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GRACIELA DE GARAY

(LOORDINADORA

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Instituto
Mora
NSTITUTO MORA
B BLIOTECA

111111
3 3291 00094 4690

Cuéntame tu vida
Historia oral: historias de vida

Graciela de Garay
coordinadora

Instituto Mora / Conacyt


;fl ST I TUTO -"DR. MORA"

ADQ .
2
FECHA /
PROC,. I
6316 °y qO
WE:
Instituto
Mora
ÍNDICE

Consejo editorial:

Graciela de Garay, Alicia Olivera de Bonfil,


Prólogo, 5
Gerardo Necoechea, Alexander von Plato,
Alistair Thomson, Ronald Grele. Un enfoque metodológico
de las historias de vida
Jorge E. Aceves Lozano, 9

La entrevista de historias de vida:


construcción y lecturas
Graciela de Garay, 16
Apuntes sobre la verdad y la
reconstrucción de los eventos
en los relatos orales
Angela Giglia, 29
Lo colectivo y lo individual
Cuéntame tu vida. Historia oral: historias de en las historias de vida de la gente
vida. q Primera edición, 1997. ©Derechos común
Patricia Pensado Leglise, 35
reservados conforme a la ley, 1997. El Ins-
tituto de Investigaciones Dr. José María Memoria y comunidad
Luis Mora. Plaza Valentín Gómez Farías Mario Camarena Ocampo, 41
12, San Juan, Mixcoac, México, 03730, El "libreto familiar" en la historia oral
D.F. q ISBN 968-6914-61-7. q Diseño de Graziella Altamirano Cozzi, 47
portada: Yolanda Pérez Sandoval. q Cui-
dado de edición, tipografía y formación: La ruptura de las tradiciones
Instituto Mora. q Impresión electrónica. a través de dos mujeres
María del Carmen Collado H., 54
La memoria de los políticos sobre
la pérdida y la recuperación de su
esterilidad
Silvia Dutrénit Bielous, 61
Historias de vida e imagen. Reflexiones
a partir de dos experiencias
Lourdes Roca, 67
Bibliografía de referencia
complementaria historia de vida y
ciencias sociales, 75
LA ENTREVISTA DE HISTORIA DE VIDA:
CONSTRUCCIÓN Y LECTURAS

Graciela de Garay
Instituto Mora/Conacyt

¿Qué es una historia de vida? ge críticamente. El narrador debe estimular


su memoria mediante el juego de las "asocia-
Cuéntame tu vida es una petición sencilla pero ciones"3 que le permiten armar los recuer-
difícil de cumplir. En efecto, dar sentido y
dos, jamás exhumados éstos del archivo in-
coherencia a un proceso que es esencialmen-
consciente sino construidos en el diálogo con
te complejo, contradictorio, marcado por re- el otro. De ahí que la evocación solicitada
veses, idas y venidas, y por interpretaciones
inicialmente por el entrevistador resulte, para
siempre ambiguas, implica un reto para el el entrevistado, una especie de autoanálisis,
que construye una historia a partir de su propicio para la elaboración de interpreta-
propia historia.
ciones sobre su propia vida. En esa conversa-
El narrador deviene el ideólogo de su ción, narrador y escucha negocian, desde
propia existencia al seleccionar, ordenar, in- distintos tiempos y puntos de vista, los senti-
terpretar y justificar sus experiencias, y el dos individuales y colectivos del relato cons-
historiador se convierte en el artífice y cóm- truido.
plice de este relato porque, con sus inquietu- Se trata entonces de un trabajo de intros-
des y preguntas, participa en "la creación pección sin más freno que el que dicta la
artificial del sentido". 1 Creer que la vida cons-
autocensura, e indispensable para la protec-
tituye una "historia", es decir una relación ción de la propia imagen que se proyecta y se
lineal, cronológica, causal de acontecimien-
guarda de sí mismo. Desde luego existen
tos dados, orientados por una intención glo-
relatos de vida autodestructivos en los que se
bal y listos para ser inventariados y transcri-
borran las normas de lo privado, pero la
tos en una unidad totalizante, es para Pierre verdad es que siempre quedan reductos de la
Bourdieu, "una ilusión biográfica". 2 La vida
conciencia inaccesibles tanto para el que in-
es un "sin sentido" al que se le busca una
terroga como para el que responde. Simple-
razón para extraer una lógica; tal vez esta mente porque jamás se logra agotar el cono-
aportación de coherencia y necesidad expli- cimiento de una vida.
que el interés por los proyectos biográficos. Conocer y explorar la historia del otro
El investigador debe entonces saber pre- resulta siempre atractivo porque se persigue
guntar y escuchar los cómos y los porqués de encontrar lo diferente, lo excepcional, lo es-
las trayectorias personales que analiza y reco- pecífico, lo singular que hace a ese individuo
16
un ser único e irrepetible a la vez que repre- llo de lo que intuye y percibe sus efectos pero
sentativo de su contexto social, ya que, al que, en todo caso, es inasible por su relación
apuntar o descubrir la diferencia en esa vida, con lo simbólico.
se descubre lo social, Con este cambio de perspectiva, la creen-
Efectivamente, Paul Thompson sugiere cia en un método único para acercarse a una
ver, a través de las historias de vida, cómo biografía se descartó y con ello se pudo con-
las presiones ideológicas y económicas in- cluir que al existir distintas maneras de con-
teractúan a nivel individual. El paso esen- tar una vida, también existían diversas for-
cial, a juicio del especialista, consiste en mas o estrategias para abordarlas y, por tanto,
aceptar el papel del individuo como parte para usarlas. De esta manera, se ampliaron
de la estructura de interpretación. Es decir, los temas y, con ello, los sujetos que habrían
devolver al individuo su papel en la histo- de conformar una historia de vida. Así, la
ria. 4 historia política de los grandes hombres co-
El hecho es que, desde finales de la déca- menzó a compartir sus espacios con la histo-
da de los sesenta, las "historia de vida", es ria de los seres anónimos y de los antihéroes,
decir, las narraciones autobiográficas orales, anteriormente excluidos de la historiografía
generadas en la interacción de la entrevista, tradicional.
resurgieron con gran éxito y con ello se mul- Un enfoque moderno de la biografía,
tiplicaron sus usos. La insatisfacción metodo- basado en la historia oral, se deriva de la
lógica derivada de la aplicación de los mode- literatura y de la etnografía, donde las vidas
los causales, predictivos, cuantitativos y gene- se leen como textos. La etnografía caracteri-
ralizadores, impuestos por los positivistas, za a la historia de vida como la historia que
los marxistas y los funcionalistas para com- cuenta una persona de su propia vida, o de lo
prender la compleja realidad social, propició que ella cree que es la parte más importante
la revisión exhaustiva de los métodos utiliza- o significativa de su existencia. Como en
dos a la fecha. Se puso en tela de juicio la toda narrativa tradicional, el discurso y la
idea de confundir el mundo de lo social con estructura de la historia sobrepasan la impor-
el mundo de lo natural y, junto con ello, se tancia de los hechos específicos relatados. La
criticó el método científico como el único historia de vida contribuye con importantes
camino viable para la investigación. interpretaciones de la cultura y de su tiempo,
Las historias de vida se descubrieron pero su foco de atención se encuentra en el
como una tierra fértil para la formulación pequeño detalle de la vida cotidiana. Es fi-
de teorías sustantivas, aunque ahora conce- nalmente una forma subjetiva.
bidas "más como interpretaciones que como La historia de vida antropológica estu-
explicaciones científicas." 5 Pero, ¿por qué dia, en la vida individual, cómo las personas
se habla de comprensión y no de explica- son, a la vez, las hacedoras y los productos de
ción? Porque, siguiendo a Jaspers, "la com- los sistemas sociales de que forman parte. De
prensión permite entender lo singular este modo, el antropólogo, a diferencia de
[...]En cambio, la explicación supone una los historiadores orales y de los folkloristas,
ley o al menos un cierto orden que regula graba entrevistas para conocer la estructura
los hechos." 6 El científico estudia el mundo y los patrones de una sociedad tal y como
de lo sensible, el historiador estudia aque- son exhibidos por una visión individual y

17
representativa del mundo, de los rasgos cul- pensaron aquello, cómo se sentían? Quieres
turales y de las tradiciones.? revivir con ellos su experiencia, hallar en ti
Pero lo importante es que los biógrafos mismo la posibilidad de esforzarte en enten-
orales continuarán enfrentándose al doble der la vida del otro, hacértelo real. 11
reto que implica su trabajo: por un lado,
mantener la especificidad de la biografía re- Ciertamente, el objetivo en una historia
gistrada, su carácter de colaboración como de vida es descubrir la coherencia de esas
historia construida por el entrevistado y el incoherencias e inconsistencias racionales que
entrevistador, su calidad de narración inte- se presentan como consistentes, como per-
ractiva con el estilo fresco que le imprimen fectamente encajadas dentro de los cuadros
las frases cotidianas y, por otro, producir o episodios de una vida. Sería preguntarse
fuentes históricas comprehensivas y confia- ¿cómo se acepta y asimila como normal y
bles. cotidiano un régimen dictatorial?, ¿cómo se
desarrolla la vida diaria en un ambiente que
se encuentra muy lejos de ser común y co-
La entrevista de historia de vida: rriente?, ¿qué estrategias de vida adopta un
elaboración individuo para sobrevivir en un sistema de
terror y represión?, ¿cómo se transgreden las
¿Pero qué es lo esencial en estas historias de reglas sin violentarlas y dentro de una apa-
vida? Los estudios biográficos ponen en el rente normalidad?, ¿cómo se acepta y recha-
centro de la investigación la experiencia del za, a la vez , un destino o función social, que
sujeto. 8 Al pedir a los interlocutores 9 que finalmente se justifica con reflexiones como
digan lo que hacen y lo que son (lo que creen las de Romain Rolland que dicen: "la vida
ser y hacer) se está entrando al terreno de la consiste en conocerla y sin embargo amarla"?
etnografía.'° Por tanto, se va más allá de la Efectivamente, al elegir el enfoque bio-
información previamente seleccionada y de- gráfico, el investigador adopta un método
limitada que se obtiene a partir del clásico cualitativo de investigación con el propósito
cuestionario codificado por categorías socio- de descubrir problemas nuevos y captar fe-
profesionales y ajeno a las particularidades nómenos imprevistos. Selecciona esta vía por-
del sujeto encuestado pues, en estas mues- que, a su juicio, los métodos cuantitativos
tras, el informante es susceptible de ser inter- son reductivos por estar basados en modelos
cambiado por otro, ya que su importancia economicistas que desarrollan tendencias ya
está definida a priori y por criterios, aunque conocidas y circunscritas a medios previa-
objetivos, más generales. mente definidos. Además, los especialistas
• De ahí que Ronald Fraser atribuya su piensan que, al extrapolar estas tendencias,
éxito como historiador oral a su idea de ima- no se aporta gran cosa al conocimiento por-
ginar la entrevista como: que, con un poco de sentido común y algo de
experiencia de vida, cualquiera las puede
un diálogo con alguien, como lo harías con percibir de forma inmediata, al menos en sus
una persona cuya obra de toda una vida te líneas centrales. 12 Por ejemplo, las preferen-
resultara fascinante. Hay cosas que quieres cias conservadoras del Opus Dei se pueden
descubrir: ¿por qué hicieron esto, por qué corroborar objetivamente mediante una en-

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cuesta, pero su comprobación poco aporta al silencios, los cuales cobran relevancia y su
conocimiento público, que con anterioridad reconocimiento resulta crucial para el análi-
ya las había detectado. En este sentido, el sis del relato.
historiador oral Ronald Fraser comenta: Otro aspecto que se debe advertir como
central en una historia de vida es
[...]la persona que conoce de antemano lo que
quiere saber, acabará, si hay suerte, sabiendo su dimensión narrativa, la cual asume, de
sólo eso; y, si no hay suerte, sabiendo en modo global y coherente, la evaluación de lo
verdad muy poca cosa. Porque el corazón de vivido. Esto implica que el relato se constituye
una entrevista en torno a la historia de una en un sistema de sentido cerrado, en texto, tal
vida es descubrimiento, y uno descubre la definición excluye asimismo las encuestas con
vida del otro al escuchar; y es ese viaje a lo cuestionarios y los testimonios orales centra-
desconocido que me emociona.ls dos en acontecimientos o periodos precisos,
aunque sean narrados en primera persona. 16
La meta, diría Mercedes Vilanova, sería
estudiar lo invisible. Lo visible no le interesa El hecho es que el que cuenta su vida la
porque ya lo conoce. presenta como una historia o acción ordena-
Por otra parte, los sociólogos critican al da con principio, desarrollo y fin.
método cuantitativo el sentimiento de des- Ahora, si bien es cierto que cuando se
personalización, simplemente porque, en es- pide una narración biográfica se busca lo
tas empresas, la tarea del investigador se res- específico, lo particular de ese individuo,
tringe a la recolección de datos que finalmente también es cierto que al pedir a éste que
son interpretados por otros. En cambio en la cuente su vida "no se le solicita un relato
entrevista de historia de vida el procedimien- centrado en el yo individual, sino un rela-
to es mucho más creativo y complejo, porque to centrado muy precisamente en el yo social
el conocimiento se está construyendo en el y enfocado en su relación con el pasado." 17
diálogo interactivo entre entrevistado y en- Elindvuohabesímnrlcióy
trevistador. Se debe recordar que la entrevis- dentro de su contexto.
ta de historia oral es un acto comunicativo. 14 Efectivamente, si se toma en cuenta que
"Laentrvispoclamgendu la memoria de experiencias pasadas está re-
persona creada a partir de la transmisión ciamente engarzada en las identidades bá-
entre los sujetos, es decir, del habla."I 5 Por sicas individuales, de grupos y culturas, el
tanto, el investigador debe estar consciente estudio de la memoria se manifiesta en dife-
de que, para conversar, debe haber dos, y rentes formas y abarca un espectro muy va-
que este par de dialogantes pertenece a con- riado, que va de lo personal, lo individual y
textos sociales, culturales, espaciales y tem- lo privado a lo colectivo, lo cultural y lo
porales, la mayoría de las veces, muy distin- público. Por tanto, en un extremo de la curva
tos y aun antagónicos. Dicho de otra manera, se hallan elementos psicológicos que repre-
se debe admitir que en la dinámica de esta sentan las motivaciones individuales y las
entrevista emergen, en un primer plano, lo percepciones en la creación de los recuerdos
personal y lo específico de las partes involu- y, al otro extremo, se ubican los aspectos
cradas: los sentimientos, los afectos, los valo- lingüísticos y antropológicos que explican
res, los puntos de vista, los gestos, los tics, los cómo las culturas seleccionan y establecen

19
tradiciones y mitos del pasado para guiar la en la competencia, estos individuos apuestan
conducta de sus miembros en el presente. a un cambio de posición dentro del campo,
En vista de que a la historia le interesan valiéndose de sus curricula y de sus relacio-
ambos extremos para explicar el cambio y la nes sociales. En esta carrera, lo ha probado
continuidad a lo largo del tiempo y dentro Bourdieu, se combinan elementos objetivos y
de un contexto social más amplio que el subjetivos. Por tanto, no se debe caer en un
estudiado por la psicología y el psicoanálisis, objetivismo o cientificismo ingenuo que re-
se puede decir que la historia de vida se chace la subjetividad. Hacer esto sería incu-
adecua y cubre plenamente esta inquietud rrir en otra ilusión biográfica pues, como
historiográfica. Además, es un hecho que dice Yves Clot:
el espacio fronterizo entre la motivación in-
dividual y el mito impersonal es el campo Al experimentar las relaciones sociales que lo
natural de los historiadores, ya que sus ob- constituyen, el sujeto, librado a sí mismo, y
vias unidades de análisis son los pueblos y frecuentemente sin saberlo, hace funcionar la
la gente que por largo tiempo han estudia- dialéctica de las posibilidades e imposibilida-
do. ¿Pero, cómo preparar y seguir un itine- des subjetivas que su historia ha sedimentado.
rario que guíe la difícil tarea de construir El sujeto, en el momento de los titubeos con
que responde a las contradicciones sociales,
una historia de vida?
se mide con los conflictos de su propia histo-
Lo esencial es abrir una conversación ria. 19
que permita entender los acontecimientos bio-
gráficos como tantos otros desplazamientos El despliegue de evaluaciones subjetivas
en el espacio social. Es decir, el sentido de los con las que el individuo puede investir sus
movimientos que conducen de una posición movimientos, nos habla de la libertad de que
a otra (de un puesto profesional a otro, de un dispone para moverse en los distintos cam-
barrio a otro, de una universidad a otra). No pos o espacios socialmente objetivos.
se puede comprender una trayectoria si no Ahora, para conducir y auxiliar al in-
se ve cómo los agentes se enfrentan y compi- formante en la tarea de reconstruir o recor-
ten en un mismo espacio de posibilidades. El dar su propia historia, se recomienda al en-
entrevistador debe descubrir entonces cómo trevistador tener presente que el biografiado
el sujeto aprovecha sus redes sociales, su po- conoce mejor que nadie las estrategias na-
der y capitales sociales, económicos y cultu- rrativas más persuasivas y seductoras para
rales para decidir y promover su desplaza- contar su vida, no perder el hilo y mantener
miento entre los distintos campos. En otras la atención interesada y entusiasta de su audi-
palabras, se investigan los campos, entendi- torio. En efecto, el narrador conoce su histo-
dos como conjuntos de redes o configuracio- ria porque la ha contado miles de veces a
nes de relaciones objetivas que existen entre partir de un script o guión que ha conforma-
las posiciones, independientemente de la con- do a lo largo de los años y sabe que le funcio-
ciencia y la voluntad individuales. Estas posi- na socialmente muy bien. Por tanto, convie-
ciones se definen objetivamente en su exis- ne que el entrevistador dé la impresión de
tencia y en las determinaciones que imponen estar bien informado, pero nunca "de saber
a sus ocupantes. 18 La trayectoria académica demasiado". Una postura prepotente, propia
de algunos estudiosos puede ilustrar cómo, del inquisidor policiaco, termina por irritar

20
o intimidar a cualquier informante, sin im- historia, ya sea como actor o testigo directo,
portar su naturaleza cándida, reservada o supone conocer la verdad, y el que la estudia
desafiante. cree entenderla mejor gracias a la distancia
En cuanto a la estructura y el orden que científica que le garantiza un conocimiento
debe seguir una entrevista de historia de vida, especializado y un espíritu crítico. En este
Donald A. Ritichie sugiere una secuencia cro- momento, dice Ronald J. Grele:
nológica. Ahora, si se trata de una historia
de vida profesional o de una historia de vida Nos encontramos atrapados en un dilema. Si
ligada a un evento en particular, se recomien- intervenimos en la construcción de la narra-
da plantear preguntas temáticas. 20 Por ejem- ción, nos entrometemos en el proceso con
plo, al entrevistar a un arquitecto sobre su nuestra ideología; si, por el contrario, no lo
práctica, es aconsejable recorrer su curricu- hacemos, claudicamos de nuestra responsabi-
lum, pero distinguiendo los géneros de edifi- lidad como críticos de la mixtificación. 21
cios planeados y realizados, de tal forma que
el entrevistado pueda sistematizar, con ma- Quizá la salida está, como lo advierte el
yor facilidad, la complejidad y la diversidad propio Grele,
de experiencias implicadas en proyectar una
casa o un hospital. Las preguntas deben ser en iniciar la polémica sobre el discurso utili-
abiertas, pero nunca demasiado ambiguas. zando nuestra habilidad para crear e interpre-
Se dice que deben ser abiertas con el fin de tar documentos culturales, manipular la his-
dar un espacio mayor al recuerdo del infor- toria y permitir que otros la manipulen, de tal
forma que surjan los textos más expresivos y
mante. Cerrarlas demasiado le impedirá
contradictorios. Así abrimos la posibilidad de
extenderse en sus asociaciones libres. Las que los futuros intérpretes descubran nuevos
preguntas que se inician con un por qué significados en las experiencias a discusión y,
sugieren respuestas más generales, abstrac- con ello, un nuevo discurso. 22
tas y menos personales, aquellas que comien-
zan con un Cómó,propician comentarios más En otras palabras, lo que se busca es la
específicos, descriptivos y personales. El pru- apertura de nuevas posibilidades de inter-
dente manejo de estas fórmulas dependerá de pretación aceptando que no existe una ver-
lo que se desee saber. Por ejemplo, para cono- dad definitiva y totalmente acabada. Cierta-
cer las razones de un fenómeno social como mente, una contribución importante de la
el analfabetismo, el cómo da pie a contestacio- antropología posmoderna consistió en reco-
nes más amplias que explican el funciona- nocer la pluralidad, dando con esto cabida a
miento en sociedad de estos grupos, sin incu- nuevas y variadas interpretaciones.
rrir en juicios de valor ni estigmatizaciones. La historia oral, aunque limitada tempo-
Otro punto importante es el de tomar en ralmente, ya que sólo se aplica a hombres y
cuenta que, en su relato, el que recuerda usa mujeres vivos, partícipes del presente o del
un lenguaje narrativo, y el que interrumpe pasado reciente, contempla dos alternativas
con sus preguntas obedece a un lenguaje posibles para reconstruir una trayectoria vi-
analítico. En este diálogo se observa una lu- tal: el relato de vida y la historia de vida.
cha de poderes que reivindican el predomi- El relato de vida, relato biográfico o na-
nio de una interpretación. El que vivió la rración biográfica (en inglés lile story y en

21
francés récit de vie) corresponde a la historia
neútica", en tanto que el desciframiento de
de una vida tal como la persona que la ha los textos ocupa un lugar central; la segunda
vivido la cuenta, mientras que la historia de podría definirse como "etnosociológica". 25
vida (en inglés life history y en francés histoire
Desde la perspectiva hermeneútica de la
de vie) se refiere al estudio de caso de una
significación, el estudio de la "verdad narra-
persona en particular, comprendiendo no sólo tiva" en los testimonios ha sido muy útil en
su relato de vida (lijé story o récit de vie), sino
contra del realismo ingenuo que busca ex-
cualquier otro tipo de información o docu- traer la "verdad fáctica o histórica", química-
mentación adicional que permita la recons- mente pura y libre de las presiones de los
trucción de dicha biografía en la forma más contextos presentes. Con base en este crite-
exhaustiva y objetiva posible. 23 No obstante
rio, se acepta que no se puede conocer el
las diferencias establecidas por los especialis- pasado y, por tanto, que sólo se sabe lo que
tas, los términos siguen utilizándose arbitra- se cree relatar de uno; pero, por supuesto,
riamente, pues los que relatan una vida son siempre y cuando se acepte que lo contado es
verdaderos contadores de historias. una fantasía, susceptible de ser reeditada y
resquebrajada permanentemente. De esta ma-
nera, sólo se accede al yo por el discurso
La historia de vida: posibles lecturas o narrativo que no guarda correspondencia o
interpretaciones adecuación alguna con la realidad contada.
Se trata de una recreación de la memoria
que varía según los contextos prácticos en los
Después de estudiar la construcción de un que se sitúa el que cuenta.
relato o historia de vida es conveniente dis-
En psicoanálisis la verdad narrativa signi-
tinguir algunas pautas para su interpreta-
fica que no existen bases para legitimar la
ción. Efectivamente, si se analiza la historia a
historia de la psique del paciente. El enfoque
partir de su forma o estructura narrativa, las
narrativo, utilizado por los analistas, se limi-
inquietudes o expectativas del investigador
ta al "aquí y ahora" en la transferencia. Es
serán muy distintas a las que espera obtener
decir, que la forma afecta al contenido, y
el estudioso dedicado al análisis del conteni-
viceversa, en función de la relación que se
do que privilegia la supuesta verdad fáctica
establece entre el que relata y el que escucha.
o histórica que, por cierto, tampoco es obje-
Los analistas, partidarios del realismo crí-
tiva, pues su selección se hace a partir del
tico, comparten con historiadores, lingüistas,
punto de vista subjetivo del observador. 24
antropólogos y filósofos, vitales y significati-
Tambiénserádftlacusqe
vos puntos de vista en cuanto a la manera en
realice el sociólogo interesado en los signi-
que el pasado determina la narración de la
ficados, es decir, en el nivel de significación
historia en el presente. Los psicoanalistas,
que quieren transmitir las personas que
como los científicos sociales, saben que esas
cuentan su vida, a las del científico social,
narraciones o diálogos no se dan en el vacío
preocupado por los referentes, es decir, por
sino que están predeterminados por el pasa-
las relaciones, las normas y los procesos que
do del narrador que se revive en el relato. La
estructuran y sustentan la vida social. La pri-
corriente psicoanalítica contemporánea pos-
mera orientación podría llamarse "herme-
tula que, al construir una narrativa cambian-
22
te y una biografía en constante revisión, a que se desea y se sabe adecuado para atraer
través de la comprensión de los significados la atención del escucha, de este modo se crea
metafóricos de las asociaciones del paciente el aura de lo específico e individual de la
y de los niveles simbólicos de sus comunica- vida contada.
ciones, el analista puede conectar el material Escuchar cómo se estructuran las histo-
emergente con la transferencia y, finalmente, rias ayuda a comprender cómo la persona
con el pasado del paciente. 26 La historia de la que cuenta ha organizado y dado sentido a
psique es la base sobre la cual se edifica un su experiencia, así como la manera en que
relato "más o menos" bueno y coherente. La ésta desea verse a sí misma y cómo espera
historia y el psicoanálisis se construyen a par- que la vea su entrevistador. De esta manera
tir de un pasado, mientras que la ficción se comprende que el yo, reflejado en las
narrativa de la literatura, aunque delimitada historias, es un yo participativo en la dinámi-
su efectividad por los criterios de "verosimi- ca social, para nada estático y mucho menos
litud", es un producto de la imaginación del pasivo y en espera de ser descubierto me-
escritor que se apoya en su propia subjetivi- diante la observación directa y los instrumen-
dad y en la lógica de la psicología. tos de análisis científico. 27
De cualquier manera la narrativa, enten- Por otra parte, conviene advertir, como
dida como un proceso dialogal que organiza lo señala Alessandro Portelli, que toda histo-
la historia a partir de un principio, un punto ria se desarrolló en tiempos, espacios socia-
medio y un fin, resulta muy importante para les y éticos particulares. 28 En efecto, en la
el análisis del testimonio, pues se nos revela gramática del tiempo se distinguen dos ejes
como una actividad conformadora de signi- organizadores: jsintagmático, que sigue una
ficados coherentes, continuos y comprensi- estructura lineal (cronológica) y continua que
bles. coloca un hecho después del otro. El para-
En efecto, las estructuras narrativas or- digmático de simultaneidad, que selecciona
denan los episodios en torno al evento más --
hechos de entre los muchos que ocurren en
representativo o significativo; los episodios cualquier unidad dada de tiempo, y luego los
restantes ejercen en el relato diferentes fun- combina para crear una secuencia coheren-
ciones: unos proporcionan el abstract o tema te, aun cuando relacione eventos sucedidos
de la historia, otros ofrecen las orientacio- en épocas distintas. Esto es importante en el
nes, otros ilustran el conflicto, otros ofrecen relato de vida, porque los individUos tienen
la solución, otros la evaluación, y otros mar- la libertad de elegir a su gusto y conveniencia
can una coda, o frase terminal, con la que se los hechos representativos que, a su juicio,
cierra el relato. El narrador puede profundi- darán sentido a su existencia y, por supuesto,
zar en algunos de estos episodios ignorando la harán más llevadera. El narrador podrá
otros. Puede hablar del conflicto sin propor- subrayar los años de éxito y reducir las refe-
cionar detalles orientadores, pero el caso es rencias negativas. Incluso la cronología per-
que cada relator de historias dispone y elige sonal podrá contradecir a la historia oficial
estrategias narrativas propias para seleccio- en cuanto a la selección de los eventos signi-
nar y presentar a su oyente lo que quiere ficativos de un pueblo.
contar. Aquí está la teoría de la motivación Como se decía antes, ningún hecho se da
de la memoria selectiva y estética: Se narra lo en aislamiento, éstos siempre se inscriben en

23
espacios relacionados con referentes sociales cuenta su experiencia como para el que la
y éticos particulares. De ahí que los hechos se escucha. Entender cómo la pérdida del em-
ubiquen en diferentes contextos o paradig- pleo afecta el desarrollo de una vida y cómo
mas sociales: el institucional (esfera política, el individuo se ajusta al cambio, suele ser
gobierno, partidos, sindicatos, elecciones, ideo- muy ilustrativo para visualizar prácticas so-
logía), el colectivo (la vida de comunidad, el ciales dentro de una cultura. 29
barrio, el lugar de trabajo, las huelgas, catás- Al hablar de la adaptación o ajuste de las
trofes naturales, participación colectiva en personas al cambio, se hace referencia a las
episodios institucionales) y el personal (vida "estrategias de vida" que le permitieron no
privada y familiar, el ciclo vital, nacimiento, sólo sobrevivir a un nuevo destino o condi-
casamientos, empleos, hijos, muertes, partici- ción, sino también hacer innovaciones den-
pación personal en los otros dos niveles). En tro de su contexto e incluso transmitir y crear
la medida en que estos hechos trasciendan nuevos valores. De acuerdo con Brian Elliot,
dichos niveles socioespaciales y los códigos la información biográfica no sólo comple-
éticos (personales, institucionales, militares y menta los datos recogidos por otros medios.
fronterizos o de honor), su lectura será más Esta información puede contribuir por sí mis-
amplia y compleja. Por ejemplo, un conflicto ma a explorar las conexiones entre los gran-
agrario ocurrido en una comunidad puede des cambios estructurales y la experiencia de
rebasar las fronteras colectivas si es dirimido los hombres y mujeres, de distintos medios
en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sociales, que padecieron estos cambios. 3°
y el seguimiento de la historia queda a cargo Es más, cuando los grupos generaciona-
de la prensa internacional. Desde esta pers- les consecutivos, entendidos como grupos
pectiva, los actores involucrados se multipli- unidos por la historia más que por la edad
can, y con ellos los puntos de vista y los biológica, se encuentran con recursos y obs-
códigos éticos. El predominio de algún refe- táculos diferentes tanto a nivel cultural como
rente socioespacial, de un eje temporal y de material, se puede decir que experimentan
algún código ético, afianzará o determinará trayectorias vitales distintas, es decir, que im-
la interpretación y relevancia histórica de ese primen diversas formas a sus vidas. Al obser-
acontecimiento. Tocará al historiador oral de- var varias trayectorias de vida, se advierten
sentrañar la lógica espaciotemporal y ética patrones de comportamiento social y, junto
impuesta por el narrador al evento, para en- con ellos, se aprecian también la percepción
tender la construcción de la lectura que pre- y la definición subjetiva de las circunstancias
domina sobre el acontecimiento. que dan sentido a dichos patrones de com-
También, dentro de la estructura tempo- portamiento. "Esto implica que dos trayecto-
ral, habrá que advertir los cambios, las conti- rias vitales formalmente similares, por lo que
nuidades y las rupturas como caminos de a patrones de comportamiento se refiere,
interpretación fundamentales. Es un hecho pueden resultar diferentes según las inter-
que las secuencias temporales contribuyen a pretaciones e intenciones del sujeto." 31 Vean-
la definición de una identidad. La interrup- se por ejemplo cómo, en la década de los
ción o desviación de estos ciclos representa noventa, asumen e interpretan la crisis eco-
alteraciones importantes en la comprensión nómica los adultos y los jóvenes.
de una historia de vida, tanto para el que Pero en este recuento de posibles explica-

24
ciones o pautas para abordar las historias de las circunstancias, los fenómenos e incluso a
vida, conviene tener presente la importancia los individuos con quienes nos relacionamos,
del mito o leyenda personal. Los mitos son y teorías que nos permiten establecer hechos
esos grandes temas que se repiten en las sobre ellos. Y, con frecuencia, cuando a las
historias de vida como fórmulas integrado- representaciones sociales se las comprende
ras de una existencia. Estos grandes temas dentro de la realidad concreta de nuestra
que se transmiten de boca en boca tienen vida social, son todo ello unido.
una base personal, pero para su permanen-
cia deben coincidir con la memoria colecti- De este modo, este conocimiento es, en mu-
va, con el consenso de la tradición. Los mitos chos aspectos, un conocimiento socialmente
o leyendas de familia son importantes por- elaborado y compartido[...Jse trata de un co-
que permiten descubrir las raíces, trayecto- nocimiento práctico. Al dar sentido, dentro
rias y valores de una familia, a la vez que de un incesante movimiento social, a aconte-
explican el sentido de su historia presente. 32 cimientos y actos que terminan por sernos
Losmitbrelaxcnyhore habituales, este conocimiento forja las eviden-
cias de nuestra realidad consensual, participa
las familias constituyen buenos ejemplos de
en la construcción social de nuestra reali-
códigos no escritos sobre regulaciones y san- dad[..1 34
ciones sociales que orientan las vidas de los
miembros de la constelación familiar y, en Con esto se prueba que las representacio-
consecuencia, el juego y la tensión de las nes son algo más que simples formas de ver
"lealtades invisibles" 33 que explican la fuerte
el mundo; son conocimiento práctico por-
cohesión familiar.
que sustentan nuestras percepciones del en-
Pero también es cierto que en las entre- torno, de la vida, y porque orientan nuestras
vistas de historia de vida se recoge, a lo largo conductas y relaciones con los otros, a la vez
del discurso, otro ingrediente fundamental: que estimulan la construcción de los juicios
el conocimiento de sentido común, o bien, de valor que a diario aplicamos y comparti-
del pensamiento natural, en oposición al co- mos en sociedad. Al olvidar que el racista ve al
nocimiento científico. Este conocimiento se otro como inferior, se ignoran las representa-
constituye a partir de nuestras experiencias, ciones que explican buena parte de las con-
pero también tomando. en cuenta las infor- ductas discriminadoras.
maciones y esquemas de pensamiento que De ahí que las representaciones constitu-
aprendemos por la tradición, y por la educa- yan pistas muy sugestivas para entender los
ción y la comunicación social. Estas formas de puntos de vista, los códigos éticos y los modus
saber se pueden definir como representaciones operandi de una sociedad. Por ejemplo, en
sociales.
una entrevista de historia de vida se puede
En consecuencia, se puede afirmar que ver cómo un individuo define a las mujeres,
las representaciones sociales son imágenes al buen trabajador, a los blancos, a la gente
complejas que reúnen un conjunto de signifi- de color, al santo, a los ricos, a los pobres y,
cados: son sistemas de referencia que nos en general, al orden social que debe prevale-
ayudan a interpretar lo que nos sucede y que, cer en el mundo. En fin, al seguir sus pautas
incluso, nos permiten entender lo inespera- se comprende a un individuo en sociedad.
do; son categorías que sirven para clasificar Por último, vale la pena insistir una vez

25
más en que, en historia oral, lo individual, lo tor, olvida el distanciamiento científico que
subjetivo y lo personal son los elementos que demanda una buena investigación. Induda-
el investigador persigue en las historias de blemente todas estas objeciones tienen algo
vida como ricas fuentes de conocimiento. de verdad, por eso mismo no deben ignorar-
Escudriñar en las vidas de la gente para lle- se o pasarse por alto. Sin embargo, sociólo-
gar a lo personal no es una tarea de curiosos, gos como Paul Thompson, Daniel Bertaux,
chismosos, al contrario, es la meta del etnó- Maurizio Catani y otros más, han aportado
grafo que anhela captar y aprehender la dia- interesantes respuestas a estas críticas. Baste
léctica individuo-sociedad. De hecho, Jo Stan- señalar que para el problema de la verificabi-
ley apunta que lo personal forma parte de lo lidad, los criterios de saturación, apuntados
político, y que es falsa la dicotomía que los por la repetición de casos negativos y positi-
separa. A su juicio, lo personal es un espejo vos, contribuyen a corroborar la falsedad de
de lo que pasa en nuestras sociedades y orga- la hipótesis. En cuanto a la representatividad,
nizaciones y, por tanto, en el futuro político habría que definir si se hacen historias de
de nuestros países. 35 Dilucidar en la esencia vida extensivas o intensivas. De acuerdo con
de una vida su representación social, es el Catani, al decidirse por el trabajo extensivo
gran reto. de historias de vida, se opta por entrevistar a
un número enorme de sujetos para construir
una muestra amplia y representativa. Al ha-
cer un trabajo intensivo de las historias de
Conclusiones
vida, el entrevistador reduce la lista de in-
formantes, pero realiza entrevistas en pro-
La historia de vida es un instrumento indis- fundidad, a las que dedica más tiempo, con
pensable para llegar a la subjetividad y para el propósito de centrarse en lo específico y lo
encontrar sus relaciones con el mundo obje- particular de cada individuo. El seguir un
tivo de lo social. Es, como se dijo antes, de- camino u otro depende de las metas del in-
volver al individuo su lugar en la historia. vestigador. En cuanto al distanciamiento cien-
Pero también es cierto que el método biográ- tífico, habría que seguir los lineamientos de-
fico no constituye un paradigma o una pana- sarrollados por la antropología reflexiva.
cea para la investigación social. Las biogra- En efecto, las dificultades para elaborar
fías suponen, por su naturaleza esencialmente una historia de vida que sea fuente confiable
subjetiva, importantes problemas para la ela- para la investigación científica son enormes
boración de conocimiento científico plena- y requieren de un espíritu crítico e imagina-
mente confiable. tivo por parte del investigador, pero esto no
En efecto, los realistas críticos con fre- quita al método biográfico sus posibilidades
cuencia hacen referencia al problema de la como herramienta de investigación social de
verificabilidad de los testimonios, a su falta gran alcance.
de representatividad, y no dejan de mirar
con desconfianza las situaciones transferen-
ciales que se producen en la entrevista, es
decir que, al idenficarse el entrevistador con
su objeto de estudio, o sea, con su interlocu-

26
Notas 12 Maurizio Catani, op. cit , p. 151.
13 Ronald Fraser, op. cit., p. 137.
1 Pierre Bourdieu, "La ilusión biográfica", Histo-
ria y Fuente Oral, núm. 2, Memoria y biografía, 14 Los cambios historiográficos y la crítica pos-
Barcelona, 1989, p. 28. moderna han mostrado la relación de los histo-
riadores con su público presente y futuro, y que
2 Ibid. la organización de los hechos y las fuentes es
3 David Thelen (comp.), Memory and american idiosincrática. Así, la historia oral dejo de ser
history, introd. David Thelen, Indiana University una verdad acabada y definitiva, producto espe-
Press, Bloomington and Indianapolis, 1990, p. X cífico de un tiempo, un lugar y una sociedad
(A Midland Book, MB 570). determinada. Esta concepción se apoyó en la
nueva teoría de la historia de que había dejado
4 Paul Thompson, "Historia de vida y análisis de ser una filosofía de la historia. Los decons-
del cambio social", en Jorge Aceves (comp.), truccionistas han hecho énfasis en la lectura de
Historia oral, Instituto Mora/UAM, México, 1993, los textos, incluso de los relatos orales, en busca
pp. 128-129. de una interpretación de la cultura más enfoca-
5 Daniel Bertaux, "The life story approach: a con- da en los procesos, por eso los historiadores
tinental view", Annual Review of Sociology, vol. orales se adentran en la subjetividad. Ahora
10, 1984, p. 215. teorizan sobre los procesos o procedimientos de
construcción de las fuentes históricas, niegan la
6 Antonio Morales Moya, "Biografía y narración
neutralidad del historiador y subrayan la subje-
en la historiografía actual", en Massimo Notana-
tividad humana. De esta manera, la deconstruc-
ri, Emiliano Fernández de Pineda, Michel Du-
ción histórica reclama análisis teóricos para des-
molin y otros, Problemas actuales de la historia,
cubrir la subjetividad y los intereses personales
Ediciones Universidad de Salamanca, Salaman-
que impregnan las múltiples lecturas de la reali-
ca, España, 1993, p. 235.
dad. Véase Paul Thompson, Ronald Grele, Ales-
' David. K. Dunaway, "Method and theory in the sandro Portelli y David King Dunaway.
oral biography", Oral History. Journal of the Oral 15 Magnus Berg, "Algunos aspectos de la entrevis-
History Society, otoño 1992; Making Histories, vol.
ta como método de producción de conocimien-
20, núm. 2, p. 40. tos", Historia y Fuente Oral, núm. 4, Entrevistar
8 Maurizio Catani, "Algunas precisiones sobre el ¿para qué?, Barcelona, 1990, p. 6.
enfoque biográfico oral", Historia y Fuente Oral, 16Marie-Francoise Chanfrault-Duchet, "Mitos y
núm. 3, Esas guerras, Barcelona, 1990, p. 154.
estructuras narrativas en la historia de vida: la
9 Se usa el término interlocutor porque se consi- expresión de las relaciones sociales en el medio
dera que tiene mayor alcance que el de infor- rural", Historia y Fuente Oral, núm. 4, Entrevis-
mante. La diferencia entre "informante" e "in- tar, ¿para qué?, Barcelona, 1990, p. 11.
terlocutor" coincide con la existente en etnografía 17 Ibid.
entre "informante" e "informante privilegiado o
principal". 18Pierre Bourdieu, op. cit., pp. 31-32. Pierre Bour-
dieu y Loic J. D. Wacquant, Respuestas por una
1 ° Maurizio Catani, op. cit., p. 152. antropología reflexiva, trad. Helene Levesque Dion,
11 Ronald Fraser, "La formación de un entrevista- presentación e introducción de Loic J. D. Wac-
dor", Historia y Fuente Oral, núm. 3, Esas gue- quant, Editorial Grijalbo, México, 1995, p. 64 (So-
rras, Barcelona, 1990, pp. 137-138. ciología).

27
19 Yves Clot, "La otra ilusión biográfica", Historia ternacional de Historia Oral. Forma y signifi-
y Fuente Oral, núm. 2, Memoria y biografía, Bar- cado de la representación histórica. La batalla
celona, 1989, p. 38. de Evarts y la batalla de Crummies (Kentucky:
20 Donald A. Ritchie, Doing oral history, Twayne 1931, 1941)", Historia y Fuente Oral, núm. 4,
Publishers, Nueva York, 1995, p. 66 (Twayne's Entrevistar, ¿para qué?, Barcelona, 1990, pp.
Oral History Series 15). 79-118.
29 Gabriele Rosenthal, "Narración y significado
21Ronald J. Grele, "La historia y sus lenguajes en
la entrevista de historia oral: quién contesta a biográfico de las experiencias de guerra", Histo-
las preguntas de quién y por qué", Historia y ria y Fuente Oral, núm. 4, Entrevistar, ¿para qué?,
Fuente Oral, núm. 5, El peso de la historia: 1989, Barcelona, 1990, pp. 119-128.
Barcelona, 1991, p. 126. 3° Brian Elliot, "Editorial", Life Stories/Récits de
22 Ibid. Vie, núm. 4, Families and carriers in history,
1988, p. 4.
"Juan José Pujadas Muñoz, El método biográfico: el
31 Chiara Saraceno, "La estructura temporal de
uso de las historias de vida en ciencias sociales,
Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, las biografías", Historia y Fuente Oral, núm. 2,
1992, pp. 13-14 (Cuadernos Metodológicos, 5). Memoria y biografía, Barcelona, 1989, p. 47.
24Steven H. Cooper, "Facts all come with a point 32 "The power of family myths", John Byng-Hall
of view. Some reflections on fact and formula- entrevistado por Paul Thompson, en Raphael
tion from the 75th anniversary edition of the Samuel y Paul Thompson (comps.), The myths we
International Journal of Psycho-Analysis", Inter- live by, Routledge, Londres y Nueva York, 1990-
nationalJournal of Psycho-Analysis, 1996, pp. 255- 1993, pp. 216-224.
273. 33 Ivan Boszormeny-Nagy y Geraldine M. Spark,
25Daniel Bertaux, "Los relatos de vida en el análi- Invisible loyalties, reciprocity in integrational therapy,
sis social", Historia y Fuente Oral, núm. 1, ¿Histo- Harper and Row Publishers, Maryland, 1973.
ria oral?, Barcelona, 1989, p. 91. 34Denise Jodelet, "La representación social: fenó-
26 Margaret Fitzpatrick Hanly, "Narrative, now menos, conceptos y teoría" en S. Moscovici, Psi-
and then: a critical realist approach", Internatio- cología social II. Pensamiento y vida social. Psicolo-
nal Journal of Psycho-Analysis, 1996, núm. 77, p. gía social y problemas sociales, 1984, trad. David
454. Rosenbaum, supervisión de Tomás Ibáñez, Pai-
dós, Barcelona, Buenos Aires, México (reedi-
27 Lee Strickland, "Autobiographical interviewing ción 1986-1988), pp. 472-475 (Cognición y Desa-
and narrative analysis: an approach to psychoso- rrollo Social II).
cial assessment", Clinical Social Work Journal,
vol. 22, núm. 1, verano 1994, p. 29. 35JoStanley, "Including the feelings: personal
political testimony and self-disclosure", Oral
28Alessandro Portelli, "Essen: VII Conferencia In- History, primavera, 1996 (Political Lives, p. 62).

28

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