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La autoconciencia
La autorregulación
La empatía
La asertividad
La motivación
El trabajo en equipo
La resolución de conflictos
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OCDE CERI (2009) LA Comprensión del Cerebro. El naciemiento de una ciencia del aprendizaje. Ediciones
Universidad Católica Silva Henriquez
múltiples argumentos para justificarla. Así, por ejemplo, un sector creciente de la
juventud se implica en comportamientos de riesgo, que en el fondo suponen un
desequilibrio emocional, lo cual requiere la adquisición de competencias básicas
para la vida de cara a la prevención"2
aprender a conocer,
aprender a hacer,
aprender a ser.
Aprender a conocer
Aprender a hacer
2
(Bisquerra, 2003).
Aprender a ser
Es el pilar más importante y complejo, porque cada ser humano como ser
individual tiene habilidades, capacidades y talentos que nos diferencian unos de
otros, pero que se deben reforzar y fortalecer porque cada persona esconde un
tesoro que está encerrado en su interior; lo cual es necesario sacar a relucir. Esto
nos permitirá ser cada día mejor, poner en práctica los conocimientos adquiridos y
demostrar los valores que cada ser humano posee.
Los dos últimos pilares están relacionados en forma directa con las competencias
personales y sociales que necesitan ser incluidas en el currículum para asegurar
la educación integral. Los cambios socioeconómicos por los que transita nuestra
sociedad requieren de nuevos desafíos, ajustes y adaptación para no perder la
singularidad en la diversidad, la identidad en la globalidad, la ética en la confusión
de valores, el respeto y la aceptación en la pluralidad, la equidad en la
desigualdad y la seguridad en la incertidumbre. Por ello, en el entorno educativo,
cobra vital importancia el aprender a ser en lo propio y singular de cada uno y el
aprender a convivir con los demás, incorporando prácticas educativas de
solidaridad, respeto y cohesión social.
En los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) para el Nivel Inicial que deberán
ser enseñados en toda la República Argentina, se establece que la escuela
ofrecerá, entre otras, situaciones de enseñanza que promuevan en los alumnos:
David Casacuberta4 define las emociones como “estados mentales que tienen
relación con nuestros objetivos o planes que siempre están acompañados por
sensaciones corporales específicas.
3
Muturama (1992)
4
Citado en Santander (2004) Ob. Cit
social, justificado por doctrinas económicas que llegan a considerar a la pobreza
como voluntaria
Tres días después de mi parto, dio a luz también ella. Estábamos juntas; no había ningún
extraño con nosotras en la casa, fuera de nosotras dos.
Pero una noche murió el hijo de esta mujer, porque ella se recostó encima de él.
Entonces se levantó en medio de la noche, tomó de mi lado a mi hijo mientras tu servidora
dormía, y lo acostó sobre su pecho; a su hijo muerto, en cambio, lo acostó en mi regazo.
A la mañana siguiente, me levanté para amamantar a mi hijo, y vi que estaba muerto. Pero
cuando lo observé con mayor atención a la luz del día, advertí que no era mi hijo, el que yo
había tenido".
Esta historia perteneciente a la tradición Judeo- Cristiana nos revela La otra mujer
protestó: "¡No! ¡El que vive es mi hijo!". Y así discutían en presencia del rey.
El rey dijo: "Esta mujer afirma: 'Mi hijo es este, el que está vivo; el que está muerto es el
tuyo'. Esta otra dice: 'No, tu hijo es el muerto; el que está vivo es el mío'".
Y en seguida añadió: "Tráiganme una espada". Le presentaron la espada,
y el rey ordenó: "Partan en dos al niño vivo, y entreguen una mitad a una y otra mitad a la
otra".
Entonces la mujer cuyo hijo vivía se dirigió al rey, porque se le conmovieron las entrañas por
su hijo, y exclamó: "¡Por favor, señor mío! ¡Denle a ella el niño vivo, no lo maten!". La otra,
5
La Biblia, Primer Libro de reyes cap 3, versículos 16 a 27
en cambio, decía: "¡No será ni para mí ni para ti! ¡Que lo dividan!"
Pero el rey tomó la palabra y dijo: "Entréguenle el niño vivo a la primera mujer, no lo maten:
¡ella es su madre!".
Todo Israel oyó hablar de la sentencia que había pronunciado el rey; y sintieron por él un
gran respeto, porque vieron que había en él una sabiduría divina para hacer justicia.
El texto nos revela dos a caminos a seguir, el de la espada que actúa trozando,
cortando pero al hacerlo nada resuelve porque despierta resentimiento que
alimenta el circuito de la violencia. Está representada con el testimonio de la mujer
que prefieren que partan al niño y no sea para ninguna de las dos.
Pero a medida que fueron transcurriendo los siglos nuestra comprensión sobre
las emociones fue mutando y las emociones fueron vistas como aquellas que nos
conducen a conductas irracionales y nos hacen perder la visión objetiva de las
cosas.
Nos acostumbramos a pensar que haya acciones que son emocionales, es decir
impregnadas de emoción y otras neutrales que no contienen componentes
emocionales. Sin embargo, en toda conducta es inseparable la acción de la
emoción; es más es la emoción quien orienta el sentido de la acción.
Pensemos por un instante en la siguiente imagen: observamos desde lejos la
imagen de dos individuos, uno frente al otro, conversando. Uno de ellos, el más
grande y de contextura corpulenta pone su mano sobre el otro, un muchacho de
cuerpo más pequeño
…. Podría ser que le individuo mayor le está dando ánimo al muchacho : “ Vamos
pibe, ¡vos podes!”
Por otra parte, quien vive con miedo permanente reacciona ante lo mínimo como
si estuviese siendo atacado. Predomina la desconfianza en sus argumentos
Estos son ejemplos de cómo las emociones están presentes en nuestras acciones
cotidianas
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
LA AUTOCONCIENCIA:
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Goleman Daniel. La inteligencia emocional en la empresa
Tener sentimientos sobre nuestros sentimientos y poder expresarlos a los demás,
comprenderlos y traducirlos en palabras nos permitirá enfrentar conflictos y
satisfacer necesidades. El hecho de reconocer nuestras emociones,
etiquetarlas y aceptarlas, nos permitirá dirigirlas y aprender más sobre ellas.
Para ello debemos aplicar la atención para ser cada vez más conscientes de
nuestras emociones y no ser avasallados por ellas.
“Sólo quien sabe por qué se siente como se siente puede manejar sus emociones,
moderarlas y ordenarlas de manera consciente ”7
7
D. Martín y K. Boeck. Qué es Inteligencia emocional. EDAF
Saben qué emociones experimentan y por qué.
hacen y dicen.
desempeño.
LA AUTOESTIMA:
Los niños que tienen una buena autoestima tienen las siguientes
características:
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Goleman, Obra citada
No están tan pendientes del reconocimiento de los demás.
Pueden aceptar lo que les dan los demás sin necesidad de depender
de ellos para afirmar su valor como personas.
EL AUTOCONTROL:
LA AUTO-MOTIVACIÓN:
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Goleman, Ob. Cit.
Es la capacidad interior que nos permite hacer frente a los desafíos que nos
presenta la vida. Es la energía manifestada en la perseverancia, la confianza en
uno mismo y en las propias habilidades y en el esfuerzo continuo para hacer
frente a las dificultades de manera realista y positiva.
objetivos.
EL OPTIMISMO:
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Goleman, Ob Cit
Los pesimistas atribuyen sus derrotas a la incapacidad personal o a la
indefensión, por lo cual es difícil librarse de ellas. Su voz interior lo está
amonestando permanentemente y quejándose de todo lo que le sucede,
saboteándose a sí mismos. Son más pasivos e improductivos. El pesimismo se
convierte en una profecía autocumplida.
LA EMPATÍA:
Es la habilidad que nos permite ponernos en el lugar del otro, hacer conexión con
sus sentimientos y poder responderles adecuadamente. Se construye sobre la
conciencia de uno mismo: cuanto más conscientes somos de nuestras propias
emociones, más hábiles seremos para interpretar los sentimientos de los
demás.
Está integrada por tres componentes: un componente emocional hacia los demás,
un componente cognoscitivo (ideas y creencias de la experiencia ajena, ponerse
en la perspectiva del otro) y un componente activo (realizar alguna acción).
Se desarrolla:
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Goleman, Ob. Cit
Marcando algunas responsabilidades que se deben cumplir sin esperar
recompensas externas.
LA ASERTIVIDAD
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Goleman, Ob Cit
incapaces de dosificar adecuadamente sus emociones y sincronizarlas con las de
su interlocutor.
Por ejemplo, en una guardería, Melisa, de dos años de edad, comenzó a llorar y
otra niña de la misma edad, llamada Lucía, parecía que iba a llorar
también. Pero se levantó, dejó las maderitas con las que jugaba y empezó
a acariciar a Melisa en la cabeza, expresando tristeza en sus facciones, como si
sintiera la misma pena.
LA COMUNICACIÓN:
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Goleman, Ob Cit
Fomentan la comunicación abierta y son tan receptivas de las malas
noticias como de las buenas”.
En el que habla:
• Explica su opinión al grupo y los motivos por los que piensa así sin
extenderse excesivamente, pero sin sustraer información importante para la
comprensión de su pensamiento y su opinión.
• Defiende con interés sus puntos de vista, sin tratar de imponerlos al grupo como
los únicos posibles. Usa expresiones como “me parece... ”, “pienso que...”
• Si no tiene nada que decir, se calla. Prefiere mantenerse en un silencio atento o
exponer las razones por las que no ve clara la cuestión, antes de dar una opinión
contundente no madurada que luego tendrá que cambiar.
• Es consciente de sus prejuicios y de los puntos en los que puede sentirse herida
la sensibilidad de los demás. Se esfuerza por respetar a los demás y no herir sus
sentimientos.
En el que escucha:
• Pasa por alto los pequeños defectos del comunicante y se fija ante todo en lo
que dice, sus razones, sus aportaciones, sus sentimientos.
• Busca ante todo comprender al otro, sus puntos de vista, sus razones, sus
sentimientos, ante de refutar sus ideas.
• Se muestra confiado.
• Le parece normal y enriquecedor que los demás piensen distinto que él.
• Acepta las ideas y soluciones que los demás proponen, aunque sean
distintas que las suyas.
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS:
4- Trabajar en conjunto para encontrar una solución con las que ambas
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Goleman, Ob Cit
Manejan con diplomacia y tacto situaciones tensas y personas difíciles.
ESTABLECER VÍNCULOS:
ALFABETIZACIÓN EMOCIONAL
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Fernández-Berrocal, Pablo; Extremera, Natalio: La inteligencia emocional como una habilidad… OEI-
Revista Iberoamericana de Educación
Las investigaciones han demostrado que la enseñanza de habilidades sociales
debe ser incluid de modo sistemático en el currículum habitual, es decir que haya
un acercamiento más intencionado a través de la planificación.
Mientras recordamos que las seis emociones básicas y primarias son universales,
en su mayoría se construyen socialmente y por lo tanto, tienden a modificarse o a
cambiar según las culturas. Además, dentro de la cultura institucional, hay normas,
reglas y permisos otorgados a los docentes. Cuando la cultura es rígida, donde las
emociones no deben mostrarse y se enseña exclusivamente para pasar un
examen, los docentes pueden sentir culpa y dudas acerca de cómo encarar la
enseñanza. Recuerdo a una docente que “se salía de la norma” en su escuela y
comentaba que el equipo directivo la espiaba por la ventana del aula para ver por
qué su clase era ruidosa y cargada de risas y niños en movimiento. Eso no estaba
bien visto por la Dirección, ya que se desviaba de lo esperado y “correcto".
Por otro lado, Williams y otros16 encontraron evidencia de que los docentes
sostenían la necesidad de suprimir o evitar la demostración de emociones en la
clase. Como tal, las emociones de los docentes están estrechamente vinculadas
con la propia construcción del “ser docente”. Schütz, Quijada, De Vries y Lynde
(2011) mencionan el concepto de “trabajo emocional” (emotional labor) como “el
esfuerzo, la planificación, y el control necesarios para expresar las emociones
aceptadas por la organización durante las transacciones interpersonales”. Este tra-
bajo o esfuerzo emocional ha estado relacionado con el cansancio o malestar
docente, la insatisfacción laboral y las enfermedades que afectan la salud y el
bienestar.
16
Williams y otros (2008, )en Járvelá, 2011
EFECTO PIGMALIÓN
Entonces, ¿cuáles son los estímulos del alumno que recibe el cerebro del docente,
que hacen que se genere en él una idea de lo que puede o no hacer cada uno de
sus alumnos? Son una multiplicidad de estímulos que van desde el modo de
vestirse, peinarse, el género, el origen étnico, la situación socioeconómica, el
entorno familiar, los gestos, la voz y la manera de hablar, por mencionar algunos.
Durante los primeros meses de clase, el docente va formando de manera
inconsciente las expectativas que tendrá de cada alumno. Lo increíble es que
estas expectativas pueden ser tanto positivas como negativas y pueden
determinar que un alumno puede llegar a aprender o no. Por eso, es importante
conocer este fenómeno y reflexionar acerca de nuestras expectativas de logro
para cada alumno, tratando de identificar a aquellos alumnos con los que tenemos
bajas expectativas de logro y buscando patrones comunes para poder ser los
detectives de nuestros propios pensamientos, emociones y acciones: ¿Son los
alumnos que se sientan al fondo? ¿Son los que se visten desaliñados, o los que
no entregan la tarea?
En su libro The Art and Science of Teaching, Robert Marzano (2007)17 presenta
resultados de investigaciones donde se establecen algunas conductas de los
docentes hacia los alumnos para con los que tienen bajas expectativas de logro:
no establecen contacto visual con estos, les formulan menos preguntas o les plan-
tean las de menor nivel de dificultad, esperan menos tiempo para recibir la
respuesta. O bien, los docentes responden directamente o llaman a otros
estudiantes para que lo hagan, les prestan menos atención a esos alumnos y
exigen menos de ellos. Los alumnos rápidamente reconocen este tratamiento
diferencial y comienzan a actuar de acuerdo con esas expectativas.
Cuando los docentes pueden detectar las diferencias que establecen en relación
con los posibles logros de los alumnos, deben trabajar en forma consciente y
planificada para superarlas y tener altas expectativas de logro para cada alumno
en particular.
17
Robert Marzano The Art and Science of Teaching, , EEUU ASCD
¿Cómo mejoramos la calidad de las interacciones?
Marzano18 (2007) sugiere cuatro acciones que necesita incorporar todo docente
para mejorar la calidad de las interacciones con los alumnos:
Hacer esto al comenzar el año porque, una vez que nos hemos formado la
expectativa de cada alumno, es difícil modificarla. Los docentes pueden escanear
mentalmente a sus alumnos y clasificarlos en dos categorías: “Espero que rindan
bien” y “No espero que rindan bien”. Esto no es una tarea fácil ya que requiere que
18
Marzano, ob. citada
los docentes admitan que se han formado expectativas negativas acerca de
algunos alumnos.
Esta es la parte más difícil porque a ninguno de nosotros nos gusta admitir que
automáticamente formamos juicios o llegamos a conclusiones acerca de cierto tipo
de personas. Por ejemplo, un docente podría encontrar que tiene expectativas
bajas de logro para con alumnos que hablan de cierta manera, o para los que
provienen de cierta cultura o grupo étnico, o hacia los que tienen una presentación
personal similar. Las investigaciones han demostrado que estos prejuicios son
comúnmente la base de la formación de expectativas hacia los alumnos.
En la práctica, las conductas de los docentes hacia los alumnos son más
importantes que sus expectativas. Los alumnos no pueden saber lo que piensa el
docente pero sí observan cómo se comporta y realizan inferencias en base a esas
conductas.
En general, hay dos maneras en que los docentes tratan a los alumnos para los
que formaron una baja expectativa de logro. Una se refiere al tono afectivo general
establecido entre el docente y el alumno. Con estos estudiantes, los docentes
tienen menos contacto visual, sonríen menos, tienen menos contacto físico y
menos diálogo, o se comprometen menos con ellos en actividades recreativas o
de juego.
Es bastante fácil establecer un tono afectivo positivo con todos los alumnos. Los
docentes necesitan asegurarse de que muestran el mismo comportamiento hacia
todos los alumnos, sonriendo, involucrando a todos en discusiones animadas e
interesantes y teniendo una proximidad física adecuada. Todos los alumnos res-
ponderán bien a este tipo de conducta por parte del docente.
19
Fullan y Hargreaves (2006) La escuela que queremos. Los objetivos por los cuales vale la pena luchar, Bs As
Aorroutu
conexión con los demás; y esto devendrá en salud emocional, para el bienestar
propio y el de nuestros alumnos.
BIBLIOGRAFIA