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AYUDE A SUS HIJOS A VIVIR VIDAS SALUDABLES

Kay Warren

Mi experiencia personal

Tengo tanto que decir acerca de este tema que podría llenar probablemente dos o tres talleres y
escribir un libro acerca de ello. Crecí en la casa de un ministro y ahora estoy casada con un
ministro. Esta es realmente la única vida que he conocido. Lo he experimentado todo, ser el niño
que crece en una familia donde su padre es pastor, casada con un pastor y ahora criar a mis
propios hijos en el ministerio. Creo que tengo mucha experiencia acerca de lo que está bien y lo
que está mal en las casas de los ministros y todo lo que pasa cuando los hijos crecen en el
ministerio.

Cuando yo crecía en la casa de mi padre, un pastor de los años 50 y los años 60, puedo
recordar muy claramente dos frases que oí repetidas veces. Una era “No puedes hacer esto.
Eres la hija del pastor.” Entonces al otro lado escuchaba, “Tienes que hacer esto. Porque eres
la hija del pastor.” Comprendí que el mensaje era de extremos. Los hijos de ministros van a oír
mensajes variados de la gente, acerca de lo que ellos deben hacer por ser hijos de ministros y
por otra parte, hay algunas cosas que ellos no deben hacer. Espero que usted nunca sea una
de estas personas que les da este tipo de mensajes a sus hijos.

Restricciones típicas

Para mí, crecer como la hija de un predicador Bautista del Sur en los años 50 y los años 60, era
crecer en un ambiente muy estricto. No se podía bailar, no podíamos ver ninguna película.
Podíamos jugar a las cartas mientras ninguno de los miembros de iglesia nos descubriera. Si
ellos tocaban a la puerta, los naipes se guardaban en su sitio muy rápido. Pero yo sé que mis
padres eran gente muy piadosa. Incluso, a pesar de que me resistía a algunas cosas creciendo
como la hija del pastor, no era tan malo para que yo no deseara esa misma vida para mí.
Cuando Dios me dijo que yo iba a casarme con Rick Warren, no fue tan difícil, la verdad es que
es que estuve de acuerdo con eso.

A pesar de todo, durante estos años criando a mis hijos, hay algunas cosas que me gustaría
compartir con usted. Aunque sé que algunos de ustedes han sido padres por más tiempo que yo,
creo que tengo algunas cosas valiosas que compartir.

Lecciones que hemos aprendido como familia los Warren

Hay tres lecciones principales que Rick y yo hemos aprendido sobre ayudar a nuestros hijos a
sobrevivir en el ministerio. Esta es nuestra tarea primordial como padres; dejarles saber que Dios
los ama. 1 Juan 4:10 dice, “En este acto vemos cual el verdadero amor es. Esto no es nuestro
amor por Dios, pero Su amor por nosotros.” El Salmo 117:2 “Ya que Él nos ama y Su amor es
para siempre.”

Lo que debemos hacer como padre es….

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INFORMARLES

I. Dios les ama

El amor de Dios es incondicional. Sabemos esto muy bien. Pero el problema es que la
mayoría de nosotros no lo vivimos. Es algo que sabemos, le decimos a la gente, lo arrojamos
sobre ellos, pero no sabemos vivirlo nosotros mismos. David Seamans dice “Hace muchos años,
llegué a la conclusión de que las dos causas principales de los problemas emocionales entre
cristianos evangélicos son éstos: el fracaso a entender, a recibir y vivir la gracia incondicional de
Dios y el perdón y la inhabilidad de dar aquel amor incondicional, perdón y gracia a otra personas.”

Vivir una vida que ejemplifica el amor y la gracia de Dios

Leemos, oímos, creemos una teología de la gracia pero no la vivimos.


Creemos en la gracia intelectualmente, en nuestras cabezas, pero
no llega a nuestros sentimientos de nivel visceral o a nuestras
relaciones. Esto es lo principal. Las Buenas Nuevas del
Evangelio de gracia no han penetrado al nivel de nuestras
emociones.”

Como esto funciona en la realidad es una tragedia porque pensamos que conocemos lo que es
la gracia y podemos explicarlo a otras personas y podemos predicar acerca de ella y podemos
dar clases, pero no sabemos vivirla, y de la misma manera tampoco la comunicamos a nuestros
hijos. En vez de enseñarles que Dios es el Dios de gracia, que Dios es el Dios de segundas
oportunidades, que Dios es a quien ellos deben correr con sus problemas; por nuestra propias
carencias, les enseñamos que Dios es realmente alguien que deben evitar. Con nuestras propias
vidas les mostramos, por ejemplo, esto.

Pienso que la lección más importante que le posemos enseñar a nuestros hijos, como niños que
están ante el ojo público, es este concepto verdadero de Dios: que Dios es Dios de gracia. Si
usted les enseña a sus hijos, de alguna manera, que Él es alguien a quien deben evitar, cuando
ellos tienen tiempos difíciles, ¿a dónde piensa que ellos van a querer correr?

Si usted no les ha enseñado la clase de Dios que adoramos y en quien creemos, buscarán las
respuestas en otros lados. Les debemos enseñar la verdad de Romanos 8, que no hay nada que
pueda separarlos de la gracia de Dios, ningún error tonto, ningún pecado intencional, ninguna
tontería, ninguna inmadurez, nada que ellos pueden hacer alguna vez los separará del amor de
Dios. Esta es la base de la teología. Aquel cuadro de Dios como un Padre amoroso, que da
gracia, es el cuadro en el que se base toda su verdad. Si ellos no conocen esto, ellos vivirán toda
sus vidas con una deficiencia, con una opinión deformada de quién es Dios y esto malformará su
opinión de Él en otras áreas de su vida.

Usted probablemente conoce algunos hijos de pastores. Cuando menciono estas cosas, incluyo
a mi propio hermano y el hermano mayor de Rick, quiénes de alguna manera no conocieron esta
lección acerca de Dios, que Dios es un Dios de amor. El hermano de Rick siempre estaba al final
en algunas cosas. Mi hermano siempre estaba por debajo y al final en algunas cosas. Mi dolor es

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Que ha sido un adicto a la heroína y está en la cárcel. Salvo violación, y asesinato, él ha
hecho de todo para apoyar su hábito y adicción a la droga. Cuando le hablé hace unos
meses, (él se recupero de su adicción a la heroína hace más de siete años) lo que más me
entristecía es que él todavía no acude a Dios. Después todos estos años, su respuesta es “me
siento tan culpable. Cada vez que me acerco a una iglesia, tú, Mamá y Papá, siempre me hacen
sentir tan culpable.” Le dije, “Bueno, debido a las cosas que tú has hecho en tu vida, a lo mejor
la culpa es legítima.” Él me dijo, “Sí así es. Pero cada vez que me acerco a Dios el peso es mayor.”

De alguna manera el perdió el camino. De alguna manera nunca supo que se puede dirigir a
Dios en medio de sus errores, que no debe evitarlo sino buscarlo.

Nuestra reacción como padres y el perdón de Dios

Uno de mis hijos, hace un par de años, me confesó algo. Una confesión
que rompió mi corazón. Yo sentí que me desplomaba y estaba muy
impresionada. Mi primera respuesta fue, “¡voy a matarte!” Tú me has
decepcionado. Estoy defraudada, decepcionada por lo que has hecho.
Cuando mi hijo en medio de sollozos me dijo: “Mamá, por favor
perdóname.” Dije, “Ok, Dios, realmente quiero matarlo. Realmente quiero
darle rienda suelta a todas las palabras amargas en las que puedo
pensar.” Pero en algún sitio en mi cerebro, el Espíritu Santo dijo, “Tienes la
oportunidad de mostrar la gracia de Dios. Tienes la oportunidad de mostrar
Mi gracia.” Entonces le dije a mi hijo mientras lo abrazaba, “Me has lastimado. No puedo negar
esto. Pero te perdono.”

Si no les enseñamos que Dios es Dios de perdón, ellos cojearán por la vida justo del modo que
algunos de ustedes cojean hoy, porque usted todavía no entiende la parte principal de Dios, no
entiende que Dios es un Dios de amor y de gracia.

Aprovechando las oportunidades de apertura y el compartir con nuestros hijos

Robert Wright, el secretario del trabajo de Clinton dijo, “Mis hijos son adolescentes y se parecen
a las almejas. Usted nunca sabe cuando ellos van a abrirse. No pasa muy a menudo, pero si
usted quiere oír lo que ellos tienen que decir, usted tiene que pasar tiempo con ellos.” Hace unas
semanas mi hijo y yo estábamos en la playa y recogí una almeja. El niño había lanzado todas
estas cosas extrañas a la orilla. Me senté y lo miré, y al mismo tiempo pensé, “Están muertas
estas cosas, no hay nada dentro de ellas,” de repente se abrió y luego se cerró con rapidez. De
alguna manera me recordó que nuestros hijos se parecen a las almejas.

El versículo que dice, “Saben bien la condición de sus


ovejas,” siempre lo dirigimos a pastores y decimos “Pastor,
¿conoce bien la condición de su iglesia?” Pero padres, “
¿Conocen bien la condición de sus hijos?” Ellos se
parecen a aquellas almejas que se abren y si usted no
agarra ese instante, cuando ellos tienen algo que decir,
usted ha perdido la oportunidad.

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Cuando mi hijo vino a confesarme lo que había hecho, me di cuenta que si yo hubiera visto y
observado algunas de las señales, lo podría haber prevenido. No hice caso de algunas cosas.
Me perdí de algunos momentos. Yo no conocía bien la condición de mi hijo.

De este modo, conozca bien la condición de sus hijos y sea capaz de mostrarles la gracia
incondicional de Dios.

II. NOSOTROS LOS AMAMOS

Directamente, relacionado a que Dios los ama, debemos enseñarles, además de este principio
de base, que nosotros Los amamos.

Los padres somos modelos

¿Quién puede proporcionarles el cuadro más claro del amor incondicional de Dios a sus hijos si
no es usted? Rick y yo somos los ejemplos que Dios ha formado para mostrarles a nuestros
hijos su amor incondicional. Si no tengo esto claro en mi vida, no lo podré hacer, porque lo que
no está en mi corazón, no ocurrirá.

Una de las armas que como padres cristianos tenemos en nuestro arsenal, que no la tienen los
padres que no tienen una relación con Dios es esta línea: ¿“Qué pensaría Jesús?” Esa pregunta,
aunque las cosas se pongan un tanto complicadas y no sea lo que usted quiere, pensar en lo
que Jesús haría, a largo plazo les enseña a pensar en lo que Dios quiere para ellos. No es una
frase para ser usada como un arma en la disciplina de sus hijos. Hablamos de equilibrio. Los
adolescentes hoy usan pulseras con las letras QHJ o WWJD - ¿Qué Haría Jesús? Esto es una
frase que debemos tomar desde una perspectiva positiva. No esta destinada para avergonzarlos,
sino para animarlos a pensar en cómo Jesús reaccionaría en una situación similar. Muchas
veces yo he usado esa frase, pero como algo no positivo. Yo sabía que podría conseguir lo que
quería, dependiendo de cómo la usaba. Eso no les enseña gracia. Eso les enseña, en cambio, a
huir de Dios.

Nuestras acciones demuestran amor condicional

Es necesario edificar un estilo de crianza para que nuestros hijos conozcan y experimenten la
gracia de Dios en sus vidas. Muchos padres cristianos tienden a manifestar un amor condicional,
más que amor incondicional. No lo decimos así, pero lo demuestran nuestras acciones. Está
implícito en nuestras reacciones con nuestros hijos. “Sí tu eres bueno, Mamá y Papá te amarán.
Si sigues las reglas, pasaré tiempo contigo. Si haces cosas de la manera que quiero que sean
hechas, podemos ser amigos.” Eso es amor condicional. No la clase de amor que Dios nos da.

Quiero hablar un poco de la gracia contra el control. Pienso que como padres bien intencionados,
a veces les damos a nuestros hijos listas de cómo deben comportarse, lo que es inaceptable y lo
que es aceptable. Con cuidado las escudriñamos para evitar alguna confusión o interpretaciones
erróneas.

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Nuestras experiencias determinan la manera que criamos a nuestros hijos

Si usted tiene a alguien en su familia, que alguna vez cometió un error de


esos garrafales, usted probablemente tiende a sobre corregir a sus hijos.
A causa de que mi hermano tuvo problemas en su vida y experimente en
carne propia el dolor que vi causarle a mi familia, cuando veo que mis hijos
alguna vez mienten, yo pienso “tengo un criminal en potencia”. Pienso, se
van a convertir en una especie de psicópata. Tiendo a sobre corregir y ser
súper fuerte con ellos. Este no es la manera en que Dios lo haría o el modo que tiene para
nosotros. Una mentira infantil o algo más, pueden ser hechos que a veces podemos sobrecrecer
de proporción.

Debemos ver si somos demasiados controladores o rígidos con nuestros hijos

1.Usted puede saber si usted es demasiado rígido o demasiado controlador cuando


usted está más preocupado por lo que los demás piensan de usted que por las
necesidades de su niño.

Mi hijo más joven padece de algunos desórdenes químicos, desequilibrios químicos,


ADHD severo. Él tiene muchas cosas que son parte suya. Sentarse durante una hora
en la Escuela Dominical va más allá de sus límites, y es posible que comience a tener
problemas de comportamiento. El mejor tiempo para él, es sólo participar del servicio
del domingo, y es a ese servicio al que quiero que vaya, por que lo otro sería algo muy
tortuoso para él. Él había comenzado a odiar la iglesia y a lamentarse cuando tenía que
escuchar a su papá predicar. Eso no está bien. Entonces le permitimos que faltara a los
servicios donde tendría que sentarse por largo tiempo. En otras situaciones el puede
correr alrededor, saltar - él sólo tiene que quedarse quieto durante poco tiempo. Pero
no lo obligamos a ir a un servicio donde tenga que estar sentado todo el tiempo.

Vivir de acuerdo a la palabra no basado en lo que piensan los demás

El punto es, porque conozco a mi hijo, lo dejo salir, pero antes no consideraba que eso era lo
correcto, ahora lo sé, porque es lo que él necesita. No estoy preocupada acerca de lo que
alguien pudiera pensar de mi estilo de crianza. No soy responsable de algunas de las decisiones
que toman mis hijos. A veces, como padres, que crecimos en casas de ministros, lo que
conocemos es lo que enseñamos, pero no necesariamente nos enseñaron lo correcto. En
algunas cosas mis padres se equivocaron. Nosotros dirigíamos muchas veces nuestras vidas
basados en la pregunta: “¿qué pensará la gente?” Este concepto es una de las cosas más
destructivas que un padre puede hacer.

Si usted vive su propia vida así, viviendo para complacer a los miembros de nuestra iglesia, y
esa pregunta está en su mente todo el tiempo: “¿Qué pensaría la gente si ellos nos ven hacer
esto u aquello? ¿Qué pensaría la gente si ellos oyen sobre este tema? … ” Usted le pasará ese
mismo concepto a sus hijos. Usted los enseña, inconscientemente, a que ellos miren todo a
través de algo que no es nada sano “¿Qué pensaría la gente?” Viviendo sólo para complacer a
los demás. Esta manera de vivir es muy destructiva. Si usted hace este tipo de cosas o piensa

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de esta manera, pues usted es demasiado rígido. Si usted está demasiado preocupado por lo
que la gente piensa, y esto excluye las necesidades de sus hijos, su vida no tiene equilibrio y no
es saludable.

2.Cuando usted les hace sentir a sus hijos que los ama con algunas reservas, que los
ama cuando ellos guardan las reglas, cuando ellos han hecho lo que usted quiere y
que, cuando se comportan bien es el único tiempo que usted está feliz con ellos, que
les dejará ver su gozo, que compartirá su risa, que los abrazará, ¡eso es lo que
aprenderán de Dios también! Sus hijos necesitan abrazos y sonrisas aún cuando ellos
le han desobedecido, cuando ellos han hecho cosas tontas. Ellos tienen que verlo,
porque nuestro lenguaje corporal cuenta. Usted puede decirles, "Te amo”, pero su
lenguaje corporal les indica lo contrario. En medio de sus errores, ellos también
necesitan su amor en acción, su ternura y sus abrazos.

Las emociones y sentimientos nuestros no deben guiar las situaciones difíciles con
nuestros hijos

Mi hijo menor tuvo una de esas explosiones de adolescente hace un tiempo atrás. Su papá
intervino y le habló. Ellos lo resolvieron. Yo tuve que dejar que Rick lo manejara por que yo
estaba aún muy molesta, tenía que darles espacio para poder resolverlo. Aún un poco molesta
entré a la habitación donde ellos estaban, los dos tirados en la cama, y mi hijo me dice: Mamá,
te amo, te tengo que abrazar. Yo estaba molesta, y todavía me molesta lo que hizo, mientras
me abrazó yo no le regresé el abrazo, porque necesitaba unos minutos para que Dios retirara la
cólera de mi corazón, le pedí a Dios: Dios ayúdame a dejar ir mi molestia, por que él necesita un
fuerte abrazo.

Lo que siente es normal, pero Dios lo puede ayudar. Asegúrese que usted no tiene una
sensación que no ha manejado todavía cuando trata con sus hijos, por que eso les demostrará
que les ama con reservas.

Animemos más que criticar

3. A veces tendemos más a la crítica que al elogio y no animamos a los demás como
Dios nos manda. Podemos impactar a nuestros hijos positivamente animándolos y
motivándolos más que criticándoles. Criticamos más de lo que elogiamos y animamos.
Sí, criticamos más de lo que animamos. De nuevo recuerdo lo que significó para mí el
crecer en la casa de un pastor, allí escuche todo lo que se puedan imaginar acerca de
lo que podía hacer y lo que no podía hacer y las razones detrás de ello. Una de las
maneras en que podemos animar a nuestros hijos, sobre todo mientras estamos en el
ministerio, es defendiéndolos.

Defendamos a nuestros hijos

No recuerdo que mis padres me hayan defendido alguna vez. Debido a la cultura de la época, no
me defendían. Básicamente lo que recibí fue la critica constante de muchos de los miembros de
la iglesia. Crecí en iglesias pequeñas, y las iglesias pequeñas, tienen como característica que
todos se conocen. Todos los padres te quieren ayudar en la crianza de tus hijos. Ellos los

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quieren corregir, y cuantas otras cosas se les ocurre para ayudarte. En una iglesia grande, mis
hijos pueden esconderse y protegerse de este síndrome, un poco mejor. De veras que esto ha
sido una bendición para ellos.

Asegurémonos que los límites que establecemos para nuestros hijos son respetados

Este mismo domingo, comuníqueles a las personas que están directamente involucradas con
sus hijos en el ministerio dos cosas:

?Que no quiere favores especiales a no ser que sea algo que ellos requieren.
?Que no quiere tampoco que les exija más que a los demás.

Es importante hacerle saber a las personas que se encargan de la enseñanza en su iglesia que
pueden hablar con usted, sin miedo. Usted les debe comunicar que quiere saber su progreso y
cómo se comportan. Eso es importante como padre. Sé que algunas situaciones se encuentran
con madres y padres que, si les dicen algo de sus hijos, sacan las garras, pero del otro lado de
la moneda, usted también debe hacerles saber a sus hijos que si reciben un trato injusto, usted
los defenderá.

Tengamos expectativas realistas de nuestros hijos

4.El esperar que nuestros hijos tengan éxito en todo no es realista. Una de las
historias más tristes que leemos en las noticias es acerca de adolescentes que
mueren por que se han practicado un aborto, porque era la única opción que ellos
veían, porque decirles a sus padres, ni siquiera lo considerarían. Terminan matando
un bebe y perdiendo su vida, o si sobreviven, tiran al bebé al bote de la basura. Esta
situación rompe mi corazón cada vez que lo escucho o leo. Es necesario que nuestros
hijos sepan que, no importa lo que hayan hecho, ellos nos pueden hablar.

Debemos abrir caminos de comunicación con ellos, donde sientan que pueden transitar con
confianza. Asegurarnos que nuestro sistema de familia les permite fallar y cuando eso ocurre
recibirán corrección, ánimo para seguir adelante y que caminaremos con ellos en las
consecuencias de sus acciones. Es así como encontraran el amor incondicional y la gracia.

Establecer prioridades participemos en lo que es importante para nuestros hijos

5.Muchos de nosotros anteponemos las actividades de la iglesia a otras actividades


como deportes, juegos entre escuelas, u otras cosas suplementarias en las cuales
nuestros hijos están involucrados.

Cuando yo crecía, otra vez debido a la cultura del tiempo, las noches escolares, evento de
alguna exhibición, o cualquier otra cosa que tomara lugar un miércoles, me garantizaba que mis
padres no asistirían. Cómo podría mi padre, siendo pastor de una pequeña iglesia, ausentarse,
no había nadie más para asumir su rol, así que él no podía marcharse. Era inconcebible el faltar
a un servicio de miércoles en la noche. Yo entendía esta situación hasta cierto grado, pero
hubiera ayudado si me hubieran dicho: No hemos asistido a ninguno de tus eventos en la

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escuela, esta semana conseguimos que uno de los hermanos tomara mi lugar para poder
acompañarte. Cuando ponemos la iglesia por encima de todo lo demás, enseñamos a nuestros
hijos que ellos no son realmente importantes en nuestro esquema de las cosas, y que de alguna
manera, Dios y el ministerio están entrelazados y que cuando algo pase, el ministerio tomará
prioridad. Esto es un error.

Hay un libro que, no sé si ya está en español, de Donald Sloat, Creciendo Santo, que habla del
parecido entre una casa de ministros y una casa de alcohólicos, valdría la pena si lo puede
encontrar. Este libro nos ayuda a darnos cuenta que, cuando no hay equilibrio en nuestras
casas, esto llevará a nuestros hijos a formar hábitos muy parecidos a los hijos de padres
alcohólicos.

La meta es un hogar equilibrado y saludable

Una de las características de un hogar alcohólico es no hablar de los sentimientos. En estas


casas las personas dicen lo que el que la dirige quiere que digan, no lo que sienten o quisieran
decir. Le dicen qué decir, cuándo y a quién, nunca mencionan la palabra: Siento o Yo siento.
¿Qué le enseña esto a su hijo? Definitivamente a guardar sus sentimientos verdaderos.

Si existe algún conflicto entre hermanos, lo más fácil es enseñarles a expresarlo sanamente, no
decirles qué decir. Es bueno darles su espacio para que lo resuelvan. Una vez que ya lo hayan
platicado, usted puede intervenir, permítales expresar sus sentimientos no a negarlos.

Permitir un espacio para expresar dudas y encontrar su propia fe

Es importante que nuestros hijos aprendan a confiar en sus propios pensamientos y emociones,
más que en los de otra persona. Es normal que tengan dudas, ellos tienen que desarrollar su
propia fe, una fe firme independiente de su Mamá y Papá dicen. Si usted no les da esa
oportunidad, si usted no los proporciona un espacio para que ellos puedan expresar sus dudas,
comunicar sus preguntas, entonces usted no les esta ayudando.

Cuando mi hija iba a una Escuela Católica (Por que nos dimos cuenta que era la mejor cerca de
la casa) y ella vino a casa diciendo: “Ellos nos enseñan en la escuela… (y a mí me parece
realmente bien) ¿Por qué creemos…? ¡¡" Mi primera reacción fue “la he arruinado de por vida!!
Esa reacción fue un error. Comenzamos a dialogar y conversar juntas y esto nos proporcionó
tiempos muy lindos para hablar de la fe y por qué. Yo le decía: “Mira miremos algunas cosas
juntas en la Biblia,” otras veces le animaba a buscarlo ella y luego, cuando estuviera lista,
platicábamos acerca de lo que pensaba. Hoy en día tiene una fe sólida y bien cimentada en la
Palabra, esto se debe a que le permití un espacio para abiertamente hablar de sus dudas.

Enfrentando retos difíciles

Mi hijo menor, del cual ya les platiqué, a veces tiene problemas para creer en Dios, tiene tantos
desafíos en su vida. Cuando está con los ánimos bajos él me dice: No creo en Dios Mamá, tú y
mi Papá son unos tontos. Tú has perdido tu vida. Lo que le enseñas a la gente es un manojo de
mentiras.

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¿Cuál es nuestra primera reacción? ¡“Bien! Yo sé que es verdadero. ¡Sabemos que Dios es
verdadero!” y le golpeamos con todas las Escrituras sobre la existencia de Dios. Lo que he
aprendido es que lo que le hace falta es que lo sostenga en mis brazos, y le cuente acerca de mi
vida, le comparta lo que he pasado yo, “hubo algunas veces en mi vida cuando pensé que Dios
no era verdadero tampoco. El dolor era tan profundo que en ese tiempo me fue difícil creer que
había un Dios. Yo no pensaba que hubiera, de verdad un Dios, y que si era cierto que Él me
amaba, no hubiera permitido esto en mi vida. Se cómo te sientes. Es un lugar verdaderamente
difícil para estar.”

No le de un sermón, una conferencia, las cincuenta cosas por qué ellos no deberían sentir o
pensar lo que sienten y piensan. Deje que sus hijos duden y expresen aquellas cosas que a
final de cuentas, harán que su fe crezca. Tenemos tanto miedo de esta clase de
cuestionamientos, tememos perderlos. Es solo cuando reaccionamos, que ellos desarrollan
temor y pudiéramos darles a entender que sus dudas tienen base. Cuando hablamos con ellos
tranquilos, razonablemente, entendiendo sus sentimientos, tiene una mejor posibilidad de
ayudarlos que si reacciona en pánico.

Aceptando las sensibilidades de los demás

A veces decimos con nuestra actitud y acciones: No Sienta. Les comunicamos a nuestros hijos
que ser sensible no está bien, que si fueran menos sensibles no los lastimarían, que debería
estar feliz y contento todo el tiempo. Les decimos que sus sentimientos son ilegítimos, que ellos
no deberían tenerlos. Cuando usted hace esto, usted anima a sus hijos, otra vez, a creer que
Dios se equivoca. Déjeles quejarse sobre estar en una familia ministerial. Lo que hacemos no es
un picnic todo el tiempo, ¿verdad? No, entonces está bien que le digan: “Yo odio cuando…”

Mis dos hijos mayores fueron a un viaje misionero a Mexicali y por alguna razón, no sé todavía,
ellos no la pasaron muy bien. Salimos a comer una vez que regresaron y nos contaron lo duro
que era ser nuestros hijos… Confrontaron varias situaciones difíciles, donde, el ser hijos de Rick,
no le hizo la situación más fácil. En algunos casos, su conducta no fue la mejor y las respuestas
que dieron tampoco fueron las más corteses, pero fue una larga semana de confrontaciones.

Mostrémosles a nuestros hijos los que es el ministerio en realidad

Queremos enseñarles que existe un ministerio positivo. Hay ventajas, algunas ventajas que son
increíbles. Usted quiere enfatizar esas, pero sin excluir lo negativo, los tiempos cuando es difícil.
Debemos dejarlos expresar esos sentimientos.

Expectativas erróneas

En ocasiones queremos hacer los que otros quieren que usted haga, siempre sacrificando por
ser ministros, hasta el punto de sólo llevar la ropa usada de los demás. A lo mejor usted les dice:
“Como familia debemos sacrificar, rendirnos antes las exigencias…” sabe, usted se equivoca.
Ellos son sus hijos y tienen sentimientos y van a haber algunas veces que ellos no quieren nada
de eso. Anímelos a expresar sus sentimientos.

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Lo básico

La clave es que debemos enseñarles que Dios les ama incondicionalmente, que usted, como
padre le ama incondicionalmente.

Queremos que ellos sepan que estÁ Bien amarse. Queremos que sepan que expresar su amor
y cariño es algo bueno. Mateo 22:39 “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” En este versículo
podemos ver que esta implícito el amar a su vecino, al menos al grado que usted se ama. Si le
damos un mensaje deformado sobre el cariño y amor de Dios y un mensaje deformado sobre
nuestro amor por ellos, será difícil para ellos desarrollar esta área que les permite amarse y
valorarse.

El respeto personal y mutuo

El amor que se manifiesta saludablemente le enseña a respetarse, respetar sus cuerpos, poner
límites. Si ellos no se aman y si ellos no se valoran, pues será más fácil que se metan en líos,
prematuramente.
Nuestros hijos tienen áreas en las cuales se pueden sentir mal acerca de si mismos. Mi hija, por
mi ejemplo, ha tenido problemas con su peso. El del medio es pelirrojo y todo el mundo se mete
con el y bromean acerca de su color de cabellos. El más pequeño es una cosita flaca. Hay algo
que no les gusta acerca de sí mismos. Nuestra labor como padres es enseñarles que Dios los
ama y Él los hizo así, aun si esto es un concepto difícil, debemos enseñarles que su carácter es
lo que importa más que su aspecto físico.

Algunas de estas situaciones no son fáciles de aceptar, en especial si sus hijos están entrando a
la adolescencia. Pero, sí es una verdad que queremos seguir poniendo en sus vidas,
suavemente, que entiendan que ellos son valorados, no porque ellos saquen las mejores notas,
ni por ser los que tienen mayores logros, sino porque, independientemente de todo eso, ellos
son valorados debido al amor de Dios por ellos. Está bien amarse.

Estas son algunas de las cosas acerca de las cuales les debe informar como padre.

DEJARLES CRECER

Permitir su crecimiento por etapas

Tenemos que dejar a nuestros hijos crecer por etapas.


Nuestros hijos crecen por etapas y debemos estar listos para
ello. El problema es, al tiempo que le toma entender esto ya entro
en la siguiente etapa, ellos se mueven rápido al próximo nivel.
Entonces usted está constantemente en este estado de desequilibrio,
porque cuando finalmente aprende una etapa, ya ellos están en otra situación
y usted siempre tiene que aprender algo más.

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Etapas de Crecimiento

Hay tres maneras en las que crecen:

?Socialmente
?Sexualmente
?Espiritualmente.

Socialmente

Esta etapa tiene mucho que ver con su apariencia, la ropa que ellos llevan puesta, el modo que
ellos se peinan, etc. Nuestro trabajo es enseñarles modestia y lo que es propiedad. Además de
esto no puedo darle ninguna regla. Mucho de esto depende de dónde usted vive.

Dependiendo de donde vive, lo que es adecuado en su ciudad no lo es en otra. Si usted vive en


los Estados Unidos, existen ciudades donde llevar un sombrero de vaquero y botas son algo que
los adolescentes les gusta usar. Si usted vive en California, su adolescente sería hecho trizas
con algo así. La vestimenta es un signo exterior de prestigio, en cada país, ciudad o región las
reglas varían.

Reglas razonables

Una de las cosas en términos de ropa que quiero que entendamos es que, el vestuario está en
la mente, quiero decirle - usted tiene que elegir el campo de batalla en el cual usted quiere
morir como padre. La crianza de los hijos es como una serie de batallas. Usted no puede
emprender ofensivas en todas las áreas al mismo tiempo. Usted tiene que elegir las cosas
estratégicas por las que usted no cambiará de opinión, las reglas y límites que usted pone
acerca de algunas cosas en particular y por las cuales esta dispuesto a morir, tales como ropa
y pelo.

Mi hija pasó por lo que llamo su “etapa de muchacho” cuando ella fue al liceo, mi hija quiso
hacer compras en el departamento de los muchachos. Camisetas holgadas grandes, zapatos
grandes. ¡Todo lo que ella necesitaba era un sombrero de construcción! Durante
aproximadamente seis meses, esto era todo lo que ella se ponía. Ella es la primera, y los
primeros son conejillos de indias. Le he pedido perdón muchas veces: “realmente siento que
eras el conejillo de indias, pero, así es el trato de Dios. Usted puede hacer un escándalo sobre
lo feo que es o cómo es poco atractivo y nada femenino. Usted puede gritar, decir mil cosas,
pero en la mayoría de las veces, la solución es algo a lo que ellos mismos llegan con un poquito
de tiempo.

Lo que busco es la modestia y la propiedad. Si mi hija hubiera querido llevar puesta alguna
pequeña pieza de vestir que no dejara nada a la imaginación, yo habría dicho, no. Hay límites,
pero se establecen en áreas no negociables, cuando es algo de trascendencia.

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Otros ejemplos

Mis dos hijos se afeitaban sus cabezas. Ellos parecían pequeñas víctimas de cáncer. Para mi
eso no es nada atractivo y siempre se los digo. Se los digo de una manera cariñosa, por que no
es algo tan importante. Las cabezas afeitadas son el equivalente al pelo largo de su padre. Los
padres de Rick le dejaban el pelo largo. La frase favorita de su padre era: Pues déjeselo largo
mientras pueda por que se le va caer todo. Era una actitud realmente sana sobre ese asunto.
Hay tantas cosas más importantes qué discutir y por las cuales debemos luchar, que cosas
como éstas.

1 Samuel 16:7 “el Señor no mira lo que mira el hombre. El hombre mira el aspecto externo pero
el Señor mira el corazón.” Recuerde esto cuando los ve vestidos con una ropa fea y poco
agradable. Mientras ellos desarrollan su carácter. Usted tiene que recordar esto.

Sexualmente

Los cristianos han hecho un gran progreso en los últimos veinte años al reconocer y empezar a
tratar cuestiones sexuales, pero todavía tenemos mucho camino por delante. Al menos
podemos decir "sexo" sin tartamudear y esto es una gran mejora.

Manejando la sexualidad sanamente

Lo reconozcamos o no, nuestra identidad entera esta amarrada a la sexualidad. Usted entró en
el mundo definido por la sexualidad y usted pasará por su vida entera definido por la sexualidad.
El estar cómodo con esto y hablar con sus hijos de ello, de un modo natural, y ayudarles con sus
preguntas a crecer, es una de las mayores cosas que podemos hacer por ellos.

Algunas sugerencias:

a. Diríjase a ellos tan naturalmente como es posible.

Si este no es un tema cómodo para usted, usted podría leer, conversar con su pareja, un amigo,
pidiéndole a Dios que le ayude a soltarse un poquito. En mi casa, mi mamá no podía decir la
palabra "sexo". Esto era un tema muy penoso para ella. Crecí sintiendo, “hay algo realmente
malo aquí con esto que yo no deba saber sobre este tema.” Lastimosamente fui violada cuando
era una niña.

Cómodos con nuestra sexualidad

En parte, la importunidad con un sistema de familia que no trataba de un modo saludable la


sexualidad, hizo que mi crecimiento fuera de un modo confuso. Entonces, una de mis oraciones
siempre era, “Dios, te pido que yo no repita o cometa los mismos errores con mis hijos. Sé el
daño que esto causó en mi vida. Sé cómo he tenido que trabajar para crecer, para ganar esta
batalla. Dios, ayúdame a no hacer esto con mis hijos”

Ayude a sus hijos a vivir saludablemente Mensaje 12


¡Sé que Dios ha dado respuesta a mis oraciones, por que mis hijos me preguntan las cosas más
increíbles! Ellos vienen al punto y me preguntan cosas. Ahora el mayor tiene casi 19, creo que
he dejado de tartamudear y mi nivel de comodidad sigue creciendo. Pero sé que ellos tienen una
opinión más sana de la sexualidad debido a su comodidad en hacer preguntas.

Si sus hijos no le hacen preguntas en esta área, usted debe examinarse, y ver por qué no se
sienten cómodos, debe trabajar en esta área.

Expresemos afecto con libertad

Debemos ser afectuosos con nuestros hijos, abrácelos, ámelos, béselos. Constantemente toque
a sus hijos, demuéstreles su amor.

Estudios han mostrado que los niños que reciben afecto y contacto físico en casa, son menos
propensos a tener el sexo prematrimonial. Cuando aquellas necesidades, sus tanques
emocionales están llenos de afecto y amor y un contacto físico saludable, ellos no se
impacientan por buscar en otro lado lo que ya han recibido de su familia.

Demuestre su afecto en público

Es importante que sus hijos lo vean expresar su afecto como pareja el uno con el otro. Hay
límites, pero el punto es, si ellos nunca le ven besar, abrazar, sosteniendo las manos de su
pareja, siendo juguetones el uno con el otro, entonces ellos van a pensar que hay algo
incorrecto en su relación. Asegúrese que usted demuestra su afecto.

Espiritualmente
Guiados por Dios en su vida

Nuestra tarea como padres es ayudarles a ir de decisiones tomadas por nosotros a decisiones
personales serenas, y por último a decisiones controladas por Dios. Esto es el proceso por el
que queremos conducir a nuestros hijos.

Cuando ellos son jóvenes, tomamos todas las decisiones - donde ellos pueden ir, lo que ellos
pueden hacer, con quiénes pueden estar, cuándo se tienen que acostar, etc. Al ir creciendo,
debemos animarlos cada vez más a tomar sus propias decisiones, podemos animarlos
haciéndoles preguntas: ¿Qué quieres hacer hoy? ¿Dónde quieres ir?

De ayudarlos, de sólo ver las opciones, a tomar decisiones controladas por Dios. Las decisiones
que toman no pueden estar basadas en lo que nosotros queremos, lo que quieren los demás, o
en lo que pensará la gente, pero sí deben contemplar la voluntad de Dios para su vida en cada
situación que confrontan. El crecer en esta área no viene fácilmente o rápidamente, toma tiempo.

Ayude a sus hijos a vivir saludablemente Mensaje 13


Dejando a nuestros hijos tener sus propias experiencias

Usted debe dejar que tengan sus propias experiencias, - tanto positivas como negativas. Las
experiencias son parte de su formación de vida. En un sentido positivo, usted debe dejar que
vayan a sitios donde podrían confrontar situaciones que les asustarían. Por ejemplo, dejé a mi
hija ir a Israel. Me aterrorizó la idea. Mi deseo era guardarla en casa. Pero ella fue. Mis hijos
han ido en viajes misioneros a México. Mi hijo hace viajes misioneros al centro de la ciudad Los
Ángeles, a los centros juveniles - exactamente en el centro, donde siempre ocurren los disturbios.
Sitios que son totalmente diferentes que su vida. Debemos mostrarles cómo vive el resto del
mundo.

Nuestros hijos confrontaran experiencias negativas que llegan a sus vidas de las cuales usted no
puede protegerlos. Hay un límite donde usted ya no podrá protegerlos, cosas que son muy
hirientes. Cosas que podrían amenazar con destruirlos. Lo único que podemos hacer es amarlos
en medio de ellas, enseñarlos, ayudarles a encontrar las lecciones.

Debemos darnos cuenta que las experiencias dolorosas que llegan a la vida de nuestros hijos,
son parte del proceso de crecimiento, y ellos las tienen que tratar. Si ellos lo tienen a usted y a
otras personas, las experiencias dolorosas los destruirán; una vez que no tengan a alguien en
quien apoyarse, ellos crecerán.

DEJARLES IR

Esta es la parte más difícil de todas.

¡Cuando mi hijo mayor se fue a la universidad, comencé una nueva temporada de la vida donde
hay un vacío y esto duele! Es horrible, yo iba a su cuarto, miraba sus cosas, hojeaba su álbum.
El dormitorio donde está es horrible. Pero tenemos que dejarles ir.

La meta es que vivan sus propias vidas

Nuestro rol es enviarlos listos para la vida que Dios tiene para ellos.

a. Les dejamos ir para que cometan sus propios errores.

Esto es algo que resistimos. Muchas veces he pensando que me gustaría encadenar a mis hijos
al bote de la basura en el traspatio y hacerlos quedarse allí. Meterlos en una caja fuerte. Un sitio
donde yo pueda mirarlos y guardar el control de todo que pasa.

No es razonable. Tengo que dejarles ir. El mundo está lleno de maldad, cosas malas le pasan a
gente buena.

Nuestros hijos deben llegar a esa etapa en la cual ya no somos responsables. Proverbios 20:30
“a veces toma una experiencia dolorosa el hacernos cambiar nuestros caminos.”

A veces usted va a tener que dejar a sus hijos ir para hacer algunas cosas realmente tontas.
Estos pueden ser errores que los siguen el resto de sus vidas, pero usted tiene que dejarles ir.
Ayude a sus hijos a vivir saludablemente Mensaje 14
B. Usted tiene que dejarles ir para ser responsable.

Ellos van a tomar decisiones y las decisiones pueden ser malas decisiones. Pero al guiar a
nuestros hijos a crecer emocionalmente sanos y estables, podemos tener la confianza de que
van a ser responsables de sus decisiones.

Ellos tienen que ver en la acción, el principio de siembra y cosecha. Ellos tienen que ser
responsables de sus errores. Tenemos que enseñarlos a ser responsables de los errores que
ellos cometen.

Mi hija tiene un coche en el colegio. Ella ha recibido tantas multas por estacionarse en el
estacionamiento de la facultad. La llamo y le digo: ¡“Lee las señales!” Ella dice, ¡“Mamá! Nunca
veo las señales.” Pude estar de acuerdo con esto su primer mes en la universidad. Pero ya lleva
un año de estudiante. Ella debería saber cuales son los sitios donde puede estacionarse. Ella
todavía me dice, “No es mi culpa.” Le dije, “Si veo otro boleto en tu cuenta, tu coche pasa a ser
el mío. Es un privilegio tener un coche y si no puedes aprovecharlo, entonces estará
estacionado en mi puesto de estacionamiento en la casa.”

C. Les dejamos ir para que maduren.

¿Por qué proceso pasó usted para llegar a la madurez? Asumiendo que lo es. Tenemos que
pasar por un proceso para madurar. A veces no sé lo que nos hace pensar que será algo
diferente para nuestros hijos. El problema es, queremos el producto - la madurez - pero ellos no
quieren pasar por el proceso. Pero para tener el producto usted tiene que pasar por el proceso.
Usted tiene que dejarles pasar por todas aquellas cosas diferentes - método de tanteos, errores,
fracasos, éxitos, y cosas que ellos hacen bien y otras que hacen mal. Ellos tienen que pasar por
todo esto para madurar.

Santiago 1:4 dice Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que seáis perfectos e
íntegros, sin que os falte nada.”

Es lo que quiero para mis hijos. Cuando pienso en un versículo de la Escritura y quiero verlo
hecho realidad en mis hijos, pienso en Santiago 1: 4. Quiero que ellos hayan pasado por un
proceso, hayan madurado, estén listos para algo fuerte y completo.

Todo esto solo ocurrirá cuando hayamos contemplado y llevado a la práctica todo lo que hemos
platicado hoy.

Ayude a sus hijos a vivir saludablemente Mensaje 15


AYUDE A SUS NIÑOS A SOBREVIVIR EL MINISTERIO
Kay Warren

INFORMALES

A. ________________________________________ los ama.

1 Juan 4:10a “En este acto vemos cual es el verdadero amor: esto no es nuestro amor por Dios,
pero Su amor por nosotros.”

El salmo 17:2 “Ya que Él nos ama mucho, y Su verdad dura.”

B. ________________________________________ los aman.

Gracia contra Control

No Hable - Hablar Realmente


No Confíe - Confiar Realmente
No Sienta - Sentir Realmente
No Quiera - Querer Realmente

Creciendo Santo y Totalmente, Donald E. Sloat, Wolgemuth y Hyatt, Publishers, Inc. Brentwood,
TN., 1990

Los Peligros de Crecer en Hogar Cristiano, Donald E. Sloat, Thomas Nelson

C. ________________________________________ para amarse.

Mateo 22:39b (NVI) “Ame su vecino como usted mismo.”

DEJARLES CRECER

A. Por ________________________________________

1 Samuel 16:7b “el SEÑOR no mira lo que mira el hombre. El hombre mira el aspecto externo,
pero los ojos del SEÑOR están en el corazón.”

B. Por ________________________________________

Ayude a sus hijos a vivir saludablemente Mensaje 16


DEJARLES IR

A. A ________________________________________

Proverbios 20:30 “a veces esto toma una experiencia dolorosa de hacernos cambiar nuestros
caminos.”

B. A ________________________________________

Gálatas 6:8 (TLB) “Si él siembra para complacer sus propios deseos incorrectos, él plantará
semillas del mal y él cosechará seguramente una cosecha de decaimiento espiritual y muerte;
pero si él planta las cosas buenas del Espíritu, él cosechará la vida eterna que el Espíritu Santo
le da.”

C. A ________________________________________

Santiago 1:4 Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e
íntegros, sin que les falte nada.

Ayude a sus hijos a vivir saludablemente Mensaje 17

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