Semana 11

Centro de Espiritualidad Santa María

(CESM)
27 de abril – 3 de mayo

PROGRESIÓN DE LA PALABRA ACOMPAÑAMIENTO

SEGÚN MONSEÑOR CASARETTO
III encuentro de Acompañantes Espirituales
Buenos Aires, 2019

Antes del concilio, en la década del 40 y 50, la Acción Católica no usaba el término
ACOMPAÑAMIENTO. La acción católica tenía como objetivo la CONQUISTA DE LAS
ALMAS PARA CRISTO. Era como una “cruzada moderna con espíritu guerrero”. Había
que CONQUISTAR. Partíamos de la base que nuestros hermanos de otras religiones
estaban absolutamente equivocados, que eran una especie de herejes a los que había que
conquistar.

En ese ambiente de CONQUISTA surge el Concilio Vaticano Segundo (1) que desarma la
acción católica en que los laicos solo tenían “participación” en el apostolado jerárquico de
la iglesia. En el concilio se llega a acuerdo que con el bautismo TODOS RECIBIMOS UNA
MISIÓN EVANGELIZADORA, los laicos también.

Con el concilio, la palabra CONQUISTA comienza a hacerse de lado y empieza un camino

ECUMÉNICO importantísimo. Antes del concilio prácticamente no existía ecumenismo.
Existían una gran diferenciación entre quienes vivían una religión y otros. Los católicos
creíamos y nos sentíamos poseedores de la verdad, por lo tanto, había que tratar de hacer
que la gente se incorporara a esta Iglesia que “poseía” la verdad.

Cuando empieza todo este movimiento ecuménico se empieza a hablar de

FRATERNIDAD. De la palabra CONQUISTA pasamos a FRATERNIDAD otro término
completamente distinto. Todos somos hermanos, todos hemos sido tocados por Dios
incluso aquellos que no creen, que son agnósticos siguen siendo hermanos nuestros. El
concilio entonces trae toda una especie de revolución eclesial.

Se reemplaza la palabra CONQUISTA (preconciliar) y el término que lo reemplaza es

DIÁLOGO.
Evangelizamos siendo testigos vivos. Ya no en un espíritu de conquista sino en espíritu de
diálogo.
Pablo VI en Ecclesiam Suam dice “el medio por el cual nosotros nos comunicamos es el
diálogo y en éste debe existir: respeto, caridad, moderación, confianza, prudencia”

Del diálogo y de la escucha nace el ENCUENTRO, Juan Pablo II nos dice en Redemptoris
Misios que “el objetivo de Jesucristo es ENCONTRARSE con cada una de las personas para
recorrer juntos el camino de la vida”.

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Se basa en estas palabras finales de Jesucristo antes de subir al cielo “yo estaré siempre
con ustedes hasta el fin del mundo”. Presencia constante de Jesucristo recorriendo con Él,
el camino de mi vida.

CONQUISTA (superioridad) - DIÁLOGO COMO MEDIO DE COMUNICACIÓN (respeto) -

ENCUENTRO.

Llegamos al término ACOMPAÑAMIENTO que es un término muy logrado

cristianamente hablando. Partimos de la base que a nosotros el que nos acompaña en la
vida es Jesucristo y siempre tuvo en sus acciones la actitud de INVITAR… ¿Quieres ser
curado? Siempre hay una valoración de la libertad del otro y si el otro se adhiere a lo que
Jesucristo le propone, Jesús actúa, pero si el otro no se adhiere es parte de su libertad.
Nunca invade… invita. En este acompañamiento Jesús se ofrece para recorrer junto
conmigo el camino de mi vida.

Entonces el acompañamiento se describe como el encuentro de dos procesos vitales que

se encuentran y que se enriquecen. Cada uno de nosotros estamos recorriendo un
camino. Hay un “acompañante mayor” y hay alguien que “quiere ser acompañado” y
supone que esa otra persona tiene cierta preparación para ese acompañamiento. Es un
mutuo enriquecimiento.

Buscando una definición sobre lo que es el Acompañamiento Espiritual podemos

decir que es la relación que se establece, en la que un hermano, a través de la
escucha sagrada y asistido por el Espíritu Santo, se pone al servicio de otro para
que:

• Descubra la presencia y acción de Dios en su vida (lugar teológico donde

Dios se revela).
• Se encuentre consigo mismo, con Dios, con los demás y con la creación.
• Se deje transformar por el Espíritu Santo.
• Vaya creciendo en su determinación a Amar.
• Asuma su verdadera identidad, su historia y su estar en el mundo y
Objetivos

afirmando esa relación de amor pueda responderle a Dios:

Ø Soy yo, tu hijo Amado (se conozca).
Ø Estoy aquí, ésta es mi vida (se posea)
Ø Y elijo amar, quiero que el amor sea el sentido y fin de mi vida
(darse libremente).

Para poder emprender este camino, es necesario hacer el camino de interioridad

aprendiendo a escuchar el propio corazón (en el sentido bíblico). Tomando conciencia
que el corazón es el lugar más profundo de la persona, donde reside su verdadero yo, y su

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núcleo más secreto y donde descubre una ley inscrita que lo llama continuamente a
Amar. Es el lugar de la verdad y de la decisión donde elegimos el sentido que queremos
darle a nuestra vida.
Es el Lugar del encuentro del hombre con su propio misterio y con el de Dios, allí se
pronuncia la voz de su alianza: Soy yo, estoy aquí y te amo, e invita a la criatura a
responderle Soy yo: Soy yo, estoy aquí esta es mi vida y elijo amar. El lugar de la Alianza
de Amor. (CEC 2563)

Sin embargo, somos forasteros de nuestro propio corazón, hemos perdido la brújula,
somos peregrinos sin rumbo eso nos vuelve incapaces de conocer nuestra verdadera
identidad y nuestra misión en el mundo. La voz de Dios resuena en nuestro interior, pero
somos incapaces de escucharla, aturdidos o seducidos por el afuera, nos alejamos de
nosotros y de Dios y quedamos atrapados en nuestros propios vacíos que intentamos
llenar con las ofertas del mundo a la deriva. Buscamos seguridades en el afuera.
Queremos encontrar el camino hacia nuestro propio corazón y caminar al encuentro con
el Dios vivo, recuperar nuestro Ser y Estar en el mundo, Amar. Queremos perder el miedo
a nuestras profundidades, y animarnos a ir a lo hondo, para encontrarnos allí con el Dios
viviente. ¿Estamos decididos a encontrar el manantial de agua viva, que sacie nuestra sed
de Amar?

Si Dios está en nuestro interior, ¿porque no entrar en nuestro propio corazón y

contactarnos con nuestros anhelos más profundos?

Acompañamiento: Etimológicamente quiere decir compartir el pan. la mesa, la vida

cotidiana. Ponerse al lado de otro, para caminar con él a su ritmo, para que vaya haciendo
el camino a su interior, en el que se conozca, posea y sea capaz de entregarse libremente.
Distinto a dirección, en la que el director conocía, ordenaba y decidía el próximo paso de
su dirigido. En el acompañamiento el objetivo es que el acompañado se conozca, se
ordene y tome libremente sus decisiones.

Espiritual (es mucho más que lo solo religioso). “Naturaleza esencial que caracteriza a los
seres humanos y de la que surge el anhelo inagotable de dotar la propia vida de sentido,
conexión y trascendencia”, es decir es la manera que los individuos buscan y expresan
significado y propósito con ellos mismos, con los otros y con la naturaleza y lo
significativo o sagrado. “El aspecto de la humanidad que se refiere a la forma en que los
individuos buscan y expresan el significado y el propósito y la forma en que experimentan
la conexión con el momento, consigo mismo, con los demás, con la naturaleza y con lo
significativo o sagrado” según Puchalski.

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LO QUE ES EL A. E. LO QUE NO ES EL A.E

Carisma Creacional, inherente a la No es dirección (en el sentido estricto)

naturaleza del hombre
No dirige, sino que propone, anima,
Carisma Bautismal motiva, invita

Ministerio de la Iglesia No es una terapia psicológica (salud

mental)
Servicio
No diagnostica, ni interpreta
Vocación
No es una relación de amistad
Don
No hay reciprocidad
Vinculo amoroso
No busca resolver problemas
Arte (Artesanos)
No da consejos
Espacio Sagrado
No es un guía moral, no juzga

(1) El Concilio Vaticano II fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica convocado por el
papa Juan XXIII, quien lo anunció el 25 de enero de 1959 y termino en 1962.

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