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UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÓNOMA DE LOS ANDES

–UNIANDES–

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA

CARRERA DE DERECHO

ALUMNA: KAREN SANTAMARÍA, GENESIS BALSECA, MELINA CASTRO,

IVAN ORDOÑEZ, DIEGO QUEZADA, LADY PAUCAR, OSCAR ROSADO

DOCENTE: DR. JUAN CARLOS NEVÁREZ

TAREA: ARTÍCULO CIENTÍFICO SOBRE SENTENCIA DE CORTE

CONSTITUCIONAL

SEMESTRE: NOVENO “A”

SANTO DOMINGO – ECUADOR


ANÁLISIS JURÍDICO DE LA SENTENCIA Nº 113-14-SEP-CC

CASO Nº 0731-10-EP

RESUMEN

La Constitución de la República del Ecuador de 2008 reconoce la justicia indígena como


un sistema jurídico diferente a la justicia ordinaria dándole la potestad jurisdiccional para
resolver conflictos de los pueblos indígenas. Sin embargo, a partir de la sentencia de la
Corte Constitucional del caso La Cocha del año 2014 se establece la limitación de
competencia material de la justicia indígena.

La sentencia que se revisa en este análisis, tiene como antecedente el asesinato de Marco
Antonio Olivo Pallo, cometido el 9 de mayo del 2010, presuntamente por 5 jóvenes
indígenas de la comunidad La Cocha, en la Parroquia Zumbahua, provincia de Cotopaxi.
Por ese hecho la comunidad los sancionó en base a la justicia indígena, pese a ello,
posteriormente fueron procesados por la justicia ordinaria por el delito de asesinato.

Víctor Manuel Olivo Pallo, hermano de la víctima, presentó ante la Corte Constitucional
una acción extraordinaria de protección, la cual fue admitida a trámite bajo el caso No.
0731-10-EP; en contra del auto de llamamiento a juicio, dictado por el Juez Primero de
Garantías Penales de Cotopaxi, argumentando que se había cometido doble juzgamiento,
tomando en consideración que los presuntos autores del crimen ya fueron sancionado por
la comunidad a través de la justicia indígena. El 30 de julio del 2014, la Corte
Constitucional determinó que no hubo doble juzgamiento, estableciendo que la justicia
indígena solo se aplicará a conflictos internos que se produzcan dentro de su ámbito
territorial, exceptuando los delitos contra la vida que se cometan en comunidades
indígenas, lo cual es facultad exclusiva y excluyente del sistema penal ordinario.

PALABRAS CLAVE

Justicia Indígena; Justicia Ordinaria; Estado Constitucional de Derechos y Justicia;


Plurinacionalidad; Interculturalidad; Estado Unitario; Pluralismo Jurídico; Control de
Constitucionalidad, Democracia.

2
INTRODUCCIÓN

Desde la Constitución Política de 1998, el Ecuador reconoce otros sistemas de justicia


−dejando de lado la teoría del monismo jurídico−, como, por ejemplo, los sistemas
consuetudinarios de derecho de los pueblos indígenas. El derecho indígena está dotado
de autonomía; el artículo 191 señalaba que las autoridades de los pueblos indígenas
ejercerán funciones de justicia, aplicando normas y procedimientos propios para la
solución de conflictos internos de conformidad con sus costumbres o derecho
consuetudinario, siempre que no sean contrarios a la Constitución y las leyes.1

Desde 1998, la idea de un pluralismo jurídico concebido como el reconocimiento de la


existencia de otros sistemas jurídicos, aparte del estatal, generó que los emergentes
órdenes de justicia indígena ocuparan un lugar de subordinación. Esto se refleja en la
continua y sistemática negación de legitimidad que se emprende en su contra desde la
justicia ordinaria, y en el constante bloqueo de la capacidad de los pueblos indígenas para
decidir sobre su bienestar e integridad territorial, cultural y ambiental.2

Con la entrada en vigencia de la nueva Constitución de la República 3, nace una nueva


etapa constitucional para el país, esto es, “un Estado constitucional de derechos y justicia”,
en donde la prioridad estatal es la de velar y garantizar los derechos humanos consagrados
en la Constitución y en los convenios y tratados internacionales. En esta nueva Carta
Magna, se sigue reconociendo el pluralismo jurídico y la capacidad de los pueblos y
nacionalidades indígenas, para ejercer procedimientos propios de justicia, de
conformidad con el artículo 171.

Desde la consagración constitucional de estos nuevos sistemas de justicia en el Ecuador,


no existió precedente constitucional alguno sobre la competencia de las autoridades
indígenas frente a las autoridades de justicia ordinaria, pues se entendía que las decisiones

1
Constitución Política de la República del Ecuador [1998], tít. VIII, “De la función judicial”, cap. 1, “De los
principios generales”, artículo 191.
2
Marcelo Bonilla Urvina, “Pluralismo Jurídico en el Ecuador. Hegemonía Estatal y Lucha por el
reconocimiento de la Justicia Indígena”. En Rudolf Huber, Juan Carlos Martínez, Cécile Lachenal y
Rosembert Ariza, coordinadores, Hacia Sistemas jurídicos plurales (Bogotá: Konrad-Adenauer-Stiftung e.
V., 2008), 66.
3
Constitución del Ecuador, Registro Oficial No. 449 de 20 de octubre de 2008, misma que deroga a la
Constitución Política de la República del Ecuador de 1998 (R.O. 1, 11-VIII-1998).
3
tomadas por las comunidades, de acuerdo a la Constitución, debían ser respetadas por las
autoridades estatales.

En el año 2014, la Corte Constitucional ecuatoriana estableció límites a la administración


de justicia de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas mediante la
sentencia No. 113-14-SEP-CC. Esta sentencia ha sido objeto de críticas por parte de los
juristas y de la opinión pública, pues genera un retroceso al derecho en general y, en
especial, a la administración de justicia indígena, porque delimita su competencia
jurisdiccional, lo que no consta en la Constitución del Ecuador. En la presente
investigación nos proponemos responder la siguiente pregunta: ¿Cuál es el alcance de la
sentencia de la Corte Constitucional ecuatoriana del caso “La Cocha”, expedida el 30 de
julio de 2014, y sus potenciales efectos en el pluralismo jurídico?

El ordenamiento jurídico es, para Kelsen, “un sistema de normas jerarquizado, creado por
un conjunto de instituciones centralizadas a través de procedimientos previamente
establecidos en una Constitución que deriva su validez de una hipótesis: la norma
fundamental”4.

De acuerdo con Cotterrell5, el monismo jurídico sostiene que el derecho:

[…] es y solo es el derecho producido por un órgano competente, aquel que estudian y
aplican los abogados, en el que se basan los jueces para dictar sus sentencias y que está
respaldada por el uso de la fuerza legítima del Estado. El carácter jurídico de una norma
estaría determinado por su posición y creación dentro de una escala jerárquica: la
existencia es al mismo tiempo la manifestación de su validez.6
Más allá de los postulados teóricos, consideramos que el monismo jurídico no permite
explicar y peor analizar sistemas normativos diferentes al estatal; este vacío, nos obliga
necesariamente a recurrir a la perspectiva teórica del “pluralismo jurídico”. El
“pluralismo jurídico”, a diferencia del monismo jurídico, permite hablar de la
coexistencia de varios sistemas jurídicos dentro de un mismo espacio geopolítico.7

4
Libardo Ariza y Daniel Bonilla “El pluralismo jurídico: Contribuciones, debilidades y retos de un concepto
polémico”, pp. 19-85, en: Griffiths John, Sally Engle Merry y Brian Tamanaha, El debate sobre el Pluralismo
Jurídico (Bogotá: Universidad de Los Andes/Siglo del Hombre Editores, 2007), versión digital,
https://www.palermo.edu/derecho/eventos/pdf/Estudiopreliminar-ArizayBonilla-VersionparaAngel.pdf
5
Roger Cotterrell, “The Sociological Concept of Law”, Journal of Law & Society, 10, 244-246
6
Libardo Ariza y Daniel Bonilla “El pluralismo jurídico: Contribuciones, debilidades y retos de un concepto
polémico”, pp. 19-85, en: Griffiths John, Sally Engle Merry y Brian Tamanaha, El debate sobre el Pluralismo
Jurídico (Bogotá: Universidad de Los Andes/Siglo del Hombre Editores, 2007), versión digital,
https://www.palermo.edu/derecho/eventos/pdf/Estudiopreliminar-ArizayBonilla-VersionparaAngel.pdf
7
Raquel Irigoyen Fajardo, Pautas de Coordinación entre el Derecho Indígena y el Derecho Estatal,
(Guatemala: Fundación Myrna Mack, 1999), 13.
4
De igual manera, la Dra. Elisa Cruz Rueda se refiere al pluralismo jurídico como la
“coexistencia de sistemas jurídicos diversos dentro de un mismo campo social”8; esta
académica profundiza en el tema y va más allá de una conceptualización del término al
manifestar que esta coexistencia: “cuestiona la visión etnocéntrica del derecho occidental,
que ha sido construida asignándole el papel de único y legítimo referente de derecho por
el positivismo jurídico, concepción ésta que vino a respaldar y consolidar la empresa
colonial”9

Al referirse al pluralismo, la Corte Constitucional ecuatoriana señala en su sentencia N°


113-14-SEP-CC10 que este “representa la coexistencia de dos o más sistemas jurídicos
dentro de un mismo Estado. La presencia de varios sistemas jurídicos plantea la existencia
de normas sustitutivas y adjetivas de diverso origen que demandan su obediencia y
aplicación en un mismo territorio”. Además, agrega que:

El pluralismo jurídico constituye uno de los conceptos centrales tanto de la antropología


como de la sociología jurídica, y se refiere a la coexistencia de sistemas jurídicos diversos
dentro de un mismo campo social, lo cual cuestiona la visión etnocéntrica del derecho
occidental, que ha sido construida asignándole el papel de único y legítimo referente de
derecho por el positivismo jurídico, concepción ésta que vino a respaldar y consolidar la
empresa colonial (Fitzpatrick, 1998). El cuestionamiento a la centralidad del derecho
estatal ha sido uno de los focos de atención de los estudios antropológicos del derecho y
de la sociología jurídica, interesados en dar cuenta de la vigencia de otros sistemas
jurídicos dentro de los Estados nacionales.11
En esta línea de análisis, Santiago Andrade Ubidia manifiesta que:

La pluralidad jurídica es consecuencia de la explicita decisión de los pueblos para incidir


en la posibilidad de lograr configurar un nuevo orden, capaz de respetar sistemas de
derecho culturalmente diferentes del derecho positivo estatal y de disponer un espacio
más autonómico para resolver los conflictos internos de cada pueblo. Este nuevo modelo
de Estado plurinacional, que da lugar al reconocimiento de la pluralidad jurídica, no
significa que cada uno haga lo que ha bien tenga, bajo la errónea idea de que eso es respeto,
tampoco de esencializar identidades o entenderlas como adscripciones étnicas
inamovibles, sino como intercambio que permita construir espacios de encuentros entre
seres y saberes, sentidos y prácticas distintas, bajo el respeto mutuo.12

8
Elisa Cruz Rueda, “Principios Generales de Derecho Indígena”, en Rudolf Huber, Juan Carlos Martínez,
Cécile Lachenal, Rosembert Ariza, coordinadores, Hacia sistemas jurídicos plurales. Reflexiones y
experiencias de coordinación entre el derecho estatal y el derecho indígena (Colombia: Fundación Konrad
Adenaue, 2008), 29.
9
Ibíd.
10
Ecuador. Corte Constitucional ecuatoriana. Caso 0731-10-EP de 30 de julio de 2014
11
Ibíd.
12
7 Santiago Andrade, Agustín Grijalva, Claudia Storini, edit., La Nueva Constitución del Ecuador, Estado,
derechos e instituciones (Quito: Universidad Andina Simón Bolívar / Corporación Editora Nacional, 2009),
191.
5
En países como el nuestro, en donde existen pueblos, comunidades y nacionalidades
indígenas con algún tipo de identidad propia−esto es, religión, etnia, cultura, justicia,
etc.−, existe un constante debate jurídico de cómo tratar el conjunto de normas,
procedimientos y sistemas en base a los cuales estos grupos regulan su convivencia social
y resuelven sus conflictos.

Este debate se ventiló en la Constitución Política de la República del Ecuador de 1998al


incorporar el reconocimiento por parte del Estado de los sistemas consuetudinarios de
derecho de los pueblos indígenas y la competencia de sus autoridades para ejercer justicia
aplicando procedimientos propios, siempre y cuando no sean contrarios a la Constitución
y las leyes.13

Desde 1998, la idea de un pluralismo jurídico concebido como el reconocimiento de la


existencia de otros sistemas jurídicos, aparte del estatal, generó que “los emergentes
órdenes de justicia indígena” ocuparan “un lugar de subordinación, que se refleja en la
continua y sistemática negación de legitimidad que en su contra se emprende desde la
justicia ordinaria, y en el constante bloqueo de la capacidad de los pueblos indígenas para
decidir sobre su bienestar e integridad territorial, cultural y ambiental”.14

Mientras que en la Constitución de 1998aEcuador se lo definía como un “Estado social


de derecho, soberano, unitario, independiente, democrático, pluricultural y multiétnico”,
la Constitución de 2008 amplía su visión de Estado al considerarlo como intercultural y
plurinacional.

En este sentido, el artículo 1 de la Constitución de la República del Ecuador establece:


“El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático,
soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en
forma de república y se gobierna de manera descentralizada […]”.15

De acuerdo con el criterio de la Corte Constitucional ecuatoriana, la plurinacionalidad a


la que hace referencia este artículo:

13
Constitución Política de la República del Ecuador [1998], tít. VIII, “De la función judicial”, cap. 1, “De los
principios generales”, artículo 191.
14
Marcelo Bonilla Urvina, “Pluralismo Jurídico en el Ecuador. Hegemonía Estatal y Lucha por el
reconocimiento de la Justicia Indígena”. En Rudolf Huber, Juan Carlos Martínez, Cécile Lachenal y
Rosembert Ariza, coordinadores, Hacia Sistemas jurídicos plurales (Bogotá: Konrad-Adenauer-Stiftung e.
V., 2008), 66.
15
Ecuador. Constitución de la República del Ecuador [2008], artículo 1 (Quito: Asamblea Nacional).
6
[…] comporta un concepto de nación que reconoce el derecho de las personas a identificar
su pertenencia no solo con cierto ámbito geográfico territorial sino además con una
cultura determinada. En este sentido, con el término plurinacionalidad se hace alusión a
la convivencia de varias naciones culturales o pueblos étnicamente distintos dentro de
una gran nación.16
En relación a este tema, la Corte Constitucional de Colombia ha manifestado:

El reconocimiento de la sociedad moderna como un mundo plural en donde no existe un


perfil de pensamiento sino una confluencia de fragmentos socio culturales, que se aleja
de la concepción unitaria de 'naturaleza humana', ha dado lugar en occidente a la
consagración del principio constitucional del respeto a la diversidad cultural. Los Estados,
entonces, han descubierto la necesidad de acoger la existencia de comunidades
tradicionales diversas, como base importante del bienestar de sus miembros, permitiendo
al individuo definir su identidad no como "ciudadano" en el concepto abstracto de
pertenencia a una sociedad territorial definida y a un Estado gobernante, sino una
identidad basada en valores étnicos y culturales concretos. [. . .] Este cambio de visión
política ha ten ido repercusiones en el derecho [. . .] La función de la ley se concentraba
en la relación entre el Estado y la ciudadanía, sin necesidad de preocuparse por la
separación de identidades entre los grupos. [. ..] En los últimos años, y en el afán de
adaptar el derecho a la realidad social, los grupos y tradiciones particulares empezaron a
ser considerados como parte primordial del Estado y del Derecho, adoptándose la
existencia de un pluralismo normativo como nota esencial y fundamental para el sistema
legal en sí mismo.17
La plurinacionalidad e interculturalidad establecen el reconocimiento de una
heterogeneidad cultural dentro de un determinado territorio y la existencia de minorías
históricamente invisibilizadas y, como consecuencia de ello, discriminadas. La
interculturalidad y la plurinacionalidad robustecen el concepto de Estado unitario, pues
conllevan al respeto a la diversidad étnica y cultural y fortalecen la democracia sustentada
en los derechos y el respeto a las minorías. La interculturalidad tiende a mantener una
relación de diálogo permanente entre la cultura mayoritaria y las demás culturas
existentes en el país, con el objeto de fomentar una sociedad más igualitaria que permita
el reconocimiento material de los derechos de grupos invisibilizados históricamente.18

La Constitución de la República determina los derechos que gozan los pueblos,


comunidades, nacionalidades y demás colectividades ancestrales. El artículo 57 numeral
9− al establecer el derecho a conservar sus propias formas de convivencia y organización
social, y de generación y ejercicio de autoridad− reconoce los territorios indígenas así
como las tierras comunitarias de posesión ancestral en los cuales se desenvuelven las

16
Ecuador, Corte Constitucional ecuatoriana. Caso 0731-10-EP de 30 de julio de 2014.
17
Colombia. Corte Constitucional colombiana, sentencia T-496/96, magistrado ponente: Ciro Angarita
Barón.
18
Ecuador. Corte Constitucional ecuatoriana. Caso 0731-10-EP de 30 de julio de 2014.
7
comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas. 19 Por su parte, el numeral 10 del
mismo artículo reconoce su derecho a: “Crear, desarrollar, aplicar y practicar su derecho
propio o consuetudinario, que no podrá vulnerar derechos constitucionales, en particular
de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.”

Como consecuencia de este mandato constitucional, distintos sistemas jurídicos coexisten


en el Ecuador. De acuerdo con lo señalado por la Corte Constitucional ecuatoriana, este
pluralismo jurídico “pone en cuestión el monopolio de las instituciones estatales como
las únicas autorizadas a crear derecho y a juzgar en derecho, y reconoce taxativamente
otras fuentes creadoras de derecho y otras autoridades jurisdiccionales encargadas de su
aplicación” 20

Este reconocimiento del pluralismo jurídico en el Ecuador no ha sido tarea fácil; por el
contrario, ha sido el resultado de las luchas históricas de las comunidades, pueblos y
nacionalidades indígenas que han exigido el respeto a su identidad cultural y que han
conseguido se reconozca y valore sus diferencias culturales, su organización social y sus
saberes ancestrales dentro del marco constitucional.21

Los antecedentes de este pluralismo jurídico, como señala Tzvetan Todorov, pueden ser
encontrados en el espacio colonial:

Como resultado de la expansión europea, distintos pueblos y culturas fueron incluidos


forzosamente en el proyecto de consolidación y universalización de la cultura occidental.
A partir del ‘descubrimiento’ de América por parte de la Corona española, las naciones
europeas asumen como justificación de su expansión la ‘noble misión’ […] de eliminar
el salvajismo de la faz de la tierra.22
Esta decisión da inicio a un incansable proceso de expansión que considera que la cultura
y las instituciones europeas son el modelo a partir del cual deben ser forjadas las demás
naciones del mundo. 23 El trasplante de las instituciones jurídicas occidentales a los
contextos coloniales no solo es visto como una necesidad gubernamental sino que,
también, es considerado como un medio para lograr el abandono del salvajismo y la
construcción de la civilización.

19
Ibíd.
20
Ecuador. Corte Constitucional ecuatoriana. Sentencia 113-14-SEP-CC de 30 de julio de 2014
21
Ibíd.
22
Tzvetan Todorov, La Conquista de America: El problema del Otro (México, Siglo XXI, 1989), 292. 2
23
Anthony Anghie, “Francisco Vitoria and the Colonial origins of International Law”, pp. 89-107, en Eve
Darian Smith y Peter Fitzpatrick (eds.), Laws of the Postcolonial. (Michigan: University of Michigan Press,
2001) y Young, Robert. Post colonialism: An Historical Introduction. (Oxford: Blackwell Publishing, 2001).
8
En el espacio colonial, se percibe la coexistencia de dos formas de ver el mundo, cada
una de las cuales posee su propia cultura y, por lo tanto, su propio “derecho”. Como
principio general, en los contextos coloniales la metrópolis acepta la vigencia de los “usos
y costumbres” de los pueblos autóctonos, sometiendo su validez al respeto de los
principios básicos del derecho oficial “representado por el Código de las Siete Partidas
(1256-1265), por el Ordenamiento de Alcalá de Henares (1348), por los Fueros
Municipales, Fueros Reales y, finalmente, por la Ley de Toro” 24

Las prácticas jurídicas autóctonas son conservadas en la medida en que no contradigan


los valores y principios fundamentales del derecho oficial. De esta forma, el pluralismo
jurídico es un resultado del colonialismo, en cuyo contexto las naciones colonizadas
“cuando no fueron totalmente exterminadas, fueron sometidas al derecho del
conquistador con el permiso, expreso o implícito, de seguir conservando en ciertos
dominios su derecho tradicional”25

MATERIALES Y MÉTODOS

Línea de investigación

Resumen y análisis del precedente jurisprudencial establecido en la Sentencia 113-14-


SEP-CC, referente a la acción extraordinaria de protección planteada por el señor Víctor
Manuel Olivo Pallo, en contra de los cuatro sentenciados por la justicia indígena.

• Los preceptos referentes a la justicia indígena en el artículo 171 inciso segundo de la


Constitución de la República del Ecuador; y, 343 del Código Orgánico de la Función
Judicial, de igual manera, el principio de no re victimización.

Metodología aplicada

El presente trabajo de análisis es de tipo descriptivo en virtud de que implica la


observación sistemática del objeto de estudio [Sentencia] y su correspondiente
descripción, de igual manera cataloga la información que es observada para que pueda
usarse y replicarse por otros dentro del marco del análisis.

24
José M Ots y Capdequi, Historia del derecho español en América y del derecho indiano (Madrid: Aguilar,
1968), 44-46.
25
Boaventura De Sousa Santos, Estado, Derecho y Luchas Sociales (Bogotá: ILSA, 1991), 70-71.
9
La sentencia producto del correspondiente análisis –Sentencia N° 113-14-SEP-CC – se
puede evidenciar en su estructura tres principales parámetros de estudio; reflejando lo
siguiente:

- Antecedentes

Dentro de esta particularidad que forma parte del análisis descriptivo de la sentencia, en
su primer considerando, tenemos los antecedentes con su respectivo resumen de
admisibilidad, de la solicitud y sus argumentos, pretensión concreta, decisiones de justicia
indígena que se impugnan, de la contestación y sus argumentos, audiencia pública, y
peritajes.

- Consideraciones y fundamentos de la Corte Constitucional

Respecto a este parámetro que engloba al análisis descriptivo de la sentencia, se puede


hacen hincapié que, este considerando resulta ser el punto de mayor importancia e
inflexión, porque aquí radica el eje de la fundamentación –motivación y análisis
constitucional– realizada por la Corte referente al caso de estudio.

En ese orden de ideas encontramos, en primer lugar, la Competencia de la Corte, la


determinación del problema jurídico, resolución de los problemas jurídicos,
consideraciones adicionales de la Corte Constitucional.

- Decisión.

Una vez que el pleno de la Corte Constitucional ha realizado la fundamentación


correspondiente respecto al caso en mención, se decidió lo siguiente:

a) Que no se han vulnerado derechos constitucionales tanto en el ejercicio de la


administración de justicia indígena por parte de la Asamblea General de La Cocha como
tampoco del Ministerio Publica y la Judicatura Penal Ordinaria.

b) Que la Asamblea General Comunitaria del pueblo Kichwa Panzaleo es la autoridad de


justicia indígena habilitada y competente para resolver los conflictos internos en sus
territorios.

c) Que la Asamblea General Comunitaria del pueblo Kichwa Panzaleo cuando conoció este
caso de muerte, no resolvió respecto de la protección del bien jurídico vida como fin en
sí mismo, si no en función de los efectos sociales y culturales en esa muerte provocó que
la comunidad, estableciendo diversos niveles de responsabilidad que son distribuidos en
10
distinto grado, entre los directamente responsable y sus respectivas familias mientras que
por su lado el ministerio público y la justicia penal ordinaria actuaron bajo la obligación
constitucional y legal de investigar y juzgar respectivamente la responsabilidad individual
de los presuntos implicados en la muerte, y que por esta Corte declara que no se ha
configurado el non bis ídem o doble juzgamiento.

d) Que el Consejo de la Judicatura organice un proceso sistemático de difusión de esta


sentencia con todos los operadores de justicia relacionados.

La modalidad de la investigación es de carácter cualitativo, de tipo no experimental, con


un diseño transversal ya que se pretende realizar un análisis crítico, en relación con la
normativa jurídica que regula la Corte Constitucional referente a la consulta de
constitucionalidad de norma, por su alcance descriptiva – explicativa.

Método Inductivo

Dentro del análisis respectivo de la sentencia, desde una premisa especifica se puede
denotar el conflicto de jurisdicciones –Justicia Ordinaria e indígena– y su adecuada
aplicabilidad en los casos concretos que llegan a su conocimiento, en ese sentido es
menester señalar que, las decisiones de autoridad indígena deben ser respetadas por las
autoridades de la justicia ordinaria, en virtud del cumplimiento del principio de
Supremacía Constitucional, cuestión que viene a denotar la premisa general del presente
análisis.

Método deductivo.

En el ordenamiento jurídico ecuatoriano, todo el sistema normativo, tanto legales y


reglamentarias deben someterse a los preceptos y lineamientos constitucionales, en
cumplimiento del principio de supremacía, en este sentido, en el caso en particular del
presente análisis, es menester señalar sobre el conflicto de normas de la justicia ordinaria
e indígena que rigen en nuestro país.

Métodos de la investigación

En la investigación, se utilizará el método científico de nivel teórico del conocimiento ya


que ayuda a comprender la estructura y la dinámica del objeto buscado y permite
descubrir su contradicción para comprender los hechos y centrarse en el análisis crítico

11
de la normativa. Además del inductivo deductivo para analizar lo particular hacia lo
general del tema además para las conclusiones de la investigación, el histórico- lógico
por la trayectoria de los acontecimientos y su desarrollo.

RESULTADOS

En este punto se analizará la resolución de la Corte Constitucional respecto a la Acción


Extraordinaria de Protección partiendo de dos puntos principales. En el primer punto, se
revisará la parte considerativa-obiter dictum que especificó la Corte. En el segundo punto
se referirá a la parte resolutiva-ratio decidendi de la Acción Extraordinaria de protección
del caso La Cocha. De esta forma, se especificará la coherencia entre el fondo de la
demanda y de la sentencia.

Parte considerativa-Obiter dictum

La parte considerativa de la sentencia refleja el trabajo que realizaron los jueces para no
vulnerar los derechos establecidos en la Constitución, por lo cual en este estudio se
considera que es necesario su análisis. “El obiter dicta, […] tiene un carácter no
vinculante y sí eminentemente persuasivo”26. La parte considerativa es importante para
una interpretación generalizada, así se reflejen en la sentencia los derechos
constitucionales.

En este punto es necesario determinar los problemas jurídicos encontrados por la Corte.

¿Las autoridades indígenas adoptaron decisiones bajo competencias habilitadas,


aplicando procedimientos propios, dentro de los parámetros constitucionales y de la
protección de derechos humanos reconocidos por las convenciones internacionales?
¿Las instituciones y autoridades públicas respetaron a la comunidad indígena implicada
en el proceso de juzgamiento en examen, en especial, las decisiones de la justicia
indígena?
Ambas interrogantes fueron importantes en el análisis, sin embargo, no abarcaron la
resolución del tema de fondo. Para su mayor enfoque se detalla los términos considerados
por la Corte, que no fueron profundamente abordados en la valoración del caso.

Uno de ellos, es el tema antes señalado, la interculturalidad, que:


[…] más que una categoría relacionada con el Estado, está vinculada directamente con la
sociedad, en la medida en que la interculturalidad no apunta al reconocimiento de grupos
étnicos-cultural, sino a las relaciones y articulaciones entre estos pueblos heterogéneos y con

26
Corte Constitucional de Colombia. Sentencia No. SU 1219 de 2001.Punto 7. 2.
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=7123#
12
otros grupos sociales y entidades que coexisten en la nación cívica27.
Lo citado expresa la coexistencia de la diversidad cultural, y la necesidad de enlace de
formas culturales diversas; no valora las diversas formas de administración de justicia,
por el hecho de existir más de dos culturas y su reconocimiento a partir del presupuesto
de que son formas culturales válidas señaladas en la norma constitucional, ubicadas en
un plano igualitario.

De la misma forma, la Corte se refiere al término de plurinacionalidad señalando que la


“Plurinacionalidad (…) hace alusión a la convivencia de varias naciones culturales o
pueblos étnicamente distintos dentro de una gran nación cívica”. Esto permite entender
que la Corte partió de un análisis social-sociológico, tanto de la interculturalidad como
de la plurinacionalidad, pero no lo vincula con la justicia y la jurisdicción indígena.

Otro término importante para este tema e investigación es el pluralismo jurídico, el mismo
fue analizado pero con un enfoque limitado. Al respecto, la Corte únicamente se refirió a
lo siguiente “lo que obliga a esta Corte, para el análisis del presente caso, a ubicarse en el
campo del pluralismo jurídico constitucionalmente determinado”164. El texto citado está
en la parte considerativa sólo para analizar la habilitación de la autoridad indígena y su
competencia para juzgar el caso, refiriéndose a la autonomía, mas no realizó un análisis
profundo sobre este término y sus implicaciones.28

Para referirse a la autoridad indígena y su competencia la Corte empezó analizando la


habilitación de la autoridad indígena. Al respecto,

[…] se evidencia que la instancia que conoce y resuelve los conflictos internos de las
comunidades del pueblo Kichwa Panzaleo, en materia de justicia indígena, es la Asamblea
Comunal; que el proceso de investigación y juzgamiento se inicia a pedido directo de los
afectados que lo realizan a las personas de la comunidad29.

En este apartado la Corte equiparó las autoridades indígenas y ordinarias, a partir del
modelo de justicia estatal167, lo que confunde el análisis ya que, querían determinar la

27
Vid. supra nota 77, 6
28
Corte Constitucional Ecuador. Acción Extraordinaria de Protección en contra de decisiones de justicia
indígena adoptadas el 16 y 23 de mayo 2010, 30 de julio 2014. Registro Oficial Suplemento 323 de 1
de septiembre de 2014, p.5.

29
Id., p 7.

13
figura de la autoridad indígena, distinta a la realidad de los pueblos indígenas.

Asimismo la función de competencia de la autoridad indígena la restringió solo para


conflictos internos según el contenido textual de la sentencia. La resolución del caso la
Cocha para el criterio de la Corte no constituye un conflicto interno, con lo que se
desconoce la facultad de la autoridad indígena y sus resoluciones que garantizan la norma
constitucional.
Parte resolutiva-Ratio decidendi

La parte resolutiva siendo importante de nuestra investigación referimos a citar lo


señalado por la Corte Constitucional de Colombia “La ratio decidendi, por el contrario,
al ser “base necesaria de la decisión”, resulta ser de obligatoria aplicación por los jueces,
en otras situaciones similares”. Por lo que, la resolución de la Corte se vuelve vinculante
en la materia.

Es así que en su interpretación respecto a bienes jurídicos protegidos no enfocó la


comprensión intercultural ecuatoriana. La decisión de la Corte no refleja la
interculturalidad y pluralismo jurídico cito:

Que la Asamblea General Comunitaria del pueblo Kichwa Panzaleo, cuando conoció este
caso de muerte, no resolvió respecto de la protección del bien jurídico vida como fin en sí
mismo, sino en función de los efectos sociales y culturales que esa muerte provocó en la
comunidad, estableciendo diversos niveles de responsabilidad que son distribuidos, en
distinto grado, entre los directamente responsables y sus respectivas familias, mientras que
por su lado, el ministerio público y la justicia penal ordinaria actuaron bajo la obligación
constitucional y legal de investigar y juzgar, respectivamente, la responsabilidad individual
de los presuntos implicados en la muerte, por lo que esta Corte declara que no se ha
configurado el non bis in idem o doble juzgamiento.
La jurisdicción y competencia para conocer, resolver y sancionar los casos que atenten contra
la vida de toda persona es facultad exclusiva y excluyente del sistema de Derecho Penal
Ordinario, aun en los casos en que los presuntos involucrados y los presuntos responsables
sean ciudadanos pertenecientes a comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, así los
hechos ocurran dentro de una comunidad, pueblo o nacionalidad indígena
La decisión antes descrita siendo una regla vinculante para posteriores casos vulnera el
garantismo constitucional, la interculturalidad y el pluralismo jurídico, ya que la ratio
decidendi como se vio más adelante es obligatoria para los jueces. Por lo que, tal decisión
constituye una amenaza al ejercicio de los derechos constitucionales a favor de los
pueblos en Ecuador, el órgano de control constitucional en lugar de proteger los derechos
colectivos (tutelados en las resoluciones indígenas) da paso a un pluralismo jurídico débil.

Por lo que, el pluralismo jurídico y la interculturalidad como fines del Estado, solo se

14
queda en palabras brillantes, es así, lo dictaminado por la Corte Constitucional conduce
al retroceso de los avances normativos a que llegaron la justicia y pueblos indígenas, lo
cual también genera en el incumplimiento del Convenio 169 de la OIT. El problema no
es el positivismo es la falta de un pluralismo jurídico verdadero.

Luego de revisar la parte considerativa y resolutiva de la sentencia de la Corte


Constitucional, se analizarán tres temas sustanciales que son: el garantismo, la
interculturalidad y pluralismo jurídico, los cuales se tratarán en los siguientes puntos con
la finalidad de determinar si hubo por la corte la correcta o no interpretación y análisis.

Análisis de la teoría del garantismo constitucional aplicados en el caso

Antes de analizar el caso, es importante referirse a lo que es la teoría del garantismo. Por
lo cual, se cita a Luigi Ferrajoli, “[…] garantismo […] es dirigido a asegurar las técnicas
de garantía idóneas para tener a su vez el máximo grado de efectividad a los derechos
constitucionalmente reconocidos”30. Esto permite comprender que hay varias formas de
hacer cumplir la Constitución; por lo mismo, la interpretación de los jueces es
trascendental ya que depende de ellos el garantizar o no el Derecho.

El garantismo reconoce los derechos fundamentales, tutela y persigue fines de acuerdo


con el espíritu de la Constitución. Al respecto Marina Gascón afirma que:

Garantizar significa afianzar, asegurar, proteger, defender, tutelar algo, y cuando en la cultura
jurídica se habla de garantismo ese “algo” que se tutela son derechos o bienes individuales.
Podría decirse, pues, como primera aproximación, que un derecho garantista establece
instrumentos para la defensa de los derechos de los individuos y (sobre todo) por parte del
poder estatal; lo que tiene lugar mediante el establecimiento de límites y vínculos al poder a
fin de maximizar la realización de esos derechos y de minimizar sus amenazas31
Todos los derechos reconocidos por la Constitución deben ser tratados de la misma forma.
Es decir, la interpretación constitucional no puede ponderar un derecho sobre otro, tanto
los derechos colectivos como el derecho a la vida son derechos fundamentales
establecidos y protegidos por la norma suprema. Cabe recalcar que el espíritu de la
Constitución de Montecristi no fue reflejado en el análisis.

Por lo expuesto, se puede evidenciar que las acciones y decisiones citadas anteriormente

30
Luigi Ferrajoli. “El garantismo y la filosofía del derecho”. Garantismo y Estado de Derecho. Gerrardo
Pisarrello, Alexei Estrada y Jose Manuel Díaz (trad.). Colombia: Universidad Externado de Colombia. 2000,
p. 177.
31
Marina Gascón. “La teoría general del garantismo: Rasgos principales”. Garantismo estudios sobre el
pensamiento jurídico de Luigi Ferrajoli. Miguel Carbonell y Pedro Salazar, (eds.). Madrid: Editorial Trotta
S.A. 2005, p.21.
15
implican un retroceso al avance de la Justicia Indígena. No existe el respeto a la
Constitución ni a las normas de Derecho Internacional. Los conceptos doctrinarios acerca
de la justicia indígena quedan minimizados, ya que el organismo de control constitucional
evitó los estudios teóricos. Por lo que, el reflejo normativo en lo referente a la justicia
originaria, demuestra que los organismos estatales no cuentan con la imparcialidad que
el sistema de pluralismo jurídico constitucionalmente reconocido requiere. Es más, la
Corte no estableció ni resolvió el caso bajo la interpretación de los conceptos de
pluralismo jurídico, interculturalidad y garantismo, sino que la sentencia se sustentó en el
análisis de la teoría de la norma penal.

Es necesario que los jueces constitucionales se guíen en estricto apego al garantismo


constitucional, ya que la constitución de Montecristi se fundó en el garantismo, para
mayor claridad, del término aquí en estudio dice, “La imperatividad y efectividad del
orden constitucional frente a todo acto de fuerza que intenta interrumpir su vigencia y la
consagración expresa del derecho de resistencia de la ciudadanía contra quienes atenten
en su contra” 32 . En el caso estudiado la Corte Constitucional adopta una postura
evidentemente restrictiva, es decir su interpretación constitucional no garantiza los
principios de diversidad cultural (intercultural) y el pluralismo jurídico, en su sentencia
no hay criterios interpretativos en base a los elementos del Estado Constitucional. Cabe
recalcar que al asumir la postura occidental, señalando que la resolución indígena no
protege el derecho a la vida, desconoce el enfoque que se valora en la cosmovisión
ancestral.

Por su parte, Miguel Pacheco afirma:


[…] que el paradigma garantista de la democracia constitucional es un paradigma
embrionario que puede y debe extenderse en una triple dirección; para garantizar todos los
derechos, no solo los de libertad sino los sociales, frente a todos los poderes sino los públicos,
sino los privados y por último en todos los planos tanto el derecho estatal como el derecho
internacional.
El garantismo también sigue el principio de legalidad, en tanto sea necesario. Lo que
significa que no se pueden restringir los derechos preestablecidos en la norma. La Corte
Constitucional, en el caso de análisis, no aplicó o no se guió por lo establecido en la norma
ni se refirió al espíritu del Estado constitucional. Lo dicho se justifica porque la Corte

32
Raúl Ferreyra. "La jurisdicción constitucional en el régimen federal argentino: algunos desafíos y
perspectivas". El Derecho Constitucional del siglo XXI: Diagnóstico y perspectivas. Germán J. Bidart

16
Constitucional, a pesar de tener argumentos de los expertos en la justicia indígena, realizó
un análisis restringido y restrictivo sólo con base en el bien jurídico protegido. La Corte
no estableció su resolución de manera concordante con la idea de la interculturalidad y el
pluralismo jurídico.

La teoría garantista señala que la Constitución es el límite al poder del Estado. Lo que
significa que el poder del estado, en su actuar, no debe ir en contra de la Constitución.
Tal como ocurrió en el análisis de la sentencia de este estudio, la Corte no se basó en los
Arts. 1, 11 numerales 3, 4, 5, 7 y 8, 57, 9, 10 y el Art. 171, no fue analizado en conjunto.
La sentencia evidencia un retroceso de lo que se ha logrado en materia de justicia
comunitaria, además de una clara la vulneración del Art. 11 numeral 8 de la Constitución.
El irrespeto a los derechos establecidos por la norma constitucional incumple con el Art.
82. Es así que no existe una seguridad jurídica con respecto a los derechos de los pueblos
indígenas.

La aproximación dada por Carlos Hakansson sobre la misión de los constituyentes


“legisladores” lleva formulas complejas. El garantismo, como una de las fórmulas para
cumplir el lineamiento constitucional, no es alcanzable. Porque la interpretación de los
jueces, en vez de mejorar el espíritu de la norma, homogeniza el régimen. Por lo tanto, el
garantismo constitucional, al menos en la sentencia de la Cocha no se vio reflejada. El
argumento aparente de tutelar el derecho a la vida, restringió la potestad jurisdiccional
ancestral, a pesar de que no deberían existir relaciones de subordinación en la
Constitución y Derecho Ordinario. Asimismo, tampoco cumplió con el Art. 84 de la
norma suprema. Esto, evidencia que la norma constitucional no es eficaz ya que no aplicó
el órgano encargado del control constitucional.

Análisis del principio de la interculturalidad aplicable en el caso la Cocha.

Al ser el estudio de la interculturalidad un elemento determinante en el reconocimiento


de la justicia indígena y su potestad jurisdiccional, en la sentencia de la Corte
Constitucional no se refleja. Por parte de la Corte, fue incompleta su interpretación
constitucional, ya que no lo reflejó el literal a) del Art. 66 de la Ley de Garantía
Jurisdiccionales y Control Constitucional.

Se puede argumentar que no fue analizado ya que el principio de la interculturalidad,


como se mencionó anteriormente, obliga a comprender y aceptar la coexistencia de
diversos sistemas jurídicos. Cuando se resuelven conflictos como una forma válida para

17
los pueblos autóctonos, su ámbito de eficacia es reconocible y aceptado por quienes viven
o son parte de la comunidad.

La Corte debió basar su argumentación a partir de la comprensión de la cultura de los


pueblos indígenas sin hacer una comparación, sin mayor fundamento, con la Justicia
Penal. Incluso, la Corte se debió regir por los Art. 1 y 83 numeral 10, en los que se enuncia
la integración de culturas y saberes.

Se sostiene que hubo una inobservancia de la interculturalidad porque el concepto de


diversidad cultural, como lo afirma Nina Pacari, “es el reconocimiento de que otros
grupos culturales distintos a la mayoría nacional conviven en este país, y conviven con
diferencias culturales, de costumbres y […] en definitiva, una visión distinta que algo
tendría que decir en el país”. Además el principio de la interculturalidad no fue acatado
ya que, por el simple hecho de resolver como un sistema único en materia penal, se
desconoció la diversidad cultural de una nación. Es decir, la identidad histórica, el idioma
y la autoridad jurisdiccional hasta podrían ser considerados como no existentes por el
accionar de la Corte. La Corte tenía que ser flexible en su decisión como lo señala la Corte
Constitucional de Colombia “No se puede desarrollar una única respuesta”.

La inobservancia de interculturalidad se refleja generalmente por dos especificaciones


que dio la Corte. La primera señala que la justicia indígena no protege el bien jurídico
protegido vida tal como lo plantea el derecho penal. La segunda porque señala que no
existió un doble juzgamiento. La Corte colombiana sostiene dice que “El principio non
bis in idem, […] prohíbe […] permitir que una misma persona sea objeto de múltiples
sanciones, o juicios sucesivos, por los mismos hechos […]”33. Generar un proceso nuevo
en la justicia ordinaria implica que sí hubo un doble juzgamiento, ya que las partes fueron
re victimizadas al momento de tener nuevos procedimientos. El proceso ventilado ante la
justicia occidental pretende argumentar que no hubo un doble juzgamiento.

[…] el ministerio público y la justicia penal ordinaria actuaron bajo la obligación


constitucional y legal de investigar y juzgar, respectivamente, la responsabilidad
individual de los presuntos implicados en la muerte, por lo que esta Corte declara que no
se ha configurado el non bis in idem o doble juzgamiento34

33
Corte Constitucional de Colombia. Sentencia No. C-870/02 de 2002. punto 4.2.2.2.
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2002/C-870-02.htm
34
Constitución de la República del Ecuador. Artículo 76 numeral 7 literal i). Registro Oficial No 449 de 20
de octubre de 2008
18
Lo cierto es que un pleno reconocimiento de la cultura indígena como potestad
jurisdiccional cumple las mismas finalidades de la justicia ordinaria, en el sentido de
hacer justicia. Los jueces de la Corte Constitucional no establecieron la interculturalidad
que está establecida en el Art. 344 de Código Orgánico de la Función Judicial, lo que
demuestra que la resolución no abarcó las diferentes formas de vida y tradiciones
culturales existentes en el territorio ecuatoriano. Así la sentencia no refleja la
interpretación basada en la diversidad, igualdad, non bis in idem, pro jurisdicción
indígena y la interpretación intercultural. Al parecer las resoluciones de justicia indígena,
a ojos de la Corte, no dan fundamento a un doble juzgamiento como lo establece en la
Constitución.

Análisis del pluralismo jurídico aplicados en el caso la Cocha

Resulta claro que la sentencia reconoce el pluralismo jurídico cuando reconoce y realiza
la práctica de las pruebas e informes sobre la justicia indígena y, en específico, de la
existencia de la autoridad indígena. Esto se evidencia en el texto de la resolución:

Para la Corte Constitucional es de particular importancia destacar que los dos informes
especializados evidencia que la asamblea general de la comunidad, que ejerce la
administración de justicia, solamente en los casos relacionados con la afectación a la vida,
esto es, la muerte de uno de sus miembros que afecta la integridad y cohesión comunitaria,
impone sanciones más drástica”
[…] por la complejidad del tema y para una mayor comprensión objetiva respecto al derecho
propio del pueblo Kichwa Panzaleo, el juez Patricio Pazmiño Freire requirió la colaboración
de los expertos Esther Sánchez y Pedro Torres, quienes realizaron los peritajes
correspondientes que fueron presentados a la Corte Constitucional.
Es preciso decir que el caso tuvo a dos personas expertas en el tema de justicia indígena;
sin embargo, el trabajo (informe) que realizaron los peritos no se ve reflejado en la
sentencia de la Corte Constitucional, es decir no hizo el análisis conforme a un pluralismo
jurídico verdadero, como se ha mantenido anteriormente. La Corte limita la competencia
en materia penal de la justicia indígena cuando al sostener que los casos que se vinculen
con vida es de exclusivo conocimiento de la justicia penal ordinaria. Esto refleja que no
hubo garantía de los derechos colectivos especificados en la Constitución. Por el contrario
su interpretación reducida llevó a delimitar la competencia jurisdiccional ancestral,
marcando a pluralismo jurídico débil, a pesar de existir el reconocimiento constitucional.

Cabe señalar que el reconocimiento constitucional del principio del pluralismo jurídico
es genérico, el cual lleva a la aceptación y reconocimiento de varios sistemas legales. Por
lo tanto, la Corte Constitucional, mediante este principio debió haber garantizado los

19
derechos colectivos de los pueblos indígena, por considerar que la justicia indígena es la
institución más trascendental de los pueblos indígenas. Todo el delito-jucha desde el
punto de vista indígena no deja de ser un conflicto. Para el mundo indígena todo lo que
afecta a una convivencia pacífica es un problema, por lo cual, su resolución pertenece al
ámbito jurisdiccional indígena independientemente de la materia, vista desde la justicia
occidental. La inobservancia del pluralismo jurídico se refleja, al dar surgimiento a un
sistema hegemónico en materia penal. La justicia indígena sí protege los derechos
constitucionales. En el caso “La Cocha” se resuelve de acuerdo con las normas y
costumbres de la comunidad, tutelando el bien jurídico protegido.

La no privación de la liberad del acusado en las comunidades indígenas, refleja a una


cosmovisión diferente a la estatal, pero lo cual no es para que la Corte reduzca la
competencia estableciendo la inobservancia del pluralismo jurídico. El Art. 57 numeral
10 no señala un pluralismo jurídico sólo para ciertas materias.

La sentencia de la Corte Constitucional limita del derecho a la justicia indígena y


restringe a una resolución rápida
Por lo anteriormente señalado, la sentencia estudiada constituye una limitante al acceso a
la justicia indígena. El Art. 75 de la Constitución, no es considerado para los indígenas
como una justicia gratuita. Se justifica, porque no cumple con la tutela efectiva y la
rapidez en el proceso, lo cual, se confirma en la misma sentencia en estudio (demanda en
2010 y resolución en 2014). La cosmovisión indígena se concentra en la restauración
rápida de la armonía social. En cierta medida, el hecho de salir a la ciudad (personas
indígenas) y sacar las copias, durante el tiempo que el proceso lleve en el sistema
ordinario, constituye en un gasto representativo, por lo mismo para el mundo indígena la
justicia ordinaria no es ni gratuita ni oportuna. Es por ello que sus resoluciones están
basadas en la costumbre, que protege el interés colectivo del territorio a la que pertenece.

La limitación, impuesta por la Corte Constitucional, en materia penal (que atenten contra
la vida de toda persona) implica que los indígenas no pueden acceder al sistema jurídico
propio reconocido en la Constitución sino que establece la obligación de acudir al sistema
penal ordinario. En consecuencia, la limitación del derecho de los pueblos indígenas a su
justicia irrespeta los preceptos garantizados en la Constitución. Además, el forzamiento
“[…] a acudir a los órganos judiciales existentes dentro del sistema ordinario […]
tampoco garantiza el acceso a la justicia a los pueblos y nacionalidades indígenas”.

20
Como se ha sostenido previamente, esta resolución retrocede el avance constitucional. La
norma suprema en ningún momento establece la limitación de competencia. Incluso, se
podría argumentar que la propia Corte Constitucional ha resuelto una
inconstitucionalidad, abusando del poder previsto en la Norma Suprema en lugar de
limitar su competencia (tenía que resolver si la demanda vulnera o no los derechos
constitucionales y no resolver sobre algo que estaba fuera de lo planteado en la demanda).
Pudo haber sido mejor el aplicar la Ley (Constitución), así como lo resume Carlos Nino
sobre el Caso Marbury vs Madisón “El deber del poder judicial es aplicar la ley”. El “[…]
caso Marbury no se refiere exactamente a una cuestión de derechos fundamentales, sino
más bien a una de las posibles vías para garantizar – para hacer efectiva – la constitución
y, dentro de ella, los propios derechos”. La limitación del derecho a la justicia indígena
del Art. 57 numeral 10 y del Art. 171, específicamente, se afirma por las siguientes
características principales: la accesibilidad inmediata, la rapidez en la resolución, la
oralidad kichwa indígena y la jurisdicción propia. Ya que como se estableció en los
párrafos anteriores, el pluralismo jurídico surgió a partir del desconocimiento estatal a los
pueblos indígenas, por varios años.

Lo anteriormente dicho, refleja la restricción a la resolución rápida. Porque en los aparatos


estatales siempre existe la tardanza en los procesos, ya que no se cumple los términos y
con el tiempo establecido en las normas sustantivas. Esto implica una vulneración de los
derechos constitucionales para los pueblos indígenas, ya que les impide restaurar el
equilibrio-armonía comunal de manera oportuna, lo que entra en conflicto con su
cosmovisión ancestral.
Finalmente, la Corte Constitucional, debió sujetarse a los lineamientos de la Constitución,
que advierte que el Ecuador es un estado constitucional de derechos y justicia y, de esta
manera, garantizar los derechos fundamentales. El no haberlo hecho, vulnera de los
derechos de los pueblos indígenas y atropella los avances de los derechos colectivos.

En este punto cabe aclarar la sentencia del caso Waorani, en la se podría decir que este
estudio no tiene fundamento fue a favor de los pueblos indígenas fundamentándose en
que la comunidad Waorani es recientemente contactada. Ese factor fue importante para
que la Corte Constitucional resuelva a favor de ellos, pero para los pueblos indígenas que
no han sido recientemente contactados, no se aplica; e, incluso, la limitación de
competencia en materia penal sigue firme y vinculante. En general, se podría considerar
que la decisión de la Corte es arbitraria e injustificada frente a la norma constitucional,
por lo que, restringe los derechos de los pueblos indígenas, en la que, no hay el pleno
respeto a la justicia indígena, tal como lo plantea la Constitución.

21
DISCUSIÓN

De la sentencia N° 113-14-SEP-CC, Caso Denominado la Cocha, la Corte Constitucional


del Ecuador, en sentencia dicta que no se han vulnerado derechos constitucionales, tanto
en el ejercicio de la administración de justicia indígena, como tampoco por parte del
Ministerio Público y la Judicatura Penal Ordinaria. Dentro de la motivación de la
sentencia en las consideraciones y fundamentos hacen clara referencia al artículo 8
numeral 2 del Convenio N° 169 de la Organización Internacional de Trabajo;
fundamentando de esta manera que no han existido violaciones de derecho y que han
respetado la Constitución y Tratados Internacionales; cabe mencionar que en el artículo
9 del mismo Convenio indica taxativamente: numeral 1.- Que “En la medida en que ello
sea compatible con el sistema jurídico nacional y con los derechos humanos
internacionalmente reconocidos, deberán respetarse los métodos a los que los pueblos
interesados recurren tradicionalmente para la represión de los delitos cometidos por sus
miembros”, y numeral 2. Indica que “Las autoridades y los tribunales llamados a
pronunciarse sobre cuestiones penales deberán tener en cuenta las costumbres de dichos
pueblos en la materia”. Es decir, inclusive en materia penal deben respetarse las
costumbres de los pueblos indígenas; sin embargo la Corte Constitucional a través de sus
sentencia ha limitado el concepto de pluralismo jurídico que nuestra Constitución lo prevé,
en el artículo 1, al haber limitado la jurisdicción y competencia de la administración de
justicia indígena en el numeral 4 literal a) de la sentencia en análisis.

Indica Raquel Irigoyen en su libro Pautas de Coordinación entre el derecho indígena y el


derecho estatal que El pluralismo jurídico es la coexistencia de varios sistemas jurídicos
dentro de un mismo espacio geológico, de la misma manera la Corte Constitucional lo
reconoce. Podemos darnos cuenta que el significado de pluralismo no es adaptarse a los
mismos medios de justicia ordinaria, sino respetar lo que se encuentra reconocido en la
norma Suprema que es nuestra Constitución, claramente el artículo 57 numeral 10 de
nuestra Constitución nos refiere que El Estado reconocerá a las comunas, comunidades,
pueblos y nacionalidades indígenas, el Crear, desarrollar, aplicar y practicar su derecho
propio o consuetudinario, que no podrá vulnerar derechos constitucionales, en particular
de las mujeres, niñas, niños y adolescentes. El artículo 171 ibídem, también indica que El
Estado garantizará que las decisiones de la jurisdicción indígena sean respetadas por las
instituciones y autoridades públicas. Dichas decisiones estarán sujetas al control de
constitucionalidad.
22
Una vez hecho referencia a lo que refiere el pluralismo jurídico y la aplicabilidad de la
justicia indígena, como puede ser posible que la Corte Constitucional declare que no se
han vulnerado derechos constitucionales en el ejercicio de la administración de justicia
del Ministerio Público y la Judicatura penal ordinaria, cuando es notoria la abrupta
interferencia de la justicia ordinaria al ingresar a la comuna del pueblo Kichwa Panzaleo,
y haber sometido a los responsables a un nuevo juzgamiento y a los dirigentes de la
comuna privarlos de su libertad; nos preguntamos ¿dónde queda el pluralismo jurídico al
que nuestra Constitución hace referencia, si el Estado quiere juzgar los casos que a su
criterio considera que pertenecen a la justicia ordinaria?. La Corte Constitucional a través
de esta sentencia delimitó la competencia jurisdiccional de las comunas, comunidades,
pueblos y nacionalidades indígenas. Cabe mencionar que dentro de la misma sentencia
existe referencia a una carta del Rey de España donde respeta y reconoce la justicia
indígena propia; y ahora estando en el auge del descubrimiento y el respeto a los derechos
humanos, limitan un derecho que desde hace muchos años anteriores, antes de esta
Constitución Garantista de 2008, ya fue otorgado.

Además de coartar la independencia de administrar justicia de estos pueblos; también se


está contrariando a la Constitución al retardar el ejercicio de la justicia; siendo que la
justicia ordinaria implica procesos que tardan y no solo está afectando su jurisdicción sino
sus costumbres y cosmovisión ancestral. Cabe indicar, que los métodos de hacer justicia
son aceptados a nivel internacional, pues no están afectando los derechos humanos, la
única diferencia con la justicia ordinaria es que ellos sancionan en relación al beneficio
de la comunidad, para mantener el orden y la convivencia que les atañe desde tiempos
antiguos.

Agustín Grijalva y José Luis Exeni Rodríguez, en su obra “Coordinación entre justicias,
ese desafío”, Justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad en Bolivia indica
que No obstante, al momento que se adopta una mirada intercultural, se observa
empíricamente cómo los sistemas de justicia indígena han solucionado adecuadamente
faltas graves como las de homicidio, incluyendo la reparación a los familiares de las
víctimas. Desde su propia visión cultural las sanciones/curaciones impuestas en los
pueblos indígenas se orientan a la rehabilitación y reincorporación social del infractor.

A nivel mundial existen varias culturas y por la lucha de los pueblos sus costumbres y
por ser parte del entorno, se ha respetado su derecho propio, siendo éste derecho

23
respetable de los derechos humanos, pues su único fin es el de la reinserción del individuo
infractor y el mantenimiento de la armonía y unión de los integrantes de la comuna. En
ninguna situación se ha observado que la justicia indígena busque afectar los derechos de
sus integrantes.

En tal sentido, la Corte Constitucional debió sujetarse a lo que manda la Constitución en


el artículo primero que nos dice que El Ecuador es un Estado constitucional de derechos
y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural,
plurinacional y laico. Por lo cual, consideramos que la Corte debió pronunciarse
respetando los derechos ya adquiridos y no contaminar el pluralismo jurídico; al contrario,
lo que la Corte Constitucional debía considerar son los resultados que producen los
métodos de rehabilitación en la justicia indígena, y a pesar de haber contado con peritos,
el análisis que hizo este organismo no es un análisis acorde a nuestra Constitución.

CONCLUSIONES

Con la investigación realizada sobre el caso la Cocha en el recurso extraordinario de


Protección, se ha llegado a concluir que, cuando hay conflictos internos de las
comunidades indígenas, es la Asamblea Comunal la encargada de realizar los
juzgamientos e investigaciones necesarias, para someterlas a las personas involucradas a
sus procedimientos y resoluciones de acuerdo a sus tradiciones, cuando se trata de
infracciones atentatorias a la comunidad, sin sobrepasar la competencia de la justicia
ordinarias en los juzgamientos sobre cualquier tipo de delitos atentatorios a la persona.
Lo importante de esto es que la justicia indígena de acuerdo con la resolución de la Corte
se basa en una justicia conciliadora y reparativa no coercitiva o punitiva, con principio
ordenador y convivencia comunitaria, no se basan en los principios protectores de los
derechos fundamentales de las personas, peor aún, sancionar con penas punitivas por no
tener la competencia para ellos.

Se ha concluido además que la justicia indígena tiene como finalidad la restitución del
equilibrio y la sanación de los involucrados, disciplinándolos para que no exista a futuro
otra falta y evitar la reincidencia del infractor, y sobre todo que no se afecte a la
comunidad, en cambio que la justicia ordinaria penal su objetivo primordial es la
protección del bien jurídico protegido como es la vida, sancionándolos penalmente a las
personas que violentan estos derechos, la justicia indígena de acuerdo a sus costumbres y
tradiciones lo único de lo que se encarga es sancionar la afectación la comunidad más no

24
la afectación de la vida, de ahí la consideración explicita que da la Corte, en que la justicia
indígena no tiene la competencia, peor aún, la capacidad para sancionar y castigar como
lo hace la justicia ordinaria.

Igualmente se ha concluido que la justicia indígena, cuando existen casos como delitos
de muerte, en lo único que se concentra su resolución es la afectación de la comunidad, y
no en la afectación de la vida, razón por la cual se ha determinado con claridad a través
de la resolución de la Corte, que el derecho de las comunidades indígenas sus funciones
jurisdiccionales, deberán ser ejercidos bajo las reglas constitucionales y los límites que
establece el derecho constitucional, más no sobre los límites de la justicia indígena. No
se puede dejar de lado el derecho no sólo a la vida sino a todos los derechos fundamentales
de las personas, que son protegidos por la Constitución, ya que es el punto de arranque o
prius lógico y ontológico para la existencia y especificación de todos los derechos
reconocidos en la Constitución, donde la obligación del Estado constituye en proteger y
sancionar contra quienes atenten contra cualquier derecho fundamental.

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