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del Pecado
Expresamente ¿cómo se les enseña acerca de su propia depravación? ¿Cómo
responden los padres en su ministerio a estos problemas?”
El conocimiento del pecado es fundamental para el evangelio. Sin el pecado, no
hay necesidad de la cruz. Sin la cruz y la resurrección, no hay cristianismo, y
parafraseando a Pablo, como dignos de lástima por encima de todos los hombres.
Así que, ¿cómo enseñar la doctrina del pecado a los niños?
Creo que es esencial que los niños comprendan cinco cosas diferentes sobre el
pecado con el fin de entender realmente el concepto de pecado. Estas son:
1. ¿Qué es pecado?
2. ¿De dónde viene?
3. ¿Quién peca?
4. ¿Cuáles son las consecuencias del pecado?
5. ¿Cuál es la solución para el pecado?
CONSIDERACIONES PRÁCTICAS:
Este post es mucho más largo de lo que yo había previsto, por lo que voy a tratar
de mantenerlo corto, pero creo que hay algunas consideraciones prácticas que
deben tenerse en cuenta en la enseñanza de niños en edad acerca del pecado.
En primer lugar, a esa edad, los niños tienden a ser pensadores literales. Aunque
creo que el concepto de pecado es natural para ellos (es evidente en sus propias
vidas), es todavía un concepto y entre más ejemplos concretos le pueda
proporcionar será mejor. Dicho esto, tenga cuidado de no poner demasiado
énfasis en los comportamientos como en el pecado y recordar que el pecado es
más acerca de las actitudes del corazón que del comportamiento real que
manifiestan.
En segundo lugar, la repetición es la clave. Cuanto más pueda reducir el concepto
a pequeños “fragmentos” y repetirlos, más probabilidades hay de que los
retengan. Por ejemplo, una explicación del pecado puede ser bastante larga. ¡Este
artículo es prueba de ello! Pero, si lo reduce al mínimo, el pecado es “hacer lo que
queremos hacer en vez de lo que Dios quiere.” Utilice esta frase, o cualquier cosa
que se le ocurra una y otra vez. Pídale a los niños que se lo repitan. Incluso algo
tan simple como “todos pecamos. ¡Todo el mundo!” Puede ayudar a remachar el
clavo cuando se repite una y otra vez.
En tercer lugar, encuentre maneras de ayudar a los niños a que interioricen estas
ideas. No sólo les diga que todo el mundo peca, explíqueles qué es el pecado y
haga que encuentren maneras en que ellos pecan. Haga un juego de
demostración de ello. Puedo escuchar ahora…. “Bienvenido a una nueva edición
de ¡TODO EL MUNDO PECA!” Únase a nosotros para descubrir cómo la gente
común normal ha pecado esta semana.” El tema es serio, pero la presentación
puede ser divertida y ayudar a los niños a interiorizar los conceptos con ejemplos
de sus propias vidas.
A continuación, no creo que se pueda hacer justicia a la idea del pecado en una
enseñanza de 30 minutos. Considere la posibilidad de hacer una serie. Usted
podría considerar una serie de cinco partes tratando un poco más en profundidad
con cada una de las secciones tratadas más arriba.
Finalmente, por encima de todo, no subestime a los niños. No descarte su
capacidad de comprender porque son pequeños. Tengo un blog en el que abordo
diversas cuestiones relacionadas con el ministerio de niños, y me encuentro con
este punto viniendo en casi todos los artículos que escribo. Si yo pudiera imprimir
una cosa a la gente acerca de cómo trabajar con los niños es esta – “¡que son
capaces de mucho más de lo que les damos crédito!” ¡Las ideas que toman, su
simple tomar en conceptos complejos, su capacidad para comprender y su
apertura a las ideas me asombran más y más cada semana! Déjeme darle un
ejemplo de mi vida personal. Mi hijo, que ahora tiene ocho años, estaba
aprendiendo acerca del pecado y la cruz. Una noche, cuando él tenía cuatro años,
mi esposa y yo estábamos pasando un momento especialmente duro con nuestro
hijo adolescente, y yo había perdido la paciencia y comencé a gritar. Mi hijo de
cinco años de edad, se acercó a mí y dijo: “Está bien papá, el diablo hizo negro el
corazón de Josh por ahora, pero Dios quiere que sea rojo. ¡Él sólo tiene que
pedirle a Dios que lo haga!” ¡Lo diré otra vez… no hay que subestimar su
capacidad para comprender!
# 1 Que es pecado?
A una edad muy temprana (2-4), es difícil para los niños entender mucho más que
la idea de que el pecado es las cosas malas que hacemos. Conforme los niños
crecen creo que es importante ampliar esa definición muy rudimentaria. El pecado
no es sólo las cosas malas que hacemos. También es las cosas que debemos
hacer y que no hacemos. Se trata de las cosas que creemos y las actitudes que
tenemos. El pecado es básicamente hacer lo que queremos hacer cuando
queremos hacerlo en lugar de hacer lo que Dios quiere que hagamos. En otras
palabras, el pecado es cuando actuamos como nuestro propio dios en lugar de
dejar a Dios ser Dios.
Me parece que los niños están en realidad muy en sintonía con este concepto.
Ellos saben que toman malas decisiones, y tienen malos pensamientos, y no
siempre hacen lo que se supone que deben. Ya sea que los padres de los niños
les peguen, o que tengan “conversaciones” con ellos, o ponerlos en tiempo de
espera, los niños entienden lo que significa pecar. Es más una cuestión de
hacerles entender que esas cosas son pecados más que cualquier otra cosa.
Ejemplos concretos de pecado a los que los niños pueden relacionarse mejor son
en la edad primaria.
En algún momento, es fundamental que los niños entiendan que el pecado es algo
más que una cuestión de comportamiento. Es importante que entiendan que el
pecado viene del corazón (Mateo 15:18-19). El comportamiento puede ser
corregido sin tener que abordar el problema del pecado, y es importante que los
niños entiendan que el pecado es menos acerca de una acción específica y más
acerca de la actitud del corazón que da lugar a esa acción. Con los niños de
primaria, creo que es importante encontrar maneras para que ellos entiendan lo
que sus acciones revelan acerca de sus corazones. Por ejemplo, la niña en la
escuela que no se sentará con el nuevo chico porque a sus amigos no les agrada
pone de manifiesto que la aceptación de los niños es más importante para ella que
Dios – un pecado. El niño que ve la televisión cuando sus padres dicen que
debería estar haciendo su tarea no quiere someterse a la autoridad – un pecado.
El niño que golpea a su hermana porque ella trata de pedirle prestado sus bloques
de construcción tiene un problema con el egoísmo – un pecado.
Al transmitir la idea de que la acción externa no es tanto el pecado como la actitud
de fondo del corazón que da lugar a la acción, sentará las bases para la discusión
posterior acerca de la solución para el pecado.