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DERECHO BANCARIO Y BURSATIL.

Es necesario comprender al Derecho Bancario y Derecho Bursátil como partes


integrantes del Derecho Financiero, bajo el contexto siguiente: El Derecho
Financiero regula la actividad hacendaria del Estado en sus tres momentos:

1) establecimiento y obtención,

2) administración y

3) erogación de sus ingresos y recursos.

Así como también las relaciones jurídicas que en el ejercicio de tal actividad se
establecen entre los diversos órganos del Estado o entre dichos órganos y los
particulares, ya sean deudores o acreedores de éste.

DERECHO BURSATIL

Naturaleza jurídica.

El Derecho Bursátil es la otra rama del Derecho Financiero que dinamiza la


economía nacional a través de una gama de instrumentos de naturaleza
mercantil denominadas valores que son emitidos por participantes debidamente
acreditados del sector y que pretenden obtener recursos financieros líquidos
para financiar proyectos a cambio de una contraprestación en títulos de fácil
colocación e intercambio.

Concepto de Derecho Bursátil

La Enciclopedia Jurídica del Institutito de Investigaciones Jurídicas de la


Universidad Nacional Autónoma de México define al Derecho Bursátil como “el
conjunto de normas jurídicas relativas a los valores, a las operaciones que con
ellos se realizan en bolsa de valores o en el mercado fuera de bolsa, a los
agentes, así como a las autoridades y a los servicios sobre los mismos”.

Por otro lado el Lic. Erick Carvallo Yañez, en su obra Tratado de Derecho
Bursátil, define al Derecho Bursátil como una “rama del derecho nuevo, público
y privado por su especial naturaleza, cuyo contenido es el conjunto coordinado
de estructuras tanto formales como ideales, que permiten a los seres humanos
y a los demás sujetos e instituciones organizar, instrumentar e intervenir en las
actividades concernientes a las operaciones con valores y demás documentos
que reciban el mismo tratamiento, así como en las operaciones asimiladas al
tráfico bursátil como extra-bursátil”.
En este mismo sentido Octavio Igartúa Araiza sostiene que el Derecho Bursátil
es aquella “rama especializada del Derecho Mercantil, integrada por un
conjunto de principios y normas que se refieren a las operaciones con valores,
a las personas que las ejecutan a título profesional y en general al tráfico
bursátil que forma parte importante del complejo engranaje del desarrollo
económico

El derecho bursátil es el conjunto de normas jurídicas relativas a los valores, a


las operaciones que con ellos se realizan en la bolsa de valores o fuera de ella,
y que regula a los agentes bursátiles y protege los intereses del público
inversionista por medio de las autoridades financieras correspondientes.

También, el Derecho Bursátil puede definirse como un conjunto de normas


jurídicas de Derecho Público y Privado relativas a los valores, a las
operaciones que con ellos se realizan en la bolsa de valores o en el mercado
fuera de la bolsa, a los agentes bursátiles y a la protección de los intereses del
público mediante las facultades otorgadas a las autoridades financieras
competentes

Conceptos fundamentales

Los valores.

Los valores son las acciones, partes sociales, obligaciones, bonos, títulos
opcionales, certificados, pagarés, letras de cambio y demás títulos de crédito,
nominados o innominados, inscritos o no en el Registro Nacional de Valores,
susceptibles de circular en los mercados de valores que se emiten en serie o
en masa y representen el capital social de una persona moral, una parte
alícuota de un bien o la participación en un crédito colectivo o cualquier
derecho de crédito individual, en los términos de las leyes nacionales o
extranjeras aplicables. La oferta pública es el ofrecimiento que se hace a través
de los medios masivos de comunicación a personas indeterminadas o a ciertas
clases de inversionistas para adquirir valores mediante cualquier título. La
intermediación bursátil es la realización habitual y profesional de actos con
valores, sean éstos de oferta o demanda, o de operaciones en nombre propio o
por cuenta de terceros, con el público en general o con intermediarios que
realizan este tipo de actos. Normalmente se llevan a cabo mediante la
celebración de los contratos de intermediación.

Para entender el concepto de valores es necesario referirnos a la fracción XXIV


del artículo segundo de la Ley del Mercado de Valores (en lo sucesivo la
“LMV”), misma que engloba en el concepto de valores a los siguientes bienes
“las acciones, partes sociales, obligaciones, bonos, títulos opcionales,
certificados, pagarés, letras de cambio y demás títulos de crédito, nominados o
innominados, inscritos o no en el Registro Nacional de Valores, susceptibles de
circular en los mercados de valores a que se refiere la LMV, que se emitan en
serie o en masa y representen el capital social de una persona moral, una parte
alícuota de un bien o la participación en un crédito colectivo o cualquier
derecho de crédito individual, en los términos de las leyes nacionales o
extranjeras aplicables”. De la definición hecha por la citada ley podemos
apreciar que la misma no es limitativa ya que menciona de manera enunciativa
algunas clases de valores como las acciones, partes sociales, obligaciones,
bonos, títulos opcionales, certificados, pagarés, letras de cambio, sin embargo
enuncia también, cualquier otro título de crédito dejándolo abierto para
cualquier otro título de crédito siempre y cuando el mismo pueda ser emitido en
serie o en masa y sea representativo del capital social de una persona moral,
de la parte alícuota de un bien o de algún derecho de crédito individual.

El mercado de valores

Suele ser conocido y llamado “bolsa de valores”. Tiene la finalidad de mover


capitales, ya sean públicos o privados mediante figuras y mecanismos
específicos, apegándose a la legislación y a los usos mercantiles. Son un
ecosistema que facilitan la compra-venta e intercambio de diversos
instrumentos para su colocación en el gran público inversionista. El mercado de
valores se divide en primario y en secundario. El mercado primario se refiere a
la oferta pública o privada de nuevas emisiones de valores y por este motivo, el
precio es determinado por el emisor. Por su parte el mercado secundario, es
aquel en el que se negocian aquellos valores que no fueron colocados en el
mercado primario; sin embargo, su precio no está determinado por el emisor,
sino que es fijado por la ley de la oferta y la demanda.

Régimen jurídico para la emisión de valores

Las emisoras de valores son entidades económicas que requieren de


financiamiento para la realización de diversos proyectos. Además de requerir
financiamiento, cumplen con los requisitos de inscripción y mantenimiento
establecidos por las autoridades para garantizar el sano desempeño del
mercado. No cualquier entidad puede ser un emisor de valores, por lo que
deberá inscribirse en el Registro Nacional de Valores y cumplir con las
disposiciones jurídicas aplicables.

La bolsa de valores

Es el foro en el que se llevan a cabo las operaciones del mercado de valores


organizado, siendo su objeto facilitar las transacciones con valores y procurar
el desarrollo del mercado, fomentar su expansión y competitividad mediante el
establecimiento de locales, instalaciones y mecanismos que faciliten las
relaciones y operaciones ente la oferta y demanda de valores, prestar los
servicios necesarios para la realización de los procesos de emisión, colocación
e intercambio. También, la de proporcionar, mantener a disposición del público
y hacer publicaciones sobre la información relativa a los valores inscritos en
ella y los listados en el sistema internacional de cotizaciones, sobre sus
emisiones y las operaciones que en ella se realicen. Las bolsas de valores de
todo el mundo son instituciones que las sociedades establecen en su propio
beneficio. A ellas acuden inversionistas buscando una opción para proteger y
acrecentar su ahorro financiero, aportando recursos que, a su vez, permiten
tanto a empresas como a gobiernos, financiar proyectos productivos y de
desarrollo que generan riqueza en beneficio del país. Las bolsas de valores son
mercados organizados que contribuyen a que esta canalización de
financiamiento se realice de manera libre, eficiente, competitiva, equitativa y
transparente, atendiendo a ciertas reglas acordadas previamente por todos los
participantes en el mercado.

Objeto del derecho bursátil

En este orden de ideas nos percatamos que el objeto o propósito central del
Derecho Bursátil es la regulación de los valores, pero no sólo la expedición de
los mismos ya que hay otras ramas del derecho que se encargan de estudiar la
normatividad relativa a las expedición y contenido de las acciones, partes
sociales, títulos de crédito, por mencionar algunos de los valores, sino que lo
que le interesa al Derecho Bursátil es la intermediación de los valores así como
todas las operaciones y actos tendientes o necesarios para que dicha
intermediación pueda ocurrir.

Derecho bancario

NATURALEZA JURIDICA

Primero comenzaremos por precisar que el derecho bancario al menos en


México no es una rama autónoma como lo es el derecho penal, debido
que forma parte del derecho comercial o derecho mercantil al estar
regulado (jurídicamente) por el Código de Comercio desde sus inicios a pesar
de que el poder legislativo con fundamento en el artículo 73 fracción X legisla
en el tema de comercio y de sus instituciones.

En este sentido, el derecho bancario forma parte del derecho privado y al


mismo tiempo forma parte del derecho público, por tanto, estamos frente a
una rama del derecho que cuenta con dos naturalezas jurídicas, primero por
atender asuntos de interés frente al Estado; y segundo al estar relacionado con
asuntos de personas físicas o morales (particulares)

Concepto.

El Doctor Eduardo Preciado y el Doctor Pablo Mendoza definen al Derecho


Bancario como aquel “conjunto de normas jurídicas de Derecho Público,
Privado y Social que regulan la prestación del servicio de banca y crédito; la
autorización, constitución, funcionamiento, operación, fusión, escisión,
disolución y liquidación de los intermediarios financieros bancarios, así como la
protección de los intereses del público, delimitando las funciones y facultades
que en materia bancaria se atribuyeran las autoridades financieras mexicanas”

Para Rodríguez y Rodríguez “es el derecho de las empresas bancarias que


realizan en masa la intermediación en operaciones de crédito”.

En este mismo sentido el Dr. De la Fuente define al Derecho Bancario como


“el conjunto de normas jurídicas relativas a la constitución, funcionamiento y
operación de las instituciones de crédito, así como la intervención de las
autoridades y protección de los intereses del público.

El Derecho Bancario puede definirse como un conjunto de normas jurídicas de


Derecho Público y Privado que regulan la prestación del servicio de la banca y
crédito, la autorización y funcionamiento de las instituciones bancarias e
intermediarios financieros bancarios y la protección de los intereses del público
mediante las facultades otorgadas a las autoridades financieras.

 Conjunto de normas jurídicas que se refieren a la actividad de los bancos. Esta


actividad tiene un sujeto actor, y, desde un punto de vista jurídico, consiste en
el establecimiento de relaciones patrimoniales con otros sujetos, mediante
la conclusión de contratos.

Se evidencia así un doble aspecto del derecho bancario, distinguiéndose entre


normas que afectan a la institución bancaria, es decir, a los bancos como
sujetos de aquélla actividad, y normas que afectan a la actividad misma que el
banco desarrolla.

Objeto del derecho bancario

Su objeto es regulan la actividad de las entidades de crédito; como parte del


derecho mercantil regular las instituciones y operaciones de los bancos, es
decir, ocuparse de las relaciones jurídicas de las entidades de crédito.
Marco jurídico:

La doctrina ha considerado que existe base constitucional para la autonomía de


las disciplinas bancaria y bursátil, toda vez que la Constitución faculta al
Congreso para legislar en toda la República sobre servicios financieros (artículo
73 fracción X).

Aunque es menester precisar que originalmente la regulación de la actividad


bancaria quedó comprendida en el artículo 640 del Código de Comercio, que a
la letra establecía:

Las Instituciones de Crédito se regirán por una ley especial, y mientras ésta se
expide, ninguna de dichas instituciones podrá establecerse en la República sin
previa autorización de la Secretaría de Hacienda y sin el contrato respectivo,
aprobado en cada caso por el Congreso de la Unión.

La actividad bancaria y bursátil se ve delimitada por:

Fuentes primarias y supletorias de la legislación bancaria y bursátil:

Las fuentes del derecho son los medios por los que se generan o producen las
normas jurídicas, en este caso, del derecho financiero, del cual forman parte el
Derecho Bancario y el Bursátil, pueden ser primarias o supletorias pero en
ambos casos son fuentes formales.

Las fuentes primarias se constituyen por las legislaciones especializadas (Ley


de Instituciones de Crédito, Ley del Mercado de Valores, Ley para Regular las
Agrupaciones Financieras, Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, entre
otras) que regulan al Derecho Bancario y al Derecho Bursátil, que remiten a su
vez a las normas reglamentarias o supletorias. También podemos considerar
de esta forma, a las normas que emiten autoridades financieras (bancarias u
bursátiles, a través de oficios y circulares.

Las fuentes supletorias están establecidas en cada una de las leyes


especializadas para el ámbito bancario y bursátil. Para algunos doctrinarios,
también se consideran como tales: a los usos y costumbres; la jurisprudencia
en la materia, a la doctrina y; a los principios generales del derecho; con las
que se concreta la regla jurídica aplicable a un caso no previsto por el
legislador y que no puede ser resuelto mediante la aplicación de una norma
primaria.

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