EL SERMÓN DEL MONTE

INTRODUCCIÓN: Conocido también como las Bienaventuranzas, se le cataloga como el

sistema o principios fundamentales del cristianismo, donde se busca no solamente
conocerlo sino vivenciarlo, por lo tanto, está dirigida a sus discípulos, no a inconversos.
Todo seguidor de Cristo, luego de la salvación, deberá de contrastar su vida con los
principios de su Reino.
BASE BÍBLICA: Mt. 5:1-12

 Bienaventurado los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los

cielos: (v.3) Esto no se refiere a una disposición natural, sino a la propia elección
y disciplina. Los pobres en espíritu son los que reconocen sus dificultades o
limitaciones y recurren a la omnipotencia de Dios. Sienten la necesidad espiritual y
encuentran que el Señor la satisface, lo completa a uno.

 Bienaventurado los que lloran, porque ellos recibirán consuelo: (V.4)

Los que lloran también reciben el nombre de afligidos, les espera un día de
consolación. Esto no se refiere a las dificultades de la vida, es la aflicción que uno
experimenta debido a la comunión con el Señor Jesús. Esta aflicción no solo es por
el propio pecado, sino de la condición del mundo y su rechazo al Señor y su
misericordia. Estos afligidos recibirán consuelo en el día venidero cuando
“enjugará Dios toda lagrima de los ojos de ellos” (Apo. 21:4).

 Bienaventurado los mansos, porque ellos recibirán la tierra por

heredad: (v.5) Desde la perspectiva natural estas personas podrían ser de
temperamento: el colérico, el sanguíneo, el melancólico y el flemático, pero al
asumir el carácter de cristo estas personas se tornan en personas apacibles o
mansas. El manso es apacible, gentil y apacible en su propia causa, aunque puede
ser un león en la causa del Señor o en la defensa del prójimo.

 Bienaventurado los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos

serán saciados: (v.6) Se les promete que serán saciados, estas personas tienen
una pasión de justicia en sus propias vidas, anhelan ver pasión, honradez,
integridad y rectitud en la sociedad, esperan una santidad práctica en la iglesia.
Estas personas quedaran satisfechas en el reino venidero de Cristo, porque la
justicia reinará y la injusticia simplemente se desvanecerá.

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 Bienaventurado los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia: (v.7) Ser misericordioso significa ser activamente compasivo. En
un sentido más amplio significa ayudar a otras personas que no puedan valerse por
sí mismas. El mayor ejemplo lo tenemos en (Jn. 3:16), cuando se nos dice que los
misericordiosos alcanzarán misericordia, aquí no se está refiriendo a la
misericordia de la salvación, sino aquellos que la practican en su vida cristiana no
esperando una retribución o algo a cambio, estas personas recibirán misericordia
en el día futuro en que las obras de cada uno serán revisadas (1Co. 3:12-15), si
alguien no ha sido misericordioso. Es decir, sus recompensas disminuirán en
consecuencia.

 Bienaventurado los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios: (v.8)

Es aquel cuyos motivos no son mezclados, que tienen el pensamiento santo y la
conciencia limpia. La expresión de verán a Dios se puede entender de diferentes
maneras, primero los que tienen comunión con Dios a través de la Palabra y el
Espíritu; segundo aquellas personas que reciben visiones sobrenaturales por parte
de Dios; tercero verán a Dios en la persona de Jesús cuando el venga; cuarto verán
a Dios en la eternidad.

 Bienaventurado los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de

Dios: (v.9) Observemos que el Señor no está refiriéndose a personas con una
disposición pacifica o que les gusta la paz, lo normal es observar o contemplar los
conflictos desde un lugar seguro, sin embargo, Dios quiero en nosotros es
aproximarnos para encausar esa paz, incluso si esto signifique recibir críticas o
descalificaciones. Los pacificadores son llamados hijos de Dios, no es asi que
lleguen a ser hijos de Dios: esto solo puede ser recibiendo a Jesucristo como su
salvador (Jn. 1:12). Al hacer la paz, los creyentes se manifiestan como hijos de Dios,
y serán reconocidos con un parecido familiar.

 Bienaventurado los que padecen persecución por causa de la justicia,

porque de ellos es el reino de los cielos: (v.10) Trata de aquellos padecen
persecución no por sus propias malas acciones sino por causa de la justicia. A estos
creyentes que sufren por hacer lo recto se les promete el reino de los cielos. Su
integridad condena a un mundo impío, la gente odia la vida recta porque denuncia
su propia injusticia.

 Bienaventurado sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y

digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos,
porque vuestro galardón es grande en los cielos, porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros: (v.11-12)
Tengamos en claro que hay diferencia de la anterior bienaventuranza, aquí ahora es
la persecución por la causa de Cristo. Sufrir por la causa de Cristo debería de ser un
privilegio que cause gozo, grande es el galardón que espera a los que vienen a ser
compañeros de los profetas en la tribulación. Las bienaventuranzas presentan un
retrato del ciudadano ideal en el reino de cristo. Observemos en el énfasis de la
rectitud o justicia (v.6), la paz (v.9), y el gozo (v.12). es probable que Pablo tuviese
este pasaje en mente cuando escribió: “porque el reino de Dios no es comida ni
bebida, sino justicia, paz, y gozo en el Espíritu Santo” (Ro. 14:17).