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La Vivencia y Su Análisis
La Vivencia y Su Análisis
INTRODUCCIÓN:
CONCEPTOS:
Del latín “vivere” que significa poseer existencia o vida, aludiendo a las experiencias
de vida personales, podemos decir que vivencia, es lo que cada uno experimenta, en
su cotidianeidad, simplemente por existir, siendo estas experiencias transformadoras
de su esencia, y a su vez reconociendo que cada hecho vivenciado lo es un modo
particular por el que lo vive o experimenta, lo que hace que el propio sujeto lo
modifique en su percepción.
Tiene por lo tanto que ver la vivencia no solo con lo que se vive o experimenta, sino en
cómo se lo vive, de acuerdo a la visión particular de cada individuo, que puede ser
conciente o inconciente, y comienza en la vida intrauterina, donde se vivencian
emociones y conductas que marcarán al futuro ser, en cuanto a su peculiaridad.
LA VIVENCIA: WILHELM DILTHEY
Siguiendo con la diferenciación que Dilthey hace de las ciencias, es preciso hablar de
las especificaciones del particular grupo de ciencias llamadas por él: “ciencias del
espíritu”. En esta clasificación en particular nuestro filósofo nos hace un enlistado de
éstas para tener la idea precisa del campo en el que se ha de enfocar su temática “La
historia, la economía política, las ciencias del derecho y del estado, la ciencia de la
religión, el estudio de la literatura y de la poesía, del arte y de la música, la concepción
filosófica del mundo, ya sean como teoría, ya como conocimiento del trascurso
histórico, componen tales ciencias”. Conociendo así, con mejor precisión de qué se
habla al analizar este tipo de ciencias en su identificación frente a las naturales, es
posible encontrar sus particularidades y las características que las hacen pertenecer a
esta clasificación.
Concretamente para Dilthey, lo común en este grupo de ciencias está en que todas
ellas son fundamentadas en la vivencia; he aquí una palabra clave en toda su
propuesta, será la vivencia el término medular para explicar al hombre como
experiencia histórica, gracias a la explicación de ésta “tenemos, pues, que este grupo
de ciencias constituye un campo propio que se halla bajo leyes propias, fundadas en
la naturaleza de lo vivible, expresable y comprensible” esta fundamentación de
actividades que sólo el hombre hace es lo que confirma la dinámica y criterios
exclusivos para explicarla.
Otra especificación que hay que anotar en el concepto de vivencia es, por decirle de
alguna forma: su duración. Es interesante la reflexión de la vivencia en Dilthey al
respecto ya que habla que no es posible experimentar lo presente como tal ya que lo
vivido en un momento, inmediatamente se convierte en pasado, es así que la historia
previa e inmediata al presente, por un instante de distancia resulta determinante para
experimentar la vivencia y darle lógica y continuidad al presente con referencia a ese
instante pasado; y no sólo esto, sino que, lo que va quedando atrás se va a registrar
en la actualización sólo de manera selectiva por medio de las representaciones de las
vivencias previas que registren únicamente modelos de aquello que se nos presenta
repetidas veces, es decir, no lograremos grabar la película íntegra de nuestra vida.
Hablando de las ideas que estas todavía frescas en el recuerdo y la consideración
nueva como parte de una conexión vital dice: “y ahora que rememoro, de todo aquello
que todavía puedo reproducir sólo ocupará un lugar en la conexión de mi vida lo que
tiene un significado para esta conexión, tal como hoy la veo”.
Bibliografía: Dilthey, Wilhelm, “fundación de las ciencias del espíritu” en: El mundo
histórico, Fondo de Cultura Económica, México, 1944, pp 5- 79
LA VIVENCIA: MATURANA VYGOTSKY
Otro tanto ocurre con los restantes procesos, mecanismos, estados psíquicos que han
sido abordados como afectivos, motivacionales o cognitivos y no como procesos
vivenciales. J. Piaget señalaba que "para que la inteligencia funcione debe estar
motivada por una fuerza afectiva" (1997, pág. 48), pero esto aún no expresa el
carácter vivencia de la inteligencia V A. Vasiliev; V L. Popluzhny y OX. Tijomirov
(1980) en su estudio acerca de la regulación emocional de la actividad cognitiva,
analizaban el surgimiento de sistemas funcionales (cognitivo-afectivos), pero a mí
juicio aún de una forma poco integradora, en tanto son vistos como procesos que
cooperan entre sí en la constitución de dichos sistemas. Pienso que se trata de no
verlos como sistemas cuyos componentes sean simplemente cooperadores entre sí,
sino como unidades sustancialmente diferentes: mecanismos, procesos, etc.
vivenciales. Lo propuesto por estos autores va dirigido a la reconciliación no al divorcio
de los "factores" y esto es un punto de vista más avanzado, pero creo que debe
lograrse un nivel superior de integración: al estilo de la metáfora del agua, en los
estudios sobre la unidad cognitivo-afectiva. Sin subvalorar la posición analítica que ha
aportado tantos datos valiosos e interesantes al pensamiento psicológico (y que aún
subyace en los últimos autores citados), considero que las próximas etapas de
desarrollo de nuestra ciencia y a fin de solucionar la crisis de la psicología, antigua por
sus inicios y actual por su vigencia, deben estar encaminadas a la integración del
conocimiento, tal como planteo en mi artículo. "El redescubrimiento de la teoría del
aprendizaje" también en este número de la revista: La separación de los estudios de la
regulación psíquica y la regulación personológica tanto aclara como obstaculiza la
comprensión de la relación entre estos niveles de regulación, por lo tanto hay que
incorporar, abrir una nueva línea de análisis: la investigación de los tránsitos de la
orientación y la realización comportamental de uno u otro nivel y sus formas de
integración.