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Los Conflictos en El Ámbito Universitario
Los Conflictos en El Ámbito Universitario
CAPÍTULO I.
Para trabajar por la paz debemos de comenzar por conocer la estructura del conflicto, el mapa
de las violencias y todo ello para llegar al círculo virtuoso de la paz, de una cartografía de
paces. Además, se reconoce el soporte neutral que tiene la cultura, lo cual ayuda a
comprender cómo vive una sociedad, dónde la paz se construye como un horizonte para la
acción personal y grupal.
La paz es el conjunto de situaciones en las que se opta por la noviolencia. Comenzado por el
amor, la dulzura, el cariño, etc., es decir, todos aque- llos actos que son propios del ser
humano y que, muchas veces, nos cuesta trabajo exteriorizar. En definitiva, la paz es todo
aquello que nos ayuda a ser más humanos y felices.
Profundiza en los aspectos culturales y simbólicos para consolidar la cultura de paz en base a la
diversidad cultural e intenta reducir la violencia cultural y/o violencia simbólica a través de una
re-definición de la política y la economía mediante la neutralización a través de una
fragmentación de los saberes, las realidades y la burocracia. Una herramienta que aquí
concebimos para construir conocimiento que ponga en común el punto de vista del actor-
investigador y el punto de vista del actuante-sujeto para interactuar en pro de la
transformación de un tipo de conflictos alimentados por las condiciones de producción de la
violencia cultural y/o simbólica. Comparando ambas propuestas, el concepto de Johan Galtung
nos ofrece una nueva definición de paz donde la armonía, la equidad y el trauma constituyen
los ejes centrales. Nosotros planteamos unos conceptos que son más actuales en la sociedad
en la que vivimos.
Pensamos que el trauma tiene una carga negativa y estigmatizante, pero la violencia no
siempre engendra trauma. Desde el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de
Granada, hemos creado una cartografía conceptual de paces con la intención de recuperar la
rele- vancia histórica de los mapas como herramientas epistémico-políticas que intentan
subvertir su tradicional rol de justificación de intereses hegemónicos dominantes, tal y como
se pone de manifiesto en el Cuadro 2. La cartografía de paces abre un proceso colectivo y
participativo que nos lleva a unos mapeos de nuestra realidad que permiten la inclusión de
sentimientos, emociones, experiencias y saberes identitarios. Hemos sintetizado las
explicaciones y su interpretación en el tiempo en una cartografía de paces que sirve para
construir los conceptos y ayuda a dirigir la investigación para la paz.
Por ello, en la segunda generación de paces se incorporó la paz ecológica y la paz gaia y en la
cuarta generación recuperamos el concepto de paz sostenible. La naturaleza debe estar en el
discurso de la investigación para la paz y los estudios de la paz y especialmente en el ámbito de
la educación. Actualmente, desde los objetivos de desarrollo sostenible se avanza en nuevos
conceptos de paz, fundamentales para mitigar los conflictos ambientales que expe- rimenta el
mundo. Por ello, para poder referirnos a los nuevos términos incluidos en la cartografía de
paces dentro de los estudios para la paz, debemos entender los conceptos de paz como un
proceso o camino en continua transformación.
El concepto de paz vulnerable refleja que ésta intenta neutralizar la violencia que hoy se
presenta de forma naturalizada, trascendiendo a los conflictos, y se manifiesta a través de
múltiples vulnerabilidades que afectan a la sociedad y a la naturaleza. La paz vulnerable se
encuentra en todos los ámbitos de la vida humana y en su relación con el medio ambiente, y
no sólo en la ausencia de conflictos o de guerra. La cartografía de las paces es una forma de
organizar y enfrentar el pensamiento complejo, tal y como lo plantea Edgar Morin. No
pretendemos, con esta cartografía de paces o desde la paz neutra, dar una respuesta a la
complejidad que nos presenta el sistema capitalista.
Es un espacio de trabajo complejo y sabemos bien que "la complejidad es una palabra
problema y no una palabra solución" Si las guerras nacen en la mente de los seres humanos, es
en la mente de los seres humanos donde deben erigirse los baluartes de la paz La paz, como
realidad social , debe ser inves- tigada por todos, sabiendo que todos somos actores y actrices
de la paz, sobre la paz y para la paz. Somos portadores de la paz, ya que ésta se encuentra
dentro de cada ser humano. - Frenar todas las formas de violencia . De otra forma, la cultura
de paz la define la UNESCO en su Declaración para el año 2000 como «Una cultura que
promueve la pacificación, una cultura que incluya estilos de vida, patrones de creencias,
valores y comportamientos que favorezcan la construcción de la paz y acompañe los cambios
institucionales que promuevan el bienestar, la igualdad, la administración equitativa de los
recursos, la seguridad para los individuos, las familias, la identidad de los grupos o de las
naciones, y sin necesidad de recurrir a la violencia».
A su vez, la evolución del con- cepto de violencia discurre paralelo y en íntima conexión con el
concepto de paz. A medida que el estudio de los conflictos se hace más complejo, se amplía el
concepto de violencia, entendiendo ésta como todo aquello que, siendo evitable, impide,
obstaculiza el desarrollo humano, comprendiendo, por tanto, no sólo la violencia directa , sino
también la denominada violencia estructu ral . Y, finalmente, hay que añadir el concepto de
violencia cul- tural para señalar a todo aquello que en el ámbito de la cultura legitime y/o
promueva tanto la violencia directa como la violencia estructural añadimos la violencia
simbólica y violencia híbrida . Quinto, otro rasgo de la Investigación para la paz viene dado por
el carácter in- eludiblemente multi, inter y transdisciplinar de su metodología.
La intercone- xión requerida en el estudio de las diferentes instancias de paz y las formas en
las que la violencia se presenta en las socie dades modernas sólo puede alcanzarse a través de
un conoci miento multidimensional e integrador que, en modo alguno, lo proporciona la
especiali za ción dominante en la mayoría de las diferentes áreas de conocimiento. Sólo
rompiendo las barreras de las disciplinas y mediante el trabajo en equipo, será posible esta
perspectiva que el Estudio para la paz y los conflictos requiere, así como avanzar hacia la
superación de la simple multiplicidad de disciplinas. - Por último, no podemos construir esta
cultura de paz, sin abordar el concepto de paz neutra, entendida como una implicación activa
para reducir la violencia cultural y violencia simbólica a través de una nueva re-definición de la
política y la economía actual y la corrección de la fragmentación y, ¿cómo no?, de la
burocracia. Trabajar con la paz neutra supone emplear como método de acción y lucha el
diálogo.
La paz neutra implica que los medios deben ser acordes, coherentes con la meta o el fin, lo que
supone la utilización de la noviolencia como principio generador que informe nuestras
actuaciones. Esto nos llevaría al campo de los conflictos y de su regulación pacífica , la cual es
siempre difícil. Añadiremos que siempre es construcción de paz, si la paz «se define como la
capacidad de manejar los conflictos con empatía, noviolencia y creatividad» . Escribir sobre
educación siempre presenta un alto grado de dificultad.
La realización de cartografías y taxonomías son necesarias para una enumera- ción de valores
obligados para la construcción y los avances hacia la paz, ya que suele demandar cambios
profundos que sólo podrán realizarse por medio de las transfor- maciones sociales. Aportar
soluciones, alternativas, ideas frescas, en definitiva ser «expertos» de una Educación para la
paz neutra . La educación como cimiento de una nueva cultura de paz, donde la paz
transcultural se nos presenta para educar en una cultura neutral que implique un cambio de
actitud, donde se pueda educar en un marco de valores universales que promuevan el respeto
de toda forma de vida, a la diversidad y, donde la solidaridad, uno de los conceptos más
debatidos y manipulados actualmente, esté presente. La cultura de paz es un proceso que
implica un cambio de mentalidad individual y colectiva.
Para edificarla es importante que se genere un proceso de reflexión sobre como se puede
incidir en la construcción de la cultura de paz, desde los medios de comunicación, desde la
familia, las empresas, las unidades de producción agrícolas, desde los ayuntamientos, desde
las Organizaciones No Gubernamentales En segundo lugar, implica un nuevo enfoque
metodológico, puesto que debe procurarse combinar dentro de un mismo plan de acción las
aportaciones de la educación, las ciencias, la cultura y la comunicación. La paz es un proceso
que implica una forma de relación de los seres humanos en- tre sí y a través de las distintas
formas de organización social que excluye la violencia en todas sus manifestaciones. Esto
implica que al menos existan valores aceptados y compartidos universalmente , lo cual
requiere del consenso sobre dichos valores mínimos compartidos que son el sustento o
soporte. La creación de la Comisión Nacional permanente de Educación para la paz en Perú.
El Director General de la UNESCO crea la Unidad de Programa de cultura de paz con las
funciones de coordinación , desarrollo de programas nacionales y subregionales, así como
entre otras, la coordinación de acciones tanto con el sistema de Naciones Unidas como con las
organizaciones no-gubernamentales. Se celebra en El Salvador el primer foro internacional
sobre cultura de paz. - Intensificar el desarrollo de un sistema global de educación y formación
para la paz, los derechos humanos y la democracia, el entendimiento internacional y la
tolerancia, que abarque todos los niveles de la educación, tanto formal como no formal . - La
prevención de los conflictos y la consolidación de la paz.
En el marco de la Década Internacional para la cultura de paz proclamada por las Naciones
Unidas, se dictó en España la Ley 27/2005, de 30 de noviembre, de fomento de la educación y
la cultura de paz, que reconoce el papel decisivo de la educación como motor de evolución de
una sociedad y que pretende ser un punto de partida para sustituir la cultura de la violencia,
característica del siglo XX por una nueva cultura de paz para el siglo XXI. Por ello, la cultura de
paz está formada por todos los valores, comportamientos, actitudes, prácticas, sentimientos y
creencias que acaban conformándola. Esta cultura de paz exige potenciar la Educación para la
paz, la noviolencia y los Derechos Humanos, promover la Investigación para la paz y la
eliminación de la intolerancia. Toda esta importancia de los Derechos Humanos a la paz, se
expresa en una cultura para promover la pacificación que incluye estilos de vida, patrones de
creencias, de valores y de comportamientos que favorecen la construcción de la paz que se
acompañen de cambios institucionales y que promuevan el bienestar, la igualdad la
administración equitativa de los recursos, la seguridad de los individuos y las familias y la
identidad de grupos y de las naciones sin recurrir a la violencia.
Noviolencia, el cómo
La «no violencia» puede ser una situación en la que se consigue que dejen de existir formas de
violencia directa, generando unas relaciones humanas «sin violencia». - «No-violencia», como
oposición a la «violencia estructural», es decir, re- sistencia sin armas y con métodos y técnicas
pacíficas a toda la lucha y las injusticias sociales, del sistema, de instituciones, etcétera. La «no-
violencia» viene del inglés non-violence, un concepto que traslada al lenguaje una rea- lidad
social , además, de histórica, como por ejemplo la lucha sin armas de Gandhi. Representa una
forma de resistencia aparentemente nueva, en la que se renuncia al uso de la violencia para
resolver conflictos.
Es decir, al ser la noviolencia una filosofía de vida, permite avanzar hacia la paz neutra. Más
que una práctica es también una forma de pensar y una manera de lucha contra las
«justificaciones» de la violencia cultural. Muy importante señalar que la paz neutra se conecta
con la idea de noviolencia, que quiere como una «no acción de actos violentos», como
principio noviolento de la coo-cooperación al modo de Gene Sharp , encaminada a la
resolución de conflictos de forma noviolenta, a través de una cultura de paz , con- siguiendo
demostrar los beneficios de una acción pacífica en lugar de una violenta. La no-violencia,
además, significa resistir sin hacer uso de violencia, pero no pasividad.
La noviolencia como una filosofía de vida es clave en la paz neutra. La noviolencia, vista como
una cosmovisión del mundo y como una filosofía política, presenta una serie de dimensiones
que vamos a definir a continuación para posibilitar una mejor comprensión de ella. - La
noviolencia es un método de intervención en conflictos, un conjunto de procedimientos y
técnicas que permiten gestionar, transformar o, incluso, resolver y transcender ciertos
conflictos. - La noviolencia también es un método de lucha no armada y no cruenta contra las
injusticias, contra la opresión y contra las diversas formas de violencia.
Noviolencia tiene una dimensión política y maneja un concepto de poder que amplia lo público
más allá del Estado y reconoce el poder que se encuentra en cada uno de los ciudadanos/as
para realizar acciones políticas y establecer nuevas relaciones de convivencia. - La noviolencia
es «un viaje de instrospección personal», que implica encontrar un sentido íntimo y profundo a
la vida con base en lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos, mediante el auto-
conocimiento. - La noviolencia es una cosmovisión del ser humano y de la naturaleza, que
plantea una concepción del aquel como abierto a los cambios y a las trans- formaciones,
imperfecto, con conciencia moral, con capacidad para vertebrar su racionalidad y sensibilidad.
La construcción de la paz desde la filosofía de la noviolencia encuentra su for- taleza en una
serie de principios y valores que están asociados a la noviolencia.
Sin embargo, muchas de las personas y las organizaciones que desarrollan su vida en
parámetros de noviolencia no lo hacen conscientemente. Desde sus tradiciones cul- turales o
desde su cotidianidad, los individuos asumen una serie de valores básicos como el respeto a la
vida, el diálogo y la justicia. Estos valores morales se encuentran también en la filosofía de la
noviolencia, y aunque las personas y las organizaciones no asuman la noviolencia
conscientemente, se puede decir que forman parte del movimiento noviolento al compartir
sus mismos valores. Otro de los principios de la noviolencia es la búsqueda de la verdad.
La no- violencia no tiene verdades absolutas porque pueden no ser acertadas o partir de un
conocimiento limitado. La noviolencia trata de iniciar un camino en el que se expongan las
verdades que todos poseen para alcanzar juntos un mundo más justo. Un diálogo donde los
interlocutores se reconocen y se esfuerzan por entablar una comunicación que permita la
generación de confianza, la interrelación humana y la transformación noviolenta de los
conflictos. Por último, noviolencia incluye en su seno el principio de pensamiento alter- nativo
y creativo.
Todos estos principios se apoyan en una serie de argumentos que parten de la concepción de
los seres humanos como un fin en si mismos y nunca como un medio para alcanzar otros
objetivos, y en la condena de las consecuencias de la violencia. La filosofía política de la
noviolencia considera que la transformación de la realidad es un proceso. Por ello, señala que
el objetivo perseguido se puede tener en la mente pero será construido a lo largo de ese
proceso y no se tiene la certeza de cómo se definirá. Y al comienzo del proceso tampoco se
puede estar seguro de alcanzar los objetivos deseados.
Estos argumentos permiten sostener los principios de la noviolencia. Jares , esta evolución se
ha manifestado en lo que él denomina las olas de la educación para la paz, que construyen
cartografías de paces. La tercera ola elabora el desarrollo de la Investigación para la paz y el
fuerte impacto que su evolución tuvo en construir una educación para la paz. Por último, como
señala Jares, la cuarta ola observa el legado de la filosofía de la noviolencia de Gandhi .
La quinta ola es laaportación de la educación para la paz neutra, que construye cartografías de
paces desde el concepto de paz neutra . Objetivos que la universidad no debe olvidar. Todos
los objetivos que la universidad debe tener presente, incluyendo los con- tenidos conceptuales
de la cultura de paz, se alcanzan de forma que no neutralicen la violencia oculta, es decir, que
en los elementos básicos del currículo estén presen- tes los valores de la paz, y de esa forma se
contrarresten los elementos de la violencia. - Valoración del proceso educativo.