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Una antorcha era un Manojo de maderas fuertemente atadas entre sí e impregnadas de aceite y

sustancias resinosas, que encendido sirve como medio de iluminación (Gn 15.17; Jn 18.3). Se utilizaba
también como elemento de guerra (Zac 12.6).

La antorcha simboliza la rectitud del carácter (Jn 5.35), la luz que brota de las Sagradas Escrituras (2 P
1.19) y la esperanza (Is 62.1).

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El mejor halago que una persona puede tener no es la que se hace a si misma, sino la que otras
personas pueden hacer de él. Esto es así porque quien mejor que los extraños para reconocer lo que
Dios hace en la vida de una persona; hacerlo uno mismo más bien indica un ego muy grande, además
de que no es confiable.

Que mejor que recibir un halago del mismo Señor Jesucristo. El conoce el corazón de los hombres,
sabe lo que hay dentro de ellos y si el da una palabra de reconocimiento para una persona, podemos
confiar plenamente que es así.

El predicador favorito de Jesucristo era Juan el Bautista. El Señor, luego de su muerte, le dio unas
palabras que cualquiera de nosotros quisiéramos haber recibido; y ellas nos dan luz de que
características busca y le son importantes al Señor, las cuales podemos buscar que también estén en
nosotros, si queremos ser correctos mensajeros y siervos del Señor.

Nos sorprenderemos al ver que el Señor no se fija en “éxitos materiales”, en números, en popularidad u
en otras cosas que nosotros tan fervientemente buscamos. Miremos el texto bíblico para poder
entender que es lo que considera importante el Señor. Miremos lo que dijo el Señor  Jesús sobre Juan
el Bautista en el siguiente texto:

“El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz”    
(Juan 5: 35)

 “él era antorcha”


o Juan el bautista no era la luz, era solo un mensajero de la luz (Juan 1: 6-8), un portador;
pero no la fuente misma de la luz. La fuente, el mensaje es el Señor mismo.
o Su vida giraba en torno al Señor Jesús. En Juan 1:14-16 vemos que el reconoce que el
Señor Jesús era “primero que yo” y además “de su plenitud tomamos todos (incluido el)”.
Este siervo de Dios reconocía que Dios tenía la preminencia y dependía del Señor
enteramente.
o Cumplía su labor de evangelista. Al ser solo un portador de la luz verdadera, llevaba a
otros a Jesús, no los entretenía ni buscaba que lo sigan a El (Juan 1: 35-37)
o Se entregó: su fin era consumir su vida para que el Señor se muestre cada vez mas
(Juan 3: 28-30). Juan dijo que “era necesario” que el mengue (lit. “pierda poder”) para que
el Señor crezca.
o Pasión: la misión de su vida era predicar el evangelio (Mateo 3:1-2, Juan 3: 31-36)
o Era disciplinado y radical consigo mismo (Mateo 3:4). Un creyente que no se disciplina a
si mismo esta sujeto a los ataques del enemigo. Es como una ciudad cuyas murallas han
sido derribadas (Proverbios 25: 28)
o Era humilde: el objeto de su predicación era el Señor, no sus propios logros o sus ideas
(Marcos 1:7)
o Era humano: dudó en un momento de su vida (Mateo 11: 2-3)
Entonces, ¿cual es el veredicto del Señor Jesús? Mateo 11:11 nos dice que no había otro hombre
mayor que Juan el Bautista. Tuvo el privilegio de ser el mensajero enviado del Señor y siempre apunto
hacia El, jamás hacia si mismo.

 “que ardía y alumbraba”


o Cuando una antorcha arde, el combustible del cual esta hecha se consume. Juan 3: 30
nos dice que Juan el Bautista se iba consumiendo mientras ardía y la luz del Señor se
iba engrandeciendo.
o Este siervo de Dios alumbraba, es decir, traía luz en la oscuridad
 A los religiosos de esa época (Mateo 3: 7-12), hablándoles y confrontándoles
con la verdad.
 A reyes (Marcos 6: 16-20), exponiendo su pecado sin temor a su cargo o
posición.
 A la gente del pueblo y los publicanos (Lucas 3: 10-13), dándoles orientación,
dirección y sabiduría.
 A los soldados (Lucas 3: 14), alumbrando a la verdad absoluta, sin temor ni
duda.
 Ardía y alumbraba porque tenía una identidad y un destino. Él era “Elías”, el
precursor del Mesías            (Lucas 1: 16-17). Cumplía en su vida el propósito de
Dios, la gloria del Señor se reflejaba en su ser y en todo lo que hacía.
 Era un mensajero (Marcos 1: 1-4) que no buscaba comodidades para si mismo
(“en el desierto”) pero que si buscaba que la gente se convierta al Señor, no
solo de palabras, sino en acción.

 “y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz”


o Esta sección ya no nos habla de las cualidades de Juan el Bautista, sino más bien de la
respuesta de las personas ante la vida y obra de este profeta.
o La gente lo oía pero no querían cambiar su vida de pecado y obedecer el mensaje de
Juan. Un ejemplo de esto eran los fariseos, otro el rey Herodes (Marcos 6: 19-20). Se
regocijaban en lo que oían, pero no querían llevarlo a la práctica.
o A pesar de las circunstancias, no se desanimaba, era valiente y vivía lo que predicaba.
o La luz alumbra en las tinieblas, te permite ver, te da dirección. No puedo andar en
tinieblas y en la luz a la vez. O estoy en un lado o estoy en el otro; pero no puedo andar
en dos lados a la vez.
o El Señor Jesús es la luz verdadera (Juan 8: 12), Juan solo era la antorcha, el portador.
o Un tiempo vendrá cuando ya no habrá luz (Juan 12: 35-36). Buscar y amar la luz implica
buscar la gloria de Dios          (Juan 12: 43) y esta esta en oposición a la gloria de los
hombres. O busco una o busco la otra; pero no puedo conseguir ambas a la vez.
o Dios es luz y no hay tinieblas en El (1 Juan 1: 5). Si digo que tengo comunión con Dios
(camino en la luz); pero sin embargo camino en tinieblas (pecado, maldad, obras carnales
que salen de mi corazón) entonces MIENTO.
o Podemos regocijarnos por un tiempo en la luz, pero no amarla ni seguirla; o podemos
dejar las tinieblas y caminar en la luz permanentemente (Juan 3: 19-21)

Entendiendo el ejemplo de vida de Juan el Bautista es que entendemos que nosotros podemos
tambien ser antorchas que ardan y alumbren la luz del Señor en este mundo (Mateo 5: 14-16).
Podemos imitar las características de Juan el Bautista con el fin de ser mejores siervos de Dios. La
principal característica de Juan el Bautista es que nunca buscó su propio engrandecimiento, sino el del
Señor Jesucristo. Que importante es esta lección y cuando debemos recordarlo siempre, a cada
momento, que es el Señor Jesús quien debe ser glorificado y no nosotros.
Que el Señor nos levante para que seamos portadores de su luz, anunciadores de las virtudes del
Señor (1 Pedro 2: 9-10)

Antorcha

Cita Base: Juan 5:35 El era antorcha que ardía y alumbraba;  y vosotros quisisteis
regocijaros por un tiempo en su luz.
Introducción:

Nuestro Señor Jesús al hablar de Juan el bautista le recuerda como una antorcha con
dos características muy especiales que son:

1. Ardía
2.  Alumbraba

Es interesante saber y conocer estas dos características y examinarnos como creyentes


si las dos se cumplen en nosotros; claro está que para que se cumplan primero
debemos ser antorchas.

Para entender éste principio tenemos que remontarnos hasta el Génesis; cuando
nuestro creador pacta con Abraham en el desierto y en su visión Abraham ve como una
antorcha encendida pasa entre los animales muertos.

Génesis 15:17

Y sucedió que puesto el sol,  y ya oscurecido,  se veía un horno humeando,  y una


antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.

El horno y la antorcha representan la presencia de Dios, el cual se compromete, con


juramento, a mantener la promesa hecha a Abraham.

Un horno humeante, y una antorcha de fuego: Una figura del lenguaje, una frase en
la que un sustantivo modifica al otro, de manera que no dos, sino un solo fuego ardiente,
el propio Shekiná, pasaba por entre los animales divididos.

La cualidad de la antorcha como cualquier otra luz es que solo se encienden cuando
está oscuro es decir para iluminar el lugar sobre el cual está. Un cristiano antorcha es un
cristiano que en los malos momentos de los demás, no llega a ser tropiezo sino a hacer
ayuda. Es una persona que en los momentos difíciles es lo que llama la Biblia que posee
domino propio y templanza.

Segunda de Timoteo 1:7

Arder (Mateo  3 ss.  Lucas 24:32)

Dicho de alguna parte del cuerpo: Experimentar ardor. Estar muy agitado por una pasión
o un movimiento del ánimo. Arder DE, o EN, amor, odio, ira
El decir que Juan ardía define su carácter como cristiano; un predicador que ardía como
mensajero de Dios.

La antorcha estaba encendida pero no era suficiente, tenía que iluminar, tenía que
alumbrar a los que a él se acercaran.

Juan 18:1-3

Podemos contemplar la diferencia de adoradores cuando vemos que la misma luz que
recibió Juan, recibió Judas; pero la gran diferencia es que solo Juan el bautista
iluminaba, alumbraba a los demás mostrándole el camino de la salvación que es en
Cristo Jesús Señor nuestro.

Usted puede arder de diferentes maneras; por celos o envidias (Santiago 4:2)

Alumbrar (Mateo 5:16 – Juan 1:6-9)

“Llenar de luz y claridad”.

El Evangelio de Juan recoge varios testimonios sobre Cristo, mostrando que la fe en él


está basada en la evidencia. El testimonio de Juan el Bautista, así como otras
evidencias, hace inexcusable el rechazo de Jesús por parte del mundo. La frase venía a
este mundo (v. 9) se refiere a Cristo, no a todo hombre. Con su venida, él se ha
convertido en la luz verdadera para aquellos que creen; además, él también es esa Luz
que, en sentido general, alumbra la conciencia humana y hace de esa manera
responsable a toda la humanidad ante Dios (Romanos 1:19-20).

Las Escrituras hacen una alta referencia de aquel que se preocupa de ser luz; tanto así
que en el libro de Daniel hay una declaración y sobre todo la revelación de ¿cómo ser
luz?

Daniel 12:3

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