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Resp.∙.

Logia “Tolerancia” N° 12
Valle de Chillán

La Doctrina Masónica: Base de la Conducta del Masón.

Juan Daniel González Hernández


Ex. V.∙. M.∙.

Valle de Chillán, marzo 25 de 2013 e.∙. v.∙.


INDICE

1. Introducción…………………………………………………………………. Pág. 1

2. Desarrollo…………………………………………………………………… Pág. 2

3. Conclusión…………………………………………………………………... Pág. 4

4. Bibliografía…………………………………………………………………... Pág. 6
A.∙. L.∙. G.∙. D.∙. G.∙. A.∙. D.∙. U.∙.

INTRODUCCIÓN

Nuestra declaración de Principios de la Gran Logia de Chile indica que "La


Francmasonería es una institución Universal, esencialmente ética, filosófica e iniciática,
cuya estructura fundamental la constituye un sistema educativo, tradicional y simbólico.
Se ingresa a ella por medio de la iniciación. Fundada en el sentimiento de la
fraternidad, constituye el centro de unión para los hombres de espíritu libre de todas las
razas, nacionalidades y credos".1

La Palabra Sagrada que se le da al nuevo iniciado después de su consagración y


admisión definitiva en la Orden es, como lo hemos visto, un símbolo de instrucción
verbal sobre los Principios de la Verdad que cada Aprendiz tiene el derecho de esperar
de los que se hallan más adelantados que él en el Sendero de la vida masónica.

Se dice que las buenas herramientas hacen bueno el trabajo. Las de nuestros
constructores, pueden parecer rudimentarias hoy día, pero permiten un contacto directo
con la materia, ya que una vez dominadas, llegan a ser una extensión de la mano del
artesano por la que percibe la calidad de la materia a trabajar y por la que impone su
voluntad para darle forma. Verán que ocurre lo mismo con las herramientas simbólicas
que utilizamos. Cada una corresponde a una tarea. Cada una sirve tanto para la
interpretación como para la expresión. Las herramientas y su manejo no son
suficientes, puesto que se trata de edificar una catedral. Se necesita conocimiento y
organización, es necesario un método, una norma.

Nuestros conocimientos se transmiten por iniciación y nuestro método se denomina


ritual. Desde hace siglos, bajo la dirección del arquitecto, los aprendices preparan la
materia, los compañeros velan por el ensamblaje y después por la ornamentación del
edificio y los maestros trazan los planos. Los compañeros no podrían montar los muros
si las piedras no estuvieran bien talladas y los planos de los maestros no serían más
que vanas quimeras sin el rigor del ensamblaje y la precisión del pulimiento de la
piedra.

La Masonería nació para perfeccionar al hombre y construir una nueva sociedad, más
humanitaria, partiendo de las relaciones interpersonales en que la libertad y la justicia,
la tolerancia y la fraternidad sean sus columnas fundamentales. La Masonería procura
aunar todas las voluntades para encontrar el camino sensato de la justicia y la
tolerancia, para que la sociedad no sea ajena al hombre y a su ilusión. La Masonería
busca la felicidad con esperanza e ilumina el camino de la vida, para que nuestra
confianza no vacile y para que nuestra fortaleza nunca se debilite.

1
Fragmento: "De los Principios". Constitución Gran Logia de Chile

1
DESARROLLO

Comencemos revisando como se define “Doctrina” y la Real academia española nos


dice que es una enseñanza que se da para la instrucción, ciencia o sabiduría. Conjunto
de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, etc., sustentada por una persona o
grupo. Doctrina cristiana, tomista, socialista y en esta ocasión veremos La Doctrina
Masónica.

La doctrina social de la Masonería no es ciencia ni teoría social, sino una reflexión


sobre la realidad económica, social y política, capaz de inspirar la acción de los
masones en la construcción de una nueva sociedad. La Masonería no tiene un
programa económico o político, pero orienta a los suyos de acuerdo con las exigencias
de la ciencia y los desafíos morales de nuestro tiempo a través de sus principios y su
larga tradición. Es por ello, que los valores desempeñan un punto decisivo dentro de
cualquier sistema social; tanto en los grupos pequeños como en las grandes
colectividades e instituciones que son constituyentes en la sociedad de los sistemas de
valores y las normas que lo traducen tienden a mantener su unidad e identidad a través
del tiempo. Esto no significa que las normas y que las escalas de valores permanezcan
inalterables, ya que siempre deben moverse en estrecha relación al sistema social; sin
embargo, cualquier observador consciente e imparcial que aprecie los cambios, podrá
comprobar que éstos representan derivaciones, implicaciones, o desviaciones que se
van desarrollando en y por la sociedad.

Así los Aprendices deben comprender, el significado, el valor y la obligación que


tenemos con la Orden y sus miembros, debiendo como iniciados, mantener y
robustecer con energía los altos principios y postulados, único camino que conducirá a
la perfección humana. Vale decir, que una vez más se abre ante nosotros, lleno de
posibilidades, el perfeccionamiento que consiste en esa tarea noble de construir nuestro
propio y personal Templo inmaterial para lo cual es necesario formar y fortalecer el
espíritu masónico, con los principios y las doctrinas que nuestra Augusta Orden nos
entrega. Para esto, nada más oportuno y edificante como comienzo de faena, que la
reflexión y la toma de conciencia, de lo que se le ha llamado espíritu masónico. No es
fácil, no es tarea de un día, el perfeccionamiento ideal que los masones aspiramos
obtener, así como el hombre en su afán de conquistar el espacio, no existe el límite, ni
imposibilidades de la técnica, así los masones, debemos perseverar en nuestro
perfeccionamiento, como hombres que aspiramos a un mundo mejor, en que todos
tengamos un mismo derecho y cumplamos los mismos deberes, problemas estos que la
humanidad no ha logrado solucionar.

Pensando bajo este raciocinio, los masones debemos tener presente que: No somos
moralistas, santos, sabios, ni sacerdotes -en el más amplio sentido de la palabra- sino,
que el masón es un ser racional que vive en el mundo profano, entre otros hombres que
bien pueden tener otras ideas, pero convive con tolerancia, trabajo, responsabilidad y
paz. Aspira a ser plenamente y dignamente hombre eficiente, culto, capaz y progresista,
venera el perfeccionamiento creador, combate la ignorancia, el fanatismo, la pereza, el
orgullo, la violencia en todas sus formas. El aprendiz de esta manera avanza en el
conocimiento, bajo la vigilancia que en forma fraternal entregan los hermanos mayores
2
en sabiduría y experiencia, conduciendo todos estos actos a una madurez y actitud
consiente.

Comprendiendo así que debemos ser auténticos, precisos y claros en nuestras


expresiones, ser sereno en el pensar y oportuno en el actuar. Si incurre en error estar
presto a reconocerlo. De esta forma seremos justos, respetuosos y respetados. Todo
lo dicho anteriormente, es la realidad de la triada: Libertad, Igualdad y Fraternidad, que
indica que nuestros ideales sirven como luz conducente a la humanidad entera para
encontrar la meta de la felicidad ansiada.

No desmayemos jamás, cualquiera sean las vicisitudes en el largo camino que hemos
elegido voluntariamente, para construir con pleno conocimiento nuestros ideales y
principios ese templo ideal hermoso y perenne, que ha de cobijar al hombre del futuro y
que deberá estar moldeado por el espíritu masónico. Unamos nuestros mejores afanes
en un deseo de superación para que nuestros pensamientos se vean coronados y que
por nuestros esfuerzos logremos ser protagonistas de una mejor sociedad.

El Aprendiz, el mismo día de su iniciación, recibe del V.∙.M.∙., las primeras enseñanzas
de los deberes y obligaciones que todo masón tiene dentro de la Orden y con el mundo
profano; es decir, para con el resto de la sociedad, de lo cual se desprende con claridad
que el masón es masón en todo momento; y por lo tanto, debe llevar indefectiblemente
y sin excepción de circunstancias, la misma conducta masónica que ha prometido
observar y que la Augusta Orden desea inculcarle y para lo cual lo aceptó en su Templo
después de considerarlo digno de serlo.

El concepto masónico de Libertad dice que no debe haber restricción para el libre
desarrollo de las ideas del hombre, para el ejercicio más amplio de la razón humana,
impidiéndonos, so pena de profanar el principio de libertad, el restringir el derecho de
todo ser a obrar como su sano entendimiento le indique, tengamos siempre presente
que la libertad es algo que se conquista y construye todos los días, a partir de grandes
actos pero también de los pequeños, es una aventura en la que todos somos
protagonistas.

La igualdad masónica nos obliga a aceptar a todos los humanos como iguales en
cuanto a derechos, a posibilidades de vivir usando la libertad ya mencionada, a ser
tratados como iguales en los actos de recibir o administrar justicia. La fraternidad, como
lo dice su nombre (Frater en latín hermano) es el derecho de todo ser humano, de
aceptar a sus semejantes como sus propios hermanos y parientes, en el sentido que
deben recibir de parte nuestra el tratamiento de equidad y respeto de sus hechos y
derechos con benevolencia, sin llegar al sometimiento, pero sin pretender imponerles
nuestro modo de ser. Además, debemos buscar la verdad siempre usando la razón y
el sano discutir para llevar a cada cual a que por medio de su libre discernimiento,
busque su anhelada Verdad.

El profano que ha sido recibido como Aprendiz masón, no ha adquirido por este solo
hecho aquellas cualidades que distinguen al pensador ilustrado del hombre común. El
Aprendiz Masón tiene, pues, como primer deber el de meditar las enseñanzas del Ritual
a fin de proceder en conformidad a ellas. Este es su deber por excelencia y están
3
comprendidas en el compromiso que contrajo antes de recibir la Luz Masónica: Callar
ante los Profanos, Buscar la Verdad, Querer la Justicia, Amar a sus hermanos,
Someterse a la Ley.2

La fuerza de una asociación reside esencialmente en la cohesión de sus miembros.


Mientras más unidos, más potentes son. En Masonería la unión no es el efecto de una
Disciplina impuesta: esa unión no puede nacer sino del afecto que experimentan los
iniciados entre sí. Es, por lo tanto, de la más alta importancia estrechar por todos los
medios los lazos que unen a los masones. Antes que nada es necesario verse, a fin de
conocerse, apreciarse y estimarse. Hay que merecer la simpatía de cada uno de los
Hermanos y, por otra parte, se deberá ser indulgente con los defectos de los otros. El
hombre es siempre perfectible. No hay que detenerse en las debilidades de los demás;
apreciemos las cualidades de nuestros colaboradores y pasemos la plana sobre
imperfecciones de las piedras que debe unir indisolublemente el cemento de la más
franca amistad.

Cuando las virtudes que todo masón practica se vean reflejadas en sus hogares, en el
mundo profano, en el día a día, es cuando sentirán que están trabajando bien con su
entorno y con nuestra Institución. Es ahí cuando podrán decir con orgullo, que están
entregando su mejor esfuerzo en honor a lo que verdaderamente es nuestra Orden, de
esta manera con el pasar del tiempo ustedes, quienes son hoy aprendices, verán el
nacimiento de una nueva generación y compartirán con ellos el amor al estudio, al
trabajo, a la libertad, a la tolerancia y a todo lo que hoy marque su paso por este Grado,
el primero en la búsqueda de aquella que será vuestra Verdad…

“Toda la naturaleza es un anhelo de servir


Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco;
Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú;
Donde hay un error que enmendar, enmiéndalo tú;
Donde hay un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú”3

CONCLUSIÓN

Cada aprendiz debe convertirse en un maestro de su propio yo. Debe estudiarse y


observarse a sí mismo conocer sus defectos y corregirlos. En la meditación encontrará
la inspiración que lo llevará a enrielar su vida por el camino de la perfección. Debe
esforzarse en adquirir y perfeccionar algunas cualidades que son indispensables para
construir su Templo interior como son el amor al prójimo y al trabajo, el culto a la
verdad, a la justicia, a la moralidad y al comportamiento intachable y al sentimiento de
patriotismo. Teniendo como principios la Tolerancia y la Libertad de conciencia, debe
dedicarse a investigar la verdad y a practicar las virtudes buscando en la superación
personal su perfeccionamiento que será por consecuencia el de la sociedad.

2
El Libro de Aprendiz de Oswald Wirth, Manual de Instrucción Iniciática para el uso de los Francmasones del Primer Grado.
3
Gabriela Mistral
4
La Masonería les ofrece una purificación de las pasiones mediante las emociones
provocada por el arte, en nuestro caso, por el "Arte Real" de la construcción de nosotros
mismos y de la construcción de la sociedad en que vivimos. La Masonería les ofrece y
ofrecerá siempre la posibilidad de dialogar sin intermediarios con ustedes mismos, de
confrontarse, y de elaborar en consecuencia un argumento propio para incorporarlo a
su biografía personal. Es el "atreverse a pensar"4 y para ello, les ofrecemos el cincel, el
mallete, la escuadra y el compás.

Este trabajo lo llevaran a cabo en el silencio, silencio de la palabra y silencio del diálogo
interior. Éste propicia a la escucha y favorece la tolerancia que permite ir más allá de las
palabras para aprehender el sentido. Descubrirán que la masonería no es un punto
sino una línea continua y descubrirán que la luz es la fuente que desde hoy debe mover
vuestras vidas. Mi invitación entonces es al estudio.

Al finalizar mi trabajo los invito a mirar el Ara para que juntos una vez más, en
reconocimiento al legado histórico y valórico de la francmasonería, renovemos nuestra
promesa, en especial el de trabajar por el bien de la humanidad; es decir: estar al
servicio de ella, de hacerla mejor, más humana; por el esfuerzo de mejorar nuestra
calidad de vida; de fortalecer nuestra familia masónica y, por sobre todas las cosas, el
compromiso con nuestra vocación de paz.

QQ.∙. HH.∙., con cada iniciación hay una esperanza. El aprendizaje más valioso es el
que se recibe del ejemplo y de la guía desinteresada. Se aprende más del ejemplo,
que lo que se puede aprender de la teoría o sólo de la lectura.

¡Así que mis Queridos Hermanos Aprendices, comiencen por primera vez a ser lo
que están destinados a SER! y “nunca consideren el estudio como una
obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso
mundo del saber”5

S.∙. F.∙. U.∙.

Juan Daniel González Hernández


Ex. V.∙.M.∙.

4
Kant
5
Albert Einstein
5
BIBLIOGRAFÍA

 “Treinta y seis Temas del Aprendiz Masón”, Trabajo realizado en la Cámara de


Conjunto, Ediciones El Compas LTDA., Santiago – Chile, 1990.

 El Libro del Aprendiz, Oswald Wirth.

 Magíster Del Manual del Aprendiz Masón, Aldo Lavagnin.

 “Los 33 Temas del Aprendiz Mason”, Adolfo Terrones Benitez y Alfonso León
Garcia.

 Revistas Masónicas.

 Apuntes personales.

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