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Clío & Asociados.

La Historia Enseñada / número 13 · 2009

Barrancos, Dora. Mujeres, entre la casa y la plaza. Sudamericana,


Buenos Aires, 2008, 208 páginas
María Eugenia Bordagaray
Universidad Nacional de La Plata - CONICET

Este trabajo pertenece a la colección Nudos autora imagina como adscriptos a la temática
de la Historia Argentina, que dirige Jorge Gel- del género, la sexualidad y a las mujeres dentro
man, la que es descripta por el director como del curso de “la” historia argentina. A su vez,
una colección de libros atractivos, sólidos, esboza las deudas que la sociedad mantiene
susceptibles de ser leídos y cuyo objetivo es con el presente y los compromisos que nos
que sean disfrutados por la gente interesada en pueden exigir los escenarios futuros.
la historia. A través de las doscientas páginas A diferencia del trabajo anterior de la autora,
de Mujeres, entre la casa y la plaza quien lea Mujeres en la Sociedad Argentina,1 en el que
podrá acercarse a un relato cuyo objetivo es establece las diferentes concepciones de mujer
contribuir a renovar la interpretación sobre entre las poblaciones originarias americanas
nuestro pasado y presente desde la perspectiva en tiempos precolombinos y las provenientes
de la diferencia sexual. de las sociedades europeas conquistadoras, el
La obra delinea las grandes nervaduras de recorrido comienza hacia fines del siglo XIX.
la historia, sin embargo, ello no le impide a Entonces primaba un orden patriarcal severo,
la autora profundizar y avanzar en algunos cuya base era el matrimonio forzado, aunque
problemas que ha estudiado en otras oportu- hubo diferencias entre la elite local y las clases
nidades, por lo que la obra resulta de temáticas populares en cuanto a un mayor grado de liber-
largamente meditadas a la vez que condensa tad de elección para estas últimas. Las reformas
un cúmulo de consideraciones surgidas de liberales implementadas a partir de 1870 se
la producción de la historia de mujeres en pueden caracterizar por la promoción de una
nuestro país. Barrancos va desplegando sobre laicización general de lo público, las que no
el relato esos problemas sin abandonar una significaron lo mismo en el orden doméstico.
narrativa construida sobre comprensiones más La autora percibe que es en la esfera familiar
generales de la historia. donde los valores patriarcales fueron defendidos
El relato se estructura en torno a un orde- con recelo colocando a la familia como “célula”
namiento cronológico que comienza a fines moral de una sociedad que sufría profundos
del siglo XIX y se extiende hasta fines del cambios en otras esferas: el ideal de mujer debía
XX y recorre los problemas planteados por la discurrir su vida en la domesticidad.
historiografía para cada uno de estos nudos Así como lo hace en Inclusión/Exclusión,
temáticos, puntualizando en aquellos que la Historia con mujeres,2 las biografías de deter-

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minados/as personajes tienen un lugar muy Nosotras, primera revista feminista) y Julieta
importante en todos los capítulos de este libro Lanteri (la más activa y particular) representan
a modo de señalar las imbricaciones indivi- lo más puro y dinámico del movimiento femi-
duales y sociales. Para este primer período, la nista. Elvira Rawson de Dellepiane y Eufrasia
autora considera a Dalmacio Vélez Sársfield Cabral se sitúan dentro del radicalismo desde
quien en 1869 reforma el Código Civil y a la “Revolución del Parque” que diera origen
partir del cual la mujer es considerada ante a ese partido. En el Partido Socialista, Alicia
la ley como una menor de edad. También, Moreau de Justo y Gabriela Laperriere de
rescata la figura de Rosa Guerra, escritora del Coni actúan desde los primeros momentos
primer manual argentino para enseñanza de del partido en nuestro país.
urbanidad, buenos modales y otras conductas Con el fin de la gran guerra y los cambios
apropiadas para el sexo y, finalmente, recobra producidos en el escenario mundial y en el
a quien introdujo por primera vez al país el cuerpo social, las mujeres ganan mayor inter-
concepto de “feminismo”: Ernesto Quesada. vención pública. Se produce su ingreso masivo
Aunque con matices, estas tres figuras repre- en el mercado laboral, aunque subraya que su
sentarán el ideal liberal burgués acerca del rol presencia no evitó que las que debían ganarse
de la mujer en la sociedad de fines de siglo XIX la vida o arrimar sustento a los suyos no fueron
y principios del XX. bien observadas por la sociedad, por lo menos,
Por esos mismos años, concomitantemente hasta los 60.
con la gran inmigración proveniente de Euro- En la Argentina, el movimiento feminista
pa, comienzan a introducirse nuevas ideas al en la década de 1920 y el asomo de los pri-
país. Barrancos destaca el accionar de los/las meros derechos para las mujeres se da con
anarquistas, temática que conoce muy bien y la continuación de la actividad de Lanteri,
que ya había abordado en obras señeras tales Rawson y Moreau. En el ámbito parlamentario
como Anarquismo, educación y costumbres en la se destacan los aportes de algunos notables
Argentina de principios de siglo.3 Subraya que el legisladores de distintas fuerza políticas: Del
anarquismo propone “la revolución también Valle Iberlucea, Luis María Drago y Rodrí-
en la casa”, el amor libre, la limitación de los guez Araya, quienes avanzaron con proyectos
nacimientos y postulados relacionados con la sobre la reforma política en relación a las
teoría de la eugenesia. La autora evoca a Pepita facultades políticas de las mujeres, entre otros
Guerra con su periódico La Voz de la Mujer, a derechos.
Juana Rouco Buela con Nuestra Palabra, a Sal- El segundo capítulo trata sobre los cambios
vadora Medina Onrubia en su amplia variedad sociales y las mujeres entre 1930 y 1955. Se
de intervenciones políticas, poéticas y perio- destaca el proyecto aprobado en diputados
dísticas. Paralelamente, las primeras feministas sobre el sufragio y el divorcio vincular en 1932
aparecen junto al ingreso de las mujeres a la y la aparición de nuevas fuerzas que se suman
educación. Primero a través del magisterio y a la defensa del voto femenino, como la agru-
como educadoras (Juana Manso), después en pación de Carmela Horne de Burmeister que
la Universidad (Élida Paso, Cecilia Grierson, compenetrada con el ideal católico proponía
Elvira López). María Abella Ramírez (con un sistema de ampliación gradual y califica-

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do. Del período, iniciativas muy valiosas por paradójica alternancia entre la autonomía y
parte del Estado son la Caja de Maternidad, la dependencia de Perón, porque a pesar de
con la que se inicia la protección legal de la que la gravitación de la mujer del presidente
maternidad para obreras y empleadas; y el tuviera tanta importancia y fuera algo inédito,
fin de la prostitución reglamentada en 1936, reforzaba la figura masculina y aumentaba el
que estaba legalizada y reglamentada desde reconocimiento del patriarcado político”.4
fines del siglo XIX y permitía la existencia de Pero por otro lado, se impulsa el debate acer-
prostíbulos y proxenetas. ca del voto femenino, frente al cual no hubo
Desde otro plano, la entreguerras significó un rechazo directo de las otras fuerzas que lo
un quiebre en los moldes arquetípicos de la habían impulsado anteriormente. La Rama
moral sexual femenina: modas más osadas, Femenina del Partido Peronista, y luego el
erotismo en la publicidad, nuevos espacios Partido Peronista Femenino, son un fenómeno
para mujeres solas como hoteles, plazas, totalmente nuevo y apreciable desde su organi-
cine, etc. Ligada a una nueva subjetividad zación, sistematicidad y operatividad, siempre
femenina aparece la idea del disfrute y del de acuerdo a las prerrogativas cedidas por Eva
tiempo libre propio. También, la idea de un Perón en un principio, y Juan Perón después de
mejor porvenir para sus hijos relacionado di- su fallecimiento. Desde lo biográfico se destaca
rectamente con la limitación en el número de a la diputada Delia Deglioumini de Parodi,
vástagos a través de métodos anticonceptivos primera mujer en asumir la vicepresidencia
y contracepcionales. de la legislatura de la cámara baja nacional y
La aparición de los estados totalitarios y “el quien presenta el proyecto que da pie a la ley de
fascismo” como fenómeno a ser combatido divorcio vincular en 1954. En tono de balance,
impulsa a las mujeres de los sectores de izquier- la autora señala que fueron muy importantes
da y liberales a colaborar con las expresiones los avances en materia de derechos civiles para
que abogaban por la democracia y a tener las mujeres, lo que contrasta con una fuerte
un papel activo en el auxilio a las víctimas, represión y persecución a toda sexualidad al-
especialmente las de la Guerra Civil Española ternativa, especialmente a la homosexualidad,
que debían abandonar la península. La Junta durante esos años.
de la Victoria fue uno de estos movimientos Las consideraciones sobre los antiperonis-
sostenido por mujeres antifascistas, entre 1941 tas tienen un papel muy importante en este
y 1943, la que tuvo hasta 45 mil mujeres, con trabajo. Sintéticamente, las socialistas estaban
identidades políticas e ideológicas dispares, desilusionadas porque creían que el peronismo
pero que marcan el interés femenino por la les había arrebatado la lucha por el voto y las
política nacional y mundial. leyes de protección de los trabajadores, lo que
Cuando le toca el turno de hablar del se expresa en La Vanguardia, donde escriben
peronismo, la autora opta por deshilvanar los Alicia Moreau, Josefina Marpons, María Luisa
significados de la figura de Eva Perón, desde Berrondo, Leonilda Barrancos y Delia Etche-
una óptica muy particular y no avizorada en verry. El Partido Comunista caracterizó al
ninguno de sus trabajos anteriores: la no- peronismo de fascista, pero no dudó en tender
vedad es lo que simboliza, “(…) ofrece una lazos respecto a algunas cuestiones en las que

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coincidía con el régimen, como por ejemplo el al aumento de la participación de las mujeres
voto femenino y las ideas acerca de la reforma en el mercado laboral en nuevas ocupaciones,
agraria. La organización específica de las muje- lo que no cambia la segregación por sexo. La
res comunistas fue la Unión de Mujeres de la universalización de la educación universitaria
Argentina, cuya publicación Nuestras Mujeres para las mujeres jóvenes (y de clase media)
da cuenta de los vaivenes de sus posiciones con aportará gran parte de esta fuerza laboral y
respecto al accionar del gobierno peronista. significará un nuevo espacio de acción para las
Sus figuras más destacadas fueron Alcira de la mujeres. Desde allí se desarrollarán la mayoría
Peña, Fanny Edelman, Irma Othar, Nina Bor- de las agrupaciones que se guían bajo los pre-
zone. En las filas del radicalismo se destaca la ceptos marxistas leninistas. Posteriormente, la
actuación de Clotilde Sabattini, quien adhiere aparición de las agrupaciones armadas como
al feminismo y motiva el Primer Congreso Montoneros, ERP, FAP, FAL, cambió el eje
Femenino de la corriente en Córdoba. Si bien de la política radicalizada. Tanto Montoneros
hubo numerosos congresos organizativos en el como PRT-ERP definieron intervenciones
radicalismo, nada indica que hubiera existido estratégicas vinculadas a las mujeres de los
una verdadera apertura por parte del partido diversos grupos populares donde anidaba.
hacia la participación de las mujeres en él. En general, se oponían al feminismo pues lo
El capítulo 3, es caracterizado como “un consideraban una concepción burguesa, y en
cambio de época”, e intenta asomarse a las líneas generales, no hubo un planteo acerca de
transformaciones de las décadas del 60 y 70. la liberación de las mujeres.
La aparición de la “nueva izquierda” reformula Otro punto que la autora resalta, y que ya
algunos elementos del peronismo: “(…) co- fue trabajado en su libro anterior, es la apari-
mulga con las profundas razones del pueblo ción de la represión de la mano del terrorismo
que se identificaba con Perón y eliminan la de Estado, para el que se implementaron
noción de fascismo que le era adjudicada por distinciones de sexo. Hubo diferencias entre
la izquierda antiperonista”.5 A este imaginario, la violencia ejercida sobre hombres y mujeres:
se le suma el triunfo de la Revolución Cubana las violaciones, las condiciones del parto y el
como símbolo de la liberación latinoamerica- secuestro de los recién nacidos aumentaron
na y el triunfo de las ideas socialistas. Lo nuevo la victimización de las mujeres. Siguiendo un
para las mujeres es la habilitación de nuevos análisis generizado de este oscuro período de
espacios de libertad, lejos de los cerrados ám- la historia argentina, la autora se aproxima a
bitos familiares; se percibe una nueva subjeti- las organizaciones de las Madres y Abuelas de
vidad de las mujeres jóvenes, relacionada con Plaza de Mayo: las formas particularísimas
el compromiso con lo público y lo político. que toman sus intervenciones, podrían estar
El inicio de la libertad sexual y las relaciones ligadas al presupuesto por parte de las madres
prematrimoniales, ayudadas por la aparición y abuelas, de que el ideal conservador que
de la píldora anticonceptiva son fenómenos de guiaba el ideario de los militares, funcionaría
éste momento. “Se separaban así los vínculos como freno para reprimirlas a ellas como
afectivos, la experiencia amatoria, de la obli- madres y abuelas, y lo opuesto sucedería con
gación reproductiva”.6 Eso mismo contribuye sus maridos. Decidieron postular la idea de

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que era su condición de madres lo único que cupo femenino, bajo la dirección de Virginia
las movía. En relación a la idea que atraviesa Franganillo. Los Encuentros Nacionales de
el texto, sobre los universos de lo público y Mujeres son también fruto de la democracia.
lo privado, la autora afirma: “Las madres y Asimismo, desde los ‘90, hubo un desplaza-
abuelas, que unieron rituales domésticos y miento de los feminismos a las universidades.
escenarios públicos, dieron nuevo significado Es allí donde se introduce el término “género”
entre la casa y la plaza”.7 al influjo de las influencias europeas y, rápi-
Para el mismo momento histórico, la autora damente, se difunde como fórmula para una
visibiliza, y es una de las originalidades del mayor aceptación por el mundo científico.
trabajo, los movimientos feministas dentro El capítulo cuatro, titulado “Progresos y
de esta masiva participación de hombres y Reveses”, da cuenta del impacto del neolibera-
mujeres en pos de la transformación social, que lismo sobre la condición de las mujeres y se re-
coincide con la segunda ola del feminismo que salta –entre sus consecuencias más nefastas– el
se da a nivel mundial. Destaca el Movimiento fenómeno de la “feminización de la pobreza”.
de Liberación de Mujeres (MLM), cuyo medio Por otro lado, la brecha salarial entre hombres
de intervención era la “concienciación”, la y mujeres se acentuó en los segmentos más
Unión Feminista Nacional (UFN), el Mo- calificados y diminuyó en los de menor califi-
vimiento de Liberación Femenina (MLF) y cación. A pesar de los cambios en la inclusión
luego ALMA (Asociación por la Liberación laboral de las mujeres, no hubo cambios en los
de la Mujer Argentina). El aborto fue un tema roles dentro de la familia. Se destacan como
central para todas éstas que abogaban por una positivos la obtención del divorcio vincular en
nueva noción de cuerpo y sexualidad, pero 1987 (que en 1955 había sido suspendido tras
la experiencia del terrorismo de Estado dio el derrocamiento del peronismo), la ley de la
por tierra con todas sus aspiraciones y con las patria potestad compartida de 1985, la ley de
organizaciones mismas. cupo femenino de 1993 y la ley sobre violencia
Con la vuelta de la democracia, aparecen familiar de 1995, entre otras.
expresiones feministas nuevas. Éstas compren- La autora convierte las deudas sociales
dían reivindicaciones igualitarias en todos –todavía muy grandes– en un programa
los planos de la vida, pero la preeminencia la para la agenda pública: falta acatamiento a
tendrán la denuncia de la violencia doméstica, la normativa, equidad en la esfera laboral,
el reconocimiento de la sexualidad lésbica y el mayor cobertura a las víctimas de la violencia
reto a las normativas heterosexuales. Desde el doméstica y la trata, legalización del aborto,
ámbito gubernamental, se destaca la creación derecho a la identidad sexual.
del Programa de Promoción de la Mujer y la Si en Mujeres en la Sociedad Argentina, la
Familia en el ámbito del Ministerio de Salud autora realizaba el ejercicio de construir una
y Acción Social, que luego sería la Subsecre- narrativa despojada de detalles pero sustenta-
taría de la Mujer y cuya principal figura es la da en una rica comprensión de cuestiones de
de Zita Montes de Oca. Durante el gobierno fondo, ello es aún más notable en este trabajo.
de Menem se crea el Consejo Nacional de la Ese despojo no implica el desconocimiento del
Mujer, que apoyó lo que después sería la Ley de método histórico, sino la agudeza en el análisis,

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lo que le permite dar cuenta de los grandes “apto para todo público”, al mismo tiempo
problemas en unas pocas líneas, teniendo que, parafraseando a la autora, intenta poner
como eje la mirada analítica y crítica sin caer a la historia “patas para arriba”, con el fin
en descripciones adjetivas. de hacer significativa la condición femenina
El mérito de este trabajo está en la forma y la temática del género en sus múltiples
en que la narración se convierte, a través de acepciones.
una atractiva y mordaz escritura, en un texto

Notas
1
Barrancos, D. B. (2007): Mujeres en la Sociedad Argentina. Una historia de
cinco siglos. Editorial Sudamericana, Buenos Aires.
2
Barrancos, D. B. (2002): Inclusión/ Exclusión. Historia con Mujeres, Fondo de
Cultura Económica, Buenos Aires.
3
Barrancos, D. B. (1991): Anarquismo, educación y costumbres en la Argentina
de principios de siglo, Contrapunto, Buenos Aires.
4
Barrancos, D. (2008): Mujeres, entre la casa y la plaza, Editorial Sudamericana,
Buenos Aires, p. 120.
5
Ibídem, p. 136.
6
Ibídem, p. 138.
7
Ibídem, p. 152.

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