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GONZALEZ
SEMINARIO HISTORIA de las MUJERES y
GÉNERO
CATEDRA MARIELA SARLINGA
TP FINAL VIRTUAL AÑO 2021
Para este trabajo, retomando una de las efemérides en su momento elegidas, intentaré
profundizar mi anterior fundamentación, en base a la bibliografía vista durante el año,
buscando articular lo conceptual con el marco histórico pertinente, donde me plantearé
nuevamente la importancia de reconstruir una historia que nos muestre el protagonismo de las
mujeres, que fue “borrado” por la historia hegemónica (léase el patriarcado). Podemos citar a
Beatriz Argiroffo, que nos indica que la invisibilidad de las mujeres en la historia no obedece a
la naturaleza femenina sino a las categorías que utilizamos para el análisis de las sociedades 1.
En la misma sintonía, buscaré reflexionar sobre la importancia de una renovación disciplinar,
que reformule las estructuras de los distintos niveles escolares, y donde además podamos
modificar los diseños y contenidos curriculares de las áreas tradicionales, que permitan una
mirada integral con espacio para todos los actores de la sociedad.
Varios artículos de “La voz de la Mujer” estaban dedicados a la cuestión del “amor
libre”. Contra concepciones contemporáneas, el nudo era un rechazo fundamental a los
matrimonios sin amor, donde la fidelidad -si existía- se mantenía más por miedo que por
deseo. “Suprimida la causa, muere el efecto, suprimida la miseria, desaparecen tales
asquerosidades y el hogar, lejos de ser lo que es hoy, sería un paraíso de goces y delicias”,
resumían (¡casi cien años antes de que existiera el divorcio vincular!). Claro que no entendían
esta consigna desprendida de la lucha por el cambio social. Al contrario, aclamaban: “¡Viva la
anarquía! ¡Viva la revolución social! ¡Viva la libre iniciativa! ¡Viva el amor libre!”. La mayoría del
material publicado hacía énfasis en las mujeres obreras, su específica opresión de clase y de
género, y el papel que les cabía en despertar la conciencia de esa opresión a través del
movimiento anarquista.
1
Argiroffo, B. Un abordaje teórico necesario para pensar la Educación Sexual integral en las Ciencias
Sociales.Pág.14.
1
hechas por mujeres, salvo alguna excepción, duraban poco debido a la insolvencia de las
promotoras2.
Las redactoras de La voz de la mujer son un ejemplo de estas mujeres que, no exentas
de contradicciones, plantearon demandas radicales tanto desde su lugar de clase, como desde
su pertenencia militante -generando discusiones disruptivas dentro de una de las principales
corrientes de izquierda del momento. La ideología anarquista hizo un llamado al amor libre
como sinónimo de unión libre: una relación amorosa que no esté sujeta a leyes civiles ni
religiosas; defendiendo la autonomía personal ante las ataduras del “amor para toda la vida”.
En las ideas sobre el amor no había una lucha por la liberación sexual y la definición entre los
vínculos amorosos eran heterosexuales. La fuerza del amor libre radicaba en estar en contra
del matrimonio jurídico. Leales a sus principios de amor fraterno y solidaridad creían que estos
valores debían ser parte de todas las relaciones sociales, no sólo en las unidas por ley como el
matrimonio y la familia. Además cabe destacar que veían a las relaciones de pareja o
familiares como relaciones de poder y, por tanto, como ámbitos a liberar.
Pero, ¿De dónde surge este reclamo por el amor libre? Para entenderlo podemos
adentrarnos en el texto de Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, en
el cual nos indica los distintos tipos de familias (consanguínea, punalúa, sindiásmica y
monogámica) y como la instauración de la familia monogámica fue fruto de romper condiciones
naturales, e instalar como preponderantes las condiciones económicas (concretamente el
triunfo de la propiedad privada sobre la propiedad común primitiva, originada
espontáneamente) y culminar con la supremacía del hombre en la familia, asegurando que la
procreación de hijos solo pudieran ser de él, para una posterior herencia. Engels amplía
indicando que el primer antagonismo de clases apareció en coincidencia con el desarrollo del
2
Lily Sosa de Newton, Cien años de periodismo, en Historia de las mujeres en Argentina, Tomo I. Bajo la dirección
de Fernanda Gil Lozano, Valeria Silvina Pita y María Gabriela Ini, Buenos Aires, Ed. Taurus, 2000.
3
De Miguel, Ana. Los Feminismos, publicado en Celia Amorós (dir.) (2000) Diez palabras clave sobre mujer,
Pamplona, Verbo Divino. Pág.8.
2
antagonismo del hombre y la mujer en la monogamia. Respecto a las clases oprimidas
subraya que rompe el esquema clásico, ya que los fundamentos de la monogamia no
aparecen en el proletariado, aquí faltan por completo los bienes de fortuna, para cuya
transmisión por herencia fueron instituidos precisamente la monogamia y el dominio del
hombre, más aún ante la falta de bienes, la mujer es arrojada del hogar al mercado de trabajo
(fábricas), siendo muchas veces el sostén del hogar, minimizando aún más los restos de
supremacía del hombre en el hogar proletario, excepto de la brutalidad para con las mujeres,
muy arraigada desde el establecimiento de la monogamia 4. Y aquí reflexiono que en la lucha
de clases, la mujer toma conciencia no solo de su condición de explotada por el capitalismo
sino que vislumbra su otra opresión, la de género, y es por eso que lucha contra ambas.
Viajamos por la historia para recuperar de los huecos de la memoria colectiva, un lema
tan contemporáneo como “lo personal es político” que se encontraba latiendo fuerte en las
feministas anarquistas. Quienes ya en aquella época criticaron a la institución familiar, el
matrimonio, la desigualdad y la explotación en el mercado laboral. A pesar de contradicciones
o limitaciones el anarquismo tenía un discurso que proponía la sexualidad y los cuerpos como
territorios a liberar.
4
Engels, F., El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, extraído de
http://www.artnovela.com/cuadernos/
5
De Miguel, Ana. Los Feminismos, publicado en Celia Amorós (dir.) (2000) Diez palabras clave sobre mujer,
Pamplona, Verbo Divino. Pág.14.
3
a partir del cual se articula el poder6. Fue su posición de género como esposas, hijas, madres
o mujeres solteras, y su posición de clase como planchadoras, costureras, cocheras, modistas,
obreras industriales, empleadas domésticas o prostitutas lo que les dio una concepción única
de la igualdad y la libertad proclamada en el ideal anarquista 7. La evocación de sus vidas es un
intento de romper con las doctrinas educativas, científicas, legales, políticas y religiosas que
categorizaban de manera unívocamente el significado de varón y mujer o el de masculino y
femenino.
A finales del siglo XIX, los grupos anarquistas en la Argentina comenzaron a dividirse
entre los partidarios de la organización y la participación en sindicatos y federaciones, y
aquéllos que rechazaban esta política como contradictoria con el ideal anarquista. En 1896, el
año en que aparecieron La Voz de la Mujer y otros periódicos anarquistas, la ola de huelgas
alcanzó su pico: 26 declaradas sólo en el Río de la Plata. En clara muestra de la pugna que
surgió entre esta oleada inmigrante proletaria, contra un proyecto político hegemónico
conservador.
A partir de “La voz de la mujer” podemos comprender que significa la doble opresión
sufrida por las mujeres obreras en la sociedad capitalista, explotadas en el trabajo a cambio de
6
Argiroffo, B. Un abordaje teórico necesario para pensar la Educación Sexual integral en las Ciencias Sociales.
Pág.23.
7
Vassallo, Alejandra, "Sin Dios y sin jefe". Políticas de género en la revolución social a fines del siglo XIX, en
Historias de luchas, resistencias y representaciones Mujeres en la Argentina, siglos XIX y XX, María Celia Bravo -
Fernanda Gil Lozano - Valeria Silvina Pita (Compiladoras), Editorial de la Universidad Nacional de Tucumán.
4
un salario equivalente a la mitad del de un varón, por el solo hecho de ser mujeres y
explotadas en el hogar por ser las encargadas de cuidar a las niñas y los niños, satisfacer al
marido, hacer los trabajos domésticos, etc. También se manifiestan las relaciones de poder en
torno al género, el varón manda sobre la mujer, la mujer debe obedecer. “Más tarde, ya
“mujeres”, caemos las más de las veces víctimas del engaño en el lodazal de las impurezas, o
en el desprecio y escarnio de la sociedad, que no ve en nuestra caída nada, amor, ideal, nada
absolutamente, más que la “falta”. Además podemos inferir de esta frase la influencia
judeocristiana en nuestra cultura, la mujer en lugar de lo que está mal, la mujer en un rol
negativo igual que Eva. En definitiva, a partir de este diario, podemos conocer la historia
aplicando la categoría de género, observando cómo se articula el poder y se construyen
relaciones de poder en torno al sexo/género, como se constituyen las relaciones sociales
basadas en las diferencias sexuales y de género.
Para finalizar quiero citar a Alejandra Vasallo que nos dice: …” podemos indicar que la
existencia de los feminismos surge de la conciencia gestada en experiencias específicas de
género, y en la lucha por modificar esas experiencias, podríamos concluir que aunque una
política feminista no es necesariamente revolucionaria, una política verdaderamente
revolucionaria no podría dejar de ser feminista8.
BIBLIOGRAFIA
8
Vasallo, Alejandra, "Sin Dios y sin jefe". Políticas de género en la revolución social a fines del siglo XIX, en
Historias de luchas, resistencias y representaciones Mujeres en la Argentina, siglos XIX y XX, María Celia Bravo -
Fernanda Gil Lozano - Valeria Silvina Pita (Compiladoras), Editorial de la Universidad Nacional de Tucumán.
5
De Miguel, Ana. Los Feminismos, publicado en Celia Amorós (dir.) (2000) Diez
palabras clave sobre mujer, Pamplona, Verbo Divino.
Manzoni, G. (2011), Huellas de mujeres entre dos siglos o como comenzar, algún día,
con la historia de las mujeres en el aula. Clío & Asociados. La Historia Enseñada /
número 15. Universidad de La Plata.
Vassallo, Alejandra, "Sin Dios y sin jefe". Políticas de género en la revolución social a
fines del siglo XIX, en Historias de luchas, resistencias y representaciones Mujeres en
la Argentina, siglos XIX y XX, María Celia Bravo - Fernanda Gil Lozano - Valeria Silvina
Pita (Compiladoras), Editorial de la Universidad Nacional de Tucumán.