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Nulidades y control societario

Nulidades y control societario

El cese, la remoción y la intervención del órgano de administración

Reorganización societaria. Disolución y liquidación

Referencias
LECCIÓN 1 de 4

Nulidades y control societario

Nulidades

La Ley General de Sociedades1, en virtud de sus particularidades, contiene disposiciones específicas en el tema de nulidad, que se
regulan en diferentes normas del articulado.

[1] Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Régimen general

Las características particulares del régimen de sociedades hacen que la normativa respecto de las nulidades contenida en el Código Civil

y Comercial2 para los actos jurídicos sea poco adaptable. A modo de ejemplo, si pensamos en un vicio que pudiera afectar la voluntad de
uno de los socios e interferir en la sociedad, de ser así, perjudicaría los derechos de los terceros de buena fe que se vincularon de alguna
manera con la sociedad, atentando de esa forma contra la seguridad jurídica y la estabilidad de las operaciones comerciales.

[2] Ley N.° 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

En la materia específica societaria, las normas que regulan el régimen de nulidades se encuentran dispersas a lo largo de todo el
articulado.

Atipicidad
El concepto de atipicidad, entendido como el apartamiento de los parámetros establecidos por la ley para la constitución de una sociedad

conforme a uno de los tipos previstos (tipicidad), según lo dispone el artículo 17 de la Ley de Sociedades Comerciales3, modificado por
la Ley N.° 26994, ha eliminado la nulidad de las sociedades que hayan incurrido en la omisión de requisitos esenciales tipificantes o por
contener elementos incompatibles con el tipo legal escogido. En estos casos, la sanción gravísima de nulidad ha sido sustituida por la no
producción de los efectos del tipo y por imponer para su funcionamiento el régimen dispuesto en la sección IV de la Ley General de
Sociedades.

[3] Ley N.° 22903. (1983). Ley de Sociedades Comerciales [Sustituye diversos artículos de la Ley N.° 19550]. Poder Ejecutivo Nacional.

Para esclarecer el concepto de atipicidad, podemos brindar algunos ejemplos:

Una sociedad que se haya constituido bajo un régimen que sea admitido en la legislación de otro país.

Una sociedad de responsabilidad limitada que establezca el directorio como órgano de administración.

Una sociedad anónima que pretenda representar su capital en cuotas sociales.

Una sociedad en comandita simple que no distinga las dos clases de socios comanditados y comanditarios que la
caracterizan.

Sociedad de objeto ilícito

En relación con las sociedades de objeto ilícito, el artículo 18 de la Ley N.° 19550 impone la nulidad absoluta de la sociedad, por lo que
se debe proceder a su liquidación. Una sociedad que tenga por objeto la comercialización de estupefacientes encuadraría en este
supuesto.

“La responsabilidad dispuesta para el caso para socios y administradores es solidaria e ilimitada por el pasivo social y los perjuicios
ocasionados” (“Módulo 1. Parte general 1. La sociedad”, s. f., https://bit.ly/2rZ7Can).

Sociedad de objeto lícito con actividad ilícita


Las sociedades de objeto lícito y actividad ilícita (art. 19) también deben ser disueltas y liquidadas, pero, a diferencia de la sociedad de
objeto ilícito, los socios que acreditan su buena fe quedan excluidos de la responsabilidad ilimitada y solidaria por el pasivo social y por
los perjuicios causados; por lo tanto, pueden recuperar sus aportes luego de la realización del activo y la cancelación del pasivo.
Consideraremos que existe actividad ilícita si existe una reiteración de actos o si revisten determinada importancia. No encuadra en este
supuesto el acto ilícito aislado, el que generará responsabilidades exclusivamente para su autor.

Objeto prohibido en función del tipo social

El artículo 20 de la Ley N.° 19550 trata las sociedades de objeto prohibido. Se refiere a las sociedades cuyo objeto social se encuentra
prohibido en razón del tipo societario elegido. Nuestra legislación establece determinados tipos, exigencias y controles para actividades
como la financiera o la bancaria y para las aseguradoras, con lo cual una sociedad creada para operar como mesa de dinero cae en el caso
del objeto prohibido. Estas sociedades de nulidad absoluta y les son aplicables las disposiciones del artículo 18 de la ley, con excepción
de lo referente al remanente de la liquidación que se rige conforme la sección XIII de la misma ley.

Participación y vinculación entre sociedades

La vinculación entre las sociedades surge de la realidad y la práctica que impone una economía globalizada y fluctuante que lleva a los
operadores mercantiles a aunarse y relacionarse para potenciar sus negocios y sus beneficios.

La participación entre sociedades se encuentra contemplada en los artículos 31 y 32 de la Ley General de Sociedades, los cuales
establecen sus condiciones y limitaciones.

Las sociedades vinculadas se definen en el artículo 33, como los casos en los que una sociedad participe en más del 10 % del capital de
la otra.

Control interno y externo. Definición, características y consecuencias. Derechos de los


accionistas. El daño

Podemos definir al control como la posibilidad de que una determinada sociedad pueda adoptar o hacer adoptar una decisión.
El artículo 33 de la Ley N.° 19550 establece los casos en los que una sociedad se denomina controlada.

El inciso 1 define lo que denominamos control interno y refiere a la posibilidad de obtener los votos suficientes que permitan la mayoría
en las reuniones sociales o en asambleas para imponer su voluntad.

Mientras tanto, el inciso 2 refiere al control externo, que deriva de una posición dominante de una sociedad respecto de la controlada,
que se encuentra en un estado de subordinación económica.

El control en sí no configura un ilícito, pero en los casos en los cuales se genera un daño al patrimonio del ente, afectando al interés
social, como consecuencia, se genera el derecho a la reparación.

Es una acción de responsabilidad civil por daño. La carga recae sobre los administradores que hayan participado cuando se configuraron
los presupuestos de responsabilidad civil: antijuridicidad, factor de atribución, relación de causalidad y, por supuesto, daño.
LECCIÓN 2 de 4

El cese, la remoción y la intervención del órgano de


administración

Cese y remoción de los administradores

La renuncia de los administradores a los cargos que ocupan varía en sus consecuencias según el tipo de sociedad del que se trate.

En el caso de las sociedades personalistas, salvo pacto en contrario, el administrador puede renunciar en cualquier momento, aunque será
responsable si la renuncia fuese dolosa e intempestiva.

En cuanto a las sociedades de responsabilidad limitada y las sociedades anónimas, la desvinculación no es automática debido a que debe
ser aceptada, no tiene que ser dolosa ni intempestiva ni puede afectar el funcionamiento del órgano.

Causales legales y contractuales de remoción

El principio general relativo a la remoción de los administradores en sus cargos es la libertad de los socios de elegir a la persona que
consideren más idónea para que tenga bajo su responsabilidad la administración del patrimonio social. Por lo tanto, la remoción puede
proceder sin invocación de causa, cumpliendo solo con el recaudo de lograr las mayorías necesarias.

En las sociedades de interés, teniendo presente lo manifestado, se podrá establecer libremente la necesidad de un motivo justo para la
destitución de los administradores.

En las sociedades anónimas, el estatuto no podrá restringir la remoción. Además, la designación será revocable exclusivamente mediante
la asamblea, sin perjuicio de que cualquiera de los accionistas pueda solicitar la expulsión con causa, a través del juicio abreviado
correspondiente, que deberá tramitarse contra la sociedad y los directores que se pretenden desplazar.
Intervención judicial

Definición y procedencia

La gestión social llevada a cabo por los administradores de manera irregular o deficiente puede suscitar una serie de conflictos y
perjuicios que pondrían en peligro el interés social.

En dichos casos, se presenta la intervención judicial como una medida cautelar que tiene como fin evitar perjuicios mayores para la
sociedad mientras se sustancia la acción de remoción de los cuestionados administradores. La intervención judicial es una medida
cautelar de la acción de remoción.

Asimismo, cabe aclarar que existen otros casos de aplicación de la intervención judicial cuando la administración del ente se encuentra
acéfala.

Requisitos y prueba

Como requisitos de procedencia, la ley exige:

1 Acreditar la condición de socio por parte de quien solicita la medida.

2 Demostrar el peligro grave.

3 Acreditar el agotamiento de los recursos que brinda la ley o, en su caso, el contrato social para poner fin al conflicto que
motiva la solicitud de la medida.

4 La promoción de la acción de remoción del administrador.

El artículo 115 de la Ley General de Sociedades4 (LS) establece cuáles son las clases de medidas de intervención previstas por la ley y
las posibilidades tienen que ver con diferentes grados.
[4] Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Clases de intervención: veedor, coadministrador e interventor administrador

En primer término, hablamos del veedor, quien tiene la misión de controlar la gestión de los administradores y mantener informado al
juez.

En un grado intermedio, se encuentra el coadministrador o interventor judicial, quien no sustituye al administrador actual, sino que es
impuesto en la administración social, debiendo prestar en algunos casos un expreso consentimiento para que la decisión sea adoptada. La
medida más extrema y grave es la del administrador judicial, ya que implica el desplazamiento total de los administradores y su
reemplazo. Solo se justifica en aquellos casos en los que el patrimonio de la sociedad corre grave riesgo, como, por ejemplo, si los
administradores realizaran maniobras fraudulentas que perjudicaran sustancialmente a la sociedad.

El interventor deberá desempeñar sus funciones de manera personal, sin poder delegarlas, cumplimentando de esa manera con las
disposiciones de la providencia que lo designe.

Su conducta se rige por lo dispuesto en los artículos 59 y 271 a 273 de la LS, relativos a las responsabilidades de los administradores.

Hemos referido anteriormente que se trata de una operatoria cautelar, por lo que deben configurarse todos los supuestos de los códigos de
rito, en especial, la prestación de contracautela suficiente, ante la eventualidad de que su solicitud fuese infundada y se debiesen reparar
eventuales daños y perjuicios a la sociedad.

Recursos en contra de su adopción

Conforme lo determina el artículo 117 de la LS, la decisión que dispone la intervención judicial puede ser apelada al solo efecto
devolutivo, por lo que no suspende el despacho de la medida cautelar hasta que se pronuncie el tribunal de alzada.

El instituto de la intervención en los códigos procesales


El instituto de la intervención judicial ha sido contemplado en algunos códigos procesales con diferentes matices.

Así, al respecto, el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación5 (en adelante, CPCCN), en la sección cuarta, regula la figura en
estudio.

[5] Ley N.° 17454. (1967). Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

El artículo 222 del CPCCN dispone que, además de las medidas cautelares de intervención o administración judiciales autorizadas por
las leyes sustanciales, se pueden disponer las figuras contempladas en dicho cuerpo legal.

Así, encontramos, por un lado, al interventor recaudador, respecto del cual el artículo 223 del CPCCN establece que “a pedido de
acreedor y a falta de otra medida cautelar eficaz o como complemento de la dispuesta, podrá designarse y su función se limitará

exclusivamente a la recaudación de la parte embargada, sin injerencia alguna en la administración”6.

[6] Art. 223, Ley N.° 17454. (1967). Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

También contiene a la figura del interventor informante en el artículo 224, “para que dé noticia acerca del estado de los bienes objeto del

juicio o de las operaciones o actividades, con la periodicidad que se establezca en la providencia que lo designe”7.

[7] Art. 224, Ley N.° 17454. (1967). Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Cabe aclarar que la intervención judicial para las sociedades comerciales, sea cual fuere el código de procedimiento aplicable en la
jurisdicción, siempre va a estar sujeta a los requisitos de procedencia establecidos en la Ley N.° 19550.

Por otra parte, el Código Procesal Civil y Comercial de la provincia de Córdoba8 (en adelante, CPCCC) en la sección tercera, en los
artículos 475 a 480, regula también el instituto de la intervención judicial.

[8] Ley N.° 8465. (1995). Código Procesal Civil y Comercial de la provincia de Córdoba. Poder Legislativo de Córdoba.

Así, en el artículo 476 prevé la figura del interventor recaudador, de similares características que este presenta en el CPCCN.

El interventor informante se encuentra previsto en el artículo 477 del CPCCC.


LECCIÓN 3 de 4

Reorganización societaria. Disolución y liquidación

La reestructuración de las sociedades es un fenómeno que se presenta frecuentemente como consecuencia de la globalización y de la
dinámica de los negocios a nivel general.

Transformación

Definición y requisitos

La transformación consiste en el acogimiento por parte de la sociedad de un tipo distinto al adoptado originariamente, debiendo
someterse al régimen de la nueva forma societaria admitida, liberándose de las disposiciones que regían el tipo anterior.

Estamos frente al mismo sujeto jurídico que abandona una forma vieja para asumir una nueva, manteniéndose las relaciones jurídicas
preexistentes en el mismo estado en el que se hallaban con anterioridad a la transformación.

Los requisitos que deben cumplimentarse a los fines de la reorganización bajo análisis consisten en:

1 Acuerdo unánime de los socios, salvo pacto en contrario a lo dispuesto para algunos tipos societarios;

2 Confección de un balance especial, cerrado a una fecha que no exceda de un (1) mes a la del acuerdo de transformación
y puesto a disposición de los socios en la sede social con no menos de quince (15) días de anticipación a dicho acuerdo.
Se requieren las mismas mayorías establecidas para la aprobación de los balances de ejercicio;

3 Otorgamiento del acto que instrumente la transformación por los órganos competentes de la sociedad que se transforme
y la concurrencia de los nuevos otorgantes, con constancia de los socios que se retiren, capital que representan y
cumplimiento de las formalidades del nuevo tipo societario adoptado;
4 Publicación por un (1) día en el diario de publicaciones legales que corresponda a la sede social y sus sucursales. El
aviso deberá contener:

a) Fecha de la resolución social que aprobó la transformación;

b) Fecha del instrumento de transformación;

c) La razón social o denominación social anterior y la adoptada debiendo de ésta resultar indubitable su
identidad con la sociedad que se transforma;

d) Los socios que se retiran o incorporan y el capital que representan;

e) Cuando la transformación afecte los datos a que se refiere el artículo 10 apartado a), puntos 4 a 10, la
publicación deberá determinarlo;

5 La inscripción del instrumento con copia del balance firmado en el Registro Público de Comercio y demás registros que
correspondan por el tipo de sociedad, por la naturaleza de los bienes que integran el patrimonio y sus gravámenes.9

[9] Art. 77, Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

El derecho de receso y de preferencia

Dado que la transformación importa una modificación en el contrato social originario, los socios tienen el derecho de receso propio de su
calidad.

Una vez decidido el ejercicio de este derecho, debemos recordar que procederá solamente para aquellos socios que hayan votado en
contra de la transformación y aquellos que se encontraban ausentes al momento de su tratamiento, por lo que el acuerdo de
transformación debe ejercerse dentro de los quince días de adoptado.

Al momento de su salida, el socio tendrá derecho al reembolso de su participación societaria, utilizando a tales fines el balance especial
de transformación.

Los socios que decidan permanecer en la nueva sociedad podrán ejercer el derecho de preferencia sobre las participaciones de los

recedentes, salvo un pacto en contrario10.


[10] Art. 79, Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Responsabilidad

El proceso de transformación en nada puede afectar a los terceros que resultan ajenos al fenómeno. Por ese motivo, la LS mantiene la
responsabilidad asumida por los socios con respecto a las obligaciones que resultaran anteriores a la transformación, por más que su
cumplimiento sea posterior, como lo dispone el artículo 75 de la LS.

Si, por la transformación, hay socios que pasan a asumir una responsabilidad ilimitada en virtud de la nueva forma, esta no va a

extenderse a las obligaciones sociales anteriores a la transformación, a excepción de que así se disponga expresamente11.

[11] Art. 76, Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Rescisión y caducidad

¿Qué sucede si los socios deciden dejar sin efecto la transformación? Mientras no haya sido inscripto el acto en el Registro Público de
Comercio, no hay mayores inconvenientes; si aconteció la publicación de edictos, deberá realizarse una nueva a los fines de cumplir con
la publicidad pertinente.

Por otro lado, ¿puede caducar el acuerdo de transformación? La respuesta es afirmativa. Si los socios no inscriben el acuerdo en el plazo
de tres meses, queda sin efecto, con la sola excepción de que el plazo se excediera por el normal cumplimiento de los trámites
correspondientes. (Prat, 2012, https://bit.ly/2SkP9kg).

Fusión

Definición y requisitos
La fusión tiene por objeto la transferencia universal del patrimonio, ya sea a la nueva sociedad, en el primer caso, o a la sociedad
absorbente.

Esta es la diferencia principal que existe respecto de la transferencia de fondos de comercio, donde existe un traspaso parcial de los
bienes. Es por ello que no cumplen idénticas funciones ni gozan de los mismos efectos, sin que puedan ser comparados bajo ningún
aspecto. Por consiguiente, al transferirse el fondo de comercio, el adquirente asume el activo, pero no el pasivo del establecimiento,
salvo que se pacte lo contrario. Es así que la transferencia no implica la extinción de quien lleva a cabo la enajenación, por lo tanto,
puede continuar en su personalidad jurídica.

Para que pueda llevarse adelante, los sujetos intervinientes deberán estar constituidos regularmente, pero debe tratarse exclusivamente de
sociedades comerciales.

Los requisitos para llevar a cabo la fusión se encuentran detalladamente establecidos en el artículo 83 de la LS y son:

Compromiso previo de fusión



a) La exposición de los motivos y finalidades de la fusión;

b) Los balances especiales de fusión de cada sociedad, preparados por sus administradores, con informes de los síndicos en su caso,
cerrados en una misma fecha que no será anterior a tres (3) meses a la firma del compromiso, y confeccionados sobre bases
homogénicas y criterios de valuación idénticos;

c) La relación de cambios de las participaciones sociales, cuotas o acciones;

d) El proyecto de contrato o estatuto de la sociedad absorbente según el caso;

e) Las limitaciones que las sociedades convengan en la respectiva administración de sus negocios y la garantía que establezcan para el
cumplimiento de una actividad normal en su gestión, durante el lapso que transcurra hasta que la fusión se inscriba;

Resoluciones sociales

La aprobación del compromiso previo de fusión y de los balances especiales por las sociedades participantes en la fusión con los
requisitos necesarios para la modificación del contrato social o estatuto.
A tal efecto deben quedar copias en las respectivas sedes sociales del compromiso previo y del informe del síndico en su caso, a
disposición de los socios o accionistas con no menos de quince (15) días de anticipación a su consideración;
Publicidad

La publicación por tres (3) días de un aviso en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción de cada sociedad y en uno de los
diarios de mayor circulación general en la República, que deberá contener:
a) La razón social o denominación, la sede social y los datos de inscripción en el Registro Público de Comercio de cada una de las
sociedades;
b) El capital de la nueva sociedad o el importe del aumento del capital social de la sociedad incorporante;
c) La valuación del activo y el pasivo de las sociedades fusionantes, con indicación de la fecha a que se refiere;
d) La razón social o denominación, el tipo y el domicilio acordado para la sociedad a constituirse;
e) Las fechas del compromiso previo de fusión y de las resoluciones sociales que lo aprobaron;

Acreedores: oposición

Dentro de los quince (15) días desde la última publicación del aviso, los acreedores de fecha anterior pueden oponerse a la fusión.
Las oposiciones no impiden la prosecución de las operaciones de fusión, pero el acuerdo definitivo no podrá otorgarse hasta veinte (20)
días después del vencimiento del plazo antes indicado, a fin de que los oponentes que no fueren desinteresados o debidamente
garantizados por las fusionantes puedan obtener embargo judicial.

Acuerdo definitivo de fusión



El acuerdo definitivo de fusión, otorgados por los representantes de las sociedades una vez cumplidos los requisitos anteriores, que
contendrá:
a) Las resoluciones sociales aprobatorias de la fusión;
b) La nómina de los socios que ejerzan el derecho de receso y capital que representen en cada sociedad;
c) La nómina de los acreedores que habiéndose opuesto hubieren sido garantizados y de los que hubieren obtenido embargo judicial; en
ambos casos constará la causa o título, el monto del crédito y las medidas cautelares dispuestas, y una lista de los acreedores
desinteresados con un informe sucinto de su incidencia en los balances a que se refiere el inciso 1), apartado b);
d) La agregación de los balances especiales y de un balance consolidado de las sociedades que se fusionan;

Inscripción registral

La inscripción del acuerdo definitivo de fusión en el Registro Público de Comercio.

Cuando las sociedades que se disuelven por la fusión estén inscriptas en distintas jurisdicciones, deberá acreditarse que en ellas se ha
dado cumplimiento al artículo 98.12
[12] Art. 83, Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Clases de fusión

Las clases de fusión se encuentran contempladas en la definición del artículo 82 de la LS.

Así, la fusión puede consistir en dos o más sociedades que se disuelven sin liquidarse para:

constituir una nueva, es la fusión propiamente dicha;

cuando una ya existente incorpora a una u otras, es la fusión por absorción.

Efectos

El principal efecto de la fusión es que la nueva sociedad o la incorporante, según se trate de un caso u otro de fusión,

Adquiere la titularidad de los derechos y obligaciones de las sociedades disueltas, produciéndose la transferencia total
de sus respectivos patrimonios al inscribirse en el Registro Público el acuerdo definitivo de la fusión y el contrato o

estatuto de la nueva sociedad, o el aumento de capital que hubiere tenido que efectuar la incorporante.13

[13] Art. 82, Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Además, otro efecto de la fusión es otorgar la calidad de socios a quienes lo eran de las sociedades disueltas.
Derechos de los socios: receso y preferencia

El artículo 85 de la LS remite a los artículos 78 y 79 para la aplicación de los derechos de receso y preferencia admitidos.

Revocación y rescisión

El compromiso previo de fusión puede ser dejado sin efecto por cualquiera de las partes, si no se han obtenido todas
las resoluciones sociales aprobatorias en el término de tres (3) meses. A su vez las resoluciones sociales aprobatorias
pueden ser revocadas, mientras no se haya otorgado el acuerdo definitivo, con recaudos iguales a los establecidos

para su celebración y siempre que no causen perjuicios a las sociedades, los socios y los terceros.14

[14] Art. 86, Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Escisión

Definición y requisitos

La escisión es otra de las formas de reorganización societaria mediante la adopción de una nueva organización jurídica que supone un
desprendimiento patrimonial.

Puede presentarse de distintas formas:

1 Escisión incorporación o con absorción: se presenta cuando una sociedad sin disolverse destina parte de su patrimonio a
otra sociedad que ya existe.
2 Fusión escisión: cuando una sociedad participa con otra en la creación de una nueva sociedad con parte de sus
patrimonios, en este supuesto, los socios de ambas sociedades pasan a ser socios de la nueva sociedad.

3 Escisión propiamente dicha: se entiende como aquella en la que una sociedad destina parte de su patrimonio para la
creación de una nueva sociedad o varias de ellas.

4 Escisión división: una sociedad se disuelve sin liquidarse para constituir nuevas sociedades con la totalidad de su
patrimonio (Mazzucco Barthe, 1983, p. 3-6)

Salvo el supuesto de escisión división, no existe en este tipo de operación una transferencia universal de bienes, lo que la diferencia
netamente de la fusión, que ya hemos tratado.

El supuesto de excepción mencionado es considerado como el tipo más puro de escisión, ya que lleva a la formación de dos o más
sociedades nuevas, dividiendo el activo de la escindente, que se disuelve sin liquidarse. En ese estado, se produce la entrega del
patrimonio a las nuevas sociedades, donde cada una recibe su parte a título universal.

Los accionistas de la sociedad desmembrada reciben la participación accionaria que les corresponde de la nueva sociedad, a cambio de
sus acciones en la escindente, adjudicándoselas directamente.

¿Podrán conferirse acciones entre los socios de la nueva sociedad que no respeten las participaciones en la escindente? La respuesta es
afirmativa, siempre que exista el consentimiento expreso de todos los socios, ya que de otra manera se estarían avasallando sus derechos.

Salvo para el supuesto de escisión fusión, que sigue las disposiciones propias de la fusión, los requisitos de la escisión son:

1 Resolución aprobatoria de la escisión del contrato social o del estatuto de la sociedad escisionaria, la reforma del
contrato o del estatuto de la escindente en su caso y el balance especial de escisión, que sigue lo dispuesto por el
artículo 83, inciso 2, de la LS, relativo a la fusión.

2 La resolución aprobatoria.

3 Cumplimentar con las publicaciones pertinentes.

4 Otorgar el debido plazo para que los acreedores ejerzan su derecho de oposición, similar a lo dispuesto para la fusión.

5 Inscribir la operación en el Registro Público.


Efectos

Los socios pueden ejercer el derecho de receso y de preferencia, los cuales se rigen conforme a las disposiciones de los artículos 78 y 79
de la LS.

Además, respecto de los acreedores, la ley ha previsto que puedan oponerse al acuerdo de escisión (art. 88, inc. 5, de la LS).

Resolución parcial y disolución

Resolución parcial: muerte de un socio y exclusión del socio

Desde ya, anticipamos que la técnica legislativa que trata bajo un mismo título a la resolución parcial y a la disolución incurre en error
toda vez que no son institutos, complementarios ni compatibles, sino, por el contrario, son contrapuestos.

La resolución parcial importa la desvinculación del socio, siguiendo los restantes con la actividad propia de la sociedad.

Opera, generalmente, cuando existe una reducción en el elenco de los integrantes de la sociedad, que modifica el contrato constitutivo,
pero no afecta a la sociedad.

Los supuestos que quedan encuadrados en este ítem son la muerte, la exclusión o el retiro voluntario de los socios; los dos primeros se
encuentran regulados en la LS en los artículos 90 a 93, mientras que el retiro del socio no está contemplado.

Si bien la inclusión de cláusulas que habiliten el retiro voluntario no es del todo frecuente, podemos recurrir a ellas sin ningún tipo de
impedimento legal.

No existe la necesidad de invocar una causa, ya que se trata de una decisión unilateral del socio, pero para el caso deberá existir una
cláusula expresa que habilite dicha posibilidad en el contrato social.

La muerte de un socio constituye un supuesto de resolución parcial que tiene distintos efectos según la sociedad que haya integrado. En
las sociedades colectivas y en comandita simple, resuelve parcialmente el contrato, pero es lícito pactar la continuidad de la sociedad con
sus herederos. (Ley N.° 19550, arts. 90-93).
En las sociedades de capital e industria, resolverá el contrato. En este caso, los herederos no pueden ingresar a la sociedad, pero tienen
derecho a percibir el valor de la participación correspondiente.

En las sociedades de responsabilidad limitada, debemos estar atentos al contrato constitutivo: en caso de silencio, deberá entenderse que
la sociedad se resuelve parcialmente.

Sin embargo, podrá preverse expresamente la incorporación de los herederos con las salvedades del caso.

En las sociedades anónimas y en comandita por acciones para los socios comanditarios, la muerte del socio o
accionista nunca resuelve el contrato, aun cuando las acciones, de las que el mismo era titular, revistan el carácter de
nominativas o escriturales. (Martínez, 2010, p. 161).

Continuando con el análisis, veremos el supuesto de exclusión del socio.

Es el remedio societario utilizado contra aquellos socios que no cumplen con sus obligaciones sociales, aunque también procede para los
casos de inhabilitación, incapacidad, quiebra o concurso preventivo del socio.

A pesar de lo mencionado, debe quedar en claro que, aun cuando se aplica como sanción, la exclusión nunca podrá privar al socio del
valor de su participación y del lucro generado.

Para que proceda la exclusión, bastará con que haya existido un grave incumplimiento de las obligaciones, lo que habilitará el camino
judicial, ya que el juez es el único que decide la exclusión, no los socios, con la sola excepción del artículo 37 de la LS.

La decisión social de la exclusión y de la promoción de la demanda deben producirse en el término de los 90 días contados desde que se
tomó conocimiento del hecho que motiva la exclusión.

La acción judicial de exclusión podrá ser promovida por:

1 un representante legal de la sociedad;


2 un representante ad hoc o por un nuevo representante, si el socio excluido reviste carácter de administrador en forma
exclusiva;

3 un síndico, cuando estuviera prevista la existencia de ese órgano de control;

4 cualquiera de los socios, cuando la Asamblea no se haya pronunciado o haya resuelto en contra de la promoción,
siempre que haya votado a favor de la exclusión.

Es importante recordar que la acción de exclusión corresponde a la sociedad, aunque sea promovida por alguno de los socios, según
hemos analizado.

Si el socio resulta excluido, se producen los efectos propios de las modificaciones al contrato social, debiendo cumplir con las
inscripciones correspondientes en el Registro Público a los fines de su oponibilidad frente a terceros. El instrumento por inscribir es la
propia sentencia.

La disolución de la sociedad, a diferencia de la resolución parcial, implica el punto final de su existencia, con lo cual se dejan de realizar
las actividades propias de su objeto social para dedicar sus esfuerzos a la venta de los bienes sociales y, de esa manera, se cancela el
pasivo y se reparte el remanente, si existiera, respetando la medida de la participación de los socios.

Es un momento en el que se detiene el cumplimiento del objeto social y se dedican los esfuerzos a concluir las relaciones pendientes de
la sociedad.

Es la primera etapa del proceso de liquidación que se mantiene a lo largo de este, sin importar ello el cese intempestivo de las actividades
ni la pérdida de la personalidad jurídica.

Es necesario tener presente que la sociedad perderá el carácter de sujeto de derecho solo con las inscripción de la cancelación en el
Registro Público.

Causales legales y convencionales

El artículo 94 de la LS realiza una enumeración de causales disolutorias que no es taxativa, pues los socios pueden prever
estatutariamente otras causales no contempladas en la ley (art. 89 de la LS).
Disolución judicial

La disolución podrá gestionarse judicialmente y la sentencia tendrá efecto retroactivo al día en el que se presentó la causa que motivó su
solicitud.

Dicha solicitud se tramita por un juicio abreviado, en el que tienen que ser citados todos los socios, quienes deberán actuar formando un
litisconsorcio necesario.

¿Qué sucede en los casos en los que, producida una causal resolutoria, la sociedad ignora o es remisa a esta? En dichos supuestos, nace
para el socio o el accionista el derecho de solicitar la disolución por vía judicial, que tendrá una aplicación retroactiva a la fecha en la que
sucedió la causa generadora. Esta retroactividad permite sancionar a los administradores y a los socios por las consecuencias,
responsabilizándolos de manera solidaria e ilimitada (art. 99 de la LS).

Pueden solicitar la disolución los socios o los accionistas, ya que, de esa manera, lograrán el reembolso de sus participaciones, pero
también tiene las facultades para hacerlo el órgano administrativo de control.

Respecto de la legitimación pasiva, parte de la doctrina entiende que debe entablarse una demanda contra la sociedad y los socios,
formando un litisconsorcio necesario; otros entienden que basta con citar a la totalidad de los socios.

Ahora bien, la sentencia judicial que se dicte acogiendo la demanda solo tiene por efecto declarar operada la disolución de la sociedad a
la fecha de la causa generadora, pero su registración es necesaria para la oponibilidad a terceros; ello se cumplimenta con la debida
inscripción en el Registro Público.

El vencimiento del plazo: prórroga y reconducción

Como hemos estudiado anteriormente, uno de los requisitos del instrumento constitutivo del artículo 11 de la LS es la fijación del plazo
de duración de la sociedad.

Ahora bien, cuando este se acerca a su fin y los socios tienen la intención de continuar con la actividad social, pueden ocurrir dos cosas:

Prórroga: es el caso en el que la decisión (unánime, salvo pacto en contrario) se resuelva y se solicite la inscripción
antes del vencimiento del plazo.
Reconducción: el plazo ya ha vencido, pero puede acordarse hasta tanto no se haya inscripto el nombramiento de
liquidador15.

[15] Art. 95, Ley N.° 22903. (1983). Ley de Sociedades Comerciales [Sustituye diversos artículos de la Ley N.° 19550]. Poder
Ejecutivo Nacional.

Ambas figuras se hayan contempladas en el artículo 95 de la LS.

Remoción de causales resolutorias

La incorporación de este instituto es otra de las novedades que ha incorporado la reforma.

El artículo 100, párrafo primero, establece que “las causales de disolución podrán ser removidas mediando decisión del órgano de
gobierno y eliminación de la causa que le dio origen, si existe viabilidad económica y social de la subsistencia de la actividad de la

sociedad”16.

[16] Art. 100, Ley N.° 22903. (1983). Ley de Sociedades Comerciales [Sustituye diversos artículos de la Ley N.° 19550]. Poder Ejecutivo Nacional.

Además, agrega otro requisito: “la resolución deberá adoptarse antes de cancelarse la inscripción, sin perjuicio de terceros y de las

responsabilidades asumidas”17.

[17] Art. 100, Ley N.° 22903. (1983). Ley de Sociedades Comerciales [Sustituye diversos artículos de la Ley N.° 19550]. Poder Ejecutivo Nacional.

Liquidación

Definición. Personalidad de la sociedad en liquidación

Resuelta la disolución, el siguiente paso es la liquidación de la sociedad, cuando se venden los bienes sociales para pagar las
obligaciones pendientes y los gastos de liquidación, quedando el saldo en poder de los socios.
El procedimiento liquidatorio no es instantáneo, sino que se desarrolla en un determinado período, suficiente para realizar el activo y
cancelar el pasivo, podrán venderse los bienes por separado o como integrantes de una totalidad.

El proceso tiene en cuenta fundamentalmente la protección de los terceros, no tanto de los socios.

La sociedad conserva su personalidad durante el proceso liquidatorio, conforme lo establece el artículo 101 de la LS, que dispone que la
sociedad en liquidación conserva su personalidad a ese efecto.

 Véase el texto de Ricardo Nissen (2006), Curso de derecho societario (pp. 285-286).

Si el pasivo social quedara insatisfecho, se hará responsable de manera solidaria e ilimitada a los administradores de la sociedad, sobre
quienes cae el deber de conservar el activo de la sociedad y el destino de los bienes que lo integran. Dicha responsabilidad se extenderá a
los síndicos, si fuera el caso, por los mismos motivos.

Designación, inscripción y remoción del liquidador

Ahora bien, salvo disposición contractual o los casos de excepción, la liquidación corresponde al órgano de administración en funciones
al momento de la liquidación.

Puede acontecer también que se designe en el contrato social otra persona distinta de estos, en cuyo caso la designación procederá por
mayoría simple en asamblea o reunión de socios, por celebrarse dentro de los 30 de los que ha acontecido la causal de disolución.

¿Qué sucede si el órgano de administración no lleva adelante las conductas correspondientes o no convoca a la asamblea para su
designación? En este caso, cualquier socio, independientemente de su participación social, podrá exigir al juez la designación de un
liquidador, puesto que los administradores habrían incurrido en un incumplimiento de sus funciones, De esa manera, queda allanado el
camino para la solicitud de su remoción y desplazamiento.

¿Cuál sería la situación si los liquidadores no aceptaran el cargo? Se podrá requerir una nueva designación por cualquiera de los
procedimientos mencionados. Es importante tener presente que el liquidador no debe esperar la registración de la disolución e, incluso, si
no se encuentra inscripta su designación, se halla habilitado para ejecutar la voluntad social, siendo sus actos oponibles no solo a la
sociedad, sino también a terceros.
Facultades y obligaciones del liquidador

Como facultades, en primer lugar, el liquidador ejerce la representación de la sociedad.

El liquidador podrá efectuar todos los actos necesarios para la realización del activo y la cancelación del pasivo. Si bien se encuentra
subordinado a las instrucciones de los socios, se entiende que estas tratan la manera en la que debe llevar a cabo tal actividad y no se
refieren a algún tipo de autorización (que no es necesaria por el estado mismo en el que se encuentra la sociedad). Por tal motivo, es el
liquidador el que ejerce de manera exclusiva y excluyente la representación del ente.

Además, tiene el derecho a percibir una remuneración por la tarea realizada.

En cuanto a las obligaciones del liquidador, se encuentran tratadas en el artículo 103 de la LS, cuyo incumplimiento motiva su lógica
remoción, le impide el cobro de la remuneración correspondiente y lo hace plausible de responsabilidad por los daños y perjuicios

ocasionados18.

[18] Art. 103, Ley N.° 19550. (1972). Ley General de Sociedades. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

La primera de ellas es la realización, dentro de los 30 días de aceptado el cargo de liquidador, de un inventario y un balance inicial de
liquidación, a los fines de individualizar la composición patrimonial de la sociedad, lo que brinda seguridad a todos los intervinientes.
Esta obligación debe respetarse aun cuando los liquidadores sean los mismos administradores. Dicho balance debe ser puesto a
consideración de todos los socios.

Nótese que la LS no exige la aprobación de dicho instrumento contable, sino solo su puesta a disposición, sin mencionar los derechos
que a estos les asiste.

Asimismo, los liquidadores deberán brindar información periódica de la situación, por lo menos de manera trimestral, además de los
balances anuales si el proceso de liquidación se extendiere en el tiempo. Estamos sin ningún lugar a dudas frente a una rendición de
cuentas que los liquidadores deben presentar a los socios.

El incumplimiento acarrea las mismas consecuencias que hemos tratado al estudiar el balance inicial.

A los fines de su actuación, deberá sumar a la razón social la frase “En liquidación”; si omitiera hacerlo, no lo vuelve responsable de
manera solidaria e ilimitada, pues la disolución puede ser conocida por terceros ante su inscripción, pero sí resultará responsable por los
daños y perjuicios que pudieran corresponder.

Contribuciones debidas

¿Qué sucede si los fondos resultan insuficientes para afrontar el pasivo?

El liquidador, para los casos de sociedades en los que exista una responsabilidad ilimitada y solidaria de los socios, deberá exigirles los
montos necesarios, comúnmente denominadas contribuciones debidas. En aquellas sociedades con responsabilidad limitada, solo podrán
reclamarse las integraciones de los aportes comprometidos.

Balance final, plan de partición y distribución

El paso siguiente a la cancelación del pasivo es la redacción del balance final de liquidación, que deberá registrar:

1 la inexistencia de deudas;

2 el producido de la enajenación;

3 el reembolso del capital aportado por los socios;

4 si correspondiera, el excedente.

Respecto de la partición, no existen reglas específicas que la traten en la LS, pero resultan plenamente compatibles las disposiciones del

Código Civil y Comercial19 al tratar la partición de la herencia.

[19] Ley N.° 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Si existiesen dudas o discrepancias acerca del valor de los bienes sociales, podrá recurrirse a peritos tasadores, nombrados de común
acuerdo por las partes o por el juez, en su defecto.
El artículo 111 de la LS trata el balance final y el proyecto de distribución, que variará según las características propias de cada tipo
societario.

Ahora bien, luego de que se encuentren aprobados, de manera implícita o explícita, los liquidadores deberán agregarlos en el legajo de la
sociedad y tendrán que comenzar la ejecución de los bienes o del capital, abonando a cada socio el importe correspondiente según su
participación.

Dicha actividad podrá cumplirse a través de dinero en efectivo o en bienes, si se hubiera convenido de tal forma.

Responsabilidad del liquidador

Por encontrarse sometido a las obligaciones y a las responsabilidades de los administradores, su actuación se regirá por lo dispuesto en
los artículos 108, 274 y 279 de la LS.

Cancelación de la inscripción. Efectos

Cumplido el proceso de liquidación, se procede a la cancelación de la inscripción del contrato social en el Registro Público. Los socios
deben acordar quiénes conservarán los libros sociales y la documentación relacionada con la sociedad o, en su defecto, será el juez quien
indique el responsable.

A continuación, te propongo la siguiente lectura obligatoria "Trámites para la Disolución, liquidación, cancelación de la inscripción de
sociedades". Este texto en línea desarrolla una serie de temas respecto de las sociedades comerciales. En este sentido, retoma la
disolución y nombramiento del liquidador, la liquidación y cancelación de la inscripción social y, por último, la cancelación sin
liquidación por inactividad.

Trámites para la Disolución, liquidación, cancelación de la inscripción de


sociedades.pdf
92.4 KB
Fuente: IGJ Inspección General de Justicia (s.f.). Sociedades comerciales. Disolución. Liquidación. Cancelación de la inscripción social.

Recuperado de http://www.jus.gob.ar/igj/tramites/guia-de-tramites/inscripcion-en-el-registro-publico-de-comercio/sociedades-

comerciales/disolucion-liquidacion-cancelacion-de-la-inscripcion-social.aspx
LECCIÓN 4 de 4

Referencias

IGJ Inspección General de Justicia (s.f.). Sociedades comerciales. Disolución. Liquidación. Cancelación de la inscripción
social. Recuperado de http://www.jus.gob.ar/igj/tramites/guia-de-tramites/inscripcion-en-el-registro-publico-de-comercio/sociedades-
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Ley N.° 22903. (1983). Ley de Sociedades Comerciales [Sustituye diversos artículos de la Ley N.° 19550]. Poder Ejecutivo Nacional.
Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infoleg Internet/anexos/60000-64999/60368/norma.htm

Ley N.° 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
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aspecto-juridico-y-todos-los-requisitos-del-tramite-a-realizar-ante-la-inspeccion-general-de-justicia/

Roitman, H., Aguirre, H., Chiavassa, E. (2009). Manual de sociedades comerciales. Buenos Aires, AR: La Ley.

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