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Ecologista: RAE

1. Amb. Persona que propugna la necesidad de proteger la naturaleza.

2. Amb. Persona partidaria de la defensa ecológica.

Ecólogo: RAE

Amb. Persona que cultiva la ecología.

Ecología: RAE

1. Adm. Área de conocimiento que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su
entorno.

2. Adm. y Amb. Competencia en materia de defensa y protección de la naturaleza y del


medioambiente.

Por ejemplo, según el artículo 30.46 del Estatuto de las Islas Baleares (LO 1/2007), esa
comunidad tiene competencia exclusiva en materia de «protección del medio ambiente,
ecología y espacios naturales protegidos, sin perjuicio de la legislación básica del Estado.
Normas adicionales de protección del medio ambiente».

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Ecólogo funciones:

os ecólogos estudian las relaciones entre seres vivientes y su ambiente. Ecólogos muchas veces
tienen que estudiar y explicar cómo las acciones de los seres humanos afectan otros seres
vivientes y su ambiente. Ecólogos pueden ser maestros o investigadores científicos. Pueden
trabajar para organizaciones ambientales como el Nature Conservancy o para el gobierno.
Pueden trabajar en museos, zoológicos, o acuarios. Algo divertido de ser ecólogo es que a
veces trabajas al aire libre.

Para llegar a ser ecólogo, se necesita mucha dedicación. Alguien que quiere ser ecólogo
necesita un conocimiento científico fuerte y necesita disfrutar las ciencias de vida, tales como
la botánica, zoología, y biología. Es importante también tener buenas destrezas de
computadora y matemáticas.

Es muy importante desarrollar también buenas destrezas de comunicación oral y escrita, al


igual que trabajar bien en equipos y grupos, ya que una parte muy importante de la ecología es
comunicarse con otros investigadores y consultores. Para algunos ecólogos es importante
aprender también sobre la economía, ciencias sociales, y ingeniería.

Puede parecer que una carrera ecológica es demasiado lejana para tí. La mayoría de los
trabajos en ecología requieren un bachillerato en ciencias, y muchas veces es buena idea tener
una maestría o un doctorado

Para personas que todavía están estudiando, hay varias cosas que pueden hacer para
involucrarse en el campo de ecología. Puedes tomar un curso de ciencias ambientales o formar
parte de un club de ecología. También es divertido hacer internados de verano o trabajo
voluntario a través de UCSB, museos, acuarios, zoológicos, y otras organizaciones.

¿Donde trabajan los ecólogos?


Algunos ecólogos trabajan al aire libre haciendo estudios en el terreno o bajo del agua. Otros
trabajan en laboratorios, o trabajan en la comunidad con administradores de recursos
naturales o oficiales gubernamentales que desarrollan planes políticos. Algunos trabajan en
oficinas en donde analizan datos y construyen modelos computarizados. Ecólogos también
trabajan para organizaciones educacionales y sin fines de lucro, agencias del gobierno, centros
de investigación, y compañias privadas. Algunos ejemplos:

En la Oficina de Pescaderías de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los


Estados Unidos (NOAA por sus iniciales en inglés), una agencia de gobierno, una gran variedad
de ecólogos estudia la ecología de peces y mamíferos marinos para ayudar a los legisladores
manejar pescaderías y conservar poblaciones. Por ejemplo, ecólogos empleados por NOAA
estudian peces grandes como el atún en aguas lejos de la costa, leones marinos en islas cerca
de la costa, y salmones que migran desde la costa hasta arroyos tierra adentro en Idaho. La
Oficina de Pescadería de NOAA tiene centros cientificos de investigación en ambas costas
tanto como en los Grandes Lagos del medio oeste. La mayoría de estos investigadores
científicos tienen doctorados, y también hay varias posiciones en NOAA que requieren
bachilleratos o maestrías.

En el Centro Nacional para Análisis y Síntesis Ecológico (NCEAS por sus iniciales en inglés), un
centro de investigación ecológico; ecólogos, científicos, y científicos sociales de alrededor del
mundo forman equipos que trabajan por una semana a la vez para analizar problemas
ecológicos diferentes, tales como los efectos de cambio climático en salmón o como mejor
conservar recursos costeros. Cada equipo colecciona toda la información (datos) sobre un
tema que otros científicos han estudiado, y buscan patrones o claves que surgen en estos
datos.

Científicos en organizaciones ambientales sin fines de lucro, tales como el Nature Conservancy,
estudian asuntos ambientales relacionados con la conservación. El Nature Conservancy emplea
científicos con bachilleratos, maestrías, y doctorados en ecología y campos relacionados para
una variedad de trabajos. Pueden desarrollar sus propias investigaciones, ayudar a administrar
la conservación de terrenos, y trabajar con comunidades para asegurar que la conservación
sea beneficial para la naturaleza y para los seres humanos.

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Confusión de términos:

Ante la gran manipulación de términos que existe en los medios de comunicación y en nuestra
vida diaria, es frecuente que exista una gran confusión cuando se habla de ecólogos,
ambientalistas y ecologistas...¿Tú sabes qué los diferencia? Es bien común hacer una
homologación entre ecologistas, ambientalistas y ecólogos. De hecho, uno de los peores
parados en este ejercicio de las definiciones son los ecólogos, puesto que erróneamente el
término ecología ha llegado a identificarse con algo que es intrínsecamente bueno para el
medioambiente. Sin embargo, los ecólogos son personas dedicadas al estudio, el desarrollo y
la difusión de la ciencia ecológica. Son científicos dedicados a estudiar las relaciones de los
seres vivos entre sí y con su entorno. Al ser una ciencia, la ecología no determina lo que es
bueno o malo para la humanidad, o para las especies vegetales y animales. La ecología
constata hechos científicos para establecer unas correlaciones entre diferentes seres vivos
en/y con su medio. El ecologismo, por su parte, podría definirse como la parte ético-política de
la ecología, en términos de que juzga lo que es bueno y malo para el hombre o el
medioambiente. Asi, según el profesor de Ecología Ernst Hajek, los ecologistas son:
...Cultores del ecologismo, que obedece y reacciona a convicciones y sentimientos, más que a
conocimientos profundos en el ámbito de acción de la Ecología y que más bien se les podría
asociar con grupos que se interesan por, y se preocupan de, la preservación o conservación
ambiental.

Los ecologistas entonces, son los activistas que se movilizan como fuerza política para luchas
por la preservación o la administración racional de los recursos naturales. De ahí que existan
muchas y diversas formas de hacer ecologismo, unas más radicales que otras. Finalmente, los
aún no tan conocidos ambientalistas se definen asi en función del sistema complejo y
cambiante que es el medioambiente: lo físico, lo biológico, social, cultural, económico, político
del hombre y los demás organismos del planeta. Asi, al diversificar sus ejes temáticos
complejizan su participación: ya no son científicos o activistas políticos. Tratan de tener una
visión más global y rica que analiza y propone cambios a nivel político, económico, social,
científico, técnico etc. en vistas de la totalidad del medio ambiente, no solo de las especies o
los individuos. Ésta es, para Hajek, la versión menos conocida de los preocupados por el
medioambiente. Pero, a la vez, es un grupo de emergente importancia en el ámbito científico y
social. Así que será bueno ir teniendo claro quién es quién en esta madeja de conceptos que
generalmente confunde amores y buenas razones.

La preocupación por el medio ambiente se comparte por amplios sectores de la sociedad y


aquellos que se organizan para hacer algo al respecto entran en la categoría de ecologistas. El
ecologismo como movimiento social tiene su origen en la segunda mitad del siglo XX y cobra
definición e impacto a partir de la publicación de dos libros de divulgación científica claves, la
Primavera silenciosa (1960) de Rachel Carson y la Bomba demográfica (1968) de Paul y Anne
Ehrlich. Ambas obras contribuyeron sin duda a despertar conciencias, cambiando para muchas
personas la visión prevalente hasta la fecha de que vivíamos en un medio ambiente
inagotable.

Pero realmente poco se puede hacer por el medio ambiente sin una base científica, y esa base
la aportan la ciencia de la ecología y los científicos que la practican, que se denominan
ecólogos . La ecología arranca mucho antes que el ecologismo, el nombre fue acuñado por
Ernst Haeckel en 1866, aunque se pueden identificar los primeros conceptos ecológicos, no
ecologistas, en filósofos griegos como Hipócrates o Aristóteles. Pero la ecología apenas tiene
notoriedad hasta que los ecologistas la ponen en las portadas de la prensa y sobre la mesa de
negociaciones a finales de los 70 del pasado siglo.

Aunque muchas personas tienden a confundir ecólogos con ecologistas, y de hecho no es raro
que los ecólogos sean ecologistas y viceversa, existen grandes diferencias. La confusión se
acrecienta en parte por el hecho de que el término inglés “ecologist” se refiere tanto al
científico de la ecología como al ecologista, para el que se suele reservar el término de
“ambientalist.” El ecologismo es antropocéntrico, mientras que la ecología no. El ecologismo
define cosas que convienen y que no convienen a la sociedad humana por sus impactos en el
medio ambiente, sea éste natural o urbano. Y sobre esa base de cosas buenas y malas para la
Humanidad propone una concienciación social y unos cambios jurídicos y políticos. La ecología
por el contrario no valora la bondad de las cosas para la especie humana sino que aporta
información científica sobre las consecuencias de cada cambio ambiental, de cada
perturbación, haciendo un fuerte énfasis en la interconexión entre organismos, factores
ambientales y procesos biológicos y ecológicos. Con frecuencia el mensaje primario de la
ecología, es decir, el resultante de la investigación científica, es complejo y poco práctico. Los
ecologistas suelen ser los primeros en recibir este mensaje primario y transformarlo en
información más inteligible por la sociedad. Y en este paso suelen aparecer divergencias.
Mientras ecólogos y ecologistas coinciden en la trascendencia y en los principales efectos de la
biodiversidad o el cambio climático, las posturas difieren en cuestiones como los transgénicos
o la importancia de ciertas especies “emblemáticas” para el funcionamiento del ecosistema.

¿Por qué será que los ecólogos se preocupan tanto de que los distingan de los ecologistas, del
mismo modo que los politólogos se esfuerzan en ser diferenciados de los políticos?
Posiblemente porque la objetividad y la generalidad del mensaje son muy diferentes si éste se
basa en argumentos científicos, como es el caso de ecólogos y politólogos, que si se basa en
ideologías y posiciones éticas. Del mismo modo que los politólogos necesitan de los políticos
para que interpreten distintos guiones que luego puedan analizarse, los ecólogos necesitan de
los ecologistas para que se desarrollen la dimensión social y las implicaciones prácticas de su
investigación. Del mismo modo que un buen político requiere de los politólogos para
desarrollar su programa, un buen ecologista requiere de los ecólogos para comprender la base
real de sus propuestas ambientales y socioeconómicas. No es casualidad que muchos ecólogos
sean ecologistas, ya que enamorados como están del objeto de estudio suelen desear su
conservación. Ni tampoco es casualidad que muchos ecologistas sean ecólogos, pues sólo se
puede proteger aquello que se conoce.

Hay casos frecuentes en los que los ecologistas no se basan en conceptos científicos para
emitir sus opiniones o fundamentar sus estrategias de concienciación social y asesoramiento a
políticos y gestores. Por ejemplo, en Portugal, hubo una movilización en los años 90 para que
los pescadores de las Islas de Berlengas no se comieran los huevos de las gaviotas. A primera
vista esta movilización tenía mucho sentido, ya que Las Berlengas eran una reserva natural
(ahora además son Reserva Mundial de la Biosfera). Resulta, sin embargo, que esta
movilización llevó a una explosión demográfica de gaviotas, lo cual tuvo un impacto muy
negativo en especies endémicas, afectando en gran manera la red trófica de las islas y
acidificando extraordinariamente el suelo con sus excrementos. Se cree, por ejemplo, que la
desaparición del lagarto de las Berlengas se debe a este impacto de las gaviotas que dejaron
de tener una regulación humana de sus poblaciones. La prohibición del consumo de los huevos
de las gaviotas por los pescadores había sido ampliamente criticada por la comunidad
científica. En estos casos los ecólogos no deben permanecer encerrados en su mundo
académico y contribuir de forma más activa a que la información científica guie las decisiones.
No obstante, el equilibrio a nivel individual entre hacer ciencia o hacer que la ciencia
trascienda no es sencillo para el científico, que con frecuencia se ve atrapado en su propio
“laberinto.”

Curiosamente, cuando un político es, además, politólogo, resulta profundamente criticado, y


con frecuencia los politólogos detestan que les atribuyan rasgos de políticos, cuando ambos se
necesitan y se deberían parecer. En ocasiones, sin saber qué palo escoger, se critica a ambos,
como si hubiera una tercera opción. Incluso se llega a argumentar que “se puede ser un buen
politólogo y un pésimo político y, a la vez, un político increíblemente exitoso y no tener ni idea
de ciencia política.” Mientras los políticos y los politólogos encuentran foros y vías para
interaccionar de manera mas fructífera, los ecólogos y los ecologistas seguimos avanzando en
las sinergias tan necesarias como apremiantes, explorando nuevas formas de colaborar.

En cualquier caso, es muy necesario en nuestra sociedad distinguir entre actores científico-
técnicos y actores políticos. A todos los europeos nos iría mucho mejor en estos momentos,
por ejemplo, si separáramos con claridad no sólo a los politólogos de los políticos sino también
a los economistas científicos de aquellos que aplican o sugieren recetas económicas con alto
contenido ideológico sin preocuparse de que los resultados de las mismas nunca hayan sido
demostrados.

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La ecología es, por tanto, una disciplina científica, objetiva y alejada de los campos de la ética o
la moral. La ecología se aprende en la universidad, y sus profesionales son los ecólogos, que
estudian los procesos y cambios que sufre la vida en el planeta, así como los desarrollos y
fluctuaciones en biodiversidad y ecosistemas.

La ecología está muy relacionada con la genética, la etología y la biología evolutiva, campos
que se cruzan con sus materias de estudio, y tiene una gran cantidad de áreas de aplicación
práctica, como la gestión de recursos naturales, la planificación urbana o la economía, entre
otros.

La ecología está además dividida en una gran cantidad de disciplinas, algunas de las cuales son:

La aerobiología.

La ecología microbiana.

La biogeografía.

La ecología urbana.

La ecología matemática.

En este otro artículo de EcologíaVerde te mostramos más sobre la Definición de ecología.

Qué es ecologismo y su diferencia con la ecología - Qué es la ecología

Qué es el ecologismo o ambientalismo

El ecologismo o movimiento verde, a diferencia de la ecología, no es una ciencia, sino un


movimiento global, social y político cuyo objetivo es la protección y conservación del medio
ambiente.

Los ecologistas o ambientalistas (hay que tener en cuenta que, aunque a veces se utilizan
como sinónimos, se considera que el ecologismo y el ambientalismo tienen algunas
diferencias) son los seguidores o partidarios de este movimiento, que buscan un punto de
equilibrio entre las necesidades humanas y la salud de los ecosistemas naturales. Para ello, los
ecologistas llevan a cabo críticas sociales con el objetivo de concienciar a la población y
conseguir cambios que hagan la civilización humana más sostenible desde el punto de vista
natural. Hay una gran cantidad de vertientes en el movimiento ecologista, algunas de ellas
ecocentristas, es decir, que priorizan el valor de la naturaleza sobre el del ser humano, o
antropocentristas, que es lo contrario. Sin embargo, pese a que la cantidad de tipos y
vertientes del ecologismo es enorme, pueden diferenciarse algunos grandes grupos:

Ecologismo tecnicista: busca reducir la contaminación a nivel mundial, proponiendo energías


alternativas y avances técnicos.

Ecologismo naturalista: es una corriente filosófica ecocentrista que se centra en la importancia


de evitar extinciones de especies animales.
Ecologismo liberal: su principal tema de estudio son los recursos limitados de los que el ser
humano dispone. Busca alternativas, entre las que se encuentra la posibilidad de viajar a otros
planetas.

Ecologismo sociológico-político: se centra en el estudio del ser humano como especie, y


aborda los problemas de superpoblación, hambruna mundial y el agotamiento de los recursos.

Ecologismo humanista: es un movimiento con escasa popularidad, que parte de la base de


considerar al ser humano como una criatura solidaria.

Ecologismo espiritual: sus objetivos son la protección de la vida anímica y la riqueza espiritual,
promoviendo una filosofía de amor y respeto por la naturaleza.

Ecologismo integral: se enfrenta a los problemas de la destrucción del medio ambiente y sus
recursos naturales desde todas las perspectivas posibles.

Teniendo todo esto en cuenta, podemos definir que la mayoría de ecologistas son personas
que, independientemente de su profesión o formación, luchan con distintos grados de
implicación y de forma voluntaria por favorecer la preservación del medio ambiente.

La cara menos buena de la ecología, sin embargo, se encuentra en el abuso del término que se
lleva a cabo en las últimas décadas en el primer mundo, usándolo a menudo para ganar apoyos
en tácticas políticas o de marketing que en realidad no tienen verdaderos objetivos ecológicos,
y simplemente buscan ofrecer una imagen atractiva al público o al consumidor, haciéndole
también partícipe de un supuesto movimiento ecologista que no lo es.

Qué es ecologismo y su diferencia con la ecología - Qué es el ecologismo o ambientalismo

Diferencias entre ecología y ecologismo

Queda clara así la diferencia entre ecología y ecologismo, refiriéndose uno a una ciencia y el
otro a un movimiento social. Por supuesto, nada impide a un ecólogo ser ecologista también, y
de hecho esta es una circunstancia que se da muy a menudo, aunque no necesariamente debe
ser siempre así.

Un ecólogo podría ser un experto en su campo, y sin embargo no compartir las implicaciones
sociales o éticas del movimiento ecologista, del mismo modo que un ecologista no tiene por
qué estar cualificado ni formado para labores ambientales por el simple hecho de serlo.

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Fernando Valladares, J. M. Jordi Moya, Rodriguez Girones, M. A. Miguel Angel, Magalhaes, S.


M. Sara, Hortal, J. H. Joaquin, Santamaría, L. S. Luis, & Escudero, A. E. Adrián. (2015, 18 julio).
Ecólogos y ecologistas, no intercambiables pero afines. Recuperado 26 septiembre, 2019, de
https://www.eldiario.es/cienciacritica/Ecologos-ecologistas-intercambiables-afines-
politologos_6_410218975.html

KDE Santa Barbara. (2004). Aprende Ecología. Recuperado 26 septiembre, 2019, de


http://kids.nceas.ucsb.edu/sp/ecologyspan/ecologyascareer.html

Acosta, M. B. A. María Belén. (2019, 3 junio). Qué es ECOLOGISMO y su Diferencia con la


ECOLOGÍA. Recuperado 26 septiembre, 2019, de https://www.ecologiaverde.com/que-es-
ecologismo-y-su-diferencia-con-la-ecologia-2032.html

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