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Al cabo de unos segundos sin embargo y con una sonrisa paternal le preguntó. ¿Ud. cree
que los miembros del jurado leemos todos los cuentos? El joven autor quedó más
sorprendido aún y no supo qué responder. Se sentó con lentitud en una silla metálica y se
preparó para escuchar algo inesperado:” Mire Ud. la cantidad de relatos que llegan al
concurso supera los mil y no es posible leerlos todos. Además de que no vale la pena. Yo,
en una primera selección, sólo leo los comienzos y así me libro de una considerable
cantidad, porque un narrador debe iniciar bien un texto, sino, no tiene sentido escribir, hay
que capturar al lector desde las primeras líneas”.
El novato, totalmente confundido, intentó retrucar: “y si el resto del relato es bueno”. Pero
recibió el golpe de gracia: “si al lector no se le atrae desde el comienzo, simplemente no va
a continuar la lectura, se va a aburrir”.
Ésa fue una gran lección, para quien escribe estas líneas…
Y es verdad que un buen lector detecta, a un escritor con oficio desde el primer párrafo, y
también reconoce a un aficionado por más bien intencionado que éste sea.
Esta máxima invalorable y elemental, de ninguna manera puede ni debe ceñirse a los
relativos parámetros de un concurso literario, ese sólo fue un ejemplo para graficar una
técnica primaria muchas veces olvidaba, o en su defecto descuidada por algunos creadores.
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Santacruz, Reynaldo. El arte de escribir. Introducción a la narratología.
No interesa a qué apelemos para “cazar” al lector, cualquier técnica es buena. Sin embargo,
la siguiente división temática nos puede servir como referente:
A) LA MUERTE:
“Desde el día en que el coronel Arístides Gutiérrez Nájar escuchara su sentencia de
muerte habían transcurrido catorce años, y él aún seguía esperando la ejecución de su
condena”.
LA AGONÍA DEL INMORTAL
Jorge Díaz Herrera
“El hombre quedó colgando de la horca. Los seis jinetes que se habían tomado la molestia
de dejarlo ahí colgado del alto árbol, ya habían espoleado los caballos y se alejaban”.
MARGARITO SIN SUERTE
Cronwell Jara
Este relato se inicia con lo que denominaríamos, audiovisualmente, un primer plano y tal
recurso es siempre muy llamativo. Las preguntas entonces serían: ¿Por qué lo ahorcaron?
¿quién era? ¿quiénes son los seis jinetes?
¿Son muertos los que se expresan en este párrafo? Esta pregunta y otras derivadas
impulsarán al lector a seguir la historia y saber qué está pasando en la acción del texto.
“No ignoro los peligros de morir envenenado en el llamado transporte popular. Tampoco
desconozco el riesgo de ser sometido a una lobotomía, en el momento más inesperado por
un endemoniado radiodifusor”.
EL MAGO DE LA CARA DE VIDRIO
Eduardo Liendo
En un poco común ejemplo, observamos cómo el tema de la muerte está presente, pero en
un tono sarcástico, y sin embargo no por ello pierde su nitidez y fuerza. El lector se adentra
en una obvia crónica urbana y deseará continuar la lectura, tal vez para saber de qué ciudad
se trata.
“Una cruz blanca al pie de la carretera indica el lugar. Antes de internarme por el desvío
de arena apisonada, me detengo a contemplar aquella cruz”.
EL HOMBRE QUE MIRA EL MAR
Carlos Calderón Fajardo
B) EL DIÁLOGO
“No- dije. No. No me pidan que explique por qué. Pero… yo no estoy de acuerdo… yo no”.
EL REDONDEL DE LAS MIRADAS LIMPIAS
Pedro Quintanilla
El interlocutor es el camarero, sin embargo, jamás responde, por lo que fácilmente el lector
percibe que es un pseudodiálogo. Ahora, ¿qué es lo inconfesable?
El efecto del diálogo entre dos personajes es muy sugestivo. Ambos hablan e incluso se
oponen. ¿De qué línea se trata? ¿Quién prohíbe trasponerla? y ¿Por qué?
“Yo no sé qué diablos tocaba, Celia, qué ángeles tocaba la orquesta aquella noche. Y lo
recuerdo todo: La mesa en que callábamos, las manos enlazadas, tu frente a mí a punto de
llorar”
LA ÚLTIMA NOCHE EN QUE FUIMOS JÓVENES
Carlos Murciano
El personaje habla con Celia, pero indirectamente es un falso diálogo, ya que la mujer no
contesta. ¿Qué de memorable hubo esa noche?, ¿Por qué estaba ella a punto de llorar?
“Diles que no me maten, Justino!, Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles.
Diles que lo hagan por caridad”.
DILES QUE NO ME MATEN
Juan Rulfo
C) LAS FECHAS
Siempre que un autor precisa fechas o plazos temporales, el lector aguza su memoria y
pretende recordar él también algún suceso histórico que se haya dado en esa época.
Además, en el presente fragmento el extraño y siniestro apelativo de Larsen concita en
mayor medida nuestra atención ¿quién es Larsen? ¿Por qué se le llama juntacadáveres?,
¿Por qué lo expulsaron?
“Al amanecer del 18 de Febrero de 1896, en el norte de Italia un tren salió de la estación
de Resia con destino a Merano”.
CLAVE PARA REGRESAR DEL ESPACIO
Antonio Gálvez Ronceros
Aquí se radicaliza el discurso con una cita directa del día, mes y año, obligando al lector a
interrogarse el porqué de la precisión de la fecha, ¿Qué suceso es tan importante como para
ser tan específico?
Borges es uno de los maestros de esta táctica literaria y en el citado fragmento hace un
verdadero despliegue de habilidad para motivar al lector. ¿Qué de trascendente tiene esa
fecha?, ¿Quién le envía esa carta?
En París, después de una tormentosa noche, en el otoño de 18…, gozaba yo de la doble
voluptuosidad de la meditación y de una pipa”.
LA CARTA ROBADA
Edgar Allan Poe
“Mi primera visita a Tartarín de Tarascón perdura en mi vida como algo inolvidable. Han
transcurrido de doce a quince años, pero la recuerdo mejor que lo que hice ayer”.
TARTARÍN DE TARASCÓN
Alphonse Daudet
El recurso tiene en este caso una tonalidad distinta, al no ser tan preciso en las fechas, y la
palabra “inolvidable”, despierta en el lector el deseo por conocer las características de esa
visita a Tartarín de Tarascón.
D) LA VIOLENCIA
“El hombre pisó algo blanduzco, y en seguida sintió la mordedura en el pie. Saltó
adelante, y al volverse con un juramento, vió una Yaracacusú que, arrollada sobre sí
misma, esperaba otro ataque”.
A LA DERIVA
Horacio Quiroga
“El miedo se le había pasado, ya no temblaba, pero no entendió las voces ni comprendió el
estruendo y le pareció que el tiempo estaba detenido. Entonces, lo primero que sintió
fueron unas brasas punzantes entrándole y quemándole el pecho y el estómago mientras un
líquido tibio comenzaba a mojarle el bajo vientre y los calzoncillos”.
EL canto del tuco
Jaime a. Pantigozo
La sucesión de hechos y sensaciones no dan descanso al lector y es muy difícil que pueda
evadirse de la anécdota que le cuentan. Por ello este tipo de inicio es muy recomendable
debido a su falta de pausas.
“El remezón del arranque lo arrojó de bruces contra la puerta del pasillo, pero Alfaro,
más que dolor por el golpe, experimentó alivio pensando en todo lo que le había evitado
esa carrera desde el otro extremo del andén”.
UNA NOCHE, UN TREN
Carlos Garayar
Algo contradictorio sucede aquí, en lugar de imperar el dolor, impera el alivio. Debe existir
una razón poderosa para que el sufrimiento pase a un segundo plano. La misión del lector
es averiguar ¿Por qué?
“Diecisiete días después, el crimen no está resuelto. No hay móvil ni culpable. Sin
embargo, cuando encontraron el cuerpo de bruces sobre un charco de sangre oscura y
pesada, brillante contra los reflejos de la ventana, los inspectores creyeron estar ante un
caso, aunque truculento, sencillo”.
DIECISIETE DÍAS DESPUÉS
José Luis Alvarez
E) EL ADVENIMIENTO DE ALGO. -
“No aseguró el caballo en uno de los horcones del boliche donde ya habían otros, sino en
un chircal tupido que estaba enfrente. Las peripecias de la huida le obligaban a ser en
todo momento cauteloso”.
EL OJO DE LA MUERTE
Augusto Roa Bastos
Lo primero que uno se pregunta es ¿Quién huye?, ¿De quién?, ¿Por qué? Y por supuesto
desea seguir leyendo para resolver estas interrogantes.
“Abre la puerta con cuidado, como si temiera encontrar algo peligroso que no dejó en su
escritorio al salir cinco minutos antes”
ESTE DOMINGO
José Donoso.
Las dudas girarían en torno al temor del que abre la puerta, ¿Qué podría hallar?, ¿A qué le
teme? y ¿Por qué?
“Dentro de un momento harán pasar a Laura Cervera. Siento curiosidad por conocerla;
me intriga. No ha negado nada, es más, parece ser que no siente que haya hecho algo
malo”.
EL INTRUSO
Pascale García – Abalos Rey
¿Quién es Laura Cervera? ¿Qué ha hecho? la intriga no sólo la tiene el narrador, sino que
con su propia curiosidad motiva más la atención y la expectativa del lector.
“La enfermera les hizo pasar a la sala de espera y el joven matrimonio tomó asiento en un
sofá de cuero, sin soltarse las manos, en silencio”.
BORÍN
José Miguel Sanfeliu
La sutileza es el gran atractivo de este párrafo inicial. ¿Qué les van a decir? ¿Por qué la
pareja está tan tensa?
“Cuando él salió, nadie podía imaginar que ese día sería tan distinto”.
EL PAN DE CADA DÍA
Borka Sattler
¿Qué pasó ese día? ¿Por qué sería distinto a otro? Un comienzo muy breve, pero al mismo
tiempo muy efectivo. El lector intentará descifrar el enigma que “nadie puede imaginar”.
F) LA DESCRIPCIÓN
La caracterización tan contradictoria del personaje, nos causa mayor curiosidad: Es sucio y
sin embargo infunde respeto ¿Por qué?, ¿Quién es él?
La espectacularidad de las imágenes es tal que las relacionamos con el cine y en general
con el código audiovisual. ¿Por qué lo obsesionan esas imágenes?, ¿Qué lo llevó a esa
situación?
“Te dijo que no te pusieras los de tacón alto, ni tampoco esa faldita de hilo que siempre
aprieta tus caderas, no, tampoco los anteojos oscuros, porque sino te estarían mirando
como bicho raro”.
VUELVO
Rocío Uchofen
La descripción es ágil y por lo mismo muy motivadora para el lector, el que intentará
descubrir quién es la mujer a la que se impide vestirse de una cierta manera, y quién es
aquel que ejerce alguna autoridad sobre ella.
“Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa
presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y
removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior”.
EL OTOÑO DEL PATRIARCA
Gabriel García Márquez
Más allá de las descripciones, el lector siente alguna sugerencia simbólica. El fragmento
supone un caos, un desencuentro que trasciende lo meramente automovilístico o urbano. Y
para desentrañar el misterio debe proseguir la lectura.
G) OTRAS VARIANTES
Lo sonoro del término, que es el nombre de un plato de comida, llama la atención del
lector. Si nunca ha escuchado semejante variedad culinaria, no interesa, fonéticamente va a
ser atrapado por esos dos renglones.
“Era una de esas lindas y deliciosas criaturas nacidas como por un error del destino en
una familia de empleados”
EL COLLAR
Guy de Maupassant
Definitivamente la belleza seduce a cualquiera, y en este fragmento se alude a una hermosa
mujer. Esto creará expectativa por saber más de ella. En el caso de las lectoras, querrán
descubrir algo más por curiosidad y en el de los lectores por una razón elemental de
atracción, seguirán embelesados con las descripciones.
“Creo que Dios me perdonará, que olvidará el acto que me dispongo a realizar”
VIOLINES PARA UNA DESPEDIDA
Luis Murillo
El narrador en primera persona resulta muy efectivo en estas circunstancias, porque expresa
su discurso directamente, y así lo recibe el lector. ¿Qué va a hacer, para que pida la
absolución divina?
“Señora ama de casa: convierta usted en fuerza motriz la vitalidad de sus niños. Ya
tenemos a la venta el maravilloso Baby H.p., un aparato que está llamado a revolucionar
la economía hogareña”
BABY H.P.
Juan José Arreola