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John Locke, más que un empirista es un moralista ya que en la educación da una mayor
importancia a la conducta y a la ética que a la inteligencia y al conocimiento.
Los tres elementos principales que propone para la educación son conseguir:
Un cuerpo sano: hay que centrarse primeramente en el desarrollo y bienestar del cuerpo,
ya que este es el soporte básico del desarrollo y bienestar del alma. En relación a esta
temática podemos observar su preocupación por la higiene, la alimentación, así como
todos los temas referidos al tratamiento adecuado del propio cuerpo, siendo una clave
esencial de lo que él considera por educación. Aunque la preocupación por la Educación
Física comienza en el Renacimiento, es Locke el primero que le brinda la importancia que
merece.
En cuanto algunos de los principios por los que se regía este pensador en lo referido a lo educativo
hemos de señalar que se oponía a la utilización de la violencia por parte del docente y difundía el
aprendizaje mediante el juego. Tampoco aceptaba que la educación se redujera a transmitir
esquemas ya hechos y fijados, sino que consideraba que el profesor debía fomentar el desarrollo
de esquemas propios por parte del alumno, enriqueciendo el desarrollo de la libertad y la iniciativa
personal.
Como hemos hablado al principio de este trabajo, se decanta por la educación en el hogar debido
a su mala experiencia en lo relacionado a las escuelas públicas, lugares donde abundaba la
grosería verbal y la falta de