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Desmontaje-de-La-Pulsion RESUMEN
Desmontaje-de-La-Pulsion RESUMEN
La pulsión posee el carácter de IRREPRESIBLE, está más allá de toda represión. No hay represión
exitosa, siempre deviene en el retorno de lo reprimido. Si hay represión es porque del otro lado, algo
ejerce una presión, algo puja por salir. Es la pulsión como fuerza constante la que retorna, la que
presiona, es irrepresible.
Es un concepto teórico para entender el malestar del sujeto tomado por la pulsión cuando satisface
algo que va en contra de lo que podría satisfacerlo.
Lo orgánico de la pulsión tiene que ver con el cuerpo erógeno.
La pulsión produce un efecto en lo real del sexo, en la realidad, por eso es un concepto fundamental en
psicoanálisis.
En tanto el objeto nunca es alcanzado, cualquier objeto que ocupe su lugar es importante que sirva
para hacer el recorrido. Lo que cuenta es la satisfacción y cómo la alcanza.
“Tendremos ocasión de aplicarla respecto de otro objetos. Tour, vuelta, ha de tomarse aquí con la
ambigüedad que le imprime la lengua francesa, a la vez punto en torno al cual se gira, turn, y trick,
juego de manos”. De estos objetos, ninguno es, son señuelos, trucos para la satisfacción. Si hubiera un
objeto no necesitaría de tantos, de este truco.
La fuente tiene que ver con las zonas erógenas. “¿Por qué? ¿Por qué las zonas llamadas erógenas se
reconocen sólo en esos puntos que para nosotros se diferencian por su estructura de borde?” Las
zonas erógenas son zonas de borde, el borde del cuerpo. “¿Por qué se habla de la boca y no del
esófago o del estomago? Estos participan también en la pulsión oral. Pero en lo que respecta a lo
erógeno hablamos de la boca, y no solo de la boca sino también de los labios y los dientes, de lo que
Homero llama el cercado de los dientes”. Es decir, la superficie del cuerpo, esas zonas de borde que
fueron abiertas en el encuentro con el deseo de la madre. La madre es la que marcó como cuerpo
erógeno. El paso de una pulsión a otra es producto de la intervención.
“Lo mismo pasa con la pulsión anal. No se dice todo cuando se dice que cierta función viviente está
integrada a una función de intercambio con el mundo – el excremento. Hay otras funciones
excremenciales y otros elementos participan en ellas además del margen del ano que no obstante, y
también para nosotros, se define como la fuente y el punto de partida de cierta pulsión”. Ej. los
intestinos, que no son zonas erógenas, porque estas son zonas de puntos de partida y donde vuelve la
pulsión, donde hace el tour. La pulsión, como no es un concepto que tenga que ver con lo biológico, se
parece a un montaje, a un ensamble, a un armado que puede ser también desarmado.
“Diré que si a algo se parece la pulsión es a un montaje. No es un montaje concebido dentro de una
perspectiva finalista”. No es un montaje con una finalidad biológica adecuada. “Esta perspectiva es la
que se instaura en las teorías modernas del instinto, y allí la presentificación de una imagen de
montaje es cabalmente satisfactoria”. Está regulada por lo biológico.
El montaje de la pulsión tiene el sentido de un collage surrealista. Un armado que no sigue una lógica
determinada por la biología. Collage surrealista, esto que hacia enojar a los médicos cuando se
encontraban con la histeria. Surrealista como tantos mezclados.
“Si reunimos las paradojas que acabamos de definir a propósito del Drang del objeto, de la meta de la
pulsión, creo que la imagen adecuada sería la de una dínamo enchufada a la toma de gas, de la que
sale una pluma de pavo real que le hace cosquillas al vientre de una hermosa mujer que está allí
presente para siempre en aras de la belleza del asunto”. Collage surrealista, montaje disarmónico,
donde hay una cierta dislocación.
“El asunto, por cierto, empieza a ponerse interesante porque la pulsión, según Freud, define todas las
formas con las que puede invertirse un mecanismo semejante. Ello no quiere decir que se vuelve del
revés a la dínamo sino que se desenrollan sus hilos – ellos se convierten en la pluma de pavo real, la
toma de gas pasa a la boca de la dama y del medio sale una rabadilla”. Se puede armar y desarmar los
cuatro elementos de la pulsión, se arman de una manera azarosa, de acuerdo a cada sujeto, porque en
cada uno es diferente como se pone en juego la sexualidad, entonces se satisface de una manera
alocada.
Lo fundamental de cada pulsión es el vaivén con que se estructura.
“En efecto ¿cómo puede decirse simple y llanamente, como lo hace Freud, que el exhibicionismo es lo
contrario del voyeurismo, o que el masoquismo es lo contrario del sadismo?” Eso no existe en la
biología. Tiene que haber un sujeto en juego que goce exhibiéndose. Eso es del orden del montaje.
Termina Lacan esta clase diciendo que la esencia de la pulsión es funcionar al modo de un arco,
que parte de la zona erógena, hace un recorrido bordeando al objeto, lo contornea y vuelve
a la zona erógena. ESO ES EL RECORRIDO DE LA PULSION, ASÍ ALCANZA LA SATISFACCIÓN.
Freud habló de que había pulsiones parciales (hasta la fase genital) y totales (luego de la fase genital,
al servicio de la reproducción). Lacan no está de acuerdo, va a decir que toda pulsión es parcial.
“Freud formula expresamente que de ninguna manera puede considerarse el amor como
representante de lo que él mismo interroga con el término la tendencia sexual o de la pulsión sexual, o
sea, la tendencia, las formas, la convergencia del esfuerzo sexual, en tanto sea algo que culmine en
goce, un todo susceptible de ser aprehendido y que sintetice su esencia y su función. No es para nada
así, exclama Freud cuando le toca responder a esta sugerencia que anda en boca de todos”. Es decir,
Freud, como hizo con algunos conceptos que no tenia del todo claros, a veces habló de que existía la
tendencia sexual total, la unificación sexual, y a veces dio a entender que las pulsiones solo se
satisfacían parcialmente. “Nosotros, los analistas, la hemos traducido mediante las más variadas
fórmulas, todas engañosas. Todo el artículo (Pulsiones y destinos de pulsión) en lo que a esto respecta,
tiende a mostrar que respecto de la finalidad biológica de la sexualidad, a saber, la reproducción, las
pulsiones, tal como se presentan en el proceso de la realidad psíquica, son pulsiones parciales”. Freud
dice que el fin de una pulsión es una satisfacción, lo que busca es el placer de órgano. Lacan retoma
eso y dice que si las pulsiones no tienen como finalidad la reproducción, entonces estamos hablando
de una sexualidad que apunta a la satisfacción, al goce. Hay solo pulsiones parciales porque no
apuntan al fin biológico, a la perpetuación de la especie, el fin es el goce.
“Debido, precisamente, a la realidad del sistema homeostático, la sexualidad entra en juego
únicamente en forma de pulsiones parciales. La pulsión, justamente, es el montaje a través del
cual la sexualidad participa en la vida psíquica, y de una manera que tiene que
conformarse con la estructura de hiancia característica del incc”, porque en el icc no hay un
orden, es como el collage subrrealista.