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kabuki

El kabuki es una forma de teatro japonés tradicional que se caracteriza por su drama estilizado y el
uso de maquillajes elaborados en los actores. Los caracteres kanji individuales, leídos de izquierda
a derecha, significan «cantar» (ka), «bailar» (bu), y «habilidad» (ki). Frecuentemente se traduce
kabuki como "el arte de cantar y bailar". Existen sin embargo, caracteres ateji que no reflejan la
etimología actual, y que la palabra kabuki se cree que en realidad está derivada del verbo kabuku,
que significa "inclinarse", o "estar fuera de lo ordinario", de modo que el significado de kabuki
puede ser interpretado también como teatro "experimental" o "extraño".

La historia del kabuki comenzó en 1603, cuando Izumo no Okuni, una miko del Santuario Izumo,
comenzó a realizar un nuevo estilo de danza dramática en las riberas secas del río Kioto. Las
ejecutantes femeninas interpretaban tanto los papeles femeninos como masculinos en situaciones
cómicas de la vida cotidiana. Muchas de las ejecuciones en este período fueron de carácter
indecente, las ejecuciones sugestivas eran realizadas por muchas imitadoras; estas actrices
estaban comúnmente disponibles para la prostitución, y los miembros masculinos de la audiencia
podían requerir libremente de los servicios de estas mujeres.

La atmósfera escandalosa y en ocasiones violenta de las ejecutantes de kabuki atrajo la atención


del shogunato Tokugawa, y en 1629 las mujeres fueron expulsadas de los escenarios con el
supuesto propósito de proteger la moral pública. Puesto que el kabuki ya era tan popular, los
actores jóvenes masculinos tomaron el lugar de las mujeres. Junto con el cambio de los
ejecutantes, el género cambió a su vez el énfasis de la ejecución: la tensión creciente fue puesta
más en el drama que en la danza. A mediados del siglo XVIII, el kabuki dejó de ser el favorito de la
época, y el bunraku tomó su lugar como la primera forma de entretenimiento de tarima entre las
clases sociales bajas. Esto se debió en gran medida al surgimiento de varios dramaturgos bunraku
exitosos en ese período. Se dieron pocos desarrollos en el kabuki hasta el final de ese siglo, cuando
comenzó a resurgir.

En el Japón moderno, el kabuki continúa siendo relativamente popular; es el más popular de los
estilos tradicionales de drama japonés, y sus actores estelares aparecen con frecuencia en papeles
de cine y televisión.7 Por ejemplo, el bien conocido onnagata Bando Tamasaburo V ha aparecido
en varios papeles en diferentes obras (no kabuki) y películas; en ocasiones en papeles femeninos.

El kabuki utiliza una extensión adicional del escenario conocida como hanamichi (literalmente
camino florido), una calzada que se extiende hasta la audiencia en donde se hacen las entradas y
salidas dramáticas. Los teatros y escenarios kabuki se han ido sofisticando tecnológicamente de
forma constante, y entre las innovaciones se encuentran las puertas y escenarios giratorios,
introducidos en el siglo XVIII, mejorando en gran medida la escenografía en las obras kabuki.

En el kabuki, así como en otras ejecuciones de arte japonés, los cambios de escenografía son en
ocasiones realizados a mitad de escenas, mientras los actores continúan en el escenario y las
cortinas se mantienen abiertas. Los encargados de añadir y quitar objetos del escenario son
conocidos como kuroko, van siempre vestidos completamente de negro y son tradicionalmente
considerados "invisibles".

Algunas características importantes del teatro kabuki incluyen el moye , en el cual el actor toma
una pose pintoresca para establecer su papel. El keshō, o maquillaje, provee un elemento de estilo
fácilmente reconocible incluso por aquellos que no están familiarizados con esta forma de arte. El
polvo de arroz es utilizado para crear la base blanca conocida como oshiroi, y el kumadori realza o
exagera las líneas faciales para producir máscaras sobrenaturales o de animales para los
intérpretes.

Neorrealismo italiano

El neorrealismo italiano fue un movimiento narrativo y cinematográfico que surgió en Italia


durante la primera mitad del siglo XX como una reacción a la posguerra. Tuvo como objetivo
mostrar condiciones sociales más auténticas y humanas, alejándose del estilo histórico y musical
que impuso el fascismo. Los autores utilizaban frecuentemente a actores no profesionales

Siguiendo la línea del cine mudo, donde no había diálogos y los sentimientos de los personajes
eran clave para entender la historia, el neorrealismo le dio más importancia a los sentimientos de
los propios personajes que a la composición de la trama. Para poder comprender este nuevo estilo
cinematográfico, hay que entender la improvisación como manera de describir la realidad.

El más significativo elemento que permitió comprender el efecto de "ruptura" de los primeros
largometrajes del nuevo movimiento, es que en ellos se reflejó con total transparencia la Italia
triste, en blanco y negro y hambrienta de la posguerra, la resistencia y los caídos en la contienda.
Desapareció la obligatoriedad del final feliz, propio de la industria americana.

Estas producciones, en cuanto a la puesta en escena y realización, estaban marcadas por la


precariedad de recursos técnicos. Se propuso como un cine más austero. Se empezaron a ver
movimientos de cámara en mano. Se buscaba reducir al mínimo la fragmentación de las tomas,
recurriendo así a tomas de mayor duración, con el fin de mostrar una realidad más verosímil, es
decir, las acciones sin corte, respetando las normas de continuidad.

No se utilizaban actores reconocidos, sino que en muchos casos, eran los auténticos protagonistas,
los personajes reales y relataban sus propias experiencias. No había cabida en este cine para las
estrellas, sino que las personas narraban sus vivencias, y se interpretaban a sí mismos. Los
directores otorgaban mayor importancia a los sentimientos que a la composición icónica, pero sin
despreciar ésta.

En los años 50 Italia ya empezaba a resurgir. En 1948 llegó al poder la Democracia Cristiana,
cancelando la era posbélica del romanticismo antifascista militante. En los primeros meses del año
siguiente, mientras se prepara la nueva ordenación jurídica del cine italiano, hubo un solo film en
rodaje en toda Italia. El cine italiano andaba buscando nuevos caminos y nuevos horizontes
expresivos. Al iniciarse la década del cincuenta, ya tenía un prestigio universal y era considerado
como el más avanzado del mundo.

Películas

Ossessione (1943).

Bellissima (1951).
Roma, città aperta (1945).

Germania anno zero (1948).

Stromboli terra di Dio (1949).

Ladri di biciclette (1948)

Miracolo a Milano (1951)

Caccia tragica (1947).

Non c'è pace tra gli ulivi (1950).

Maximiliano I

Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena (Viena, 6 de julio de 1832-Santiago de


Querétaro, 19 de junio de 1867) fue el segundo emperador de México y único monarca del
denominado Segundo Imperio Mexicano.

La Guerra de Reforma de 1857 a 1860, había dejado a México en la ruina a todos los niveles. Tras
la derrota republicana en México, se acordó que se restauraría el tradicional sistema de gobierno
en el Imperio Mexicano, con lo que se encomendó al Partido Conservador una búsqueda por
encontrar un príncipe europeo que cumpliera con ciertas aptitudes para gobernar un territorio tan
complejo como lo era México, se pedía que fuera católico, y que respetara las tradiciones de la
nación, cosa que habían incumplido los gobiernos republicanos. Tras largas discusiones, se
aprobó la candidatura propuesta por el emperador francés, ese candidato era el archiduque
Maximiliano de Austria.

Maximiliano llegó al puerto de Veracruz en la famosa fragata Novara, el 28 de mayo de 1864,


entre el júbilo y algarabía de los conservadores, pero no del pueblo jarocho que mostró
indiferencia. La travesía a la Ciudad de México le ofreció un panorama distinto: un país herido por
la guerra y profundamente dividido en sus convicciones. En un corto período de tiempo,
Maximiliano se enamoró de los hermosos paisajes de su nuevo país y de su gente. Mientras, las
tropas francesas continuaban peleando en territorio mexicano. Maximiliano comenzó a construir
museos y trató de conservar la cultura mexicana, lo cual queda como una de sus grandes
contribuciones como emperador. La emperatriz Carlota comenzó a organizar fiestas para la
beneficencia mexicana a fin de obtener fondos para las casas pobres.
La política de Maximiliano resultó ser más liberal que lo que sus partidarios conservadores
pudieron tolerar. Un hecho que puso de manifiesto esa tendencia incompatible con los
conservadores locales fue la negativa de Maximiliano a suprimir la tolerancia de cultos y a
devolver los bienes nacionalizados de la Iglesia. Gran parte de los conservadores mexicanos,
decepcionados, retiraron su apoyo a Maximiliano mientras que los liberales republicanos no
por ello dejaron de persistir en la lucha por recuperar al país de un gobierno monárquico.
Napoleón III, por su parte, se enfrentaba con serias amenazas en Europa y requería que sus
tropas regresaran al país galo. Con el apoyo económico de los estadounidenses a la facción
republicana, y sin el apoyo francés ni conservador en el país, poco le quedaba por hacer a
Maximiliano. cuando el General François Achille Bazaine, efectuó la retirada de sus tropas de
México y le ofreció regresar a Europa, bajo la protección del ejército francés, ofrecimiento que
Maximiliano no aceptó y prefirió quedarse en México hasta el final.
Fue sitiado con el resto de su ejército en la ciudad de Querétaro y, finalmente, fue capturado junto
con los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, por soldados mandados por los generales
Mariano Escobedo y Ramón Corona, a quién Maximiliano le entregó su espada de rendición. Varias
cortes europeas pidieron al presidente Benito Juárez indulto para el archiduque Maximiliano de
Habsburgo. Tras un juicio sumarísimo ante tribunales militares, los liberales lo condenaron a
muerte. Fue ejecutado en el Cerro de las Campanas de la ciudad de Querétaro, el 19 de junio de
1867, junto con los generales conservadores Miramón y Mejía. El Emperador de México, segundos
antes de recibir las descargas del pelotón de fusilamiento, entregó una moneda de oro a los siete
soldados del pelotón. Después proclamó:

"Perdono a todos y pido a todos que me perdonen y que mi sangre, que está a punto de ser
vertida, se derrame para el bien de este país. Voy a morir por una causa justa, la de la
independencia y libertad de México. ¡Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria! ¡Viva
México!"

Posteriormente, el cadáver del Emperador, fue llevado a Austria por el almirante Wilhem von
Tegetthoff en la fragata Novara en 1867, la cual había fondeado en el puerto de Veracruz.
Irónicamente en 1864, esta fragata había traído de Europa a Maximiliano y Carlota a México, para
el inicio de esta aventura con final trágico.

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