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UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


MAGISTER EN PSICOLOGIA
MENCION PSICOLOGIA COMUNITARIA

Fundamentos Epistemológicos de la
Psicología Comunitaria

Profesor : Germán Rozas

Módulo II: La Comunidad en la época


de la Modernidad y la
globalización

Unidad 5: Perspectiva Evolutiva de las


Comunidades

Texto

UN ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN DE LAS COMUNIDADES:


DESDE LA PERSPECTIVA DE
LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA

Germán Rozas
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UN ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN DE LAS COMUNIDADES: DESDE LA PERSPECTIVA DE
LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA

Germán Rozas
Director Magíster

I.- PRESENTACIÓN

La comunidad no es un fenómeno estático, evoluciona o si se quiere cambia. Sin


embargo el problema consiste en poder analizar la dirección de dichos cambios. Hablar de evolución puede
aparecer equivoco en tanto asume un enfoque positivista y por tanto se buscaría allí definir etapas
superiores. No es la idea. Más bien lo que ocurre con las comunidades son procesos de cambios que
pueden ser más satisfactorios, pero no necesariamente esto es siempre así.

En este ensayo se hace una propuesta, y como tal puede tomarse o desecharse.
Sin embargo lo que interesa es construir un marco de referencia que permita iniciar o profundizar un
análisis o un debate sobre el carácter de los procesos de cambio de las comunidades.

En concreto se propone analizar los cambios de las comunidades desde la


perspectiva de la Modernidad. No se trata de revisar que es la modernidad, más bien se asume lo que en
general se entiende por la misma (Brunner, J. 1994), pero interesa dicho enfoque o paradigma general,
para detenerse a observar la comunidad, realidad que si nos compete observar y conocer con la mayor
profundidad posible.

Desde esta perspectiva, entonces, se concibe la comunidad como un fenómeno


que transita de la premodernidad, por lo tanto se habla de comunidades premodernas que son impactadas
por la modernidad y que sufren transformaciones que hacen de las mismas un fenómeno distinto, se hace
referencia a ellas luego como comunidades modernas. Sin embargo, el proceso al parecer no termina allí,
se habla de comunidades postmodernas, dado el surgimiento de otros fenómenos globales que vuelven a
generar modificaciones y configura nuevamente otro cambio en las comunidades.

Dado la multiplicidad de fenómenos involucrados en la comunidad, como bien


señala Sánchez Vidal (1991), nos detendremos particularmente sólo en dos de ellos. La identidad y el
espacio o territorio de la comunidad. Se seleccionan estas dos variables comunitarias, por cuanto son
objeto constante de estudio, no sólo por la psicología comunitaria sino por otras ciencias, lo que nos
permite traspasar nuestras fronteras y hacer sinergia con el campo de lo social de modo más amplio.

II.- De la Premodernidad a la Modernidad en el fenómeno comunitario

La sociedad moderna, con la incorporación de la ciencia y su racionalidad produce un cambio en


sus estructuras medulares de modo que se desatan dinámicas explosivas de transformación social y
cultural que impactan la realidad comunitaria.

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Según el sociólogo Alemán Ferdinand Tonnies (1947, citado en Alipio Sánchez, 1991) las
sociedades tradicionales rurales o preindustriales (de base comunitaria) se han transformado hacia
sociedades modernas, asociativas y urbanas con declive de la "comunidad".

Donde por un lado, el industrialismo y la urbanización expresada en la producción y consumo de


bienes, en una nueva división del trabajo, en la movilidad laboral y geográfica, en la democracia igualitaria,
etc, a provocado la disolución de la comunidad tradicional.

Ello ha permitido hacer la diferencia, que según Munné (1979, citado en Alipio Sánchez, 1991)
existe entre comunidad o agregación comunitaria y agregación asociativa. En la primera está la finalidad
afectiva, de base espontánea, con pautas organizativas microsociales, con escasa movilidad geográfica,
social, estratificación simple, con predominio de grupos primarios, de relaciones directas y duraderas. En
cambio en la agregación asociativa hay pautas organizacionales macrosociales, basadas menos en
vínculos tradicionales y mucho más en relaciones contractuales, movilidad geográfica o territorial y social
mucho mayor, relaciones sociales más indirectas y temporales.

Esto queda representado en la Tabla Nº 1 que señala los tipos de comunidades y sus cambios
bajo el enfoque de la Modernidad.

FASES DE LA CARACTERÍSTICAS TIPOS DE COMUNIDAD


MODERNIDAD COMUNITARIAS
1.-PREMODERNIDAD -Holísticas -Comunidades Rurales
-Concepto del Tiempo asociado -Comunidades Familiares
al Medio Ambiente -Sociedad de Sobrevivencia
-Coherencia del todo y las partes -Comunidades en los márgenes.
-Relación estrecha con los ciclos Pobres, Indígenas, Productivas
naturales

2.- MODERNIDAD -Condicionadas por la -Comunidades asociadas a


Urbanización-Ciudad barrios: barrios antiguos, cites,
-Productos de la Migración barrios obreros
-Con importancia en Trabajo y del -Condominios
aprovechamiento del tiempo -Comunidad de intereses :
-Fuerte presencia del Jóvenes, punk, skinger
Individualismo -Comunidades asociadas a la
-Relevancia de la familia Nuclear delincuencia : venta de drogas,
-Profesionalización del trabajo bandas de robo
-Comunidades económicas :
ferias, talleres, artesanías
-Comunidades profesionales :
Psicólogos, médicos, ingenieros,
abogados, etc
-Conformación de redes

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3.- POSMODERNIDAD -Condicionadas por la -Comunidades Virtuales
Globalización -Sociedades de Redes Virtuales
-Acento de las comunicaciones, -Grupos Antiglobalización
Internet, telefonía inalámbrica -Emergencia de Comunidades
-Homogeneización social locales: Indígenas, Grupos
-Multiculturalidad Ecológicos

La Variable Espacial o Territorial:

El aspecto espacial se encuentra presente en la mayoría de las definiciones sobre comunidad, sin
embargo precisamente dicha variable es una de las que vive una fuerte transformación desde una mirada
de la modernidad.

Las comunidades premodernas se desarrollan con un importante acento en el territorio. Su


autodefinición como tales difícilmente puede concebirse sin tomar en cuenta lo espacial.

Dentro de diferentes ámbitos de las ciencias sociales la definición de comunidad se hace en


referencia a sus características físicas o territoriales.

El concepto de lo local, en auge a partir de 1985 (Revista de Desarrollo Local) y símil en algunas
comparaciones a la dimensión comunitaria hace referencia al aspecto geográfico. Al decir de Teresa López
(1991, Pág. 42) "Cuando hablamos de lo local, nos estamos refiriendo a un espacio, a una superficie
territorial de dimensiones razonables para el desarrollo de la vida, con una identidad que lo distingue de
otros espacios y de otros territorios y en el cual las personas realizan su vida cotidiana: Habitan, se
relacionan, trabajan, comparten normas, valores, costumbres, representaciones simbólicas".

Para Sánchez Vidal (1991, pág. 84) comunidad es definida como: " Sistema o grupo social de raíz local,
diferenciable en el seno de la sociedad de que es parte en base a características e intereses compartidos
por sus miembros y subsistemas que incluyen: Localidad geográfica (vecindad), interdependencia e
interacción psicosocial estable y sentido de pertenencia a la comunidad e identificación con sus símbolos e
instituciones"

Para Guajardo (1988, pág 84) lo local es "Un territorio de identidad y de solidaridad, un escenario de
reconocimiento cultural y de intersubjetividad en tanto lugar de representaciones y de practicas
cotidianas...Necesidad de construir toda dinámica de desarrollo a partir de una identidad cultural fundada
sobre un territorio de identificación colectiva y de solidaridad concretas".

El territorio es una variable muy trascendente en la definición de la identidad comunitaria, sin


embargo no es la única variable. Del análisis que hace Sánchez Vidal (1991) de diferentes estudios sobre
la definición de Comunidad llega a concluir los siguientes factores básicos que la constituyen: 1)
Localización Geográfica; 2) Estabilidad Temporal; 3) Un conjunto de Instalaciones, servicios y recursos
materiales; 4) Estructura y sistemas sociales y 5) un componente psicológico de carácter identificativo y
relacional.

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La Variable Identidad:

Como se observa en las definiciones anteriores también la identidad configura un aspecto


relevante en la forma de entender la comunidad.

En esa dirección Moreno, E. & Pool, E (1999) hace un análisis que demuestra la fuerte relación
entre identidad y territorio, desde una perspectiva psicológica. La afirmación de la identidad tiene una
mayor solidez en tanto cuanto surge con afiatamiento a un territorio.

Su análisis permite observar la estricta asociación del desarrollo y crecimiento de la comunidad


con el aspecto espacial-geográfico. De está relación nace un producto que se va constituyendo en base a
las experiencias de la población con las posibilidades y oportunidades que le brinda su territorio de
asentamiento, este producto es la identidad, o dicho de otra manera su identificación con un espacio
determinado.

La comunidad se "enfrenta" con el territorio de modo de extraer recursos para su sobrevivencia. La


Zona geográfica, las posibilidades y alternativas varían de región en región, aspectos esenciales que
limitan o potencian el desarrollo de la comunidad, la cual desarrolla estrategias, técnicas, conocimientos y
en definitiva experiencias que definen la historia de la misma.

La historia comunitaria es el proceso de construcción de sí misma y en esta dinámica desarrolla


auto-consciencia de cuales son los aspectos que la definen. Es decir se conforma en la evolución de sus
vivencias como grupo con una identidad.

Al decir de Viola Soto, desde una perspectiva amplia plantea que "La identidad de un grupo étnico,
necesariamente, tiene que ser bío-psico-socio-cultural.... tendría además las siguientes características:

- Ser una percepción y un sentimiento personal, aceptado por quien lo manifiesta.


- Ser una forma de afirmación y significado colectivo.
- Actuar como factor de integración.
- Se manifiesta a través de ciertas conductas compartidas (formas de pensar, sentir, actuar), entre
las cuales estaría lo lingüístico
- Ser producto de haber compartido un desarrollo histórico, en un cierto ámbito geográfico, unido a
factores tales como lo racial, entre otros.
- Configurarse en valores sociales, que supuestamente se defienden y propician." (Viola Soto 1990,
Pág. 30).

Para Mier (1988) la identidad es identidad cultural la cual "se desarrollará así como una ideología
unificadora del grupo social frente a otros. De esta manera la lengua, la tradición histórica, la raza, el
territorio y otros elementos adquieren el carácter de símbolos distintivos de la identidad y se convierten en
valores sociales cuya reproducción se propicia y se defiende" (en Viola Soto 1990, Pág. 30).

Pero, no todo es miel sobre hojuelas, hace su entrada la modernidad y la evolución del proceso de
construcción de identidad y la importancia del territorio en la comunidad sufre un impacto desestabilizador.

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La propuesta del desarrollo cultural del Decenio 1988-1997 de Unesco propuso "tener en cuenta
la dimensión cultural del desarrollo, afirmar y enriquecer las identidades culturales, ampliar la participación
en la vida cultural y promover la cooperación cultural internacional"

Sin embargo, según Viola Soto (1990, Pág. 4) "El paradigma de la modernización con que se
trabajó a partir de la Segunda Guerra Mundial dio vuelta la espalda a toda reflexión sobre la cultura y la
identidad. Obvió así la relación conflictiva entre los procesos de modernidad y cultura tradicional y los
intentos de búsqueda de síntesis cultural y reajuste institucional".

El Paradigma de la Modernidad expresado en su estilo urbano industrial o conservador capitalista,


a demostrado su calidad de concentrador de la riqueza, excluyente, generador de grandes desigualdades
sociales. Mas aún como plantea el enfoque histórico estructural problemas como: el dualismo, la
extraversión, la desarticulación, el desequilibrio, la inestabilidad, la dependencia; son consecuencias graves
que dejan secuelas profundas especialmente en nuestras sociedades latinoamericanas ( Bouviers, 1989).

Por otro lado desde el punto de vista psicológico y cultural dicha modernidad ha implicado el atropello a
las tradiciones, a los esquemas ancestrales de concebir el trabajo, a los mecanismos religiosos-políticos de
control social, a los sistemas integrados de salud mental con lo político y social etc., y por cierto han
producido y producen una destrucción de nuestras comunidades, especialmente las más autóctonas
(Rozas, 1989).

Esta presente aquí la degradación gradual de la función y el sentido de las comunidades y grupos
sociales intermedios y primarios (familia, vecindario, comunidad local, redes, etc) que cumplen un papel de
conexión del individuo al cuerpo social y mantenimiento del sentido de identidad, apoyo y pertenencia,
(Sarason 1974).

En este sentido existe en la región comunidades deterioradas, fragmentadas, sin conducción con pocas
perspectivas desde el punto de vista de la identidad, sin símbolos unificadores. Poblaciones que no cuenta
con iniciativas coherentes para impulsar un proceso de desarrollo, no disponen de su acervo cultural en
tanto recursos de orientación.

El problema de dicho enfoque de modernización, es su perspectiva unilateral, es la manera como


se implementa en las sociedades latinoamericanas. Introduciendo un concepto de sociedad y un estilo de
vida basado en el mundo occidental y que se aplica sin contemplación y violentamente, por la fuerza, a
otras culturas y otras sociedades que no comparten los mismos parámetros sociales. Es decir en definitiva
dicha modernización se transforma en el nuevo vehículo de la colonización y de apropiación no del territorio
sino de la cultura y de otras formas de comportamiento humano.

Por otro lado, sin ánimo de defender la modernidad, pero deteniéndose a observar sus resultados
desde la perspectiva de la evolución de las comunidades o del cambio social vivido por las mismas, tal
como se señalaba más arriba, se hace el siguiente análisis.

La modernidad a traído la presencia de otro tipo de Comunidades, a saber la comunidad de


intereses. Esta perspectiva deja al margen el elemento localización geográfica y toma en cuenta
principalmente ciertos objetivos comunes que existen en un grupo determinado de personas y ahora bajo la

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modernidad son esos objetivos los que tienen la capacidad de constituirse en el eje constructor de las
nuevas comunidades.

Son ciertas situaciones de vida que pueden ir desde actividades socioeconómicas hasta la
agrupación para satisfacer necesidades humanas esenciales, los elementos articuladores Y así aparecen
los grupos profesionales, sindicatos, empresas, grupos políticos, y otros que son los que en definitiva
constituyen las nuevas comunidades. No es importante aquí el territorio, la localización geográfica, es
espacio directo, sino un aspecto cualitativamente diferente: ciertas necesidades que se traducen en
objetivos comunes que llevan a una población a constituirse en comunidad. Lo espacial no ha
desaparecido, tampoco lo histórico y cultural, pero el éxito de un grupo, de una comunidad bajo la
modernidad no está radicado en su capacidad de defender su territorio, sino en nucleares tras intereses
colectivos, muchas veces necesidades cotidianas, que pueden hacer valer en el contexto de las
sociedades modernas.

Un ejemplo interesante al respecto es el estudio descriptivo realizado por Amador (1991) sobre
una comunidad campesina impactada y “modernizada” por la instalación de un proyecto hidroeléctrico en el
pueblo de Cachí, Costa Rica.

Cachí, fue golpeado por una violenta ola de cambios. Fue un proceso de modernización que
inundó todo el país con cambios sociales, culturales y tecnológicos. En la década del cincuenta hasta
principios del 70 se construyeron grandes obras en la región Oriental del Valle Central.

La construcción de una planta hidroeléctrica en la comunidad de Cachí significó la transformación


de campesinos a obreros de la construcción de túneles. Se generaron además cambios sobre la familia,
que afectaron las relaciones padre-hijo, sobre los mismos individuos y sobre las formas de interacción de
la comunidad. El autor, José Amador, señala que se produjo la desintegración de la comunidad tradicional
y su posterior reintegración en torno al proyecto hidroeléctrico.

Surgió una comunidad moderna expresada en trabajadores industriales, organizados en


sindicatos, preocupados de su bienestar económico, orientados al consumo en las ciudades y conformados
en familias nucleares.

III.- Las Comunidades de la Post-modernidad.

La realidad de la identidad comunitaria y la importancia del territorio sufren o está viviendo una vez
más una gran transformación bajo la presencia de otro fenómeno propio de nuestra época, denominado
postmodernismo.

Al respecto veremos la emergencia de otras comunidades y sus problemas en base a dos líneas
de análisis. Una planteada por García Canclini y otra por variados autores como J. Larraín, Carvajal, C y
Gergen, K.

La asociación de una comunidad a una identidad específica se desdibuja profundamente en el


posmodernismo, según García Canclini (1990). Plantea este proceso a través de lo que denomina

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hibridación cultural. Diferentes culturas se entremezclan para producir una especie de mosaico, donde se
pierde la hegemonía tradicional de una cultura sobre otra.

Actúan como factores estimulantes la avanzada tecnología en el plano de las comunicaciones,


como así mismo el vertiginoso desarrollo de la informática. Estos factores han acercado el mundo, han roto
las fronteras, han acercado a lo local hechos y vivencias ocurridas a kilómetros de distancia; de la aldea
local a la aldea global. No obstante, dichos procesos además han traslapado los fenómenos sociales. Una
cultura incluye la otra, sin perder identidad, o aparece un producto híbrido que implica la transformación de
las dos culturas anteriores.

Caminar por las calles de la ciudad permite ver transeúntes de cuello y corbata, al lado de jóvenes
punk, ambos mirando artesanía vendida ilegalmente en la calle o dejándose llevar en un círculo de gente
en torno al canto rítmico de un grupo de evangélicos.

La presencia del televisor en la casa de un pobre en un barrio marginal, ya no se interpreta como


un equívoco en la opción de compra de los pobres, tampoco como falta de gusto de un campesino que en
su vivienda con piso de tierra use zapatillas marca Power, sino como el producto de la multi-influencia
cultural de la tecnología.

Según García Canclini "es posible construir una nueva perspectiva de análisis de lo tradicional-
popular tomando en cuenta sus interacciones con la cultura de élites y con las industrias culturales". De
modo que llega a concluir que "el desarrollo moderno no suprime las culturas populares
tradicionales,....sino que estas se han desarrollado transformándose". También, por otro lado señala que "
Lo popular no es monopolio de los sectores populares.....la evolución de la fiestas tradicionales, de la
producción y venta de artesanías, revela que estas no son tareas exclusivas de los grupos étnicos,
...intervienen en su organización los ministerios de cultura y de comercio, las fundaciones privadas, las
empresas de bebidas, las radios, la televisión" (pag 264).

La migración latinoamericana a los EE.UU., ha sido tan relevante que muchos norteamericanos
hoy día estén preocupados por aprender español, de hacer sus vacaciones en México, de bailar salsa y
merengue. Del mismo modo el rock, originario de EE.UU., se ha apropiado por innumerables grupos
musicales de América del Sur como el Rock-latino.

La Hibridación según García Canclini (1990) es "la mezcla de las colecciones que organizan los
sistemas culturales, la desterritorialización de los procesos simbólicos y las expansión de los géneros
impuros" (Pág. 264).

En una entrevista a Gómez Peña, Director de la Revista Línea Quebrada responde “Cuando
me preguntan por mi nacionalidad o identidad étnica, no puedo responder con una palabra, pues mi
“identidad” posee repertorios múltiples: soy mexicano pero también soy chicano y latinoamericano. En
la frontera me dicen “chilango”, o “mexiquillo”; en la capital “pocho” o “norteño”, y en Europa “Sudaca”.
Los anglosajones me llaman “hispanic” o “latinou” y los alemanes me han confundido en más de una
ocasión con turco o italiano” García Canclini (1990)

El territorio, entonces, comienza a perder su asociación a una cultura específica vinculado a una

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población determinada, por cuanto el ingreso de poblaciones portadoras de otros referentes culturales
produce un cambio en las orientaciones y valores que sustentan un modo de vida definido. Las
necesidades y problemas de un territorio se ven trastocados por influencias externas que en un momento
particular pasan a ser parte de la misma zona geográfica.

La comunidad bajo la postmodernidad, sufre una nueva transformación, su identidad tradicional


vive una metamorfosis influenciada por otras culturas y surge el fenómeno de la hibridación cultural
decantado en una especie de identidad múltiple. Tal como lo plantea Canclini es un proceso que tiene un
sentido positivo o saludable si se quiere.

Por otro lado distinto es lo que señalan otros autores como Larrain, J, Carvajal, C. o Gergen, K
quienes bajo la postmodernidad ven una fragmentación patológica de la identidad y una desaparición
definitiva de lo territorial.

Siguiendo el pensamiento de Larraín, J. la época de la Modernidad durante siglos, tuvo un


fuerte impacto en las comunidades más antiguas, las cuales sufrieron un proceso de adaptación en su
identidad, se ajustaron a los paradigmas clásicos de interpretación de la realidad: al racionalismo, al
determinismo, y al sentido de progreso histórico único de la época. Se generó así un tipo de identidad
homogénea orientada al progreso, al consumo, al trabajo, a la familia, a la adquisición de bienes.

El modernismo favoreció la generación de una cultura nacional única. Sin embargo, esta
perspectiva destruyó tejidos pluriculturales e implicó la exclusión de diferentes segmentos sociales
como jóvenes, mujeres, niños, indígenas.

Sin embargo la época actual está comenzando a quebrar todas esas orientaciones. Según
Larraín, J. el postmodernismo deja de conceder a la razón un lugar privilegiado en la construcción de
las identidades. En su visión, la realidad se ha desintegrado. Las finalidades han desaparecido..... de
allí que sea imposible tener una representación unificada del mundo como una totalidad con sentido.

El Postmodernismo, entonces, valora las diferencias y las discontinuidades históricas, en su


apreciación no existe un centro único, un principio o significado universal que evoluciona, sino una
variedad de culturas y de formas de pensamiento que cada país desarrolla con una lógica propia y
discontinua con los demás.

Igualmente debido auge de las comunicaciones y de la influencia mediática, se ha producido


una estallido de identidades en el mundo de hoy, generando una multiplicidad de racionalidades
locales, minorías étnicas, sexuales, religiosas, culturales y estéticas.

En la misma línea Carvajal, C. (2002) en un texto que hace referencia a la importancia de la


cibercultura en la época de la postmodernidad señala que la identidad asociada al tema de la
territorialidad pierde absoluto sentido.

Plantea que la evolución en las comunicaciones y particularmente el uso del Internet ha


generado la inmaterialidad del cuerpo. Es decir los avances tecnológicos han ido permitiendo cada vez
más la efimerización (efímero) del trabajo, tienden a desaparecer los lugares de trabajo (tradicionales),

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las personas trasladan lo laboral al hogar, se trabaja sin horarios. Por otro lado, Carvajal indica la
inmaterialidad de los bienes, surge el dinero electrónico, las finanzas se manejan virtualmente, las
transacciones físicas de dinero se reducen al mínimo.

Igualmente no se requiere la corporalidad en el Chat, en las redes informáticas, en los


espacios virtuales. Se pierde el contacto directo cara a cara. Se va entonces consolidando una especie
de desvanecimiento del cuerpo humano.

En torno al tema de la identidad, en esta misma línea, Gergen, K (1994) contribuye con otros
aspectos. Señala que la postmodernidad con todos sus avances tecnológicos ha traído una rapidez
casi inasible a los procesos humanos y al mismo tiempo una inmediatez de las vivencias, hechos que
han permitido principalmente aumentar el número de relaciones humanas posibles. La postmodernidad
es una multiplicidad de relaciones humanas.

Sin embargo esto tiene nefastos efectos en el campo de la Salud mental. Bajo la modernidad
la enfermedad representativa de la época fue la esquizofrenia, bajo esta nueva fase la enfermedad
sería la multifrenia.

Dado que la aceleración permite una mayor rapidez de las cosas, el ritmo de los lazos se
incrementa expandiendo las relaciones y la posibilidad de amistades casi al infinito.
Consecuentemente aumenta también la velocidad de la saturación (quiebre en los vínculos, divorcios).
Se produce un agotamiento prematuro de las posibilidades que lleva simplemente a no soportarse
más.

La identidad en el individuo y en la comunidad resulta coherente en cuanto mantiene estable el


número e intensidad de relaciones con otros, pero cuando aparece una multiplicación de la posibilidad
de ser, a veces contradictorias y superpuestas, da origen según Gergen, K. a la división del yo en
múltiples vos: Patología de la Identidad, la Multifrenia

El Regreso a la Comunidad en la Postmodernidad

Estos fenómenos y otros asociados a la Postmodernidad comienzan a oradar la proyección de los


grupos sociales hacia un futuro con un valor positivo. La exacerbación del individualismo, el acento de la
materialidad de las cosas, el consumo, la desterritorialización de las comunidades, la inmaterialidad de las
relaciones, la falta de corporalidad de las comunicaciones generan un sentimiento de vacío, de
insatisfacción, de falta de acompañamiento, de soledad.

José Bengoa (1996) en su análisis de la modernidad- posmodernidad, señala que la libertad se


transformó en soledad, en temor, en vacío; de manera que surge una necesidad de vínculos entre las
personas, motivando la búsqueda de los antiguos vínculos “naturales”

Al decir de Bengoa, “se asiste hoy a la búsqueda de nuevas identidades en todo el mundo”
(1996:45). Se observa el renacer de las identidades locales donde cuan más fuertes son los procesos
de globalización, más violentos son los procesos autoidentificatorios

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Por otro lado en relación a la identidad, Bengoa señala que estos procesos van “acompañados
de una necesidad centrípeta de acumulación interna de significados, de reforzamiento de seguridades
atávicas, irracionales, premodernas…..el mundo de hoy está provocando una ruptura con lo
modernidad del siglo pasado. Se revalorizan los lazos primigenios por encima de la razón. La
desesperación de encontrar un lazo que relacione lo clánico, lo familiar, lo tribal, o desde la etnia o
desde la religión… La “operación retorno” en el contexto de la postmodernidad. El fenómeno actual es
la reconstitución de la comunidad, del “lugar de uno”.. Al ámbito donde me identifico” (1996: 18-20)

Según este autor la caída del muro de Berlín es visto como el último instante de la
modernidad, por los historiadores. A partir de allí se inició el retorno a la comunidad. A partir de la
soledad se redescubre la comunidad.

Por otro lado Manuel Castells (1998) plantea que con la postmodernidad ha surgido un nuevo
tipo de sociedad, la sociedad red. Esta nueva sociedad humana es fruto de especialmente dos
factores. La emergencia de un nuevo tipo de espacio en contraposición al espacio de los lugares. Es el
espacio de los flujos. Hoy día a través de la informática y la rapidez de las comunicaciones, procesos
importantes como las decisiones no se encuentra en un lugar determinado sino en la red, en los flujos
de esta red. Castells señala además que la red tiene una arquitectura social que podría venir a generar
una ciudad global de carácter virtual. Se vive, se piensa, se decide en este espacio de los flujos de la
red.

Enseguida el otro factor es el tiempo, vieja variable que al igual que un globo, sufre un cambio
por impactos desde la postmodernidad, los cuales cambian su figura. Se acabó el tiempo de la
modernidad, el llamado tiempo reloj. Surge un nuevo concepto que es el tiempo sin tiempo. La rapidez,
la capacidad de los flujos de manejar información de modo instantáneo hacen que todo se resuelva en
un sólo momento. Se desvanece de alguna forma el futuro.

No obstante, frente a esta nueva sociedad red, surge detractor, opositor de carne y hueso, que
no comparten las consecuencias psicosociales de esta postmodernidad y reaccionan en contra.
Conducen a la formación de comunas o comunidades. Construye formas de resistencia colectivas
contra estas nuevas opresiones.

Castells señala que surge una identidad de resistencia. Generada por actores marginados,
pobres, campesinos, grupos indígenas, nuevas comunidades de intereses, comunidades territoriales
barrios pobres urbanos, cuarto mundo etc. quienes construyen trincheras de resistencia, que se
articulan de otra manera privilegiando el sentido comunitario.

Surge entonces otro sentido para la identidad y el territorio.

Sin radicalizar el análisis y al observar el fenómeno de la postmodernidad desde una


perspectiva más cauta, tal vez el fenómeno más significativo que ha puesto sobre el tapete ha sido el
de la interculturalidad. Y esto releva la importancia de que las comunidades bajo este nuevo contexto
fortalecen su identidad y probablemente su territorio en la medida que dichos procesos exigen

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construirse en relación con otras comunidades. La postmodernidad ha puesto el desafío de poder
actuar dentro de la dinámica de la interculturalidad.

Cuando en un mismo territorio conviven diversos pueblos, se requiere cambiar el enfoque y


enfrentar el proceso del desarrollo de otra manera. La sociedad hoy día cada vez más es un espacio
donde compiten y dialogan diferentes culturas, actores sociales entre sí, con terceros o como
asimismo con el estado. El tema central es entonces profundizar y entender formas de trabajo en la
relación entre las culturas y diferentes grupos sociales.

Para llevar adelante esta dinámica es fundamental entender de otra forma el concepto de
Cultura. La cultura bajo otra mirada es principalmente un recurso social, allí se alojan no sólo creencias
sino que conocimientos, métodos de trabajo, habilidades, potencialidades. Pero la cultura tampoco es
una estructura fija, es algo vivo, y según las condiciones en que se encuentra pueden crecer como
también puede perderse, requiere por lo tanto ser protegida.

La diversidad cultural en su esencia significa la presencia de varias culturas, pero, además


significa contar con recursos diversos. Un país o una región que tiene diversidad cultural puede
considerarse rico, por cuanto dispone de más recursos sociales, más conocimientos, mayores
potencialidades. Entonces, el problema es como lograr que los distintos grupos sociales accedan a esa
diversidad de recursos, como así mismo y más importante aún puedan desarrollarlos y utilizarlos en su
propio contexto cultural. Como lograr que la sociedad en su conjunto facilite, articule, catalice la
emergencia de todas estas potencialidades.

Es aquí donde surge el interculturalismo o la interculturalidad. Metodológicamente es un


proceso que obviamente va más allá del etnocentrismo, pero no sólo eso, supera las carencias del
relativismo cultural. Añade la búsqueda de una dinámica fundamental: El Encuentro.

Esta es nuestra tarea como psicólogos, como profesionales de las ciencias sociales. Elaborar,
estudiar, abrir caminos hacia producir de la mejor manera “el encuentro” entre diferentes culturas y
grupos sociales. Ir más allá de la marginación, de la exclusión, de la discriminación, avanzar hacia el
enriquecimiento mutuo entre dos culturas, hacia el acercamiento de dos dinámicas sociales diferentes.

A modo de Conclusión:

Hemos visto a través de este ensayo una mirada dinámica de la comunidad. Con el apoyo de
los paradigmas de la modernidad y de la postmodernidad resulta viable abandonar un enfoque
tradicional y estático de las comunidades.

Desde esta aproximación se observa lo que podríamos llamar una evolución de las
comunidades o más bien algunas fases por las cuales transita el fenómeno de la comunidad, sin decir,
como advertíamos arriba, que ello signifique un desarrollo, sino más bien a cambios que esta ha
sufrido y que es importante analizar y dar cuenta de los mismos.

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Dichas fases configuran comunidades premodernas, modernas y postmodernas. El análisis


desarrollado se sigue a través de dos variables íntimamente ligadas a las definiciones de comunidad:
la identidad y su espacio territorial.

Justamente el paso por estas fases permite dar cuenta como la identidad y el espacio territorial
se modifican, se transforma adquiriendo nuevas expresiones. La identidad original surgida y asociada
al territorio se desliga del mismo para centrarse en las personas, las cuales constituyen nuevas
comunidades basadas en intereses y objetivos comunes ajenos a un territorio determinado. En la
modernidad.

Sin embargo esta dinámica se hacer vertiginosa en la postmodernidad en tanto trae un


alejamiento de la materialidad del cuerpo humano y de los individuos de modo que la interacción
humana tiende hacia la virtualización. Esto adquiere su máxima expresión en las sociedades redes que
empujan a las sociedades a una sociedad global virtual.

Esta última al final de cuentas, y ya veremos que ocurre por cuanto estamos en medio del
proceso, ha traído insatisfacción, soledad, vacío existencial. Lo que ha dado pie para un nuevo
proceso que algunos autores llaman operación retorno. Retorno hacia los aspectos unificadores de la
comunidad. Se observa a la comunidad como un soporte fundamental de las personas lo que requiere
revalorizarla, reconsiderarla. Todo ello no como un movimiento intelectual y discursivo sino, como
situaciones reales que se encuentran en proceso de reciclaje social en nuestras actuales sociedades.

IV.- BIBLIOGRAFÍA

1.-Amador, J.L., (1991) “El Impacto Sociocultural del proyecto Hidroeléctrico Cachí” en Revista Geoistmo
Vol.V Nº1 y 2 Costa Rica.

2.- Béjar Héctor "La presencia del cambio: Campesinado y Desarrollo Rural" Ed Desco, 1990.

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Magíster en Psicología, mención en Psicología Comunitaria

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