goliat intenta imponer su Según los indignados, la línea abisal que di-
fuerza. Esta creencia se ve reforzada por otra, vide el corazón del derecho en las sociedades
a la que llamo “sesgo del daño preventivo”: se capitalistas nunca ha sido tan radical y des-
trata de la idea de que, si las personas se ponen tructiva para la amplia mayoría de nuestras
de acuerdo en soportar en el presente un daño sociedades como lo es en la actualidad. Es el
comparativamente menor a su bienestar, en el resultado de la contrarrevolución que el 1% ha
futuro se evitarán males mayores y desastres emprendido en los últimos treinta años contra
más graves. las conquistas sociales que el 99% obtuvo en
La línea abisal que divide los dos sistemas las décadas anteriores a través de las luchas
jurídicos tiene algunas similitudes con la que llevadas a cabo dentro de los límites del pro-
dividió el derecho metropolitano y el derecho ceso democrático liberal. Estas luchas permi-
colonial durante el período histórico del colo- tieron alcanzar alguna medida de redistribu-
nialismo, salvo el hecho de que ambos derechos ción social, en parte a causa de la expansión
se ejercen ahora en un mismo territorio geográ- de los derechos sociales y económicos. De
fico. En el juego de espejos jurídicos prevale- este modo, en los países centrales del sistema-
ciente en la sociedad, no hay manera de que el mundo se alteraron las relaciones de poder
derecho se refleje en la totalidad fracturada por dominantes; la culminación de este cambio
la línea abisal. De este modo, permanece invisi- fue la socialdemocracia europea y el Estado
ble el hecho de que el derecho y el orden son el del bienestar. En los últimos treinta años, las
296 Boaventura de Sousa Santos
élites del poder, impulsadas por el capital fi- El derecho del 1% es un derecho estamental,
nanciero global, lograron revertir este pro- un derecho personal en el sentido weberiano.26
ceso histórico secuestrando la democracia y El derecho del 99% es un derecho territorial; es
poniéndola al servicio de sus intereses exclu- el modo de actuación del derecho cuando se di-
sivos. El resultado es el hecho de vivir hoy en rige a las necesidades y aspiraciones del 99%. Los
sociedades políticamente democráticas pero poderosos conciben el derecho del 1% como algo
socialmente fascistas.25 Esta escisión política exclusivamente suyo, que pertenece a su estatuto
refleja la escisión jurídica. social privilegiado; en consecuencia, la aplicación
del derecho se rige por la idea de “quién hace qué
El funcionamiento del derecho dual contra quién”, en vez de por la idea de “qué se
Así pues, examinemos más detalladamente hace, sin importar contra quién”. Según la concep-
la dualidad entre el derecho del 1% y el dere- ción del derecho de los indignados, la articulación
cho del 99%. Para empezar, es importante des- equilibrada de los tres elementos estructurales del
tacar que esta escisión, pese a su naturaleza derecho moderno —retórica, burocracia y violen-
radical, se alcanzó sin ninguna suspensión de cia—27 hoy no se ve en ninguna parte, si es que
la Constitución y sin ninguna declaración de alguna vez ha existido. En cambio, actualmente
estado de emergencia. existe un desequilibrio estructural entre los tres
componentes. El derecho del 1% opera casi exclu-
sivamente a través de la retórica. En los últimos
25 El fascismo al que me refiero no es un régimen polí-
tico, sino más bien un régimen social y civilizatorio. En
vez de sacrificar la democracia a las exigencias del ca-
pitalismo, trivializa la democracia hasta el punto de no 26 Refiriéndose a la codificación monárquica patrimo-
ser necesario, ni siquiera conveniente, sacrificarla para nial de Europa Central, Max Weber escribió: “significó
promover el capitalismo. Es un tipo de fascismo plura- indudablemente en lo esencial solo un derecho esta-
lista, producido por la sociedad y no por el Estado. Este mental de las capas privilegiadas, muy reducidas en nú-
aquí se comporta como un mero testigo complaciente, mero, y dejó intactas las particularidades jurídicas de
o incluso como un cómplice activo. Estamos entrando los otros estamentos, sobre todo el campesino, es decir,
en un período en el que los Estados democráticos co- la inmensa mayoría de los súbditos” (Weber, 1978: 858).
existen con formas de sociabilidad fascistizantes. En 27 Sobre los tres componentes estructurales del dere-
consecuencia, se trata de una nueva forma de fascismo. cho estatal moderno, véase Santos (1995: 430).
Para una teoría sociojurídica de la indignación: ¿es posible ocupar el derecho? 297
de la crisis en general.32 El otro ejemplo proce- delictivo como si no. El ciberespacio, Guantá-
de de la llamada guerra contra el terror.33 En namo y las salas de tránsito de los aeropuertos
este caso, el control social llevado a cabo debi- internacionales parecen ser lugares y espacios
do a esta guerra contra el terror se vuelve tan privilegiados de alegalidad, zonas grises más
arbitrario que si se considera ilegal no capta su allá de la dicotomía legal/ilegal en la que se ba-
dimensión real, el hecho de estar totalmente san los principios del derecho moderno. Estos
por encima de los límites jurídicos más bási- espacios y líneas de acción están destinados a
cos. Es el caso de las leyes secretas y las inter- expandirse a medida que la democracia se va-
pretaciones secretas del derecho que dan lugar cía, el estado de excepción se normaliza y la
a acusaciones ante un tribunal secreto que no ciudadanía tiende a la servidumbre.
permiten al acusado (o a su abogado) conocer
las leyes en las que se basan para acusarlos y Derecho internacional
eventualmente condenarlos.34 Como expuso y relaciones internacionales
Edward Snowden, los servicios secretos tienen En el campo de las relaciones internaciona-
la capacidad de acceder a la mayor parte de las les, el derecho del 1% es el derecho del saqueo
comunicaciones electrónicas de la mayoría de y la apropiación violenta. El derecho interna-
la gente, tanto si son sospechosos de algún acto cional es la más estrepitosa y violenta instan-
cia de la división abisal entre el derecho del 1%
y el derecho del 99%. Con respecto al derecho
32 Esto fue especialmente visible en el caso de las internacional, el derecho del 1% es el derecho
“medidas de austeridad” impuestas por los gobiernos que protege a nivel transnacional los intereses
conservadores de Grecia, Portugal y España desde de las élites en el poder en los países centra-
2011. Véase Santos (2014a). les y de las élites satélites de la periferia y la
33 Existe muchísima bibliografía sobre este tema. semiperiferia del sistema mundial. Este dere-
Véanse, por ejemplo, Garlinger (2009: 1105-1147); Her- cho opera según los modos de acumulación de
man (2006: 67-132); Besar (2012: 121-135); Rubel (2007:
capital, que Marx llamó acumulación primitiva
119-159); Fenster (2014: 309-362); Sall (2013: 1147-1170).
(1970: 8). Según Marx, estas formas de acumu-
34 La Patriot Act, promulgada en los Estados Unidos
lación de capital eran especialmente violentas
tras el ataque a las Torres Gemelas, ha sido objeto de
interpretaciones secretas (Rudesill, 2016). e ilegales, y consistían en acciones como la
300 Boaventura de Sousa Santos
derecho que va de abajo hacia arriba y que sur- y decididas por consenso. Sin embargo, con el
ge del propio ejercicio de la ocupación cuando fin de prevenir que la disidencia de pequeñas
esta se mantiene durante un tiempo mínimo.36 minorías se transforme en poder de veto, algu-
La ocupación de espacios públicos implica la nos movimientos adoptaron la regla de la ma-
creación de una concepción alternativa de ese yoría e incluso del voto secreto. Estas reglas y
lugar, durante un cierto período de tiempo y su regulación son el contrato social fundacio-
para un considerable número de personas. nal de la ocupación. Al igual que el derecho del
Esta ocupación exige la adopción de algún tipo 1%, el derecho de la ocupación también es au-
de orden y reglamentación, reglas capaces de toatribuido —es una autorreglamentación— y
recompensar los comportamientos legítimos y opera sobre la base de la retórica; sin apenas
castigar los ilegítimos, así como algún tipo de burocracia ni violencia.
mecanismo de cumplimiento de la ley para ga- Este derecho es prefigurativo porque, tanto
rantizar la aplicación de estas normas. Al haber en su concepción como en su ejercicio, ates-
implicado ocupaciones y resistencia continua, tigua una previsión o anticipación real de una
las revueltas de la indignación tendieron a ge- sociedad alternativa en una sociedad alterna-
nerar estas normas a través de formas de parti- tiva en la que se experimenten verdaderamen-
cipación y deliberación basadas en asambleas37 te la democracia, la justicia y la igualdad.38
Se trata de la única forma de pluralismo jurídi- presupone, entre otras condiciones, que la
co que el movimiento de los indignados reco- movilización jurídica forma parte de una mo-
noce que tiene algún valor positivo. Pese a su vilización política más amplia. La movilización
apariencia precaria, incipiente y embrionaria, jurídica proactiva implica: 1) el recurso a los
este derecho prefigurativo pertenece al mismo tribunales para presentar denuncias y reivin-
tipo de derecho prefigurativo que existió en al- dicaciones, en vez de hacerlo solo para defen-
gunas zonas liberadas durante el movimiento derse de las acusaciones penales; 2) la presión
de liberación anticolonial39 y que, desde hace sobre la burocracia estatal encargada de la
algunos años, está en vigor en los territorios aplicación efectiva de los derechos; y 3) la mo-
autónomos de los neozapatistas.40 vilización para lograr alteraciones legislativas
que favorezcan los intereses de estos grupos
Derecho reconfigurativo: socialmente vulnerables. La movilización polí-
¿puede el derecho ser emancipador? tica puede implicar diferentes tipos de activis-
Siguiendo la línea de mi trabajos anteriores mo político pacífico, entre los que se incluye la
(Santos, 1995; 2009), defiendo que el uso con- acción directa para forzar la entrada de reivin-
trahegemónico del derecho que hacen las cla- dicaciones en la agenda política.
ses populares y los grupos sociales oprimidos Las revueltas de la indignación parecen indi-
carnos que no existen las condiciones para la
movilización jurídica emancipadora, o que se
bed/OViEBnkJQAc> acceso 30 de mayo de 2017. Asi- están deteriorando de tal manera que la movi-
mismo, es similar al concepto de utopía real adelantado lización política debe dejar de articularse con la
por Wright (2010) para referirse a las prácticas reales movilización jurídica. Para los indignados, la im-
existentes que se desvían fundamentalmente de los posibilidad de una movilización jurídica resulta
modos convencionales o hegemónicos de concebir la
del surgimiento de un tipo de autoritarismo en
economía o la política.
el seno de sociedades políticamente democráti-
39 Para el caso de las zonas liberadas de Guinea-Bis-
cas basado en el extrainstitucionalismo de arri-
sau en la lucha contra el colonialismo portugués lidera-
da por Amílcar Cabral, véase Santos (2015a). ba abajo o en la desinstitucionalización, que se
hace posible y se vuelve invisible al mismo tiem-
40 Para el caso de los neozapatistas, véase Subcoman-
dante Marcos (2001; 2004). po debido a la división abisal entre el derecho
Para una teoría sociojurídica de la indignación: ¿es posible ocupar el derecho? 303
del 1% y el derecho del 99%. En consecuencia, Solo se puede recuperar el derecho como
bajo las presentes condiciones del capitalismo instrumento emancipador si se refunda, y en
global, no es posible la transformación social a cierto modo se reinventa, la democracia. De
través del activismo jurídico y judicial. este modo, se explica la importancia de los lla-
Para los indignados, las condiciones para un mamientos a una “democracia real”41 en el mo-
uso contrahegemónico del derecho, si es que vimiento de los indignados.42 Esencialmente, la
alguna vez existieron, se han deteriorado has- “democracia real” designa un régimen político
ta el punto de solo quedar de ellas una triste que promueve de manera efectiva la igualdad
fantasía liberal, una vana esperanza. La demo- política, social y económica y el respeto por
cracia liberal ha demostrado su impotencia a la igualdad en la diferencia, y transforma las
la hora de neutralizar los impulsos del capita-
lismo neoliberal de acumulación infinita de ri- 41 Si retrocedemos cien años, nadie podría imaginar
queza y de un poder político antidemocrático. entonces que las revueltas populares pudieran recla-
La ciudadanía y los derechos humanos se están mar una democracia real porque la democracia era un
erosionando incluso en los países centrales del privilegio de las élites que excluía a la gran mayoría de
sistema-mundo; la vigilancia destruye la pri- la población, que ni siquiera tenía derecho de voto.
vacidad más allá de nuestra imaginación; los 42 Según la Carta por la Democracia, no se puede
gobiernos elegidos responden ante agencias de aceptar el marco propuesto por las políticas de auste-
ridad. Nunca tanta riqueza había estado tan mal distri-
rating y los mercados financieros, y no ante los buida y de acuerdo con criterios tan antidemocráticos
ciudadanos; la corrupción parece endémica; e injustos. Es por ello que hace falta reconsiderar com-
las transferencias de riqueza de los pobres a los pletamente el papel de las economías políticas para es-
ricos han alcanzado niveles escandalosos que tablecer el principio del bienestar de las poblaciones
por encima de los intereses privados, financieros y cor-
antes se pensaba que solo eran alcanzables en
porativos. Lo que está en juego es el reconocimiento
regímenes dictatoriales; y las guerras imperia- real, y no solo formal, de que las leyes del mercado de-
listas se reinventan sucesivamente. Todo esto ben subordinarse al papel social de la economía. Véase
sucede sin que se suspendan formalmente las a propósito “Objetivos Políticos del 15M”, de los miem-
normas y garantías constitucionales. Bajo tales bros de las Asambleas 15M de Tetuán y del Barrio del
Pilar (Madrid), en <http://barriodelpilar15m.wordpress.
condiciones, es imposible reconfigurar signifi-
com/2014/06/28/objetivos-politicos-del-15m> acceso 30
cativamente el derecho. de mayo de 2017.
304 Boaventura de Sousa Santos
más recientes como en mi trabajo teórico, refutación de mi teoría, sino más bien como una
intento informar sobre las posibilidades de llamada de atención a la necesidad de una revi-
transformación social progresista, aunque sión crítica: no se puede esperar ningún tipo de
cada vez sea más escéptico con relación a las transformación social progresista a través del
transformaciones del derecho a pequeña esca- derecho si no hay un cambio profundo de los
la, reformistas y subparadigmáticas. Quien ha sistemas políticos y de la dimensión más política
vivido una parte de su vida en dictadura nun- del derecho —el derecho constitucional, funda-
ca deja de reconocer que, dependiendo de las cional tanto para el Estado como para el siste-
circunstancias, los movimientos reformistas ma político—. Al fin y al cabo, las revueltas de
más limitados pueden necesitar energía revo- la indignación, en vez de defender un uso con-
lucionaria y correr el riesgo de comportarse trahegemónico del derecho en general, inciden
ilegalmente para tener éxito.45 Asimismo, los en sus luchas específicamente en el uso contra-
diferentes contextos históricos pueden expli- hegemónico de una vertiente particular del de-
car por qué en la Primavera Árabe los indigna- recho: el derecho constitucional. El propósito
dos luchaban por una democracia de tipo oc- del constitucionalismo transformador se basa en
cidental, mientras que los indignados del sur la premisa de este uso contrahegemónico. Solo
de Europa y, en especial, los del movimiento un derecho constitucional reconfigurativo, com-
Occupy, consideraban la práctica de este tipo binado con la presión continua de abajo arriba,
de democracia irremediablemente corrupta e será capaz de reinstalar en la sociedad la posibi-
inservible para propósitos progresistas. lidad de un uso contrahegemónico del derecho.
Volviendo a mi concepción del uso contrahe-
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316 Boaventura de Sousa Santos
Europa. Europa estaba en crisis: conflictos so- temor y la esperanza.3 De acuerdo con él, debe-
ciales, prostitución, delincuencia, enfermedad, ría haber un equilibrio entre ambas, porque la
problemas sanitarios, campesinos expulsados esperanza sin temor engendra el voluntarismo
de sus tierras que emigraban a las ciudades, y, en ocasiones, el caos. En sentido inverso, el
donde no había capacidad para albergarlos. temor sin esperanza nos conduce a la parálisis,
Este grupo de problemas causado por la pri- la decadencia y probablemente la resignación.
mera revolución industrial fue llamado “la En aquel momento, la esperanza probablemen-
cuestión social”, en un momento en el que no te prevalecía por sobre el temor, pese a todos
había mucho conocimiento científico para li- los problemas de la cuestión social.
diar con estas problemáticas. A fines del siglo Sin embargo, con una intensidad diferente,
XIX y principios del XX, apenas nos encontrá- había en la agenda política dos modelos prin-
bamos en los albores de las ciencias sociales, cipales de transformación social: la revolución
que de hecho se desarrollaron en Europa para y el reformismo. Desde el inicio, estos campos
abordar la mencionada cuestión social. Este estaban divididos y fragmentaban el movi-
fue el principal impulso tras el desarrollo de miento de la clase obrera. Por un lado, estaban
las ciencias sociales. las fuerzas revolucionarias y el conocimiento
científico que las impulsaba, a saber, el mar-
Revolución y reformismo xismo. Por otro lado, estaban los reformistas,
El conocimiento que se desarrollaría enton- que consideraban que mediante la legislación
ces estaba dirigido a consolidar dos formas y la democracia liberal se podía lograr el mis-
principales de transformación social. La revo- mo objetivo al que apuntaba la revolución.
lución industrial había ocurrido en torno a 1830 Estaba la idea de que la sociedad futura sería
y estábamos viviendo las consecuencias de di- socialista, pero había dos maneras de alcan-
cha revolución. Pero eran tiempos promisorios, zar esa meta: una rompía con las instituciones
un período de esperanza en medio del miedo. vigentes, como la Revolución Rusa, mientras
Como recordarán, Spinoza había afirmado dos que la otra pedía una transformación pacífica
siglos antes que nuestras vidas están goberna-
das por dos afectos o emociones básicas: el
3 Más al respecto en Spinoza (1955: 176): “no hay es-
peranza sin temor, ni temor sin esperanza”.
La resiliencia de las exclusiones abisales en nuestras sociedades 319
son víctimas del racismo y la xenofobia. La la cual dormir por las noches? En aquella oca-
población blanca representa el 8,4 % de la po- sión, debí tomar una pastilla para poder dormir
blación y poseen el 86 % de la riqueza de Sud- durante la noche, tan ansioso estaba sobre el
áfrica. Las víctimas se ponen en contra de las destino de esas personas. Hoy en día, entre mi
víctimas. En las elecciones presidenciales de casa y mi oficina en Madison, Wisconsin, veo
2016 en los Estados Unidos, los trabajadores entre veinte y cuarenta personas sin hogar en
blancos pobres se enfrentaron a los trabajado- la calle todos los días, incluso cuando hacen 2
res latinos. En Europa, se convence a las clases o 5 grados bajo cero afuera, y ya no tomo pas-
medias empobrecidas de que sus enemigos son tillas para poder dormir mientras pienso en su
los trabajadores inmigrantes y los refugiados. destino. El horror se ha trivializado. Me acos-
Hubo un tiempo después de la Segunda Gue- tumbré a esto y muchas otras personas como
rra Mundial en el que las personas casi sentían yo seguramente también lo han hecho.
vergüenza de ser ricas y pagaban tasas de im- ¿El conocimiento sobre la sociedad, que
puestos muy elevadas —70 % o más— para hemos acumulado a lo largo del último siglo,
construir un Estado de bienestar. Hoy vivimos ha contribuido a hacernos más insensibles a
en un mundo en el que, siguiendo a Oxfam, los la injusticia social o más cínicos o escépticos
ocho multimillonarios más adinerados tienen respecto de las posibilidades de luchar por
tanta riqueza como la mitad más pobre de la una sociedad mejor? ¿Deberíamos desarrollar
población mundial (unos 3,5 mil millones). otros tipos de conocimiento que nos permi-
¿Esto es normal, o es la banalización del ho- tan producir diagnósticos radicales de nues-
rror, la trivialización de la anormalidad? tras sociedades, tomando más consciencia de
Siempre recordaré que, durante una visita a la experiencia social en el mundo, que es una
la Escuela de Economía de Londres (London experiencia de sufrimiento, pero también de
School of Economics) en la década de 1980, de creatividad e innovación de la que a menudo
camino a casa desde allí, vi a dos o tres per- no somos conscientes?
sonas sin hogar durmiendo en la vereda, y que El proyecto ALICE era, precisamente, sobre
al llegar a mi hogar no podía dormir. ¿Cómo esto. Realizamos nuestra investigación en algu-
era posible que en una sociedad tan desarro- nos países fuera de Europa, a saber: Ecuador,
llada las personas no tuvieran una vivienda en Bolivia, Brasil, Sudáfrica, India y Mozambique.
La resiliencia de las exclusiones abisales en nuestras sociedades 321
Luego comparamos los resultados con pro- No necesariamente se experimentan como cri-
blemáticas de Portugal, España, Reino Unido, sis; a menudo, son concebidos como “la nueva
Francia e Italia. Intentamos comprender cómo normalidad” producida por crisis más visibles,
podíamos ver las realidades procedentes de como la financiera, que tienden a hacerse per-
distintos continentes. ¿Podíamos aprender manentes y, por lo tanto, a naturalizarse.
de cada una de ellas? ¿Podíamos ver los peli-
gros o las posibilidades de cada una de ellas? Primer peligro: desfigurar el Estado
Era un tipo diferente de diálogo, pero con el El primer peligro es el desfiguramiento del
fin de llevarlo adelante, necesitábamos un tipo Estado. El Estado liberal moderno se organizó
diferente de conocimiento. Comenzaré con un originalmente para servir a los intereses de la
diagnóstico radical de nuestro tiempo. clase burguesa naciente. Sin embargo, las lu-
chas sociales de los últimos ciento cincuenta
Los siete peligros años han conferido a la organización del Esta-
Vivimos en tiempos difíciles e inquietan- do un alto nivel de contradicción y tensión. Por
tes. Las clases populares y los grupos sociales un lado, el Estado garantiza la reproducción
oprimidos se enfrentan hoy, en general, a siete del capital mediante una diversidad de meca-
peligros principales para sus ya precarios mo- nismos —disciplinando el trabajo, garantizan-
dos de vida, su seguridad humana y cualquier do los derechos de propiedad individual, finan-
prospecto de una vida mejor que puedan aún ciando investigaciones cuyos frutos benefician
conservar. Estos peligros no se perciben del a las empresas, y también mediante impuestos
mismo modo o con la misma intensidad en injustos, diplomacia económica, intervencio-
todo el mundo o en los distintos grupos socia- nes militares, etcétera—. Por otra parte, el mis-
les. No son nuevos, pero el modo en el que se mo Estado genera relaciones no comerciales
articulan entre sí lo es, y de tal manera que crea entre los ciudadanos como concesiones que
niveles dramáticos de vulnerabilidad social, ge- resultan de los logros de las luchas populares;
nera inestabilidad institucional, exagera el dis- por ejemplo, la creación de bienes y servicios
curso político y puede conducir a una crisis de públicos, tales como la educación y la salud
la civilización si los desafíos que supone no son públicas, la legislación para la protección labo-
abordados de modo adecuado y progresista. ral y la seguridad social, los sueldos mínimos,
322 Boaventura de Sousa Santos
Segundo peligro: vaciar la democracia del contrato social es reemplazada por la me-
El segundo peligro es el vaciamiento de la tanarrativa del contrato individual. Mientras
democracia. La democracia liberal moderna las enormes diferencias de poder y riqueza
se trata de derechos, representación y parti- separan (y reúnen) a las partes del contra-
cipación. Tras estos pilares y las luchas so- to, la parte menos poderosa tiende a estar a
ciales que hicieron posibles, la democracia se merced del antojo de la parte más poderosa
hallaba en el corazón de la organización esta- y debe someterse a sus condiciones, al igual
tal contradictoria que mencionamos anterior- que los países del hemisferio Sur se han ren-
mente. En general, fue a través de las luchas dido ante las condiciones del FMI y del Banco
por más democracia que el Estado se convir- Mundial. La regla formal de la equidad de los
tió en un campo en disputa y que emergió la partidos es socavada más que nunca en el pe-
tensión entre democracia y capitalismo. Esta ríodo moderno por la regla informal del poder
tensión fue limitada, sin embargo, cuando la de veto de los más poderosos sobre las po-
democracia liberal cedió ante el capitalismo sibilidades de vida de los menos poderosos.
en momentos cruciales, como ilustró drásti- Llamo a esta condición social fascismo social
camente la historia europea durante el último y sostengo que, mientras las reglas del neoli-
siglo. La diferencia entre la democracia libe- beralismo no sean afectadas por fuerzas com-
ral y la neoliberal es que esta última es hostil a pensatorias fiables y sólidas, viviremos en so-
cualquier tipo de redistribución social progre- ciedades que son políticamente democráticas
sista, es decir, a la distribución en favor de las y socialmente fascistas. A diferencia del fas-
clases populares. Por el contrario, la redistri- cismo histórico, no es el Estado el que es fas-
bución social regresiva —esto es, la acumu- cista; son fascistas las formas de sociabilidad
lación de riquezas y el crecimiento exponen- basadas en inequidad y discriminación que el
cial de la inequidad social— está bien vista. Estado no logra abordar de manera efectiva,
En consecuencia, durante los últimos treinta o de las cuales es un cómplice activo. Con la
años se ha llevado a cabo un descomunal ata- crisis financiera, emerge un nuevo estado de
que a los derechos económicos y sociales. En excepción, cuyo aparato represivo no solo se
la medida en la que se acentúa el ataque a los dirige a “terroristas peligrosos” y a “ilegales”
derechos socioeconómicos, la metanarrativa (trabajadores inmigrantes indocumentados),
324 Boaventura de Sousa Santos
sino también a ciudadanos que cumplen con ser demasiado tarde, y la segunda demanda
las leyes, atacando sus derechos, salarios y cambios en la producción y el consumo, en
jubilaciones. las relaciones sociales y las concepciones de
la naturaleza que seguramente tomarán varias
Tercer peligro: destruir la naturaleza generaciones para realizarse. Dado que ningu-
El tercer peligro es la destrucción de la na de estas dos temporalidades coincide con
naturaleza. En términos históricos, este es el la que domina la acción política democrática
peligro que solo recientemente ha emergido (el ciclo electoral), y el capitalismo neoliberal
como una cuestión de gravedad. Para muchos, extractivista es hoy más voraz de los recursos
es hoy en día el más serio de todos y el que se naturales que nunca antes, la destrucción de
manifiesta más global y aleatoriamente en el la naturaleza parece continuar imparable, tri-
mundo, aun si las formas de lidiar con sus dra- vializada por el cinismo y la negación pública
máticas manifestaciones (eventos extremos) o por pseudosoluciones, como es el caso del
varían ampliamente. Por primera vez en la capitalismo ecológico.
historia, el desarrollo capitalista está afectan-
do seriamente la capacidad de la naturaleza Cuarto peligro: devaluar el trabajo
para restaurar sus ciclos vitales, alcanzando El cuarto peligro es la devaluación del tra-
así límites ecológicos que son considerados bajo. Las luchas históricas de la clase obrera
por expertos independientes y comisiones de por los derechos laborales fueron una de las
las Naciones Unidas como líneas rojas detrás vías principales por las cuales las clases po-
de las cuales el daño es irreversible y la vida pulares obtuvieron acceso a la ciudadanía y
en la Tierra corre riesgo. Este peligro ilustra se involucraron en el proceso democrático.
de la manera más clara los marcos tempo- Esta es probablemente el área que muestra
rales contradictorios de la acción social en más claramente las tensas articulaciones en-
nuestras sociedades, que parecen estar di- tre los tres principios del régimen moderno: el
vididas en dos temporalidades extremas: la Estado, el mercado y la comunidad.4 A través
temporalidad de la urgencia y la del cambio
paradigmático, siendo que la primera requie-
4 Respecto de los tres pilares de la regulación social
re acción inmediata, ya que mañana puede moderna, ver Santos (1995: 1-5).
La resiliencia de las exclusiones abisales en nuestras sociedades 325
heroica: sus héroes son bytes informáticos que sus computadoras. Nada ocurre en la econo-
ni siquiera conocen a sus amos. La principal mía real, pero las personas son más pobres al
característica de esta forma de poder es que día siguiente y aquellos que provocaron este
nunca sigue las mismas reglas del juego que su empobrecimiento repentino se vuelven mucho
adversario. Es por eso que, más que adversa- más ricos.
rios, tiene enemigos. Utilizando los conceptos
de Chantal Mouffe el conflicto democrático y Segundo monstruo:
agónico se convierte en despótico y antagóni- las institucionalidades paralelas
co. La dronificación del poder ocurre en los rei- El segundo monstruo es que las institucio-
nos convencionales de la política (sea, como nes son utilizadas para operar extrainstitu-
se ha mencionado, un estado de excepción no cionalmente. Si prestamos atención a lo que
declarado o guerras no declaradas), de la eco- ocurre en la política, en ocasiones nuestras ins-
nomía (mediante la operación de mercados fi- tituciones están allí pero no están funcionando
nancieros ampliamente desregulados) o de los de acuerdo con sus propias reglas. Es una es-
medios (a través de la creciente concentración pecie de ejercicio formal del poder por parte de
de los medios corporativos). En las tres instan- autoridades formales.
cias, grandes masas de población llegan a ver Daré dos ejemplos de diferentes países.
que sus modos de vida son dramáticamente Donald Trump, en este punto, es un poder in-
afectados de la noche a la mañana por deci- formal que legisla por Twitter. ¿Es posible ima-
siones opacas a cargo de mega-actores amplia- ginar una manera más informal de ejercitar el
mente desconocidos e irresponsabilizables. poder “democrático”? Hemos visto inversiones
Otra forma de poder extremo es el capital del fabricante de automóviles Ford canceladas
financiero, la forma social de capitalismo domi- por las publicaciones en Twitter de Trump. Sé
nante en la actualidad. Funciona como un dro- que, como gente de negocios, seguramente son
ne en muchos países. En el caso de Europa, en más inteligentes que esta cuestión del twitteo.
la década actual, en Grecia, Portugal y España. Saben que van a obtener algún rédito al no in-
De un momento al otro, su deuda crece un 10 o vertir en México. En cualquier caso, decidir
20 % porque algunas personas están especulan- políticas por Twitter es informal, pero al mis-
do con la deuda externa de esos países desde mo tiempo es poderoso, porque el Presidente
La resiliencia de las exclusiones abisales en nuestras sociedades 331
de los Estados Unidos es el que twittea. Otro eliminándolos bajo el pretexto de garantizar su
ejemplo es el Presidente Rodrigo Duterte en salvación. Así fue en el período de las luchas
Filipinas. Quiere deshacerse de los criminales, imperialistas, que causaron millones de muer-
principalmente de los drogadictos y de los nar- tes en dos guerras mundiales y otras muchas
cotraficantes, simplemente matándolos en lu- guerras coloniales. Así fue durante el estalinis-
gar de enjuiciándolos y enviándolos a prisión. mo, con el gulag, y en el nazismo, con el holo-
Es un ejercicio de poder informal por parte causto. Hoy en día, es así en el neoliberalismo,
del presidente de una república que fue elegi- con el sacrificio colectivo de la periferia del
do democráticamente. Estos son dos ejemplos sistema mundial y de las clases populares en
extremos de una forma emergente de poder todo el globo.
que consiste en utilizar las instituciones para
actuar extrainstitucionalmente. Cuarto monstruo: la crisis permanente
El último monstruo es el concepto de cri-
Tercer monstruo: la violencia sis. Desde su raíz griega krinein, “decidir”,
sacrificial la palabra “crisis” llegó a denotar el punto de
El tercer monstruo es la violencia sacrificial inflexión de una enfermedad: estar enfermo y
en nuestra sociedad, es decir, que sacrificamos tener la oportunidad de curarse y estar salu-
los valores más preciados que tenemos bajo el dable nuevamente. Siempre que tenemos una
pretexto de defenderlos. La modernidad occi- crisis, tenemos que explicar la crisis para res-
dental ha estado repetidamente bajo la ilusión taurar el sistema a la normalidad, sea nuestro
de que deberíamos tratar de salvar a la huma- cuerpo o nuestra sociedad. ¿Qué ocurre cuan-
nidad destruyendo parte de ella. Esta es una do la crisis se vuelve permanente? Vivimos en
destrucción salvífica y sacrificial cometida en sociedades que, durante los últimos treinta
nombre de la necesidad de cumplir radical- años, han estado en una crisis permanente.
mente con todas las posibilidades habilitadas Cuando la crisis se vuelve permanente, ocu-
por una realidad social o política dada, sobre la rre un giro insidioso y mayormente invisible:
que se supone que se tiene un poder total. Así en lugar de reclamar una explicación, la crisis
es como operaba el colonialismo, engendrando se utiliza para explicar todo. En las ciencias
el genocidio de los pueblos indígenas, es decir, sociales, decimos que la crisis deja de ser una
332 Boaventura de Sousa Santos
variable dependiente y se convierte en una Movimiento Sin Tierra en Brasil10 y con el pue-
variable independiente. El gobierno recorta blo indígena en Ecuador.11 Ellos utilizan los
salarios y jubilaciones debido a la crisis. Pri- tribunales y la constitución para promover sus
vatiza el sistema previsional debido a la cri- derechos. ¿Bajo qué condiciones puede el de-
sis. Privatiza la salud, nuevamente, debido a recho ser emancipatorio? Responder positiva-
la crisis. Entonces, en lugar de ser explicada, mente esta pregunta hoy es mucho más difícil
la crisis explica todo. Lo único que no está en de lo que era hace diez años. Para mí era mu-
crisis en nuestra sociedad es la propia crisis. cho más fácil en ese entonces decir que el dere-
Todo lo demás parece estar en crisis. Esto lle- cho puede ser emancipatorio; en la actualidad,
va a la política del resentimiento, en la que las tengo muchas más dudas. Mientras tanto, con
personas se enfrentan entre sí; víctimas con- el fin de comprender lo que ocurre en Europa
tra víctimas y oprimidos contra oprimidos. y en el mundo, llevé mi trabajo afuera de Euro-
pa para ver qué ocurría allí; también viajé en la
La línea abisal historia para observar las causas de fondo del
Este diagnóstico me ha conducido a la idea problema. Llegué a la conclusión de que, des-
de que necesitamos una intervención epis- de la modernidad temprana en adelante, tene-
temológica. Necesitamos un tipo de conoci- mos una división en nuestra teoría social que
miento diferente, porque la ciencia moderna es invisible para el pueblo europeo en general.
y el derecho moderno han legitimado los sie- Esta división es lo que llamo una división muy
te peligros al otorgarles estatuto científico y radical entre las relaciones sociales metro-
legal respectivamente y, al hacerlo, han sido politanas y las relaciones sociales coloniales.
cómplices del ascenso de los monstruos. Bajo Comenzó muy temprano, a principios del siglo
estas condiciones, ¿puede el derecho ley ser XVI, y sigue existiendo hoy en día en diferentes
emancipatorio?9 He estado trabajando con el formas, tras sobrevivir el final del colonialismo
9 Formulo esta pregunta e intento responderla en el 10 Ver Santos & Carlet (2010: 60-82).
capítulo 9 de mi obra, titulado “¿Puede el derecho ser 11 Más al respecto en mi libro coeditado con Agustín
emancipatorio?” (Santos, 2002: 439-495). Grijalva (2012).
La resiliencia de las exclusiones abisales en nuestras sociedades 333
este caso en mayor detalle. Una mujer tiene un promedio cuatro jóvenes brasileños negros
empleo en el que tiene derechos, pero proba- por día son asesinados por la policía. ¿Tienen
blemente está excluida porque no percibe en derechos? No, debido a su color de piel son
mismo salario que un hombre por hacer el mis- considerados subhumanos. Por lo tanto, estas
mo tipo de trabajo. Esto es exclusión no abisal; personas tienen derechos mientras están en la
exclusión con derechos. Cuando llega a casa, escuela o en el trabajo, pero al salir de estos
esta mujer es violada o a menudo asesinada lugares cruzan la línea abisal y, al hacerlo, sus
por su esposo; o es víctima de una violación derechos ya no están para protegerlos ni con
colectiva, como pasa a menudo en India. Esta una mínima eficacia.
mujer ha cruzado la línea abisal, porque en este
punto no es plenamente humana; ya no tiene La resiliencia abisal
derechos. Sí los tiene mientras está en el tra- Las teorías desarrolladas por la modernidad
bajo, pero pierde todos sus derechos cuando occidental dejan afuera a muchas personas, ra-
no es tratada como un verdadero ser humano. zón por la cual la mayor parte de la población
De forma similar, un musulmán o un trabaja- no es sujeto de derechos humanos en términos
dor descendiente de árabes que trabaja en un reales. En cambio, son objeto de los discursos
restaurante puede ser discriminado porque su dominantes sobre derechos humanos. La ma-
salario es más bajo que el de los trabajadores yor parte de la población mundial en efecto no
nacidos en el país, pero tiene derechos. Cuan- tiene derechos, pero en ocasiones son bombar-
do este mismo trabajador sale del restaurante, deados por nuestros discursos sobre derechos
puede ser objeto de sospecha y considerado el humanos en Europa. Hay, en consecuencia,
perpetrador de un acto terrorista; sus derechos una línea abisal resiliente: las personas que
apenas pueden ser invocados en ese caso. Lo permanecen del otro lado de la línea están abi-
mismo ocurre con los jóvenes negros en los salmente excluidas, es decir, se trata de una
Estados Unidos: son víctimas probables de la exclusión sin derechos.
brutalidad policial. Esto no ocurre solo en los En nuestro análisis legal del derecho, debe-
Estados Unidos; lo mismo se observa en Bra- mos prestar atención a esta situación, porque
sil. En la ciudad de Salvador de Bahía, donde las teorías que hemos desarrollado son in-
la mayor parte de la población es negra, en completas. Yo mismo he escrito extensamente
336 Boaventura de Sousa Santos
las decisiones. La idea de un presupuesto par- prestarles atención (Santos, 2015c). El Artículo
ticipativo en Brasil y Latinoamérica ahora está 71 de la Constitución Ecuatoriana establece los
siendo imitada en Europa. En unas pocas dé- derechos de la Pacha Mama (Madre Tierra); la
cadas, la democracia representativa será una idea es que la naturaleza tiene derechos. No-
ruina si no es sustentada por la democracia sotros no podemos imaginar que la naturaleza
participativa. tenga derechos, porque en nuestra cultura no
somos spinozianos, sino cartesianos. La con-
El derecho plurinacional e intercultural cepción occidental de los derechos humanos
Una tercera idea es el derecho estatal como está plagada de una simetría muy simplista y
un derecho plurinacional e intercultural. Euro- mecanicista entre derechos y deberes. Otor-
pa es cada vez más intercultural y se enfren- ga derechos solo a aquellos de los que puede
ta a dos reacciones. La primera es negarlo e ir demandar deberes. Esto explica por qué, de
en contra de esto, lo que observamos en todas acuerdo con los derechos humanos occiden-
partes. La segunda es afirmar esta intercultu- tales, la naturaleza no tiene derechos: porque
ralidad y, en ocasiones, la plurinacionalidad no se le puede imponer ningún deber.15 Para el
(Santos, 2010). James Tully escribió sobre modo de conocimiento occidental, la natura-
por qué el constitucionalismo se convirtió en leza es un recurso natural, no un espacio sa-
un imperio de la uniformidad (2007: 315-358). grado. Los ríos y los bosques no son sagrados
Debería haber más formas diversas de organi- porque nos vemos como ajenos a esa natura-
zación estatal. ¿Por qué todo debe hacerse del leza. De hecho, estamos enfrentados a la natu-
mismo modo en regiones diferentes? Se deben raleza del mismo modo en que la naturaleza se
considerar diferentes formas de gobierno. opone a nuestra humanización. El pensamien-
to europeo dominante es hijo de la Escuela de
La dignidad Frankfurt, en la que Adorno y Horkheimer de-
La cuarta idea es que necesitamos una nueva jaron muy en claro esta polarización. Cuando
ley de dignidad. Nos quedamos estancados con
la idea de lo derechos humanos, pero estos son
15 Por la misma razón, es imposible otorgar derechos
solo uno de los lenguajes de la dignidad; hay
a las futuras generaciones: no tienen derechos porque
otros lenguajes de la dignidad y tenemos que no tienen deberes.
340 Boaventura de Sousa Santos
fui asesor de la Constitución Ecuatoriana, un nes de la dignidad, ¿por qué no las estudiamos
miembro de la oposición vino a mí buscando en nuestras escuelas de derecho y de ciencias
la confirmación de que los pueblos indígenas sociales? ¿Porque no corresponden a dichos
estaban locos al otorgar derechos a un objeto espacios? La globalización ha avanzado tanto
tal como la naturaleza. Le dije que tenía razón, con las tecnologías de la información que ahora
porque la concepción eurocéntrica de que la entendemos que estas innovaciones son impor-
naturaleza le otorgara derechos a un objeto es tantes no porque sean buenas para los pueblos
una locura. Y añadí que el problema era que indígenas, sino porque son relevantes también
la concepción indígena de la naturaleza no es para nosotros. El concepto de Pacha Mama es
eurocéntrica. Para los pueblos indígenas, la bueno para nosotros, no solo para ellos. Hay
Madre Tierra es una entidad viva que no nos una razón por la que el 75 % de la biodiversidad
pertenece; por el contrario, nosotros le perte- del mundo está en territorios indígenas y no en
necemos.16 Dado que hay diferentes concepcio- nuestros territorios.
Conclusión
16 Muy recientemente, Nueva Zelanda también otorgó Si observamos de cerca a estos y otros te-
estatus legal de personería a ríos y bosques específicos, mas similares, tendremos un panorama más
permitiendo que el propio medio ambiente tenga dere- amplio del derecho y el conocimiento; el co-
chos. A diferencia de Ecuador y Bolivia, los derechos
de la naturaleza en Nueva Zelanda no son parte de su nocimiento que se desarrolla a partir de la lu-
derecho constitucional, sino que protegen entidades cha, de abajo hacia arriba del conocimiento
naturales específicas. Las comunidades nativas de Nue- de las personas. Para dar cuenta de la diver-
va Zelanda fueron fundamentales en la creación de nue- sidad epistemológica del mundo tenemos que
vos marcos legales que otorguen personería jurídica y,
comprometernos con lo que llamo “ecología
por lo tanto, derechos a tierras y ríos. De hecho, Nueva
Zelanda otorgó personería jurídica a los más de 2126 ki- de los saberes legales”. El concepto de eco-
lómetros cuadrados (821 millas cuadradas) del Parque logías de saberes implica reunir el conoci-
Re Urewara y al río Whanganui, el tercero más grande miento académico con el no académico. Hoy
del país. Esto fue parte de los esfuerzos del gobierno dediqué la mitad de mi tiempo en ambientes
por reparar la injusticia histórica que ocurrió durante la
universitarios y la otra mitad en organizacio-
fundación del Estado de Nueva Zelana: la conquista co-
lonial de la tierra en detrimento de sus pueblos nativos. nes y movimientos sociales. Hago esto porque
La resiliencia de las exclusiones abisales en nuestras sociedades 341
veo cuánto enriquecen mi teoría otros cono- Santos, B. de Sousa 2010 Refundación del Estado
cimientos de estas áreas que no son acadé- en América Latina. Perspectivas desde
micas, y cómo me ayudan tanto como yo los una Epistemología del Sur (Lima: Instituto
ayudo a ellos. El conocimiento científico es Internacional de Derecho y Sociedad; Programa
valioso, pero es solo un tipo de conocimien- Democracia y Transformación Global).
to. Es incompleto y debemos estar abiertos a Santos, B. de Sousa 2014 Epistemologies of
otros tipos. Si lo hacemos, seremos capaces the South. Justice against Epistemicide
de desarrollar alternativas a partir de estas (Nueva York: Routledge).
“semillas ruinas”. Santos, B. de Sousa 2015a “Towards a Socio-Legal
¿Me atrevo a hablar en mi contra? Durante Theory of Indignation” en Baxi, U.; McCrudden,
más de cuarenta años he enseñado en C.; Paliwala, A. (eds.) Law’s Ethical, Global
universidades en las que a menudo he pasado and Theoretical Contexts. Essays in Honour
mucho tiempo formando conformistas of William Twining (Cambridge: Cambridge
incompetentes. Ahora es tiempo para que University Press) pp. 115-142.
formemos rebeldes competentes. Santos, B. de Sousa 2015b Revueltas de
indignación y otras conversas (La Paz:
Bibliografía OXFAM; CIDES-UMSA; Ministerio de
Gramsci, A. 1972 Selections from the Prison Autonomías).
notebooks of Antonio Gramsci (Nueva Santos, B. de Sousa 2015c If God Were a
York: International Publishers). Human Rights Activist (Stanford: Stanford
Santos, B. de Sousa 1995 Toward a New University Press) pp. 2015.
Common Sense: Law, Science and Santos, B. de Sousa 2017 Decolonising the
Politics in the Paradigmatic Transition University: The challenge of deep cognitive
(Nueva York: Routledge). justice (Newcastle upon Tyne: Cambridge
Santos, B. de Sousa 2002 Toward a Scholars Publishing).
New Legal Common Sense. Law, Santos, B. de Sousa 2018 The End of the
globalization, and emancipation Cognitive Empire: The Coming of Age of
(Londres: Butterworths). Epistemologies of the South (Nueva York:
Duke University Press).
342 Boaventura de Sousa Santos
En segundo lugar, los textos seleccionados En cuarto lugar, apuestan por una ecología
promueven la ampliación del experimenta- de escalas que asume las diferencias locales, na-
lismo democrático, que hace hincapié en el cionales, regionales y globales, y que refuerza a
aprendizaje, la innovación y el encuentro cola- escala estatal y global las experiencias democrá-
borativo, lo que significa que la democracia es ticas alternativas acotadas a contextos locales,
capaz de transformaciones sociales e institu- como el caso del presupuesto participativo de
cionales basadas no solo en el uso inteligente Porto Alegre, que se difundió a otras localidades
de los recursos disponibles sino, también, en de Brasil, América Latina y, más recientemente,
el ejercicio de la soberanía popular concebida de Europa. En ocasiones, no se trata tanto de
como una práctica experimental y creativa, ca- asumir los mecanismos como los principios en
paz de poner a prueba y modificar el statu quo los que estas experiencias se inspiran. La deli-
capitalista, racial y patriarcal vigente. beración en una asamblea, por ejemplo, resulta
En tercer lugar, se caracterizan por buscar difícilmente practicable cuando se trata de gran-
formas de complementariedad democrática des poblaciones, pero el principio de que las de-
orientadas a nuevos tipos de articulación y cisiones tienen que consultarse con la ciudada-
decisión político-pública. Complementariedad nía, y que no puede ser una élite la que tome las
significa encuentro y articulación social e ins- decisiones, sí puede asumirse a gran escala.
titucional entre diferentes y legítimas expe- De este modo, la presente selección incor-
riencias democráticas. La complementariedad pora los principales elementos de una sociolo-
entre formas de democracia representativa, gía política articulada en torno a un proyecto
participativa y radical, es un terreno fértil para de democracia radical, encaminado a la con-
la creación de formas participativas de política vergencia de los intereses de los grupos opri-
e institucionalidad. Hay distintos tipos de com- midos que luchan en pro de la expansión de
plementariedad, pero para que puedan darse es los procesos de descolonización, desmercan-
necesario legitimar la diversidad democrática tilización y democratización de las relaciones
—aquello que Santos llama demodiversidad—, sociales en sus más diversos ámbitos. Una
y crear espacios participativos que aboguen selección que incide tanto en algunos de los
por un modelo de democracia entendido como principales temas que atraviesan la sociología
gobierno del pueblo. política de Santos —el predominio estructural
348 Antoni Aguiló Bonet
de los procesos de exclusión en el contexto de Son tres los principales ejes temáticos sobre
la globalización neoliberal, los déficits de las los que se articulan los textos: el debate sobre
democracias liberales de baja intensidad sobre la democracia, la reforma democrática e inter-
las que se sostienen las sociedades capitalistas cultural del Estado y, por último, el diálogo con
globalizadas, etcétera—, como en sus contribu- las izquierdas y los movimientos sociales. Cada
ciones más originales, como la emergencia del uno se ocupa de temas y contenidos que esta
fascismo social, el análisis de las constelacio- introducción tan solo puede abordar en sus as-
nes de poder y resistencia, la búsqueda de un pectos más elementales.
nuevo sentido común político que resignifica la
democracia, el Estado y el espacio público des- Debate sobre la democracia
de las epistemologías del Sur, la recuperación En “Concepciones hegemónicas y contra-
a través de la sociología de las ausencias de hegemónicas de democracia”,1 Santos efectúa
experiencias de democracia invisibilizadas, la una crítica radical de las llamadas concepcio-
búsqueda de formas alternativas de democra- nes hegemónicas de la democracia, un cuerpo
cia mediante la sociología de las emergencias, heterogéneo de teorías sobre el significado de
y la defensa del diálogo intercultural e interpo- la democracia y la participación política, desa-
lítico entre las fuerzas de izquierda. rrolladas en el contexto de la modernidad occi-
La selección refleja, por un lado, el carácter dental que se consolida, sobre todo, durante la
transdisciplinario de la sociología política de primera mitad del siglo XX, con los aportes de
Santos —por ejemplo, en relación a la sociolo- autores como Max Weber, Han Kelsen, Joseph
gía del derecho, esta es inseparable de la socio- Schumpeter, Norberto Bobbio, Giovanni Sarto-
logía política, pues ambas se interpenetran—, y ri y Robert Dahl, entre otros.
por otro, las continuidades y discontinuidades Más allá de sus diversas formulaciones,
de ciertas líneas de pensamiento que la atravie- las concepciones hegemónicas comparten un
san. Así, los materiales recopilados constituyen mismo enfoque normativo de la democracia,
un itinerario por una posición teórica sólida, así como la preferencia por un conjunto de
coherente, en evolución y creatividad constan-
tes, permitiendo entrever la profundidad que
1 Este capítulo forma parte del libro en Pneumatófo-
puede alcanzar el pensamiento de Santos. ro: escritos políticos (1981-2018) (2018).
Presentación349
los términos del contrato. Los excluidos de un manifestación moderna de esta concepción.
momento surgen en el siguiente como candida- Igualmente importante fue, en este sentido, el
tos a la inclusión y, acaso, son incluidos en un perfeccionamiento de la técnica de las escalas
momento ulterior. Pero, debido a la lógica ope- y de las proyecciones en la cartografía moder-
rativa del contrato, los nuevos incluidos solo lo na iniciada por Mercator. Con esta concepción
serán en detrimento de nuevos o viejos exclui- se consigue, por un lado, distinguir la natura-
dos. El progreso de la contractualización tiene leza de la sociedad y, por otro, establecer un
algo de sisífico. La flecha del tiempo es aquí, término de comparación cuantitativo entre las
como mucho, una espiral. interacciones sociales de carácter generaliza-
Las tensiones y antinomias de la contrac- do y diferenciable. Las diferencias cualitativas
tualización social no se resuelven, en última entre las interacciones o se ignoran o quedan
instancia, por la vía contractual. Su gestión reducidas a indicadores cuantitativos que dan
controlada depende de tres presupuestos de cuenta aproximada de las mismas. El dinero y
carácter metacontractual: un régimen general la mercancía son las concreciones más puras
de valores, un sistema común de medidas y un del sistema común de medidas: facilitan la me-
espacio-tiempo privilegiado. El régimen ge- dición y comparación del trabajo, del salario,
neral de valores se asienta sobre las ideas del de los riesgos y de los daños. Pero el sistema
bien común y de la voluntad general en cuan- común de medidas va más allá del dinero y de
to principios agregadores de interacciones y las mercancías. La perspectiva y la escala, com-
disposiciones sociales que permiten designar binadas con el sistema general de valores, per-
como “sociedad” las interacciones autónomas miten, por ejemplo, evaluar la gravedad de los
y contractuales entre sujetos libres e iguales. delitos y de las penas: a una determinada gra-
El sistema común de medidas se basa en duación de las escalas en la gravedad del de-
una concepción que convierte el espacio y el lito corresponde una determinada graduación
tiempo en unos criterios homogéneos, neutros de las escalas en la privación de la libertad. La
y lineales con los que, a modo de mínimo co- perspectiva y la escala aplicadas al principio de
mún denominador, se definen las diferencias la soberanía popular permiten la democracia
relevantes. La técnica de la perspectiva intro- representativa: a un número “x” de habitantes
ducida por la pintura renacentista es la primera corresponde un número y de representantes.
356 Boaventura de Sousa Santos
determinados enemigos y agresores. Unos y e igualdad), las luchas por el bien común siem-
otros se gestionan de modo preferente y privi- pre fueron luchas por definiciones alternativas
legiado con las formas de conflictividad, nego- de ese bien; luchas que se fueron cristalizando
ciación y administración propias del espacio- con contractualizaciones parciales que modifi-
tiempo nacional y estatal. caban los mínimos hasta entonces acordados y
La idea del contrato social y sus principios que se traducían en una materialidad de institu-
reguladores constituye el fundamento ideoló- ciones encargadas de asegurar el respeto a, y la
gico y político de la contractualidad sobre la continuidad de, lo acordado.
que se asientan la sociabilidad y la política de De esta persecución contradictoria de los
las sociedades modernas. Entre las caracterís- bienes públicos, con sus consiguientes contrac-
ticas de esta organización contractualizada, tualizaciones, resultaron tres grandes conste-
se destacan las siguientes. El contrato social laciones institucionales, todas ellas asentadas
pretende crear un paradigma sociopolítico que en el espacio-tiempo nacional y estatal: la so-
produzca de manera normal, constante y con- cialización de la economía, la politización del
sistente cuatro bienes públicos: legitimidad del Estado y la nacionalización de la identidad.
gobierno, bienestar económico y social, segu- La socialización de la economía vino del pro-
ridad e identidad colectiva. Estos bienes pú- gresivo reconocimiento de la lucha de clases
blicos solo se realizan conjuntamente; son, en como instrumento no de superación, sino de
última instancia, los distintos pero convergen- transformación del capitalismo. La regulación
tes modos de realizar el bien común y la volun- de la jornada laboral y de las condiciones de
tad general. La consecución de estos bienes se trabajo y salariales, la creación de seguros so-
proyectó históricamente a través de una vasta ciales obligatorios y de la seguridad social, el
constelación de luchas sociales, entre las que reconocimiento del derecho de huelga, de los
destacan las luchas de clase —expresión de la sindicatos, de la negociación o de la contrata-
fundamental divergencia de intereses generada ción colectivas son algunos de los hitos en el
por las relaciones sociales de producción ca- largo camino histórico de la socialización de
pitalista—. Debido a esta divergencia y a las la economía. Camino en el que se fue recono-
antinomias inherentes al contrato social (entre ciendo que la economía capitalista no solo es-
autonomía individual y justicia social, libertad taba constituida por el capital, el mercado y los
358 Boaventura de Sousa Santos
factores de producción, sino que también par- ciudadanía se configuró desde el trabajo, la de-
ticipan de ella trabajadores, personas y clases mocracia estuvo desde el principio ligada a la
con unas necesidades básicas, unos intereses socialización de la economía. La tensión entre
legítimos y, en definitiva, con unos derechos capitalismo y democracia es, en este sentido,
ciudadanos. Los sindicatos desempeñaron en constitutiva del Estado moderno, y la legitimi-
este proceso una función destacada: la de re- dad de este Estado siempre estuvo vinculada al
ducir la competencia entre trabajadores, prin- modo, más o menos equilibrado, en que resolvió
cipal causa de la sobreexplotación a la que es- esa tensión. El grado cero de legitimidad del Es-
taban inicialmente sujetos. tado moderno es el fascismo: la completa rendi-
La materialidad normativa e institucional ción de la democracia ante las necesidades de
resultante de la socialización de la economía acumulación del capitalismo. Su grado máximo
quedó en manos de un Estado encargado de de legitimidad resulta de la conversión, siempre
regular la economía, mediar en los conflictos problemática, de la tensión entre democracia
y reprimir a los trabajadores, anulando inclu- y capitalismo en un círculo virtuoso en el que
so consensos represivos. Esta centralidad del cada uno prospera aparentemente en la medida
Estado en la socialización de la economía in- en que ambos prosperan conjuntamente. En las
fluyó decididamente en la configuración de la sociedades capitalistas este grado máximo de
segunda constelación: la politización del Esta- legitimidad se alcanzó en los Estados de bienes-
do, proceso asentado sobre el desarrollo de su tar de Europa del norte y de Canadá.
capacidad reguladora. Por último, la nacionalización de la identi-
En las sociedades capitalistas el desarrollo dad cultural es el proceso mediante el cual las
de esta capacidad asumió principalmente dos cambiantes y parciales identidades de los dis-
formas: el Estado-providencia o de bienestar tintos grupos sociales quedan territorializadas
en el centro del sistema mundial, y el Estado y temporalizadas dentro del espacio-tiempo na-
desarrollista en la periferia y semiperiferia del cional. La nacionalización de la identidad cultu-
sistema mundial. A medida que fue estatali- ral refuerza los criterios de inclusión/exclusión
zando la regulación, el Estado la convirtió en que subyacen a la socialización de la economía
campo para la lucha política, razón por la cual y a la politización del Estado, confiriéndoles
acabó politizándose. Del mismo modo que la mayor vigencia histórica y mayor estabilidad.
Reinventar la democracia 359
La crisis del contrato social grandes modos de ejercicio del poder que, de
Con todas estas variaciones, el contrato so- manera compleja, coexisten: el dominante po-
cial ha presidido, con sus criterios de inclusión der disciplinario, basado en las ciencias, y el
y exclusión y sus principios metacontractuales, declinante poder jurídico, centrado en el Esta-
la organización de la vida social, económica, do y el derecho. Hoy día, estos poderes no solo
política y cultural de las sociedades modernas. se encuentran fragmentados y desorganizados,
Este paradigma social, político y cultural vie- sino que coexisten con muchos otros poderes.
ne, sin embargo, atravesando desde hace más El poder disciplinario resulta ser cada vez más
de una década una gran turbulencia que afec- un poder indisciplinario a medida que las cien-
ta ya no solo sus dispositivos operativos sino cias van perdiendo seguridad epistemológica y
sus presupuestos; una turbulencia tan profun- se ven obligadas a dividir el campo del saber
da que parece estar apuntando a un cambio de entre conocimientos rivales capaces de gene-
época, a una transición paradigmática. rar distintas formas de poder. Por otro lado, el
En lo que a los presupuestos se refiere, el Estado pierde centralidad y el derecho oficial
régimen general de valores no parece poder se desorganiza al coexistir con un derecho no
resistir la creciente fragmentación de una so- oficial dictado por múltiples legisladores fácti-
ciedad dividida en múltiples apartheids y po- cos que, gracias a su poder económico, acaban
larizada en torno a ejes económicos, sociales, transformando lo fáctico en norma, dispután-
políticos y culturales. En este contexto, no dole al Estado el monopolio de la violencia y
solo pierde sentido la lucha por el bien común, del derecho. La caótica proliferación de pode-
también parece ir perdiéndolo la lucha por las res dificulta la identificación de los enemigos y,
definiciones alternativas de ese bien. La volun- en ocasiones, incluso la de las víctimas.
tad general parece haberse convertido en un Los valores de la modernidad —libertad,
enunciado absurdo. Algunos autores hablan igualdad, autonomía, subjetividad, justicia,
incluso del fin de la sociedad. Lo cierto es que solidaridad— y las antinomias entre ellos per-
cabe decir que nos encontramos en un mundo viven, pero están sometidos a una creciente
posfoucaultiano (lo cual revela, retrospectiva- sobrecarga simbólica: vienen a significar cosas
mente, lo muy organizado que era ese mundo cada vez más dispares para los distintos grupos
anarquista de Foucault). Según él, son dos los y personas, al punto que el exceso de sentido
Reinventar la democracia 361
paraliza la eficacia de estos valores y, por tanto, praxis social. Como hemos venido señalando,
los neutraliza. cabe decir, siguiendo a Prigogine (1979; 1980),
La turbulencia de nuestros días resulta espe- que nuestras sociedades están atravesando un
cialmente patente en el sistema común de medi- período de bifurcación, es decir, una situación
das. Si el tiempo y el espacio neutros, lineales y de inestabilidad sistémica en el que un cambio
homogéneos desaparecieron hace ya tiempo de mínimo puede producir, imprevisible y caótica-
las ciencias, esa desaparición empieza ahora a mente, transformaciones cualitativas. La turbu-
hacerse notar en la vida cotidiana y en las rela- lencia de las escalas deshace las secuencias y
ciones sociales. En otro lugar me referí a la tur- los términos de comparación y, al hacerlo, re-
bulencia por la que atraviesan las escalas con duce las alternativas, generando impotencia o
las que hemos venido identificando los fenóme- induciendo a la pasividad.
nos, los conflictos y las reacciones. Como cada La estabilidad de las escalas parece haber
fenómeno es el producto de las escalas con las quedado limitada al mercado y al consumo,
que lo observamos, la turbulencia en las esca- pero incluso aquí se han producido cambios ra-
las genera extrañamiento, desfamiliarización, dicales en el ritmo, así como explosiones par-
sorpresa, perplejidad y ocultación: la violencia ciales que obligan a modificar constantemente
urbana es un ejemplo paradigmático de esta la perspectiva sobre los actos comerciales, las
turbulencia en las escalas. Cuando un niño de mercancías y los objetos, hasta el extremo de
la calle busca cobijo para pasar la noche y aca- que la intersubjetividad se transmuta en inte-
ba, por ese motivo, asesinado por un policía o robjetividad (interobjetualidad). La constante
cuando una persona abordada por un mendigo transformación de la perspectiva se da igual-
se niega a dar limosna y, por ese motivo, es ase- mente en las tecnologías de la información y
sinada por el mendigo, estamos ante una explo- de la comunicación, donde la turbulencia en
sión imprevisible de la escala del conflicto: un las escalas es, de hecho, acto originario y con-
fenómeno aparentemente trivial e inconsecuen- dición de funcionamiento. La creciente interac-
te se ve correspondido por otro dramático y de tividad de las tecnologías permite prescindir
fatales consecuencias. Este cambio abrupto e cada vez más de la de los usuarios, de modo
imprevisible en la escala de los fenómenos se que, subrepticiamente, la interactividad se va
da hoy en día en los más variados ámbitos de la deslizando hacia la interpasividad.
362 Boaventura de Sousa Santos
la parte más débil, unas condiciones tan one- el cual grupos e intereses sociales hasta ahora
rosas como ineludibles. Bajo la apariencia de incluidos en el contrato social quedan exclui-
contrato, la nueva contractualización propicia dos del mismo, sin perspectivas de poder re-
la renovada emergencia del estatus, es decir, gresar a su seno. Los derechos de ciudadanía,
de los principios premodernos de ordenación antes considerados inalienables, son confisca-
jerárquica por los cuales las relaciones socia- dos. Sin estos derechos, el excluido deja de ser
les quedan condicionadas por la posición en la un ciudadano para convertirse en una suerte
jerarquía social de las partes. No se trata, sin de siervo. El precontractualismo consiste, por
embargo, de un regreso al pasado. El estatus su parte, en impedir el acceso a la ciudadanía
se asienta hoy en día en la enorme desigualdad a grupos sociales anteriormente considerados
de poder económico entre las partes del con- candidatos a la misma y que tenían expectati-
trato individual: nace de la capacidad que esta vas fundadas de poder acceder a ella.
desigualdad confiere a la parte más fuerte para La diferencia estructural entre el poscon-
imponer sin discusión las condiciones que le tractualismo y el precontractualismo es clara.
son más favorables. El estatus posmoderno es También son distintos los procesos políticos
el contrato leonino. que uno y otro promueven, aunque suelan con-
La crisis de la contractualización moderna fundirse tanto en el discurso político dominan-
se manifiesta en el predominio estructural de te como en las experiencias y percepciones
los procesos de exclusión sobre los de inclu- personales de los grupos perjudicados. En lo
sión. Estos últimos aún perviven, incluso bajo que al discurso político se refiere, a menudo se
formas avanzadas que combinan virtuosa- presenta como poscontractualismo lo que no
mente los valores de la modernidad, pero se es sino precontractualismo. Se habla, por ejem-
van confinando a unos grupos cada vez más plo, de pactos sociales y de compromisos ad-
restringidos que imponen a otros, mucho más quiridos que ya no pueden seguir cumpliéndo-
amplios, formas abisales de exclusión. El pre- se cuando en realidad nunca fueron otra cosa
dominio de los procesos de exclusión se pre- que contratos-promesa o compromisos previos
senta bajo dos formas en apariencia opuestas: que nunca llegaron a confirmarse. Se pasa así
el poscontractualismo y el precontractualismo. del pre al poscontractualismo sin transitar por
El poscontractualismo es el proceso mediante el contractualismo. Esto es lo que ha ocurrido
Reinventar la democracia 365
El segundo consenso es el del Estado débil. como causa originaria de la modernidad polí-
Ligado al anterior, tiene, sin embargo, mayor tica. Pero lo cierto es que, si la teoría demo-
alcance al sobrepasar el ámbito económico, crática del siglo XIX intentó justificar tanto la
e incluso el social. Para este consenso, el Es- soberanía del poder estatal, en cuanto capaci-
tado deja de ser el espejo de la sociedad civil dad reguladora y coercitiva, como los límites
para convertirse en su opuesto. La debilidad del poder del Estado, el consenso democrático
y desorganización de la sociedad civil se debe liberal descuida la soberanía del poder estatal,
al excesivo poder de un Estado que, aunque sobre todo en la periferia y semiperiferia del
formalmente democrático, es inherentemente sistema mundial, y percibe las funciones regu-
opresor, ineficaz y predador, por lo que su de- ladoras del Estado más como incapacidades
bilitamiento se erige en requisito del fortaleci- que como capacidades.
miento de la sociedad civil. Este consenso se Por último, el consenso liberal incluye, en
asienta, sin embargo, sobre el siguiente dilema: consonancia con el modelo de desarrollo pro-
solo el Estado puede producir su propia debi- movido por los tres anteriores consensos, el de
lidad por lo que es necesario tener un Estado la primacía del derecho y de los tribunales. Ese
fuerte, capaz de producir eficientemente y de modelo confiere absoluta prioridad a la propie-
asegurar, con coherencia, esa debilidad. El de- dad privada, a las relaciones mercantiles y a un
bilitamiento del Estado produce por tanto unos sector privado cuya funcionalidad depende de
efectos perversos que cuestionan la viabilidad transacciones seguras y previsibles protegidas
de las funciones del Estado débil: no puede contra los riesgos de incumplimientos unilatera-
controlar su debilidad. les. Todo esto exige un nuevo marco jurídico y la
El tercer consenso es el consenso democrá- atribución a los tribunales de una nueva función,
tico liberal, es decir, la promoción internacio- mucho más relevante, como garantes del comer-
nal de unas concepciones minimalistas de la cio jurídico e instancias para la resolución de li-
democracia erigidas como condición que los tigios: el marco político de la contractualización
Estados deben cumplir para acceder a los re- social debe ir cediendo su sitio al marco jurídico
cursos financieros internacionales. Parte de y judicial de la contractualización individual. Es
la premisa de que la congruencia entre este esta una de las principales dimensiones de la ac-
consenso y los anteriores ha sido reconocida tual judicialización de la política.
Reinventar la democracia 367
El consenso liberal en sus varias vertientes del contractualismo. Por otro lado, en un con-
incide profundamente sobre los tres disposi- texto de mercados globales liberalizados, de
tivos operativos del contrato social. La inci- generalizado control de la inflación, de con-
dencia más decisiva es la de la desocialización tención del crecimiento económico2 y de unas
de la economía, su reducción a la instrumen- nuevas tecnologías que generan riqueza sin
talidad del mercado y de las transacciones: crear puestos de trabajo, el aumento del ni-
campo propicio al precontractualismo y al vel de ocupación de un país solo se consigue a
poscontractualismo. Como se ha dicho, el tra- costa de una reducción en el nivel de empleo
bajo fue, en la contractualización social de la de otro país: de ahí la creciente competencia
modernidad capitalista, la vía de acceso a la internacional entre trabajadores. La reduc-
ciudadanía, ya fuera por la extensión a los tra- ción de la competencia entre trabajadores en
bajadores de los derechos civiles y políticos, o el ámbito nacional constituyó en su día el gran
por la conquista de nuevos derechos propios, logro del movimiento sindical. Pero quizá ese
o tendencialmente propios, del colectivo de logro se ha convertido ahora en un obstáculo
trabajadores, como el derecho al trabajo o los que impide a los sindicatos alcanzar mayor re-
derechos económicos y sociales. La creciente solución en el control de la competencia inter-
erosión de estos derechos, combinada con el nacional entre trabajadores. Este control exi-
aumento del desempleo estructural, lleva a los giría, por un lado, la internacionalización del
trabajadores a transitar desde el estatuto de movimiento sindical y, por otro, la creación de
ciudadanía al de lumpen-ciudadanía. Para la autoridades políticas supranacionales capa-
gran mayoría de los trabajadores se trata de un ces de imponer el cumplimiento de los nuevos
tránsito, sin retorno, desde el contractualismo contratos sociales de alcance global. En au-
al poscontractualismo. sencia de ambos extremos, la competencia in-
Pero, como indiqué antes, el estatuto de ternacional entre trabajadores seguirá aumen-
ciudadanía del que partían estos trabajadores tando, y con ella la lógica de la exclusión que
ya era precario y estrecho, de modo que, en
muchos casos, el paso es del pre al poscon-
2 Como señala Jean-Paul Fitoussi (1997: 102-103), el
tractualismo; solo la visión retrospectiva de
afán, propio de los mercados financieros, de controlar
las expectativas permite creer que se partía la inflación impide la estabilización del crecimiento.
368 Boaventura de Sousa Santos
clase de excluidos —mayor o menor, según en 1970 del 15%, y en 1987 había subido al 20%,
sea la posición, periférica o central, de cada con un incremento especialmente dramático
sociedad en el sistema mundial— asume en de la pobreza infantil. El carácter estructural
los países centrales la forma del tercer mundo de la exclusión y, por lo tanto, de los obstá-
interior, el llamado tercio inferior de la socie- culos a la inclusión a los que se enfrenta esta
dad de los dos tercios. Europa tiene 18 millo- clase queda de manifiesto en el hecho de que,
nes de desempleados, 52 millones de personas a pesar de que los negros estadounidenses
viviendo por debajo del umbral de la pobreza y han mejorado notablemente su nivel educati-
un 10% de su población tiene alguna minusva- vo, la mejora no les ha permitido optar a pues-
lía física o mental que dificulta su integración tos de trabajo estables y de tiempo completo.
social. En los Estados Unidos, William Julius Según Lash y Urry (1996: 151) esto se debe,
Wilson ha propuesto la tesis de la underclass fundamentalmente, a tres razones: la caída del
para referirse a los negros de los guetos urba- empleo industrial en el conjunto de la econo-
nos afectados por el declive industrial y por mía, la fuga del remanente de empleo desde
la desertización económica de las innercities los centros a las periferias de las ciudades y la
—zonas pobres del centro— (Wilson, 1987). redistribución del empleo entre distintos tipos
Wilson define la underclass en función de seis de áreas metropolitanas.
características: residencia en espacios social- Por lo que a la periferia y semiperiferia del
mente aislados de las otras clases, escasez de sistema mundial se refiere, la clase de los ex-
puestos de trabajo de larga duración, familias cluidos abarca más de la mitad de la pobla-
monoparentales encabezadas por mujeres, es- ción de los países, y los factores de exclusión
casas calificación y formación profesionales, resultan aún más contundentes en su eficacia
prolongados períodos de pobreza y de depen- desocializadora.
dencia de la asistencia social y, por último, El crecimiento estructural de la exclusión
tendencia a involucrarse en actividades delic- social, ya sea por la vía del precontractualis-
tivas del tipo street crime. Esta clase aumen- mo o del poscontractualismo, y la consiguien-
tó significativamente entre los años setenta te extensión de unos estados de naturaleza
y ochenta y se rejuveneció trágicamente. La —que no dan cabida a las opciones de salida
proporción de pobres menores de 18 años era individuales o colectivas— implican una crisis
370 Boaventura de Sousa Santos
de tipo paradigmático, un cambio de época, Las primeras son las del estado de naturaleza
que algunos autores han denominado desmo- hobbesiano, las segundas, las del contrato so-
dernización o contramodernización. Se trata, cial. Estas últimas viven bajo la amenaza cons-
por tanto, de una situación de mucho riesgo. tante de las zonas salvajes y para defenderse se
La cuestión que cabe plantearse es si, a pesar transforman en castillos neofeudales, en estos
de todo, contiene oportunidades para sustituir enclaves fortificados que definen las nuevas
virtuosamente el viejo contrato social de la formas de segregación urbana: urbanizaciones
modernidad por otro capaz de contrarrestar la privadas, condominios cerrados, gated com-
proliferación de la lógica de la exclusión. munities. La división entre zonas salvajes y
civilizadas se está convirtiendo en un criterio
El surgimiento del fascismo social general de sociabilidad, en un nuevo espacio-
Analicemos primero los riesgos. A mi enten- tiempo hegemónico que cruza todas las rela-
der, todos pueden resumirse en uno: el surgi- ciones sociales, económicas, políticas y cultu-
miento del fascismo social. No se trata de un rales, y que se reproduce en las acciones tanto
regreso al fascismo de los años treinta y cua- estatales como no estatales.
renta. No se trata, como entonces, de un ré- La segunda forma es el fascismo del Estado
gimen político sino de un régimen social y de paralelo. Me he referido en otro lugar al Estado
civilización. El fascismo social no sacrifica la paralelo para definir aquellas formas de la ac-
democracia ante las exigencias del capitalis- ción estatal que se caracterizan por su distancia-
mo, sino que la fomenta hasta el punto de que miento del derecho positivo.3 Pero en tiempos
ya no resulta necesario, ni siquiera convenien-
te, sacrificarla para promover el capitalismo.
3 Esta forma de Estado se traduce en la no aplica-
Se trata por tanto de un fascismo pluralista y,
ción o aplicación selectiva de las leyes, en la no perse-
por ello, de una nueva forma de fascismo. Las cución de infracciones, en los recortes del gasto de fun-
principales formas de la sociabilidad fascista cionamiento de las instituciones, etcétera. Una política
son las siguientes: la primera es el fascismo estatal que, en definitiva, se aleja de sus propias leyes
del apartheid social: la segregación social de e instituciones; unas instituciones que pasan a actuar
autónomamente como con criterios propios en la apli-
los excluidos dentro de una cartografía urbana
cación de la ley dentro de sus esferas de competencia
dividida en zonas salvajes y zonas civilizadas. (Santos 1993: 31).
Reinventar la democracia 371
estatales para ejercer la regulación social so- creando la disponibilidad a soportar grandes
bre los habitantes del territorio sin que estos costos financieros para conseguir reducciones
participen y en contra de sus intereses. Se trata mínimas de los riesgos y de la inseguridad. En
de unos territorios coloniales privados situa- los dominios de este fascismo, el Lebensraum
dos casi siempre en Estados poscoloniales. de los nuevos Führer es la intimidad de las per-
La cuarta forma de fascismo social es el fas- sonas y su ansiedad e inseguridad respecto a su
cismo populista. Consiste en la democratiza- presente y a su futuro. Este fascismo funciona
ción de aquello que en la sociedad capitalista poniendo en marcha dos tipos de ilusiones: ilu-
no puede ser democratizado (por ejemplo, la siones retrospectivas e ilusiones prospectivas.
transparencia política de la relación entre re- Este fenómeno resulta hoy en día especialmen-
presentantes y representados o los consumos te visible en el ámbito de la privatización de las
básicos). Se crean dispositivos de identifica- políticas sociales, de atención médica, de se-
ción inmediata con unas formas de consumo y guridad social, educativas y de la vivienda. Las
unos estilos de vida que están fuera del alcance ilusiones retrospectivas avivan la memoria de
de la mayoría de la población. La eficacia sim- la inseguridad y de la ineficacia de los servicios
bólica de esta identificación reside en que con- estatales encargados de realizar esas políticas.
vierte la interobjetualidad en espejismo de la Esto resulta sencillo en muchos países, pero lo
representación democrática y la interpasividad cierto es que la producción de esta ilusión solo
en única fórmula de participación democrática. se consigue mediante viciadas comparaciones
La quinta forma de fascismo social es el fas- entre condiciones reales y criterios ideales
cismo de la inseguridad. Se trata de la mani- de evaluación de esos servicios. Las ilusiones
pulación discrecional de la inseguridad de las prospectivas intentan, por su parte, crear unos
personas y de los grupos sociales debilitados horizontes de seguridad supuestamente gene-
por la precariedad del trabajo o por accidentes rados desde el sector privado y sobrevalorados
y acontecimientos desestabilizadores. Estos por la ocultación de determinados riesgos, así
accidentes y acontecimientos generan nive- como de las condiciones en que se presta la
les de ansiedad y de incertidumbre respecto seguridad. Estas ilusiones prospectivas prolife-
al presente y al futuro, tan elevados, que aca- ran hoy en día sobre todo en los seguros médi-
ban rebajando el horizonte de expectativas y cos y en los fondos privados de pensiones.
Reinventar la democracia 373
La sexta forma es el fascismo financiero. Se financieros son una de las zonas salvajes del
trata quizás de la más virulenta de las sociabili- sistema mundial, quizá la más salvaje. La dis-
dades fascistas, de ahí que merezca un análisis crecionalidad en el ejercicio del poder finan-
más detallado. Es el fascismo imperante en los ciero es absoluta y las consecuencias para sus
mercados financieros de valores y divisas, en víctimas —a veces pueblos enteros— pueden
la especulación financiera, lo que se ha venido ser devastadoras.
a llamar “economía de casino”. Esta forma de La virulencia del fascismo financiero reside
fascismo social es la más pluralista: los mo- en que, al ser el más internacional de todos los
vimientos financieros son el resultado de las fascismos sociales, está sirviendo de modelo
decisiones de unos inversores individuales e y de criterio operacional para las nuevas insti-
institucionales esparcidos por el mundo entero tuciones de la regulación global. Unas institu-
y que, de hecho, no comparten otra cosa que el ciones cada vez más importantes, aunque poco
deseo de rentabilizar sus activos. Es el fascis- conocidas por el público. Me referiré aquí a dos
mo más pluralista y, por ello, el más virulento, de ellas. En primer lugar, al Acuerdo Multilate-
ya que su espacio-tiempo es el más refractario ral de Inversiones (AMI): un acuerdo en fase de
a cualquier intervención democrática. Resulta negociación entre los países de la OCDE pro-
esclarecedora, en este sentido, la respuesta movido sobre todo por los Estados Unidos y
de un broker (agente de intermediación finan- la Unión Europea. Se pretende que los países
ciera) cuando se le preguntó qué era para él el centrales lo aprueben primero para luego im-
largo plazo: “son los próximos diez minutos”. ponerlo a los periféricos y semiperiféricos. Se-
Este espacio-tiempo virtualmente instantáneo gún los términos de ese acuerdo, los países de-
y global, combinado con el afán de lucro que lo berán conceder idéntico trato a los inversores
impulsa, confiere un inmenso y prácticamente extranjeros y a los nacionales, prohibiéndose
incontrolable poder discrecional al capital fi- tanto los obstáculos específicos a las inversio-
nanciero: puede sacudir en pocos segundos la nes extranjeras como los incentivos o subven-
economía real o la estabilidad política de cual- ciones al capital nacional. Esto significa acabar
quier país. No olvidemos que de cada cien dóla- con la idea de desarrollo nacional e intensifi-
res que circulan cada día por el mundo solo dos car la competencia internacional, ya no solo
pertenecen a la economía real. Los mercados entre trabajadores sino también entre países.
374 Boaventura de Sousa Santos
Quedarían prohibidas tanto las medidas estata- que circulan otros muchos intereses sociales.
les destinadas a perseguir a las empresas mul- El que fuera director general de la Organiza-
tinacionales por prácticas comerciales ilegales, ción Mundial de Comercio, Renato Ruggiero,
como las estrategias nacionales que pretendan calificó como sigue el alcance de las negocia-
restringir la fuga de capitales hacia zonas con ciones: “estamos escribiendo la constitución
menores costos laborales. El capital podría así de una única economía global” (The Nation, 13
hacer libre uso de la amenaza de fuga para des- y 20 de enero de 1997, p. 6).4
hacer la resistencia obrera y sindical. Una segunda forma de fascismo financiero
El propósito del AMI de confiscar la deli- —igualmente pluralista, global y secreto— es
beración democrática resulta especialmente el que se sigue de las calificaciones otorgadas
evidente en dos instancias. En primer lugar, por las empresas de rating, es decir, las em-
en el silencio con el que, durante un período, presas internacionalmente reconocidas para
se negoció el acuerdo —los agentes involucra- evaluar la situación financiera de los Estados
dos cuidaron el secreto del acuerdo como si y los riesgos y oportunidades que ofrecen a los
de un secreto nuclear se tratara—. En segundo inversores internacionales. Las calificaciones
lugar, los mecanismos que se están perfilando atribuidas —desde la “AAA” a la “D”— pueden
para imponer el respeto al acuerdo: cualquier determinar las condiciones en que un país ac-
empresa que tenga alguna objeción respecto a cede al crédito internacional. Cuanto más alta
cualquier norma o ley de la ciudad o Estado en sea la calificación, mejores serán las condicio-
los que esté implementada podrá presentar una nes. Estas empresas tienen un poder extraordi-
queja ante un panel internacional de la AMI, pa- nario. Según Thomas Friedman, “el mundo de
nel que podrá imponer la anulación de la nor-
ma en cuestión. Curiosamente, las ciudades y
los Estados no gozarán del derecho recíproco 4 El AMI fue finalmente retirado gracias a fuertes
a demandar a las empresas. El carácter fascista movilizaciones sociales y a la oposición del gobierno
del AMI reside en que se configura como una francés. Una ofensiva en la misma lógica fue la Direc-
Constitución para inversores: solo protege sus tiva Bolkerstein, igualmente retirada en 2005. Sin em-
bargo, la Constitución Europea aprobada por los Jefes
intereses ignorando completamente la idea de
de Estado y de Gobierno en Roma en octubre de 2004
que la inversión es una relación social por la resucitaba el espíritu neoliberal de esas propuestas.
Reinventar la democracia 375
la posguerra fría tiene dos superpotencias, los empresas privadas cuyas acciones vienen legi-
Estados Unidos y la agencia Moody’s” —una de timadas por las instituciones financieras inter-
las seis agencias de rating adscritas a la Secu- nacionales y por los Estados hegemónicos. Se
rities and Exchange Commision; las otras son: configura así un fenómeno híbrido, paraestatal
Standard and Poor’s, Fitch Investors Services, y supraestatal, con un gran potencial destruc-
Duff and Phelps, Thomas Bank Watch, IBCA— tivo: puede expulsar al estado natural de la ex-
y añade: “si los Estados Unidos pueden aniqui- clusión a países enteros.
lar a un enemigo usando su arsenal militar, la
agencia de calificación financiera Moody’s pue- Sociabilidades alternativas
de estrangular financieramente un país, otor- Los riesgos subsiguientes a la erosión del
gándole una mala calificación” (Warde, 1997: contrato social son demasiado graves para
10-11). De hecho, con los deudores públicos y permanecer cruzados de brazos. Deben encon-
privados enzarzados en una salvaje lucha mun- trarse alternativas de sociabilidad que neutra-
dial para atraer capitales, una mala calificación licen y prevengan esos riesgos y desbrocen el
puede provocar, por la consiguiente descon- camino a nuevas posibilidades democráticas.
fianza de los acreedores, el estrangulamiento fi- La tarea no es fácil: la desregulación social ge-
nanciero de un país. Por otro lado, los criterios nerada por la crisis del contrato social es tan
usados por estas agencias son en gran medida profunda que desregula incluso la resisten-
arbitrarios, apuntalan las desigualdades en el cia a los factores de crisis o la reivindicación
sistema mundial y generan efectos perversos: emancipadora que habría de conferir sentido a
el mero rumor de una inminente descalifica- la resistencia. Ya no resulta sencillo saber con
ción puede provocar una enorme convulsión claridad y convicción en nombre de qué y de
en el mercado de valores del país afectado (así quién resistir, incluso suponiendo que se co-
ocurrió en Argentina o Israel). De hecho, el nozca aquello contra lo que se resiste, lo que
poder discrecional de estas empresas es tanto tampoco resulta fácil.
mayor en la medida en que pueden atribuir cali- De ahí que deban definirse del modo más
ficaciones no solicitadas por los países. amplio posible los términos de una reivindi-
Los agentes de este fascismo financie- cación cosmopolita capaz de romper el cír-
ro, en sus varios ámbitos y formas, son unas culo vicioso del precontractualismo y del
376 Boaventura de Sousa Santos
crear empleo. Por tanto, debe redistribuirse, Las resistencias son, sin embargo, enormes:
globalmente, el stock de trabajo disponible. ya sea por parte de las multinacionales o de
No se trata de una tarea sencilla, porque si los sindicatos de unos países periféricos y se-
bien el trabajo, en cuanto factor de produc- miperiféricos que ven en esos criterios míni-
ción, está hoy en día globalizado, la relación mos una nueva forma de proteccionismo en
salarial y el mercado de trabajo siguen seg- beneficio de los países centrales. Mientras no
mentados y territorializados. Tres iniciativas pueda acometerse una regulación global, de-
me parecen urgentes en este ámbito, todas de berán alcanzarse acuerdos regionales, incluso
alcance global, aunque con distinta inciden- bilaterales, que establezcan redes de pautas
cia sobre la economía mundial. Por un lado, laborales de las que dependan las preferen-
debe repartirse el trabajo mediante la reduc- cias comerciales. Para que estos acuerdos no
ción de la jornada laboral; una iniciativa cuyo generen un proteccionismo discriminatorio, la
éxito dependerá del grado de organización del adopción de criterios mínimos debe comple-
movimiento obrero. Se trata por tanto de una tarse con otras dos iniciativas: la mencionada
iniciativa con más posibilidades de éxito en reducción de la jornada laboral y la flexibili-
los países centrales y semiperiféricos. La se- zación de las leyes inmigratorias con vistas a
gunda iniciativa se refiere al establecimiento una progresiva desnacionalización de la ciu-
de unas pautas mínimas en la relación salarial dadanía. Esta última iniciativa —la tercera—
como condición previa a la libre circulación debe facilitar un reparto más equitativo del
de los productos en el mercado mundial: fijar trabajo a nivel mundial propiciando los flujos
internacionalmente unos derechos laborales entre zonas salvajes y zonas civilizadas, tanto
mínimos, una cláusula social incluida en los dentro de las sociedades nacionales como en
acuerdos internacionales de comercio. Esta el sistema mundial. Hoy día, esos flujos se pro-
iniciativa crearía un mínimo común deno- ducen, en contra de lo que sostiene el naciona-
minador de congruencia entre ciudadanía y lismo xenófobo de los países centrales, predo-
trabajo a nivel global. En las actuales condi- minantemente entre países periféricos, para
ciones post-Ronda Uruguay, esta iniciativa de- los que suponen una carga insoportable. Para
bería encauzarse a través de la Organización reducir esta carga, y como exigencia cosmo-
Mundial del Comercio. polita de justicia social, deben facilitarse los
380 Boaventura de Sousa Santos
flujos desde la periferia al centro. En respues- inclusión. Se sabe, sin embargo, que el capital
ta al apartheid social al que el precontractua- global ha usado las formas atípicas de traba-
lismo y el poscontractualismo condenan a los jo como un recurso encubierto para conver-
inmigrantes, hay que desnacionalizar la ciuda- tir el trabajo en un criterio de exclusión. Esto
danía proporcionando a los inmigrantes unas ocurre cada vez que los trabajadores no con-
condiciones que simultáneamente garanticen siguen superar con su salario el umbral de la
la igualdad y respeten la diferencia de modo pobreza. En estos casos el reconocimiento del
que el reparto del trabajo se convierta en un polimorfismo del trabajo, lejos de constituirse
reparto multicultural de la sociabilidad. en un ejercicio democrático, avala un acto de
La segunda condición del redescubrimien- fascismo contractual. La segunda forma que
to democrático del trabajo está en el reco- debe asumir el reconocimiento democrático
nocimiento del polimorfismo del trabajo. El del trabajo es la promoción de la formación
puesto de trabajo estable de tiempo completo profesional, sea cual sea el tipo de duración
e indefinido fue el ideal que inspiró a todo el del trabajo. Sin una mejora en la formación
movimiento obrero desde el siglo XIX, aun- profesional, la flexibilización de la relación sa-
que solo llegó a existir en los países centrales larial no será más que una forma de exclusión
y solo durante el período del fordismo. Este social a través del trabajo.
tipo ideal está hoy en día cada vez más alejado La tercera condición del redescubrimiento
de la realidad de las relaciones de trabajo ante democrático del trabajo está en la separación
la proliferación de las llamadas formas atípi- entre el trabajo productivo y la economía
cas de trabajo y el fomento por el Estado de la real, por un lado, y el capitalismo financie-
flexibilización de la relación salarial. En este ro o economía de casino, por otro. He cali-
ámbito, la exigencia cosmopolita asume dos ficado antes al fascismo financiero como una
formas. Por un lado, el reconocimiento de los de las formas más virulentas del fascismo
distintos tipos de trabajo solo es democrático social. Su potencial destructivo debe quedar
en la medida en que crea en cada uno de esos limitado por una regulación internacional que
tipos un nivel mínimo de inclusión. Es decir, le imponga un espacio-tiempo que permita
el polimorfismo del trabajo solo es acepta- deliberar democráticamente sobre las con-
ble si el trabajo sigue siendo un criterio de diciones que eviten a los países periféricos y
Reinventar la democracia 381
día especulando contra la libra esterlina; su Ocurre que, incluso con una tasa muy baja,
acción provocó la devaluación de la libra y la el potencial recaudador es enorme: una tasa
consiguiente disolución del sistema europeo de tan solo un 0,1% sobre el volumen actual
de tipos de cambio fijos. La tasa Tobin pre- de las transacciones de cambio generaría una
tende, en definitiva, desacelerar el espacio- suma de 250.000 millones de dólares, es decir,
tiempo de las transacciones de cambio some- 25 veces los gastos de todo el sistema de las
tiéndolo marginalmente a un espacio-tiempo Naciones Unidas en 1995.
estatal desde el que los Estados puedan re- Una segunda medida que “civilice” los mer-
cobrar un margen de regulación macroeco- cados financieros debe ser la condonación
nómica y defenderse de las especulaciones de la deuda externa de los 50 países más po-
dirigidas contra sus monedas. Se trata, en la bres. Una medida especialmente urgente en
conocida metáfora de Tobin, de echar algo África, donde solo el pago del servicio de la
de arena en los engrasados mecanismos del deuda supone una devastadora sangría sobre
mercado financiero global (Tobin 1982: 493). los escasos recursos de los países más pobres
Según Tobin, los ingresos generados por esa que, a menudo, se ven obligados a contraer
tasa, recaudados por los Estados, se desti- nuevos préstamos para saldar los antiguos.
narían a un fondo único —que podrían con- Sin aliviar un poco la pobreza no puede redes-
trolar o el Banco Mundial o el FMI— desde cubrirse la capacidad inclusiva del trabajo. Lo
donde serían redistribuidos. El 85% de lo re- cierto y paradójico es, sin embargo, que desde
caudado iría a los países centrales —para que 1993 las transferencias en concepto de pago
lo destinen a los organismos dedicados a las por la deuda de los países en desarrollo hacia
operaciones de paz, lucha contra la pobreza, los países del G-7 superan las transferencias
protección del medio ambiente, etcétera— de estos hacia aquéllos. Los Estados Unidos,
y el 15% restante a los países en desarrollo Gran Bretaña y Canadá ya se encontraban en
para que lo usen en beneficio propio. esta situación en 1988; en 1994 solo Japón e
Aunque la propuesta busque ante todo con- Italia registraron una transferencia líquida
trolar los mercados, el eventual destino de los positiva. La deuda de los países pobres ha
ingresos generados por esa tasa ha pasado acelerado el agotamiento de los recursos na-
a ser objeto de creciente atención y debate. turales, la desinversión de programas sociales
Reinventar la democracia 383
La creación de este espacio público es, en las La democracia redistributiva debe ser el pri-
actuales condiciones, la única alternativa demo- mer empeño en la conversión del Estado en
crática ante la proliferación de esos espacios novísimo movimiento social. Otro empeño es
privados avalados por una acción estatal que el que denomino Estado experimental. Cuan-
favorece los fascismos sociales. La nueva lucha do la función de regulación social del Estado
democrática es, en cuanto lucha por la demo- atraviesa grandes mutaciones, la rígida mate-
cracia redistributiva, una lucha antifascista, rialidad institucional del Estado se verá pro-
aunque se desenvuelva en un ámbito formal- gresivamente sometida a grandes vibraciones
mente democrático. No obstante, este ámbi- que la desestructurarán, desnaturalizarán y
to democrático, aunque formal, dispone de la convertirán en terreno propicio para los efec-
materialidad de las formas, de ahí que la lucha tos perversos. Además, esa materialidad se
antifascista de nuestros días no tenga que asu- inserta en un espacio-tiempo nacional estatal
mir las formas que asumió en el pasado la lu- que, como se ha dicho, sufre el impacto cru-
cha democrática contra el fascismo de Estado. zado de los espacios-tiempo locales y globales,
Pero tampoco puede limitarse a las formas de instantáneos y glaciales. Ante esta situación
lucha democrática consagradas por el Estado resulta cada vez más evidente que la institucio-
democrático surgido de los escombros del vie- nalización del Estado-articulador aún está por
jo fascismo. Nos encontramos por tanto ante la inventar. De hecho, aún es pronto para saber
necesidad de crear nuevas constelaciones de lu- si esa institucionalidad se plasmará en organi-
cha democrática que multipliquen y ahonden las zaciones o, por el contrario, en redes y flujos
deliberaciones democráticas sobre los aspectos o incluso en dispositivos híbridos, flexibles y
cada vez más diferenciados de la sociabilidad. reprogramables. Sin embargo, no cabe duda de
En este contexto, adquiere sentido la definición que las luchas democráticas de los próximos
que, en otro lugar, he hecho del socialismo como años serán fundamentalmente luchas por es-
democracia sin fin (Santos, 1995).9 quemas institucionales alternativos.
Como las épocas de transición paradigmá-
tica se caracterizan por la coexistencia de las
9 Para esta idea, puede consultarse en castellano
soluciones del viejo paradigma con las del nue-
Santos 2003 Crítica de la razón indolente (Bilbao: Des-
clée de Brouver) pp. 387. vo (y estas suelen ser tan contradictorias entre
Reinventar la democracia 389
sí como pueden serlo respecto de las del viejo institucionalidad democrática. Solo así puede
paradigma), creo que esta misma circunstancia la lucha democrática convertirse en una lucha
debe convertirse en un principio rector de la entre alternativas democráticas; solo así pue-
creación institucional. Adoptar en esta fase de- de lucharse democráticamente contra el dog-
cisiones institucionales irreversibles resultaría matismo democrático. Esta experimentación
imprudente. El Estado debería convertirse en institucional dentro del ámbito de la demo-
un terreno de experimentación institucional cracia generará inevitablemente inestabilidad
en el que coexistan y compitan por un tiempo e incoherencia en la acción estatal. Por otro
distintas soluciones institucionales a modo de lado, al amparo de esta fragmentación estatal,
experiencias piloto sometidas al seguimien- podrían producirse subrepticiamente nuevas
to permanente de los colectivos ciudadanos exclusiones. Se trata de un riesgo importante,
como paso previo a la evaluación comparada tanto más cuanto en esta nueva organización
de las prestaciones de cada una de ellas. La política sigue siendo competencia del Estado
prestación de bienes públicos, sobre todo en democrático estabilizar mínimamente las ex-
el ámbito social, podría de este modo reali- pectativas de los ciudadanos y crear pautas
zarse bajo distintas formas, y la opción entre mínimas de seguridad y de inclusión que reduz-
las mismas, de tener que hacerse, solo debería can la ansiedad de modo que permitan el ejer-
producirse una vez analizadas por parte de los cicio activo de la ciudadanía.
ciudadanos la eficacia y la calidad democrática El Estado experimental debe por tanto ase-
de cada alternativa. gurar no solo la igualdad de oportunidades en-
Este nuevo Estado democrático debería ba- tre los distintos proyectos de institucionalidad
sarse en dos principios de experimentación democrática, sino —y este es el segundo princi-
política. Primero: el Estado solo es genuina- pio de la experimentación política— unas pau-
mente experimental cuando las soluciones tas mínimas de inclusión que hagan posible una
institucionales gozan de auténticas condicio- ciudadanía activa capaz de controlar, acompa-
nes para desarrollarse conforme a su propia ñar y evaluar la valía de los distintos proyec-
lógica. Es decir, el Estado experimental será tos. Estas pautas son necesarias para hacer
democrático en la medida en que dé igualdad de la inestabilidad institucional un ámbito de
de oportunidades a las distintas propuestas de deliberación democrática. El nuevo Estado de
390 Boaventura de Sousa Santos
bienestar debe ser un Estado experimental y no estatales que tienen subcontratada la regu-
en la experimentación continua con una activa lación social. En el contexto del Estado como
participación de los ciudadanos estará la soste- novísimo movimiento social, la democratiza-
nibilidad del bienestar. ción del Estado pasa por la democratización
El ámbito de las luchas democráticas se social y, viceversa, la democratización social,
plantea por tanto en esta fase, dentro de un por la democratización del Estado.
vasto y decisivo espacio. Solo en este espacio Pero las luchas democráticas no pueden,
encontrarán respuesta la fuerza y la extensión como se desprende de lo dicho, agotarse en el
de los fascismos que nos amenazan. El Estado espacio-tiempo nacional. Muchas de las pro-
como novísimo movimiento social es un Es- puestas planteadas aquí a favor del redescu-
tado articulador que, aunque haya perdido el brimiento democrático del trabajo exigen una
monopolio de la gobernación, conserva el mo- coordinación internacional, una colaboración
nopolio de la metagobernación, es decir, de la entre los Estados para reducir la competencia
articulación en el interior de la nueva organiza- internacional a la que se libran, y con ello la
ción política. La experimentación externa del competencia internacional entre los trabajado-
Estado, en las nuevas funciones de articulación res de sus países. Visto que el fascismo social
societal, debe completarse, como vimos, con intenta reducir el Estado a un mecanismo que
una experimentación interna, en su esquema interiorice en el espacio-tiempo nacional los
institucional, que asegure la eficacia democrá- imperativos hegemónicos del capital global,
tica de la articulación. Se trata, por todo ello, compete a la democracia redistributiva conver-
de un espacio político turbulento e inestable en tir el Estado nacional en elemento de una red
el que los fascismos sociales pueden instalarse internacional que disminuya o neutralice el im-
con facilidad capitalizando las inseguridades pacto destructivo y excluyente de esos impera-
y ansiedades inevitablemente generadas por tivos y que, en la medida de lo posible, invierta
esas inestabilidades. De ahí que el campo de la el sentido de los mismos en beneficio de una
democracia participativa sea potencialmente redistribución equitativa de la riqueza global-
vastísimo debiendo ejercerse tanto en el inte- mente producida. Los Estados del Sur, sobre
rior del Estado como en las funciones de ar- todo los grandes Estados semiperiféricos como
ticulación del Estado o en las organizaciones Brasil, India, Sudáfrica, una futura China o una
Reinventar la democracia 391
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El Estado y los modos de producción
del poder social*
según las formas, o según los autores, ha sido de donde parten y, más bien, parece radicar en
descrito como “autoritarismo regulador”, “de- la nebulosidad del propio objeto de análisis. En
mocracia vigilada”, “neocorporativismo”, “fas- mi opinión, las causas de esta nebulosidad son
cismo benévolo”— otros autores convergen tres. En primer lugar, continuamos analizando
en la idea, aparentemente contradictoria con los procesos de transformación social del fin
la anterior, de que el Estado es cada vez más del siglo XX recurriendo a marcos conceptua-
ineficaz, cada vez más incapaz de desempeñar les desarrollados en el fin del siglo XIX, y ade-
las funciones que le incumben. De acuerdo cuados a los procesos sociales que entonces
con esta concepción, el Estado o carece de estaban en curso. En segundo lugar, el Estado-
recursos financieros (el argumento de la cri- nación continúa predominando como unidad
sis financiera) o de capacidad institucional (el de análisis y soporte lógico de la investigación,
argumento de la incapacidad de la burocracia lo que nos impide captar científicamente la ló-
del Estado para adaptarse al acelerado ritmo gica propia y la autonomía creciente, ya sea de
de transformación social y económica) o care- las estructuras y de los procesos locales típi-
ce aún de los mecanismos que en la sociedad cos de unidades de análisis más pequeñas (la
civil orientan las acciones y garantizan su efi- lógica infraestatal) o ya sea de los movimientos
cacia (el argumento de la falta de señales de globales, a nivel del sistema mundial (la lógica
mercado en la actuación del Estado). En estos supraestatal). En tercer lugar, y a pesar de los
análisis, el Estado a veces surge como un le- espacios teóricos innovadores de las últimas
viatán devorador, a veces como un emprende- décadas, la teoría sociológica continúa sien-
dor fallido.1 do básicamente derivada de las experiencias
Podría multiplicar los ejemplos de concep- sociales de las sociedades centrales y, en esa
ciones contradictorias, cuyo carácter contra- medida, es poco adecuada para el análisis com-
dictorio no es linealmente reconducible hacia parado y suscitar generalizaciones espurias.
los diferentes paradigmas teóricos o políticos También se puede decir que, mientras más ge-
neral es la teoría sociológica, mayores son las
probabilidades de que se base en la experiencia
1 A tal punto que hoy se insiste en la necesidad de la
social e histórica de los países centrales y se
elaboración de una teoría del fracaso del Estado. Ver,
por ejemplo, Janicke (1980). sesgue a ellos.
El Estado y los modos de producción del poder social395
En el presente texto, trataré dos de estas grandes rasgos, el perfil posible de una alter-
tres causas: la primera y la tercera. Pienso, de nativa conceptual cuyas potencialidades para
hecho, que el problema básico de el carácter analizar una sociedad de desarrollo intermedio
contradictorio de las concepciones menciona- están apenas esbozadas.
das —y de tantas otras paralelas— reside en
el marco conceptual en que se mueven. Este LA DISTINCIÓN ESTADO/SOCIEDAD
marco está constituido por un conjunto de con- CIVIL
ceptos que, según mi modo de ver, cualquiera
que haya sido su utilidad en el pasado, hoy es Las raíces contradictorias
un obstáculo teórico para el avance de nuestro de la distinción
conocimiento sobre el Estado y la sociedad, un La rigidez y la evidencia con que las orto-
obstáculo tanto mayor cuanto nuestro objetivo doxias conceptuales (o cualesquiera otras) se
es conocer, no a una sociedad central desarro- nos presentan, tienden a oscurecer los proce-
llada, sino a una sociedad semiperiférica como, sos históricos más o menos prolongados y casi
por ejemplo, la sociedad portuguesa. El núcleo siempre contradictorios, de su constitución.
central de este marco conceptual está consti- La reflexión crítica sobre ellas no puede, dejar
tuido por la designación Estado/sociedad civil de empezar por el descubrimiento de su histo-
y por sus distintos corolarios como, por ejem- ricidad. Para eso tendremos que recurrir a al-
plo, la separación entre lo económico y lo po- gunos conceptos en relativo desuso, pero con
lítico, la reducción del poder político al poder innegables virtudes para analizar el período
estatal y la identificación del derecho como del desarrollo capitalista que aquí nos intere-
derecho estatal. Trataré de mostrar aquí que la sa: a lo largo del siglo XIX de Eric Hobsbawm,
distinción Estado/sociedad civil y sus corola- que termina con la primera guerra mundial
rios son hoy en día una “ortodoxia conceptual” (Hobsbawm, 1987).
y que, por eso, su preponderancia en el discur- Se ha afirmado que el dualismo Estado/so-
so político es perfectamente compatible con ciedad civil es el más importante dualismo del
su falencia teórica. Empezaré por mostrar las moderno pensamiento occidental (Gamble,
raíces contradictorias de esta distinción y sus 1982: 45). Según esta concepción, el Estado es
funciones latentes, para enseguida presentar, a una realidad construida, una creación artificial
396 Boaventura de Sousa Santos
y moderna cuando se compara con la sociedad al liberar la actividad económica de las reglas
civil. En nuestro siglo, nadie expresó esta idea corporativas del ancien régime no presupone,
mejor que Hayek: “las sociedades se forman de ninguna manera, que la economía moderna
pero los estados se hacen” (1979: 140). La mo- dispense una acción estatal esclarecida.2
dernidad del Estado constitucional del siglo Esto es particularmente evidente en Adam
XIX se caracteriza por su organización formal, Smith, para quien la idea de comercio genera li-
unidad interna y soberanía absoluta en un sis- bertad y la civilización va a la par con la defensa
tema de Estados y, principalmente, por su siste- de las instituciones políticas que garantizan un
ma jurídico unificado y centralizado convertido comercio libre y civilizado. Al Estado le corres-
en un lenguaje universal por medio del cual el ponde un papel muy activo y, de hecho, crucial
Estado se comunica con la sociedad civil. Esta, en la creación de condiciones institucionales
por el contrario, está concebida como el domi- y jurídicas para la expansión del mercado.3
nio de la vida económica, de las relaciones so-
ciales espontáneas orientadas por los intereses
privados y particularísticos. 2 Muy claramente este es el caso de los iluministas es-
Además, el dualismo Estado/sociedad civil coceses convertidos por el pensamiento del siglo XIX en
adoctrinadores del laíssez faire. Hoy sabemos que no lo
nunca fue inequívoco y, de hecho, se mostró fueron o que lo fueron, por así decirlo, solo retrospecti-
desde el inicio, lleno de contradicciones y suje- vamente, es decir, con relación al orden corporativo del
to a constantes crisis. Para empezar, el principio Estado feudal. Al contrario, estaban bien conscientes
de la separación entre el Estado y la sociedad de que la economía moderna conduciría hacia el surgi-
miento de un Estado con un potencial para influenciar
civil engloba tanto la idea de un Estado mínimo
la vida del pueblo inconmensurablemente superior a la
como la de un Estado máximo, y la acción es- del Estado feudal. Solo esto explica que estuvieran tan
tatal está considerada simultáneamente como preocupados por diseñar soluciones políticas que impi-
un enemigo potencial de la libertad individual y dieran que ocurriera el abuso de poder, de “les grands
como la condición para su ejercicio. El Estado, coups d’autorité” de que hablaba Montesquieu.
como realidad construida, es la condición nece- 3 Ha existido algún debate sobre el papel de las
saria de la realidad espontánea de la sociedad instituciones políticas y jurídicas en el pensamiento
de Adam Smith. En contra de la opinión que empieza
civil. El pensamiento sietecentista está total-
a ser generalmente aceptada (Viner, 1927; Billet, 1975;
mente imbuido de esta contradicción dado que Samuels, 1979), Hirchsman tiende a minimizar ese pa-
El Estado y los modos de producción del poder social397
Como Billet lo afirma muy bien desde el pri- el orden y la ley y de desempeñar las funcio-
mero hasta el último capítulo de An Inquiry nes reguladoras exigidas por la economía
into the Nature and Causes of the Wealth of (Billet, 1975: 439; Viner 1927: 218).
Nations, quedamos impresionados con la La idea de la separación entre lo económico y
idea, fundamental en el pensamiento de Adam lo político basada en la distinción Estado/socie-
Smith, de que la naturaleza de las instituciones dad civil y expresada en el principio del laissez
y las prácticas políticas de una nación afectan faire parece estar herida por dos contradiccio-
decisivamente su capacidad para un desarrollo nes insolubles. La primera es que, dado el ca-
económico firme. Comparando a Portugal y a rácter específico de los intereses en la sociedad
España con la Gran Bretaña, Adam Smith con- civil, el principio del laissez faire no puede ser
sidera el carácter despótico de los dos prime- igualmente válido para todos los intereses. Su
ros Estados, los “gobiernos violentos y arbitra- coherencia interna se basa en una jerarquía de
rios”, como responsables por su estancamiento intereses previamente aceptados, sinceramen-
económico y su relativa pobreza: “la industria te expresada en la máxima de John Stuart Mill:
no es allí ni libre ni defendida y los gobiernos “cualquier desvío del laissez faire a menos que
civiles y eclesiásticos de España y Portugal son sea dictado por un gran beneficio, es un mal in-
de tal orden que por sí solos bastarían para dudable” (1921: 950). La discusión del principio
perpetuar su Estado actual de pobreza” (1937: se hizo siempre a la sombra de la discusión de
509). Más impresionante aún es que, para Adam los intereses a los que se aplicaba el principio.
Smith, el despotismo puede ser tanto el resulta- Así, la misma norma jurídica puede ser objeto
do de un gobierno arbitrario, que gobierne por de interpretaciones opuestas, pero igualmente
la fuerza, sin restricciones institucionales o le- coherentes. Un ejemplo de esto fue el caso de
gales, como el resultado de un gobierno débil, la legislación de 1825-65 sobre las sociedades
una autoridad inestable, incapaz de mantener por acciones, considerada por unos como un
buen ejemplo del laissez faire, por eliminar las
restricciones a la movilidad del capital y, por
pel. Sin embargo, él mismo reconoce que, “según pare- otros, como una nítida violación de este mismo
ce Smith defendió menos un Estado con funciones mí-
laissez faire, por concederle a las sociedades
nimas que un Estado cuya capacidad para los excesos
fuera limitada” (1977: 104). comerciales privilegios que le eran negados a
398 Boaventura de Sousa Santos
los empresarios individuales (Taylor, 1972: 12). laissez faire fueron aplicadas, en gran medida,
Esto explica por qué es que la Inglaterra victo- a través de una activa intervención estatal. En
riana fue considerada por unos como la edad otras palabras, el Estado tuvo que intervenir
del laissez faire y, por otros, como el embrión para no intervenir.
del Welfare State.4 Frente a todo esto, surge la pregunta: si la
La segunda contradicción se refiere a los distinción Estado/sociedad civil estaba tan lle-
mecanismos que activan socialmente el prin- na de contradicciones, ¿cómo es que fue tan
cipio del laissez faire. El siglo XIX inglés dio ampliamente aceptada, considerada tan obvia
testimonio no solo de un incremento de la le- y tan plena de sentido común? Antes de inten-
gislación sobre la política económica y social, tar responder a esta pregunta me gustaría ilus-
sino también sobre la aparición de una amalga- trar brevemente el peso de esta ortodoxia con-
ma de nuevas instituciones estatales como la ceptual sobre el propio marxismo. Poniendo de
“Factory Inspectorate”, el “Poor Law Board”, lado la teoría política liberal francesa e inglesa
el “General Board of Health”, etcétera. Es in- del siglo XVIII y considerando apenas los an-
teresante notar que algunas de esas leyes y de tecedentes más próximos del pensamiento de
esas instituciones se destinaban a aplicar po- Marx —el contexto alemán—, se debe subra-
líticas de laissez faire. Como subrayó Dicey, yar que, según Hegel, la sociedad civil es una
“sinceros adeptos del laissez faire aceptaban fase de transición de la evolución de la “idea”,
que, para alcanzar sus fines, el perfecciona- siendo la fase final el Estado. La familia es la
miento y el fortalecimiento de los mecanismos tesis, la sociedad civil es la antítesis y el Estado
gubernamentales, era una necesidad absoluta” es la síntesis. La sociedad civil es el “sistema
(1948: 306). Esto significa que las políticas del de necesidades”, la destrucción de la unidad
familiar y la atomización de sus miembros, en
suma, el dominio de los intereses particulares y
4 A la luz de esto, no es sorprendente que la crisis del egoísmo, un estadio que será superado por
del Estado-Providencia o la crisis de la regulación, tal el Estado, el supremo unificador de los intere-
como se ha discutido en los últimos años, sea concebi- ses, la idea universal, la concreción plena de la
da por algunos como un regreso al capitalismo del lais-
conciencia moral (Hegel, 1981: 140). De algún
sez faire y por otros, como el embrión de una nueva
forma de Estado. modo hay en Hegel dos líneas de pensamiento
El Estado y los modos de producción del poder social399
sobre el Estado y la sociedad civil. Una, alta- sociales de exploración que el Estado, solo
mente subsidiaria del pensamiento liberal in- aparentemente neutro tenía como función ga-
glés y francés, es la distinción conceptual entre rantizar. En vez del interés social universal,
el Estado y la sociedad civil como entidades el Estado representaba el interés del capital
contradictorias. La otra, es la idea de que el por conseguir su reproducción. Sin embargo,
concepto de sociedad civil no está en el mismo como estaba empeñado en discutir la econo-
pie de igualdad (en el mismo nivel especulati- mía clásica en su propio terreno, Marx cayó
vo) que el concepto de Estado: corresponde a en la trampa de la separación entre economía
un estadio menos desarrollado de la concien- y política y terminó por reducir la política y el
cia para ser efectivamente acogido en el Esta- derecho a la acción estatal. No consiguió per-
do y, en ese sentido, la separación entre Estado cibir en qué sentido real (y no solo metafóri-
y sociedad civil como dos conceptos opuestos co) las “relaciones económicas” eran también
y al mismo nivel de abstracción, es teórica- relaciones marcadamente políticas y jurídicas
mente insostenible. Esta última concepción, a en su constitución estructural. La metáfora de
pesar de su contenido mistificador, es hoy, en la base económica que sustenta la supraestruc-
mi opinión, fundamental para la comprensión tura política y jurídica no es, por lo tanto, una
del proceso histórico de las sociedades capita- distorsión completa del pensamiento de Marx,
listas. Sin embargo, fue puesta de lado en las como se ha hecho creer recientemente.5
discusiones que siguieron a Hegel. La personi-
ficación de la dicotomía Estado/sociedad civil
surgió sin demora, en gran parte debido a los 5 Además, la metáfora de la base/superestructura
trabajos de Lorenz von Stein. ha persistido, más o menos disfrazada, en todas las
tentativas de reformulación de la cuestión a la que
A pesar de la tentativa que hizo Max Adler
ella trató de dar respuesta. Entre ellas, el intento más
para liberar de ese carácter (1922), creo que influyente en el marxismo occidental de los últimos
la concepción de Marx corresponde a la ver- treinta años fue, sin duda, el de la escuela francesa del
sión reformulada de la distinción Estado/socie- estructuralismo marxista althusseriano (la teoría de las
dad civil. Marx la invirtió, pero no la superó. instancias —económica, política e ideológica— relati-
vamente autónomas; el concepto de sobredetermina-
Descubrió que las alegadas “leyes naturales”
ción; el principio de la determinación económica, en
de la economía clásica escondían relaciones última instancia). A pesar de su sofisticación teórica,
400 Boaventura de Sousa Santos
Las funciones latentes Como sucede con todas las teorías sociales,
de la distinción Estado/sociedad esta ortodoxia conceptual tiene una parcela de
civil verdad. En el feudalismo, el trabajo necesario
¿Cómo es posible explicar la naturale- (es decir, el trabajo necesario para la subsisten-
za evidente de la noción de lo económico” cia de los siervos) y el sobretrabajo (es decir, el
como un campo separado y autónomo y de trabajo efectuado por los siervos para garantizar
las correspondientes nociones de lo “políti- la subsistencia y la acumulación de los señores
co” y de lo “jurídico” como atributos exclu- feudales) estaban separados en el tiempo y en el
sivos del Estado? ¿Cómo se explica la per- espacio. Dado que los señores feudales no de-
sistencia de la dicotomía Estado/sociedad tentaban la propiedad de los medios de produc-
civil a pesar de sus contradicciones internas ción, tenían que depender de las instituciones
y permanentes crisis? políticas y jurídicas del Estado para apropiarse
del sobretrabajo de los siervos. En cierto modo,
como los señores feudales no detentaban la pro-
un sesgo economicista, es por lo demás evidente, en la piedad privada de los medios de producción, su
obra del más brillante teórico del Estado, de la políti- poder social estaba íntimamente ligado a la pro-
ca y del derecho de esta escuela, Nicos Poulantzas. Al piedad privada del Estado. En el capitalismo, al
analizar la relación de la propiedad, concebida por él contrario, el trabajo necesario y el sobretrabajo
como elemento de la instancia económica, Poulantzas
subraya que ella pertenece estrictamente a la instancia tienen lugar dentro del mismo proceso de traba-
económica y debe, por eso, ser claramente distinguida jo debido al control del capital sobre este último
de las formas jurídicas de que está investida, es decir, como atributo de su propiedad de los medios de
de la propiedad jurídica (1978a: 26). Poulantzas critica a producción. Desde que el Estado garantice el
Maurice Godelier por ignorar que las relaciones de pro-
cumplimiento del derecho de propiedad, las re-
ducción y las fuerzas productivas pertenecen a la mis-
ma combinación estructural de la economía, mientras laciones económicas transcurren y se reprodu-
que la propiedad (jurídica) de los medios de producción cen por sí mismas en la esfera privada de la fá-
pertenece a la superestructura (1978a: 67). Estas formu- brica. Parece así, que la exterioridad del Estado
laciones de Poulantzas, publicadas por primera vez en y de la política en lo que respecta a las relacio-
1968, fueron de lejos las más influyentes. El pensamien-
nes de la producción deriva de la concepción de
to de Poulantzas, como se sabe, evolucionó bastante en
los últimos años de su vida. Ver Poulantzas (1978b). las relaciones de producción como una cuestión
El Estado y los modos de producción del poder social401
menos tres lógicas distintas.7 La primera nos separado. Por otro lado, y precisamente tenien-
remite a la concepción liberal clásica de la so- do esto en cuenta, nos debemos interrogar, en
ciedad civil (como pluralidad atomística de in- lo que respecta al “resurgimiento de la sociedad
tereses económicos privados) y domina hoy el civil” en el discurso político dominante, sobre
discurso político, sobre todo el conservador, en si se trata de eso mismo o de otro fenómeno,
las sociedades capitalistas tanto centrales como quizás bien distinto, que por razones ideológico-
periféricas o semiperiféricas. La segunda subya- políticas asume esa distinción.
ce a los nuevos movimientos sociales (ecológi- A mi modo de ver, lo que verdaderamente
cos, de derechos humanos, pacifistas, feminis- hay en el origen del “resurgimiento de la so-
tas) y se delimita más o menos radicalmente en ciedad civil” en el discurso dominante es un
la concepción liberal, apelando a la idea de una reajuste estructural de las funciones del Esta-
sociedad civil postburguesa y antimaterialista do por vía del cual el intervencionismo social,
(Offe, 1984; 1985; Arato & Cohen, 1984). La ter- interclasista, típico del Estado-Providencia, es
cera fue la que dominó la reflexión teórica disi- sustituido parcialmente por un intervencionis-
dente en la fase final de los regímenes socialis- mo bicéfalo, más autoritario de cara al proleta-
tas del Este europeo: la sociedad civil socialista, riado y a ciertos sectores de las clases medias
diferente de cualesquiera de las otras dos con- (por ejemplo, la pequeña burguesía asalariada)
cepciones anteriores (Heller, 1984; Feher, He- y más diligente en la atención de las exigencias
ller & Markus, 1984). Estas distinciones deben macroeconómicas de la acumulación de capi-
poner en sobreaviso a los científicos sociales. tal (sobre todo del gran capital). Es innegable
Por un lado, ni la sociedad civil postburguesa que el “resurgimiento de la sociedad civil” tiene
o antimaterialista, ni la sociedad civil socialista un núcleo genuino que se traduce en la reafir-
fueron pensadas por la distinción Estado/socie- mación de los valores del autogobierno, de la
dad civil tal como esta se constituyó histórica- expansión de la subjetividad, del comunitaris-
mente y por eso merecen una consideración por mo y de la organización autónoma de los inte-
reses y de los modos de vida. Pero ese núcleo
tiende a ser omitido en el discurso dominante o
7 Con otras preocupaciones teóricas S. Giner distingue
apenas suscrito en la medida en que correspon-
cuatro concepciones de sociedad civil: liberal clásica, he-
geliana, marxista clásica y neomarxista (1985: 247). de a las exigencias del nuevo autoritarismo.
404 Boaventura de Sousa Santos
COMPONENTES
ELEMENTALES UNIDAD DE
FORMA MECANISMO FORMA DE MODO DE
PRÁCTICA
ESPACIOS INSTITUCIONAL DE PODER DERECHO RACIONALIDAD
SOCIAL
ESTRUCTURALES
Sexos y Familia, matrimonio y Derecho Maximización de la
Espacio doméstico Patriarcado
generaciones parentesco doméstico afectividad
Espacio de la Derecho de Maximización del
Clase Empresa Explotación
producción producción lucro
Espacio de la Derecho Maximización de la
Individuo Estado Dominación
ciudadanía territorial lealtad
Contratos, acuerdos Intercambios Derecho Maximización de la
Espacio mundial Nación
y org. internacionales desiguales sistémico eficacia
Distingo cuatro espacios en las sociedades No son obviamente los únicos espacios-tiempo
capitalistas (que también son cuatro tiempos) que rigen o circulan en la sociedad, pero, en lo
estructurales: el espacio doméstico, el espacio esencial, todos los demás representan diferentes
de la producción, el espacio de la ciudadanía y combinaciones entre los cuatro conjuntos de re-
el espacio mundial. Cada uno de ellos constitu- laciones sociales paradigmáticas. Cada espacio
ye un haz de relaciones sociales paradigmáticas. estructural es un fenómeno complejo constitui-
do por cinco componentes elementales: una uni-
dad de práctica social, una forma institucional
8 Esta propuesta, cuya primera formulación se pue- preferida, un mecanismo de poder, una forma
de leer en Santos (1985a), será parcialmente revisada, de derecho y un modo de racionalidad.
otra vez, en un próximo trabajo.
406 Boaventura de Sousa Santos
sociedad civil, era una construcción artificial además, de la fragilidad teórica de la con-
y disponía de una estructura formal. El segun- cepción de base. Por ejemplo, mientras que
do presupuesto era que el Estado había sido el discurso conservador tendía a concebir la
constituido, de hecho, por la sociedad civil se- debilidad de la sociedad civil como un efecto
gún sus necesidades e intereses y dependiente de la fuerza del Estado, el discurso socialde-
de ella para su reproducción y consolidación. mócrata tendía a concebir la debilidad de la
Las necesidades y los intereses eran funda- sociedad civil como una causa de la fuerza
mentalmente económicos, y ellos fueron los del Estado.
que materializaron la idea de una sociedad ci- Este también es el cuadro teórico y político
vil fuerte y autónoma. con que se ha analizado a la sociedad portu-
Una vez convertida en teoría política do- guesa y las conclusiones no pueden dejar de
minante, y exportada como tal hacia las so- ser las mismas. Sin embargo, si lo conside-
ciedades periféricas y semiperiféricas que, ramos bien, este cuadro teórico explica muy
mientras tanto, se fueron formando y trans- poco de la sociedad portuguesa, y si nos li-
formando, la distinción liberal no podía dejar bramos de él llegaremos a conclusiones sig-
de definir a estas sociedades como socieda- nificativamente diferentes. Así, a la luz de la
des débiles y poco autónomas. En ellas, la propuesta conceptual que definí más arriba, la
relación Estado/sociedad civil se invertía por sociedad civil portuguesa solo es débil y poco
completo: en las sociedades coloniales lo que autónoma si, según el modelo de las socieda-
se podría designar como sociedad civil era des centrales, la identificamos como el espa-
un producto total del Estado colonial y en las cio de la producción o como el espacio de la
demás sociedades periféricas y semiperiféri- ciudadanía. Si, al contrario, la consideramos
cas el “sobredesarrollo” del Estado y su pa- en el espacio doméstico, verificamos que la
pel decisivo en la economía testimoniaba de sociedad civil portuguesa es muy fuerte, autó-
igual modo la subordinación de la sociedad noma y autorregulada o en todo caso, es más
civil en relación con el Estado. La hegemo- fuerte, autónoma y autorregulada que las so-
nía de esta concepción fue tal, que pasó a do- ciedades civiles centrales. Además, esa auto-
minar todo el discurso político, aunque con nomía y autorregulación son las que hacen po-
algunos matices importantes, reveladores sible que el espacio doméstico llene algunas
El Estado y los modos de producción del poder social409
que la lógica que les subyace. La interpretación etcétera). Tal peculiaridad puede resultar de la
de esta paradoja aparente (el tercer argumento amalgama entre el espacio de la ciudadanía y el
que aquí presento) está en que, en la semiperi- espacio doméstico y, por lo tanto, entre domi-
feria, los factores de la centralidad del Estado nación y patriarcado, por ejemplo, en el caso
son igualmente factores de su ineficiencia. La en que la actuación del Estado y el ejercicio de
heterogeneidad interna del espacio domésti- la ciudadanía, se les delegan informalmente a
co y del espacio de producción y la no corres- las familias oligárquicas, incluso ahora pode-
pondencia entre los respectivos requisitos de rosas en muchas zonas o sectores sociales del
reproducción crean autonomías relativas en país e incluso en el interior del mismo Estado.
cada uno de estos núcleos estructurales de la O puede resultar de la interpenetración entre
sociedad portuguesa cuyo efecto emergente es el espacio de la ciudadanía y el espacio de la
el de subvertir, transformar, apropiar, en suma, producción y, por lo tanto, entre dominación
bloquear la actuación del Estado. Así, al con- y explotación, por ejemplo en los casos en que
trario de lo que pasa en los países centrales, es empresarios o empresas tienen un control po-
tan importante determinar la autonomía rela- lítico sobre sus trabajadores o sobre la propia
tiva del espacio de ciudadanía (del Estado) en actuación del Estado o, incluso en los casos en
relación con los restantes espacios estructura- que el Estado es, en sí, un espacio de produc-
les como determinar la autonomía relativa de ción sobredimensionado, de tal modo que una
estos en relación con aquél. fracción significativa de la clase media tiene su
La primacía de lo político, o mejor, del espa- base social en el propio Estado, es decir, en
cio de la ciudadanía bajo la forma del Estado, el presupuesto del Estado. La peculiaridad de
coexiste de este modo, con su dependencia en la actuación del Estado puede ser finalmente
relación con los otros espacios y en esa medida una forma de interpenetración entre el espa-
la forma de poder del Estado, la dominación, se cio de la ciudadanía y el espacio mundial y, por
ejerce en la práctica en complejas combinacio- lo tanto, entre dominación e intercambio des-
nes con las formas de poder características de igual en los casos en que los países centrales
otros espacios estructurales, lo que le confiere o las organizaciones internacionales que ellos
una marcada peculiaridad a la actuación del controlan se apropian de parte de la soberanía
Estado (clientelismo, nepotismo, corrupción, del Estado nacional.
412 Boaventura de Sousa Santos
Al contrario de lo que pasa en los países privatización de recursos públicos, una lógica
centrales, no se trata de influencias ejercidas de racionalidad en todo o en parte más cer-
sobre el Estado y su acción sino de la confi- cana de la racionalidad del espacio domésti-
guración interna del propio poder del Estado. co (la maximización de la afectividad) que de
El autoritarismo estatal, por ser relativamente la racionalidad del espacio de producción (la
ineficaz, es no solo incompleto sino contra- maximización del lucro). Tal vez, por eso, es-
dictorio lo que a su vez contribuye a la gran tas y otras manifestaciones de particularidad
heterogeneidad y fragmentabilidad de la ac- y de heterogeneidad hacen que la actuación
tuación del Estado. Tal heterogeneidad asu- del Estado no merezca siquiera la confian-
me varias formas, algunas de las cuales ya za de la clase dominante en el espacio de la
analicé en trabajos anteriores. Menciono aquí producción, el empresariado capitalista. Pero,
una raramente señalada. Reside en el modo además de que esta esté fragmentada como
como la actuación de la burocracia del Esta- clase, el Estado solo sabe servirle fragmen-
do oscila entre la extrema rigidez, distancia y tariamente. Este patrón de actuación del Es-
formalismo con que obliga al ciudadano anó- tado es simultáneamente causa y efecto que
nimo y sin referencias (la que llamo sociedad las prácticas de clase; al contrario de lo que
civil extraña) a cansarse ante las ventanillas sucede (o sucedió hasta hace poco) en los paí-
de servicios inaccesibles, a llenar formularios ses centrales, no se traducen linealmente en
ininteligibles, y a pagar impuestos injustos y a políticas de clase.
la extrema flexibilidad, intimidad e informali- Traté de mostrar en este texto que la dis-
dad con que trata, para los mismos efectos, el tinción Estado/sociedad civil, además de su
ciudadano conocido y con buenas referencias simplismo y reduccionismo generales, es par-
(la sociedad civil íntima). ticularmente inadecuada para analizar una
Se trata de una oscilación entre el Estado sociedad semiperiférica como, por ejemplo, la
predador y el Estado protector, según una ló- sociedad portuguesa. El desfase de las condi-
gica de racionalidad totalmente opuesta a la ciones históricas, sociales, políticas y econó-
del espacio de la ciudadanía (la maximización micas específicas de una sociedad de este tipo
de la lealtad) porque se trata de una lealtad da origen a un efecto de ocultamiento particu-
interpersonal, aunque obtenida a costa de la larmente amplio.
El Estado y los modos de producción del poder social413
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La refundación del Estado
y los falsos positivos*
Cuando los movimientos indígenas, en La- política en sentido estricto, una lucha social,
tinoamérica y en el mundo, levantan la ban- cultural, por símbolos, mentalidades, ha-
dera de la refundación del Estado, lo hacen bitus y subjetividades. Es la lucha por una
por haber sufrido históricamente y por seguir nueva hegemonía.
sufriendo hoy en día las consecuencias de to- –– Tercera: esta lucha no puede ser llevada a
das las características arriba mencionadas del cabo exclusivamente por los grupos histó-
Estado moderno en muchas de sus metamor- ricamente más oprimidos (en el subconti-
fosis (en el subcontinente latinoamericano, en nente, los pueblos indígenas-originarios, los
especial, el Estado colonial, el Estado liberal, afrodescendientes, los campesinos y las mu-
el Estado desarrollista, el Estado burocrático jeres); es necesario crear alianzas con gru-
autoritario y el Estado de mercado). En tal pos y clases sociales más amplios.
contexto, la refundación del Estado tiene sie-
–– Cuarta: la refundación del Estado es más
te dificultades principales:
que todo una demanda civilizatoria y, como
tal, exige un diálogo intercultural que movili-
–– Primera: no es fácil transformar radicalmen-
ce diferentes universos culturales y distintos
te una institución que, en su forma moderna,
conceptos de tiempo y de espacio; para que
tiene más de 300 años. Además, ¿cómo se
tenga lugar este diálogo intercultural es ne-
puede transformar radicalmente una enti-
cesaria la convergencia mínima de volunta-
dad cuando el objetivo último es de hecho
des políticas muy diferentes e históricamen-
mantenerla? Refundar el Estado no signifi-
te formadas más por el choque cultural que
ca eliminarlo; por el contrario, presupone
por el diálogo cultural, más por el desconoci-
reconocer en él capacidades de ingenie-
miento del otro que por su reconocimiento.
ría social que justifican la tarea política de
refundación. –– Quinta: por su ámbito, la refundación del
Estado no implica cambiar solamente su
–– Segunda: la larga duración histórica del Es-
estructura política, institucional y organiza-
tado moderno hace que esté presente en la
cional; más bien requiere cambiar las rela-
sociedad mucho más allá de su instituciona-
ciones sociales, la cultura y, en especial, la
lidad y que, por eso, la lucha por la refun-
economía (o por lo menos las articulaciones
dación del Estado sea, además de una lucha
La refundación del Estado y los falsos positivos419
y relaciones entre los diferentes sistemas ocurrirá mientras permanezcan con vigor en la
económicos en vigor en la sociedad). región los dos grandes sistemas de dominación
–– Sexta: en tanto que para los aliados del mo- y explotación: el capitalismo y el colonialismo.
vimiento indígena la refundación del Estado La distancia que toman respecto de la tradición
significa crear algo nuevo, para el movimien- crítica eurocéntrica deriva precisamente de no
to indígena (o para una parte significativa poder imaginar el fin de uno sin el fin del otro.
del movimiento) el Estado que se quiere re- La magnitud de la tarea muestra que la refun-
fundar tiene sus raíces en formas que pre- dación del Estado es un proceso histórico de
cedieron a la conquista y que, a pesar de la largo plazo, una parte de la transición de lar-
represión, lograron sobrevivir de modo frag- go plazo analizada atrás. Durante la transición
mentario y diluido en las regiones más po- irán emergiendo instituciones y mentalidades
bres y más remotas. Además, cuando exis- transicionales o híbridas que van anunciando lo
ten, lo hacen solamente a escala local. nuevo al mismo tiempo que parecen confirmar
lo viejo. Las alianzas irán cambiando, así como
–– Séptima: el fracaso de la refundación más
los instrumentos de lucha habrá muchos pasos
ambiciosa del siglo pasado, el Estado de los
atrás, pero lo importante es que estos sean me-
soviets, pesa fuertemente en la imaginación
nos que los pasos dados hacia adelante.
política emancipadora. Por el contrario, la
En el contexto actual del subcontinente, la
transformación progresista menos radical
refundación del Estado está más avanzada en
(porque es reformista) del Estado moderno,
Bolivia y Ecuador, pero los temas y problemas
la socialdemocracia europea, sigue atrayen-
que suscita son importantes para toda la región
do a los líderes populistas del subcontinen-
y también para el mundo. En este sentido, pode-
te, por más que las agencias del capitalismo
mos hablar del subcontinente latinoamericano
global (BM, FMI y OMC) insistan en decla-
como un campo avanzado de luchas anticapita-
rarla históricamente superada.
listas y anticolonialistas. En ese horizonte, en
lo que sigue selecciono algunos temas que ana-
Los movimientos indígenas de América lizo con poco detalle, subrayando solamente en
Latina están conscientes de las dificultades, qué medida cada uno de ellos obliga a tomar
pues saben que la refundación del Estado no distancia de la tradición crítica eurocéntrica.
420 Boaventura de Sousa Santos
relevancia inusitada. Así, la decisión del MAS constituye en prueba de la gran dificultad de
de que no se discutiera la cuestión de la capi- pasar del viejo al nuevo orden constitucional.
talidad en la Constituyente7 provocó violencia Según Garcés, “la presencia de campesinos e
en Sucre en contra de los constituyentes, a tal indígenas en la Asamblea Constituyente no
punto de que su vida llegó a correr peligro, por solo se dio como evidencia de la diversidad cul-
lo que debieron ser evacuados y refugiarse en tural del país, sino en calidad de actores políti-
el Liceo Militar, a fin de seguir sesionando. Cer- cos. Ello contribuyó a la activación de disposi-
cados por pobladores enfurecidos, de nuevo su tivos de discriminación racista históricamente
vida estuvo en riesgo, y en una acción tan vivaz solapados” (2010).
como desesperada, decidieron aprobar el tex- Los testimonios de los asambleístas origina-
to constitucional. Como no había tiempo para rios e indígenas sobre la violencia racista sufri-
leer todo el texto, leyeron apenas el índice y da en la carne y en la sangre son desgarradores.
dieron por aprobado el documento. En ese mo- En primer lugar, queda claro el indicador que
mento ya no se encontraban los constituyentes permite hacer evidente el “objeto” del ataque:
de algunos grupos de la oposición, que habían la vestimenta. La pollera, el poncho, las abar-
abandonado la Asamblea. El texto sería leído y cas y el sombrero son los marcadores de etni-
aprobado más tarde en la ciudad de Oruro. cidad que hacen visible y representan lo que
Hay otro aspecto del proceso constituyente debe ser anulado o segregado. Una vez identi-
boliviano que ayuda a explicar mucho de lo que ficado el objeto de desprecio, este se concreta
sucedió, pero que raramente es mencionado en acciones: cosas que se dicen y que se hacen.
como un “accidente” del proceso: el constan- Como expresa Garcés:
te racismo contra los constituyentes indíge-
nas, o sea, un proceso orientado a la plurina- A los y las asambleístas identificados e iden-
cionalidad y la interculturalidad casó las más tificadas como “indios/indias” en determina-
álgidas manifestaciones de racismo, lo que se do momento de la violencia desatada en Su-
cre se les llama analfabetos(as), mamacas,
cochinos(as), sucios(as), indios(as), cholos(as),
7 Un caso más de interferencia en los trabajos de la campesinos(as), collas, indios(as) de mier-
Constituyente, actitud de entorpecimiento que fue re- da, ovejas, animales, perra maldita, indígenas,
currente durante todo el proceso.
La refundación del Estado y los falsos positivos423
incapaces. Se les conmina a que se vayan a sus Asamblea Constituyente, en Congreso Cons-
casas y se les advierte que los van a descuartizar tituyente y prepara la versión definitiva de la
como a Túpac Katari. Se les niega el alquiler de Constitución que será refrendada en Referén-
habitaciones, la atención en restaurantes y hos- dum Nacional en enero de 2009.
pitales, la venta de comida en el mercado; se les
El Congreso cambió 144 artículos y, según
insulta, golpea, escupe, abuchea, persigue; son
Raúl Prada, todas las modificaciones fueron
arrojados con plátanos y tomates (Garcés, 2010).
de carácter conservador. Las pérdidas se pro-
Estos incidentes y contratiempos, el aban- dujeron sobre todo para el movimiento popu-
dono de una parte de la oposición, que bási- lar, indígena, originario y campesino. Entre los
camente no quería ninguna Constitución, así cambios podemos destacar los siguientes: no
fuese la más favorable, y la preocupación del se definió el número de circunscripciones es-
Ejecutivo por llegar a un acuerdo con la opo- peciales indígenas en la Asamblea Legislativa
sición, todo esto hizo que ni siquiera la Cons- Plurinacional, reduciéndose luego a solamente
titución aprobada en Oruro tuviera fuerza para siete en la Ley Electoral Transitoria; se impidió
imponerse como la nueva Carta Magna. En- la reforma agraria al determinar la no retroac-
tramos entonces en un proceso grave de pér- tividad de la ley sobre el tamaño máximo de la
dida de autonomía y de la exclusividad de la propiedad de la tierra; se restringió la justicia
Asamblea, toda vez que se organizan, a partir comunitaria indígena al confinar su aplicación
del Ejecutivo y del Congreso, comisiones que a indígenas en sus territorios y entre sí; se alte-
de hecho revisan el texto, sin que tuvieran po- ró la composición del Tribunal Constitucional
testad constitucional para hacerlo. Son varios Plurinacional, que pasó a exigir como requisito
los momentos de “interferencia”, desde la Co- para todos sus miembros la formación jurídica
misión Multipartidaria a la Comisión de Redac- académica eurocéntrica, y apenas algunos de
ción (que al tiempo que corrige errores grama- ellos que tuvieran conocimiento de los dere-
ticales e inconsistencias, cambia el contenido chos indígenas.
de varios artículos), pasando por el Diálogo de A pesar de todas estas concesiones, la dere-
Cochabamba con los prefectos. Finalmente, el cha miope y desmoralizada, con su maximalis-
Congreso se transforma, sobre las ruinas de la mo y golpismo fracasados, no reivindicó una
victoria por la aprobación de la Constitución.
424 Boaventura de Sousa Santos
Por el contrario, fueron las fuerzas progresis- un enunciado. En cambio, en el caso boliviano lo
tas las que celebraron, y también las organiza- plurinacional, a pesar de los cortes que se hacen,
ciones populares, no siempre conscientes de reaparece en distintos lugares de la Constitución:
los cambios conservadores introducidos en la lo plurinacional es una transversal en la compo-
sición de la Constitución y en el nuevo “modelo
última versión aprobada.
de Estado”.
Considerando todos estos aspectos, Raúl
En todo caso, la Constitución adoptada en Boli-
Prada, uno de los constituyentes más lúci- via no es un texto que haya terminado de resolver
dos y activos, hizo este balance del proceso el gran problema de la colonización ni los gran-
constituyente: des problemas respecto a los planteamientos po-
pulares, en relación a alternativas al capitalismo.
Creo que se trata de un texto de transición, por- Pero si bien no se han terminado de resolver los
que en realidad la Constitución crea mecanismos problemas, sí se crearon mecanismos para una
de transición hacia un Estado plurinacional y co- transición a otras condiciones políticas, econó-
munitario; es decir, un tránsito descolonizador, micas, sociales, morales, éticas y jurídicas, par-
un tránsito hacia un nuevo mapa institucional, ticularmente en lo que respecta a los derechos,
un tránsito hacia un Estado descentralizado ad- estableciendo enunciaciones constitucionales
ministrativa y políticamente; hacia las autono- como base para después construir instrumentos
mías indígenas, que es el lugar donde se plasma legales e institucionales encaminados a orientar e
el Estado plurinacional. ¿Dónde está el Estado interpretar las nuevas relaciones entre los ciuda-
plurinacional? Realmente se encuentra en las au- danos y entre el Estado y la sociedad. Haciendo
tonomías indígenas, este es el espacio donde se un balance general, se puede decir que la fuerza
produce la transformación del Estado, donde se del proceso constituyente del 2000 al 2006 se ha
reconoce otra institucionalidad. plasmado en las condiciones de la correlación
Lo que no está claro es cómo la institucionalidad de fuerzas expresadas en el texto constitucional.
indígena y comunitaria va a formar parte de la or- Creo que la aprobación de la Constitución Polí-
ganización del Estado, de un nivel central, de un tica del Estado es una victoria del movimiento
Estado transversal. Estamos ante un texto cons- social, del movimiento indígena y del movimien-
titucional avanzado porque, comparándolo con el to popular. Este proceso constituyente no ha ter-
de Ecuador, ahí se hace un enunciado sobre el Es- minado, continúa; la gran pelea en adelante va a
tado plurinacional, pero lo plurinacional no se re- ser la implementación del texto constitucional, la
pite en las otras partes de la Constitución; es solo
La refundación del Estado y los falsos positivos425
gran disputa hacia adelante será la interpretación presidente Correa (Alianza País) conquistó 80
y aplicación de la Constitución en la materialidad de los 130 lugares en juego. Tal como en Bolivia,
jurídica de las leyes y en la materialidad políti- la Asamblea Constituyente se afirmó como rup-
ca de las instituciones. En los probables escena- tura respecto al pasado, como estrategia anti-
rios de este futuro inmediato el gran peligro es
sistémica —quizás más antisistémica que la de
también la desconstitucionalización del texto
Bolivia por el aniquilamiento de la imagen de la
constitucional. Lo heroico fue que, a pesar de su
diseminación y fragmentación de las comisiones, clase política “tradicional” producido por Co-
de las crisis permanentes y de las dificultades rrea— y como constitucionalismo desde abajo,
proliferantes, la Asamblea Constituyente logró con una muy amplia participación popular en la
mantener un hilo conductor, pudo hilvanar el te- presentación y la discusión de propuestas.9 Las
jido de los movimientos sociales en el desarrollo tensiones más fuertes en el proceso constitu-
dramático de la propia Asamblea Constituyente; yente fueron de dos tipos y, a pesar de su inten-
logró aprobar su texto constitucional y sobrevi- sidad, fue posible manejarlas dentro de la “nor-
vió a los embates y conspiraciones de las oligar- malidad democrática”. La primera gran tensión
quías regionales; en fin, logró imponer su espíritu surgió con la intervención del presidente Co-
impetuoso a pesar de las 144 modificaciones que
rrea en los trabajos de la Asamblea Constitu-
hizo el Congreso (Prada, 2010).
yente, lo que contrariaba el carácter originario
de la misma. De alguna manera Correa buscaba
En Ecuador, el proceso constituyente fue
mantener cierto control político sobre normas
bastante más tranquilo. En el referéndum del
constitucionales en discusión acerca de temas
15 de abril de 2007 una abrumadora mayoría
se pronunció a favor de la convocatoria de
una Asamblea Constituyente.8 El partido del 9 “Los niveles de discusión colectiva del proyecto
constitucional no tienen antecedentes en el país. Más
de dos millones de ejemplares circulan en diversos pun-
8 Un excelente análisis del proceso constituyente tos de la sociedad, lo que ha abierto la ocasión para que
puede leerse en Franklin Ramírez (2008); véase tam- los ciudadanos comunes se informen y debatan sobre
bién Birk (2009); sobre las cuestiones más controver- los detalles de la nueva Carta Magna. La Constitución
tidas léase la reflexión muy comprometida y muy lúci- vigente —aprobada en 1998 en un cuartel militar y sin
da de Alberto Acosta (2008), que fue presidente de la contar con el pronunciamiento popular— debe adqui-
Asamblea casi hasta el final. rirse en librerías especializadas” (Ramírez, 2008: 8).
426 Boaventura de Sousa Santos
tan diversos como la relación entre extractivis- La otra gran tensión, que creció a medida
mo y ambientalismo (límites ambientales de la que avanzaba el proceso constituyente, ocurrió
explotación minera), modelo económico, au- con los sectores conservadores —con la fuerte
tonomía indígena (consulta previa o consenti- presencia de la alta jerarquía de la iglesia cató-
miento previo para proyectos extractivistas en lica, ligada al Opus Dei, y el acoso mediático—,
territorios indígenas), plurinacionalidad, dere- a medida que se daban cuenta del rumbo que
chos sexuales, aborto, etcétera. Las posiciones tomaba la orientación normativa de la Consti-
más conservadoras del presidente (más dóciles tución y de cuánto contrariaba a sus ideologías
que reluctantes con relación a la protección de e intereses. La batalla electoral por el referén-
la naturaleza, a la autonomía indígena y a los dum sobre la nueva Constitución fue conside-
derechos sexuales) generaron un conflicto con rada, tanto por el presidente Correa —que lide-
los asambleístas más progresistas, que acabó ró la campaña por la Constitución— como por
polarizándose en torno a las dos más importan- la oposición conservadora, como “la madre de
tes personalidades del nuevo proceso político: todas las batallas”. El 28 de septiembre de 2008
Rafael Correa y Alberto Acosta, presidente de esa batalla terminó con una inequívoca victoria
la Asamblea, fundador de Alianza País y miem- del presidente y de los partidos y movimientos
bro de su buró político.10 Este conflicto se agra- sociales que lo apoyaron.
vó con la renuncia de Acosta a la presidencia Entre las razones que explican las diferen-
de la Asamblea poco tiempo antes de que el cias entre estos dos procesos constituyentes
proceso constituyente concluyera.11 podemos subrayar las siguientes: primero, en
Bolivia el nivel de conflictividad social en el (dos tercios de los votos) para aprobar el texto
período inmediatamente anterior al proceso constitucional. De hecho, uno de los primeros
constituyente fue muy superior que en Ecua- conflictos se dio en torno al reglamento gene-
dor. Sobre todo, después de la “guerra del gas” ral de funcionamiento de la Asamblea, y sobre
(octubre de 2003), la derecha comenzó a orga- todo sobre el modo de votación y aprobación.
nizarse y encontró en la autonomía regional El MAS, que pretendía la votación por mayoría
el eje central de su oposición. Era una agenda simple, tuvo que ceder y aceptar la mayoría ca-
muy fuerte porque la fuerza política de los de- lificada. Por otro lado, la Ley de Convocatoria a
partamentos de la “Media Luna” (Santa Cruz, la Asamblea Constituyente de marzo de 2006 fue
Pando, Beni y Tarija) era muy grande y muy producto de concesiones importantes del MAS a
superior a la de Guayaquil en Ecuador, don- la oposición. Por ejemplo, tuvo que renunciar a
de Alianza País (AP), una fuerza de izquierda, su propuesta inicial de admitir la representación
ganó las elecciones (más del 60% de los votos) indígena nombrada por las autoridades indíge-
por primera vez en la historia del país. Además, nas (y no por vía partidaria).
el reclamo autonómico en Bolivia representaba Tercero, la heterogeneidad social, política y
un dilema para el MAS, ya que la autonomía y cultural de la Asamblea Constituyente fue bas-
el autogobierno eran, igualmente, importantes tante más grande en Bolivia que en Ecuador, un
banderas indígenas, a pesar de que su orien- factor todavía más importante por el tamaño
tación política estaba en las antípodas de la desigual de las dos asambleas (255 asambleís-
orientación de la “Media Luna”. tas en Bolivia y 130 en Ecuador). En el caso
Segundo, en Ecuador el control político de boliviano la presencia indígena —junto con el
la Asamblea por Alianza País era muy superior campesinado y sectores populares— fue prota-
al control político que en Bolivia el MAS ejercía gónica, en tanto que en el caso ecuatoriano fue
sobre la Asamblea. En Ecuador AP tenía la gran reducida (en gran medida, las demandas indí-
mayoría de los asambleístas y solo necesitaba la genas fueron impulsadas por asambleístas no
mayoría simple (mitad más uno) para aprobar indígenas, en especial por el primer presidente
los artículos y el texto final. Por el contrario, en de la Asamblea (Alberto Acosta).
Bolivia el MAS tenía una mayoría menos signifi- A pesar de sus diferencias, los dos procesos
cativa (51%) y necesitaba una mayoría calificada constituyentes revelan con igual nitidez las
428 Boaventura de Sousa Santos
dificultades de realizar, dentro del marco demo- autonómica había sido fuerte al inicio de la dé-
crático, transformaciones políticas profundas cada. Así mismo, hubo un debate fuerte sobre
e innovaciones institucionales que rompan con la descentralización, la regionalización y las
el horizonte capitalista, colonialista, liberal y autonomías no solo en el interior de la Asam-
patriarcal de la modernidad occidental. Si mira- blea, sino también entre el gobierno y los muni-
mos más allá del laberinto de los incidentes, de cipios, las prefecturas, las juntas parroquiales
los contratiempos, de la desinformación hostil y las organizaciones indígenas. En Ecuador la
difundida por los medios, de los personalismos especificidad mayor fueron las polémicas so-
dramatizados, verificamos que algunos de los bre temas que no eran constitucionales sino
temas más controvertidos en los dos procesos relativos a nueva legislación (expedida por la
constituyentes tuvieron algo en común. Por Asamblea mediante mandatos constituyentes),
ejemplo, el carácter plurinacional o simplemen- tales como la nueva legislación tributaria, labo-
te intercultural del Estado, el manejo de los re- ral y minera, particularmente esta última. Tam-
cursos naturales y el ámbito del derecho de los bién fue polémico el tema del derecho humano
pueblos indígenas (consulta previa o consenti- al agua y la gestión del agua (si corresponde al
miento previo), la cuestión autonómica, los lími- Estado central definir o dirimir estos asuntos
tes de la jurisdicción indígena. con base en el interés público, o si les corres-
Pero incluso en temas comunes hubo di- ponde a las comunidades de usuarios).13
ferencias de énfasis. En el caso de Bolivia, la El constitucionalismo transformador es una
cuestión autonómica fue particularmente po- de las instancias (quizás la más decisiva) del
lémica, porque a través de ella se discutía el uso contrahegemónico de instrumentos hege-
control político y el control de los recursos mónicos de que hablé antes. De las Constitu-
naturales. En Ecuador la victoria de Correa en ciones modernas se dice frecuentemente que
Guayaquil desarmó la oposición regional a la
nueva Constitución.12 Por otro lado, la cuestión
13 Para el análisis de las diferencias entre los dos
procesos constituyentes mucho contribuyeron las co-
12 En Ecuador, el conflicto regional no está tan fuerte- municaciones personales con Agustín Grijalva (26 de
mente cruzado por el factor étnico como en Bolivia. Es febrero de 2010), Fernando Garcés y Franklin Ramírez
sobre todo un conflicto político y económico. (ambas de 27 de febrero de 2010).
La refundación del Estado y los falsos positivos429
son hojas de papel para simbolizar la fragilidad estatales presupone la existencia de un espa-
práctica de las garantías que consagran y, en cio-tiempo externo, “fuera” de las institucio-
realidad, el subcontinente latinoamericano ha nes, donde sea posible alimentar la presión
vivido dramáticamente la distancia que separa contra la hegemonía. Así, cualquier fractura
lo que los anglosajones llaman la law-in-books en la movilización puede revertir el contenido
y la law-in-action.14 Esto puede pasar también oposicional de las normas constitucionales o
con el constitucionalismo transformador y su vaciar su eficacia práctica. A esto llamamos la
carácter contrahegemónico, pues el hecho de desconstitucionalización de la Constitución, de
asentarse en la fuerza de las movilizaciones lo cual hay muchos ejemplos en la región y en
sociales que combaten las visiones hegemóni- el mundo.
cas y logran imponer democráticamente visio-
nes contrahegemónicas no necesariamente lo El Estado plurinacional
resguarda de esa posibilidad. Las instituciones En el contexto latinoamericano, la refunda-
hegemónicas son la expresión de la inercia de ción del Estado pasa en algunos casos por el
las clases e ideas hegemónicas. Son relaciones reconocimiento de la plurinacionalidad.16 Im-
sociales, y por eso también campos de disputa, plica un desafío radical al concepto de Estado
pero son asimétricas y desiguales en las posi- moderno que se asienta en la idea de nación
bilidades de lucha que ofrecen a los diferentes cívica —concebida como el conjunto de los
grupos o clases en disputa.15 Por eso la movili- habitantes (no necesariamente residentes) de
zación contrahegemónica de las instituciones cierto espacio geopolítico, a quienes el Estado
reconoce el estatuto de ciudadanos— y, por lo
tanto, en la idea de que en cada Estado solo hay
14 Esto no significa que las Constituciones sean pura- una nación: el Estado-nación. La plurinaciona-
mente nominales. han expresado exclusiones y luchas lidad es una demanda por el reconocimiento
sociales y han tenido grados variables de fuerza norma-
tiva.
15 Esta realidad está implícita en esta formulación 16 Lo mismo pasa hoy en algunos países de África,
un tanto enigmática de Zavaleta: “todas las institucio- donde la plurinacionalidad suele ser designada como
nes son formas organizadas de los fracasos humanos” federalismo étnico. Véanse Akiba (2004: 121-155); Ke-
(1983: 11). ller (2002: 33-34); Berman, Eyoh & Kymlicka (2004).
430 Boaventura de Sousa Santos
de otro concepto de nación, la nación con- un nuevo tipo de institucionalidad estatal, una
cebida como pertenencia común a una etnia, nueva organización territorial, la democracia
cultura o religión. En el lenguaje de los dere- intercultural, el pluralismo jurídico, la inter-
chos humanos, la plurinacionalidad implica el culturalidad, políticas públicas de nuevo tipo
reconocimiento de derechos colectivos de los (salud, educación, seguridad social), nuevos
pueblos o grupos sociales en situaciones en criterios de gestión pública, de participación
que los derechos individuales de las personas ciudadana, de servicio y de servidores públi-
que los integran resultan ineficaces para garan- cos. Cada una de ellas constituye un desafío a
tizar el reconocimiento y la persistencia de su las premisas en que se asienta el Estado moder-
identidad cultural o el fin de la discriminación no. Antes de ver brevemente cada una de estas
social de que son víctimas. Como lo demuestra implicaciones es necesario tener en cuenta que
la existencia de varios Estados plurinacionales el reconocimiento de la plurinacionalidad sig-
(Canadá, Bélgica, Suiza, Nigeria, Nueva Zelan- nifica otro proyecto de país, otros fines de la
da, etcétera), la nación cívica puede coexistir acción estatal y otros tipos de relación entre el
con varias naciones culturales dentro del mis- Estado y la sociedad. El reconocimiento de las
mo espacio geopolítico, del mismo Estado. El diferencias nacionales o culturales no implica
reconocimiento de la plurinacionalidad lleva una yuxtaposición de cosmovisiones sin reglas
aparejadas las nociones de autogobierno y au- o un hibridismo o eclecticismo sin principios.
todeterminación, pero no necesariamente la Por el contrario, incluye jerarquías entre ellas:
idea de independencia. Así lo han entendido dentro de la misma cultura o nación se pueden
los pueblos indígenas del subcontinente y los preferir algunas versiones en detrimento de
instrumentos/tratados internacionales sobre otras, ya que las diferentes naciones o identida-
los pueblos indígenas, como por ejemplo el des culturales en presencia están lejos de ser
Convenio 169 de la OIT, y más recientemente la homogéneas.
Declaración de las Naciones Unidas Sobre los
Derechos de los Pueblos indígenas, aprobada Proyecto de país
el 7 de septiembre de 2007. El sentido político de la refundación del Es-
La idea de autogobierno que subyace a la tado deriva del proyecto de país consagrado
plurinacionalidad tiene muchas implicaciones:
La refundación del Estado y los falsos positivos431
en la Constitución.17 Cuando, por ejemplo, las el principio del buen vivir (sumak kawsay o
Constituciones de Ecuador y Bolivia18 consagran suma qamaña) como paradigma normativo
de la ordenación social y económica, o cuan-
do la Constitución de Ecuador consagra los
17 En el caso de Ecuador, tres libros importantes derechos de la naturaleza entendida según la
han sido organizados por Alberto Acosta y Esperanza
Martínez, todos publicados en Quito por Abyayala en
2009: Plurinacionalidad: democracia en la diversidad;
El buen vivir: una vía para el desarrollo y Derechos de
la naturaleza: el futuro es ahora. Son tres libros de in- II. La economía plural está constituida por las formas
tervención política en los que con diversos aportes se de organización económica comunitaria, estatal, priva-
busca trazar los rasgos más importantes del proyecto da y social cooperativa.
de país. Véase también Walsh (2009). III. La economía plural articula las diferentes formas
18 Constitución de Ecuador de 2008. de organización económica sobre los principios de
Artículo 275. El régimen de desarrollo es el conjun- complementariedad, reciprocidad, solidaridad, redis-
to organizado, sostenible y dinámico de los sistemas tribución, igualdad, seguridad jurídica, sustentabilidad,
económicos, políticos, socio-culturales y ambientales, equilibrio, justicia y transparencia. La economía social
que garantizan la realización del buen vivir, del Sumak y comunitaria complementará el interés individual con
Kawsay. El Estado planificará el desarrollo del país el vivir bien colectivo.
para garantizar el ejercicio de los derechos, la conse- IV. Las formas de organización económica reconocidas
cución de los objetivos del régimen de desarrollo y los en esta Constitución podrán constituir empresas mix-
principios consagrados en la Constitución. La planifica- tas.
ción propiciará la equidad social y territorial, promove- V. El Estado tiene como máximo valor al ser humano y
rá la concertación, y será participativa, descentralizada, asegurará el desarrollo mediante la redistribución equi-
desconcentrada y transparente. El buen vivir requerirá tativa de los excedentes económicos en políticas socia-
que las personas, comunidades, pueblos y nacionali- les, de salud, educación, cultura, y en la reinversión en
dades gocen efectivamente de sus derechos, y ejerzan desarrollo económico productivo.
responsabilidades en el marco de la interculturalidad, Artículo 307. El Estado reconocerá, respetará, prote-
del respeto a sus diversidades, y de la convivencia ar- gerá y promoverá la organización económica comunita-
mónica con la naturaleza. ria. Esta forma de organización económica comunitaria
Constitución de Bolivia de 2009. comprende los sistemas de producción y reproducción
Artículo 306. I. El modelo económico boliviano es plu- de la vida social, fundados en los principios y visión
ral y está orientado a mejorar la calidad de vida y el propios de las naciones y pueblos indígena originario
vivir bien de todas las bolivianas y los bolivianos. y campesinos.
432 Boaventura de Sousa Santos
no bastan para eliminar conflictos en un marco ción propia, cuyo ámbito está definido en los
normativo que ya no es de legalidad, sino de artículos 190, 191 y 192.34 En la Constitución
interlegalidad. La solución de tales conflictos
será siempre precaria, riesgosa y provisoria,
pues obliga a la traducción intercultural (¿qué cas como ajenas a la justicia indígena que, sobre todo,
es debido proceso en el derecho ancestral?, se caracteriza por la búsqueda de mecanismos de rein-
tegración social y de reparación del daño.
¿puede un sueño ser fundamento de legítima
defensa?). Pero tal es el camino de la dignidad 34 Artículo 190. I. Las naciones y pueblos indígena
originario campesinos ejercerán sus funciones jurisdic-
y del respeto recíprocamente compartidos, el cionales y de competencia a través de sus autoridades,
camino de la descolonización. Dentro y fuera y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y
del campo jurídico, instituciones y prácticas de procedimientos propios.
intermediación surgirán, y la más importante II. La jurisdicción indígena originaria campesina respe-
de todas será el Tribunal Constitucional Pluri- ta el derecho a la vida, el derecho a la defensa y demás
derechos y garantías establecidos en la presente Cons-
nacional, en el caso de Bolivia, y la Corte Cons- titución.
titucional, en el caso de Ecuador. Artículo 191. I. La jurisdicción indígena originario cam-
En su artículo 30, la Constitución de Bolivia pesina se fundamenta en un vínculo particular de las
establece un vasto conjunto de derechos de las personas que son miembros de la respectiva nación o
naciones y pueblos indígena originario campe- pueblo indígena originario campesino.
II. La jurisdicción indígena originario campesina se
sinos. Es la expresión constitucional de la co- ejerce en los siguientes ámbitos de vigencia personal,
rrespondencia, por primera vez en la historia material y territorial:
del país, entre la fuerte presencia poblacional y 1. Están sujetos a esta jurisdicción los miembros de la na-
el protagonismo político de los pueblos indíge- ción o pueblo indígena originario campesino, sea que ac-
túen como actores o demandados, denunciantes o quere-
nas.33 Entre los derechos está el de la jurisdic-
llantes, denunciados o imputados, recurrentes o recurridos.
2. Esta jurisdicción conoce los asuntos indígenas origi-
narios campesinos de conformidad a lo establecido en
33 En tiempos recientes, en Bolivia la justicia indíge- una Ley de Deslinde Jurisdiccional.
na ha sido demonizada por los medios de comunicación 3. Esta jurisdicción se aplica a las relaciones y hechos
debido a la ocurrencia de algunos casos de justicia pri- jurídicos que se realizan o cuyos efectos se producen
vada o de autotutela ejercidos con bastante violencia. dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena origina-
Las autoridades indígenas han denunciado esas prácti- rio campesino.
La refundación del Estado y los falsos positivos441
de Ecuador están igualmente reconocidos los Sin embargo, la comparación de las dos so-
derechos de los pueblos y nacionalidades in- luciones constitucionales revela que hay bas-
dígenas (artículo 57) y la jurisdicción indígena tantes semejanzas entre ellas. En ambos casos
(artículo 171).35 la jurisdicción indígena debe respetar los dere-
chos y garantías consagrados en la Constitu-
ción, y en el caso de Ecuador se hace la exigen-
Artículo 192. I. Toda autoridad pública o persona aca-
cia de igual participación de las mujeres, una
tará las decisiones de la jurisdicción indígena originaria
campesina. exigencia ya prevista en el proyecto constitu-
II. Para el cumplimiento de las decisiones de la jurisdicción cional de la CONAIE. La vigencia personal, ma-
indígena originario campesina, sus autoridades podrán so- terial y territorial de la jurisdicción indígena es
licitar el apoyo de los órganos competentes del Estado. igualmente semejante. La jurisdicción indígena
III. El Estado promoverá y fortalecerá la justicia indí-
gena originaria campesina. La Ley de Deslinde Jurisdic-
se aplica exclusivamente a los indígenas, lo que
cional determinará los mecanismos de coordinación y suscita el problema de la jurisdicción aplicable
cooperación entre la jurisdicción indígena originaria cuando los conflictos envuelven a indígenas y
campesina con la jurisdicción ordinaria y la jurisdic- no indígenas, lo que ocurre frecuentemente.
ción agroambiental y todas las jurisdicciones constitu- Por otro lado, la jurisdicción indígena se apli-
cionalmente reconocidas.
ca en los territorios indígenas, lo que suscita
35 Artículo 171. Las autoridades de las comunidades, dos problemas: el primero es la delimitación
pueblos y nacionalidades indígenas ejercerán funciones
jurisdiccionales, con base en sus tradiciones ancestrales del territorio, que en muchos casos puede no
y su derecho propio, dentro de su ámbito territorial, con ser muy clara; el segundo es el problema de los
garantía de participación y decisión de las mujeres. Las conflictos entre indígenas cuando ocurren fue-
autoridades aplicarán normas y procedimientos propios ra del territorio. La Constitución de Ecuador
para la solución de sus conflictos internos, y que no sean
habla de conflictos internos. La formulación
contrarios a la Constitución y a los derechos humanos re-
conocidos en instrumentos internacionales. boliviana es más amplia y explicita: “se aplica
El Estado garantizará que las decisiones de la jurisdic- a las relaciones y hechos jurídicos que se rea-
ción indígena sean respetadas por las instituciones y lizan o cuyos efectos se producen dentro de la
autoridades públicas. Dichas decisiones estarán sujetas jurisdicción de un pueblo indígena originario
al control de constitucionalidad. La ley establecerá los
mecanismos de coordinación y cooperación entre la ju-
campesino”, o sea, admite que la jurisdicción se
risdicción indígena y la jurisdicción ordinaria. aplica fuera del territorio cuando los conflictos
442 Boaventura de Sousa Santos
entre indígenas vulneren los bienes jurídicos homogeneidad, igualdad, atomización, indife-
indígenas (con efectos dentro del territorio). renciación. Las dos más importantes son la so-
En cuanto a la vigencia material, la Constitu- ciedad civil y el territorio nacional. La primera
ción de Bolivia establece que la jurisdicción nivela las poblaciones; la segunda, el espacio
indígena conoce asuntos indígenas “de confor- geopolítico. Las dos se corresponden, pues so-
midad a lo establecido en una Ley de Deslinde lamente gente indiferenciada puede vivir en un
Jurisdiccional”, lo que significa que hasta que espacio indiferenciado. Esta construcción, tan
la ley sea promulgada (cuya necesidad o cons- hegemónica como arbitraria, convierte la reali-
titucionalidad es dudosa), la vigencia material dad sociológica, política y cultural en un desvío
es general, como en Ecuador. Por último, las inevitable que debe ser mantenido dentro de
dos Constituciones prevén la creación de me- límites políticamente tolerables. Cuanto más
canismos de coordinación y cooperación entre grave o amenazador sea considerado el desvío,
la justicia indígena y la justicia ordinaria.36 y cuanto más exigente sea el criterio de tole-
Muy probablemente muchos de los conflic- rabilidad política, más autoritaria y excluyente
tos entre la jurisdicción indígena y la jurisdic- será la democracia liberal.
ción ordinaria terminarán siendo solucionados El constitucionalismo plurinacional rompe
por las cortes constitucionales, como ocurre radicalmente con esta construcción ideológica.
en Colombia. Por un lado, la sociedad civil, sin ser descarta-
da, es recontextualizada por el reconocimiento
La nueva territorialidad de la existencia de comunidades, pueblos, na-
El Estado liberal moderno es la construc- ciones y nacionalidades. Por otro lado, el terri-
ción política de la descontextualización mo- torio nacional pasa a ser el marco geoespacial
derna del mundo de vida. En la ciencia o en el de unidad y de integridad que organiza las rela-
derecho, lo universal es lo que es válido inde- ciones entre diferentes territorios geopolíticos
pendientemente del contexto. La credibilidad y geoculturales, según los principios constitu-
de lo universal es fortalecida por metáforas de cionales de la unidad en la diversidad y de la
integridad con reconocimiento de autonomías
asimétricas. La asimetría entre las autonomías
36 Sobre la justicia indígena en la nueva Constitución
de Ecuador véase Grijalva (2008). reside en el factor generativo que las sustenta:
La refundación del Estado y los falsos positivos443
Sin embargo, la idea del buen vivir no aparece Las tensiones a este respecto, en el seno del
plasmada en prácticas participativas asentadas gobierno ecuatoriano, se revelan en el contras-
en el marco de la plurinacionalidad, o sea, no se te —casi una “disonancia cognitiva” — entre la
presta atención privilegiada a las concepciones lógica política subyacente a la elaboración del
y prácticas de los pueblos indígenas. El buen Plan, y la práctica del gobierno de promulgar
vivir, o sumak kawsay, concepto de origen in- leyes que afectan a los pueblos indígenas sin
dígena, no es entendido por las organizaciones consulta previa, lo que viola no solamente la
indígenas como una propiedad exclusiva de los Constitución sino también el Convenio 169 de
indígenas y, por el contrario, lo tienen como una la OIT y la Declaración sobre los Derechos de
contribución decisiva de los pueblos indígenas los Pueblos indígenas de la Asamblea General
al patrimonio común del país. Pero el reconoci- de la ONU (13 de septiembre de 2007). De he-
do carácter decisivo de la contribución indígena cho, el Plan ha sido elaborado con base en una
debería traducirse en prácticas de planificación diversificada participación ciudadana —vee-
correspondientes a la importancia de la contri- durías ciudadanas a la ejecución de políticas,
bución, lo que no parece ser el caso, por ahora.43 la consulta ciudadana nacional y regional, y el
diálogo y concertación con los actores socia-
les e institucionales—, y los principios meto-
una “moratoria al término desarrollo” (comunicación dológicos de los talleres de consulta ciudadana
personal, 8 de octubre 2009). El hecho de que son gran- son muy novedosos respecto de las teorías y
des las tensiones dentro del Ejecutivo entre la vertiente prácticas convencionales de planificación do-
desarrollista (suscrita por el presidente) y la vertiente
minadas por el autoritarismo técnico-burocrá-
“del buen vivir” está expresada en la carátula de la pu-
blicación del Plan. A pesar de que el título principal es tico. Esos principios son: diálogo de saberes,
lo que está en el texto, al tope de la carátula se dice: valor de la experiencia, la diversidad como ri-
“República de Ecuador. Plan Nacional de Desarrollo”. queza, la deliberación por sobre el consenso,
43 No es claro si en la práctica las estrategias de pla- del pensamiento fragmentado al pensamien-
nificación en Ecuador y Bolivia son muy distintas. Por to complejo, ejes transversales, flexibilidad
el contrario, hay indicios de que, a pesar de los distin- (Senplades, 2009: 14).
tos discursos, las prácticas muestran la misma tensión
En este, como en todos los demás casos,
entre el desarrollismo y el vivir bien (como prefieren
decir los bolivianos), como veremos más adelante. la refundación del Estado según principios
448 Boaventura de Sousa Santos
sobre democracia más avanzadas del mundo.44 carácter democrático de selección de cargos
Las elecciones departamentales y municipales por rotación. Cuando son vistas desde fuera de
del 4 de abril de 2010 son una poderosa afir- las comunidades, como ocurre frecuentemen-
mación de democracia intercultural (véase la te, estas cuestiones no son genuinas en el pla-
sección anterior y el cuadro en el Apéndice). no teórico —de la teoría política liberal—, ya
La democracia intercultural plantea, entre que niegan en la formulación misma de la pre-
otros, dos problemas que muestran hasta qué gunta la posibilidad de otra respuesta que no
punto ella se aparta de la tradición democráti- sea la negativa, o sea, son modos monocultu-
ca eurocéntrica. El primer problema consiste rales de interrogar la democracia intercultural.
en cómo verificar el carácter genuino de deli- Cuando, por el contrario, estos problemas son
beraciones por consenso y unanimidad, o el resaltados desde dentro de las comunidades,
cobran pleno sentido y deben ser discutidos,
pues, como sabemos, las comunidades no son
44 Constitución de Bolivia.
Artículo 11. I. La República de Bolivia adopta para su
política ni culturalmente homogéneas, y las
gobierno la forma democrática participativa, represen- diferencias de patrimonio, de sexo o de edad
tativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones pueden ser determinantes en el debate.
entre hombres y mujeres. El segundo problema, que también es usual-
II. La democracia se ejerce de las siguientes formas, mente formulado como una crítica monocul-
que serán desarrolladas por la ley:
1. Directa y participativa, por medio del referendo, la tural a la interculturalidad, es que las comu-
iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de man- nidades originarias constituyen enclaves no
dato, la asamblea, el cabildo y la consulta previa. Las democráticos donde, por ejemplo, las mujeres
asambleas y cabildos tendrán carácter deliberativo son sistemáticamente discriminadas. Por otro
conforme a ley.
lado, al privilegiar los derechos colectivos, la
2. Representativa, por medio de la elección de repre-
sentantes por voto universal, directo y secreto, confor- democracia intercultural terminaría violando
me a ley. derechos individuales. Son dos críticas impor-
3. Comunitaria, por medio de la elección, designación tantes cuando se formulan con el objetivo de
o nominación de autoridades y representantes por nor- mejorar el desempeño de la democracia inter-
mas y procedimientos propios de las naciones y pue-
cultural y no con el propósito de declararla
blos indígena originario campesinos, entre otros, con-
forme a ley. inconstitucional. Con relación a lo primero, es
450 Boaventura de Sousa Santos
cada vez más claro para las mujeres indígenas indígena (la ausencia de representación por
que el buen vivir empieza en la casa, y por eso abogados profesionales en la justicia indígena
ellas son hoy las protagonistas de uno de los sería, por definición, una violación del debido
movimientos de mujeres más activos e innova- proceso). Por el contrario, será necesario de-
dores del subcontinente.45 finir criterios interculturales que establezcan
Con relación a lo segundo, los derechos co- equivalencias entre diferentes formas de lograr
lectivos no necesariamente colisionan con los los objetivos del debido proceso en cuanto de-
derechos individuales, hay derechos colectivos recho consagrado en la Constitución. Más aún
de varios tipos: derivados y primarios. Cuando la traducción intercultural tendrá que tomar en
los obreros o maestros organizan su sindicato cuenta, igualmente, que la relación entre dere-
y delegan en este la defensa de sus derechos chos y deberes no es una constante universal
laborales individuales, el sindicato ejerce el de- varía de cultura jurídica a cultura jurídica. En
recho colectivo derivado de representar a sus el derecho indígena la comunidad es más una
miembros. En este caso no hay conflicto entre comunidad de deberes que de derechos, y por
diferentes tipos de derecho. Los derechos co- eso quien no acepta los deberes tampoco tiene
lectivos primarios pertenecen a la comunidad derechos.46
y por eso pueden, en ciertas circunstancias, en- Hay que añadir que los derechos colectivos
trar en conflicto con los derechos individuales. primarios pueden ser ejercidos de dos mane-
En tal caso habrá instancias propias para resol- ras: individualmente (por ejemplo, cuando un
verlos y la resolución deberá incluir frecuente- sikh usa su turbante, se trata de un derecho
mente un trabajo de traducción intercultural. colectivo que se ejerce individualmente); pero
Por ejemplo, no es legítimo decidir, a partir hay derechos colectivos que se ejercen sola-
del derecho eurocéntrico, si el debido proce- mente de manera colectiva, como es el derecho
so ha sido o no violado en un caso de justicia
coexistió siempre el mestizo-indio y que sus re- una cultura se distingue de otra es producto
laciones reprodujeron frecuentemente la dife- de una construcción social que cambia (con)
rencia colonial y racial. Todo esto revela que las condiciones de lucha político-cultural. La
la hibridación conceptual existe y debe ser el interculturalidad no puede ser captada en ge-
punto de partida para un análisis más comple- neral. Lo que subyace como elemento común
jo del mestizaje y de la opresión que disfraza al trabajo de interculturalidad en un espacio-
y para definir políticas emancipadoras en este tiempo histórico dado (organización, comuni-
campo. Estoy, pues, de acuerdo con Cecilia Sa- dad, región o país) es el modo específico en que
lazar (2008) cuando dice: “lo que yo pienso en ese espacio-tiempo concibe y organiza la inter-
cambio es que este estado de transición debe culturalidad. O sea, la interculturalidad es un
resolverse históricamente, no en función del camino que se hace caminando; es un proceso
mestizo como amalgama, sino del mestizo, histórico doblemente complejo, porque: a) se
pero en su expresión social más oprimida, que trata de transformar relaciones verticales entre
es la del mestizo-indio”. culturas en relaciones horizontales, o sea, so-
Otra dimensión de la complejidad de este meter un largo pasado a una apuesta de futuro
tema tiene menos que ver con el pasado que diferente; y b) no puede conducir al relativis-
con el futuro. La plurinacionalidad instituye mo, toda vez que la transformación ocurre en
tipos nuevos de relaciones interétnicas e inter- un marco constitucional determinado.
culturales, de los cuales surgirán nuevas hibri- Más importante que saber el fundamento
daciones empíricas, culturales y conceptuales. común es identificar el movimiento político-
¿Cómo debe ser concebido, a partir de la pluri- cultural que progresivamente cambia las men-
nacionalidad, el mestizaje emergente de la nue- talidades y las subjetividades en el sentido de
va lógica epistemológica y política? reconocer la igualdad/equivalencia/comple-
La interculturalidad destaca frecuentemen- mentariedad/reciprocidad entre diferencias.
te el problema de saber lo que hay de común Solo entonces el diálogo surge como enri-
entre las diferentes culturas para que el prefijo quecedor, porque es también el momento en
inter pueda cobrar sentido. La distinción entre que todas las culturas en presencia aparecen
intraculturalidad e interculturalidad es bien como incompletas, cada una problemática a su
compleja, ya que el umbral a partir del cual modo e incapaz por sí sola de responder a las
La refundación del Estado y los falsos positivos453
llamar, no es estático sino dinámico y cambia las culturas, una cosa son los principios y otra
según su propia lógica, su ritmo y tiempo, sin las prácticas. “Esta visión que todavía queda
hacerse dependiente de prédicas liberales eu- anclada en el esencialismo andino desconoce
rocéntricas de origen “oenegístico”. la realidad cotidiana de la gente”. En la práctica
La segunda contribución del feminismo des- la complementariedad puede significar el reco-
colonizador a la democracia intercultural es la nocimiento de la importancia económica de la
diversidad en la igualdad. No hay una forma mujer, pero también su subordinación política;
única y universal de formular la igualdad de puede crear equidad en el plan simbólico, pero
género. En la cosmovisión indígena, las rela- restringir a la mujer a un rol pasivo en la vida
ciones entre hombre y mujer son concebidas pública. La segunda observación es que el tra-
como chacha-warmi, el concepto aymara y bajo de las mujeres indígenas no radica en des-
quechua que significa complementariedad y echar el concepto de chacha-warmi, sino en
que es parte integrante de un conjunto de prin- resignificarlo, de tal modo que se logre eliminar
cipios rectores de los pueblos indígenas, donde en la práctica la jerarquía que se oculta detrás
se incluyen también la dualidad, la reciproci- de la complementariedad. No será un trabajo
dad, el caminar parejo. Tal como los concep- político fácil, sobre todo en sociedades donde
tos de sumak kawsay o de Pachamama, este todos son hermanos y las formas de encubrir la
concepto exige un trabajo de traducción inter- subordinación son, por eso, más sutiles y más
cultural que debe ser realizado por los movi- difíciles de eliminar. Pero esta es la alternativa
mientos de mujeres indígenas y no indígenas. para transformar la cultura propia sin despre-
La idea central de este concepto es que ni el ciarla o sustituirla por otra, y de contribuir, así,
hombre ni la mujer aislados son plenamente a enriquecer el patrimonio político-cultural de
ciudadanos o personas enteras de su comuni- la lucha feminista global hasta ahora domina-
dad. Son la mitad de un todo y solo juntos cons- da por concepciones eurocéntricas y liberales.
tituyen un ser completo ante la comunidad. El Como afirma Vargas, “quizás el punto de en-
trabajo de la intelectual y activista aymara, Ma- cuentro de un diálogo intercultural semejante
ría Eugenia Choque Quispe (2009: 36), sugiere sería cómo lograr las condiciones para que esa
dos observaciones sobre dicho concepto. La complementariedad y esa paridad que propone
primera es que, algo que quizá ocurre en todas la cosmovisión indígena se conviertan en parte
458 Boaventura de Sousa Santos
cambios que debería encarar la universidad tal teóricos en los que han sido formados, y las ne-
como la conocemos hoy (Santos, 2008d) y he cesidades y aspiraciones concretas que surgen
propuesto la creación de una Universidad Po- de nuevas prácticas transformadoras.
pular de los Movimientos Sociales (UPMS).58
La UPMS se orienta a superar la distinción El Estado experimental
entre teoría y práctica, reuniendo ambas me- Lo que mejor caracteriza la naturaleza polí-
diante encuentros sistemáticos entre aquellos tica del proceso histórico de refundación del
que se dedican principalmente a la práctica Estado es, probablemente, el experimentalis-
del cambio social y quienes se concentran mo.59 De hecho, el acto de ruptura fundamental
principalmente en la producción teórica. Por
una parte, pretende facilitar la autoeduca-
ción de activistas y dirigentes comunitarios 59 Hay que aclarar que la noción de Estado experi-
de movimientos sociales y organizaciones no mental no está en contradicción con el proyecto del
Estado plurinacional. La plurinacionalidad es, en el
gubernamentales, proporcionándoles marcos contexto boliviano y ecuatoriano, la matriz estructural
analíticos y teóricos adecuados. Estos marcos de la refundación del Estado. El experimentalismo del
les permitirían profundizar el entendimiento Estado es parte de la metodología política e institucio-
reflexivo de su propia práctica, sus métodos y nal de la creación del Estado plurinacional. Los proce-
objetivos, mejorando su eficacia y consisten- sos políticos que buscan crear el Estado plurinacional
están ocurriendo dentro de un marco de transforma-
cia. Por otra parte, pretende facilitar la auto- ción democrático. Esto significa que las fuerzas políti-
educación de los científicos/ estudiantes/artis- cas y sociales que luchan por el nuevo proyecto de Es-
tas sociales progresistas comprometidos con tado están condenadas a hacerlo desde fuera y dentro
los nuevos procesos de transformación social, del Estado. O sea, el Estado plurinacional será cons-
truido en parte a partir del viejo Estado moderno. Este
ofreciéndoles la oportunidad de un diálogo di-
es un desafío enorme, ya que el Estado plurinacional
recto con sus protagonistas. Esto haría posi- cuestiona no solamente las tradiciones y estructuras
ble identificar, y cuando sea posible, eliminar políticas e institucionales, sino también las mentalida-
la discrepancia entre los marcos analíticos y des funcionales y burocráticas, la cultura monocultu-
ral republicana y, en última instancia, el concepto de
sociedad civil y las relaciones de esta con el Estado.
58 Véase <http://www.universidadepopular.org/pages/ Este desafío es tan exigente que frecuentemente se
es/inicio.php>. cuestiona la propia factibilidad de refundar el Estado.
La refundación del Estado y los falsos positivos461
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Cátedra). (ILSA) Nº 30, pp. 171-196.
Tapia, L. 2008 Una reflexión sobre la idea de Zavaleta Mercado, R. 1983 Bolivia, hoy
un Estado plurinacional (La Paz: OXFAM). (México: Siglo XXI).
Catorce cartas a las izquierdas*
Los últimos treinta años estuvieron marca- Cuarto, la experiencia del mundo muestra
dos, por un lado, por una gestión de ruinas y que hay inmensas realidades no capitalistas,
de inercias y, por otro, por la emergencia de guiadas por la reciprocidad y el cooperativis-
nuevas luchas contra la dominación, con otros mo, a la espera de ser valoradas como el futuro
actores y otros lenguajes que las izquierdas no dentro del presente.
pudieron entender. Quinto, el siglo pasado reveló que la relación
Mientras tanto, liberado de las izquierdas, el de los humanos con la naturaleza es una rela-
capitalismo volvió a mostrar su vocación antiso- ción de dominación contra la cual hay que lu-
cial. Ahora vuelve a ser urgente reconstruir las iz- char; el crecimiento económico no es infinito.
quierdas para evitar la barbarie. ¿Cómo recomen- Sexto, la propiedad privada solo es un bien
zar? Con la aceptación de las siguientes ideas. social si es una entre varias formas de propie-
Primero, el mundo se diversificó y la diver- dad y si todas están protegidas; hay bienes co-
sidad se instaló en el interior de cada país. La munes de la humanidad (como el agua y el aire).
comprensión del mundo es mucho más amplia Séptimo, el siglo corto de las izquierdas fue
que la comprensión occidental del mundo; no suficiente para crear un espíritu igualitario en-
hay internacionalismo sin interculturalismo. tre los seres humanos que sobresale en todas
Segundo, el capitalismo concibe la democra- las encuestas; este es un patrimonio de las iz-
cia como un instrumento de acumulación; si es quierdas que ellas han estado dilapidando.
preciso, la reduce a la irrelevancia y, si encuen- Octavo, el capitalismo precisa otras for-
tra otro instrumento más eficiente, prescinde mas de dominación para florecer, del racis-
de ella (el caso de China). La defensa de la de- mo al sexismo y la guerra, y todas deben ser
mocracia de alta intensidad debe ser la gran combatidas.
bandera de las izquierdas. Noveno, el Estado es un animal extraño, mi-
Tercero, el capitalismo es amoral y no en- tad ángel y mitad monstruo, pero, sin él, mu-
tiende el concepto de dignidad humana; de- chos otros monstruos andarían sueltos, insa-
fender esta dignidad es una lucha contra el ciables, a la caza de ángeles indefensos. Mejor
capitalismo y nunca con el capitalismo (en el Estado, siempre; menos Estado, nunca.
capitalismo, incluso las limosnas solo existen Con estas ideas, las izquierdas seguirán
como relaciones públicas). siendo varias, aunque ya no es probable que
Catorce cartas a las izquierdas469
se maten unas a otras y es posible que se unan del bienestar social. Esta trama neoliberal ha
para detener la barbarie que se aproxima. sido urdida en todo el mundo, y Europa solo
tuvo el privilegio de ser “tramada” a la europea.
Segunda carta a las izquierdas Veamos cómo sucedió.
Ante el neoliberalismo Está en curso un proceso global de desor-
La democracia política presupone la exis- ganización del Estado democrático. La organi-
tencia del Estado. Los problemas que se viven zación de este tipo de Estado se basa en tres
hoy en Europa al comienzo de la segunda déca- funciones: la función de confianza, por medio
da del siglo XXI muestran dramáticamente que de la cual el Estado protege a los ciudadanos
no hay democracia europea porque no hay Es- contra fuerzas extranjeras, crímenes y riesgos
tado europeo. Y porque muchas prerrogativas colectivos; la función de legitimidad, a través
soberanas fueron transferidas a instituciones de la cual el Estado garantiza la promoción del
europeas, las democracias nacionales hoy son bienestar, y la función de acumulación, con la
menos sólidas porque los Estados nacionales cual el Estado garantiza la reproducción del ca-
son postsoberanos. Los déficits de las demo- pital a cambio de recursos (tributación, control
cracias nacionales y el déficit democrático de de sectores estratégicos) que le permitan des-
Europa se retroalimentan y se agravan porque, empeñar las otras dos funciones.
mientras tanto, las instituciones europeas deci- Los neoliberales pretenden desorganizar el
dieron transferir a los mercados financieros (es Estado democrático a través de la inculcación
decir, a media docena de grandes inversores, al en la opinión pública de la supuesta necesidad
frente de los que está el Deutsche Bank) parte de varias transiciones.
de las prerrogativas transferidas a ellas por los Primera transición: de la responsabilidad co-
Estados nacionales. lectiva a la responsabilidad individual. Según
Al ciudadano común hoy le será fácil con- los neoliberales, las expectativas vitales de los
cluir (lamentablemente solo hoy) que fue una ciudadanos derivan de lo que ellos hacen por sí
trama bien urdida con objeto de incapacitar a mismos y no de lo que la sociedad puede hacer
los Estados europeos para desempeñar tanto por ellos. En la vida tiene éxito quien toma bue-
sus funciones de protección de la ciudadanía nas decisiones o tiene suerte, y fracasa quien
contra riesgos colectivos como de promoción toma malas decisiones o tiene poca suerte.
470 Boaventura de Sousa Santos
internamente para definir quién será el líder en ellas (salvo, tal vez, a la tradición anarquista)
las próximas elecciones, y las reflexiones y las y, muchas veces, en oposición a ellas. Esto no
evaluaciones quedan ligadas a ese objetivo. puede dejar de suscitar una profunda reflexión.
Esta indisponibilidad para la reflexión siem- ¿Se está haciendo esta reflexión? Tengo razo-
pre fue perniciosa, y ahora es suicida, por dos nes para creer que no, y la prueba está en las
razones. La derecha tiene a su disposición a tentativas de captar, aleccionar, minimizar e
todos los intelectuales orgánicos del capital ignorar a la nueva militancia. Propongo algu-
financiero, las asociaciones empresariales, los nas líneas de reflexión. La primera se refiere a
organismos multilaterales, los think tanks, la polarización social que está emergiendo de
los grupos de presión, quienes diariamente le las enormes desigualdades sociales. Vivimos
proporcionan datos e interpretaciones, que no un tiempo que tiene algunas semejanzas con el
siempre son faltos de rigor y que siempre in- de las revoluciones democráticas que avasalla-
terpretan la realidad para llevar agua a su mo- ron Europa en 1848. La polarización social era
lino. En cambio, la izquierda está desprovista enorme, porque el proletariado (en ese enton-
de instrumentos de reflexión abiertos a los no ces una clase joven) dependía del trabajo para
militantes y, hacia dentro, la reflexión sigue la sobrevivir, pero (a diferencia de la época de
línea estéril de las facciones. En el mundo ac- sus padres y abuelos) el trabajo no dependía
tual circula una inmensidad de informaciones del obrero, sino de quien lo daba o quitaba a
y análisis que podrían tener una importancia su antojo: el patrón; si tenía empleo, los sala-
decisiva para repensar y refundar las izquier- rios eran tan bajos y la jornada tan larga que
das, después del doble colapso de la socialde- la salud peligraba y la familia vivía siempre al
mocracia y del socialismo real. El desequilibrio borde del hambre; si era despedido, no tenía
entre las izquierdas y la derecha, en lo que res- ningún sustento, excepto alguna economía so-
pecta al conocimiento estratégico del mundo, lidaria o el recurso al delito. No sorprende que,
es hoy mayor que nunca. en aquellas revoluciones, las dos banderas de
La segunda razón es que las nuevas movili- lucha hayan sido el derecho al trabajo y el de-
zaciones y militancias políticas por causas que recho a una jornada de trabajo más corta. Un
históricamente pertenecieron a las izquierdas siglo y medio después, la situación no es exac-
se están realizando sin ninguna referencia a tamente la misma, pero esas banderas siguen
472 Boaventura de Sousa Santos
siendo actuales. Y tal vez lo sean más hoy que mucho en los últimos 150 años. Sin embargo,
hace treinta años. Las revoluciones fueron san- esas conquistas vienen siendo cuestionadas
grientas y fracasaron, pero los propios gobier- desde hace treinta años y, en los últimos tiem-
nos conservadores que siguieron tuvieron que pos, la democracia se parece más a una casa
hacer concesiones para que la cuestión social cerrada, ocupada por un grupo de extraterres-
no llevase a una catástrofe. ¿A qué distancia es- tres que decide democráticamente por sus in-
tamos nosotros de una catástrofe? Por ahora, tereses y dictatorialmente por los intereses de
la movilización contra la escandalosa desigual- las grandes mayorías. Un régimen mixto: una
dad social (similar a la de 1848) es pacífica y democradura. Los movimientos de indigna-
tiene una fuerte inclinación a la denuncia mo- dos y Occupy rechazan la expropiación de la
ralista. Esto no atemoriza al sistema financiero- democracia y optan por tomar decisiones por
democrático. ¿Quién puede garantizar que esto consenso en sus asambleas. ¿Están locos o son
seguirá así? La derecha está preparada para dar un signo de las exigencias que están por venir?
una respuesta represiva a cualquier alteración Las izquierdas, ¿ya habrán pensado que, si no
que se torne amenazadora. ¿Cuáles son los pla- se sienten cómodas con formas de democracia
nes de las izquierdas? ¿Van a volver a dividirse de alta intensidad (en el interior de los partidos
como en el pasado, unas tomando la posición y en la república), esa será la señal de que de-
de la represión y otras, la de la lucha contra la ben retirarse o refundarse?
represión?
La segunda línea de reflexión tiene también Cuarta carta a las izquierdas
mucho que ver con las revoluciones de 1848 y Colonialismo, democracia e izquierdas
consiste en cómo volver a conectar la demo- Las divisiones históricas entre las izquierdas
cracia con las aspiraciones y las decisiones de fueron justificadas por una imponente cons-
los ciudadanos. Entre las consignas de 1848 trucción ideológica, pero, en realidad, su sos-
destacaban el liberalismo y la democracia. El tenibilidad práctica —es decir, la credibilidad
liberalismo significaba el gobierno republi- de las propuestas políticas que les permitieron
cano, la separación entre Estado y religión, atraer seguidores— se basó en tres factores: el
la libertad de prensa, el sufragio “universal” colonialismo, que permitió el desplazamiento
para los hombres. En esta área se ha avanzado de la acumulación primitiva del capital (a través
Catorce cartas a las izquierdas473
del despojo violento, con incontable sacrificio bancos privados, total impunidad de la mafia
humano, muchas veces ilegal y siempre impu- financiera), por lo que una lucha de tipo antico-
ne) fuera de los países capitalistas centrales lonial ahora deberá librarse también en las me-
donde se libraban las luchas sociales conside- trópolis; una lucha que, como sabemos, nunca
radas decisivas; la emergencia de capitalismos fue pautada por las cortesías parlamentarias.
nacionales con características tan diferentes Por otro lado, pese a que el neocolonialismo (la
(capitalismo de Estado, corporativo, liberal, continuación de las relaciones de tipo colonial
socialdemócrata) que daban verosimilitud a la entre las excolonias y las ex-metrópolis o sus
idea de que habría alternativas para superar el sustitutos, el caso de Estados Unidos) ha per-
capitalismo; finalmente, las transformaciones mitido que la acumulación a través del despojo
que las luchas sociales fueron produciendo haya proseguido en el antiguo mundo colonial
en la democracia liberal, permitiendo alguna hasta hoy, parte de ese mundo está asumiendo
redistribución social y separando, hasta cierto un nuevo protagonismo (India, Brasil, Sudáfri-
punto, el mercado de las mercancías (los valo- ca y el caso especial de China, humillada por el
res que tienen precio y se compran y venden) imperialismo occidental durante el siglo XIX),
del mercado de las convicciones (las opciones hasta tal punto que no sabemos si en el futuro
y los valores políticos que, al no tener precio, habrá nuevas metrópolis y, por ende, si habrá
no se compran ni se venden). Si para algunas nuevas colonias. Las izquierdas del Norte glo-
izquierdas esa separación era un hecho nuevo, bal (y, con excepciones, también las de Amé-
para otras era un engaño peligroso. rica Latina) empezaron por ser colonialistas y
Los últimos años alteraron tan profunda- más tarde aceptaron acríticamente que la inde-
mente cualquiera de esos factores que nada pendencia de las colonias terminaba con el co-
será como antes para las izquierdas tal como lonialismo, desvalorizando la emergencia del
las conocimos. En lo que respecta al colonia- neocolonialismo y del colonialismo interno.
lismo, los cambios radicales son de dos tipos. ¿Serán capaces de imaginarse como izquierdas
Por un lado, la acumulación de capital a través colonizadas y de prepararse para luchas anti-
del despojo violento volvió a las ex-metrópolis coloniales de nuevo tipo?
(hurto de salarios y pensiones, transferencias En cuanto a los capitalismos naciona-
ilegales de fondos colectivos para rescatar les, su final parece marcado por la máquina
474 Boaventura de Sousa Santos
trituradora del neoliberalismo. Es cierto que intereses, hoy las izquierdas son la gran garan-
en América Latina y en China parecen emerger tía de salvación para la democracia. ¿Estarán
nuevas versiones de dominación capitalista, a la altura de la tarea? ¿Tendrán el coraje de
pero curiosamente todas ellas se aprovechan refundar la democracia más allá del liberalis-
de las oportunidades que el neoliberalismo les mo? ¿Una democracia robusta que se enfrente
confiere. El año 2011 demostró que la izquierda a la antidemocracia y que combine democracia
y el neoliberalismo son incompatibles. Basta representativa con democracia participativa
ver cómo las cotizaciones bursátiles suben en y democracia directa? ¿Una democracia anti-
la exacta medida en que aumenta la desigual- capitalista ante un capitalismo cada vez más
dad social y se destruye la seguridad social. antidemocrático?
¿Cuánto tiempo les llevará a las izquierdas ex-
traer las consecuencias? Quinta carta a las izquierdas
Finalmente, la democracia liberal agoniza Democratizar, desmercantilizar,
bajo el peso de los poderes fácticos (las ma- descolonizar
fias, la masonería, el Opus Dei, las empresas ¿Por qué la actual crisis del capitalismo for-
transnacionales, el FMI, el Banco Mundial), la talece a quien la provocó? ¿Por qué la racionali-
impunidad de la corrupción, el abuso de poder dad de la “solución” a la crisis se basa en las pre-
y el tráfico de influencias. El resultado es una visiones que hace y no en las consecuencias que
creciente fusión entre el mercado político de casi siempre las desmienten? ¿Por qué es tan
las ideas y el mercado económico de los inte- fácil para el Estado cambiar el bienestar de los
reses. Todo está en venta y no se vende más ciudadanos por el bienestar de los bancos? ¿Por
solo porque no hay quien compre. En los últi- qué la gran mayoría de los ciudadanos asiste a
mos cincuenta años, las izquierdas (todas) hi- su empobrecimiento como si fuese inevitable y
cieron una contribución fundamental para que al escandaloso enriquecimiento de una minoría
la democracia liberal tuviese alguna credibili- como si fuera necesario para que su situación
dad entre las clases populares y para que los no empeore aún más? ¿Por qué la estabilidad de
conflictos sociales pudiesen resolverse en paz. los mercados financieros solo es posible a cos-
Como la derecha solo se preocupa por la de- ta de la inestabilidad de la vida de la gran ma-
mocracia en la medida en que esta sirve a sus yoría de la población? ¿Por qué los capitalistas
Catorce cartas a las izquierdas475
puede ser destruida al día siguiente por una poco sentido, pues, por un lado, en la actuali-
agencia calificadora de riesgos o por una baja dad hay un modelo global del capitalismo, de
en la cotización en las bolsas. Desmercantili- lejos hegemónico, dominado por la lógica del
zar significa mostrar que usamos, producimos capital financiero, basado en la búsqueda del
e intercambiamos mercancías, pero que no máximo lucro en el menor tiempo posible, cua-
somos mercancías ni aceptamos relacionar- lesquiera sean los costos sociales o el grado de
nos con los otros y con la naturaleza como si destrucción de la naturaleza. Por otro, la dispu-
fuesen una mercancía más. Somos ciudadanos ta por los modelos de capitalismo debería ser
antes de ser emprendedores o consumidores, y, más una disputa entre las derechas que entre
para que lo seamos, es imperativo que ni todo las izquierdas. Pero no es así. A pesar de su glo-
se compre ni todo se venda, que haya bienes balidad, el modelo de capitalismo ahora domi-
públicos y bienes comunes como el agua, la sa- nante asume características distintas en dife-
lud, la educación. Descolonizar significa erra- rentes países y regiones, y las izquierdas tienen
dicar de las relaciones sociales la autorización un interés vital en debatirlas, no solo porque
para dominar a los otros bajo el pretexto de están en cuestión las condiciones de vida, aquí
que son inferiores: porque son mujeres, porque y ahora, de las clases populares, que son el so-
tienen un color de piel diferente o porque pro- porte político de las izquierdas, sino también
fesan una religión “extraña”, ajena. porque la lucha por horizontes poscapitalistas
—a los que algunas izquierdas todavía no re-
Sexta carta a las izquierdas nunciaron— depende mucho del capitalismo
A la izquierda de lo posible real del que se parta.
Históricamente, las izquierdas se dividieron Como el capitalismo es global, el análisis de
en torno a los modelos de socialismo y las vías los diferentes contextos debe tener en cuenta
para realizarlos. Al no estar el socialismo, por que, a pesar de sus diferencias, son parte del
ahora, en la agenda política —incluso en Amé- mismo texto. Siendo así, es perturbadora la ac-
rica Latina la discusión sobre el “socialismo tual disyunción entre las izquierdas europeas y
del siglo XXI” pierde aliento—, las izquierdas las izquierdas de otros continentes, sobre todo
parecen dividirse en torno a los modelos de ca- las izquierdas latinoamericanas. Mientras las
pitalismo. A primera vista, esta división tiene izquierdas europeas parecen estar de acuerdo
Catorce cartas a las izquierdas477
en que el crecimiento es la solución para los En contraste, en América Latina las izquier-
males de Europa, las izquierdas latinoamerica- das están polarizadas como nunca con respecto
nas están profundamente divididas respecto del al modelo de crecimiento y desarrollo. La vo-
crecimiento y el modelo de desarrollo sobre el racidad de China, el consumo digital sediento
que se asienta. Veamos el contraste. Las izquier- de metales raros y la especulación financiera
das europeas parecen haber descubierto que la sobre la tierra, las materias primas y los bienes
apuesta por el crecimiento económico es lo que alimentarios están provocando una carrera sin
las distingue de las derechas, que apuestan por precedentes por los recursos naturales: la ex-
la consolidación presupuestaria y la austeridad. plotación megaminera a cielo abierto, la explo-
El crecimiento significa empleo y este, una me- ración petrolífera y la expansión de la frontera
jora en las condiciones de vida de las mayorías. agrícola por el agronegocio. El crecimiento eco-
Sin embargo, no problematizarlo implica la idea nómico que propicia esta carrera choca con el
de que cualquier crecimiento es bueno. Y eso aumento exponencial de la deuda socioambien-
es un pensamiento suicida para las izquierdas. tal: la apropiación y la contaminación del agua,
Por un lado, las derechas lo aceptan fácilmente la expulsión de muchos miles de campesinos
(como ya lo están aceptando, porque están con- pobres y de pueblos indígenas de sus tierras
vencidas de que será el crecimiento que ellas ancestrales, la deforestación, la destrucción de
proponen el que prevalezca). Por otro, significa la biodiversidad, la ruina de los modos de vida
un retroceso histórico grave en relación con los y las economías que hasta ahora garantizaron
avances en las luchas ecológicas de las últimas la sostenibilidad. Frente a esta contradicción,
décadas, en los que algunas izquierdas del Sur una parte de las izquierdas —que están en la
y del Norte tuvieron un papel determinante. O coalición gobernante en varios países— apoya
sea, se omite que el modelo de crecimiento do- la oportunidad extractivista, ya que los ingresos
minante es insostenible. En pleno período pre- que genera se canalizan a reducir la pobreza
paratorio de la Conferencia de la ONU Río+20 y construir infraestructura. La otra parte ve el
(junio 2012) no se habla de sostenibilidad, no se nuevo extractivismo como la fase más recien-
cuestiona el concepto de economía verde, aun te de la condena colonial de América Latina
cuando más allá del color de los dólares sea di- a ser exportadora de naturaleza para los cen-
fícil imaginar un capitalismo verde. tros imperiales que están saqueando inmensas
478 Boaventura de Sousa Santos
riquezas y destruyendo los modos de vida y las ambiental, tener el coraje de afirmar que la lu-
culturas de los pueblos. La confrontación es tan cha por la reducción de la pobreza es una burla
intensa que pone en cuestión la estabilidad polí- para encubrir la lucha que no se quiere librar
tica de países como Bolivia o Ecuador. contra la concentración de la riqueza.
El contraste entre las izquierdas europeas y A su vez, las izquierdas latinoamericanas de-
latinoamericanas reside en que solo las primeras berían discutir las antinomias entre el corto y el
suscribieron incondicionalmente el “pacto colo- largo plazo, tener en mente que el futuro de las
nial”, según el cual los avances del capitalismo rentas diferenciales generadas actualmente por
valen por sí, aunque hayan sido (y continúen sien- la explotación de los recursos naturales está
do) obtenidos a costa de la opresión colonial de en manos de unas pocas empresas multinacio-
los pueblos no europeos. Nada nuevo en el frente nales y que, al final de este ciclo extractivista,
occidental mientras sea posible externalizar la los países pueden ser más pobres y dependien-
miseria humana y la destrucción de la naturaleza. tes que nunca, reconocer que el nacionalismo
Para superar este contraste e iniciar la cons- extractivista garantiza al Estado ingresos que
trucción de alianzas transcontinentales son pueden tener una importante utilidad social
necesarias dos condiciones. Las izquierdas eu- si, en parte por lo menos, son utilizados para
ropeas deberían poner en cuestión el consenso financiar una política de transición, que debe
del crecimiento, que o es falso o significa una comenzar desde ya, desde el extractivismo de-
complicidad repugnante con una injusticia predador hacia una economía plural en la que
histórica demasiado larga. Deberían discutir esas actividades extractivas solo serán útiles
la cuestión de la insostenibilidad, cuestionar en la medida en que sean indispensables.
el mito del crecimiento infinito y la idea de la Las condiciones para desarrollar políticas de
inagotable disponibilidad de la naturaleza so- convergencia global son exigentes, pero no in-
bre la que se asienta, asumir que los crecien- viables, y apuntan a opciones que no deben ser
tes costos socioambientales del capitalismo no descartadas bajo el pretexto de ser políticas de
se pueden superar con imaginarias economías lo imposible. La cuestión no está en tener que
verdes, defender que la prosperidad y la felici- optar entre la política de lo posible y la política
dad de la sociedad dependen menos del creci- de lo imposible; está en saber estar siempre a la
miento que de la justicia social y la racionalidad izquierda de lo posible.
Catorce cartas a las izquierdas479
Séptima carta a las izquierdas separaban ambos eventos, pero había un océa-
El cambio de paradigma no de distancia política entre ellos. En Barra se
¿A qué izquierdas me dirijo? A los partidos encontraban los gobiernos y la sociedad civil
y movimientos sociales que luchan contra el obediente, incluidas las empresas multinacio-
capitalismo, el colonialismo, el racismo, el nales, que cocinaban los discursos y organiza-
sexismo y la homofobia, y a toda la ciudada- ban el cerco a los negociadores oficiales. Allí la
nía que, sin estar organizada, comparte los ob- derecha mundial dio un espectáculo macabro
jetivos y aspiraciones de quienes se organizan de arrogancia y cinismo ante los desafíos inelu-
para luchar contra estos fenómenos. Es un pú- dibles que plantea la sostenibilidad de la vida
blico muy amplio, sobre todo porque incluye a en el planeta. Ningún compromiso vinculante
quienes llevan a cabo prácticas de izquierda sin para reducir los gases de efecto invernadero,
considerarse de izquierda. Y, sin embargo, pa- ninguna responsabilidad diferenciada para los
rece tan pequeño. países que más contaminan, ningún fondo para
Ante la Conferencia de Naciones Unidas el desarrollo sostenible, ningún derecho de ac-
Río+20 y la Cumbre de los Pueblos, celebradas ceso universal a la salud, ninguna suspensión
en Río de Janeiro del 20 al 22 de junio (2012), de patentes farmacéuticas en situaciones de
las izquierdas tuvieron la oportunidad de expe- emergencia y pandemias. En lugar de ello, la
rimentar la riqueza global de las alternativas “economía verde”, el caballo de Troya del capi-
que ofrecen y de identificar bien las fuerzas tal financiero para gestionar los bienes globales
de derecha a las que se oponen. Por desgracia, y los servicios que la naturaleza nos presta gra-
esta oportunidad ha sido desperdiciada. En tuitamente. Cualquier ciudadano con concien-
Europa, las izquierdas estaban avasalladas por cia ecológica entiende que la manera de defen-
las crisis y por urgencias de lo inmediato y, en der la naturaleza no es venderla, y no cree que
otros continentes, los medios de comunicación los problemas del capitalismo puedan resolver-
ocultaban lo novedoso y de izquierda que flota- se con más capitalismo. Pero eso fue lo que los
ba en el ambiente. medios de comunicación llevaron al mundo.
Me refiero a la Conferencia, que tuvo lugar Por el contrario, la Cumbre de los Pueblos
en Barra de Tijuca, y a la Cumbre, en el parque fue la expresión de la riqueza del pensamiento
de Flamingo. Eran pocos los kilómetros que y las prácticas impulsadas por movimientos
480 Boaventura de Sousa Santos
sociales de todo el mundo para lograr que las renovables descentralizadas; sustitución del
generaciones futuras disfruten del planeta en, concepto de capital natural por la naturaleza
al menos, las mismas condiciones de las que como sujeto de derechos; defensa de los bie-
disponemos. nes comunes, como el agua y la biodiversidad,
Hubo millares de personas, centenares de que solo permiten derechos de uso temporal;
actos, un conjunto inagotable de prácticas y garantía del derecho a la tierra y al territorio
de propuestas de sostenibilidad. Algunos ejem- de las poblaciones campesinas e indígenas; de-
plos: defensa de los espacios públicos en las mocratización de los medios de comunicación;
ciudades que prioricen lo peatonal, la convi- tributación que penalice las actividades extrac-
vencia social, la vida asociativa, con gestión tivas y a las industrias contaminantes; derecho
democrática y participación popular, transpor- a la salud sexual y reproductiva de las mujeres;
tes colectivos, huertos comunitarios y plazas reforma democrática del Estado que elimine la
sensoriales;1 economía cooperativa y solidaria; pandemia de la corrupción e impida la trans-
soberanía alimentaria, agricultura familiar y formación en curso del Estado protector en Es-
educación para la alimentación sin el uso de tado depredador; transferencias de tecnología
agrotóxicos; nuevo paradigma de producción- que atenúen la deuda ecológica.
consumo que fortalezca las economías locales Si quieren tener futuro, las izquierdas deben
articuladas translocalmente; sustitución del adoptar el futuro contenido en estas propues-
PIB (Producto Interior Bruto) por indicadores tas y transformarlas en políticas públicas.
que incluyan la economía del cuidado, la salud
colectiva, la sociedad decente y la prosperidad
no asentada en el consumo compulsivo; cambio Octava carta a las izquierdas
en la matriz energética basada en las energías Los Derechos Humanos:
las últimas trincheras
¿Quién podría haber imaginado hace unos
1 Se trata de un proyecto innovador cuya finalidad años que partidos y gobiernos considerados
principal es atender a personas ciegas o con necesida- progresistas o de izquierda abandonarían la
des visuales especiales para promover, más allá de la defensa de los derechos humanos más básicos,
visión, el aprendizaje a través de experiencias sonoras, por ejemplo, el derecho a la vida, al trabajo y
táctiles y olfativas (nota del traductor).
Catorce cartas a las izquierdas481
medidas cautelares a favor del pueblo de Sara- el norte, el neoliberalismo impone la austeridad
yaku que no fueron atendidas. a las grandes mayorías y el rescate de los ban-
En 2011, la CIDH solicitó a Brasil, mediante queros, sustituyendo la protección social de los
una medida cautelar, que suspendiera inmedia- ciudadanos por la protección social del capital
tamente la construcción de la presa de Belo financiero. En el sur, el neoliberalismo impone
Monte (que, de completarse, será la tercera su avidez por los recursos naturales, sean los
más grande del mundo) hasta que fueran ade- minerales, el petróleo, el gas natural, el agua o
cuadamente consultados los pueblos indígenas la agroindustria. Los territorios pasan a ser solo
afectados. Brasil protestó contra la decisión, tierra y las poblaciones que los habitan, obstá-
retiró a su embajador en la Organización de Es- culos al desarrollo que es necesario eliminar
tados Americanos (OEA) y suspendió el pago cuanto más rápido mejor. Para el capitalismo
de su cuota anual en la organización, retiró a extractivista, la única regulación verdadera-
su candidato a la CIDH y tomó la iniciativa de mente aceptable es la autorregulación, la cual
crear un grupo de trabajo para proponer una incluye, casi siempre, la autorregulación de la
reforma de la Comisión, en el sentido de dismi- corrupción de los gobiernos. Honduras ha ofre-
nuir sus poderes para cuestionar a los gobier- cido uno de los ejemplos más extremos de auto-
nos sobre violaciones de derechos humanos. rregulación de la actividad minera, donde todo
Curiosamente, el Tribunal Regional Federal de queda entre la Fundación Hondureña de Res-
la 1ª Región (Brasilia) ha resuelto la suspensión ponsabilidad Social Empresarial y la embajada
de la construcción de la represa por la falta de de Canadá. Sí, Canadá, que hace veinte años pa-
estudios de impacto ambiental. recía ser una fuerza benévola en las relaciones
internacionales, hoy es uno de los promotores
Los riesgos más agresivos del imperialismo minero.
Para responder las preguntas con que co- Cuando la democracia concluya que no es
mencé esta carta, veamos lo que comparten compatible con este tipo de capitalismo y de-
todos estos casos. Todas estas violaciones de cida resistírsele, quizá sea demasiado tarde.
los derechos humanos están relacionadas con Puede que, entre tanto, el capitalismo haya
el neoliberalismo, la versión más antisocial del concluido que la democracia no es compati-
capitalismo en los últimos cincuenta años. En ble con él.
Catorce cartas a las izquierdas483
Comisión como la Corte revelaron debilida- CIDH y con fuertes limitaciones a la participa-
des y selectividades políticamente sesgadas. ción de los organismos de derechos humanos,
Pero también sabemos que el sistema y sus el Consejo Permanente de la OEA prepara
instituciones se han fortalecido, actuando una serie de recomendaciones para buscar su
con mayor independencia y ganando presti- aprobación en la Asamblea General Extraor-
gio a través de la eficacia con la que han con- dinaria, a más tardar en marzo de 2013 (hasta
denado numerosas violaciones de derechos el 30 de septiembre los Estados presentarán
humanos: desde 1970 y 1980, cuando la Co- sus propuestas). Por lo que se sabe, todas las
misión llevó a cabo misiones en países como recomendaciones apuntan a limitar el poder
Chile, Argentina y Guatemala, y publicó in- de la CIDH para interpelar a los Estados por
formes denunciando los crímenes cometidos violaciones de derechos humanos. Por ejem-
por las dictaduras militares, hasta las misio- plo: dedicar más recursos a la promoción de
nes y denuncias después del golpe de Estado los derechos humanos y menos a la investi-
en Honduras en 2009, por no mencionar las gación de las violaciones; acortar los plazos
reiteradas solicitudes para que se clausure de investigación para que se vuelva imposi-
el centro de detención de Guantánamo. A ble realizar análisis cuidadosos; eliminar del
su vez, la reciente decisión de la Corte en el informe anual la referencia a países cuya si-
caso “Pueblo Indígena Kichwa de Sarayaku tuación en materia de derechos humanos me-
versus Ecuador”, del pasado 27 de julio, rezca una atención especial; limitar la emisión
marca un hito histórico para el derecho in- y la extensión de las medidas cautelares; ter-
ternacional, no solo a nivel continental sino minar con el informe anual sobre libertad de
también mundial. Lo mismo que la sentencia expresión; impedir pronunciamientos sobre
en el caso “Atala Riffo y niñas versus Chile”, violaciones que parecen inminentes pero que
sobre discriminación por razones de orienta- aún no se han concretado.
ción sexual. ¿Y cómo olvidar la intervención A los militantes por los derechos humanos
de la CIDH sobre la violencia doméstica en y a todos los ciudadanos preocupados por el
Brasil, que condujo a la promulgación de la futuro de la democracia en el continente les
Ley Maria da Penha? toca ahora detener este proceso.
Los dados están lanzados. A espaldas de la
Catorce cartas a las izquierdas485
Novena carta a las izquierdas la defensa del Estado social fuerte: educación
Ante la coyuntura: las izquierdas pública obligatoria y gratuita; servicio estatal
europeas de salud universal y tendencialmente gratui-
2013 en Europa será un desastre en el plano to; seguridad social sostenible con sistema de
social e imprevisible en el plano político. ¿Lo- pensiones basado en el principio de reparti-
grarán los gobiernos europeos, en especial los ción y no en el de capitalización; bienes estra-
del sur, crear la estabilidad que les permita ter- tégicos o monopolios naturales (agua, correos)
minar el mandato o habrá crisis políticas que nacionalizados.
les obliguen a convocar elecciones anticipa- Las diferencias entre las izquierdas son im-
das? Digamos que cada una de estas hipótesis portantes, pero no impiden esta convergencia
tiene un 50 por 100 de probabilidad. Siendo así, de base que siempre condicionó las preferen-
es preciso que los ciudadanos tengan la certeza cias electorales de las clases populares. Es
de que la inestabilidad política que pueda gene- cierto que la derecha también contribuyó al
rarse es el precio a pagar para que surja una al- Estado social (basta recordar a Bismarck en
ternativa de poder y no solo una alternancia en Prusia), pero siempre presionada por las iz-
el poder. ¿Podrán construir las izquierdas esta quierdas, y reculó cuando la presión disminu-
alternativa? Sí, pero únicamente si se transfor- yó, como es el caso, desde hace treinta años,
man y unen, lo que es exigir mucho en poco en Europa. La defensa del Estado social fuerte
tiempo. debe ser la mayor prioridad y debe condicio-
Ofrezco mi contribución para la creación de nar el resto. El Estado social no es sostenible
dicha alternativa. En primer lugar, las izquier- sin desarrollo. En ese sentido, si bien habrá
das deben centrarse en el bienestar de la ciu- divergencias acerca del peso de la ecología,
dadanía y no en las posibles reacciones de los de la ciencia o de la flexiseguridad en el traba-
acreedores. La historia muestra que el capital jo, el acuerdo de fondo sobre el desarrollo es
financiero y las instituciones multilaterales inequívoco y constituye, por tanto, la segunda
(FMI, BCE, BM, Comisión Europea) solo son prioridad para unir a las izquierdas. Como la
rígidos en la medida en que las circunstancias salvaguarda del Estado social es prioritaria,
no los obligan a ser flexibles. En segundo lugar, todo debe hacerse para garantizar la inversión
lo que históricamente une a las izquierdas es y la creación de empleo.
486 Boaventura de Sousa Santos
Y aquí surge la tercera prioridad que debe- La credibilidad radica, por un lado, en la
rá unir a las izquierdas. Si para garantizar el convicción y la seriedad con las que se formula
Estado social y el desarrollo es necesario re- la alternativa, y en el apoyo democrático con
negociar con la Troika y los otros acreedores, que se cuenta, y, por otro, en haber mostrado
entonces esa renegociación debe ser hecha la capacidad de hacer sacrificios de buena fe
con determinación. Es decir, la jerarquía de las (Grecia, Irlanda y Portugal son un ejemplo de
prioridades muestra con claridad que no es el ello). Únicamente no se aceptan sacrificios im-
Estado social el que debe adaptarse a las con- puestos de mala fe, sacrificios impuestos como
diciones de la Troika; al contrario, deben ser máximos apenas para abrir caminos a otros sa-
estas las que se adapten a la prioridad de man- crificios mayores.
tener el Estado social. Este es un mensaje que Y la oportunidad está ahí para ser aprove-
tanto los ciudadanos como los acreedores en- chada. La indignación generalizada y expresa-
tenderán bien, aunque por diferentes razones. da masivamente en calles, plazas, redes socia-
Para que la unidad entre las izquierdas tenga les, centros de trabajo, salud y estudios, entre
éxito político, hay que considerar tres factores: otros espacios, no se ha plasmado en un bloque
riesgo, credibilidad y oportunidad. En cuanto social a la altura de los retos que plantean las
al riesgo, es importante mostrar que los ries- circunstancias. El actual contexto de crisis re-
gos no son superiores a los que los ciudadanos quiere una nueva política de frentes populares
europeos ya están corriendo: los del sur, un a escala local, estatal y europea formados por
mayor empobrecimiento encadenado a la con- una pluralidad heterogénea de sujetos, movi-
dición de periferia, abasteciendo de mano de mientos sociales, ONG, universidades, institu-
obra barata a la Europa desarrollada; y todos ciones públicas, gobiernos, entre otros actores
en general, pérdida progresiva de derechos en que, unidos en su diversidad, sean capaces, me-
nombre de la austeridad, mayor desempleo, diante formas de organización, articulación y
privatizaciones, democracias rehenes del capi- acción flexibles, de lograr una notable unidad
tal financiero. El riesgo de la alternativa es un de acción y propósitos.
riesgo calculado con el propósito de probar la El objetivo es unir a las fuerzas de izquier-
convicción con la que está siendo salvaguarda- das en alianzas democráticas estructuralmen-
do el proyecto europeo. te similares a las que constituyeron la base de
Catorce cartas a las izquierdas487
de empresas. En el plano científico, Keynes re- (desde mediados de 1980), y luego con el en-
presentaba entonces la ortodoxia económica y deudamiento de las familias, seducidas por las
Hayek, la disidencia. En el plano político, los facilidades de crédito concedidas por un sector
derechos económicos y sociales (derechos al financiero finalmente libre de regulaciones es-
trabajo, la educación, la salud y la seguridad tatales, para eludir el colapso de las expecta-
social, garantizados por el Estado) habían sido tivas respecto del consumo, la educación y la
el instrumento privilegiado para estabilizar las vivienda (desde mediados de 1990).
expectativas de los ciudadanos y para afrontar Hasta que la ingeniería de las soluciones fic-
las fluctuaciones constantes e imprevisibles de ticias llegó a su fin con la crisis de 2008 y se
las “señales de los mercados”. Este cambio alte- volvió claro quién había ganado en el conflicto
raba los términos del conflicto distributivo, pero distributivo: el capital. La prueba fue la conver-
no lo eliminaba. Por el contrario, tenía todas las sión de la deuda privada en deuda pública, el
condiciones para instigarlo después de que el incremento de las desigualdades sociales y el
crecimiento económico de las tres décadas si- asalto final a las expectativas de una vida digna
guientes se atenuara. Y así sucedió. de las mayorías (los trabajadores, los jubila-
Desde 1970, los Estados centrales han esta- dos, los desempleados, los inmigrantes, los jó-
do manejando el conflicto entre las exigencias venes en busca de empleo) para garantizar las
de los ciudadanos y las exigencias del capital expectativas de rentabilidad de la minoría (el
mediante el recurso a un conjunto de solucio- capital financiero y sus agentes). La democra-
nes que gradualmente fueron dando más poder cia perdió la batalla y solo evitará ser derrotada
al capital. Primero fue la inflación (1970-1980); en la guerra si las mayorías pierden el miedo,
después, la lucha contra la inflación, acompa- se rebelan dentro y fuera de las instituciones, y
ñada del aumento del desempleo y del ataque fuerzan al capital a volver a tener miedo, como
al poder de los sindicatos (desde 1980), una sucedió hace sesenta años.
medida complementada con el endeudamiento En los países del Sur global que disponen de
del Estado como resultado de la lucha del ca- recursos naturales, la situación es, por ahora,
pital contra los impuestos, del estancamiento diferente. En algunos casos, por ejemplo, en
económico y del aumento de los gastos socia- varios países de América Latina, hasta puede
les originados en el aumento del desempleo decirse que la democracia se está imponiendo
490 Boaventura de Sousa Santos
en el duelo con el capitalismo, y no es por En los países del Sur global con recursos na-
casualidad que en países como Venezuela y turales, pero sin una democracia digna de ese
Ecuador se comenzase a discutir el tema del nombre, el boom de los recursos no trajo ningún
socialismo del siglo XXI, aunque la realidad impulso a la democracia, pese a que, en teoría,
esté lejos de los discursos. Hay muchas razo- condiciones más propicias para una resolución
nes detrás, pero tal vez la principal haya sido del conflicto distributivo deberían facilitar la
la conversión de China al neoliberalismo, lo solución democrática y viceversa. La verdad
que provocó, sobre todo a partir de la prime- es que el capitalismo extractivista obtiene me-
ra década del siglo XXI, una nueva carrera por jores condiciones de rentabilidad en sistemas
los recursos naturales. El capital financiero en- políticos dictatoriales o con democracias de
contró ahí y en la especulación con productos bajísima intensidad (sistemas casi de partido
alimentarios una fuente extraordinaria de ren- único), donde es más fácil corromper a las eli-
tabilidad. Esto permitió que los gobiernos pro- tes, a través de su involucramiento en la priva-
gresistas —llegados al poder como consecuen- tización de concesiones y las rentas del extrac-
cia de las luchas y los movimientos sociales de tivismo. No cabe esperar ninguna profesión de
las décadas anteriores— pudieran desarrollar fe en la democracia por parte del capitalismo
una redistribución de la riqueza muy significa- extractivista, incluso porque, siendo global, no
tiva y, en algunos países, sin precedentes. Por reconoce problemas de legitimidad política.
esta vía, la democracia ganó nueva legitimidad Por su parte, la reivindicación de la redistribu-
en el imaginario popular. Sin embargo, por su ción de la riqueza por parte de las mayorías no
propia naturaleza, la redistribución de la rique- llega a ser oída por falta de canales democrá-
za no puso en cuestión el modelo de acumula- ticos y por no contar con la solidaridad de las
ción basado en la explotación intensiva de los reducidas clases medias urbanas que reciben
recursos naturales y, en cambio, la intensificó. las migajas del rendimiento extractivista. Las
Esto estuvo en el origen de conflictos —que se poblaciones más directamente afectadas por el
han ido agravando— con los grupos sociales extractivismo son los indígenas y campesinos,
ligados a la tierra y a los territorios donde se en cuyas tierras están los yacimientos mineros
encuentran los recursos naturales, los pueblos o donde se pretende instalar la nueva econo-
indígenas y los campesinos. mía agroindustrial. Son expulsados de sus
Catorce cartas a las izquierdas491
tierras y sometidos al exilio interno. Siempre que hicieron entrar el ideal democrático en el
que se resisten son violentamente reprimidos y imaginario de la emancipación social, sería un
su resistencia es tratada como un caso policial. grave error político desperdiciar esa experien-
En estos países, el conflicto distributivo no lle- cia y asumir que la lucha anticapitalista debe
ga siquiera a existir como problema político. ser también una lucha antidemocrática. Por el
De este análisis se concluye que la actual contrario, es preciso convertir el ideal demo-
puesta en cuestión del futuro de la democra- crático en una realidad radical que no se rin-
cia en el sur de Europa es la manifestación de da ante el capitalismo. Y como el capitalismo
un problema mucho más vasto que está aflo- no ejerce su dominio sino sirviéndose de otras
rando en diferentes formas en varias regiones formas de opresión, principalmente del colo-
del mundo. Pero, así formulado, el problema nialismo y el patriarcado, esta democracia ra-
puede ocultar una incertidumbre mucho ma- dical, además de anticapitalista, debe ser tam-
yor que la que expresa. No se trata solo de bién anticolonialista y antipatriarcal. Puede
cuestionar el futuro de la democracia. Se trata, llamarse revolución democrática o democracia
también, de cuestionar la democracia del futu- revolucionaria —el nombre poco importa—,
ro. La democracia liberal fue históricamente pero debe ser necesariamente una democracia
derrotada por el capitalismo y no parece que posliberal, que no puede perder sus atributos
la derrota sea reversible. Por eso, no hay que para acomodarse a las exigencias del capitalis-
tener esperanzas de que el capitalismo vuelva a mo. Al contrario, debe basarse en dos princi-
tenerle miedo a la democracia liberal, si alguna pios: la profundización de la democracia solo
vez lo tuvo. La democracia liberal sobrevivirá es posible a costa del capitalismo y, en caso de
en la medida en que el capitalismo global se conflicto entre capitalismo y democracia, debe
pueda servir de ella. La lucha de quienes ven prevalecer la democracia real.
en la derrota de la democracia liberal la emer-
gencia de un mundo repugnantemente injusto Undécima carta a las izquierdas
y descontroladamente violento debe centrarse ¿Ecología o extractivismo?
en buscar una concepción de la democracia En la décima carta a las izquierdas afirmé
más robusta, cuya marca genética sea el anti- que al inicio del tercer milenio las izquierdas
capitalismo. Tras un siglo de luchas populares se debaten entre dos desafíos principales: la
492 Boaventura de Sousa Santos
Dado su atractivo, estas locomotoras son inaceptables y sobrecarguen los sistemas pú-
magníficas para convertir las señales cada vez blicos de salud hasta volverlos insostenibles?
más perturbadoras de la inmensa deuda eco- ¿Cuando la contaminación de las aguas, el em-
lógica y social que crean en un coste inevita- pobrecimiento de las tierras y la destrucción
ble del “progreso”. Por otro lado, privilegian de los bosques sean irreversibles? ¿Cuando
una temporalidad afín a la de los gobiernos: el las poblaciones indígenas, quilombolas y ribe-
boom de los recursos no va a durar siempre, y reñas expulsadas de sus tierras cometan suici-
eso hay que aprovecharlo al máximo en el me- dios colectivos o deambulen por las periferias
nor espacio de tiempo. El brillo del corto plazo urbanas reclamando un derecho a la ciudad
ofusca las sombras del largo plazo. Mientras que siempre les será negado? La ideología
que el boom configure un juego de suma positi- económica y política dominante considera
va, cualquiera que se interponga en su camino estas preguntas escenarios distópicos exage-
es visto como ecologista infantil, campesino rados o irrelevantes, fruto del pensamiento
improductivo o indígena atrasado de los que crítico entrenado para pronosticar malos au-
a menudo se sospecha que se trata de “pobla- gurios. En suma, un pensamiento muy poco
ciones fácilmente manipulables por Organiza- convincente y en absoluto atractivo para los
ciones No Gubernamentales a saber al servicio grandes medios.
de quién”. En este contexto, solo es posible perturbar
En estas condiciones, resulta difícil acti- el automatismo político y económico de este
var principios de precaución o lógicas a largo modelo mediante la acción de movimientos
plazo. ¿Qué sucederá cuando termine el boom sociales y organizaciones lo suficientemente
de los recursos? ¿Cuando sea evidente que la valientes para dar a conocer el lado destructi-
inversión en “recursos naturales” no fue de- vo sistemáticamente ocultado de este modelo,
bidamente compensada por la inversión en dramatizar su negatividad y forzar la entrada
“recursos humanos”? ¿Cuando no haya dinero de esta denuncia en la agenda política. La ar-
para generosas políticas compensatorias y el ticulación entre los diferentes factores de la
empobrecimiento súbito cree un resentimien- crisis deberá llevar urgentemente a la articu-
to difícil de manejar en democracia? ¿Cuando lación entre los movimientos sociales que lu-
los niveles de enfermedades ambientales sean chan contra ellos. Es un proceso lento en que
Catorce cartas a las izquierdas495
períodos de dictadura los entendimientos han como de la que viste la piel de las “institu-
sido frecuentes, aunque terminen acabado el ciones europeas”) en el poder en los últimos
período dictatorial. cinco años ha sido tan devastadora para los
A la luz de esta historia, merece una re- derechos de ciudadanía y para la credibilidad
flexión el hecho de que en los últimos tiempos del régimen democrático que las fuerzas de iz-
estamos asistiendo a un movimiento pactista quierda comienzan a estar convencidas de que
entre diferentes ramas de las izquierdas en las nuevas dictaduras del siglo XXI surgirán en
países democráticos. El sur de Europa es un forma de democracias de bajísima intensidad.
buen ejemplo: la unidad en torno a Syriza en Serán dictaduras presentadas como dictablan-
Grecia a pesar de todas las vicisitudes y di- das o democraduras, como la gobernabilidad
ficultades; el gobierno dirigido por el Partido posible ante la inminencia del supuesto caos
Socialista en Portugal con el apoyo del Parti- en los tiempos difíciles que vivimos, como el
do Comunista y del Bloco de Izquierda a raíz resultado técnico de los imperativos del mer-
de las elecciones del 4 de octubre de 2015; al- cado y de la crisis que lo explica todo sin nece-
gunos gobiernos autonómicos en España, sali- sidad de ser explicada. El pacto resulta de una
dos de las elecciones regionales de 2015, y, en lectura política de que lo que está en juego es
el momento en que escribo, la discusión sobre la supervivencia de una democracia digna de
la posibilidad de un pacto a escala nacional ese nombre y de que las divergencias sobre lo
entre el PSOE, Podemos y otros partidos de que esto significa ahora tienen menos urgencia
izquierda como resultado de las elecciones que salvar lo que la derecha todavía no ha lo-
generales de diciembre de 2015. Hay indicios grado destruir.
de que en otros lugares de Europa y en Améri- La segunda pregunta es más difícil de res-
ca Latina pueden surgir en un futuro próximo ponder. Como decía Spinoza, las personas (y
pactos similares. Se imponen dos cuestiones. también las sociedades, diría yo) se rigen por
¿Por qué este impulso pactista en democra- dos emociones fundamentales: el miedo y la
cia? ¿Cuál es su sostenibilidad? esperanza. El equilibrio entre ambas es com-
La primera pregunta tiene una respues- plejo, pero sin una de ellas no sobreviviríamos.
ta plausible. En el caso del sur de Europa, la El miedo domina cuando las expectativas de
agresividad de la derecha (tanto de la nacional futuro son negativas (“esto es malo, pero el
Catorce cartas a las izquierdas497
futuro podría ser aún peor”); por su parte, la El movimiento pactista en el interior de las
esperanza domina cuando las expectativas fu- izquierdas es producto de un tiempo, el nues-
turas son positivas o cuando, por lo menos, el tro, de predominio absoluto del miedo sobre
inconformismo con la supuesta fatalidad de las la esperanza. ¿Significará esto que los gobier-
expectativas negativas es ampliamente com- nos salidos de los pactos serán víctimas de su
partido. Treinta años después del asalto global éxito? El éxito de los gobiernos pactados por
a los derechos de los trabajadores; de la pro- las izquierdas se traducirá en la atenuación del
moción de la desigualdad social y del egoísmo miedo y en la devolución de cierta esperanza
como máximas virtudes sociales; del saqueo a las clases populares, al mostrar, mediante
sin precedentes de los recursos naturales, de una gestión de gobierno pragmática e inteli-
la expulsión de poblaciones enteras de sus gente, que el derecho a tener derechos es una
territorios y de la destrucción ambiental que conquista civilizatoria irreversible. ¿Será que,
esto significa; de fomentar la guerra y el terro- cuando brille nuevamente la esperanza, las di-
rismo para crear Estados fallidos y tornar las vergencias volverán a la superficie y los pactos
sociedades indefensas ante el expolio; de la im- serán echados a la basura? Si ello ocurriese,
posición más o menos negociada de tratados sería fatal para las clases populares, que rápi-
de libre comercio totalmente controlados por damente regresarían al silenciado desaliento
los intereses de empresas multinacionales; de ante un fatalismo cruel, tan violento para las
la total supremacía del capital financiero so- grandes mayorías cuanto benévolo para las
bre el capital productivo y sobre la vida de las pequeñísimas minorías. Pero también sería
personas y las comunidades; después de todo fatal para las izquierdas en su conjunto, pues
esto, combinado con la defensa hipócrita de la quedaría demostrado durante algunas décadas
democracia liberal, es plausible concluir que que las izquierdas son buenas para corregir el
el neoliberalismo es una inmensa máquina de pasado, pero no para construir el futuro. Para
producción de expectativas negativas para que que tal cosa no suceda, deben llevarse a cabo
las clases populares no sepan las verdaderas dos tipos de medidas durante la vigencia de los
razones de su sufrimiento, se conformen con lo pactos. Dos medidas que no se imponen por la
poco que aún tienen y estén paralizadas por el urgencia del gobierno corriente y que, por eso,
miedo a perderlo. tienen que resultar de una voluntad política
498 Boaventura de Sousa Santos
bien determinada. Llamo a estas dos medidas recomendado) la coexistencia ambigua entre
Constitución y hegemonía. dos ideas (contradictorias) que aseguran la es-
tabilidad democrática: por un lado, la creencia
Constitución y hegemonía de los ciudadanos en su capacidad y compe-
La Constitución es el conjunto de reformas tencia para intervenir y participar activamente
constitucionales o infraconstitucionales que en la política; por otro, un ejercicio pasivo de
reestructuran el sistema político y las institu- esa competencia y de esa capacidad mediante
ciones con el fin de prepararlas para posibles la confianza en las elites gobernantes. En los
embates con la dictablanda y el proyecto de de- últimos tiempos, y como lo demuestran las pro-
mocracia de bajísima intensidad que esta con- testas que han sacudido muchos países desde
lleva. Dependiendo de los países, las reformas 2011, la confianza en las elites ha venido de-
serán diferentes, como diferentes serán los me- teriorándose sin que, sin embargo, el sistema
canismos utilizados. Si en algunos casos es po- político (por su diseño o por su práctica) per-
sible reformar la Constitución con base en los mita a los ciudadanos recuperar su capacidad y
Parlamentos, en otros será necesario convocar competencia para intervenir activamente en la
Asambleas Constituyentes originarias, dado vida política. Sistemas electorales asimétricos,
que los Parlamentos serían el mayor obstáculo partitocracia, corrupción, crisis financieras
para cualquier reforma constitucional. manipuladas: he aquí algunas de las razones
También puede suceder que, en un deter- de la doble crisis de representación (“no nos
minado contexto, la “reforma” más impor- representan”) y de participación (“no vale la
tante sea la defensa activa de la Constitución pena votar, todos son iguales y ninguno cum-
existente mediante una renovada pedagogía ple lo que promete”). Las reformas constitucio-
constitucional en todas las áreas de gobierno. nales obedecerán a un doble objetivo: hacer la
Pero habrá algo común a todas las reformas: democracia representativa más representativa
volver el sistema electoral más representativo y complementar la democracia representativa
y más transparente; fortalecer la democracia con la democracia participativa. Estas refor-
representativa con la democracia participati- mas darán como resultado que la formación
va. Los teóricos liberales más influyentes de la de la agenda política y el control del desem-
democracia representativa han reconocido (y peño de las políticas públicas dejarán de ser
Catorce cartas a las izquierdas499
participativa dentro de los propios partidos de de las emergencias hará su trabajo de formular
izquierda, como condición previa a su adop- y amplificar las tendencias, los “todavía no”,
ción en el sistema político nacional en articula- que apuntan a un futuro digno para las grandes
ción con la democracia representativa; pactos mayorías. Por eso es necesario que las izquier-
entre fuerzas de izquierda (no necesariamente das sepan tener miedo sin tener miedo del mie-
solo entre partidos) y nunca con fuerzas de de- do. Sepan sustraer semillas de esperanza a la
recha; pactos pragmáticos no clientelistas (no trituradora neoliberal y plantarlas en terrenos
se discuten personas o cargos, sino políticas fértiles donde cada vez más ciudadanos sien-
públicas y medidas de gobierno), ni de rendi- tan que pueden vivir bien, protegidos, tanto del
ción (articulando líneas rojas que no pueden infierno del caos inminente como del paraíso
ser cruzadas con la noción de prioridades o, de las sirenas del consumo obsesivo. Para que
como se decía antes, distinguiendo las luchas esto ocurra, la condición mínima es que las iz-
primarias de las secundarias); insistencia en la quierdas permanezcan firmes en las dos luchas
reforma constitucional para blindar los dere- fundamentales: la Constitución y la hegemonía.
chos sociales y tornar el sistema político más
transparente, más próximo y más dependien- Decimotercera carta
te de las decisiones ciudadanas, sin tener que a las izquierdas
esperar elecciones periódicas (refuerzo del re- Para leer en 2050: una reflexión sobre
ferendo), y, en el caso español, tratar democrá- la utopía o sobre la sociología
ticamente la cuestión de la plurinacionalidad. de las ausencias de las izquierdas
La máquina fatal del neoliberalismo con- Algún día, cuando se pueda caracterizar la
tinúa produciendo miedo a gran escala y, época en que vivimos, la principal sorpresa
siempre que falta materia prima, trunca la es- será que todo se vivió sin antes ni después, sus-
peranza que puede encontrar en los rincones tituyendo la causalidad por la simultaneidad,
más recónditos de la vida política y social de la historia por la noticia, la memoria por el si-
las clases populares, la tritura, la procesa y la lencio, el futuro por el pasado, el problema por
transforma en miedo. Las izquierdas son la are- la solución. Así, las atrocidades bien pudieron
na que puede atajar ese aparatoso engranaje a atribuirse a las víctimas; los agresores fueron
fin de abrir las brechas por donde la sociología condecorados por su valentía en la lucha contra
Catorce cartas a las izquierdas503
las agresiones; los ladrones fueron jueces; los austeridad; la hipocresía, derechos humanos;
grandes responsables políticos pudieron tener la guerra civil sin control, intervención huma-
una cualidad moral minúscula en comparación nitaria; la guerra civil mitigada, democracia. La
con la magnitud de las consecuencias de sus propia guerra pasó a llamarse paz para poder
decisiones. Fue una época de excesos vividos ser infinita. También el Guernica pasó a ser
como carencias; la velocidad fue siempre me- un mero cuadro de Picasso para no estorbar el
nor de lo que debía ser; la destrucción siempre futuro del eterno presente. Fue una época que
justificada por la urgencia de construir. El oro comenzó con una catástrofe, pero que pronto
fue la base de todo, pero estaba asentado en logró convertir catástrofes en entretenimiento.
una nube. Todos fueron emprendedores hasta Cuando una gran catástrofe sobrevenía, pare-
demostrar lo contrario, pero la prueba de lo cía ser solo una nueva serie.
contrario fue prohibida por las pruebas a fa- Todas las épocas viven con tensiones, pero
vor. Hubo inadaptados, aunque la inadaptación esta pasó a funcionar en permanente desequili-
apenas se distinguía de la adaptación: tantos brio, tanto en el ámbito colectivo como en el in-
eran los campos de concentración de la hete- dividual. Las virtudes fueron cultivadas como
rodoxia dispersos por la ciudad, por los bares, vicios y los vicios como virtudes. El enalteci-
por las discotecas, por la droga, por Facebook. miento de las virtudes o de la cualidad moral
La opinión pública pasó a ser igual a la priva- de alguien dejó de residir en cualquier criterio
da de quien tenía poder para publicitarla. El in- de mérito propio para convertirse en el simple
sulto se convirtió en el medio más eficaz del ig- reflejo del envilecimiento, de la degradación o
norante para ser intelectualmente igual al sabio. negación de las cualidades o virtudes ajenas.
Se desarrolló el modo a través del cual los Se creía que la oscuridad iluminaba la luz, y no
envases inventaron sus propios productos y de al revés.
no haber productos fuera de ellos. Por eso, los Operaban tres poderes al mismo tiempo,
paisajes se convirtieron en paquetes turísticos ninguno democrático: el capitalismo, el colo-
y las fuentes y manantiales tomaron la forma nialismo y el patriarcado, servidos por varios
de botella. Cambió el nombre de las cosas para subpoderes, religiosos, mediáticos, generacio-
que estas se olvidaran de lo que eran. La des- nales, étnico-culturales, regionales. Curiosa-
igualdad pasó a llamarse mérito; la miseria, mente, no siendo ninguno democrático, eran
504 Boaventura de Sousa Santos
atrasado, ignorante, prejuicioso, inútil, loco; todas coincidían en ser lo que más decían no
en cualquier caso, descartable. Era la gran ser: mercado de emociones. Las religiones eran
mayoría, pero una insidiosa ilusión óptica la mercados y los mercados eran religiones.
tornaba invisible. Fue tan grande el miedo de Es extraño que una época que comenzó solo
la esperanza que la esperanza acabó por tener teniendo futuro (todas las catástrofes y atroci-
miedo de sí misma y entregó a sus adeptos a dades anteriores eran la prueba de la posibili-
la confusión. dad de un nuevo futuro sin catástrofes ni atro-
Con el tiempo, el pueblo se transformó en cidades) haya terminado solo teniendo pasado.
el mayor problema, por el simple hecho de ha- Cuando comenzó a ser excesivamente doloro-
ber tanta gente de más. La gran cuestión pasó so pensar el futuro, el único tiempo disponible
a ser qué hacer con tanta gente que en nada fue el pasado. Como ningún gran acontecimien-
contribuía al bienestar de quienes lo merecían. to histórico nunca fue previsto, también esta
La racionalidad se tomó tan en serio que se época terminó cogiendo a todos por sorpresa.
preparó meticulosamente una solución final A pesar de ser generalmente aceptado que el
para los que producían menos, por ejemplo, los bien común no podía dejar de asentarse en el
viejos. Para no violar los códigos ambientales, lujoso bienestar de pocos y el miserable males-
cuando no fuese posible eliminarlos, fueron tar de las grandes mayorías, había quien no es-
biodegradados. El éxito de esta solución hizo taba de acuerdo con tal normalidad y se rebeló.
que después fuese aplicada a otras poblaciones Los inconformes se dividían en procurar tres
descartables, como inmigrantes, jóvenes de las estrategias: mejorar lo que había, romper con
periferias, tóxicodependientes, etcétera. lo que había, no depender de lo que había.
La simultaneidad de los dioses con los hu- Visto hoy, a tanta distancia, era obvio que las
manos fue una de las conquistas más fáciles de tres estrategias debían ser utilizadas articula-
la época. Bastó para ello con comercializarlos damente, a modo de división de tareas en cual-
y venderlos en los tres mercados celestiales quier trabajo complejo, una especie de división
existentes: el del futuro más allá de la muerte, del trabajo del inconformismo y de la rebel-
el de la caridad y el de la guerra. Surgieron mu- día. Pero en esa época no fue posible porque
chas religiones, cada una parecida con los de- los rebeldes no veían que, siendo producto de
fectos atribuidos a las religiones rivales, pero la sociedad contra la cual luchaban, tendrían
506 Boaventura de Sousa Santos
que comenzar por rebelarse contra sí mismos, de acumulación hace más evidente que nun-
transformándose primero ellos antes de querer ca que la acumulación primitiva violenta e
transformar la sociedad. Su ceguera los hizo di- ilegal es parte constitutiva de su dinamismo.
vidirse sobre lo que debía unir, y unirse respec- En consecuencia, la articulación que siem-
to a lo que los debía dividir. Por eso ocurrió lo pre existió entre capitalismo, colonialismo
que ocurrió. Y cuán terrible fue está bien inscri- (racismo, colonialismo interno, etcétera) y
to en el modo en que vamos intentando curar patriarcado (sexismo, violencia sexual, etcé-
las heridas de la carne y del espíritu al mismo tera) es hoy particularmente insidiosa. Este
tiempo que reinventamos una y otro. régimen de acumulación choca de manera
¿Por qué persistimos, después de todo? Por- frontal con la democracia, incluso con la de-
que estamos reaprendiendo a alimentarnos de mocracia de baja intensidad característica
la hierba dañina que la época pasada intentó de las sociedades capitalistas, colonialistas
erradicar más radicalmente, recurriendo para y patriarcales. De ahí el fortalecimiento de
eso a los más potentes y destructivos herbici- pulsiones fascistas.
das mentales: la utopía. Debemos distinguir dos tipos de fascismo: el
social y el político. El fascismo social se pro-
Decimocuarta carta duce en el ámbito de las relaciones sociales
a las izquierdas cuando la parte más fuerte tiene un poder
Manifiesto incompleto tan superior al de la parte más débil que le
1. En su proceso de refundación, las izquier- permite disponer de un derecho no oficial
das deben partir de una lectura rigurosa de veto sobre sus deseos, necesidades o as-
del tiempo presente. Se está consolidando piraciones de vida digna. Este derecho des-
globalmente un régimen de acumulación pótico de veto hace que la parte más débil
capitalista basado en la financiarización del no pueda, de manera realista, invocar efi-
capital, la concentración de la riqueza, la cazmente ninguna protección jurídica para
explotación intensiva de los recursos natu- luchar contra la opresión. La mujer víctima
rales, la reducción o eliminación de los dere- de violencia doméstica, el trabajador sujeto
chos sociales, cualquiera que sea el grado de a condiciones análogas al trabajo esclavo,
inclusión social que permitan. Este régimen el joven afrobrasileño de las periferias de
Catorce cartas a las izquierdas507
las grandes ciudades, viven muchas veces propuesta fascista cuando se sienten amena-
en situación de fascismo social. Vivimos en zadas en su nivel de vida por grupos socia-
sociedades que son políticamente democrá- les situados por debajo de ellas, sobre todo
ticas y socialmente fascistas. Cuanto más se si estos son extranjeros o de piel oscura o
restrinjan los derechos sociales y económi- más oscura. Hasta ahora, la memoria social
cos, y cuanto menos eficaz sea la acción ju- de las atrocidades cometidas en las guerras
dicial contra las violaciones de los derechos europeas del siglo XX y en las dictaduras la-
existentes, mayor es el campo del fascismo tinoamericanas de la segunda mitad del mis-
social. mo siglo ha mantenido el fascismo político
El fascismo político es un régimen político fuera de la agenda política. Mientras tanto,
dictatorial nacionalista, racista, sexista, xe- la convivencia de la democracia política con
nófobo. En determinadas circunstancias, el fascismo social ha hecho dispensable el
puede ser la solución preferida por las cla- recurso al fascismo político. Resulta, sin
ses dominantes cuando la práctica demo- embargo, perturbador que, en su condición
crática afecta significativamente a sus inte- de movimiento opositor, el fascismo político
reses. En sociedades de matriz colonial, el haya estado ganando peso tanto en Europa
fascismo político puede ser una tentación como en las Américas y en la India. En Eu-
cuando la senzala se aproxima demasiado ropa tiene mucho que ver con el racismo, la
a la Casa Grande.2 Las clases trabajado- inmigración de refugiados y la xenofobia. En
ras también pueden ser seducidas por la América Latina puede ser el reverso del fra-
caso de las políticas de izquierda de la última
década, junto con los siempre presentes ra-
2 Casa-Grande e Senzala (1933), traducido al caste-
cismo, colonialismo interno y sexismo. Una
llano como Los maestros y los esclavos, es una obra del
antropólogo Gilberto Freyre que trata sobre la forma- vez frustradas las expectativas de movilidad
ción de la moderna sociedad brasileña bajo el régimen social ascendente entre las clases populares
del monocultivo colonial de la caña de azúcar. La Casa por los gobiernos democráticos de izquier-
Grande alude al lugar donde vivían los señores explo- da, la frustración puede plasmarse en una
tadores de las personas esclavizadas que cultivaban el
opción política por el fascismo, sobre todo
azúcar, y la senzala se refiere a las habitaciones de los
negros esclavizados (nota del traductor). si la frustración es vivida muy intensamente,
508 Boaventura de Sousa Santos
si es incitada por los medios de comunica- de izquierda (en general, de orientación so-
ción reaccionarios y si hay a mano chivos cialdemócrata o de centro izquierda) rea-
expiatorios, sean extranjeros o estratos so- lizar alianzas con fuerzas de derecha que
ciales históricamente víctimas del racismo con otras fuerzas de izquierda. Pero las di-
y del sexismo. El crecimiento de los movi- ficultades para concretar articulaciones de
mientos fascistas resulta útil a los gobiernos izquierda no son, en general, responsabili-
de derecha reaccionaria en la medida en dad exclusiva de un sector de la izquierda.
que les permite legitimar más autoritarismo Lamentablemente, el sectarismo está gene-
y más recortes en los derechos sociales y rosamente distribuido. En este contexto, las
económicos, más criminalización de la pro- siguientes tesis hablan de izquierda en sin-
testa social en nombre de la defensa de la gular para designar el campo de consensos
democracia. prácticos que deben subyacer a las alianzas
2. La izquierda continuará siendo ciertamen- entre las izquierdas.
te una pluralidad de izquierdas, pero la 3. La refundación de la izquierda exige una
pluralidad debe aprender a superar la frag- refundación de la política concebida como
mentación y articularse en el respeto de la teoría y como práctica del ejercicio y de la
diferencia, maximizando convergencias transformación del poder en su sentido más
y minimizando divergencias. El fortaleci- amplio. El poder es siempre expresión de
miento del fascismo social con fachada po- relaciones desiguales que permiten a quien
lítica democrática va a exigir un esfuerzo lo tiene representar el mundo como suyo
adicional en la búsqueda de consensos que y transformarlo de acuerdo con sus nece-
permitan un nuevo tipo de frente democrá- sidades, intereses y aspiraciones, sea ese
tico, pero con el mismo vasto alcance de los mundo la familia, la empresa, la comunidad,
frentes populares en la Europa de los años la escuela, el mercado, la ciudadanía o el
1930 ante la amenaza del fascismo como ré- globo terrestre. El poder solo es democrá-
gimen político (y no “solamente” en cuanto tico cuando es ejercido para ampliar y pro-
régimen social, como ocurre actualmente). fundizar la democracia. En su sentido más
Es trágico que, en tiempos recientes, haya amplio, la democracia es todo proceso de
sido más fácil para las fuerzas importantes transformación de relaciones desiguales de
Catorce cartas a las izquierdas509
electoral, etcétera). Presupone que la ciuda- 10. Dado que la democracia representativa está
danía pueda organizarse de otras formas que mucho más consolidada que la democracia
no sean los partidos para intervenir activa- participativa, la articulación entre ambas
mente en la política, mediante elecciones o debe tener siempre presente ese desequili-
referendos. Presupone también que los par- brio. Lo peor que le puede ocurrir a la de-
tidos políticos de izquierda existentes sean mocracia participativa es tener todos los
refundados a fin de que ellos mismos estén defectos de la democracia representativa y
internamente organizados mediante articu- ninguna de sus virtudes.
laciones entre democracia representativa y 11. La reforma política no vale por sí misma. Su
democracia participativa (asambleas y/o cír- objetivo es facilitar la revolución democrá-
culos de ciudadanas y ciudadanos simpati- tica en las relaciones económicas, sociales,
zantes). Esta última refundación debe tener culturales e internacionales. A su vez, esa
un papel central en tres áreas: definición de la revolución tiene el propósito de disminuir
agenda política, selección de candidatos a los de forma gradual y sostenible las relaciones
órganos de la democracia representativa; y de poder desigual y las consecuentes in-
vigilancia sobre el cumplimiento de los térmi- justicias provocadas por las tres formas de
nos de los mandatos. Los nuevos partidos ten- dominación moderna: capitalismo, colonia-
drán la forma de partido-movimiento y sabrán lismo y patriarcado. Estas tres formas de do-
asumir el hecho de no detentar el monopolio minación operan articuladamente. Tanto el
de la representación política. No hay ciudada- colonialismo como el patriarcado existieron
nos despolitizados: hay ciudadanos que no se mucho antes que el capitalismo moderno,
dejan politizar por las formas dominantes de pero fueron profundamente reconfigurados
politización, sean partidos o movimientos de por este para servir a los objetivos de ex-
la sociedad civil organizada. La gran mayoría pansión del capitalismo. El patriarcado fue
de ciudadanos no tiene condiciones o interés reconfigurado para desvalorizar el trabajo de
en adherirse a partidos o participar en movi- las mujeres en la familia y en la reconstitución
mientos. Pero, cuando van a la calle, las úni- de la fuerza de trabajo: pese a ser un trabajo
cas sorprendidas son las elites políticas que eminentemente productivo porque produce la
perdieron el contacto con “las bases”. propia vida, fue falsamente concebido como
512 Boaventura de Sousa Santos
trabajo reproductivo. Esta desvalorización discriminación racial o sexual son tan rápida-
abrió el camino a la desvalorización del tra- mente revertidas si es necesario.
bajo asalariado de las mujeres. El patriarcado 12. El drama de las luchas contra la dominación
continúa vigente a pesar de todas las luchas y de la época moderna fue haberse centrado
conquistas de los movimientos feministas y de en una de las formas de dominación, descui-
mujeres. Por su parte, el colonialismo, asenta- dando o directamente negando la existencia
do en la inferioridad natural de ciertos grupos de las otras. Así, la izquierda política ha sido
humanos, fue crucial para justificar el pillaje en su mejor momento anticapitalista, pero
y la desposesión, el genocidio y la esclavitud, casi siempre racista y sexista. No podemos
en los que se fundó la llamada acumulación olvidar que la socialdemocracia europea,
primitiva. Ocurre que esas formas de acumu- que permitió regular el capitalismo y crear
lación capitalista particularmente violenta, le- sociedades más justas a través de la univer-
jos de corresponder a una fase de desarrollo salización de los derechos sociales y econó-
capitalista, son un componente constitutivo micos, fue posible por la explotación violen-
de este. Por eso, el fin del colonialismo his- ta de las colonias europeas y, más tarde, por
tórico no significó el fin del colonialismo en la subordinación neocolonialista del mundo
cuanto forma de sociabilidad y continúa vi- no europeo. La fragilidad y la reversibilidad
gente hoy en las formas de colonialismo inter- de las conquistas sociales residen en que
no, discriminación racial, violencia policial, las formas de dominación negadas minan
trabajo esclavo, etcétera. El patriarcado y el por dentro las conquistas contra la domina-
colonialismo son los factores que alimentan ción reconocida. Así, una lucha de izquierda
y reproducen el fascismo social en las socie- orientada a dar un rostro más humano al ca-
dades que el capitalismo ve de modo intere- pitalismo, pero que desprecie la existencia
sado como políticamente democráticas. En de racismo, de colonialismo y de sexismo,
las condiciones actuales, bajo dominio de la puede no solo causar inmenso sufrimiento
forma más antisocial del capitalismo (el capi- humano, sino acabar fortaleciendo el capi-
talismo financiero), la dominación capitalista talismo que pretendió controlar y dejarse
exige más que nunca la dominación colonia- derrotar sin gloria por él.
lista y sexista. Por eso las conquistas contra la
Catorce cartas a las izquierdas513
Esto explica en parte que los gobiernos pro- antisexista, bajo pena de no merecer ningu-
gresistas de América Latina de la última dé- no de estos atributos.
cada hayan minimizado tan fácilmente los 14. Obviamente, las diferentes luchas sociales
“daños colaterales” de la explotación des- no pueden pelear contra todas las diferentes
enfrenada de los recursos naturales provo- formas de dominación de la misma manera,
cada por el consenso de las commodities, y ni al mismo tiempo. El hecho de que las tres
aparentemente ni se hayan dado cuenta de formas de dominación no puedan, en gene-
que el neoextractivismo representa la con- ral, reproducirse aisladamente unas de las
tinuidad más directa con el colonialismo otras no significa que en determinados con-
histórico contra el cual siempre se manifes- textos la lucha contra una de ellas esté más
taron. Tales daños supusieron la expulsión próxima o sea más urgente. Lo importante
de campesinos e indígenas de sus tierras y es que, por ejemplo, al llevar a cabo una lu-
territorios ancestrales, el asesinato de líde- cha contra el colonialismo se tenga presen-
res sociales por sicarios al mando de empre- te, en las banderas y articulaciones de lucha,
sarios sin escrúpulos en un contexto de total que la dominación colonialista no existe sin
impunidad, la expansión de la frontera agrí- la dominación capitalista y sexista.
cola al margen de toda responsabilidad am-
15. La izquierda del futuro tiene que ser intercul-
biental, el envenenamiento de poblaciones
tural y organizarse con base en la prioridad de
del campo sujetas a la pulverización aérea
la articulación de las luchas contra las dife-
de herbicidas y pesticidas, algunos de ellos
rentes formas de dominación como condición
prohibidos internacionalmente. Todo esto
necesaria de eficacia de tales luchas. Como
aparentemente mereció la pena solo porque
las diferentes tradiciones de lucha crearon
el alma de la izquierda era bien pequeña.3
culturas oposicionales específicas (historias
13. La política de izquierda debe ser conjun- fundadoras, narrativas y lenguajes propios,
tamente anticapitalista, anticolonialista y banderas específicas de lucha aglutinadora),
la articulación entre luchas/movimientos/or-
3 El autor realiza una parodia de un verso de Fernan- ganizaciones incluirá en mayor o menor me-
do Pessoa en el poema “Mar portugués”: “Todo vale la dida algún trabajo de traducción intercultural.
pena si el alma no es pequeña” (nota del traductor).
514 Boaventura de Sousa Santos
socialmente fascistas, idea que se desarrollará debates principales. En la primera mitad del
a continuación. Hasta qué punto el fascismo se siglo, el debate se centró en torno a la deseabi-
mantiene como régimen social y no pasa a ser lidad de la democracia (Weber, 1919; Schmitt,
fascismo político es una cuestión abierta. De 1926; Kelsen, 1929; Michels, 1949; Schumpeter,
ahí la pregunta: ¿hacia dónde va la democra- 1942).1 Si, por un lado, este debate se resolvió
cia? Veamos con más detalle los caminos teóri- en favor de la deseabilidad de la democracia
cos que nos trajeron hasta aquí. como forma de gobierno, por otro lado, la pro-
Cuando a finales de la década del noventa puesta que se hizo hegemónica al final de las
le preguntaron a Amartya Sen cuál había sido dos guerras mundiales implicó una restricción
el acontecimiento más importante del siglo XX, de las formas de participación y soberanía, en
este respondió sin vacilación: la emergencia favor de un consenso en torno al procedimien-
de la democracia (1999: 3). Con una visión to electoral para la formación de gobiernos
más pesimista del siglo XX, también Immanuel (Schumpeter, 1942). Esa fue la forma hegemó-
Wallerstein se preguntaba a principios de la nica de práctica de la democracia en la segun-
década pasada cómo la democracia había pa- da posguerra, en particular en los países que se
sado de ser una aspiración revolucionaria en el volvieron democráticos tras la segunda ola de
siglo XIX a un eslogan adoptado universalmente democratización.2
pero vacío de contenido en el siglo XX (2001: 1).
Estas dos posiciones, a pesar de ser muy diver-
gentes, convergen en la constatación de que 1 Este debate se inició en el siglo XIX, pues hasta
entonces y por muchos siglos la democracia había sido
la democracia asumió un lugar central en el
considerada consensualmente peligrosa y, por eso, in-
campo político durante el siglo XX. Si seguirá deseada. Su peligro consistía en atribuir el poder de go-
ocupando ese lugar en este siglo o no es un in- bernar a quien estaría en peores condiciones para ha-
terrogante abierto. cerlo: la gran masa de la población, iletrada, ignorante,
El siglo XX fue efectivamente un siglo de y social y políticamente inferior (MacPherson, 1966).
intensa disputa en torno a la cuestión demo- 2 La idea de las olas de democratización se debe a
crática. Esta disputa, desarrollada al final de Samuel Huntington (1991). La primera ola habría ocu-
rrido entre las primeras décadas del siglo XIX y del
cada una de las guerras mundiales y a lo lar-
siglo XX; la segunda ola, entre mediados de la década
go del período de la guerra fría, involucró dos del cuarenta y mediados de la década del sesenta con
Concepciones hegemónicas y contrahegemónicas de democracia 517
Un segundo debate permeó la discusión so- urbanos; y el nivel de ruptura provocado por el
bre la democracia en la segunda posguerra: campesinado a lo largo del proceso de moder-
aquel sobre las condiciones estructurales de nización (Moore, 1966). El objetivo de Moore
la democracia (Moore, 1966; O’Donnell, 1973; era explicar por qué la mayoría de los países
Przeworski, 1985), que fue también un deba- no eran democráticos ni podían pasar a serlo
te sobre la compatibilidad o incompatibilidad salvo que cambiaran las condiciones que pre-
entre la democracia y el capitalismo (Wood, valecían en ellos.
1996).3 Barrington Moore inauguró este debate Este debate sobre los requisitos estructura-
en los años sesenta a través de la presentación les de la democracia se articulaba con el de-
de una tipología que permitía identificar a los bate sobre las virtualidades redistributivas de
países con o sin propensión democrática. Para la democracia. Este último partía del supuesto
Moore, un conjunto de condiciones estructu- de que, en la medida en que ciertos países ga-
rales explicaría el hecho de que relativamente naban la batalla por la democracia, estos pa-
pocos países tuvieran regímenes democráticos saban a gozar de cierta propensión distributiva
al inicio de la segunda mitad del siglo XX: el caracterizada por la llegada de la socialdemo-
papel del Estado en el proceso de moderniza- cracia al poder (Przeworski, 1985). Habría, por
ción y su relación con las clases agrarias; la re- lo tanto, una tensión entre capitalismo y demo-
lación entre los sectores agrarios y los sectores cracia, tensión que, una vez resuelta a favor de
la democracia, pondría límites a la propiedad e
implicaría ganancias distributivas para los sec-
el fin del nazismo y la independencia de las colonias
tores sociales desfavorecidos. Los marxistas,
europeas; y la tercera ola, entre mediados de la década
del setenta y mediados de la década del noventa, con por su parte, entendían que esa solución exigía
las transiciones democráticas en el sur de Europa, en una refundación de la democracia, ya que en
América Latina y en Europa del Este. las sociedades capitalistas no era posible de-
3 Este debate, como casi todos los demás sobre la mocratizar la relación fundamental en la que
democracia, había sido anticipado por Rousseau (1989 se asentaba la producción material: la relación
[1762]), cuando afirmaba en el Contrato Social que solo entre el capital y el trabajo. De ahí que, en el
podría ser democrática la sociedad donde no hubiera
marco de este debate, se discutiesen modelos
nadie tan pobre que tuviera necesidad de venderse ni
nadie tan rico que pudiera comprar a alguien. de democracia alternativos al modelo liberal: la
518 Boaventura de Sousa Santos
democracia participativa, la democracia popu- Bienestar y con los recortes de las políticas so-
lar en los países de Europa del Este, la demo- ciales a partir de la década del ochenta, tam-
cracia desarrollista de los países recién llega- bién parecieron refutados los análisis de au-
dos a la independencia. tores como Przeworski acerca de los efectos
distributivos irreversibles de la democracia. Se
Las concepciones hegemónicas reabre, así, la discusión sobre el significado es-
de democracia tructural de la democracia, en particular para
La discusión democrática de la última déca- los llamados países en desarrollo, u hoy llama-
da del siglo XX cambió los términos del deba- dos países del Sur Global.
te democrático de la posguerra. La extensión A medida que el debate sobre el significado
del modelo hegemónico, liberal, hacia el sur estructural de la democracia cambió sus tér-
de Europa aún en los años setenta y posterior- minos, surgió otra cuestión: el problema de la
mente hacia América Latina y Europa del Este forma de la democracia y de su variación. Este
(O’Donnell, Schmitter & Whitehead, 1986) pa- tema recibió su respuesta más influyente en la
reció desactualizar los análisis de Moore y de solución elitista propuesta por Joseph Schum-
Przeworski. Estos análisis parecían obsoletos peter, según la cual el problema de la construc-
con sus discusiones sobre los impedimentos ción democrática en general debería derivarse
estructurales de la democracia, en la medida de los problemas enfrentados en la construc-
en que pasamos a tener varias decenas de paí- ción de la democracia en Europa en el perío-
ses en proceso de democratización, países con do de entreguerras. A partir de esa respuesta
enormes variaciones en el papel del campesi- se funda lo que podríamos llamar la concep-
nado y en sus respectivos procesos de urba- ción hegemónica de la democracia. Los prin-
nización. Amartya Sen es uno de los que cele- cipales elementos de esa concepción serían
bra la pérdida de credibilidad de la idea de las la tan mentada contradicción entre moviliza-
condiciones estructurales cuando afirma que la ción e institucionalización (Huntington, 1969;
cuestión no es si un país dado está preparado Germani, 1971); la valoración positiva de la apa-
para la democracia, sino que cualquier país se tía política (Downs, 1956), una idea muy desta-
prepara a través de la democracia (Sen, 1999: cada por Schumpeter, para quien el ciudadano
4). Por otro lado, con el declive del Estado de común no tenía capacidad o interés político
Concepciones hegemónicas y contrahegemónicas de democracia 519
sino para elegir a los líderes a quienes corres- participación, sobre todo en vista del dramáti-
pondería tomar las decisiones (1942: 269); co aumento del abstencionismo: “para qué par-
la concentración del debate democrático en ticipar si cualquiera sea mi voto, este no cam-
la cuestión de los diseños electorales de las bia nada”; y la de la representación, el hecho de
democracias (Lijphart, 1984); el tratamien- que los ciudadanos se consideren cada vez me-
to del pluralismo como forma de incorpora- nos representados por aquellos que eligieron:
ción partidaria y de disputa entre las élites “después de elegidos, los legisladores no sirven
(Dahl, 1956; 1971) y la solución minimalista a los intereses de quienes los eligieron sobre la
al problema de la participación a través de la base de los programas que presentaron al elec-
discusión de las escalas y de la complejidad torado, sino que sirven su interés personal o el
(Bobbio, 1986; Dahl, 1991). Todos esos elemen- de los grupos sociales o económicos podero-
tos, que podrían ser señalados como constitu- sos”. Las “patologías” eran a fin de cuentas el
yentes de una concepción hegemónica de la resultado esperado por las teorías democráti-
democracia, no pudieron enfrentar adecuada- cas liberales elitistas que dominaron el debate
mente el problema de la calidad de la demo- a lo largo del siglo XX, ya que desalentaban la
cracia que volvió a la superficie con la llamada movilización social en favor de la ampliación y
“tercera ola de democratización”. Cuanto más profundización de los procesos democráticos.
se insistía en la fórmula clásica de la democra-
cia liberal, de baja intensidad, menos se logra- Las concepciones contrahegemónicas
ba explicar la paradoja de que la extensión de de democracia
la democracia había traído consigo una enor- En los márgenes del discurso dominante so-
me degradación de las prácticas democráticas. bre la democracia estuvieron siempre presen-
Por otra parte, la expansión global de la demo- tes, a lo largo del siglo XX, concepciones con-
cracia liberal coincidió con una grave crisis de trahegemónicas de democracia. La diversidad
este sistema político en los países centrales, de estas concepciones es enorme pero, en ge-
que es donde más se había consolidado, lo cual neral, los “parecidos de familia” que existen en-
fue agravado por el movimiento de Mayo del tre ellas son las siguientes: la indeterminación
68. En términos de teoría democrática, la cri- de los resultados en los procesos democráticos
sis se asentaba en una doble patología: la de la es el mejor antídoto contra el totalitarismo;
520 Boaventura de Sousa Santos
los límites de la representación política son par- reduce al procedimentalismo, a las igualdades
ticularmente visibles en sociedades socialmente formales ni a los derechos cívicos y políticos,
muy desiguales y culturalmente muy diversas; si pues a través de ellos nunca fue posible exten-
bien la representación resuelve bien los proble- der las potencialidades distributivas tanto sim-
mas de escala, resuelve muy mal el de la rendi- bólicas como materiales de la democracia a las
ción de cuentas y el de las identidades colectivas: clases populares que más podrían beneficiarse
así, para ciertos grupos sociales (por ejemplo, de ellas: de ahí la necesidad de concebir la de-
pueblos indígenas o poblaciones afrodescen- mocracia como una nueva gramática social que
dientes), la inclusión democrática presupone rompa con el autoritarismo, el patrimonialismo,
el cuestionamiento de la identidad que les fue el monolitismo cultural, el no reconocimiento
asignada externamente por un Estado colonial o de la diferencia. Tal gramática social implica
por un Estado autoritario y discriminatorio. Los una enorme inversión en los derechos económi-
límites de la representación solo son superables cos, sociales y culturales.
en la medida en que la democracia representa- Alguna vez he formulado, en términos de
tiva se articula con la democracia participativa; derechos humanos, el meta-derecho que sub-
los movimientos sociales, por la intensidad que yace a una concepción contrahegemónica de
prestan a reivindicaciones específicas, han sido democracia: tenemos el derecho a ser iguales
fundamentales para renovar la agenda política cuando la diferencia nos inferioriza; tenemos
y, de este modo, ampliar significativamente el el derecho a ser diferentes cuando la igual-
campo de lo político,4 por lo que los partidos dad nos descaracteriza.6 En las sociedades
políticos y los movimientos sociales deben en- contemporáneas estructuradas por los tres
contrar formas de articulación respetando sus grandes tipos de dominación moderna, capi-
respectivas autonomías;5 la democracia no se talismo, colonialismo y patriarcado, la demo-
cracia contrahegemónica tiene que tener una
intencionalidad anticapitalista, anticolonia-
4 Ver Álvarez, Dagnino y Escobar, 1998; Jelin y
lista y antipatriarcal.
Herschberg, 1996; Avritzer, 2002.
5 La experiencia del Foro Social Mundial ha dado un
impulso muy específico a la valorización del papel polí-
tico de los movimientos sociales. Ver Santos (2005). 6 Ver Santos, 1997: 30.
Concepciones hegemónicas y contrahegemónicas de democracia 521
ha ido constituyendo en el pasado hegemóni- acabó por colisionar con los principios de la
co de los últimos cinco siglos. interculturalidad y de la plurinacionalidad, y
Entre las experiencias-aprendizajes está, por prevalecer sobre ellos.
obviamente, el vasto experimentalismo demo- Sin embargo, en muchos de los países es-
crático al que ya me referí. Este proyecto ter- tudiados la propia democracia representativa
minó a finales de 2016 en un momento en que sufrió un enorme desgaste. Esto se debió a
era evidente la frustración por las expectati- una conjunción de factores que convergieron
vas elevadas que ese experimentalismo había en la transformación de la democracia liberal
generado. La esperanza de la nación arco iris en una democracia neoliberal, proceso su-
soñada por Nelson Mandela ha sido traiciona- brepticio que tuvo lugar sin ninguna suspen-
da por las continuidades evidentes del antiguo sión o revisión de las constituciones vigentes.
régimen, tanto en el ámbito económico como Esta transformación se produjo a través de
en el cultural —una situación que algunos de dos procesos convergentes. Por un lado, la
los investigadores que participaron en este prevalencia creciente del capitalismo finan-
proyecto llaman neo-apartheid—. La demo- ciero global corroyó la soberanía estatal al
cracia participativa perdió mucho de su im- punto de transformar Estados soberanos en
pulso contrahegemónico inicial, y en muchas presas fáciles de especuladores financieros
situaciones fue instrumentalizada, cooptada, y de sus guardias avanzadas, las agencias de
se dejó burocratizar y no se renovó, ni en tér- calificación crediticia y el Fondo Monetario
minos sociales ni en términos generacionales. Internacional. La concentración de riqueza y
En el peor de los casos, logró tener todos los la degradación de los derechos económicos y
defectos de la democracia representativa y sociales están haciendo que el círculo de la re-
ninguna de sus virtudes. Por su parte, las altas ciprocidad ciudadana se estreche, y cada vez
expectativas suscitadas por los procesos boli- más ciudadanos pasen a vivir dependiendo de
viano y ecuatoriano también han sido parcial- grupos sociales poderosos que tienen derecho
mente frustradas, sobre todo en el Ecuador, de veto sobre sus modos y expectativas de
teniendo en cuenta que el modelo de desarro- vida, sean ellos filántropos, narcotraficantes,
llo económico adoptado, centrado en la ex- latifundistas industriales, empresas de mega-
plotación intensiva de los recursos naturales, proyectos o de minería. Esto es lo que llamo
524 Boaventura de Sousa Santos
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Parte V
Educación para otro mundo posible
Presentación
Nilma Lino Gomes
emancipatoria en el siglo XXI forma parte de nos alerta sobre el hecho de que la situación se
su comprensión de que cualquier proyecto de presenta para todos los continentes, indepen-
educación sintonizado con las luchas contra- dientemente de los motivos, argumentos o so-
hegemónicas es en sí mismo emancipatorio y luciones propuestas. Se trata de una crisis pa-
conflictivo. radigmática atravesada por la universidad y los
“La universidad en la encrucijada”7 tiene desafíos que le presenta el siglo XXI, en el cual
como eje central las reflexiones provenien- los problemas modernos enfrentados por la
tes del período de evaluación del proceso de universidad carecen de soluciones modernas.
Bolonia, originado por la Declaración de Bo- Las nuevas dinámicas sociales, políticas y
lonia, firmada por los ministros de educación económicas han interpelado a la universidad.
de la Unión Europea, en 1999, con el objetivo Sin embargo, las respuestas han sido simples y
de reformar la enseñanza superior en Europa magras, frente a la robustez de los problemas
y crear el Espacio Europeo de Educación Su- planteados. Al responder de forma simple, la
perior (EEES). Para Boaventura, no existe un universidad se convierte en uno de los proble-
consenso sobre las intenciones y los resultados mas sociales que ella busca resolver. Las res-
de Bolonia. Pasadas dos décadas desde el ini- puestas simples dan por cierto el futuro de la
cio de este proceso, las universidades apenas universidad y por eso las reformas que ellas
daban respuestas simples a las preguntas com- proponen no consiguen superar la perplejidad
plejas que les planteaban las dinámicas socia- causada por las preguntas complejas que la
les, científicas e institucionales. Lo más grave realidad exige. En realidad, ellas asumen que la
es que las más simples son las no respuestas, perplejidad no tiene sentido.
los silencios, dando por cierto el nuevo sentido Boaventura propone doce preguntas com-
común sobre la misión de la universidad. plejas con el objetivo de transformar la perple-
Al discutir los desafíos enfrentados por la jidad en energía positiva, profundizar y reorien-
universidad europea, Boaventura va más allá y tar el movimiento de reforma de la universidad.
No obstante, tanto las preguntas como la po-
7 Santos, B. de S. 2017 Justicia entre Saberes: Epis-
sibilidad de respuestas indican que no existe
temologías del sur contra el Epistemicidio (Madrid: una única visión ni previsión de consenso. La
Morata) pp. 289-300. conflictividad está allí también instalada.
Presentación537
La idea de la repetición es lo que permite al consumado no le interesa otra cosa que la re-
presente propagarse al pasado y al futuro, cani- petición del presente. De ahí la teoría del fin
balizándolos. ¿Estamos frente a una situación de la historia.
nueva? Hasta ahora, la burguesía no ha podi- Pero, ¿será así? ¿Estará la victoria de la
do elaborar una teoría de la historia exclusiva- burguesía internacional consumada? ¿Será el
mente según sus intereses. Se envuelve siem- presente capaz de repetirse por siempre? La
pre en lucha con fuertes adversarios, primero verdad es que la repetición del presente es
con las clases dominantes del antiguo régimen la repetición del hambre y de la miseria para
y después con las clases trabajadoras. El resul- una parte cada vez más importante de la hu-
tado de la lucha se ubicaba siempre en el fu- manidad, es la repetición de nuevos fascismos
turo, el cual, por esa razón, no podía ser visto transnacionales públicos y privados que, bajo
como mera repetición del pasado. Los nombres la apariencia de una democracia sin condicio-
de este movimiento orientado hacia el futuro nes democráticas, está creando un apartheid
fueron varios, tales como la revolución, el pro- global, es, finalmente, la repetición del agra-
greso y la evolución. Como el resultado de la vamiento de los desequilibrios ecológicos, de
lucha no estaba predeterminado, la revolución la destrucción decisiva de la biodiversidad, de
puede ser burguesa u obrera, el progreso pue- la degradación de los recursos que hasta aho-
de ser visto como la consagración del capita- ra garantizaron la calidad de vida en la Tierra.
lismo o como su superación, el evolucionismo Frente a esto, ¿habrá energías suficientes en el
puede ser reivindicado tanto por Herbert Spen- pasado o en el futuro para evitar que el presen-
cer, como por Marx. te se repita indefinidamente?
Fue en este contexto que la transformación Las energías del futuro parecen desvane-
social, la racionalización de la vida individual cerse, por lo menos mientras que el futuro
y colectiva, y la emancipación social llegaron siga concibiéndose en los términos en que
a ser pensadas. A medida que se fue constru- fue pensado por la modernidad occidental,
yendo la victoria de la burguesía, el espacio es decir, el futuro como progreso. Los gran-
del presente como repetición se fue amplian- des vencidos del proceso histórico capitalis-
do. Hoy en día la burguesía siente que su vic- ta, los trabajadores y los pueblos del tercer
toria histórica está consumada y al vencedor mundo, descreen hoy del progreso, porque
Para una pedagogía del conflicto 543
fue en su nombre que vieron degradarse sus muerte del espanto y la indignación. Y esta, en
condiciones de vida y sus perspectivas de li- la muerte del inconformismo y de la rebeldía.
beración. Pienso que, en este momento, y por Pienso, pues, que es necesaria otra teoría de
lo menos transitoriamente, hay que buscar la historia que devuelva al pasado su capaci-
energías progresistas, sobre todo en el pasa- dad de revelación, un pasado que se reanime
do. No se trata de una tarea fácil, porque la en nuestra dirección por la imagen desestabi-
teoría de la historia de la modernidad desvalo- lizadora que nos provee del conflicto y del su-
rizó sistemáticamente el pasado en beneficio frimiento humano. Por medio de esas imáge-
del futuro. El pasado fue siempre concebido nes desestabilizadoras será posible recuperar
como reaccionario y el futuro como progre- nuestra capacidad de asombro e indignación y,
sista. Fue así como la burguesía vio su lucha a través de ella, recuperar nuestro inconformis-
y fue así también como la clase obrera vio su mo y nuestra rebeldía.
lucha. Como bien notó Walter Benjamin, esta En esto reside, a mi entender, el tronco de
teoría de la historia ha hecho que fácilmente un proyecto educativo emancipador adecuado
fueran olvidados los sufrimientos, la injusticia para el presente. Se trata de un proyecto orien-
y la opresión, todos superables en un futuro tado a combatir la trivialización del sufrimien-
próximo y radiante. Fue así que la clase obre- to, por vía de la producción de imágenes deses-
ra se vio menos como heredera de esclavos tabilizadoras a partir del pasado concebido, no
que como vanguardia de los libertadores. como una fatalidad, sino como un producto de
La misma teoría de la historia contribuyó a la iniciativa humana. Un pasado inexcusable,
trivializar y banalizar los conflictos y el sufri- precisamente por haber sido producto de la ini-
miento humano de los que está hecha la repe- ciativa humana, que, teniendo opciones, podía
tición del presente en este fin de siglo. El sufri- haber evitado el sufrimiento causado a grupos
miento humano mediatizado por la sociedad de sociales y a la propia naturaleza. De este modo,
la información, está transformado en una tele- el objetivo principal del proyecto educativo
novela interminable, en donde las escenas de emancipador consiste en recuperar la capaci-
los próximos capítulos son siempre diferentes dad de asombro y de indignación, y orientarla
y siempre iguales a las escenas de los capítulos hacia la conformación de subjetividades incon-
anteriores. Esta trivialización se traduce en la formistas y rebeldes.
544 Boaventura de Sousa Santos
Solo el pasado como opción y como conflic- producir, a través de él, imágenes radicales y
to es capaz de desestabilizar la repetición del desestabilizadoras de los conflictos sociales
presente. Maximizar esa desestabilización, es la en que se tradujeron en el pasado, imágenes
razón de ser de un proyecto educativo emanci- capaces de potenciar la indignación y la rebel-
pador. Para eso tiene que ser, por un lado, un pro- día. Educación, pues, para el inconformismo,
yecto de memoria y de denuncia y, por el otro, para un tipo de subjetividad que somete a una
un proyecto de comunicación y complicidad. hermenéutica de sospecha la repetición del
Trataré ahora de definir, a grandes rasgos, presente, que rechaza la trivialización del sufri-
el perfil de tal proyecto educativo. Me limitaré miento y de la opresión, y ve en ellas el resulta-
a su perfil epistemológico, dejando de lado las do de opciones inexcusables.
cuestiones institucionales y organizacionales, La educación para el inconformismo debe
así como los procesos políticos concretos que ser ella misma inconformista. El aprendizaje
pudieran llevarlo a la práctica. de la conflictividad de los conocimientos, debe
La conflictividad del pasado, como campo ser conflictivo. Por eso, el aula de clases tie-
de posibilidades y de decisiones humanas, es ne que transformarse en un campo de posibi-
asumida en el proyecto educativo como con- lidades de conocimiento, dentro del cual hay
flictividad de conocimientos. Para este proyec- que elegir. Eligen los alumnos tanto como los
to educativo no hay una, sino muchas formas o profesores y las opciones de unos y otros no
tipos de conocimiento. Todo conocimiento es tienen que coincidir ni son irreversibles. Las
una práctica social de conocimiento, es decir, opciones no se basan exclusivamente en ideas,
solo existe en la medida en que es protagoni- ya que las ideas dejaron de ser desestabiliza-
zado y movilizado por un grupo social, actuan- doras en nuestro tiempo. Se basan igualmen-
do en un campo social en donde actúan otros te en emociones, sentimientos y pasiones que
grupos rivales protagonistas o titulares de for- confieren a los contenidos curriculares senti-
mas rivales de conocimiento. Los conflictos dos inagotables. Solo así es posible producir
sociales son, en último término, conocimien- imágenes desestabilizadoras que alimenten
tos del conocimiento. El proyecto educativo el inconformismo ante un presente que se re-
emancipador es un proyecto de aprendizaje de pite, repitiendo las opciones inexcusables del
conocimientos conflictivos, con el objetivo de pasado. El objetivo último de una educación
Para una pedagogía del conflicto 545
distancia y que esa distancia es medida por la o son negados o son funcionalizados y, en
aplicación técnica de la ciencia. Las caracterís- cualquier caso, teniendo siempre en cuenta
ticas de la aplicación técnica de la ciencia son la disminución de las resistencias al desplie-
las siguientes: gue de la aplicación.
7. Los costos de la aplicación son siempre in-
1. Quien aplica el conocimiento se encuentra feriores a los beneficios, y unos y otros son
fuera de la situación existencial en que in- evaluados cuantitativamente a la luz de los
cide la aplicación y no es afectado por ella. efectos inmediatos del grupo que conduce la
2. Existe una separación total entre fines y me- aplicación. Cuanto más cerrado se encuen-
dios. Se presuponen definidos los fines y la tre el horizonte contable tanto más eviden-
aplicación incide sobre los medios. tes los fines y más disponibles los medios.
3. No existe mediación deliberativa entre lo
universal y lo particular. La aplicación pro- Las consecuencias de este modelo de apli-
cede por demostraciones necesarias que cación de la ciencia moderna, son hoy bien co-
prescinden de la argumentación. nocidas. En su origen, este modelo tuvo como
4. La aplicación asume como única la defini- objetivo convertir todos los problemas sociales
ción de realidad dada por el grupo domi- y políticos en problemas técnicos y resolverlos
nante y la refuerza. Escamotea los even- de modo científico, esto es, eficazmente con
tuales conflictos y silencia las definiciones total neutralidad social y política. Con ello, se
alternativas. ponía a disposición de los árbitros políticos y
de los actores sociales un conocimiento certe-
5. La aplicación del Know-how técnico torna
ro y riguroso, que desagregaba los problemas
prescindible, y hasta absurda, cualquier dis-
sociales y políticos en sus diferentes compo-
cusión sobre un Know-how ético. La natu-
nentes técnicos, y les aplicaba soluciones efi-
ralización técnica de las relaciones sociales
caces, inequívocas y consensuales, debido a
obscurece y refuerza los desequilibrios de
que no existía otra alternativa. Los problemas
poder que las constituyen.
en el siglo XIX eran mayúsculos: la desorgani-
6. La aplicación es unívoca y su pensamien- zación de la sociedad rural y la anomia urbana
to es unidimensional. Los saberes locales
Para una pedagogía del conflicto 547
eso, tendrá que tomar partido por aquellos 7. Los límites y las carencias de los saberes
que tienen menos poder. Cada mecanismo locales nunca justifican el rechazo in limi-
de poder crea su propia micro-hegemonía. ne de este, porque esto significa el desarme
Quien tiene menos de ese poder tiende, por argumentativo y social de cuanto son com-
eso, a no tener argumentos para poseer más ponentes en él. Si el objetivo es ampliar el
de ese poder y, mucho menos, para tener espacio de comunicación y distribuir más
tanto poder como el del grupo hegemónico. equitativamente las competencias argumen-
La aplicación edificante consiste en reve- tativas, los límites y las deficiencias de cada
lar argumentos y tornar legítimo y creíble uno de los saberes locales se superan trans-
su uso. formando esos saberes desde su interior, in-
5. La aplicación edificante busca y refuerza terpenetrándose con sentidos producidos en
las definiciones emergentes y alternativas otros saberes locales, desnaturalizándose a
de la realidad, para ello, deslegitima las for- través de la crítica científica.
mas institucionales y los modos de racio- 8. La ampliación de la comunicación y el equi-
nalidad en cada uno de los contextos, en el librio de las competencias están destinadas
entendimiento de que tales formas y modos a la creación de sujetos socialmente compe-
promueven la violencia, en lugar de la argu- tentes. Los mecanismos de poder tienden
mentación, el silenciamiento, en lugar de la a alimentarse de la incompetencia social y,
comunicación, y la extrañeza, en lugar de la por tanto, de la “objetivación” de los grupos
solidaridad. sociales oprimidos, por lo que la aplicación
6. Más allá de un límite crítico socialmente defi- edificante de la ciencia corre un doble ries-
nible, una mayor participación en una visión go. Por un lado, sabe que sus objetivos no
moral y política es mejor que un incremen- son obtenibles exclusivamente con base en
to en el bienestar material. El Know-how la ciencia y en la argumentación. Existen
técnico es imprescindible, pero el sentido intereses materiales y luchas entre clases y
de su uso le es conferido por el Know-how otros grupos sociales que usan otros medios
ético que, como tal, tiene prioridad en la para imponer lo que les es benéfico. Por eso,
argumentación. la lucha por la aplicación edificante es siem-
pre precaria, se integra (a veces sin saber)
Para una pedagogía del conflicto 549
en otras luchas y sus resultados nunca son conflicto o a la incondicionalidad del empe-
irreversibles. Es, pues, una lucha sin presu- ño de cuantos participan en él.
puestos ni seguridades. Una lucha por un fin 9. La aplicación edificante es vigorosa dentro
sin fin. de la propia comunidad científica y técnica.
Por otro lado, la aplicación edificante tiene, Los científicos y los técnicos apostados en
en esta fase de transición paradigmática, que ella luchan por una mayor comunicación
partir de los consensos locales para crear y argumentación dentro de la comunidad
más conflicto, en vistas a obtener como re- científica y técnica y luchan, por eso, contra
sultado un mayor esclarecimiento de las ra- las formas institucionales y los mecanismos
zones contingentes que sustentan mucho de de poder que en ella producen violencia, si-
lo que surge como socialmente necesario. lenciamiento y extrañeza. Pero, además de
Este conflicto ampliado, es visto como con- esto, la transformación de los saberes loca-
dición de la ampliación del espacio de comu- les ocurre con la transformación del saber
nicación y del alargamiento cultural ético y científico y, con ello, acontece la transforma-
político de los argumentos utilizables por los ción del sujeto epistémico, del ser científico
diversos grupos en pugna. Pero, debido a las y del ser técnico. Porque la aplicación es
condiciones que sustentan el primer riesgo, contextualizada tanto por los medios como
no existen garantías de que la potenciación por los fines y porque les preside el Know-
del conflicto no pueda inducir a algún grupo how ético, el científico o el técnico edifican-
a recurrir a la violencia, al silenciamiento y te tiene que saber hablar como científico
al extrañamiento, reduciendo así la comu- y como no científico en el mismo discurso
nicación y la argumentación en vez de in- científico y, complementariamente, tiene
crementarlas. A la ciencia que se guía por que saber hablar como científico en los di-
la aplicación edificante no le interesa que ferentes discursos locales, propios de los
la transformación sea moderada o radical, diversos contextos de la aplicación. Esta
reformista o revolucionaria; le interesa tan transformación no puede ser exigible por
solo que se produzca por la ampliación de completo y sin contradicciones al científico
la comunicación y de la argumentación, lo o técnico individual. La reflexión, para tener
que, obviamente, no obsta a la intensidad del algún peso, tiene que ser colectiva. Pero,
550 Boaventura de Sousa Santos
y de opción para conocer y evaluar las conse- como entidad separada de la sociedad y de la
cuencias de las opciones elegidas y de las que cultura. Estos cuestionamientos han contribui-
pudieron haber sido y no fueron. La calidad de do a la disminución de la confianza epistemo-
la pedagogía del conflicto se mide por la cali- lógica de la ciencia moderna, a tal punto que,
dad de las opciones que en el conflicto son ele- según algunos, entre los cuales me incluyo,
gidas por los profesores y alumnos. estamos por entrar en un largo período de tran-
sición paradigmática, en cuyo decurso el para-
Conocimiento como regulación digma de la ciencia moderna, herido por una
y conocimiento como emancipación crisis irreversible y final, será sustituido por
El segundo conflicto de conocimiento que otro paradigma de conocimiento todavía por
deberá animar un proyecto pedagógico eman- definir, pero que yo he designado como para-
cipador es más intenso que el anterior una vez digma de un conocimiento prudente para una
que no se confina a las opciones de aplicación vida decente.2
de un cierto tipo de conocimiento y se extiende El segundo conflicto de conocimiento a
al propio conocimiento a ser aplicado. La cien- construir en el campo pedagógico, parte de la
cia moderna es hoy la forma de conocimien- idea de transición paradigmática, pero en lugar
to hegemónico, tanto en el sistema educativo de proceder a un análisis prospectivo del pa-
como fuera de él. Es, sin embargo, una hege- radigma emergente, procede a una arqueología
monía en riesgo, en virtud de muchos factores, de la modernidad con el objetivo de reconstruir
incluyendo la ya mencionada, creciente y cada un conflicto epistemológico matricial, en don-
vez más visible discrepancia entre el brillo de de, a propósito, la ciencia moderna comenzó a
las promesas de la ciencia y la mediocridad, participar, pero pasó a ocultar en la medida que
sino, incluso, el horror que causan algunos de se fue constituyendo en forma hegemónica de
sus desempeños. Más allá de eso, existen otros, conocimiento. La idea es que, a partir de la re-
de corte claramente epistemológico, que han constitución de ese conflicto matricial, se pro-
puesto en tela de juicio el rigor y la objetividad fundice la crisis de la confianza epistemológica
del conocimiento científico y los supuestos en
que se asienta, como por ejemplo la dicotomía
sujeto/objeto o la concepción de la naturaleza 2 Véase para este debate Santos (2004).
552 Boaventura de Sousa Santos
social pasara a ser concebida como orden y el La reanimación del pasado en nuestra di-
colonialismo, como un tipo de orden. Paralela- rección, propuesta por el proyecto pedagógico
mente, el pasado pasó a ser concebido como que estoy proponiendo consiste, en este domi-
caos y la solidaridad como un tipo de caos. El nio, en reconstruir el conflicto entre el cono-
sufrimiento humano puede así ser justificado cimiento-como-regulación y el conocimiento-
en nombre de la lucha del orden y del colo- como-emancipación. El conflicto pedagógico
nialismo contra el caos y la solidaridad. Ese será, pues, entre las dos formas contradictorias
sufrimiento humano tuvo y continúa teniendo de saber, entre el saber como orden y colonia-
destinatarios específicos —trabajadores, mu- lismo y el saber como solidaridad y como caos.
jeres, minorías étnicas y sexuales—, cada uno Estas dos formas de saber sirven de soporte a
de ellos a su modo considerado peligroso pre- formas alternativas de la sociabilidad y la sub-
cisamente porque representa el caos y la soli- jetividad. Al campo pedagógico le corresponde
daridad contra los cuales es preciso luchar en experimentar, por la imaginación de la prác-
nombre del orden y del colonialismo. La neu- tica y por la práctica de la imaginación, esas
tralización epistemológica del pasado ha sido sociabilidades y subjetividades alternativas,
siempre la contraparte de la neutralización so- ampliando las posibilidades del ser humano
cial y política de las “clases peligrosas”. hasta incluirlas a todas y poder llegar a elegir
El proyecto original de la ciencia moderna de entre ellas.
admitía así, un equilibrio entre el conocimiento- También aquí las opciones no están prede-
como-regulación y el conocimiento-como-eman- terminadas. La pedagogía del conflicto es una
cipación. Pero a medida que la ciencia moderna pedagogía de alto riesgo contra el cual no exis-
fue ganando terreno sobre formas alternativas de ten pólizas de seguro. Tal como en el conflicto
conocimiento —de los saberes locales a la reli- anterior, la lucha es, desde el comienzo, des-
gión, de la filosofía a las humanidades— y, sobre igual, entre una forma de conocimiento domi-
todo, en la medida en que se fue convirtiendo en nante —el conocimiento-como-regulación— y
fuerza productiva del capitalismo industrial, el una forma de conocimiento dominada, margi-
equilibrio entre las dos formas de conocimiento nalizada, suprimida, —el conocimiento-como-
se rompió y la ciencia moderna pasó a ser cono- emancipación—, que el campo pedagógico
cimiento-como-regulación por excelencia. reconstituye por medio de la imaginación
554 Boaventura de Sousa Santos
Sin embargo, este es apenas uno de los lados de educación eurocéntricos. Creo que son de-
de la historia de los últimos quince años. Los tectables dos tendencias contradictorias: una
procesos de globalización ocurrieron a la par de en dirección al agravamiento de los conflictos
los procesos de localización, con la adopción culturales al final de siglo; y la otra que va en
de políticas de identidad por parte de grupos dirección opuesta, el fin de tales conflictos.
sociales victimizados, directa o indirectamen- La primera tendencia, la del agravamiento de
te, por la globalización hegemónica, minorías los conflictos, surge bajo dos formas, una he-
étnicas, pueblos indígenas, grupos de inmi- gemónica y otra contrahegemónica. La forma
grantes, mujeres, etcétera. Victimizados por el hegemónica tiene origen en la intelectualidad
fundamentalismo neoliberal y habiendo visto occidental más conservadora, que rehúsa ver
fracasar en el pasado otras estrategias de desa- en el dominio global de la economía de merca-
rrollo de raíz occidental, como por ejemplo el do la consumación de la victoria de la cultura
nacionalismo y el socialismo, algunos pueblos occidental. Por el contrario, piensa que el do-
islámicos adoptan políticas afirmativas de iden- minio económico esconde una vulnerabilidad
tidad que van a ser amalgamadas por los media cultural creciente frente a las culturas no eu-
occidentales bajo la designación de “fundamen- ropeas, comprendiendo poblaciones cada vez
talismo islámico”. Por otro lado, las formas de mayores y asumiendo posiciones de confronta-
globalización hegemónica se confrontaron con ción hostil como la cultura eurocéntrica, como
formas de globalización contrahegemónicas, es especialmente el caso del Islam. Para esta
esto es, coaliciones transnacionales de movi- intelectualidad conservadora, cuyo portavoz
mientos sociales en lucha contra el modelo de es Samuel Huntington, estamos por entrar en
desarrollo y la cultura hegemónica, grupos de un nuevo período de choque de civilizaciones,
derechos humanos, de indígenas y de minorías un choque entre el Occidente y el resto cultural
étnicas, grupos ecológicos, feministas, pacifis- del mundo.
tas, movimientos artísticos y literarios de orien- Las formas contrahegemónicas de agrava-
tación poscolonial y pos-imperial. miento de los conflictos culturales son pro-
Toda esta conflictividad y diversidad ha tagonizadas por los movimientos y grupos
causado una turbulencia enorme en los mapas sociales que luchan por la afirmación de la
culturales que sirvieron de base a los sistemas identidad cultural contra la homogenización
Para una pedagogía del conflicto 557
descaracterizada pretendida por la cultura he- Esta tendencia asume dos formas diferen-
gemónica. Una forma particularmente identi- tes, ambas hegemónicas. La primera consis-
ficable de esta afirmación es, precisamente, el te en una versión ultraliberal del relativismo
fundamentalismo islámico en su lucha contra cultural, en la idea de que todas las culturas
el fundamentalismo occidental. y todas las versiones de la misma cultura tie-
Común a las formas hegemónicas y contra- nen una singularidad original que no permite
hegemónicas es la idea de que los modelos so- ni comparaciones, ni diálogos profundos en-
ciales de desarrollo y, por lo tanto, también la tre ellas. Todas son igualmente válidas. Debe,
lucha contra ellos, no se sustentan solo en el pues, admitirse su coexistencia pacífica y que
plano económico. Presuponen un substrato cul- cada una escoja la que le esté más próxima.
tural ampliamente repartido, que proporciona La segunda forma de ver la tendencia hacia la
energías para promover una determinada forma atenuación de los conflictos culturales hace
de sociabilidad y para defenderla cada vez que una lectura de la situación cultural parcialmen-
se vea amenazada por sociabilidades rivales. En te contradictoria con la anterior. Establece la
este contexto, la distinción entre lucha econó- idea de que los contactos entre culturas, siendo
mica y lucha cultural deja de tener sentido. cada vez más intensos, conducirán a que estas
La segunda tendencia de la turbulencia cul- pierdan gradualmente su integridad y su singu-
tural contemporánea es de sentido opuesto a la laridad. En lugar de culturas singulares, están
primera y defiende que, en las condiciones glo- por surgir culturas híbridas, productos de fer-
bales generadas tanto por la sociedad de consu- tilizaciones y contaminaciones cruzadas entre
mo, como por la sociedad de la información, los las culturas. El fenómeno de hibridación torna
conflictos culturales tendrán cada vez menor vi- difícil hablar de culturas dominantes y cultu-
gor. La globalización de la comunicación social ras dominadas, ya que todas están sujetas al
y de la información, y el incremento de las inte- mismo proceso de dilución de la especificidad.
racciones trasnacionales de bienes, de personas Otra versión, parcialmente diferente, de la teo-
y de servicios producen tal compresión del tiem- ría de la hibridación, es la idea de que por sobre
po y del espacio que las diferencias culturales las culturas existentes, todas ellas específicas
que siempre fueron fruto de la distancia y de la y parciales, está por emerger una cultura glo-
incomunicabilidad acabarán por disolverse. bal, una cultura sin raíces ni lealtades locales,
558 Boaventura de Sousa Santos
que es compartida por gente en todas partes El debate, cuando tiene lugar, ocurre en los
del mundo, una cultura cosmopolita que sub- márgenes del sistema en iniciativas extracurri-
yace a lo que es globalmente común a toda la culares de los profesores y de los estudiantes,
humanidad. pero raramente penetran en el currículo. En
La coexistencia de lecturas tan discrepantes mi opinión, un proyecto educativo emancipa-
de nuestra condición cultural contemporánea dor, tiene que colocar el conflicto cultural en
muestra por sí sola la turbulencia a la que están el centro de su currículo. Las dificultades para
sujetos los mapas culturales que sirvieron de hacerlo, son enormes, no solo debido a la re-
base a los sistemas educativos modernos. Para sistencia y la inercia de los mapas culturales
algunos, esos mapas, incluso si alguna vez ha- dominantes, sino también debido al modo caó-
bían sido expresión del imperialismo cultural, tico como los conflictos culturales han sido
dejarán de serlo, de cara a las relaciones que discutidos en nuestro tiempo. Por otra parte, la
hoy dominan entre culturas, relaciones caó- comunicación, aparentemente facilitada por la
ticas, de coexistencia y de interdependencia. sociedad de la información, continúa teniendo
Para otros, el imperialismo cultural, lejos de muchos obstáculos al ser selectiva y al redu-
estar acabado, tan solo cambió de forma. Asu- cir a mucha gente y muchas causas al silencio.
me ahora formas camaleónicas, algunas veces Incluso, algunas políticas contrahegemónicas,
la forma del choque de culturas (Huntington), como por ejemplo las de la afirmación de la
otras la forma de la hibridación y de la cultura identidad nacional, étnica, sexual y cultural, en
global. Para estas, la hibridación es siempre sus versiones más extremas han contribuido al
un cambio desigual de reproducción, bajo otra separatismo y a la creación de guetos cultura-
forma, la existencia de culturas dominantes y les mutuamente incomunicables.
culturas dominadas, mientras que la cultura El proyecto educativo emancipador tiene,
global no es más que la globalización de cier- pues, en este dominio, muchas más respon-
tas características específicas de la cultura sabilidades. Debe, por un lado, definir correc-
eurocéntrica. tamente la naturaleza del conflicto cultural y,
Esta enorme diversidad de lecturas de la si- por el otro, inventar dispositivos que faciliten
tuación cultural de nuestro tiempo ha estado, la comunicación. No olvidemos que, al con-
en general, ausente de los sistemas educativos. trario de los conflictos anteriores, el conflicto
Para una pedagogía del conflicto 559
función de los topoi crea una ilusión de totalidad a la comunicación y a la complicidad. Se trata de
basada en la sinécdoque pars por toto.4 Por ello, un procedimiento difícil, poscolonial y posimpe-
la incompletitud de una determinada cultura solo rial y, en cierto sentido, posidentitario. La propia
es evaluable a partir de los topoi de otra cultura. capacidad de reflexión sobre las condiciones
Vistos desde otra cultura, los topoi de una cultu- que la vuelven posible y necesaria es una de las
ra determinada dejan de ser premisas de la argu- más exigentes condiciones de la hermenéutica
mentación para pasar a ser meros argumentos. El diatópica. Con un fuerte contenido utópico, la
objetivo de la hermenéutica diatópica es maximi- energía para la puesta en práctica le sobreviene
zar la consciencia de la incompletitud recíproca de una imagen desestabilizadora que yo llamo
de las culturas, por medio de un diálogo con un “epistemicidio” o “asesinato del conocimiento”.
pie en una cultura y el otro pie en otra. De ahí Los cambios desiguales entre culturas siempre
su carácter diatópico. La hermenéutica diatópica han causado la muerte del conocimiento pro-
es un ejercicio de reciprocidad entre culturas, pio de la cultura subordinada y, por lo tanto, de
consistente en transformar las premisas de la ar- los grupos sociales que son sus titulares. En los
gumentación de una cultura dada en argumentos casos más extremos, como el de la expansión
inteligibles y creíbles en otra cultura. Para dar europea, el epistemicidio fue una de las condi-
un ejemplo, he realizado otros trabajos (Santos, ciones del genocidio. La pérdida de la confianza
1995: 337-347) donde he propuesto una herme- epistemológica por la que pasan actualmente
néutica diatópica entre el topos de los derechos los mapas culturales hegemónicos hace posible
humanos de la cultura occidental y el topos de la identificar el ámbito y la gravedad de los episte-
dharma en la cultura hindú, y entre el topos de micidios cometidos por la modernidad hegemó-
los derechos humanos y el topos de la umma en nica eurocéntrica. La imagen de tales epistemi-
la cultura islámica, en este caso en diálogo con cidios será tanto más desestabilizadora cuanta
Abdullahi Ahmed An-na´im (1990; 1992). más conciencia tenga la práctica de la herme-
Elevar la incompletitud al máximo de cons- néutica diatópica.
ciencia posible abre posibilidades insospechadas La hermenéutica diatópica es el dispositivo
privilegiado del multiculturalismo en cuanto
modelo emergente de la interculturalidad. Se
4 Locución latina que significa “tomar la parte por el
todo” (nota del traductor). trata de un modelo muy exigente. Aplicado de
Para una pedagogía del conflicto 561
forma ingenua o descuidada puede fácilmente cívicos y políticos, descuidando los derechos
transformarse en su contrario, es decir, en una económicos y sociales; y la tradición marxista
forma de imperialismo cultural. De ahí la aten- que, sin perder de vista los derechos cívicos y
ción que debe ser dada a sus presupuestos y a políticos, da prioridad a los derechos económi-
las condiciones de su aplicación. El primer pre- cos y sociales. De estas dos tradiciones debe ser
supuesto es el de que, a pesar de que todas las elegida para el dialogo multicultural la tradición
culturas aspiran a valores últimos, solo la cultu- marxista toda vez que tiene un campo de reci-
ra occidental los define en términos de valores procidad más amplio: los derechos económicos
universales. Por esta razón, la cuestión del uni- y sociales son fundamentales para el ejercicio
versalismo traiciona lo que pregunta en el acto efectivo de los derechos cívicos y políticos.
de preguntar. En otras palabras, la cuestión del Las condiciones de práctica del multicultura-
universalismo es una cuestión particular, espe- lismo son todavía más exigentes que sus presu-
cífica de la cultura occidental. puestos. Después de siglos de dominación cultu-
El segundo presupuesto es el de que, siendo ral, preguntarse si es legítimo o siquiera posible
todas las culturas incompletas, todas las cultu- intentar un diálogo, en la medida de lo posible,
ras son también relativas; sin embargo, el rela- igualitario entre culturas. Más aún, si esa domi-
tivismo, como postura filosófica, es incorrecto. nación cultural se caracterizó, entre otras cosas,
Es decir, cada cultura tiene varias versiones y no por hacer impronunciables algunos de los temas
todas son igualmente adecuadas para participar o aspiraciones más fundamentales de las cultu-
del diálogo multicultural. ras dominadas. Mientras que la pronunciación
El tercer presupuesto es el de que, de las va- de esos temas no les sea devuelta, el diálogo
rias versiones de una cultura dada, debe ser ele- intercultural puede perversamente, y a pesar de
gida para el diálogo multicultural la que ofrece el las buenas intenciones, contribuir a la profundi-
campo más vasto de reciprocidad y la más am- zación de su dominación.
plia apertura a otras culturas. Doy el ejemplo de El proyecto pedagógico emancipador que
un tema importante en la cultura occidental, los aquí les propongo, conoce todas estas dificul-
derechos humanos. Existen en la cultura occi- tades, pero sabe también que han de ser supe-
dental dos grandes tradiciones de derechos hu- rables bajo pena de encaminarnos cada vez
manos: la liberal que da prioridad a los derechos más aceleradamente hacia una situación de
562 Boaventura de Sousa Santos
apartheid global. Por eso, parte de esas mismas inconformismo. Esa capacidad y esa voluntad
dificultades y de la necesidad de que sean supe- serán fundamentales para mirar con empeño
radas para instaurar el campo pedagógico en los modelos dominados o emergentes, por me-
que el multiculturalismo surja como una alter- dio de los cuales es posible aprender un nuevo
nativa creíble al imperialismo cultural. tipo de relacionamiento entre saberes y, por lo
tanto, entre personas y entre grupos sociales.
Conclusión Un relacionamiento más igualitario, más justo,
Propuse en esta comunicación un proyec- que nos haga aprender el mundo de modo edi-
to pedagógico conflictual y emancipador cuyo ficante, emancipador y multicultural. Será este
perfil epistemológico procuré dibujar a gran- el criterio último del buen y del mal aprendizaje.
des rasgos. Identifiqué tres grandes conflictos
epistemológicos que, por orden creciente de Bibliografía
conflictividad, designé como conflicto entre la An-na´im, A. A. 1990 Toward an Islamic
aplicación técnica y la aplicación edificante de Reformation (Syracuse: University Press).
la ciencia; conflicto entre conocimiento-como- Freitas, A. L.; Moraes, S. C. (orgs.) 2009
regulación y conocimiento-como-emancipa- Contra o desperdício da experiência. A
ción; y conflicto entre imperialismo cultural y pedagogia do conflito revisitada (Porto
multiculturalismo. Defendí que estos conflictos Alegre: Redes Editora).
deben ocupar el centro de toda experiencia pe- Santos, B. de Sousa 1989 Introdução a
dagógica emancipadora. El conflicto sirve, ante uma Ciência Pós-Moderna (Porto:
todo, para hacer vulnerables y desestabilizar los Afrontamento).
modelos epistemológicos dominantes y para mi- Santos, B. de Sousa 1995 Toward a New
rar el pasado a través del sufrimiento humano Common Sense: Law Science, and Politics
que, por vía de ellos y de la iniciativa humana in the Paradigmatic Transition (Nueva
a ellos referida, fue inexcusablemente causado. York: Routledge).
Ese mirar producirá imágenes desestabilizado- Santos, B. de Sousa (org.) 2004 Conhecimento
ras, susceptibles de desarrollar en los estudian- prudente para uma vida decente: um
tes y en los profesores la capacidad de asombro discurso sobre as ciências revisitado (São
y de indignación, y la voluntad de rebeldía y de Paulo: Cortez).
De la idea de universidad
a la universidad de ideas*
es el lugar donde por concesión del Estado y Teniendo presente la tradición en que se in-
de la sociedad una determinada época puede tegra Jaspers (Schelling, Humboldt y Schleier-
cultivar la más lúcida consciencia de sí mis- macher) Ortega y Gasset protestaba en 1930
ma. Sus miembros se congregan en ella con el contra la “beatería idealista” que atribuía a la
único objetivo de buscar, incondicionalmente, escuela una fuerza creadora “que no tiene ni
la verdad y solo por amor a la verdad (Jaspers, puede tener” y consideraba a la universidad
1965: 19). De ahí se desprenderían, por orden alemana en cuanto institución, “una cosa de-
decreciente de importancia, los tres grandes plorable”, para después concluir que si “la cien-
objetivos de la universidad: porque la verdad cia alemana tuviera que nacer exclusivamente
solo es accesible a quien la busca sistemáti- de las virtudes institucionales de la universi-
camente, la investigación es el principal ob- dad, sería muy poca cosa” (Ortega y Gasset,
jetivo de la universidad; porque el campo de 1982: 28). A pesar de esto, al enumerar las fun-
la verdad es mucho más amplio que el de la ciones de la universidad, Gasset no iba mucho
ciencia, la universidad debe ser un centro más allá de Jaspers: transmisión de la cultura;
de cultura, disponible para la educación del enseñanza de las profesiones; investigación
hombre como un todo; finalmente, porque la científica y educación de los nuevos hombres
verdad debe ser transmitida, la universidad de ciencia (Ortega y Gasset, 1982: 41).
enseña e incluso la enseñanza de las aptitu- Esta (¿aparente?) perennidad de objetivos
des profesionales debe ser orientada hacia la solo fue afectada en la década de los sesenta,
formación integral (Jaspers, 1965: 51). En su frente a las presiones y a las transformaciones
conjunto, estos objetivos —cada uno de ellos a que entonces estuvo sujeta la universidad.
inseparables de los restantes— constituirían Incluso así, a un nivel más abstracto, la formu-
la idea perenne de la universidad, una idea lación de los objetivos mantuvo una notable
integrada porque está vinculada a la unidad continuidad. Los tres principales fines de la
del conocimiento. Esta idea que, además de universidad pasaron a ser la investigación, la
integrada, es también única en la civilización enseñanza y la prestación de servicios. A pesar
occidental, exigiría para su realización (ade- de ser la inflexión en sí misma significativa, y
más nunca plena), un dispositivo institucional de haberse dado en el sentido del atrofiamiento
igualmente único. de la dimensión cultural de la universidad y del
De la idea de universidad a la universidad de ideas565
de la enseñanza, los objetivos de la educación Esta gestión de las tensiones ha sido par-
general y de la preparación cultural chocan, ticularmente problemática en tres campos: la
en el interior de la misma institución, con los contradicción entre, por un lado, la producción
de la formación profesional o de la educación de alta cultura y de conocimientos ejemplares
especializada, contradicción detectable en la necesarios para la formación de las élites, de lo
formulación de los curricula de pregrado y en cual la universidad se ha venido ocupando des-
la tensión entre este y el posgrado. El manejo de la Edad Media, y por otro, la producción de
de mecanismos de selección socialmente legi- modelos culturales medios y de conocimientos
timados tiende a chocar con la movilidad so- útiles para las tareas de transformación social
cial de los hijos e hijas de las familias obreras, y especialmente para la formación de la fuerza
tal como la formación de dirigentes nacionales de trabajo calificada exigida por el desarrollo
puede chocar con el énfasis en la prestación de industrial (Moscati, 1983: 22); la contradicción
servicios a la comunidad local. entre la jerarquización de los saberes especia-
Cualquiera de estas contradicciones y cua- lizados a través de las restricciones del acceso
lesquiera otras fácilmente imaginables crean y de la certificación de las competencias y las
puntos de tensión, tanto en las relaciones de exigencias socio-políticas de democratización y
las universidades con el Estado y la sociedad, de la igualdad de oportunidades; y finalmente, la
como en el interior de las mismas universida- contradicción entre la reivindicación de la au-
des, en cuanto instituciones y organizaciones. tonomía en la definición de los valores y de los
Dado que no parece posible, en las actuales objetivos institucionales y la sumisión creciente
condiciones macrosociales, superar estas a criterios de eficacia y de productividad de ori-
contradicciones, el objetivo generalizado de gen y naturaleza empresarial.
las reformas propuestas para la universidad Porque es de su naturaleza no intervenir a ni-
en los últimos años ha sido fundamentalmente vel de las causas profundas de las contradiccio-
el de mantener las contradicciones bajo con- nes, la gestión de las tensiones tiende a ser sin-
trol a través de la gestión de las tensiones que tomática y representa siempre la reproducción
ellas provocan, recurriendo para eso a medios controlada en una crisis dada de la universidad.
que en otro lugar denominé como mecanis- La primera contradicción, entre conocimien-
mos de dispersión (Santos, 1982). tos ejemplares y conocimientos funcionales, se
De la idea de universidad a la universidad de ideas567
manifiesta como crisis de hegemonía. Hay una La gestión de las tensiones producidas por
crisis de hegemonía siempre que una condición esta triple crisis de la universidad es tanto más
social dada deja de ser considerada como ne- compleja, en cuanto es cierto que las contra-
cesaria única y exclusiva. La universidad sufre dicciones entre las funciones manifiestas de
una crisis de hegemonía en la medida en que la universidad “sufren” la interferencia de
su incapacidad para desempeñar cabalmente las funciones latentes de la universidad. Esta
sus funciones contradictorias lleva a los grupos distinción entre funciones manifiestas y fun-
sociales más afectados por su déficit funcional ciones latentes, con una larga tradición en la
o al Estado, en nombre de ellos, a buscar me- sociología, es sobre todo útil para analizar re-
dios alternativos para alcanzar sus objetivos. La laciones intersistémicas, en este caso, entre el
segunda contradicción entre jerarquización y sistema universitario y el sistema de enseñanza
democratización, se manifiesta como crisis de superior, o entre este y el sistema educativo,
legitimidad. Esta crisis se presenta siempre que o incluso entre este y el sistema social global.
una determinada condición social deja de ser Por ejemplo, en una situación de recesión eco-
aceptada consensualmente. La universidad su- nómica, el déficit de desempeño de la función
fre una crisis de legitimidad en la medida en que manifiesta de formación de la fuerza de traba-
se hace socialmente visible la carencia de objeti- jo puede ser compensado, como de hecho ha
vos colectivos asumidos. Finalmente, la tercera venido sucediendo, por la función latente de
contradicción, entre autonomía institucional y “parqueadero”. La universidad desempeña esta
productividad social, se manifiesta como crisis función al recibir y al dejar permanecer en su
institucional. Hay una crisis institucional siem- seno, por un período más o menos prolonga-
pre que una determinada condición social esta- do, personas que no se arriesgan a entrar en el
ble y automantenida deja de poder garantizar mercado de trabajo con credenciales de poco
los presupuestos que aseguran su reproducción. valor y que utilizan a la universidad como com-
La universidad sufre una crisis institucional en pás de espera entre coyunturas, usándola pro-
la medida en que su especificidad organizativa ductivamente para acumular títulos y califica-
es puesta en tela de juicio y se pretende impo- ciones que fortalezcan en el futuro su posición
nerle modelos organizativos vigentes en otras en el mercado. Por otro lado, frente a una fuer-
instituciones consideradas como más eficientes. te presión social en lo referente a la expansión
568 Boaventura de Sousa Santos
puede ser recompensada con la eliminación o (de fines de los años sesenta hasta hoy)— los
atenuación de las crisis en otro sistema. Tal factores de la crisis de hegemonía se confi-
vez, por eso la rigidez global del sistema so- guran desde el primer período. De hecho, la
cial puede convivir sin problemas con las mu- proclamación de la idea de universidad es
chas turbulencias sectoriales; tal vez por eso la de algún modo reaccionaria, surge en el mo-
proliferación de las crisis raramente conduce mento en que la sociedad liberal comienza a
a la polarización acumulativa de los factores exigir formas de conocimiento (conocimien-
de crisis; tal vez por eso los mecanismos de tos técnicos) que la universidad tiene dificul-
dispersión de las contradicciones pasen tan fá- tad en incorporar. En la crisis de legitimidad
cilmente por mecanismos de resolución de las se pone en tela de juicio el espectro social de
contradicciones. los destinatarios de los conocimientos produ-
Tanto la crisis de hegemonía como la crisis cidos y, por lo tanto, el carácter democrático
de legitimidad y la crisis institucional eclosio- de su transmisión. Los factores de esta crisis
naron en los últimos veinte años y continúan se configuran en el período del capitalismo or-
abiertas hoy. Sin embargo, son diferentes los ganizado por el camino de las luchas por los
tiempos históricos de los factores que las con- derechos sociales (entre ellos el derecho a la
dicionan, tal como son diferentes las lógicas educación) y económicos, cuyo éxito condujo
de las acciones que pretenden controlarlas. La al Estado-providencia. Finalmente, en la crisis
crisis de hegemonía es más amplia porque en institucional está en tela de juicio la autono-
ella está en tela de juicio la exclusividad de los mía y la especificidad organizativa de la insti-
conocimientos que la universidad produce y tución universitaria. Los factores de esta crisis
transmite. Es también aquélla cuyos factores se configuran en el período del capitalismo
condicionantes tienen mayor profundidad his- desorganizado y son consecuencia, en general,
tórica. Si aceptáramos la división del desarro- de la crisis del Estado-Providencia.
llo del capitalismo en tres períodos —el perío- Pasaré ahora a tratar extensamente la crisis
do del capitalismo liberal (hasta fines del siglo de hegemonía, por ser la más amplia y por es-
XIX); el período del capitalismo organizado tar así, presente en las demás. Se hará apenas
(de fines del siglo XIX hasta los años sesenta); una breve referencia a la crisis de legitimidad y
y el período del capitalismo desorganizado a la crisis institucional.
570 Boaventura de Sousa Santos
los productos de esta, ya sea porque compiten la desplazó hacia adentro de la universidad
con ella en la formación del universo cultural debido al dualismo que introdujo entre uni-
de los estudiantes. Incapaz de transformar esta versidad de élite y universidad de masas. Tal
nueva forma cultural en una cultura-objeto, la como tuvo lugar, la democratización de la
universidad deja de ser el producto central de universidad se tradujo en la diferenciación-
la cultura-sujeto y, en esta medida, pierde su jerarquización entre universidades y entre
centralidad. estas y otras instituciones de enseñanza su-
La gestión de la tensión que de aquí se des- perior. La producción de la alta cultura per-
prende fue obtenida por diferentes mecanis- maneció controlada, en gran medida, por
mos de dispersión a lo largo de los últimos las universidades más prestigiosas, mientras
treinta años. Los años sesenta estuvieron do- que las universidades de masas se limitaron
minados por el intento de enfrentar la cultura a la distribución de la alta cultura o, cuando
de masas en su mismo terreno, masificando la la producían, bajaban el nivel de exigencia y
misma alta cultura. Fue este, sin duda, uno de degradaban la calidad. Este fue el precio que
los efectos, no siempre asumido, del proceso la universidad tuvo que pagar para intentar
de democratización de la universidad. La ex- mantener su centralidad en la producción de
plosión de la población universitaria, la alte- cultura-sujeto. En los años setenta este pre-
ración significativa de la composición de cla- cio comenzó a parecer demasiado alto. La
se del cuerpo estudiantil y la ampliación de atenuación de la tensión entre alta cultura y
los cuadros docentes e investigadores hicie- cultura de masas provocará otra tensión que,
ron posible la masificación de la universidad si no fuera la contradictio in adjecto, se po-
y con ella el vértigo de la distribución (quizás dría designar como alta cultura alta y alta cul-
de la misma producción) en masa de la alta tura de masas. La denuncia, insistentemente
cultura universitaria. En el límite, se admitió repetida, de la degradación de la producción
que la escolarización universal acabaría por cultural en la abrumadora mayoría de las
atenuar considerablemente la dicotomía en- universidades vino a dar origen, en los años
tre alta cultura y cultura de masas. Pero no fue ochenta, a la reafirmación del elitismo de la
esto lo que sucedió. La masificación de la uni- alta cultura y a la legitimación de las políticas
versidad no atenuó la dicotomía. Solamente educativas destinadas a promoverlo.
572 Boaventura de Sousa Santos
La última y más dramática apología del eli- impopular que “debe resistir a la tentación de
tismo de la cultura es, sin lugar a dudas, el libro querer hacer todo por la sociedad” (1988: 249).
de Allan Bloom, La Cultura Inculta (1988),3 A la luz de esta concepción, los años sesenta
por lo que merece una referencia más deta- fueron “un desastre”, liquidaron por completo
llada. Según Bloom, la universidad, tal como lo que aún quedaba de la universidad: “no sé de
hoy la conocemos, es un producto del proyec- nada positivo, que ese período nos haya traí-
to iluminista y este es un proyecto elitista, un do” (1988: 312).
proyecto que implica la libertad “para que los Además, la devastación fue tan completa
raros hombres teóricos se ocupen de la inves- que “es difícil imaginar que haya siquiera los
tigación racional en un pequeño número de medios o la energía dentro de la universidad
disciplinas que tratan los primeros principios para constituir o reconstruir la idea de un ser
de todas las cosas” (1988: 256). Así, la universi- humano culto y establecer de nuevo una edu-
dad es una institución aristocrática destinada cación liberal” (1988: 369).
a “estimular el uso no instrumental de la ra- No es este el momento para hacer una
zón por sí misma, proporcionar una atmósfera apreciación global del manifiesto bloomiano.
donde la superioridad moral y física del domi- Tan solo deseo resaltar que la divulgación y
nante no intimide la duda filosófica, preservar repercusión que él ha tenido es reveladora de
el tesoro de los grandes hechos, de los grandes cierto regreso a los años cincuenta y a la iden-
hombres y de los grandes pensamientos que se tificación, habitual en este período, de la alta
exigen para alimentar esa duda” (1988: 244). cultura con las humanidades y de estas con
En estas condiciones, la universidad no pue- la gran tradición occidental. En esta forma, la
de ser una institución democrática y convive dispersión de la contradicción entre alta cul-
mal con la democracia, sobre todo porque en tura y cultura de masas, que en los años sesen-
esta “no hay una clase no democrática” (1988: ta fue intentada en el terreno de esta última,
245). Es pues, necesariamente una institución a través de la masificación de la universidad,
pasa ahora, en los años ochenta, a intentarse,
en el terreno de la alta cultura, a través de la
3 El autor utilizó la versión portuguesa. Sin embargo,
consagración de los privilegios que a esta se le
advierte que, en general, la traducción es indecorosa-
mente descuidada (nota del traductor). deben. Este nuevo mecanismo de dispersión
De la idea de universidad a la universidad de ideas573
apunta hacia cierto regreso a la condición que del capitalismo liberal, pero ya al final de este
dominó hasta los años cincuenta, pero que tie- período comenzó a transformarse y a asumir
ne ahora un significado social y político muy otro significado que vendría a ser dominante
diferente porque, al contrario de entonces, la en el período del capitalismo organizado. La
afirmación de lo inevitable del elitismo im- dicotomía pasó entonces a significar la sepa-
plica ahora la liquidación de las aspiraciones ración temporal de dos mundos intercomuni-
democráticas que acompañaron las políticas cables, la secuencia educación-trabajo. Esta
de masificación en los años ochenta. Entre los transformación de la relación entre los térmi-
años sesenta y los ochenta fueron accionados nos de la dicotomía acarreó inevitablemente
dos mecanismos de dispersión con señales la transformación interna de cada uno de los
contrarias. A través de ambos, la universidad términos. De algún modo, la dicotomía se ins-
busca mantener su centralidad en cuanto pro- taló en el interior de cada uno de ellos. Así la
ductora de cultura-sujeto, en un caso diluyén- educación, que inicialmente era transmisión
dose, pero corriendo el riesgo de descaracte- de alta cultura, formación del carácter, modo
rización, y en el otro, concentrándose, pero de aculturación y de socialización adecuada
asumiendo el riesgo del aislamiento. al desempeño de la dirección de la sociedad,
pasó a ser también educación para el traba-
Educación-trabajo jo, enseñanza de conocimientos utilitarios, de
La hegemonía de la universidad no se pue- aptitudes técnicas especializadas capaces de
de pensar por fuera de la dicotomía educa- responder a los desafíos del desarrollo tec-
ción-trabajo. Esta dicotomía comenzó por nológico en el espacio de la producción. A su
significar la existencia de dos mundos con vez el trabajo, que inicialmente era el uso de
muy poca o ninguna comunicación entre sí: la fuerza física y el manejo de los medios de
el mundo ilustrado y el mundo del trabajo. producción, pasó a ser también trabajo inte-
Quien pertenecía al primero estaba exen- lectual, calificado, producto de una formación
to del segundo; quien pertenecía al segundo profesional más o menos prolongada. La edu-
estaba excluido del primero. Esta dicotomía cación se fragmentó entre la cultura general
atravesó, con este significado, todo el primer y la formación profesional; y el trabajo entre
período del desarrollo capitalista, el período el trabajo no calificado y el trabajo calificado.
574 Boaventura de Sousa Santos
educativa” donde las necesidades de forma- universidad, al que ya hice referencia, prefiere
ción, siempre en mutación, son satisfechas “la preparación amplia para una gran varie-
en el interior del proceso productivo. Por otra dad de condiciones subsecuentes imprede-
parte, y en aparente contradicción con esto, cibles”, en detrimento de “un entrenamiento
la mutación constante de los perfiles profe- específico para una tarea que, en cinco, diez
sionales ha venido a recuperar el valor de la o veinte años puede que ya no exista” (OCDE,
educación general e incluso de la formación 1987: 12). A propósito, dicho informe cita los
cultural de tipo humanista. Frente a las incer- resultados de una reciente consulta realizada
tidumbres del mercado de trabajo y de la vo- a empresarios ingleses sobre sus expectativas
latilidad de las formaciones profesionales que en relación con la formación universitaria. Sin
él reclama, se considera que es cada vez más sorpresa, la consulta revela que se espera que
importante suministrar a los estudiantes una la universidad seleccione los jóvenes más ca-
formación cultural sólida y amplia, marcos paces y les suministre algunos conocimientos
teóricos y analíticos generales, una visión glo- específicos. Pero curiosamente se espera, por
bal del mundo y de las transformaciones, de encima de todo, que la universidad los someta
tal manera que se pueda desarrollar en ellos el a experiencias pedagógicas que, independien-
espíritu crítico, la creatividad, la disponibili- temente del curso escogido, creen flexibilidad,
dad para la innovación, la ambición personal, promuevan el desarrollo personal y agudicen
la actitud positiva frente al trabajo arduo y en la motivación individual (OCDE, 1987: 66).
equipo, y la capacidad de negociación que los La universidad enfrentada a transformacio-
prepare para enfrentar con éxito las exigen- nes que no controla y presionada por exigen-
cias, cada vez más sofisticadas, del proceso cias contradictorias, busca manejar su posi-
productivo. ción amenazada a través de una contabilidad
Así, se constata un cierto regreso al gene- de pérdidas y ganancias del desempeño fun-
ralismo, aunque ahora concebido no en cuan- cional. Enfrentada a las contradicciones de la
to saber universalista y desinteresado propio formación profesional a las que, bajo presión
de las élites, sino en cuanto formación no social, pretendió vincular su hegemonía, no
profesional para un desempeño pluriprofe- deja de mantener en segunda línea, y aunque
sionalizado. El informe de la OCDE sobre la marginada, la educación humanística, lista
De la idea de universidad a la universidad de ideas577
Por el contrario, los costos y los riesgos son y los mejores equipos y otras infraestructuras
muchos y variados. En primer lugar, está el de investigación de que disponen, son obteni-
riesgo de alteración degenerativa de las prio- dos a costa de la pérdida de autonomía, de con-
ridades científicas. Hasta ahora, los investiga- flictos constantes entre las presiones de corto
dores universitarios imaginaban decidir sobre plazo de la empresa y las perspectivas a largo
los temas de investigación en función de su in- plazo propias de los criterios científicos de in-
terés intrínseco, del desafío a que enfrentan las vestigación y de inevitables concesiones en la
teorías ya consagradas, de los prometedores evaluación de la madurez, representatividad o
descubrimientos que sugieren. La preferencia confiabilidad de los resultados.
de la investigación aplicada puede entorpecer El imaginario universitario está dominado
estos criterios de prioridad y, como tendencia, por la idea de que los avances del conocimien-
reemplazarlos por otros: importancia económi- to científico son propiedad de la comunidad
ca y perspectivas de lucro de los temas de in- científica, aunque su autoría pueda ser indivi-
vestigación; potencialidad de estos para crear dualizada. La libre discusión de los procedi-
nuevos productos y procesos; probabilidad mientos y etapas de la investigación y la pu-
de ser financiados por empresas con sede en blicidad de los resultados son considerados
la región de la universidad. Si a las universida- imprescindibles para mantener el dinamismo
des se les permite imponer la investigación de y la competitividad de la comunidad científica.
temas intrínsecamente poco importantes, pero La “comunidad” industrial tiene otra concep-
económicamente muy relevantes, el resultado ción de dinamismo, basada en las perspectivas
probablemente será el de investigadores capa- del lucro y otra concepción de competitividad,
ces de ser “desviados” hacia la investigación basada en las ganancias de la productividad.
de rutina emprendida tan solo en razón de su Si a sus concepciones se sobreponen las de
rentabilidad. Este riesgo está relacionado con la comunidad científica, tendremos, en vez de
otro, el del pacto fáustico. Los investigadores la publicidad de los resultados, el secreto; en
que aceptan o promueven la financiación in- vez de la discusión enriquecedora, el mutismo
dustrial de sus investigaciones pueden caer sobre todo lo que es verdaderamente impor-
en la dependencia de la empresa financiadora. tante en el trabajo en curso; en vez de la libre
Las remuneraciones voluminosas que reciben circulación, las patentes. Las investigaciones
De la idea de universidad a la universidad de ideas583
más interesantes y los datos más importantes Aunque la seriedad de muchos de estos
serán mantenidos en secreto para no destruir riesgos solo será evaluable a largo plazo, la
las ventajas competitivas de la empresa finan- discusión a ese respecto tiende a ser hecha en
ciadora, y los resultados solo serán revelados función de los efectos inmediatos. Y estos son,
cuando estén patentados. Las señales de tal sobre todo, visibles a dos niveles. A nivel del
“perversión” han venido acumulándose y la cuerpo docente, por la acentuación de las di-
perturbación que esto ha causado en algunos ferencias de salarios entre los docentes cuyos
sectores de la comunidad científica ya está pre- temas de investigación son económicamente
sente, y con insistencia, en los informes oficia- explotables y los demás docentes; diferencias
les (OCDE, 1984; OCDE 1987: 58). estas que repercuten en los investigadores y
Una lógica de investigación y de divulgación docentes más jóvenes cuando deben optar en-
dominada por las patentes conlleva otro riesgo: tre varios objetos posibles de investigación. A
el de las ventajas “desleales” conferidas a las esta diferenciación corresponde una amplia-
empresas financiadoras resultantes del acceso ción, que algunos consideran peligrosa, de lo
preferencial a la información más allá de lo que que se debe entender por “actividad aceptable
respecta al proyecto de investigación financia- o legítima” de un investigador universitario
do. Este riesgo se convierte, en ocasiones, en (preponderancia del trabajo de consultoría de
un tema de discusión pública: así, por ejemplo, empresas; formación y gestión de empresas,
en el caso del contrato por valor de 23 millo- etcétera) (OCDE, 1987: 60). La “distorsión co-
nes de dólares entre la empresa Monsanto y la mercial” acaba por transformarse en una “dis-
Facultad de Medicina de Harvard. Se trata de torsión institucional”.6 El segundo nivel hace
una cuestión compleja que obliga a diferenciar referencia a la decadencia de las humanida-
(lo que se discute es con qué criterios) entre des y de las ciencias sociales, áreas de menor
ventajas merecidas en función del esfuerzo de
financiación y ventajas inmerecidas. Una de
sus repercusiones tiene lugar en la política de 6 Los peligros resultantes de esta distorsión son evi-
licenciamiento de patentes cuando estas perte- dentes hoy, y aparecen cada vez con más insistencia en
publicaciones de los organismos internacionales, que
necen a la universidad (¿licenciamiento bajo ré-
hasta hace poco veían sobre todo beneficios en la unión
gimen de exclusividad o de no exclusividad?). universidad-industria. Ver, por último, OCDE (1988).
584 Boaventura de Sousa Santos
política que consistió en la innovación de la que ocurriesen (el hambre en el tercer mun-
“responsabilidad social de la universidad” fren- do, el desastre ecológico, el armamentismo, el
te a los problemas del mundo contemporáneo, apartheid, etcétera), para otros, el compromiso
una responsabilidad raramente enfrentada en era con los problemas nacionales (la criminali-
el pasado, a pesar de lo perentorio de estos dad, el desempleo, la degradación de las ciu-
problemas y a pesar de que la universidad haya dades, el problema de la vivienda, etcétera) o
acumulado sobre ellos conocimientos precio- incluso con los problemas regionales o locales
sos. Esta vertiente tuvo, así, un cuño marcada- de la comunidad inmediatamente involucrada
mente crítico. La universidad fue criticada, ya (la deficiente asesoría jurídica y asistencia mé-
sea porque raramente tuvo el cuidado de mo- dica, la falta de técnicos de planeación regional
vilizar los conocimientos acumulados a favor y urbana, la necesidad de educación para los
de las soluciones de los problemas sociales, ya adultos, de programas de cultura general y de
sea por no haber sabido o querido poner su au- formación profesional, etcétera).
tonomía institucional, y su tradición de espíritu El movimiento estudiantil de los años se-
crítico y de discusión libre y desinteresada al senta fue, sin duda, el portavoz de las reivin-
servicio de los grupos sociales dominados y de dicaciones más radicales en el sentido de la
sus intereses. intervención social de la universidad. Entre
La reivindicación de la responsabilidad so- estas reivindicaciones y las reivindicaciones
cial de la universidad asumió tonalidades dife- de los conservadores y tradicionalistas que
rentes. Si para algunos se trataba de criticar el recusaban, por corruptor del ideario universi-
aislamiento de la universidad y de ponerla al tario, cualquier tipo de intervencionismo, fue
servicio de la sociedad en general, para otros surgiendo, a lo largo de la década, un tipo de
se trataba de denunciar que el aislamiento fue- intervencionismo moderado, reformista, que
ra tan solo aparente y que el involucramiento tuvo su mejor formulación en la idea de la
que él ocultaba, en favor de los intereses y de multiversidad americana teorizada por Clark
las clases dominantes, era social y políticamen- Kerr (1982) a partir de 1963. Anclada en una
te condenable. Por otro lado, si para algunos la larga tradición que se remonta a las “land-
universidad debía comprometerse con los pro- grant universities”, la multiversidad es, muy
blemas mundiales en general y donde quiera sucintamente, una universidad funcionalizada,
586 Boaventura de Sousa Santos
disponible para el desempeño de servicios pú- clásica o de historia medieval. La segunda críti-
blicos y la satisfacción de necesidades socia- ca consistía en que el crecimiento precipitado
les conforme a las solicitudes de los agentes de la universidad conduciría a la ampliación
financiadores, estatales y no estatales. Se trata desmesurada de los servicios administrativos
de una “institución en el centro de los aconte- y a la creación de burocracias poderosas, que
cimientos” (Kerr, 1982: 42) y estos pueden ser asfixiarían la iniciativa y la libertad de los do-
tanto la colaboración con las fuerzas armadas centes. En suma, desde el punto de vista con-
y la CIA, la vinculación con la industria o con servador, la vocación de la universidad sería la
las asociaciones de agricultores, como la asis- inversión intelectual, de largo plazo, la inves-
tencia técnica a los países del tercer mundo, el tigación básica, científica y humanística, una
apoyo a las escuelas de zonas urbanas deprimi- vocación por naturaleza aislacionista y elitista.
das, la organización de “clínicas de vecindad” Pero la multiversidad fue también atacada
para las clases populares, la asistencia jurídica por el movimiento estudiantil y en general por
y judicial a los pobres. la izquierda intelectual (Wallerstein & Starr,
La idea y la práctica de la multiversidad está 1971). La crítica fundamental fue que la univer-
sometida a un fuego cruzado. Los tradicionalis- sidad, con su total disponibilidad para ser fun-
tas hicieron dos críticas principales. La prime- cionalizada y financiada, acababa por volverse
ra consistía en que el intervencionismo sujeta- dependiente de los intereses y grupos sociales
ría a la universidad a presiones y tentaciones con capacidad de financiación, o sea, de la cla-
descaracterizadoras: muchos de los programas se dominante, del establishment. Rehusándose
de extensión no estarían basados en conoci- a establecer sus prioridades sociales y a pro-
mientos sólidos; los profesores involucrados poner definiciones alternativas para los proble-
en actividades de consultoría y de extensión mas y las necesidades sociales seleccionadas
dedicarían menos tiempo a la enseñanza y a la por el gobierno y otras instituciones, la univer-
investigación y con el paso del tiempo, perde- sidad capitulaba ante la sumisión y la pasivi-
rían la lealtad a la universidad y a sus verdade- dad, aunque bajo la forma de frenético activis-
ros objetivos; los programas socialmente rele- mo. En un notable texto de reflexión escrito en
vantes se expandirían a costa del decaimiento medio de la turbulencia estudiantil, Wallerstein
de los departamentos de filosofía, de cultura afirmaba que “la cuestión no está en decidir si
De la idea de universidad a la universidad de ideas587
la universidad debe o no ser politizada, si no en el ghetto por iniciativa de las facultades de de-
decidir sobre la política preferida. Y las prefe- recho y medicina respectivamente; programas
rencias varían” (1969: 29). de investigación y de consultoría sobre pro-
La crítica conservadora empezó a ser oída blemas urbanos organizados en colaboración
con más insistencia en los años setenta y en los entre los departamentos de sociología y de ur-
años ochenta. Un buen ejemplo es el debate banismo por un lado, y las agencias administra-
actual sobre las tesis de Allan Bloom, ya ana- tivas locales por otro; acciones de educación
lizadas. Muchos de los programas orientados continua y de educación para adultos a cargo
a minimizar los problemas sociales de las cla- de los departamentos de educación; apertura
ses no privilegiadas y de las minorías étnicas de las bibliotecas universitarias a la población;
y raciales fueron cancelados. Otros, más vin- múltiples iniciativas de tipo de “universidad
culados al establishment (sobre todo militar) abierta”; etcétera— algunas sobrevivieron has-
que habían sido cancelados en los años sesenta ta nuestros días y algunas incluso se han ex-
bajo la presión de la crítica estudiantil, volvie- pandido. Por ejemplo, en muchas facultades de
ron a ser activados. En muchas universidades, derecho, los servicios de asistencia jurídica y
la responsabilidad social de la universidad se judicial gratuita, que eran extracurriculares en
fue reduciendo a los vínculos con la industria. los años sesenta, fueron integrados a los pro-
Sin embargo, en el caso americano, la tradición gramas de estudio como forma de “enseñanza
de reformismo universitario y la especificidad aplicada” (clinical education), es decir, de tra-
de las relaciones jurídicas (sobre todo fiscales) bajo práctico de estudiantes bajo la orientación
e institucionales de las universidades con las de los profesores. También, se han mantenido
ciudades y las comunidades donde están insta- algunos de los programas de apoyo técnico a la
ladas hizo que la idea de la multiversidad man- renovación urbana, sobre todo de las zonas de-
tuviera su llamado ideológico y se continuara gradadas, tal como los programas para grupos
traduciendo en programas de orientación so- especialmente carentes (niñez abandonada,
cial, sobre todo en el ámbito comunitario. De ancianos, ciegos, deficientes) y los programas
las iniciativas ensalzadas en los años sesenta de reciclaje (la llamada midcareer education)
—oficinas de consultorios jurídicos gratuitos y para mandos medios y superiores de la admi-
clínicas médicas y odontológicas instaladas en nistración pública y privada.
588 Boaventura de Sousa Santos
salud popular, basado en el trabajo con plantas o, por el contrario, abarcar un amplio progra-
medicinales, con la implantación de huertas me- ma de reforma social. Tal ductilidad, servida
dicinales y farmacia verde y con gran participa- por la estabilidad y por la especificidad institu-
ción de rezanderos, bendecidoras, curanderos, cional de la universidad, hace posible que esta
profesionales de la salud, estudiantes, agróno-
continúe reclamando una centralidad social
mos, etcétera (Curso de Extensión Universita-
que a cada momento ve que se le escapa pero
ria a Distancia, 1990).
que, también procura recuperar, recurriendo
También conviene resaltar el proyecto del a diferentes mecanismos de dispersión, un in-
Derecho Encontrado en la Calle , que apunta menso arsenal de estrategias de aplicación y
a recoger y valorizar todos los derechos co- de retracción, de innovación o de regresión, de
munitarios, locales, populares, y movilizarlos apertura y de cierre, que están inscritas en su
en favor de las luchas de las clases populares, larga memoria institucional.
enfrentadas, tanto en el medio rural como en Dado el modo como se reproducen las con-
el medio urbano, con un derecho oficial hostil tradicciones y las tensiones en las dicotomías
o ineficaz.7 alta cultura-cultura popular, educación-traba-
El espacio concedido a esta propuesta de jo, teoría-práctica, en procesos sociales cada
la Universidad de Brasilia tiene por objetivo vez más complejos y acelerados, la universi-
mostrar la extrema ductilidad del llamado a la dad no puede dejar de perder la centralidad,
práctica, y de la concepción de responsabilidad tal vez porque, a su lado, van surgiendo otras
social de la universidad en que este se traduce. instituciones que le disputan con éxito algunas
En la década de los ochenta, la misma concep- de las funciones, tal vez porque, presionada por
ción pudo, en áreas diferentes del globo y en la “sobrecarga funcional”, está obligada a dife-
condiciones sociales y políticas diferentes, cir- renciarse internamente con el riesgo perma-
cunscribirse a la cooperación con la industria nente de la descaracterización. De ahí la crisis
de hegemonía que he venido analizando. Los
recursos de que dispone la universidad son in-
adecuados para resolver la crisis, toda vez que
7 En el ámbito de este proyecto fue publicada una no-
los parámetros de esta trascienden en mucho
table antología de textos cuya última edición es de 1990
(Curso de Extensión Universitaria a Distancia, 1990). el ambiente universitario, pero han sido hasta
De la idea de universidad a la universidad de ideas591
ahora suficientes para impedir que la crisis se el criterio de legitimidad de la universidad mo-
ahonde descontroladamente. Como resulta derna. Y a la luz de él, no sería sorprendente
del análisis precedente, la crisis de hegemonía que la legitimidad de la universidad fuera, des-
es la más amplia de todas las crisis por la que de el principio, bastante precaria. La universi-
atraviesa la universidad, de tal manera que está dad moderna se proponía producir un conoci-
presente en las restantes. Por esta razón, me li- miento superior, elitista, para suministrárselo
mito en seguida a hacer una breve referencia a a una pequeña minoría de jóvenes, igualmente
la crisis de legitimidad y a la crisis institucional. superior y elitista, en un contexto institucional
clasista (la universidad es una sociedad de cla-
LA CRISIS DE LEGITIMIDAD ses) que pontifica sobre la sociedad desde lo
Mientras no fue cuestionada, la hegemonía alto de su aislamiento.
de la universidad constituyó un fundamento A pesar de esto, la legitimidad de la univer-
suficiente de su legitimidad y, por lo tanto, de sidad no fue seriamente cuestionada durante el
la aceptación consensual de su existencia ins- período del capitalismo liberal y a eso contri-
titucional. Sin embargo, los factores que lleva- buyó decisivamente el hecho de que el Estado
ron a la crisis de hegemonía en la postguerra y liberal, que es la forma política de la sociedad
que fueron mencionados en la sección anterior moderna en este período, no tenga él mismo un
solo explican parcialmente la crisis de legitimi- fuerte contenido democrático. Este por demás
dad tal como ella se vino a configurar y es por comenzó por ser muy débil y solo se fue for-
eso que se deben distinguir las dos crisis, a pe- taleciendo a medida que fueron teniendo éxito
sar de que la crisis de hegemonía esté presente las luchas de los trabajadores por el sufragio
en la crisis de legitimidad. universal, por los derechos civiles y políticos,
En la sociedad moderna el carácter con- por la organización autónoma de los intereses,
sensual de una determinada condición social por la negociación sobre la distribución de la
tiende a ser medido por su contenido demo- riqueza nacional. El éxito de estas luchas pro-
crático; el consenso, de su parte, será tanto vocó alteraciones tan profundas, que configuró
mayor cuanto mayor sea su consonancia con a partir de finales del siglo XIX un nuevo pe-
los principios filosófico-políticos que rigen a la ríodo de desarrollo capitalista, el período del
sociedad democrática. Este también ha de ser capitalismo organizado, en cuyo transcurso la
592 Boaventura de Sousa Santos
forma política del Estado liberal fue sustitui- hegemonía y la crisis de legitimidad: el tipo de
da, en las sociedades europeas desarrolladas, conocimientos producidos (cuestión de hege-
por el Estado-providencia, o Estado social de monía) tiende a alterarse con la alteración del
derecho, una forma política mucho más de- grupo social a que se destina (cuestión de legi-
mocrática concebida para hacer compatible, timidad). Por eso, las respuestas de la universi-
dentro del marco de relaciones sociales capi- dad a la crisis de hegemonía arriba analizada —
talistas, las exigencias del desarrollo econó- incorporación limitada de la cultura de masas,
mico con los principios filosófico-políticos de de la formación profesional, de la investigación
la igualdad, de la libertad y de la solidaridad, aplicada y de la extensión a la comunidad—
que subyacen en el proyecto social y político solo son plenamente comprensibles si tenemos
de la modernidad. Se comprende, pues, que la en mente que con ellas la universidad pretende
legitimidad de la universidad moderna, a pesar incorporar, de modo igualmente limitado, gru-
de ser siempre precaria, solo haya entrado en pos sociales hasta entonces excluidos (hijos de
crisis en el período del capitalismo organizado la clase proletaria, de la pequeña burguesía y
y por demás, tal como la crisis de la hegemo- de inmigrantes, mujeres, minorías étnicas).
nía, solo al final del período en la década de los En el momento en que la búsqueda de la
sesenta. La crisis de la legitimidad es, en gran universidad dejó de ser solo la búsqueda de la
medida, el resultado del éxito de las luchas por excelencia y pasó a ser, también, la búsqueda
los derechos sociales y económicos, los dere- de la democracia y de la igualdad, los límites
chos humanos de la segunda generación entre de la congruencia entre los principios de la
los cuales sobresale el derecho a la educación universidad y los principios de la democracia y
(Santos, 1989a). de la igualdad se hicieron más visibles: ¿Cómo
La crisis de legitimidad ocurre, entonces, en compatibilizar la democratización del acceso
el momento en que se hace socialmente visi- con los criterios de selección interna?, ¿cómo
ble que la educación superior y la alta cultura hacer interiorizar en una institución que es, ella
son prerrogativas de las clases superiores o al- misma una “sociedad de clases” los ideales de
tas. Cuando la búsqueda de educación deja de democracia y de igualdad?, ¿cómo suministrar-
ser el objetivo de promover su ascenso social. le a los gobernados una educación semejante
De ahí, la implicación mutua entre la crisis de a la que hasta ahora le fue suministrada a los
De la idea de universidad a la universidad de ideas593
gobernantes, sin provocar un “exceso de de- entre otras cosas, según la composición social
mocracia” y con eso la sobrecarga del sistema de la población escolar.
político más allá de lo que es tolerable?, ¿cómo A partir de la década de los sesenta, los estu-
es posible, en vez de eso, adaptar los modelos dios sociológicos fueron mostrando que la ma-
de educación a las nuevas circunstancias sin sificación de la educación no alteraba significa-
promover la mediocridad y descaracterizar a la tivamente los patrones de desigualdad social.
universidad? Hoy, los informes oficiales son los que pueden
Enfrentada a tales interrogantes, la uni- certificarlo. A manera de balance del “énfasis
versidad una vez más se prestó a soluciones igualitario” de los últimos veinte años, el infor-
de compromiso que le permitieron continuar me OCDE que he mencionado afirma:
reclamando su legitimidad sin desistir, en lo
esencial, de su elitismo. Resumiendo, se pue- a pesar de que la expansión de la enseñanza supe-
de decir que se buscó desvincular en la prácti- rior, que tuvo lugar en la mayoría de los países en
ca, y en rebeldía contra el discurso ideológico, los años sesenta y principios de los años setenta
mejoró aparentemente las oportunidades de los
la búsqueda de la universidad de la búsqueda
grupos sociales menos favorecidos, la verdad es
de la democracia y de la igualdad, de tal modo
que la posición relativa de estos grupos no me-
que la satisfacción razonable de la primera no joró significativamente sobre todo después de
acarrease la exagerada satisfacción de la se- mediados de los años setenta (OCDE, 1987: 34).
gunda. Esto fue posible sobreponiendo a la di-
ferenciación y estratificación de la universidad Según el mismo informe, el porcentaje de hi-
según el tipo de conocimientos producidos jos de familias trabajadoras que asistieron a las
—analizados arriba— la diferenciación y es- universidades alemanas aumentó significativa-
tratificación según el origen social del cuerpo mente en los años sesenta, pero se mantiene
estudiantil. Los múltiples dualismos mencio- entre el 12% y el 15% desde 1970. En Francia
nados, entre enseñanza superior universitaria ocurrió algo semejante, ese porcentaje era del
y no universitaria, entre universidades de élite 8% en 1962, y de tan solo el 12% en 1982, a pe-
y universidades de masas, entre cursos de gran sar de que la población estudiantil aumentó en
prestigio y cursos poco valorizados, entre es- este período de 282.000 a 773.000. Al contra-
tudios serios y cultura general, se definieron, rio, según este mismo informe, prácticamente
594 Boaventura de Sousa Santos
en todos los países de la OCDE, es más alto el integral. Para los adeptos de la expansión de-
porcentaje de hijos de familias trabajadoras mocrática, la universidad se dejó funcionalizar
que asisten a la enseñanza superior no univer- por las exigencias del desarrollo capitalista
sitaria (OCDE, 1987: 35). Para los hijos de las (mano de obra calificada) y defraudó las ex-
familias trabajadoras, el hecho de que el dere- pectativas de promoción social de las clases
cho a la educación haya venido a significar, el trabajadoras a través del expediente de falsa
derecho a la formación técnica profesional, es democratización.9 La diversidad de opiniones
revelador del modo como la reivindicación de- es, en este caso, reveladora de la ambigüedad
mocrática de la educación fue subordinada, en misma de la ley de desarrollo desigual. Es de
el marco de las relaciones sociales capitalistas, creer que esta desigualdad continúe vigente en
a las exigencias del desarrollo tecnológico de el futuro próximo y, por lo demás, sin grandes
la producción industrial fuertemente sentidas sobresaltos, ya sea porque la presión demográ-
a partir de la década de los sesenta.8 fica terminó, ya sea porque esté aumentando el
Frente a la reivindicación social de un mo- número de estudiantes con expectativas más
delo de desarrollo más igualitario, la univer- limitadas (adultos,10 estudiantes trabajadores,
sidad se extendió según una ley de desarrollo estudiantes financiados por las empresas,11
desigual (Moscati, 1983: 66). Para aquellos que
siempre estuvieron en contra de la expansión,
9 En un pequeño libro publicado en 1975, ya denun-
por ejemplo, A. Bloom, la universidad perdió
ciaba la falsa democratización de la universidad, al mis-
su carácter de un modo irremediable. Para mo tiempo que defendía una democratización global de
los que promovieron el desarrollo desigual, la la misma que incluía la democratización administrativa,
universidad, a pesar de todas las transforma- geográfica, curricular, pedagógica institucional, profe-
ciones para romper su aislamiento ancestral, sional y socio-económica (Santos, 1975).
no cambió lo esencial, pues mantuvo siempre 10 El Center for Education Statistics de los Estados
un núcleo duro capaz de imponer los criterios Unidos previó que, en 1990, el 47% de los estudiantes
de enseñanza superior americanos tendrían más de 25
de excelencia y los objetivos de educación
años de edad.
11 Cada vez más, las empresas están dispuestas a fi-
nanciar parte de la educación de sus empleados, pero
8 Ver, también, Courtois (1988). la mayoría establece restricciones en cuanto al tipo de
De la idea de universidad a la universidad de ideas595
etcétera). Frente a estas condiciones disminu- dos factores, ambos característicos del perío-
yen los costos de una política de discrimina- do del capitalismo desorganizado, están vincu-
ción social y por eso no es sorprendente que en lados, pero es posible y conveniente, analizar-
muchos países la prioridad para garantizar el los por separado.
acceso a la universidad para los grupos socia- La crisis del Estado-Providencia es mucho
les desprotegidos sea hoy menor de lo que era más compleja y la traté en detalle en otro lu-
en los años sesenta y setenta (OCDE, 1987: 21). gar (Santos, 1990). Basta mencionar aquí que
esa crisis se ha manifestado a través del dete-
LA CRISIS INSTITUCIONAL rioro progresivo de las políticas sociales, de
De todas la crisis de la universidad, la crisis la política de vivienda y de la política de salud
institucional es, sin duda, la que se ha agudi- a la política de educación. Invocando la crisis
zado más en los últimos diez años. En parte, financiera —no siempre comprobada y casi
porque en ella repercuten tanto la crisis de he- nunca motivo suficiente— el Estado ha ve-
gemonía, como la crisis de legitimidad; en par- nido haciendo profundas reestructuraciones
te, porque los factores más indicativos de su en su presupuesto y siempre en el sentido de
agravamiento pertenecen efectivamente al ter- desacelerar, estancar e incluso contrariar el
cer período del desarrollo capitalista, el perío- presupuesto social. Pero, más dramática que
do del capitalismo desorganizado. El valor que la evolución del nivel de los gastos, es la evo-
está siendo afectado en la crisis institucional lución de su contenido. Rápidamente, el Esta-
es la autonomía universitaria, y los factores do ha pasado de la condición de productor de
que han venido a hacer cada vez más proble- bienes y servicios (escuelas, enseñanza) a la
mática su afirmación son la crisis del Estado- de comprador de bienes y servicios produci-
providencia y la desaceleración de la produc- dos en el sector privado. En consecuencia, la
tividad industrial en los países centrales. Los universidad pública, que en Europa tiene un
predominio absoluto en el sistema de ense-
ñanza superior, ha sufrido recortes presupues-
cursos que financian (cursos cortos; cursos relacio- tales más o menos significativos, sobre todo
nados con el empleo). La exención de impuestos por
en el área de las ciencias sociales y las huma-
financiación de la educación de los empleados ha fun-
cionado como un incentivo poderoso (Mitchell, 1989). nidades, al mismo tiempo que es obligada a
596 Boaventura de Sousa Santos
enfrentarse con la creciente competencia de industrial. Cualquiera que haya sido el diagnós-
la universidad privada, fuertemente financia- tico de este fenómeno, la terapéutica se cen-
da por el Estado. tró, desde temprano, en la investigación cien-
Los recortes presupuestales provocan tres tífica y tecnológica y a partir de ese momento,
efectos principales en la vida institucional de la universidad se vio convocada a participar
la universidad. Porque son selectivos, alteran más activamente en la lucha por la producti-
las posiciones relativas de las diferentes áreas vidad industrial. Atrás vimos que la universi-
del saber universitario y de las facultades, de- dad reaccionó a esa convocatoria siguiendo
partamentos o unidades donde son investiga- una estrategia de minimización del riesgo de
das y/o enseñadas y, con esto, desestructuran la pérdida de hegemonía. Enfrentada a los re-
las relaciones de poder en que se basa la es- cortes financieros, no sorprende que, entre los
tabilidad institucional. Porque están siempre beneficios esperados de esa participación, los
acompañados del discurso de la productividad, financieros hayan sido los más consentidos.
obligan a la universidad a cuestionarse en tér- Sin embargo, los flujos provenientes de las em-
minos que le son poco familiares y a someter- presas, por estar subordinados a los criterios
se a criterios de evaluación que tienden a dar de rentabilidad de la inversión propios de la
de su producto, cualquiera que este sea, una industria, terminaron por ejercer una presión,
evaluación negativa. Por último, porque no convergente con la de los recortes presupues-
restringen las funciones de la universidad en la tales, en el sentido de evaluar el desempeño
medida de las restricciones presupuestales, los de la universidad. En otras palabras, la parti-
recortes tienden a inducir la universidad a bus- cipación de la universidad en la lucha por la
car medios alternativos de financiación para lo productividad acabó por voltear esa lucha en
cual se auxilian de un discurso aparentemente contra de la misma universidad y el efecto ins-
contradictorio que resalta simultáneamente la titucional que de ahí se desprende no se hizo
autonomía de la universidad y su responsabi- esperar. Enfrentada a estos factores, la crisis
lidad social. institucional de la universidad asume variadí-
Este último efecto se une con el segundo simos aspectos. Me referiré brevemente a uno
factor de la crisis institucional de la univer- de ellos, a mi entender el más importante: la
sidad: la desaceleración de la productividad evaluación del desempeño universitario.
De la idea de universidad a la universidad de ideas597
de la universidad o al menos si tiene sentido Esta cuestión está vinculada con los crite-
hablar de producto. Como afirma Bienaymé, rios de evaluación. En este campo, la mayor
la variedad de productos que se esperan de dificultad está en establecer medidas para la
la universidad es tal que se hace difícil exigir evaluación de la calidad y la eficiencia. Inclu-
que la universidad los produzca todos con la so aceptando que la universidad elabora “pro-
misma eficiencia, o que establezca entre ellos ductos”, es evidente que muchos de ellos no
una jerarquía inequívoca (Bienaymé, 1986: son susceptibles de medición directa. ¿Cómo
106). La producción y transmisión del cono- medir la formación del carácter o incluso el
cimiento científico, la producción de trabaja- progreso científico? No hay medidas directas,
dores calificados, la elevación del nivel cultu- e incluso recurrir a medidas indirectas no deja
ral de la sociedad, la formación del carácter, de crear algunos problemas. Mencionaré dos:
la identificación de talentos, la participación el cuantitativismo y el economicismo.
en la solución de los problemas sociales, son Frente a la inefabilidad de las calidades ins-
productos, no solo muy variados, sino también critas en los productos a evaluar, los agentes e
difíciles de definir. Además, como dije atrás, instituciones evaluadoras tienden a favorecer
la producción de uno de ellos choca frecuen- las medidas cuantitativas, un procedimiento
temente con la del otro, por lo que, si no se bastante familiar a los científicos sociales, en-
establece una jerarquía, la universidad estará frentados, desde hace mucho, con la necesidad
siempre por debajo del desempeño adecuado de hacer operacionales los conceptos y esta-
en algunos de estos productos. Es incluso dis- blecer indicadores del comportamiento de las
cutible si realmente se puede hablar de “pro- variables seleccionadas. Sin embargo, hoy es
ductos” en algunos de los desempeños como, reconocido que la calidad sobrepasa siempre a
por ejemplo, la formación del carácter o la las calidades en que se operacionaliza. Tome-
elevación del nivel cultural. Se puede, incluso, mos un ejemplo. Frente a la comprobación de
entender que el uso de los términos “producto” que Francia produce más diplomas universita-
y “producción” implica la opción de una metá- rios que Alemania, a pesar de poseer una tasa
fora economicista y materialista que introduce de asignación (número de alumnos por docen-
un sesgamiento de base en la evaluación del te) muy inferior (23 en Francia; 9 en Alemania)
desempeño de la universidad. (Bienaymé, 1986: 317), será fácil concluir que
De la idea de universidad a la universidad de ideas599
el sistema universitario francés es más eficaz Königsberg, Kant no habría tenido tiempo para
que el alemán. Sin embargo, tal conclusión no escribir la Crítica de la Razón Pura (Chaui &
dice nada sobre la calidad de los diplomas, el Giannotti, 1987: 21). El cuantitativismo está ín-
nivel de excelencia exigido, o el impacto del timamente ligado con el economicismo. En la
tipo de formación en el desempeño profesional sociedad contemporánea, el arquetipo del pro-
de los diplomados. Es cierto que cualquiera de ducto social definido cuantitativamente es el
estos factores puede ser, a su vez, operaciona- producto industrial. El economicismo consiste
lizado en indicadores cuantitativos, pero por en concebir el producto universitario como un
los mismos motivos, acabará por reproducir, producto industrial, aunque de tipo especial
en su ámbito, la irreductibilidad de la calidad y, consecuentemente, en concebir la universi-
a la cantidad. dad como una organización empresarial. Este
El problema del cuantitativismo no se sitúa sesgamiento está hoy muy difundido, y su vi-
solo a nivel de la falibilidad de los indicadores. gencia descontrolada representa un peligro
El recurso a la operacionalización cuantitati- importante para la autonomía institucional de
va lleva inconscientemente a favorecer, en la la universidad.
evaluación, los objetivos o productos más fá- El peligro se deriva, básicamente, de dos
cilmente cuantificables (Simpson, 1985: 535). vectores: el ciclo del producto y el proceso de
Por ejemplo, por esa razón, se puede hacer in- su producción. En cuanto al primer vector, el
cidir la evaluación en la producción de conoci- ciclo del producto, el peligro resulta de que el
mientos científicos (medida por el número de producto industrial tenga un ciclo mucho más
publicaciones) en detrimento de la formación corto que el producto universitario. La lógica
del carácter de los estudiantes. Por otro lado, de la rentabilidad de la inversión tiende a fa-
la interiorización, en el seno de la comunidad vorecer el corto plazo en detrimento del largo
universitaria, de la evaluación cuantitativa plazo y por eso solo un reducido número de
puede distorsionar las prioridades científicas empresas hace inversión estratégica, orientada
de los docentes e investigadores. Como afir- hacia el mediano o largo plazo. La aplicación
ma Giannotti, si Federico el Grande hubiera de esta lógica en el desempeño de la univer-
exigido cuarenta papers para volver a con- sidad tiende a favorecer las utilidades a corto
tratar a Kant para la cátedra de Filosofía, en plazo, sean ellas cursos cortos, en detrimento
600 Boaventura de Sousa Santos
dependencias recíprocas que se crean en el in- existe entre evaluación y autonomía, entre au-
terior de las unidades bajo evaluación, es du- tonomía y productividad.
doso que la autoevaluación pueda ser más que Tendríamos un cuadro bien diferente si, en
justificación de rutinas establecidas. De ahí, la vez de contradicción, la universidad viera en
figura del evaluador externo y la ambivalencia la evaluación la salvaguarda de su autonomía.
con que los departamentos y las universidades En este caso, la universidad estaría en mejores
la han aceptado. condiciones para negociar participativamente
Pero la cuestión de la titularidad no se trae a los objetos, los criterios y la titularidad de la
colación tan solo al respecto de la persona o de evaluación. Si es cierto que la pérdida de he-
la filiación del evaluador sino, también, con re- gemonía de la universidad contribuyó a jus-
lación al control de los criterios de evaluación y tificar frente a las agencias financiadoras, y
de los objetos de la evaluación. En cuanto a es- sobre todo del Estado, la exigencia de la eva-
tos últimos, lo que está siendo juzgado es saber luación, no es menos cierto que, frente al pú-
si la universidad puede reivindicar ser evalua- blico en general, tal exigencia está vinculada
da exclusivamente en función de los “produc- con la crisis de legitimidad de la universidad.
tos” que se propuso elaborar. Si la universidad Efectivamente, en una sociedad democrática,
fuera evaluada a la luz de objetivos que no se parece evidente que la universidad rinda cuen-
propuso producir, habría pedido la titularidad tas de los fondos públicos —a pesar de todo
de la evaluación, incluso que los evaluadores significativos— que absorbe, fondos, en gran
fueran internos. La referencia que acabé de medida, provenientes de los impuestos paga-
hacer a los diferentes tipos de dificultades de dos por los ciudadanos. En vez de enfrentar
evaluación del desempeño funcional de la uni- esta exigencia, la universidad pública, sobre
versidad muestra que tales dificultades son ob- todo europea, ha venido evitándola bajo múl-
viamente reales y algunas hasta insuperables, tiples pretextos y recurriendo a formas varias
pero muestra también que algunas de ellas se de resistencia pasiva. El peligro de esta actitud
deben al modo como la universidad ha venido está, entre otras cosas, en la oportunidad que
enfrentando la cuestión de la evaluación. Y una le puede dar a las universidades privadas para
vez más, es fácil concluir que la universidad se que justifiquen, bajo los mismos pretextos, el
ha limitado a dejar de lado la contradicción que rechazo a ser evaluadas. En un período en que
De la idea de universidad a la universidad de ideas603
las universidades privadas se multiplican y ab- cosa pueda ser hecha con éxito, la universidad
sorben fondos públicos cada vez más impor- tiene que buscar coaliciones políticas, en su
tantes, la falta de transparencia en este sector interior y en su exterior, que fortalezcan su po-
de la educación universitaria puede dar origen sición en la negociación de los términos de la
a formas de competencia desleal y, en estas cir- evaluación.15 Si tal cosa sucede, la universidad
cunstancias, las universidades públicas termi- tendrá, probablemente condiciones para hacer
narán por ser las mayores víctimas. dos exigencias que, a mi manera de ver, son
La posición defensiva, “dispersiva”, de la fundamentales. En primer lugar, que sea ella,
universidad en este campo tiene una justifica- en diálogo con las comunidades que le están
ción plausible: la universidad hoy no tiene po- más allegadas (Internacionales, nacionales,
der social y político para imponer condiciones locales), quien decida sobre los objetivos en
que garanticen una evaluación equilibrada y sin función de los cuales debe ser evaluada. En
prejuicios de su desempeño. Tal impotencia es, segundo lugar, que la evaluación externa sea
como vimos, la otra fase de la pérdida de he- siempre interpares, esto es que sea hecha por
gemonía. Pero tal como mencioné, la gestión gente de la comunidad académica capaz de
de la crisis de hegemonía deja algún margen distanciarse del clientelismo de cada centro”
para luchar contra tal impotencia. Se trata, de (Giannotti, 1987: 91).
hecho, de una cuestión política, por más que Con todo, la autonomía y la especificidad
las exigencias de evaluación sean formuladas institucional de la universidad han impedido la
en términos tecnocráticos (eficiencia; conoci- búsqueda de tales coaliciones. En lo que res-
miento del producto universitario; gestión ra- pecta a las coaliciones en el interior, la “socie-
cional), y es como cuestión política que debe dad de clases” que la universidad ha tenido tra-
ser enfrentada por la universidad. Además, los dicionalmente no facilita la constitución de una
abordajes tecnocráticos de la problemática de comunidad universitaria, ciertamente a varias
la evaluación esconden la debilidad política de voces, que incluya docentes e investigadores
la universidad, sobre todo de la universidad pú-
blica. Frente a esto la universidad solo podrá
15 En el mismo sentido, aunque con referencia espe-
resolver la crisis institucional si decide enfren-
cífica a las universidades americanas, ver Benveniste
tar la exigencia de la evaluación; para que tal (1985).
604 Boaventura de Sousa Santos
más difícil de soportar cuanto que la situación que ellas se profundicen descontroladamente,
anterior fue siempre de evidente mediocridad recurriendo para eso a su larga memoria insti-
en relación con la de las demás universidades tucional y a las ambigüedades de su perfil ad-
europeas. Tal austeridad, combinada con un ministrativo. Se ha tratado de una actuación al
discurso de privatización que incita a la univer- sabor de las presiones (reactiva), con incorpo-
sidad a buscar fuentes alternativas de financia- ración acrítica de lógicas sociales e institucio-
ción que, sin embargo, dado nuestro nivel de nales exteriores (dependiente) y sin perspecti-
desarrollo industrial son difíciles de encontrar, vas a mediano o largo plazo (inmediatistas).
coloca a la universidad portuguesa frente a di- Pienso que tal modelo de gestión de las
lemas mucho más serios que los que enfrentan contradicciones no puede continuar fortale-
las demás universidades europeas. Tal vez por ciéndose por mucho más tiempo. Las presio-
eso la universidad portuguesa necesite, más nes tienden a ser cada vez más fuertes, las ló-
que la universidad de los países centrales, re- gicas externas, cada vez más contradictorias,
flexionar sobre una estrategia a largo plazo. el corto plazo cada vez más tiránico. Con esto
Es sobre eso que trato en esta segunda parte. la universidad será una institución cada vez
Consciente de que me refiero a la universidad más inestable y sus miembros estarán cada
en general, tengo sobre todo presente a la uni- vez más forzados a desviar energías de las ta-
versidad portuguesa. reas intelectuales y sociales de la universidad
En la primera parte de este texto, intenté hacia las tareas organizativas e instituciona-
mostrar que el cuestionamiento de la univer- les. La crisis institucional tenderá a absorber
sidad, siendo un fenómeno tal vez tan antiguo las reflexiones de la comunidad universitaria
como la misma universidad, se ha ampliado e y, más allá de cierto límite, tal concentración
intensificado significativamente en los últimos hará que las otras dos crisis se resuelvan por la
años, razón por la cual es legítimo hablar de negativa: la crisis de hegemonía, por la crecien-
crisis de la universidad, incluso admitiendo que te descaracterización intelectual de la univer-
tal caracterización, por su uso indiscriminado, sidad; la crisis de legitimidad por la creciente
no es tal vez la mejor. Mostré, también, que la desvalorización de los diplomas universitarios.
universidad, lejos de poder resolver sus crisis, Es pues, necesario pensar en otro modelo de
las ha administrado de tal modo que impide actuación universitaria frente a los factores
606 Boaventura de Sousa Santos
su crisis institucional en la medida en que sea postmodernizar los saberes festivos de la pre-
una anarquía organizada, hecha de jerarquías modernidad. El verdadero mercado para el sa-
suaves y nunca superpuestas. Por ejemplo, si ber universitario reside siempre en el futuro.
los más jóvenes, por falta de experiencia, no
pueden dominar las jerarquías científicas, de- Disposiciones transitorias
ben poder, por su dinamismo, dominar las je- e ilustraciones
rarquías administrativas. Ante un largo plazo que puede ser exaltador,
Las comunidades interpretativas internas el corto plazo solo será mediocre si se deja me-
solo son posibles mediante el reconocimiento dir por sí mismo. Para que tal cosa no suceda,
de múltiples curricula en circulación en el in- anoto a continuación, sin ninguna preocupa-
terior de la universidad. No se trata de oficia- ción de exhaustividad, algunas disposiciones
lizar o de formalizar los curricula informales, transitorias con sus respectivas ilustraciones.
sino tan solo de reconocerlos como tales. Tal Algunas de las disposiciones son verdadera-
reconocimiento obliga a reconceptualizar la mente a corto plazo, otras solo lo serán apa-
identidad de los docentes, de los estudiantes y rentemente. Su carácter programático es, en
de los funcionarios en el seno de la universi- ocasiones, estimulante, apenas con el objetivo
dad. Son todos docentes de saberes diferentes. de suscitar el debate sobre los problemas que
Las jerarquías entre ellos deben ser estableci- me parecen más importantes. Por eso, las so-
das en un contexto argumentativo. luciones o ilustraciones aquí propuestas deben
11. La universidad debe disponerse estraté- ser entendidas como ficciones que ayudan a
gicamente para compensar la inevitable decli- formular la realidad de los problemas.
nación de sus funciones materiales con el forta- Para las tesis, en general. El gran peligro
lecimiento de sus funciones simbólicas. En una para la universidad en las próximas décadas
sociedad de clases, la universidad debe promo- es el de que los dirigentes universitarios se li-
ver transgresiones interclasistas. En una socie- miten a liderar inercias. Las grandes transfor-
dad al borde del desastre ecológico, la universi- maciones no pueden ser puestas de lado solo
dad debe desarrollar una depurada conciencia porque la universidad creó a este respecto el
ecológica. En una sociedad de festividades y mito de la irreformabilidad. Es de prever que
placeres industrializados, la universidad debe a corto plazo la crisis institucional monopolice
610 Boaventura de Sousa Santos
culturales que más marcan nuestro tiempo y la artística y literaria, la universidad debe dejar de
universidad no ha querido, hasta ahora, enfren- hacerlas girar a su alrededor y, por el contrario,
tarlo hasta sus últimas consecuencias.18 tomar medidas para girar alrededor de ellas. Por
Activistas sociales (sobre todo los activistas eso, la universidad considerará a los estudiantes
sociales de la naturaleza), artistas y escritores que participen en ellas como docentes e investi-
deben tener una presencia constante en las ac- gadores de nuevo tipo (animadores culturales) y
tividades curriculares de investigación y de en- valorará adecuadamente en el plan escolar, sus
señanza, pues las normas sociales de la natura- desempeños. En muchas áreas, será posible re-
leza no son deducibles de la “ciencia normal”. emplazar las formas de evaluación normal por la
Siendo verdad que las actividades denomina- evaluación de aprovechamiento social o artístico
das “circum-escolares” de los estudiantes tien- de los conocimientos adquiridos.
den a preferir la intervención social, humanística, Se debe promover que los docentes, investi-
gadores y funcionarios se involucren en las ac-
tividades escolares de tipo circum-escolar. La
18 En el mismo sentido, Graff agrega que a pesar de su asignación de beneficios profesionales ligados
importancia el conflicto entre ciencias y humanidades a tal participación debe depender de la evalua-
no hace parte de los temas de investigación ni de las ción de los desempeños.
ciencias ni de las humanidades: “el conflicto no es estu- Para la tesis 6. En el corto plazo, la doble
diado porque no es especialidad de nadie —o entonces
es estudiado (por unos pocos) porque es especialidad ruptura epistemológica será siempre asimétri-
de todos—” (Graff, 1985: 70). Uno de esos estudios, rea- ca y la universidad estará mucho más tranquila
lizado por el lado de las humanidades, se puede leer en en la ejecución de la primera ruptura (“ciencia
Hartman (1979). Reconocer y asumir ese conflicto debe normal”) que en la ejecución de la segunda rup-
ser entendido, así, como primer paso de una actitud
tura (“ciencia revolucionaria”). En las socieda-
epistemológica mucho más ambiciosa, la doble ruptura
epistemológica, de cuyos trabajos tanto la ciencia mo- des con menor nivel de desarrollo científico,
derna como las humanidades, a la postre, igualmente como es el caso de Portugal, se admite inclu-
modernas, surgirán profundamente transformadas. No so que las universidades den temporalmente
es sorprendente pues, que la concepción de humanida- prioridad a la primera ruptura, siempre que lo
des que yo defiendo esté en las antípodas de la que de-
hagan teniendo en cuenta que se trata de la pri-
fiende Allan Bloom (1988), un contraste que será tema
de un próximo trabajo. mera ruptura y no de la única ruptura.
612 Boaventura de Sousa Santos
edificantes de la ciencia; la prestación de ser- Siempre que sea posible, las actividades de ex-
vicios a otra persona nunca se concibió como tensión deben incluir a estudiantes y también a
prestación de servicios a la misma universidad. funcionarios. Se deben pensar nuevas formas de
Tales actividades estuvieron, sin embargo, al “servicio cívico” en asociaciones, cooperativas y
servicio de un objetivo genuino, el de cumplir comunidades, etcétera. La evaluación de estas
la responsabilidad social de la universidad”, un actividades debe prestar una atención preferen-
objetivo cuya autenticidad, por demás, reside te al desempeño del Know-how ético, al análisis
en el conocimiento de la tradicional “irrespon- de los impactos y de los efectos perjudiciales y
sabilidad social de la universidad”. sobre todo al aprendizaje concreto de otros sa-
De este núcleo genuino, y en pequeños pasos, beres en el proceso de “extensión”.
se debe partir para transformar las actividades La profundización de este contenido edi-
de extensión hasta que ellas transformen la uni- ficante en una aplicación aun predominante-
versidad. La participación de la universidad con mente técnica, debe proseguir con la apertura
la industria en la lucha por los incrementos de preferencial de la universidad (de sus aulas
productividad no debe ser abandonada, pero los y de sus laboratorios, de sus bibliotecas y de
servicios prestados siempre deben tener un fuer- sus instalaciones de recreo) a los miembros o
te contenido de investigación y los beneficios fi- participantes de las asociaciones o acciones
nancieros que se derivan de ellos solo en peque- sociales en las que la universidad haya deci-
ña medida deben ser atribuidos a los docentes o dido participar. La evaluación de esta apertu-
investigadores directamente involucrados y, por ra se deberá hacer de manera tal que, de un
el contrario, deben engrosar un fondo común lado, premie tanto los procesos en los que la
con el que la universidad financie la prestación competencia en saberes no científicos se enri-
de servicios en áreas o grupos sociales sin capa- quece como tal en el contacto comunicativo y
cidad de pago. Sin embargo, se debe evitar a toda argumentativo con la competencia en el saber
costa que los “servicios a la comunidad” se re- científico; como de otro lado, los procesos en
duzcan a servicios a la industria. La universidad los que la competencia en saberes científicos
deberá crear espacios de interacción con la co- se enriquece como tal en el contacto comuni-
munidad involucrada, donde sea posible identifi- cativo y argumentativo con la competencia en
car eventuales actuaciones y definir prioridades. saberes no científicos.
614 Boaventura de Sousa Santos
través de ellos, la universidad tendrá un papel Connor, A. I.; Wylie, J.; Young, A. 1986
modesto pero importante en el reencantamien- “Academic-industry liaison in the United
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La Universidad en el siglo XXI.
Para una reforma democrática
y emancipadora de la universidad*
los noventa, y otros que ganaron mucho peso y la descapitalización de las universidades pú-
en el transcurso de la misma década. La crisis blicas. Las causas y las consecuencias variaron
institucional era y es, desde hace por lo menos de país a país.1
dos siglos, el eslabón más débil de la universi- En los países que vivieron dictaduras a lo
dad pública, porque la autonomía científica y largo de las tres últimas décadas, la inducción
pedagógica de la universidad se asienta en la de la crisis institucional de la universidad tuvo
dependencia financiera del Estado. Esta de- dos razones: la de reducir la autonomía de la
pendencia no fue problemática mientras que la universidad hasta el punto máximo y hasta la
universidad y sus servicios fueron entendidos eliminación de la producción y divulgación del
inequívocamente como un bien público que, pensamiento libre y crítico,2 y la de poner la
por lo tanto, correspondía al Estado asegurar. universidad al servicio del proyectos moderni-
De manera semejante a lo que pasa con el sis- zantes autoritarios, abriendo al sector privado la
tema judicial, donde la independencia de los tri- producción del bien público de la universidad
bunales no es puesta en discusión por el hecho y obligando a la universidad pública a compe-
de ser financiados por el Estado. Sin embargo, tir en condiciones desleales en el emergente
al contrario de lo que sucede con la justicia, el
Estado decidió reducir su compromiso político
con las universidades y con la educación en ge- 1 En el caso de Brasil, el proceso expansionista de la
neral, convirtiendo a esta en un bien que, sien- industrialización, casi totalmente presente en el endeu-
do público, no tiene que estar asegurado por el damiento externo, entre 1968 y 1979, condujo sobre todo
después de 1975, a una profunda crisis financiera cuyos
Estado, por lo que la universidad pública entró
efectos se volvieron particularmente graves a partir de
automáticamente en crisis institucional. 1981-1983 y se prolonga hasta hoy. La crisis financiera
Aunque esta crisis existía desde antes, en del Estado repercutió en forma brutal en la universidad
esta década se ahondó. Puede decirse que, en pública, al mismo tiempo que aumentó la demanda so-
los últimos treinta años, en la mayoría de los cial por la expansión de la educación básica.
países, la crisis institucional de la universidad 2 En el caso de Brasil es discutible hasta qué punto
fue provocada o inducida por la pérdida de prio- la dictadura militar afectó la autonomía universitaria —
sobre todo en comparación con lo sucedido en Chile
ridad del bien público universitario en las políti-
y Argentina— y si afectó uniformemente a lo largo de
cas públicas y el consiguiente desfinanciamiento todo el período que duró la dictadura.
622 Boaventura de Sousa Santos
fases. En la primera, que va del inicio de la dé- Los dos procesos que marcan la década —
cada de 1980 hasta mediados de la década de la disminución de la inversión del Estado en la
1990, se expande y se consolida el mercado na- universidad pública y la globalización mercantil
cional universitario. En la segunda, al lado del de la universidad— son las dos caras de la mis-
mercado nacional, emerge con gran fuerza el ma moneda. Son los dos pilares de un amplio
mercado transnacional de la educación supe- proyecto global de política universitaria destina-
rior y universitaria, el que a partir del final de do a transformar profundamente el modo como
la década es transformado en solución global el bien público de la universidad se convirtió en
de los problemas de la educación por parte del un amplio campo de valorización del capitalismo
Banco Mundial y de la Organización Mundial educativo. Este proyecto, que es de mediano y
del Comercio. O sea, que está en curso la glo- largo plazo, incluye diferentes niveles y formas
balización neoliberal de la universidad. Se trata de mercantilización de la universidad. Sobre las
de un fenómeno nuevo. Es cierto que la transna- formas me referiré más adelante. En cuanto a
cionalización de los intercambios universitarios los niveles, es posible distinguir dos. El primer
es un proceso antiguo, hasta matricial, porque nivel de mercantilización consiste en inducir a
es visible desde el inicio en las universidades la universidad pública a sobreponerse a la crisis
europeas medievales. Después de la segunda financiera mediante la generación de ingresos
guerra mundial, se tradujo en formación al ni- propios, especialmente a través de alianzas con
vel de postgrado de estudiantes de los países el capital, sobre todo industrial. En este nivel, la
periféricos y semiperiféricos en las universida- universidad pública mantiene su autonomía y su
des de los países centrales y, en tiempos más especificidad institucional, privatizando parte de
recientes, asumió otras formas (por ejemplo, los servicios que presta. El segundo nivel consis-
alianzas entre universidades de diferentes paí- te en eliminar paulatinamente la distinción entre
ses), algunas de ellas de orientación comercial. universidad pública y privada, trasformando la
En los últimos años, sin embargo, avanzó hacia universidad, en su conjunto, en una empresa, una
una nueva profundización. La nueva transna- entidad que no produce solamente para el mer-
cionalización es mucho más amplia que la ante- cado, sino que produce en sí misma como mer-
rior y su lógica, al contrario de aquella, es exclu- cado, como mercado de gestión universitaria, de
sivamente mercantil. planes de estudio, de diplomas, de formación de
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 625
docentes, de evaluación de docentes y estudian- década, emergió en casi todos los países euro-
tes. Saber si este nivel fue ya conquistado es una peos un sector privado no universitario destina-
cuestión de retórica en cuanto a su efecto sobre do al mercado del trabajo. Este hecho llevó a las
la universidad como bien público. universidades a responder con la modificación
Veamos cada uno de los pilares de este vasto estructural de sus programas y con el aumento
proyecto político educativo en curso. en la variedad de estos. En Estados Unidos, don-
de las universidades privadas ocupan el tope de
La descapitalización la jerarquía, las universidades públicas fueron
de la universidad pública inducidas a buscar fuentes alternativas de fi-
La crisis de la universidad pública por vía de nanciación en el mercado, conjuntamente con
la descapitalización es un fenómeno global, au- fundaciones, a través del aumento de los costos
nque sean significativamente diferentes sus con- de las matrículas. Hoy, en algunas universidades
secuencias en el centro, en la periferia o en la públicas norteamericanas, el financiamiento es-
semiperiferia del sistema global. En los países tatal llega tan solo al 50% del presupuesto total.6
centrales la situación es diferente. En Europa, En la periferia, donde la búsqueda de ingresos
donde con excepción de Inglaterra, el sistema alternativos en el mercado o fuera de él es vir-
universitario es casi totalmente público, la uni- tualmente imposible, la crisis logra proporcio-
versidad pública ha tenido en general, poder nes catastróficas. Obviamente que los males ve-
para reducir el ámbito de la descapitalización, nían de atrás, pero se agravaron mucho más en
al mismo tiempo que ha podido desarrollar la la última década con la crisis financiera del Es-
capacidad para generar ingresos propios del tado y los programas de ajuste estructural. Un
mercado. El éxito de esta estrategia depende
en buena medida del poder de la universidad
6 Este fenómeno asume diversas formas en otros paí-
pública y sus aliados políticos para impedir el ses. Por ejemplo, en Brasil y en Portugal comienzan a
surgimiento significativo del mercado de las proliferar fundaciones con estatuto privado pero crea-
universidades privadas. En España, por ejem- das por las mismas universidades públicas para generar
plo, esa estrategia tuvo éxito hasta ahora, pero ingresos a través de la venta de servicios, algunos de los
cuales (cursos de especialización) compiten con los que
en Portugal fracasó totalmente. Sin embargo,
se deben prestar gratuitamente. Tales ingresos son utili-
se debe tener en cuenta que, a lo largo de la zados en ocasiones para completar los pagos salariales.
626 Boaventura de Sousa Santos
documento de la UNESCO de 1997 acerca de la del intento de aplicar la misma lógica en la se-
mayoría de las universidades en África, relataba miperiferia y por ser bastante conocido me
un cuadro dramático de carencias de todo tipo: disculpo de no describirlo8. Basta mencionar
colapso de las infraestructuras, ausencia casi el estudio del Banco Mundial de 2002, en don-
total de equipamiento, personal docente míse- de se asume que no se van a (es decir, que no
ramente remunerado, y por eso, desmotivado y deben) aumentar los recursos públicos para la
propenso a la corrupción, poca o nula inversión universidad y que por eso la solución está en la
en investigación. El Banco Mundial diagnosticó ampliación del mercado universitario, combina-
de modo semejante la situación y la declaró ir- do con la reducción de costos por estudiantes
remediable. Incapaz de incluir en sus cálculos (que sirve entre otras cosas, para mantener la
la importancia de la universidad en la construc- presión sobre los salarios de los docentes) y con
ción de los proyectos de país y en la creación de la eliminación de la gratuidad de la educación
pensamiento crítico y de largo plazo, el Banco pública, tal como está empezando a ocurrir aho-
entendió que las universidades africanas no ge- ra en Portugal.9 Se trata de un proceso global
neraban suficiente “retorno”. Consecuentemen-
te, les impuso a los países africanos que dejaran
de invertir en la universidad, concentrando sus trabajo docente sin espacio para la investigación. El su-
pocos recursos en la educación primaria y se- puesto es que el Sur no tiene condiciones para producción
científica propia ni las tendrá a mediano plazo. De aquí se
cundaria, y permitiendo que el mercado global
concluye que el Sur no tiene derecho a tener producción
de educación superior le resolviera el problema científica propia. Acerca de la universidad en África con
de la universidad. Esta decisión tuvo un efecto especial incidencia en Angola véase Kajibanga (2000).
devastador en las universidades de los países 8 En la defensa de la universidad pública en Brasil se ha
africanos.7 El caso de Brasil es representativo destacado Marilena Chaui. Ver, por último, Chaui (2003).
9 Esto lo revela, en el caso de Brasil, el hecho de que
el gobierno central no hizo ningún esfuerzo para expan-
7 La política del Banco Mundial para la educación su- dir el gasto en la educación superior en la década de
perior en África tuvo varias vertientes. Una de ellas fue 1990, lo que coincide con la creación de universidades
la creación de institutos politécnicos antigeneralistas, públicas en ese mismo período por parte de muchos
orientados a la formación profesional; la otra consistió gobiernos de estados brasileños (Ceará, Bahía y, más
en concebir el trabajo universitario exclusivamente como recientemente, Río Grande del Sur).
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 627
cierta irresponsabilidad social frente a los re- formulación de los problemas que se preten-
sultados de la aplicación del conocimiento. En der resolver y la determinación de los criterios
la lógica de este proceso de producción de co- de relevancia de estos son el resultado de un
nocimiento universitario la distinción entre co- acuerdo entre investigadores y usuarios. Es
nocimiento científico y otros conocimientos es un conocimiento transdisciplinar que, por su
absoluta, tal como lo es la relación entre cien- propia contextualización, obliga a un diálogo o
cia y sociedad. La universidad produce cono- confrontación con otros tipos de conocimien-
cimiento que la sociedad aplica o no, por más to, lo que lo convierte internamente en más
que sea socialmente relevante, es indiferente heterogéneo y más adecuado para ser produci-
o irrelevante para el conocimiento producido. do en sistemas abiertos menos perennes y de
La organización universitaria y el ethos uni- organización menos rígida y jerárquica. Todas
versitario fueron moldeados en este modelo las distinciones en las que se apoya el cono-
de conocimiento. A lo largo de la última déca- cimiento universitario son cuestionadas por el
da se dieron alteraciones que desestabilizaron conocimiento pluriuniversitario, y en el fondo
este modelo de conocimiento y condujeron es la propia relación entre ciencia y sociedad
al surgimiento de otro modelo. Llamo a esta la que está cuestionada. La sociedad deja de
transición como el paso del conocimiento ser un objeto de las interpelaciones de la cien-
universitario hacia el conocimiento pluriuni- cia, para ser ella misma sujeto de interpelacio-
versitario.20 Al contrario del conocimiento nes a la ciencia.
universitario descrito en el párrafo anterior, Esta contraposición entre estos dos mo-
el conocimiento pluriuniversitario es un co- delos de conocimiento contiene la exagera-
nocimiento contextual en la medida en que el ción propia de los tipos o modelos ideales;
principio organizador de su producción es la en la realidad, los conocimientos producidos
aplicación que se le puede dar. Como esa apli- ocupan lugares diferentes a lo largo del con-
cación ocurre extramuros, la iniciativa de la tinuum entre los dos polos extremos, algunos
más cercanos al modelo universitario y otros
más próximos al modelo pluriuniversitario.
20 Michael Gibbons y otros (1994) llamaron a esta
Esta heterogeneidad no solamente desesta-
transición como el paso de un conocimiento de modo 1
hacia un conocimiento de modo 2. biliza la especificidad institucional actual de
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 639
la universidad sino que interpela también la exige una mayor participación en su produc-
hegemonía y la legitimidad de esta, en la me- ción y en la evaluación de sus impactos. En los
dida en que la obliga a evaluarse por crite- países pluriétnicos y multinacionales, el cono-
rios discrepantes entre sí.21 El conocimiento cimiento pluriuniversitario está emergiendo
pluriuniversitario ha tenido su concretización aun del interior de la propia universidad cuan-
más consistente en las alianzas universidad- do estudiantes de grupos minoritarios (étnicos
-industria y, por lo tanto, bajo la forma de co- u otros) entran en la universidad y verifican
nocimiento mercantil. Especialmente en los que su inclusión es una forma de exclusión: se
países centrales y semiperiféricos el contexto enfrentan con la tabula rasa que está hecha a
de aplicación ha sido también no mercantil, partir de sus culturas y de los conocimientos
dándose en el ámbito cooperativo y solidario, propios de las comunidades de donde son ori-
a través de alianzas entre investigadores y sin- ginarios. Todo eso obliga al conocimiento cien-
dicatos, organizaciones no gubernamentales, tífico a confrontarse con otros conocimientos
movimientos sociales, grupos sociales espe- y exige un nivel de responsabilidad social más
cialmente vulnerables (inmigrantes ilegales, elevado a las instituciones que lo producen
desempleados, pacientes crónicos, ancianos, y, por lo tanto, también a las universidades.
portadores de sida, etcétera), comunidades A medida que la ciencia se inserta más en la
populares, grupos de ciudadanos críticos y ac- sociedad, esta se inserta más en la ciencia. La
tivos. Es un amplio conjunto de usuarios que universidad fue creada siguiendo un modelo
va desarrollando una nueva y más intensa re- de relaciones unilaterales con la sociedad y es
lación con la ciencia y la tecnología y por eso ese modelo el que subyace en su actual institu-
cionalidad. El conocimiento pluriuniversitario
sustituyó la unilateralidad por la interactivi-
21 Como resulta claro en el texto, el paso del conoci-
miento universitario al conocimiento pluriuniversitario dad, una interactividad enormemente poten-
ha ocurrido en los países centrales y más selectiva- ciada por la revolución en las tecnologías de la
mente en los países periféricos. Pero no excluyo que información y la comunicación.
algunas universidades de los países periféricos hayan A la luz de estas transformaciones, podemos
producido su propia versión del conocimiento pluriuni-
concluir que la universidad ha sido enfrenta-
versitario antes de haberse transformado como modelo
que sigue al conocimiento universitario. da a exigencias contrapuestas, pero con un
640 Boaventura de Sousa Santos
muy evidente en las universidades de América transformó en una segunda naturaleza de la uni-
Latina en el siglo XIX, en el caso de Brasil en versidad, a tal punto que cuestionar el proyecto
el siglo XX, en la situación de las universida- político nacional llevó consigo a cuestionar la
des africanas y de varias asiáticas, y del mismo universidad pública. La defensa reactiva ha do-
modo en la India después de la independencia minado a la universidad, especialmente como
a mediados del siglo XX. Se trataba de concebir respuesta a las crisis financieras, pero parece
proyectos nacionales de desarrollo o de mo- estar concluyendo la capacidad reflexiva y crí-
dernización protagonizados por el Estado que tica que debe tener la universidad, ella tiene ya
buscaban crear o profundizar la coherencia y una lucidez que solamente sorprende a los in-
la cohesión del país como espacio económico, cautos, porque dejó de haber proyecto nacional
social y cultural; un territorio geopolíticamente y sin él no habrá universidad pública.23 Efecti-
bien definido —para el que fue frecuentemente vamente en los últimos 20 años, la globalización
necesario emprender guerras de delimitación neoliberal lanzó un ataque devastador a la idea
de fronteras— dotado de un sistema político de proyecto nacional, concebido por ella como
considerado adecuado para promover la lealtad el gran obstáculo a la expansión del capitalismo
de los ciudadanos con el Estado y la solidaridad global. Para el capitalismo neoliberal, el proyec-
entre los ciudadanos en tanto nacionales del to nacional legitima lógicas de producción y de
mismo país; una nación donde se busca vivir en reproducción nacional que tienen como refe-
paz, pero también en nombre del cual se puede rencia espacios nacionales, no solamente he-
morir. Los estudios humanísticos, las ciencias terogéneos entre sí, sino celosos de esa misma
sociales y muchas veces también las ciencias
naturales fueron orientadas para dar consisten-
23 Otro asunto bien distinto es saber hasta qué pun-
cia al proyecto nacional, crear el conocimiento
to la universidad no perdió en sí misma la capacidad
y formar los cuadros necesarios para su concre- para definir un proyecto de nación, porque está ahora
tización. En los mejores momentos, la libertad reducida a identificar su ausencia. Las orientaciones
académica y la autonomía universitaria fueron que presento adelante para la reforma de la universidad
parte integrante de tales proyectos, aunque buscan crear condiciones para que en el nuevo contex-
to en el que se encuentra la universidad, le sea posible
los criticaran severamente. Este compromi-
definir en términos igualmente nuevos un proyecto de
so fue tan profundo que en muchos casos se nación y no solo el registro de su ausencia.
642 Boaventura de Sousa Santos
heterogeneidad. La manifestación de esas lógi- del proyecto nacional repercutió en una cierta
cas aumenta a esa entidad política con poder incapacidad epistemológica de la universidad,
sobre el territorio como lo es el Estado nacio- en la generación de desorientación en relación
nal, cuya sumisión a las imposiciones económi- con sus funciones sociales. Las políticas de au-
cas es en principio problemática, en función de tonomía y de descentralización universitarias,
sus propios intereses y del capitalismo nacional adoptadas entre tanto, tuvieron como efecto
del que es políticamente dependiente. dislocar las bases de esas funciones de los de-
El ataque neoliberal tuvo por objetivo pri- signios nacionales para los problemas locales y
mordial al Estado nacional y específicamente a regionales. La crisis de identidad se instaló en el
las políticas económicas y sociales en las que la propio pensamiento crítico y en el espacio pú-
educación venía ganando peso. En el caso de la blico universitario —que él alimentó y del cual
universidad pública, los efectos de este ataque se alimentó— puesto en la urgencia de olvidar-
no se limitaron a la crisis financiera, porque tam- se de sí mismo, para no tener que optar entre,
bién repercutieron directa o indirectamente en por un lado, el nacionalismo aislacionista del
la definición de prioridades de investigación cual siempre se distanció y que ahora se tornó
y de formación, no solamente en las ciencias totalmente anacrónico, y por otro lado, una glo-
sociales y humanísticas sino también en las balización que por efecto de escala miniaturiza
ciencias naturales, especialmente en las más el pensamiento crítico nacional, reduciéndolo
vinculadas con proyectos de desarrollo tecno- a la condición de idiosincrasia local indefensa
lógico.24 La incapacidad política del Estado y ante este imparable torrente global.
Trabajando en aguas subterráneas, esta falta
de proyecto de nación solamente sabe afirmar-
24 Las situaciones varían de un país a otro. Por ejem-
se a través de los estados de defensa y de pará-
plo, en Portugal el ataque neoliberal se manifestó es-
pecialmente en los dos últimos años y su impacto está lisis. Pienso, sin embargo, que la universidad no
todavía por definirse. Brasil ha mantenido un elevado
nivel de financiamiento de las ciencias sociales. En el
caso de la política científica europea, el 7º Programa- 2006-2010 da un énfasis ‘Mayor que el programa-marco
Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico que anterior a las áreas tecnológicas (“plataformas tecnoló-
enmarca las actividades de investigación y desarrollo gicas”, “política espacial”, “investigación en seguridad”
financiadas por la Comisión Europea para el período etcétera) (Aporte personal de Tiago Santos Pereira).
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 643
ellas se vuelvan disponibles y fácilmente acce- primer asunto sea conocer quiénes son los su-
sibles y, por otro lado, qué impacto tendrá su au- jetos de las acciones que es necesario empren-
sencia en los lugares y los tiempos en donde no der para enfrentar eficazmente los desafíos de
estén disponibles o difícilmente accesibles. Al la universidad pública. Para identificar los suje-
enumerar estas cuestiones de manera abierta, tos, es necesario definir previamente el sentido
no quiero sugerir una visión pesimista o nega- político de la respuesta a tales desafíos. A la luz
tiva del uso potencial de las nuevas tecnologías de lo precedente, se hace claro que a pesar de
de la información y la comunicación por par- la multiplicidad de las causas de la crisis de la
te de las universidades. Pretendo solamente universidad y que algunas de ellas son de larga
acentuar que sería desastroso si las inercias data, se están reconfigurando hoy en día por la
atadas a la idea de que la universidad sabe estar globalización neoliberal y el modo como esta
orgullosamente detenida en la ronda del tiempo, afecta hoy los designios de la universidad. Tal
no permiten enfrentar los riesgos y maximizar como lo he defendido para otras áreas de la
las potencialidades. vida social (Santos, 2002c; 2003; 2004a y 2004b),
el único modo eficaz y emancipador de enfren-
¿Qué hacer? tar la globalización neoliberal es contraponerle
En la segunda parte, procuraré identificar una globalización alternativa, una globalización
algunas de las ideas-fuerza que deben orientar contrahegemónica. Globalización contrahege-
una reforma creativa, democrática y emanci- mónica de la universidad, en cuanto bien público,
padora de la universidad pública.25 Tal vez, el
significa específicamente lo siguiente: las refor- naturaleza política del proyecto o del contrato
mas nacionales de la universidad pública deben deriva del tipo de articulación que se busca. El
reflejar un proyecto de nación centrado en las contexto global está hoy fuertemente dominado
preferencias políticas que califiquen la inser- por la globalización neoliberal pero no se reduce
ción del país en contextos de producción y de a ella. Hay espacio para articulaciones naciona-
distribución de conocimientos cada vez más les y globales basadas en la reciprocidad y el be-
transnacionalizados y cada vez más polarizados neficio mutuo, que en el caso de la universidad,
entre procesos contradictorios de transnaciona- recuperan y amplían formas de internacionalis-
lización, la globalización neoliberal y la globali- mo de larga duración.26 Tales articulaciones de-
zación contrahegemónica. Este proyecto de na- ben ser de tipo cooperativo aun cuando conten-
ción debe ser resultado de un amplio contrato gan componentes mercantiles, o sea, que deben
político y social especificado en varios contra- ser construidas por fuera de los regímenes de
tos sectoriales, siendo uno de ellos el contra- comercio internacional. La nueva transnaciona-
to educativo y dentro de este el contrato de la lización alternativa y solidaria se apoya ahora
universidad como bien público. La reforma tiene en las nuevas tecnologías de la información y
por objetivo central responder positivamente a la comunicación, y en la constitución de redes
las demandas sociales para la democratización nacionales y globales donde circulan nuevas
radical de la universidad, poniendo fin a una pedagogías, nuevos procesos de construcción y
historia de exclusión de grupos sociales y de de difusión de conocimientos científicos y otros,
sus saberes, en lo que ha sido protagonista la nuevos compromisos sociales, locales, naciona-
universidad durante mucho tiempo, desde an- les y globales. El objetivo consiste en recuperar
tes de la actual fase de globalización capitalista.
Si la respuesta a esta última debe ser hoy pri-
26 Se debe tener en cuenta que una articulación
vilegiada, es porque ella hace inviable cualquier interuniversitaria no comercial no es en sí misma be-
posibilidad de democratización y mucho menos nigna. En el pasado, muchas articulaciones de ese tipo
de democratización radical. Es por esta razón fueron el vehículo privilegiado de la dominación colo-
que las escalas nacional y transnacional de la nial. En el ámbito de la reforma que aquí propongo, se
debe someter a escrutinio todo ese pasado colonial.
reforma se entrecruzan. No es entonces posible
La reforma democrática de la universidad tendrá poco
una solución nacional sin articulación global. La sentido sino es también una reforma anticolonialista.
646 Boaventura de Sousa Santos
la instancia política que rechace o acepte verse mantenimiento del statu quo y del rechazo.
en el espejo, no hay término medio.27 Esta es una posición conservadora, no solo
La globalización contrahegemónica de la por defender el statu quo, sino por estar des-
universidad como bien público es entonces provista de alternativas realistas, y que acaba-
un proyecto político exigente que para lograr rá, por lo tanto, sumergida en los designios de
credibilidad debe sobrepasar los dos precon- la globalización neoliberal de la universidad.
ceptos contradictorios más enraizados: que la Los universitarios que denuncian esta posi-
universidad solo puede ser reformada por los ción conservadora y que al mismo tiempo re-
universitarios y que la universidad nunca se chazan la idea de ineluctabilidad de la globali-
autorreformará. Por eso, el proyecto tiene que zación neoliberal serán los protagonistas de la
ser sustentado por fuerzas sociales dispues- reforma progresista que aquí propongo.
tas e interesadas en protagonizarlo. El primer El segundo protagonista de la respuesta a
protagonista es la propia universidad pública, estos desafíos es el Estado nacional siempre
es decir, que es ella quien está interesada en y cuando opte políticamente por la globali-
una globalización alternativa. La universidad zación solidaria de la universidad. Sin esta
pública es hoy un campo social muy fragmen- opción, el Estado nacional acabaría por adop-
tado y en su seno cohabitan sectores e intere- tar más o menos incondicionalmente, o por
ses contradictorios. Es cierto que, en muchos ceder sin mucha resistencia, a las presiones
países, especialmente periféricos y semiperi- de la globalización neoliberal, y en cualquier
féricos, tales contradicciones aparecen laten- caso se transforma en el enemigo de la uni-
tes porque lo que domina es una posición de versidad pública por más proclamaciones que
haga para contradecirlo. Las opciones tienden
a ser dramáticas, dada esta relación de proxi-
27 Dada la desmoralización de la universidad pública
creo que muchos no verán esta lucidez y mucho menos midad y de amor-odio que el Estado ha man-
“el exceso de lucidez”. Otros, especialmente universita- tenido con la universidad a lo largo del siglo
rios, ejercitan ese exceso de lucidez contra la universi- XX. Finalmente, el tercer protagonista de las
dad viendo solamente en ella privilegios y corporativis- reformas que propongo son los ciudadanos
mos. Con ninguno de estos dos grupos de críticos será
individualmente o colectivamente organiza-
posible contar para llevar a cabo una reforma progre-
sista y democrática de la universidad pública. dos, grupos sociales, sindicatos, movimientos
648 Boaventura de Sousa Santos
que existía antes. En primer lugar, porque los contrato cuando hay imposiciones o resisten-
cambios son irreversibles y, en segundo lugar, cias innegociables. Para que esto no suceda,
porque lo que existió antes no fue una edad es necesario conocer en cuáles condiciones y
de oro, o si lo fue, lo fue solamente para la para qué debe salir la universidad de esta posi-
universidad y no para el resto de la sociedad, ción defensiva. Para esto, es necesario volver
y en el seno de la propia universidad, lo fue a tener en cuenta los conceptos de crisis de
solamente para algunos y no para otros. hegemonía y legitimidad. El ataque a la uni-
La resistencia debe involucrar la promo- versidad por parte de los Estados entregados
ción de alternativas de investigación, de for- al neoliberalismo fue tan contundente, que
mación, de extensión y de organización que hoy es difícil definir los términos de la crisis si
apunten hacia la democratización del bien no es en términos neoliberales. Además, resi-
público universitario, es decir, para la contri- de aquí la primera manifestación de la pérdida
bución específica de la universidad en la defi- de hegemonía de la universidad. La universi-
nición y solución colectiva de los problemas dad perdió la capacidad de definir la crisis he-
sociales, nacionales y globales. gemónicamente, es decir con autonomía, de
modo que la sociedad se vea reflejada en ella.
Luchar por la definición Además, esta pérdida justifica el nivel más
de la crisis profundo de la dominación de las posiciones
Para salir de su posición defensiva, la uni- defensivas. Por eso es determinante definir y
versidad debe estar segura que la reforma no sustentar una nueva definición contrahege-
se hace en contra de ella.28 Es aquí crucial la mónica de la crisis.
idea del contrato educativo porque no hay En los últimos veinte años, la universidad
sufrió una erosión en su hegemonía, tal vez
irreparable, como resultado de las transfor-
28 Con esto quiero tan solo decir que el espíritu de maciones en la producción del conocimiento y
la reforma no puede ser el de privatizar la universidad con la transición que está en proceso, del co-
pública. Obviamente que la reforma tendrá que ir en nocimiento universitario convencional hacia el
contra de todo aquello que en la universidad pública se
conocimiento pluriuniversitario, transdiscipli-
resiste a su transformación en un sentido progresista y
democrático. nario, contextualizado, interactivo, producido,
650 Boaventura de Sousa Santos
La reforma debe entonces distinguir más cla- y extensión, con seguimiento y monitoreo per-
ramente entre universidad y educación supe- manentes. Así como sucede con las universida-
rior.30 En lo que respecta a las universidades des públicas, si las universidades privadas no
públicas que no lo son verdaderamente, el pueden sustentar autónomamente tales pro-
problema debe ser resuelto en el ámbito de la gramas, deben hacerlo a través de alianzas con
creación de una red universitaria pública, pro- otras universidades privadas o con otras uni-
puesta más adelante, que posibilite a las uni- versidades públicas.
versidades que no pueden tener investigación La definición de lo que es universidad es cru-
o cursos de postgrado autónomos, hacerlo en cial para que la universidad pueda ser protegi-
alianza con otras universidades en el ámbito de da de la competencia predatoria y para que la
la red nacional o inclusive transnacional. No es sociedad no sea víctima de prácticas de con-
sostenible —y mucho menos recomendable— sumo fraudulento. La lucha por la definición de
desde el punto de vista de un proyecto nacional universidad permite dar a la universidad pública
educativo, un sistema universitario donde el un campo mínimo de maniobra para poder con-
postgrado y la investigación estén concentra- ducir con eficacia la lucha por su legitimidad.
dos en una pequeña minoría de universidades.
En lo que respecta a las universidades pri- Reconquistar la legitimidad
vadas –en el caso que estas quieran mantener Afectada irremediablemente la hegemonía,
el estatuto y la designación de universidades– la legitimidad es simultáneamente más pre-
su acreditación debe estar sujeta a la existen- sente y más difícil. La lucha por la legitimidad
cia de programas de postgrado, investigación va a ser cada vez más exigente y la reforma
de la universidad debe centrarse en ella. Son
cinco las áreas de acción en este campo: ac-
30 Este texto aborda exclusivamente el asunto de la
universidad y por eso no me refiero al papel de la edu- ceso, extensión, investigación-acción, ecolo-
cación superior no universitaria. Atribuyo a este últi- gías de saberes, universidad y escuela pública.
mo gran importancia, pero me parece importante que Las dos primeras son las más convencionales,
su diferencia en relación con la universidad debe ser pero deberán ser profundamente revisadas, la
clara, para que la educación superior no universitaria
tercera ha sido practicada en algunas univer-
no caiga en la tentación de dedicar sus energías a pasar
por aquello que no es. sidades latinoamericanas y africanas durante
652 Boaventura de Sousa Santos
incentivos a la universidad para promover años para saldarla. Las becas deben ser con-
alianzas activas en el campo pedagógico y cedidas mediante contrapartidas de trabajo
científico con las escuelas públicas.31 en las actividades universitarias, en el cam-
2. La universidad pública debe permanecer pus o fuera de este. Por ejemplo, estudian-
gratuita y a los estudiantes de las clases tra- tes de licenciaturas podrían ofrecer algunas
bajadoras se le deben asignar becas y no horas semanales en escuelas públicas en su
préstamos.32 papel de tutores o colaborando con alumnos
con dificultades de aprendizaje.
Si no es controlado, el endeudamiento de los
estudiantes universitarios será a mediano y 3. En las sociedades multinacionales y pluri-
largo plazo una bomba de tiempo. Estamos culturales, donde el racismo es un hecho,
lanzando a un mercado de trabajo cada vez asumido o no, las discriminaciones raciales
más incierto una población oprimida, con la o étnicas deben ser confrontadas con pro-
certeza de que su deuda puede llevarle veinte gramas de acción afirmativa (cupo u otras
medidas) que deben orientarse no solamente
al acceso, sino también al acompañamiento,
31 En varios países hay experiencias concretas de co- especialmente durante los primeros años de
laboración entre las universidades y las instituciones universidad, donde muchas veces son más
de enseñanza básica y media. En Portugal, por ejemplo, altas las tasas de abandono. Sin duda que la
varias facultades y centros de investigación “adoptan” discriminación racial o étnica ocurre con-
algunas instituciones para alianzas más intensas de
colaboración pedagógica y divulgación científica. El
juntamente con la discriminación de clase,
programa “Ciencia Viva” creado en 1996 fue un buen pero no puede ser reducida a esta y debe ser
trabajo de intermediación entre las universidades y la objeto de medidas específicas. En la India, la
educación básica y media. Ver más adelante el apartado discriminación de casta es objeto de acción
sobre universidad y escuela pública. afirmativa, a pesar de actuar en conjunción
32 Tal vez sea más correcto designar el área de acceso con la discriminación de clase y de sexo. En
como acceso/permanencia o inclusive acceso/perma- Sudáfrica, la discriminación racial es objeto
nencia/logro, toda vez que lo que está en juego no es
solo garantizar el acceso sino también la permanencia
de acción afirmativa, a pesar de darse con-
y el logro de los estudiantes oriundos de las clases o juntamente con la discriminación de clase.
grupos sociales discriminados. La reforma de la universidad debe dar una
654 Boaventura de Sousa Santos
centralidad más específica a las acciones Estado.33 De acuerdo con la propuesta del
contra la discriminación racial. Así como Ejecutivo, las instituciones que adhieran al
sucede en India o en Sudáfrica, estas accio- programa deberán destinar por lo menos el
nes deben estar articuladas con medidas en 10% de sus vacantes para estudiantes de ba-
otras esferas, como el acceso a empleos pú- jos ingresos y profesores de la red pública
blicos, y en general, al mercado de trabajo de educación básica. La segunda propuesta
vinculándose el proyecto de nación y dando legislativa determina que las instituciones
testimonio de este. públicas federales de educación superior
En Brasil, las políticas de acción afirmativa deberán destinar por lo menos el 50% de sus
asumen hoy un destacado lugar y merecen vacantes para estudiantes de las institucio-
una mención especial. Como respuesta a nes educativas públicas. Estas vacantes, a
la creciente presión de los movimientos su vez, deberán ser distribuidas de manera
sociales para la democratización del acce- que se refleje la composición étnica de cada
so a la educación superior, especialmente estado de la Federación, pudiendo las ins-
del movimiento negro; el gobierno de Lula tituciones de educación superior designar
lanzó en el primer semestre de 2004 el pro- el porcentaje de vacantes para estudiantes
grama “Universidad para Todos” (PROUNI) negros y para estudiantes indígenas. En
que preconiza una acción afirmativa basa-
da en criterios raciales y socioeconómi-
cos. Dos proyectos de ley elaborados por 33 Los incentivos fiscales concedidos por el gobierno
el Ministerio de Educación y presentados federal a las instituciones privadas filantrópicas repre-
sentan 839,7 millones de reales al año. Este monto se
al Congreso Nacional definen los criterios refiere a la exoneración fiscal. De acuerdo con la legis-
y los instrumentos de esa nueva política de lación brasileña, las instituciones filantrópicas están
inclusión social en la educación superior. exentas de la contribución patronal y otros tributos fe-
El primer proyecto prevé la beca de estudio derales. Además de los incentivos fiscales, la educación
integral para alumnos de bajos ingresos, a superior privada cuenta en este año con una asignación
de 829 millones de reales para el programa de Financia-
ser concedida por las propias instituciones miento Estudiantil. Desde su instauración en 1999 este
privadas de educación superior contra algu- programa ha beneficiado a 218 mil estudiantes (Folha
nas garantías fiscales ya concedidas por el de S. Paulo, 12 de abril de 2004).
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 655
una integración efectiva entre la formación proyecto de reforma progresista. Hay, sin em-
profesional y la práctica educativa. Entre otras bargo, un área de legitimación y de responsabi-
orientaciones, la reforma aquí propuesta debe lización social que ha asumido una preeminen-
propugnar: cia sin precedentes en los últimos veinte años.
Se trata de la relación entre la universidad y el
1. Valorización de la formación inicial y su ar- sector capitalista privado en cuanto consumi-
ticulación con los programas de formación dor o destinatario de los servicios prestados por
continua; la universidad. Como vimos, este sector surge,
2. Reestructuración de los cursos de licencia- también hoy, de forma creciente, como pro-
tura con el fin de asegurar la integración cu- ductor de servicios educativos y universitarios,
rricular entre la formación profesional y la pero en este apartado me refiero solamente al
formación académica; papel como consumidor. La popularidad con
que circulan hoy, especialmente en los países
3. Colaboración entre investigadores universita-
centrales, los conceptos de “sociedad del co-
rios y profesores de instituciones educativas
nocimiento” y “economía basada en el conoci-
públicas en la producción y difusión del sa-
miento” es reveladora de la presión ejercida a la
ber pedagógico, mediante el reconocimiento
universidad para producir el conocimiento ne-
y el estímulo de la investigación-acción;
cesario para el desarrollo tecnológico que haga
4. Creación de redes regionales y nacionales posible la ganancia de productividad y compe-
de universidades públicas para desarrollo de titividad de las empresas. Esta presión es tan
programas de formación continua en alianza fuerte que va mucho más allá de las áreas de
con los sistemas de educación pública. extensión, ya que procura definir, según sus
propios intereses, lo que cuenta como investi-
Universidad e industria gación relevante y el modo como esta debe ser
Los campos de conquista de legitimidad producida y apropiada. En esta redefinición no
que mencioné son áreas que deben ser parti- solamente colapsa la distinción entre extensión
cularmente incentivadas porque se encuentran y producción de conocimiento, sino también la
globalmente en riesgo. Además son, también, distinción entre investigación básica e investi-
áreas más consistentemente articuladas con un gación aplicada.
664 Boaventura de Sousa Santos
En los países centrales y especialmente en porque es aquí donde los modelos de gestión
Estados Unidos, la relación entre el Estado y pública de la universidad son más directamen-
la universidad ha venido siendo marcada por te cuestionados y comparados negativamente
el imperativo central en este campo: la con- con los modelos privados de gestión; porque se
tribución de la universidad para la competitivi- vuelve más evidente la legitimación y responsa-
dad económica y también para la supremacía bilidad de la universidad en relación con ciertos
militar. Las políticas de investigación han sido intereses y con los grupos sociales que los sus-
orientadas de modo de privilegiar la investiga- tentan, y puede significar la deslegitimación de
ción en las áreas que interesan a las empresas y la universidad en relación con otros intereses y
para la comercialización de los resultados de la otros grupos sociales subalternos y populares.
investigación. Los recortes en el financiamien- La legitimación en un lado, significa la deslegi-
to público de la universidad son vistos como timación en el otro. Es en este ámbito donde
“incentivos” para que la universidad busque ocurre la transformación del conocimiento de
financiamientos privados, para que establezca bien público en bien privado o privatizable, es
alianzas con la industria, patente sus resulta- decir, transable en el mercado. La universidad
dos y desarrolle actividades de comercializa- es presionada para transformar el conocimien-
ción, incluyendo la comercialización de su pro- to y sus recursos humanos en productos que
pia marca. deben ser explotados comercialmente. La po-
La respuesta a esta presión asume algún sición en el mercado pasa a ser crucial y en los
dramatismo, y es este campo donde más difi- procesos más avanzados es la propia universi-
cultades le genera a la universidad, por cuatro dad la que se transforma en marca.
razones principales: porque es el campo en el En este campo, la reforma progresista de la
que hay mayor brecha entre el modelo institu- universidad como bien público deberá orientar-
cional tradicional de la universidad y el nuevo se por las siguientes ideas:
modelo que está implícito en los desempeños
exigidos; porque en él, la universidad entra en 1. Es crucial que la comunidad científica no
competencia directa con otras instituciones pierda el control de la agenda de investiga-
y actores que emergen del nuevo modelo con ción científica. Para eso es necesario, antes
objetivos muy distintos a los de la universidad; que nada, que la asfixia financiera no obligue
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 665
las demandas sociales, especialmente aquellas instituciones, sino también por el aumento de la
originadas en grupos sociales que no tienen el segmentación interna de la red de universida-
poder para imponerlas. La autonomía universi- des, al nivel nacional o global. La universidad no
taria y la libertad académica —que en el pasa- es hoy la organización única que fue, y su hete-
do fueron esgrimidas para desresponsabilizar rogeneidad vuelve más difícil identificar lo que
socialmente la universidad— asumen ahora una es.44 Los procesos de globalización hacen más
nueva importancia, puesto que solamente ellas visible esa heterogeneidad y la intensifican. Lo
pueden garantizar una respuesta entusiasta y que queda de la hegemonía de la universidad
creativa frente a los desafíos de la responsabi- se debe al hecho de que es un espacio público
lidad social. Puesto que la sociedad no es una donde el debate y la crítica sobre el largo plazo
abstracción, esos desafíos son contextuales en de las sociedades se puede realizar con menos
función de la región, el lugar y, por lo tanto, no restricciones que en el resto de la sociedad.
pueden ser enfrentados con medidas generales Este asunto de la hegemonía es demasiado ir-
y rígidas. relevante en las sociedades capitalistas de hoy
para poder sustentar la legitimidad de la univer-
Crear una nueva sidad. Es por esto que la reforma institucional
institucionalidad debe centrarse en esta última.
La quinta gran área de reforma democrá- La reforma institucional que aquí propongo
tica y emancipadora de la universidad públi- está orientada a fortalecer la legitimidad de la
ca tiene relación con el campo institucional. universidad pública en un contexto de globali-
Dije antes que la virulencia y lo sobresaliente zación neoliberal de la educación y para forta-
de la crisis institucional residen en el hecho de lecer la posibilidad de una globalización alter-
que ella condensó la agudización de las crisis nativa. Las principales áreas de esta reforma
de hegemonía y legitimidad. Por eso, me con- institucional pueden resumirse en las siguien-
centré hasta ahora en esas dos crisis. Luego, tes ideas: red, democratización interna y exter-
defendí que la reforma de la universidad debe na y evaluación participativa.
centrarse en el asunto de la legitimidad. De he-
cho, la pérdida de hegemonía parece irremedia-
44 De ahí la importancia de la lucha por la definición
ble no solo por el surgimiento de muchas otras de universidad que referí antes.
668 Boaventura de Sousa Santos
de la percepción que se tenga de que, sin red, con el excesivo énfasis mercantil de la trans-
una universidad pública sucumbirá sin gloria nacionalización, pienso que es una estrategia
alguna en el mercado y la transnacionalización correcta, porque parte de la verificación de
del comercio de la educación superior. Cuando que las relaciones entre las universidades euro-
la red se convierte en un asunto de superviven- peas se pautaron, hasta hace muy poco, por la
cia, la universidad deberá considerarlo como un heterogeneidad institucional, una enorme seg-
asunto de principio. mentación y un casi total aislamiento recípro-
Una vez creada la red, su desarrollo está suje- co, es decir, unas condiciones que no favorecen
to a tres principios básicos de acción: densificar, este nuevo punto de partida para la inserción
democratizar y cualificar. La teoría de las redes de las universidades europeas en el contexto
provee hoy pistas valiosas a las organizacio- de la globalización de la educación superior. Lo
nes. Pueden ser multinivel o multiescala, deben que está haciendo la Unión Europea a nivel in-
fomentar la formación de módulos (clusters) y ternacional entre los países que la integran, es
en general, promover el crecimiento de la multi- en verdad una tarea mucho más difícil que la
conectividad entre las universidades, los centros exigida a nivel nacional. Si una región central en
de investigación y de extensión, los programas de el sistema mundial, en este estado de vulnerabi-
divulgación y de publicación del conocimiento. lidad a escala global en este campo, decide pre-
Pienso que en la constitución de una red po- pararse a lo largo de más de una década, para
dría ser útil tener como ejemplo a la Unión Eu- remediar, a través de la constitución de una red
ropea.47 Como ya mencioné, la política universi- de universidades —en la lógica de lo ocurrido
taria europea busca crear una red universitaria en otras áreas del comercio mundial—, no me
europea que prepare en conjunto a sus univer- parece que se deba esperar menos de eso, es-
sidades para la transnacionalización de la edu- pecialmente de los grandes países periféricos,
cación superior. Aunque no esté de acuerdo como Brasil, teniendo en cuenta, por un lado,
el potencial de desarrollo que posee y, por otro
lado, la fragilidad de ese potencial si no fuera
47 Puede tenerse en cuenta también la red AUGM (Aso- correctamente aprovechado.
ciación de Universidades del Grupo Montevideo) que
La organización de las universidades dentro
congrega a 15 universidades públicas de MERCOSUR
(Aporte personal de Denise Leite). de la red debe ser orientada para hacer viable e
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 671
incentivar la consecución de los cuatro campos por el mercado y, por el contrario, sea puesto
de legitimación: acceso, extensión, investiga- al servicio del interés público, de la ciudadanía
ción-acción y ecologías de saberes. Además de activa y de la construcción de alternativas soli-
eso, debe facilitar la adaptación de la universi- darias y de largo plazo.
dad a las transformaciones que están ocurrien- Los cambios institucionales no van a ser fá-
do en la producción del conocimiento. El mo- ciles, pero son el único medio para resistir con
delo de institucionalidad que hoy domina, fue éxito a las enormes presiones, que procuran ali-
moldeado por el conocimiento universitario y near la organización y la gestión de las univer-
no se adecua al conocimiento pluriuniversita- sidades con el modelo neoliberal de sociedad. El
rio. El pasaje, como vimos, es del conocimien- supuesto de las reformas que propongo, es que
to disciplinar hacia el conocimiento transdis- el Estado reformista le brinde a la universidad
ciplinar; de los circuitos de producción hacia las condiciones para resistir a tales presiones.
circuitos abiertos; de la homogeneidad de los Claro que, si fuera el mismo Estado quien pre-
lugares y actores, a la heterogeneidad; de la siona para la empresarialización de la univer-
descontextualización social hacia la contextua- sidad, entonces le compete a esta resistirse a
lización; de la aplicación técnica y comercial a la reforma del Estado. Es lo que ha venido pa-
la aplicación socialmente edificante y solidaria. sando en España, en la lucha de los rectores y
Esta transición es más evidente en los países profesores de las universidades públicas con-
centrales y es también detectable en los países tra la tentativa de reforma conservadora de la
periféricos y semiperiféricos; si bien en estos universidad; también en Italia, específicamente
últimos el pasaje no es autónomo sino heteró- en la lucha contra la precarización contractual
nomo y en el peor de los casos, resultado de de los docentes; y en Francia, en la lucha con-
imposiciones de las agencias financieras inter- tra la desresponsabilización del Estado en las
nacionales. En la fase de transición en la que áreas de ciencia y cultura.
nos encontramos, los dos tipos de conocimiento El modelo convencional de conocimiento
coexisten y el diseño institucional debe ser su- universitario domina hoy todavía los cursos de
ficientemente dúctil para albergarlos a ambos grado, pero sufre una creciente interferencia
y para posibilitar que el conocimiento pluriuni- en el conocimiento pluriuniversitario a nivel
versitario no sea contextualizado únicamente de posgrado y de investigación. El hecho de
672 Boaventura de Sousa Santos
que las unidades orgánicas tradicionales hayan un vínculo político orgánico entre la universidad
sido moldeadas por el modelo universitario, ex- y la sociedad, que ponga fin al aislamiento de la
plica en buena parte la resistencia a conceder universidad que en los últimos años se volvió un
al posgrado y a la investigación, la centralidad anatema, considerado como manifestación de
que deben tener en las próximas décadas. Es elitismo, de corporativismo, de encerramiento
necesario entonces, crear otras unidades or- en su torre de marfil, etcétera. Apelar a la de-
gánicas transfacultades y transdepartamenta- mocracia externa es una ambigüedad porque
les que, además, pueden estar articuladas a la esta es realizada por grupos sociales diferen-
red y no exclusivamente en una de las univer- tes con intereses contradictorios. Por un lado,
sidades que la integran. Uno de los objetivos el requerimiento viene del mercado educativo
centrales de las nuevas unidades, debe ser la que invoca el déficit democrático de la univer-
búsqueda de una mayor integración entre los sidad o para justificar la necesidad de ampliar
posgrados y los programas de investigación. el acceso a la universidad, lo que es posible me-
diante la privatización de la universidad, o para
Democracia interna y externa defender una mayor cercanía entre la universi-
Además de la creación de la red, la nueva dad y la industria. En estos casos, la democrati-
institucionalidad debe tener como objetivo, zación externa implica una nueva relación de la
la profundización de la democracia interna y universidad con el mundo de los negocios, y en
externa de la universidad. Cuando se habla de última instancia, la transformación de la univer-
democratización de la universidad debemos te- sidad en un negocio.
ner en mente la cuestión del acceso y el fin de Por otro lado, la demanda para la democra-
las discriminaciones que la limitan. Pero la de- tización externa proviene de fuerzas sociales
mocratización de las universidades incluye tam- progresistas interesadas en la transición desde
bién otras dimensiones. En tiempos recientes, el modelo universitario al modelo pluriuniver-
la democratización externa de la universidad sitario; estas fuerzas proceden, sobre todo, de
ha sido un importante tema de debate. La idea grupos históricamente excluidos que reivindi-
de la democratización externa se confunde con can hoy la democratización de la universidad
la responsabilización social de la universidad, pública. El modelo pluriuniversitario, al asu-
porque lo que está en debate, es la creación de mir la contextualización del conocimiento y la
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 673
a esa democracia interna; la razón era obvia: el territorial (local, regional), sectorial, clasista,
funcionalismo de la universidad al servicio del racial, sexual. La participación en los órganos
capital exige la proletarización de los docentes e de democracia interna deberá así ser infor-
investigadores y esto no ocurre si se mantienen mada por los principios de acción afirmativa,
activos los mecanismos de democracia interna, incorporando a los consejos, los grupos y los
ya que ellos sustentan la libertad académica que intereses sociales hasta ahora más distantes
bloquea el paso a la proletarización. Esto es de la universidad.49 Lo importante es que los
solamente alcanzable a partir de un modelo de consejos no sean una mera fachada, y para
gestión y de organización empresarial, con pro- esto, más allá de sus funciones consultivas,
fesionalización de las funciones y una estricta deben tener participación en los procesos de
separación entre administración, por un lado, y democracia participativa que sean adoptados
docencia e investigación, por el otro. en el interior de la universidad.
La democracia externa propuesta por el
capital es, así, fuertemente hostil con la de- Evaluación participativa
mocracia interna. No sucede lo mismo con la Finalmente, la nueva institucionalidad debe
democracia externa de origen comunitario y incluir un nuevo sistema de evaluación que in-
solidario. Por el contrario, la democracia in- cluya a cada una de las universidades y a la
terna puede potenciar la democracia externa red universitaria en su conjunto. En ambos
y viceversa. Frente a esto, la reforma de la casos, deben adoptarse mecanismos de autoe-
universidad como bien público debe defender valuación y de heteroevaluación. Los criterios
la democracia interna de la universidad por el
valor que tiene en sí misma, mas también para
49 En Brasil, donde esta distancia es enorme, el éxito
evitar que la democracia externa sea reduci-
de la articulación entre democracia interna y democra-
da a las relaciones universidad-industria. La cia externa depende de la voluntad política y de la efi-
democracia externa puede concretarse, por cacia que orientan las medidas del campo del acceso,
ejemplo, a través de consejos sociales, social la investigación-acción, la extensión y las ecologías de
y culturalmente diversos, con participación saberes. Los diferentes grupos sociales solamente esta-
rán convencidos de las ventajas de la participación en
asentada en la relevancia social y no en las
el gobierno de la universidad, si este tiene un retorno
contribuciones financieras, definidas a nivel bien concreto.
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 675
de evaluación deben ser congruentes con los centrándose en criterios cuantitativos, por
objetivos de la reforma indicados anterior- ejemplo, como el número de patentes.
mente, especialmente relacionados con las La fijación de criterios a través de los me-
tareas de legitimación y con la valoración de canismos de democracia interna y externa,
las transformaciones en la producción y dis- es fundamental, toda vez que ellos definen el
tribución del conocimiento y sus relaciones valor del retorno de las diferentes actividades
con las nuevas alternativas pedagógicas. Esto universitarias. La universidad no debe promo-
significa que el desempeño de los docentes ver modelos idénticos en la actividad docente,
y de las unidades orgánicas deben ser vistos pero sí modelos diferenciados que valoren las
también a la luz de estos criterios. También competencias específicas de cada grupo de do-
aquí hay que tomar la opción entre una evalua- centes, garantizando una calidad mínima den-
ción tecnocrática y una evaluación tecnode- tro de cada modelo o vertiente. Esto permite
mocrática o participativa. La primera es hoy ampliar el retorno social de la universidad e
fuertemente recomendada por el capital edu- introducir incentivos internos para nuevas ac-
cativo transnacional. Se trata de una evalua- tividades, sirve como escudo contra la presión
ción cuantitativa, externa, del trabajo de los unilateral de incentivos mercantiles. Los mode-
docentes o del trabajo de investigación, de- los de evaluación participativa tornan posible
jando afuera el desempeño de cualquier otra la emergencia de criterios de evaluación inter-
función, especialmente las de extensión, por na suficientemente consolidados para ser me-
más relevantes que sean en el plano social. En didos por los criterios de evaluación externa.
el caso de la investigación, se centra en lo que Los principios de autogestión, autolegislación
es más fácilmente cuantificable a través de y autovigilancia tornan posible que los proce-
técnicas bibliométricas que diferencian tipos sos de evaluación sean también procesos de
y lugares de publicación o de impacto de las aprendizaje político y de construcción de au-
publicaciones medido por índices de citación. tonomías de los actores y de las instituciones.
En las áreas de extensión, que son más difí- Solamente estos principios garantizan que la
cilmente cuantificables, se ha realizado muy autoevaluación participativa no se transforme
poca evaluación y cuando ocurre, se tiende a en una autocontemplación narcisista, o en in-
privilegiar la relación universidad-industria, tercambio de favores evaluativos.
676 Boaventura de Sousa Santos
privadas, una transferencia de tal tamaño y tan Es evidente que el caso brasileño se apro-
salvaje, que es legítimo concebirla como pro- xima más al caso portugués que al español.53
ceso de acumulación primitiva por parte del Siendo así, la primera señal del verdadero
capital universitario con la consiguiente des- objetivo de una reforma de la universidad pú-
capitalización y desarticulación de la universi- blica estará dado por el modo como en esa
dad pública. Como dije, se trató de una opción reforma (o fuera de ella) se posicione el Es-
política y diferentes países tomaron opciones tado frente a las universidades privadas. Si
diferentes. Portugal es un caso paradigmático el Estado asume una actitud cómplice con lo
de lo que acabo de describir. España es un caso que pasa en estas últimas, las universidades
particularmente diferente.51 Por un lado, la au- públicas podrán concluir sin más que la re-
tonomía regional llevó a que cada comunidad forma se hace en contra de ellas, debiendo
autónoma quisiera crear su propia universidad, extraer las debidas inferencias. Naturalmen-
lo que produjo una enorme expansión de la uni- te, los adeptos al credo neoliberal exigirán
versidad pública. Por otro lado, los intentos del igualdad entre el sector público y el sector
ex presidente José María Aznar (1996-2004) de privado, una exigencia que evidentemente no
equiparar el tratamiento de las universidades hicieron cuando se creó el sector privado. El
públicas y privadas y facilitar la transferencia tratamiento preferencial que la reforma debe
de recursos de las primeras hacia las segundas,
fueron parcialmente frustradas por la fuerte
oposición de la comunidad universitaria. Asi- han estado muy ligadas en España al Opus Dei, y las
universidades-negocio que surgieron sobre todo en la
mismo, las universidades privadas han crecido
década de 1990. Un tema no abordado en este texto es
en España y en Madrid ya son mayoritarias, au- el surgimiento de un nuevo tipo de universidades vincu-
nque la mayor parte de estudiantes frecuente ladas a iglesias protestantes de varias denominaciones,
universidades públicas.52 un fenómeno especialmente evidente en América Lati-
na, más también presente en África.
53 En Brasil, el primer impulso al sector universitario
51 Le debo a Juan Carlos Monedero las informaciones privado se dio en la dictadura, en la década de 1970.
sobre el caso español. Pero la verdadera expansión y consolidación del mer-
52 En España, tal como en Portugal, hay dos tipos de cado educativo, ocurrió en el gobierno de Fernando
universidades privadas, las universidades católicas que Henrique Cardoso (1995-2002).
678 Boaventura de Sousa Santos
dar a la universidad pública no se apoya so- La regulación directa del mercado univer-
lamente en el hecho de que la universidad sitario se hace con el aumento de las con-
pública realiza funciones de interés público, diciones de autorización y acreditación en
que por definición no pueden ser realizadas combinación con la evaluación de resultados.
en el mercado de diplomas universitarios. Se La acreditación debe estar sujeta a la renova-
apoya, todavía, en la necesidad de corregir ción y la evaluación debe seguir los criterios
algunos defectos de la competencia desleal y de evaluación de las universidades públicas.
de la apropiación indebida de recursos de la Debe evitarse a toda costa el dumping social
que ha sido víctima la universidad pública en de la formación universitaria, una situación
las dos últimas décadas. inminente en sectores saturados del mercado
Frente a esto, la reforma de la universi- (por ejemplo, las carreras de derecho y de ad-
dad como bien público se debe basar en este ministración) y casi siempre concentrados en
principio fundamental: compete al Estado fo- las regiones de mayor densidad poblacional.
mentar la universidad pública y no le compete La regulación estatal del mercado universita-
fomentar la universidad privada; la relación rio es un tema polémico y políticamente sen-
del Estado con esta última debe ser cualitati- sible por dos razones principales. En primer
vamente diferente: una relación de regulación lugar, el sector privado creció descontrolada-
y de fiscalización. En un período de austeri- mente y tiene hoy un poder político muy exce-
dad financiera, no se justifica que los fondos sivo en relación con lo que podría originarse
públicos sean canalizados para el sector pri- en la calidad de los servicios que presta. Este
vado. A su vez la regulación de la universidad poder político es potenciado por la acción de
privada debe ser tanto indirecta como directa. las agencias financieras internacionales que
La regulación indirecta ocurre con la expan- promueven la transnacionalización de los
sión y cualificación de la universidad pública servicios de educación superior, ya que ella
influyendo sobre la disminución del negocio se apoya en un mercado que se quiere hacer
universitario rentable. La situación diverge de forma desregulada. En segundo lugar, el
de país a país, pero en general, con excepción sector privado, cuando ocupa la base de la
de Estados Unidos, el sector privado ocupa la pirámide de calidad, tiende a prestar servi-
base de la pirámide de calidad y no el tope. cios a los hijos de las clases trabajadoras y a
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 679
los grupos sociales discriminados54. Estos se hice sobre la polarización entre globalizaciones
transforman fácilmente en un arma de apoyo contrapuestas que están caracterizando hoy
contra la exigencia regulatoria. las relaciones internacionales. Consiste en fo-
La manera de avanzar es a través de un contra- mentar e intensificar las formas de cooperación
to social, siempre y cuando los actores involucra- transnacional que ya existen y multiplicarlas en
dos acepten los principios políticos que orientan el marco de acuerdos bilaterales o multilate-
la contratación. Se trata de un contrato diferente rales siguiendo principios de beneficio mutuo y
del que se ha establecido con las universidades por fuera del marco de regímenes comerciales.
públicas. En el caso de las universidades priva- Es este el sentido de la globalización alternativa
das con fines lucrativos, el contrato será exigido en el área de la universidad. Por razones diver-
en razón de la naturaleza de los servicios presta- sas, merecen reflexión los ejemplos menciona-
dos y el carácter mercantil de su prestación. En dos antes de la Unión Europea y de Sudáfrica.
el caso de las universidades privadas comproba- En los países periféricos y semiperiféricos, se
damente sin fines lucrativos, el contrato social deben buscar sinergias regionales porque en
educativo tiene que ser diferente, combinándose esta escala la densificación de las redes hace
lo que está en vigor para el sector público y lo que más fácil y más eficaz la lucha contra la globa-
está en vigor para el sector privado no lucrativo. lización neoliberal de la universidad. En el caso
de los países de lengua oficial portuguesa, la
El Estado y la transnacionaliza- Comunidad de los Países de Lengua Portugue-
ción del mercado de la educación sa (CPLP) es un espacio multilateral con un
superior enorme potencial para la transnacionalización
El último principio de la reforma de la univer- cooperativa y solidaria de la universidad. A los
sidad como bien público, resulta del análisis que países semiperiféricos de este espacio, Brasil
y Portugal, les corresponde la iniciativa de dar
los primeros pasos en esta dirección: cursos
54 El caso brasileño presenta una particularidad en de grado y posgrado en red, circulación fácil
este campo. En la medida en que las instituciones pri- y estimulada de profesores, estudiantes, libros
vadas también son frecuentadas por un grupo significa-
e informaciones, bibliotecas online, centros
tivo de clase media, en general son personas ya emplea-
das, con un nivel relativamente elevado de ingresos. transnacionales de investigación sobre temas
680 Boaventura de Sousa Santos
de interés específico para la región, sistemas mediano y el largo plazo por los conocimien-
de bolsas de estudios y líneas de financiamiento tos y por la formación que produce y por el
de investigación destinadas a estudiantes y pro- espacio público privilegiado para la discusión
fesores interesados en estudiar o investigar en abierta y crítica que constituye. Por estas dos
cualquier país de la región, etcétera. Este espa- razones es un bien público sin aliados fuertes.
cio regional debe articularse con el MercoSur y A muchos no les interesa el largo plazo y otros
en general con América Latina, correspondien- tienen poder suficiente para poner bajo sospe-
do a Brasil y Portugal su articulación con Es- cha a quien se atreve a sospechar de ellos criti-
paña y con los países latinoamericanos y africa- cando sus intereses.
nos para la realización de este proyecto. Esta es La universidad pública es entonces un bien
una alternativa exigente pero realista, fuera de público permanentemente amenazado, pero no
la cual no será posible para ningún país de esta hay que pensar que la amenaza proviene sola-
región resistir individualmente a la avalancha mente del exterior, porque ella proviene tam-
de la mercantilización global de la educación.55 bién del interior. Es posible que en este texto
haya hecho sobresalir más las amenazas exter-
nas que las internas. Al contrario, en mi primer
Conclusión trabajo sobre la universidad mencionado en el
La universidad en el siglo XXI será segura- prefacio, di una mayor atención a la amenaza
mente menos hegemónica, pero no menos ne- interna. La razón de esta inflexión en el énfasis
cesaria de lo que fue en siglos anteriores. Su se debe al hecho de que los factores de amenaza
especificidad, en cuanto bien público, reside interna antes identificados, están potenciados
en ser la institución que liga el presente con el hoy a través de una perversa interacción, que
escapa a muchos, con los factores de amenaza
externa. Estoy más consciente que nunca de
55 La brillante diplomacia brasileña de los dos últimos una universidad en ostracismo social por su eli-
años abre aún otras opciones en la construcción de las tismo y corporativismo, y paralizada por la inca-
redes. Me refiero a las redes entre los tres países se- pacidad de autointerrogarse de la misma forma
miperiféricos que han venido luchando por una mayor
en que ella interroga a la sociedad y por eso es
justicia social en las relaciones Norte/Sur: Brasil, India
y Sudáfrica. presa fácil de los seguidores de la globalización
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 681
neoliberal. Es por eso que la emergencia de de conocimiento más allá del exigido por el
un mercado universitario, primero nacional y mercado? En la lógica del Banco Mundial la
ahora transnacionalizado, torna más evidentes respuesta es obvia: el retorno es nulo, si exis-
las vulnerabilidades de la universidad pública tiese, sería peligroso, y si no fuese peligroso,
y constituye una seria amenaza al bien público no sería sustentable, pues estaría sujeto a la
que produce o debería producir. competencia de los países centrales que tienen
La conjunción de factores de amenaza in- en este dominio ventajas comparativas inequí-
terna y de factores de amenaza externa está vocas. Si esta lógica global y externa no encon-
bien patente en la evaluación de la capacidad trase terreno propicio para ser apropiada local
de la universidad para pensar el largo plazo, e internamente, no sería por cierto peligrosa.
tal vez su característica más distintiva. Quien La propuesta que presenté en este texto,
trabaja hoy en la universidad sabe que las ta- está en las antípodas de esta lógica global y
reas universitarias están dominadas por el externa, y procura crear las condiciones para
corto plazo, por las urgencias del presupues- que esta no encuentre un terreno acogedor que
to, la competencia entre facultades, el empleo facilite su apropiación interna y local en cada
de los licenciados, etcétera. En la gestión de universidad, y en cada una a su modo.
estas urgencias, florecen tipos de profesores La universidad es un bien público íntimamente
y de conductas que poca utilidad y relevancia ligado al proyecto de nación. El sentido público
tendrían si en vez de urgencias, fuese necesario y cultural de este proyecto y su viabilidad, de-
identificar y potenciar las emergencias donde penden de la capacidad nacional para negociar
se anuncia el largo plazo. Este estado de co- de manera calificada, la inserción de la univer-
sas, que se debe ciertamente a una pluralidad sidad en los contextos de transnacionalización.
de factores, no puede con todo dejar de ser En el caso de la universidad y de la educación en
pensado en conjunción con las señales que po- general, esa cualificación es la condición nece-
derosos actores sociales van dando desde el saria para no transformar la negociación en un
exterior de la universidad. acto de rendición y con él, el fin de la universi-
¿Cuál es el retorno social de pensar el largo dad tal como la conocemos. No habrá rendición
plazo, de disponer de espacios públicos de pen- si existen condiciones para una globalización
samiento crítico e incluso para la producción solidaria y cooperativa de la universidad.
682 Boaventura de Sousa Santos
Porque los aliados son pocos, y los intere- Banco Mundial 2002 World Bank Higher
ses hostiles al florecimiento de la universidad Education in Brazil: Challenges and
pública tienen hoy mucho poder en el interior Options (Nueva York: World Bank) marzo.
del Estado, que bajo la forma de actores mer- Chauí, M. 2003 “A universidade pública sob
cantiles nacionales y transnacionales, bajo la nova perspectiva”, Conferencia de apertura
forma de agencias internacionales al servicio de la 26ª reunión anual de ANPED (Poço de
de unos y de otros, la reforma de la universi- Caldas) 5 de octubre.
dad como bien público tiene un significado que Gibbons, M. et al. 1994 The New Production of
trasciende a la universidad. Como procuré de- Knowledge (Londres: SAGE).
mostrar, la universidad en tanto bien público es Hirtt, N. 2003 “Au Nord comme au Sud,
hoy un campo de enorme disputa. Más o menos l’offensive des marchés Sur l’université”
lo mismo sucede con el Estado. La dirección en Alternatives Sud (CETRI) Nº 3(10), pp.
que tome la reforma de la universidad será la 9-31.
dirección que tome la reforma del Estado. De Kajibanga, V. 2000 “Ensino Superior e
hecho, la disputa es una sola, algo que los uni- Dimensão Cultural de Desenvolvimento:
versitarios y los responsables políticos deben reflexos sobre o papel do ensino superior
tener siempre presente. em Angola” en Africana Studia (CEAUP)
Nº 3, pp. 137-151.
Bibliografía Knight, J. 2003 “Trade in Higher Education
Archibugi, D.; Bizzarri, K. 2004 “Committing Services: the implications of GATS”
to Vaccine R&D: A global science Kagisano Issue (Sudáfrica) Nº 3, pp. 5-37.
policy priority” en Research Policy Nº Mehta, L. 2001 “The World Bank and its
33(10) pp. 1657-1671. En <https://www. emerging knowledge empire” en Human
sciencedirect.com/science/article/pii/ Organization (SfAA) Nº 60, pp. 189-196.
S0048733304001386>. Santos, B. de Sousa 2002 A globalização e as
Asmal, K. 2003 “Implications of the General ciências sociais (São Paulo: Cortez).
Agreement on Trade in Services (GATS) Santos, B. de Sousa 2003 Crítica de la razón
on Higher Education” en Kagisano Issue indolente. Contra el desperdicio de la
(Sudáfrica) Nº 3, pp. 47-53. experiencia (Bilbao: Desclée de Brouwer).
La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad 683
egalité, fraternité. En los últimos doscientos los casos, el impulso que estaba detrás de esa
años no hemos sido capaces de cumplir di- reforma provino de los movimientos estudian-
chos objetivos en Europa, para no hablar del tiles de finales de los sesenta e inicios de los
resto del mundo. Las soluciones diseñadas setenta. Sin embargo, en los últimos cuarenta
para cumplirlos no han producido los objetivos años, por razones distintas pero convergentes,
por los que tan duramente se ha luchado, me en diversas partes del mundo la universidad se
refiero al progreso científico y tecnológico; la ha convertido, más que en una solución de los
racionalidad formal e instrumental; el Estado problemas sociales, en un problema más.
burocrático moderno; el reconocimiento de las En lo que a la universidad se refiere, el pro-
divisiones y discriminaciones por razones de blema puede formularse de la siguiente manera:
clase, raza y género dentro de los estrictos lími- la universidad está siendo interpelada por pre-
tes de los valores liberales y la resiliencia de las guntas complejas para las que hasta el momen-
formas capitalistas, colonialistas y patriarcales to solo ha producido respuestas simples. Esas
de la sociabilidad; la institucionalización de preguntas complejas van hasta la raíz de la iden-
las desigualdades y discriminaciones sociales tidad histórica y la vocación de la universidad,
mediante procesos democráticos; el desarrollo no tanto para cuestionar los detalles del futuro
de culturas nacionales e identidades naciona- universitario, sino para poner en tela de juicio
les; el secularismo y el laicismo; etcétera. La el hecho mismo de si la universidad, tal como
universidad moderna, en especial a partir de la conocemos, tiene futuro. Son, por tanto, pre-
mediados del siglo XIX, ha sido un componen- guntas que despiertan una perplejidad muy par-
te clave de esas soluciones. En realidad, fue a ticular. Las respuestas simples dan por sentado
su luz que se instituyeron originalmente la au- el futuro de la universidad. Las reformas a las
tonomía institucional, la libertad académica y que convocan terminan siendo una invitación
la responsabilidad social de la universidad. La al inmovilismo. No logran abatir la perplejidad
crisis generalizada de las soluciones modernas causada por las preguntas complejas y, en rea-
ha traído aparejada la crisis de la universidad. lidad, pueden incluso incrementarla. De hecho,
Tras la Segunda Guerra Mundial, el inicio de asumen que la perplejidad no tiene sentido.
la década de 1970 fue un período de intensas En este texto, sostengo que debemos asu-
reformas en todo el mundo. En la mayoría de mir las preguntas complejas y transformar la
La universidad en la encrucijada687
ortodoxia neoliberal que llevan en la cabeza europeas que están siendo reformadas, como
y los bolsillos. De sus pretensiones de conoci- objetivo estratégico de su futuro?
miento no se puede decir lo que el gran líder Duodécima pregunta fuerte: es probable-
de los movimientos de liberación africanos, mente la más compleja de todas. Las universi-
Amílcar Cabral, dijo sobre el conocimiento dades modernas han sido a la vez producto y
colonial: “La búsqueda de ese conocimiento, productoras de modelos específicos de desa-
a pesar de su carácter unilateral, subjetivo y rrollo. Cuando se inició el proceso de Bolonia,
muy a menudo injusto, contribuye al enrique- había más certidumbres acerca del proyecto
cimiento de las ciencias humanas y sociales europeo de desarrollo de las que hay en la ac-
en general” (Cabral, 1982: 197-203). tualidad. El efecto conjunto de múltiples cri-
Úndécima pregunta fuerte: ¿Está preparada sis —la crisis financiera y económica, la crisis
la universidad para reconocer que la interpreta- ambiental y energética, la crisis del modelo
ción del mundo excede con mucho la interpre- social europeo, la crisis migratoria, la crisis de
tación occidental del mundo? ¿Está preparada seguridad, etcétera— apunta a la existencia
la universidad para refundar la idea del univer- de una crisis de civilización o de un cambio de
salismo sobre una nueva base intercultural? Vi- paradigma. La pregunta es la siguiente: en un
vimos en un mundo de normas en conflicto, lo período tan convulso, ¿es posible la serenidad
que muchas veces da por resultado el estallido universitaria? Y en caso de que lo sea, ¿es de-
de guerras y brotes de violencia. Las diferen- seable? ¿El proceso de Bolonia está equipan-
cias culturales, las identidades colectivas anti- do a la universidad para que se sume al debate
guas y nuevas, las concepciones y conviccio- sobre modelos de desarrollo y paradigmas de
nes políticas, religiosas y morales antagónicas civilización, o para servir tan acrítica y eficien-
son hoy más visibles que nunca, tanto dentro temente como sea posible al modelo dominan-
como fuera de Europa. No hay más alternati- te decidido por los poderes al uso, y evaluado
va a la violencia que la disposición a aceptar por los nuevos supervisores del resultado de la
el carácter incompleto de todas las culturas e universidad, que están al servicio de esos pode-
identidades, incluidas las propias, una ardua res? En el nivel internacional, dado el conflicto
negociación y un diálogo intercultural creíble. entre las concepciones locales del desarrollo
¿Tienen ese papel en mente las universidades autónomo y el modelo global de desarrollo
La universidad en la encrucijada693
impuesto por las regulaciones de la Organiza- responsabilidad. Todos sabemos que nunca
ción Mundial del Comercio (OMC), y dado el actuamos sobre el futuro; actuamos sobre el
hecho de que los estados europeos son estados presente a la luz de nuestras anticipaciones
donantes, ¿contribuirá la universidad europea o visiones acerca de cómo será el futuro. Las
a un diálogo entre diferentes modelos de desa- preguntas complejas indican que no hay una
rrollo? ¿O, por el contrario, dará legitimidad in- visión o previsión única, de consenso, que pue-
telectual a las imposiciones unilaterales de los da darse por sentada, y por ello esas preguntas
estados donantes, como en el período colonial? invitan a una profunda reflexión.
Pienso que estamos ante dos visiones al-
El presente como pasado ternativas y que su presencia simultánea es la
del futuro fuente de las tensiones que recorren hoy nues-
En mi opinión, transcurridas dos décadas tro sistema universitario. Ambas evocan visio-
desde el inicio del proceso de Bolonia, las uni- nes opuestas de una evaluación retrospectiva
versidades solo han dado respuestas simples a de las reformas en curso. Es decir, ambas ob-
estas preguntas complejas. servan nuestro presente desde el futuro.
Las más simples de ellas son las no-respues- Según una de ellas, los intentos de reforma
tas, los silencios, el dar por sentado el nuevo fueron una verdadera reforma, dado que logra-
sentido común acerca de la misión de la univer- ron preparar a la universidad para afrontar con
sidad. El peligro radica en convertir logros real- efectividad los retos del siglo XXI, al diversi-
mente mediocres en brillantes saltos hacia de- ficar su misión sin ceder su autenticidad, for-
lante, disfrazar la resignación con la máscara del talecer la autonomía institucional, la libertad
consenso, orientar la universidad hacia un futu- académica y la responsabilidad social en las
ro en el que no hay futuro para la universidad. nuevas y muy complejas condiciones de Euro-
En mi opinión, nos encontramos en una pa y del mundo. De ahí que la universidad euro-
coyuntura que nuestros científicos de la com- pea pudiera reconstruir su ideal humanista de
plejidad caracterizarían como un punto de bi- una nueva manera internacionalista, solidaria
furcación. Mínimos movimientos en una u otra e intercultural.
dirección podrían producir cambios grandes Según la otra visión retrospectiva imagina-
e irreversibles. Esa es la magnitud de nuestra ria, el proceso de Bolonia fue, por el contrario,
694 Boaventura de Sousa Santos
universidad europea para mejorarla. Esa visión convirtió en una energía endógena y no en una
enfatizará los siguientes rasgos de nuestros es- imposición venida del exterior. Para lograrlo,
fuerzos actuales: el proceso de Bolonia se las ingenió para com-
Primero, el proceso de Bolonia pudo iden- binar la convergencia con la diversidad y la
tificar y resolver la mayoría de los problemas diferencia, y elaboró mecanismos de discrimi-
que sufría y era incapaz de superar la univer- nación positiva para permitir que los diferentes
sidad anterior a Bolonia, tales como inercias sistemas universitarios nacionales cooperaran
establecidas que paralizaban cualquier inten- y compitieran entre sí en términos justos.
to de reforma; preferencias endogámicas que Tercero, el proceso de Bolonia nunca permi-
creaban aversión a la innovación y al reto; tió que se adueñaran de él los llamados expertos
autoritarismo institucional disfrazado de auto- internacionales en educación terciaria, capa-
ridad académica; nepotismo disfrazado de mé- ces de transformar sus preferencias subjetivas
rito; elitismo disfrazado de excelencia; control y arbitrarias en verdades evidentes y políticas
político disfrazado de participación democrá- públicas inevitables. No perdió de vista los dos
tica; neofeudalismo disfrazado de autonomía poderosos criterios intelectuales sobre la mi-
departamental o institucional; temor a ser eva- sión de la universidad nacidos en los primeros
luado disfrazado de libertad académica; escasa años del siglo pasado, y optó inequívocamente
producción científica justificada como heroica por uno de ellos. El primero fue formulado por
resistencia a absurdos términos de referencia José Ortega y Gasset y Bertrand Russell, dos
o comentarios de iguales; e ineficiencia admi- intelectuales de ideas políticas muy distintas,
nistrativa generalizada disfrazada de respeto a pero que convergieron en la denuncia de la ins-
la tradición. trumentalización política de la universidad; el
Segundo, para hacerlo, el proceso de Bo- otro, formulado por Martin Heidegger, quien,
lonia no desacreditó ni lanzó por la borda la en su conferencia de toma de posesión como
autoevaluación y los intentos de reforma ya rector de la universidad de Friburgo en 1933,
emprendidos por los profesores y administra- invitaba a la universidad a contribuir a la defen-
dores más dedicados e innovadores, sino que sa de las fuerzas de la tierra y de la sangre. El
les proporcionó un nuevo marco y un fuerte proceso de Bolonia adoptó inequívocamente el
apoyo institucional, de modo que el proceso se primero y rechazó el segundo.
La universidad en la encrucijada697
Cuarto, los reformadores nunca confundie- dado que mata la innovación en vez de promo-
ron el mercado con la sociedad civil o la comu- verla. De hecho, la historia de la tecnología
nidad, e instaron a las universidades a preser- muestra con sobrados ejemplos que las innova-
var un concepto amplio de su responsabilidad ciones con mayor valor instrumental se hicie-
social, al alentar la investigación-acción y los ron posibles sin prestar atención a los cálculos
proyectos de extensión dirigidos a mejorar las de costo-beneficio.
vidas de los grupos sociales más vulnerables Sexto, el proceso de Bolonia logró fortalecer
atrapados en la desigualdad social sistémica y la relación entre enseñanza e investigación y, al
en la discriminación, esto es, las mujeres, los tiempo que premió la excelencia, garantizó que
desempleados, los jóvenes y ancianos, los tra- la comunidad de los profesores universitarios
bajadores migrantes, las minorías (a veces ma- no se dividiera en dos segmentos estratifica-
yorías) étnicas y religiosas, etcétera. dos: un pequeño grupo de ciudadanos univer-
Quinto, el proceso de reforma dejó muy cla- sitarios de primera categoría con abundante
ro que las universidades son centros de pro- dinero, cargas docentes ligeras y otras condi-
ducción de conocimiento en el sentido más ciones favorables para llevar a cabo sus inves-
amplio posible. En consecuencia, promovió tigaciones, por un lado, y, por el otro, un gran
la interculturalidad, la heterodoxia y la parti- grupo de ciudadanos universitarios de segunda
cipación crítica, en la mejor tradición liberal, categoría, esclavizados por largas horas de en-
algo que la universidad anterior a Bolonia ha- señanza y tutoría y escaso acceso a fondos de
bía abandonado en nombre de la corrección investigación, solo porque estaban empleados
política o económica. En el mismo sentido, por una universidad equivocada o se interesa-
alentó el pluralismo científico interno y, lo que ban por temas supuestamente equivocados. El
es más importante, concedió igual dignidad e proceso se las ingenió para combinar una gran
importancia al conocimiento con un valor de selectividad en la contratación y una estricta
mercado y al conocimiento sin posible valor de rendición de cuentas en el uso del tiempo de
mercado. Además, los reformadores tuvieron docencia y los fondos de investigación con una
muy claro en todo momento que, en el campo preocupación por una verdadera igualdad de
de la investigación y el desarrollo, el análisis de oportunidades. Concibió las tablas de clasifi-
costo-beneficio es un instrumento muy burdo, cación como la sal en la comida: muy poca la
698 Boaventura de Sousa Santos
deja insípida; demasiada, mata todos los sabo- promover otras formas de internacionalismo
res. Además, en un momento dado decidió que que no fuera el comercial. De esa manera, el
lo que había sucedido con las clasificaciones área de la educación superior europea dejó de
internacionales en otros terrenos bien podía ser una amenaza para la libertad académica y
aplicarse al sistema universitario. En conse- la autonomía intelectual de las universidades
cuencia, al igual que hoy en día existe el índice del mundo, para convertirse en una aliada leal
del Producto Interior Bruto junto al índice de y poderosa para mantener vivas y lozanas las
desarrollo humano del PNUD (Programa de ideas de libertad académica, autonomía insti-
Naciones Unidas para el Desarrollo), el pro- tucional y diversidad del conocimiento en un
ceso de Bolonia logró insertar una pluralidad mundo amenazado por el pensée unique de los
interna en los sistemas de clasificación. imperativos del mercado.
Séptimo, el proceso de Bolonia terminó por
abandonar el concepto otrora de moda de ca- Bibliografía
pital humano, tras llegar a la conclusión de que Cabral, A. 1982 “The role of Culture in the
las universidades deben formar seres humanos Struggle for Independence” en de Bragança,
y ciudadanos plenos, y no meramente capital A. y Wallerstein, I. (eds.) The African
humano sometido a las fluctuaciones del mer- Liberation Reader, pp. 197-203.
cado como cualquier otro capital. Esto tuvo un de Almeida Filho, N. 2008 “Universidade
impacto decisivo en los currículos y en la eva- Nova no Brasil” en Santos, B. de Sousa y de
luación del rendimiento. Almeida Filho, N. 2008 A universidade no
Por último, el proceso de Bolonia amplió século XXI. Para uma universidade nova
exponencialmente la internacionalización de (Coimbra: Edições Almedina), pp. 74-184.
la universidad europea, pero se esmeró en
Hacia una universidad polifónica
y comprometida:
pluriversidad y subversidad*
institucional operando tanto dentro como universidad. El objetivo es construir una sub-
fuera de las instituciones que la han caracte- versidad, un término que captura tanto el ca-
rizado hasta hoy, una universidad que justifica rácter subalterno de los grupos sociales a me-
su singularidad institucional involucrándose nudo involucrados en sus iniciativas, y el modo
en la creatividad e incluso en la subversión subversivo en el que interviene en la idea con-
institucional. vencional de universidad.
La universidad polifónica, comprometida,
puede ser considerada como una estrategia de- La universidad polifónica
fensiva tanto como ofensiva. Es defensiva en el de tipo 1: la pluriversidad
sentido de que la universidad, volviéndose más Mencionaré los principios de acción y las
difusa y elusiva, resiste mejor a las fuerzas que tareas más importantes que guían el proceso
quieren capturarla o desmantelarla. Sin embar- de reforma: confrontar lo nuevo con lo nuevo;
go, lo considero principalmente como una es- pelear por una definición de la crisis; la exten-
trategia ofensiva, como un modo de reinventar sión como una provisión de servicio de interés
su lugar en la sociedad poniéndose del lado de público para públicos insolventes; la investiga-
aquellos que luchan contra el capitalismo, el ción de acción y las ecologías de saberes; re-
colonialismo y el patriarcado, a la vez que re- vincular a la universidad con la escuela públi-
clama la autonomía de su compromiso. Como ca; redes del Sur con el Sur; democratización
yo la imagino, la universidad polifónica, com- interna; evaluación participativa.
prometida, asumirá dos formas principales: el Las Epistemologías del Sur son el corazón de
tipo 1 y el tipo 2. El tipo 1 tiene lugar dentro la pluriversidad. Estamos ingresando a un pe-
de los confines de los espacios institucionales ríodo en el que formas moralmente revulsivas
existentes, aun si los reforma profundamente de inequidad y discriminación social se están
de acuerdo con los principios gemelos de com- volviendo políticamente aceptables, mientras
promiso y polifonía. El objetivo es construir que las fuerzas políticas y sociales que solían
la pluriversidad. La universidad polifónica de desafiar este estado de cosas en nombre de al-
tipo 2 se ubica por fuera de las instituciones ternativas sociales y políticas están perdiendo
convencionales. Consiste en el uso contrahe- impulso y, en general, parecen estar a la defen-
gemónico de una idea hegemónica: la idea de siva. Las ideologías modernas de contestación
Hacia una universidad polifónica y comprometida: pluriversidad y subversidad701
política han sido cooptadas mayormente por puedo sino involucrarme en algún tipo de cons-
el neoliberalismo. Hay resistencia, pero ocurre ciencia anticipatoria poniendo al futuro delan-
cada vez más afuera de las instituciones, y no te de nosotros como si estuviese aquí y ahora.
a través de modos de movilización política con Tal consciencia se basa en las ideas que siguen
los que estamos familiarizados desde perío- a continuación.1
dos previos: partidos políticos y movimientos Más allá de un cierto umbral, la tensión en-
sociales. La política dominante se vuelve epis- tre el conocimiento con valor de mercado y el
temológica cuando puede reclamar de forma conocimiento sin valor del mercado conducirá
creíble que la única forma de conocimiento a una división política e institucional al interior
válido disponible es el que ratifica su propio de la universidad tal como la conocemos. Des-
carácter dominante. En este Geist de época, de entonces en adelante, y por un período de
parece claro que el modo para salir de este im- tiempo indeterminado, las universidades serán
pase se funda en la emergencia de una nueva entes duales, experiencias educativas divididas
epistemología que sea explícitamente política. que una gestión común apenas mantendrá uni-
Esto significa que la reconstrucción o reinven- da. Suponiendo que el neoliberalismo no logre
ción de la política de confrontación requiere de poner precio a cada pieza de conocimiento, la
una transformación epistemológica. división educativa pondrá fin a la idea del co-
Como he argumentado, no necesitamos al- nocimiento por el conocimiento mismo y a la
ternativas; necesitamos una alternativa que amalgama de objetividad científica y neutrali-
piense alternativas. Las Epistemologías del Sur dad científica. En cambio, resultará evidente
—al privilegiar los conocimientos (sean estos que la producción de conocimiento y la forma-
científicos o artesanales/prácticos/populares/ ción universitaria están a favor o bien en con-
empíricos)— son parte de tal transformación tra de la mercantilización del conocimiento,
epistemológica. Desde mi perspectiva, una y tanto investigadores como docentes experi-
universidad nueva, polifónica puede emerger mentarán en carne propia las consecuencias de
mientras se desarrolla esta transformación esta bifurcación.
epistemológica. No hay certeza de que esto
ocurra, pero si lo hace, sospecho que las Epis-
temologías del Sur jugarán un rol crucial. No 1 Para un análisis extensivo, ver Santos (2014).
702 Boaventura de Sousa Santos
luchan contra los poderes sociales que han Esto significa que las alianzas políticas del
estado bregando por el conocimiento capita- futuro tendrán una dimensión epistemológica.
lista, colonialista y patriarcal? Si ocurre, tal Dicha dimensión se caracterizará por una ar-
alianza no es un esfuerzo sin precedentes. Las ticulación o combinación de diferentes tipos
teorías críticas modernas —la más notable de de conocimiento con diferente relevancia. Las
ellas, el marxismo— han puesto a prueba esta complejas tareas que esta articulación o com-
alianza o coalición. Podemos cuestionar los binación supone son la raison d’être de las
resultados, pero es innegable que la alianza Epistemologías del Sur. Las cinco orientacio-
tuvo lugar. Sí serán totalmente novedosos los nes principales de estas epistemologías están
términos de la alianza. Mientras que la alianza específicamente dirigidas para conducir estas
cognitiva previa tuvo lugar según los términos tareas: la sociología de las ausencias, la socio-
dictados por las ciencias humanas y sociales logía de las emergencias, las Ecologías de Sa-
críticas eurocentristas, la nueva alianza ten- beres, la traducción intercultural y la artesanía
drá que negociarse según nuevos términos, de las prácticas (Santos, 2014). Consideradas
como una conversación sobre los méritos re- en su conjunto, hacen posible una nueva con-
lativos de diferentes tipos de conocimientos versación para la humanidad, como diría John
(en plural): conocimientos eruditos, científi- Dewey (1960), una conversación que podría ser
cos, así como conocimientos no científicos, más exitosa que la actual para unir los diferen-
artesanales, empíricos, populares de la ciuda- tes grupos subalternos oprimidos en su lucha
danía. Esta conversación se facilitará porque, contra la opresión y la dominación.
mientras tanto, dado el colapso de la equiva- Las Epistemologías del Sur no construirán
lencia entre objetividad y neutralidad, la cien- por sí solas tales alianzas tan urgentemente
cia estará perdiendo el aura de ser el único necesarias. Les darán credibilidad y fortaleza
conocimiento riguroso y válido; la crisis epis- cuando estén logradas. Dos preguntas surgen
temológica surgida en consecuencia abre un en este punto. En primer lugar, ¿qué grupos
espacio para que los grupos no académicos de académicos es probable que se interesen
reclamen que se reconozca plenamente la re- en estas alianzas epistemológicas y políticas?
levancia de los conocimientos que emergen En segundo lugar, ¿qué forma institucional
de sus prácticas sociales. tomarán?
704 Boaventura de Sousa Santos
y Sudáfrica. Aun así, si los cambios se limitan popular? ¿Producirá un nuevo tipo de conoci-
al acceso a admisiones, la inclusión formal se miento pluriversal en el que el conocimiento
convierte en una nueva y más insidiosa forma artesanal será tomado más seriamente y en el
de exclusión, ya que la currícula, la sociabi- que emergerán los conocimientos mestizos3
lidad en el aula y la dirección académica no decoloniales?
cambiarán de tal modo que los recién llegados Es difícil detallar los tipos de cambios es-
sientan que están “como en casa” y no en un tructurales que ocurrirán, pero algunas pre-
territorio hostil. Por supuesto que, por un lar- guntas darán una idea de los cambios por
go período, la universidad convencional será hacer. ¿Se puede enseñar el conocimiento
una mezcla en tensión de lo viejo y lo nuevo. oral como oratura (sobre una base de igual-
Proyectos más avanzados de interculturalidad dad con la literatura) más que como tradición
y Ecologías de Saberes darán origen a institu- oral? ¿Pueden aquellos reconocidos por su
ciones paralelas, tal como ya está ocurriendo conocimiento práctico que no cuentan con
actualmente. un título universitario ser parte de comités
Se me ha sugerido que la nueva universidad de graduados e incluso juzgar la investigación
polifónica será un terreno en el que las Eco- realizada por estudiantes de grado? ¿Se puede
logías de Saberes encontrarán un hogar, en el abordar e investigar la línea abisal que dividió
que académicos y ciudadanos interesados en y sigue dividiendo el mundo en sociabilidad
luchar contra el capitalismo cognitivo, el colo- metropolitana y sociabilidad colonial? ¿Esta
nialismo cognitivo y el patriarcado cognitivo investigación podrá guiar cambios estructura-
colaborarán para reunir diferentes conoci- les al interior de las instituciones en las que se
mientos con pleno respeto de sus diferencias, lleva a cabo? ¿Puede el aula ser polifónica, in-
buscando convergencias y articulaciones. Su volucrando dos tipos de docentes: uno cientí-
propósito es abordar problemáticas que, en fico y uno artesano? ¿Pueden los libros u otras
lugar de no tener valor de mercado, son social, herramientas de enseñanza ser coescritos por
política y culturalmente relevantes para co- docentes de ambos tipos? ¿Cuánto tiempo
munidades de ciudadanos y grupos sociales.
¿El lado no comercializado de la universidad
se convertirá en un nuevo tipo de universidad 3 En español en el original (nota de la traductora).
706 Boaventura de Sousa Santos
imágenes que, en una palabra, son capaces de Paulo Freire.6 A fines del siglo XIX, la cruzada
potenciar la indignación y la rebelión. Se trata, por la educación popular llevó a la creación de
entonces, de educación para la inconformidad, “universidades populares” a lo largo de Euro-
educación para un tipo de subjetividad pa y Latinoamérica. De hecho, una de las pri-
que someta la repetición del presente a las meras universidades populares fue creada en
hermenéuticas de la sospecha, una educación Alejandría, Egipto, en 1901, bajo la iniciativa
que rechace la trivialización del sufrimiento y de trabajadores anarquistas italianos y griegos
la opresión considerándolos los resultados de (Gorman, 2005: 303-320). La idea de una univer-
decisiones inexcusables. sidad popular surge en un momento en el que
La UP-2 “utiliza” el nombre “universidad” los problemas sociales provocados por el rápi-
con el objetivo de llevar adelante procesos de do desarrollo capitalista (“la cuestión social”)
aprendizaje en espacios institucionales y so- están empeorando, y los movimientos de tra-
ciales que poco se parecen a aquellos asocia- bajadores se expanden y diversifican. Emerge
dos con la universidad convencional. Impulsa entonces una gran curiosidad respecto de pro-
una larga tradición de educación popular en blemas sociales y un impulso para estudiarlos
la que, desde los 60 en adelante, destacaron que tuvo su mayor expresión en las ciencias
trabajos tan innovadores como Pedagogía del sociales que se desarrollaron consistentemen-
oprimido y Pedagogía de la liberación,5 de te en Francia entre 1890 y 1900. El impulso ori-
ginal de crear universidades populares provino
de corrientes anarquistas, que consideraban la
5 En Latinoamérica, la educación popular también educación de la clase obrera como el principal
se asociaba con la liberación teológica, la Revolución medio de generar consciencia revolucionaria.7
cubana (1959) y la experiencia socialista de Salvador
Allende en Chile (1970-1973). Sobre educación popular
en Latinoamérica, ver Puiggrós (1984); Torres (1990; de Cultura Proletaria, su correspondiente escuela y la
1995; 2001). Desde la década de 1970 en adelante, en scuola dei confinati (escuela para prisioneros) en Usti-
Latinoamérica y el mundo, la educación popular fue ca. Ver Mayo (1995: 2-9).
asociada con Antonio Gramsci, a la luz de sus escritos
sobre educación para adultos y su participación activa 6 Más al respecto a continuación. Ver también Freire
en círculos de educación obrera, incluido el Club Vita (1970) y Esteva, Stuchul & Prakash (2005: 82-98).
Morale, así como el establecimiento de un Instituto 7 Ver Mercier (1986) y Hirsch & Walt (2010).
708 Boaventura de Sousa Santos
La preocupación principal era cómo democra- escepticismo en relación con la sola posibili-
tizar el conocimiento en un tiempo tan nuevo, dad de una “enseñanza universitaria popular”
considerado un período de grandes cambios y (considerada una verdadera contradictio in
conflictos, en el que el control del conocimien- adjecto). No obstante, durante los 15 años si-
to sería crucial. En 1896, Georges Deherme,8 guientes, se crearon 230 universidades popula-
uno de los primeros defensores de la univer- res, lo que significa que la idea de una univer-
sidad popular, fundó un periódico titulado, de sidad popular se encontró con una necesidad
manera significativa, La Coopération des Idées emergente de las clases populares excluidas de
y planteó cinco preguntas sobre “el ideal del la educación formal. Como se ha mencionado,
mañana”: la iniciativa estaba originalmente vinculada con
el anarquismo, que tenía profundas raíces en
1. ¿Hay un nuevo ideal en camino? 2. ¿Tendrá el Europa en aquel momento, debido a su énfasis
mismo principio guía que un ideal religioso? 3. en la educación del proletariado.10 Los comu-
¿Cuál será su forma? 4. ¿Cambiará el orden so-
cial? En tal caso, ¿en qué sentido? 5. ¿En qué me-
dida contribuirán el Estado, las masas, las élites
10 Esto no siempre fue así. Por ejemplo, la Universi-
intelectuales y los revolucionarios para la forma-
dad Popular de Turín, creada en 1900, tenía en sus ini-
ción de esta nueva sociedad?9 cios su propio impulso filantrópico y recibía el apoyo
de la Universidad de Turín. En 1916, Gramsci publicó
En 1898 se creó la primera universidad po- una crítica radical a esta universidad en el periódico co-
pular. Su principal objetivo era divulgar las munista italiano, Avanti: “a veces me pregunto por qué
ciencias sociales entre las élites del movimien- no ha sido posible desarrollar en Turín una institución
sólida para la popularización de la cultura, por qué la
to obrero. Estas élites, como la clase obrera en Universidad Pública ha permanecido tan pobre como
su conjunto, eran excluidas de la educación es y no ha logrado captar la atención del público, su res-
universitaria, así como de toda la educación peto y amor, por qué no ha logrado formar un público
formal. Como es de esperarse, hubo un gran propio. La respuesta no es sencilla, o es demasiado sen-
cilla. Hay claros problemas con la organización y con
los criterios que conforman la universidad. La mejor
solución debería ser hacer mejor las cosas, demostrar
8 Más al respecto en Deherme (1901). concretamente que es posible hacerlas mejor y reunir
9 Al respecto, ver Mercier (1986: 19). un público en torno a una llama cultural, suponiendo
Hacia una universidad polifónica y comprometida: pluriversidad y subversidad709
llegar a colapsar. No hay estudiantes en el sen- en áreas distantes de los principales centros o
tido convencional, sino una comunidad de per- ciudades, en valles remotos o altas montañas,
sonas en el proceso de construirse a sí misma en suburbios, cárceles, etcétera. Los profeso-
como una comunidad de aprendizaje. res o investigadores universitarios participan
En tercer lugar, la UP-2 no concibe el con- por propia iniciativa, nunca siguiendo instruc-
texto pedagógico como algo separado o au- ciones institucionales, nunca esperando ser
tónomo. En cambio, lo ve como parte de un promovidos como resultado de su desempeño
contexto más amplio de lucha social. En con- en el proyecto elegido, sino listos para luchar
secuencia, contempla una pedagogía pragmá- contra un descenso en su categoría provocado
tica orientada a fortalecer las luchas sociales por su participación. La participación puede
contra la exclusión y la discriminación. La par- basarse en conocimiento o experiencia especí-
ticipación se podrá dirigir para que recomiende ficos, o en capacidades generales desarrolladas
o desaconseje determinada solución o curso de durante la investigación o enseñanza de dife-
acción, para incorporar otras experiencias, tan- rentes temas, o en distintas coordenadas geo-
to del pasado como de otros lugares, que pue- gráficas o temporales. En efecto, los docentes
dan contribuir a comprender la situación (la o investigadores universitarios que participan
tarea o el conflicto en cuestión), promover el de la UP-2 deben someterse a un complejo pro-
diálogo o facilitar la comunicación a través de ceso de desaprendizaje pedagógico.11 Deben
la traducción intercultural entre grupos prove- librarse de las posturas convencionales con el
nientes de diferentes culturas que poseen dife- fin de ser capaces de poder ver a otros cuer-
rentes cosmovisiones o universos simbólicos. pos de conocimiento sobre una base de hori-
En cuarto lugar, actualmente la UP-2 se tra- zontalidad. Deben empeñarse en pensarse a sí
duce a menudo en iniciativas que se originan
ellas mismas en movimientos sociales. En ta-
les casos, el protagonismo de las personas con 11 Este desaprendizaje pedagógico es tan demandan-
credenciales académicas o científicas más im- te como el desaprendizaje metodológico que tiene lugar
portantes es menos relevante. En consecuen- al llevar adelante una investigación en consonancia con
las Epistemologías del Sur. Más al respecto en The End
cia, los lugares en los que se ofrece hoy son
of the Cognitive Empire: The Coming of Age of Episte-
más variados. En efecto, la UP-2 tiene lugar mologies of the South (2018).
712 Boaventura de Sousa Santos
mismos sin los títulos, certificados y diplomas particular. La segunda forma consiste en las
que los decoran, sentir el aura universitaria iniciativas que, aunque también responden a
como una carga más que como una ventaja y necesidades a largo plazo, están enfocadas de
reaprender cómo distinguir la autoridad del modo más general en una vida institucional
conocimiento de la autoridad de la institución vaga que puede prescindir de una ubicación
que lo sujeta. Finalmente, deben aprender una física específica o estar situada en múltiples es-
nueva relación entre conocimiento logocéntri- pacios. A continuación, menciono brevemente
co y otros tipos de conocimiento, incluido el algunos ejemplos de ambas formas de UP-2.
conocimiento visual y silente. El objetivo es,
en suma, alcanzar una ignorancia aprendida.12 UP-2 con una locación física
La participación más comprometida implica Hoy en día hay una gran diversidad de uni-
presencia física, prácticas cotidianas compar- versidades populares que se ajustan a las ideas
tidas, consciencia física recíproca, implicación subyacentes a la UP-2. Menciono solo algunas
emocional y toma de riesgos en la acción y la con las que he tenido contacto o en las que he
decisión colectivas (ver a continuación la ex- participado ocasionalmente.
periencia de la Universidad Popular de los Mo- Las universidades interculturales in-
vimientos Sociales, UPMS). dígenas en las Américas. Las universidades
La UP-2 puede tomar dos formas principa- indígenas, a veces llamadas universidades in-
les; ambas de ellas refieren a experiencias rea- dígenas interculturales, han surgido a partir de
les. La primera forma consiste en las iniciativas la iniciativa de movimientos indígenas en dife-
que responden a necesidades a largo plazo, se rentes países con el propósito de combatir el
enfocan en objetivos específicos y en grupos colonialismo cognitivo que permea el sistema
destinatarios específicos, y requiere cierto tipo educativo en su conjunto. Su objetivo es per-
de desempeño sustentable, tomando a menudo mitir que la juventud indígena profundice su
la forma de una nueva institución, casi siem- conocimiento indígena estudiando sistemáti-
pre con una presencia física en una ubicación camente su cultura, filosofía y cosmovisión; su
música y danza; su artesanía en relación con
la producción de herramientas, el cultivo de
12 Sobre el concepto de ignorancia aprendida, ver
Santos (2014: 99-117).
Hacia una universidad polifónica y comprometida: pluriversidad y subversidad713
año en el que fue obligado a renunciar por el los diálogos entre conocimientos (Ecologías
Vaticano).16 de Saberes en mis propios términos) son los
UNITIERRA actualmente está presente en principios básicos de las actividades de UNI-
otras ciudades también, por ejemplo, en Oa- TIERRA, que incluyen enseñanza, investiga-
xaca, donde es conducida por el gran teórico ción y extensión, las últimas dos guiadas por
y activista de alternativas de desarrollo, Gus- las metodologías de la investigación acción
tavo Esteva. Ha estado activamente involu- participativa.
crado en todas las iniciativas políticas de los Gustavo Esteva, una de las figuras inspira-
neozapatistas y se orienta hacia la educación doras detrás de UNITIERRA, expresa muy elo-
y formación profesional de jóvenes indígenas cuentemente lo que quiero decir cuando afirmo
que nunca han tenido acceso al sistema edu- que la universidad polifónica de tipo 2 es una
cativo o que han abandonado sus estudios, intervención subversiva en el campo de la edu-
muchos de ellos procedentes de comunidades cación universitaria:
neozapatistas. También provee apoyo técni-
co y político a las formas autónomas de au- La llamamos “universidad” para reírnos del sis-
togobierno instituidas por los neozapatistas tema oficial. Estamos jugando con sus símbolos.
(las juntas de buen gobierno y los caracoles). Después de uno o dos años de aprendizaje, una vez
que sus compañeros consideran que han alcanza-
La democracia radical, la interculturalidad y
do una competencia suficiente en una cuestión es-
pecífica, damos a los “estudiantes” un magnífico
diploma universitario. Así, les estamos ofrecien-
16 Durante su reciente visita a México, el Papa Fran- do un “reconocimiento social” que les fue negado
cisco I visitó la tumba del obispo. En palabras de Leo-
por el sistema educativo. En lugar de certificar
nardo Boff: “creo que un momento clave del viaje del
Papa a México será su visita a la tumba del Obispo
el número de horas de asistencia, como hacen
Samuel Ruiz García (Obispo de San Cristóbal de las Ca- los diplomas convencionales, certificamos una
sas, bien conocido por defender los pueblos indígenas), competencia específica, inmediatamente apre-
en Chiapas: es una reparación y una lección para la Cu- ciada por las comunidades, y protegemos a nues-
ria Romana, que es consciente de haber perseguido e tros “estudiantes” de la discriminación habitual
impedido el avance de un verdadero ministerio pastoral (2004: 12).
indígena de los propios pueblos indígenas y de su cultu-
ra” (2016).
Hacia una universidad polifónica y comprometida: pluriversidad y subversidad715
UNITIERRA es conscientemente una sub- que el término universidad suena elitista y que
versidad; parte de la idea de que el término tal elitismo podía terminar siendo inculcado a
“universidad” debe ser resignificado y libera- los aprendices. La escuela comenzó en 2005 y
do de su apropiación ilegítima por parte de tiene un campus muy espacioso en el estado de
las universidades convencionales. Ofrece una São Paulo. Comenzó con cursos básicos para
alternativa para la formación y el aprendizaje formar a los militantes residentes, con una
que fomenta el respeto por la tierra y su gente, duración de tres meses, y hoy incluye un gran
promueve la búsqueda de tecnologías adecua- número de cursos para militantes y líderes del
das para servir los intereses de las comunida- MST y otros movimientos sociales, algunos de
des locales. Los estudiantes deben involucrar- ellos dictados a lo largo del país de manera iti-
se en proyectos de investigación que incluyen nerante. La escuela ha establecido acuerdos de
una estadía prolongada en alguna comunidad cooperación con instituciones convencionales
en la que participan del trabajo solicitado por y muchos profesores universitarios enseñan
la propia comunidad anfitriona. Como señala allí. Al participar de tales acuerdos, las univer-
el coordinador, cuando explica el nombre de sidades convencionales toman la forma de una
universidad “de la tierra”: “cuando decimos ‘de UP-1, a la vez que fortalecen una universidad
la tierra’ no pretendemos competir con la glo- popular de tipo UP-2. Desde mi perspectiva,
balización. Solo queremos tener nuestros pies este es uno de los caminos más fecundos en la
sobre la tierra, es decir, sobre nuestras tierras, refundación de la universidad según las líneas
para respetarlas y llevar adelante un proyecto que sostengo en este artículo.
educativo que no por ser un proyecto descalzo La escuela del MST es totalmente autónoma
es menos relevante, por el contrario”. en relación con la inscripción, las políticas de
La Escuela Nacional Florestan Fer- acceso, la definición de la currícula y los planes
nandes (ENFF). Esta es otra universidad de estudio, y la selección de docentes y pedago-
popular muy reconocida. Fue creada por el gías. La formación incluye todas las temáticas
Movimiento Sin Tierra (MST) en Brasil con el consideradas relevantes, desde economía polí-
objetivo de formar a los líderes y militantes del tica, administración de empresas y teoría de las
movimiento. El MST prefirió el nombre “escue- organizaciones hasta historia, ética y filosofía.
la” al de “universidad”, con el argumento de Toda la formación se enfoca en las necesidades
716 Boaventura de Sousa Santos
del movimiento campesino, que a menudo re- pedagógico define las siete tareas que se llevan
quiere de la inclusión de áreas de formación adelante mediante el proceso de formación de
que han sido abandonadas desde hace tiempo la siguiente manera:
por las universidades, como el cooperativismo
y la agroecología. Miles de estudiantes se han 1. Aprender la formación, las bases y las con-
formado en esta escuela, que se enorgullece en tradicciones del capitalismo y el imperialis-
el hecho de que, después de terminar su forma- mo en su fase moderna;
ción, los aprendices regresan a sus comunida- 2. Emprender un análisis detallado de la reali-
des, llevando con ellos nuevo conocimiento y dad brasileña en relación con sus dinámicas
competencias. Hoy, la ENFF forma líderes de políticas, sociales y culturales;
diferentes movimientos sociales de toda Lati-
3. Producir una herramienta política y revolu-
noamérica y el Caribe.
cionaria de los trabajadores para conducir la
La ENFF es fundamentalmente una subver-
revolución democrática y popular de Brasil;
sidad dirigida a formar cuadros de campesinos
y otros movimientos sociales de acuerdo con 4. Analizar las diferentes posibilidades de
un marco teórico y político inspirado en el alianza entre los distintos sectores de la cla-
marxismo.17 Uno de los miembros del equipo se obrera;
5. Proceder con pedagogía para las masas (es-
pecialmente en relación con la juventud);
17 El proceso de construcción de la ENFF es muy re- métodos de trabajo de la tierra, organiza-
velador en relación con la articulación de la escuela y el ción, y liderazgo; formación continua de mi-
movimiento de trabajadores sin tierra. De acuerdo con litantes y líderes de diferentes movimientos
un profesor universitario que ha colaborado con la es- sociales, así como comunicación con las ba-
cuela desde sus inicios, “el proceso de construcción de la
ENFF incluye el período entre el 22 de marzo de 2000 y el ses y las masas;
23 de enero de 2005, la formación de 1000 personas (927 6. Producir una nueva cultura capaz de con-
hombres y 63 mujeres), 12 000 horas de trabajo, lo que cebir otras relaciones sociales y con la na-
representa 112 asentamientos y 230 campamentos. Las
turaleza, así como nuevos valores dirigidos
personas se organizaron en 25 Brigadas de Trabajadores
y Trabajadoras Voluntarios, representando 20 de los 23 a nuevos horizontes en consonancia con la
estados donde existe el MST” (Pizetta, 2007: 24-47). perspectiva socialista;
Hacia una universidad polifónica y comprometida: pluriversidad y subversidad717
7. Formar revolucionarios con raíz en el ma- a los sectores populares y los nuevos movimien-
terialismo histórico, así como expertos y tos sociales con el objetivo de que participen y
líderes.18 creen sus propias formas de construcción polí-
tica. Esta aventura cultural se propone superar
las prácticas educativas del sistema, que han
La Universidad Popular Madres de legitimado la opresión. Deseamos recuperar las
Plaza de Mayo (UPMPM). Esta universi- tradiciones de la resistencia popular y cambiar
dad fue creada en 1999 por la Asociación Ma- la sociedad y a nosotros mismos, en lo que re-
dres de Plaza de Mayo, un movimiento de re- fiere al conocimiento y la lucha. Cada espacio
sistencia contra la dictadura militar que rigió de discusión académica y política hacia la cons-
la Argentina entre 1976 y 1983. Componen el trucción de la Universidad Popular tiene su
movimiento las madres de jóvenes asesinados validez en la fértil praxis llevada adelante inin-
o desaparecidos por la dictadura; desde 1976, terrumpidamente a través de todos estos años
ha luchado con una tenacidad notable por el de experiencia y aprendizaje con las Madres de
Plaza de Mayo (UPMPM, 2017).
derecho a la memoria y a la justicia retributi-
va. El rector de la universidad redacta cómo
La primera edición del periódico de la UPM-
las Madres decidieron crear la universidad
PM, 30.000 Revoluciones, publicado en no-
como un nuevo espacio de resistencia:
viembre de 2007, incluyó el discurso inaugural
Nuestra Universidad Popular pretende estimular de la primera rectora, Hebe de Bonafini, quien
el pensamiento crítico y organizar grupos para fue durante muchos años la figura más visible
la reflexión creativa. Se propone articular teoría de las Madres de la Plaza de Mayo. Utilizando
y práctica, generar herramientas para cuestio- metáforas relacionadas con el nacimiento y la
nar la hegemonía intelectual, un espacio abierto maternidad, como es tradición del movimien-
to, Bonafini afirmó:
18 Ver Pizetta (2007: 241-250). Poco después del gol-
Esta universidad sin dudas es la cosa más her-
pe constitucional que destituyó el gobierno legítimo de
la Presidenta Dilma Rousseff, varias fuerzas policiales mosa, el mayor sueño; señala el camino hacia
invadieron el campus de la ENFF en una acción de in- la revolución soñada por nuestros hijos; ellos
timidación. Este ataque fue uno de los primeros signos pagaron con sus vidas pero no dilapidaron sus
del giro político hacia la derecha que siguió al golpe. sueños y nosotras no hemos perdido nuestra
718 Boaventura de Sousa Santos
esperanza, no nos han robado la posibilidad Los procesos pedagógicos ocurren en una
de ser sus orgullosas madres. Esta universidad gran variedad de sitios e involucran a diver-
tiene un destino, pero hoy comenzamos con los sas audiencias. La itinerancia puede ocurrir
chicos abandonados, que se prostituyen en las ca- al interior de un mismo país o puede ser
lles. No son chicos de la calle, son nuestros pro-
transnacional. Aporto dos ejemplos, uno de
pios chicos (2007: 69).
itinerancia nacional y otro de itinerancia
transnacional.
Desde sus inicios, la UPMPM se ha pro-
La Universidad Trashumante de San
puesto diversificar sus métodos de educación
Luis, Argentina (UT). La Universidad Tras-
popular ofreciendo cursos, talleres, semina-
humante consiste en un proyecto de educa-
rios y clases públicas. A lo largo de los años
ción popular que surgió en 1998 a partir de un
continuó estableciendo relaciones cooperati-
grupo de personas conectadas con la Facultad
vas con numerosas universidades convencio-
de Educación de la Universidad Nacional de
nales de América Latina. En 2010, la UPMPM
San Luis, Argentina. Esta universidad ejempli-
fue reconocida provisionalmente como una
fica convincentemente los puentes posibles
universidad pública con un estatuto especial.
que se pueden construir entre la universidad
Se le otorgó la capacidad de conferir títulos
popular y la convencional. De cara a la inca-
reconocidos por el Estado argentino en los
pacidad de la universidad convencional para
campos del trabajo social, el derecho y la his-
abrirse a la pluriversidad (UP-1), los profe-
toria. Lamentablemente, los estrictos requisi-
sores universitarios comprometidos con mo-
tos para su reconocimiento oficial definitivo y
vimientos sociales tomaron la iniciativa de
dificultades financieras han generado algunos
crear una institución paralela en colaboración
problemas para el logro final de este proyecto
con las organizaciones y los movimientos so-
de educación popular.
ciales locales. La palabra “trashumante” signi-
fica errante, itinerante, migratorio. Refiere a
La UP-2 errante
los viajes de la universidad por las regiones
Una UP-2 errante o itinerante no tiene
pobres y oprimidas del interior argentino, co-
una oficina física o, si la tiene, no la utili-
nocidas como “el otro país”. Para el dinámico
za como una ubicación para el aprendizaje.
grupo de la UT, que se define a sí mismo como
Hacia una universidad polifónica y comprometida: pluriversidad y subversidad719
es imposible incrementar la densidad y com- es decir que todos los participantes se alojan
plejidad de las redes de movimientos. en el mismo lugar, comen juntos y comparten
Si comparamos a la UPMS con las universi- momentos de ocio y convivencia. En cada ta-
dades populares previas, se destacan algunas ller participan, en promedio, 40 personas: dos
de sus características: un mayor esfuerzo por tercios son activistas o líderes de organizacio-
eliminar la distinción entre docentes y estu- nes o movimientos sociales y un tercio con
diantes, dado que todos los participantes son intelectuales, académicos o artistas compro-
igualmente portadores de conocimiento vá- metidos con la lucha social. Los movimientos
lido; una fuerte determinación a coproducir u organizaciones presentes deben cubrir al
conocimiento interesante y relevante para menos tres áreas temáticas de una lucha rela-
apoyar luchas concretas de movimientos so- cionada con un tema central. Por ejemplo, si
ciales y organizaciones activistas; un compro- el tema es la tierra, se debe convocar partici-
miso político vinculante, dado que opera entre pantes que sean activistas o líderes de movi-
participantes políticamente organizados que mientos urbanos, campesinos, indígenas o de
están involucrados en movimientos y asocia- mujeres, o cualquier otra combinación que se
ciones; un compromiso a promover acciones considere relevante en el contexto particular.
colectivas, en las que los movimientos con En ocasiones, los organizadores también invi-
agendas relativamente diferentes pueden par- tan a participar a activistas o líderes de mo-
ticipar (una política intermovimientos). vimientos cuyas luchas no tienen, en aparien-
cia, relación con el tema elegido. Por ejemplo,
¿Cómo funciona la UPMS? en el taller realizado en Córdoba, Argentina,
La UPMS está regida por dos documentos, en 2016, el movimiento LGBT y el movimien-
la Carta de Principios y la Propuesta de meto- to de prostitutas jugaron un rol muy activo en
dologías.20 Consiste en talleres que duran al un taller enfocado en el impacto ecológico de
menos dos días y tienen carácter residencial, la minería y de la industria agrícola. El rango
geográfico del taller varía desde una sola ciu-
dad o área rural hasta un país, subcontinente o
20 Ambas disponibles en su página web <http://www.
transcontinente. En Maputo, Mozambique, en
universidadepopular.org/site/pages/es/documentos.
php>. 2013, el taller fue organizado conjuntamente
Hacia una universidad polifónica y comprometida: pluriversidad y subversidad723
por los movimientos campesino y de muje- embargo, es crucial para lograr los objetivos
res, y reunió a movimientos campesinos de de los talleres y debe seguirse tan estricta-
Mozambique y Brasil. En el último caso, los mente como sea posible.22 Los participantes
movimientos no sabían de la existencia del de los talleres generan un informe que se di-
otro, mucho menos que estaban siendo des- vulga a través de la página web de la UPMS.
poseídos de sus tierras por la misma empresa, La mayoría de los talleres culminan con un
la multinacional brasileña Vale do Rio Doce. evento público (una conferencia de prensa,
Para su gran sorpresa, podían comunicarse fá- un seminario, una auditoría pública, una car-
cilmente en el mismo idioma, el portugués. En ta abierta, una manifestación, la presentación
2016, en Harare, la Vía Campesina organizó un de una campaña, etcétera), en el que se hacen
taller de la UPMS con movimientos campesi-
nos de Zimbabue, Mozambique y el movimien-
to de campesinos sin tierra de Sudáfrica.21 22 Habitualmente, la secuencia de las discusiones es
esta: la presentación de los participantes y una breve
Las dinámicas pedagógicas de los talleres descripción de los objetivos de los movimientos; los
de la UPMS favorecen las relaciones horizon- testimonios y las trayectorias de organización y acción;
tales entre todos los participantes, incluidos la reflexión sobre prácticas exitosas y no exitosas; la
los facilitadores. La Propuesta de metodolo- discusión sobre las problemáticas más complejas, los
gías ofrece una guía sobre los procedimientos deseos más importantes, los principales adversarios y
aliados; el debate sobre objetivos, estrategias y meto-
organizacionales y la facilitación de los talle- dologías. Las sesiones de carácter social son cruciales
res. El documento detalla cada paso a la vez para desarrollar un espíritu de compañerismo y solida-
que explica que debe ser utilizado como un ridad. Mientras que los activistas y líderes en particular
libro que brinda orientación, no como un libro debaten y reflexionan basándose en sus prácticas, los
artistas, académicos y científicos sociales tendrán la
de recetas, y que puede ser apropiado de di-
tarea específica de expresar las experiencias compara-
ferentes maneras y puesto en práctica toman- tivas de movimientos y organizaciones. En ocasiones,
do en cuenta las especificidades del taller. Un son llamados a analizar un tema principal que emerge
conjunto de orientaciones metodológicas, sin de los debates. Por ejemplo, en un taller reciente en
Harare, se pidió a los científicos sociales presentes que
explicasen por qué la apropiación de tierras se había
21 Ver <http://www.universidadepopular.org/site/me- convertido en una problemática tan global y en un peli-
dia/Booklet-total.pdf>. gro común para los campesinos de todo el mundo.
724 Boaventura de Sousa Santos
Tabla 1
Internacional
Soberanía alimentaria y de (Brasil, Colombia, Chile, Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul /
São Leopoldo, Rio
5 la tierra, derechos humanos, Perú, Bolivia, Guatemala, Universidad Federal de Rio Grande do Sul /
Grande do Sul, Brasil
economías populares y solidarias México, Nicaragua, Proyecto ALICE
Ecuador y Argentina)
Internacional (Brasil,
Interculturalidad,
Uruguay, Argentina, Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul /
Canoas, Rio Grande do plurinacionalidad,
6 Perú, Ecuador, Chile, Universidad Federal de Rio Grande do Sul /
Sul, Brasil afrodescendientes, pueblos
Portugal, México y Proyecto Alice
indígenas y disidencia sexual
España)
2012
Internacional (Brasil,
Costa Rica, Colombia,
Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul /
Porto Alegre, Rio Grande Ecología, Madre Tierra, recursos Guatemala, Chile,
7 Universidad Federal de Rio Grande do Sul /
do Sul, Brasil naturales, extractivismo Argentina, Portugal,
Proyecto Alice
Bolivia, España, Perú,
México, Reino Unido)
Internacional (España,
Portugal, Brasil,
Inglaterra, Francia, Centro de Estudios Sociales de la Universidad
9 Leiria, Portugal Cartas a los europeos
Alemania, Dinamarca, de Coimbra (Proyecto ALICE)
Holanda, Mozambique
y EE. UU.)
Internacional (Túnez,
Brasil, Portugal,
Angola, Croacia,
Mozambique, España,
India, Chile, Italia, EE.
Reunión de voces del hemisferio UU., Perú, Sudáfrica, Centro de Estudios Sociales de la Universidad
10 Túnez
sur: dignidad y democracia Malasia, Inglaterra, de Coímbra (Proyecto ALICE) / El Taller
Canadá, Uruguay,
Chipre, Alemania,
Argentina, Rumania,
Nepal, Ecuador,
México)
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El Foro Social Mundial
como Epistemología del Sur*
que deben ganar credibilidad para poder dar, a supuestos epistemológicos alternativos. Hablo
su vez, credibilidad a dichas prácticas. de sociologías porque mi objetivo es identificar
El segundo punto es más polémico porque críticamente las condiciones que destruyen
enfrenta directamente los conceptos hegemó- la experiencia social no hegemónica y poten-
nicos de verdad y eficiencia. La denuncia epis- cialmente contrahegemónica. A través de la
temológica de la que el FSM se ocupa consiste sociología de las ausencias y de la sociología
en mostrar que los conceptos de racionalidad de las emergencias, la experiencia social que
y eficiencia que presiden el conocimiento téc- se resiste a la destrucción se desvela y abre el
nico-científico hegemónico son demasiado res- espacio-tiempo capaz de identificar y dar cre-
trictivos para captar la riqueza y la diversidad dibilidad a las nuevas experiencias sociales
de la experiencia social del mundo, y en espe- contrahegemónicas.
cial porque discriminan las prácticas de resis- La siguiente descripción de la sociología de
tencia y producción de alternativas contrahe- las ausencias y de la sociología de las emergen-
gemónicas. Ocultando o desacreditando todas cias representa el tipo ideal de la operación
las prácticas, los agentes y los saberes cuyos epistemológica llevado a cabo por el FSM.
criterios no son tenidos en cuenta por la racio- En la vida real, las prácticas y los saberes de
nalidad y la eficiencia hegemónicas producen los diferentes movimientos y organizaciones,
de esta manera una contracción del mundo. El al igual que las interacciones globales entre
ocultamiento y el descrédito de estas prácticas ellos, se acercan más o menos a este tipo ideal.
constituyen un desperdicio de la experiencia
social; una experiencia social que ya está ahí, El Foro Social Mundial
pero que aún no es visible ni está disponible si y la sociología de las ausencias
partimos de un punto de vista realista. La sociología de las ausencias consiste en
La operación epistemológica realizada por una investigación que pretende explicar que lo
el FSM consiste en dos procesos que defino que no existe de hecho se produce activamente
como sociología de las ausencias y sociología como no existente, es decir, como alternativa
de las emergencias (Santos, 2002). Me refiero sin credibilidad a lo que existe. A la luz de la
a sociologías construidas en contraste con las ciencia social convencional, su objeto empíri-
ciencias sociales hegemónicas y basadas en co se considera imposible, y por esa razón su
738 Boaventura de Sousa Santos
formulación ya representa un rompimiento con aparece en este caso bajo la forma de ignoran-
ella. El objetivo de la sociología de las ausen- cia o falta de cultura.
cias es transformar objetos imposibles en posi- La segunda lógica reside en la monocultu-
bles, objetos ausentes en presentes. ra del tiempo lineal, la idea de que la historia
No hay una sola, unívoca manera de no exis- tiene un único y bien conocido significado y di-
tir. Las lógicas y los procesos a través de los rección. Este significado y dirección se ha for-
cuales los criterios hegemónicos de racionali- mulado de diferentes maneras en los últimos
dad y eficiencia producen la no existencia de lo doscientos años: progreso, modernización, de-
que no les cabe son variados. La no existencia sarrollo y globalización. Todas estas formula-
se produce siempre que se descalifica y se hace ciones comparten la idea de que el tiempo es
invisible, ininteligible, o irreversiblemente des- lineal y de que los países centrales del sistema-
cartable una cierta entidad. Lo que une las dife- mundo y, con ellos, los saberes, instituciones y
rentes lógicas de producción de no existencia formas de sociabilidad dominantes, se adelan-
es que todas son manifestaciones de la misma tan en el tiempo. Esta lógica produce no exis-
monocultura racional. Distingo cinco lógicas o tencia describiendo como atrasado (premoder-
modos de producción de no existencia. no, subdesarrollado, etcétera) todo lo que es
La primera lógica deriva de la monocultura asimétrico en relación con cualquier cosa que
del saber y del rigor del saber. Es el modo más ha sido declarado avanzada. Bajo los términos
poderoso de producción de no existencia. Con- de esta lógica, la modernidad occidental ha
siste en convertir la ciencia moderna y la cul- producido la no contemporaneidad de lo con-
tura superior en los únicos criterios de verdad temporáneo, la idea de que la simultaneidad
y calidad estética, respectivamente. La com- esconde las asimetrías de los tiempos históri-
plicidad que une las “dos culturas” (la cultura cos que en ella convergen. El encuentro entre
científica y la humanista) reside en el hecho de un campesino africano y un funcionario del
que ambas reclaman ser, cada cual en su pro- Banco Mundial (BM) durante su visita al cam-
pio campo, cánones exclusivos de producción po ilustra esta condición. En este caso, la no
de conocimiento o creación artística. Todo lo existencia asume la forma de un residuo, que,
que no es reconocido o legitimado por este ca- a su vez, ha asumido muchas designaciones en
non se declara no existente. La no existencia los últimos doscientos años, primero siendo lo
El Foro Social Mundial como Epistemología del Sur739
primitivo o lo salvaje, seguido de cerca por lo produce como una forma de inferioridad, una
tradicional, lo premoderno, lo simple, lo obso- inferioridad natural y por ende insuperable.
leto, lo subdesarrollado. Los inferiores, en tanto que insuperablemente
La tercera lógica es la de la clasificación so- inferiores, no pueden ser una alternativa creí-
cial, basada en la monocultura de la natura- ble a los superiores.
lización de las diferencias. Esto consiste en La cuarta lógica de producción de no exis-
distribuir poblaciones según categorías que tencia es la de la escala dominante: la mono-
naturalizan jerarquías. Clasificaciones raciales cultura de lo universal y de lo global. Según
y sexuales son las manifestaciones más sobre- esta lógica la escala adoptada primordialmente
salientes de esta lógica. Contrario a lo que pasa determina la irrelevancia de cualquier otra es-
en la relación entre capital y trabajo, la clasifi- cala posible. En la modernidad occidental, la
cación social se basa en atributos que niegan la escala dominante aparece bajo dos diferentes
intencionalidad de la jerarquía social. La rela- formas: lo universal y lo global. El universalis-
ción de dominación es consecuencia, más que mo es la escala de las entidades o realidades
causa, de esta jerarquía, y hasta puede conside- que prevalecen sean cual sean los contextos
rarse como una obligación para quien sea cla- específicos. Por esta razón, aquellas toman pre-
sificado como superior (por ejemplo, el cargo cedencia por encima de todas las demás rea-
del hombre blanco en su misión civilizadora). lidades que dependen de sus contextos y por
Aunque las dos formas de clasificación (raza y eso se consideran particulares o vernáculas.
sexo) son decisivas para estabilizar y difundir En los últimos veinte años, la globalización es
globalmente la relación entre capital y trabajo, la escala que ha adquirido una relevancia sin
ha sido la clasificación racial la que más pro- precedentes en diferentes campos sociales. Es
fundamente ha sido reconstruida por el capi- la escala que privilegia aquellas entidades o
talismo.2 Según esta lógica, la no existencia se realidades que amplían su alcance al globo en-
tero, ganándose así la prerrogativa de designar
entidades rivales como locales. Según esta lógi- la productividad capitalista, la no existencia se
ca, la no existencia se produce bajo la forma de produce bajo la forma de la no productividad.
lo particular y lo local. Las entidades o realida- Aplicada a la naturaleza, la no productividad es
des definidas como particulares o locales son esterilidad; aplicada al trabajo, “poblaciones
capturadas en escalas que las hacen incapaces desechables”, pereza, descalificación profesio-
de ser alternativas creíbles a lo que existe glo- nal, falta de habilidades.
bal y universalmente. De esta manera, existen cinco formas so-
Finalmente, la quinta lógica de la no exis- ciales principales de no existencia producidas
tencia es la lógica de la productividad. Esta por la epistemología y la racionalidad hege-
reside en la monocultura de los criterios de la mónicas: lo ignorante, lo residual, lo inferior,
productividad capitalista y la eficiencia, que lo local y lo no productivo. Estas son formas
privilegia el crecimiento a través de fuerzas de sociales de no existencia porque las realida-
mercado. Estos criterios se aplican tanto a la des a las que dan forma están presentes sola-
naturaleza como al trabajo humano. La natura- mente como obstáculos frente a las realidades
leza productiva es la naturaleza en su máxima supuestamente relevantes, sean realidades
fertilidad en un determinado ciclo de produc- científicas, avanzadas, superiores, globales o
ción, mientras el trabajo productivo es el traba- productivas. Son, por lo tanto, partes desca-
jo que maximiza la generación de beneficio en lificadas de totalidades homogéneas, quienes,
un determinado ciclo de producción. En su ver- como tales, meramente confirman lo que ya
sión extrema de utopía conservadora, el neoli- existe, y precisamente tal y como existe. Exis-
beralismo trata de convertir el trabajo en una ten bajo formas irrecuperablemente descalifi-
fuerza productiva más entre otras, sujeto a las cadas de existencia.
leyes del mercado como cualquier otra fuerza La producción social de estas ausencias re-
productiva. Lo está haciendo transformando el sulta en el desperdicio de la experiencia social.
trabajo en un recurso global, mientras impide a La sociología de las ausencias se propone iden-
cualquier precio la emergencia de un mercado tificar el alcance de este desperdicio para que
laboral global (por medio de leyes de migra- las experiencias producidas como ausentes
ción, violación de normas laborales, destruc- puedan liberarse de estas relaciones de pro-
ción de sindicatos, etcétera). Según la lógica de ducción y de ahí recuperar su presencia. Ganar
El Foro Social Mundial como Epistemología del Sur741
presencia significa ser consideradas como al- de acción transformadora como prácticas de
ternativas a la experiencia hegemónica, lograr conocimiento transformador–, adoptadas por
que su credibilidad sea discutida y argumenta- las organizaciones y los movimientos sociales
da y que sus relaciones se tomen como obje- involucrados en el FSM. Lo que hace la socio-
to de la disputa política. La sociología de las logía de las ausencias es reemplazar las mono-
ausencias se propone así crear una necesidad culturas por ecologías.3 Por eso identifico cin-
y tornar la supuesta falta de experiencia social co ecologías.
en desperdicio de experiencia social. De esta
manera, crea las condiciones para ampliar Las Ecologías de Saberes
el campo de las experiencias creíbles en este La primera lógica, la de la monocultura del
mundo y en esta época. La ampliación del mun- saber y del rigor científico, debe enfrentarse
do no solo ocurre porque el campo de las expe- con la identificación de otros saberes y crite-
riencias creíbles es ensanchado, sino también rios de rigor que operan con credibilidad en
porque se incrementan las posibilidades de ex- las prácticas sociales. Esta credibilidad con-
perimentación social en el futuro. textual debe considerarse una condición sufi-
La sociología de las ausencias procede ciente para otorgar bastante legitimidad al co-
enfrentando cada una de las formas de pro- nocimiento en cuestión a la hora de participar
ducción de ausencia que mencionamos arri- en debates epistemológicos con otros conoci-
ba. Como estas últimas son concebidas por mientos, es decir con el conocimiento cientí-
la ciencia social convencional, la sociología fico. La idea central de la sociología de las au-
de las ausencias no puede ser otra cosa que sencias al respecto es que no hay ignorancia o
transgresora, y como tal corre el riesgo de ser conocimiento en general. Toda ignorancia es
desacreditada. Sin embargo, la inconformidad ignorante de un cierto conocimiento, y todo co-
con este descrédito y la lucha por la credibili- nocimiento es la superación de una particular
dad inducen a la sociología de las ausencias a ignorancia (Santos, 1995: 25). Este principio de
no permanecer como una sociología ausente.
Efectivamente, la inconformidad y la lucha por
3 Por ecología entiendo la práctica de reunir diversi-
la credibilidad están incrustadas en las prácti-
dad identificando y promoviendo interacciones sosteni-
cas de libertad transgresora –tanto prácticas bles entre entidades parciales y heterogéneas.
742 Boaventura de Sousa Santos
la “incompletud” de todos los conocimientos prácticas en las cuales opera cada una y la ma-
es la condición de la posibilidad del diálogo y nera como conciben la salud y la enfermedad, y
del debate epistemológico entre diferentes co- como superan la ignorancia (como enfermedad
nocimientos. Lo que cada conocimiento puede no diagnosticada) en conocimiento aplicado
contribuir en este diálogo es la manera en que (como remedio).4
lleva una cierta práctica a superar una cierta ig- Las ecologías de saberes no implican la
norancia. El enfrentamiento y el diálogo entre aceptación del relativismo. Al contrario, desde
conocimientos es el enfrentamiento y el diálo- el punto de vista de la pragmática de la eman-
go entre diferentes procesos a partir de los cua- cipación social, el relativismo, como ausencia
les prácticas que se han ignorado de diferentes de criterios de jerarquías de valor entre cono-
maneras se vuelvan prácticas cognoscibles. cimientos, es una posición insostenible, porque
En este campo, la sociología de las ausen- imposibilita cualquier relación entre el conoci-
cias propone sustituir la monocultura del co- miento y el significado de la transformación
nocimiento científico por ecologías de saberes. social. Si cualquier cosa tiene igual valor como
Ecologías de saberes que no permiten sola- conocimiento, todos los proyectos de trans-
mente superar la monocultura del conocimien- formación social son igualmente válidos o, lo
to científico, sino también concebir que los que quiere decir lo mismo, igualmente inváli-
saberes no científicos son alternativas al cono- dos. Las ecologías de saberes proponen crear
cimiento científico. La idea de alternativas pre- un nuevo tipo de vínculo entre el conocimiento
supone la idea de la normalidad, y esta última científico y otros tipos de conocimiento. Con-
la idea de norma, de tal forma que, si nada se siste en otorgar “igualdad de oportunidades”
especifica en adelante, la designación de algo a los diferentes tipos de conocimiento que se
como una alternativa carga con una connota- comprometen siempre en amplias disputas
ción latente de “subalternidad”. Si tomamos la epistemológicas en las que se buscan maximi-
biomedicina y la medicina tradicional africana zar sus respectivas contribuciones a la cons-
como ejemplos, no tiene sentido considerar trucción de “otro mundo posible”, es decir, una
esta última, por muy dominante que sea en
África, como una alternativa a la primera. Lo
importante es identificar los contextos y las 4 Véase Xaba (2004) y Meneses (2004).
El Foro Social Mundial como Epistemología del Sur743
sociedad más democrática y justa, igual que de línea ni por la imagen del círculo. Este es
una sociedad más equilibrada frente a la natu- el caso del palimpsesto temporal del presente:
raleza. El punto no es atribuir validez por igual la idea de que la subjetividad o la identidad de
a todos los tipos de conocimiento, sino permi- una persona o de un grupo social es una cons-
tir más bien una discusión pragmática de crite- telación de diferentes tiempos y temporalida-
rios alternativos de validez, lo cual no descali- des, algunos modernos y otros no modernos,
fica sin más cualquier cosa que no cuadre en el algunos antiguos y otros recientes, que se ac-
canon epistemológico de la ciencia moderna. tivan de manera diversa en contextos o situa-
ciones diferentes. Más que cualquier otro, los
La ecología de las temporalidades movimientos indígenas rinden testimonio de
La segunda lógica, la de la monocultura del tales constelaciones del tiempo.
tiempo lineal, se enfrenta con la idea de que el La necesidad de tomar en cuenta estas
tiempo lineal es solamente una entre muchas diferentes concepciones del tiempo deriva
concepciones del tiempo y de que esta ni si- del hecho, como señalan Koselleck (1985) y
quiera es la que más comúnmente se adopta Marramao (1985), de que las sociedades en-
si tomamos el mundo como nuestra unidad de tienden el poder según las concepciones de
análisis. La predominancia del tiempo lineal no temporalidad que sostienen. Las relaciones
es el resultado de su primacía como concep- más resistentes de dominación son aquellas
ción temporal, sino es el resultado de la prima- basadas en jerarquías entre temporalidades.
cía de la modernidad occidental que la abraza La dominación se manifiesta en la reducción
como suya. El tiempo lineal fue adoptado por de la experiencia social dominada, enemiga o
la modernidad occidental a través de la secu- indeseable, a la condición de residuo. Expe-
larización de la escatología judeo-cristiana, riencias que se vuelven residuales porque son
pero esto nunca borró del todo, ni siquiera en contemporáneas a formas que la temporalidad
el occidente, otras concepciones del tiempo dominante no puede reconocer. Estas son des-
como son el tiempo circular, el tiempo cíclico, calificadas, ocultadas o hechas ininteligibles
el tiempo glacial, la doctrina del eterno retor- porque se regulan por temporalidades que el
no, entre otras, y otras concepciones que no se canon temporal de la modernidad occidental
dejan captar adecuadamente ni por la imagen capitalista no contiene.
744 Boaventura de Sousa Santos
En este campo, la sociología de las ausencias aquí donde la descalificación afecta principal-
parte de la idea según la cual las sociedades mente a los actores, y solamente en segundo
se constituyen en varias temporalidades. Para lugar a la experiencia social que protagonizan.
ello, pretende liberar las prácticas sociales de La colonialización del capitalismo occidental
su estatus de residuo, devolviéndoles su pro- moderno, que menciona Quijano (2000), con-
pia temporalidad y con eso la posibilidad de un siste en identificar diferencia con desigualdad,
desarrollo autónomo. Las prácticas y sociabili- al mismo tiempo que se abroga el privilegio de
dades dirigidas por estas temporalidades, una determinar quién es igual y quién es diferente.
vez recuperadas y dadas a conocer, se vuelven Lo mismo se puede decir sobre la sexualidad
inteligibles y creíbles objetos de argumentación desigual que impone el capitalismo moderno.
y debate político. Por ejemplo, una vez liberada La sociología de las ausencias se confronta con
del tiempo lineal y devuelta a su propia tempo- la colonialidad, procurando una nueva articu-
ralidad, la actividad del campesino africano o lación entre el principio de igualdad y el princi-
asiático deja de ser residual y se vuelve contem- pio de diferencia y abriendo espacio para la po-
poránea de la actividad del granjero high-tech sibilidad de diferencias iguales –una ecología
en los Estados Unidos o de la actividad del eje- de diferencias hecha a partir de reconocimien-
cutivo del BM. De la misma manera, la presen- tos recíprocos–. Esto se realiza sometiendo la
cia o la relevancia de los ancestros en la vida jerarquía a la etnografía crítica (Santos, 2001a).
de uno mismo en diferentes culturas deja de ser Esta última consiste en la deconstrucción tan-
una manifestación anacrónica de una religión to de la diferencia (¿hasta qué grado la diferen-
primitiva o de magia y se convierte en otra ma- cia es un producto de la jerarquía?), como de
nera de experimentar la contemporaneidad. la jerarquía (¿hasta qué grado la jerarquía es
un producto de la diferencia?). Las diferencias
La ecología de los reconocimientos que quedan cuando la jerarquía desaparece se
La tercera lógica de producción de ausen- convierten en una denuncia poderosa de las
cias es la de la clasificación social. Aunque diferencias que la jerarquía reclama para no
en todas las lógicas de producción de ausen- desaparecer. Los movimientos feministas e in-
cias la descalificación de las prácticas va de la dígenas han estado en la vanguardia de la lucha
mano con la descalificación de los actores, es por la ecología de los reconocimientos.
El Foro Social Mundial como Epistemología del Sur745
organizaciones actúan, en algunos campos, se- El hecho de llamar la atención sobre las
gún una lógica monocultural y, en otros, según emergencias se puede observar en las más di-
una lógica ecológica. A su vez, es posible que versas tradiciones culturales y filosóficas. Sin
la adopción de una lógica ecológica se desfigu- embargo, por lo que a la modernidad occiden-
re por el faccionalismo y las luchas de poder tal se refiere, esto ocurre solamente en sus
dentro de un movimiento u organización y se márgenes, como, por ejemplo, en la filosofía de
convierta en una nueva lógica monocultural. Ernst Bloch, quien empieza su argumento con
Finalmente, ofrezco la hipótesis de que aun los el hecho de que la filosofía occidental ha sido
movimientos que sostienen diferentes ecolo- dominada por conceptos como el Todo (Alles)
gías son vulnerables a la tentación de evaluar- y la Nada (Nichts), en los cuales todo parece
se a sí mismos según una lógica ecológica, al estar contenido como latencia, pero donde
mismo tiempo de evaluar a otros movimientos nada nuevo puede surgir. De ahí que la filosofía
según una lógica monocultural hegemónica. occidental sea un pensamiento estático. Para
Bloch, lo posible es lo más incierto, el con-
El Foro Social Mundial cepto más ignorado de la filosofía occidental
y la sociología de las emergencias (1995: 241). Y, sin embargo, solo lo posible per-
La sociología de las emergencias es la se- mite revelar la totalidad inagotable del mundo.
gunda operación epistemológica llevada a cabo Bloch introduce, así, dos nuevos conceptos,
por el FSM. Mientras el objetivo de la sociolo- el No (Nicht), y el Todavía-No (Noch Nicht).
gía de las ausencias es el de identificar y valo- El No es la carencia de algo y la expresión de
rar las experiencias sociales disponibles en el la voluntad para superar esta carencia. Por eso,
mundo, a pesar de la declaración de su no exis- el No se distingue de la Nada (1995: 306). Decir
tencia por la racionalidad y el conocimiento No es decir sí a algo diferente.
hegemónicos, la sociología de las emergencias En mi opinión, el concepto que dirige la so-
pretende identificar y ampliar los indicios de ciología de las emergencias es el concepto del
las posibles experiencias futuras, bajo la apa- Todavía-No. El Todavía-No es la categoría más
riencia de tendencias y latencias que son muy compleja porque expresa lo que existe como
activamente ignoradas por la racionalidad y el mera tendencia, un movimiento que es latente
conocimiento hegemónicos. en el mismo proceso del manifestarse. No es
748 Boaventura de Sousa Santos
en el horizonte de las posibilidades concretas. las emergencias la axiología del cuidado se ejer-
Consiste en emprender una ampliación simbó- ce en relación con posibles alternativas futuras.
lica de los conocimientos, prácticas y actores Debido a esta dimensión ética, ni la sociología
para identificar en ellos las tendencias del fu- de las ausencias, ni la sociología de las emer-
turo (el Todavía-No) en las cuales es posible gencias son sociologías convencionales. Pero
intervenir para maximizar la probabilidad de la no son convencionales por razones distintas:
esperanza en comparación con la probabilidad su objetividad depende de la calidad de su di-
de frustración. Una ampliación simbólica así es mensión subjetiva. El elemento subjetivo de la
actualmente una forma de imaginación socio- sociología de las ausencias es una conciencia
lógica con un doble propósito: por un lado, co- y un no conformismo cosmopolita, frente al
nocer mejor las condiciones de la posibilidad desperdicio de las experiencias. El elemento
de la esperanza, por el otro, definir los princi- subjetivo de la sociología de las emergencias es
pios de acción para promover la realización de una conciencia y un no conformismo anticipa-
estas condiciones. torio, frente una carencia cuya satisfacción se
La sociología de las emergencias actúa tan- encuentra en el horizonte de las posibilidades.
to en las posibilidades (potencialidad) como Como dice Bloch, los conceptos fundamentales
en las capacidades (potencia). El Todavía-No no son alcanzables sin una teoría de las emocio-
tiene significado (en tanto posibilidad), mas nes (1995: 306). El No, la Nada, y el Todo arro-
no una dirección determinada, porque puede jan luz sobre emociones básicas como hambre
terminar tanto en esperanza como en desastre. o carencia, desesperación o aniquilación, con-
Por esta razón, la sociología de las emergen- fianza o redención. De una manera u otra, estas
cias reemplaza la idea de determinación por la emociones están presentes en el no conformis-
idea de cuidado. Así la axiología del progreso mo que mueve tanto la sociología de las ausen-
y del desarrollo, conceptos que han justificado cias como la sociología de las emergencias.
una destrucción incalculable, es reemplazada Mientras que la sociología de las ausencias ac-
por la axiología del cuidado. Mientras que en túa en el campo de las experiencias sociales, la
la sociología de las ausencias la axiología del sociología de las emergencias actúa en el campo
cuidado se ejerce en relación con alternativas de las expectativas sociales. La discrepancia en-
disponibles en el presente, en la sociología de tre experiencias y expectativas es constitutiva
750 Boaventura de Sousa Santos
La noción de pista, entendida como algo trabajo que los movimientos y organizaciones
que anuncia lo que está por venir después, es más fuertes y consolidados tienden a compro-
esencial en varias prácticas, tanto humanas meterse menos con la sociología de las emer-
como animales. Por ejemplo, es bien conoci- gencias que aquellos menos fuertes y conso-
do cómo los animales anuncian cuándo están lidados. Por lo que se refiere a las relaciones
listos para la actividad reproductiva por me- entre movimientos y organizaciones, las se-
dio de pistas visuales, auditivas u olfativas. La ñales y las pistas dadas por los movimientos
precisión y el detalle de tales pistas son nota- menos consolidados pueden ser devaluadas
bles. En la medicina, la investigación criminal como subjetivas o inconsistentes por los mo-
y el drama, las pistas son cruciales para deci- vimientos más consolidados. También en este
dir sobre la acción futura, sea esta diagnóstico aspecto, la práctica de la sociología de las
y prescripción, identificación de sospechosos, emergencias es desigual, y las desigualdades
o desarrollo del argumento. En las ciencias deben ser objeto de análisis y evaluación.
sociales, sin embargo, las pistas no gozan de
credibilidad. Por el contrario, la sociología de Bibliografía
las emergencias valoriza las pistas como tra- Bloch, E. 1995 The Principle of Hope
yectorias para la discusión y argumentación (Cambridge: MIT Press).
de alternativas futuras concretas. Mientras Cabral, A. 1976 Unidade e luta (Lisboa: Seara
que en el caso de los animales las pistas con- Nova).
tienen una información altamente codificada, Césaire, A. 1955 Discours sur le colonialisme
en la sociedad las pistas están más abiertas y (París: Présence Africaine).
por eso pueden utilizarse como campos de ar- Fanon, F. 1961 Les damnées de la terre (París:
gumentación y negociación sobre el futuro. El Maspéro).
cuidado del futuro radica en esta argumenta- Koselleck, R. 1985 Futures Past: On the
ción y negociación. Semantics of Historical Time (Cambridge:
Tal como es el caso en la sociología de las MIT Press).
ausencias, las prácticas del FSM se acercan Marramao, G. 1995 Poder e secularização: As
más o menos al tipo ideal de la sociología de Categorias do tempo (São Paulo: Editora da
las emergencias. Presento como hipótesis de Universidade Estadual Paulista).
752 Boaventura de Sousa Santos
2006 Conocer desde el Sur. Para una cultura 2008 Conocer desde el Sur. Para una
política emancipatoria (Lima: Fondo cultura política emancipatoria (Santiago
Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de Chile: Universidad Bolivariana).
de la Universidad Mayor de San Marcos). 2008 Pensar el Estado y la sociedad:
2006 Renovar la teoría crítica y reinventar desafíos actuales (La Paz: CLACSO, CIDES-
la emancipación social (Encuentros en UMSA; Muela del Diablo; Comuna).
Buenos Aires) (Buenos Aires: CLACSO). 2009 Sociología jurídica crítica. Para
2006 La universidad popular del siglo XXI un nuevo sentido común en el derecho
(Lima: Fondo Editorial de la Facultad de (Madrid: Trotta).
Ciencias Sociales de la Universidad Mayor 2009 Sociología jurídica crítica. Para
de San Marcos). un nuevo sentido común en el derecho
2006 La universidad popular del siglo (Bogotá: ILSA).
XXI (Ciudad de México: Universidad 2009 Una epistemología del sur. La
Nacional Autónoma de México; Centro reinvención del conocimiento y la
de Investigaciones Interdisciplinares en emancipación social (Buenos Aires: Siglo
Ciencias y Humanidades). XXI; CLACSO).
2007 La universidad en el siglo XXI. Para 2009 Pensar el Estado y la sociedad:
una reforma democrática y emancipatoria desafíos actuales (Buenos Aires: CLACSO;
de la universidad (La Paz: Plural). Waldhuter).
2007 La reinvención del Estado y el 2010 Refundación del Estado en
Estado plurinacional (Santa Cruz de la América Latina. Perspectivas desde una
Sierra: CENDA; CEJIS; CEDIB). epistemología del sur (Lima: Instituto
2008 Conocer desde el Sur. Para una cultura Internacional de Derecho y Sociedad;
política emancipatoria (La Paz: Plural). Programa Democracia y Transformación
2008 La universidad en el siglo XXI. Para Global).
una reforma democrática y emancipatoria 2010 Refundación del Estado en
de la universidad (Caracas: Centro América Latina. Perspectivas desde una
Internacional Miranda; Ministerio del Poder epistemología del sur (Caracas: Instituto
Popular para la Educación Superior). Venezolano de Investigaciones Científicas).
Anexo: libros y artículos publicados en español por Boaventura de Sousa Santos755
1995 “La Transición Posmoderna: Derecho 1998 “Por qué es tan difícil construir una
y Política” en Motta, C. (org.) Ética y teoría crítica?” en Zona Abierta (España)
Conflicto (Bogotá: Uniandes) pp. 238-289. pp. 82-83; 219-229.
1997 “Hacia una concepción multicultural 1998 “Presupuestacion Participativa: Hacia
de los derechos humanos” en Análisis una Democracia Redistributiva” en Ruralter
Político (México) Nº 31, pp. 1-15. (España) Nº 16/17, pp. 107-156.
1996 “Introducción a una ciencia 1999 “La caída del Angelus Novus: más
posmoderna” en Colección Estudios allá de la ecuación moderna entre raíces
Avanzados Nº 3 (Caracas: Centro de y opciones” en Revista Mexicana de
Investigaciones Postdoctorales; Comisión Sociología (México) Nº 2, pp. 35-58.
de Estudios de Postgrado). 2000 “Universalismo, contextualización
1996 “La transnacionalización del campo cultural y cosmopolitismo” en Silveira
legal”, Autores Varios en El Nuevo Orden Gorski, H. C. (org.) Identidades
Global: Dimensiones y Perspectivas Comunitarias y Democracia (Madrid:
(Bogotá: Universidad Nacional de Trotta) pp. 269-283.
Colombia) pp. 227-238. 2001 (Con García Villegas, M.) “Colombia:
1997 “Epistemología y Feminismo” el revés del contrato social de la
en Utopía y Praxis Latinoamericana modernidad” en Santos, B. de S.; García
(Venezuela) Nº 2(2), pp. 115-121. Villegas, M. (orgs.) El caleidoscopio de las
1997 “Pluralismo Jurídico, Escalas y justicias en Colombia (Bogotá: Uniandes;
Bifurcación” en Autores Varios Conflicto Siglo del Hombre) Vol. 1, pp. 11-83.
y Contexto (Bogotá: Instituto SER de 2001 “Los paisajes de la justicia en las
Investigaciones) pp. 63-78. sociedades contemporáneas” en Santos,
1997 “Pluralismo jurídico y Jurisdicción B. de S.; García Villegas, M. (orgs.) El
Especial Indígena” en Ministerio del Interior caleidoscopio de las justicias en Colombia
de Colombia “Del Olvido Surgimos para (Bogotá: Uniandes; Siglo del Hombre) Vol.
Traer Nuevas Esperanzas” - La Jurisdicción 1, pp. 85-150.
Especial Indígena (Bogotá: Ministerio de 2001 “Derecho y Democracia: La Reforma
Justicia y del Derecho) pp. 201-211. Global de la Justicia” en Santos, B. de S.;
758 Boaventura de Sousa Santos
García Villegas, M. (orgs.) El caleidoscopio 2004 “El Foro Social Mundial. Hacia una
de las justicias en Colombia (Bogotá: globalización contra-hegemónica – I” en
Uniandes; Siglo del Hombre) Vol. 1, Sen, J. (org.) El Foro Social Mundial:
pp. 151-207. desafiando imperios (Málaga: Centro de
2001 “El significado político y jurídico de Ediciones de la Diputación de Málaga),
la jurisdicción indígena” en Santos, B. de S.; pp. 330-343.
García Villegas, M. (orgs.) El caleidoscopio de 2004 “El Foro Social Mundial. Hacia una
las justicias en Colombia (Bogotá: Uniandes; globalización contra-hegemónica – II” en Sen,
Siglo del Hombre) Vol. 1, pp. 201-211 J. (org.) El Foro Social Mundial: desafiando
2001 “Los nuevos movimientos sociales” imperios (Málaga: Centro de Ediciones de la
en Revista del Observatorio Social de Diputación de Málaga), pp. 459-467.
América Latina/OSAL (CLACSO) Nº 2(5), 2004 “Tesis para una universidad pautada
pp. 177-188. por la ciencia postmoderna” en Educación
2001 “El fin de los descubrimientos Superior: Cifras y Hechos (CLACSO)
imperiales” en Chiapas (México) Nº 11, Nº 3(18).
pp. 17-27. 2004 “Nuestra América: reinventando
2001 “Nuestra América. Reinventando un un paradigma” en Casa de las Américas
paradigma subalterno de reconocimiento y (Colombia) Nº 237, pp. 7-25.
redistribución” en Chiapas (México) Nº 12, 2004 “Democracia de Alta Intensidad.
pp. 31-69. Apuntes para democratizar la democracia”
2001 “Las lecciones de Génova” en Riera en Cuaderno de Diálogo y Deliberación (La
Montesinos, M. (org.) La batalla de Génova Paz) Nº 5.
(Madrid: El Viejo Topo) pp. 319-323. 2005 “Globalización contra-hegemónica
2002 “Hacia una concepción multicultural y diversa” en Diversidades - Revista
de los derechos humanos” en El Otro Internacional de Análisis (Quito) Nº 1,
Derecho (Colombia) Nº 28, pp. 59-83. pp. 11-21.
2002 “El Estado y los modos de 2005 “Diversidad sin fronteras” en
reproducción del poder social” en Nueva Diversidades - Revista Internacional de
Época (Argentina) Nº 2, pp. 17-29. Análisis (Quito) Nº 1, pp. 103-104.
Anexo: libros y artículos publicados en español por Boaventura de Sousa Santos759
Antología esencial
políticas públicas, impulsando acciones innovadoras,
creativas y viables ante los grandes desafíos sociales, cia entre Saberes: Epistemologías del Sur contra
educativos, culturales y ambientales de América Latina el Epistemicidio (2017).
y el Caribe.
• Apoyar la formación de redes de investigadores/as e
instituciones que actúan en el campo de las ciencias
sociales y las humanidades.
• Fortalecer los procesos de internacionalización aca-
démica en América Latina y el Caribe.
• Ampliar la cooperación y el diálogo académico
Sur-Sur y Norte-Sur.
• Estimular el desarrollo y la consolidación de las
ciencias sociales y del pensamiento crítico en los países
más pobres de América Latina y el Caribe.
• Intervenir en el debate público nacional y regional,
aportando las perspectivas y contribuciones de la
investigación social basada en resultados. Patrocinado por
• Colaborar con la formación de agentes gubernamen-
tales, activistas sociales y profesionales de la prensa en
temas sociales, educativos, culturales y ambientales,
acercándolos a problemáticas abordadas desde las cien-
Agencia Sueca de Desarrollo Internacional
Antología esencial
cias sociales y a las evidencias que la investigación
social aporta.
• Generar condiciones de acceso abierto a la producción
Volumen ii
académica latinoamericana y caribeña, contribuyendo a
la democratización del acceso al conocimiento y per-
mitiendo su más activa utilización por parte de los
gestores de políticas públicas, las organizaciones sociales
y ciudadanas, la prensa y el propio sistema universitario.
ISBN 978-987-722-364-4