Está en la página 1de 2

Non Servium: el animal que llevamos dentro

Non Servium es una banda Oi! originaria de Móstoles, Madrid. En dos décadas de
trayectoria han producido seis discos y han tocado varios países fuera de España, de Europa y
América, con lo que ya se han consolidado en la escena del punk internacional. El grupo toma
su nombre de la expresión latina “ non serviam” que significa “no te serviré”, respuesta
que supuestamente dio Satanás a Dios, cuando rechazo someterse a él. Como curiosidad, la
banda griega de black metal, Rotting Christ, grabó un disco el año ‘94 que también se tituló
“Non Serviam”. Es común que para muchos no-cristianos, la figura de Satanás sea atractiva,
es visto como el revolucionario maldito, aquel que por rebelarse contra el sistema sufrió el
exilio, la condenación y estigmatización eterna. Esto le hizo ser odiado y temido por los
religiosos; lo que en paralelo, le hizo ganar respeto ante aquellos que despreciaban la religión.

Aunque el vocalista del grupo es Carlitos n.s.a., casi todos los integrantes participan en
la interpretación de las canciones. La voz gruesa de Gordo junto a la voz rasposa de Snoker, Ivi
y Carlitos, logran expresar esa rabia acumulada por la injusticia que hay en el mundo y en sus
propias vidas. El punk es ese grito agónico que desea resistir con violencia contra el llamado a
ser pasivos ciudadanos de una sociedad superficial, consumista e hipócrita. Non Servium
apunta con el mismo calibre al Estado, la Religión y el Capitalismo: los causantes de la
decadencia de este siglo. Su denuncia también cae sobre el movimiento neonazi, a los que
atacan en más de una canción. El año 2012 incluso llegaron a ser boicoteados por un grupo
neonazi, mientras realizaban un concierto antifascista junto a la banda KOP, cuyo vocalista
había sido anteriormente condenado a 5 años de prisión por colaborar con ETA. El atentado
fascista fue de tal violencia que dejó tres heridos y a un adolescente en estado de gravedad.

En varias de sus canciones, Non Servium, rechaza a Dios de la forma más agresiva y
poco diplomática posible ¿Pero deberíamos verlos como enemigos de Dios por eso? En el
mundo, un gran número de personas dice creer en Dios, pero sus vidas siguen girando en
torno a sus propios proyectos y placeres, su dios siguen siendo ellos mismos. La biblia en
cambio, afirma que no puedes tener dos dioses, o eres frío o caliente, o lo eliges a él o lo
reemplazas con algo o alguien más. Tanto los cristianos de apariencia, como los ateos
militantes, han decidido rechazar a Dios. Los primeros viven una mentira, una fachada pintada
de religiosidad que Jesús llamaría hipocresía; y los segundos viven una necedad declarada, sin
ser realmente conscientes del camino que están tomando. Pero al mismo tiempo, ambos
siguen teniendo las mismas posibilidades de acceder a Dios.

Non Servium ha demostrado estar muy cerca de las verdades bíblicas, sobre todo
cuando sus letras hablan de la oscura naturaleza humana. Por un lado, sus canciones hablan
de ser libres, de no tener amos celestiales ni terrenales; y que cada uno debe forjar su camino.
Pero por otro lado, admiten que no son completamente libres: están encadenados, pero no al
sistema, estas ataduras son internas. Esta es una contradicción sobre la que no se reflexiona
mucho dentro del mundo punk. En canciones como Animal, Mi prisión o Resurgir; hablan de
aquella bestia interior que los domina: la lujuria, la locura, los excesos, las drogas, los impulsos.
Una vida fuera de control que termina controlando sus vidas.  No es primera vez que se habla
de esta criatura oscura que nos aprisiona y nos impide “ desembocar en una vida mejor”. El
apóstol Pablo en su carta a los Romanos, ya hablaba de cómo nuestra naturaleza humana es
capaz de aprisionarnos y llevarnos por el camino de la destrucción. Este animal nos empuja a
vivir libres de Dios, pero nos hace esclavos de él; este animal es el pecado mismo, del que
Pablo hablaba diciendo: “Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. ¡Soy un
pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?”

La canción animal comienza diciendo: “los errores de mi vida nadie los puede borrar” , una
proclamación llena de desesperanza, pero veraz. Ninguna persona puede enmendar todo el
daño que hemos cometido, tanto a nosotros mismos como a terceros; esta verdad es
aplastante y nos persigue. No podemos cubrir todas las faltas que hemos cometido. La
desesperanza que se proclama en esta canción puede tener un rol transformador, ya que
reconociendo la falta de esperanza, podemos decidir ir en su búsqueda ¿En búsqueda de cuál
esperanza? Que hay alguien que sí puede cargar con nuestros errores, alguien que sí puede
borrar nuestros crímenes: Cristo. Él no vino a los que eran justos ni devotos; vino a los
condenados, a los oprimidos, a los que se sabían culpables y que no podían más que esperar
el Juicio. Dios descendió para cargar el peso de nuestros errores, para liberarnos de ese animal
y ofrecernos la verdadera libertad.

Este año 2018, el vocalista de Non Servium comenzó su carrera experimental e


independiente, como rapero, adoptando el nombre Animal. En su primer single, llamado
“Instinto”, vuelve a hablar de esta bestia interior y de la falta de dirección en su vida. Carlitos
grita “me guio por instinto, porque a mí nadie me guía ”, dice que no tiene brújula ni mapa
que puedan guiarlo. El instinto no es suficiente ni es capaz de dirigirnos, necesitamos un guía.
Jesús sabía esto, por eso miraba con compasión las multitudes, porque eran como ovejas sin
pastor. Las masas y los individuos somos como animales, sin real conciencia ni entendimiento
de nuestro estado ni nuestro entorno; frágiles y vulnerables ante cualquier amenaza. Por eso
el salmista confiesa a Dios “era como una bestia delante de ti”. Como ovejas, estamos tan
hambrientos de liderazgo que seguiríamos a quien sea, incluso a los lobos. Los seres humanos
necesitamos a alguien que nos oriente, tanto en el ámbito moral, emocional, como político.
Jesús es ese pastor que anhelamos, que nos puede llevar a una vida mejor; pero para seguirlo,
primero debemos decir non serviam a ese animal que todos llevamos dentro.

También podría gustarte