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Universidad Fermín Toro

Vice-Rectorado Académico

Facultades de Ciencias Jurídicas y Políticas

Escuela de Derecho.

Alumna:

Leydy Gutiérrez

24.925.646

SAIA B.
Se encuentra estipulado en el titulo IV, capitulo I de las demandas en su artículo 33
que establece las solicitudes de desalojo, cumplimiento o determinación de un contrato
de arrendamiento sobre el pago de sobrealquileres, el pago de depósito en garantía,
realización de garantías, aplazamiento legal, preferencia ofertiva y todo aquel hecho o
acto en la cual se produzca de una relación arrendaticia referente a inmuebles ya sean
urbanos o suburbanos y se decidirá acorde al mandato contenido en el presente
Decreto- Ley y al procedimiento previsto el Código de Procedimiento Civil.

Por otra parte también es importante mencionar que dicho arrendamiento de contrato
expira por la convención de las partes, novación, transacción, remisión, confusión,
declaración de nulidad, por la destrucción de la cosa arrendada, por la terminación del
tiempo estipulado para la duración de dicho contrato, la extinción del arrendador y por
la sentencia de juez o de perfecto en los casos previsto en la ley, en la cual se
encuentra tipificado en el artículo 1625 del Código Civil.

Asimismo existen ciertas causas de terminación del contrato de arrendamiento


entre las cuales están el mutuo disenso, es decir, un desacuerdo entre las
partes, la culminación del término fijado, es decir, si el arrendamiento se ha
hecho por tiempo determinado, concluye el día prefijado sin necesidad de
desahucio (C.C. art. 1.599), la pérdida o destrucción de la cosa, es decir, Se
considera total la pérdida o destrucción cuando impide absoluta e invenciblemente el
uso de la cosa conforme a su destino, aun cuando parte de la cosa subsista
materialmente e incluso si sólo es una pérdida jurídica; pero no basta una
imposibilidad que sólo afecte al arrendatario (C.C. art. 1.588), la resolución por
incumplimiento ya sea legal o convencional responde al Derecho común, salvo en lo
que respecta a los efectos de la misma en el tiempo, ya que el disfrute del
arrendatario, cuando ha existido, es un hecho que no puede borrarse. Así el
arrendador puede exigir el pago de los alquileres vencidos con anterioridad a la
resolución y no está obligado a repetir los cánones percibidos sino cuando y en la
medida en que se trate de cánones que correspondan a períodos de disfrute
posteriores a la resolución. Incluso cuando de hecho el disfrute se prolonga después
de la resolución, el arrendador podrá exigir indemnización, puede estar acompañada
de la condena al pago de daños y perjuicios. Entre esos daños y perjuicios se cuenta
la indemnización establecida en el artículo 1.616 del Código Civil, dictado
expresamente para el arrendamiento de casas, pero que la doctrina se extiende a todo
arrendamiento, la enajenación de la cosa arrendada en principio no era oponible al
adquirente de la cosa arrendada en virtud del principio de la relatividad de los
contratos, en consecuencia, si el adquirente se oponía a que el arrendatario
prosiguiera su disfrute, el arrendamiento se extinguía sin más y caso contrario se
entendía celebrado un nuevo contrato con el adquirente. Sin embargo, era usual que
en virtud de pacto expreso del contrato de enajenación se le diera oponibilidad al
arrendamiento.

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